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L OSSERVATORE ROMANO - 12 Abril 2013 PDF

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LOSSERVATORE ROMANO

EDICIN SEMANAL
Unicuique suum
Ao XLIV, nmero 15 (2.310)

EN LENGUA ESPAOLA
Non praevalebunt

Ciudad del Vaticano

12 de abril de 2013

Francisco, Obispo de Roma, toma posesin de la Ctedra de San Juan de Letrn

La paciencia es el estilo de Dios

El pueblo y el obispo juntos


a relacin entre el obispo y el pueblo fue el centro de la toma de posesin, sencilla y solemne, del sucesor de Pedro de la ctedra romana en San Juan de Letrn. Un rito importante y mantenido en los siglos que, aun con los cambios de los tiempos y a pesar de perodos de eclipse, desde siempre quiere expresar la dimensin ms autntica del papado: la pastoral, ligada indisolublemente a la dicesis de Roma y enraizada en la triple palabra de Cristo dirigida al primero de los apstoles. Una dimensin que el Papa Francisco, en continuidad con sus predecesores, con gestos y palabras sencillas, ha sabido expresar y comunicar con eficacia inmediata y nueva desde los primeros momentos de su pontificado, suscitando inters y simpata entre creyentes y no creyentes. Gestos y palabras que se hallan en la historia personal del jesuita Jorge Mario Bergoglio y en su episcopado, como l mismo ha aludido varias veces y como se ve en el lema no habitual, miserando atque eligendo. Tomadas del comentario de Beda al episodio de la eleccin y de la llamada del publicano Mateo, despus apstol y evangelista, las palabras latinas quieren expresar la actitud de Jess: su mi-

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sericordia y la invitacin a seguirle. En otros trminos, lo esencial de la fe cristiana, como explic al pueblo de Roma su obispo hablando de la paciencia de Dios. En coherencia y continuidad con una predicacin cotidiana que el Papa Francisco pronuncia durante las misas de la maana.
SIGUE EN LA PGINA 5

Audiencia al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon

Audiencia al prefecto de la Congregacin para la doctrina de la fe

El Papa Francisco cerca de las vctimas de abusos


El Santo Padre recibi en audiencia, el 5 de abril, al arzobispo Gerhard Ludwig Mller, prefecto de la Congregacin para la doctrina de la fe. Con ocasin del encuentro, en el que se abordaron diversos temas de competencia del dicasterio, el Santo Padre recomend especialmente que la Congregacin, prosiguiendo la lnea querida por Benedicto XVI, acte con decisin en todo lo referido a los casos de abusos sexuales, promoviendo ante todo las medidas de proteccin de los menores, ayuda a quienes en el pasado sufrieron tales violencias, las medidas debidas respecto a los culpables, el compromiso de las Conferencias episcopales en la formulacin y actuacin de las directrices necesarias en este mbito tan importante para el testimonio y la credibilidad de la Iglesia. El Santo Padre asegur que, en su atencin y oracin por los que sufren, las vctimas de los abusos estn presentes de manera especial.

Santa Sede y Naciones Unidas juntas para la paz y el bien comn

PGINA 6

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LOSSERVATORE ROMANO La misa de cada da con el Santo Padre

viernes 12 de abril de 2013, nmero 15

Mujeres y hombres de esperanza


Es una gracia especial que el Papa Francisco invita a pedir: la gracia de las lgrimas. Porque son precisamente las lgrimas las que nos preparan para ver a Jess. Son palabras suyas del 2 de abril durante la misa celebrada en la capilla de la Domus Sanctae Marthae donde reside, en el Vaticano. Cada da, a las 7 de la maana, ya es costumbre que en esta Eucarista participe un grupo de empleados del Vaticano y un pequeo nmero de invitados, y concelebren algunos sacerdotes, obispos o cardenales. Al trmino de la celebracin, el Pontfice se detiene a saludar y conocer a cada uno. Comentando el episodio del Evangelio del martes de la Octava de Pascua, cuando san Juan refiere la frase de Mara de Magdala: He visto al Seor! despus de haberle lavado los pies con sus lgrimas y secado con sus cabellos (Jn 20, 1118), el Papa Francisco record que Jess perdon los pecados de esta mujer, porque ella am mucho. De este modo, volvi a proponer el testimonio de quien era despreciada por aquellos que se consideraban justos; sin embargo no dice he fracasado. Sencillamente llora. Hay un momento en nuestra vida explic el Papa en el que slo las lgrimas nos preparan para ver a Jess. Cul es el mensaje de esta mujer? He visto al Seor. Sobre otra cuestin quiso poner en guardia el Papa Francisco el 3 de abril: los lamentos hacen dao al corazn. No slo aquellos contra los dems, sino tambin aquellos contra nosotros mismos, cuando todo se nos presenta amargo. Centrndose en el episodio de los discpulos de Emas (Lc 24, 13-35), habl del desfallecimiento de estos por la muerte del Maestro. En su corazn pensaban: Nosotros habamos tenido tanta esperanza, pero todo fracas; pienso muchas veces reflexion el Santo Padre que igualmente nosotros, cuando suceden cosas difciles, tambin cuando nos visita la Cruz, corremos este peligro de encerrarnos en los lamentos. Sin embargo, en ese momento el Seor est cerca de nosotros, pero no le reconocemos. Camina con nosotros, pero no le reconocemos. Incluso nos habla, pero no le omos. E invit: Estemos seguros de que el Seor nunca nos abandona: siempre est con nosotros, tambin en el momento difcil. Y no busquemos refugio en los lamentos: nos hacen dao al corazn. Al da siguiente, 4 de abril, exhort a pedir un don de Dios: la paz. El Papa parti del estupor de los discpulos de Emas ante los milagros de Jess (Lc 24, 35-48). Se trata de un estupor fruto de la alegra del encuentro con Jesucristo. La paz es como el ltimo peldao de esta consolacin espiritual, que comienza con el estupor de alegra, sintetiz. Y es que slo en el nombre de Jess est nuestra salvacin, insisti el Pontfice en su reflexin del 5 de abril. En la lectura de los Hechos de los Apstoles (4, 1-12), se record a Pedro y Juan que, arrestados por predicar al pueblo la Resurreccin del Cristo, fueron llevados ante el Sanedrn. Al preguntarles por qu curaron al hombre tullido junto a la puerta del Templo, Pedro responde: Ha sido el Nombre de Jesucristo Nazareno. En el nombre de Jess repiti el Papa: l es el Salvador; cuando uno dice Jess es precisamente l, es decir, el que hace milagros. Y este nombre nos acompaa en el corazn. No es recurriendo a magos o al tarot como se encuentra la salvacin: la salvacin est en lidad al Seor, alert. El ejemplo de Pedro y de Juan nos ayuda y da la fuerza. Y sta es la oracin cotidiana que propuso: Seor, muchas gracias por la fe. Protege mi fe, hazla crecer. Que mi fe sea fuerte, valerosa. Aydame en los momentos en que, como Pedro y Juan, debo hacerla pblica. Dame valor. Toda la historia de la fe est hecha de humildad y nos habla a todos nosotros de humildad, record el Pontfice el 8 de abril. De hecho, la humildad es la regla de oro: para el cristiano progresar quiere decir abajarse. Y as es tambin el hecho histrico del nacimiento de Jess. Cada acontecimiento parece que Dios hubiera querido que se realizara escondidamente, que no fuera hecho pblico, que estuviera como cubierto por la sombra del Espritu Santo. He aqu por qu aadi todo se hace por el camino de la humildad. Dios, humilso de no juzgar a nadie, tratando de ser caritativos unos con otros, respetuosos, dejando con mansedumbre el lugar al otro. Al comentar la oracin colecta de la misa del da 10, el Pontfice puso de relieve lo que se dice al Seor: T en la Pascua has hecho dos cosas: has restablecido al hombre en su dignidad perdida. Y, en consecuencia, le has dado esperanza. Esta explic es la salvacin. El Seor nos da la dignidad que hemos perdido. Aquella dignidad de hijos restablece la dignidad, y tambin nos da la esperanza. Una dignidad que sigue adelante, hasta el encuentro definitivo con l. Somos dignos, somos mujeres y hombres de esperanza, reafirm. Hay ocasiones en que nos hacemos la ilusin de salvarnos con la vanidad, con el orgullo, creyndonos poderosos, enmascarando nuestra pobreza, nuestros pecados con la vanidad, el orgullo: todas estas cosas se acaban, mientras que la salvacin verdadera tiene relacin con la dignidad y la esperanza recibidas gracias al amor de Dios aadi, refirindose al Evangelio de Juan (3, 16-21) que envi a su Hijo para salvarnos. Y es fundamental ser conscientes de que Dios no puede ser objeto de negociaciones, advirti el Papa Francisco el 11 de abril; la fe no prev la posibilidad de ser tibios, buscando, con una doble vida, llegar a una componenda con el mundo. Pedro dice ante el Sanedrn: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 5, 27-33). Qu significa obedecer a Dios? se pregunt el Pontfice. Significa que nosotros debemos ser como esclavos, todos atados? No, porque precisamente quien obedece a Dios es libre, no es esclavo. Y no es una contradiccin. En efecto, obedecer viene del latn, y significa escuchar, escuchar al otro. Obedecer a Dios es escuchar a Dios, tener el corazn abierto para ir por el camino que Dios nos indica. La obediencia a Dios es escuchar a Dios. Y esto nos hace libres. En este momento, lo he dicho, tenemos tantas hermanas y tantos hermanos que por obedecer, or, escuchar lo que Jess les pide son perseguidos seal el Santo Padre. Recordemos siempre que estos hermanos y hermanas han puesto la carne en el asador y nos dicen con su vida: Yo quiero obedecer, ir por el camino que Jess me dice. Dnde tenemos la ayuda para ir por el camino de la escucha de Jess? se pregunt. En el Espritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen.

En la misa que celebr el Papa Francisco el 11 de abril en la capilla de la Domus Sanctae Marthae particip la direccin y la redaccin de LOsservatore Romano

el nombre de Jess. Y debemos dar testimonio de esto. l es el nico Salvador. Precisamente de la valenta del testimonio de la fe que no se negocia ni se vende al mejor postor habl el Papa Francisco en su homila del sbado 6, constatando que para encontrar mrtires no es necesario ir a las catacumbas o al Coliseo: los mrtires estn vivos ahora, en muchos pases. Los cristianos son perseguidos por la fe. En algunos pases no pueden llevar la cruz: son castigados si lo hacen. Hoy, en el siglo XXI, nuestra Iglesia es una Iglesia de mrtires. Ante la orden de los sumos sacerdotes y fariseos de no hablar de Jess (Hch 4, 13-21) retom el Santo Padre, Pedro y Juan permanecieron firmes en esta fe diciendo: Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y odo. De hecho, cuando comenzamos a rebajar la fe, a negociar la fe, un poco vendindola al mejor postor, comenzamos el camino de la apostasa, de la no fide-

de, se abaja: viene a nosotros y se abaja. Y seguir abajndose hasta la cruz. En el momento de la anunciacin medit el Papa Francisco tambin Mara se abaja: no comprende bien, pero es libre: entiende slo lo esencial. Y dice s. Es humilde y entrega su alma a la voluntad de Dios. En el itinerario de sus homilas, el 9 de abril el Pontfice trat el camino de la mansedumbre evanglica para dar al Espritu la posibilidad de regenerarnos a una vida nueva, hecha de unidad y de amor. En la primera lectura dijo el Papa Francisco comentando el pasaje de los Hechos de los Apstoles (4, 31-37) de la liturgia del da tenemos como un anticipo, un anticipo de aquello que ser la vida nueva. La multitud de los que se haban convertido en creyentes tena un solo corazn y una sola alma, esa unidad, esa unanimidad, esa armona de los sentimientos en el amor, el amor mutuo. Pidamos la gracia propu-

LOSSERVATORE ROMANO
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GIOVANNI MARIA VIAN


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Edicin para La Razn

nmero 15, viernes 12 de abril de 2013

LOSSERVATORE ROMANO
El primer saludo del recin elegido Obispo de Roma. A su lado, el cardenal Vallini (en primer plano en la imagen)

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MARIO PONZI El 7 de abril por la tarde II domingo de Pascua, dedicado a la Divina misericordia y llamado antiguamente in albis por el color blanco de los vestidos de los nuevos bautizados el Obispo de Roma tom posesin de su ctedra en San Juan de Letrn. La relacin decisiva del Papa Francisco con su dicesis centr el coloquio del cardenal vicario para Roma, Agostino Vallini, con quien escribe y con el director de nuestro peridico en vsperas de este momento importante. Entre los temas tratados la maduracin de la sensibilidad diocesana sobre todo despus del Concilio Vaticano II, el significado de la renuncia al pontificado y la herencia preciosa de Benedicto XVI, el milagro del cnclave, la atraccin suscitada inmediatamente entre la gente hacia el nuevo Obispo de Roma, el tiempo de la misin, el compromiso del clero en las 347 parroquias de la dicesis, y la realidad activa de la caridad en un momento ciertamente no fcil para muchsimas personas y familias en la ciudad y en el pas. La toma de posesin tiene lugar el domingo por la tarde, pero el Papa Francisco ya sali del cnclave sintindose plenamente Obispo de Roma y quiso que usted estuviera a su lado cuando se present a los fieles desde el balcn de las bendiciones. Qu es lo que sucedi? El cnclave es obra de Dios y ha sido un milagro. Estoy an ms convencido de ello despus de vivir esta experiencia de gracia por primera vez. Se crea un ambiente que hace de este momento algo nico y distinto de todo acontecimiento humano. Se entra en el cnclave con la conciencia de la gran responsabilidad de contribuir a una obra de discernimiento, grande y compleja, para comprender y pedir al Seor la inspiracin. Luego se reza, se reza mucho. Yo, por ejemplo, el da de la eleccin, entre una votacin y otra rec tres veces el Rosario. En la Capilla Sixtina no se habla ni se debate; se reza. Por lo dems, se llega a este momento despus de jornadas de reflexin esta vez, ocho y el tema no es el Papa, sino la Iglesia con todas sus realidades, bellas o menos bellas. Se trata de una visin de la Iglesia universal. De un modo casi especular se busca comprender quin podra guiarla en ese preciso momento histrico. El clima espiritual en el cual se desarroll este cnclave estuvo caracterizado por momentos muy especiales, despus de la renuncia de Benedicto XVI. Por lo tanto, era necesaria la asistencia del Espritu Santo. Segn mi parecer, el Seor se ha manifestado. Incluso a travs del entusiasmo de la acogida popular reservada al nuevo Pontfice: en este sentido, el sensus fidei que viene del pueblo ha sido una confirmacin. Qu es lo que hizo ms visible la obra de Dios en la eleccin del Papa Francisco? Responder a esta pregunta implica algunas reflexiones profundas. Ante todo haba que recoger una hegunas citas, como la visita a la parroquia de los Santos Isabel y Zacaras el 26 de mayo. Posteriormente se ver. Cundo han hablado de todo esto? Le haba pedido un encuentro ya algunos das despus de la eleccin. Me llam inmediatamente; era el 22 de marzo. Nos entretuvimos largo tiempo y le inform de la realidad de la Iglesia de Roma, del espritu de misin en las 347 parroquias de la dicesis, del servicio de los sacerdotes.

Entrevista al cardenal vicario Agostino Vallini

El pueblo de Roma y su obispo Francisco


rencia preciosa y riqusima como la de Benedicto XVI, con el peso de las motivaciones que acompaaron su renuncia. Aquel 11 de febrero quedamos todos consternados. Desconcierto e incredulidad eran evidentes en los rostros de cada uno de nosotros. Luego, poco a poco, se difundi un sentimiento de fe que nos une, alimentado sobre todo por la estima y la devocin que acompaaba y acompaa la relacin de cada uno con Benedicto XVI: si ha hecho esto, nos decamos, quiere decir que consider que haca algo importante para la Iglesia. Luego, la relectura de la declaracin, la reflexin sobre su magisterio, tan rico y fuerte, haca reflexionar sobre quin podra proseguir en esta lnea y tal vez darle nuevo y mayor vigor. Y es as como comenz el intercambio de opiniones entre los cardenales. Despus en la Capilla Sixtina madur el amplio consenso hacia Jorge Mario Bergoglio. Cundo le llam el Papa? Despus de la eleccin, los cardenales discurren ante el electo para manifestarle obediencia. En ese momento me dijo: Usted es el cardenal vicario: acepta estar a mi lado?. Naturalmente le respond en seguida que s; y pensaba que eso era todo. Luego me llam de nuevo y me dijo: Venga, est cerca de m. En poco ms de medio siglo hemos pasado del ltimo Papa romano al primero que viene del nuevo mundo, fuera de la cuenca mediterrnea, a travs de Pontfices que dedicaron gran atencin a la dicesis de Roma. En Roma, el emerger de la conciencia diocesana del pontificado se debe inicialmente a Juan XXIII, que traslad el vicariato a San Juan de Letrn. Pablo VI acentu esta conciencia no slo con la reforma del vicariato mismo, sino tambin celebrando en la periferia, visitando parroquias y comunidades de la ciudad. Posteriormente Juan Pablo II visit casi todas las parroquias; y no slo: inici y llev a cabo la primera misin ciudadana, en preparacin al ao jubilar, y celebr el Snodo diocesano, del cual qued como gema sinttica una frase: Iglesia de Roma, bscate a ti misma y encuntrate fuera de ti misma; parroquia, bscate a ti misma y encuntrate fuera de ti misma. Y Benedicto XVI prosigui en esta lnea. Cmo ser la relacin entre el Papa Francisco y los romanos? Que el Pontfice se siente ante todo Obispo de Roma lo ha dicho y lo ha demostrado ms de una vez. En cuanto a los romanos quiero contar un episodio reciente. El 23 de marzo estaba en la parroquia del Santsimo Sacramento en Tor de Schiavi, en la va Prenestina. Al final de la misa vino mucha gente a la sacrista. Me qued sorprendido por la fuerza de su peticin: Triganos al Papa!. Trat de hacerles entender que era demasiado pronto. Ante su insistencia pregunt el porqu y me respondieron: No sabemos, pero lo queremos entre nosotros. Es una necesidad que sentimos en el corazn. Esta es la dimensin de la relacin que se ha creado con el Papa. Lo mismo haba dicho a los jvenes de la institucin penal de Casal del Marmo que le preguntaban por qu haba ido. El Papa qued asombrado. Yo estaba en el automvil con l de camino a Casal del Marmo. En cuanto sali del Vaticano por la Puerta de Santa Ana ya haba una multitud extraordinaria que lo esperaba. Luego, a lo largo de todo el trayecto, dos filas de gente abran paso al vehculo. La va Trionfale estaba llena de gente que aplauda y quera ver al Papa; tanto que tuvimos que tener los cristales siempre bajos. Y l segua repitiendo: Increble, increble. No hay necesidad de tantos comentarios: Roma ya le ama. Querr el Papa una relacin ms estrecha con los sacerdotes? S, ya me lo ha pedido. Y han preparado un calendario? No hemos tenido an el tiempo para ello. Pero hemos acordado al-

A propsito de esto, el Papa Francisco en los das pasados ha pedido explcitamente tener las iglesias abiertas. Es una confirmacin de la impresin que madur escuchando las palabras del Papa Francisco en estos primeros das de pontificado. Sent un fuerte impulso a nuestro compromiso pastoral en la ciudad. Hoy, como deca Juan Pablo II, ya no es tiempo de conservacin de aquello que existe, sino que es tiempo de misin. El gran desafo es la fe, que ya no es posible presuponerla. Cada generacin necesita una nueva propuesta de la fe. Hoy, en una ciudad como Roma, que ya no tiene un centro unificador, los nicos polos de agregacin son las parroquias. Y puedo dar testimonio de la gran labor que en ellas se desarrolla. El Papa Francisco ha recomendado a los sacerdotes salir de s mismos e ir a las periferias, entendiendo con esto los sufrimientos de los ltimos, las pobrezas. Estn preparados los sacerdotes romanos? Puedo asegurar que todos los sacerdotes que trabajan en las parroquias de la dicesis estn preparados para realizar un esfuerzo ulterior de reflexin a fin de buscar caminos nuevos y sobre todo un nuevo lenguaje para llegar hasta los as llamados nativos digitales. Por lo que se refiere a las periferias, creo que puedo testimoniar una de las mayores alegras de la Iglesia de Roma, es decir, la sensibilidad caritativa. El Papa invita a salir: los sacerdotes romanos ya lo hacen porque salen al encuentro de los pobres, de los marginados. Al menos desde los tiempos de don Di Liegro [fallecido director de Critas romana. ndr] esta conciencia es fuerte en Roma. Aqu descubr la gran fuerza de Critas, no slo en Critas diocesana con sus grandes proyectos, sino que dira precisamente la fuerza de la caridad. Y es una actividad de la cual se fan tanto las instituciones pblicas como los ciudadanos en particular. Un pequeo signo de esta confianza est en la opcin de destinar justamente a Critas diocesana las monedas que los visitantes de Roma echan a la Fontana di Trevi. Las palabras de aliento de nuestro Obispo, por lo tanto, encuentran apoyo en la respuesta de los sacerdotes de su dicesis. Y el prximo septiembre el Papa Francisco se encontrar con sus sacerdotes al inicio del nuevo ao diocesano.

nmero 15, viernes 12 de abril de 2013

LOSSERVATO

Regina Caeli del 7 de abril a medioda en la plaza de San Pedro

Cul es la bienaventuranza de la fe
dieran difundir en el mundo el perdn de los pecados, ese perdn que En este domingo que concluye la slo Dios puede dar y que cost la Octava de Pascua renuevo a todos la Sangre del Hijo (cf. Jn 20, 21-23). La felicitacin pascual con las palabras Iglesia ha sido enviada por Cristo Remismas de Jess Resucitado: Paz a sucitado a trasmitir a los hombres la vosotros! (Jn 20, 19.21.26). No es un remisin de los pecados, y as hacer saludo ni una sencilla felicitacin: es crecer el Reino del amor, sembrar la un don; ms an, el don precioso que paz en los corazones, a fin de que se Cristo ofrece a sus discpulos despus afirme tambin en las relaciones, en de haber pasado a travs de la muerte las sociedades, en las instituciones. Y y los infiernos. Da la paz, como haba el Espritu de Cristo Resucitado exprometido: La paz os dejo, mi paz pulsa el temor del corazn de los os doy; no os la doy yo como la da el Apstoles y les impulsa a salir del Cemundo (Jn 14, 27). Esta paz es el nculo para llevar el Evangelio. Tenfruto de la victoria del amor de Dios gamos tambin nosotros ms valor pasobre el mal, es el fruto del perdn. Y ra testimoniar la fe en el Cristo Resucitado! No debees justamente as: la mos temer ser crisverdadera paz, la Bienaventurados aquellos tianos y vivir como paz profunda, viene Debede tener experienque, a travs de la Palabra cristianos! mos tener esta vacia de la misericorde Dios, proclamada en la lenta de ir y anundia de Dios. Hoy ciar a Cristo Resues el domingo de la Iglesia y testimoniada por citado, porque l Divina Misericorlos cristianos, creen que es nuestra paz, l dia, por voluntad ha hecho la paz del beato Juan PaJesucristo es el amor de con su amor, con blo II, que cerr los Dios encarnado, la su perdn, con su ojos a este mundo sangre, con su miprecisamente en las Misericordia encarnada sericordia. vsperas de esta celebracin. Queridos amiEl Evangelio de Juan nos refiere gos, esta tarde celebrar la Eucarista que Jess se apareci dos veces a los en la baslica de San Juan de Letrn, Apstoles, encerrados en el Cenculo: que es la Catedral del Obispo de Rola primera, la tarde misma de la Resu- ma. Roguemos juntos a la Virgen Marreccin, y en aquella ocasin no esta- ra para que nos ayude, a obispo y ba Toms, quien dijo: si no veo y no pueblo, a caminar en la fe y en la catoco, no creo. La segunda vez, ocho ridad, confiados siempre en la miseridas despus, estaba tambin Toms. cordia del Seor: l siempre nos esY Jess se dirigi precisamente a l, le pera, nos ama, nos ha perdonado con invit a mirar las heridas, a tocarlas; y su sangre y nos perdona cada vez que Toms exclam: Seor mo y Dios acudimos a l a pedir el perdn. mo! (Jn 20, 28). Entonces Jess Confiemos en su misericordia! Queridos hermanos y hermanas! Buenos das!

El Obispo de Roma toma posesin d

La paciencia es e
A la paciencia de Dios que nos ama, y quien ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no corta los puentes, sabe perdonar el Papa Francisco dedic la homila de la misa de toma de posesin de la Ctedra romana, que presidi el domingo 7 de abril en la baslica de San Juan de Letrn. Con gran alegra celebro por primera vez la Eucarista en esta Baslica Lateranense, catedral del Obispo de Roma. Saludo a todos con sumo afecto: al querido cardenal vicario, a los obispos auxiliares, al presbiterio diocesano, a los diconos, a las religiosas y religiosos y a todos los fieles laicos. Saludo asimismo al seor alcalde, a su esposa y a todas las autoridades. Caminemos juntos a la luz del Seor resucitado. Celebramos hoy el segundo domingo de Pascua, tambin llamado de la Divina Misericordia. Qu hermosa es esta realidad de fe para nuestra vida: la misericordia de Dios. Un amor tan grande, tan profundo el que Dios nos tiene, un amor que no decae, que siempre aferra nuestra mano y nos sostiene, nos levanta, nos gua. En el Evangelio de hoy, el apstol Toms experimenta precisamente la misericordia de Dios, que tiene un rostro concreto, el de Jess, el de Jess resucitado. Toms no se fa de lo que le dicen los dems Apstoles: Hemos visto al Seor; no le basta la promesa de Jess, que haba anunciado: al tercer da resucitar. Quiere ver, quiere meter su mano en la marca de los clavos y en el costado. Cul es la reaccin de Jess? La paciencia: Jess no abandona al terco Toms en su incredulidad; le da una semana de tiempo, no le cierra la puerta, espera. Y Toms reconoce su propia pobreza, la poca fe: Seor mo y Dios mo: con esta invocacin sencilla, pero llena de fe, responde a la paciencia de Jess. Se deja envolver por la misericordia divina, la ve ante s, en las heridas de las manos y de los pies, en el costado abierto, y recobra la confianza: es un hombre nuevo, ya no es incrdulo sino creyente. Y recordemos tambin a Pedro: que tres veces niega a Jess precisamente cuando deba estar ms cerca de l; y cuando toca el fondo encuentra la mirada de Jess que, con paciencia, sin palabras, le dice: Pedro, no tengas miedo de tu debilidad, confa en m; y Pedro comprende, siente la mirada de amor de Jess y llora. Qu hermosa es esta mirada de Jess cunta ternura. Hermanos y hermanas, no perdamos nunca la confianza en la paciente misericordia de Dios. Pensemos en los dos discpulos de Emas: el rostro triste, un caminar errante, sin esperanza. Pero Jess no les abandona: recorre a su lado el camino,

dijo: Porque me has visto has credo? Bienaventurados los que crean sin haber visto (v. 29). Y quines eran los que haban credo sin ver? Otros discpulos, otros hombres y mujeres de Jerusaln que, an no habiendo encontrado a Jess Resucitado, creyeron por el testimonio de los Apstoles y de las mujeres. Esta es una palabra muy importante sobre la fe; podemos llamarla la bienaventuranza de la fe. Bienaventurados los que no han visto y han credo: sta es la bienaventuranza de la fe! En todo tiempo y en todo lugar son bienaventurados aquellos que, a travs de la Palabra de Dios, proclamada en la Iglesia y testimoniada por los cristianos, creen que Jesucristo es el amor de Dios encarnado, la Misericordia encarnada. Y esto vale para cada uno de nosotros! A los Apstoles Jess dio, junto a su paz, el Espritu Santo para que pu-

Al trmino del Regina Caeli, entre sus saludos dijo el Papa: Dirijo un cordial saludo a los peregrinos que han participado en la santa misa presidida por el cardenal vicario de Roma en la iglesia de Santo Spirito in Sassia, centro de devocin a la Divina Misericordia. Queridos hermanos y hermanas, sed mensajeros y testigos de la misericordia de Dios! Me alegra tambin saludar a los numerosos miembros de movimientos y asociaciones presentes en este momento de oracin, en particular a las comunidades neocatecumenales de Roma, que inician hoy una misin especial en las plazas de la Ciudad. Invito a todos a llevar la Buena Nueva en todo ambiente de vida, con dulzura y respeto (1 P 3, 16). Id a las plazas y anunciad a Jesucristo, Nuestro Salvador.

y no slo. Con paciencia explica las Escrituras que se referan a l y se detiene a compartir con ellos la comida. ste es el estilo de Dios: no es impaciente como nosotros, que frecuentemente queremos todo y enseguida, tambin con las personas. Dios es paciente con nosotros porque nos ama, y quien ama comprende, espera, da confianza, no abandona, no corta los puentes, sabe perdonar. Recordmoslo en nuestra vida de cristianos: Dios nos espera siempre, aun cuando nos hayamos alejado. l no est nunca lejos, y si volvemos a l, est dispuesto a abrazarnos. A m me produce siempre una gran impresin releer la parbola del Padre misericordioso, me impresiona porque

ORE ROMANO

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de la Ctedra de San Juan de Letrn

el estilo de Dios
me infunde siempre una gran esperan- de sus manos y de sus pies y en la heriza. Pensad en aquel hijo menor que es- da de su costado. Tambin nosotros taba en la casa del Padre, era amado; y podemos entrar en las llagas de Jess, aun as quiere su parte de la herencia; y podemos tocarle realmente; y esto ocuse va, lo gasta todo, llega al nivel ms rre cada vez que recibimos los sacrabajo, muy lejos del Padre; y cuando ha mentos con fe. San Bernardo, en una tocado fondo, siente la nostalgia del ca- bella homila, dice: A travs de estas lor de la casa paterna y vuelve. Y el hendiduras, puedo libar miel silvestre y Padre? Haba olvidado al hijo? No, aceite de rocas de pedernal (cf. Dt 32, nunca. Est all, le ve desde lejos, le es- 13), es decir, puedo gustar y ver qu taba esperando cada da, cada momen- bueno es el Seor (Sermn 61, 4. Soto: ha estado siempre en su corazn co- bre el libro del Cantar de los cantares). mo hijo, incluso cuando le haba aban- Es precisamente en las heridas de Jess donado, incluso cuando haba dilapida- que nosotros estamos seguros, ah se do todo el patrimonio, es decir, su li- manifiesta el amor inmenso de su corazn. Toms lo habertad. El Padre, ba entendido. San con paciencia y Dios te pide slo el valor Bernardo se preamor, con esperangunta: En qu za y misericordia, de regresar a l. Su caricia puedo poner mi no haba dejado ni es de amor. Para Dios confianza? En mis un momento de pensar en l, y en no somos nmeros; aun siendo mritos? Pero mi nico mrito es la cuanto le ve, todapecadores, somos lo que ms misericordia de va lejano, corre a le importa Dios. No ser posu encuentro y le bre en mritos, abraza con ternura, mientras l no lo la ternura de Dios, sin una palabra de reproche: Ha vuel- sea en misericordia. Y, porque la miseto! Y esta es la alegra del padre. En ese ricordia del Seor es mucha, muchos abrazo al hijo est toda esta alegra: son tambin mis mritos (ibid, 5). Esto Ha vuelto! Dios siempre nos espera, es importante: la valenta de confiarme no se cansa. Jess nos muestra esta pa- a la misericordia de Jess, de confiar en ciencia misericordiosa de Dios para que su paciencia, de refugiarme siempre en recobremos la confianza, la esperanza, las heridas de su amor. San Bernardo siempre. Un gran telogo alemn, Ro- llega a afirmar: Y, aunque tengo conmano Guardini, deca que Dios respon- ciencia de mis muchos pecados, si crede a nuestra debilidad con su paciencia ci el pecado, ms desbordante fue la y ste es el motivo de nuestra confian- gracia (Rm 5, 20) (ibid.). Tal vez alguza, de nuestra esperanza (cf. Glauben- no de nosotros puede pensar: mi pecaserkenntnis, Wrzburg 1949, p. 28). Es do es tan grande, mi lejana de Dios es como un dilogo entre nuestra debili- como la del hijo menor de la parbola, dad y la paciencia de Dios, es un dilo- mi incredulidad es como la de Toms; go que si lo hacemos, nos da esperanza. no tengo el valor para volver, para penQuisiera subrayar otro elemento: la sar que Dios pueda acogerme y que me paciencia de Dios debe encontrar en est esperando precisamente a m. Pero nosotros la valenta de volver a l, sea Dios te espera precisamente a ti, te picual sea el error, sea cual sea el pecado de slo el valor de regresar a l. Cunque exista en nuestra vida. Jess invita tas veces en mi ministerio pastoral me a Toms a meter la mano en las llagas han repetido: Padre, tengo muchos pecados; y la invitacin que he hecho siempre es: No temas, ve con l, te est esperando, l har todo. Cuntas propuestas mundanas sentimos a nuestro alrededor. Dejmonos sin embargo aferrar por la propuesta de Dios, la suya es una caricia de amor. Para Dios no somos nmeros, somos importantes, es ms, somos lo ms importante que tiene; aun siendo pecadores, somos lo que ms le importa. Adn despus del pecado sinti vergenza, se ve desnudo, siente el peso de lo que ha hecho; y sin embargo Dios no le abandona: aunque en ese momento, con el pecado, inicia nuestro exilio desde Dios, hay ya una promesa de regreso, la posibilidad de volver a l. Dios pregunta enseguida: Adn, dnde ests?, le busca. Jess qued desnudo por nosotros, carg con la vergenza de Adn, con la desnudez de su pecado para lavar nuestro pecado: por sus llagas hemos sido sanados. Acordaos de lo de san Pablo: De qu me puedo enorgullecer sino de mis debilidades, de mi pobreza? Precisamente sintiendo mi pecado, mirando mi pecado, yo puedo ver y encontrar la misericordia de Dios, su amor, e ir hacia l para recibir su perdn. En mi vida personal he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto tambin en muchas personas la valenta de entrar en las llagas de Jess, dicindole: Seor estoy aqu, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lvalo con tu sangre. Y he visto siempre que Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado, lavado, amado. cesito. No os olvidis de esto. Gracias a todos vosotros! Y sigamos adelante todos juntos, el pueblo y el Obispo, todos juntos; adelante siempre con la alegra de la Resurreccin de Jess; l siempre est a nuestro lado. Que el Seor os bendiga. Despus de la bendicin, el Papa concluy: Muchas gracias! Hasta pronto!

El pueblo y el obispo juntos


VIENE DE LA PGINA 1

Queridos hermanos y hermanas, dejmonos envolver por la misericordia de Dios; confiemos en su paciencia que siempre nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a su casa, de habitar en las heridas de su amor dejando que l nos ame, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos su ternura, tan hermosa, sentiremos su abrazo y seremos tambin nosotros ms capaces de misericordia, de paciencia, de perdn y de amor. Al final de la misa el Pontfice se asom al balcn de las bendiciones de la baslica de San Juan de Letrn y salud a los fieles en la plaza con estas palabras: Hermanos y hermanas, buenas tardes! Os doy las gracias por vuestra compaa en la misa de hoy. Muchas gracias! Os pido que recis por m, lo ne-

La mirada de misericordiosa ternura (miserando) que es precisamente de Jess muestra esta paciencia de Dios que segn una intuicin antigua expresada modernamente por Romano Guardini y recordada por el Pontfice responde a la debilidad humana. As hace el padre misericordioso que espera al hijo; as Cristo resucitado deja una semana de tiempo al apstol Toms para que cambie de su incredulidad, justamente como haba esperado las lgrimas de Pedro y su triple respuesta que compensa la triple negacin. Es por lo tanto una espera, pero al mismo tiempo una llamada (atque eligendo), la paciencia del Padre que espera el regreso del hijo. Cuntas propuestas mundanas sentimos a nuestro alrededor, constat el Papa Francisco, invitando con dulzura a dejarse aferrar por la propuesta de Dios, porque la suya es una caricia de amor. Amor expresado por la vida y por el sacrificio de Jess, y por lo tanto por sus llagas, invocadas en el ritmo medieval Anima Christi que se repite varias veces en los Ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola y que se ha difundido nuevamente gracias a una bellsima meloda de Taiz. De manera vvida, el Obispo de Roma ha hecho memoria de la experiencia personal para recordar a su pueblo la valenta de entrar en las llagas de Cristo. As, encontrando su misericordia en los sacramentos, sentiremos su abrazo y seremos tambin nosotros ms capaces de misericordia. (Giovanni Maria Vian)

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LOSSERVATORE ROMANO El Pontfice recibe al secretario general de la


ONU,

viernes 12 de abril de 2013, nmero 15

Ban Ki-moon

Santa Sede y Naciones Unidas juntas para la paz y el bien comn


El martes 9 de abril, por la maana, el Santo Padre Francisco recibi al secretario general de la Organizacin de las Naciones Unidas, su excelencia el seor Ban Ki-moon, quien sucesivamente mantuvo un encuentro con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, que estaba acompaado por monseor Antoine Camilleri, subsecretario para las Relaciones con los Estados. El encuentro, que se sita en la tradicin de las audiencias que conceden los Pontfices a los distintos secretarios generales de las Naciones Unidas que se suceden en el tiempo, quiere expresar el aprecio que la Santa Sede nutre en el papel central de la Organizacin en la preservacin de la paz en el mundo, en la promocin del bien comn de la humanidad y en la defensa de los derechos fundamentales del hombre. En los cordiales coloquios se trat de temas de inters recproco, en particular de las situaciones de conflicto y de grave emergencia humanitaria, sobre todo la de Siria, y otras, como la de la pennsula coreana y la del continente africano, donde la paz y la estabilidad estn amenazadas. Se aludi al problema de la trata de personas, en particular de mujeres, y al de los refugiados y emigrantes. El secretario general de la ONU, que recientemente ha iniciado el segundo mandato en el cargo, expuso su programa para el quinquenio, centrado, entre otras cosas, en la prevencin de conflictos, la solidaridad internacional y el desarrollo econmico equitativo y sostenible. El Papa Francisco record tambin la contribucin de la Iglesia catlica, a partir de su identidad y con los medios que le son propios, a favor de la dignidad humana integral y para la promocin de una cultura del encuentro que concurra en los ms altos fines institucionales de la O rganizacin. Durante la audiencia, como refiri el padre Federico Lombardi director de la Oficina de informacin de la Santa Sede, el secretario general invit al Pontfice a hablar en la asamblea general de la ONU, en Nueva York. A su llegada Ban Ki-moon fue recibido, en el Patio de San Dmaso, por un piquete de alabarderos de la Guardia Suiza. Despus, acompaado del prefecto de la Casa Pontifica, el arzobispo Georg Gnswein, subi al segundo piso. El Papa Francisco le sali al encuentro en la sala del Trono. Vengo en nombre de las Naciones Unidas y le felicito por el inicio de su mandato, dijo en ingls el secretario general, que estaba acompaado por un squito de doce personas, entre estas quien ostenta la responsabilidad del plan para el desarme. Y aadi que consideraba un gran honor poder encontrar al Papa, descrito como uno de los lderes espirituales del mundo. En la Biblioteca privada Ban Kimoon subray despus que Santa Sede y ONU tienen ideas y objetivos comunes. El Papa Bergoglio respondi que tambin l estaba contento de la visita. A ello sigui el coloquio privado, de unos veinte minutos, en presencia de un oficial de la Secretara de Estado como intrprete. Al trmino, tuvo lugar el tradicional intercambio de obsequios: el secretario general regal un libro, de cubierta azul con el emblema de la ONU en oro, con la Carta de las Naciones Unidas en seis idiomas (ingls, francs, ruso, espaol, chino y rabe). El Santo Padre correspondi con un cuadro-mosaico de Roma y distribuy personalmente rosarios al resto de los presentes. Sucesivamente el secretario general tuvo un encuentro con algunos periodistas, y declar informa Radio Vaticana que la eleccin del nombre del Pontfice unido a san Francisco de Ass es un mensaje poderoso. El Papa recalca en voz alta su compromiso por los pobres. Ha sido un encuentro edificador y lleno de esperanza porque el Papa Francisco es un hombre de paz y de accin.

Entrevista al obispo secretario del Consejo pontificio para la familia

Cuando el matrimonio reune credos distintos


En el actual mundo globalizado aumentan continuamente los matrimonios interconfesionales e interreligiosos. Sobre el tema y sobre las consecuencias de las nupcias entre un hombre y una mujer de diferentes credos reflexiona el obispo Jean Laffitte, secretario del Consejo pontificio Cul es la doctrina catlica sobre los matrimonios mixtos e interconfesionales? La expresin matrimonio mixto se aplica slo al matrimonio entre cristianos de distintas confesiones catlicos con ortodoxos o protestantes, es decir, entre bautizados; el matrimonio entre personas de diversa fe se llama matrimonio con disparidad de culto. Para los matrimonios mixtos es necesaria una dispensa eclesistica. Son frecuentes, en muchos pases, tambin europeos. En Alemania, por ejemplo, las familias formadas por catlicos y luteranos son la mitad de la poblacin. Estas uniones no presentan especiales dificultades, porque ambos siguen a Cristo. Sin embargo, no es indiferente amar a alguien que no comparte la misma confesin religiosa; puede tener consecuencias en la participacin activa en la vida de la fe y, por lo tanto, el cristiano que quiera participar activamente debe plantearse si el cnyuge no pondr obstculos a ello. La fe catlica une el matrimonio a un misterio ms grande, de unin entre Cristo esposo e Iglesia esposa. Para los catlicos, el matrimonio es un sacramento, el sptimo, por lo que no es slo un signo de la voluntad de unin entre los cnyuges, sino el signo eficaz de la unin de Cristo con la Iglesia y del bautizado con Cristo. El matrimonio, para la Iglesia catlica, no es slo la unin entre un hombre y una mujer, sino un misterio eclesial. Cuando se desposa a alguien de fe diversa es necesario considerar antes las siguientes cuestiones: para la para la familia, en una entrevista difundida en la web del dicasterio www.familia.va. Esta profundizacin es consecutiva a la publicacin de la investigacin Los matrimonios mixtos en Lbano. Realidades y desafos, de la Asamblea de los patriarcas y de los obispos catlicos del pas. que se da el fenmeno, o por instituciones acadmicas (como el Instituto Pontificio de estudios sobre Matrimonio y Familia Juan Pablo II). Estn muy difundidos en Europa, frica, Medio Oriente y en algunos pases de Asia, como Indonesia, Malasia y la India, los matrimonios entre creyentes de religiones monotestas, sobre todo entre catlicos y musulmanes. Se necesita una dispensa expresa de impedimento para que el matrimonio sea vlido. Para que sea concedida, debe existir un acuerdo entre las partes sobre los fines y propiedades esenciales del matrimonio. La parte catlica debe hacer saber a la otra su compromiso a mantener y vivir la propia fe, bautizar a los hijos y educarlos en la Iglesia. Por lo tanto, se ve desde el principio la dificultad de las uniones islamo-cristianas. La tradicin islmica exige que los hijos de los musulmanes sean educados en la religin del padre musulmn. En algunos pases, en los que rige la ley islmica, el matrimonio entre cristianos y musulmanes est prohibido. Hay experiencias positivas de matrimonios islamo-cristianos en algunos pases en los que se ha dado una larga cohabitacin de las dos religiones, como Lbano. Sin embargo, los problemas surgen con el tiempo, despus de aos de vida conyugal, como conflictos basados en la educacin de los hijos, el concepto de mujer o simplemente la diferencia de fervor religioso de los dos cnyuges

prctica del culto, cules sern los modos familiares de vivir la fe cristiana, por ejemplo, a travs de la oracin comn; la confesin en la que sern bautizados y educados los hijos, lo cual es muy importante y no puede dejar de ser aclarado antes de la boda. Para tener la autorizacin para el matrimonio por parte de la autoridad eclesistica es necesario el compromiso de los cnyuges a bautizar y educar a sus hijos como catlicos. Existe, adems, otro problema ligado a la concepcin del matrimonio como sacramento slo para los catlicos y no para los protestantes. Estos ltimos no creen en la indisolubilidad del matrimonio, precisamente porque no creen que sea un misterio de unin de los esposos con Cristo, y por lo tanto admiten el divorcio y las segundas nupcias. Para los catlicos, en cambio, en el matrimonio Cristo realiza una alianza con los esposos que es de naturaleza irrevocable y que dura hasta la muerte de uno de los cnyuges. Son cuestiones importantes que requieren una explicacin clara. Cul es la situacin cuando los esposos tienen disparidad de culto? Hablamos aqu de las uniones entre un cnyuge cristiano y un no cristiano. Es imposible analizar con detalle los problemas especficos relativos a la uniones, por ejemplo, con un hinduista, un budista, un sintosta. Son muchsimos y, con frecuencia, insuperables, explicados en estudios elaborados por las Conferencias Episcopales de pases en los

hacia la propia fe. He conocido familias con disparidad de culto aparentemente serenas, en las cuales, sin embargo, la parte practicante era musulmana. El riesgo para los catlicos pues est entonces en que prevalezca la indiferencia religiosa, en que el cnyuge cristiano se contente con respetar al musulmn, renunciando a dar testimonio visible de su propia fe en Jesucristo. Los obispos de Oriente Medio han elaborado un documento comn para la pastoral de los matrimonios mixtos y con disparidad de culto. Una novedad que concierne a un fenmeno social al alza? El documento Los matrimonios mixtos en Lbano. Realidades y desafos presenta una sntesis interesante, no slo desde la perspectiva catlica, con atencin a la condicin concreta de las parejas de diferentes confesiones en la presentacin analtica de una cuidadosa investigacin sociolgica y pastoral, referida a Lbano y a otros pases de Oriente Medio. En esta realidad, el juicio es positivo cuando se dan las condiciones de una vida familiar respetuosa de los valores y fines del matrimonio y de una fe comn en Dios que ayuda a los esposos a tejer juntos una autntica comunin de vida y amor.

nmero 15, viernes 12 de abril de 2013

LOSSERVATORE ROMANO Cmo transmite el Papa Francisco su mensaje

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El jubileo del 450 aniversario del convento carmelita de San Jos de vila

Y Teresa emprendi la nueva evangelizacin


JESS GARCA BURILLO* s un pequeo convento, pero foco de gran evangelizacin, tambin nueva. Gracias a l tuvo lugar en el Carmelo la Reforma que se dio en las rdenes religiosas y en toda la Iglesia durante el siglo XVI, por imperativo del Concilio de Trento. El 24 de agosto celebrbamos en vila (Espaa) el 450 aniversario de la fundacin del Convento de San Jos (1562-2012), la primera de santa Teresa de Jess. Y hasta el prximo 12 de mayo, la Penitenciara Apostlica ha concedido un Ao Jubilar. La importancia del momento se recoge en el mensaje que escribi Benedicto XVI para el aniversario: Resplendens stella. Una estrella que diese de s gran resplandor (L'Osservatore Romano, edicin en lengua espaola, 22 de julio de 2012). La celebracin de los aniversarios en la Iglesia no consiste en recordar un pasado glorioso que se aora con nostalgia, sino que es un tiempo para renovar la fe, la vida de gracia, el vivir cristiano, particularmente en el Ao de la fe. Por ello celebrar estos 450 aos es de plena actualidad para la Iglesia. El gran protagonista de la fundacin de San Jos es el Seor, que manifest su inters para que la santa hiciera esta casa: Habiendo un da comulgado escribi Teresa, mandme mucho Su Majestad lo procurase con todas mis fuerzas, hacindome grandes promesas de que no se dejara de hacer el monasterio, y que se servira mucho en l, y que se llamase San Jos, y que a la una puerta nos guardara l (san Jos) y nuestra Seora la otra, y que Cristo andara con nosotras, y que sera una estrella que diese de s gran resplandor. Y el deseo del Seor no puede pasar de moda. Si la Reforma que inicia con la fundacin del convento es uno de los mayores acontecimientos de la historia de la Iglesia en el siglo XVI , hoy, en el siglo XXI, es para nosotros buena noticia en un tiempo en que la Iglesia entera promueve la nueva evangelizacin. De hecho, la madre Teresa hizo una proclama valiente y ardorosa de la divina palabra con el testimonio de su vida, con sus escritos y con la fundacin del Carmelo de San Jos y de otros diecisiete ms que bien pudo llamarse nueva evangelizacin. Y sta afronta hoy ambientes hoscos para la fe y para la vida cristiana semejantes a los que Teresa encontr. Adems de que las motivaciones que impulsaron a Teresa en su tiempo no fueron muy distintas a las actuales: un decaimiento del clero y de las rdenes religiosas, una gran crisis de fe. El Espritu empuj a la carmelita hacia una vida de oracin, de mayor austeridad y pobreza; de mayor El xtasis de santa Teresa fervor, una vida o la transverberacin ms fraterna y de mayor gozo; en definitiva, a una ms honda espiritualidad y a la edificacin de la Iglesia. Esta es la invitacin a una renovacin eclesial en el momento presente. Esto es lo que se nos propone como nueva evangelizacin. Teresa fue un modelo de evangelizadora. Ante el olvido de Dios, la Santa Doctora alienta comunidades orantes, que arropen con su fervor a los que proclaman por doquier el Nombre de Cristo escribi Benedicto XVI en su mensaje, que supliquen por las necesidades de la Iglesia, que lleven al corazn del Salvador el clamor de todos los pueblos. Porque tambin hoy es preciso que la plegaria confiada sea el alma del apostolado, para que resuene con meridiana claridad y pujante dinamismo el mensaje redentor de Jesucristo.

Ms que simple comunicacin


El ltimo nmero de la revista La Civilt Cattolica [013 II 75-83; 3907 (6 de abril de 2013)] publica, en italiano, un artculo de su director, sacerdote jesuita, acerca de Los primeros actos del Papa Francisco Una lectura teolgica. Ofrecemos la traduccin de la primera parte Un mensaje para todos. ANTONIO SPADARO Santa Sede. El mensaje del Evangelio, por lo tanto, est llamado a cruzar tambin los confines de quienes ms conscientemente se sienten partcipes de la vida de la Iglesia: se refiere a todos. Esta apertura radical se funda en una actitud que el Papa reconoci presente en los profesionales de los medios de comunicacin: tenis la capacidad de recoger y expresar las expectativas y exigencias de nuestro tiempo, de ofrecer los elementos para una lectura de la realidad. Lo que el Papa reconoce a los periodistas es en realidad parte de su propia espiritualidad. El misionero no est llamado solamente a anunciar el Evangelio, sino tambin, antes an, a reconocer las esperanzas profundas que el hombre experimenta y a leerlas a la luz de la fe. El Papa Francisco se muestra con-

*Obispo de vila

l Papa Francisco ha impresionado enseguida por su estilo de relacin y, con mayor precisin, por el modo de comunicar con quien tiene ante s. En el momento de su eleccin se dirigi a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro con el saludo: Hermanos y hermanas, buenas tardes!. As, en la conclusin, se despidi diciendo: Buenas noches y que descansis!; al final de su primer ngelus: Feliz domingo y buen almuerzo!. El saludo de sabor ordinario, laico, se podra decir, ha revelado inmediatamente que para este Papa la relacin es fundamental: el anuncio se realiza en las relaciones. No existe contenido o mensaje que pueda ser comunicado si no existe una relacin humana en la base. Si hay algo que la obstaculiza, hay que despejarlo. Para el Papa esto significa tambin gestionar de manera muy personal el comportamiento, el espacio y las distancias dentro de la comunicacin, coEn San Juan de Letrn, en la toma de posesin mo hemos descubierto sucesivade la Ctedra romana el 7 de abril mente. El Papa ama los gestos que significan aproximacin a distancia personal y por lo tanto cercana, in- vencido de que la vida espiritual de las persocluso los abrazos clidos que indican empata nas no est muerta, sino que a veces sale del y participacin. El Papa Francisco, ms que mundo de la confesin religiosa. Las grandes comunicar, crea eventos comunicativos en preguntas hoy siguen siendo fcilmente recolos cuales, quien recibe su mensaje, toma parte nocibles, pero es necesario que alguien las enactivamente. Cuando el Papa se asom por tienda y las lea bien. Es necesario en particuprimera vez al balcn de las bendiciones, fue lar, como dijo el Papa, que se preste atencin a como si fotografiara con palabras la escena verdad, bondad, belleza. As que el Papa picon una instantnea diciendo: Y ahora co- de un atento discernimiento espiritual para menzamos este camino: obispo y pueblo. Y buscar y encontrar a Dios en todas las copara dar cuerpo a este nosotros, pidi al sas, como escriba Ignacio de Loyola. pueblo que rogara al Seor por l all, en ese El discernimiento espiritual evanglico busca momento. Y as solicit el silencio en el que reconocer la presencia del Espritu en la realitodos, obispo y pueblo, participaron: un nico dad humana y cultural, la semilla ya plantada evento comunicativo de profundo alcance sim- de su presencia en los acontecimientos, en las blico y espiritual. sensibilidades, en los deseos, en las tensiones Este estilo es rico en contenido y ofrece una profundas de los corazones y de los contextos imagen de Iglesia, pero es tambin la figura de sociales, culturales y espirituales. La creativiuna misionariedad radical, inclusiva, capaz de dad del Espritu acta por doquier, en todas abrirse en un abrazo que pueda contener a tolas dimensiones del crecimiento del mundo, en dos. Tal vez resulta ejemplar el hecho de que la diversidad de sus culturas y en la variedad al final de su encuentro con los profesionales de sus experiencias espirituales. El Papa Frande los medios de comunicacin el Papa imparcisco fue formado en esto teniendo ante s a fitiera su bendicin en silencio. Por lo tanto la imparti. Pero silenciosamente, porque: mu- guras como Francisco Javier y Matteo Ricci. chos de ustedes no pertenecen a la Iglesia ca- Tarea de la Iglesia, por lo tanto, es responda tlica, otros no son creyentes. Se trata de un el entonces cardenal Bergoglio en una entrevisgesto singular realizado respetando la con- ta [a Andrea Tornielli] evitar la enfermedad ciencia de cada uno, pero sabiendo que cada espiritual de la Iglesia autorreferencial: cuando uno de ustedes es hijo de Dios. El poder de se vuelve as, la Iglesia se enferma. Es verdad esta bendicin silenciosa traspas incluso las que saliendo a la calle, como sucede a cualbarreras de los corazones, llegando a tocar a quier hombre y mujer, puede haber accidentes. cualquier persona, justamente gracias a la crea- Pero si la Iglesia se queda cerrada en s misma, cin de un evento comunicativo que no dej autorreferencial, envejece. Y entre una Iglesia fuera a nadie. Slo tom nota de la pluralidad accidentada que sale a la calle y una Iglesia de las presencias, cumpliendo en cualquier ca- enferma de autorreferencialidad, no tengo duso con su misin que recuerda el nombre de das de preferir la primera. He aqu que es fcil identificar un primer, Dios del que cada uno (que dice ms que grande, desafo del pontificado del Papa Frantodos) es hijo. El Papa Francisco contempla de especial cisco: la transmisin de la fe en un mundo modo a quienes, aun sin compartir nuestra fe complejo, considerando lo que san Ignacio de como dijo durante la audiencia al Colegio Loyola llamaba un presupponendum abierto y cardenalicio en la Sala Clementina, miran positivo acerca de las actitudes, las palabras, la con respeto y admiracin a la Iglesia y a la bsqueda sincera de los dems.

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LOSSERVATORE ROMANO

viernes 12 de abril de 2013, nmero 15

En la audiencia general del 10 de abril el Pontfice habla del sentido de la Resurreccin en la vida del cristiano

Y podemos llamar a Dios pap


Queridos hermanos y hermanas, buenos das! En la catequesis pasada nos detuvimos en el acontecimiento de la Resurreccin de Jess, donde las mujeres tuvieron un papel especial. Hoy quisiera reflexionar sobre su alcance salvfico. Qu significa la Resurreccin para nuestra vida? Y, por qu sin ella es vana nuestra fe? Nuestra fe se funda en la muerte y resurreccin de Cristo, igual que una casa se asienta sobre los cimientos: si ceden, se derrumba toda la casa. En la cruz, Jess se ofreci a s mismo cargando sobre s nuestros pecados y bajando al abismo de la muerte, y en la Resurreccin los vence, los elimina y nos abre el camino para renacer a una vida nueva. San Pedro lo expresa sintticamente al inicio de su Primera Carta, como hemos escuchado: Bendito sea Dios, Padre de nuestro Seor, Jesucristo, que, por su gran misericordia, mediante la resurreccin de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado para una esperanza viva; para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible (1, 3-4). El Apstol nos dice que, con la resurreccin de Jess, acontece algo absolutamente nuevo: somos liberados de la esclavitud del pecado y nos convertimos en hijos de Dios, es decir, somos generados a una vida nueva. Cundo se realiza esto por nosotros? En el Sacramento del Bautismo. Antiguamente, el Bautismo se reciba normalmente por inmersin. Quien iba a ser bautizado bajaba a la gran pila del Baptisterio, dejando sus vestidos, y el obispo o el presbtero derramaba tres veces el agua sobre la cabeza, bautizndole en el nombre del Padre, del Hijo y del Espritu Santo. Luego, el bautizado

Al ftbol desde nio


Estamos orgullosos de tener a un socio e hincha como el Papa Francisco. Fue visible la emocin de Matas Lammens, presidente del Club Atltico San Lorenzo de Almagro, el equipo de ftbol que sigue el Pontfice. Estuvo en primera fila en la audiencia general del 10 de abril, en la plaza de San Pedro. El vnculo entre Bergoglio y el San Lorenzo se remonta a cuando el pequeo Jorge Mario, acompaado de su padre, acuda al estadio a ver los partidos. Siendo arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio dej de ir al estadio, pero no perdi el contacto con el ahora llamado club del Papa, cuya sede visit varias veces, la ltima en 2011, cuando nos recuerda su presidente vino a inaugurar nuestra capilla y celebr la misa. Hoy con este encuentro queremos agradecerle su atencin con nosotros; y le invitamos a volver a nuestra sede, que conoce bien, y a asistir a un partido en el estadio. El Papa explica Lammens ha situado a nuestro equipo en el centro de atencin del mundo. Recibimos cientos de llamadas

realizan. Nuestra espesala de la pila y se poAl final de la audiencia el llamamiento del Pontfice ranza de cristianos es na la vestidura nueva, fuerte, segura, slida blanca: es decir, naca a en esta tierra, donde una vida nueva, sumerDios nos ha llamado a gindose en la muerte y caminar, y est abierta resurreccin de Cristo. He tenido noticia del fuerte terremoto que ha golpeado el a la eternidad, porque Se converta en hijo de sur de Irn y que ha causado muertos, numerosos heridos y est fundada en Dios, Dios. San Pablo en la graves daos. Rezo por las vctimas y expreso mi cercana a Carta a los Romanos esque es siempre fiel. No las poblaciones afectadas por esta calamidad. Recemos por cribe: vosotros habis debemos olvidar: Dios todos estos hermanos y hermanas de Irn. recibido un espritu de es siempre fiel; Dios es hijos de Dios, en el que siempre fiel con nosoSin embargo, esta relacin filial tros. Que haber resucitado con Crisclamamos: Abba, Padre! (Rm 8, 15). Es precisamente el Espritu que con Dios no es como un tesoro que to mediante el Bautismo, con el don hemos recibido en el Bautismo que conservamos en un rincn de nues- de la fe, para una herencia que no se nos ensea, nos impulsa, a decir a tra vida, sino que debe crecer, debe corrompe, nos lleve a buscar mayorDios: Padre, o mejor, Abba! ser alimentada cada da con la escu- mente las cosas de Dios, a pensar que significa pap. As es nuestro cha de la Palabra de Dios, la ora- ms en l, a orarle ms. Ser cristiaDios: es un pap para nosotros. El cin, la participacin en los Sacra- nos no se reduce a seguir los mandaEspritu Santo realiza en nosotros mentos, especialmente la Penitencia mientos, sino que quiere decir ser en esta nueva condicin de hijos de y la Eucarista, y la caridad. Noso- Cristo, pensar como l, actuar como Dios. Este es el ms grande don que tros podemos vivir como hijos. Y es- l, amar como l; es dejar que l recibimos del Misterio pascual de ta es nuestra dignidad nosotros te- tome posesin de nuestra vida y la Jess. Y Dios nos trata como a nemos la dignidad de hijos, com- cambie, la transforme, la libere de hijos, nos comprende, nos perdona, portarnos como verdaderos hijos. las tinieblas del mal y del pecado. nos abraza, nos ama incluso cuando Esto quiere decir que cada da debeQueridos hermanos y hermanas, a nos equivocamos. Ya en el Antiguo mos dejar que Cristo nos transforme quien nos pida razn de la esperany nos haga como l; quiere decir Testamento, el profeta Isaas afirmaba que si una madre se olvidara del tratar de vivir como cristianos, tratar za que est en nosotros (cf. 1 P 3, hijo, Dios no se olvida nunca de no- de seguirle, incluso si vemos nues- 15), indiquemos al Cristo resucitado. sotros, en ningn momento (cf. 49, tras limitaciones y nuestras debilida- Indiqumoslo con el anuncio de la des. La tentacin de dejar a Dios a Palabra, pero sobre todo con nuestra 15). Y esto es hermoso! un lado para ponernos a nosotros vida de resucitados. Mostremos la mismos en el centro est siempre a alegra de ser hijos de Dios, la liberla puerta, y la experiencia del peca- tad que nos da el vivir en Cristo, do hiere nuestra vida cristiana, nues- que es la verdadera libertad, la que tro ser hijos de Dios. Por esto debe- nos salva de la esclavitud del mal, mos tener la valenta de la fe y no del pecado, de la muerte. Miremos a telefnicas de todas partes, incluso dejarnos guiar por la mentalidad la Patria celestial: tendremos una de los lugares ms inslitos. que nos dice: Dios no sirve, no es nueva luz tambin en nuestro comLos dirigentes regalaron al Santo importante para ti, y as sucesiva- promiso y en nuestras fatigas cotiPadre una camiseta, un libro con la mente. Es precisamente lo contrario: dianas. Es un valioso servicio que historia del equipo y una estola, slo comportndonos como hijos de debemos dar a este mundo nuestro, copia de la que vesta el salesiano Dios, sin desalentarnos por nuestras que a menudo no logra ya elevar la fundador del club, Lorenzo cadas, por nuestros pecados, sin- mirada hacia lo alto, no logra ya eleBartolom Martn Massa, a quien tindonos amados por l, nuestra vi- var la mirada hacia Dios. da ser nueva, animada por la sereel Papa admiraba mucho. nidad y por la alegra. A continuacin, el Santo Padre hizo un Dios es nuestra fuerza! llamamiento por la poblacin iran y Dios es nuestra espepronunci en italiano los saludos a los ranza! distintos grupos lingsticos presentes en Queridos hermanos y la plaza de San Pedro, a excepcin del hermanas, debemos te- que pronunci en su lengua materna: ner nosotros, en primer lugar, bien firme esta Saludo cordialmente a los peregriesperanza y debemos nos de lengua espaola, provenienser de ella un signo vi- tes de Espaa, Argentina, Mxico y sible, claro, luminoso los dems pases latinoamericanos. para todos. El Seor re- En particular, al grupo de las dicesucitado es la esperanza sis de Galicia, con sus Obispos, as que nunca decae, que como a los sacerdotes del curso de no defrauda (cf. Rm 5, actualizacin del Pontificio Colegio 5). La esperanza no de- Espaol, y al grupo del Club Atltifrauda. La esperanza co San Lorenzo de Almagro, de del Seor! Cuntas ve- Buenos Aires: esto es muy importances en nuestra vida las te. Invito a todos a dar testimonio esperanzas se desvane- del gozo de ser hijos de Dios, de la cen, cuntas veces las libertad que da el vivir en Cristo, expectativas que lleva- que es la verdadera libertad. Muchas mos en el corazn no se gracias.

Junto a los damnificados iranes

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