Jenófanes de Colofón
Jenófanes de Colofón
Jenófanes de Colofón
BIOGRAFIA
Jenófanes nació en Colofón, una colonia
jónica de Asia Menor próxima a la ciudad
de Efeso y también próxima a Mileto, en
el año 570 a. C. Al parecer, aunque es
un dato no confirmado, fue discípulo de
Anaximandro. A la edad de 25 años,
según su propio testimonio, tuvo que
abandonar la ciudad al ser ésta
conquistada por los medos. A partir de
ese momento comenzaría una vida
errante y viajera en la que se ganaría la
vida como rapsoda y poeta cantando los
versos homéricos o, más
probablemente, sus propias
composiciones.
OBRA
Sobre la
naturaleza
PENSAMIENTO
Lo que caracteriza de manera general su pensamiento es el
rechazo del saber tradicional, cuyos portavoces en
Grecia fueron Homero y Hesíodo. Esto es universalmente
aceptado tanto por los doxógrafos antiguos como por la
filología moderna En efecto, Homero y Hesíodo eran en
Grecia algo más que poetas: “todos han aprendido
desde antiguo con Homero”, ha sido el “educador de
Grecia”, e incluso “Homero y Hesíodo han compuesto la
genealogía de los dioses para los griegos, les han dado
sus nombres, honores y funciones y han descrito los
aspectos con que se manifestaban”; El rechazo de
Jenófanes a este saber se concreta en diversos puntos:
El primero es el carácter revelado de todo saber, para
luego reemplazar la cosmogonía implícita en esos
poemas por una concepción propia del universo visible y
de la divinidad. La crítica alcanza también a ciertos
elementos de la cultura dominados por la moral agonal
aristocrática: la costumbre de cantar gestas teogónicas
en los simposios, y la valoración de los vencedores en
los juegos olímpicos.
Este rasgo general de su pensamiento lo vincula
estrechamente con la filosofía jónica, que es un
intento de reemplazar el saber supeditado a la
revelación de las musas por un indagar a partir
del propio observar. Y se concreta en la forma de
una investigación de la naturaleza) que subyace
al todo de lo que aparece. Esta búsqueda de la
filosofía jónica viene motivada por la observación
de que la pluralidad de lo que se manifiesta no es
una mera pluralidad, sino que sus fenómenos
están en relación en virtud de una fuerza divina
que anima a todas las cosas, a través de un
elemento natural, como el agua de Tales. Es un
pensar que intenta descubrir un orden general
que religue los opuestos, tal como lo cálido o lo
frío, y que Anaxímenes concibe como el aire que
se condensa o rarifica.