El cruce de tradiciones musicales fue el canal por el que Don Antonio Rivera Maciel forjó una figura, lo constituyó en un lazo entre géneros musicales, le permitió concebir un legado para las nuevas generaciones y le generó ¿hastío? Como... more
El cruce de tradiciones musicales fue el canal por el que Don Antonio Rivera Maciel forjó una figura, lo constituyó en un lazo entre géneros musicales, le permitió concebir un legado para las nuevas generaciones y le generó ¿hastío? Como muchos músicos de su tiempo, Don Antonio– junto con sus hermanos (Trio Aguilillas)- emprendió la aventura de conquistar la capital del país, sin más empuje que su sueño por trascender en la música. Entre sus deseos y la realidad, debió transitar por diversas corrientes musicales (de sones terracalentenses al mariachi, pasando por lo huasteco y lo jarocho) antes de lograr el reconocimiento público, eclipsado en los últimos años. Su amplia habilidad musical le permitió ejecutar distintos instrumentos, y al mismo tiempo, figurar en los diversos géneros que la industria radial y cinematográfica fomentaron a mediados del siglo XX, acorde a los lineamientos nacionalistas del Estado mexicano de entonces. Este texto busca hacer una semblanza de Antonio Rivera Maciel como una de las luces de la música mexicana, tratando de destacar su trayectoria ensombrecida por el tiempo, y desentrañar en la medida de lo posible el misterio originado por su incierto paradero.