Oda Nobunaga

In the year 1582, Nobunaga was suddenly killed by his vassal, Akechi Mitsuhide. To this day, Nobunaga’s assassination remains one of the greatest mysteries of Japanese history. Nobody knows why Akechi Mitsuhide at the last minute suddenly decided to betray Nobunaga. This event is so legendary that it has been ingrained into popular culture. Lots of Japanese films and TV shows make subtle references to Mitsuhide’s betrayal, in the same way that people in the West reference the Ides of March.  Mitsuhide’s betrayal has permeated so far into the public consciousness that there are even a bunch of popular superstitions about it. For example, last year when I visited Mt. Kōya, one of the holy mountains of Japan, I stumbled across Akechi Mitsuhide’s grave. The grave itself was nothing special, but what was unique about it was that it had a massive crack running through the middle of it.  The local priest told me that no matter how many times the grave was fixed, the crack came back. He told me that the ghost of Akechi Mitsuhide cannot rest as he still has a strong attachment to this world. He has been remembered as a villain and painted as a traitor. I personally think it’s time that we let poor Mitsuhide pass onto the next life and give him the history that he deserves. Now let’s unravel the mystery of Nobunaga’s death.

Lo que se pretende con este trabajo es  hacer un análisis de la evolución del ejército de
Japón a lo largo de los siglos, desgranando para ello las distintas partes que se han ido
incorporando al mismo conforme se ha vuelto una organización más compleja. Japón,
además, es un país que ha ido muy  de la mano con lo militar en lo que respecta a su
historia; tal es el caso del Sengoku Jidai, que tuvo unas consecuencias fundamentales
para  el  futuro  desarrollo  del  país  y  sin  el  cual  no  podría  entenderse  al  país  nipón
actualmente.  El  trabajo  pretende  reflejar,  por  tanto,  cómo  evoluciona  la  civilización
japonesa desde el siglo IX, donde surgen los ejércitos de hasta mil hombres y el código
de conducta en batallas, hasta el siglo XVII, cuando sube al poder Tokugawa  Ieyasu,
fundador  del  Shogunato  Tokugawa,  tercer  y  último  gobierno  militar  de  la  historia  de
Japón.
El trabajo está planteado de tal modo que inicialmente se entienda de manera  clara  y
concisa de dónde surgen todas y cada una de las clases que formaban parte del ejército
durante  el  Período  Sengoku.  Aplicar  este  planteamiento  supone,  además,  un
conocimiento de los cambios de la época que propulsaron la creación de cada clase. Tal
es el caso de los arcabuceros, clase creada en el Sengoku cuando los portugueses llegan
a Tanegashima con arcabuces para comerciar, o el caso de los  ashigaru, clase que ha
visto una evolución progresiva mediante ascensión de la escala jerárquica militar. Sin
embargo,  dado  que  el  tema  principal  del  trabajo  radica  en  el  aspecto  técnico  de  la
evolución  del  ejército  y  no  de  la  evolución  mediante  la  política,  el  trabajo  tiene  un
importante componente de descripciones de tipos de tropas, armas, formación, etc.
Una  vez  se  llega  a  hablar  en  el  trabajo  del  Sengoku  Jidai,  se  comentan  las  etapas
posteriores  (Azuchi-Momoyama  y  Edo)  con  fines  ilustrativos  de  mostrar  la  máxima
complejidad  a  la  que  llegan  algunas  clases  del  ejército.  Es  por  ello  que  dos  de  los
grandes apartados del trabajo tratan de “la clase samurái” y “la clase  hatamoto” vistas
desde la perspectiva de su punto álgido de desarrollo: el Período Edo. Este es el caso,
especialmente, de  la clase  hatamoto, cuyas nuevas incorporaciones como la Guardia de
Escolta o la ampliación  de compañías de la  Gran Guardia son avances  que deben ser
tratados como una extensión de la base formada en el Sengoku Jidai.
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En  el  trabajo  se  aprovecha  la  posibilidad  de  aplicar  ejemplos  de  actuación  de
determinadas  clases  en  batallas  acontecidas  principalmente  en  el  Sengoku  Jidai  o
incluso en Azuchi-Momoyama. En el trabajo se tratan algunas batallas desde  un punto
de vista táctico y de despliegue de tropas, como es el caso de la Batalla de Okehazama o
del Asedio de Inabayama. Incluso se tratan campañas con distintos contextos históricos
centradas  en  la  figura  de  Toyotomi  Hideyoshi:  la  campaña  de  conquista  de  los
territorios  del  clan  Mori  y  la  campaña  de  conquista  de  Corea.  En  los  casos  de  las
campañas, se procura analizar los diversos movimientos de tropas en todos los bandos
beligerantes, así como comentar su fuerza de batalla, geografía y posibilidades tácticas.
El caso de Corea es especial, pues permite hacer un contraste entre la tecnología militar
de Japón y la de Corea, con sus diversos tipos de armas, navíos y castillos.
Uno de los conceptos más importantes que se repite a lo largo del trabajo con distintos
ejemplos  es  el  rol  de  la  clase  militar  “en  tiempos  de  paz”.  Esto  comprendía,
principalmente, el Período Edo. Por lo tanto, es necesario hacer un análisis del rol que
podían  desempeñar  cargos  como  los  metsuke  cuando  no  había  guerras  que  combatir.
Este caso de tregua sirve, además, para acercarse a la clase samurái viéndola como una
clase con interés en lo cultural (orientado a la cultura aplicable al ejército) y como una
clase formada en aspectos administrativos.
A  lo  largo  de  este  trabajo  habrá  diversos  puntos  que  no  traten  explícitamente  de  las
batallas,  campañas  militares  o  figuras  de  generales,  pero  no  por  ello  serán
independientes al tema que se pretende tratar. Lo militar no sólo era aquello aplicado a
la guerra, sino a los demás aspectos de la sociedad japonesa entre los siglos IX y XVII.
Respecto al trato de las fuentes, el trabajo está mayormente fundamentado en parte de la
bibliografía  del  conocido  historiador  Stephen  Turnbull,  especializado  en  Historia
Militar  de  Japón.  Se  han  utilizado  como  guías  para  orientar  este  trabajo  sus  obras
Toyotomi Hideyoshi, con el fin de establecer una línea temporal detallada de los sucesos
acaecidos en el Sengoku Jidai,  The Samurai Campaign of Korea 1592-1598, con el fin
de poder tener una fuente centrada en la organización de una campaña militar de gran
envergadura,  así  como  Samurái:  El  Manual  del  Guerrero  Japonés  y  Hatamoto:
Samurái Horse and Foot Guards 1540-1724  para tener un análisis detallado de ambas
clases militares. 
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Sumado a estos cuatro libros de Turnbull, principales fuentes del trabajo, se ha utilizado
el capítulo tres del libro  War in the Early Modern World  de Jeremy Black, historiador
militar.  Este  capítulo,  en  concreto,  está  dedicado  a  establecer  un  cierto  orden
cronológico  antes  del  Sengoku  Jidai  desde  un  punto  de  vista  militar,  que  es
precisamente lo que se pretende transmitir en este trabajo. Este capítulo, en concreto, ha
sido muy útil a la hora de complementar la información pre-Sengoku extraída de libros
que tratan este tema de manera muy específica como el caso de Samurái o Hatamoto.

El final del siglo XVI en Japón fue una época convulsa en la que varias facciones en un mar de alianzas cambiantes pugnaban por conseguir la supremacía. Tres grandes personajes aparecen en esta época, cuya labor conjunta consiguió unificar el país y crear un período de relativa paz: Oda Nobunaga, Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu. En este artículo hacemos un repaso de cuatro conjuntos característicos que tomaron parte en la contienda: las élites locales, los samurai, figura icónica de Japón; los ashigaru, tropas profesionales que, al final de este período, adquieren el rango de samurai; los legendarios shinobi, mundialmente conocidos como ninja; y los sōhei, un colectivo heterogéneo de monjes guerreros. Hablaremos sobre el origen de cada una de estas figuras, su formación militar, su panoplia y su papel en la batalla; finalizando con una mención sobre su destino una vez terminado el período de guerras.

This study seeks to clarify the limits of knowledge regarding Azuchi Castle (Azuchi-jō) and, in turn, offers a multifaceted interpretation of its crowning glory―the six-story, lavishly decorated, timber-framed tower known as a tenshu (donjon). Azuchi Castle was located on a small mountain on the eastern shores of Lake Biwa. Completed in 1579, it was conceived and constructed to be a capital for the first of the so-called “three-unifiers” of Japan, Oda Nobunaga (1534-1582). Due to its landmark importance in Japanese history, Azuchi has not suffered from a lack of attention. However, owing to its short, three-year life and the tantalizingly vague and often contradictory records that remain of it, Azuchi has often been the subject of unfettered and under-qualified speculation. The first part of this dissertation is thus dedicated to surveying and simplifying the issues that have inspired the contentious and confusing image of Azuchi that exists in scholarly discourse. To this end, the disparate written primary sources on Azuchi, the waves of archeological digs, and the numerous reconstructive models of the tenshu are explored and the known perimeters of the “object” at the center of this study is as best as possible, defined. The second part of this dissertation is focused on the Azuchi tenshu. The case will be made that the tenshu represents a unique product of class, technology, and ideology. I contend that the tenshu as an evolved form of yagura (unembellished towers used in sieges) represents an unique expression of provincial warrior identity. This expression was elevated to a level of elite
status by means of a new breed of master carpenter versed in the newly capable technology of architectural drawing. Finally, I argue that the architectural and painting programs of the Azuchi tenshu’s keep framed Nobunaga as both heir to his predecessors in the Ashikaga shogunate and through evocation of the Chinese imperial building known as a Mingtang (“Bright Hall”), the unimpeachable recipient of a “Mandate of Heaven” to govern.

While researching the tactical facts surrounding the Battle of Nagashino, three historiographic issues became apparent.  First, most secondary authors were not concerned with how the actual battle itself was conducted, but rather the political results it influenced. Second, authors who did concern themselves with how the battle was actually fought failed to critically evaluate their sources, primary or secondary, and privileged one of two competing primary source texts over a comprehensive analytical comparison. This despite the existence of at least nine primary sources accounts, each containing the contradictions, biases, and flaws to be expected from historical documents. Third, despite the suggestion of a few historians that archaeology and terrain analysis might be useful to clear up some of the controversies surrounding Nagashino, no such analysis had been completed in detail. Accordingly, historians arguing the assorted controversies surrounding Nagashino, such as numbers and emplacement of guns by the Oda or the reasons for Takeda Katsuyori’s ill-fated assault on Oda positions, are basing their positions on flawed historical interpretations. Therefore, this paper focuses on tracing the historiography of the battle, outlining the interpretive flaws, and explaining how alternative analytical approaches to Nagashino are necessary to resolve outstanding controversies. This sets up a subsequent analysis of Nagashino using military doctrinal concepts to suggest possible solutions and further avenues of research.

The Battle of Nagashino (Japan, 1575) is often simplistically described as a victory of one force armed with technologically advanced firearms (the Oda and Tokugawa) against a more “traditional” force (the Takeda). This attention on firearms as the focal point of the battle has made Nagashino an academic “battleground” between proponents and detractors of technological military revolution. Unfortunately, this debate has shifted focus from all other factors that contributed to Oda & Tokugawa victory over the Takeda. This paper asserts that an Oda/Tokugawa victory at Nagashino occurred as the result of a sophisticated and complex tactical plan, and that of central and critical importance to this plan was the control of information.
Oda Nobunaga’s information dominance over Takeda Katsuyori set the conditions for a decisive tactical victory. Nobunaga was able to gain an accurate picture of his enemy and the terrain through reconnaissance, forces familiar with the local area, and messages from the besieged Nagashino Castle which detailed Katsuyori’s force and actions. Nobunaga then denied Katsuyori the same information by camouflaging his army’s movements and deploy counter reconnaissance forces to eliminate the Takeda’s ability to gather tactical intelligence. Lastly, Nobunaga actively provided disinformation to Katsuyori in a grand deception effort that led Katsuyori to do exactly what his enemy wanted.
Rather than a technological victory, Nagashino should be viewed as an intelligence victory, and evidence of sophisticated integration of intelligence, deception, and tactics to achieve decisive effect.

Most people familiar with Japanese military history know of the Battle of Nagashino (1575). The greater political ramifications of Oda Nobunaga’s elimination of Takeda Katsuyori as a significant threat have been explored in great detail; the differences in force composition and employment, primarily Nobunaga’s use of firearms, have been used to both support and attack the deterministic concept of a “Military Revolution” theory based upon technological change; and the dramatic image of the Takeda cavalry charging into the guns of the Oda has made for entertaining literary, movie, and television drama. We know, however, that most of our perception of Nagashino comes from inherently flawed laudatory biographies of Oda Nobunaga or histories approved by the ruling Tokugawa Bakufu decades after the battle took place. More recent research looks at the battlefield terrain and archaeological traces to fill in the missing blanks in the official accounts and artistic representations.  My analysis applies current military doctrinal processes to the decisions and actions of the primary combatants at Nagashino in an effort to rationally answer some of the outstanding discrepancies unresolved by textual research. Taking care to recognize that the Sixteenth-century samurai was not a professional soldier in the same sense as current military officers, and also remaining cognizant of the biases of a doctrinal system descended from a Western line of military thinking, I attempt, as a current member of the military profession, to recreate the decision making processes of both sides of the engagement, identify the critical factors that led to the definitive result, and suggest answers for the informational gaps left by the historical record. The desired analytical result is to twofold: first, provide an additional perspective on Nagashino to the specialized historian that contributes to the collective understanding of how the  Sixteenth-century Japanese engaged in the planning, command, and execution of warfare; secondly, to include the Battle of Nagashino in the discussion of historical lessons learned applicable to current students of military theory.

本稿では、古代から中世まで、日本における「天下」という概念の使用史を概説し、十五世紀の後期に起きた「天下統一」という現象に論点を絞る。織田信長・豊臣秀吉が支配していた時期（いわゆる織豊期）に亘って、「天下」の展開について検討を加える。近年の研究は、当該の「天下」を京都・畿内地域と定義されており、政治的な側面を議論の対象から除外されている傾向にある。そこで、筆者は様々な視点から「天下」の内容を分析する。
　第一に、「天下」は、京都を始めとする畿内を指すことを確認する上、都を管轄する支配者の拠点を含むと推察される。第二に、文書上における「天下」の意義の変遷に論及し、「天下」が次第に倫理的な側面を帯びるようになることが窺える。権威の源泉たる存在を検討するところで、第三に、天皇を始めとする朝廷といわゆる「天下人」の関係に触れる。考察の対象を戦勝祈願に限定し、「天下」の内政における争いと「天下統一」の活動に対して朝廷の動向を示す。「天下」の支配領域を拡大する軍事行動には、朝廷が祈祷を通じて正当性を与えることが読み取れる。最後に、以上の結果を踏まえ、「天下統一」の意味の再考を試み、儒学における「天下」との関連性を指摘する。

Los videojuegos ambientados en el periodo Sengoku son tan numerosos y populares que han llegado a constituir un subgénero propio, los Sengoku jidai gêmu. Dentro de estos videojuegos, tres figuras son especialmente representadas, los llamados «Tres Pacificadores de Japón»: Oda Nobunaga (1534-1582), Toyotomi Hideyoshi (1537-1598) y Tokugawa Ieyasu (1543-1616), principales artífices de la paz y unificación del país. Y de todos ellos, el primero es, sin duda, el que más ha sido representado. En este artículo se hace un recorrido por las distintas manifestaciones del daimyô apodado el Rey Demonio del Sexto Cielo a lo largo de la historia de los vidoejuegos, desde los años setenta hasta la actualidad.

Military changes that took place in Japan during the late sixteenth century bear a striking resemblance to those in Europe at about the same time. This essay argues that the Roberts thesis of military revolution – widely applied to Europe – provides a useful framework for identifying a series of cascading developments that, once realized, constituted the fundamental elements of a similar revolution in early modern Japan. These included: the almost universal adoption of firearms, the development of tactics for the effective deployment of those firearms, and finally, a change in the composition and organization of armies leading to the professionalization of warfare. Most important, by revolutionizing the way armies were organized and wars were fought, Oda Nobunaga and Toyotomi Hideyoshi contributed directly to the emergence of new notions of centralized authority that were critical to the creation of a unified and peaceful early modern state.