Cuadros de Goya
Cuadros de Goya
Cuadros de Goya
El quitasol (1777) es un cuadro de Francisco de Goya conservado en el Museo del Prado y que
forma parte de la serie de cartones para la Real Fbrica de Tapices de Santa Brbara; en
concreto, para la serie destinada a la decoracin del comedor del infante Carlos, entonces
Prncipe de Asturias.
Como era habitual, Goya elige una escena costumbrista dentro del ambiente del pueblo.
Aparecen dos figuras, una jovencita vestida a la moda francesa, y un criado, cortejo
acompaantes de las mujeres casadas de elevada clase social vestido a lo majo, sin que la
descripcin del propio autor dilucide si la escena es de flirteo o simple dama con criado.
La originalidad de Goya hay que buscarla en la espontaneidad, realismo y naturalidad con que
hace aparecer la ancdota, la expresin de una cercana al espectador que consigue con el
tamao de las figuras, la composicin academicista, neoclsica, y sobre todo con la mirada
directa de la joven sonriendo al espectador, a quien hace cmplice del posible galanteo.
En cuanto a la composicin, las lneas de fuerza dibujan casi un tringulo equiltero en el que se
enmarca la muchacha. Esta figura geomtrica expresa una gran serenidad. Por otro lado, todas
las miradas convergen en el rostro de la joven, matizado por una sombra filtrada de suaves tonos
verdes creados por el color de la sombrilla.
El color en este cuadro, al igual que el de todos los cartones para tapices, es luminoso y
contrastado de vivos tonos, como en el resto de los cartones. Pero es un colorido en el que
destaca sobremanera el estudio lumnico, al situar el rostro de la dama en el centro de
convergencia de las lneas que estructuran la composicin. La faz de la dama se sita en primer
trmino, pero en zona de sombra. Los fuertes contrastes de tonos en el hombro del mozo y la
matizada difusin de la luz sombreada en el rostro de la joven, estn resueltos con una maestra
poco comn.
LA DUQUESA DE ALBA
Mara del Pilar Cayetana de Silva-lvarez de Toledo (1762-1802) Pintada por Goya en 1795.
Este leo sobre lienzo hace 194 x 130 cm. Pertenece a la coleccin particular de la actual
duquesa de Alba, Cayetana Fritz James-Stuart.
ste fue el primer retrato de la duquesa realizado por Goya, de los muchos que le realiz en
vida.
La relacin entre Goya y la Duquesa de Alba se remonta a los aos iniciales de la dcada de
1790. Al adentrarse el maestro en los crculos aristocrticos se puso en contacto con los Duques
de Alba y su particular entorno. En 1795, el pintor realiz un retrato al Duque y otro a la
Duquesa, formando pareja. La Duquesa de Alba, era una de las mujeres ms atrayentes del
Madrid de la Ilustracin. Su belleza ha sido cantada por poetas y msicos; de ella decan que era
tan bella que cuando paseaba por la calle todo el mundo la miraba desde las ventanas y hasta los
nios dejaban sus juegos para contemplarla. Casada a los 13 aos y viuda a los 34, muri una
vez cumplidos los 40 aos posiblemente envenenada, segn las malas lenguas, por la reina
Mara Luisa de Parma. Doa Cayetana tena un fuerte temperamento y era conocida en los
suburbios de Madrid por disfrazarse de maja y participar en las fiestas populares. Protectora de
actrices, poetas, pintores y toreros, llegaba a disputarse los favores de los bellos jvenes con
otras cortesanas, incluso con la propia reina. Todo un personaje como puede apreciarse. Goya
ha retratado a la Duquesa ataviada con un elegante vestido de gasa blanca, adornado con una
cinta roja en la cintura y varios lazos del mismo color en la pechera y en el pelo y un collar. La
acompaa un perrillo faldero que simboliza la fidelidad, posiblemente la que le profesaba el
mismo pintor. La belleza de la dama es perfectamente interpretada por el aragons, aunque
debamos considerar diferente el canon de belleza del siglo XVIII al actual. La figura de la
aristcrata se recorta sobre un fondo de paisaje, recordando los retratos del ingls
ainsborougGh. El colorido del fondo est armonizado con tonos -ocres y grises- agradables
a la vista; los del vestido tambin estn estudiados al detalle, interesndose por las
calidades de las telas. Goya no ha dejado nada al azar para configurar un retrato que
agrade a doa Cayetana, de la que el pintor se enamorar.
LA FAMILIA DE CARLOS IV
En l aparecen ordenadamente todos los miembros de la familia real con intencin de realzar la
figura de la reina Mara Luisa, que ocupa el centro de la escena pasando un brazo
maternalmente sobre los hombros de la infanta Mara Isabel a la vez que lleva cogido de la
mano al infante don Francisco de Paula, quien a su vez se la da al rey. A la izquierda se sitan el
futuro Fernando VII sujetado por la espalda por el infante Carlos Mara Isidro y una joven
elegantemente vestida pero sin rostro, recurso empleado por Goya para representar a la futura
esposa del prncipe de Asturias cuando esta an no haba sido ni siquiera elegida. A la derecha,
la infanta Mara Luisa, con su marido el duque de Parma, lleva en brazos al pequeo infante
Carlos Luis. Ocupando el fondo estn los hermanos del rey, a la izquierda Mara Josefa de
Borbn y a la derecha Antonio Pascual, ste ltimo junto a otra figura femenina de la que slo
se ve la cabeza de perfil, que se ha identificado diversamente como su esposa, la infanta Mara
Amalia, fallecida dos aos atrs, o como la hija mayor de los reyes, la infanta Carlota Joaquina,
reina de Portugal, a la que Goya no tuvo ocasin de retratar por hallarse ausente de Espaa
desde haca algunos aos. [ ][]El modo como se disponen sus protagonistas, se ha concebido
con una intencin claramente dinstica. Con un mensaje tranquilizador, la reina se presenta
como madre prolfica a la vez que, mediante la inclusin prematura de la futura princesa de
Asturias, cobraba mayor fuerza la seguridad en la descendencia, garantizada en cualquier caso
por la presencia del pequeo en brazos de la infanta Mara Luisa.
Goya muestra a los miembros de la familia real de pie, dispuestos en forma de friso como
aparecen tambin los personajes de Las Meninas, vestidos con lujosos ropajes de seda y con
abundantes joyas y condecoraciones, los varones con la Orden de Carlos III, el Toisn de Oro y
la Orden de San Genaro y las mujeres con la banda de la Orden de Mara Luisa. El pintor pone
en estos detalles todos los recursos de su maestra a fin de representar a la familia real en toda su
dignidad, destacando a la vez el carcter bondadoso y sereno del monarca reinante.
Destaca en la ejecucin la pincelada goyesca, casi presagiando el impresionismo, que le permite
aplicar destellos para crear una ilusin bien delineada de la calidad de las vestiduras,
condecoraciones y joyas. Sin embargo, es una obra alejada de las representaciones ms
oficiales, pues el rey y su familia no portan smbolos de poder. Los gestos revelan unos rasgos
muy humanos en el comportamiento ntimo y familiar de los retratados: la infanta Isabel
sostiene a su nio muy cerca del pecho, evocacin de la lactancia, y el infante don Carlos se
abraza tiernamente a su hermano Fernando, denotando cierta timidez y miedo. Con respecto al
boceto, la imagen de Carlos Mara Isidro presenta algunas diferencias. La imagen es ms difusa
y el rostro congelado, distinto del carcter alegre y sincero del infante. Tampoco ahonda en la
complicada psicologa del infante, quien parece arroparse bajo la figura de su hermano
Fernando, futuro rey de Espaa.
LA MAJA VESTIDA
LA MAJA DESNUDA
Son una pareja de cuadros que representan a la misma mujer, vestida en uno y completamente
desnuda en el otro, tumbada sobre un divn con las manos cogidas por detrs de la cabeza.
Su cronologa es discutida lo mismo que su finalidad, parece ser que fueron propiedad de
Godoy (el valido de Carlos IV) quien las tena en sus despacho, pero no una al lado de la otra
sino la vestida sobre la desnuda y con un sistema de resortes que permita elevar el primer
cuadro dejando a la vista el desnudo.
Aunque, indiscutiblemente forman pareja, el tratamiento tcnico es muy diferente en las dos
obras: abocetado e "impresionista" en la vestida y acabado, casi relamido, en el desnudo.
Nada se sabe de la mujer representada, aunque es claramente una mujer de carne y hueso y no
una diosa, la leyenda sostiene que la propia duquesa de Alba pos para las obras lo que no
parece muy verosmil.
La maja desnuda sera el amor sagrado, celestial, de los neoplatnicos y su desnudez sera un
smbolo de la pureza. Como tal le corresponde un estilo sublime, un acabado perfecto y
acadmico que consigue calidades marmreas de la piel nacarada de la mujer cuyas carnes
resaltan sobre el blanco de los cojines y el azul del divn en perfecta armona cromtica dentro
de la gama fra (colores del cielo)
La maja vestida, sin embargo, sera la representacin del amor terrenal (el atusamiento -
colorete, tnica ceida - es sinnimo de coquetera) al que corresponde un tratamiento "terrenal"
de pincelada suelta y ligera con predominio de la gama clida (colores de la tierra).
De ser cierta la anterior interpretacin hay que pensar que sus contemporneos no supieron
entenderla. Goya fue acusado de porngrafo por la Inquisicin y los cuadros acabaron pasando a
la Academia de San Fernando donde la Maja desnuda permaneci oculta al pblico hasta 1900.
LOS FUSILAMIENTOS DEL TRES DE MAYO
No consta que Goya estuviese en Madrid durante los acontecimientos pero cuando en 1814,
expulsados ya los fanceses y restaurado Fernando VII, el ayuntamiento de Madrid decidi
encargarle unos cuadros sobre el tema, se vio forzado a pintarlos para alejar de l las sospechas
de "afrancesamiento" suscitadas por su pasado liberal.
Goya pint dos cuadros en los que se representan los momentos centrales de los hechos: La
carga de los mamelucos, y Los fusilamientos. En ambos pone buen cuidado en mostrar de qu
lado est, pero no por ello abandona los ejes centrales de su pintura y as muestra el horror y la
barbarie de la guerra, sin un planteamiento maniqueo de buenos y malos aunque mostrando la
desproporcin de la lucha entre el pueblo armado slo de cuchillos y los franceses dotados de
armamento moderno.
Antes de que Goya pintara sus cuadros ya se haban editado estampas ilustrando la jornada
madrilea y se haba representado un drama titulado El da dos de Mayo. Ambos pudieron
servir de fuente de inspiracin al pintor, sobre todo para el cuadro de La carga de los
mamelucos.
El centro lumnico del cuadro est ocupado por uno de los patriotas que, arrodillado, desafa a
la muerte ofreciendo su pecho a las balas. Su postura es la de Cristo en el Calvario, una relacin
iconogrfica que Goya se encarga de resaltar provocando dos sombras en sus manos de modo
que parece tener las llagas de Cristo en la cruz. A su lado, el resto de los que van a ser fusilados
muestran distintas actitudes ante la muerte; unos se tapan los ojos para no ver lo inevitable, otro
grita insultante, otro llora aterrorizado y el fraile muestra una melanclica resignacin (las
diferentes actitudes han sido interpretadas como un reflejo de los cuatro temperamentos de
Galeno: colrico (el soldado que grita), melanclico (el fraile), sanguneo (el que llora) y
flemtico (el que ofrece su pecho a las balas).
Ante ellos varios muertos, anuncio del montn en el que se convertirn todos, en primer plano
uno, baado en sangre y descoyuntado en la cada como un mueco de guiol, trgico y
siniestro.
Frente a ellos el pelotn de soldados franceses aparece en la penumbra (el farol, como en el
teatro, slo ilumina a los protagonistas), a ninguno se le ve la cara, son una eficiente y annima
mquina de matar. No hay hroes ni generales victoriosos, son el pueblo que muere y el pueblo
que mata, vctimas y verdugos pueden ser intercambiados.
En el aspecto tcnico destaca el dramtico estudio de las luces y la pincelada, ligera y suelta en
los fusilados, apretada y continua en los verdugos.
PINTURA NEGRA LA PRADERA DE SAN ISIDRO
LAS PINTURAS NEGRAS (1820, LTIMA ETAPA, MUSEO DEL PRADO)
En los ltimos aos de su vida, Goya realiz en la llamada Quinta del Sordo, una casa que se
haba comprado a las afueras de Madrid para reponerse de una grave enfermedad que en 1819 le
haba puesto al borde de la muerte, una serie de pinturas conocidas como las Pinturas Negras.
Las pinturas de la Quinta (pintadas al leo sobre yeso, aunque hoy se encuentran en el Prado
trasladadas a lienzo) suponen un cambio radical con respecto a su pintura anterior y nos
muestran a un Goya "expresionista" que escarba en lo ms profundo de su personalidad, en el
mundo de los sueos poblado de monstruos y pesadillas en las que se hace real la difcil
situacin que viva Espaa tras el regreso de Fernando VII.
Obras como El Aquelarre, La ria a garrotazos. Saturno devorando a sus hijos o Las parcas,
aunque puedan suponer una exploracin en el subconsciente son tambin una crtica a la Espaa
irracional que vive en la supersticin y que saludar en Madrid el regreso de Fernando VII con
gritos de Muera la Constitucin!, Vivan las cadenas! y Viva la Inquisicin! (El Saturno, por
ejemplo, puede ser interpretado como una metfora del tiempo que acaba con la vida de Goya, o
como alusin a Fernando VII que devora al pueblo espaol).
Las Pinturas Negras (el trmino alude a la paleta utilizada) siguen siendo un completo enigma.
Aunque Goya parece haber reunido materiales de muy diversa procedencia (mitolgicos,
folklricos, brujeriles...), nadie duda de que poseen un sentido unitario pero no se ha conseguido
explicar satisfactoriamente su significado, no hay acuerdo ni en los ttulos que deben de
adjudicrseles a cada obra.
Hay que tener en cuenta tambin que las Pinturas Negras son la obra de un anciano de ms de
70 aos, solo, amargado y deprimido por la situacin poltica que le toca vivir.
LA LECHERA DE BURDEOS
La lechera de Burdeos, es un cuadro de estilo neoclsico realizado por el pintor Francisco de
Goya en 1827, durante su exilio en Burdeos, Francia, un ao antes de su muerte.
La lechera de Burdeos, fue pintada en el marco de inicio del neoclasicismo, lo que marc las
ltimas obras de Goya, de tendencias liberales. El viaje de Goya a Francia pudo deberse a la
restauracin absolutista del monarca espaol Fernando VII en 1823 tras el llamado Trienio
Liberal. La obra est pintada en colores suaves y alegres, y el pintor tom de modelo a las
tpicas lecheras decimonnicas francesas. El cuadro, independiente de cualquier regla pictrica
existente hasta la fecha, ha hecho que a Goya se le considere el padre del Romanticismo
Descripcin
Cuando Goya se retira a Burdeos, huyendo tanto de la Corte espaola que le asfixia, como de
sus propios terrores, contina su produccin innovando y buscando sin cesar otras vas de
expresin.
Este lienzo es fruto de aquellas investigaciones. Fue terminado un ao antes de su muerte. Se
aprecia un estilo completamente suelto, independiente de su etapa en Espaa, en una plenitud de
color y trazo que slo pueden estar ejecutados por la mano madura del creador. Por esta poca,
el Romanticismo se paseaba ya por Europa, y Goya, que fue su primer cultivador, se une a este
sentimiento exaltado. De esta manera, el pintor se acerca a la figura de su modelo de forma
espontnea, ntima, en pinceladas largas y que, sin embargo, conforman una imagen
perfectamente articulada.
Es una pintura al leo sobre lienzo. La luz es una caracterstica muy importante ya que recae
sobre el rostro de la dama y enfoca tambin el fondo, dejndolo en una inmensa claridad. Esta
es una luz ciega. La composicin gira entorno a un nico plano en el que se encuentra la figura.
El movimiento es inexistente y el rostro deja ver una expresin de melancola. Esto es debido al
recuerdo de Espaa por Goya. Por los atuendos que lleva la dama no es de clase alta. Destaca la
pincelada libre que el autor utiliza y predominan las tonalidades claras, tanto grises como
verdosas.
El pintor vuelve a cantar a la belleza, aqu como soporte y pretexto para pintar, algo que luego
ser hbito entre los artistas posteriores. Actualmente esta obra se encuentra en el Museo del
Prado. Francisco de Goya fue un pintor aragons que se adelant a su tiempo iniciando nuevas
tendencias artsticas. Sus obras revelan que fue un artista muy comprometido con su poca. La
lechera de Burdeos pertenece a la pintura impresionista, que intenta reproducir en el cuadro la
percepcin inmediata de los objetos en toda su instantaneidad y pureza. Esta tcnica consista en
pintar mediante pequeas pinceladas de colores puros.