Subbética

El libro se configura en dos grandes apartados: el primero dedicado a una reflexión sobe “La Semana Santa en las ciudades medias de Andalucía” en el que estudiamos la evolución histórica, características socioculturales, naturaleza de las hermandades y cofradías y de otras agrupaciones penitenciales así como los modelos estructurales y formales que creemos existen en Andalucía y que hemos denominado: común o sevillano, malagueño, surcordobés o complejo, polarizado y de procesión única; el modelo general se encuentra actualmente en toda la región, pues algunos de sus elementos formales y estructuras han sido incorporados en la mayor parte de la región. La riqueza y variedad de expresiones rituales que conllevan estos modelos se articulan en función de la imaginería procesional, que en la ruta estudiada adquiere especial interés por su riqueza iconográfica, amplio desarrollo cronológico y elevado nivel estético. Dado que la ruta se desarrolla entre las provincias de Sevilla, Córdoba y Jaén, el viajero puede gozar de una visión panorámica de la evolución de la escultura andaluza, en su vertiente procesional, desde sus orígenes en la Baja Edad Media, continuando por el desarrollo del Renacimiento y la explosión del Barroco, hasta culminar en el revival neobarroco de los siglos XX y XXI. Tal recorrido, que bascula entre los dos grandes focos artísticos de Sevilla y Granada, ha facilitado históricamente un enriquecedor trasvase de influencias, cuya resultante es una abundante producción escultórica, en la que se expresa la peculiar pluralidad de lenguajes estilísticos que confieren al arte andaluz su acusada personalidad.
El segundo apartado ofrece en cada uno de los diez capítulos dedicados a cada una de las poblaciones que conforman la ruta “Caminos de Pasión”: Alcalá la Real, Baena, Cabra, Carmona, Écija, Lucena, Priego de Córdoba, Puente Genil, Osuna y Utrera, una descripción pormenorizada conforme a un esquema que incluye su historia, características socioculturales, itinerarios procesionales, pasos vivientes y dramatizaciones, pasos escultóricos, hermandades y cofradías, y una amplísima bibliografía.

En el presente artículo pretendemos ofrecer una síntesis del conocimiento actual sobre el Castillo de Benamejí o de Gómez Arias, una fortaleza situada sobre un cerro bordeado por el río Genil desde donde controla visualmente el territorio. A partir de los testimonios cronísticos y de las fuentes de archivo pretendemos analizar la evolución de esta fortaleza desde su fundación por el emir Abd Allah en el siglo IX hasta su actual estado de abandono, pasando por sus numerosas conquistas durante la conquista cristiana de Andalucía, su donación a la Orden de Santiago y su venta a Diego de Bernuy en 1548.

El Miserere es un canto religioso católico que se cantaba en las iglesias en la ceremonia del Oficio de Tinieblas y se celebraba a la caída de la tarde de los miércoles, jueves y viernes de la Semana Santa. Este ritual, celebrado hasta que quedara abolido por el Vaticano II, recordaba la muerte de Jesús y su entierro.
Los pregones son cantos que anuncian y describen la pasión durante las procesiones realizados por pregoneros ataviados con vestimentas diferenciadas de los demás participantes en la procesión y se hacen
acompañar por trompetas que suenan al finalizar los pregones.

De todos ellos, el único donde se ha intervenido con una metodología
científica para el estudio y documentación de sus cisternas es el yacimiento de El Laderón (Doña Mencía-Córdoba) (fig. 1). La información previa conocida provenía de los trabajos de C. Sánchez, A. Sánchez (2015) y J. Jiménez que publicaron la mayor parte de sus investigaciones en el diario local El Bermejino. El Laderón es un yacimiento multifásico de una prolongada ocupación, desde el Bronce Final hasta la Edad Media según las excavaciones actuales, destacando su fase de oppidum ibero-romano (Moreno Alcaide, 2016: 71-78; 2018: 87-90). Desde 2016, nuestro proyecto,
coordinado desde la Universidad de Granada y con el apoyo económico
del Ayuntamiento de Doña Mencía, ha llevado a cabo dos campañas de
excavación centradas en el estudio y la conservación de dos estructuras
hidráulicas de época romana.
ISBN: 978-84-1324-585-0

En esta segunda parte de nuestro artículo, se analizará pormenorizadamente la evolución demográfica, entre 1781 y 1843, de las comarcas que componen la actual provincia de Córdoba: Valle del Guadiato, los Pedroches, la Campiña con sus correspondientes matizaciones (Nuevas Poblaciones y la zona Este junto a ella propiamente dicha) y la Subbética. Se consideran como fuentes fundamentales censos y vecindarios del período indicado, complementado con otros materiales y la bibliografía pertinente.

Aunque las advocaciones pasionistas de Cristo y la Virgen despiertan devociones extendidas por toda Andalucía, la figura sagrada de Jesús con la Cruz a cuestas o Nazareno ha generado un especial fervor y unos rituales que destacan sobre los demás. Con frecuencia esta devoción involucra a la mayor parte de un pueblo, convirtiéndose en el símbolo de identidad de toda la comunidad, por encima de cualquier otro, como ocurre con el Nazareno de Priego de Córdoba. La devoción que se profesa al Nazareno de esta ciudad durante todo el año es tal que el templo que alberga su capilla permanece abierto todo el año y especialmente en la procesión de la mañana del Viernes Santo en que llega al paroxismo. En este ensayo reflexionamos sobre los factores de carácter histórico, iconográfico, teológico y antropológico desencadenantes de esta intensa devoción que está presente en Priego desde hace 425 años, y para ello hacemos análisis comparativo con otros nazarenos que también gozan de gran devoción en otros lugares de Andalucía y especialmente en las comarcas de la Subbética y la Campiña de Córdoba

El libro que prologamos viene a llenar un hueco en el conocimiento sobre una actividad religiosa y artística, conocida como “rosarios de la aurora”, “auroros” o “campanilleros”  que al menos desde finales del siglo XVII y hasta mediados del siglo XX constituyó una práctica pública habitual en la que participaban amplios sectores de la población rural y urbana durante el mes de octubre o del rosario, en otras fiestas del calendario anual y a lo largo del todo el año en determinados lugares. Los cortejos procesionales partían de las iglesias conventuales y parroquiales y recorrían las calles de las poblaciones en las primeras horas del alba.