(Atención, hay dos archivos descargables en este item). Excelente libro para estudiar con él el tema del posteísmo, en grupo de estudio o debate, su comunidad parroquial o de base, incluso para unas cuantas tertulias en torno a un...
more(Atención, hay dos archivos descargables en este item).
Excelente libro para estudiar con él el tema del posteísmo, en grupo de estudio o debate, su comunidad parroquial o de base, incluso para unas cuantas tertulias en torno a un café...
Tradicionalmente, y hasta hoy para muchos cristianos, «creer en dios» era lo primero, lo más imprescindible, el «sine qua non» de todo el edificio de la fe y de la doctrina cristiana. Por ahí se empezaba, por creer en Dios. Sin creer en Dios, ya nada religioso tenía sentido, y toda la persona quedaba descalificada... ante los creyentes y ante Dios (¡al infierno!).
La cosa ha cambiado mucho –para los que están atentos–, y este libro quiere llamar la atención de los desapercibidos. Ábrase usted personalmente, y mejor todavía con su comunidad, su grupo o sus amigos, a esta reflexión revolucionariamente renovadora que muchos cristianos han llevado a cabo: quizá, ahí arriba no hay un señor, ése al que hemos llamado Dios («tehós»)... El Misterio, lo Divino, parece que es «otra cosa», «algo» (¿alguien, o más que Alguien?) muy muy diferente... Y siendo lo que es, algo o Alguien tan decisivo, resultaría muy penoso no dedicarle algún tiempo a ponernos al día...
El P. Roger LENAERS sj ha tenido a bien confiarnos la tarea de hacer que sus obras traducidas al español sean accesibles por la Red a todo el publico hispanoparlante. Agradecemos al P. Roger su generosidad, y sobre todo, una vez más, esos sus libros lúcidos, luminosos, clarificadores, rompedores... libros que han sido traducidos al español por tantas personas voluntarias que han conjuntado sus esfuerzos para hacer posible que nos llegara su servicio teológico para una fe adulta y moderna, actual y rompedora.
Mil GRACIAS, P. Roger. Nuestros saludos y toda nuestra comunión de Energía va hasta Lovaina, para acompañarle con nuestro cariño agradecido. José María VIGIL.