Berthold, Margot - Historia Social Del Teatro 1 PDF
Berthold, Margot - Historia Social Del Teatro 1 PDF
Berthold, Margot - Historia Social Del Teatro 1 PDF
Nmero 177
Margot Berthold
Historia social
del teatro
vol. 1
Ediciones Guadarrama
Coleccin
Universitaria
de Bolsillo
OMEGA
Punto
Omega
Prlogo
1.
teria para ello la brindaba la vida cotidiana. Cuando el se convierte gradualmente en una clara pantomima, su can
protagonista del Drama del buscador de miel en las Fi tinela se transforma en conjuro, en hechizo que ha de
lipinas tropieza con toda suerte de pequeas contrarie aplacar la clera de una divinidad intransigente que exi
dades, cosecha risas tan persistentes como el actor de la ge una vctima. Huye, es perseguido por los demonios,
pantomima parodstica Encuentro con el hombre blanco se esconde... Salta sobre la ribera del ro. Estira los bra
en el bosque australiano. Los nativos se embadurnan el zos, invoca a un Dios del abismo. Entonces se retira
rostro con ocre claro, se encasquetan un sombrero de paja lentamente, con los brazos an extendidos. Una colosa
amarillo, se envuelven las piernas con juncos, y he ah, cabeza de cocodrilo asoma entre las malezas de la orilla.
completa, la imagen del colono blanco, calzado con po Sus ojos, de un fulgor verdoso, se clavan sobre Jones...
El escengrafo Jo Mielziner dise para esta obra
lainas. Con el vestuario se ampla el radio de accin para
en
1933 una poderosa cabeza proteica para servir de pri
la improvisacin: un precedente lejano, aunque tal vez
mitivo altar de piedra. Las representaciones africanas,
no tan lejano, de la commedia dellarte.
Con la creciente organizacin social de las tribus se lle caribes y precolombinas, se mezclan en esta arcaica visin
g en algunos pueblos primitivos a una especie de pro- de pesadilla. El teatro primitivo se ha convertido en un
crculo diablico, efectista, para la moderna angustia
fesionalidad del actor. Entre los areoi de Polinesia y los
nativos de Nueva Pomerania haba compaas ambulan existencial.
tes que iban de pueblo en pueblo y de isla en isla.
El teatro, como funcin compensatoria de la vida coti
diana, se encuentra presente all donde los hombres es
tn dispuestos a dejarse hechizar por el encanto de una
realidad superior a la de su vida prosaica, no importa
que este hechizo se desarrolle en una plazuela de tierra
pelada, en una cabaa de bamb, en un escenario de
tablas o en un moderno edificio de cristal y hormign,
o que tenga como consecuencia final una brutal des
ilusin .
La mscara ms altiva y las galas ms imponentes son
incapaces de preservar al emperador Jones de O Neill del
fantasma de la autodestruccin. Los primitivos poderes
chamansticos irrumpen sobre l en una horrenda noche de
luna con el tam-tam de los tambores de la selva africana.
O Neill va aumentando la intensidad de su drama expre
sionista desde los pequeos temores sin rostro hasta el
amenazador furioso del hechicero del Congo. Con el cas
cabel de huesos marca el ritmo del salvaje resonar de los
tambores. Sobre la escena del siglo xx cobra vida el eco
estridente de los ritos sacrificiales de los tiempos primiti
vos. El hechicero, surgido de un tronco de rbol, tal
como se lee en las indicaciones para la escena, golpea
con el pie en la tierra y comienza su cantinela: Su danza
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I
* 1. Introduccin
La historia de Egipto y del Antiguo Oriente abarca
los pueblos y culturas que en los tres milenios anteriores
a Cristo sentaron las bases espirituales del mundo occi
dental: desde el Nilo, pasando por el Eufrates y el Tigris,
hasta la meseta de Irn, desde el Bosforo hasta el Golfo
Prsico. Fueron los grandes perodos creadores de la
humanidad, en los cuales Egipto puso los fundamentos
de las artes plsticas, Mesopotamia los de la ciencia e
Israel los de la religin universal.
Al este y al oeste del mar Rojo, el Rey-Dios era la
suprema y decisiva instancia sobre la tierra. A l se
tributaban los diversos homenajes musicales, danzados y
teatrales. En su persona se concentraban todas las sun
tuosidades festivas, para glorificacin de su existencia
terrena o ultraterrena. Esto es cierto, tanto de los dinas
tas de Egipto como de los grandes reyes sumerios, y
se desarroll a los pies del emperador de los acadios, de
los reyes-dioses de Ur, de los seores del reino Hetita
y de los reyes de Siria y Palestina.
La institucin real fue el nico principio vlido de
orden, tanto en el antiguo Egipto como en toda la re
gin de Oriente Medio, y su influjo fue decisivo en la
determinacin del culto, del misterio, del pensamiento y
de la accin. En su campaa triunfal, Alejandro se so
meti a ella con un prudente respeto. Visit la tumba de
Ciro y le tribut homenaje, de la misma manera que Ciro,
en otro tiempo, homenajeara a su vez a los grandes re
yes babilonios.
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Abydos fue la Meca de los Egipcios. Con la representa primer intrprete de la estela, supuso que los misterios
cin de la encarnacin misteriosa del dios, con la intru de Osiris deben de haberse extendido a lo largo de una
sin de la sensibilidad humana en el crculo de lo sobre parte del ao religioso, del mismo modo que nuestras
natural, o con la manifestacin del dios en el mbito del fiestas, desde Adviento a Pentecosts, representan un
sufrimiento terreno, aparece el conflicto dramdco como gran drama nico.
raz del teatro.
Lo que resalta con evidencia de la estela de I-cherOsiris es el ms humano de todos los dioses del panten nofret son los rasgos fundamentales del misterio de
egipcio. Su leyenda ha convertido al dios de la fertilidad Osiris en la poca del Imperio Medio (2000 - 1700 a. C.).
en un ser de carne y hueso. Como el Cristo de los mis La noticia comienza con las palabras: Yo organic la
terios medievales, Osiris tuvo que padecer la traicin y procesin de Wep-wawet cuando iba a ayudar a su
la muerte. Hubo de someterse a un destino terreno. Pero padre.
las lgrimas y las lamentaciones de los dolientes lo jus
El dios Wep-wawet, es decir, su imagen cultual, que
tifican ante el juicio de los dioses. Osiris resucitado se lo muestra en figura de chacal, inauguraba, pues, el dra
convierte en el seor del reino de la muerte.
ma. Acto seguido apareca la majestad del dios Osiris y
Cada una de las fases de su destino forman las esta su constelacin de nueve divinidades iba -tras el. Wepciones del misterio de Abydos. Los sacerdotes eran sus wawet iba ante l y le abra camino... Osiris es llevado
organizadores y colaboradores. El clero conoca las inmen-; en triunfo sobre su barca, la barca de Neschemet, de un
sas posibilidades de sugestin de masas que se le brinda- lado para otro, conducido por los participantes del mis
ban aqu. Prueba de su perspicacia en medio de la cre terio. Ellos son sus guerreros en la lucha contra el ene
ciente popularidad del culto de Osiris, del aumento de migo Seth.
su riqueza en fundaciones, tumbas y capillas principescas,
Si la barca de Osiris era llevada por tierra, es de supo
fue que pensaran tambin en el hombre corriente: todo ner que el cortejo de guerreros marchaba junto a ella.
el que legase una lpida o una estela en Abydos poda Si se trataba de una autntica barca, que navegaba por
estar seguro de la bendicin de Osiris. En su condicin el Nilo, algunos privilegiados suban a ella y desde all
gloriosa asista por toda la eternidad, junto con sus luchaban. I-cher-nofret, como alto funcionario estatal y
seguidores, a las ceremonias sagradas y a las representacio favorito del rey, perteneci indudablemente a los privile
nes culturales en el templo, lo mismo que haba hecho giados. De aqu que su inscripcin pueda concluir: Yo
durante la vida.
hice retroceder a los que se rebelaban contra la barca
Se ha descubierto una estela de piedra del funcionario de Neschemet y aniquil a los enemigos de Osiris.
real I-cher-nofret, que data del reinado de Sesostris III,
A continuacin de este preludio del drama tena lugar
de la 12 Dinasta, y que nos informa de las tareas de su la gran salida del dios, que terminaba con su muerte.
fundador en relacin con el santuario de Abydos. Mien El hecho mismo no ocurra ciertamente ante los ojos
tras que la mitad superior del monumento relata los tra de todos, visible an desde lejos como la crucifixin del
bajos de renovacin y reorganizacin llevados a cabo
Glgota, sino en secreto. Tanto ms reciamente coinci
por I-cher-nofret en el templo, la mitad inferior (l dan todos los reunidos en la lamentacin de Isis, la es
neas 17 a 23) se refiere a la fiesta de los misterios de
posa de Osiris. Si Herodoto, al relatar las fiestas de
Osiris. En la inscripcin no queda claro si cada una de
Osiris en Busiris, dice que muchos millares de hom
las fases de la vida, muerte y resurreccin del dios se bres elevaban su lamento fnebre, cabe pensar que en
representaban en sucesin ininterrumpida o a lo largo
Abydos se congregaran an muchos ms.
de varios das o incluso semanas. Lleinrich Schafer, el
Como escenas inmediatas seguan: el dios Toth avanza
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msica, convertan el banquete colectivo de la pareja humanodivina en los templos de Sumer en un gran espec
tculo religioso. Los seores de Ur e Insin hacan derivar
su reino divino de estas Sagradas Nupcias, que el rey y
la reina (o en sustitucin de sta, por encargo divino, una
gran sacerdotisa) consumaba tras una orga llena de
simbolismos.
Las modenas investigaciones consideran el famoso es
tandarte-mosaico de Ur, que data del tercer milenio a. C.,
como una de las representaciones ms tempranas de las
Sagradas Nupcias. La magnfica imagen, con sus figuras
incrustadas sobre un fondo de lapislzuli, hechas de molus
cos y de fragmentos de calizas, ha sido fechada en
el 2700 a. C., y es ms probable que proceda de la caja
de resonancia de un instrumento musical que de un .es
tandarte de guerra.
Con toda verosimilitud, las Sagradas Nupcias se cele
braron desde el segundo milenio a. C. en todos los templos
importantes del imperio sumerio. Los sacerdotes y las
sacerdotisas asuman el papel del rey y de la reina, del
dios y de la diosa de la ciudad. La tradicin no recoge
los lmites entre el ritual y la realidad. Se tiene como se
guro que el rey Hammurabi (1728 - 1686 a. C.), el gran
reformador del derecho sumerio, borr la fiesta de las
Sagradas Nupcias del calendario de la corte. Hammurabi
configur un nuevo ideal de dominador. Se caracteriz a
s mismo como prncipe humilde y temeroso de Dios,
como pastor de pueblos, como rev de justicia. Marduk, hasta ese momento dios de la ciudad de Babilonia,
fue elevado a la categora de dios universal del imperio.
La poesa sumeria ha dedicado al creador del Cdigo de
j. Hamurabi un dilogo considerado por los orientalistas
como un drama cortesano: el Dilogo de Hammurabi con
una mujer. La astucia femenina triunfa de la debilidad
i del hombre enamorado, aunque ste lleve vestiduras re
i gias. Es posible que el dilogo se representara en alguna
( concurrida corte principesca o tambin, tras la muerte de
i Hammurabi, en el palacio de Babilonia. Otro testimonio
i sumerio an ms famoso, el poema pico dialogado Bnj merkar y el seor de Aratta, hace pensar en la posibilidad
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* 1. Introduccin
Aquel da del ao 610 d. C. en que Mahoma, comer
ciante al servicio de la rica viuda Jadiya, recibi la
revelacin del Islam en el monte Hira, al norte de la
Meca, son para la cultura de las tierras del Asia Menor,
tantas veces laboradas, la hora del mundo. Ninguna zona
de la tierra ha sufrido tantas metamorfosis espirituales
y polticas en el apogeo y la decadencia de los poderosos
imperios como el Cercano Oriente. Tan pronto fue en
crucijada como puente de culturas, escenario o foco de
crisis de los grandes conflictos de la historia universal.
Con la comunidad de confesin religiosa se prepar
por primera vez el camino para una amplia conciencia
de interdependencia. El Islam logr influir decisivamente
en la historia del Cercano Oriente, del Africa del Norte
y de la Pennsula Ibrica, modificando los usos y cos
tumbres en el sentido prescrito por el Corn.
Por lo que respecta a la evolucin del teatro, la prohi
bicin mahometana de toda personificacin de Dios hizo
abortar los antiguos grmenes del drama en las regiones
del Cercano Oriente. Por otra parte, sin embargo, algu
nos hallazgos arqueolgicos en teatros grecorromanos
como el de Aspendos, permiten apreciar la existencia de
trabajos de mejoramiento llevados a cabo por los selycidas, seal de que los adeptos del Islam disfrutaban
tambin pblicamente de juegos circenses, luchas de gla
diadores y combates de fieras. La antigua herencia ar
quitectnica fue conservada y restaurada, mientras que
los espectculos teatrales eran permitidos, si bien no fo
mentados.
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literalmente ojos negros y su compaero Hadshivat vivieron en el siglo xiv en la poca en que se
construy la gran mezquita de Brossa. Sus grotescas
controversias haban logrado estancar las obras: en vez
de trabajar, los albailes soltaban la paleta y se dedi
caban a escuchar sus interminables discusiones sazonadas
de pullas y chirigotas. El sultn los mand colgar. Como
ms tarde se le hicieran amargos reproches, a uno de sus
cortesanos se le ocurri la idea de recortar en piel trans
parente y multicolor las figuras de Karagoz y Hadshivat
y resucitarlos a la vida sobre una pantalla de lienzo:
Karagoz con su nariz de papagayo, su negra barba, sus
astutos ojillos de botn y su diestra gesticulante; Hadshi
vat en traje de comerciante, cachazudo y reflexivo, jovial
y campechano; y a travs de ambos hacer pasar la luz.
Toda una paleta de tipos pintorescos completaba el
conjunto del teatro de sombras: el joven dandy Celebi; Zenne, la bella mesalina; el ingenuo enano Beberuhi; el persa con su narguile; el Gran Turco; el
opimano y el borracho.
Georg Jacob, investigador autorizado y coleccionis
ta de las obras del teatro oriental de sombras, ha atribuido
a un actor de sombras chinescas llamado Mustafa Tevfik,
que vivi probablemente en aquella poca, un supuesto
epitafio de Karagoz en Brussa.
El teatro de sombras serva de entretenimiento favo
rito en la corte del sultn, y se representaba en las
bodas y en las fiestas de la circuncisin. Pero la gran
temporada de Karagoz llega con el ayuno del Ramadn,
cuando todo el mundo acude por la tarde a los cafs.
El italiano Pietro della Valle, que viaj por Oriente y
viaj por Estambul en 1614, dedic al teatro de sombras
turco una detallada descripcin.
En estos albergues en los que toman sus bebidas
escribe, se encuentran tambin, en la poca de sus
grandes ayunos, ciertos bufones y payasos que divier
ten a la concurrencia con toda suerte de burlas y bufo
nadas: entre otras, como yo mismo he podido ver, hacen
representaciones de espritus y aparecidos que se mueven,
andan y adoptan toda clase de posturas detrs de una
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4. L a cultura india
* 1. Introduccin
Para la India clsica, la danza y el drama son dos
componentes equivalentes de una gran confesin: el
homenaje a los dioses. Shiva, seor de la muerte y el
devenir terrenales, es representado como rey de los dan
zantes. El dios Brahma, creador del universo, cre asi
mismo, segn la tradicin india, el arte del drama. Su
ntima vinculacin al culto aparece conservada en las
invocaciones a los dioses y en las ceremonias de purifi
cacin que tienen lugar en el prlogo del drama desde
hace siglos.
Las tres grandes religiones de la india brahmanismo, yainismo y budismo dieron el culto a los sa
crificios, a la danza y a la pantomima exorcstica su
forma especfica.
Ni la campaa de Alejandro Magno ni la doctrina
de Mahoma, pudieron ahogar la poderosa fuerza in
terior del hinduismo. Sus dioses y sus hroes dominan
tanto la escena del panten celeste como los escenarios
de la realidad terrenal.
La encarnacin de los dioses haba dado impulso al
drama. La historia de sus orgenes y de sus principios
se recoge con cientfica minuciosidad y hasta el menor
detalle en el Ntyashstra, la obra magistral que sobre
el arte de la danza y del teatro escribiera el sabio
Bharata. La tradicin, sin embargo, guarda silencio so
bre la prctica de la representacin. Es caracterstico
de la mentalidad ahistrica de los indios el que a la
precisin del contexto mitolgico-dramtico no corres
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ponda una determinacin equivalente de la prctica tea
tral. No es la realidad, sino el espritu lo que se ha
conservado. De aqu que la investigacin teatral tenga
que abrirse paso trabajosamente a travs de la espesura
de las disposiciones vdicas sobre los sacrificios con sus
invocaciones a los dioses, por entre el laberinto de los
himnos rituales de los brahmanes, teniendo en cuen
ta la divisin del brahmanismo, en el siglo i a. C., en
yainismo y budismo, para tratar de seguir la pista de los
primeros comienzos del teatro.
Shiva, prncipe de danzantes, msicos y malabaristas,
y Vishnu junto con su esposa Lakshmi, la bella Flor
de Loto, desplazaron a los antiguos dioses vdicos des
de los comienzos de nuestra era. El culto de los templos
y de los dolos determin el acontecer religioso. El
Kamyana, que narra la historia llena de aventuras del
del prncipe Rama y de su esposa Sita, y la otra gran
epopeya india, el Mahbhrata, con sus innumerables
aforismos morales y mitolgicos, se convirtieron en el
gran tesoro espiritual comn a toda la cultura india.
Hanumat, prncipe de los Monos, es el lazo de unin
con el budismo chino y tambin con el teatro del Wayang en el archipilago indonesio.
Cuando en el siglo iv d. C., el norte de la India dis
frut con la dinasta Gupta de una breve etapa de uni
dad poltica, el arte vivi asimismo momentos de esplen
dor. Fue entonces cuando Klidsa produjo su drama
Shakuntala, conocido en el mundo literario de la Euro
pa de 1789 gracias a la traduccin inglesa y, dos aos
ms tarde, a la alemana, y al que Goethe ofreci, con
su famoso dstico, el ms bello de los homenajes.
Durante el gran imperio hind, en tiempos del rey
Harsha (606-647), la cultura india y las doctrinas bu
distas dejaron sentir su influjo en la arquitectura reli
giosa, en la epopeya y el drama del Asia Oriental y
del archipilago indonesio.
La invasin islmica y, por ltimo, la creacin del
imperio mongol, con su poderosa centralizacin islmi
ca del poder, en el siglo xvi, cambiaron ciertamente
la fisonoma exterior de la India, pero no su espritu
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El drama clsico
El drama clsico indio abarca el mbito de la vida
celeste tanto como el de la terrestre. Tal como se lee
en Klidasa, en el siglo v, debe satisfacer al mismo
tiempo a los hombres de ms distinta condicin con los
gustos ms diversos.
Su fundamento espiritual lo constituyen las partes
dialogadas del Rigveda: poesas en forma de baladas que
se recitan alternadamente en los sacrificios sagrados. Su
interno dramatismo
el amor del prncipe terrenal Pururava por la ninfa celeste Urvashl y el conflicto con sus
oponentes, las oscuras potencias mticas ofreca ma
teria inagotable para una teatralizacin: para la gran
pera. Los dilogos del Rigveda se convirtieron en el
tesoro temtico de toda la cultura india. Sin embargo,
en s mismos an no constituan un drama. En la forma
en que han llegado hoy hasta nosotros, presentan un
estado altamente desarrollado del arte potico, pero no
contienen textos ceremoniales orientados a la representa
cin teatral.
Desde las recitaciones picas del tiempo de los vedas,
desde los primitivos teatros de sombras o de marionetas
a los que se atribuan poderes mgicos, era preciso re
correr un largo camino antes de llegar al drama escrito
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pico de Bertholt Brecht y Thornton Wilder. Los personade Tagore son a menudo irreales y fantasmagricos,
criaturas entre la fantasa y la realidad, a las que las
melanclicas canciones hacen an ms evanescentes. Como
el mismo Tagore dijo en cierta ocasin, sus obras slo
pueden entenderse si se escuchan como el sonido de
una flauta.
Su teatro no requiere ninguna suntuosidad exterior,
apenas si necesita accesorios, y precisa slo lo ms in
dispensable en materia de decoracin. Son una llamada
a la imaginacin del espectador: barqueros que proce
den de otro mundo, tanto para el pblico indi como
para el europeo, tanto en la Casa de Tagore, en Bengala,
como en los Festivales Internacionales de Teatro en
Nueva Delhi. Al principio del Ciclo de Primavera dice
Tagore con potica. satisfaccin: No nos hace falta
ningn decorado. El nico teln de fondo que necesita
mos es el de la imaginacin, en el que pintaremos un
cuadro con el pincel de la msica.
Indonesia
Cuando el hinduismo de la India, con sus navegantes,
comerciantes y sacerdotes, conquist el archipilago indo
nesio, surgi en Java la forma ms clebre y hermosa del
teatro del sudoeste asitico: el teatro de sombras. Hoy
se encuentra extendido por toda la Insulindia en sus
cuatro caractersticas especiales de Wayang. Entre las
piezas ms valiosas de los museos y de los coleccionis
tas particulares de todo el mundo se cuentan sus gra
ciosas figuras planas recortadas en piel transparente y sus
tteres tallados en madera, con sus enigmticos ojuelos
oblicuos.
Los orgenes del teatro "Wayang hay buscarlos en el
culto javans a los antepasados de la poca prehind.
Algunas prescripciones ceremoniales, tales como la pri
mitiva exclusin de las mujeres o su posterior separacin
de los espectadores masculinos, an hoy en uso, permiten
suponer una estrecha relacin con los ritos de la inicia
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China
* 1. Introduccin
Una historia de cinco milenios bloquea el acceso a
las fuentes del teatro chino. Entre las danzas culturales
de la fertilidad y los conjuros chamansticos de los
espritus en los tiempos primitivos, entre las panto
mimas y las farsas en las cortes, entre el primer con
servatorio imperial de msica y la legitimacin del
teatro en el drama, se agitan imperios y dinastas. Toda
una apretada constelacin de poderes hubo de tamba
learse antes que el drama, a la sombra de Gengis
Kan, alcanzara su madurez artstica.
Su impulso interior fue la protesta, la sorda rebelda
contra la dominacin monglica. Y as, el drama chino
de los siglos x m y xiv no celebr su triunfo en los esce
narios pblicos, sino en las columnas de los imperios.
Sus autores fueron sabios, mdicos y literatos. Su re
volucionario mensaje pas de mano en mano en xilogra
fas bellamente encuadernadas; sus alumnos se congre
gaban en torno al maestro al amparo de los salones
literarios y privados.
El aplauso del pueblo, empero, era para los juglares,
acrbatas y pantomimos. Al precario balanceo de fu
nmbulos, volatineros y equilibristas le estaba reser
vada la custodia, a travs de los milenios, de la herencia
del arte escnico, y una justicia niveladora ha hecho
triunfar al venerable arte de la acrobacia en una de las
formas ms perfectas del teatro universal de nuestros
das: la Opera de Pekn. La acrobacia se encuentra
por su rango aunque no por la nobleza de su tradi
cin al mismo nivel que la msica.
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* 1. Introduccin
Es la poesa la que mueve sin esfuerzo el. cielo y la
tierra, la que despierta Ja compasin- de. los dioses y
de. los demonios invisibles ^r-se lee en . 1 prlogo de la
primera coleccin japonesa de poesa, Kokinsh, del
ao 922 d. C. y S en .la- danza donde la-poesa toma
forma visible. La celebracin solemne de las sensa
ciones y sentimientos, dentro de un formalismo estricto,
desde el conjuro pantommico de las fuerzas de la natura
leza hasta la refinada diferenciacin de las formas arts
ticas aristocrticas: esto es el teatro japons.
Su mpetu consiste en el poder de su gestin del
movimiento, de los gestos y de la palabra. El radio
de accin de este poder de sugestin es amplio. En
su mbito se encuentra un arte escnico de caracters
ticas. tan sigulares que toda comparacin resulta equvoca,
ya que slo es capaz de captar un pequeo matiz de
sus posibilidades.
El paralelismo simultneo de las distintas clases y
formas profundamente distintas parece a primera vista
catico. El teatro japons de nuestros das no es el pro
ducto final de una suma, sino el pluralismo plurifactico
de una evolucin de siglos. Su historia no es una cadena
de estadios evolutivos eslabonados entre s; es ms bien
un instrumento al que se le aaden cada vez nuevas
cuerdas paralelas unas con otras. La longitud de estas
cuerdas, vista histricamente, determina su sonido. Entre
las cuerdas est el silencio el silencio como parte y
como ltima culminacin del pathos . Considero que
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* 3. Gigaku
La teologa del budismo, que desde mediados del si
glo vi lleg a Japn procedente de China, introdujo
consigo en el pas las primeras danzas y operetas budistas.
Un inmigrante coreano de Kudara, Mimashi, pasa por
ser su transmisor. En el ao 612 d. C. lleg a la ciudad
japonesa de Nara con un grupo de nmadas. Al prncipe
regente Shtoku Taishi (572-621), patrocinador de las
artes y precursor ferviente del budismo en el Japn, le
gustaron las danzas y las representaciones de los actores
extranjeros. Autoriz a Mimashi para establecerse en
Sakurai, no lejos de Nara, y educar all a jvenes disc
pulos escogidos en el arte de la nueva danza. Con el
nombre de Gigaku, msica artificiosa, posiblemente
impuesto por el propio emperador, fue introducida en
el Ceremonial del Estado, y celebrada anualmente ante
los templos del pas con ocasin de las dos grandes
festividades religiosas, el Nacimiento de Buda y la Fies
ta de los Muertos. Por entonces an se desconoca el
escenario, y los bailarines se movan sobre la tierra des
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* 9. Kabuki
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7. Grecia
* 1. Introduccin
Bajo el cielo inverosmilmente claro, de color azul
violeta de Grecia, al pie de la Acrpolis de Atenas, co
mienza la historia del teatro europeo. Aqu, sobre el
suelo tico, creci una forma artstica dramtica cuyos
valores estticos y creadores no han perdido un pice de
su valor en ms de dos mil quinientos aos.
Su origen fue el dinamismo del dar y del tomar, que
en todo tiempo y en todo lugar vincul a los hombres
con sus dioses y a los seres sobrenaturales con los hom
bres: el ceremonial de los sacrificios, de la danza y de
los homenajes; y para la Grecia de Homero esto signi
fica las fiestas mendicas y bacanales en honor de Dioniso, dios del vino y de la vegetacin, dios de la fuerza
vital y desbordada y fecundante. Silenos, stiros y m
nades formaban su cortejo: las festividades agrcolas
del lagar en diciembre y la fiesta de las flores de Atenas
en febrero y marzo le estaban dedicadas. Bajo el signo
de Dioniso estaban colocadas las danzas y dilogos li
cenciosos de los viadores ticos, as como las canciones
bquicas y festivas atenienses. Y al desarrollarse la tra
gedia y la comedia a partir de la exaltacin dionisaca,
se convirti en dios del teatro.
Procedentes de Mesopotamia, Creta y Micenas, con
fluyeron en la pennsula tica las corrientes de fuerza
cuya culminacin histrica se produjo definitivamente
en la polis, la ciudad-estado de Atenas. La voluntad de
poder poltico y la intensificacin sabiamente dirigida
de la vida religiosa condujeron a los pomposos progra
* 2. La Tragedia
El culto al teatro
En honor de los dioses, en cuyas despiadadas ma
nos estn el cielo y el infierno, se reunieron los hom
bres en el ancho crculo del teatro. Midiendo isus versos
con solemnidad, el coro rodea a la orquesta: jVen,
oh Musa, y entra aqu en los sagrados coros! Algrate
con nuestro cntico y contempla la muchedumbre del
pueblo que se asienta aqu por millares! Los versos,
hmnicos proceden de las Ranas, de Aristfanes. Preci
samente l, el impo burln, vuelve a'evocar en su
estribillo cmico la fuerza de la antigua tragedia griega.
Su edad de oro dur cerca de un siglo. Sus precedentes
se remontan a Homero, el arpista ciego; a Demdoco,
que recitaba, mientras los hroes coman, sus canciones
sobre el favor y el rencor de los olmpicos, pues cuando
el apetito de la bebida y la comida s haba aplacado,
l musa excitaba a los cantores a, cantar las alabanzas de
los hroes.
De los cantores de los tiempos legendarios procede
una de las dos corrientes de fuerza que llevaron al na
cimiento de la tragedia; la otra proviene de los cultos
a la fertilidad de los stiros danzantes. Segn Herodoto,
hubo coros de cantores con mscaras de macho cabro
desde el 600 a. C. Originalmente estaban consagrados
al hroe argivo Adrastos, el tantas veces cantado rey
de Argos y Sikyon, que haba sido el impulsor de la
campaa de los Siete contra Tebas. Clstenes, seor de
Sikyon desde el 596 a. C., transfiri estos coros de ma
chos cabros a Dionisio, dios favorito del pueblo tico,
por razones polticas.
Dionisio, compendio de la embriaguez y del frenes,
es el espritu salvaje de la contradiccin, H anttesis
exttica de la beatitud y del horror. De l brotan la
sensibilidad y la crueldad, la inagotable fuerza vital y
la mortal aniquilacin. Esta duplicidad del dios, que es
un motivo mitolgico originario, enconU su expresin
elemental en la tragedia griega.
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Esquilo
La tragedia antigua recibi de Esquilo su perfecta
configuracin artstica y formal que haba de conservar
su caracter normativo para todos los tiempos veni
deros. Como hijo de un noble propietario de Eleusis
tena acceso inmediato a la vida cultural de Atenas. En
490 a. C. form en las filas de los combatientes de Mara
tn y perteneci a aquellos que se ocuparon con apasiona
do fervor de la idea comunitaria de la polis. Su epitafio,
que celebra al hroe de la guerra, silencia en cambio
los mritos del dramaturgo.
Slo al cabo de muchas tentativas le toc en suerte
a Esquilo el lauro del certamen teatral. Ya desde 500 a. C.
haba tomado parte en las grandes dionisacas con diver
sas tetralogas, la obligada unidad de tres tragedias y
la correspondiente stira. Nada nos han conservado los
cronistas acerca de las obras con las que fuera derro
tado por los ms afortunados Pratinas y Coirilo. Toda
su produccin anterior a 472 a. C., ao de la represen
tacin de Los Persas, se ha perdido. Esquilo, segn
noticias antiguas, escribi 90 tragedias en total; la tra
dicin conoce el ttulo de 79 de ellas, pero slo se han
conservado siete.
Con Los Persas, Esquilo recoge un tema actual que ya
Frnico haba tratado cuatro aos antes en sus famos
simas Fenicias. Como deliberado desafo para establecer
la comparacin, Los Persas comienzan con el mismo
verso de Las Fenicias. Los jueces otorgaron el triunfo
a la triloga de Esquilo, seguida de la stira Prometeo
Portafuego. De la dotacin y ornato del coro se encar
g un joven a la sazn de 25 aos, Pericles.
Las partes dramticas de la tragedia arcaica eran un
prlogo que explicaba la historia previa, el cntico
introductorio del coro, el mensaje sobre el giro ominoso
del destino y la consiguiente lamentacin de los afec
tados. Tambin Esquilo se atiene a este esquema. Frente
al coro dispone al principio dos solistas y luego, coin
cidiendo con Sfocles, tres.
El trasfondo espiritual de Los Persas es la glorificacin
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* 3. La comedia
Sus orgenes
La historia de la comedia griega no tiene, como J a
de la tragedia, un punto culminante, sino dos. Acompa,
con Aristfanes, los ltimos decenios d los grandes
trgicos Sfocles y Eurpides y en la poca helenstica
alcanz una vez ms con Menndro una significacin uni
versal. Ya era por entonces, en su espritu y en su forma,
un gnero artstico autnomo. Ningn trgico griego prob
suerte jams con los.retrucanos de la comedia; ningn
poeta cmico escribi jams una tragedia.
En El Banquete, Platn aboga en vano por la unifica
cin de ambos gneros mayores. Concluye con la noticia
de que Scrates, en medio de la noche, haba querido
convencer a Agatn y a Aristfanes de que el mismo
hombre deba aprender a componer comedias y trage
dias y que los buenos poetas trgicos son tambin
poetas cmicos. Ambos admitieron que era as, pero no
continuaron el tema porque tenan sueo; Aristfanes
se qued dormido el primero y luego, cuando ya era
de da, Agatn.
Ni siquiera de la clebre fuerza de persuasin de
Scrates hubiera podido esperarse que Aristfanes, el
mordaz abogado del diablo de la tragedia, se embar
cara en una unin personal de ambas artes. Mirada a
la luz del da, su confesin nocturna le estorbaba sus
planes. Pues lo que le encantaba a Aristfanes en su
obra artstica era la poltica cotidiana y actual, en ma
lvola lucha imaginaria y de tertulia con los grandes de
su tiempo, la flecha envenenada con que apuntaba a
su taln de Aquiles. Las jugosas obscenidades con las
que el dscolo nio mimado de las Gracias la empren
da a latigazos con el pueblo y con los poderosos,
la grosera farsa flica, los coros de pjaros, de ranas
y de nubes, que viven de la herencia cultural del satirismo desenfrenado, de las danzas de fieras y de las fiestas
de la vegetacin.
Segn concluye Aristteles en su Potica, los orgenes
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La comedia meda
La muerte de Aristfanes puso punto final a la edad
de oro de la antigua comedia poltica. Ya los historia
dores antiguos' de la literatura se dieron cuenta del
brusco contraste que exista entre l y sus epgonos,
por lo que trazaron una lnea divisoria y englobaron
toda la produccin posterior a Aristfanes hasta el im
perio de Alejandro dentro d una nueva categora: la
comedia media (mese).
Est documentada por la existencia de casi 40 auto
res y una multitud de ttulos y fragmentos. Antfanes, el
ms industrioso de estos confeccionistas de piezas teatra
les debe de haber escrito unas 280 comedias; su con
temporneo Anaxndrides de Rodas, 65; y se menciona
tambin a Aubulo, Alejo y Timocles.
Anaxndrides, vencedor en las dionisacas del 367 a. C.
en Atenas, fue llamado por el rey Filipo a la corte ma
cednica y concurri con una de sus comedias a la
celebracin de la victoria de Olinto. Su partida de Ate
nas caracteriza la situacin poltica. Macedonia luchaba
por la hegemona en Grecia, y la estrella de Atenas
palideca.
La comedia abandon las alturas de la stira poltica
para confirmarse en el mbito sin riesgos de la vida
cotidiana. En vez de gobernantes, generales, filsofos y
dioses, fueron objeto de su parodia, los oficiales fanfa
rrones, los ciudadanos corrientes, los pescaderos, las
hetairas de renombre y los proxenetas. Sus tipos y te
mas se remontan al repertorio de Epicarmo, cuyas in
ofensivas parodias de los mitos servan de ejemplo
en la misma poca a otro gnero propio de epgonos:
en Tarento, la colonia griega de Taras, en la Italia me
ridional, se desarroll en el 350 a. C. un gnero cmico
que se alimenta exclusivamente de la parodia de la
tragedia. Se trata de la llamada hilarotragedia (hilaros:
festivo, alegre), que slo se ha conservado en fragmentos
y, grficamente, en la decoracin pictrica de los vasos
de cermica. En lo que respecta a tcnica escnica y a
decorados, ni la comedia media ni la hilarotragedia tie-
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8. Roma
* 1. Introduccin
El imperio romano fue un estado militar. El historia
dor americano Will Durant caracteriz a los romanos en
cierta ocasin como guerreros antes de Augusto y como
dominadores del orbe despus de Augusto. El camino
que conduce desde la legendaria fundacin de la ciudad
de las siete colinas en el 753 hasta el imperio romano
universal es una serie ininterrumpida de campaas mili
tares, -de conquista, a la vez que la legitimacin de un
nacionalismo cuyo fundamento desde el principio mis
mo era el poder de la autoridad.
Incluso los dioses estaban sometidos al poder del
estado. No era la tradicin, sino la res pblica la que
determinaba en qu lugares tendran que recibir el cul
to supremo. Las legiones romanas, antes de tomar una
ciudad enemiga, procedan a suplicar a los dioses de
sta, mediante el ceremonial religioso de la evocatio
llamar fuera que abandonasen a los sitiados y
trasladaran su sede a Roma. All se les aseguraban tem
plos .ms esplendorosos y un culto ms ferviente. As
se traslad al Aventino el templo de Diana de la ciudad
latina de Aricia, y la Juno Regina de los etruscos de
Veyo fue instalada en el capitolio. Y asimismo fue a
parar a Roma Minerva, la descendiente de la griega
Palas Atenea que se veneraba en la ciudad etrusca de
Falerio. Con Jpiter y Juno form la trinidad suprema
de los dioses romanos en el Capitolio. Su recuerdo se
conserva an hoy en la iglesia cristiana de Santa Mara
sopra Minerva- edificada en el siglo v iii d. C.
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* 3. La comedia romana
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* 8. Mimo y pantomima
A diferencia de las atelanas, el mimo romano no usaba
mscara alguna. El actor slo necesitaba de s mismo, de
su capacidad para la mutacin, de su arte para la imi
tacin la mimesis . Incluso el lenguaje quedaba re
legado a un segundo plano. Sanniones hacedores
de muecas era el nombre que reciban los mimos ro
manos. Una denominacin que algunos creen reconocer
en el Zanni, el bufn de la commedia delVarte. Hay
algo ms ridculo que el Sannio deca Cicern, despre
ciativamente , que re con la boca, el rostro, con sus
gestos burlones, con la voz, en fin con todo el cuerpo?
A, ese arte de rer y de provocar carcajadas debi el
mimo su popularidad en Roma. En los ludi romani
poda extender su blanco teln (siparium) ante la esce
na, en los descansos entre las tragedias, y hacer gala
de sus chuscadas. Las representaciones teatrales en las
Floralias eran asimismo un privilegio indiscutido suyo.
Los ludi florales, celebrados desde el 173 a, C. como
festividad primaveral de varios das de duracin, estaban
colocados bajo el signo del arte menor. Mientras en el
Circo Mximo, situado en las proximidades del templo
de Flora, se corran machos cabros y conejos en vez de
fieras salvajes en honor de la diosa, el mimo la honraba
a su modo, con chocarreras flicas y con el atractivo
de los encantos femeninos. Porque el mimo fue desde
el principio el nico gnero teatral que no conoci nin
gn tab respecto de la actuacin de la mujer. La mima
y danzarina que haca gala de sus habilidades acrobtices en las Floralias, que poda y deba atreverse a
rendir homenaje a la diosa de la naturaleza en flor des
pojndose de sus vestidos, es hermana de todas aquellas
que han ejercido la intemporal profesin de favoritas.
Es hermana de la danzarina india que, a la pregunta
del extrao, A quin perteneces?, responde sin re
paro: Te pertenezco a t. Y es hermana de aquella
misma de Bizancio a la que el emperador Justiniano ele
v al trono e hizo emperatriz del Imperio Romano.
El mimo desempea su arte al borde de las calles y
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* 9. El mimo cristolgico
La recalcitrante actitud que mantuvo la iglesia cris
tiana a lo largo de un siglo contra todo tipo de espectcu
los hasta que ella misma introdujo una nueva forma
de teatro se basa en un motivo histrico muy real.
Desde los primeros momentos el cristianismo no slo
haba sido perseguido por los emperadores romanos, sino
tambin escarnecido por los mimos en la escena.
Una. religin cuyo redentor haba sufrido la muerte ms
ignominiosa, destinada al peor de los malhechores, sin
una sola queja, tena que dar lugar a la irrisin callejera,
en tanto no estuviera protegida por la calle misma. El
mimo buscaba el aplauso de los seores y el del pueblo.
I Qu poda ser ms tentador que incorporar la figura
de los cristianos al repertorio de sus tipos tradicionales?
No vea ninguna diferencia entre parodiar a los dioses
antiguos y hacer reir a costa de los adeptos de una nueva
fe. El bautismo, con su caracterstico ceremonial primi
tivo, que expresaba visiblemente la entrada en el cristia
nismo, ofreca un material de gran efectismo para el
escenario escnico. Se parodiaba lo que no se entenda.
Se rea de lo que, de otra manera, escapaba a la com
prensin de las masas.
Hermann Reich, investigador de la historia del mimo,
deduce del martirio de Cristo, de la flagelacin y el Ecce
Homo, una relacin directa con el mimo: supone l
que los soldados que colocaron en la cabeza del rey de
los judos una corona de espinas haban realizado una
tpica escena de burlas tomada del mimo, popularizada
en los ejrcitos romanos, y en la cual tanto el rey como
los judos eran tipos caractersticos. Un papiro egipcio
parece confirmar esta interpretacin, como tambin pa
rece hacerlo la prctica medieval catorce siglos ms
tarde de los misterios de la pasin. En ellos tambin se
atribuye al mimo, al ioculator y al maleficus ambu
lante la misin de colaborar con los elementos grotescos
y ante todo, asumir el papel de los soldados, desarrollado
en el sentido de un crudo realismo.
Durante el reinado del emperador Flavio Domiciano,
m
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9. Bizancio
* 1. Introduccin
Cuando Constantino el Grande hizo de la ciudad de
Bizancio en el Bosforo la nueva metrpolis del Imperio
Romano en el 330 y le dio su propio nombre, el esplendor
de Roma palideca. Los constantes conflictos fronterizos
haban debilitado la fuerza de la urbs romana. En esta
poca tiene lugar el triunfo del cristianismo. El Edicto de
Miln aseguraba a la nueva religin el libre ejercicio
de su fe. Con el traslado de la residencia imperial a
Bizancio surgira un segundo centro del cristianismo tan
extrao como fascinante.
Ya no sera el Capitolio, sino la Hagia Sophia la
que resplandecera como smbolo del poder celestial y
terreno en los siglos venideros. El emperador Justiniano
hizo traer para su reconstruccin los materiales ms
preciosos de todas las provincias del imperio bizantino.
En honor de la sabidura divina se reunieron columnas
y fragmentos arquitectnicos de Efeso, Baalbek y Egipto,
de Atenas y de la isla de Dlos.
El Imperio y la Iglesia fueron los dos pilares del
impeli romano oriental. Fueron el objeto y el sostn
de toda la actividad teatral desarrollada en Bizancio.
El ansia de espectculos de la poblacin de la capital
se vea saciada por las estruendosas ceremonias de la
corte imperial y por k liturgia pomposamente organi
zada de Santa Sofa con sus procesiones, el boato de sus
vestiduras, sus aclamaciones y cnticos antifonales (F.
Dolger).
.Los impulsos que en los siglos siguientes partieron
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* 1 . Introduccin
* 2 . Representaciones religiosas
Las solemnidades escnicas en el altar
Quien visite la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalen, asistir a un espectculo nico e inolvidable: la
adoracin del Seor por los coros ms diversos. Asisti
r a fragmentos de la misa mayor, a la liturgia y
la procesin, ver avanzar a los franciscanos con sus
pardos hbitos desde la capilla de la Aparicin hasta
el Katholikon, escuchar el Kyrie de los armenios, que
se propaga por la rotonda hasta extinguirse en las
profundidades de la capilla de Santa Elena. Y con el
fuerte olor a incienso que asciende a las bvedas, se
mezclan las plegarias de los fieles ortodoxos griegos y
de los catlico-romanos, que descienden desde la elevada
capilla del Glgota.
La iglesia del Santo Sepulcro, el lugar ms sagrado
de Tierra Santa, muestra la diversidad y profusin, pero
tambin la divisin del Cristianismo. La discordia y las
guerras dividen, desde hace mil quinientos aos, las
edificaciones del Glgota. Aqu, en la iglesia del Santo
Sepulcro de Jerusaln, las races de la fe se hunden
en el acontecimiento histrico ocurrido en tiempos de
Pondo Pilatos. Aqu, en el siglo iv, se celebr por
primera vez la adoratio crucis, el ceremonial pascual de
la Adoracin de la Cruz, que seis siglos ms tarde
vino a ser el origen de las representaciones cristianas
en el recinto de las iglesias.
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apelativo de ministeriales, minstrels, menestrels, mntriers, menestrales: un trmino que, al final, se fusiona
sin apenas diferencias con el joculator de los antiguos,
con el francs jogleur y con el alemn Spileman.
Aunque Alfonso X el Sabio de Castilla, poeta y
astrnomo, aspirante a la corona imperial alemana, prohi
bi al ms noble de sus trovadores el reconocimiento
legal tan ardientemente requerido, sus sucesores, sin
embargo, se hicieron representar con el mayor placer en
el Tratado de batallas, con jvenes negros, bufones y
simios burlescos en actitud de prncipes clementes, como
soberanos de Oriente y Occidente.
Los bufones, msicos, danzarines y - domadores de
animales de la Edad Media no podan quejarse de que
fueran a ser olvidados. Viven en los prticos de las
iglesias, en los tmpanos y capitales, en las verjas de
los coros y en las molduras, en los manuscritos, en mul
titud de objetos esmaltados y de marfil tallados con todo
esmero.
En los siglos v in y ix el monasterio de San Galo
consideraba un gran honor esperar la llegada del seor
feudal no slo con cnticos religiosos, sino tambin
con msica de cuerdas y con . bufones que danzaban
y brincaban. Sus festejos de Navidad eran tan famosos,
que en ao 911 el rey Conrado I se dirigi a San Galo
expresamente a verlos. De San Luis, cuenta su cronista
Theganus, que nunca rea a carcajadas, ni siquiera en
las fiestas profanas cuando bufones y mimos, flautistas
y citaristas hacan rer a todos los presentes. La actua
lidad de que gozaban tanto los antiguos dramas como
las bromas de las atelanas se deduce de la biogrfa de
Ruotgers sobre el erudito arzobispo Bruno de Colonia.
Las farsas y autos mmicos, cuenta l, con que otros
se retuercen de risa, lealas su Reverendsimo slo con
fines serios; sin embargo tena en muy poco el con
tenido de estas comedias y tragedias y en mucho su
valor como modelo para los giros del lenguaje.
La Comedia Bite de los peces parlantes, una farsa
de ventrlocuos predilecta de los ltimos histriones
antiguos, se conserv hasta bien entrado el siglo xv
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Indice
(Yol. primero)
P r lo g o ..................................................................................
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In tro d u cc i n .......................................................
P e r s ia ....................................................................
T u r q u a ...............................................................
Karagoz y el teatro de sombras .................
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4.
La cultura i n d i a ........................................................
1. In tro d u cc i n .......................................................
2. La I n d i a .................................................... .........
El Nyashasfra de Bharata .........................
El drama cl sic o ................................................
In d o n e s ia .............................................................
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5.
C h in a ..................................................................... ...
1. In tro d u cc i n .......................................................
2. Los orgenes y l s Cien Juegos .................
3. Los discpulos del Huerto de los Perales.
4. La va hacia el d r a m a ....................................
5. Dram a del N orte y Drama del Sur ..........
6. La pera de la poca M i n g ........................
7. El concepto artstico de la O pera de Pekn.
8. El teatro chino, h o y ................................... ...
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J a p n ...........................................................................
1. Introduccin ....................................................
2. K agura ... ........................................................
3. G ig a k u ..............................................................
4. B u g a k u ..............................................................
5. Sarugaku y Dengaku, precedentes del N .
6. El N .................................................................
7. K y g e n ............................. ..'..........................
8. El teatro de marionetas ...............................
9. K a b u k i.............................................. ................
10. S h im p a ..............................................................
11. Shingeki .................................................... ...
G re c ia ..........................................................................
1. In tro d u cci n .......................................................
2. La tra g e d ia .........................................................
El culto al te a tr o ...............................................
Precedentes de E s q u ilo ....................................
E sq u ilo ......... .....................................................
Sfocles ...............................................................
E u rp id e s.............................................................
Las grandes dionisacas...................................
3. La c o m e d ia ........................................................
Sus o rg e n e s .......................................................
La comedia a n tig u a .....................................
La comedia m e d ia ........................................
La comedia n u e v a .........................................
4. El teatro en la poca helenstica ... ..........
5. El m im o ..............................................................
R o m a ............................................................................
1. In tro d u cc i n .......................................................
2. Los ludi tomdm, teatro de la res publica ...
3. La comedia ro m a n a ..........................................
4. Del podio de tablas al escenario teatral ...
5. El teatro del I m p e r io .....................................
6. El anfiteatro: pan y c ir c o ..............................
7. Las atelanas ... ....................................... .........
8. M imo y pantomima ................ .................. ...
9. El mimo cristolgico .......... ................ . ...
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Ttulos publicados
1. Jorge Guillen: Cntico, 1936 (edicin, prlogo y notas
de Jos M anuel Blecua).
Teatro C om pleto,
I: El viejo y la nia, El s de las nias (edicin, prlogo
y notas de Fernando Lzaro Carreter).
3. Jos Mart: Versos libres (edicin, prlogo y notas de
Ivan A . Schulman).
4. Dmaso Alonso: H ijos de la ira (edicin, prlogo y no
tas de Elias L. R ivers).
5. Ramn Prez de Ayala: La pata de la raposa (edicin,
prlogo y notas de A n drs A m ors).
6. Juan Ramn Jimnez: Diario de un poeta reciencasado
(edicin, prlogo y notas de A . Snchez Barbudo).
7. Juan Valera: M orsam or (edicin, prlogo y notas de
Juan Bautista A valle-A rce).
8. Gaspar Melchor de Jovellanos: Obras, I: Epistolario
(edicin, prlogo y notas de Jos Caso Gonzlez).
9. Jos Martnez Ruiz, Azorn: A n to n io A zorn (edicin,
prlogo y notas de E. Inman Fox).
10. Jorge Isaacs: Mara (edicin, prlogo y notas de Donald M cGrady).
11. Delmira Agustini: Poesas com pletas (edicin, prlogo
y notas de Manuel A lvar).
12. J. M. Blanco White: A ntologa (edicin, prlogo y notas
de V icente Llorens).
13. Emilio Prados: Cuerpo perseguido (edicin, prlogo y
notas de Carlos Blanco Anguinaga con la colaboracin
de A nton io Carreira).
14. Falange y Literatura (edicin, prlogo y notas de
J. C. Mainer).
15. Emilia Pardo Bazn: Un viaje de novios (edicin, pr
logo y notas de Mariano Baquero Goyanes).
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De prxima aparicin
Francisco Ay ala: El Rapto, Fragancia de jazmines, Dilogo
sell P. Sebold).
El Modernismo hispnico (edicin, prlogo y notas de
Ricardo Gulln).
Manuel Alvar).