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Los olmecas en Morelos. Parte 1.

2023, Suplemento cultural el tlacuache. Centro INAH Morelos.

Una introducción al fenómeno olmeca desde una perspectiva regional (Morelos) haciendo énfasis en los descubrimientos a lo largo del tiempo

INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA omo se ha dicho anteriormente en otras publicaciones en este suplemento cultural El Tlacuache, el fenómeno olmeca es muy importante en Morelos, al punto de que dos obras maestras de la cultura olmeca provenientes de este estado se encuentran exhibidas en el Museo Nacional de Antropología e Historia (MNAH): “El señor de Atlihuayán” (Figura 1) y el Monumento 16 de Chalcatzingo (Figura 2). C La primera, “El señor de Atlihuayán”, es una escultura realizada en barro y corresponde al ejemplo más acabado de las figurillas denominadas “Baby Face”, que representan al personaje denominado “Hombre-Jaguar”, entidad que reúne características tanto de un hombre como las de un jaguar. Así mismo, las proporciones, lo rollizo de la figura y ciertos rasgos, como las mejillas anchas, los brazos y piernas gruesas, le dan una apariencia infantil. Este personaje aparece sedente, si bien le faltan las piernas, muy probablemente estaban cruzadas y las manos debieron estar entrelazadas, puesto que le falta la izquierda. Sobre la espalda lleva lo que parece ser la piel de un ser fantástico, mezcla de cocodrilo y jaguar que en lugar de garras lleva el signo mano-ala-garra, elemento olmeca que une el ala de un ave, la garra de un jaguar y la mano de un humano. La cola del animal fantástico está compuesta por tres “trapecios” que presentan líneas de pelo en la parte inferior, tal como se representa la serpiente de fuego o “Xihucóatl” en el Posclásico. Esta maravillosa pieza, fue encontrada en 1948 durante la construcción de una carretera, fue realizada por una naciente élite gobernante, entre los años 1200 a 1000 a.C., que estaba re interpretando la ideología del Preclásico temprano danto origen a la ideología olmeca (Figura 1). Figura1. “El sacerdote de Atlihuayan” Figurilla hueca tipo Baby Face. Encontrada en Atlihuayán, Yautepec Morelos. MNA. 2 SUPLEMENTO CULTURAL EL TLACUACHE / NÚMERO 1068 CENTRO INAH MORELOS Viernes 17 de febrero, 2023 Figura 2. Monumento 16 de Chalcatzingo. Representa a un personaje sentado, con un pectoral con la cruz de San Andrés, un grueso cinturón o Maxtlatl del cual cuelga la parte inferior del mismo. Con las piernas cruzadas y las manos sobre las rodillas. MNA. El Monumento 16 de Chalcatzingo forma parte de un gran conjunto de esculturas olmecas que podemos definir como “ancestros mitológicos”, se trata de personajes que se encuentran sedentes, con las piernas cruzadas y las manos sobre las rodillas. Quien suscribe se inclina a pensar que este monumento está asociado a esculturas del tipo el Monumento 44 de la Venta (Figura 3), el Monumento 1 de San Martín Pajapan, (Figura 4) así como el Monumento 77 (figura 5) de la Venta, los cuales representan entidades que tienen un rostro “prototípico”, en el sentido en el cual pesa más la sintaxis olmeca que los rasgos particulares de un personaje. De tal manera, el ser representado está más cerca de la connotación «humano»” que de la connotación «Ancestro-jaguar mítico» Esto se refuerza con la vestimenta, la cual suele ser muy elaborada, así como en el tocado. Todos estos monumentos parecen corresponder al periodo intermedio olmeca que se da entre el 1000 al 800 a.C., momento en el cual la ideología olmeca había permeado en la totalidad del grupo y la ya consolidada élite extendía su control no sólo sobre su grupo social, sino también sobre sus vecinos. Figura 3. Monumento 44 de La Venta. Escultura que muestra la misma tradición de rostro que el Monumento 77 de La Venta. Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer”. LOS OLMECAS EN MORELOS ~ PARTE I 3 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Figura 4. Monumento 1 de San Martín Pajapan. Escultura similar al Monumento 16 de Chalcatzingo y 77 de La Venta. MAX. Figura 5. Monumento 77 de La Venta, comparte con el monumento 16 de Chalcatzingo, además de la misma postura, el pectoral con la cruz de San Andrés y un maxtlatl similar. El monumento 16 debió de contar con un rostro similar al de este monumento. Parque Ecológico La Venta. Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer”. 4 SUPLEMENTO CULTURAL EL TLACUACHE / NÚMERO 1068 CENTRO INAH MORELOS Viernes 17 de febrero, 2023 Desafortunadamente, el MNAH no tiene una pieza original de Morelos que haga referencia al periodo más conocido y que generó el arte más monumental olmeca; sin embargo, la reproducción del Monumento 1 de Chalcatzingo (Figura 6) es un ejemplo de este último periodo, en el cual los personajes abandonan el anonimato de los periodos anteriores y se realizan retratos o, como en el caso de este monumento, el personaje principal lleva a su izquierda un signo que denota su nombre «Cerro-estrellas-bromelias-quetzal» (Figura 7); lo que lo diferencia del arte olmeca anterior donde lo importante eran las características mánticas del personaje y no el personaje en si. Este periodo Olmeca tardío corresponde al surgimiento de las grandes proto urbes olmecas como “La Venta”, en Tabasco, y el propio Chalcatzingo, en Morelos. Figura 7. Detalle del nombre «Cerro-estrellas-bromelias-quetzal» del Monumento 1 de Chalcatzingo Figura 6. Monumento 1 de Chalcatzingo. LOS OLMECAS EN MORELOS ~ PARTE I 5 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Este breve resumen del fenómeno olmeca caracterizado por 2 objetos y una reproducción que son parte de la colección del MNAH, hace referencia al conocimiento que tenía la mayoría de la gente sobre el fenómeno olmeca hasta finales del siglo XX, esto es, hubo pequeños asentamientos olmecas en Morelos y el único asentamiento de gran tamaño fue Chalcatzingo, el cual tiene la mayor colección de monumentos labrados en el estado y el único que puede competir con los grandes sitios de Veracruz. Sin embargo, la evidencia del fenómeno olmeca estuvo siempre por delante de nuestros conocimientos. El propósito de este artículo es mostrar como ha evolucionado nuestro conocimiento sobre el fenómeno olmeca en Morelos, desde el inicio del siglo XIX hasta los años 70tas del siglo pasado. Un segundo artículo se hará en referencia a los últimos cuarenta años y, finalmente, establecer la explicación del fenómeno olmeca más allá de la Costa del Golfo. Las primeras evidencias publicadas del fenómeno olmeca en Morelos corresponden al historiador y arqueólogo aficionado Obispo Francisco Plancarte y Navarrete. El obispo creo dos colecciones de figurillas arqueológicas, de acuerdo con lo escrito en su libro de Tamoanchán y la primera la regaló al en ese entonces Museo Nacional a solicitud de Joaquín Baranda, registrada en los anales del museo del año de 1892, donde podemos leer las breves descripciones de las figurillas, que carecen de ilustraciones por lo que no es posible establecer sus características. Sin embargo, su segunda colección publicada en “Tamoanchan”. El estado de Morelos y el principio de la civilización en México”, en el año de 1911, muestra figurillas, algunas procedentes de Tepalcingo y Jonacatepec las típicas tipo C8, asociadas a Chalcatzingo en su periodo Olmeca tardío; también tiene una figurilla C9, plenamente olmeca, proveniente de Cuernavaca. Otra es una figurilla C9-D2-K (Figura 8) proveniente de Jojutla. Sin embargo, en este momento tan temprano de la investigación arqueológica en México, se consideraba que estas evidencias pertenecían a las “Culturas de los Cerros”, anteriores a las fuentes históricas, sin poder establecer con claridad su posición en una secuencia cultural. Páginas 6 y 7. Figura 8. Figurillas publicadas por el Obispo Plancarte. 6 SUPLEMENTO CULTURAL EL TLACUACHE / NÚMERO 1068 CENTRO INAH MORELOS Viernes 17 de febrero, 2023 LOS OLMECAS EN MORELOS ~ PARTE I 7 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA El segundo descubrimiento asociado al fenómeno olmeca, corresponde a las investigaciones llevadas a cabo por Vaillant, quien a inicios de los años 30tas comienza toda una serie de excavaciones con el propósito de definir los periodos más antiguos de la ocupación sedentaria en la Cuenca de México y Morelos; se debe tener en cuenta que esto se hace algunos años antes de que Stirling iniciara las excavaciones en la Costa del Golfo. Vaillant se interesa por los valles de Morelos gracias a las colecciones reunidas principalmente los las Sritas. Bourgeois, a quienes les reconoce el descubrimiento del sitio de Gualupita, así como a la publicación de la colección del Obispo Plancarte ya mencionada. El autor realiza sus investigaciones en 1932. Considera que el asentamiento de Gualupita corresponde efectivamente al Preclásico, de tal manera, su fase Gualupita I corresponde a las fases de la Cuenca que denominó Zacatenco Temprano y Medio; mientras que Gualupita II es contemporánea a las fases Ticomán Temprano y Medio. Dentro de los materiales que presenta en el libro producto de las excavaciones, muestra varias figurillas de tradición olmeca temprano 1200 - 1000 a.C. denominadas C9, dos de ellas las típicas Baby Face (Figura 9). Figura 9. Figurillas publicadas por Vaillant. 8 SUPLEMENTO CULTURAL EL TLACUACHE / NÚMERO 1068 CENTRO INAH MORELOS Viernes 17 de febrero, 2023 Figura 10. Vaso publicado por Vaillant. Por lo que respecta a los materiales cerámicos, se puede observar entre los publicados una muestra abundante de materiales estilo Tlatilco. Por lo que respecta a la fase siguiente, donde lo olmeca temprano y lo Tlatilco convivieron, son muy pocos los que Vaillant presenta, sin embargo se tiene un vaso blanco caolín con posible decoración al negativo (Figura 10). Así mismo, se pude observar la presencia de olmeca medio y tardío, si bien en ese momento no se tenía el conocimiento suficiente sobre esta cultura para poder ser identificado por el auto como olmecas. El siguiente descubrimiento que marcó la presencia olmeca en Morelos, fue en el propio Chalcatzingo, en 1934, a consecuencia de una tromba que golpea al Cerro de la Cantera y expone al Monumento 1 de Chalcatzingo. Así la arqueóloga Eulalia Guzmán realizó dos visitas al sitio de Chalcatzingo y presenta un informe el cual fue publicado en los Anales del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, en el cual realiza la primera descripción y registro del Monumento 1 (Figura 11), que posteriormente será denominado “El Rey”, considerando que se trata de un relieve asociado al culto al Dios de la Lluvia o Tláloc. Así mismo describe y dibuja al Monumento 7, al cual describe como la cabeza de un animal y las líneas de una greca, y al Monumento 8, que le parece “… un perro o un conejo echado, con la cabeza hacia el Este y la cola hacia al Oeste…” También describe al Monumento 2, que por su posición entre dos rocas le impidió verlo con claridad, pero registra dos personajes y menciona la existencia de por lo menos cuatro. Por último hace la primera descripción y registro del Monumento 16 de Chalcatzingo, ya mencionado al principio de este artículo. Eulalia Guzmán concluye que tanto los Monumentos 1 y 2, así como el 16, fueron realizados por el mismo grupo, y considera que no fueron realizados por las culturas “arcaicas” dada la complejidad de sus vestimentas, aunque menciona que podrían haber sido realizados por grupos “teotihuacanos tempranos”; será esta autora quien establezca a manera hipótesis que se trata de la cultura olmeca: “¿Quiere decir entonces, que hombres del grupo cultural arcaico o los primeros teotihuacanos fueron los autores de estos bellos relieves o habrá que buscarlos en otros grupos culturales como el olmeca? Respecto de los arcaicos, parece difícil creerlo, si pensamos en el traje y adornos de la deidad sentada.” LOS OLMECAS EN MORELOS ~ PARTE I 9 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Debemos reconocer que Doña Eulalia Guzmán al considerar a la cultura olmeca como la posible creadora de los hallazgos por ella reportados es más que una mera coincidencia, ya que si bien para esa época todavía no se discutía la existencia, área de ocupación y temporalidad de la cultura olmeca, ya se estaban desarrollando la propuesta. Desde 1900, Marshall H. Saville había propuesto que varias evidencias que se encontraban en diferentes museos del mundo pertenecían a una sola cultura y que el proponía que se les llamara “olmecas”, Así como en 1932, el propio Vaillant había reconocido como olmeca a la estatuilla de Necaxa, Puebla, aunque no pudo establecer la relación existente entre las figurillas C9 que reporta y la escultura en jade de la que trata su artículo “A precolumbian jade”- Sin embargo, no será sino hasta las publicaciones de Stirling en 1938 y la posterior segunda reunión de la Sociedad Mexicana de Antropología en 1942, cuando la cultura olmeca saltará a la palestra y será motivo de discusión para todos los investigadores. Razón por la cual, la hipótesis de Guzmán de que los relieves de Chalcatzingo son parte de la cultura olmeca es un logro que no ha sido valorado plenamente por los investigadores de lo olmeca. Figura 11. Registro del monumento 1 hecho por Eulalia Guzmán . 10 SUPLEMENTO CULTURAL EL TLACUACHE / NÚMERO 1068 CENTRO INAH MORELOS Viernes 17 de febrero, 2023 Detalle. Monumento 2. La Procesión. Chalcatzingo, Morelos. INAH-Archivo. El siguiente investigador que va a aportar sus descubrimientos sobre la cultura olmeca será el arqueólogo Román Piña Chan, quien realiza varias excavaciones en el estado de Morelos en los años 50’tas del siglo pasado. Así mismo, realizó excavaciones en Olintepec, Tlayacapan, Tlaltizapan, Atlihuayan y Yautepec, sitios que reporta para lo que denominó la “expansión olmeca, de 1300 - 800 a.C.”. En Chalcatzingo, Piña Chan excavó doce pozos de sondeo (Figura 12); pero de gran relevancia fueron sus trabajos de remoción de parte de la roca que impedía el acceso y la vista al Monumento 2, llevando a cabo el primer registro completo de este relieve (Figura 13), mostrando a sus cuatro personajes así como la disposición de los mismos. En su publicación se observa En referencia a los materiales , se observa la presencia de materiales olmecas tempranos, medios y tardíos, con una dominancia de estos últimos. Figura 13. Registro del Monumento 2 realizado por Román Piña Chan. Figura 12. Plano de las excavaciones realizado por Román Piña Chan. LOS OLMECAS EN MORELOS ~ PARTE I 11 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Como resultado de la Mesa de Antropología de 1942 llevada a cabo en la ciudad de los Tuxtlas, es donde se concluye la existencia de una cultura arqueológica Olmeca, cuyas principales asentamientos correspondían a San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, de ahí surgió la propuesta de una “Cultura Madre” que se difundió al resto de Mesoamérica. Piña Chan con base en esa propuesta de la cultura madre, plantea que la presencia olmeca en la región del Altiplano Central se debe a la llegada de un grupo “olmeca arcaico”, el cual se impuso a los grupos originales, siendo Chalcatzingo el lugar del cual se dispersó esta cultura olmeca-arcaica hacia Puebla, Guerrero y la Cuenca de México. Posteriormente, los olmecas “Puros”, también llamados urbanos por el mismo autor, harán una segunda migración que correspondería a quienes elaboraron los maravillosos relieves de Chalcatzingo, así como permitieron el apogeo de sitios como La Venta y el propio Chalcatzingo. Excavaciones en Chalcatzingo. Periodo 1072-1974. Jorge Angulo Villaseñor [atribuido]. Zona Arqueológica de Chalcatzingo. Jantetelco, Morelos, México. Fototeca Juan Dubernard, Centro INAH, Morelos. Núm. Inventario: 1497. 12 Cabe aclarar que durante los años 30tas a los 60tas del siglo pasado, era muy común establecer los cambios sociales como consecuencia de la influencia y difusión de elementos de una cultura a otra, considerando que los elementos que aparecen en el registro arqueológico es consecuencia de un origen exógeno. Denominando a este tipo de teorías como difusionismo. Sin embargo, no podemos negar que esta teoría presupone la existencia de “culturas avanzadas” que se oponen a las “culturas simples” y muchas veces utilizadas para definir la existencia de pueblos superiores e inferiores. De tal manera, se consideraba que los olmecas eran un pueblo o un grupo social avanzado, en oposición a las culturas denominadas “arcaicas” las cuales fueron aculturadas por los olmecas, siendo éstos la cultura madre de todas las civilizaciones mesoamericanas. De tal manera, se considera que esta explicación es más propia de un pensamiento colonialista que de la experiencia plenamente científica. SUPLEMENTO CULTURAL EL TLACUACHE / NÚMERO 1068 CENTRO INAH MORELOS Viernes 17 de febrero, 2023 Para los años 60’tas y 70´tas, la “Nueva arqueología” genera un auge de nuevas investigaciones a lo largo y ancho de todo el país, dándose especial interés a los recorridos de superficie de grandes regiones, oponiéndose a la “arqueología de sitio” que se había llevado a cabo a lo largo de todo el siglo XX. Dentro de esta corriente, se debe mencionar los recorridos y excavaciones llevadas a Cabo por David Grove en el estado de Morelos, interesándose especialmente en el periodo Preclásico. Grove realizó trabajos de recorrido durante los años 1966 y 1967, para posteriormente realizar sus primeras excavaciones en San Pablo para 1969 y una segunda temporada en Nexpa para 1970 encontrando contextos asociados al periodo olmeca temprano. El autor concluye haciendo una primera propuesta cronológica, que abarca el periodo más temprano del Preclásico y el cual divide en tres subfases: La Juana y Nexpa Temprana de 1520 a 1350 a.C.; la subfase San Pablo A y Nexpa Media de 1250 a 1050 y la última subfase, San Pablo B y la Nexpa Tardía de 1050 a 900a.C. La primera, La Juana y Nexpa Temprano, corresponde a la ocupación más temprana de los asentamientos, asociados a la cultura Tlatilco y Gualupita. La segunda, San Pablo A y Nexpa Media, es parte de la misma cultura, pero se diferencia por la aparición de la cerámica Rojo/ café. Por último, la subfase San Pablo B y Nexpa tardío se caracteriza por la presencia de materiales olmeca tempranos y, al igual que en el resto de los asentamientos donde estos materiales aparecen, lo hace de manera escasa. Excavaciones en Chalcatzingo. Periodo 1072-1974. Jorge Angulo Villaseñor [atribuido]. Zona Arqueológica de Chalcatzingo. Jantetelco, Morelos, México. Fototeca Juan Dubernard, Centro INAH, Morelos. Núm. Inventario: 1467. LOS OLMECAS EN MORELOS ~ PARTE I 13 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Posteriormente, David Grove formará un equipo multidisciplinario y llevará a cabo las excavaciones más importantes de su carrera, esta vez en Chalcatzingo durante los años 1972 a 1974. A lo largo de esos tres años, él y su equipo realizaron recorridos de superficie, tanto en la región oriente del estado con el propósito de establecer el área de influencia de Chalcatzingo, como al interior del sitio para definir las áreas de excavación; el levantamiento topográfico de la zona arqueológica; excavaciones extensivas; análisis paleoambientales; el inventario de los monumentos labrados descubiertos hasta ese momento, llegando hasta el número 30, y de la gran cantidad de las piedras labradas que no necesariamente constituían parte del discurso de los monumentos; además del registro de la pintura rupestre que se encuentra en el sitio. 14 Como producto de la investigación, desarrollaron una secuencia arqueológica que se volvió la columna vertebral de la investigación del Preclásico Temprano y Medio en el estado de Morelos. Sin embargo, víctima de sus grandes logros, el análisis de la información recuperada le llevó más de diez años. El autor concluye estableciendo una secuencia cerámica para el Preclásico que está compuesta por tres grandes fases: Amate 1500 - 1100 a.C., Barranca 1100 700 a.C y Cantera 700 - 400 a.C. las cuales se dividen en varias subfases. Excavaciones en Chalcatzingo. Periodo 1072-1974. Jorge Angulo Villaseñor [atribuido]. Zona Arqueológica de Chalcatzingo. Jantetelco, Morelos, México. Fototeca Juan Dubernard, Centro INAH, Morelos. Núm. Inventario: 1469. SUPLEMENTO CULTURAL EL TLACUACHE / NÚMERO 1068 CENTRO INAH MORELOS Viernes 17 de febrero, 2023 Figura 14. Monumento 22 de Chalcatzingo. Para la fase Amate temprano, 1500 - 1250 a.C., tiene el mismo estilo cerámico de Gualupita y Tlatilco, si bien la Arqueóloga Ann Cyphers considera que la ausencia de los típicos botellones con asa de estribo o de silueta compuesta indica que Chalcatzingo fue un sitio marginal para la esfera cultural Tlatilco. Sin embargo, recientes hallazgos en Chalcatzingo demuestran la presencia de botellones similares a los hallados en Tlatilco (Figura 14). En la subfase Amate tardío, 1250-1100 a.C., comienza a aparecer la cerámica con el código de representación olmeca y se continúa utilizando la cerámica Tlatilco, apareciendo el material olmeca de manera muy escasa. Es en esta fase Amate que Chalcatzingo tuvo una extensión de entre 4 y 6 hectáreas siendo el asentamiento más grande de la región oriente, siendo un sitio somero que sufrió múltiples alteraciones conforme se desarrollaba la población. Sin embargo, Grove estableció dos lugares donde se conservó arquitectura de esta fase. La estructura más antigua del gran basamento de Chalcatzingo o PC4, y una plataforma en la terraza 6. La fase Barranca, 1100 - 700 a.C., si bien se divide en tres fases, temprana, media y tardía, lo más importante es que se caracteriza por la generalización del uso del código de representación olmeca en la cerámica y la escultura, como es el Altar Trono o Monumento 22 (Figura 14). Son pocas las evidencias contextuales que se encuentran a consecuencia de la gran destrucción que debió ocasionar el crecimiento de la ciudad durante la fase siguiente. Con una extensión de 13 hectáreas, es el momento en que se empieza a realizar el terraceado de las laderas del asentamiento, así como la construcción de dos dos drenajes que atraviesan el sitio. La estructura 4 de la plaza central es acrecentada. Así mismo, los 22 sitios que se encuentran en la región oriente duplicaron su población con respecto a la fase Amate. LOS OLMECAS EN MORELOS ~ PARTE I 15 INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Para la fase Cantera, 700 - 500 a.C., Chalcatzingo alcanza su mayor extensión y poderío. (Figura 15). El sitio llega a alcanzar una extensión de 40 hectáreas y sus terrazas adquieren las dimensiones que el sitio actualmente presenta. Gran parte de los relieves se realizan en este momento, haciendo de la ocupación un lugar con la preeminencia e importancia similar a las de sus contrapartes en la Costa del Golfo. En referencia a la cerámica, la tradición olmeca se aferra en el sitio, si bien la estilización de los motivos continúa, las tradiciones asociadas tales como el excavado se lleva a extremos nunca vistos. Se pudieron excavar varias unidades habitacionales en las cuales se encontraron entierros claramente diferenciados con respecto al resto de los pobladores. A partir de los años ochentas poco se supo o se descubrió con respecto a los olmecas en Morelos. Sin embargo, importantes descubrimientos llevados a cabo en la cuenca de México al mismo tiempo que Grove llevaba las excavaciones de Chalcatzingo, revolucionaron la investigación olmeca. Así mismo, grandes descubrimientos se volverían a hacer en la década de los noventa y hasta los años recientes, pero esa narrativa deberá esperar hasta la segunda parte de este artículo. Figura 15. Reconstrucción de Chalcatzingo durante la fase Cantera. 16 SUPLEMENTO CULTURAL EL TLACUACHE / NÚMERO 1068 CENTRO INAH MORELOS Viernes 17 de febrero, 2023 Bibliografía Barfield, Thomas. Diccionario de Antropología. Siglo XXI Editores.2000 Cyphers Guillén, Ann. Chalcatzingo, Morelos. Estudio de cerámica y sociedad. Instituto de Investigaciones Antropológicas. UNAM. México 1992 Cyphers Guillén, Ann y David C. Grove. “Chronology and Cultural Phases at Chalcatzingo”En: Ancient Chalcatzingo, Editado por David C. Grove ed. University of Texas Press, Austin.1987 Grove, David C. San Pablo, Nexpa and the early formative archaeology of Morelos, México, Vandervilt University publications in anthropology, No. 12, Nashville, USA. 1974 Guzmán, Eulalia. “Los relieves de las rocas del Cerro de La Cantera, Jonacatepec, Mor.” En: Anales del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía. Tomo II. Quinta época. Talleres gráficos de la Nación. México. 1934. Pp. 237-251. Piña Chán, Román. Las culturas preclásicas de la Cuenca de México. Fondo de Cultura Económica. México. 1955 Piña Chán, Román. Chalcatzingo Morelos. Dirección de Monumentos Pre-Hispánicos. INAH. México. 1955 Piña Chán, Román y Luis Covarrubias. El Pueblo del Jaguar (Los olmecas arqueológicos). Consejo para la planeación e instalación del Museo Nacional de Antropología. SEP. México. 1964 Plancarte y Navarrete, Francisco. Tamoanchán. El estado de Morelos y el principio de la civilización. Imprenta de “El Mensajero”. México. 1911 Prindiville, Mary y David Grove. “The Settlement and Its Architecture” En: Ancient Chalcatzingo, Editado por David C. Grove ed. University of Texas Press, Austin.1987 pp: 63 - 81 Trigger, Bruce. Historia del pensamiento arqueológico. Editorial Crítica. Barcelona 1992 Vaillant Suzannah B y George C. Vaillant. Excavaciones en Gualupita. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México. 2009 LOS OLMECAS EN MORELOS ~ PARTE I 17 Coordinador editorial: Giselle Canto Aguilar Nuestras redes sociales: /Centro INAH Morelos Órgano de difusión de la comunidad del INAH Morelos Consejo Editorial Erick Alvarado Tenorio Giselle Canto Aguilar Eduardo Corona Martínez Raúl Francisco González Quezada Mitzi de Lara Duarte Luis Miguel Morayta Mendoza Tania Alejandra Ramírez Rocha El contenido es responsabilidad de sus autores. Karina Morales Loza Coordinación de difusión Emilio Baruch Quiroz Tellez Formación y diseño Apoyo operativo y tecnológico Centro de Información y Documentación (CID) Sugerencias y comentarios: difusion.mor@inah.gob.mx Crédito portada y contraportada: “El sacerdote de Atlihuayan” Figurilla hueca tipo Baby Face. Encontrada en Atlihuayán, Yautepec Morelos. MNA. Centro INAH Morelos Mariano Matamoros 14, Acapantzingo, Cuernavaca, Morelos.