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La asesina rubia
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La asesina rubia
Libro electrónico43 páginas23 minutos

La asesina rubia

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Información de este libro electrónico

"La indeleble voz de Emily Dickinson, que no llegó a ser percibida por sus contemporáneos, y que cuando lo fue no pudieron, no supieron o no lograron advertirla en toda su imensión, en su precisa y temblorosa belleza, acusando de no saber dominar la música y los ritmos de su oficio a quien estaba creando en realidad no sólo su propia música y sus propios ritmos sino cimentando con ellos, enhebrando con ellos una obra ejemplar, una verdadera obra maestra."
Raúl Gustavo Aguirre
 
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 feb 2017
ISBN9789876992862
La asesina rubia
Autor

Emily Dickinson

Emily Dickinson (1830–1886) was an American poet. Born in Amherst, Massachusetts, to a successful family with strong community ties, she lived a mostly introverted and reclusive life, but today is considered to be one of the most influential poets in American history.

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    La asesina rubia - Emily Dickinson

    Una rosa para Emily

    Dos significativos escritores italianos del siglo XX, Cesare Pavese y Elio Vittorini, lo percibieron simultáneamente. Y traducirla fue, para ambos, una forma de rebelión contra el fascismo. Que no dejó de percibirlo y prohibió, por ejemplo, la antología Americana del segundo, que sólo pudo ver la luz tras la caída del régimen.

    No cesa jamás de sorprenderme la enorme vitalidad con que surge la literatura norteamericana. Porque entre sus padres fundadores relumbra una profusión de nombres tan fecundos e imperecederos como los de Edgar Allan Poe (1809-1849), Herman Melville (1819-1891), Nathaniel Hawthorne (1804-1864), Walt Whitman (1819-1892), Henry David Thoreau (1817-1862), Ralph Waldo Emerson (1803-1882), Mark Twain (1835-1910), Henry James (1843-1916), por citar sólo los principales y los que más me tocan. Bastaría sólo uno de esos grandes para poder enorgullecerse con justicia, sanamente. Pero fueron legión, y abruman en conjunto, aunque cada uno con su individualidad, cada uno digno paradigma de escritor, cada uno probada figura de gran artista, de estilo propio y propia progenie. Porque todos fueron capaces de crear obra personal, nítida, imborrable, siempre en la línea de las altas cumbres, y asimismo de generar descendencia trascendente, una desbordada y feliz posteridad. (Baste aludir tan sólo a Poe, en cuya estela se destacan primero Baudelaire y enseguida Mallarmé, sin duda a su vez dos de los padres –junto con Rimbaud– de la poesía moderna.)

    Pero con ser radiante

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