Colectivo

El presente trabajo analiza las críticas de Bruno Latour a los conceptos de naturaleza, sociedad y cultura que se encuentran sustentados, según el autor, en una metafísica de la naturaleza. Luego se examina su propuesta de composición de un colectivo en expansión a partir de una metafísica experimental.
En esta línea de reflexión surgen algunos interrogantes: si la naturaleza y la sociedad son dos formas de constitución prematuras de una unidad y si la multiplicidad de culturas no expresa sino su contracara ¿Qué nuevo tipo de unidad supone el colectivo? ¿Qué entidades lo componen y cómo se relacionan? ¿En qué consistiría su exterior y qué lugar ocuparía el vacío?

Individuo, Individuación, vida en común: problemas filosóficos modernos y contemporáneos, Cecilia Barelli ... [et. al.]: coordinación general de Cecilia Barelli, Rodríguez Laura y Laureano Correa, Bahía Blanca, Editorial de la Universidad Nacional del Sur, Ediuns, 2018.

En términos muy generales, es posible sostener que Nietzsche es un acérrimo enemigo de la desmesura. Es decir, del despliegue anárquico de la vida humana, el cual sobreviene cuando los umbrales de ordenación que la hacen posible como unidad organizada son franqueados. Esta actitud general puede encontrarse de diferentes formas y en referencia a distintas temáticas, dependiendo del periodo de su obra en el que se focalice. En el caso puntual de Más allá del bien y del mal, el parágrafo 188 desarrolla este posicionamiento nietzscheano a través de una crítica directa a la posibilidad de prescindir –bajo pretexto de una supuesta defensa de “lo natural”– de todo tipo de disciplina, refrenamiento y coerción. La impugnación de estas ideas asume como blanco un concepto determinado que, a juicio del pensador alemán, es representativo de dicha tendencia: el vocablo francés laisser aller, el cual remite a una forma de vida emprendida en función del “dejar-ir” o “dejarse-ir” como estandarte rector del espíritu. Ahora bien, si esta consigna no cuenta con el aval del filósofo, ello se debe a que es asociada por éste a la disgregación de la cultura y a la disipación de las fuerzas vitales del individuo.
En atención a esto último, el objetivo de este capítulo será clarificar los fundamentos ontológicos que sustentan esta oposición de Nietzsche al laisser aller, entendido como tendencia contraria a la individuación, singular y colectiva, de la vida. Para ello, se reconstruirá la historia del concepto en el corpus del autor. Esto permitirá advertir continuidades y rupturas en el tratamiento que el pensador hace del mismo en Más allá del bien y del mal. Luego, focalizando en esta obra, se expondrá cómo las ideas del pensador referidas a la vitalidad de la cultura y del individuo implican la categoría filosófica de unidad, entendida como “juego de conjunto” entre componentes heterogéneos. Esto quiere decir que la realidad de lo colectivo y de lo individual, según el filósofo, solo puede ser comprendida en términos relacionales; lo cual supone adherir a un enfoque que asigna al funcionamiento coordinado un rango de ser no-sustancialista. Una vez expuestos estos lineamientos nietzscheanos, se analizará en qué sentido el laisser aller, al suponer una oposición a toda forma de ordenación de lo múltiple, es caracterizado por el autor como una tendencia que lesiona el umbral ontológico al interior del cual el individuo y el colectivo son realidades cuyo devenir es posible.