En este trabajo se analizan los años iniciales del sacerdote Francisco Otal en las arquidiócesis de Lima y La Plata. Su carrera eclesiástica, que lo condujo de doctrinero en San Francisco de Chiuchiu hasta racionero de la catedral de La... more
En este trabajo se analizan los años iniciales del sacerdote Francisco Otal en las arquidiócesis de Lima y La Plata. Su carrera eclesiástica, que lo condujo de doctrinero en San Francisco de Chiuchiu hasta racionero de la catedral de La Plata, estuvo precedida por una trayectoria como músico y cantor, facilitada por la fuerza interpretativa de su registro como capón tiple. Fue precisamente este «oficio de ángeles» el que acercó a Francisco Otal tanto a las capillas catedralicias de Lima y La Plata como a los prelados y miembros de los cabildos eclesiásticos. Ahora bien, su primer nombramiento en Lima, en 1613, estuvo muycercano y coincidió con los años iniciales del proceso de extirpación de idolatrías. Francisco Otal conoció a sus principales protagonistas, entre ellos al arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero y a otras autoridades eclesiásticas, diáconos y extirpadores de terreno como Francisco de Ávila, que seguramente le predicaron esta forma de evangelización que se movía de la persuasión a la compulsión. A Francisco de Ávila lo volvería a encontrar en La Plata, en 1618, al igual que a los discursos de extirpación de idolatría que incorporó el primer sínodo platense (1619-1690). Estas experiencias estuvieron en la base de su actividad de extirpación en Atacama y también le permitieron definir nuevas estrategias de posicionamiento en el interior de las redes eclesiásticas de La Plata.