El huerto familiar biointensivo
Introducción al método de cultivo biointensivo,
alternativa para cultivar más alimentos
en poco espacio y mejorar el suelo
México 2010
El huerto familiar biointensivo
Introducción al método de cultivo biointensivo,
alternativa para cultivar más alimentos en poco espacio y mejorar el suelo
Primera edición: 2009
Primera reimpresión: 2010
D.R. © Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
Bulevar Adolfo Ruiz Cortines 4209, Col. Jardines en la Montaña,
Tlalpan, 14210, México, D.F.
www.semarnat.gob.mx
Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable
Progreso 3, planta alta, Col. del Carmen,
Coyoacán, 04100, México, D.F.
Teléfono: (01 55) 5490 0900 ext. 15579
http://cecadesu.semarnat.gob.mx
ISBN 978-968-817-931-4
Ilustraciones: Ricardo Figueroa
Impreso y hecho en México en papeles 100 por ciento reciclados y con tintas vegetales .
PROHIBIDA SU VENTA
Contenido
Presentación
5
Introducción
7
Suelo vivo
9
Para comenzar nuestro huerto familiar
10
Herramientas recomendadas
11
Preparación de la cama de cultivo
11
Doble excavación
13
Uso de composta y otros abonos
16
Siembra cercana
20
Asociación de cultivos
23
Rotación de cultivos
26
Uso de semillas de polinización abierta
28
Cultivos para la producción de composta
30
Cuidado integral
31
Anexos
33
Glosario
39
Agradecimientos
El Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable (Cecadesu), de la Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), agradece a José Agustín Medina Macías la redacción del texto
original, así como a Juan Manuel Martínez Valdez de Ecopol, John Jeavons de Ecology Action y al Instituto del
Medio Ambiente del estado de Aguascalientes por la utilización de los materiales publicados previamente.
Presentación
La necesidad de satisfacer la demanda de alimentos sanos para una población
creciente, así como el grave deterioro del suelo son problemas que en el plano
nacional y mundial es indispensable afrontar. El manual El huerto familiar
biointensivo plantea respuestas y una alternativa al alcance de cualquier
persona. Es un apoyo práctico y de fácil aplicación para cultivar, en pequeñas
supericies y de forma manual e intensiva, un huerto con técnicas sustentables
y amigables con el medio ambiente.
El huerto biointensivo tiene sus orígenes en el grupo Ecology Action, de John
Jeavons, en California, Estados Unidos, hace más de 30 años. Es un sistema
de producción basado en la utilización de insumos locales, sin maquinaria ni
fertilizantes o insecticidas comerciales, para evitar daños al ambiente o a la
salud de la gente y los ecosistemas.
Este método requiere el esfuerzo humano y herramientas sencillas como el
bieldo, el rastrillo, la pala. Los insumos se basan en la composta, abonos verdes,
estiércoles y residuos de plantas, y aprovecha las cualidades de ciertas plantas
para repeler algunas plagas de los cultivos.
Esta publicación describe los principios fundamentales del método de agricultura
biointensiva: la doble excavación; el uso de composta y abonos orgánicos; la
siembra cercana (uso intensivo del suelo); la asociación y rotación de cultivos;
el uso de semillas de polinización abierta; el cultivo para la producción de
composta y la generación de carbono y calorías y el cuidado integral. Con este
método es posible obtener mayores rendimientos que con la forma tradicional
de cultivo, además de que se enriquece paulatina y sostenidamente el suelo.
Esperamos que este manual sea de utilidad, y que el método se difunda entre
los usuarios y comunidades interesadas en el cuidado del medio ambiente y en
producir de una manera sencilla y sana para vivir mejor.
Introducción
El suelo es uno de los recursos más valiosos de los seres vivos y del planeta,
por lo que es necesario cuidarlo, abonarlo y mantenerlo limpio de químicos
tóxicos. El huerto familiar se hace en un terreno pequeño cercano a la casa
para cultivar hortalizas y alimentar a nuestra familia. Proporciona vegetales
nutritivos y fortalece el suelo con composta y la siembra de cultivos especiales.
Para controlar plagas no utiliza insecticidas, herbicidas o fungicidas. Tampoco
emplea fertilizantes químicos, ya que el uso de abonos naturales proporciona
beneicios al suelo, el agua, las plantas, los animales y las personas, además de
que representa menos gastos de producción.
La palabra biointensivo se reiere al desarrollo biológico potente del suelo,
mientras que el método biointensivo es un tipo de agricultura viable para la
producción orgánica e intensa de alimentos, que no emplea maquinaria ni
químicos. En la década de los ochenta del siglo pasado, en California, Estados
Unidos, Ecology Action (Acción Ecológica) inició este método y ahora se usa
en más de 130 países.
El método replica a la naturaleza, lo que implica que el huerto siempre esté
cultivado. Las plantas deben colocarse juntas para que se cubran, protejan y
se den sombra, favorecer la retención de agua en el suelo y que no crezca la
maleza.
El huerto debe estar cerca de fuentes de agua; protegido de animales, vientos,
corrientes de agua, y recibir luz abundante. El tamaño depende de las necesidades
familiares y/o del terreno libre: desde dos hasta 100 metros cuadrados, o
incluso más. Para tener un huerto con el método biointensivo debemos cumplir
escrupulosamente los siguientes principios o fundamentos:
•
•
•
•
•
•
•
Doble excavación.
Uso de composta.
Siembra cercana.
Asociación y rotación de cultivos.
Uso de semillas de polinización abierta.
Cultivo para la producción de composta y generación de carbono y calorías.
Cuidado integral.
En este manual se presentan estos principios de manera sencilla y práctica
para que cualquier persona interesada pueda establecer un huerto familiar
biointensivo en buenas condiciones, construir un suelo vivo y fértil, y obtener
alimentos.
Suelo vivo
El suelo es el elemento fundamental para que nuestro huerto familiar
biointensivo tenga elevados rendimientos, donde las plantas obtienen lo
necesario para crecer, dar frutos y semillas de buena calidad. El suelo debe tener
vida abundante (bacterias, hongos, insectos) y restos de plantas, como raíces,
tallos y hojas; es decir, materia orgánica.
El suelo, al igual que
una persona, nace,
crece, se alimenta,
se puede enfermar y
muere. Por eso, antes
de poner un huerto,
debemos conocer los
cuidados y la “nutrición”
que requiere el suelo
para obtener cosechas
sanas y abundantes.
En el suelo hay presencia de:
Aire. El suelo debe tener espacio para el crecimiento de las raíces y el movimiento
de los organismos. En un suelo apretado, sin aire, es difícil mantener la vida.
Agua. El suelo debe tener suiciente humedad para que las plantas absorban los
nutrientes y para que los microorganismos obtengan agua.
Materia orgánica. Está formada por restos de plantas, insectos, bacterias,
hongos y excrementos. Permite que muchos de los minerales y nutrientes
lleguen a las plantas y le den estructura o cuerpo al suelo.
Minerales. Ayudan al crecimiento sano de las plantas.
Plantas (vegetación). Las raíces de las plantas le dan estructura al suelo (lo
retienen y sostienen) y evitan que se desgaste, deslave o erosione. Por ello, el
suelo siempre debe estar protegido por plantas.
Si se considera la importancia de estos componentes y se aplican los principios
del método biointensivo, favoreceremos la vida en el suelo y restituiremos su
fertilidad, o podremos formarlo si no tenemos el suiciente en nuestro terreno.
Un suelo sano y bien alimentado proporciona a la planta lo necesario para su
crecimiento sano y fuerte, con frutos y nutrientes abundantes para nuestra
familia.
Para comenzar
nuestro huerto familiar
Lo primero es planear nuestro huerto y después cumplir con las siguientes
recomendaciones:
1. Elegir el lugar donde colocar el huerto.
2. Veriicar que el suelo sea adecuado o por lo menos que no haya rocas
grandes. Si el terreno es rocoso podemos formar poco a poco suelo, por lo
que se sugiere hacer canteros o cajones para ahí comenzar a formar suelo.
3. El huerto debe orientarse de norte a sur, es decir, a lo largo, para que reciba
la mayor cantidad de luz posible.
4. El huerto debe estar junto a una cerca o algunos árboles para protegerlo de
los vientos fuertes.
5. Hay que cercarlo para impedir la presencia de animales silvestres y
domésticos.
6. El tamaño del huerto depende de las necesidades de la familia y/o del
terreno disponible.
7. En la planeación y distribución de las camas de cultivo se debe cuidar que el
huerto sea fácil de trabajar, esté bonito y protegerlo de corrientes de agua.
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Herramientas
recomendadas
Las herramientas de trabajo deben ser sencillas y funcionales. No necesitamos
herramienta o maquinaria costosa y complicada. Recomendamos bieldo jardinero,
pala recta, rastrillo, cultivador largo, cultivador, trinche y cuchara para trasplante.
Además, se requiere un cuchillo plano, redondo y sin ilo para el trasplante del
almácigo, cubetas de 20 litros y tabla para trasplante y doble excavado de 1.4
metros por 0.8 metros y 12 milímetros de grosor. El pico y azadón, o pala de
cuchara, son opcionales.
1. Bieldo jardinero
2. Pala recta
Estas herramientas cuidan el suelo, no se requiere gran esfuerzo físico para
utilizarlas y son económicas.
Preparación
de la cama de cultivo
La cama de cultivo (también conocida como cantero, camellón, tablón o
melga) es el área donde vamos a transplantar o plantar. El paso más importante
en el método biointensivo es su preparación. Se necesita crear una estructura
de suelo ideal y los nutrientes apropiados para que las plantas crezcan sanas y
constantemente.
3. Rastrillo
4. Cultivador largo
5. Cultivador
6. Trinche
7. Cuchara para trasplante
La tierra loja y fértil permite que las raíces penetren con facilidad y que
continuamente circulen nutrientes hacia el tallo y las hojas. Por tanto, una
planta de almácigo transplantada en un suelo aireado, húmedo, con materia
orgánica y nutrientes naturales se desarrollará muy fuerte y resistente a las
plagas y enfermedades.
Las dimensiones ideales de la cama son 6.5 metros de largo, 1.5 metros de
ancho y 60 centímetros de profundidad. Los pasillos deben medir entre 50
y 40 centímetros. En todo caso, el largo de la cama depende del terreno
adecuado disponible. Se recomienda empezar con una cama para desarrollar
habilidades y después aumentar el número en los años siguientes hasta cumplir
nuestra meta.
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El ancho de la cama lo determina principalmente el largo de los brazos de la
persona que cultivará la cama. Para calcularlo se mide la distancia de la punta de
la nariz a la punta de los dedos de la mano y se multiplica por dos.
El riego, abonado, deshierbe y cosecha se deben hacer desde fuera de la cama;
si se hace más de una, se tiene que considerar el ancho de los pasillos para
no pisarla y no compactar el suelo. Cuando realizamos la doble excavación
y el trasplante utilizamos la tabla mencionada en la sección Herramientas
recomendadas.
Mucha gente piensa que la profundidad de la cama que sugerimos es excesiva,
pues la mayoría de las herramientas manuales y la maquinaria agrícola sólo
llegan a penetrar 30 centímetros en el suelo. No obstante, si investigamos la
extensión de las raíces, comprenderemos la importancia de nuestra recomendación:
lechuga, 1.20 metros; zanahoria, 2.38 metros; maíz, 1.20 metros; jitomate,
1.22 metros; betabel, 3 metros; alfalfa, 20 metros; colilor, 90 centímetros.
Las plantas se alimentan por las raicillas o los pelos de las raíces. Si el suelo está
lojo y con la profundidad adecuada, la planta desarrollará más pelos, los cuales
penetrarán más hondo. Así, la planta se alimentará con facilidad y crecerá mejor,
al no gastar mucha energía en perforar la tierra. Las raíces bien desarrolladas
aumentan la resistencia de las plantas a las plagas y enfermedades.
Para trazar la cama debemos colocar cuatro estacas, una en cada esquina, y
amarrar y extender una cuerda, mecate o raia entre ellas para delimitarla.
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Doble excavación
Éste es el primero y uno de los más importantes principios del método de
cultivo biointensivo, pues su práctica permite la entrada de aire al suelo, con lo
que ayudamos a que la vida se desarrolle mejor y se retenga más agua para las
plantas. En pocas palabras: la doble excavación nos ayudará a que cada cama
sea como un enorme y esponjoso pastel viviente.
Antes de iniciar, debemos preparar bien el terreno, es decir, crear las condiciones
necesarias para que el esfuerzo sea menor. Si cultivamos por primera ocasión
una cama debemos hacer lo siguiente:
1. Si el suelo está seco y es muy arcilloso, después de trazar bien la cama,
es recomendable regarlo media hora por la tarde o noche durante tres
días.
2. Posteriormente se deshierba y con el bieldo jardinero se alojan los primeros
30 centímetros de suelo.
3. Se vuelve a regar la cama, pero ahora por 45 minutos, de preferencia por la
tarde, y se deja que el suelo descanse un día.
4. Para mejorar la textura del suelo, si éste es muy arcilloso, se puede esparcir
una cubeta y media de arena por cama.
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5. Dependiendo de las condiciones del suelo se deben incorporar a la cama
(por cada 10 metros cuadrados) las siguientes cantidades de composta:
• Si es buen suelo seis cubetas de 20 litros.
• Si es muy pobre, no tiene suiciente materia orgánica o es muy arenoso
o arcilloso, 12 cubetas de 20 litros sólo una vez.
• Es preferible tener composta antes de comenzar nuestro huerto, pero
si no se cuenta con ella, podemos añadir estiércol seco y fermentado
(maduro), aproximadamente unas tres cubetas la primera vez.
6. Se riega la cama ligeramente, a mano durante 10 minutos, y se tapa de
preferencia con costales, plástico o si es posible con malla sombra; se deja
descansar un día.
La doble excavación se realiza una vez al año, de preferencia para los cultivos
de primavera-verano, ya que a inicios de esta última estación comienzan las
lluvias, por lo que con los 60 centímetros de suelo lojo se tendrá mayor
capacidad para captar agua suiciente y tener reserva para los cultivos de
invierno.
Para la doble excavación necesitamos una pala recta, el bieldo jardinero, el
rastrillo, el cultivador largo y la tabla. Debemos ejecutar los siguientes pasos:
1. Cavar en un lado de la cama una zanja de 30 centímetros de profundidad
y 40 centímetros de ancho; el largo dependerá de lo ancho de la cama. La
tierra que se saca se coloca en las cubetas (aproximadamente siete), para
después hacer la composta y los almácigos.
2. Alojar la tierra del fondo de la cama con el bieldo jardinero a 30 centímetros
de profundidad; si el suelo está muy seco o compacto se le puede agregar el
agua necesaria.
3. Si es la primera vez que se realiza la doble excavación en la cama y la tierra
es muy pobre en nutrientes y materia orgánica, se debe poner en el fondo
de la zanja una capa de cuatro centímetros de composta o de un centímetro
de estiércol maduro.
4. En los siguientes 30 o 40 centímetros, excavar otra zanja, y con la tierra de
esta segunda zanja tapar la primera.
5. En la segunda zanja alojar otra vez el fondo de la cama con el bieldo
jardinero y repetir los pasos dos al cinco hasta terminar la cama.
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6. Usar la primera tierra que se sacó y que metimos en las siete cubetas para
la composta, los almácigos o para tapar la última zanja.
7. Nivelar la cama con el rastrillo.
8. Esparcir sobre la supericie de la cama siete cubetas de 20 litros con
composta; si se tiene también agregar los abonos órganicos recomendados
en las sección Uso de composta y otros abonos.
9. Incorporar estos nutrientes picando con el cultivador largo o el rastrillo.
10. La cama está lista para sembrar o transplantar.
11. Si no se va a sembrar o transplantar ese mismo día, se recomienda regar la
cama tres minutos a mano, imitando la lluvia, y se tapa con costales, tela o
malla sombra.
1
Con la doble excavación alojamos la tierra a 60 centímetros de profundidad.
Es posible que la primera vez sólo se alcancen de 35 a 45 centímetros de
profundidad. No hay que preocuparnos, está bien para un inicio, no es necesario
forzarnos demasiado ni maltratar las herramientas; con el paso de los años cada
vez que se realice la doble excavación la profundidad aumentará entre siete y
15 centímetros gracias a las raíces de las plantas, las lombrices, los ácidos de la
composta y la constante humedad.
La cama así preparada tiene la textura y los nutrientes apropiados para ser
sembrada. A pesar de haber tomado de cinco a siete cubetas de suelo, la altura
de la cama se eleva entre cinco y diez centímetros. Lo importante es añadir
oxígeno al suelo y con la doble excavación lo incorporamos y ayudamos a la
vida en el suelo, lo que hará una cama saludable con plantas sanas.
Uso de composta
y otros abonos
El objetivo de utilizar abonos es mejorar la calidad de nuestro suelo año con
año, cuando fertilizamos la cama de cultivo. Muchos minerales y nutrientes
los podemos encontrar en algunos tipos de abonos o en la composta, que es
el mejor abono que podemos producir en nuestro huerto familiar biointensivo.
Usaremos como abono estiércoles, fertilizantes orgánicos (de origen natural)
y, de preferencia, composta.
Si nuestro suelo no
tiene 60 centímetros de
profundidad y la mayoría
es roca, es posible hacer
las camas elevadas,
elaborando composta y
creando suelo por encima
del nivel. Podemos
colocar ladrillos o tablas
para que el suelo no se
desparrame, es decir,
hacer canteros o cajones
largos donde depositar el
suelo. A esto se le conoce
como camas elevadas.
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Composta
Podemos producir este abono casi sin costo y en un tiempo relativamente corto.
Para ello necesitamos:
•
•
•
Materia verde (vegetación verde). Son las plantas verdes que cortamos
o que podemos sembrar para este propósito como las leguminosas y las
hojas verdes de algunos árboles, entre otras. También se incluyen los
desperdicios de alimentos.
Materia seca (vegetación seca). Son las plantas secas como la paja, que
puede ser de maíz, el pasto seco y la paja de los cereales como el trigo, por
ejemplo.
Suelo de la cama. Cuando hacemos la doble excavación quitamos algo de
suelo de la cama, que es posible usar para hacer composta.
Al elaborar la composta debemos incorporar cantidades proporcionales de
materias verde y seca y de suelo o tierra. También podemos añadir cascarones
de huevo, tortillas secas, huesos deshidratados (secos, sin carne), en la parte de
la materia verde. No debemos agregar residuos que contengan grasa.
Para hacer la composta:
1. Se traza un cuadrado. El ancho y largo de la pila de la composta dependerá
del tamaño de la cama, sin embargo se sugiere que sea de 1.5 metros x 1.5
metros x 1.5 metros, parecido a un cubo. De preferencia la pila se hace en
una parte de la cama para que los nutrientes que se iltren se queden en el
suelo de la propia cama.
2. Se aloja la tierra con el bieldo jardinero como si fuera un simple excavado,
a 30 centímetros de profundidad.
3. Se pone una capa de vegetación seca de 10 centímetros, lo que equivale a
cuatro cubetas de 20 litros.
4. Se agrega una capa de vegetación verde o desperdicios de cocina de seis
centímetros o dos cubetas de 20 litros.
5. Se pone una capa de suelo de dos centímetros o sólo una cubeta de 20
litros.
6. Posteriormente se alternan las capas de materia verde, materia seca y suelo
hasta llegar a poco más de un metro de altura.
7. Se riega durante cinco minutos y los días siguientes, tres minutos.
1
Tierra o suelo
Vegetación verde y desperdicios
de alimentos
Vegetación seca
Tallos, ramas pequeñas
y tallos de maíz y girasol
Tierra loja (30 cm)
Tierra seca
La composta se forma en cinco etapas:
1. Elaboración, ya descrita.
2. Curado. La composta se fermenta y se percibe como se calienta.
3. Volteo. La temperatura de la pila de composta es menor a la del ambiente,
por lo que se debe voltear para agregarle más oxígeno y que se degrade lo
que no se descompuso en la primera etapa.
4. Maduración. La composta se vuelve a calentar y después baja su temperatura;
es decir, se degrada lo que no se descompuso en la etapa de curado.
5. Almacenamiento. Después de que maduró la composta, se deja de regar y
se almacena en cajones, cubetas, costales o se pone en la cama.
Tabla 1. Grado de maduración y características de la composta
Grado de maduración según el color
de la composta del centro de la pila
Interpretación
Negro café
Fin ideal de la etapa de curado. La temperatura y humedad han sido idóneas.
Café oscuro
Café claro
Verde café
Amarillo
1
Muy bueno al inicio de la etapa de curado, pues los microorganismos trabajan en buenas
condiciones.
Propicio, pero necesita más fermentación, poca humedad y aireación.
Fermentación normal en la primera etapa. Si permanece así requiere más ventilación; voltee
la pila.
Estado intermedio de la primera etapa. Necesita más tiempo de fermentación y probablemente
más ventilación.
Negro y húmedo
Verdinegro
Pudrición no controlada por riego en exceso; evítela. Airear y abrir con el bieldo jardinero.
Pudrición no controlada, enlamado por exceso de agua y suelo y poca materia seca; evítela.
Voltear y agregar materia seca.
Verde
Demasiado húmeda y pegajosa, condición anaeróbica; evítela. Abrir y oxigenar o voltear la pila.
Verde-amarillo
Condición ácida y anaeróbica, demasiada materia verde; evítela.
Gris
La pila estaba muy caliente y luego muy seca pero bien ventilada.
Blanca
Muchos hongos y humedad, misma condición que para el color gris.
Fuente: Rioch, Steve (1994). Composta Biointensiva. México, Ecology Action / ECOPOL.
La fermentación y maduración duran aproximadamente un mes cada una. En
invierno, por lo general, se requieren dos meses para la fermentación y otro para
la maduración.
Estiércol
El estiércol es el resultado del proceso de digestión de los animales. Los más
utilizados como abono son los de los animales domésticos herbívoros como la
vaca, el caballo, el borrego y la cabra; los dos últimos son los más balanceados y
ricos en nutrientes. También podemos usar estiércol de cerdo y gallinaza.
Para emplear un estiércol como abono es necesario que esté totalmente
fermentado y seco; si lo utilizamos fresco puede quemar nuestras plantas, pues
genera mucho calor. Para asegurarnos de que esté completamente fermentado
hay que esperar por lo menos cinco meses.
Sin importar el tipo de
estiércol, se recomienda
usar tres cubetas de
20 litros por cama
por año, o sólo una
vez para abonar en un
inicio nuestro huerto
cuando no tenemos
composta disponible.
Otro abono efectivo es el humus de lombriz o vermicomposta, ya que contiene
muchos nutrientes y materia orgánica microscópica, la cual permite a las plantas
disponer de nutrientes con facilidad. De humus de lombriz se recomienda utilizar
hasta siete kilos por cama por año.
Abonos orgánicos (de origen natural)
Los abonos orgánicos también se conocen como fertilizantes orgánicos de
origen natural. Proporcionan nitrógeno, para producir las proteínas que la planta
requiere para su crecimiento; fósforo, para que la planta aproveche los nutrientes
del suelo; y potasio, para transportar adecuadamente los nutrientes en la planta.
Éstos son los elementos principales que le darán equilibrio a nuestro huerto.
Dichos abonos pueden comprarse en mercados especializados y forrajeras.
1
Recomendamos el uso de los siguientes abonos:
•
•
•
Para nitrógeno: alfalfa molida o harina de pescado. Agregar hasta dos kilos
de alfalfa molida por cama por año.
Para fósforo: harina de hueso, roca fosfórica, excremento de murciélago
(guano). Incorporar hasta dos kilos de roca fosfórica molida por cama por
año.
Para potasio: cenizas de madera o leña o granito triturado (polvo). Colocar
hasta 700 gramos de cenizas de madera por cama por año.
Siembra cercana
La siembra cercana
se pude realizar
directamente de la
semilla a la cama, o en el
almácigo y el trasplante
del mismo en la cama.
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Una vez que la cama fue preparada con la doble excavación y abonada con
composta y fertilizantes orgánicos, se encuentra lista para ser sembrada, ya que
cuenta con nutrientes, textura, materia orgánica, está esponjosita y huele bien:
¡es una cama biointensiva!
La siembra cercana signiica que las plantas se siembran a una distancia menor
a la que la agricultura comercial y tradicional recomiendan. Si la cama está bien
preparada se aprovechará mejor el espacio. Se recomienda plantar a “tresbolillo”
en forma de hexágono (como se muestra en la imagen), de manera que la
distancia entre planta y planta sea siempre la misma; ésta variará según el
tipo y la variedad de planta. Todas las plantas deben tener el mismo acceso
a los nutrientes, además de que sus hojas se toquen para crear una “sombra
viviente”.
Ventajas de esta siembra:
•
•
•
•
Reduce la evaporación.
Limita el crecimiento de malezas.
Impide la proliferación de plagas.
Crea un microclima apropiado para la variedad sembrada.
Siembra directa
El método recomienda la siembra en almácigos, pero si se desea la siembra
directa debemos considerar la manera de distribuir la semilla en la cama y
la profundidad de la siembra. La distribución será, como ya se comentó, a
“tresbolillo”, en forma hexagonal y la profundidad será igual a tres veces el
grosor de la semilla. En el anexo 1 presentamos las distancias ideales de algunas
hortalizas. Conviene auxiliarse de una varita con la distancia adecuada o un
marco de malla de gallinero para poner las semillas en su lugar.
No se recomienda la siembra en surcos, pues se desperdicia espacio, agua y
trabajo, ni caminar entre los surcos, ya que se compacta la tierra y el rendimiento
es menor.
Siembra en almácigo
Los almácigos son pequeños cajones donde se siembran directamente las
plantas para facilitar su germinación y se comiencen a desarrollar en las mejores
condiciones. La siembra en almácigo es muy ventajosa: las plantas están en un
sólo lugar, se pueden cuidar mejor, se gasta menos agua, tiempo y energía.
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Se sugiere que los almácigos sean cajas de madera de 60 centímetros de largo
por 35 centímetros de ancho y 10 centímetros de profundidad. Son útiles
los cajones o rejas con los que transportan frutas y verduras. El largo y ancho
pueden variar, pero no la profundidad, porque si las raíces de las plantas tocan
el fondo “sienten” que han alcanzado su límite de crecimiento y envejecen
prematuramente, lorean o dan frutos pequeños e inútiles.
La tierra para almácigo se prepara mezclando por partes iguales suelo común,
preferentemente de la cama, composta y tierra vieja de almácigos anteriores.
Si el suelo es muy arcilloso, se le puede agregar uno o dos puños de arena por
cajón. Cuando se prepara almácigo por primera vez, en vez de tierra vieja de
almácigo se utiliza arena.
Debemos humedecer un poco la mezcla y posteriormente realizar la siembra. Al
igual que en la siembra directa, las semillas deben sembrarse a una profundidad
de tres veces su diámetro y cubrirse con composta cernida.
Todas las plantas pueden sembrarse en almácigo y después transplantarse al
suelo. La familia de la col y el brócoli, el jitomate, el chile y el amaranto, por
ejemplo, pueden sembrarse una vez y transplantarse hasta dos veces la plántula
a un segundo almácigo.
El almácigo debe mantenerse húmedo, libre de hierbas y protegido del sol
excesivo, lluvias, heladas y granizo; de ahí la importancia de que las medidas de
las cajas sean las adecuadas para transportarlos con facilidad.
En el anexo 1 se incluyen tablas maestras para la siembra de algunos cultivos,
las distancias entre plantas en la cama y en el almácigo, así como la profundidad
requerida y si es necesario transplantar entre almácigos.
El transplante
Cuando la planta está lista, es decir, después de tres a cinco semanas de estar
en el almácigo, dependiendo del tipo y variedad de planta, es momento del
trasplante. El trasplante genera estrés a la planta. Para que no lo sufra demasiado
y no pierda energía en el proceso de adaptación/recuperación, hay que:
1. Preparar bien la cama, con la doble o simple excavación, abonarla e incorporar
la composta y los fertilizantes orgánicos los primeros 10 centímetros de la
capa del suelo, con el uso del cultivador largo.
2. Regarla un poco, de preferencia tres días antes.
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3. Realizar el trasplante por la tarde, cuando hace menos calor, para que por la
noche la planta pueda recuperarse.
4. Tocar lo menos posible la planta, hacerlo con delicadeza y no manipular las
raíces.
Para el trasplante ocupamos la tabla que utilizamos en el doble excavado, la
cuchara para trasplante, el cultivador, el trinche y una varita con la medida de
la distancia adecuada entre planta y planta. El transplante lo haremos de la
siguiente forma:
1. Colocamos la tabla en la cama, la cual recorreremos conforme se avance en
el trasplante.
2. Con la varita hacemos unos pequeños agujeros y trazamos en forma de
triángulo (“tresbolillo”) la distancia entre planta y planta.
3. Con el trinche sacamos cuidadosamente la plántula del almácigo y con
la cuchara de trasplante en el agujero marcado abrimos el suelo, colocamos la
planta hasta las dos primeras hojitas, también conocidas como hojas falsas
o cotiledones, y tapamos.
4. Conforme avanzamos, con el cultivador alojamos la tierra que se compactó
por nuestro peso y el de la tabla.
5. Después del trasplante regamos durante cinco minutos. Podemos usar la
malla sombra los primero 15 días y regar a diario para que las plantas se
recuperen del estrés y comiencen a crecer saludables.
La siembra cercana nos permite
sembrar en menos espacio que si
sembráramos en surcos.
Asociación de cultivos
Lo mismo que sucede con la gente ocurre con las plantas: algunas se llevan muy
bien y otras no, por lo que no conviene sembrarlas juntas, pues no crecerían.
23
Cuando una plántula está en edad de ser transplantada establece relaciones cada
vez más estrechas con las plantas que la rodean. Estas relaciones son especialmente
importantes entre las plantas adultas a medida que se van desarrollando de
acuerdo con su tipo y variedad, esencias y aromas diferenciados.
Cuando sembramos ciertas plantas junto a otras se beneician, pero algunas
no, como, por ejemplo, el ajenjo, cuyas secreciones tóxicas de hojas y raíces no
permiten el desarrollo adecuado de las plantas a su alrededor, o el eucalipto, que
forma desiertos en sus inmediaciones. Esos mecanismos particulares posibilitan
a dichas plantas sobrevivir y aumentar su población. Nuestros antepasados
practicaban la asociación de cultivos en el huerto y ahora el método biointensivo
la retoma. Para asociar cultivos debemos:
1. Buscar la vinculación adecuada de plantas, que mejore su sabor, tamaño o
resistencia.
2. Evitar asociaciones inconvenientes de plantas, es decir, de la misma familia
o que requieran el mismo tipo de nutrientes para impedir la competencia
entre éstas y la pérdida excesiva de minerales en nuestro suelo.
3. Aprovechar las propiedades tóxicas o repelentes de determinadas plantas
para proteger el huerto de insectos y plagas.
Tener dos cultivos diferentes al mismo tiempo en una misma cama nos
proporciona dos cosechas y más alimentos en poco espacio.
La asociación de cultivos beneicia a las plantas en materia de salud y crecimiento;
nutrición y protección física; y control de insectos y plagas.
La mayoría de las hierbas medicinales y plantas aromáticas sirven para el
control de plagas e insectos en el huerto, por lo que siempre debemos asociarlas
o tenerlas alrededor o en lugares especiales en nuestro huerto. El tomillo, la
mejorana, la hierbabuena, la menta, el romero, la albahaca, entre otros, por
su olor repelen insectos y plagas, además de que mejoran el sabor de ciertas
hortalizas.
Las lores como el cempasúchil, el cosmos (mirasol), el cempasúchil enano,
las petunias, atraen algunos escarabajos que depositan sus huevecillos en los
frutos de determinadas hortalizas, cereales y maíz, lo cual evita plagas nocivas.
También atraen insectos benéicos que favorecen la polinización y aumentan el
rendimiento en las cosechas.
24
Tabla 2. Plantas compatibles e incompatibles
Nombre
Compatibles
Ajo y cebolla
Betabel, fresa, jitomate, lechuga.
Leguminosas (frijol, ejote, chícharo).
Apio
Puerro o poro, frijol de mata, jitomate, colilor, col, brócoli.
No aplica.
Berenjena
Frijol, papa.
No aplica.
Betabel
Cebolla, colirrábano.
Frijol de guía.
Calabaza
Maíz.
Papa.
Cebollín
Zanahoria, jitomate.
Chícharo, frijol.
Col-familia (col,
Plantas aromáticas, papa, apio, eneldo, manzanilla,
colilor, brócoli)
salvia, menta, romero, betabel, cebolla.
Chícharo
Espárrago
Espinaca
Frijol
Zanahoria, nabo, rábano, pepino, maíz, frijol, la mayoría
de las hortalizas y plantas aromáticas.
Incompatibles
Fresa, jitomate, frijol de guía.
Cebolla, ajo, gladiola, papa, cebollín.
itomate, perejil, albahaca.
No aplica.
Fresa.
No aplica.
Papa, zanahoria, pepino, colilor, col, ajedrea, la mayoría
de las hortalizas y plantas aromáticas.
Cebolla, ajo, gladiolas, cebollín.
Fresa
Frijol de mata, espinaca, borraja, lechuga, cebolla.
Col.
Frijol de guía
Maíz, ajedrea, girasol.
Cebolla, betabel, colirrábano, col.
Frijol de mata
Papa, pepino, maíz, fresa, apio, ajedrea.
Cebolla.
Girasol
Pepino.
Papa.
Jitomate
Cebollín, cebolla, perejil, espárrago, cempasúchil, capuchina (mastuerzo), zanahoria.
Colirrábano, papa, hinojo, col.
Lechuga
Zanahoria, rábano,* fresa, pepino, cebolla.
No aplica.
Maíz
Papa, chícharo, frijol, pepino, calabaza de castilla, calabaza.
No aplica.
Nabo
Chícharo.
No aplica.
Papa
Frijol, maíz, col, rábano picante. **
Pepino
Frijol, maíz, chícharo, rábano, girasol, lechuga.
Papa, plantas aromáticas.
Perejil
Jitomate, espárrago.
No aplica.
Puerro o poro
Cebolla, apio, zanahoria.
No aplica.
Rábano
Chícharo, capuchina, lechuga, pepino.
No aplica.
Soya
Crece junto a cualquier planta y ayuda a todo.
No aplica.
Zanahoria
Chícharo, lechuga orejona, cebollín, cebolla, puerro o poro, romero, salvia, jitomate.
Eneldo.
Calabaza de Castilla, calabaza,
pepino, girasol, jitomate, frambuesa.
* La siembra contigua de lechuga, zanahoria y rábano da muy buenos resultados.
** Recomendamos plantar cempasúchil y berenjena en las esquinas como señuelo para el escarabajo de la papa.
Fuente: Jeavons, John (2002), Cultivo biointensivo de alimentos, una publicación de CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEM.R., sexta edición,
Ecology Action, Willits, California, Estados Unidos, Ten Speed Press, pp. 173 y 174.
2
Rotación de cultivos
Como se mencionó, el suelo siempre debe tener plantas para que las raíces lo
sostengan, le den estructura y guarde la mayor humedad posible. La rotación
de cultivos es un principio que debemos seguir ielmente para que el suelo esté
protegido por las plantas.
Las plantas tienen diferentes hábitos de alimentación y crecimiento. Algunas
necesitan muchos nutrientes, “comen mucho”, y si se cultivan dos veces
seguidas en el mismo suelo agotan sus elementos y minerales. En una tercera
temporada consecutiva de siembra de la misma planta (o antes), la cosecha
será muy pobre. Para una adecuada rotación es necesario conocer las plantas
y sus hábitos. Ello se logra con tiempo y observación, así como aplicando las
siguientes reglas básicas:
26
1. En el método biointensivo clasiicamos las plantas en:
•
•
•
Donantes (leguminosas como frijol, habas, alfalfa, veza de invierno,
lentejas, por ejemplo), que ayudan a abonar el suelo.
Consumidoras ligeras (lechugas, rábano, betabel, zanahoria, hierbas y
plantas de olor, entre otras), que no requieren muchos nutrientes del
suelo.
Voraces (papa, jitomate, maíz, calabaza, chile, ajo, girasol, avena,
sorgo, ajo, cebolla, granos como trigo y centeno, por citar algunas), que
necesitan una alta cantidad de nutrientes para desarrollarse y que pueden
agotar el suelo.
2. En la temporada principal (primavera-verano) no debemos plantar el mismo
cultivo o a un miembro de su familia en la misma cama durante dos años
seguidos. En áreas donde se pueden plantar dos o más cultivos en la misma
cama durante el año, no debemos plantar dos veces el mismo cultivo o a
un miembro de su familia. Es ideal plantar un “cultivo de ciclo breve” de
aproximadamente 60 días después de la temporada principal: las variedades
de frijol de rápida maduración y el amaranto son muy útiles.
3. En el ciclo otoño-invierno podemos plantar los granos de invierno, por
ejemplo, después de haber sembrado alguna consumidora ligera o
principalmente una donadora (leguminosa). Si sembramos una planta voraz
es recomendable plantar después una leguminosa como la veza de invierno,
2
el haba de invierno y la alfalfa, para que posteriormente en la temporada
principal el suelo esté recuperado y con suicientes nutrientes.
4. Otra opción es cultivar una mezcla de semillas de granos de clima frío
(como el trigo, el centeno o el triticale) con leguminosas (como la veza
de invierno y la haba) y cosechar toda la plantación antes de que madure.
Posteriormente plantar un cultivo principal a tiempo para que pueda
madurar, y lo que cosechamos inmaduro usarlo para hacer composta.
En el anexo 2 recomendamos asociaciones y rotaciones de cultivos.
Uso de semillas
de polinización abierta
Cuando un biólogo o ambientalista habla acerca de las especies en peligro de
extinción, por lo común pensamos en animales y plantas silvestres; sin embargo,
no sólo éstas se encuentran en ese estado. También las plantas cultivadas de las
que depende nuestra alimentación están seriamente amenazadas.
La producción de muchos de nuestros alimentos depende de semillas híbridas,
de unas cuantas variedades, las cuales son comercializadas por empresas
trasnacionales. Ciertamente los rendimientos son altos, pero los cultivos requieren
grandes cantidades de agua, fertlizantes e insecticidas con costos cada vez más
elevados, y los dos últimos causan más problemas al ambiente que beneicios.
En el método biointensivo utilizamos semillas de polinización abierta, las que
empleaban nuestros abuelos para sus cultivos. Son conocidas en muchos
lugares como criollas y nativas. Estas semillas son las que la naturaleza creó y,
por tanto, son recursos naturales valiosos para los seres humanos, ya que nos
proporcionan alimentos. Por eso es importante su uso y conservación. Además,
muchas de ellas son patrimonio de las naciones, como el maíz, que es capital
natural y cultural de los mexicanos, pues es originario de nuestro país.
Para producir nuestras semillas debemos:
1. Cuidar que la cama esté bien hecha con el doble excavado, tenga composta
suiciente y las mejores plántulas.
2. Seleccionar con cuidado las mejores plantas de la cama, las más sanas,
vigorosas y frondosas, que hayan germinado mejor y más pronto, que sean
más resistentes a las plagas, el calor y la falta de agua.
2
3. Dedicar al menos cinco plantas de cada especie para producir semillas con
la fuerza para diversiicarse, a in de asegurar la diversidad genética.
4. Cuidar las plantas seleccionadas con más esmero, ponerles estacas, dejarlas
crecer, lorecer y que formen la semilla. Las lores y las semillas deben estar
secas, por lo que al regar hay que evitar mojarlas.
5. Procurar que la cosecha sea en un día seco y soleado.
6. Poner la semilla en una malla de alambre o papel absorbente, colocarlo en
un lugar seco, tibio y aireado por cinco días a la sombra.
7. Guardar la semilla seca y limpia en un frasco con tapón de rosca bien cerrado
en un lugar fresco y seco. Para proteger la semilla del calor y la humedad,
introducir en el frasco una pequeña bolsa de cenizas blancas de madera.
8. Anotar en una etiqueta o papel el nombre del cultivo, su variedad y fecha
de cosecha, y colocarla dentro del frasco.
Si atendemos estas sencillas instrucciones, además de intercambiar semillas
con amigos o vecinos, y observar cuidadosamente el proceso, no necesitaremos
comprar semillas para producir nuestros alimentos.
“Al guardar semillas de una planta híbrida nunca estará seguro de los resultados,
nunca sabrá que clase de planta crecerá, no se reproduce de la misma manera
que las semillas originales”.1
1
Jeavons, John; Torres, Mercedes; Martínez, Juan Manuel (2006), Método de minicultivo biointensivo sustentable. Manual de capacitación, Suplemento de Ecology Action, Willits, California,
Estados Unidos, Ten Speed.
2
Tabla 3. Desventajas del uso de semillas híbridas
vs. ventajas del uso de semillas de polinización abierta
Semilla híbridas
Semillas de polinización abierta
Debemos comprarlas, nos hacen dependientes.
Podemos producirlas, somos independientes.
Requieren fertilizantes y pesticidas.
Podemos usar composta y abonos orgánicos.
Necesitan mucha agua.
Necesitan menos agua.
Las semillas que producen no sabemos en qué planta se convertirán.
Las semillas que producen se convertirán en la misma clase de planta.
No las podemos reproducir.
El proceso de producción de semillas es natural.
Se puede guardar la semilla, pero su casta no es iel.
Podemos conservar e intercambiar las semillas.
Son más vulnerables, menos tolerantes.
Son más resistentes.
No tienen experiencia, es decir, su genética no tiene memoria para
Están adaptadas a nuestra región, tienen experiencia genética para
la adaptación.
acondicionarse a la diversidad de fenómenos de clima y suelo.
Privilegian unas cuantas variedades.
Preservan la diversidad genética.
Cultivos para
la producción de composta
Para que nuestro huerto familiar biointensivo siempre tenga suiciente materia
orgánica y nutrientes, así como una buena estructura en el suelo, debemos
abonarlo con composta, la cual podemos elaborar a partir de ciertos cultivos y
tenerla permanentemente disponible.
Por lo general, en invierno es difícil producir algunas hortalizas u otros cultivos
que no son resistentes a las heladas o muy bajas temperaturas. Entonces
debemos aprovechar para sembrar ciertos cultivos con los que podamos hacer
composta, aquellos que aporten materias seca o verde.
30
La elaboración de composta requiere de suelo y materias verde y seca. La mayoría
de las hortalizas proporcionan en pocas cantidades estas materias. Por ello se
sugiere sembrar algunas leguminosas y cereales de los que aprovechemos las
semillas como alimento y los tallos y hojas como ingredientes para la composta.
Los cultivos para materia seca se cosechan hasta su ciclo inal, cuando ya
necesitamos colectar la semilla. Lo recolectado, incluidos los tallos y hojas secas,
lo guardamos en un lugar protegido de la lluvia y seco, para cuando cosechemos
cultivos para materia verde tener suiciente materia seca para producir nuestra
composta.
Los cultivos para materia verde se cosechan, como su nombre lo dice, cuando
están verdes, o sea inmaduros. Este tipo de cultivos deben cosecharse en plena
loración, antes de que comiencen a dar frutos, para que los nutrientes se
queden en las plantas y puedan posteriormente incorporarse en la composta.
Tabla 4. Cultivos
para hacer composta
Materia seca
Maíz
Trigo
Cuidado integral
El octavo principio del método biointensivo consiste en integrar todos sus
fundamentos. La correcta aplicación de cada uno de ellos potenciará los
beneicios: alta productividad en pequeños espacios; ahorro de agua, energía y
fertilizantes; uso de abono orgánico; y salud y fertilidad del suelo.
Centeno
Materia verde
Alfalfa
Haba de
clima cálido
Haba de
clima frío
Cebada
Lenteja
Girasol
Frijol
Amaranto
Cardo santo
Avena
Trébol
Sorgo
Trigo sarraceno
Mijo
Veza de invierno
Frijol
Amaranto
31
Debemos realizar todos los principios sin excepción, de lo contrario el método
no funcionará óptimamente y los resultados serán contraproducentes, incluso
desastrosos, para el suelo. Si sólo usamos alguno o varios de los principios, quizá
obtengamos buenos resultados en un inicio, pero en una o dos temporadas de
cultivo es posible que el suelo se agote.
En suma, cuidado integral signiica seguir ielmente y combinar los principios
del método biointensivo para que nuestro huerto nos proporcione alimentos
abundantes y saludables para la familia.
Para una planeación adecuada y éxito en las actividades, te recomendamos
consultar los anexos de este manual.
32
Anexos
Anexo 1. Tablas maestras para la siembra de algunos cultivos
Hortalizas
Planta
Distancia
entre plantas
(centímetros en la
cama de cultivo)
Distancia de
siembra en el
primer almácigo
(en centímetros
o al voleo)
Semanas
en el primer
almácigo
Distancia de
siembra en el
segundo almácigo
(en centímetros)
Semanas en
el segundo
almácigo
Semanas
hasta la
madurez
(aproximado)
Acelga
20
2.5
3-4
—
—
7-8
Ajo
10
Albahaca
15
al voleo
1-2
3
6-8
se siembran dientes directo en la cama
3.8 *
17-44
Apio
15
al voleo
4-6
2.5 *
4-6
12-16
Berenjena
46
2.5
5-6
5 **
3-4
10-11
Betabel
10
2-5
3-4
—
—
—
Brócoli
38
2.5
Calabacita
45
5
3-4
—
—
7-9
45/76
5
3-4
—
—
14-16
Calabaza
Camote
22.5 (más 22.5
se siembran los cortes con un mínimo de dos brotes directos en la cama
de profundidad)
Cebolla
10
Chícharo guía
8-9
al voleo
6-8
—
—
13-17
14-17
10
2.5
1-2
—
—
10-11
Chícharo mata 7.5
2.5
1-2
—
—
8-10
Col
30/38/45
2.5
3-4
5 **
5-6
9-16
45
2.5
3-4
5 **
5-6
11-13
Colilor
38
2.5
3-4
5 **
5-6
8-12
Espinaca
15
2.5
3-4
—
—
6-7
15
2.5
1-2
—
—
8-9
15
2.5
1-2
—
—
8
46/56/61
2.5
4-6
5 **
3-4
8-13
30
al voleo
1-2
3.8 *
2-3
11-13
al voleo
1-2
3.8 *
2-3
6-12
5
3-4
—
—
12-17
Col de
Bruselas
Frijol ejotero
guía
Frijol ejotero
mata
Jitomate
Lechuga
romana
Lechuga
20 invierno, 22.5
orejona
primavera-otoño
Melón
Papa
38
22.5 (más 22.5
de profundidad)
se siembran los cortes con un mínimo de dos brotes directo en la cama
9-17
33
Pepino
30
2
3-4
—
—
7-10
Perejil
12.5
al voleo
2.3
5*
6-8
10-13
Chile
30
2.5
2.3
5 **
5-7
9-11
Pimiento
30
2.5
2-3
5 **
5-7
9-12
Poro (puerro)
15
al voleo
8-12
Rábano
5
Remolacha
17.5
2.5
3-4
—
—
8-12
Sandía
30/46/53
5
3-4
—
—
10-13
Zanahoria
7.5
al voleo
3-4
—
—
9-11
Distancia de
siembra en el
primer almácigo
(en centímetros
o al voleo)
Semanas
en el primer
almácigo
Distancia de
siembra en el
segundo almácigo
(en centímetros)
Semanas en
el segundo
almácigo
Semanas
hasta la
madurez
(aproximado)
al voleo
1
3.8 *
3
19
se siembran dientes directo en la cama
3-9
* Profundidad de almácigo de 7.5 centímetros.
** Profundidad de almácigo de 15 centímetros.
Cereales, leguminosas y oleaginosas
Planta
Amaranto
Distancia
entre plantas
(centímetros en la
cama de cultivo)
follaje 15
semilla 30
follaje 6
semilla 12
Avena
12.5
2.5
1-2
—
—
13-17
Cacahuate
22.4
5
2-4
—
—
17
Cebada
12.5
2.5
1-2
—
—
9-10
Centeno
12.5
2.5
1-2
—
—
17
Frijol
15
2.5
1-2
—
—
12
Garbanzo
10
2.5
1-2
—
—
9
2.3
2-3
—
—
12
Girasol
follaje 23
semilla 61
Haba
15
2.5
2
—
—
13-17
Lenteja
10
2.5
1-2
—
—
12
Maíz
37.5
2.5
3-5 días
—
—
11-16
Mijo
17.5
2.5
2-4
—
—
10-13
Quínoa
30
al voleo
1
3.7 *
3
16
Ajonjolí
15
al voleo
3
—
—
13-17
Sorgo
18
2-5
2-3
—
—
13
Soya
15
2.5
2
—
—
16-17
Trigo
12.5
2.5
1-2
—
—
16-20
* Profundidad de almácigo de 7.5 centímetros.
34
Cultivos de cobertura, materia orgánica para composta y forrajeros
Planta
Distancia
entre plantas
(centímetros en la
cama de cultivo)
Distancia de
siembra en el
primer almácigo
(en centímetros
o al voleo)
Semanas
en el primer
almácigo
Distancia de
siembra en el
segundo almácigo
(en centímetros)
Semanas en
el segundo
almácigo
Alfalfa
12.5
al voleo
8
—
—
Semanas
hasta la
madurez
(aproximado)
12 al primer
corte, de 5 a
9 después
cosechar a la
Cardo santo
17.5
2.5
2-3
5 **
3-4
maduración
de los tallos
Teosintle
53
2.5
2-3
—
—
11-18
Trébol
12.5
al voleo
8
—
—
17-26
al voleo
—
—
—
—
9-13
al voleo
—
—
—
—
12-15
2.5
2-3
—
—
12-14
Trigo
Sarraceno
Veza de
Invierno
Linaza
semilla 12.5
ibra 7.5
** Profundidad de almácigo de 15 centímetros.
Fuente: Jeavons, John (2002), Cultivo biointensivo de alimentos, una publicación de CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEM.R., sexta edición,
Ecology Action, Willits, California, Estados Unidos, Ten Speed Press, pp. 104-131.
Anexo 2. Tabla de las familias para la asociación y rotación de cultivos
Remolacha
Perejil
(Quenopodiáceas)
(Umbelíferas)
(Compuestas)
Remolacha, remolacha forrajera,
Zanahoria, apio, perejil, hinojo, cilantro.
Lechuga, escarola, girasol, salsifí, alcachofa, cardo
espinaca, acelga, orzaga, quínoa.
Girasol
santo, pataca.
Cebolla
Pasto
Tabaco
(Aliáceas)
(Gramíneas)
(Solanáceas)
Ajo, cebolla puerro, poro, cebollinos.
Maíz, arroz, cebada, trigo, avena, centeno, mijo, sorgo.
Jitomate, papa, ají, chile, pimiento, berenjena.
Chícharo
Calabaza
Col
(Leguminosas)
(Cucurbitáceas)
(Crucíferas-Brassicas)
Frijol, chícharo, haba, habichuela,
Pepino, calabaza, melón, sandía, calabazas gigantes, Brócoli, col, colilor, colinabo, col rizada, berza,
ejote, lenteja, soya, garbanzo,
calabacita, chilacayote.
rábano, nabo, apio.
cacahuate, jícama.
3
Menta
Campanilla
Malva
(Labiadas)
(Convolvuláceas)
(Malváceas)
Albahaca, hierbabuena,
Camote.
Okra o quimbombó.
Amaranto
Liliáceas
Trigo
(Amarantáceas)
(Liliáceas)
(Gramíneas)
Amaranto, quelite.
Espárrago.
Trigo, ruibarbo, triticale, pastos.
menta, romero.
Fuente: Jeavons, John; Torres, Mercedes; Martínez, Juan Manuel (2006), Método de minicultivo biointensivo sustentable. Manual de
capacitación, Suplemento de Ecology Action, Willits, California, Estados Unidos, Ten Speed, p.15.
Anexo 3. Tabla de rangos de temperatura óptimos
para el crecimiento de algunos cultivos*
Temporada
de cultivo
Rango de
temperatura (°C)
Rango óptimo
de temperatura (°C)
Cero
Planta
Espárrago, ruibarbo
Acedera, acelga, berza, betabel, brócoli, col, colecitas de
Cultivos de
4.5 - 24
15.5 -18
Bruselas, colinabo, colirrábano, chirivía, espinaca, ejote
ancho, nabo, rábano.
temporada fría
Achicoria, alcachofa, apio, colilor, col china, chícharo, hinojo,
7 - 24
15.5 -18
7 – 29
13 – 24
Ajo, cebolla, cebollín, echalote, poro, salsifí.
lechuga, mostaza, papa, perejil, zanahoria, lechuga escarola.
10 – 26.5
15.5 – 21
Frijol, frijol ayocote.
Cultivos
10 – 35
15.5 – 24
Maíz, caupí, espinaca de Nueva Zelanda.
de temporada templada
10 – 32
18 – 24
Calabacita, calabaza de Castilla.
15.5 – 32
18 – 24
Melón, pepino.
18 – 29
21 – 24
Cultivos de
temporada cálida
18 – 35
21 – 29
Jitomate, pimiento dulce.
Berenjena, camote, ocra, pimiento,
sandía, chile.
* Según la región se debe deinir el calendario de siembra.
Fuente: Jeavons, John (2002), Cultivo biointensivo de alimentos, una publicación de CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEM.R., sexta edición,
Ecology Action, Willits, California, Estados Unidos, Ten Speed Press.
36
Anexo 4. Temperaturas adecuadas del suelo
para la germinación de semillas de algunas hortalizas
Planta
Mínima °C
Rango óptimo
Óptima °C
Máxima °C
Acelga
4
10-30
30
35
Apio
4
5.5-21
21
30
Berenjena
15.5
24-32
30
35
Betabel
4
10-30
30
35
Calabacita
15.5
21-35
35
38
Calabaza de Castilla
15.5
21-32
35
38
Cebolla
2
10-35
24
35
Col
4
7-35
30
38
Colilor
4
7-30
26.5
38
Chícharos
4
4-24
24
30
Chirivía
2
10-21
18
30
Ejote
5.5
15.5-30
26.5
35
Espárrago
10
15.5-30
24
35
Espinaca
2
7-24
21
30
Frijol Ayocote
15.5
18-30
30
30
Jitomate
10
15.5-30
30
35
Lechuga
2
4-26.5
24
30
Maíz
10
15.5-35
35
40.5
Melón
15.5
24-35
32
38
Nabo
4
15.5-40.5
30
40.5
Ocra
15.5
21-35
35
40.5
Pepino
15.5
15.5-35
35
40.5
Perejil
4
10-30
24
32
Pimiento
15.5
18-35
30
35
Rábano
4
7-32
30
35
Sandía
15.5
21-35
35
40.5
Zanahoria
4
7-30
26.5
35
Fuente: Jeavons, John (2002), Cultivo biointensivo de alimentos, una publicación de CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEM.R., sexta edición,
Ecology Action, Willits, California, Estados Unidos, Ten Speed Press.
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Anexo 5. Insectos dañinos y plantas útiles para su control*
Plaga de insectos
Plantas para su control
Áido
Mastuerzo (capuchina), hierbabuena, ortiga, abrótano, ajo.
Áido lanudo
Mastuerzo (capuchina).
Babosa
Acolchado de hoja de roble, casca.
Chinche de la calabaza
Mastuerzo.
Chinche de la papa
Lino, berenjena, cempasúchil enano.
Conchuela de frijol
Papa.
Escarabajo de la papa
Berenjena, lino, ejote, cempasúchil.
Escarabajo japonés
Geranio blanco, datura.
Escarabajo pulga
Ajenjo, menta.
Escarabajo rayado
Rábano.
Gorgojo
Ajo.
Gorgojo de junio
Acolchado de hoja de roble, casca.
Gusano en las cabras
Zanahoria.
Gusano en los caballos
Hojas de hierba lombriguera, poleo.
Mariposa de la col
Salvia, romero, hisopo, tomillo, menta, ajenjo, abrótano.
Mosca
Nogales, ruda, hierba lombriguera, aspersiones de ajenjo, jitomate.
Mosca negra
Cultivos intercalados, ortiga.
Mosquito
Leguminosas.
Mosquito de la malaria
Ajenjo, abrótano, romero.
Palomillas
Salvia, santonilla, lavanda, menta, ortiga.
Piojo
Ricino, azafrán, poleo.
* Se realiza con infusiones de las plantas y aspersiones, y con el cultivo de plantas en las esquinas o junto a los cultivos.
Fuente: Jeavons, John (2002), Cultivo biointensivo de alimentos, una publicación de CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEM.R., sexta edición, Ecology Action, Willits, California, Estados Unidos, Ten Speed Press, p. 187.
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Glosario
Ácido de la composta. Sustancia que produce la composta al fermentarse. Ayuda a la degradación de algunas rocas y nutre el suelo.
Almácigo. Cajones para la germinación y los primeros días de vida de la planta. Pueden ser de madera, rejas, cubetas.
Bacteria. Microorganismo que ayuda a la planta a digerir algunos minerales del suelo.
Biológico, origen. Que proviene de la naturaleza, de lo vivo; su origen es natural y vivo.
Cama de cultivo. Lugar donde se siembra o se trasplantan los cultivos; sus dimensiones pueden variar.
Composta. Abono de origen natural elaborado de plantas verdes, secas y suelo.
Degradación. Disminución de los nutrientes, estructura y vida en el suelo.
Deslave. Desmoronamiento del suelo a causa del agua.
Erosión. Desgaste de la supericie del suelo donde se encuentra la mayor parte de la materia viva y minerales.
Estiércol. Excremento de cualquier animal.
Fertilizante. Sustancia que se adiciona a un terreno para aumentar su rendimiento y producción.
Fertilizante orgánico. De origen natural o de la naturaleza, abonos, minerales, entre otros.
Fertilizante químico. De origen químico derivado del petróleo y productos artiiciales.
Fósforo-fosfato. Elemento químico constituyente de los organismos vivos; en las plantas ayuda a la loración y los frutos.
Granito. Piedra compacta y dura.
Hortaliza. Planta comestible que se cultiva en los huertos.
Humus. Materia orgánica del suelo procedente de la descomposición, por fermentación o putrefacción, de los restos de plantas y animales.
También se le conoce así al excremento de la lombriz de tierra.
Intensivo. Que siempre se tiene un cultivo en la tierra, uno después de otro.
Maduración. Etapa en la que termina de formarse un fruto, planta, composta, cultivo.
Materia orgánica. Restos de origen natural. Conjunto de sustancias de origen natural y resto de plantas, animales, seres vivos microscópicos
que habitan en el suelo.
Microorganismos. Seres vivos muy pequeños.
Nitrógeno. Elemento químico que se encuentra en la naturaleza y forma parte de los seres vivos; en las plantas ayuda al crecimiento de las
hojas y tallos.
Orgánica (o). De origen natural, que se encuentra y fue formado por la naturaleza.
Patrimonio. Los bienes de una persona, familia, Estado o nación.
Pila de composta. Cubo que se forma al elaborar y construir la composta.
Potasio. Elemento químico; mineral que en las plantas ayuda a la formación de los frutos y proporciona defensas contra enfermedades.
Recurso. Bien o medio que utilizamos para vivir.
Silvestre. Que se cría en la naturaleza.
Suelo. Capa superior de la corteza terrestre capaz de sostener la vida vegetal.
Vermicomposta. Excremento de la lombriz de tierra, humus de la lombriz.
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El huerto familiar biointensivo. Introducción al método de cultivo biointensivo, alternativa para
cultivar más alimentos en poco espacio y mejorar el suelo, se terminó de imprimir en mayo de 2010,
en Color Vivo S.A. de C.V., Francisco González Bocanegra 47-B, Col. Peralvillo, 06220, México, D.F.
El tiro consta de 3 mil ejemplares.