El Infierno Interior

EL INFIERNO INTERIOR Por Carlos Rivera Quispe Periodista y Escritor "Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo.
. A lo largo de los aos puebla un espacio con imgenes de provincias, de reinos, de montaas, de bahas, de naves de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de lneas traza la imagen de su cara." (Jorge Luis Borges) Hastiado Gustave Flaubert, y para que se develara quin era Madame Bovary, ste respondi: (Madame Bovary, c'est moi) la Bovary soy yo. Y es que ese gran personaje de la literatura universal se convirti en su sangre y su alma (si sta existe). La novela fue mas all de la ficcin y caus escndalos en la sociedad francesa siendo procesado en 1856 por ofensas a la moral y a la religin creyendo los acusadores, desde sus ignorancias y prejuicios, que la obra alterara las buenas costumbres. De hecho, los personajes de la novela en su mayora fueron extrados de las vivencias personales y de escenarios reales, producto de una investigacin obsesiva por encontrar arquetipos para su novela. Pero la literatura es una gran mentira hecha con trozos de la realidad y cuando estos hechos constituyen el corpus literario, ya pertenece a la dimensin del arte. Partiendo de esta breve reflexin que nos pretexta el libro del escritor Orlando Mazeyra Guilln, podremos ensayar algunas consideraciones preliminares acerca de La prosperidad reclusa. Cada uno de los personajes del libro enfrenta distintas vicisitudes de la vida, pero no desde la periferia de las cotidianidades de personas felices y dignas de imitarse para olvidarse de las desventuras, sino desde los suburbios de la conciencia, es decir desde el infierno que todos llevamos dentro. El autor no intenta crear ambientes, paisajes sociales ni paradisacos, sino atmsferas, sensaciones, exorcismos. Orlando Mazeyra escogi el infierno para deslizarse por sus recovecos y darles temticas comunes como el amor, el trabajo, la ilusin, el amor filial, el sexo, la locura y la perversin. Cosa curiosa, los cuentos hablan implcitamente de la prosperidad, pero no entendida desde elucubraciones sociolgicas, sino desde la vertiente de un grito, un delirio hacia la vida o a la libertad y a las cosas de este mundo. Es decir, la prosperidad como una utopa personal hecha a medida del individuo. Las huellas inmediatas a las que nos remite el libro, son Los Inocentes de Reynoso, ese delirio potico callejero de una srdida Lima. O la salvaje collera de Matacabros de Sergio Galarza, y la violenta narracin de Rilo en Contraeltrafico. Sin dejar de lado, desde luego, los solitarios personajes de Julio Ramn Ribeyro. Claro que tambin asoman los ecos de Bukowski, Henry Miller, Mario Vargas Llosa y Sartre. El plus de Orlando Mazeyra a la literatura (al menos en esta obra que le) es la msica, que le da cadencia a las historias, aunada a una perspectiva visual cinematogrfica que parecieran escenas de un film con un protagonista central, un guin inconcluso y un escritor omnisciente que alimenta a su antojo las peripecias de los miserables personajes para lograr un desenlace a modo de flashback. Esto da pie, a su vez, a que al menos, en esos viajes onricos, tengamos un acercamiento a lo total (lo visual, literario y musical).
El autor a travs de la obra expresa su desencanto, su rabia, sus delirios existenciales y para arroparle de belleza literaria recurre a una potica personal donde las palabras son un festn de frases que, desde luego, pretenden una esttica original. Avizoramos que en algn momento se constituir de manera slida en una obra mayor o quizs una novela. En este libro que comentamos, vemos un excelente comienzo hacia ese sendero. Dentro de los cuentos que componen el libro, a juicio personal, considero el ms logrado, Tras la puerta, que sintetiza toda esa potica a la que nos referimos anteriormente, donde el personaje Obdulio transita ese pedazo de su existencia entre un enfrentamiento con su gnesis patolgica, la bsqueda de la verdad y de sus encuentros y desencuentros con sus tormentos esquizofrnicos y las curaciones a las que es sometido por los especialistas. En esas miscelneas pasadas, y hechos presentes trasunta una aoranza filial, una bsqueda infinita por un poco de comprensin (o tal vez una prosperidad sentimental?) que consuela con el apego hacia su madre (o acaso un ideal de ella). Al final, no hay nada revelador, slo la presencia rotunda, dolorosa y temeraria de su progenitor como parte de su ser que lo acompaar por doquier en los avatares de su existencia. El cuento no gana por K.O. sino por perplejidad. Los representantes de la actual literatura arequipea, hace tiempo que han dejado las temticas comunes y tradicionalistas. Los nuevos escritores jvenes como Orlando Mazeyra Guilln hacen caso omiso de este canon sagrado del cual algunos todava creen imperecedero. Porque esta nueva (an no me atrevo a llamarla generacin) plyade de escritores no tiene miedo de escribir de putas, violencia, drogas, amores, sexo o de algunas pasiones bizarras que giran en su entorno social y cultural. El escritor arequipeo posmoderno es menos timorato, ms potico y ms trasgresor. Consideramos por ello que el autor de este conjunto de cuentos escribe sin miedos, ni ataduras o complejos, enfrenta las historias y las plasma con todo su arte. Por momentos parece autobiogrfico, representndose a s mismo, en cada uno de los seres que desfilan en La Prosperidad reclusa. El autor parece dejarnos alguna huella evidente del por qu de su escritura en el segundo cuento del libro: La dulce espera (aunque tal vez la presuncin podra ser atrevida): Cuando empiezo a escribir siempre lanzo un bumern que retorna y se parte en mi crisma. Son las migraas nocturnas, o algo ms que eso: una punzada en los ojos, de atrs hacia adelante y de adelante hacia la nuca, un vrtigo que me acomete cuando trato de recordar a pap. Entonces, para finalizar y volviendo a la declaracin de Flaubert con respecto a Madame Bovary, es que se puede colegir que La prosperidad reclusa es la expresin de un infierno interior del autor. Las lgrimas, sueos, y perversiones plasmadas en un elevado trabajo hecho con un amor visceral por la literatura. Es la simbiosis potica de la vida y las palabras.

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