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Por qu los replicantes coleccionan fotografas?

El presente ensayo forma parte de otro ms extenso que en su momento realic como estudiante de Bellas Artes. El texto completo trataba sobre los distintos niveles de "realidad" que se pueden encontrar en el arte, es decir, en la representacin del mundo real, y que iran desde la fiel imitacin de lo visible (la pintura figurativa), hasta la autonoma que puede adquirir la obra de arte como fragmento de realidad por s misma (la pintura abstracta). El texto es mucho ms extenso, y en principio se podra pensar que no est relacionado con Blade Runner, sin embargo, hemos de considerar que la Fotografa, en el momento de su aparicin hacia 1830, lleg a desbancar a la pintura como medio para crear un "inventario" del mundo visible, ya que la fidelidad de la imagen fotogrfica es muy superior a la que se pueda crear con la ms fiel pintura figurativa. Jos Ramn Cumplido Muoz. 20 de mayo de 2001.

Deckard se pregunta acerca del motivo que lleva a los replicantes a coleccionar fotografas. Los replicantes no
poseen recuerdos de forma natural y para substituirlos se ven obligados a recurrir a un sucedneo de memoria: coleccionar y recopilar fotografas aunque stas pertenezcan a desconocidos. La verdadera pregunta que nos deberamos hacer trata acerca de lo que nos mueve a nosotros, los seres humanos, a coleccionar fotografas de idntica manera, ya que s est presente en nuestra naturaleza el poseer recuerdos. El motivo que nos lleva a coleccionar fotografas es el de confirmar, certificar ante los dems y ante nosotros, que estuvimos all. Philippe Dubois, en su libro El acto fotogrfico (Paids, Buenos Aires, 1994), incluye el siguiente relato: "A la edad de 5 aos [...] me encontr en un da de junio embarcado en uno de esos rituales juegos de playa. El concurso se trataba era una trivial carrera a pie sobre el muelle [...] Sucede que ese da, por azar, me encontr bastante separado del grueso de los corredores cuando faltaban 25 m para la llegada. Cuando ya tena prcticamente ganada la carrera, veo a mi propio padre que apunta en mi direccin su aparato de fotos para fijar la hazaa para la posteridad. A la vista del aparato, ante la idea sin duda de estar preso en la pelcula, me detengo en seco y miro a mi padre que me fija. Recobrado de su sorpresa pero hecha la foto en vano mi padre me alienta y me grita para que contine. Nada que hacer, quedo all inmvil ante los gritos, completamente paralizado la foto est justamente all para mostrarlo. El resto de participantes del concurso, que haban quedado atrs, terminaron desfilando a mis espaldas. Ni siquiera llegu a cruzar la lnea de llegada". Imaginemos por un momento que carecemos de recuerdos de aquellos sucesos mediante los que percibimos una continuidad en nuestro pasado. El filsofo Henri Bergson aseveraba que sin recuerdos no poseeramos una autntica personalidad, pues "qu somos nosotros? qu es nuestro carcter sino la condensacin de la historia que hemos vivido desde nuestro nacimiento, antes de nuestro nacimiento incluso, dado que llevamos con nosotros disposiciones prenatales? Sin duda no pensamos ms que con una pequea parte de nuestro pasado; pero es con nuestro pasado todo entero, incluida nuestra curvatura de alma original, como deseamos, queremos, actuamos..." (Henri Bergson: Memoria y vida, Editorial Altaya, Barcelona 1997, p. 48.). Si careciramos de recuerdos no seramos sino entes vacos, simples espacios por ocupar. Los recuerdos se

encuentran ntimamente ligados a los sentimientos y las vivencias y como estos a la temporalidad. Al transcurrir las vivencias durante el tiempo, su permanencia como recuerdos conforma nuestro Yo. As, los recuerdos pasan a convertirse en una suerte de "certificado" de nuestra existencia, conforman nuestra persona, nuestro ser, deseamos que perduren y tememos que con nuestra muerte desaparezcan y se pierdan. Cuando consultamos una fotografa nuestros recuerdos guardados en una poco fiable e inmaterial memoria se rinden ante la evidencia material que se nos presenta en el papel y nuestros recuerdos pasan a quedar fijados en un soporte material. Tras haber consultado una y otra vez las fotografas, y ante el mayor peso que ofrece la materialidad, acabaremos por desechar en nuestra memoria los dbiles recuerdos carentes de fisicidad. Las slidas fotografas pasarn a sustituir a nuestra memoria y nuestra vida pasar a ser certificada mediante las fotografas reunidas que pasarn a convertirse en un documento de nuestra existencia, aquel sucedneo de memoria que buscaban los replicantes. La fotografa, cohabitando con la realidad, acta de manera contradictoria ya que fotografiar un objeto o una persona garantiza que ser preservado en el tiempo, pero al mismo tiempo que preserva el momento presente lo relega al pasado: nuestra memoria queda anestesiada y nuestra identidad en entredicho ante la evidencia material de las fotografas. Del deseo de conservar los recuerdos surge en todas las culturas: la creencia en una vida ms all de la muerte, una vida que permita seguir existiendo a nuestra alma hecha de recuerdos ya que "...la inmortalidad del alma es algo espiritual, algo social. El que se hace un alma, el que deja una obra, vive en ella y con ella en los dems hombres, en la humanidad, tanto cuanto sta viva... (Miguel de Unamuno: La agona del cristianismo, Alianza Editorial, Madrid 1996, p.40). Los replicantes, seres vivos creados en el laboratorio "virtualmente idnticos al hombre", haban iniciado su propio viaje de peregrinacin mstica con el objetivo de preguntar por el tiempo de su existencia a su mago creador, Eldon Tyrell, convertido as en ser supremo. Es entonces cuando Roy Batty, el replicante por excelencia, conocer lo limitado de su vida y la inevitable llegada de su muerte. En los momentos finales de Blade Runner, Roy Batty lanza su famoso monlogo en el que siente la proximidad de su muerte: "ahora, todos esos momentos se perdern en el tiempo, como lgrimas en la lluvia...". Y al igual que los humanos, teme que los momentos que ha vivido, los recuerdos que ha adquirido durante su existencia, se pierdan tras su muerte. Sin haber aceptado el hecho de la muerte, Roy Batty no era un autntico ser humano, tan slo su rplica, pero conociendo ahora la inminencia de este hecho quedar en igualdad de condiciones con los humanos, hasta ese momento los nicos seres vivos conscientes de su muerte, hecho que les otorga el don de la conciencia de la propia existencia. Roy Batty se convertir de este modo en humano tan slo para morir poco despus de haber lanzado un monlogo que se transformar en epitafio. Aunque el cuerpo genticamente mejorado de los replicantes ofrece la mejor imagen especular del ser humano, ya que sigue siendo de carne y hueso, an as, los replicantes no son seres humanos. Los replicantes no son sino mquinas antropomorfas con una programacin gentica que les permite desarrollar con la mxima eficacia aquella labor para la que han sido creados, de manera que los replicantes poseen una vida activa de cuatro aos, el perodo en el que una mquina cualquiera trabajar a pleno rendimiento. En realidad ese perodo de vida til es un seguro implantado genticamente para impedir que los replicantes acaben imponindose sobre los humanos, ya que al igual que en Frankenstein el hombre ha creado un ser que escapa a su control. Transcurrido este tiempo de vida til, la mquina, y tambin el replicante, son desechados y reemplazados por un ejemplar recin salido de la factora. Aunque los replicantes nacen con el cuerpo de un adulto, carecen de experiencias previas a ese momento, conteniendo en su mente tan slo la informacin especfica para su trabajo. Segn van acumulando experiencias durante su existencia, los replicantes sern capaces de desarrollar sentimientos que son propios de los seres humanos amor, odio, temor, alegra, pero esto ocurre en el interior de una personalidad carente de base por no tener recuerdos que les doten de un pasado continuo. De este modo se convertirn en fcilmente distinguibles de los humanos mediante un test psicolgico. Los replicantes no podran soar, ya que su mente no les ofrece recuerdos, unas imgenes que provienen de la memoria y de las experiencias del pasado. Mientras su mente slo posea los conocimientos programados para su trabajo, slo podrn "soar con ovejas elctricas". nicamente llegarn a soar a medida que las vivencias de su corta existencia se vayan transformando en recuerdos. El escaln final en la evolucin de los replicantes es la obtencin de recuerdos que doten a su personalidad con un pasado. Los replicantes se saben diferentes de los humanos debido a su carencia de recuerdos. Por lo tanto, un replicante con recuerdos que permitan una continuidad en su pasado sera imposible de distinguir de un autntico ser humano. Esto es lo que sucede con Rachael, una replicante que en un experimento ha recibido los recuerdos de otra persona, por lo que ella misma ignora su verdadero origen. En sus primeras apariciones, lo hace maquillada en exceso y con un casi imposible peinado que indica su carcter artificial, de mueca de plstico. Sin embargo, Deckard, cuyo deber sera el de darle muerte, acaba sintindose atrado por ella y con este acto involuntario otorgar el don de la vida a un ser artificial. Deckard

se convierte en una suerte de Pigmalin, aquel escultor enamorado de una estatua creada por l mismo y que solicita la ayuda de los dioses para que le den vida. Gracias al experimento de Tyrell, Demiurgo de los replicantes, Rachael no tiene limitada su vida a cuatro aos y al igual que en los seres humanos, nadie conoce el da de su muerte. En determinado momento, Rachael deshace su complejo peinado ante Deckard mientras que no volver a aparecer con un maquillaje que ya no necesita. Al igual que a los replicantes, tambin a nosotros nos atemoriza la incertidumbre que se plantea ante el inevitable momento de la muerte: Seguir existiendo el alma una vez que nuestro cuerpo muera? Realmente es nuestro cuerpo el soporte del alma? Recordemos a Platn y su creencia en el espritu inmaterial encerrado y limitado por un cuerpo material. Como seres materiales que pertenecen al mundo fsico, somos seres caticos e irregulares y evolucionamos entre constantes cambios y mutaciones y nuestra inmaterial memoria necesita de apoyos materiales que refuercen nuestra necesidad de ser recordado por otros y perdurar ante quienes han de seguirnos. Es por ello que coleccionamos fotografas (y no slo fotografas), que son ofrecidas, y aceptadas tambin, como sucedneo de memoria para los humanos. P.D. En la actualidad, la razn de ser de este texto es la de invitar a quien lo lea, a que inicie una reflexin propia acerca de qu es aquello que nos hace "ser" y "existir". La conclusin a la que como autor llegu en su momento, es que son nuestros recuerdos los que nos otorgan nuestra personalidad, y el temor a perderlos, aquello que nos hace saber que nuestra vida posee un tiempo limitado. Sin embargo, como he dicho, tan slo son conclusiones personales y estara encantado de recibir cualquier otra reflexin que ampliara a las anteriores.

2001, Jos Ramn Cumplido Muoz.

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