En El concepto de la angustia (Begrebet Angest, 1844) y La enfermedad mortal (Sygdommen til Døden,1849), Søren Kierkegaard hace una “deconstrucción” del pecado, y esto lo lleva a un estudio psicológico de la angustia y la desesperación....
moreEn El concepto de la angustia (Begrebet Angest, 1844) y La enfermedad mortal (Sygdommen til Døden,1849), Søren Kierkegaard hace una “deconstrucción” del pecado, y esto lo lleva a un estudio psicológico de la angustia y la desesperación.
En la filosofía de Kierkegaard, tanto la angustia como la desesperación son “paradojas existenciales” a las que está sujeto el individuo por su imposibilidad de relacionarse con el estadio “absurdo” de la fe. Estos “estados existenciales” (Stemning) o “modos de ser fundamentales” (recuperando el sentido heideggeriano de Stimmung), surgen cuando una violenta fractura existencial sacude al individuo, lo hace “temblar” en su interioridad y todo lo “inmediato” empieza a derrumbarse y a perder significado. Pero, paradójicamente, es en ese “instante”, cuando la angustia y la desesperación envuelven todo, cuando la nada parece haber vaciado todo sentido, que es posible la salvación. Sólo la angustia y la desesperación, entonces, en su relación original con el pecado, puede impulsar el “salto cualitativo” al estadio religioso donde el individuo alcanza la verdad.
Keiji Nishitani (1900-1990) en La religión y la nada retoma el estudio de Kierkegaard sobre el pecado y lo re-lee (lo re-interpreta, lo re-significa) desde el budismo. La realización del pecado, esto es, la “actualización” del pecado como una “gran realidad”, según Nishitani, debe verse como una nada transformada en un “terruño” o “locus” capaz del “despertar” al “verdadero yo” y la “verdadera realidad”. Nishitani, como Kierkegaard, ve en el pecado la posibilidad de salvación en el que el yo se relaciona con lo infinito sin perder en ese salto la finitud sino, por el contrario, restaurándola totalmente.
