LOS ESENIOS DE QUMRAN

SEGN FILN Y PLINIO EL VIEJO (1)

Filn de Alejandra: De Todo hombre bueno es libre, 75-91.
"75. Y no sin noble descendencia est la Siria palestinense, habitada en no pequea parte
por la populossima raza de los judos. Algunos de ellos reciben el nombre de esenios, y
su nmero excede de cuatro mil. Su nombre se relaciona, en mi opinin, aunque no con
una forma pura de la lengua griega, con la palabra "santidad", pues son los adoradores
ms notables de Dios, y no mediante sacrificios de animales, sino por su resolucin de
mantener sus pensamientos en armona con lo sagrado.
76. Lo primero que cabe mencionar es que estos hombres moran en aldeas, y evitan las
ciudades debido al desorden e inmoralidad de los ciudadanos. Saben que al igual que una
atmsfera insalubre ocasiona enfermedades, el contacto con otros hombres puede afectar
a sus almas con resultados incurables. Algunos labran la tierra; otros practican oficios que
favorecen fines pacficos, con lo cual se benefician ellos mismos y sus vecinos. No
acaparan plata y oro, ni adquieren grandes terrenos con la intencin de explotar sus
rentas, y se limitan a procurarse lo necesario para la vida.
77. Casi son los nicos hombres que adoptan una vida sin dinero ni propiedad
voluntariamente ms que por falta de bienes, y se consideran muy ricos, y con razn,
porque tienen pocas necesidades y su contenido espiritual es abundante.
78. Entre ellos no hallarais a nadie dedicado a la forja de flechas o jabalinas o puales o
cascos o corazas o escudos o cualquier arma o mquina ofensiva, ni a nadie que se
entretenga en proyectos belicosos. Pero tampoco se entregan a obras pacficas, tales que
fcilmente puedan degenerar en mal, ni siquiera piensan en el comercio o el intercambio o
viajes de negocios, puesto que renuncian a todo motivo de avaricia.
79. No hay un solo esclavo entre ellos; todos son libres y se rinden mutuos servicios.
Condenan a los propietarios de esclavos no slo como una injusticia que ultraja la
igualdad, sino como una impa infraccin de la ley natural, que engendr iguales a los
hombres y los cri como madre y los hizo hermanos verdaderos, no de nombre, sino en
realidad. Este parentesco comn ha quedado anulado por la interesada y triunfante
codicia, produciendo separacin en vez de intimidad y enemistad en lugar de amistad.
80. La parte lgica de la filosofa, al ser innecesaria para alcanzar la virtud, la dejan a los
discutidores, y la parte fsica, al sobrepasar la humana naturaleza, a los observadores de
estrellas, salvo en lo que afecta a la existencia de Dios y al origen del universo. Pero en
cuanto a la tica, le dedican intensamente sus pensamientos bajo la gua de sus leyes
ancestrales, que el espritu humano no pudo concebir sin inspiracin divina.
81. En ellas se instruyen de manera particular durante el sptimo da de la semana y
tambin en otras ocasiones. Porque consideran sagrado el sptimo da. En l se
abstienen de cualquier ocupacin, y se congregan en lugares sagrados llamados
sinagogas, donde ocupan puestos segn su edad, los jvenes por debajo de los ancianos,
dispuestos a escuchar con el decoro conveniente.

82. Entonces una persona lee los libros, y otra entre las ms expertas se adelanta y da
explicaciones en aquello que no es familiar, pues entre ellos, y siguiendo una costumbre
muy antigua, la mayora de las cuestiones son tratadas alegricamente.
83. Se adiestran en piedad, santidad, justicia, deberes de los miembros de una familia y
del Estado, conocimiento de lo que es verdaderamente bueno, malo e indiferente,
eleccin de aquello que es recto y evitacin de lo opuesto, segn el canon y patrn triple,
amor de Dios, amor a la virtud y amor humano.
84. Ofrecen innumerables ejemplos del amor de Dios: pureza ritual conservada de
continuo y con perseverancia durante toda su vida, evitacin de los juramentos y
falsedades y el convencimiento de que la divinidad es el origen de cuanto bueno existe,
pero no de lo malo. Del amor a la virtud: prescindir del afn de dinero, de honor y de
placer; continencia, paciencia y, adems, limitarse a contadas necesidades, sencillez,
contento, ausencia de orgullo, respeto a la ley, estabilidad y cuanto sea del mismo
carcter. Del amor humano: amistad, espritu de igualdad, y comn sistema de vida que
excede de toda descripcin, sobre el cual no resultar inoportuno decir unas palabras.
85. Ante todo, ninguna casa es propiedad particular de nadie, pero tampoco es comn de
todos, pues est abierta a los grupos que pueden vivir en ella juntos y recibir a quienes
tienen los mismos ideales y llegan de otros lugares.
86. Hay un fondo que pertenece a todos, con gastos en comn, vestidos en comn y
comida en comn, porque consumen juntos los manjares, porque comparten el mismo
techo, la misma forma de vida y la misma mesa, cosa que no se ha establecido con tanta
firmeza en otras partes. Y ello no carece de motivo, pues la recompensa que reciben por
su trabajo diario, en vez de reservarla para s, como propiedad particular, la ingresan en el
almacn comn, del cual sacan lo que otros necesitan.
87. No se descuida a los enfermos aun cuando no puedan ganar. Tienen a su disposicin
en la reserva lo necesario para su cuidado, y pueden, por lo tanto, hacer generoso uso de
ello sin vacilacin. Los ancianos son tratados con reverencia y respeto. Se les atiende en
su senectud como padres por sus propios hijos, sirvindoles y atendindoles con
liberalidad de mil maneras distintas.
88 Tales son los campeones de la virtud, producto de una filosofa que nada tiene que ver
con las sutilezas de la terminologa griega, pero que sugiere, como ejercicios laudables,
prcticas que afirman una libertad ignorante de la esclavitud.
89. He aqu una prueba. En el transcurso de los tiempos surgieron en el pas muchos
gobernadores de diferente carcter y poltica...
91. Pero nadie, por muy cruel, traidor o hipcrita que fuese, pudo acusar al grupo de los
llamados esenios u "hombres santos". Todos se inclinaron ante su nobleza y los trataron
como autnomos y libres por naturaleza, elogiando sus comidas comunes y su sistema
comunal de vida, en verdad extraordinario, que constituye la prueba ms evidente de una
existencia perfecta y muy dichosa".
Filn de Alejandra: De Apologia Pro Judaeis La Praeparatio Evangelica de Eusebio de
Cesarea (8, 11) conserva este extracto de la Apologa de los judos, de Filn:

"1. Nuestro legislador ha estimulado a numerosos hombres notables hacia una forma
comunal de vida. Son los llamados Esenios, nombre que, en mi opinin deben a su
reputacin de santidad. Moran en muchas ciudades de Judea y en muchas aldeas en
grandes grupos de muchos miembros.
2. Sus principios no son cuestin de casta (porque no cabe prescribir una casta donde la
eleccin es libre), sino inspirados en celo por la virtud y el anhelo de un espritu de
hermandad.
3. Entre los esenios no hay nios, adolescentes o jvenes, porque tales personas tienen
caracteres inestables propensos a cambiar con su edad inmatura. Son hombres adultos,
ya en camino de la vejez, que no estn sujetos a la posibilidad de que el impulso fsico los
arrastre, ni tampoco bajo la influencia de las pasiones, sino disfrutando de una libertad
genuina y verdaderamente real.
4. Su modo de vida es prueba de su libertad. Ninguno de ellos consiente en adquirir nada
como propiedad personal, ni casa, ni esclavo, ni tierra ni rebaos, ni nada que procure o
favorezca la riqueza, lo ponen todo en una reserva comn y comparten todos los
beneficios.
5. Viven en grupos, formando hermandades que comen en comn, y perseveran en sus
cosas por el bien de todos.
6. Mas tienen distintas ocupaciones, en las que deben trabajar con decisin, sin que
puedan excusarse con la escarcha, el calor o cualquier otro cambio de tiempo. Antes de
que apunte el sol se dirigen a sus ocupaciones y apenas consienten dejarlas en el ocaso,
sin que por ello sean menos felices que aquellos hombres que han competido en
ejercicios fsicos.
7. Segn su opinin sus trabajos son ms saludables y ms gratos para el alma y el
cuerpo, y ms duraderos que las pruebas atlticas, puesto que conservan el vigor
despus de la juventud.
8. Algunos de ellos que son expertos en la siembra y el cultivo de las plantas, trabajan la
tierra, otros cuidan de toda clase de animales; y algunos de ellos cuidan de las colmenas.
9. Otros se dedican a aquellos oficios que puedan ser necesarios para atender a las
necesidades ms precisas, y no descuidan nada que pueda proporcionarles una ms
decorosa forma de vida.
10. El pago que cada uno percibe por su ocupacin correspondiente se entrega al
administrador elegido, quien de inmediato compra aquello que se necesita y proporciona
amplia manutencin y todo cuanto sea necesario para la vida humana.
11. Viven y comen juntos, contentndose da tras da con los mismos manjares. Prefieren
la sencillez y evitan la suntuosidad, que perjudica el cuerpo y el alma.
12. No slo tienen mesa en comn, sino tambin el vestuario: gruesas capas para el
invierno y tnicas ligeras para el verano. As pues, cada cual puede coger sin dificultad
aquello que desea, porque las pertenencias de uno se considera pertenecen a todos y,
viceversa, las pertenencias de todos son de cada uno de ellos.

13. Asimismo si uno enferma, recibe cuidados mdicos con cargo al fondo comn y todos
le cuidan con atencin y esmero. Los ancianos, aun aquellos que no han tenido hijos, no
slo son cuidados como si tuvieran muchos, sino tambin como si stos fuesen los
mejores, y llegan al trmino de sus das a una edad muy avanzada, rodeados de cuidados
y comodidades, por lo mucho que los estiman dignos de procedencia y de honra, y con un
espritu mejor predispuesto que el de aquellos que se ven obligados por el instinto natural
a rendir tales servicios.
14. Adems, evitan el matrimonio, porque comprenden claramente que sera el nico o el
principal motivo de ruptura de su hermandad. Otro motivo era su prctica, en verdad
excepcional, de la continencia. Por eso ningn esenio toma esposa, pues la mujer es
criatura egosta, extraordinariamente celosa, astuta en apurar el carcter del hombre y
dominarlo con la accin persistente de sus encantos.
15. En efecto, se vale de palabras halageas y de otras artes como si actuara en la
escena, y cuando ha embrujado ojos y odos, y stos, como facultades subordinadas,
quedan embaucados, domina la principal facultad, o sea, el espritu.
16. Si nacen hijos, se muestra orgullosa y atrevida en su lenguaje. Donde antes hablara
con falsa compostura, ahora lo hace con retadora insolencia y desvergonzadamente
insiste en pretensiones hostiles a la hermandad.
17. Porque el hombre, tanto si se halla sometido a los encantos amorosos de la mujer o
preocupado por su instinto hacia el cuidado de los hijos, no es el mismo en su trato con
los dems hombres. Poco a poco se transforma en otro hombre, que ya no es libre, sino
esclavo.
18. Tan estimada es la vida de estos hombres que, no slo individuos particulares, sino
incluso grandes monarcas se llenaron de admiracin y asombro hacia ellos,
incrementando la reverencia que inspiran al concederles favores y honras". Plinio el Viejo:
Naturalis Historia, 5, 15, 73.
"Al oeste (del mar Muerto) los esenios se mantienen apartados de la orilla para evitar sus
efectos perniciosos. Son una raza solitaria, la ms sorprendente del mundo, sin comercio
sexual, sin dinero y sin ms compaa que las palmeras. Su grupo conserva un nmero
constante de miembros, aunque el tiempo pase, porque reciben a muchos hombres
cansados de la existencia a cuyo modo de vida empuja el oleaje de la fortuna. As, en el
transcurso de millares de siglos (y por increble que parezca), el nmero de dichas gentes
permanece constante a pesar de que nadie sea concebido, tan prolfico es para ellos el
arrepentimiento de los dems hombres. Al sur estaba la ciudad de Engadda ('En Ged), a
la que slo supera Jerusaln (2) en fertilidad y palmerales, convertida en la actualidad en
otro monumento de muertos. Desde all a Masada, fortaleza erigida en la roca, que
tampoco dista mucho de (el lago de) Asfalto".
NOTAS: (1). Extracto de Edmund Sutcliffe, S. J., Los monjes de Qumrn, Ediciones
Garriga, Barcelona, 1962 (agotado). (2). Jerusaln (Hierosolyma) ni es ni fue notoria por
su feracidad y palmerales. El copista debi de escribir por error su nombre en lugar del de
Jeric.