Soldados de Salamina
Soldados de Salamina
Soldados de Salamina
el 29 de abril de 2011
1
descubre. Y entonces pasa la más extraña cosa: después de mirarle unos segundos a los
ojos, el soldado le deja vivir, diciéndoles a los demás que por allí no había nadie. Rafael
Sánchez Mazas pasa varios días refugiado en el bosque, alimentándose de lo que
encontraba. Sobrevive porque encuentra a unos muchachos en un pueblo cercano,
Cornella de Terri, que le protegen y le alimentan hasta que llegan los nacionales. El
nombre que se habían puesto los muchachos era “los amigos del bosque”.
Sobre esta historia, el autor escribe un artículo, en respuesta del que recibe varias
cartas. Una de ellas es de un tal Miguel Aguirre, un historiador aficionado que le da una
serie de pistas sobre la historia. Siguiendo estos indicios es como el autor decide escribir
sobre los hechos, pero no una novela, sino un relato real.
En la segunda parte, Soldados de Salamina, se cuentan las historias de todos los
que tuvieron alguna relación con el hecho de que Sánchez Mazas sobreviviera, todos
aquellos que hicieron esto posible, cuyos nombres, sin embargo, nadie recuerda ni valora.
Ahora también se detalla la historia Rafael Sánchez Mazas durante la guerra civil y
también ahora el escritor se da cuenta de que su relato real es un fracaso, ya que le falta
un héroe que lo anime.
En la tercera parte, Cita en Stockton, el autor descubre al héroe que necesitaba, en
al persona de Miralles, un señor mayor que vive en una residencia de ancianos en Dijón,
un señor que había participado en el bando de los republicanos en la guerra civil española
y que luego había continuado luchar en varias guerras, de parte de quien decidía la
Legión, siempre luchando, viendo a sus amigos, anónimos como él, muriéndose uno tras
uno, sin que nadie se ponga a llorarlos o a echarlos de menos.
Será Miralles, un viejo solo, abandonado por el mundo, quien va a animar, quien
va a prestar al relato real de Javier Cercas algo de su espíritu y del espíritu de todos
aquellos muertos en tantas batallas, todos aquellos cuyos nombres nadie recuerda.
Cada parte tiene sus propias características. En la primera parte se puede notar el
estilo directo (diálogos), la intertextualidad (fragmentos de canción, la libreta) y el
narrador es en la primera persona de singular.
<< … instalado casa bosque – Comida – Dormir pajar- Paso soldados […]>> (el
libreto).
(p. 24, Soldados de Salamina, edición electrónica Scribd.com)
2
En la segunda parte, la acción se muda en los principios de los ’40 y el narrador es
uno que sabe todo si cuenta de una manera objetiva (narrador omnipresente y
omnisciente). También aparece la intertextualidad (fragmentos de sonetos):
En mi ocaso de viejo libertino
Y de viejo poeta cortesano
Pasaría las tardes, mano a mano,
Con un beato padre teatino […]
(p. 59, Soldados de Salamina, edición electrónica Scribd.com)
La tercera parte se identifica con la primera: estilo directo, el narrador es en la
primera persona de singular.
Bibliografía