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Azul Rubén Darío

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Qu6 cofre tan artistico!

IllOSO!

Qiiigii iiic lo trajo? Ah ! In iUtisa jGven de zon cle foego, la BInsa de sclras seculares que besa e arriillan dos oc@nnos. Que herinosas pkjinas dc deliciosa lectura, con prosa corno versos, con versos coiiio mhsica! t&i& libro! todo 1112, todo perfuuie, todo jiiventnd y amor. Es un regal0 de liadas: es la obra de ~ i i poeta. i Pero, de un pcieta verdadero, sieiiipre inspirado, siempre artista, sea que suelte a1 aire Ias alas azules de sw rimas, sea que tnlle en rubies y diarnantes las facetas de su prosa. R u b h Dario es, en efecto, tin pocta de esquisito tempermento artistico qtie adnna el .\-igor a In gracia; de gusto fino y delicado, c@sidiria aristocritico; neurbtico y por lo misino original; lleiio de fosforcsceiicias slibitas, de noredades y

iejo cueiito, nnrrado cou gracicl nueva y ora, es ma tela que merece marm de es r e d d , hermosa, lwtom?-Pero, que Oa queclttis pemdiva! Vuestrafrena se dobL-a1 peso de paves pelzsa... Ah! %6 que t ? i ~nace del fond0 mis-

za ! si, e ~ s ke~ IQ ninfa iinsiun &%to p ~ ~ tan ~ sabroso, ~ ~


bello como la ninfti misiva

L *IVY"..,"

y a1 verseEier le late el corn

ltiva, mbei.nna,le bincha e1 seno.

Bska es 1;i intreduecion, este el m d i o a m te encendido en une la ~ S C C ~va R & tener 1

A1 caminar 8e ria

eis, porqire sabeis sentir y poeta a su paso, como l w avid el aiantor, y no terneais engafiarw, que 81 lleva consign las trea platbras de pa% para el templo de la inmortalidad: ERO~-LWMEX--N~MEN,

E. DE LA BARRA.
0. E . ae la &et11 Acaflemia Espaf~ola

el bosque 0011 $us trspeles; y haei

iglos, de aquellrzs en que htti guerreros

o denias, habia el sa1 mhrmolea : diosas, m ; el salnn de ios tiempos galanel gran W'atteau y de hardin; (106, tres, cuatro, j c u h t o s s
ecenas 8e paseaba po c ciertcz majestad, el feliz y la corona en la

&a le llevaron una rsra eapecie re ante su trow,

-2QuB

es eso? preguiit6.

rei tenia oisnos en el

sma, In alcoba llena de perfumes, la musa de carne que IEena el dma de pe-

caiitan 10s lunares de la8 mujeres, y s fabrican jurabes podtieos. Ademas, seBcii 01 zapwtero critica mis endecasildm, y e1 seiior profesor de farruacia pone pumtos y coniw a mi inspiracicin. Seiior, i y vos

Y un fildsofo a1 uso:

Cerrareis la bow. Hareis so

s; entre el znmbido de las abejas, que

io en el cuerpo y en el alma. Y su cer ro estaba como petrificado, y 10s gra des himvos estabun en el olvido, y poeta de 1%mont:&1 Oorosm1a de iiguilas, era sin0 uii pobre diahlo que daba 1manubrio, tiriririn.

e ; a 10s pijaros se leu abrigt, y R 61 se le dej6 a1 aire glacial que le mordia l a c: rostro, tiriririn !

maculada, el g rnonstruosai Alguien dijo: -Ah, si, Fmmiet !-I de miet se pas6 a sus animales, a su cincel maestro, a do6 perrog de bronce cerca de nosotros, UAO buscabala pis i-eza, y otro eomo rnirnndo a1 cazador bn el pescuezo y arbolaba la de esa y erectxi. Qui& habld de saabio, que recitG en

endo .que respira IR vaca de ME6 s llevar contigo. Lesbia acab6 de chupar su

&era dar vida

mis bronces, y si

udos semi-dioses.

quo me dejaria robar m6nstruos mbustos, sol

en el fondo de 10s maws. San Anto Ahad, de edttd de novciita a6io.s f d


busca de el viejo ermitaiio Pablo quo viv

o andar, .%beis qui

ia un animal foli

oca

LIB

monstruo

(Leshia se sjltab,tl. corno una chicuela R

--Colonibine ! gri,tci Lesbia1 . su

a m , y en

Y le did un beso en 18 boea, mien el alliinal se extreinecia e inflaba las na bas como lleno de vohptuosida
clo*dos clases de hipocentduros: una de

Yo estaba felil;, No habia d

aquel concierto alegre, a de r i m , y de personas.

para que solo yo la oyera-1

parque del castillo, con el aire de un sofiador ernpedernido. Los gorriones chillaban sobre las IiIits nuevas y atacaban a 10sescarabajos que se defentlilan de 10s picotazos s corazas de esmeralcla, eon sus peoxo J* acero. En lw POSRS el earmin, ellcin, 1% onda penetran fumes dukes; mas all6 las v gyandes gsupos, con su color apscibley su r a virjen. Despues, 10s altos &boles, rainajes tupidos llenas de mil las estrituns en la penumbra, Eos dis . dc: bronce, 10s ~ ~ ~ ~musculoaos ~ a o en ~ e s wws soberbias pmturats gimni das cubiertas de , belles imikeion

s espaldm y muslos jigantescos. Vagaba por el laberinto de tales enean@s cuando 8, alla en lo oscuro de la arboerstanque donde hai cis cos eomo cincelctdos en alabastw

dice Tartarin: ;el p

20

CUENTOS EX PROSA

barrica si un wxret6n, y que, aunque cojin oojeando, habia trabajado todo el dia, estaba sentado en una. piedra, y, con 1% pipa en 1% boca, veia triste el mar. -Eh, tio Lt~cas,se descansa? -Si, pile$, patroncito. Y ernpezd Ia charla, em oharla agra ble y suelta quo me pllace ent:tblar con 10s bravos hombres tascos que viven In vidu del tmbajo forticante, la que da la buem saltzd y la fuerza del rnGsculo, y se nutre w n elgrano del poroto y la sangre

hirviente de lu viiia. Yo veia con cai.iiio w. q u e 1 rudo viejo, y le oisr con inter& BUS relaoiones, a d , todas co'rtndas, todas como de, hombre basto, per0 de pecho ingcnuo, Ah, conque fud rniIitar!. Conque de niozo fu8 soldado de Buines! Conque toduviol t u resistencias para ir con su 1-ifle hawla Mirafloresl Y BB m a d o , y tnvo UII hijo,

queIlorr ojos, chic03 y rdiimbrttntes peludtts, se hume-

Si&, la8 arpas y 10s acor o de Ios marineros que Hegm a I, dcsasperadus ,con la castidad d stips travesias, a smhorrlacharse

tn5pitode l r a s fiestas tunantesoas, el ch

23

1 tio L u c ~ shabitt logrado, t privaciones, compras una otinoa. escado

A1 ve tdn a 1 agua, llevanclo 10s enseres de la pesca. El uno rernaba, el otro ponia en 10s anme10s la carnadi. Volviaa n Ia costa con buentt esperanza de vende
enhieHto el rem0 trim esptma,

bia temporal. Padre e hijo, et? la pequeiia ernb&rcaci6n, sufrian en el mar la locum de la ola y del viento. Dificil era llegar a tierm. Pesca y todo se fad wl agua, y se pens6 en librar el pellejo. Luchaban eomo descsperados por

de S a cadena que rechin8 pendienh como una sierpe de hierro del inacizo pescante que semeja una horca ; remando de pi8 y a cornpi% ; yendo con la lancha del muelle a1 vapor y del vapof a1 muell;! gritands: hiiooeep? cuando se empujaban 10s pe-

er&cuidndoso :-Muchacho,

que t e

TOM-

Ila !-V

VAS a perder una canionsefiaba, adiestraba, dirigia a1

ombre de pi8 sobre 01,

a tciiazmeiite

otros la lue; yo pienso e;

una saagre incoiora

mosutw que R tu8 ojos

miradas do boy. P

EXTOS E X + PROS

1 ocre oriental hace vila luz en la seda que rcsplandece. uego las lunas vcnecianss, 10s palisans y 10s cedros, 10s hicares y 10s Bba, y el piano negro y abierto. que rie ostrando sua teclas como una linda denra ; y las araiias cristalinas, donde allas velas profusas la ariatoeracia de su lanca cera. Oh, y mas allti! ;Mas allti el ro valioso dorado por el tiempo, el ato que firma Durand o Bonnat, y las wreciosas acuarelas en aue el tono rosado parecc quo ernerge de un cielo pur0 y enna onda duke desde e l ~ l c j m o sta la yerba trdmul; y humilde. Y msis alli..
. I

f flamante y

charolado, neqro y rojo. Baja una areja y etLtra con tal soberbia en la mansiha, e el mend.igo piensa: decididamente: el agziicho y m hembra van a1 niclo. El tronco, l;'rlosoy axoqado, a un qolpe de fusta arrctstya el carruaje haciendo relampxquear las piedras.

nbles, beodos, pob rostitutas, meiidig wteiw)~,bandidos, pordioseros, peregri,llOY, y votiotros I desterraclos, y vosotroa 10s holgazanes, y sobre todo, vosotros, oh etas ! Unlsimonos a IOU felices, 11 10s podero- . sos, n 10s banqueros, 8 10s saini-dioses de

ya la noche oscuilt y fria hnb eco resontiba en las tiniebIas

an pctrificado, y ae march6

h ! Con que es ciertoe! Cc

pui*a cristdinn de que

cer rubfes y zafirqs.

ando. sabios de, la eda Alberto el Grande, Avefgoes, Raim

CUENTOg EN PROSA

con bicromqto de p
e cpbsito. Palnbrss en

CUBNTOS EN PROSA

Curtndo 10s gnnmos estuviei-on juntos, s rnwtillos y cortas ha&% en otros de gala, .con caperimas flnrnantes y cncarnadas, l l e n ~ sdc pedreodos curiosos, Puck dij0 mi: Mc habeis petlido que os trajese una estra de la nueva fdsifie-acicin humana,
Y gnamos, sentados a In tuiva, se timhan de 10s bigotes; drtban las p c i a s R Puck, con una pausada inclinacidn de cabezn j y 10s mas cercanos a 81 exaininaban con gesto de asornbro, lae lin riiejantes a las de un hipoipilo

niistico de Ia otra: Y luego, como si h

Paris, volando invisible, 10s vi por todas tes. Brillaban en 10s collares de las cor-

,--Po me cole' has& cierto gabinete POsudo mui en boga.. . IIabia una hermo mujer dormida. Del euello le a

cabeles E -Eh, am& Puck 1 Y dieron sn opini6n despu&, acerca de aquelln piedra falsa, obra cle hombre o de Babio, que es peor! -Vldrio ! -Maleficio ! . -Ponzoiia y Gibala!
-Pretender
irnitar un
,J

adrnicas, va esta hiejto Bei-ta, la yliiis d e 10s ojog mlor de aceituna, fresca eon10una rama de durazno e flor, lurninosa como un alba, geiitil corn la princes% de uii cuento azul, Ya vereis, 8anas y reepetablcs sefio que hai a l p mejor qae elars6nico y e rro, p:u'u c w m d e r Ia p d r p m de Eas li das megiilas virjnales; y, que cs precis0 abrir la puei.ta de su j a u h a vuestras ave citw encnntadorus, sobre todo, cuaiido 11 gs e1 tiempo de la priniavera y hay ard en lau venas y en las sdvias, y mil Ltornos de sol abejean en 10s jttrdines, corn0 un enjambre de or0 sobre Ias rows entrea-

corrici a su retrete a vestir sus mas ri brocados, se onviaron presentes a1

cruzado levitcin. Y ahora, oid

no, no fueron 10s gldbulos, las duchas, no, no fud el

cabcllos brillaban a la luz ; y

, oycndo requielxos

mia

oomo hsiitos impregnados

i sofiando, soiiando en cos

na oleads de perfumes, que subia mist mente a las ramas trdmulas, para fl tar como el nlma errant0 de 10s cAlic

As-i fud Berta. a. vestir sus mas ric duchas triunfales, llevando faldas y en las megillas!

M d r e s de las muchachas andmicas! os felicito por I s victoria de 10s arseniatos e hipofosfitos del sefior doctor. Pero, en verdad os digo: es preciso, en provecho as lindas megillas virginales, abrir la a de su jaula a vuestras avecitas endoras, sobre todo, en el tiempo de la primaver?, cuando hay ardor en Ins venas y en las savias, y mil Atomos de sol aba-

i $ALA&

DEL SOL

as. Si, a1 palacio del sol,

n las nifias como Berta, la de 10s ojos color de aceituna, frescas como una rama de durnzno en flor, luminovas como un alba, gentiles corrio la princesa

is es teatso divertic?o y terrible. Ens concurrentes a1 cafe' Plombier,

e nunca se e m

todos reiamos coino insensatos o c ehicuelos. QI arrugaba el cefio y mi fijnmente el cielo raso, nos respondia so riendo con cierta amargura: --Caniaradas : habeis de saber que go un pijaro azul en el

*
idn q campinas nuevas, a1 entiw la priniavera. El rtire del bosguo hncia bien R SUB pulmones, scgun nos dacia el poeta. De nus excursiones solia traer ramos de violetas y gruesos cuaderiiillos de niaririgalea, escritos a1 ruido (le las hojas y bnjo el ancho cielo sin nubcs. Lasvioletas eran . para Nini, s u vecina, una muchacha f r
,

Los versos Oran para nosotros. Nos

dria. Oh, cl piijaro azul volnria muy

mi alniacEn, y cuando hayas


6s mi diiiero. Esta cnrta se le

Garcin! Eomp$ la ca

CUENTOS EN rituxi

6 charlador, se d

nocho se leia en nuestra sublime, disparatddo.

buen Dios que envin v sabre todo nquello, un sin sabcr ccinio ni cnanda

o con poca agua,

la

con

19-

CJ

a su padre, el viejo normando.as, . adicis; tidi6s, Gracias. Nuestro

dos 10s parroquianos e nietiamos ta 1' cuartucho destartalado, nos hallti3s en la habit,acidn de Gnrcin. El es-

CUENTOS EN ROSA

como avergonxado, un tanto ser me dirigia In palabra, me ponia con una sonrisa simple. cnbellera, dorada y luininosa un tesoro. Blanca y leveniente a su cnra em una creacicjn niur veia - . de. frente. A veccs, contom 1, pensaba en una mberhi traje, coito antes, habia descenc

a y virginal priniaver

r, un pequefio poeta como me creia, a1 Comenzarme el bozo, sentia llenoa de ilueiones la cabeza, de verbos 10s labios, y

berano en que alumbraria una celeste mira-

er casi pop entero 10s satinados

aquello no era posible. pidez frente a elln. Aud

a uno do sus braz

como dos invisibles y ciivinas filonielas Yo extasi8,do vein a la niujer tierna y

de canela y rosa, su boca cleopat

carifiosas. tan hajo, conlo que solo era

vespertino. Fija en mi,

as muchos verso6 desconocidos

cuadro en que Shakespeare


is

y albas, haceii pensar en desfallec

ria j&en de uii rintriunfal, sonriente ; y no quiso tener tiempo sino para
osa,

ltiios entre la,., ros

altos barrancos y en elios tierra negr

gran maestro Hugo I-unas

asnos ;y

ncos.

Tenia' tras

aquelln negrurd de cnverna, a1 resplando

b6n, sus hombros delioa estubrmn desnudos, haciun c o l o ~de lis, con un ton0 dorado.

._

r.

aceteros floridoe, esa a , a u p ~ t a ,mndre, risueiio. Sosteiihle

uche como u n

unto pt Ios &bo1 que luccn rsuscurnh

as, herinosiiras nix(

esn portezuela est

eberbin de sus hcbadtts, en las q

n todo el Oriente en

YLIShehra

im en ese aire i m p fenionino que hay e

xinos de su cabeza un

pito de sus resunantes caracoles.

cr&tica santiaguesa quo de fantmia de nianera

tiiiajes amarillos y opdentos, que pensar en 10s' rnantos de 10s princip orienklee. Las liias recien cortadas r

rebamr la p u l p almibaracta ; y un' rami-

arrancsr de la vi&.

:n ronda,

A In vmta

gu pdrpui-a h6meda y fresca.

Yo voy A decirte rimas, vas 6 escuchar risuefia;


posarse cerca,

una clam fueii

Rien a1 s6n de Ia espuma,

en gtoriom tienipo antigul invent6 en las florestas. dtt, pondr6 en mis rimas a pnlabra mas soberbia de 1 m frmm dc 10s vert A . '08 hirnnos de es

, , ,J

d i d esa palabr ernpapacla en miel oh amada mia! en el

como un &urea torbellino que la blanca luz alegrrt j y sobre el kgua sonor& pasan mdiantes, ligeras, con sus ala,. eristetlinas las irisadas libdluhs.

para que bebicse el vino que es propicio a 10s poetas. En la infora estB Diana, real, orgixllosa y esbelta, con su desnudez divinti y en su actitud cin Y en la oopa lurnin est&Venus Citerea :ndida cerca de A que sus caricias desdeiia. No quiero el viiio de Naxc ni el Bnfora de ansas bellas ni la copa clondo Cipria al gallardo Adonis ruega. Quiero beber el amor scilo en tu boca bermeja, oh amada mia! en el duke tienipo de la primnvera.

Un rugido callado

erde y dilatado, cuando mir6 de un tigre la*cabeza snrgir sobre la cima de un El tigre se acercaba.

*
' t

Gigantesca la talla, el pelo apretado el hijar, robusto e era un don Juan felino en el bosque. Anda a tr gre inquieta, sola,
des,

y luego arhola

eaminar se via Se miraban 10s m&culos him debajo de la piel. Y se diria

Los pelos erizndos del lcibio relanii

la azucena gentil, y las voldbilis que cuelgan de Ia Y dije :- -Miis ! .

arrastraba rumores, ecos, risas, niurmullos misteriosos, aleteos, mdsicas nunca oidas. El hada entonces me llevd hftsta que nos cubre las ansias infinitas, la inspiracidn profunda, y el ttlnia de las liras.

un bello rostro d,e mujer.

en el azul ; y en mis ardientes manos

repleta de ceniza.

Si, yo pintara su cabeza ca

porque en Ins noehss frizs Paolo bem 6 Franeesca

el ainor ernbria

.Ardor adoleseente, miradas y caricias :

d&ndomecon sus ojos luz sagrada, COR 8u aroma de flor, savk divina!

do sus ramas colum

co d.e rcho 8,

Yo soy feliz. Bajo el in

sta el bosque lejano, ando, a1 hiinno jocun del despertar de Oriente sale el alba desnuda, y

a luz la dora

y bafia,

Yo soy la meiisagern
1

e va a revo

muestro de mi tesoro b

Yo despierto a 10s pajaros parlero


ii

y desramo una lluvia de mabares.*

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