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MAGALLANIA (Chile), 2015. Vol. 43(3):51-63
APEGO DE LUGAR, IDENTIDAD DE LUGAR, SENTIDO DE COMUNIDAD Y PARTICIPACIÓN
CÍVICA EN PERSONAS DESPLAZADAS DE LA CIUDAD DE CHAITÉN1
HÉCTOR BERROETAa, ALVARO RAMONEDAa,
VIVIANA RODRIGUEZa, ANDRES DI MASSOb & TOMEU VIDALb
RESUMEN
Este artículo describe los efectos del desplazamiento en los vínculos socioespaciales asociados al
cambio de ambiente residencial en personas desplazadas de la ciudad de Chaitén, a consecuencia de
la erupción del volcán del mismo nombre. Se aplicaron 144 cuestionarios a hombres y mujeres que
actualmente habitan en distintas localidades en las provincias de Palena y Llanquihue. Se midieron los
niveles de Apego de lugar e Identidad de lugar en relación a su barrio pasado y actual; y el Sentido de
Comunidad, la Participación Cívica y la Satisfacción Residencial, en las escalas de barrio y ciudad actuales.
Los resultados muestran diferencias en los niveles de Apego de lugar e Identidad de lugar en relación a
su barrio de origen y actual; niveles medios de sentido de comunidad, bajos de participación y medios en
Satisfacción Residencial en relación a su barrio actual. Se discuten las implicancias psicoambientales de
los aspectos físicos y sociales de la experiencia residencial en los procesos de desplazamiento.
PALABRAS CLAVE: Eventos socio naturales, Desplazamiento, Identidad de lugar, Apego de lugar,
Sentido de comunidad, Chaitén.
PLACE ATTACHMENT, PLACE IDENTITY, SENSE OF COMMUNITY AND
CIVIC PARTICIPATION IN DISPLACED PERSONS FROM THE CITY OF CHAITÉN
ABSTRACT
This article describes the effects of displacement on sociospatial bonds, associated with the change
of residential environment in displaced persons from the city of Chaitén, as a result of the eruption of the
volcano of the same name. 144 questionnaires were applied to men and women who currently live in
different towns in the provinces of Llanquihue and Palena. Levels of place attachment and place identity
were measured relative to its past and present neighborhood; sense of community, civic participation and
Residential Satisfaction, on scales of current city and neighborhood. The results show differences in levels
1
a
b
Trabajo realizado en el marco del proyecto FONDECYT 11121596 “Vínculos socio-espaciales en contextos de transformación urbana
producida por catástrofes naturales”, financiado por el Fondo nacional de desarrollo Científico y tecnológico de Chile.
Universidad de Valparaíso, Escuela de Psicología. Av. Brasil 2140, Valparaíso, Chile. hector.berroeta@uv.cl
Universidad de Barcelona, Departamento de psicología social, España
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H. BERROETA et al.
of place attachment and place identity in relation to their neighborhood of origin and current; medium
levels of sense of community, low of participation and medium of Residential Satisfaction, in relation to
its current neighborhood. Psycho-environmental implications about the physical and social aspects of
residential experience in displacement processes are discussed.
KEY WORDS: Natural social events, Displacement, Place Identity, Place Attachment, Sense of
Community, Chaitén.
INTRODUCCIÓN
Chile es un país sometido a diversos
y continuos desastres socio-naturales (ONU,
2012), tras los cuales se llevan a cabo profundas
transformaciones urbanas que implican, muchas
veces, procesos de desplazamiento residencial.
Las transformaciones producidas a partir
de los desastres socio naturales y los subsecuentes
procesos de desplazamiento, alteran los entornos
físicos de las personas, modificando la construcción
colectiva del simbolismo y la significación espacial,
afectando por ende, las dinámicas de convivencia y
asociación de las comunidades. La reubicación de las
personas en nuevos barrios, genera una reelaboración
de dinámicas sociales y espaciales, razón por la cual,
los procesos de reconstrucción pos-desastre han de
considerar no sólo la reposición de las estructuras
físicas sino, tal como plantean Rosales y Salazar
(2010), afrontar aspectos sociales y psicológicos,
tales como el arraigo, las redes comunitarias, el
acceso al trabajo y el derecho a la propiedad, es decir,
la reconstrucción del tejido social.
Por tanto, para mejorar los procesos
de reconstrucción urbana post-desastre, es
fundamental profundizar en el conocimiento de los
vínculos socio-espaciales de las personas que han
sido desplazadas a consecuencia de iniciativas de
reubicación. Es necesario conocer cómo cambian
los significados espaciales que conforman el Apego
y la Identidad de lugar, entre las residencias pasadas
y las actuales, e identificar cómo se manifiestan los
vínculos comunitarios de Sentido de Comunidad y
Participación Social en los actuales asentamientos.
En esta investigación examinamos los
vínculos socioespaciales reportados por habitantes
de la ciudad de Chaitén, desplazados a consecuencia
de las acciones gubernamentales seguidas tras la
erupción del volcán Chaitén. Específicamente nos
propusimos; a) describir los niveles presentes y
pasados de Apego e Identidad de lugar, b) describir
los niveles actuales de Satisfacción Residencial,
Sentido de Comunidad y Participación Cívica y c)
identificar diferencias en cada una de las variables
medidas según la tenencia de la vivienda, los años
viviendo en el barrio actual y la intención previa de
cambio de residencia.
EL ESTUDIO DE
LOS VÍNCULOS SOCIOESPACIALES
El vínculo persona-entorno ha sido explicado
desde diversos conceptos, Satisfacción Residencial
(Amerigo, 1995), Sentido de Comunidad (McMillan
& Chavis, 1986). Identidad de Lugar (Proshansky,
Fabian & Kaminoff, 1983) y Apego al Lugar
(Altman & Low, 1992).
Desde una perspectiva psicoambiental,
la Satisfacción Residencial es una evaluación
de aproximación cualitativa normativa y noeconómica que se usa para estimar la calidad
de los servicios y unidades de la vivienda (Mohit,
2011). Se sustenta en la idea de que los niveles
de satisfacción reflejan el espacio entre la realidad
del sujeto y sus expectativas (Campbell et al.
1976). Weideman y Anderson (1985) señalan que
se trataría de un sentimiento negativo o positivo
que los ocupantes tienen respecto del lugar donde
residen. Es la satisfacción del individuo respecto
de la casa, como producto físico distinto, y del
entorno, comprendiendo tanto la satisfacción de
vivienda como del vecindario (Hashim, 2003).
Tabernero et al. (2010) plantean que la
satisfacción con los vecinos, la calidad de la vivienda
y la intención de cambio de residencia, actúan como
predictores de la Satisfacción Residencial, que se
establecería en los primeros años de interacción
con el entorno. Por su parte Barcus (2004),
señala que la Satisfacción Residencial es tanto un
catalizador como un resultado de la movilidad.
Desde una perspectiva psicosocial, el vínculo
de las personas con sus entornos es explicado
VINCULOS SOCIOESPACIALES EN DESPLAZADOS DE CHAITEN
por el Sentido de Comunidad. McMillan y Chavis
(1986) plantean, que es el mecanismo por el cual
el proceso de desarrollo comunitario estimula las
oportunidades de pertenencia. Es un sentimiento
que los miembros tienen de pertenencia, de que
son importantes para los demás y para el grupo
y una fe compartida en que las necesidades serán
atendidas por el compromiso de estar juntos.
Según Sarason (1974), se trata de una experiencia
subjetiva de pertenencia a una colectividad mayor.
Esta valoración colectiva de los procesos y
el apego que existe entre la gente y su ambiente
social, puede ser experimentado hacia entidades
sociales o geográficas (Nasar, 1995), generando
efectos tanto negativos como positivos (Brodsky,
1996). Según Long y Perkins (2007), se puede
medir conociendo el número de personas que los
sujetos conocen en la comunidad, la influencia
sobre ellos y los sentimientos hacia estos.
Desde una perspectiva psicoambiental, los
conceptos más recurridos para explicar el vínculo
persona entorno son la Identidad de lugar y el
Apego de lugar.
El planteamiento central de los principales
estudios sobre Identidad de lugar (Bonaiuto &
Bonnes, 2000; Proshansky et al. 1983; TwiggerRoss et al. 2003), es que la identidad personal del
individuo se construye en relación con su entorno
físico, al igual que su identidad social se construye
en relación con su pertenencia a otras categorías
sociales como el sexo, la raza o la clase social. Se
considera entonces que la Identidad de lugar es
una dimensión del self, que define la identidad en
relación con el entorno físico (Proshansky et al.
1983).
Por su parte la noción de Apego al Lugar,
está centrada en los sentimientos afectivos que las
personas desarrollan hacia los lugares en donde
nacen y viven, de tal forma que los lugares cumplen
una función fundamental en la vida de las personas
(Hernández et al. 2007).
Sin embargo, los límites entre ellos son
difusos (Brown & Werner, 1985; Stedman, 2002;
Hernandez et al. 2007), a tal punto, que la literatura
reciente (Scannell & Gifford, 2010a, 2010b;
Lewicka, 2011) ha optado por utilizar el concepto
de Apego de Lugar para referir al conjunto de
los vínculos que las personas establecen con los
lugares.
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Desde esta posición, Scannell y Gifford
(2010a), plantean tres dimensiones para el Apego
de Lugar: las personas, los procesos y los lugares.
La dimensión personal refiere al Apego
de lugar que ocurre tanto a nivel individual como
grupal. En el nivel individual, la experiencia y la
memoria personal son los dos factores que más
incidencia tienen en la construcción del significado
espacial. En el nivel grupal, el Apego está
compuesto por los significados simbólicos de un
lugar que son compartidos con otros (Low, 1992).
Es un proceso comunitario donde los grupos se
apegan a lugares donde realizan sus actividades y
preservan su cultura.
En la dimensión de proceso, tres aspectos
psicológicos están presentes: el afecto, la
cognición y el comportamiento. El vínculo
emocional es central en la teoría del apego
y puede ser un vínculo positivo (Hidalgo &
Hernandez, 2001) o de displacer (Fried, 1963),
tanto así que una experiencia traumática puede
generar sentimientos negativos e incluso aversión
hacia el lugar. En términos cognitivos, implica la
vinculación y construcción de significados con
el lugar a través de los procesos de memoria,
esquemas y distintividad. El componente
conductual se ha operacionalizado como el
deseo de permanecer cerca del lugar. Puede ser
expresado en acciones de mantener proximidad
con el lugar, a pesar del esfuerzo asociado o
también por la intensión de mantener aspectos
físicos del lugar en contextos de reconstrucción o
desplazamiento.
La tercera dimensión de Scannell y Gifford
(2010a), son los lugares, que corresponde a las
características físicas que contienen los posibles
significados de un lugar. El foco de los estudios
realizados sobre este aspecto se centra en dos
niveles: lo social y lo físico. Acerca de lo social, se
concluye que las personas se apegan a los lugares
por las relaciones sociales que estos facilitan. En
cuanto a lo físico, que el apego se produce por las
comodidades y recursos que los espacios proveen
(Stokols & Shumaker, 1981).
Desde la tradición empírica, el Apego de
lugar es abordado como un vínculo emocional entre
un individuo y un lugar específico. Se define como
“un vínculo afectivo que las personas establecen
con un lugar determinado, donde tienden a
54
H. BERROETA et al.
permanecer, sentirse cómodos y seguros” (Hidalgo
& Hernández, 2001, p. 274). Este vínculo afectivo
se puede desarrollar hacia lugares de diferentes
escalas como la casa, el barrio o la ciudad (Vidal et
al. 2010), aunque las investigaciones han estado
fundamentalmente centradas en el nivel de barrio
(Hidalgo & Hernández, 2001).
La forma más recurrente que adoptan
las investigaciones para medir el Apego de
lugar es la elaboración de escalas, cuyos
reactivos, en general, hacen referencia a sentirse
emocionalmente apegado al lugar, sentirse
perteneciente al lugar, sentirse feliz de volver
al lugar, estar orgulloso de vivir en el lugar y
la intención de mantenerse viviendo en lugar
(Hidalgo & Hernández, 2001).
VÍNCULOS SOCIOESPACIALES EN
CONTEXTOS DE TRANSFORMACIÓN Y
DESPLAZAMIENTO.
La
literatura
sobre
los
vínculos
socioespaciales en contextos de transformación
urbana, plantea que las relaciones sociales y
los factores sociodemográficos son elementos
que permiten explicar algunos aspectos de esta
vinculación. Las relaciones sociales en el barrio
o comunidad son un factor fundamental en el
nivel del Apego al lugar (Ahlbrandt, 1984). En
cuanto a las variables sociodemográficas, se
destaca el tiempo que la persona lleva residiendo
en el lugar actual, comprobándose que las
personas que llevan más tiempo residiendo,
sienten más apego (Riger & Lavrakas, 1981;
Taylor et al. 1984). Otro factor importante es
el régimen de vivienda; propiedad o arriendo,
donde se ha encontrado un mayor Apego de
lugar entre aquellos que poseen la vivienda en
propiedad (Riger & Lavrakas, 1981; Taylor et
al. 1984, 1985). Otras variables relacionadas
ocasionalmente con el apego a lugares
en transformación son las expectativas de
permanecer en el lugar actual (Riger & Lavrakas,
1981), la participación local (Cuba & Hummon,
1993; Vidal et al. 2013), número de viviendas
anteriores (Cuba & Hummon, 1993), uso de los
recursos locales (Ahlbrandt, 1984) y privacidad
(Harris et al. 1996).
Desde una aproximación cualitativa, la
exploración de estos vínculos ha estado marcada
por un fuerte énfasis en la participación de las
personas y comunidades en los procesos de
transformación espacial (Berroeta & Rodriguez,
2010; Vidal et al. 2012) En estudios realizados
por Perkins (Perkins & Long, 2002; Manzo &
Perkins, 2006), se concluye que el Apego de lugar
y el Sentido de Comunidad desempeñan un papel
importante en la revitalización de los vecindarios.
Más concretamente, se afirma que en los casos en
donde no hay conexión emocional de las personas a
los lugares, estas no suelen estar lo suficientemente
comprometidas para trabajar con los vecinos e
instituciones locales en el mejoramiento de su
entorno.
Específicamente la literatura sobre
los vínculos psicosociales en contextos de
transformación por catástrofes, ha estado
centrada en el estudio de las consecuencias
psicológicas para los habitantes de las localidades
afectadas (Bonanno et al. 2006). Al respecto, se
ha establecido que la severidad de la reacción
psicológica dependerá de la magnitud de la
destrucción y de las características demográficas
y sociales de los habitantes (Norris et al. 2002).
Estudios realizados tras eventos de terremotos y
tsunamis, concluyen que la pérdida del hogar es
un factor de estrés primario mucho mayor que
los procesos de desplazamiento. Al respecto Joh
(1997), reporta que aquellas personas que han
perdido completamente sus casas, sufren más
estrés que aquellos que sólo necesitan repararlas,
a la vez que muestran mayores deseos de volver
a vivir en los lugares devastados (Sanders et
al. 2003). Estudios recientes muestran que la
calidad de las viviendas temporales entregadas
en los procesos de reconstrucción, mejoran
significativamente la Satisfacción Residencial
y el Apego de lugar, aumentando el control
percibido sobre la situación (Caia et al. 2010).
Si bien los estudios sobre desplazamiento
involuntario no han profundizado en los
contextos post-catástrofes, aportan información
relevante a este ámbito. Se ha establecido que
el ajuste post-desplazamiento dependerá de la
diferencias de calidad entre los viejos y los nuevos
entornos residenciales, de las oportunidades para
relacionarse, del poder satisfacer necesidades
de autoestima, sistemas de control y cambio
VINCULOS SOCIOESPACIALES EN DESPLAZADOS DE CHAITEN
comunitario (Heller, 1982). En una revisión
reciente, Manzo (2014) establece que en estos
contextos, la tradicional manera de entender el
Apego de lugar como un vínculo afectivo positivo,
se despliega de un modo complejo y multifacético,
que requiere una reflexión más profunda sobre
las condiciones socio-políticas en que viven las
personas afectadas por una desplazamiento.
DESPLAZAMIENTO POR LA
ERUPCIÓN DEL VOLCÁN CHAITEN
El 2 de mayo de 2008, la ciudad de Chaitén,
ubicada en el extremo sur del país, tuvo que ser
evacuada debido a la explosión de uno de los
volcanes cercanos a la ciudad: el volcán Chaitén,
ubicado a unos 10,5 km al noreste de la ciudad. La
explosión originó una caída de cenizas que afectó
a Chaitén, Palena, Futaleufú, el norte de Aysén
y los sectores de Chubut y Esquel, en Argentina
(Marchant, 2010).
Las autoridades decidieron evacuar la ciudad;
se trasladaron 1.500 familias en 24 horas. En total
se trasladaron 4.700 personas desde Chaitén, que
en 24 horas fueron ubicados en ciudades como
Puerto Montt, Chiloé y Futaleufú, entre otros
(ONEMI, 2008). Las personas fueron ubicadas
en albergues temporales, que en algunos casos
duraron hasta 2 meses, además se les entregó un
bono por la emergencia y apoyo en alimentación
y vestuario.
Hasta el día de hoy, en los organismos
públicos, no existen datos sobre el destino de
los chaiteninos desplazados ni sobre el proceso
por el cual se localizaron en las viviendas en
donde actualmente viven. Según los relatos
que se han podido obtener a lo largo de esta
investigación (Inostroza & Millaquen, com. pers.
2013), el proceso que siguió a los albergues se
dio de manera individual, es decir, no existió un
procedimiento complementario a la entrega de
bonos para la compra de viviendas. Esto generó
que cada una de las familias gestionase la compra
de su nueva vivienda, desligándose así del grupo.
Según los relatos, no hubo un procedimiento
grupal para la reubicación de las familias después
de la estadía en los albergues. Así, cada una de las
familias buscó vivienda en el mercado inmobiliario
regular, negociando directamente con las empresas
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inmobiliarias y/o las corredoras de propiedades.
METODO
Participantes
Se utilizó una muestra no probabilística,
por conveniencia, compuesta por 144 habitantes
desplazados de la ciudad de Chaitén (N=144),
correspondientes a casi la totalidad del universo
de las seis localidades estudiadas: Futaleufú en la
provincia de Palena; Bosque Mar, Portal, Alerce
Norte, Altos de Alerce y Campos de Alerce en la
comuna de Puerto Montt.
La muestra final quedó compuesta por 144
participantes (95 mujeres y 49 hombres), con un
promedio de edad de 44,7 años (DS=17,57). El
44,44% de los participantes está casado, el 39,
58% es soltero y el 8,33% es viudo. En cuanto
a su nivel de estudios el 47, 91% no terminó su
educación escolar y el 42,36% sí lo hicieron. El
0,004% no terminó sus estudios técnicos, mientras
que el 9,02% sí lo hicieron. El 2,08% tiene estudios
universitarios completos y 9,02% incompletos.
La media de años viviendo en el barrio actual es
de 3,48 años. Un 86,11% tiene vivienda propia,
mientras que un 2,77% arrienda la vivienda y el
10,4% vive de allegado.
Procedimiento
La información obtenida mediante entrevista
a autoridades regionales y comunales indicaba que
la mayor población de desplazados de Chaitén se
encontraba en Chiloé y Puerto Montt. Tras visitar
distintas localidades en Chiloé, se constató que las
personas en su mayoría habían regresado a Chaitén,
por lo que se decidió realizar el levantamiento de
datos en Puerto Montt y Futaleufú. Para acceder
a las personas, se recurrió a informantes claves,
ex dirigentes sociales, quienes contactaron a cada
una de las personas para solicitar su participación.
Posteriormente, el equipo de investigación en
conversación telefónica, informó de los objetivos y
alcances de la investigación.
El levantamiento de datos se realizó durante
un fin de semana, con 8 entrevistadores que,
luego de una fase de entrenamiento, realizaron la
56
H. BERROETA et al.
aplicación del cuestionario. Éste, se efectuó casa
a casa, con un tiempo estimado de 40 minutos.
Se solicitó la participación voluntaria, se dieron a
conocer los objetivos y alcances de la participación
y se obtuvo el consentimiento informado,
explicitando las condiciones de confidencialidad
respecto de los antecedentes personales de los
participantes.
Instrumentos
Apego de Lugar. Para medir la vinculación
afectiva se utilizó la escala global de Apego de
Lugar de Hidalgo y Hernández (2001). La escala se
compone de cinco ítems con formato de respuesta
tipo Likert (1 = Nada a 6 = Muchísimo), que debían
ser respondidos en relación al Barrio de origen, al
Barrio actual y a la ciudad actual. Por ejemplo: “Me
gustaba vivir en ese barrio”. Se realizó un análisis
factorial exploratorio corroborando la estructura
factorial de la escala original y la confiabilidad de
la escala fue medida mediante el coeficiente Alpha
de Cronbach, cuyo resultado para Apego de Barrio
pasado (PABp) fue de 0,912, para Apego de
Barrio actual (PABa) de 0,929, y para Apego de
Ciudad (PAC) de 0,951. El puntaje individual en
la escala se obtuvo calculando el promedio de los
cinco ítems.
Para medir el Apego Social y Espacial, se
adaptó las escalas de Scannell y Gifford (2010).
Las escalas se componen de cuatro y cinco ítems
respectivamente, con formato de respuesta tipo
Likert (1 = Nada a 6 = Muchísimo), los que debían
ser respondidos en relación al Barrio de origen y
al actual. Por ejemplo: “Esa comunidad reflejaba
quien yo soy” y “Los espacios públicos del barrio
eran importantes para mí”. Se realizó análisis
factorial exploratorio corroborando la estructura
factorial de las escalas originales y la confiabilidad
de la escala, medida mediante el coeficiente Alpha
de Cronbach fue, para el Apego Social pasado
(PASBp) de 0,914, para el Apego Espacial pasado
(PAEBp) de 0,884, para el Apego Social actual
(PASBa) de 0,898 y para el Apego Espacial actual
(PAEBa) de 0,885. El puntaje individual en la escala
se obtuvo calculando el promedio de los ítems.
Identidad de Lugar. Para medir el grado de
identificación con el lugar se utilizó la escala global
de Identidad de Lugar de Vidal et al. (2010). Las
escala se compone de cinco ítems con formato de
respuesta tipo Likert (1 = Nada a 6 = Muchísimo),
que debían ser respondidos en relación al Barrio
de origen y al actual y a la ciudad. Por ejemplo:
“Este barrio forma parte de mi Identidad”. Se
realizó análisis factorial exploratorio, corroborando
la estructura factorial de la escala original y la
confiabilidad de la escala, medida mediante el
coeficiente Alpha de Cronbach fue, para Identidad
de Lugar pasado (PIBp) de 0,920, para Identidad
de Lugar actual (PIBa) de 0,892, y para Identidad
de Ciudad (PIC) de 0,930. El puntaje individual en
la escala se obtuvo calculando el promedio de los
cinco ítems.
Sentido de Comunidad. Para la medida de
Sentido de Comunidad, se adaptó la escala breve
de Long y Perkins (2007). Las escala se compone
de ocho ítems con formato de respuesta tipo
Likert (1 = Nada a 6 = Muchísimo), que debían
ser respondidos en relación al Barrio actual. Por
ejemplo: “Mucho de mis vecinos me conocen”.
Se realizó un análisis factorial exploratorio,
corroborando la estructura original de la escala y
la confiabilidad de la escala, medida mediante el
coeficiente Alpha de Cronbach fue de 0,838. El
puntaje individual en la escala se obtuvo calculando
el promedio de los ocho ítems.
Participación Cívica. Para la medida de
Participación Cívica se adaptó la escala de Perkins,
Florin et al. (1990). La escala se compone de
diez ítems con formato de respuesta tipo Likert
(1 = Nada a 6 = Muchísimo), que debían ser
respondidos en relación al Barrio actual. Por
ejemplo: “Participa de alguna forma en su junta
de vecinos”. Se realizó un análisis factorial
exploratorio que corrobora la dimensionalidad de
la escala original y la confiabilidad de la escala,
medida mediante el coeficiente Alpha de Cronbach
fue de 0,909. El puntaje individual en la escala se
obtuvo calculando el promedio de los diez ítems.
Satisfacción Residencial. La medida de
Satisfacción Residencial se realizó a partir de la
adaptación de la escala propuesta por Amérigo
(1990). Las escala se compone de cuatro ítems
con formato de respuesta tipo Likert (1 = Nada
a 6 = Muchisimo), que debían ser respondidos
en relación al Barrio, a la vivienda, a los vecinos
y global actual. Por ejemplo: “cuán satisfecho se
siente con su casa”. Se realizó un análisis factorial
57
VINCULOS SOCIOESPACIALES EN DESPLAZADOS DE CHAITEN
exploratorio que corrobora estructura de la escala
original y, la confiabilidad de la escala, evaluada
mediante el índice de Alpha de Cronbach fue de
0,858.
Tabla 1. Media obtenida para los diferentes
factores estudiados
µ
Error típ.
PABp
5,09
.097
PABa
3,22
.123
Para estudiar la validez y confiabilidad de las
escalas, se efectuó Análisis Factorial Exploratorio
(AFE) y se empleó el índice de Alfa de Cronbach,
respectivamente. Se realizaron estadísticas
descriptivas de los datos, Análisis de la Varianza
(ANOVA) y se estimaron correlaciones bivariadas
(Pearson).
PIBp
4,92
.099
PIBa
2,92
.110
PASBp
4,85
.112
PASBa
2,94
.119
PAEBp
4,59
.105
RESULTADOS
PAEBa
2,59
.105
PSCB
3,61
.101
PPC
1,57
.047
PAC
2,97
.118
PIC
2,90
.099
PSRB (Satisfacción Residencial barrio).
3,87
.119
PSRC (Satisfacción Residencial casa)
4,76
.108
PSRV (Satisfacción Residencial vecinos)
3,97
.121
PSRG
4,15
.114
Estrategia de Análisis de datos
Respecto de las medias reportadas en
la Tabla 1, la más elevada corresponde a PABp
(5,09), mientras que la más baja es PPC (1,57). Se
aprecia que cada una de las variables medidas con
respecto al barrio pasado (PABp, PIBp, PASBp y
PAEBp) tiene una media mayor que su contraparte
en las variables medidas con respecto al barrio
actual (PABa, PIBa, PASBa y PAEBa).
En la Figura 1, se presentan las medias
marginales de Apego Barrio Pasado (PABp)
Sub-escala
Fig. 1. Medias marginales estimadas para Apego de Barrio (Pasado y Actual)
58
H. BERROETA et al.
Tabla 2. Años Viviendo en el Barrio para variables en estudio.
Variable
PABp
PIBp
PASBp
PAEBp
PSCB
PAC
PSRB
PSRV
Rango
Media
DS
1
4,17
1,41
2
5,42
0,88
3
5,37
0,99
Variable
PABa
Rango
Media
DS
1
4,23
1,36
2
2,77
1,28
3
3,45
1,60
1
3,75
1,40
2
2,60
1,20
3
2,99
1,37
1
3,59
1,40
2
2,52
1,29
1
3,99
1,39
2
5,34
0,76
3
5,25
1,00
1
4,05
1,26
2
5,19
1,25
3
5,34
1,00
3
3,28
1,54
1
3,59
1,16
1
3,57
1,21
2
4,90
0,95
2
2,10
1,05
3
5,05
1,05
3
2,54
1,19
1
3,57
1,11
1
1,57
0,53
2
3,53
1,26
2
1,51
0,47
3
3,90
1,16
3
1,69
0,71
1
3,95
1,40
1
3,64
1,24
2
2,60
1,25
2
2,44
0,95
3
3,12
1,55
3
3,12
1,27
1
4,31
1,19
1
4,93
1,13
2
3,72
1,47
2
4,72
1,14
3
3,95
1,57
3
4,95
1,46
1
4,66
1,39
2
3,94
1,36
3
4,29
1,31
1
4,14
1,09
2
3,74
1,53
3
4,32
1,47
(5,09) y Apego Barrio Actual (PABa) (3,22). La
diferencia entre ambas medias es estadísticamente
significativa, F (1, 143)= 109,93; p= 0,000.
Referente a la variable Intención de cambio
de casa, del total de la muestra sólo un 25,69%
manifestó que antes de la erupción del volcán sí
tenía intenciones de cambiarse de casa. Entre este
último grupo y el grupo de quienes manifestaron
que no tenían intención de cambiarse de casa, se
observan diferencias estadísticamente significativas
en todas las variables medidas relativas al sitio de
residencia anterior (PABp (F (2, 141)= 21,95,
p= 0,000), PIBp (F(2, 141)= 15,49, p= 0,000),
PASBp (F(2, 141)= 17,09, p= 0,000),, (F(2, 141)=
4,79, p= 0,010). No se encontraron diferencias
PIBa
PASBa
PAEBa
PPC
PIC
PSRC
PSRG
significativas en cuanto a las mediciones referidas
a la vivienda actual, en donde PABa (p = ,161),
PIBa (p = ,425), PASBa (p = ,357), PAEBa (p =
,953), PSRB (p = ,469), PSRV (p = ,109) y PSRG
(p =,974).
En cuanto a las diferencias detectadas con
respecto al Tipo de tenencia de la vivienda, es
decir: ser y/o haber sido propietario (Pr; ser y/o
haber sido arrendatario (Ar), o haber tenido otro
tipo de tenencia (Otr) se encontraron diferencias
significativas inter-grupos en PIBp (F (3, 140)=
4,39, p= 0,005) y PASBp (F(3, 140)= 5,67, p=
0,001).
Otro de los intereses de la investigación fue
describir las variables en estudio para cada rango
VINCULOS SOCIOESPACIALES EN DESPLAZADOS DE CHAITEN
de Años viviendo en el barrio (Tabla 2). Para esto,
se recodificó la medida de años viviendo en el
barrio en tres rangos: 1, 2 y 3. El rango 1 = 1 a
2,9 años; el rango 2 = 3 a 4,9 años; y el rango 3
= 5 a 6 años. Del total de la población encuestada,
un 24,78% está en el rango 1, un 42,73% en el
rango 2 y un 32,47% en el rango 3. En la Figura 3
se pueden apreciar las diferentes medias obtenidas
para cada rango en cada una de las variables.
En cuanto a las variables descritas en la
Tabla 2, se obtuvo diferencias estadísticamente
significativas de acuerdo a los años viviendo en el
Barrio para: PABp(F (2, 114)= 14,53, p= 0,000),
PABa(F (2, 114)= 9,84, p= 0,000), PIBp(F
(2, 114)= 17,90, p= 0,001), PIBa(F (2, 114)=
7,02, p= 0,001), PASBp(F (2, 114)= 11,42, p=
0,000), PASBa (F (2, 114)= 6,24, p= 0,000),
PAEBp (F (2, 114)= 19,14, p= 0,000), PAEBa (F
(2, 114)= 15,30, p= 0,000), PAC (F (2, 114)=
8,67, p= 0,000) y PIC (F (2, 114)= 10,82, p=
0,000),. Mientras que no presentaron diferencias
significativas: PSCB (p = ,316), PPC (p = ,000),
PSRV (p = ,154), PSRC (p = ,644), PSRB (p =
,221)y PSRG (p = ,078).
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Las discusiones se desarrollarán a partir
de los objetivos propuestos en este estudio,
para posteriormente referirnos al proceso de
desplazamiento que se siguió tras la erupción del
volcán Chaitén.
Un primer objetivo fue describir los niveles
actuales de Satisfacción Residencial, Sentido
de Comunidad y Participación Cívica. En los
resultados podemos observar que si bien la
Satisfacción Residencial global se encuentra por
sobre el punto medio de la escala, es la satisfacción
con la vivienda la que alcanza un mayor valor,
ubicándose en el rango conceptual “bastante” en la
escala, a diferencia de la satisfacción con el barrio y
los vecinos que se ubica en el rango “poco”. Por su
parte el Sentido de Comunidad supera levemente
el punto medio de la escala, ubicándose también en
el rango conceptual “poco”. El valor más extremo
es el de Participación Cívica, cuya media es muy
cercana al valor 1, que expresa la no participación
(“nada”).
Estos resultados son consistentes entre sí
59
y con la literatura; el desplazamiento a un nuevo
barrio ubicado en una ciudad distante, provoca
una desvinculación con la comunidad de origen
y un sentimiento de desarraigo (Fried, 1963) que
dificulta la valoración e inserción en nuevas redes
comunitarias. En este caso, la entrega de un bono
individual a cada familia propició una búsqueda
individual de viviendas, que consolidó aún más la
desvinculación con la comunidad de origen.
Un segundo objetivo, fue describir los niveles
presentes y pasados de Apego e Identidad de
lugar. Al respecto, existen diferencias significativas
entre estos valores. Mientras el Apego de lugar
y la Identidad de lugar, en relación al lugar de
origen (Chaitén) alcanzan una media de 5 puntos
(“mucho”), en relación al lugar actual de residencia
bordea los 3 puntos (“algo”).
La relación de Apego con el barrio en
Chaitén es significativamente mayor que la que
se tiene con el barrio actual, evidenciando lo
fundamentales que son los lugares en la vida de las
personas (Hernández et al. 2007).
Al desagregar el Apego de lugar en sus
componentes social y espacial, los resultados son
similares; la gente desplazada tiene todavía hoy,
mayor Apego a Chaitén que al barrio en el que
actualmente viven.
En relación a su situación actual, si
comparamos las medias de Apego de Lugar e
Identidad de lugar, entre el barrio y la ciudad, no
observamos diferencias importantes. Es decir las
personas desplazadas de Chaitén tampoco han
establecido un arraigo significativo con la ciudad de
acogida.
En suma, las diferencias que se reportan
entre el lugar pasado y el presente evidencian
una clara disrupción del vínculo con el lugar
(Manzo, 2014; Mihaylov & Perkins, 2014) tras
el desplazamiento. Las personas no se sienten
vinculadas afectivamente con su nuevo entorno,
ni identificadas con él, tanto a nivel de sus barrios
como de la ciudad.
La disrupción del vínculo con el lugar es
tanto social como espacial. Sí compartimos con
Stedman (2002) que el significado de lugar es
previo a la conformación del vínculo espacial y
con Gustafson (2001) que los significados del
lugar se configuran a partir de las experiencias
directas con el espacio, sus características físicas
60
H. BERROETA et al.
y el grado en que este es asociado con otras
personas; podemos teorizar que la distancia y las
dificultades de acceso entre el lugar de origen y
el actual, inciden en la ausencia de experiencias
previas sostenidas con el entorno actual; que el
cambio de un paisaje semi urbano en Chaitén
a un paisaje completamente urbano en Puerto
Montt afectan la imaginabilidad (Lynch, 1966) del
entorno, dificultando la lectura y la orientación
espacial (Aragonés & Arredondo, 1985) y que la
ausencia de redes sociales en el lugar dificultan
la interacción necesaria para la asociación de
lugares a personas y colectivos.
Por último, cabe señalar que desde un punto
de vista teórico, la similitud de valores reportados
entre Apego e Identidad de lugar, confirman la
relación estrecha entre estos dos tipos de vínculos
con el lugar, sugeridos por Hernández et al. (2007,
2010), e incluso, aportan respaldo a las propuestas
reciente (Lewicka, 2011) que sitúan al Apego de
Lugar como un concepto integrador.
Finalmente, el tercer objetivo fue identificar
diferencias en cada una de las variables medidas,
según la tenencia de la vivienda, la intención previa
al desplazamiento de cambiar de residencia y los
años de residencia en el barrio actual.
Si bien la descripción de las variables según
la forma de tenencia de la vivienda, estableció que
las únicas diferencias significativas inter-grupos se
dan entre la Identidad de Lugar pasado y Apego
Social de Lugar pasado, llama la atención que
sistemáticamente sin importar si las personas
fuesen propietarios, arrendatarios o tuviesen
alguna otra relación con la vivienda, siempre los
valores registrados con respecto al pasado fueron
mayores a los registrados con respecto al presente.
En cuanto a la intención de cambiar de
residencia (ICR) antes de la erupción del volcán,
todas las medias con el lugar pasado, es decir
Chaitén, fueron significativamente mayores
para quienes no tenían intención de cambiar de
residencia. Es decir, quienes querían seguir en
su residencia en Chaitén manifestaron medias
significativamente mayores en cuanto al Apego de
Lugar pasado, Identidad de Lugar pasado, Apego
Social pasado, Apego Espacial pasado. Sólo en dos
variables de la vinculación con la residencia actual,
la diferencia de medias fue significativa: Sentido
de Comunidad y Satisfacción Residencial con la
vivienda. Que ninguna otra variable en relación con
la residencia actual presente diferencias significativa
y que, sus medias hayan sido sistemáticamente
más altas para quienes sí manifestaron ICR, puede
indicar que la ICR es una variable significativa en
cuanto a la construcción de vínculos sociales y
espaciales referidas a la vivienda anterior, es decir,
de la cual alguien se ha visto desplazado, pero no
lo es para la construcción con la residencia actual,
como señalan Kearns y Mason (2013), el deseo de
base existente en las personas de querer moverse
del lugar de origen media en la experiencia de
desplazamiento.
Los resultados obtenidos en cuanto a ICR,
no avalarían entonces lo propuesto por Tabernero,
Briones y Cuadrado (2010). Ellos plantean que la
satisfacción con los vecinos, la calidad de la vivienda
y la intención de cambio de residencia actúan como
predictores de la Satisfacción Residencial. Sin
embargo, en esta investigación, la satisfacción con
los vecinos (PSRV) presentó medias de diferencia
no significativa entre quienes manifestaron ICR y
quienes no, siendo levemente mayor para estos
últimos. En satisfacción con la vivienda (PSRC),
la diferencia de medias sí fue significativa, siendo
mayor para quienes sí manifestaron ICR. A pesar de
que estas diferencias de medias, según Tabernero
et al. (2010), deberían predecir una diferencia
significativa en cuanto a Satisfacción Residencial
general (PSRG), esto no se dio.
Finalmente, en cuanto a los años de
residencia en el barrio, lo más interesante es que,
en todas las medidas que tuvieron diferencias
significativas con respecto al barrio actual, la
media más alta se dio siempre en el primer rango
de años (1 a 2 años). Por otra parte, todas las
medidas que tuvieron diferencias significativas con
respecto al barrio pasado, la media más alta se dio
siempre en el segundo o tercer rango de años. Lo
que podría referir a que cuando se ha vivido un
desplazamiento, el Apego, la Identidad, el Apego
espacial y el Apego social, sólo son mayores en
los primeros 2,9 años de vivir en el nuevo barrio,
pero luego decae y aumenta el Apego por el barrio
pasado, todas las medias máximas en la medición
de las variables que hacen referencia al pasado,
fueron mayores que las medias de las variables que
hacen referencia al barrio actual.
Los resultados de esta investigación, al igual
VINCULOS SOCIOESPACIALES EN DESPLAZADOS DE CHAITEN
que el estudio pionero de Fried (1963) sobre el
desplazamiento forzado en familias pobres, constata
que la pérdida de un lugar importante representa
un cambio que afecta la experiencia de continuidad
temporal, social y espacial en las personas. La
experiencia de desplazamiento no es sólo física, es
un desplazamiento social y psicológico (Kearns &
Mason, 2013).
En el caso de los desplazados de Chaitén,
esto se agudiza, en tanto no se siguió ninguna
acción específica para proteger los vínculos
espaciales y sociales de las personas. La estrategia
que se siguió, como en muchos otros casos,
estuvo centrada exclusivamente en la vivienda, y
como hemos demostrado, la satisfacción con la
vivienda no se asocia a valores altos de Sentido
de Comunidad, Participación, Apego de Lugar o
Identidad de Lugar. Políticas centradas en la sola
satisfacción de las personas con su vivienda, no
aseguran una mayor calidad de vida.
Es
fundamental
seguir
investigando
los procesos socioespaciales asociados al
desplazamiento a consecuencia de desastres
socio naturales en Chile, se requieren estudios
comparados que contrasten diferentes experiencias
y estrategias de desplazamiento, que aporten
información empírica para el diseño de políticas
más integrales y respetuosas con las comunidades
involucradas.
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