La Bien Plantada
La Bien Plantada
La Bien Plantada
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COLECCIN UNIVERSAL
Eugenio d'Ors
ES PROPIEDAD
Copyright by Calpe, 1920.
Li
Papblsra Espaola.
to LECCIN UNIVERSAL
EUGENIO D'ORS
La Bien Plantada
de Xenius
La traduccin del cataln ha
sido
hecha
por Rafael
Marquina.
JLVDRID-BARCELONA
MCMXX
"Tipogrfica Renovacin"
(C,
A.).
Larra,
8.
MADRID.
CASTELLANA
fe'.undo sin
la
nostalgia
igualmente,
el
interminable
de
lo
perdido.
As,
el
La amada
vestido de verano,
sonri
ella,
esto se
llaim Teresa, la
ficultad coincedida.
fiero
sientan como un
insulto
algunos aspectos
de la belleza sencilla.
Pero en casos parecidos, echar sobre las gentes
toda la culpa suele ser tan cmodo como injusto.
Ahincando en el tema, y tal vez ahincado yo por
cierto remordimiento, he venido en sospechar yo
en
si
no tengo bas-
nadie
ni
no
lo
gil
me
la seala tampoco, y
hago, sino
el
el
si
existe,
insti-umento de m?
mamente transcurrir
lti-
La ltima
mala disposicin
y
al-
He
fin
poner trmino
al
perodo de
pesado, con
cl.sico
lo
ha
y con
la
simplicidad.
Ahora todo
esto
enipe2:ado a mejorarse
y a ponerse en orden;
seguramente, mi dulce Teresa no es a ello extraa. Y si fu dicho que Helena vala la guerra de
Troya, bien vale algn mareo y algn chillido H
arribada majestuosa de un pueblo, bello como una
nave, a las playas de la normal civilizacin-
Eugenio d'Ors.
Canet de Mcor, 8 de diciembre de 1919.
PARTE PRIMERA
1
De
la
Quum cancrem
Vellit,
Pascerc
ct ad-monuit ;
ortortct ovis
Yo soy quien
dijo
un
Pastarem,
Tityre,
pinguis.
da,
en glosas estricta;
Cinthius,
ha venido a tirarme de
la oreja
y a de-
rc.
florecido,
10
das de oro, en
el
hecho pere-
decir,
la
villosa
podi-a
ni
cundo por primera vez se mostrara a la pblica curiosidad. Esta aparicin de la Bien Plantada ha sido tan sutil y tan natural a un mismo
tiempo, como la de la primera estrella vesperal.
Ahora est aqu, y hace vin instante todava o
estaba. De dnde sale la estrella? De dnde
sale la doncella bonita ? Ibais a mirar un jardn,
ibais a m.iirar una barca, ibais a mirar la mar,
cuando os ha sorprendido la gracia de su cabeza,
por encima de las cabezas de sus hermanas. Despus ha desaparecido. Pero, una hora ms tarde,
la habis vuelto a ver dominando ahora las cabezas de un corro de amigas.
Por la noche, en el Casino, contis el caso a
vuestros amigos. Y todos vuestros amigos la han
visto al mismo tiempo y la han visto de la misma
manera. Vosotros habis empezado diciendo:
"
Hoy he visto por primera vez una muy guapa." Los amigos han dicho: " Y yo tambin!
Y yo tambin!... Y yo! ^Cmo es la vuestra?
As, as y as.
Es la ma misma. Y la ma.
la ma"...
11
el
"polo"?
No
se la
ha
puede atribuir,
ni
siquiera
nombre conocido, de
en
la
propiedad, en
crdito,
el
por
No
se le
referencia,
un
en la aristocracia,
comercio, en la bolsa, en
industria, en
los
tejidos,
cial,
el
perfecta criatura?
12
acontece entonces
Callando,
algo
ele
una
infinita
.iul-
poniendo el
alma en vuestra atencin, habis odo que la Bien
Plantada habla con sus amigas un cataln puro
V bien acordado.
zura.
aplicando
el
odo,
It
De
y externas condiciones
de la Bien Plantada
la figura
-i.<J
gas viajeras extremidades con el tronco, que reposa, parece resuelto por la arquitectural natura
segn un escondido sutil artificio a la manera
del que el Renacimiento emple con la invencin
de los que se llamaron "duomos".
liabra
sicas,
g'o.s;
aimonios simas, de 1911. Los brazos son laral nacor de la espalda, disminuyen
gruesos
dulcemente; lejos del defecto de los de la bailarina inisa Tro'uhanowa, que son tan anch.os cerca de
l;i axila como cerca de la mano. La'i manes de ia
Bien Plantada no las alabaramos ]^yc aristocrt:cas ciertamente, que anchas son y un poco bastss.
El busto est lleno de dignidad y no evento de
tambin a
modas de este verano. En espera de las maternales abundancias, este busto se consagi'a ahca
las
Q-iiz se
la
salva de todo exceso y peinada con grande mtodo y limpieza. Desde la frente hasta el rodete
extremo de la cabellera, que es muy bajo, contaramos unos treinta y cinco centmetros. Mas, por
muy abajo que aqul descienda, deja +odava lugar a la ancha mai'aviila de una nuca que tiene
14
lla la
una
centro
el
acaso, a que
el
prominencia
leve,
debida,
ha habituado
al
vicio de bajar
un poco
la
cabeza.
No puedo
si el movimiento de
Bien Plantada es presidido por la Msica, la
gracia de sus ojos debe de caer bajo la competen-
la
musa de
la
Astro-
noma.
III
De
Hemos
la
moda
esto necesita
una
mo-
expli-
rdenes de
no
lo
el
moralistas y artistas; el flojo encanta a los ai'tistas, y si a los moralistas no los satisface por
15
cjmpleto,
uev.
La Bien Plantada,
viste a la
moda
pues,
holgada,
la cual es la
nica que
Cuando stas, por mala inteligencia y equivocada infoiTnacin de lo que se lleva en Pars,
(luieren encerrase en trabas y ligmenes, suelen
ofrecemos visiones tan inmodestas e indecorosas
que son con ellas la vista y el gusto del forastero
lamentablemente sorprendidos. Por el contrario,
holgui'a y espuma no slo sientan bien en el cuerpo noiTTial de nuestras tpicas beldades, sino que
se avendran tambin al cuerpo inmortal de las
estatuas clsicas de los museos. Estoy seguro de
que la blanca vestimenta que luca anoche la Bien
Plantada dira bien, tan bien como en el suyo,
en el cuerpo de la Venus de Mil o. Que quiz en
pas.
vida vesta
as.
hora.
16
IV
De una
Seoi'
don R,
V.,
seor clon
J.
mi otro indiscreto
corresponsal que intentis corromperme adoptando para firma "un admirador"! Qu inespei*ado
inters ha sabido conquistaros ahora por mis po"rmis ''un intrigado" y vos,
tom bravamente
el
a co-
nom-
A.'ida
li-
la
1?.
y tantos asun-
17
tos de palpitante actualidad, de transcendencia
incalculable... Y hoy, porque me place decorar
con unas cuantas rpidas notas la silueta adorable de una doncella muy nuestra, heos aqu despiertos,
bindome y poco menos que pidindome la direccin... Ah, mis buenos seores, mis pobres seores, lectores interesados, sincersimos admiradores mos Bien os sentar un poco de paciencia y
bien os sentar un poco de desengao. Porque
los detalles de esta verdica historia no se irn
dando a conocer sino poco a poco, segn un orden
acompasado y artstico; y algunos de estos detalles, algunos de stos que preguntis, no sern
dados a vuestra curiosidad ni ahora ni nunca.
Porque habis de saber, mis seores y caballeros
!
no
le
es lcito olvidar.
uno de
como
el
los
ms
i'espeto
capitales,
ms
ex-
el
Bien Plantada
18
todos, he aqu
en una
fiesta.
una frase de
el
el
corro de los
V
Del pucblecito donde veranea la Bien Plantada
No
obstante,
una de
las
que se
refiere al lugar
de veraneo de la Bien
se crea
19
ha hecho esencial condicin al definirla hablai' del pueblo de su veraneo. Porque todo el pueblo es un ameno huerto suyo. Y parece a veces
tan perfecta es la Bien Plantada y tan nuestra Ja
as se
calle.
La
no se contase con unos huertos de nay ms lejos y ms altos, unos bellos cipreses flanqueando un casern blanqusimo con
las solanas de arcos i^ondos y las pequeas baboles,
si
ranjos,
la
20
selecto gusto barroco,
que ha tenido
la
fortunu
al-
un
si
los
fuese preciso
^que
no
lo es
por una
hay en
la cons-
la
vegetacin, las
casas
el
cielo
una
relacin segura, sin brusco salto; y puede decirse, en suma, que los desvarios arquitectnicos
lazo de haberse visto al aire libre con las piernas y los brazos desnudos. Luego, hay la ensoacin que mantiene a la gente tendida en la
playa hasta alta noche contemplando el juego
montono de las ondas.
Encima de la ya nombrada loggia hay un casino.
21
y su balcn es un mirador sobre la mar. Y al
me alcance d(v
ta-r
del
efecto.
Debajo del
Crculo Esperantista se halla la casa del tartanero, y el gran movimiento de vehculos alboroza
constantemente la riera, en la cercana de la playa. Ms arriba estn los cafs y las donosas tiendecitas donde se exponen, para la venta, ropas
azules de marineros y fajas bermejas o de otros
colores, amn de unas fajas de claro azul que ostentan, boixladas en grueso algodn, las flores ms
pomposas y variadas. Ms arriba an, estn las
quintas de los seores, cada una con un muro y
un barandal en la parte delantera, para cuando
la i'iera baja crecida. Ms all, los rboles se
hacen fronda y dan una nota de paisaje muy
dentro del gusto del pintor D. Jos Masriera. No
falta a un lado un gran estanque, con nades
zambullidores.
Y ms
22
Ya
veis, pues,
la
al
VI
Nuevas revelaciones sobre
de
la
los ojos
Bien Plantada.
23
una manera
estricta, el cielo
tal
los libros
como ptica y i'igurosamente liAquel verde plido y brillante de la litografa; aquellos puntos azules, blancos o encendidos; el misterio de aquellas parbolas en lneas
de construccin; aquellas pequeas zonas, diversa y precisamente coloridas; y, en fin, la emocin que produce, emocin grandiosa, extraa y
metafrica, sino
teral.
serena, a
se halla redu-
Plantada.
Que son
clara profundidad.
ellos
vastos,
hmedos y
pestaas
las
llenos
tejen
de
sobre
sobre los
los
meridianos y paralelos.
Como
el
rostro
tiene
una
deliciosa
blancura
me
al
Mi pluma
es, ay!,
24
un prodigio de tan
quisiera comunicar.
sutil sencillez
como
el
que os
si
cmo es difcil precisar, cmo es atormentadoramente imposible comunicar a los dems las
luces que sobre el asunto poseerais (1).
carlos,
VII
Del terrible poder de una mujer hermosa
tidos.
filolgicas,
25
mundo
glo-
Que
le
llegan al
taln.
del
amor,
Ay, amor
Robadora del amor. Ladrona del amor. speperfume de crimen emana del cantar. He aqu
la robadora y su pecado. He aqu tambin la
sed inoestuosa y los grandes horrores:
ro
Y
''
su hermano la miraba
Con ojos de vivo amor;
"Si no me fueses hermana,
Casaramos los dos."
del amor,
Ay, amor
!.
26
pujanza! Por ella,
y enferaia. Piedad, Dios
mundo
se desordena
el
sa-
Ha
Robadora
Ay,
amor.
del
amor
VIII
De cmo
ce
Mas
la
pujanza de
para
el
la
orden; para
el
desorden, no
que os habla-
27
el
resto
slo recordar a la
en
el
pobre narrador de m, no s con qu imagen pueden haber decorado algunos ensueos mis dbiles
palabras, que ya no pasa da sin que me llegrae,
en comentario a la figura gentil, alguna carta, en
cuyo texto, a las veces humorstico, se siente batir, sin embargo, una gran ala de inquietud...
Ahora yo quisiei-a poder reunir a todos esos que
me escriben y llev.arlos, juntos, a presencia de la
Bien Plantada. A orilla del mar la aguardaramos. La veramos aparecer entre el mar y
28
y los montcubaos familiares y las tienducas pequeas, entre las granjas y las tartanas,
las casas y la lnea de la tierra
entre los trabajos y los cultivos, entre los cipreses y los naranjos, entre los corros de mujeres
que conversan, y de nios que juegan, y de hombres que reposan fumando, con la mirada ja en
el
horizonte.
el
pe-
cho.
to
justa,
29
ella.
Que
las
dems mu-
chachas, menos hermosas que ella, menos admiradas y celebradas que ella, no le tengan envidia
30
complazcan a su vera y la
quieran; y que los hombres, en presencia suya,
se contenten todos por igual
y sin que se haya
ni celos, sino que se
con
sus amigos.
IX
Del dulcsimo nombre de la Bien Plantada,
con otras particularidades
que ello se hiciera hoy. Ayer, hubiera sido demasiado pronto. Maana, seia ya pecado de tardanza. El aprendizaje en la Bien Plantada, por lo
muy fuertemente que se apoya en las esencias
verdaderas, puede darnos estas preciosas infalibilidades sobre lo oportuno.
Cmo
te
llamas,
Bien Plantada?
Me
llamo
Teresa.
"La mstica sensualidad, esposa de Cristo o mujeiTica". Ya sabis, no?, qu linaje de cosas quiero decir.
Pero llega
el
tierra,
y de pasarlo por la boca de otra manera a<lquiere otro sabor. Un sabor a un mismo tiempo dulce
manos capaces de
la
el
un nombre que
caricia,
de la
tiene
de la labor y del
un nombre modesto v
Teresa es un nombre hacendoso. Teresa
es un nombre para responder, con voz de contralto: "Sei-vidora, me llamo Teresa". Teresa es el
nombre de las que tienen, como la Adelaisa del
conde Amaldo que se llam Adelaisa slo por-
muy
fino.
Plantada ya es medida. Las dos quieren decir insPero en Adelaisa el instinto parece dirigirse a los fines de la especie, mientras que en la
ma lo que sutilmente funciona es el instinto de
tinto.
la
Raza; es
decir, algo
que ya es inteligencia, y
32
mismo que
fu,
si
En cambio, Ja
Bien Plantada no fuera tal vez lo que es hoy,
si no hubiera existido Auzias March. Tomando las
cosas desde otro lado, Adelaisa es de montaa y
Teresa, de marina. Tomndolas an en otra suerte de diferencias, Adelaisa corresponde a la arquitectura romnica, mientras nuestra Teresa corresponde al neoclasicismo.
Ay, qu deliciosa sensacin de intimidad, empezar a nombrar Teresa a la que hasta hoy conocamos solamente por Bien Plantada!
Teresa, Teresa galana, alabado sea tu nombre
dulcsimo! Todas las Teresas que hemos conocido
eran galanas; pero t la de ms galana. Y as,
adoramos en ti el recuerdo de las dems.
la tierra
Noche
el
alta,
cielo
de su patria.
saliendo
Casino,
del
aquellos
de
Yo tengo impresa
Tu cara de ngel
En mi interior
;
Melancola
Me matara
Si
a otro otorgabas
Tu puro-ooo-amor
s;
La
la cancin.
Hoy todos vivimos en paz y en orden y en mejoramiento y aprendizaje espiritual, porque Teresa
33
nos trata por igual a todos. Pero
el
da que
lle-
a distinguir a uno!...
Y, no obstante, es claro que habr de distinguir
ft-ue
uno
He
taixie o
temprano.
teada netamente en
drama que
el
se estime.
Bien Plaitada
PARTE SEGUNDA
Donde
Dulces
pltica! Mientras se
co
ne en
ojos
gar aqu, apenas saba algunas palabras de cataln. Pero a los dos meses, lo hablaba ya como
nosotros.
muy
re-
en un principio, nos
Y no hay milagro en
35
decir,
ella
una cosa
quizs?
^pregaintis
que todo vuestro trabajo espiritual sobre el smbolo vivo caiga por tierra.
No, seor, no. Es de aqu. De muy cerca do
Villanueva.
La Raza
es,
padre de la Bien Plantada, seor casi desconociseor obscuro, gracias por vuestra discrecin.
Gracias por el precioso auxilio que a esta pequea
do,
gre de nuestras venas habis aportado con \'uestra feliz oportunidad de nacer muy cerca de Villanueva j' Geltr.
Si, la
Y,
si
el
mar nos
la trajo.
la tierra, era la
36
les
Lleg en un navio una maana, una otoal maana de oro, y las ondas, escolta y guardia de honor a quien el destino, desde su lejana, confiaba
la carga preciosa, no se sosegaron hasta dejarla
en nuestro puerto, abrigada y segura.
II
De
la colonia
presa.
37
Una
vez acogida,
ella,
sin esfuerzo
sin tan
presidencia; y ahora,
como
el
pueblo, la colonia
gan a tragarse a los pacficos viajeros de charretas y tartanas. El otro da, un seor, hacendado
respetable, que haca el trayecto en la diligencia, al
es todava
lo
ms
re-
38
galo. Estas propiedades reciben sin distincin el
nombre de
les
torres
"torres".
se
mayor
guramente entre
como
las
aqu
reunidas
discretsimas
muy
personas
desfavorable-
mente
que por
no ha vuelto a comparecer , y
mangas de camisa y aun, a las veces, en triste camiseta. Deca
todo el mundo: "Que me dispense ese buen seor;
l ser tan rico como se quiera, pero eso que hace,
francamente, no est bien hecho", y alguien aa-
ca
cierto
da:
hombre de carrera!";
porque el flamenco seor tena el ttulo de ingeniero agrnomo. En la playa, naturalmente, la libertad es ms amplia. Se puede perfectamente remar en tricot azul y con pantalones cortos de pescador que, a falta de faja, se tiene buen cuidado
de ir subiendo de vez en cuando. La lengua oficial es la catalana para los hombres y tambin
para las seoritas menores de treinta aos. Las
que pasan de esta edad, as como las seoras ma-
39
deber de usar, sobre todo
delante de alguien que haya vivido en Amrica,
la lengua castellana.
La mayor parte de los seores que integran,
yores, se creen en
el
llega
el
da!
e)
lunes,
ms
y son stos
personal, tales
deros y diputados a Cortes. Sus honorables esposas pasan la semana hablando entre ellas de ellos
como
as a las excursiones en
40
el
mun-
do a
Mayor constancia se ha tenido en otra prctica observada ao tras ao: la de que ao tras
ao hubiese entre
Ya
los de la colonia
"un disgusto".
Una
vez
ciaciones.
41
es
equilibrio,
rededor,
slo
avenencia.
III
De
sus hermanas
Tres hermanas son en la casa. Teresa es la segunda. La mayor se llama Sara. La ms chica,
Eugenia.
La razn humana halla un profundo placer en
distribuir cada una de las realidades que contempla, en tres partes ordenadas. Una a manera do
ley debe presidir este placer.
se deleita
ms
ms
la filosofa alejandri-
y corintio. En
Monarqua, la Repblica y el Imperio:
en el Renacimiento, los primitivos, los clsicos,
los barrocos;
y Florencia, Roma, Vencia; y en
las grandes teox*as ideolgicas, empirismo, inteJectualismo, pantesmo y en la vida vegetal, primavera, esto, otoo; fresas, melocotn, granana;
^los
Roma,
rdenes drico,
la
jnico
42
da;
y en
y tres
tringulo, tres
el
:in-
trminos en el silogismo; y Venus, Minerva, Juno, eternos smbolos, presentndose ante la eleccin, siempre en
suspenso, del eterno Paris.
gulos y tres lados;
un
es
Romano; Teresa, un
Giulio
un Guido Reni.
...
Cuando a hora de ocaso,
las tres se
muy
sal
rtmico
Ticiano; Sara,
muy
pasean
el talle, sents
importante y
de Bossuet.
IV
De
Ya no
sus amigas
de las amigas.
Siete
es
place.
Nombremos
la
primera
por
asociacin de nu-
43
que se complacen en
ojos de
nuca de
ver atoi-mentar las bestezuelas Si
cas
ciTieles
los
as los
la
la
ms de
este
misterio,
a pesar de
He
He
abatida bajo
He
seo, o
ms convertir en blanca
mucho tiempo ha vestido su opulenta
generosidad, de un color rosa.
Ahora, he aqu la ms menuda y gentil de to-
con
la fina
y mvil, dibujada
44
gnu.
He
Cuando de pequeuela se perda por la selva encantada de Hansel y Gretel, la Mala Viejuca, en
lugar de comrsela, la dej de lado, para que le
valiera de figurita de ajedrez.
Son seis amigas en el huerto de la Bien Plantsda. Y la Bien Plantada, siete.
V
De
No
la
para
la
Es
la
primera en
la va bien
sombreada que
el
pueblo
ms
anti-
bol-
45
Barcelona, en tiempos de la "fiebre de
sista de
no estar influida
en su estilo e ntimo sentido por los delirios subsiguientes a la Exposicin Universal de 1888. As,
foiTna un edculo modesto y gracioso. Un poco
de amaneramiento neoclsico le da sabor. Es cuadrada, y el techo se corona de un gentil terrado
con cuatro bolas en los cuatro ngulos, cada una
de ellas rematada, por gracia, en punta. El balcn, sobresaliendo de la fachada principal, se
apoya en dos esbeltas columnas. A uno y otro
lado de estas columnas aparecen dos pedestales,
muy segundo Imperio, que sustentan dos estatuas
oro". Tuvo, pues, la fortuna de
inclina
velo de viudez
el
tase
distraccin,
getacin
palmera
.<^e
del
alta
de la que, por
pueblo.
se espejeaba en
46
metal.
Pero
mandado
el
zado averiguar
el
porqu.
don An-
tonio
do
la efigie del
47
VI
De
las cosas
que
la rodean.
Delante de la iglesia, once nias jugaban sardaneando lentamente, mientras cantaban una cancin en forma de dilogo. Este dilogo, siguiendo
las reglas del juego, comporta algunos incidentes
As la
rueda de las once nias se desarrolla y desenlaza
de una manera numeral y perfecta. Y la pequea
dramticos, pero estrictamente rituales.
En
el
oti'a ocasin, se
fondo,
da,
una baja
un rbol
compone
as el paisaje:
colina tranquila.
solitario
fueie.
En
la izquier-
la derecha,
una
48
con los brazos en auto, recortndose finamente a
contraluz. Dos hombres, uno delante y otro detrs
de un mulo fino de blancuzca panza, lo van con-
En
cho.
este
o, envuelto en polvo
49
intil,
cos de vela.
Habis contemplado alguna vez, con toda calma, en un agua obscura y transparente, los movimientos de un pez ? Son una deliciosa mezcla de
calmas y de inquietudes. Recuerdan el estilo de
Jenofonte, serensimo y nervioso a un mismo
tiempo. Pero ninguno de estos movimientos es intil o puramente expresivo. Todos tienen su razn, y nicamente as pueden tener todos su msica. Y en esta continua presencia de la razn,
aun de la que llamaramos inconsciente razn, radica su nobleza. La razn, a veces, no la descubrimos, pero sentimos la nobleza. Los movimientos del pez en el mar, como los del estilo de Jenofonte, entran todos en la jurisdiccin de la Bien
Plantada.
Ahora, leamos
el
loga natural", de
este ttulo:
Raimundo
juicio.
ms
lejos se
Bien Plantada
50
elegancia mental. Que* hay una elegancia para
i^
mente, como para vestir. Las elegancias de Sibiude se diran copias de las elegancias de la Bien
Plantada. Y tambin la Bien Plantadla es una
manera de Teologa Natural.
Pensemos, despus de todo esto, en la danza
de la sardana. Pejisemos en los usos y costumbres de nuestro viejo Derecho. Pensemos en la tabla de
Dalmau y en
las
cabezas retratadas tn
semos en
el
ras largas
de
silenciosa,
Pensemos en
caliente,
sonriente la-
que presenciamos de la enseanza de las Humanidades. Pensemos en las traducciones homricas del doctor
doctsimo de esta restauracin. Pensemos en la
memoria sobre Baquilides escrita por un estubor.
la restauracin
diante cataln y en la traduccin ntegra de Menandro, cumplida por otro, dichosamente. Pensemos en las ms antiguas torres seoriales de
Sarria.
51
Magna" y en
de las "rnicas"; y en los que hicieron la
Lonja y en los que hicieron el Liceo; y en lo.s
grandes mdicos, que daban siempre el buen con-
sejo y
tomaban sobre
las responsabilidades
ms
52
poi*
ga a
lo
cia infinita.
PAUSA O INTERMEDIO
Pw
jeres,
ellas
musiis
condiciones.
un nio
traste.
UNA BAILADORA
Esta es una doncella que ha venido al pueblo de
Bien Plantada para bailar. Ayer fu a Badalona, a bailar. Maana ir a Argentona, a bailar...
Por el mdico tiene prohibido bailar.
Por el confeso^'.
la
No
No
No
No
No
No
le
le
gusta la msica.
gusta conversar.
quiere casarse.
es
capHchosa,
54
Le repugnan
los
hombres.
Baila
j)or la
extenuarse hast,
poeta, escri-
bes versos.
como un
como
una.
55
Js envidia
muy
muchacha
se
ruela, extrate, hosco, viudo y con un hijo, cargado de deudas y zafio e inhbil, que no saba qu
hacer de sus manos cuando no trabajaba; y tan
callado, que no podan arrancrsele dos palabras
seguidas. Hasta tina docena dijo solamente en un
56
largo cuarto de hora
cha blanca y
le
el
aos,
ni
el
rey
bailan, ren,
les es
Son guapas,
cortejan aos y
un da la doncella blanca, simplemente, ponindose sola, en la paz de las montaas, a trabajar la tierra... En los primeros tietnAll se recogi
lle-
gada del primer cro, ella tornse labriega perfecta y robusta como conviene a una labriega. Y
engrues, y se pein ms lisamente cada da, y se
le
sol
cantes.
os alborota con
Esta no
es
orita de Casino...
el
mo
es de
un maravilloso
el
viano.
hiciendo solamente,
paldas,
metlica
pompa
La vemos
un
de es-
en la penumbra, la
Todo
discuten
el
rectierdo.
llar la
palabra
nos sera
Oro de
difcil
analizar
las cabelleras
el se-
femeninas de Pars, nostalgia de Pars, visiones de Pars, bellezas y fiebres de Pars! Para completar
el prestigio, os por primera vez aqu un vals que
fu all moda hace cinco aos, que llaman
"L'amour qui meure" y que ahora interpreta
briosamente, en la penumbra, la nia de los cabellos de oro.
,
58
La nia
ella.
La
oneytaristas !
a-qii.
Esta
es
Est
Muy
Se casa-
pron^netida.
el
cielo...
es
una dama
funcin de la dama en blanco no es hacer excursiones, s7io nicamente subir a la cima de las
montaas. Atraviesa carreteras y pueblos, rpida
cial
e indiferente.
rio, ni el
el
No
le
interesan
portal roinnico, ni
medicinal.
Ni
gtico
campana-
umbroso, ni
escondida fuentecica
nada de esto, ni
habla. Habla solamente
contetwpla
la
el
el valle
al pa-
al lie-
59
fiar
cumbre, civando ya
la
el
camino
se pierde y
viento loco obliga
Mejor
Dice:
dicho, grita.
Jiiiiiiiiiiiii!,
Jiiiii,
grandes concavidades de
llene las
gando en
Mejor
dicho,
cabal-
los vientos.
cumbres de
montaa, la dama
y rica y afa-
bella
ando en
ren
la
muy
el
amor de
la
la excursionista...
pita que, para gozar amor, sea pi'eciso antes hablar de armor.
liablar de
empezar a media
insinuai'se,
pues,
amor
voz, confidencialmente.
Cmo
risa.
UNA FRIVOLA
Esta
es
el teclado
una
60
todas las sonatas de la risa.
cos, saltan
La
piet
el tnal
el
pecado, in-
ditos.
Loca, loca criatura! Novia de doce novios; fbula de la vecindad y de la villa; luz y alegria de
todos los bailes y de todas las fiestas; tierna y verde sombra de un arbolado francs, perdida, sin
haberse acabado de borrar, sobre esta tierra roja!
Yo
PARIENTA DE FUNERAL
Quin
Uno de
que preside
cuando el ofertorio de
las seoras. Y el otro responde: "No la conozco.
Debe de ser alguna paoienta de la pobre mam."
duelo
el
es sta?
lo
Debe de
pregunta a
los seores
otro,
Una
en
serlo.
olvido.
Una
Se la dej de lado. Se
cada vez menos. Por fin, se la perdi
de vista. Ya no se la volvi a nombra/r... Por qu
todo esto? Dernasiado jvenes hs seores que presiden el duelo, no sabHan aclarar historia tan
de
la familia jyrosperuba.
la frecuent
obscura.
La
la
temblona luz
)1
La
otvano
que sostiene el cirio es muy larga y medio la cubre un mitn zurcido; ceidos a la mano, el brazo
y el cuerpo apa/recen vestidos de una ropa obscura, color de hbito, color de faena de tintorero.
Bajo
el
ms
plido,
una
La
vieja pasa.
Roza
mirar. Sin mirar y sin decir la palabra de la obscura historia, el secreto de su vida. Sin decir:
Yo
amor.
EL NIO SALVAJE
Este es un nio salvaje, harapossimo, que repoo' el polvo s%i miserable cuerpo de seis
vuelca
aos.
Al nio salvaje
le
falta
un
ojo,
segura/mente a
consecuencia de una de estas peligrosas diabluras a que todava se entrega cerca de los lavade-
margen de las carreteras. En el lugar doncorrespondera tener el ojo tiene una llaga,
ros, al
de
le
Al nio salvaje le gusta martirizar Uis besteGuerrea sin tregua con los gatos, arranca
zuelas.
de
los
62
refinados tortnentos a los pajarillos. Tuesta lentamente los murcilagos, despus de haberlos cla-
los pies
todo
juntas y la hiere con treinta y dos alfilerazos antes del alfilerazo mortal... Slo guarda ternura
Carretelas,
No
ha enronque-
carretelas!
por qu se
le
habr metido en
el
magtn
VII
La caridad.
Bordaba Teresa en
el
jaixln;
lo
un mendigo
vemos desde
se
el
caf. El
pobre dice:
Una gracia de caridad, por
Responde Teresa:
Dios le ampare, hei'mano.
El insiste:
amor de Dios.
ella:
el
martes.
64
una
co-
lunmita de monedas de cinco cntimos. Cada mendigo toma la suya, ahorrndose asimismo la molestia de pedir y dar las gracias, y sigue sose-
gadamente su camino.
Alguna vez, y contra costumbre, algn mendigo llega
el
-^Imposible fu llegarme ayer. El dolor acrecime el sufrimiento al andar, mal cuitado de m...
He
65
digos son de por aqu cerca. Viven todos mezcla-
ms
all
de la colina.
Ya
ha asomado al balcn.
pregunta qu ha pasado.
Este hombre responde Teresa
el
a quien he
martes.
BlEN Plantapa
66
bre.
dice la
fundas
Los annimos.
Demasiado aprisa asegurbamos que todo detomo a la Bien Plantada, buena voluntad y acordamiento. Traen a menudo a colacin
vena, en
los moralistas
nace
el da,
entonces entran
secretamente en furia... Pero, despus de todo,
los pjaros nocturnos son criaturas del Seor y
no conocen los annimos.
En lo que va de temporada se han recibido en
casa de Teresa treinta y dos annimos. A ella la
mueven a risa, y ren todos tambin en la casa.
Pero cada vez se renueva un instante en que,
les all, la clara risa del sol. Ellos
como
si
una tumba
pasar, todo
el
se agrietase,
se
entrev, al
escondido horror.
veneno! Pobre
ser,
67
barda!
He
ojos parece
como que
faltar y se pregunte
se retiran
qu debes hacer en
acjuel
instante.
Una
uno
Era un hombre de mediana estatura, de cara deslustrada y barba negra, ya por los lados encan
Andaba torpemente, como los que estnamenazados por terribles enfermeda es hei*v"fosas. Observ que en el centro de la cadena dei
reloj colgaba un redondo medalln ostentando una
cid a.
68
carta del bolsillito posterior del pantaln
la
el
hrridos
l'eresa,
escondrijos.
No hay mayor
que tu claridad y tu
vigilancia,
rer sonoro.
IX
Donde
la
Hay en
Pars
un rincn
mi
vida.
Cousin".
oculto,
ms
donde
haj
claras horas de
Es reservado
el
una vez all, se hallan a libre disposicin, en plena comodidad y rodeados de muy prcticos medios de reseamiento, todos los tesoros de la bibliografa filosfica antigua y moderna... Pues
69
bien; recuerdo de aquel rincn un da trgico y
delicioso: el da 13 de julio, vspera de la fiesta
naciooial fraiicesa.
Al da
siguiente, la Biblioteca
sobre todo
el
el
pobre estuque
cuatro meses despus ya no estar en Pars, quisiera, en aquella ltima tarde suprema, poder
pasar
los ojos
el infinito
solara.
mar
de la Bien Plantada.
X
Del smbolo de la Bien Plantada.
tranquila.
70
clsico.
La Bien Plantada ha
presentamos a examen.
El smbolo de la Bien Plantada es un rbol.
No decimos bien plantado de un rbol que tiene
fuertes races en la tierra?
las
res.
S,
ramas son otras races, unas races superioPor las races bajas, el rbol est bien plan-
el
que
finitos dars!
EPISODIO DE
MAGDALENA
est
si
un
instante.
Ha
Un
novio es
venido jmra
72
principio pareca que slo
venes le
narrado la maravillosa historia. Se llama Pons y
Serra, se lUmia Ignacio de Fuster, se llampi Sol
y Sola, se llamea simplemente Luis. Las letras de
estos nombres parecen escritas en diamantes rosa
sobre el platino de una joya, o dibujadas en la
noche con cohetes, estrellas y clarishrias bengalas.
Le falta un ao para tcT^ninar la carrera. Cuando
falta un ao para teivninar la carrera, la vida se
ensancha unte los ojos, coTno un diorama en un
anfiteatro vasto. Sobre la frente del joven a quien
falta un ao para salir de facultad brilla un sol
de oro que le tie de encarnado hasta el blando
de las orejas. Su sangre circula triunfalmente,
pero con perfecta seguridad. Puede entrar, m/irar
a su alrededor, sentarse y subir, ya a punto de
sentarse, los dos pliegues verticales del pantaln.
Lleva, amn de unos zapatos blancos, unos calcetines morados con flores negras, y, mirarlos, es cosa
turbadora como un pecado. Tambin lleva en el
ojal una flor, que acaso le ha sido ofrendada por
una mujer. Saca un diario del bolsillo, enciende
un cigarro, y asi podra pasar horas y horas fumando y leyendo. Pero he aqu que, sbitamente,
le empuja su destino. Se levanta, le acompaan
sus amigos, y avanza hacia ti, doncella. Se detiene,
podra volver a sentarse, podHa desviar su ca1:0, avanza hacia ti, avanza hasta ti.
mino. Pero
ahora
los
amigos
te
73
hay una
vaca a tu lado.
silla
acontece que
ya turbada,
ms intensamente buqus
preparados para el baile de
raw/os! El galn sigue sentado a tu vera, y no se
va, y charla que charla. No sabras decir cmo
tu abanico se halla en su^ tnanos, y l se hace
de multitud; incensiad
floridos que
estis
guridad, como
se es dichosa,
un rbol
bello,
11
... Pero viene
la lluvia, oh, Magdalena que esperabas el don de un prometido del rbol de la
Virgen de Agosto! Viene la lluvia, rica y sonora;
Hay
lina doncella
llueve...
Reos, la-
que ahora en
Casino
doncella que llora porque no hay fiesta, y toda sm esj)eranza estaba eji la fiesta y en su resplandor.
Reos, follajes goteantes y pomposos. Rete t,
tierra, reanimada por la humedad.
Los pobres corazoncitos tienen S7is pequeas
riejos calaverones cnicos
el
Hay una
uruestran cjiando
un ao,
una fiesta.
Pasa una mujer calzada con zuecos y que
estorb
le-
jioo' el
76
///
No
mucho, y
noche fu opulenta en
lejanas, y en
bailes. Magdalena sala a la Rarnibla, con la mano
extendida por ver si llova an. Un llovizneo la
mojaba. Pero provena de los rboles; de los r...
llovi
astros, en msicas,
la
ya cercanas, ya
Zas
estrellas fulgurantes.
La Virgen de Agosto no trajo esta vez un prometido. Trajo tres cortejadores. No importa; todava
stibe
ms
airriba la esperanza.
Tres corte-
alegre como
un
Uno es
de aspecto
ms tarde con
contempla desde lejos. As la
felicidad de Magdalena se vesta de tres ilusiones
como de tres tnicas. La tnica que engalana, la
tnica que abriga y aquella ottxu escondida que
acaricia a flor de piel.
Ahora va a nacer el da, y sobre las sbanas en
desorden hay una plida doncella desvelada. Doncella, doncella, t habas soado un cortejo, y te
ha sido dado Amor. T queras agua para tu sed,
y te han se7^id,o el vino trastomador. Tres cortejadores no valen lo que un novio; pero son algo
Qns embriagante que un novio. Un novio es vida.
los bellos valses, el otro platicaba
ella,
el tercero la
dulzura,
y he aqu
las voluptades.
aos,
Se tienen
reina,
el
diez
orgullo hace
diez
XI
Lluvia y sospecha.
'Mira
cmo
verano. Con
el
llueve,
el
en recuerdo.
Dime; no
ha ocurrido nunca que Teresa poda tener en otra parte un novio?
Qu quieres decir?
Lo que
no sera posible que Terese te
digo.
Si
Pero
menos en
el
se-
esta suposicin
dad? Y nuestra actitud pacfica y nuestro aquietamiento de pasiones, ccn su consiguiente provecho, no provienen, no dependen de que ella no
haya escogido ni escoja? Teresa se debe a la Raza:
se resei'vara para un hombre ? Teresa es platnica esencial: se tomara aristotlica? Ella, que
es lo general vivo, se limirtara a lo
?>a,?'CtZa?\^
T'J
ella,
.nosotros establecida
algn
otro.
disti'ada...
O, a
voz del amor ausente.
Sacrilegio!
Ella debe de creer, contrariamente, en algo
sagrado. Ella no conoce su sentido.
Pero obedece.
Obedeciendo a su sentido, precisamente busca
lo lejos, la
lo
en
lo individual
propia.
tara
He
ella cree,
naturalmente, que
Plantada tendra que escoger... Pero nuestra imaginacin colocaba tan lejos el vencimiento de esta
necesidad!
No contbamos
con
lo trgico
Tal goza
80
medad de que ha de
morir.
nuestro espritu s^
PARTE TERCERA
I
No hay
salud.
como
El hambre.
Siemiipre es una mda prueba para un dios o
para una diosa ser vistos cuando comen. Como la
excursin de hoy ha durado todo el da, ha sido
inevitable que visemos cmo come nuestra Teresa. Nuestra Teresa tiene buen apetito. No es
vegetariana. No es excesivamente golosa. Devora
con tanta dignidad como naturalidad.
El sueo.
Juegos de manos en el Casino. Las once. Teresa se inclina al odo de una su pequea amiga, y.
cabeceando ligeramente, le dice:
los ojos.
6
82
consejos infalibles.
mente. Para
el
Tercera, t al teatro.
Cuarta, bailar.
Quinta, recibir cai-tas de las amigas.
Sexta, coser.
Sptima, lavar, en verano, si no se lo prohibiesen, con los brazos bien hundidos en el agua.
OotaAT^a, leer.
El rubor.
No
por qu
el
que se
lunaria.
le
Si
El sencio.
Calla tanto y tan bien!
La
distraccin.
ello,
prxhno... Cuanto
cuantos
ms
ms peaims la
das pasan,
parecen
la
II
Fiel contraste.
La
Que se sepa! Que se diga! A la Bien Planle ha salido un pretendiente. Ha venido estos das al pueblo, y as un joven diputado de la
tada
84
mayiora parlamientaria; diputado por algn rin-
funda,
fina, fiehnente
pueblo
el
^tan
pro-
diputado, tan
donde
85
tniccin, poixjue nunca llegara l a sospechar
que una mujer como Teresa, tan obediente a la
oculta tradicin, antigua y noble, de su Raza, tendra una cultura, aunque no supiese leer.
Desipus empez a brillar en la conversacin.
Tres tpicos tiene la suya: las alabanzas a Madrid, y, si es verano, a San Sebastin; las cuestiones referentes al ejercicio de su carrera de
abogado, y "las ideas". Generalmente explana las
opiniones que se le ocurren sobre estos temas, por
turno, pasando de uno a otro sin violencia ni
bruscos saltos.
Dijo que haba estado en el Kursal de San
y despus, al venir a Barcelona, haba
querido ver la Rabassada:
Sebastin,
ven
sir-
cosas.
alegra;
que
es claro,
que no importa
el
dinero
vamos
Si ustedes
viesen aquellos automviles una de aiitomviles
que da la hora a la puerta del Kursaal de San
no se mira
Sebastin
el
duro,
"el dis-
86
el famoso anual "disgusto" que este ao
nos hemos ahorrado, se levantaron de las sillas.
gusto",
Todo
Pero
el
el
io:lesia.
<!
La Bien Plantudd y un
Hoy ha venido
al
pueblo se
actor.
dice
si
tiene aqu
de aqu, que ha regresado despus de largos aos de viaje por las prolincias y la Amrica, volviendo rico, segn se
cuenta, en fama y en oro.
Por la tarde, cuando l tomaba caf, Teresa pasaba por su lado. El la miraba largamente y
yo los miraba a los dos. Y l me movi a infinita
parientes
piedad.
87
ella tiene
actor se lee la terrible cada, y en el rostro serensimo de la Bien Plantada se lee el tranquilo
orgullo.
El ya no es
cai-a.
ella es
La Bien Plantada y
...
Ni tampoco
se
la
seora Pona.
No
muy
88
desde que la prensa se ocupa de la Bien Plantada ha nacido en esta colonia la preocupacin de
que la mitad de
rios contiene
la
el
lo
sutiles
La Bien Plantada y
la
Gioconda.
Bien Plantada
a la Gioconda
la
Gioconda
Botice'.li.
8>
La Bien Plantada y
la ''Damisela
Beata"
Pensar que en 1900 haba catalanes que, teniendo quiz una Bien Plantada a su vera, se entiietenan ejerciendo de pre-rafaelistas!
Iai
como
as,
parn
de noria.
los dos!
obediencii.
so
La Bien
He
Planteada y Pitgoras.
el siglo
VI
Nmeros son
los
entender, entienda.
III
Donde
es conocido
Esta es
el
novio de
la glosa del
es la glosa del
cribimos un
gran
poema
la
Bien Plantada.
amargor de
boca... Esta
Pero nosotros no essino un ensayo terico
dolor.
lrico,
Demos
cuen-
He
la
mano
de la excelsa doncella.
He aqu desierto
nuestro templo.
91
del
el
noche vimos ya, desde la entrada, que estaba sentado a su lado, en animada
conversacin, un joven alto como ella, moreno,
elegante, con una cuidada barba de diplomtico.
Aquella noche, nuestra Presidenta no bail connadie. Al da siguiente slo bail con l. Al tercer
<la ni ha acudido al baile, ni siquiera la hemos
visto. Este ha sido el primer da pasado sin verla
jies<le hace dos me-es. Pero casi esta ausencia ha
sido para todos nosotros un alivio, de tal manera se nos rcnipa el corazn al ver cumplida
la catstrofe; de tal manera, al verla a ella
agitada, contenta y as encendida, a ella, la
silenciosa, la
disti-ada,
la lunar sonmbula!,
una ra)bia vergonzosa encenda nuestra sangre y
nos hara romper en llanto o cometer cualquier
la
locura!
Seamos
justos.
Si
ecunime de
to
pues, que
por
ms
el
la
justicia.
Hagamos
constar,
de una cualidad.
Hagamos
ella,
constar que es
al
ga-
92
ln.
Pero
IV
Donde se consuma
se
la tragedia.
ha encendido
la guea-ra,
por
ya no es;
locas,
la
la
Cultura, ella
ofendemos.
Ahora volvemos a ser como aciuellos otros que
viven en la desarmona miserablemente, como los
que no abandonan el reniego de la boca, el reniego
de gesto, el reniego de ideas; como los que apamaldirejan verbos violentos y blasf emadoi-es
cientes y malsonantes o componen prosas brbaras y iTsticas; como los que extreman las opiniones para plantarse en dramticas actitudes; como
los que gritan estentreamente; como los que en
Barcelona cantan por las calles la cancin de la
Sarasa y la cancin de la Serafina, como los que
escriben parodias en los peridicos satricos, como
,
93
los
tenerlo, acrecerlo
y restaurarlo.
94
del
buen
de
tienupo,
La separacin prxima...
ha coismnado la tragedia, y
nada se puede intentar.
Donde unas
-iabemios
Se
todos que ya
baos de
la
Bien Plantada.
Dos criadas de
recio
hasta
el sitio
tan dulce alegra y deporte. Un conocido, cruzndose con ellas, les ha dicho, tanto la tarde ha obscurecido, "Buenas noches".
Tocan, tocan en la iglesia, ron^piendo el encantamiento melanclico de la hora gris, campanas
intenninables. Dicen que all, en la punta, ayeicay un rayo, anatando a una criatura de cinco
aos. En algunas casas, a travs de los balcones
abiertos, se oye
horas.
En
cmo rezan
el
ya a estas
una muchachuela
rosario
trabajar.
Por
mantener
vendier o empear.
mos todos
isi
podemos,
^De la patria
la
la
Se
familia
misa y
Y la
al
glocria
han de
Rosario ^Vaalcanzaremos
ha
La
vela
apresurados y precisos.
Un hombre
tn se acercaba al lugar,
manos, dan
al
Han
postrera.
mar
96
VI
"Quand vous serez Vien vieille,
du feu, devisant
assise auprs
ilirez,
chantant
7)ies
'jers et
le soir, a chandelle,
et filant,
vous merveillant
j'estoit
belle.
lo
he copiado, a inten-
VII
Donde
la
Bien
Plantada contesta
el
soneto de
Ronsard.
He
"Amigo Xenius:
Vuestro Ronsard dice: Cueillez des aujcnirPhui
les roses
de la
vie.
La
rosa de la
Un
laf ectuoso
ma
es
mi
novio.
apretn de manos de
Teresa."
)7
Nunca mi
bra. Casi
el
me
deca
amor
"
liente.?.
VIII
La
ascensin de
la
Bien Plantada.
razn y con sus mil agujas punzbale la inquietud, y por sobre la revuelta yacija rod el curso
de las horas y los minutos de las horas, destilando cada uno su veneno y su toi*mento. Eia alta
noche y acaso las primeras claridades del crepsculo filtraranse a travs de la obscuridad,
cuando, finalmente, una suave fatiga descendi a
los ojos dolientes, cerrndolos con una maternal
dulzura. Acontecime entonces soar el sueo que.
con la ayuda de Dios, probar de narraros, porque el blsamo que me procuraba, j'o quisiei-a,
Bien
Plantad.v
Empezaba a
obscurecer;
7
98
alz de
uno de
los
oitix)s
smbolos y presagios.
Sbitamente, la obscuridad se hizo en mi interior y seait que un aura fresca me regalaba con
la gracia
de un gran consuelo. La
tomndose
infinitaanente
ms
visiin
dulce.
cambi,
Ahora me
recordados cuando la fiebre abrasa, los ms maravillosos jardines del mvmdo. Ya sabis que estos
jaa-dines dibujan gran raanpa, distribuida en escalones y pisos simtricos, desde la reja inferior
hasta el Cassirt-o cincocentista, que es pequeo y
armonioso y degradado de pintura como un joyel
leproso. Yo vea todas estas cosas tal como ellas
>t>
100
No
llores,
Xenius; enjuga
el rostro
trasmuda-
do y que los hombres y los dioses vean conve]tirse esta tu pena en aquello que puede ser definitivo servicio de toda pena, esto es, en obsti-
nada concentracin que acrece la energa del doy la torna fuente de trabajo eficaz. Mi
ngel de la guarda ha querido revelarme la noche
pasada tu mal pensamiento, y yo me he entristecido por ti y te he compadecido y me he puesto
en seguida en ruta con ansias de traer un poco
de consuelo a tu alma enfei-mada. Que no en vano
obre ti, como sobre todo hombre de tu tiempo
loroso
llamis
101
ra.
se
el
ya condesperdicio? Pues de
sumido
e intil,
un
ligero
fonnada
las ideas,
102
mi
definicin,
T
el
piritual que
antigua.
No
Tu
tinuacin.
103
tas que tienen confusionaiio el gusto,
pedagogos,
plagiadoi^es
de las
los malo.<
turpitudes
ms
delfines, resplandeciente
No
ves
impaciente de batallas,
mar
adentro, Oriente
licas?
la pala-
104
llo
de vuestra conducta, todas las desviaciones mose fundirn en una larga rectitud.
mentneas
105
tnica de lsofo, la compaa de los retricos,
de las hetairas y de los libertinos. As mis amigos podrn pasar por aulas y redacciones y aun
por teatros y ramblas, y aun, si tan bajo quieren
llegar, por taberaas y lustros, sin perder la esencial elegancia de su vida, sin turbamiento de su
serenidad; porque llevarn consigo a todas partes una misma primaca de los valores de conteniplacin, una irona rica en indulgencias y una
misma majestad y prudente juicio y mesura. Pero
t, dilecto, te reservars ms, en memoria y signo
de haber odo directamente mi palabra. T has
de ser ejemplo de cabna y no sers infiel al sentido de la proporcin. Veo que se ha serenado tu
rostro mientras yo te hablaba y que las lgrimas
se evaporaron. As te quiero; y solamente a precio de esta contencin podrs anvmciar mi palabra. Ve, pues, e instruye a las gentes, bautizndolas noveceaitistas en nombre de Teresa. Yo, en
tus caminos por el mundo, jams te abandonar.
Invisible, ir siguindote en tiis andanzas. Si en
disturbio o
y en
seg-uida
106
nientos. As la vi,
en
el
saonente las
Ora
como ya
silenciosa
y tiernsima
desapai"ca
volva
a,
verla
graderas del
detrs de
en un
piso
un
jardai.
bosquecillo,
superior.
Lleg
ora
al
En el lugar donde ella desapareca as, apuaitaba una estrella de plata. Es una estrella nueva.
Maana los astrnomos la vern, la catalogarn
le darn un nombre. Pero yo, mientras aliente, en
cualquier crepsculo o noche de mi corta existencia, por tierra o por mar, en prspera como en
adversa fortuaia, en peregrinajes o navegacioaies,
en hora de placer o en hora de desesperanza, en
lecho de
o alzando los
nombre dulcsimo de
la
Bien Plantada.
EPILOGO
Rememos, Nando, rememios, que la noche se nos
y el mar se alborota. Caen mis brazos rendidos de fatiga, y el calambre muerde mis
pies en el fondo de la barca. Ahora adivino el
pensamiento que no dices. Ahora piensas que si
vieme encima
:,'o
Sea, pues,
Nando, cumple
la
mira
profunda
mar
ley,
cooifuso.
la iplaya desnuda,
mudo como
siem-
La Bien Plantamira a
lo
lejos
108
lla
misma
pequeuca ermi-
a ,tu escuela
ti,
con-
inacabables.
raciones significan momentos divinos; pero la continuidad representa tambin una inspiracin que
santifica una larga serie de moanentos. Deja, pues,
PIN
D c
IM
e:
ras.
rri')loso
a la segrunda eUioin
castiliana
PAUTB PniMEEA;
JT.
De
De
III.
De
[.
la figura
Plantada
la
12
moda y
modo de
del
vestir
de la Bien
Plantada
IV.De una
14
Plantada
^'IT. Del
IX.
cmo
U.
Donde
De
particularidades
la
colonia que
tiene
el
su seno
hermanas
sus amigas
las
intermedio
-\>
se pone en
sus
la
24
SO
Plantada
en
De
IV. De
V. De
VI. De
III.
.T.iusa
la
Parte segunda
r.
de
ejerce s
otras
'^
2-
poder
terrible
De
VIH.
l''-
'.
honor de contarla
36
41
42
44
47
53
lio
Ps
La caridad
annimos
IX. Donde la Bien Plantada toma un ltimo bao
de mar
X. Del smbolo de la Bien Plantada
Episodio de Magdalena, anuga de la Bien Plantada....
XI. Lluvia y
VII.
VUL ^Los
so.gpeclia
TERCKKA
P.iRTB
I.
Fisiolosa
^11.
Fiel
de
la
Bien
Plantada
IV.
de
vm.La
Epilogo
la
6S
69
Ti
7S
SI
contraste
Donde
6S
j
III.
VIL-
63
Bien
Plantada
contesta
Ronsard
ascensin de la Bien Plantada
al
8S
>0
92
94
Slj
soneto
96.
97
lO"
CONDICIONES
ECONMICAS
DE LA
COLECCIN UNIVERSAL
Cuando
CALPE
ma:
la de la produccin abundante y la de la
economa en el precio.
La primera, que forzosamente haba de ser
crecida, en virtud de la inmensa cantidad de
obras que integran el gran libro de la literatura universal, qued resuelta con la ayuda de
numerosos y distinguidos literatos y traducto-
res que,
adems de su produccin
ocupan en
el difcil
original, se
V2
total de
unas
conseguido poder
^F
la limitadsima canti-
TICINCO CNTIMOS
para
los
que
un semestre
CIEN PAGINAS
con un nmero de orden, y al precio de treinta
cntimos cada uno; pero cuando por la extensin del original sean precisas ms pginas, el
volumen ser
tres o cuatro
doble, triple o
cudmple, con
nmeros de orden, y a
dos,
los pre-
cios de
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