Abelardo Alv1a Maurtua

ABELARDO ALVA MAURTUA
Dicen que el buen vino sale de una buena cepa, as podramos definir al
Vate chinchano Don Abelardo Alva Maurtua, quien conjuntamente con
Teobaldo Alva Maurtua dejaban en las viejas pginas de los diarios o
bisemanarios de las pocas pasadas, hermosas poesas, crnicas, leyendas
y muchos pasajes de la historia de Chincha.
Por ejemplo escribira las famosas Tradiciones Chinchanas, recuento de la
historia de Chincha que no es posible encontrar en ninguna librera; en estos
volmenes habla de la Resea Histrica de Chincha y dice as: ..Muy difcil
seria, al menos por ahora pretender fijar la procedencia inmediata de los
ms antiguos pobladores de este valle, pero no cabe duda, en cambio, de
que, desde poca remota relativamente, estuvo poblado por aillos
pescadores de una rudimentaria civilizacin.
Hace mencin a LARAN cuyo propietario Don Antonio Fernndez Prada
espaola, era dueo tambin del fundo LA CALERA, y como el agua era
escasa, en son de burla decan Que harn la nueva hacienda?, S la harn!.
Es as que llegara a odos de Don Antonio y sintiendo se ofendido por los
comentarios burlescos decidi llamar a la flamante hacienda San Antonio
de Laran, convirtindose esta ltima voz en LARAN y que con la finalidad
de paliar la escases de agua decidi la construccin de un enorme estanque
y que en la enorme compuerta de bronce grabo la siguiente inscripcin:
Todo este mar abreviado
se mide por esta boca
que con una y otra roca
Fernndez Prada ha formado
por aqu saldr tasado
a dar a las plantas vida
cuando la ocasin lo pida,
con prudente discrecin
porque esta la perfeccin
en el peso y la medida.
Ignacio Meja me fizo en el ao 1793.
Sin embargo es necesario comentar que tomando en cuenta que un jefe
extranjero reproblaria la zona y estando descansando bajo el Cerro
Chinchaycamac este dejara or su voz vaticinante que le ordenaba fundar
all su Hatunllacta, sitio calurosos y que es posible se llamara RAURAN (lo
que quema) (lugar de mucho calor) y que la este castellanizado por los
conquistadores se transform en LARAN. Esta primigenia ciudad fue
decayendo con el tiempo hasta convertirse en una simple aldea de uno de
los pagos de Chincha.
Bella Chincha, jardn de primavera,
campo de promisin, Carmen risueo,
como al imperio de mi amor pudiera
convertirte por siempre en la primera
Oh, tierra en que nac! Tierra de ensueo!

Cuando habla de la Vid en Chincha, se refiere a la Uva negra trada por el
Marqus de Caravantes desde las Islas Canarias, pero al revisarse el
Testamento de Don Hernando Hatunca, por medio de uno de sus herederos
Don Pedro Guachahatun, que a la sacn tena a su cargo la doctrina de
los yndios deste valle le encargo que tuviese quenta con benefficiar UNA
VIA a las espaldas del Monasterio de este valle y con quarenta bacas
.. Declaro debajo del dho juramento que cuando se le entrego la dha via
estaba perdida y hecho eriazo a ataban los cavallos a las cepas y la
echaron toda a perder.. Por lo tanto queda probado que en el Valle de
Chincha hubo VID y solo de UVA NEGRA y que . sin pisca por supuesto de
mala intencin no sobra de malicia que el mejor da resulta que los tan
zarandeados sarmientos canarios fueron adquiridos por Caravantes sin
necesidad de cruzar el Atlantico nide emprender largos viajes, habindole
sido suficiente para ello, venirse uno dos das al Valle de Chincha, nada
ms. Y con lo dicho queda concluido el alegato.
En la tradicin A DOS CACHETES, hace referencia al Seor de Chincha y
trata sobre la venta de una mula sin embargo Hatunca pierde en los dados
1,000 pesos y la mula que haba convenido en vender al Curaca Alonso
Yapa. Es as que ante la dificultad de cumplir con el acuerdo y estando la
mula en poder de Juan de Casas un bebedor empedernido, jugador y
mujeriego, decide acodar el pago para el fin de mes, sin embargo Yapa
enferma gravemente y antes de morir decide testar dejando en claro que
Pedro Hatunca la vendi a Juan de Casas, fallece Yaoa y al da siguiente el
prior Fray Pedro de Paredes enva al hermano Timoteo para que le cobre la
deuda al Curaca Hatunca y a donde Juan de las Casas en caso se negara
Hatunca a pagar y fue citado para recibir el pago a las cuatro de la tarde, as
que aprovecho de irse a buscar a Juan de las Casas y este sin muchos
miramientos le paga al lego dos saquillos con 500 pesos cada uno; se
despide y retorna donde Hatunca, quien mientras tanto haba extrado de un
lugar secreto unos saquillos que contenan la suma de 1,000 pesos, as que
ni bien llego el lego ste puso sobre el lomo del asno los dos saquillos sin
permitirle al lego que hable y le explique ya la deuda haba sido cancelada,
y todo por que Hatunca estaba temerosos que le cobraran intereses por la
demora, muy por el contrario le recomendaba al lego se apresura pes ya
entraba la tarde y podran preocuparse los dems frayles. Al llegar el lego al
convento fue recibido por el gray Pedro de Paredes quien le pregunto por el
xito de la comisin encomendada y este le respondi alegre y
entusiasmado: A Dos Cachetes! A Dos Cachetes, reverendo padre!.
En casi todas sus Tradiciones Don Abelardo hace gala de una gran
informacin histrica sobre Chincha, como es el caso de la Hda. Ronceros,
cuyo propietario fue don Jos Martnez Ronceros , Alferez de su majestad,
con relacin a la incursin del pirata flamento Eduardo David, la relacin con
sus dos hijos Jos y Antonio. La posterior divisin de la Hda. Ronceros en
Ronceros Alta y Ronceros Bajo que terminaran siendo propiedad de los Sres.
Carlos y Alfonso Carrillo; de igual manera comenta histricamente sobre la

fundacin de Pisco.
En otra Tradicin, La Calavera, habla de un joven que reta a ingresar al
antiguo cementerio de la poblacin chinchana para demostrar su valenta
ante la nia que le haba sorvido el seso, y as en plena noche se decide
ingresar al cementerio por supuesto con unas copas de mas y cuando
urgando entre el barro, escucho una voz que le aterro, y cogiendo una
calavera partio despavorido, tropezando y volviendo a buscar en plena
obscuridad hasta que encontrando la osamento ingreso los dedos por las
orbitas y cogindola fuertemente volvi a ingresar mostrando la osamente,
lo que genero un momento de silencio y al decir: Es la calavera de mi
padre! se produjo una carcajada general; la razn era sencilla, acababa de
mostrar la calavera de un . burro!.
Tambin es necesario hacer conocer algunos fragmentos de su poesa.
CHINCHA
Chincha, es alegra. Llena de verdores
grandes esmeraldas fingen sus campias
repletas de aromas, cuajadas flores;
jugosos racimos, le rinden sus vias
y el aura que vaga susrrales amores.
CHINCHA ALTA
Los indios con tristeza, mirando hollado el suelo
por la soberbia planta del castellano cruel,
partieron de sus campos, gimiendo en hondo duelo,
Cual partieran un da los hijos de Israel.
TAMBO DE MORA
Era ya el Coloniaje. Los indios conductores
De los azogues realez, tras rudo caminar,
Llegaron hasta el puerto de chincha, y los clamores
Como una queja, oyeron del anchuroso mar.
Y, oh, dulce recompesa, con alma soadora,
El indico , al puerto, entonces, llam Tambo de Mora,
Del nombre y de la industria de ese magno espaol.
El 11 de Mayo de 1924, don Abelardo Alva Maurtua, triunfa en el Teatro
Municipal con el poema La Madre, siendo ovacionado por todo el pblico
asistente, aqu unos fragmentos.
MANANTIAL DE AMOR
Madre! Cun grata voz! Cun suave aroma!
Expresin del amor casto y profundo;
Magna palabra que, si al labio asoma,
Con ser slo una voz vale un idioma,
Y que con ser tan breve vale un mundo.
Ay! Infeliz de aquel que en sus angustias
Se siente abandonado;
Y ve sus ilusiones rodar mustias,
Y ve su corazn crucificado,
Y ve de un hondo abismo
Abrirse ante sus pis la boca oscura,
Y duda de s mismo,
CHINCHA BAJA
Fue un dia de un agosto, Guerrera caravana
Lleg al fecundo valle de la dorada mies;
Luciendo, dentro de ella, su extirpe castellana,
Preso estaba al hermano querido de un marqus.
Un jefe tuerto y gordo de cabellera cana,
Cruzando la campia por una y otra vez:
- Aqu, la rival! dijo con voz viril y ufana
Y, alzando las dos manos, fingi un trazo despus.
Inquieto se halla el valle del orgulloso chincha;
Bramando el mar, se encrespa, terrfico se hincha,
Cual si anunciar quisiera cercana tempestad.
Y empiezan los guerreros a hacer como un milagro;
Y va surgiendo altiva, Santiago la de Almagro,
Rival de la del Rimac, magnifica ciudad.
PARADOJAL
Poniendo en sus frases sabor de veneno,
Y cul si gozara con esa porfa,
Continu aquel hombre, tranquilo y sereneo,
Su escalofriante, rara apologa.
Y acabo diciendo con bestial fiereza:
-Nunca ser cielo; siempre ser abismo!
Fuera de lo mo, nad me interesa!
Mi ley es mi dicha! Mi amor soy yo mismo!
AVE IMPERATOR!
Poema publicado en el primer nmero de la Revista Chincha Ilustrado,
en la que don Abelardo Alva Maurtua era colaborador; fue una de las 37
composiciones que fueron aceptadas para la coronacin del Primer
Poeta de Amrica don Jos Santos Chocano; en 1922:
(Fragmentos)
Desde la tierra aquella, donde como ascuas de oro
Fulguiendo va, sin nubes, el astro luminar;
En donde la vid crece veriendo su tesoro,
Y en donde, hacia su flanco, con mpetu sonoro,
Rugiendo o sollozando, se va a estrellar el mar;
Poeta excelso! Ahora, como en fusin extraa,
Lo ms diverso, el Lago, el Ro, y el Ande y la Montaa
en conjuncin enorme, como en genial hazaa,
At que los cantastes proclamante Rey!.
Ave, ave, Imperator! A tu real decoro
Para rendirle patrias, acabo de llegar
Desde mi Chincha en donde la vid da su tesoro;
Y en donde, hacia su flanco, con mpetu sonoro,
Rugiendo o sollozando, se va a estrellar el mar.
Abelardo Alva Maurtua, dej una profusa gama de artculos periodsticos

y poemas
as como trabajos de historia muy bin
documentados, fue
defensor del ingreso de la mujer a laborar en las entidades pblicas o

privadas, apoyando
la gestin de la reconocida y hoy
Magdalena Barbetta
en adhesin a las
olvidada
Srta.
gestiones del Diputado por
Chincha don Pedro Moreno.

Naci don Abelardo Alva Maurtua el 22 de 1879, y fueron sus padres
don Clemente Alva Carrin y doa Edelmira Mautus del Castillo, de cuyo
matrimonio nacieron: Abelardo,
Clementina, Rebeca , Adaberto, Raquel,
Consuelo, Mercedes, Aquiles, Mara Esther, Amadeo, Anbal y Carmela.

Se cas con doa Felicia Gmez y tuvieron a: Alfonso Alva Gmez,
Carlos Antonio Alva Gmez, Amrico Alva Gmez, Carmela Alva Gmez,
Aquiles Alva Gmez, Juan Amadeo Alva Gmez, Clemente Alva Gmez.
Falleci el 20 Febrero de 1940 y sus restos descansan en su Mausoleo en
el Cementerio General
de Chincha y en cuyo
Epitafio
escrito por la
reconocida profesora e investigadora doa Zoila Atncar de Asn dice as:

Al vate chincha Abelardo Alva Maurtua decimos Vate que recogi en el
cliz de oro de su poesa las lenguas y la sangre de los Chinchanos.
Vibran las cuerdas de su lira en Indoras y la altivez de su estirpe en
Resea
Histrica de Chincha. Duerme
sobre hojas
del cipres
de la
eternidad.
Abnegada es la obra del maestro que escribe en la conciencia de las
generaciones.
Tu imagen no sufrir los rigores del olvido, el fuego de la gratitud no lo
permitir jams.
Zoila Atuncar de Asn
ZAS!
Octubre 2015
Santiago E. Perona Miguel de Priego

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Oh, tierra en que nac! Tierra de ensueo!

Carlos y Alfonso Carrillo; de igual manera comenta histricamente sobre la

Abelardo Alva Maurtua, dej una profusa gama de artculos periodsticos

as como trabajos de historia muy bin

defensor del ingreso de la mujer a laborar en las entidades pblicas o

la gestin de la reconocida y hoy

gestiones del Diputado por

Chincha don Pedro Moreno.

Clementina, Rebeca , Adaberto, Raquel,

Consuelo, Mercedes, Aquiles, Mara Esther, Amadeo, Anbal y Carmela.

reconocida profesora e investigadora doa Zoila Atncar de Asn dice as:

Histrica de Chincha. Duerme

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