Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
40 · · Sábado, 22 X 2022 41 · · Sábado, 22 X 2022 In conversation with / En conversación con Josep A. Gisbert Santonja Anfora turdetana del ám- Fragmentos de ánfora de escombrera de alfar bito púnico. Pecio “Palma- con Almadrva IV / Foto J.A.G. Gallego” / Foto J.A.G. Gisbert ha participado esta semana en dos congresos en Badalona e Ibiza. (Viene de la pág. anterior) Figlina o alfar cerámico de La Rana (Gata de Gorgos) / Foto J.A.G. Depósito de ánforas descubiertas entre los horrea y el portus de Dianium. Primera mitad siglo IdC. La primera por la izquierda es un contenedor de vino ibicenco / Foto J.A.G. El vino en Dianium, mucho por descubrir ROSA RIBES FORNÉS Las excavaciones arqueológicas realizadas en las últimas décadas nos han dado información suficiente para asegurar que en el Territorium de Dianium se producía y se consumía vino. Estructuras de alfares, ánforas, cargas de navíos hundidos… En estas tierras se retomó en tiempos de los romanos la vieja tradición de la elaboración del vino -que nos remonta a los tiempos de los íberos de l’Alt de Benimaquiay se importaron caldos procedentes de otros lugares de dentro y fuera del Imperio. Ahora bien, quedan todavía muchos interrogantes abiertos sobre una actividad de la que, en mayor o menor medida, somos herederos y de la que muy poco sabemos. Para conocer algo más de nuestro vino, como dice el arqueólogo JosepA. Gisbert, se hace imprescindible avanzar en el conocimiento de la arqueología de nuestras villas romanas. De vino y de ánforas romanas se ha hablado precisamente en los últimos días en dos congresos celebrados en Ibiza y en Badalona, donde las ponencias Una diosa que une Terracota de la diosa Tanit-Demeter encontrada en el año 2000 en Les Rotes, en el sector Los Patos, durante el proyecto de intervención arqueológica denominado Fondeaderos antiguos de Dénia, dirigido por Manuel Martín Bueno, Carmen Aranegui y Josep A. Gisbert. La figura de terracota apareció junto a piezas cerámicas producidas en Ibiza en la segunda mitad del siglo II aC. que constataron las relaciones entre el mundo púnico de Ibiza y el ibérico de Dénia. Pudo ser utilizada para el culto a bordo de un navío procedente de la isla y pertenecer al ajuar de un marinero embarcado en él. La imagen de Tanit-Demeter se utiliza como trofeo para la Copa del Canal, una competición de vela que vuelve a unir Dénia e Ibiza. En este caso a través del deporte náutico / Foto J.A.G. presentadas arrojan nueva luz para interpretar o reinterpretar algunos trabajos significativos realizados en la comarca. Si hablamos de vino en Dianium hemos de tener claro que quienes habitaron estas tierras en tiempos de la romanización produjeron sus propios vinos pero importaron también otros procedentes de lugares distintos. Hallazgos de ánforas romanas en las costas de Dénia ha habido muchos desde el año 1982, cuando en un congreso de arqueología subacuática celebrado en Cartagena se presentó una colección de 22 ánforas localizadas en colecciones privadas que habían sido previamente documentadas. Por aquel entonces, los fondos del Museo Arqueológico tenían un ánfora en depósito, algo que ahora nos parece difícil de entender. Durante todo este tiempo se ha trabajado básicamente en la documentación de ánforas de vino itálicas de producción local. Del vino que se producía en el territorio de Dianium entre los siglos primero al tercero, en época del Alto Imperio Romano, explica Gisbert, sabemos que se dedicó sobre todo a Excavaciones de 2006 en la villa romana de l’Estanyó (Dénia) /Foto J.A.G. la exportación. Los testimonios arqueológicos que dan cuenta de ellos son básicamente los centros productores, que se han estudiado en profundidad, como es el caso de laAlmadrava, donde se empezó a excavar en 1984, y una serie de artefactos relacionados con contrapesos y las prensas para la uva utilizadas en la producción. En siglos anteriores, como atestiguan los hallazgos subacuáticos, hay evidencias de que hubo un comercio de vino en el ámbito fenicio o púnico. Cinco ánforas presentadas por el arqueólogo en el congreso celebrado esta semana en Ibiza, datadas en los siglos VI, IV y III a C., lo corroboran. “Es un hecho fehaciente la presencia del vino de Ibiza en la mesa y su consumo en Dianium en niveles tardorrepublicanos, en el siglo I aC. y durante las primeras décadas de la fundación del municipium”, señala. Así lo acreditaron las excavaciones realizadas a finales de los años 80 en la prolongación de la calle Temple de Sant Telm, donde junto a varias ánforas procedentes de Italia aparecieron los restos de otras fabricadas en la vecina isla de Ibiza. Podemos afirmar por lo tanto que los habitantes de la ciudad de Dianium disfrutaron de los placeres de la buena mesa con “vino del Golfo de Nápoles y de la mayor de las Pitiusas, así como de salsas de pescado provenientes del ámbito púnico, del sur de la península y del norte de África”, como se deduce del estudio de las ánforas utilizadas como contenedores para su transporte. En las excavaciones de las baterías de horrea (almacenes portuarios) del Hort de Morand, esa gran fuente de información para conocer Dianium, se encontraron algunos restos que se podrían situar en el segundo cuarto del siglo I dC. Se trata de ánforas de vino local que constatan que en los años 4060 del siglo primero -no antes- se elaboraban vinos en este territorio, caldos que compartían protagonismo con los de la Bética y con el vino ibicenco. Otros Otro hallazgo significativo es el del llamado Canal de l’Arbre del antiguo puerto de Dianium, con restos de ánforas del siglo I aC. que atestiguan el comercio del vino del ámbito púnico durante el tiempo de las colonizaciones del mundo ibérico y al menos hasta el siglo I dC. Para seguir hablando del consumo y comercialización del vino en siglos posteriores nos detenemos ahora en un tipo de ánfora, la denominadaAlmadrava IV, sobre la que habló Josep A. Gisbert en Badalona el jueves. No se conoce todavía su distribución e impacto en el territorio pero sí se han hecho algunos avances en las investigaciones sobre ella desde que fue presentada, curiosamente también en Badalona, en sendos congresos celebrados en 1985 y 1998. El ánfora Almadrava IV, que data del siglo III dC., apareció en las excavaciones realizadas en los años 1984-85 en el alfar de la Almadrava, en un momento en que no había todavía demasiada información sobre la producción de ánforas. Se desconoce su dispersión y solo se tiene conocimiento de su localización en algún otro lugar del sur de la (Pasa a la pág. siguiente) provincia de Alicante. Gisbert desvela que en un lugar del término municipal de Dénia se ha localizado también un vertido de escombros en el que han aparecido, mezclados con tierra, una cantidad importante de restos de este tipo de ánfora singular. Se desconoce cuál es su procedencia. Tal vez el desmantelamiento de alguna construcción situada en término de Dénia o de Els Poblets que podría haber sacado a la luz lo que él ha dado en denominar la “figlina (taller cerámico) de la vergüenza”. Se trataría del material con defectos de cocción de un alfar que, de conocerse su emplazamien- to, podría aportar más detalles sobre el ánfora Almadrava IV. “Somos el único territorio del sur de la Tarraconense con producción de ánforas del siglo III”, subraya el arqueólogo. Los trabajos arqueológicos realizados por la Universidad de Alicante y el Museo de Xàbia en el alfar de La Rana (Gata de Gorgos), que se conocen desde los años 80, pueden testimoniar la relación de este taller cerámico con los anteriores. Se conoce la presencia del ánfora Almadrava IV en tres villas romanas, destaca Josep A. Gisbert, cuando prácticamente han sido excavadas muy pocas en territorio valenciano. En el Territorium de Dianium, que incluiría prácticamente lo que son hoy las comarcas de la Marina Alta y la Safor, no hay excavaciones significativas y solo un proceso de musealización parcial en el caso de la vila La Sort (Ròtova) y otro en el del alfar del yacimiento de l’Almadrava. La arqueóloga Silvia Ruiz dirigió una intervención arqueológica en 2006 en la partida l’Estanyó de Dénia (antiguo camping Diana), donde con anterioridad se había documentado Contrapeso de prensa de ‘torcularium’ de la villa romana de l’Estanyó / Foto J.A.G. el contrapeso de una prensa horizontal romana vinculada a la producción de vino.Allí detectó un conjunto de fragmentos de Almadrava IV “Somos el único territorio al sur de la Tarraconense con producción de ánforas en el siglo III” que sitúan el momento de la actividad entre los años 260 y 270 dC.Así, “la datación propuesta para este tipo de ánfora (aproximadamente del 220 al 280) quedaba corroborada por los registros arqueológicos de una de las villas romanas más importantes del territorio de Dianium”, añade Gisbert. Nos referimos a una villa marítima que en parte desapareció bajo las aguas por una trasgresión marina, lo que le permite hablar de “una villa romana sumergida”. De ánfora y vino se ha hablado en Badalona. Pero también de instalaciones vitivinícolas, del funcionamiento de las bodegas en época romana y de las prensas horizontales empleadas para la elaboración del vino. Todo ello permite tener una visión renovada sobre hallazgos relacionados con la producción del vino, como el lacus (depósito para el mosto) de Les Plantaes de Benidoleig y al menos unos 10 yacimientos arqueológicos del territorio. De la fermentación del vino en dolia, no hay ninguna evidencia arqueológica visible pero sí noticias de la destrucción de un campo de dolia (vasijas) y de haber visto el borde de una de esas dolia en la villa romana de Benimarraig de Benissa. Allí precisamente, la bodeja Joan de la Casa experimenta desde hace un tiempo con la fermentación de vino en vasija. En Jesús Pobre, el Celler Les Freses lo hace con ánforas de barro. Dos procesos de vinificación que tienen su origen en la antigüedad clásica.