Este documento describe diferentes técnicas de biología molecular para diagnosticar consorcios microbianos en la boca, incluyendo la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), la amplificación isotérmica de secuencias de ácido nucleico (NASBA) y el ADN ramificado. La PCR es la técnica más conocida y amplifica la diana mediante ciclos de desnaturalización, hibridación y extensión. La NASBA amplifica el ARN de forma isotérmica usando enzimas de transcripción inversa y transcripción. El ADN
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Descripción original:
Se mencionan bases de manejo y aplicación de las técnicas de biología molecular en odontología
Este documento describe diferentes técnicas de biología molecular para diagnosticar consorcios microbianos en la boca, incluyendo la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), la amplificación isotérmica de secuencias de ácido nucleico (NASBA) y el ADN ramificado. La PCR es la técnica más conocida y amplifica la diana mediante ciclos de desnaturalización, hibridación y extensión. La NASBA amplifica el ARN de forma isotérmica usando enzimas de transcripción inversa y transcripción. El ADN
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Este documento describe diferentes técnicas de biología molecular para diagnosticar consorcios microbianos en la boca, incluyendo la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), la amplificación isotérmica de secuencias de ácido nucleico (NASBA) y el ADN ramificado. La PCR es la técnica más conocida y amplifica la diana mediante ciclos de desnaturalización, hibridación y extensión. La NASBA amplifica el ARN de forma isotérmica usando enzimas de transcripción inversa y transcripción. El ADN
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Técnicas de biología molecular para diagnóstico de consorcios microbianos
bucales
Palabras clave ciencia y salud, odontología, diagnóstico, consorcios microbianos,
bucal Key words science and health, dentistry, diagnostic, microbial consortia, oral
Son herramientas de gran utilidad para el diagnóstico de los microorganismos
integrantes de la microbiota bucal, que son difíciles de caracterizar por métodos convencionales.
Las técnicas de biología molecular por amplificación de ácidos nucleicos e
hibridación sin duda representan un instrumento útil para el odontólogo con interés en la microbiología, porque cuando el microorganismo se encuentra en escasa cantidad en la muestra clínica, se puede recurrir, mediante métodos químicos o enzimáticos, a obtener un aumento específico de la cantidad de una secuencia de ácido nucleico perteneciente a este, para así poder detectarlo después. De forma genérica, se pueden describir dos grandes grupos de técnicas en función de lo que se amplifica. El primero, que comprende la mayoría de los métodos existentes, amplifica la diana, y entre estos métodos hay que destacar la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que es la más conocida y la Nucleic Acid Sequence Based Amplification (NASBA), aunque no debe olvidarse que existen otras, como la reacción en cadena de la ligasa (LCR) o la Strand Displacement Amplification (SDA). El segundo grupo comprende aquellos que amplifican la señal obtenida tras producirse el híbrido, entre los que hay que destacar el método conocido como ADN ramificado (branched DNA o bDNA), el cual es un excelente procedimiento para la cuantificación. Dentro de las técnicas que amplifican la diana, la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) requiere de los siguientes elementos y pasos: 1. ADN diana, llamado también ADN molde. Es el material genético que se desea amplificar. Su cantidad y su calidad son factores determinantes de la eficacia de la reacción. 2. Agentes cebadores, también conocidos como primers o iniciadores. Son oligonucleótidos, es decir, secuencias de ADN de 15-30 bases de longitud complementarias de los extremos 3’ de cada una de las cadenas de ADN diana. 3. Desoxinucleótidos trifosfatos. (dNTP). Son sustancias que aportan las bases que componen el ADN (dATP, dTTP, dGTP, dCTP) y que en estos procesos deben encontrarse en cantidades iguales. 4. Enzima Taq polimerasa. Formada por una ADN polimerasa obtenida de la bacteria termófila Thermus aquaticus, que tiene una temperatura máxima de actuación de 72-90º C y es estable a las temperaturas de reacción. Su función consiste en alargar la cadena de ADN hibridada con el cebador mediante la incorporación de los dNTP. 5. Cloruro de magnesio. Compuesto indispensable en la reacción pues influye en la hibridación de los cebadores con el ADN diana y en la actividad de la Taq polimerasa. 6. Tampón de hibridación, el cual asegura la fuerza iónica y el pH óptimos de la reacción enzimática. Todos estos componentes forman la mezcla de reacción, la cual se coloca en un aparato termociclador que permite variar rápida y con exactitud las temperaturas de cada una de las 3 etapas de la PCR, que se repiten cíclicamente, entre 25 y 40 veces, dependiendo del protocolo, el cual, a su vez, consiste de los siguientes pasos: a. Desnaturalización del ADN; a una temperatura de 90-95º C se separan las dos hebras de ADN, quedando disponibles para hibridar con los cebadores. b. Hibridación del ADN con los cebadores; se produce a una temperatura que oscila entre 35 y 65º C, dependiendo de la composición de los cebadores. c. Extensión o polimerización de la cadena de ADN; en ella la Taq actúa alargando el nuevo híbrido formado a una temperatura de 72º C a partir del extremo 3’ del cebador, incorporando los dNTP complementarios del molde de ADN diana. El producto de este primer ciclo sirve como diana para el siguiente ya que se somete a una nueva desnaturalización y a las etapas sucesivas; de esta manera, cada uno de los productos de cada ciclo actúa como diana en el siguiente y el resultado de esta reacción en cadena es la progresión geométrica del ADN. Al final del proceso se obtienen entre 106 y 107 copias por cada molde original de ADN, en un tiempo de 2-3 horas. Una vez finalizada la PCR es necesario detectar la presencia del producto amplificado, también llamado amplicón. Para ello se puede recurrir a la electroforesis y si se requiere mayor sensibilidad, a las técnicas de hibridación con las sondas. Como se conoce el tamaño del fragmento amplificado, delimitado por la zona en que se hibridan los cebadores, la electroforesis es un método muy sencillo y útil para su detección, sobre todo en aquellos casos en que se encuentra en cantidad elevada. Se realiza en gel de agarosa o poliacrilamida y posteriormente se aplica una tinción con bromuro de etidio, que fluoresce con mayor intensidad en presencia de ADN de doble cadena. Para confirmar que se trata del fragmento de ADN buscado, es conveniente realizar la electroforesis usando como control un marcador de peso molecular para verificar el tamaño correcto del amplificado. Además de la PCR convencional, hoy día se utilizan en microbiología aplicada a microbiota bucal, otras técnicas basadas en ella que se ajustan según las características del ácido nucleico diana. Las más empleadas son: 1. RT-PCR. Si el ácido nucleico diana es ARN, tras su extracción éste se debe convertir en ADN complementario (ADNc), ya que la Taq polimerasa es específica de ADN. Para este fin, la enzima retrotranscriptasa se utiliza para transcribir el ARN a ADN monocatenario y luego la Taq polimerasa lo convierte en ADN bicatenario. Existe una nueva enzima termoestable, la rTth ADN polimerasa que tiene a la vez actividad retrotranscriptasa y ADN polimerasa. 2. Nested-PCR. Se trata de dos reacciones de PCR consecutivas utilizadas para aumentar la sensibilidad de la amplificación; en una primera reacción se emplean cebadores externos y en la segunda cebadores internos que amplifican un fragmento interno al amplificado en la primera PCR, pudiéndose aumentar de esta forma la sensibilidad de la reacción, por lo que se utiliza en casos que se sospecha tienen un bajo número de copias. 3. Múltiple PCR. Permite la identificación de fragmentos pertenecientes a un mismo gen o a distintos genes. Para ello, se utilizan tantas parejas de cebadores como productos se deseen amplificar, hasta un máximo de nueve. 4. PCR in situ. El tejido se pone en contacto con la mezcla de reacción en termocicladores adaptados a los preparados histológicos. Los cebadores están marcados con algún sistema indicador y luego se revela directamente el producto amplificado. Por otra parte, al igual que la PCR, la Nucleic Acid Sequence Based Amplification (NASBA), se trata de un método de amplificación de la diana, aunque a diferencia de éste, la NASBA es una reacción que tiene lugar de forma isotérmica (a una sola temperatura), por lo que no es necesario emplear un termociclador; además, en este método la diana es el ARN. Para conseguir la amplificación del ARN se utiliza una estrategia enzimática que no vuelve necesaria la desnaturalización, ya que la diana se encuentra en forma de cadena sencilla. En concreto, se utiliza una cascada de reacciones en las que intervienen: a) una retrotranscriptasa (AMV-RT), una ADN polimerasa que puede utilizar como molde una molécula de ARN, aunque también es capaz de copiar a partir del ADN. b) una ARNasaH, que es una enzima que degrada al ARN, pero sólo cuando éste está hibridado con ADN, y c) una T7ARNpolimerasa, que sintetiza entre 10 y 100 copias de ARN a partir de una doble cadena de ADN. Al igual que en la PCR, se emplea una pareja de cebadores, pero uno de ellos lleva incorporada la secuencia de bases del promotor T7, necesario para que pueda actuar la T7ARNpolimerasa. Además, como en la PCR, es necesario incluir dNTP y un tampón adecuado para que se produzca la reacción. Ésta se inicia con la unión del cebador, que lleva incorporado un 5’ el promotor T7, a la hebra de ARN que se quiere amplificar. En este momento actúa la AMV-RT realizando la transcripción inversa sintetizando entonces el ADN complementario (ADNc). El producto que se forma es un híbrido de ADNc y ARN y entonces puede actuar la ARNasa degradando la molécula de ARN. Sobre la cadena, ahora libre, de ADNc se puede hibridar el segundo cebador y es entonces cuando la AMV-RT, con su función de polimerasa, es capaz de sintetizar la cadena complementaria de ADN. Este es el momento en que en el extremo 5’ del ADNc comienza a copiarse por acción del promotor T7 a la forma de cadena doble, mientras que la T7ARNpolimerasa comienza a sintetizar entre 10 y 100 copias de ARN en sentido negativo al ARN original. La unión del cebador correspondiente a las cadenas de ARN sintetizadas determina el comienzo de una fase cíclica de repetición de los pasos expuestos que conduce a la síntesis de entre 108 – 109 copias de ARN, por lo que tiene una excelente sensibilidad. Se emplea en odontología principalmente para la detección de la carga viral del VIH en lesiones bucales y para el registro diagnóstico de la viremia por citomegalovirus. Finalmente, en la técnica de ADN ramificado, a diferencia de lo descrito para PCR y NASBA, se amplifica la señal y no la diana. Esta señal es la obtenida tras la hibridación de los tres tipos de sondas, de captura, de anclaje y de marcaje. Una vez liberada, la diana se inmoviliza gracias a su hibridación con las sondas de captura que se hallan fijadas sobre la superficie del pocillo de una microplaca. Tras conseguir esta primera reacción de hibridación, se recurre a la incorporación a este híbrido de un segundo tipo de sondas denominadas de anclaje. Se produce por tanto, una segunda reacción de hibridación entre la diana, que había sido capturada y las sondas de anclaje. Éstas son moléculas de ADN capaces de hibridarse con la diana y tienen la peculiaridad de disponer de un verdadero esqueleto que soporta a su vez múltiples brazos o ramificaciones de ADN, que permiten la hibridación de un tercer tipo de sondas, las de marcaje. La tercera reacción de hibridación consiste entonces en la unión de numerosas sondas de marcaje a los múltiples lugares o ramificaciones de unión, que les proporcionan las sondas de anclaje. Una vez producida esta tercera reacción de hibridación y tras añadir el sustrato para detectar la reacción, la señal obtenida se habrá amplificado con respecto a la que se hubiera producido empleando una única sonda de marcaje, esto es, mediante la hibridación convencional, ya que utilizando esta cascada de reacciones de hibridación se consigue incorporar mayor cantidad de moléculas marcadoras que es, en esencia, de lo que depende la intensidad de la señal producida. Este método es excelente para la cuantificación de ácidos nucleicos y se usa comercialmente para la determinación de la carga de VIH, y de la carga de los virus de la hepatitis B (VHB) y hepatitis C (VHC).