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REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA, ARTE Y LITERATURA Año 10 N°30 Septiembre-Diciembre 2021 2 Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA Antilha publica artículos originales e inéditos. El contenido de los artículos y opiniones ex- Editores presadas en Antilha son responsabilidad América Malbrán Porto exclusiva de sus autores. Ana Igareta Antilha, Revista Latinoamericana de Historia, Arte y Literatura es una publicación cuatri- Diseño editorial mestral editada y publicada por el Centro de América Malbrán Porto Estudios Sociales y Universitarios America- nos S.C. Certificado de reserva de derecho al uso exclusivo del título, Dirección General de Derechos de Autor, Secretaría de Educa- ción Pública, número ( en trámite ) . Certificados de licitud de título y de contenido, Co- Antilha es una revista dictaminada por pares secretos. El sistema de arbitraje recurre a evaluadores externos al Centro de Estudios Sociales y Universitarios Americanos S.C. misión Certificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas, Secretaría de Gobernación, números ( en trámite ) , ISSN ( e n trámite ) . Portada, cenefa y viñeta: Baile de campesinos, litografía en Costumbres neogranadinas, Ramón Torres Méndez, 1973, Bogotá. 3 Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA Comité Editorial Dr. Jorge Angulo Villaseñor DEA-INAH, México. Dr. Daniel Schávelzon CAU-UBA, Argentina Dra. Ana Igareta UNLP, Argentina. Dr. Víctor Ortega León Centro INAH Chihuahua, México. Mtra. América Malbrán Porto Centro INAH Chihuahua, México. Mtro. Alfredo Feria Cuevas Centro INAH Baja California Sur, México. 4 Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA CONTENIDO Editorial P. 7 Un caso de bacterias reductoras de sulfato en procesos corrosivos de material arqueológico ferroso Angélica Guerriere y Liliana Berardo P. 9 Los conchos en el siglo XVI: adaptación y cultura Sofía Estrada Beltrán P. 21 Prodigios y milagros en torno a los caminos reales Novohispanos América Malbrán Porto P. 41 La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas y las primeras excavaciones estratigráficas en México Víctor Ortega León P.57 5 6 Antilha REVISTA LATINOAMERICANA DE HISTORIA ARTE Y LITERATURA EDITORIAL E n este final del 2021, Antilha llega a su número 30. Cerramos este segundo año de pandemia con la convicción de que el trabajo académico y la investigación científica deben continuar, y de que la difusión cultu- ral es cada vez más necesaria. Aprovechamos para dar la bienvenida a tres nuevas autoras: Angélica Guerriere, Liliana Berardo y Sofía Estrada Beltrán que nos deleitarán con sus propuestas. El primer artículo, “Un caso de bacterias reductoras de sulfato en procesos corrosivos de material arqueológico ferroso”, de Angélica Guerriere y Liliana Berardo, constituye un claro ejemplo del papel que ocupan actualmente los estudios arqueométricos en los estudios sobre el pasado. El análisis minucioso sobre las condiciones de corrosión de materiales ferrosos procedentes del sitio Parque Aguirre, de la ciudad de Santiago del Estero en Argentina, permite a las autoras identificar algunas de las condiciones contextuales que explican el grado de alteración que han sufrido los materiales de ese yacimiento, aportando así al conocimiento sobre el biodeterioro de los metales arqueológicos. En “Los conchos en el siglo XVI: adaptación y cultura”, Sofía Estrada Beltrán nos sitúa en el territorio del Estado de Chihuahua, México, durante el siglo XVI, para tratar de identificar las características culturales de uno de los grupos indígenas más conocidos, pero menos estudiados del norte del país. Valiéndose de las fuentes históricas producidas durante las primeras entradas de los conquistadores españoles a la región, la autora destaca tres aspectos relacionados con los sistemas de organización social y política, las estrategias de supervivencia y los 7 sistemas de creencias atribuidos a los habitantes de la cuenca fluvial más grande del Estado. En el tercer artículo, “Prodigios y milagros en torno a los caminos reales novohispanos”, América Malbrán Porto nos muestra diversos testimonios históricos que aluden a la manera en que, durante el proceso de colonización del norte mexicano, sus protagonistas interpretaban algunos sucesos como hechos sobrenaturales de factura divina que los ayudaban a fortalecer y expandir su fe en los territorios sobre los que iban avanzando. Cargados de simbolismo, muchos de estos supuestos milagros dejan entrever también la herencia del discurso religioso europeo trasladado a tierras americanas. Finalmente, en “La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas y las primeras excavaciones estratigráficas en México”, Víctor Ortega León revisa con detalle algunos de los supuestos relacionados con los protagonistas de las excavaciones arqueológicas realizadas en 1911 en Atzcapotzalco y Culhuacan, bajo el auspicio de la EIAEA, consideradas por la tradición como las primeras realizadas en México siguiendo un método estratigráfico, y atribuidas a Manuel Gamio. Algunos datos presentados apuntan hacia una duda razonable en cuanto a dicha autoría. Deseamos que el paso al 2022 sea muy afortunado para todos nuestros lectores, y que en el nuevo ciclo soplen vientos más propicios para todos. Los editores 8 Antilha CESUA UN CASO DE BACTERIAS REDUCTORAS DE SULFATO EN PROCESOS CORROSIVOS DE MATERIAL ARQUEOLÓGICO FERROSO Angélica Guerriere1 y Liliana Berardo2 Artículo recibido 10/10/2021 Artículo aceptado 19/11/2021 Resumen El alto grado de mineralización detectado en materiales ferrosos de origen colonial recuperados en un sitio de la ciudad de Santiago del Estero, Argentina, llevó a la realización de estudios específicos orientados a explicar tal situación. Para ello, se seleccionó una pieza como caso de estudio y se caracterizaron sus depósitos, productos de corrosión superficiales y sedimentos asociados. El hallazgo de sulfuro de hierro (FeS) en la muestra sugirió la presencia de bacterias reductoras de sulfato (SRB), hipótesis que fue luego confirmada al ser detectadas por cultivo. Tales resultados contribuyeron a evaluar la participación de SRB como agente de deterioro de piezas metálicas arqueológicas enterradas y corroídas por más de dos siglos en contextos anóxicos. Palabras clave: Metales ferrosos; Arqueología colonial; Bacterias reductoras de sulfato; Corrosión; Biodeterioro. Abstract High degree of mineralization observed in archaeological ferrous material from a colonial site in Santiago del Estero (Argentina), led to specific studies to analyze this condition. One piece was selected as a case of study to characterize its superficial deposits and corrosion products as well as its associated sediments. The finding of iron sulfide (FeS) suggested the presence of Sulfate Reducing Bacteria (SRB), later detected by cultivation. Such results contributed to assess the participation of SRB as an agent of deterioration of archaeological metallic materials buried and corroded in anoxic environments for more than two centuries. Keywords: Ferrous metals; Colonial archaeology; Sulphate reducing bacteria; Corrosion; Biodeterioration. 1 CIC- Instituto Historia Teoría y Praxis de la Arquitectura y la Ciudad, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de La Plata. La Plata, Buenos Aires, Argentina. anchugue@gmail.com 2 Instituto Nacional de Tecnología Industrial, San Martín, Buenos Aires, Argentina. liliana.berardo@gmail.com Antilha 10 (30) 2021:9-20 9 Antilha CESUA Guerriere y Berardo bordes del río siguieron afectando todo Introducción os trabajos de excavación rea- el sector, al igual que diversas acciones lizados entre los años 2009 y antrópicas tales como tendido de cañe- 2013 en el sitio Parque Aguirre rías de agua, de cloacas e instalación de de la ciudad de Santiago del Estero3 cableados eléctricos que impactaron di- (provincia de Santiago del Estero, Ar- rectamente en su subsuelo. gentina) (Figs.1 y 2) permitieron recupe- Los restos recuperados durante la inter- rar un variado registro material. El sitio vención arqueológica incluyeron frag- corresponde al de la primera fundación mentos de piezas ferrosas severamente de la ciudad, realizada a la vera derecha afectadas del río Dulce por exploradores ibéricos deposicionales. El 87% del total del ma- en el año 1553. Algunos años después, terial de este conjunto perdió su morfolo- la población se fue alejando del curso de gía original y, al extraerlo, presentaba el agua para evitar los efectos de las recu- aspecto de concreciones amorfas que rrentes inundaciones y el área fundacio- hizo inviable su clasificación tipológica y/ nal quedó abandonada, sin evidencias o funcional. en superficie que dieran cuenta de su El estudio de la corrosión de materiales uso original; en el siglo XX el espacio arqueológicos ferrosos aporta informa- fue transformado en Parque como espa- ción para comprender el comportamien- cio recreativo (Igareta, 2012). Los des- to de dichos restos en contextos enterra- L por procesos post- dos (Bertholon, 2007; Ciarlo, 2006; Nord, 2002; Rañi, 2019). La corrosión 3 Proyecto “Ciudades que ya no están: arqueología del periodo colonial temprano”. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) - Facultad de Ciencias Naturales y Museo (FCNyM), Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Dirección Dra. Ana Igareta. del hierro y su relación con las bacterias sulfato reductoras (SRB) ha sido exten- Antilha 10 (30) 2021:9-20 10 Antilha CESUA Un caso de bacterias reductoras de sulfato... Matthiesen, 2013). Estudios precedentes demostraron que la combinación de distintas técnicas analíticas resulta indispensable para profundizar y optimizar el análisis de productos y depósitos de corrosión (Grevey et al., 2020; Neff, Dillmann, Bellot-Gurlet y Beranger, 2005). Materiales y métodos Para obtener datos directos del material, se seleccionó un ejemplar como muestra representativa en cuanto a tamaño, nivel de profundidad y aspecto superficial del deterioro de las once concrecioFig. 1. Santiago del Estero, Buenos Aires, Argentina. Gráfico F. Chechi nes más grandes halladas en el sitio. Se estimó que éstas podían corresponder a samente abordada en el campo de la fragmentos de armas y/o herramientas industria, la extracción de petróleo y en de labranza y cuyo tamaño oscila entre los estudios de reservorios nucleares 12 cm - 16 cm de ancho y 18 cm - 22 cm (Ilhan-Sungur, Cansever y Cotuk, 2007; de largo. El conjunto proviene de un ni- Rémazeilles et al., 2017). También han vel en el que se hallaron restos ferrosos sido de interés en el campo del patrimo- coloniales, a una profundidad de 75 cm - nio arqueológico para su preservación y 140 cm. posibles tratamientos (Daldorff, 1987; La selección de la pieza a estudiar Saheb, Neff, Dillmann, Descostes y (Fig. 3) se realizó posterior a la obten- Antilha 10 (30) 2021:9-20 11 Antilha CESUA Guerriere y Berardo Fig. 2 Detalle del área del sitio Parque Aguirre donde se concentraron los hallazgos de material ferroso. Tomado de Google Earth. ción y análisis de imágenes de Rayos X tras de óxidos y depósitos de las superfi- realizadas en el Instituto Nacional de cies de la concreción seleccionada; lue- Tecnología Industrial (INTI), con un equi- go se realizó un desbastado mecánico po Balteau, de 300 kV máximo, con los controlado en sectores puntuales y se siguientes parámetros para ensayo: 100 retiró una capa delgada de sedimentos. kV, 1 mA, 10 s. La radiografía de la pie- El resultado del procedimiento puso a la za reveló su silueta y puso en evidencia vista masas frágiles y delaminadas en la ausencia de núcleo metálico conser- su estructura, con intersecciones de se- vado en su interior (Fig. 4). dimento en su interior y con un estado Se decidió entonces utilizar las imáge- alto de mineralización. nes de RX como guía para tomar mues- Por otra parte, se procedió a obtener y Antilha 10 (30) 2021:9-20 12 Antilha CESUA Un caso de bacterias reductoras de sulfato... Fig.3. Pieza seleccionada, estado previo a los análisis. Foto, A. Guerriere. Fig. 4. Radiografía perfil derecho y anverso de la pieza de estudio. Radiografía INTI, Argentina. Antilha 10 (30) 2021:9-20 13 Antilha CESUA Guerriere y Berardo caracterizar una muestra del sedimento energía (EDX) y por medio de espec- que se hallaba adherido a la pieza (cuyo troscopía de difracción (DRX) y fluores- hallazgo se había producido a 100 cm cencia (FRX) de Rayos X (INTI, equipos de profundidad) y otras muestras de Philips, suelos tomadas a diferentes profundida- PW2400). des (75 cm, 115 cm, 135 cm, 155 cm y Para el cultivo se procedió a la toma de 175 cm). Su observación bajo lupa este- muestras del exterior de la concreción reoscópica (INTI, equipo WILD M3C con con productos de oxidación del hierro magnificación de 5X a 10X), comple- (Fig. 5) a) dos de los depósitos, b) dos mentado con un ensayo de tipo a la gota que corresponden al sector en el que se con ácido clorhídrico 10 % (V/V), com- había detectado óxido férrico (Fe2O3) probó la presencia de carbonatos en los por medio de DRX, y c) cuatro del sector niveles de sedimento limo-arenoso don- depósitos-óxidos, de se hallaron los restos arqueológicos restos con leve magnetismo localizado y coloniales (75 cm-140 cm), y su ausen- presencia de óxidos de hierro magnéti- cia en niveles superiores e inferiores. cos Los depósitos removidos de la superficie (CaCO3), oxido férrico (Fe2O3) y, en de la muestra fueron estudiados median- algunos sectores, señales asociadas a te microscopía óptica y microscopía sulfuro de hierro (FeS). Las muestras se electrónica en el Instituto de Tecnología tomaron luego de descartar la capa su- Minera - Servicio Geológico Minero Ar- perficial, para evitar una posible conta- gentino (INTEMIN-SEGEMAR), con un minación o modificación de los com- equipo Philips, modelo XL 30 ESEM. puestos por contacto con el aire. Luego Asimismo, fueron analizados mediante se colocaron en un medio de cultivo PgB espectroscopia de rayos X dispersiva en (7.0) con tapón de butilo, sellado con Antilha 10 (30) 2021:9-20 14 modelos (Fe3O4), PW 1730/10 correspondientes carbonato de y a calcio Antilha CESUA Un caso de bacterias reductoras de sulfato... Fig. 5. Toma de muestras en sectores a), b) y c). Foto, A. Guerriere. virola mecánica, y se incubaron a 30º C Resultados y discusión durante 7 días (Postgate, 1963). Esta En lo que respecta a la conservación de actividad se desarrolló en el Centro de material arqueológico ferroso, se ha es- Investigación y Desarrollo en Fermenta- tablecido que los suelos arcillosos y cal- ciones Industriales (CINDEFI). cáreos resultan menos agresivos que los suelos arenosos y ácidos (Gerwin y Baumhauer, 2000). Teniendo en cuenta Antilha 10 (30) 2021:9-20 15 Antilha CESUA Guerriere y Berardo tal observación, y la presencia de carbo- posibilidad de que el extremo deterioro natos en el sedimento que corresponde que muestra el material ferroso recupe- al nivel del cual fue obtenida la muestra, rado responda a la acción de bacterias era esperable que las piezas ferrosas reductoras de sulfato presentes en el presentaran cierto grado de deterioro sitio. Los suelos anaeróbicos, con conte- pero no al nivel detectado radiológica- nidos de sulfato y pH neutro son esce- mente. Para comprender el proceso co- narios propicios para el crecimiento de rrosivo deben ser consideradas tanto las SRB (Sánchez del Junco, Moreno, Ran- condiciones del medio y del suelo como ninger, Ortega-Calvo y Sáiz-Jiménez, el proceso de fabricación, la metalurgia 1992). de la pieza y la composición química del En la República Argentina no fue posible metal (Groysman, 2010; Jegdić, Polić- localizar trabajos que hayan considera- Radovanović, 2012; do a este tipo de bacterias como agen- Kibblewhite, Tóth y Hermann, 2015). Si tes involucrados en el deterioro de pie- bien el estudio de dicho proceso es com- zas ferrosas de origen arqueológico. Las plejo e implica abordar múltiples facto- referencias publicadas sobre los efectos res, en este caso se puso énfasis en la de estos microorganismos sobre mate- caracterización e identificación de los riales del patrimonio cultural correspon- productos de corrosión. Se trata de una den en su totalidad a análisis de piezas primera aproximación cualitativa, no re- cerámicas halladas en sitios terrestres y presentativa a nivel estadístico, cuyos a materiales metálicos recuperados en resultados se espera ampliar en futuros sitios subacuáticos (Ciarlo, 2006, 2014; estudios. Grosso, 2006; Soto, Guiamet y Callega- La detección de sulfuro de hierro en la ri, 2017). Ristić y Alil, muestra analizada llevó a considerar la Antilha 10 (30) 2021:9-20 16 Antilha CESUA Un caso de bacterias reductoras de sulfato... El resultado del cultivo de la muestra re- firman la presencia de las SRB, estos no cuperada en Parque Aguirre confirmó permiten estimar el nivel de impacto que cualitativamente el desarrollo de SRB a la misma habría tenido en relación al de- través de la aparición de un precipitado terioro de las piezas de hierro. Sin pre- negro de sulfuro de hierro (FeS), por lo tender desestimar la detección de fases que se deduce que estos microorganis- no halladas por el análisis DRX, ya sea mos capaces de reducir metabólicamen- por su naturaleza amorfa y/o existencia te los iones sulfato están en los produc- de iones en concentraciones no repre- tos de corrosión y sedimentos. Luego sentativas para las condiciones explora- pueden ser responsables de la presen- das en el enterramiento (Jegdić et al., cia tanto de los iones de sulfuro detecta- 2012), en próximos trabajos se requiere dos entre los compuestos carbonatados avanzar complementando con otras téc- como de las capas de óxido, participan- nicas de estudio. do de los procesos corrosivos de los materiales ferrosos (Rémazeilles et al., Consideraciones finales 2017; Sánchez del Junco et al., 1992). Si bien se trata del primer análisis de Cabe destacar que el carbonato de hie- una única muestra, el resultado obtenido rro que forma parte de los productos de del estudio de la pieza hallada en el sitio corrosión debería actuar como barrera Parque Aguirre dio cuenta de la impor- protectora, evitando o postergando que tancia de considerar el accionar de bac- las especies sulfuro alcancen la superfi- terias sulfato reductoras entre las posi- cie metálica y aceleren el proceso de bles causas de deterioro de materiales corrosión (Rémazeilles et al., op. cit.). ferrosos. El resultado obtenido en esta Sin embargo, debe tenerse en cuenta experiencia preliminar aportó informa- que si bien los estudios realizados con- ción relevante para evaluar la participa- Antilha 10 (30) 2021:9-20 17 Antilha CESUA Guerriere y Berardo ción de SRB en los procesos corrosivos ranger, P. Piccardo y H. Matthiesen (Eds.), Corrosion of metallic heritage artefacts. Investigation, conservation and prediction for long- term behavior, Woodhead Publishing, pp. 31-40 de artefactos arqueológicos ferrosos semejantes hallados en excavaciones realizadas en la región, particularmente de Ciarlo, Nicolás C. 2006 “Metodología de estudio de artefactos ferrosos corroídos en un medio subacuático. Un caso de estudio: las concreciones del sitio Hoorn” en La Zaranda de Ideas, Revista de jóvenes investigadores en Arqueología, N°2, Asociación de Arqueólogos Profesionales de la República Argentina, pp.87-106. aquellas piezas con ausencia de restos metálicos o con un grado avanzado de mineralización. Cabe esperar que la realización de este tipo de análisis sobre muestras más extensas y procedentes de distintos sitios arqueológicos del país permita obtener resultados que amplíen 2014 Arqueometalurgia de un naufragio del siglo XVIII: la corbeta de guerra HMS Swift (1770), Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz (Patagonia). Oxford, Archaeopress. las posibilidades de diagnóstico y comprensión del estado de conservación de los restos recuperados en contextos de enterramiento. Daldorff, S. A. 1987 “Microbial corrosion and museum iron objets”. Trabajo presentado en la 8th Triennial Meeting del International Council of Museums Committee for Conservation. Sydney, Australia. Agradecimientos Las autoras agradecen al Lic. Fabio Luna (INTI) por los aportes efectuados en la caracterización del terreno, a la Dra. Ana Igareta por facilitar el material de estudio y a la Arq. Florencia Chechi por la colaboración con la gráfica. Gerwin, W. y Baumhauer, R. 2000 “Effect of soil parameters on the corrosion of archaeological metal finds” en Geoderma, the global journal of soil science, Vol. 96, Netherlands, pp.63-80. Bibliografía Bertholon, R. 2007 “Archaeological metal artefacts and conservation issues: long-term corrosion studies” en P. Dillmann, G. Bé- Grevey, A. L., Vignal, V., Krawiec, P., Ozga, P, Peche-Quilichini, K., Rivalan, A. y Mazière F. Antilha 10 (30) 2021:9-20 18 Antilha CESUA Un caso de bacterias reductoras de sulfato... 2020 “Microstructure and long- term corrosion of archeological iron alloy artefacts” en. Heritage Science, N°8, SpringerOpen, pp. 1-19. Kibblewhite, Mark; Gergely Tóth y Tamás Hermann 2015 “Predicting the preservation of cultural artefacts and buried materials in soil” en Science of The Total Environment, Vol. 529, Elsevier B.V., pp. 249-263. Grosso, M. G. 2006 Arqueología de naufragios. Estudio de procesos de formación naturales en el sitio, HMS Swift (Puerto Deseado, Santa Cruz). Tesis de grado, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Grosysman, A. M. 2010 Corrosion for everybody. York, Springer Netherlands. Neff, Delphine; Philippe Dillmann, P., Ludovic Bellot-Gurlet y Beranger G. 2005 “Corrosion of iron archaeological artefacts in soil: characterization of the corrosion system” en Corrosion Science, N°2, Vol.47, Elsevier B.V., pp.515-535. Nueva Igareta, Ana 2012 “Arqueología de Santiago del Estero colonial: historia de varias ciudades” en J. Buján (Eds.), Ciudades y territorio en América del Sur - Del siglo XV al XVII, La Plata, Argentina, Nobuko, pp. 235-263. Nord, Anders G. 2002 “On the deterioration of archaeological iron artefacts in soil” en Fornvännen, Jurnal of Swedish Antiquarian Research, N° 97, Vol. 4, Estocolmo, Suecia, Arts and Humanities Research Council, pp. 298-300. Ilhan-Sungur, E., Cansever, N. y Cotuk, A. 2007 “Microbial corrosion of galvanized steel by a freshwater strain of sulphate reducing bacteria (Desulfovibrio sp.)” en Corrosion Science, N°3, Vol. 49, Elsevier Ltd., pp.1097-1109. Postgate, John R. 1963 “Versatile medium for the enumeration of sulfate-reducing bacteria” en Applied Microbiology, N°3, Vol.11, American Society for Microbiology, Washington, DC, pp.265-267. Jegdić, Bore; Suzana Polić-Radovanović, Slavica Ristić y Ana Alil 2012 “Corrosion of archaological artifact made of forged iron” en Metallurgical and Materials Engineering, N°3, Vol.18, Association of Metallurgical Engineers of Serbia, pp.233-240. Rañi, M. 2019 Análisis y modelización del comportamiento de los metales arqueológicos en un contexto bélico ribereño, la batalla de Vuelta de Obligado (1945), Provincia de Buenos Aires. Tesis de grado, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, Argen- Antilha 10 (30) 2021:9-20 19 Antilha CESUA Guerriere y Berardo tina. Rémazeilles, Celine; D. Neff, J. A. Bourdoiseau, René Sabot, Marc Jeannin y Philippe Refait 2017 “Role of previously formed corrosion product layers on sulfide-assisted corrosion of iron archaeological artefacts in soil” en Corrosion Science, N°129, Elsevier B.V., pp.169-178. Saheb, M., Neff, D., Dillmann, P., Descostes, A. y Matthiesen, H. 2013 “Long-term anoxic corrosion of iron” en P. Dillmann, D. Watkinson, E. Angelini y A. Adriaens (Eds.), Corrosion and conservation of cultural heritage metallic artefacts, Woodhead Publishing. pp. 260-284. Sánchez del Junco, A., Moreno, D. A., Ranninger, C., Ortega-Calvo, J. J. y SáizJiménez, C. 1992 “Microbial induced corrosion of metallic antiquities and works of art: a critical review” en International Biodeterioration & Biodegradation, (29), pp.367-375. Soto, D. M., Guiamet, P. S. y Callegari, A. B. 2017 “Biodeterioro de cerámica arqueológica de superficie por microrganismos de climas áridos y semiáridos en el valle de Antinaco Central, La Rioja” en A. Rocchietti, F. Ribero y D. Reinoso (Eds). Investigaciones Arqueométricas: técnicas y procesos, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, Aspha, pp.121-137. Antilha 10 (30) 2021:9-20 20 Antilha CESUA LOS CONCHOS EN EL SIGLO XVI: ADAPTACIÓN Y CULTURA Sofía Estrada Beltrán1 Artículo recibido 20/08/2021 Artículo aceptado 19/10/2021 Resumen: Durante la colonización de lo que en la actualidad es el estado de Chihuahua, la mayor parte de los grupos indígenas de esa región sufrieron un proceso de aculturación, en el que se mezclaron con la sociedad colonial norteña y, en otros casos, hubo un proceso de opresión de los grupos al grado de desaparecerlos. En este trabajo se realiza una caracterización cultural de los grupos étnicos que han pasado a la historia bajo la denominación genérica de «conchos», que habitaron gran parte de lo que en la actualidad es territorio del estado de Chihuahua, durante el siglo XVI, los cuales terminaron asimilándose a la sociedad novohispana en los siglos posteriores. Dicha caracterización se llevó a cabo a través de las fuentes de los exploradores españoles que pasaron por la «conchería» durante esa época. Palabras clave: conchos, siglo XVI, cultura, adaptación. Abstract: During the colonization of what is now the state of Chihuahua, most of the indigenous groups of that region suffered a process of acculturation, in which they mixed with the northern colonial society, and in other cases, there was a process of oppression of the groups to the point of disappearing them. This paper provides a cultural characterization of the ethnic groups that have gone down in history under the generic name of «conchos», who inhabited a large part of what is now the territory of the state of Chihuahua during the sixteenth century, and who ended up assimilating into the novo-Hispanic society in the following centuries. This characterization was carried through the sources of the Spanish explorers who passed through the «concheria» during that period. Key words: conchos, 16th century, culture, adaptation. 1 Pasante de la licenciatura en arqueología por la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México (EAHNM) y pasante de la licenciatura en historia por la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). Antilha 10 (30) 2021:21-40 21 Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán Introducción D entro del área que en la actualidad ocupa el estado de Chihuahua se desarrollaron diversos grupos étnicos, de los cuales algunos tuvieron un acercamiento con los primeros exploradores españoles que atravesaron dicho territorio. Los conchos, nombre bajo el cual se denominaron varios grupos humanos, fue una de éstas etnias, la cual se encontraba dispersa en las inmediaciones del río Conchos y alrededor de sus afluentes, cuyo territorio abarcaba lo que actualmente es Namiquipa a Ojinaga, y hasta Fig. 1. Ubicación territorial de los grupos conchos en el Estado de Chihuahua durante el siglo XVI. A partir de Guevara, 1985: 17. Santa Bárbara en el sur (Fig. 1). Sin embargo, poco se sabe de este grupo ya que las dos gramáticas que se elaboraron por franciscanos: «Arte y vocabulario del idioma conchos» de Fray Juan de pectos del lenguaje y de las característi- Espinoza y el «Arte y vocabulario de la cas culturales de los conchos (Servín, lengua concho» de Fray Alonso de la 2018: 7-8). Además, el interés por parte Oliva, desaparecieron por las guerras y de los académicos se ha centrado en levantamientos indígenas, por lo que otros grupos étnicos como los Tarahu- aún se desconocen muchos de los as- maras y Pimas, por lo que no existe un Antilha 10 (30) 2021:21-40 22 Antilha CESUA Los conchos en el siglo XVI buen número de investigaciones sobre en la que se desarrollaron. Esta hipóte- los conchos. Por consiguiente, el objeti- sis parte de los postulados de la teoría vo de esta investigación es caracterizar de la Ecología Cultural, que «estudia la culturalmente a los conchos a través de relación entre hábitat y cultura a partir de las relaciones de los exploradores espa- lo que dice y hace el hombre en contex- ñoles que convivieron con ellos durante tos específicos en el espacio y en el el siglo XVI. tiempo» (Sánchez, 1996: 51). Así, los Entendiendo «cultura» como el conjunto aspectos culturales de este grupo esta- de creencias, saberes y pautas de con- rán influenciados por el río Conchos y la ducta de un grupo social, se plantea la región árida. siguiente pregunta: ¿cuáles son los ras- La importancia de esta investigación tie- gos culturales que definieron al grupo ne su justificación en que acerca de los nativo denominado «conchos» que habi- grupos humanos que se desarrollaron en tó el territorio chihuahuense en el siglo el centro y sur de lo que ahora es territo- XVI? Dicha pregunta se pretende con- rio mexicano han sido objeto de muchas testar a través de tres aspectos: sistema investigaciones a tal grado que están de- de organización social y política, estrate- talladamente caracterizados. En contras- gias de supervivencia y sistemas de te, su contraparte norteña no ha gozado creencias de los conchos. La hipótesis de la misma atención, sino que, por el que guía este trabajo gira en torno al contrario se les ha encasillado en térmi- vínculo entre seres humanos y naturale- nos generales como el de «chichimeca», za, por lo que los atributos culturales mismo que no solo posee una fuerte car- que caracterizaron a los conchos estu- ga peyorativa, además produce el efecto vieron influenciados por su relación con de uniformar cultural y socialmente a co- el entorno natural de la región ecológica munidades humanas en las que pode- Antilha 10 (30) 2021:21-40 23 Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán mos encontrar estrategias de organiza- cales. De modo que comenzaron los ción política y cultural de muy variada procesos de conquista en lo que ahora índole. es territorio mexicano, los cuales se ex- Por lo tanto, consideramos que con esta tendieron por todo el siglo XVI. investigación se puede hacer un aporte La primera ciudad importante que cayó valioso al conocimiento protohistórico e en manos de los españoles fue Tenoch- histórico temprano del territorio que aho- titlán en 1521, debido a las tácticas mili- ra constituye el estado de Chihuahua, y tares de Hernán Cortés y sus acompa- sobre todo de su componente social da- ñantes. El éxito de estos procesos espe- do que, mientras más avancemos en el cíficos de conquista y colonización en conocimiento de los grupos originarios dicha área se debió a que la resistencia mejor comprenderemos la complejidad indígena se sofocó fácilmente, ya que de los procesos de colonización de los los pueblos estaban acotados geográfi- siglos posteriores. camente, y el sistema colonial se impuso sobre las instituciones prehispánicas El siglo XVI en el norte de México: ex- dentro ploradores europeos administrativa desarrollada ya existente A partir del encuentro de dos continen- (Rosati, 1995-1996: 393). Poco después tes que habían permanecido separados de la conquista del centro del país, Cor- por muchos siglos, hasta 1492, se inició tés impulsó una serie de expediciones a una expansión europea vertiginosa tanto las costas del océano Pacífico; fueron política como económica y cultural. La los miembros de la segunda expedición corona española envío empresas con el de 1533, quienes llegaron hasta una fin de recorrer el territorio, someter a los bahía que bautizaron como la Paz, des- habitantes y apropiarse de las tierras loAntilha 10 (30) 2021:21-40 24 de una estructura político- Antilha CESUA Los conchos en el siglo XVI cubriendo la península de Baja Califor- te de México y de la franja costera del nia (Ortega, 1999: 86). Pacífico (Del Río, 2009: 9-10). Cabe Contemporáneos al proceso cortesiano, destacar que el proceso de conquista hubo otros, movidos por los mismos mo- guzmaniana, fue brutal y violento contra tivos y ambiciones, que se adentraron las tribus nativas en un intento de lograr en tierra firme en busca de ciudades si- la pacificación del área (Palacios, 2010: milares a Tenochtitlán, por su riqueza y 49). organización, o ciudades míticas pre- A la par que Nuño de Guzmán, la expedición sentes en el imaginario colectivo euro- comandada por Pánfilo de Narváez, que te- peo. Uno de los casos es la exploración nía por finalidad la exploración y colonización de la Florida iniciada en 1527, fue frus- que emprendió Nuño Beltrán de Guz- trada por diversos factores como fuertes tor- mán en el occidente y noroeste del ac- mentas, enfermedades, ataques de los nati- tual territorio mexicano durante la déca- vos, entre otros. Solo hubo cuatro sobrevi- da de 1530, «exacto ejemplo del con- vientes que eran Álvar Núñez Cabeza de quistador del siglo XVI—audaz, dinámi- Vaca, Andrés Dorantes, Bernardino del Cas- co y valiente—era por añadidura sangui- tillo Maldonado y el negro Estebanico, los nario» (Arteaga, 1932: 481). Fundó la cuales atravesaron el suroeste de Estados Nueva Galicia en 1532, incluso antes de Unidos y el Norte de México en busca de la fundación de la Nueva España. El algún principal objetivo de sus expediciones 2009: 17). De esta travesía se desprendie- fue extender sus conquistas de mar a ron relatos sobre ciudades llenas de minera- mar, de modo que al norte de la Nueva les como el oro y de más riquezas, que avi- asentamiento español (Hurriaga, varon los mitos de las Siete Ciudades de oro España se formara un gran reino abierto como, de las que se contaba que habían si- a la expansión, que al final fue confor- do encontradas por siete obispos portugue- mado por algunas regiones del Occiden- ses en su escape hacia el Atlántico durante Antilha 10 (30) 2021:21-40 25 Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán la invasión de la Península Ibérica por parte Además, la «pacificación» que logró Nu- de los musulmanes, tales ciudades incluso ño de Guzmán con los indios de las zo- se dibujaban en los mapas del siglo XVI, nas facilitaba las expediciones. Por esto, pues se encontraban en el imaginario colec- se puso en marcha otra excursión en tivo de aquella época (Weber, 2000: 45) 1540 a cargo de Francisco Vázquez de (Fig. 2). Coronado, cuyo objetivo era encontrar A causa de las noticias recibidas de par- las ciudades ricas y poblar donde fuera te de Cabeza de Vaca y sus acompa- adecuado (Del Río, 2009: 11). Al aden- ñantes, se estimuló el interés por reco- trarse en la región, las grandes urbes rrer y conquistar los territorios del norte. jamás aparecieron. Sólo se pudo com- Fig. 2. Las siete ciudades de Cíbola. Fragmento del mapa de la costa occidental de México y América del Norte, Japón y parte de la costa de Asia, Joan Martines, 1578; Harley MS 3450, British Library, ff. 10v-11r. Antilha 10 (30) 2021:21-40 26 Antilha CESUA Los conchos en el siglo XVI probar que «Quivira no era sino un terri- 2010: 52). Este fue el antecedente de la torio poblado por gente que se dedicaba Guerra Chichimeca que se efectuó du- a la cacería de bisontes, que no sabía rante los últimos cincuenta años del siglo nada de metales preciosos y que ni si- XVI, en la provincia de los chichimecas quiera sembraba la tierra» (Ibíd.: 12), que se ubicaba al occidente de Queréta- por lo que emprendieron el camino de ro, hacia el norte de Michoacán y hacia regreso a la Nueva España, mientras las el noroeste desde Guadalajara (Powell, esperanzas de encontrar riquezas em- 1985: 20). pezaron a desvanecerse. No obstante, para 1546, hubo un avance Mientras tanto, el descontento de los en la frontera septentrional por parte de grupos indígenas generado por la vio- los ganaderos, algunos misioneros que lencia, destrucción y esclavitud en la zo- se aventuraban a lo desconocido, y las na que ocasionó Nuño de Guzmán pro- expediciones militares formadas por eu- dujo la llamada «Guerra del Mixtón», ropeos con experiencia en las luchas cuando los indígenas caxcanes se le- con los nativos. Se formaron pequeños vantaron en una sangrienta rebelión núcleos españoles en los límites del te- contra los asentamientos españoles y la rritorio chichimeca sin mucho optimismo, expansión hispánica, entre 1541 y 1542, siempre con el miedo de alguna rebelión en territorios de la Nueva Galicia chichimeca (Ibíd.: 25). Fue en ese año (Medrano, 2015: 786). La intensidad del que un grupo de exploradores comanda- enfrentamiento requirió la presencia del do por Juan de Tolosa y algunos misio- Virrey Antonio de Mendoza que acudió a neros, salieron en otra travesía y acam- la pacificación, sin embargo, los españo- paron al pie de un gran cerro, al que lla- les y sus aliados estuvieron a punto de maron «de la Bufa», en el cual encontra- ser derrotados en esta lucha (Palacios, ron un yacimiento de plata, mineral pre- Antilha 10 (30) 2021:21-40 27 Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán ciado por los europeos, en el territorio dos de la seguridad de los viajeros, y que actualmente es Zacatecas. Diego de facilitó el establecimiento de comunida- Ibarra, por su parte, aprovechó esté des españolas en aquellas regiones de avance, así como los primeros asenta- «barbaros». Asimismo, inició una nueva mientos europeos en la zona y la ganan- etapa de exploradores españoles en el cia derivada de la explotación de los ya- norte. cimientos, para financiar exploraciones Esta al norte que estuvieron en manos de su «Guerra Chichimeca», mencionada an- sobrino Francisco de Ibarra (Ibíd.: 27). teriormente, la cual fue la continuación Así pues, el descubrimiento de las minas de las agresiones perpetradas por parte de plata en territorio zacatecano dio pa- de las tribus indígenas del norte, y de so a una nueva etapa en la conquista las luchas durante la «Guerra del Mix- del norte de México durante la segunda tón», contra la creciente población euro- mitad del siglo XVI, caracterizada por su pea, a la que embestían, y destruían los enfoque en objetivos concretos y mate- campos mineros, ranchos de ganados, riales preciosos existentes, y no sólo entre otros. Esta clase de ataques fue- guiados por mitos o esperanzas, a pesar ron aumentando hasta que se convirtie- de encontrarse en un contexto de guerra ron en una guerra constante. A medida permanente contra los naturales de la que pasó el tiempo las hostilidades se zona. Además, se construyó un camino, volvieron más violentas (Powell, 1945: el cual conectaba la capital de la Nueva 315). El conflicto fue muy difícil para la España y una creciente Zacatecas, lla- administración española, y no fue hasta mado el Camino de la Plata (Rodríguez, 1590 que se logró una relativa paz en la 2013: 56), que fomentó la edificación de frontera chichimeca, gracias a los méto- presidios a lo largo de la ruta, encarga- dos misionales. La derrota militar espa- Antilha 10 (30) 2021:21-40 28 fase estuvo marcada por la Antilha CESUA Los conchos en el siglo XVI ñola contra los chichimecas se debió a Del fruto de su travesía se fundó el la falta de armamento y también la pre- Reino de la Nueva Vizcaya en 1574 sencia de soldados pobres, así como (Porras, 1967: 15). Fue Ibarra, quien una mala organización y la poca aten- inició y desarrolló el trabajo de conquis- ción virreinal a la lucha. Además, era ta, colonización y catequización de la zo- más complicado conquistar a un indio na, transformándola en poco tiempo. Los nómada, conocedor de grandes regio- territorios conquistados iban desde Za- nes, experto en arco y flecha en las em- catecas hasta el río Conchos, cerca de boscadas (Powell, 1945: 316-317). Esta éste se fundaría el mineral de Santa Bár- guerra fue la razón del inicio de los pre- bara, y por el occidente hasta la Sierra sidios y misiones como instituciones bá- Madre que separa Durango de Sinaloa. sicas de la frontera, así como de algu- En éste último territorio reconquistó la nos poblados defensivos, sin los cuales región de Chiametla, conquistada por hubiera sido más complicada la coloni- Nuño de Guzmán años antes (Saravia, zación del área. 1967: 246-247). Hacia 1554, Francisco de Ibarra, a la La finalidad de Ibarra, desde el inicio de edad de 15 años, se aventuró a las re- su travesía, fue la organización de los giones norteñas de Zacatecas. Sus ex- poblados que descubría para facilitar el ploraciones duraron más de dos déca- asentamiento de los españoles recién das, y su resultado fue la configuración llegados, así sería menos complicado el de la provincia más lejana que llevaría comienzo de la producción para el soste- por nombre «Nueva Vizcaya» (Powell, nimiento de los europeos. Por lo tanto, 1985: 72). Recorrió los actuales estados buscaba los sitios más favorecidos para de Zacatecas, la vida futura, fijándose principalmente Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Coahuila. en los lugares con yacimientos minera- Durango, parte de Antilha 10 (30) 2021:21-40 29 Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán les, asegurando el interés de las perso- más lejanos del norte dado que fueron nas y de la administración colonial (Ibíd.: los últimos religiosos en llegar al conti- 248). nente americano. Hacia 1590 se asenta- El último explorador del siglo XIV que ron los primeros frailes en Zacatecas y transitó por las regiones desérticas del Durango por orden del obispo de Gua- norte novohispano, fue Juan de Oñate. dalajara, en diferentes puntos de la Nue- El encargado de conquistar las tierras de va Vizcaya (Saravia, 1978: 226). Sin Nuevo México, salió de Santa Bárbara embargo, en lo que hoy es el estado de hacia el norte, por lo que también tuvo Chihuahua, comenzaron a tener contac- contacto con grupos indígenas del terri- to con tarahumaras y tepehuanes, así torio. como la fundación de las misiones, ape- En cuanto a los conquistadores del alma nas a principios del siglo XVII (Ibíd.: 61). y espíritu, es decir, los misioneros, éstos Para finalizar, los desarrollos coloniales acompañaron las expediciones desde un desde los últimos años del siglo XV has- principio. Sin embargo, los primeros en ta la totalidad del siglo XVI se pueden asentarse en la Nueva Vizcaya, fueron dividir en tres momentos importantes: el los frailes de la provincia del Santo primero en el que se llevaron a cabo, Evangelio de México, pertenecientes a por un lado, el descubrimiento del conti- los franciscanos en 1562, al sur de Du- nente americano y el inicio de los prime- rango. Pero no fue sino hasta 1574 que ros procesos de conquista en la parte se fundó la primera misión en territorio centro, sur y occidente del territorio me- chihuahuense a mano de los francisca- xicano, y por el otro, los primeros en- nos (Bargellini, 1997: 23). cuentros y desencuentros de los explo- Por otro lado, a la orden jesuita le tocó radores en el norte de México dirigidos a establecer sus misiones en los lugares esas tierras inhóspitas por cuestiones Antilha 10 (30) 2021:21-40 30 Antilha CESUA Los conchos en el siglo XVI mitológicas y de ambición; otro momen- ron en diferentes polos: la resistencia y to ocurrió durante la segunda etapa del el sometimiento, entre estos estaban los siglo XVI en el que se presentaron pro- conchos. cesos de conquista y colonización guia- dos por el descubrimiento de yacimien- Los conchos a través de las relacio- tos mineralógicos; y por último, el tercer nes de exploradores españoles momento, durante los últimos años del Uno de los mayores obstáculos al mo- siglo, con el establecimiento de misio- mento de historiar el norte novohispano nes a cargo de las órdenes religiosas. es la clasificación de los grupos indíge- Además, el proceso de colonización nor- nas que habitaban estas regiones antes teño, a diferencia de la conquista, fue de la llegada de los europeos, y durante dirigido directamente por la gestión de la el periodo histórico temprano, es decir, Nueva España, y no por la corona espa- los primeros encuentros entre los grupos ñola, lo que indica un diferente status nativos americanos y los exploradores administrativo en el manejo de las ex- extranjeros. Cuando los españoles arri- ploraciones en el norte. baron a tierras norteñas en el siglo XVI En definitiva, el siglo XVI estuvo lleno de en su mayoría encontraron asentamien- dinamismo y de cambios profundos que tos pequeños y disgregados, sin niveles transformarían completamente el desa- sociales ni económicos organizados y rrollo de Europa y América, así como la completamente visión que se tenía del mundo y de la 2000: 381). O por lo menos así les pare- sociedad. Esto fue una consecuencia de cía, pues lo comparaban con lo visto en los procesos de colonialismo que trans- el centro y sur del virreinato. formó las culturas de todos los grupos Los «conchos», fue el nombre genérico sociales que participaron y se relaciona- bajo el cual los españoles agruparon al- Antilha 10 (30) 2021:21-40 31 diferenciados (Deeds, Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán rededor de veinticinco grupos humanos verano. La vegetación que lo cubre es, que se encontraban dispersos en un en su mayoría, matorral xerófilo, dentro gran territorio de lo que hoy es el Estado de un ecosistema desértico. Estos mato- de Chihuahua, en las inmediaciones del rrales son resistentes a la sequía, y con río Conchos (con una longitud aproxima- la posibilidad de almacenar agua en sus da de 900 kilómetros), y alrededor de raíces. También hay pastizales, de los algunas de sus afluentes. Se les deno- cuales muchos de ellos son comestibles. minó con ese nombre por la cantidad de Además del río Conchos, hay otras moluscos que había en el río, llamándo- fuentes de agua como las lagunas, en le el «río de las conchas» y por lo tanto las que habita fauna acuática. También a los indígenas «conchos» (AAVV, 1871: predominan coyotes (Canis latrans), zo- 566). Su territorio se ubicó al norte de la rrillos (Memphitis macroura), víboras de provincia de Santa Bárbara, en el actual cascabel (Crotalus scutulatus), tortugas municipio de Santa Bárbara, primer del desierto (Terrapene ornata), entre asentamiento español fundado en terri- otros animales característicos de los torio chihuahuense. Este grupo además ecosistemas desérticos (Guevara, 1985: convivió con otros nativos como los 11-12). «tarahumaras» al oeste, «tobosos» en el Sobre los conchos hay descripciones sureste y «tepehuanes» en el sur, entre heterogéneas que se contradicen entre otros grupos esparcidos por el norte del ellas, quizá por la cantidad de subgru- territorio concho (Griffen, 1979: 8). pos dentro de tan gran territorio. Sin em- La región en la que se desarrollaron los bargo, hay coincidencias en cuanto a los conchos, es una extensión sumamente modos de vida. Entre las descripciones árida con un clima seco y extremoso, generales que proporcionan los explora- cuya temporada de lluvias es durante el dores, se encuentra la de Baltasar de Antilha 10 (30) 2021:21-40 32 Antilha CESUA Los conchos en el siglo XVI Obregón, quien decía que «los conchos Es posible que esta contradicción se de- son bárbaros, sucios, mal inclinados, ba a la diferencia entre nativos que se bestiales y mal atestados; llaman al encontraban en dicho río, mostrando que maíz sanate, del agua bate» (Obregón, no todos se comportaban de la misma 1924: 248), haciendo alusión a su origen forma. No obstante, otros testimonios chichimeca, cuya barbarie era el sello muestran de distinción de estos grupos, e induda- «conservadores» y «civilizados», dado blemente no podían faltar esta clase de que mencionan grupos cercanos a Santa concepciones al enfrentarse con indíge- Bárbara que andaban vestidos, recha- nas cuya forma de vida era sumamente zando la visión del chichimeca desnudo: distinta de los encontrados en el sur co- «adelante de la Governación de Diego lonial. A pesar de esto, en otra sección de Ibarra, habia cierta poblacion de in- de su obra, menciona que dios que tenían algodon y hacian mantas a los nativos más …fueron marchando sesenta le- de que se vestian» (AAVV, 1871: 82). Es guas por las tierras y gente que comprensible que los naturales portaran nombran los conchos que asisten indumentaria para su protección contra en el río de Conchas, los cuales el intenso clima y los rayos solares. son bautizados y se comunican Con respecto de las estrategias de su- con cristianos, por cuya causa reci- pervivencia, entendidas como cualquier bieron de paz a los descubridores, actividad realizada con el fin de obtener, sirviéronlos y diéronles los basti- transformar o almacenar algún recurso o mentos que tenían de buena gana materia prima, como fauna y flora, para (Obregón, 1924: 246). su aprovechamiento, los Conchos son descritos, por un lado, como nómadas, y por el otro como agricultores sedenta- Antilha 10 (30) 2021:21-40 33 Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán rios; posiblemente las diferentes bandas maneras, y hacían una conserva muy se hayan dedicado a una u otra de estas dulce de nombre «mascale» hecha a actividades, o hayan alternado las dos partir de pencas de lechuguilla (De Es- según sus necesidades. Algunos gru- pejo, 2004). Lo anterior como resultado pos, realizaban la caza y recolección, de un conocimiento profundo del ecosis- cuyos miembros andaban desnudos, se tema en el que se desenvolvían. Adicio- mantenían de raíces y otras cosas del nalmente, De Espejo menciona que el campo (AAVV, 1871: 83), y en contraste río, les proporcionaba sal: «tienen sali- se menciona que: nas de lagunas de agua salada, que en …adelante de la dicha gobernación tiempos del año, se viene a cuajar y a de Francisco y Diego de Ibarra, hacer sal como la de la mar» (De Espe- muy lejos della, abia muy grandes jo, 2004), por lo que se aprecia la diver- oblaciones de indios […] que se sidad de recursos de los que podían sustentaban de maíz e gallinas de echar mano. la tierra, y frisoles y calabazas, y Baltasar de Obregón, por su parte, carne de vaca (AAVV, 1871: 89). menciona dos grupos nativos llamados «pasaros» y «rayados», que se encon- Por lo que había agricultura. Según An- traban en las inmediaciones del río Con- tonio de Espejo, se mantenían de la ca- chos, los cuales tenían una za de conejos, liebres y venados, por su …manera de vivir de indios silves- gran abundancia; de frutas como los me- tres, son desnudos, no siembran lones de castilla y las sandias que sem- maíz, sustentándose de mezquite, braban, labraban y cultivaban; aprove- tuna dátil, caza y pescado del río; chaban su cercanía al río y sus afluentes serán malos de superar porque no para alimentarse de pescado de muchas tienen casas de asiento y sus co- Antilha 10 (30) 2021:21-40 34 Antilha CESUA Los conchos en el siglo XVI marcanos los imitan en el modo de con paja, localizadas no a mucha distan- vivir (Obregón, 1924: 247). cia entre cada una. Se organizaron con base en cacicazgos, que se distinguieron Por lo tanto, los conchos tenían las dos por no presentar una división social de formas de subsistencia más comunes: la clases pero tampoco eran igualitarias, caza-recolección y la agricultura, ya que pues existía una jerarquía entre los indi- la riqueza del entorno se los permitía. viduos (Sarmiento, 1986, 35), por lo que Pues al estar cerca de una fuente de los caciques tenían el poder en cada agua podían realizar cosechas, o por la ranchería y estaban comunicados entre misma diversidad de la región podían ellos. Además, se menciona que había vivir sólo de frutos y de las especies que una buena traza en los pueblos (De Es- habitaban en ella. Asimismo, otra forma pejo, 2004). Dentro de estos grupos de acceso a recursos era el intercambio existía una organizada sociedad estratifi- entre comunidades, Cabeza de Vaca cada con un cacique, como cabeza de menciona que en uno de los asenta- autoridad, convirtiendo a la sociedad en mientos indígenas habían encontrado una subdivisión política dentro del con- maíz, a pesar de que ellos no lo sem- junto regional, lo cual ayudó a la buena braban, sino que lo conseguían en don- planificación dentro de los pueblos, que de el sol se ponía (Núñez Cabeza de se vio reflejada en la forma de organiza- Vaca, 1906: 115), por lo que es posible ción de las viviendas. Cabeza de Vaca que fuera sembrado por otro grupo, y hace mención de que los indígenas que posteriormente se realizara un trueque vivían a lo largo del río Conchos no eran entre bandas. precisamente Los «conchos», se agrupaban en ran- «dijéronnos también que entretanto que cherías, es decir, en conjunto de jacales nosotros fuésemos por el río arriba, iría- Antilha 10 (30) 2021:21-40 35 amigables entre ellos: Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán mos siempre por gente que eran sus ñor, y les da lo que tienen (De Es- enemigos y hablaban su misma len- pejo, 2004). gua» (Núñez Cabeza de Vaca, op. cit.: 116), a pesar de tener afinidad cultural Por otro lado, Baltasar de Obregón indi- por el idioma, así como un territorio en ca que los nativos les decían a los ex- común, no había una buena relación en- ploradores que pasaban por sus tierras tre todas las rancherías. que Con relación a los sistemas de creen- …habían bajado del cielo y que cias, es decir, el conjunto de ideas y eran hijos de el sol, hacían señales concepciones que conforman la religión hacia el cielo, ceremonia que usan que profesaban estos grupos, Antonio a manera de respeto y reconoci- de Espejo menciona que «no les halla- miento del sol a quien adoran por mos que tuviesen ídolos ni que hiciesen su dios (Obregón, 1924: 252). sacrificios algunos» (1582). A pesar de esto, unas pocas leguas, delante de Por consiguiente, los grupos conchos donde De Espejo se percató de la falta tenían al menos un dios, el Sol, y que a de ídolos, todavía dentro del territorio diferencia de los grupos mesoamerica- concho, refiere que nos, no practicaban ningún tipo de sacri- …estos indios tienen al parecer ficio humano, ni tenían imágenes de dio- alguna lumbre de nuestra santa fe ses a cuales venerar. También De Espe- católica, porque señalan a Dios jo explica que unas leguas arriba sobre Nuestro Señor mirando al cielo, y el río del Norte, en otra nación de indios, le llaman Apalito, en su lengua, y se hacen danzas y fiestas (1582), por lo que él es a quien conocen por Se- que es posible que se ofrezcan a algún dios, y a su vez, que los conchos hayan Antilha 10 (30) 2021:21-40 36 Antilha CESUA Los conchos en el siglo XVI tenido una práctica similar. En cuanto a para indicar a su dios, pudiéndose referir su incipiente fe católica, no se puede al Sol o a otro astro celeste, esto toman- comprobar que tuvieran la misma noción do en cuenta la región ecológica desérti- de Dios como los españoles. ca y semidesértica en la que prospera- ron caracterizada por la aridez, y el calor Consideraciones finales extremo, por lo que, es probable que su En conclusión, los diferentes grupos que deidad más importante esté relacionada en conjunto fueron llamados conchos, con el Sol, o tenga alguna vínculo con tuvieron diferencias ocasionadas por la los aspectos del entorno. variedad de formas con las que aprove- Lamentablemente, la información propor- charon su medio ambiente. Lo anterior cionada por las fuentes es limitada para es más evidente en cuanto a los tipos articular la razón de su forma de organi- de subsistencia que practicaban, ya que zación política y social con el ambiente a pesar de que todos los grupos se en el que se desarrollaron. Sin embargo, desarrollaron en las cercanías del río se demuestra un nivel avanzado de je- Conchos, su forma de adaptación al am- rarquización con una formación de caci- biente fue diferente, y podemos encon- cazgo, y un agrupamiento de personas trar tanto cazadores-recolectores como dentro de límites establecidos, a diferen- grupos sedentarios y seminómadas, por cia de lo que se cree por considerarse ende, una alimentación rica en nutri- grupos chichimecas. mentos. A su vez, hay similitudes en los sistemas Bibliografía de creencia, en los cuales no se encon- AAVV 1871 [1582-1583] «Testimonio dado en Méjico sobre el descubrimiento de doscientas leguas adelante, de las minas de Santa Bárbola, goberna- tró algún templo o lugar de adoración, sino que los indígenas realizaban señas Antilha 10 (30) 2021:21-40 37 Antilha CESUA Sofía Estrada Beltrán cas, Universidad Nacional Autónoma de México, México. Pp.381-391. ción de Diego de Ibarra; cuyo descubrimiento se hizo en virtud de cierta licencia que pidió Fr. Agustin Rodriguez y otros religiosos franciscanos. Acompañan relaciones de este descubrimiento y otros documentos» en Colección de Documentos Inéditos, relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas en América y Oceanía, sacados de los Archivos del Reino, y muy especialmente del de las Indias. TOMO XV. Imprenta de José María Perez, Madrid, España. Pp. 80-151. Espejo, Antonio de 2004 [1582] «Expediente y relación del viaje que hizo Antonio de Espejo con catorce soldados y un religioso de la orden de San Francisco, llamado fray Agustín Rodríguez; el cual debía de entender en la predicación de aquella gente». Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. 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Algunos de estos relatos se perdieron en el tiempo, otros quedaron plasmados en escritos y unos más fueron llevados a la realidad al construir capillas o iglesias prometidas tras la salvación. Este trabajo recorre algunos de esos derroteros desentrañando estas historias, relacionadas con caminos novohispanos a partir de la revisión de crónicas y relatos de viajeros. Palabras clave: viajeros, Camino Real, prodigios, apariciones, evangelización. Abstract: The stories of prodigies around the Camino Real de Tierra Adentro, or other unknown roads of New Spain should not have been rare. Walkers, travelers, missionary friars, soldiers, and muleteers fed the idea of the fantastic around the roads, finds and places visited, probably in part out of fear, of the unknown, along the way or in gratitude after a mishap. So common between the 16th and 19th centuries, whether at the hands of bandits or rebellious Indians. Some of these stories were lost in time, others were recorded in writing and some more were brought to reality by building chapels or churches promised after salvation. This work covers some of these paths unraveling these stories, related to New Spain roads from the review of chronicles and traveler’s stories. Keywords: travelers, Camino Real, prodigies, apparitions, evangelization. 1 Profesor investigador Centro INAH Chihuauha. Actualmente desarrolla el Proyecto de Arqueología Histórica Camino Real de Tierra Adentro, Chihuahua. Antilha 10 (30) 2021:41-56 41 Antilha CESUA América Malbrán Porto los recorridos, sobre todo al norte de la Introducción as historias de prodigios, ma- Nueva España, lugar habitado por indios ravillas y aparecidos en torno bárbaros y rebeldes que no se habían a los caminos reales de la sometido a la Corona española. Aque- Nueva España no debieron ser escasos llos que tenían la posibilidad económica, en estas tierras recién conquistadas. Ca- en agradecimiento de los auxilios pres- minantes, viajeros, frailes misioneros, tados durante la travesía, terminaron por soldados y arrieros alimentaron la idea mandar a construir capillas o iglesias de lo fantástico y sobrenatural en torno a prometidas tras la salvación. L los caminos, hallazgos y lugares visitados; probablemente en parte por temor a Los Caminos Reales en la Nueva Es- lo que pudiera suceder a lo largo del re- paña corrido; a lo que se escuchaba sobre su- Después de la conquista, a lo largo de cesos que les habían ocurrido a otros toda América, y siguiendo los preceptos viajantes; en agradecimiento después de de la Corona Española, se estableció algún percance, tan comunes entre los una extensa red de Caminos Reales; siglos XVI y XIX, ya sea a manos de que eran aquellos subvencionados por bandoleros o indios rebeldes; o bien la Corona. A este respecto la Recopila- simplemente para tener algo fabuloso ción de Leyes de los Reinos de las In- que contar. dias (1681) instruía que: Algunos de estos relatos se perdieron en Los Prefidentes ordenen lo que más el tiempo, otros quedaron plasmados en convenga a la buena gobernación y escritos y crónicas de los mismos frailes policia de las Ciudades y poblaciones y viajeros quienes se encomendaban a de fus diftritos, y los Oidores no impi- los santos para protegerse a lo largo de dan á los Cabildos y Concejos el cui- Antilha 10 (30) 2021:41-56 42 Antilha CESUA Prodigios y milagros en torno a los caminos... dado de entender con los Efpañoles,  Camino e Indios en hazer fuentes, puentes, de los Reyes que corría de San Agustín (Florida) a México; calçadas, alcantarillas, falidas de las  Camino Real de California, la vía de calles para las aguas […] empedrar, comunicación terrestre que unía las taffar mantenimiento, aderezar cami- misiones de la Baja California con la nos, y hazer las demás cofas que de- Alta California. ven proveer para fu confervacion  Camino (Recopilación de leyes de los reinos Real de los Tejas que unía Tejas con Luisiana. de las Indias…, 1681:215v).  Camino Real de Tierra Adentro que unía la Ciudad de México con Santa En el caso del Virreinato de la Nueva Fe, actualmente en Estados Unidos. España los Caminos más importantes que se trazaron, muchas veces siguien- Milagros y aparecidos en el camino do rutas prehispánicas ya conocidas, El avance de los caminos, más allá de la fueron: capital de la Nueva España, estuvo  Camino Real de México-Veracruz acompañado por algunos eventos sobre-  Camino Real de México-Acapulco naturales. De hecho este tipo de suce-  Camino Real a Tehuantepec, pa- sos se da desde el momento mismo de sando por Oaxaca  Camino la ocupación española, cuando los con- Real de Chiapas que unía quistadores adoptan en las batallas, san- México con Guatemala.  Camino tos guerreros, como Santiago cuya Real (Yucatán), ruta abierta «simbología reconquistadora comparte desde el siglo XVI entre las pobla- su lugar de honor con san Hipólito (ya ciones de Mérida, Yucatán y San que en su día, 13 de agosto, fue tomada Francisco de Campeche (México). la ciudad de México-Tenochtitlan) y con Antilha 10 (30) 2021:41-56 43 Antilha CESUA América Malbrán Porto san Miguel, fuerza celeste que vence al Demonio, patrono de las idolatrías y esencia de los dioses antiguos» (Rubial García, 1999:15). Probablemente Santiago Caballero fue quien, a lo largo de diversas batallas, se manifestó en mayor número de ocasiones: catorce, de acuerdo a Rafael Heliodoro Valle (1946:19-20). Una de las más destacadas tal vez sea la aparición que lo relaciona con la fundación de la ciudad de Querétaro, en el cielo de Sangremal hacia 1531, donde se llevó a cabo una batalla que parecía no inclinarse para bando alguno, hasta el momento en Fig.1. Alegoría de la fundación de Querétaro, mural en el templo de la Santa Cruz de los milagros. Tomado de El Adobero, 2016. que asomaron en el cielo la cruz y el apóstol Santiago, la visión de ambas imágenes decidió el curso de la lucha en cha reñida, peleando sin armas a contra de los llamados bárbaros (Fig.1). brazo partido y sin dejar de herirse a Este prodigio fue registrado por el fran- puño cerrado cuerpo a cuerpo. Re- ciscano Isidro Félix de Espinosa, en sonaban entre tanto las cajas y clari- 1746, de la siguiente manera: nes, y dispararon los que quedaron a Afrontados cristianos y gentiles, y la vista a carga cerrada los fusiles a puestos en fila con orden numérico, lo alto, pues sin armas se había pac- se trabó de una y otra parte una lu- tado el conflicto; y con la polvareda Antilha 10 (30) 2021:41-56 44 Antilha CESUA Prodigios y milagros en torno a los caminos... que levantaron los pies y las voces Muchos de los eventos, aunque no nece- que resonaban al aire, a que se jun- sariamente sobrenaturales, fueron toma- taba el humo de la pólvora y las fle- dos como tales por conquistadores y frai- chas disparadas al viento, se obscu- les, un ejemplo de ello nos lo da Palou reció el día con tal opacidad que (1990) sobre el recorrido desde Veracruz congojaba los ánimos de unos y a la ciudad de México, realizado por Fray otros combatientes (pudo causar es- Junípero Serra quien, en 1749, decidió ta melancólica luz algún eclipse) […] hacer a pie dicho camino y fue acompa- cuando en medio de la densa obscu- ñado por otros misioneros recién llega- ridad que observaron, no sólo los dos a la Nueva España. En palabras de que venían de conquistadores sino Palou, no pasó mucho tiempo para que los mismos gentiles al tiempo) de la los caminantes experimentaran «la sin- refriega que dejamos escrita, vieron gular asistencia del Todopoderoso». todos una claridad tan activa que les En una de las jornadas, que fue más robó las atenciones, y en el centro larga de lo que pensaban (después una cruz refulgente como de cuatro de muy entrada ya la noche), llega- varas, entre blanca y roja, suspensa ron a la orilla de un río, que según en el aire y a su lado una imagen les habían noticiado, tenían que pa- que les representaba al Patrón de sar antes de llegar al pueblo donde las Españas Señor Santiago, casi habían de parar: reconocieron luego perpendicularmente sobre el centro lo crecido que era el peligro que donde se colocó después la Cruz de amenazaba al que intentase pasarlo Piedra sin conocimiento del único vado que (De Espinosa, 1964:103- 105). tenía. Estos motivos, lo tenebroso de la noche y la absoluta falta de quien Antilha 10 (30) 2021:41-56 45 Antilha CESUA América Malbrán Porto les enseñase el vado, fueron la ré- dio de cenar y camas en que dormir mora que detuvo a nuestros cami- pero cuando por la mañana salieron nantes para entrar en el agua y es- de la casa para la iglesia a decir mi- perando del cielo el socorro de aque- sa, y en todo el camino no pisaron lla necesidad, se pusieron a rezar la más que hielo por el mucho que Benedicta a nuestra Señora; conclu- aquella noche había caído, desde yéronla, y luego les pareció que mi- luego conocieron el beneficio tan raban (al lado opuesto) un bulto que grande que Dios les había hecho de se movía; pero para cerciorarse fray proporcionarles abrigo por medio de Junípero de si era cierto o no, dijo en aquel bienhechor, pues sin él hubie- voz alta estas palabras «ave María ran perecido al inclemente rigor del santísima: ¿hay algún cristiano a la frío (Palou, 1990: 23). otra banda del río?» respondiéndole que sí y qué se ofrecía dijeron que Al día siguiente los frailes continúan su deseaban pasar el río y no sabían el camino hacia la ciudad de México, y tras vado; y diciéndoles que subiesen por haber andado un buen trecho, nueva- la orilla hasta que les avisase, cami- mente se hallaban cansados y molestos naron un gran trecho, y luego la por el calor y el sol, cuando vuelve a guía, que no veían, les dijo que ya aparecer su salvador, quien les dijo: podían pasar; hiciéronlo sin peligro …«Venerables religiosos, vendrán alguno, y hallaron al que les habla- cansados y sedientos; tomen una ba, que era un hombre español, granada y los refrescara algo». Dio a bien vestido, muy atento y de pocas cada uno una granada y habiéndose palabras el cual los llevó para su ca- despedido siguió él su camino y los sa, sita a gran distancia del río, les padres el suyo. Comieron éstos Antilha 10 (30) 2021:41-56 46 Antilha CESUA Prodigios y milagros en torno a los caminos... aquella pequeña fruta, la que no so- te con la cristiandad. A este respecto lamente los refrescó y apagó la sed Chevalier nos recuerda que: que padecían sino que les dio fuer- …san Juan de la Cruz ve en los gra- zas para seguir su jornada sin dema- nos de la granada el símbolo de las siada fatiga hasta la hacienda donde perfecciones divinas en sus efectos iban a parar… (Ibíd.: 23). innumerables; a lo que añade la redondez del fruto como expresión de La gran mayoría de estos relatos están la eternidad divina, y la suavidad del cargados de simbolismos, en este caso jugo como la del gozo del alma que no solamente se trata de la respuesta ama y que conoce. Así pues la gra- divina a partir de la oración; es enviado nada representa finalmente “los mis- un salvador que es una persona común terios más altos de Dios, sus juicios y en ningún momento se hace alusión a más profundos y sus más sublimes que sea de otra manera. Sin embargo, grandezas” (Chevalier, 1986: 538). al día siguiente, tras haberlo dejado en la casa y avanzar ellos largo trecho Otro evento singular ocurrió al mismo vuelven a encontrarlo, cuando más ago- Fray Junípero Serra en las cercanías al tados estaban, y les ofrece oportuna- camino Real en la Huasteca, nuevamen- mente granadas a cada uno. En la re- te Palou refiere: gión en que se encontraban, semitropi- Concluidas sus apostólicas tareas, cal, el extraño podía haber ofrecido mu- se retiraba para el colegio y era una chos otros frutos, tal vez autóctonos y jornada a tiempo que ya se ponía el desconocidos para los recién llegados, sol, ignoraban dónde irían a parar sin embargo el mero hecho de entregar aquella noche, dando por cierto que una granada está vinculado directamen- lo harían en el campo. Esto conside- Antilha 10 (30) 2021:41-56 47 Antilha CESUA América Malbrán Porto raban cuando vieron a poca distan- Jesús, María y José, reflejando no cia y cerca del camino real una ca- solo en el aseo y limpieza de la ca- sa, donde entrando a pedir posada, sa (aunque pobre) y el cariño afec- hallaron un hombre venerable con tuosos con que los habían hospeda- su esposa y un niño, quienes muy do y regalado, sino en el consuelo gustosos los hospedaron y dieron interior y extraordinario que allí ha- de cenar con especial aseo y cariño. bían Despedidos los padres por la maña- (Palou, 1990: 43). sentido sus corazones… na y dando las gracias a sus bienhechores, siguieron su jornada, donde Este será un relato frecuente entre frai- a poco trecho encontraron unos les que pretenderán emular a San Fran- arrieros que les preguntaron dónde cisco a quién se le aparece la Sagrada habían parado aquella noche. Y di- Familia. Por otro lado se trata de una ciéndoles que en la casa inmediata metáfora del modelo de la familia cristia- al camino: “¿qué casa? (dijeron los na que se trataba de imponer en las arrieros), en todo el camino que an- nuevas tierras. duvieron ayer, ni hay casa ni rancho La vida de las misiones y presidios esta- ni en muchas leguas”. Quedaron los blecidos en el Septentrión novohispano padres admirados mirándose unos a estuvo llena de este tipo de eventos. otros, y los arrieros ratificándose en Uno de estos milagros ocurrió en el Río lo dicho de que no había tal casa en Colorado, con la nación de indios yu- el camino. Los misioneros atribuye- mas, en la actual California, quienes ata- ron a la Divina Providencia el haber- caron una de las misiones, la incendia- los favorecido con el hospicio, y que ron y asesinaron al comandante, al sar- sin duda serían los que lo habitaban gento y a todos los soldados de Monte- Antilha 10 (30) 2021:41-56 48 Antilha CESUA Prodigios y milagros en torno a los caminos... rrey, así como a los vecinos y los cuatro bos ceñidos con sus cilicios, los que padres misioneros. Uno de los pocos mantenían sin haberse consumido… soldados que se pudo esconder y que, a (Palou, 1990: 170-171). pesar de estar herido, logró escapar al primer presidio de Sonora, donde infor- El prodigio no solo fue este, ya que a mó de lo sucedido. Al enterarse el coro- partir de ese momento al caer la noche, nel Pedro Fages, quien más tarde sería en el lugar donde había estado la misión gobernador de Las Californias, reunió comenzó a verse: una tropa y se encaminó a defender la …una procesión de gente vestida misión. Al llegar, los soldados se sor- toda de blanco, todos con velas en prendieron por el gran desastre, tras el las manos encendidas y delante su incendio y al no encontrar los restos de cruz con ciriales, y daban vueltas los sacerdotes pensaron que se habían alrededor del recinto en donde ha- salvado, sin embargo: bía estado la misión y que cantaban Repararon los soldados de la expedi- no saben y qué después de haber ción que iban recogiendo a los difun- dado muchas vueltas desaparecían, tos en un tramo de tierra que estaba y que esto lo vieron muchas noches verde (entre la demás quemada) toda no solo los cristianos, sino también vestida de zacate verde y matizada los gentiles y que esto les causó tal de flores de varios colores, las unas horror e infundó tal temor, que conocidas y las otras no: había entre desampararon sus tierras y se mu- ellas la manzanilla y otras. Mandó el daron como ocho leguas más abajo, comandante cavar allí, y hallaron a también a la orilla del río; que allí los benditos padres, cuyos venera- llevaron los cautivos cristianos, aun- bles cuerpos estaban juntos, y am- que a éstos no causó dicha visión ni Antilha 10 (30) 2021:41-56 49 Antilha CESUA América Malbrán Porto horror ni temor, sino alegría (Palou, Tiempo después, la imagen fue en- 1990: 171). contrada muy cerca de las márgenes del río Aguanaval “por unos sol- En este caso la intervención divina ter- dados escolteros”, en un árbol lla- mina provocando tal temor a los culpa- mado mezquite, “en donde dicen lo bles de la masacre que los obliga a dejar visitaba una india”. Se entiende que sus tierras. la india era cristiana pues “veneraba No solamente ocurren este tipo de mila- la efigie de Cristo, señor nuestro y gros, también son comunes, a lo largo titulado de Mapimí”. Los escolteros de la América hispana, y vinculados con trasladaron la imagen “a la parro- los caminos, los relatos de imágenes de- quia de Cuencamé”, llegando ahí el vocionales, cruces y vírgenes que deci- 6 de agosto de 1715 para no irse den quedarse en un lugar donde quieren nunca, “extendiendo sus brazos de que se les haga una capilla o santuario. su Uno de estos casos ocurrió: obrando muchos milagros”, según misericordia, favoreciendo y En el año de 1715, un Jueves San- expresan los pobladores. Cuenta la to, en que los españoles del Real de leyenda que a pesar de los intentos Mapimí realizaban una procesión de los pobladores de Mapimí por cargando la imagen, sufrieron el recuperar su cristo no pudieron lo- más devastador ataque de tobosos grarlo porque cada vez que se pre- y cocoyomes. Un grupo de soldados tendía moverlo se hacía pesado, logró escapar con la imagen hacia la imposibilitaba su movimiento, lo que población de Parras, atravesando la se interpreta como que el Señor de sierra de Jimulco, sitio donde halla- Mapimí no desea salir de Cuenca- ron un lugar propicio para ocultarla. mé (Sánchez Garza, 2006:196-197). Antilha 10 (30) 2021:41-56 50 Antilha CESUA Prodigios y milagros en torno a los caminos... Otro de estos eventos milagrosos es el de Cristo y de su Madre: está con un que ocurrió en Durango tras el alza- hachazo al parecer en el rostro, cuya miento de los tepehuanes, en 1616, cicatriz aun persevera hoy dia, sin quienes incendiaron el convento y la que haya admitido composicion algu- iglesia de San Francisco del Mezquital y na, pues luego arroja la encarnación vandalizaron las imágenes que en ella que sobre la cicatriz ó rotura le han se conservaban. Interesante es el hecho puesto algunos diestros en el arte. La de que la imagen venerada no deseaba imágen de Jesus crucificado estaba, quedarse en el lugar, del cual no se po- y aún permanece, con un flechazo en día mover por su peso, sino que estaba la espinilla, de que salió una gota de esperando a la persona indicada, un sangre, que aún hoy la registra la vis- franciscano, para que entonces la trasla- ta: viendo los españoles suceso tan dara al convento de San Antonio de Du- horroroso, llorosos y compungidos, rango. Aquí el relato: trataron traer á la ciudad de Durango Despues que los indios tepeguanes los divinos simulacros. Echó mano ultrajaron las sagradas imágenes y del santo Cristo un devoto sacerdote, quemaron los templos, matando á para colocar en la iglesia catedral cuantos cristianos podían haber á una imagen tan prodigiosa; pero por las manos, se juntó alguna gente es- mas que se esforzó á levantarle del pañola, y acompañada de algunos suelo, no pudo ni moverle del sitio en sacerdotes seculares, y el ministro que se hallaba: hicieron varios la de doctrina de nuestro convento de misma diligencia; pero la sagrada Durango, pasaron al Mezquital, don- imágen estaba fija como una roca. de el estrago fué mayor, y hallaron Viendo que el Señor á todos se hacía en su abrasado templo las imágenes inmoble, suplicaron al ministro de Antilha 10 (30) 2021:41-56 51 Antilha CESUA América Malbrán Porto nuestro convento, que pues era en el Museo de Arte sacro, galería epis- aquella imágen perteneciente á la copal de Durango (Fig.2). religión Seráfica, probara á levantar al Señor para colocarle en su casa: ¡cosa rara y maravillosa! Lo mismo fué poner nuestro ministro la mano, que levantar al Señor en el aire, como si fuera de paja; y conociendo todos el divino beneplácito, trataron de traerle procesionalmente á la iglesia de nuestro convento de Durango, donde es de todos venerado, hallando la devoción en esta sagrada imágen el alivio en sus desconsuelos (Arlegui, 1851: 56-57). Esta imagen ha sido rastreada con éxito, por Vallebueno Garcinava quien ha identificado que el Cristo de caña que se encontraba en la parroquia del Santo Niño Fig. 2. Señor del Mezquital. Figura de pasta de caña polícroma de finales del siglo XVI, probablemente de manufactura michoacana. Foto Museo de Arte Sacro/Galería Episcopal de Durango. de Atocha es el que corresponde al Señor del Mezquital, una de las pocas imágenes del siglo XVI que se encuentran en el norte de México (Vallebueno Garcinava, 2000: 258) y que hoy se localiza Antilha 10 (30) 2021:41-56 52 Antilha CESUA Prodigios y milagros en torno a los caminos... Muchas veces el milagro consistía solo que fueron fieles al templo hasta fi- en conservar la vida, y aquellos fervien- nes del siglo XIX, en que la cons- tes religiosos que se habían encomen- trucción de adobe, ubicada en la es- dado a un santo en particular para que quina de las calles Degollado y 15ª, los librara de los asaltantes, indios o pe- colapsó… (Márquez Terrazas, 2010: ligros del recorrido, prometían en agra- 86). decimiento, fundar capillas u otros establecimientos religiosos. Es así que Már- Fue tan importante esta capilla que la quez Terrazas relata como: calle donde se encontraba recibía el mis- Los carros que traían mercancías mo nombre, hecho que se puede apre- desde Puebla y México en su viaje a ciar en algunos planos de la ciudad co- Santa Fe, hacían un descanso en la mo el de Larrea de 1884 (Fig.3). Desco- Villa de San Felipe de Chihuahua. nocemos qué sucedió con la venerada Algunos productos y comerciantes imagen de la capilla de Chihuahua. Sin procedían de Guatemala, de donde embargo existe una capilla, en la cate- venía el chocolate y otros géneros. dral de Chihuahua, donde se halla un Uno de estos mercaderes, milagro- nicho con la imagen del Cristo Negro de samente, pudo salvar la vida en una Mapimí, que se dice perteneció al primer emboscada que le tendieron los templo de la ciudad ubicada en este mis- apaches cerca de Samalayuca, y en mo lugar. gratitud le dedicó una capilla en Por otro lado el Cristo que se conserva Chihuahua y otra en Nuevo México en el santuario de Chimayó en Nuevo al Santo Señor de Esquipulas. México está envuelto en una variedad de La devoción a esta imagen caló pro- leyendas, pero ninguna se corresponde fundamente en los chihuahuenses, con la del mercader guatemalteco. Antilha 10 (30) 2021:41-56 53 Antilha CESUA América Malbrán Porto Fig.3. Detalle del plano de la Ciudad de Chihuahua en el que se observa el lugar en el que se encontraba la capilla del Señor de Esquipulas y la calle del mismo nombre, hacia 1884. Plano de Pedro Larrea. Palabras finales vanas o se aprovechaban de los viajeros Es indudable que muchos de los viajeros solitarios, muchas veces terminando con vivieron en carne propia los peligros del sus vidas. El terror a lo desconocido, recorrido, al adentrarse por caminos que provocó que surgieran una cantidad de se desdibujaban a medida que se aleja- relatos donde la salvación se daba a ban de las ciudades importantes y don- partir de la intervención divina y estos de frailes, viajantes y comerciantes que- eventos se volvían más y más portento- daban a merced de los indios bárbaros y sos al pasar de boca en boca e ir avan- de los bandidos que atacaban las cara- zando por los mismos derroteros. Antilha 10 (30) 2021:41-56 54 Antilha CESUA Prodigios y milagros en torno a los caminos... 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Antilha 10 (30) 2021:41-56 56 Antilha CESUA LA ESCUELA INTERNACIONAL DE ARQUEOLOGÍA Y ETNOGRAFÍA AMERICANAS Y LAS PRIMERAS EXCAVACIONES ESTRATIGRÁFICAS EN MÉXICO Víctor Ortega León1 Artículo recibido 20/11/2021 Artículo aceptado 6/12/2021 Resumen Hoy, a más de cien años distancia, tradición y oficialidad coinciden en reconocer a Manuel Gamio como el primero en aplicar, en 1911, el método estratigráfico en la arqueología no solo mexicana sino, incluso, americana; sin embargo, un análisis detallado de algunos de los primeros informes de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas relacionados con los hechos nos lleva a reconsiderar el asunto. Palabras clave: Arqueología, Excavaciones estratigráficas, Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas. Abstract Today, more than a hundred years away, tradition and officiality coincide in recognizing Manuel Gamio as the first to apply, in 1911, the stratigraphic method in not only Mexican but also American archeology; however, a detailed analysis of some of the first reports of the International School of American Archeology and Ethnography related to the events leads us to reconsider the matter. Keywords: Archeology, Stratigraphic Excavations, International School of American Archeology and Ethnography. 1 Profesor investigador Centro INAH Chihuahua. Antilha 10 (30) 2021:57-81 57 Antilha CESUA Víctor Ortega León miento arqueológico poco vinculado con Introducción inicios del Porfiriato, se reali- la investigación científica de campo y zó la primera gran síntesis de con una gran carga de diletantismo. historia mexicana, en la mag- Al año siguiente, el 8 de octubre de na obra titulada México a través de los 1885, fue creada la Inspección y Con- Siglos (1884), cuya dirección editorial servación de Monumentos Arqueológi- corrió a cargo de Vicente Riva Palacio. cos, dependencia de la Secretaría de Obra nacionalista y evolucionista que, Justicia, Fomento e Instrucción Pública, en palabras de Edmundo O’Gorman, re- fundada, esta última, por decreto juarista presenta «la solución que ofrece la his- en 1861 (Lombardo de Ruiz, 1988:66). toriografía del liberalismo triunfante al La Inspección permaneció asignada a la viejo dilema sobre el ser del mexi- misma Secretaría aún y cuando esta cano» (O’Gorman, 1962:196). En el pri- cambiara de nombre a Secretaría de mer tomo, Historia antigua y de la Con- Justicia e Instrucción Pública, en 1891, y quista, bajo la responsabilidad del abo- Secretaría de Instrucción Pública y Be- gado, literato y político mexicano Alfredo llas Artes, en 1905 (Vázquez León, Chavero, se incluía buena parte del sa- 1993:4). Su primer Inspector General, el ber arqueológico de la época referente arqueólogo y militar Leopoldo Batres, al territorio nacional (Cf. Chavero, 1884). inició su gestión con la publicación del Pero este conocimiento provenía, princi- Cuadro Arqueológico y Etnográfico de la palmente, de archivos y bibliografía, de República Mexicana en el que conden- anticuarios y viajeros que publicaban saba una lista de los principales sitios sus hallazgos, colecciones y, por su- arqueológicos de México conocidos has- puesto, sus propias interpretaciones. Sin ta ese momento, un itinerario para visitar desmerecer por ello, era este un conoci- estos sitios y una lista de los idiomas A Antilha 10 (30) 2021:57-81 58 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... que se hablaban en varias partes del se echa de ver, en toda su obra, la forma país hasta esa fecha (Cf. Batres, 1885). en que se realizaba la arqueología oficial Poco después, en 1888, publicará su en México. obra Arqueología mexicana: Civilización Otra institución relacionada con este de algunas de las diferentes tribus que campo, y existente desde la segunda dé- habitaron el territorio, hoy mexicano, en cada del siglo XIX, fue el Museo Nacio- la antigüedad, en la que incluía una Car- nal, resguardo de un gabinete de historia ta Arqueológica de la República Mexica- natural, archivos históricos y monumen- na, fechada en 1886, que es la primera tos arqueológicos. Se fundó, por iniciati- de su tipo en nuestro país, y donde con- va del entonces Ministro de Relaciones signa “los lugares donde existen los Interiores y Exteriores, el historiador Lu- principales monumentos arqueológicos cas Alamán, con el fin de comenzar a conocidos hasta la fecha en que formé ejercer algún tipo de control sobre el sa- dicho plano, lo mismo que las tribus que queo de los bienes culturales y naturales habitan actualmente en los lugares del país, practicado, con intereses tanto adonde hay ruinas” (Batres, 1888:95). científicos como económicos, por nume- Actualizada por él mismo en 1910, la rosos exploradores y anticuarios extran- Carta arqueológica de los Estados Uni- jeros. Hasta después del Segundo Impe- dos Mexicanos menciona un mayor nú- rio mexicano (1863-1867), el museo que- mero de sitios, aunque no todos los de dó organizado en tres departamentos: el la carta anterior. No están claros los cri- de Historia Natural, el de Arqueología e terios usados por Batres para incluir o Historia y la Biblioteca; y hacia finales de excluir algunos sitios en las diferentes siglo, comenzaría a ofrecer cursos sobre versiones de dichas compilaciones, pero las materias de su competencia. Poco Antilha 10 (30) 2021:57-81 59 Antilha CESUA Víctor Ortega León después, empezaría a organizar excur- Seler, 1911), aunque el proyecto había siones a lugares de interés, mientras sus sido presentado desde septiembre de profesores, como Genaro García, Nico- 1910 en el marco de la segunda sesión lás León y Jorge Engerrand, darían del XVII Congreso Internacional de inicio a algunas investigaciones con fi- Americanistas2 (Cf. Grant MacCurdy, nes didácticos donde involucrarían alum- 1910), a instancias de Franz Boas nos (Cf. Vázquez, 1993,1994). quien, apoyado por su corresponsal en Así pues, a principios del siglo XX, se México desde 1901, la norteamericana realizaban en el territorio mexicano va- Zelia Nuttall, desde varios años antes rios tipos de arqueología. Por un lado, la había estado interesado en la creación oficial liderada por la Inspección y Con- de una escuela de antropología en servación de Monumentos Arqueológi- nuestro país (Cf. Parmenter, 1966). Sin cos; por otro, las investigaciones del Mu- embargo, la empresa no era sencilla ya seo Nacional. A estos, hay que añadir que el ámbito antropológico y arqueoló- los trabajos de estudiosos como Zelia gico nacional estaba controlado enton- Nutall y Hermann Beyer, entre otros, que ces por el mencionado Leopoldo Batres, tenían un interés personal por la historia protegido de Porfirio Díaz y a quien Nut- antigua del país. A fines del Porfiriato, se tall no veía con buenos ojos, al parecer sumará el proyecto de la Escuela Inter- debido a su discutible «metodología» de nacional de Arqueología y Etnografía investigación, entre otros asuntos. No Americanas (en adelante EIAEA) bajo la era la única, además, que discrepaba batuta de Franz Boas y Eduard Seller (Cf. García del Cueto, 1988). La Escuela comienza oficialmente sus 2 La primera sesión se llevó a cabo en Buenos Aires, Argentina, del 7 al 23 de mayo de ese mismo año (Cf. Warren Currier, 1910). actividades el 20 de enero de 1911 (Cf. Antilha 10 (30) 2021:57-81 60 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... No obstante, siendo, a la sazón, uno de rio a perpetuidad del Comité Directivo. los antropólogos más destacados a nivel En su discurso inaugural, Seler expuso mundial y auspiciado por los gobiernos los que serían los lineamientos de la ins- de Alemania (Prusia), Francia y Estados titución recién fundada: (1) la investiga- Unidos, Boas logra obtener el apoyo del ción lingüística, (2) la investigación etno- gobierno mexicano para la creación de gráfica, y (3) la investigación arqueológi- la Escuela y, además de la colaboración ca (Cf. Seler, op. cit.). de las universidades de Harvard y De ésta última, que es la que aquí nos Pennsylvania, ofrece la participación de interesa, a la que llama «the ethnology of la Universidad de Columbia, institución a the races and peoples that no longer la que se hallaba adscrito y desde la exists», cliché muy extendido en la épo- cual irradiaba su enorme influencia. Así, ca, dice que, en primer lugar, debe estu- el 20 de enero de 1911, el mismo Don diar lo monumentos existentes haciendo Porfirio cortaba el consabido listón y de- comparaciones y tratando de interpretar- claraba la los a la luz de los «escritos antiguos dig- EIAEA, ante un selecto grupo de intelec- nos de confianza» y por medios que tuales, ministros de estado y embajado- puedan res, tanto nacionales como extranjeros. «contemporáneas de los tiempos paga- El primer director de la Escuela fue el nos» o de aquellas hechas no mucho alemán Eduard Seler, quien ya contaba después de la Conquista. Destaca, sin con un extenso trabajo en el America- embargo, que los monumentos mayas nismo, por lo cual se hizo acreedor al son un problema aparte debido a la exis- apodo de «patriarca de los congresos tencia de su muy desarrollada escritura, de americanistas» (Cf. Warren Currier, por lo cual constituyen un difícil reto para op. cit.), quedando Boas como secreta- la Escuela (Ibíd.). formalmente inaugurada Antilha 10 (30) 2021:57-81 61 extraerse de las pinturas Antilha CESUA Víctor Ortega León En segundo lugar, menciona lo que con- «Teotihuacanos», por mencionar solo sidera como el principal trabajo al que algunas, no podía dilucidarse la suce- debe abocarse el departamento de Ar- sión cultural entre éstas, por lo que la queología de la Escuela: la búsqueda de profundidad temporal de las culturas nuevo material y la selección de lugares americanas permanecía, en esta época, apropiados para el estudio y la conser- como una incógnita. Por esto, Seler hizo vación «autorizados»; descubrir, medir, hincapié en el estudio estratigráfico: estudiar lo que se encuentre; fotografiar At the same time, we must not forget y dibujar monumentos enteros y detalles to study the cultural strata to see if especiales; abrir entierros y asegurar su there be in some place some means contenido en los museos de la nación. of arriving at a classification or En pocas palabras, el registro de sitios y chronological order in which the civi- la recolección de artefactos se convier- lizations followed one another, a his- ten en la metodología para «completar» tory that we have not been able to la imagen que las pocas fuentes escritas establish up to this day (Ibíd.:402). nos brindan de las diferentes culturas que habitaron el territorio nacional en Vemos pues que, desde su inicio, los tiempos Hasta fundadores de la Escuela habían consi- aquí, todo pinta como un anticuarismo derado en su agenda el estudio de la tomado en serio. Pero tanto Seler como estratigrafía como una metodología in- Boas eran conscientes de que la Escue- dispensable para solucionar el problema la debía afrontar el problema de la cro- de la cronología y la secuencia cultural. nología ya que, aunque para estas fe- Para el XVIII Congreso Internacional de chas podían diferenciarse culturas como Americanistas, celebrado en Londres del prehispánicos «Aztecas», (Ibíd.). «Mayas» y Antilha 10 (30) 2021:57-81 62 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... 27 de mayo al 01 de junio de 1912, dio del tepecano, que resultó ser un Boas (1912a) pudo presentar resultados dialecto del Pima, siendo los pueblos de la aplicación del método estratigráfi- que lo hablan; muy semejantes á los co aludiendo a las excavaciones realiza- Coras y Huicholes, y otras investiga- das en una ladrillera de San Miguel ciones relativas á antiguas tradicio- Amantla, cerca de Atzcapotzalco, en los nes; todo lo cual demuestra lo impor- entonces alrededores de la Ciudad de tante de la obra emprendida por la México. En su informe, Pruneda resume Escuela Internacional de Arqueología así la participación de Boas: y Etnología Americanas, en el último Trabajos de la escuela Internacional año (Pruneda, 1912:155). de Arqueología y Etnología Americanas, por el Dr. Franz Boas. En esta Dichas excavaciones, las de Atzcapotal- interesante memoria, ilustrada con co, le habían sido encomendadas por proyecciones, el autor relata las in- Boas a un tal «Sr. Gamio», alumno de la vestigaciones llevadas á cabo por la Escuela (Cf. Boas, 1912a; Seler, 1912), institución referida, durante el año en razón por la cual la historia oficial atribu- que fué su Director: los trabajos so- ye a Manuel Gamio las primeras excava- bre la alfarería de Atzcapotzalco y de ciones estratigráficas en México. Culhuacán; el estudio de los dialec- Sin embargo, sabemos que Manuel Ga- tos mexicanos y de las relaciones mio había partido hacia Nueva York el 5 entre ellos y las lenguas del Norte de de noviembre de 1909, gracias a la reco- México; la formación de un mapa lin- mendación de Zelia Nuttall, quien era güístico del Estado de Oaxaca, basa- entonces una de sus maestras en el Mu- do en el estudio de los vocabularios seo Nacional de México. A mediados de recogidos por el Dr. Peñafiel; el estu- 1910, formó parte de una de las expedi- Antilha 10 (30) 2021:57-81 63 Antilha CESUA Víctor Ortega León ciones al Ecuador que organizara Mars- las excursiones del museo y agregado a hall H. Saville, respaldadas por el Museo la Inspección, el 1° de agosto de 1911 del Indio Americano y la Universidad de (Ibíd.:36). Cabe mencionar, que dicho Columbia. A su regreso de Sudamérica puesto no existía previamente, y llama la a Nueva York, concluyó sus estudios atención que días más tarde, en agosto presentando como tesis una investiga- 11, Isabel Ramírez de Castañeda renun- ción que realizara, en 1908, en Alta Vis- ció al puesto de ayudante del Profesor ta, Zacatecas. Así, a mediados de 1911, de Arqueología (Ídem), quedando en su obtuvo el grado de Master in Arts por la lugar el alumno Porfirio Aguirre quien, Universidad de Columbia. Sus biógrafos nos dicen que regresó a México a finales de 1911, como él mismo admite (Cf. 3 Situación que, a todas luces, no fue de su agrado, según se nota en la crítica negativa que haría poco después al programa de Arqueología del Ing. Galindo y Villa: «Hay que hacer mención de que el primer programa de esta materia corresponde al señor Ing. Jesús Galindo y Villa, pues habiendo sido él quien inauguró el primer curso formal de Arqueología en el Museo Nacional en el año de 1906, escribió para ese curso un programa en 1905. En diciembre de 1906, el señor Lic. Ramón Mena escribió un programa para el curso de 1907, lo mismo para el año de 1908. En 1912, fue adoptado en el Museo el programa de 1906, lo que motivó una crítica del Inspector General de Monumentos Arqueológicos y una réplica del autor, señor Galindo y Villa. Fue la primera polémica de carácter técnico acerca de un programa de Arqueología» (Herrera Martínez, 1927:279-280). La crítica y su respuesta pueden verse en Galindo y Villa, 1912:164-177. Es notable que, en dicha crítica, Gamio se pronuncia en contra del puesto que él mismo ocupara y Galindo y Villa a favor. González Gamio, 1987 y 2002; Cf. Gamio, 1942). En efecto, a finales de este mismo año, Manuel Gamio aparece adscrito al Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología como Profesor de Arqueología Práctica. Previamente, había obtenido el nombramiento de Profesor de Arqueología el 21 de junio y renunciado al mismo el 1° de julio en favor del Ing. Jesús Galindo y Villa (AAVV, 1911:8)3. De hecho, obtuvo el nombramiento como Profesor de Arqueología Práctica, encargado de Antilha 10 (30) 2021:57-81 64 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... junto con Rosaura Delgado (auxiliar), encontraban guardadas en las bode- ayudaba a Galindo y Villa en diversas gas; este inventario se encuentra en- tareas. En diciembre de ese mismo año, teramente listo y pasado en limpio, en su Informe de los trabajos ejecutados sólo falta revisarlo, y dentro de breves en los departamentos de Historia y Ar- días tendré la honra de remitir á Ud. queología, durante los meses de agosto, un septiembre y octubre de 1911, Galindo y 1911:105). ejemplar (Galindo y Villa, Villa refiere el asunto de la siguiente manera: No hace alusión alguna de Gamio ni de Con fecha 11 de agosto, la Srita. Isa- su puesto de nueva creación como Pro- bel Ramírez Castañeda renunció su fesor de Arqueología Práctica, lo cual no empleo de Ayudante de Arqueología, deja de ser notorio. y en su lugar fué nombrado por la Por otro lado, se nos informa que «Por Secretaría de Instrucción Pública el falta de profesor de Arqueología, la Srita. Sr. D. Porfirio Aguirre, que desempe- Isabel Ramírez Castañeda presidió las ña su cargo con puntualidad y esme- clases que se dieron durante el curso, ro. La Dirección al digno cargo de excepto los meses que estuvo dicha se- Ud., tuvo á bien nombrar auxiliar de ñorita en excursión». Tales excursiones mi departamento á la Srita. Rosaura fueron las que realizara con Boas y Seler Delgado, que también ha concurrido como alumna de la EIAEA (Robelo, con puntualidad y tiene bastante em- 1912a:212-213). Se entiende, que antes peño. Estos dos ayudantes han for- de ser Ayudante del Profesor de Arqueo- mado, bajo la inspección del subs- logía, Isabel Ramírez había estado a cripto, el inventario de 60 cajas llenas cargo de las clases de arqueología del de objetos arqueológicos, y que se Antilha 10 (30) 2021:57-81 65 Antilha CESUA Víctor Ortega León Museo, hasta que fue nombrado Galindo y, con el fin de que pudiera aceptar la y Villa en julio de 1911. beca que le ofrecían para la Universidad Gamio tampoco figura en el informe de Columbia, Genaro García, director anual de las actividades llevadas a cabo del Museo, le mantuvo sus sueldo de por el personal del museo durante 1911 profesor aunque no estuviera ejerciendo (Cf. Robelo, 1912a). Sin embargo, en como tal desde finales de 1909 hasta enero de 1912, se le considera todavía finales de 1911 (Cf. González Gamio, como parte del personal del museo, si- 1987). tuación que termina el 31 del mismo Queda claro, que Manuel Gamio fue mes «por cambio de empleo» (Ibíd.: alumno y profesor auxiliar del Museo 180). En febrero de 1912, ocupó el car- Nacional y, posteriormente, alumno de go de Inspector General y Conservador la Universidad de Columbia, y que, a su de Monumentos Arqueológicos, suce- regreso, a finales de 1911, volvió a ocu- diendo al Ing. Francisco M. Rodríguez, par un cargo de profesor, esta vez de quien lo ocupara desde el 1° de julio de Arqueología Práctica, en el Museo, mi- 1911 puesto en el que Gamio permane- grando, en febrero de 1912, a la Inspec- cería hasta 1917 (Cf. González Gamio, ción de Monumentos. Carece de senti- 1987 y 2002; Vázquez León, 1993 y do, entonces, la afirmación de algunos 1994). Si bien, resulta confuso afirmar de que Manuel Gamio fue alumno de la que Gamio no se encontraba en México Escuela Internacional pues, ¿por qué durante la mayor parte de 1911, mien- razón se inscribiría como alumno cuan- tras aparecía como personal del Museo, do recién regresaba con su Master de esto se debe a que, como comenta Án- Estados Unidos y fungía como profesor geles Gamio, desde 1907 era, además en el Museo? ¿Quién, entonces, fue el de alumno, profesor auxiliar de Historia Antilha 10 (30) 2021:57-81 66 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... alumno de la EIAEA que realizó las ex- Posteriormente, en la sección dedicada cavaciones en San Miguel Amantla? a la arqueología, Tozzer hace el recuen- Vayamos por partes. Alfred M. Tozzer, to de las excavaciones auspiciadas por director de la Escuela en el periodo de la Escuela de la siguiente forma: «The 1913-1914, presenta en su informe al Director [Boas] and Mr. Gamio, one of Comité Directivo una lista tanto de los the Mexican Fellows, investigated two miembros de dicho Comité como de los sites in the village of San Miguel Amantla miembros de la escuela. De esta última, from menciona los siguientes: view...» (Ibíd..: 394). Más adelante, tras Director: Professor Alfred M. stratigraphical point of dejar clara la importancia de la investiga- Tozzer, nominated by Harvard University. a ción, escribe: Rodrigo I am glad to state that through the ini- Gamio, nominated by the Gover- tiative of Señor Manuel Gamio, the ment of Mexico. Señorita Isabel Inspector of Ruins, the excavations Ramirez y Castañeda, nominated have been taken over by the Gover- by the Goverment of Mexico. Doctor ment of Mexico and made a «national Max Leopold Wagner, nominated monument» (Ídem). Fellows: Señor by the Goverment of Prussia and the Hispanic Society of America. Por último, y asentando la necesidad de William H. Mechling, A. M., nomi- realizar una investigación sistemática del nated by the University of Pennsyl- gran número de montículos artificiales vania. Clarence L. Hay, A. M., nom- dispersos en el Valle de México, asegura inated que: by Harvard University (Tozzer, 1914)4. As a beginning of this work Señor Rodrigo Gamio is at work upon a map of 4 Cursivas nuestras. Antilha 10 (30) 2021:57-81 67 Antilha CESUA Víctor Ortega León the Valley with the sites already ex- bargo, resulta obvio, por el informe de plored by the Goverment and by the Tozzer, que no se limitó a las letras. De School and those awaiting explora- hecho, publicó un libro de poesía titula- tion (Ibíd.: 394-395)5. do Los Sonetos Heráldicos (Gamio, 1919), una de cuyas secciones, de nomTozzer deja en claro que está refiriéndo- bre Tenoch bizarra y florida, dedicó a su se a dos personas distintas: por un lado, hermano Manuel, a quien parece retra- Rodrigo Gamio, «Mexican fellow» de la tar en el siguiente soneto llamado El EIAEA, quien realizó las excavaciones hombre del Pedregal: estratigráficas junto a Boas y quien co- La volcánica lava lo rodea, menzara a elaborar, además, el mapa el sílex de Copilco tiene encima, arqueológico del Valle de México; y, por y en el hondo silencio de la sima otro lado, Manuel Gamio «Inspector of en holganza perene se recrea Ruins», Inspector de Monumentos, fun- *** cionario del gobierno mexicano, quien Tal vez añora los paisajes llenos continuaría y daría cierre a las excava- de nieve, que de niño recorría, ciones aludidas de manera oficial. y el peludo congénere que hacía Pero ¿quién era Rodrigo Gamio? Her- un festival con médula de renos mano mayor de Manuel Gamio, Rodrigo *** también se inclinaba hacia la investiga- Encerrado prosigue en su mutismo. ción y la cultura, aunque sus intereses Es un snob silente. En el abismo tendían más hacia la literatura; sin em- se formó su arqueológico nirvana… *** ¡Tal vez lleno de polvo viva a gusto y se oiga en el sarcófago vetusto 5 Cursivas nuestras. Antilha 10 (30) 2021:57-81 68 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... la risa de sus dientes de obsidiana! rector of Antiquities, that the site in (Gamio, 1919:CXXII). question was selected, and it was due to his official permission and to his Pero Rodrigo Gamio murió joven, el 25 courtesy and aid that the work was de noviembre de 1920 (Cf. González carried on. To his brother, Señor Ro- Gamio, op cit.), y no sabemos hasta drigo Gamio, Mexican Fellow of the cuándo siguió vinculado con los queha- School, my thanks are due for long ceres arqueológicos; aunque parece continued and faithful assistance in que se mantuvo en la Escuela, por lo the excavation, and to Clarence L. menos, hasta 1914. Hay, Esq., Harvard Fellow, I owe De que Rodrigo Gamio, hermano de many valuable suggestions in ca- Manuel, fue alumno de la EIAEA y cola- rrying on the work, and I also thank boró en las excavaciones de la misma him for aiding me in the general su- mientras Manuel Gamio era Inspector de pervision of the excavations. Dr. Her- Monumentos, lo deja muy claro Tozzer bert J. Spinden has given me some en su obra Excavation of a site at San- suggestions regarding the nomencla- tiago Ahuitzotla, D.F. Mexico, de 1921, ture en la cual dice: (Tozzer, 1921:5)6. of the pottery classification The investigation described in the following paper was undertaken by the Más adelante, el mismo Tozzer destaca writer as Director of the International la importancia de dichas excavaciones y School of American Archeology and del importante papel jugado por la Es- Ethnology, Mexico, in the winter of cuela y sus directores en las mismas: 1913-14. It was due to a suggestion from Señor Don Manuel Gamio, Di- 6 Cursivas nuestras. Antilha 10 (30) 2021:57-81 69 Antilha CESUA Víctor Ortega León Among the first to undertake careful Por su parte, Franz Boas, en el discurso excavations here [en Atzcapotzalco] que pronunció, el 8 de abril de 1912, con was the International School under motivo de la clausura de la exposición the successive directorships of Pro- de trabajos de la EIAEA, durante el año fessors Seler and Boas, Dr. Enge- de 1911, en el Museo Nacional de Ar- rrand, and the author. The most im- queología, Historia y Etnología, mencio- portant archeological problem for the na: past years has been the investigation El señor Profesor Eduardo Séler, Di- of the various strata in this area as rector de la Escuela, en el año pasa- showing the succession of cultures do, llamó la atención á este proble- which have been called, respectively, ma, para cuya solución se necesita- the Archaic (tipo de montaña and tipo ba una excavación cuidadosa, para de cerro), Toltec 1 (pre Aztec or Teo- averiguar las condiciones geológi- tihuacan), and Aztec. The importance cas. Este trabajo se encargó al of this study upon the general ar- alumno Señor Manuel Gamio (Boas, cheological problems of Mexico and 1912b:191). the greater part of Middle America Lo cual nos lleva a confusión si recorda- can not be overestimated (Ibíd.: 13). mos que Manuel Gamio no solo no era Y después, afirma que: «The first of alumno de la EIAEA, sino que, además, these mounds to be excavated was one trabajaba como Profesor de Arqueología near San Miguel Amantla. The work was Práctica en el Museo cuando comenzó carried out by Señor Manuel Gamio un- este proyecto, desde el 1 de agosto de der the auspices of the International 1911 hasta el 31 de enero de 1912 (vid School» (Ibíd.: 14). supra). Al parecer, podemos suponer un Antilha 10 (30) 2021:57-81 70 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... lapsus calami por parte de Boas o del Manuel Gamio presentará un informe de transcriptor pues, antes, en ese mismo dicho trabajo, firmado el 30 de noviem- discurso, Boas alude a Gamio como bre, en el Boletín del Museo Nacional de «Sr. Inspector General de Monumentos ese mismo mes (Gamio, 1911:83-85). En Arqueológicos» (Ibíd. 180). noviembre de 1911, entonces, mientras El 14 de noviembre de 1911, Manuel el alumno Rodrigo Gamio de la EIAEA Gamio efectuó, como Profesor de Ar- efectuaba las excavaciones en San Mi- queología Práctica del Museo, un reco- guel Amantla, el Profesor de Arqueología nocimiento en la Hacienda de Zavaleta: Práctica del Museo, Manuel Gamio, rea- El Sr. Dr. José Guillermo Salazar lizaba un reconocimiento en Chalco, Es- me indicó la existencia de unos ves- tado de México. tigios de origen pre-hispánico en la Y solo para no confundirnos, Manuel Ga- Hacienda de Zavaleta, Distrito de mio sí efectuó excavaciones en Atzca- Chalco, Estado de México. Con tal potzalco, pero estas se realizaron poste- motivo dispuse se efectuara un re- riormente, después de 1911, según él conocimiento en terrenos de la men- mismo afirma: «tengo también entre cionada hacienda, el cual fué hecho ellos, la colección completa que se sacó por el Profesor de Arqueología en las excavaciones que hice en Atzca- Práctica Sr. Manuel Gamio, en com- potzalco, durante el tiempo que fungió pañía del Ayudante de la Secretaría, como Sr. Virgilio Enríquez Toledo y del rrand» (Apud De la Peña, 1996:60). Co- Fotógrafo Sr. Antonio Carrillo, el 14 mo sabemos, George Engerrand ejerció de noviembre (Robelo, 1912b:31). la dirección de la EIAEA después de Se- director el señor Enge- ller, esto es, en el periodo de 1912 a 1913. Antilha 10 (30) 2021:57-81 71 Antilha CESUA Víctor Ortega León Lo anterior, parece contradecir lo dicho de la EIAEA, al menos no durante 1911 por el propio Manuel Gamio en su po- y 19128, aunque esta idea ha sido repe- nencia al XVIII Congreso Internacional tida hasta el cansancio en la mayoría de de Americanistas, efectuado en Londres las publicaciones relacionadas al tema del 27 de mayo al 1 de junio de 19127: (Cf. De La Peña, 1996; Vázquez León, Durante el mes de noviembre del año 1993, 1994; Matos Moctezuma, 2012). próximo pasado el doctor Franz Dada la información precedente, pode- Boas, director de la Escuela Interna- mos suponer que las excavaciones de cional de Arqueología y Etnología noviembre de 1911 en San Miguel Americanas, observó que, aunque Amantla las realizó Rodrigo Gamio, Fe- los tipos culturales de la región eran llow de la escuela, bajo la supervisión de conocidos, se ignoraba la sucesión Boas y Engerrand, y no Manuel Gamio, de culturas y me encomendó que, quien a la sazón se encontraba apenas como miembro de aquella Escuela, de regreso en la Ciudad de México fun- llevara a cabo investigaciones metó- giendo como profesor de Arqueología dicas que tendieran a determinar di- Práctica en el Museo Nacional, y que se cha sucesión (Gamio, 1972:54). dio una inadvertida suplantación de nombres en los escritos posteriores, in- Pero Gamio, de acuerdo con todo lo que fluenciada por el inmediato nombramien- ya hemos revisado, nunca fue alumno to de Manuel como Inspector de Monu- 7 En el que participaron también, sin asistir, como el propio Gamio, Franz Boas e Isabel Ramírez de Castañeda. De hecho, ninguna de las tres ponencias se leyó en el congreso debido a la ausencia de sus autores, aunque Boas se presentó para un homenaje y alguna junta de trabajo sobre la EIAEA (Cf. Pruneda, 1912). 8 De acuerdo con una carta enviada a Boas, Gamio esperaba ser pensionado como alumno hacia finales de 1912 para tener su «presupuesto cubierto» (Cf. De La Peña, 1996:75), es decir, sumar ese ingreso al que ya recibía como Inspector de Monumentos. Antilha 10 (30) 2021:57-81 72 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... mentos en febrero de 1912. El mismo us most valuable aid in the geological Gamio admite haber participado en tra- interpretation of the strata investigat- bajos y excavaciones con Boas, pero ed» (Boas, 1912:530). hasta después de haber regresado a Debemos anotar también, que el mismo México y, sobre todo, durante los fines Engerrand, en su informe sobre el perio- de semana y que, por el incansable rit- do de 1913-1914 en que fungió como mo de trabajo del primero, terminó decli- director de la Escuela, atribuye todo el nando sus invitaciones para el trabajo mérito de las excavaciones a Boas sin de campo (Cf. Gamio, 1942). hacer mención de ningún otro nombre: Independientemente de lo anterior, de- «Tout le mérite en reviendra à ceux qui bemos recordar que la planeación y su- l’ont posée et tout spécialement à F. pervisión de las excavaciones estuvie- Boas» (Engerrand, 1914:240). Las rela- ron a cargo de Seler y Boas, no de Ga- ciones entre Engerrand y Gamio nunca mio, y que el método estratigráfico se fueron las mejores, pero para este mo- planteó como necesario desde la funda- mento ya se habían desgastado al extre- ción de la Escuela. Así las cosas, el ver- mo, según se desprende del intercambio dadero mérito se lo debemos otorgar a epistolar entre Engerrand y Boas: «Estoy Seler, Boas y Engerrand, este último harto de Gamio, que para mi ha sido un con formación en Geología y quien, en castigo de cada instante. No ha hecho realidad, hacía las interpretaciones es- otra cosa que intrigar para conseguir un tratigráficas de las excavaciones de la empleo y su trabajo ha sido eternamente Escuela. Al respecto, el mismo Boas, en nulo. Es un elemento pésimo y no quie- 1912, dice: «I wish to express here my ro, en ningún caso, tenerlo otra vez con- thanks to M. Jorge Engerrand for giving migo» (Apud, De La Peña, 1996:54, No- Antilha 10 (30) 2021:57-81 73 Antilha CESUA Víctor Ortega León ta 20). Striking evidence of the ocurrence of Pero, aunque en aras de la tradición na- such cionalista insistiéramos en otorgarle el Culhuacan and in Texcoco, and for mérito a Manuel Gamio, deberíamos, this reason special attention was paid entonces, en justicia, otorgárselo tam- to the accurate determination of the bién a otro de los estudiantes de la Es- local type of pottery of Culhuacan. cuela quien, en el mismo periodo de This work has been largely in the 1911-1912, realizó de manera simultá- hands nea el mismo tipo de excavaciones en Castañeda. During the second year Culhuacán, cerca del Cerro de la Estre- [1912-1913, bajo la dirección de lla, siguiendo los mismos lineamientos Engerrand] indications were found estratigráficos propuestos por Seler y that in Culhuacan the same succes- Boas. Nos referimos a la ya mencionada sion of civilizations occurred; but, ow- Señorita Isabel Ramírez y Castañeda ing to the character of the soil, the quien, junto con Rodrigo Gamio, era uno evidence was not conclusive, and the de los estudiantes subvencionados por investigation was carried on during el gobierno mexicano o mexican fellows. the following year [1913-1914, bajo la De sus excavaciones nos dan cuenta dirección tanto Boas y Engerrand como Tozzer en 1915:386). local of types Miss de was Isabel Tozzer] found in Ramirez (Boas, los informes mencionados; sin embargo, solo aluden a ellas como complemento Así pues, sea por sesgo genérico, sea de las de Amantla. No obstante, Isabel por lo «no concluyente» de sus datos Ramírez continuó haciendo excavacio- debido al «carácter del suelo», sea por nes, según resume Boas: el peso y la sombra política de Manuel Gamio (que no por su iniciativa, pues él Antilha 10 (30) 2021:57-81 74 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... mismo menciona su trabajo), el papel de quetados en el discurso oficial como Isabel Ramírez en las excavaciones pio- «precursores», reservándose el título de neras llevadas a cabo por la Escuela ha «pionero» para Manuel Gamio. Y el aná- quedado relegado en la historia de la lisis de la construcción de este discurso disciplina como un ejemplo más de lo no es, de ningún modo, ocioso ni pres- que llamado cindible habida cuenta de sus efectos «excluded past» (Stone y MacKenzie, posteriores (Cf. Joyce, 2002). Si algo 1990). puede atribuírsele a Gamio, además de No cabe imputarle a Manuel Gamio es- su ingente labor, más antropológica que tos descuidos, por supuesto, sino al arqueológica, es el haber usado su in- miope nacionalismo de la política cultu- fluencia política posterior para proponer ral posrevolucionaria ávida de héroes y y aplicar, matizadas por su propio nacio- al sesgo genérico que permea la historia nalismo evolucionista, tanto el programa de la Antropología Mexicana dejando de antropológico como las ideas de Boas en lado el aporte de pioneras tales como México y América Latina. Carmen Alessio Robles, Zelia Nutall, El estallido de la I Guerra Mundial, a me- Florencia Müller, Antonieta Espejo y la diados de 1914, tuvo entre sus innume- propia Isabel Ramírez, entre muchas rables repercusiones, el rompimiento de otras. las relaciones diplomáticas entre varios Por otro lado, construyendo la leyenda de los países involucrados. Por esta ra- arqueológica de Gamio se obscurece zón, y por el evidente cambio de priori- también la influencia real de verdaderos dades, los benefactores de la EIAEA impulsores de la Arqueología en México. suspendieron su patrocinio y tutela, lo Seler y Boas, principalmente, pero tam- que constituyó un duro golpe a la institu- bién Engerrand y Tozzer han sido eti- ción y mermó enormemente sus activida- algunos autores han Antilha 10 (30) 2021:57-81 75 Antilha CESUA Víctor Ortega León des y alcances. marina estadounidenses, desde el 21 de Por otro lado, la inestable situación polí- abril hasta el 23 de noviembre de 1914, tica nacional dificultaba la continuidad llevaron las relaciones binacionales a un del proyecto. Aunque la Escuela había estado de guerra inminente. Pero la de- contado con la venia del porfirismo y el rrota del ejército federal, en agosto de maderismo, a partir del golpe de estado ese mismo año, a manos del ejército huertista, en 1913, la situación se tornó constitucionalista encabezado por Ve- cada vez más insostenible pues este he- nustiano Carranza, aliviaría enormemen- cho dio pie a numerosos levantamientos te la tensión al contar, este último, con el armados en diversas partes del país. reconocimiento de Wilson. Pero el daño Los hilos de la Decena Trágica, empero, estaba hecho. forman parte de una red más amplia. La Escuela Internacional de Arqueología Es sabido que los Estados Unidos apo- y Etnología Americanas vivió mientras yaron la llegada al poder de Victoriano no empezó la Primera Guerra Mundial. Huerta a través del llamado Pacto de la A pesar de haber sido fundada casi al Embajada; sin embargo, el cambio de inicio de la Revolución Mexicana, pudo régimen en el vecino del norte, con la mantenerse en pie, aunque con dificulta- llegada de Woodrow Wilson a la presi- des, en medio del caos revolucionario y dencia, volvió las tornas en contra de la el cambio del régimen porfirista al made- dictadura militar encabezada por el usur- rista, precisamente porque no dependía pador, lo que propició un clima de ani- exclusivamente de México y, por la mis- madversión naciones. ma razón, su dependencia del extranje- Eventos como el llamado Incidente de ro, se vino abajo. Los países que la ali- Tampico, y la posterior ocupación del mentaban, entraron casi todos en guerra puerto de Veracruz por el ejército y la internacional (como EE UU, Alemania, entre ambas Antilha 10 (30) 2021:57-81 76 Antilha CESUA La Escuela Internacional de Arqueología y Etnografía Americanas... Francia, e Inglaterra) o interna (como Entre México y Rusia). «sobrevivió» con ayuda de su familia y En este sentido, el primer golpe que re- escribiendo para periódicos (Cf. De La cibió, y del que no alcanzaría a levantar- Peña, 1993), lo que explica con mayor se del todo debido al conflicto bélico in- claridad su obra nacionalista Forjando ternacional, fue la invasión norteameri- Patria, en la cual se nota la prisa por ar- cana de Veracruz, en 1914, lo que creó, mar una carta de presentación ad hoc o terminó de crear, un fuerte sentimiento para la facción vencedora de la Revolu- xenofóbico en el país y, siendo los direc- ción, los carrancistas. La Escuela, para tores de la Escuela todos extranjeros9, entonces, ya había cerrado sus puertas, al salir del país éstos, sus fundadores, y tendrían que pasar veinte años para junto con las instituciones que los finan- que pudiera consolidarse un nuevo pro- ciaban, no hubo quien se encargara de yecto académico similar con la fundación la Escuela dando seguimiento al proyec- de la Escuela Nacional de Antropología to original, quedando en manos de Ma- e Historia (ENAH), bajo la égida de Al- nuel Gamio quien, como vimos, ya era fonso Caso. este año y 1917, Gamio Inspector de Monumentos desde febrero Bibliografía AAVV 1912 «Noticias de los diversos departamentos» en Boletín del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, Tomo I, julio de 1911, N° 1, Imprenta del Museo de Arqueología, Historia y Etnología, México. Pp. 412. de 1912, pero sin el apoyo estable de ningún gobierno. 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