Mexico Energy Reform

El presente trabajo analiza el régimen de las contrataciones a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) previsto en las leyes del sector eléctrico, principalmente, la Ley de la CFE y la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), para el desarrollo de proyectos de inversión para la prestación de servicios públicos.

Se analizarán los diversos esquemas disponibles en nuestra legislación para la colaboración público privada y se resaltarán las ventajas y áreas de oportunidad de los mismos.

El objetivo es generar reflexiones acerca de la importancia de la colaboración público privada para realizar mayores y mejores inversiones en servicios públicos, y sobre sus implicaciones, positivas y negativas, en el desarrollo del sector eléctrico en México, tanto para las Empresas Productivas del Estado en el sector, como para los participantes del mercado.

En la década de 1980, México trazó una nueva ruta para su desarrollo económico ?una estrategia de inserción total en la economía global?. La membresía en el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) en 1986 y el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN) en 1994 fueron dos pasos importantes en esta estrategia. Esta apertura vino acompañada además de una transición polí-tica importante que incluye un congreso plural en 1997 y el triunfo de un partido de oposición en el 2000. En esta vorágine de cambios, el único sector que había permanecido inmutable era el sector energético. Las condiciones políticas no estaban dadas, particularmente por el entramado nacionalista que arropaba al tema de los hidrocarburos desde 1938. Sin embargo, las realidades de la industria mexicana del petróleo a partir del 2006 ?producción en declive, atrasos tecnológicos, y luego una reducción en los ingresos petroleros? abrieron la oportunidad de incluir el sector energético en esta nueva ruta. Así pues, en el 2013, el Pacto por México suscrito por los Partidos Acción Nacional, Revolución Democrática y Revolucionario Institucional, impulsó una reforma energética estructural que en parte reconocía la realidad económica del sector e impulsaba nuevas modalidades de inversión privada y extranjera. Esta apertura, sin embargo, no está libre de retos significativos. Este libro explora el trayecto político y legislativo para lograr la reforma, las expectativas y condiciones de la inserción del sector en los mercados internacionales, la nueva estructura regulatoria del sector, y los retos políticos y sociales que se avecinan, constituyendo el primer trabajo de análisis extenso y profundo de la reforma en México y valorando capítulo a capítulo los riesgos y oportunidades que se avecinan.

Mexico is an important oil producer and consumer country but its oil sector is facing many challenges. One of the most important challenges is the decrease in the oil production and reserves. In order to ensure national energy security, in 2013, the Energy Reform – a decree amending and supplementing various provisions of the Mexico’s Constitution concerning the energy policy – was enacted. This note questions whether this reform fulfills the requirements to be considered as a comprehensive reform towards the energy transition to a more sustainable energy model or whether it is a political strategy to maintain an economy dependent on hydrocarbons, obtaining economic benefits with scarce environmental concerns. The note suggests that the energy transition is eclipsed by the economic interests in obtaining maximal profits from private investment while leaving by the wayside environmental and social concerns.

Mexico’s geographic location and its
world-class solar resources make it a prime
candidate for solar energy development.
To date, however, investment in the
sector and government support for the
industry has been quite limited, and solar
energy has lagged far behind wind and
geothermal generation. This paper argues
that the northern border states of Mexico
provide an extraordinary opportunity
for investment in solar energy for local
consumption by businesses and residential
customers. Nonetheless, it is unlikely that
large-scale generation for the national
grid or for export to the United States will
make economic sense in the near future.
Several barriers continue to hold back the
sector. Initiatives at Mexico’s state and
national level are needed to pave the way for
private investment. In the long run, solar
energy holds the potential to significantly
strengthen Mexico’s energy