Sistema Electoral, Pluralismo y Hegemonia en Río Negro (1987-2007)
Sistema Electoral, Pluralismo y Hegemonia en Río Negro (1987-2007)
Sistema Electoral, Pluralismo y Hegemonia en Río Negro (1987-2007)
Entidad a la cual pertenece: Universidad Nacional del Comahue. Centro Regional Zona Atlntica
2 En Proceso de evaluacin para su publicacin en Revista Pilqun No12 (on-line) Sistema electoral, pluralismo y hegemona en la Provincia de Ro Negro (1987/2007) Introduccin Este artculo explora en la estructura legislativa y en el sistema electoral de la provincia de Ro Negro tal como surge de la Convencin Constituyente de 1987. Esta se desarrolla en el contexto del retorno e intento de consolidacin del reciente periodo democrtico, en donde el pluralismo operaba como un significante nodal para la nueva cultura democrtica que se intentaba configurar a partir del discurso alfonsinista, y era menester incorporarlo a las reglas bsicas del juego poltico. En este sentido, el radicalismo haba articulado su discurso en torno al pluralismo y la necesidad de plantear reglas de juego estables que suponan una profunda transformacin en torno al sistema poltico y al rgimen electoral vigente, que daba lugar fundamentalmente a la representacin de solo dos fuerzas polticas. Pero esta lgica del discurso, va a chocar contra la necesidad del partido de gobierno que avizora la urgencia por sostener en sus manos un distrito, que junto a Crdoba eran los nicos dos que haban retenido los radicales. El objetivo de este trabajo, ser entonces ver en que medida opera cada una de estas lgicas a la hora de configurar la ingeniera electoral que result de la Constituyente y en que sentido se signific, en este caso, el pluralismo inscripto en la superficie del discurso poltico que se vuelve hegemnico con el retorno a la democracia. Contexto El proceso de transicin hacia la democracia en Argentina tuvo caractersticas muy particulares que impactaron tambin en la impronta que le marcara a la primer administracin democrtica: En primer lugar, la apertura poltica no era el resultado de la an precaria estrategia opositora de los partidos polticos hacia el rgimen, sino la consecuencia del descalabro militar en una guerra externa. En segundo lugar, la invasin (de Malvinas) haba contado con la complicidad de la amplsima mayora de la dirigencia poltica y sindical del pas, es decir, de aquellos actores supuestamente predestinados a la construccin de un horizonte posdictatorial. En tercer lugar, el descalabro blico dejo al gobierno militar en una situacin de suma debilidad para intentar articular una salida negociada. En cuarto y ltimo lugar,para una opinin pblica que haba acompaado
3 mayoritariamente la invasin de Malvinas, el resultado de la contienda signific un verdadero revulsivo que coloc al futuro electorado cara a cara con una complicidad que se necesitaba dejar atrs, agudiz la oposicin antidictatorial y desestructur las frgiles lealtades hacia dirigencias partidarias y sindicales que mayoritariamente haban estado a la cabeza de dicha complicidad (Aboy Carls, 2004:37-38). Con una realidad as planteada, el discurso alfonsinista logra articular al campo democrtico estableciendo un proceso neto de ruptura con un pasado identificado con prcticas autoritarias cuyo resultado se asocia a la violencia poltica y a la decadencia de la repblica toda; en contraposicin, el proceso democrtico instaurado deba ser una apuesta a la vida y a la diversidad como punto de partida para ampliar el carcter regenerativo de las relaciones sociales en el universo de la democracia. Este hecho, no slo implicaba necesariamente el fin de la violencia poltica como mtodo de resolucin de conflictos de intereses, implicaba adems la certidumbre de que este emergente sistema democrtico sera el medio ms idneo e histricamente interrumpido, para alcanzar un ciclo de bienestar y prosperidad. Esta certidumbre se asentaba sobre la base de concebir la recuperacin institucional como el motor fundamental en la democratizacin de diferentes esferas de la vida social. Desde este razonamiento el proyecto alfonsinista marcaba una clara frontera con el pasado. Esta frontera sera el ndulo crtico sobre el cual se erigira el discurso del flamante presidente de la repblica a partir del 83. Dicha demarcacin se articulara a travs de un posicionamiento democrtico pluralista respecto a actores que representaban la vieja tradicin autoritaria y corporativa. La transformacin que inicia el alfonsinismo habra consistido en mantener la poltica de fronteras del populismo clsico es decir la de una radical exclusin pero aplicada al autoritarismo que haba concluido con el fin del rgimen militar, en tanto que en el campo interno al proyecto democrtico el pluralismo pasaba a ser un principio constitutivo. (Laclau, 2001:12). La posibilidad de establecer nuevas formas de dirimir los conflictos en un marco de consenso que objetivaba el juego democrtico, enfrentaban directamente al partido gobernante con la dicotoma de abrir el juego de la representacin plural que en parte choc con la lgica de la gobernabilidad y de la construccin de un poder de tipo hegemnico. En el diagnstico radical, uno de los resultados centrales del autoritarismo en que estuvo inmerso el pas casi sin excepciones desde 1930, fue la corporatizacin creciente de la sociedad. El resultado de esa corporativizacin creciente fue una sociedad bloqueada y un Estado sobrecargado de presiones particularistas; sta falta de integracin mantuvo como una constante a lo largo de todo su itinerario histrico la divisin maniquea de la sociedad en universos polticos-culturales inconexos e inconciliables.(Alfonsn,DPN, 1985)
4 Para el discurso alfonsinista, lo ms importante son las consecuencias que este esquema tuvo en la mentalidad colectiva de los argentinos: -El autoritarismo como forma natural de relacin entre grupos antagnicos que no conceban otro modo de coexistir que el de la imposicin de unos sobre otros. -La violencia como forma natural de interaccin entre grupos que no reconocan la existencia de espacios normativos axiolgicos o finalsticos comunes. -La intolerancia como producto de una percepcin, tambin compartimentada, de los valores -La ineptitud para la negociacin, el acuerdo, el compromiso -La concepcin del orden como imposicin y del conflicto como desordena la luz de esta concepcin, las situaciones de conflicto son vistas como un quiebre antinatural del orden, como algo que debe ser reprimido(Alfonsn,DPN, 1985). Dado ese diagnstico, para alterar esta realidad, era preciso, entre otras cosas, establecer un sistema poltico de base amplia que pudiera procesar democrticamente los conflictos, ampliando el campo de representacin institucional a toda la pluralidad de voces y partidos. Es por ello, que el sistema poltico debe asentarse sobre un valor central: una sociedad democrtica se distingue por el papel definitorio que le otorga el pluralismo entendido como un valor antes que como un procedimiento para la toma de decisiones En estos trminos, el pluralismo es la base sobre la que se erige la democracia y significa reconocimiento del otro, capacidad para aceptar las diversidades y discrepancias como condicin para la existencia de una sociedad libre. (DPN, 1985). Es en este marco, en el que adquiere importancia el anlisis de la configuracin del sistema electoral rionegrino; ya que sta provincia era enarbolada en el discurso radical como un espacio de posibilidades. La provincia de Ro Negro era vista como una provincia nueva, cuyo desarrollo se asociaba al de una sociedad ms equilibrada, con una estructura productiva que se vinculaba a actividades de carcter ms moderno que la de las provincias tradicionales y le imprima a la estructura social una dinmica de mayor movilidad social y amplios sectores medios. Como consecuencia, se estimaba o se crea, que la dinmica poltica no se mova al comps de los intereses arraigados en una estructura poltica de tipo caudillezca en donde pesan demasiado las caractersticas de autoridad tradicional, contra el debate ms poltico abierto y racional. Era tomada como un caso paradigmtico, ya que la categora de provincia nueva no solo hacia referencia al momento que fueron creadas sino que tambin resalta las posibilidades que tuvieron estas sociedades de desarrollarse y crear instituciones modernas, libres del influjo tradicionalista, de corte patrimonialista y clientelista que caracteriz la historia de las provincias viejas.
5 Ro Negro y su dirigencia poltica se orientaban hacia ese camino; aunque mal no sea (en el sentido negativo) por el peso de su historia vinculada a un poblamiento tardo y por lo tanto de muchas maneras planificado por el Estado. Desde estas perspectiva el escenario poltico rionegrino se presentaba como un campo frtil para llevar adelante las polticas ms puras y audaces en lo que se refiere a una nueva cultura democrtica, basada en una amplia participacin conjugada con algo de equidad y autonoma ciudadana. Estas polticas deban poseer un fuerte carcter refundacional que se ve potenciado a travs del proyecto de traslado de la Capital Federal a una parte de su territorio y que oficia como disparador de un replanteo profundo de las estructuras provinciales. Lo que me propongo entonces es ver hasta que punto esta lgica pluralista y modernizante, va a chocar con la necesidad del Partido Radical provincial de sostener su base de poder territorial; estas dos lgicas se confrontarn a la hora de establecer la ingeniera electoral que regir la representacin institucional a partir de la reforma constitucional. Desarrollo Antecedentes provinciales Cuando el arribo de la nueva etapa democrtica, el sistema poltico rionegrino presentaba alguna particularidades llamativas. Como sostiene Hugo Epifanio en su Constitucin Comentada, es una de las pocas provincias que adopta el sistema unipersonal para el poder ejecutivo, aunque este Poder ejecutivo no gozade gran amplitud en cuanto a sus facultades. Esta prcticamente maniatado a la legislatura (Epifanio, 1982:43) y tiene que lidiar con una serie de consejos con participacin de la comunidad involucrada en reas claves del diseo de las polticas pblicas como, por citar algunos ejemplos, en educacin y salud, estipulados por una constitucin con fuertes rasgos reglamentaristas. Este hecho es atribuido por el autor, quiz con bastante tino a que sta es producto de la poca en que se redactoRecin haban pasado dos aos desde el derrocamiento de Juan D. Pern; el ambiente poltico haba mantenido vigente durante ese lapso al peronismo y el temor al surgimiento de un nuevo rgimen fuerte sumado a la aproximacin de elecciones nacionales y provinciales crearon un clima psicolgicamente apto para armar un Poder Ejecutivo controlado y dependiente. (Epifanio, 1982:43) El nico problema con que choca este razonamiento es que en 1961, cuando todava el clima poltico, para un sector del arco ideolgico, no haba variado demasiado en cuanto a los temores
6 expresados, la legislatura sanciona la Ley Electoral 236/61, en donde estipula que la provincia se tomar como distrito nico a los fines de la eleccin de Gobernador y legisladores, eligindose 22 de estos ltimos hasta tanto la provincia no alcance la suma de 220000 habitantes. Pero lo llamativo en cuanto al razonamiento de Epifanio antes citado, es que esta ley tiende a generar una consonancia entre gobierno y legislatura a fin de garantizar la buena accin de gobierno, ya que estipula en su art. 131 un sistema de mayoras otorgndole a la lista ganadora la mitad ms tres de las vacantes para las que fuera convocado el electorado; o sea, tiende a asegurarle al partido del gobierno mayora legislativa para el periodo considerado. Esta formula, parta de una concepcin arraigada durante el siglo XX en muchos pases, por lo cual el que gana debe llevarse la mayora para poder gobernar. Se estaba pensando en situaciones de paridad extrema entre dos fuerzas opuestas (bipartidismo) que poda llevar a una situacin de empate tcnico y por ende de serio riego de inmovilismo e ingobernabilidad. Por otro lado, en especial la cultura poltica Argentina, siempre tuvo una fuerte impronta organicista detractora del pluralismo por faccionalista, en donde los intereses representados no corresponden a la configuracin social del pas, sino a la patria como comunidad orgnica e indivisible. Es decir, que el sistema electoral al arribo del nuevo periodo democrtico, tenda netamente a configurar un sistema de tipo mayoritario, poco pluralista que restringa la representacin de las minoras; matizado esto ltimo al considerar a la provincia como distrito nico y repartiendo los cargos que restaban por el sistema Dhont. En todo caso, se tenda a garantizar un mnimo de diversidad regional (cuestin que como veremos estuvo en el centro del debate de la constituyente del 88) ya que la Ley antes citada estipulaba en su art. 49 que las listas de candidatos sern confeccionadas de manera tal, que en los primeros siete lugares de las mismas figuren representantes de todas las regiones que se determinan en este artculo y en proporcin al nmero de habitantes que cada una de ellas rena, las regiones quedaban conformadas de la siguiente manera: Regin I Departamento General Roca, regin II departamentos de Avellaneda, Pichi Mahuda, Conesa y Adolfo Alsina; regin III departamentos de San Antonio, Valcheta y 9 de Julio; regin IV departamentos de 25 de Mayo, El Cuy, orquinco, Pilcaniyeu y Bariloche. En este sentido y a partir de las cifras del censo de 1960 y lo estipulado en el decreto 3250/61, hasta 1983, los siete primeros lugares de las listas seran ocupados por 3 representantes de la regin I, uno por cada una de las regiones II y III y dos por la Regin IV; lo cual varia para 1983 a travs de la Ley de facto 1736 y su decreto reglamentario 1587/83 que tomando en cuenta las cifras del censo de 1980 estipula para esos primeros 7 lugares 4 representantes de la Regin 1 y un representante de cada uno de las otras regiones; Lo que tomando en cuenta la configuracin regional estipulada, le otorga un neto
7 predominio al Alto Valle por sobre las dems regiones, predominio que reflejaba por otra parte la situacin demogrfica de la provincia. Como vimos, el sistema electoral rionegrino tuvo desde sus comienzos una concepcin de tipo hegemnica en donde la legislatura estuviese en sintona con el gobierno de turno para asegurar gobernabilidad en el sistema. En este sentido, uno podra presuponer que la frontera marcada por el radicalismo en torno al pluralismo y la necesidad de plantear reglas de juego estables y consensualmente aceptadas, en donde la voz de todos resultara indispensable para la construccin democrtica y la consolidacin de una nueva cultura de la cosa pblica; implicaba, para el discurso alfonsinista, una profunda transformacin del sistema poltico y el rgimen electoral vigente. Por lo menos eso se dejaba entrever en proyectos de carcter nacional o en preferencias expresas del presidente de tender hacia una reforma constitucional que nos acercara hacia un sistema de tipo parlamentario o por lo menos semipresidencialista con amplia representacin de minoras, como se puede leer en los trabajos y conclusiones del Consejo para la Consolidacin de la Democracia, institucin impulsada por Alfonsn para el estudio de estas cuestiones. Durante el primer periodo constitucional, la UCR provincial, a tono con su discurso, promueve ciertos cambios en la Ley electoral. En este sentido, la legislatura de RN sanciona la Ley 2145 que reforma en parte el articulado de la Ley electoral 236 estableciendo que para la eleccin de legisladores y constituyentes se dividir a la Provincia en ocho secciones electorales, a saber: el Alto Valle ms el departamento del Cuy, queda dividido en tres circunscripciones electorales, A. V. este, oeste y sur. Queda tambin establecida una circunscripcin denominada Lnea Sur que abarca los departamentos de 9 de julio y 25 de mayo antes contenidos en las regiones III y IV que a su vez se constituyen, salvo las excepciones antes mencionadas en circuitos; y por ltimo la Reg. II se subdivide en dos circuitos, Valle Inferior y Valle Medio. En cuanto al cmputo de legisladores, la ley establece un nmero fijo de dos legisladores o convencionales por cada uno de los circuitos independientemente de la poblacin que contengan, ms el nmero que le corresponda a cada uno en forma proporcional a su poblacin hasta llegar al nmero de 36. Conjuntamente con la conformacin de los circuitos se modifica tambin el sistema electoral por el cual se reparten los escaos, abandonando el sistema de mayoras por el sistema Dhont que garantiza un reparto ms proporcional de los cargos y asegura en parte la representacin de las minoras. Digo en parte, ya que por la conformacin de los circuitos es menor el nmero de legisladores que se eligen por circunscripcin, lo que hace elevar el porcentaje de votos requeridos
8 por una minora para acceder a la legislatura, o bien sta necesita concentrar los votos en pocas circunscripciones para tener el peso suficiente. Es a travs de sta configuracin que se eligen los representantes a la legislatura y a la convencin constituyente de 1987. Dado este sistema electoral, la Convencin Constituyente queda conformada por diecisiete representantes de la Unin Cvica Radical que obtuvo el 35.5% de los votos, doce del Frente para la Victoria con el 32.2% de los votos (de los doce ingresantes por este frente, diez lo hacen por el PJ, uno por el PI y uno por la DC) y el PPR (Partido Provincial Rionegrino) se queda con siete escaos de los treinta y seis en juego habiendo obtenido el 19.3% de los sufragios emitidos. (Ver cuadros anexos). Como surge del anlisis del cuadro uno, los circuitos tuvieron un efecto distorsivo en trminos de representacin, si considersemos un tipo representacin con base netamente poblacional en donde los votos de todos los habitantes de la provincia tuvieran igual valor en trmino de representacin parlamentaria. Por el efecto de las circunscripciones, la UCR tuvo una ganancia de dos escaos en detrimento de los otros dos partidos con representacin que perdieron uno cada uno. Sistemas propuestos en la Convencin Constituyente. La formula consensuada en la constituyente, despus de arduos debates, estipula un sistema de representacin dual pero en base unicameral. La hiptesis aqu expuesta supone, que este sistema est en la base de un arreglo de tipo bipartidista que comienza a consumarse con el rgimen electoral y la composicin de la nica cmara legislativa aprobada por la constituyente; y se termina de darle forma con la Ley 2431 sancionada por la legislatura a fines de 1990, que establece el nmero final de diputados por cada representacin e impone un mnimo del 22% para la representacin de base regional. Este arreglo es el que abre las puertas a la hegemona del partido de gobierno, en este caso la UCR, y a la estructura bsicamente bipartidista del sistema poltico provincial. Bipartidismo que se presenta como imperfecto, dada la ineliminable presencia de terceras fuerzas con un caudal electoral importante pero que no logran consustanciarlo en la representacin institucional, lo que hace que estas terceras fuerzas vayan mudndose a travs de polticas de alianzas hacia uno de los dos polos, pero tambin que de tanto en tanto pongan en cuestin el equilibrio bipartidista del sistema. Como dijimos la formula consensuada establece dos tipos de representacin de los legisladores, una representacin en base poblacional (netamente poltica) y otra que tiene por base a las diferentes regiones en un nmero fijo e igualitario para cada una de ellas. Dice el Artculo 123 de la
9 constitucin Provincial: La legislatura se integra por no menos de treinta y seis y un mximo de cuarenta y seis legisladores elegidos directamente por el pueblo, asegurando representacin regional con un nmero fijo e igualitario de legisladores por circuito electoral; y representacin poblacional tomando a la Provincia como distrito nico, con un legislador por cada veintids mil o fraccin no menor de once mil habitantes. Y agrega se asegura representacin a minoras. Como se llega a la redaccin de este artculo? En la Constituyente ingresa como despacho de mayora, la propuesta de la UCR con la firma de 12 de sus convencionales, que propona un Sistema Bicameral con renovacin a mitad de mandato. El sistema propuesto estableca seguir manteniendo los circuitos establecidos para la eleccin de 1987 y en base a ellos, se elegiran dos senadores por cada una de estas circunscripciones y un total de 21 diputados, asignados tambin por circuitos a razn de treinta mil habitantes por cada uno de ellos o fraccin que no baje de los quince mil, pero otorgndole uno fijo a cada seccin electoral. Segn este esquema, cada circuito, ya calculado en base al censo provincial de 1985, elegira la siguiente cantidad de diputados: Valle Medio, dos; Valle Inferior, dos; Zona Atlntica, dos; A. V. Este, dos; A. V. Oeste, cuatro; A. V. Centro, cuatro; Lnea Sur, uno; Andino, cuatro; pudindose agregar ms diputados a los circuitos cuando se actualice el censo y en base a la proporcionalidad antes dicha. Los argumentos expuestos por el miembro informante del proyecto, el Convencional Caldelari, destacan que el sistema bicameral est en la esencia misma del federalismo de la Nacin, para lo cual se extiende en la historia que tiene este sistema en la tradicin poltica del pas, destacando que este sistema fue el ms adoptado, ya que por la necesidad de doble vuelta para sancionar cada ley hace a estas lo menos imperfectas posible; nada dice, como le recordara ms tarde el convencional justicialista Ponce de Len, de que en esa historia la funcin del senado y su propia creacin, tuvo ms que ver con la defensa de intereses corporativos y oligrquicos que con la lnea de tradicin democrtico popular. Siguiendo los anlisis de Gargarella, podemos ver la pertinencia efectiva de los argumentos de Ponce de Len, ya que; la divisin de la tarea legislativa en dos cmaras es propia de la configuracin de sistemas contramayoritarios. (Gargarella, 1996). Pero siguiendo con la argumentacin del convencional Calderari, para l, la adopcin del Sistema Bicameral es una reforma de las ms importantes que deba adoptar la Constituyente, ya que implicara un mayor control en la sancin de las leyes y una mejor y ms dinmica relacin entre la legislatura y el ejecutivo; dado que en el sistema unicameral vigente, el veto frecuente del ejecutivo es fuente permanente de conflicto entre los poderes. Es por ello, que la nica razn que encuentra este convencional para seguir manteniendo el sistema unicameral, sera de tipo econmica, aunque en ste caso, al no aumentar en exceso el nmero de legisladores no sera un argumento vlido.
10 Por otro lado, este sistema privilegiara la diversidad en su forma regional en una provincia de extenso territorio y poblacin concentrada en unas pocas zonas, ayudando a nivelar la representacin de las zonas ms chicas o excluidas de la provincia y as comenzar a revertir la desigualdad entre ellas. El pluralismo regional al que tendera este sistema, era para el convencional el ms importante a rescatar, ya que las regiones se imponen ms a la apariencia y a la evidencia que las ideas mismas. Por otro lado, se argumenta que la eleccin por circuitos tiene un efecto positivo tambin a la hora de seleccin de los candidatos por parte de los votantes, ya que al ser un candidato de su propia circunscripcin, el conocimiento de cada uno sera mucho ms directo. Detengmonos un poco a analizar la configuracin legislativa a la que se hubiera arribado en las elecciones subsiguientes a la sancin de la constitucin de haber sido aprobado el sistema propuesto por la UCR, para intentar dilucidar en que grado o no, esta propuesta hubiera dado lugar al sistema legislativo pluralista que se desprenda del discurso radical o por el contrario, como se sostiene aqu, hubiera tendido a la conformacin de un modelo bipartidista que tendiera a asegurar por otro lado la hegemona del partido gobernante. Para ello constru los escenarios que se hubieran presentado tomando en cuenta los resultados de las elecciones posteriores y actualizando el nmero de legisladores por los censos posteriores de acuerdo a la base poblacional propuesta. (Ver cuadros anexos ) Como se aprecia en los cuadros, la propuesta de bicameralidad implementada a lo largo de la vigencia de la constitucin actual hubiera implicado grandes desproporciones en trminos de representacin. Se hubiera montado un escenario de bipolaridad absoluta en donde las terceras fuerzas no podran haber accedido nunca a una de estas cmaras, la de Senadores (salvo en el ao 2003, en donde Encuentro triunf en al AVO y, dicho sea de paso, gracias al piso actual del 22% de base para los circuitos se qued con los tres representantes) y en una medida muy menor hasta llegar a lo irrisorio en la cmara de diputados. El sistema se desproporciona mucho ms al estipular la renovacin de las cmaras por mitades, ya que de esta manera la mayora de los circuitos hubieran quedado conformados como circunscripciones uninominales porque la mayora de ellos habran elegido solo un senador y un diputado por vez, que le pertenecera a la fuerza mayoritaria o mejor dicho, a la primera minora. En el mejor de los casos, se hubiera competido por dos bancas, lo que da lugar solo a un segundo partido. Para expresarlo en nmeros, en las elecciones siguientes a la sancin de la Constitucin (1991) la UCR con el 41.2% de los votos hubiera conseguido amplia mayora en ambas cmaras, con el 100% de la representacin en el senado y el 68% en la cmara de diputados. En una eleccin muy polarizada entre los dos partidos mayoritarios como la de 1995, en donde la diferencia entre ellos no
11 llega al 0.7% de los votos, la UCR hubiera accedido al 62.5% de la representacin senatorial y a un 56% de la cmara baja. Quizs, el dato ms ilustrativo de la tendencia hacia la configuracin de mayoras parlamentarias a la que da lugar el sistema surja de analizar la eleccin del 2003, por ser una eleccin poco polarizada en donde varias fuerzas obtienen una importante cantidad de votos; En ese caso el radicalismo con un magro 28.19% de los votos, pero al haber triunfado en la mayora de los circuitos, se habra quedado con el 87.5% de las bancas en el senado y con el 64.29% de la representacin en la cmara baja. Tambin surgen como datos llamativos de esta eleccin, que el PJ a pesar de ser la segunda fuerza, no hubiera conseguido representacin en la cmara alta, pero si encuentro, por la concentracin de sus votos en el circuito AVO en el cual fue primera minora. Dems est decir que, partidos como el MARA y el PPR se hubieran quedado sin representacin legislativa a pesar de que lograron casi el 10% de los votos cada uno. Este sistema al quedar configurado en su mayora por circunscripciones uninominales planteaba otros serios problemas, uno de los cuales puede ser la configuracin abusiva de los lmites de las circunscripciones (gerrymendering), del que se queja un representante de Fernndez Oro1 en la constituyente del 87 por su inclusin en el circuito AVC. En este sentido tienden a configurarse las circunscripciones en donde se agrupe el voto supuestamente adversario en una pocas y tratando de asegurar mayora del propio partido en la mayor parte. Este problema disminuye parcialmente con circunscripciones trinominales como los legisladores circuitales actuales que tiende a consolidar un gerrymandering bipartidista. (Molinelli, 2003:364). Por otro lado, como ya vimos dificulta el acceso al cargo de los partidos ms pequeos con lo que desalienta el multipartidismo, ya que como para ganar se necesita mayora y muchas personas no quieren tirar el voto a la basura, lase votar a alguien sin posibilidades de llegar al cargo o banca; en este sentido, a presionar psicolgicamente se mayoritarios. De lo analizado hasta ahora, se desprende que la propuesta de mxima llevada al recinto por el partido Radical, no estaba en sintona con el discurso expresado en trminos de pluralismo y representacin de minoras; sino ms bien, hubiera conformado una estructura electoral que tendera a la representacin hegemnica, al asegurarse la mayora simple e incluso mayoras especiales en una de las dos cmaras. En contraposicin, el dictamen de minora es presentado por los partidos minoritarios integrantes del FPV, con la firma de los convencionales Manzano (PI) e Iwanow (DC); con el fin de asegurar
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El convencional de Fernndez Oro se queja de su inclusin de la inclusin de sta ciudad en el AVC. Esta habra sido una maniobra radical, ya que las elecciones del AVO estaban muy parejas y el PJ pesaba en Fernndez Oro. Con la inclusin de sta en el Alto Valle Centro, se le restaban votos opositores al circuito ms comprometido y se los inclua en otro, en donde los radicales obtenan amplia mayora, con lo que los neutralizaban.
12 la mayor participacin y pluralidad posibles, ya que la otra propuesta implica un mecanismo para preservar un esquema de poder dentro de los dos partidos mayoritarios. En ste sentido, el convencional Iwanow, como miembro informante del despacho, se pregunta cual es el sentido que el partido de gobierno quiere darle a la legislatura, se la quiere convertir en una extensin del ejecutivo, para que las leyes pasen sin tropiezos? como se desprendera del proyecto radical, o realmente se quiere asegurar la mayor participacin y pluralidad?. Destaca que el proyecto presentado en coautora con el convencional del PI, asegura dos aspectos destacados como prioridades por la Convencin; por un lado incorpora la representacin regional que tanto preocupa a los partidos mayoritarios, pero al mismo tiempo asegura la ms amplia representacin poltica para garantizar una legislatura plural. Es de destacar, que el proyecto corresponde solo a los dos partidos minoritarios del FPV y no se expresa en ningn momento un apoyo explicito del PJ, solo a aspectos parciales y conceptuales de la propuesta. Este dictamen propicia una legislatura unicameral como mejor mecanismo para la agilizacin y desburocratizacin del dictado de las leyes y la unificacin de los mandatos en 4 aos, es decir sin renovacin por mitades, lo que asegura una legislatura coherente para todo el periodo, pero sobre todo la eleccin de un nmero mayor de representantes por turno electoral para asegurar un piso ms bajo para los terceros partidos y asegurar una pluralidad legislativa ms representativa de los intereses de los ciudadanos rionegrinos. En el mismo sentido, operan otros dos puntos que completan la propuesta; por un lado, el bajo piso de habitantes necesarios para el clculo de representantes, el que se estipula en 1 representante cada 12000 habitantes o fraccin mayor de 6000 y; primordialmente, el rgimen electoral propuesto, el sistema Hare, conocido normalmente como de cocientes enteros y redistribucin de los restos; rescatado por estos convencionales de las constituciones de Italia y Nicaragua y que, segn ellos, es un rgimen que implica una justa distribucin (de los representantes) entre las distintas fuerzas polticas segn su representatividad. Para tomar en cuenta la pluralidad regional, la provincia quedara dividida en circuitos electorales como en la eleccin pasada. Si volvemos la vista nuevamente al cuadro comparativo de las diferentes propuestas, salta a la vista fcilmente que con la propuesta antes mencionada, se hubiera conformado en todas las elecciones un tipo de legislatura ms plural, donde los partidos chicos hubieran estado mejor representados e incluso hubieran tenido representacin partidos que no lograron acceder a la legislatura como la DC en la eleccin de 1991 o el Frente por Ro Negro en la eleccin del 2003, este ltimo caso, es un caso particular ya que habra accedido a la legislatura por la pequea distorsin que aporta la configuracin electoral por circuitos, ya que el Frente sac casi todos sus votos en el Valle Inferior.
13 Es de destacar que esta propuesta es en la que ms correspondencia se establece entre el porcentaje de votos obtenido en las elecciones y el porcentaje de representantes que se habran repartido cada partido, con la salvedad antes expuesta de la distorsin que se produce a partir de la configuracin circuital. Tambin es de observar, a pesar de las crticas que recibi la propuesta por parte de los radicales por su supuesta falta de economicidad, que a veinte aos vista de la reforma constituyente (el lapso de tiempo para el cual los convencionales pensaban estar legislando) y a pesar del bajo piso establecido para la representacin, el nmero de integrantes de la legislatura no excedera el mximo que establece la constitucin, esto es 46 diputados. Otro punto que nos permite observar la comparacin, es que por medio de este sistema, la UCR no hubiera posedo la mayora legislativa que ostento hasta las elecciones prximas pasadas, lo que presumiblemente habra fagocitado, una postura menos soberbia, una mayor participacin y un mayor consenso para la implementacin de polticas pblicas al necesitar el partido de gobierno coaligarse con alguna minora para imponer la sancin de leyes. Al no lograr la mayora necesaria ninguno de los dos despachos, la discusin dentro de la Convencin pasa a un cuarto intermedio y los dictmenes vuelven a comisin para intentar compatibilizar de los diferentes puntos. Cuando nuevamente ingresa el tema proveniente de la comisin, se haban consensuado algunos puntos bsicos pero se mantenan disidencias en cuanto a los trminos de la redaccin e implementacin de dichos acuerdos. El Radicalismo acepta retirar el proyecto de Bicameralidad, pero imponiendo una significativa presencia de legisladores que representen a las regiones en una futura nica cmara. El convencional Reyes destaca la buena voluntad que tuvieron todos los partidos para intentar compatibilizar un nico despacho, del cual solo persistieron disidencias particulares; pero, como veremos, sobre aspectos fundamentales para establecer la configuracin que iba a adoptar el sistema de ah en ms. Reyes expone que el despacho compatibilizado tiene dos metas principales; la primera, eficiencia y economicidad legislativa (por el cual se adopta el sistema unicameral) y la segunda, la necesidad de representacin de todos los habitantes de la provincia y (tambin) de sus realidades regionales. En este sentido, el consenso logrado se apoya en dos columnas; una columna es la (necesaria) expresin pluralista de las corrientes del pensamiento poltico e ideolgico de la sociedad rionegrina y otra (que represente) la expresin de integracin de todas las regiones . Es en base a este acuerdo, que el radicalismo ha descartado las posturas que proponan la renovacin por mitades (de la futura cmara) para asegurar representacin a minoras.
14 La iniciativa se vota en general y resulta afirmativa por amplia mayora, pero mantenindose el desacuerdo en algunos puntos en particular, sobre todo en cuanto a la definicin del artculo segundo. En torno a este artculo van a persistir dos dictmenes, uno por mayora presentado por la UCR y uno por la minora compatibilizado por los partidos integrantes del FPV y con acuerdo parcial del PPR. El dictamen de mayora queda expresado en los siguientes trminos: Integracin. Art.2. Estar integrado por un mnimo de treinta y seis Legisladores elegidos directamente por el pueblo, asegurando representacin regional con un nmero fijo e igualitario de Legisladores por circuito; y representacin poblacional con un Legislador por cada veinticinco mil habitantes o fraccin no menor de quince mil. Se asegura representacin a las minoras.-; mientras que el de minora reforma la redaccin incorporando mayores precisiones en torno a la representacin poblacional y a la base a contabilizar para el calculo de stos legisladores. En este sentido, se pretende bajar la base de 25000 a 20000 ha por legislador poblacional o fraccin mayor a 10000 y se establece fehacientemente que la provincia ser considerada como distrito nico para este tipo de representacin. En su defensa del despacho de minora, el convencional Ponce de Len (PJ) sostiene que su partido, a pesar de poder aspirar al bipartidismo cerrando con la propuesta radical (en un claro reconocimiento de hacia adonde apuntaba sta) va a defender el despacho de minora. Hace hincapi en los dos puntos en cuestin, pegndole a los radicales en dos argumentos que, como vimos, hacan a su ms cara identidad y discurso. Por un lado, rescata la eleccin de diputados por base poblacional considerando a la provincia como distrito nico, para no dejarle margen de maniobra al radicalismo de definir en la legislatura, por medio de la Ley electoral, una eleccin circuital de la base poblacional, en funcin de las necesidades del lpiz oficialista, como en la eleccin pasada (1987) y argumentando, por otro lado, que los legisladores son legisladores de todos los rionegrinos y deben poseer por ello una visin del conjunto de la provincia y no solo de la regin a la que pertenecen. En este sentido el distrito nico, mxime cuando ya se establece representacin de base regional, amplia el escenario y la visin de conjunto del legislador, lo que ayudara tambin a compatibilizar la integracin de las regiones ms all de sus intereses parciales. Pero fundamentalmente, la consideracin de esta eleccin como distrito nico y una base poblacional ms baja que la propuesta por los radicales, impacta en la posibilidad de establecer una legislatura plural. Dice Ponce de Len: Pero hay otro tema que adems excede el marco de lo simplemente poltico demogrfico: se trata del tema del pluralismo poltico. Cuando se abri esta discusin sealamos la importancia de mantener criterios de pluralismo poltico, de no suponer mayoras eternas que evidentemente no lo son; y algunos lo aprendieron en 1983 y otros el 6 de
15 septiembre de 1987; no tenemos que suponernos hegemnicos ni poseedores del porcentaje mayor de voluntades populares. Plantebamos la necesidad de que la Democracia se robusteciera con el pensamiento y la participacin activa de partidos que en muchos casos -sin ser masivos- tengan cuestiones que plantearle a la sociedad argentina. Seguir elevando la base es establecer un empinado camino para esta participacin democrtica y pluralista. Que no nos vaya a pasar que declamemos el pluralismo y despus le terminemos poniendo piedras; que decimos una cosa y votamos otra.2 En el mismo sentido interviene el convencional Manzano (FPV -PI) sosteniendo que de aprobarse el artculo tal cual est redactado, se minimiza y casi desaparece el pluralismo expresado en el prembulo, ya que los legisladores por circuito significan menos posibilidades para los partidos pequeos y, en el mismo sentido, si no se baja la base poblacional y se establece circuito nico los partidos minoritarios se veran casi cohibidos de representacin legislativa. Y en un arranque de sinceridad, quiz dirigido a las bases del acuerdo fundamentalmente negociado por los dos partidos mayoritarios, acepta que a esta altura de los acontecimientos considero inevitable que ese costo tenga que ser pagado, pero pretendemos achicarlo en parte por la reduccin de la base propuesta. En cambio para el convencional Reyes (UCR) el problema, no es un problema de pluralismo, sino de economicidad, ya que al bajar la base se elevara el nmero de diputados y esto no se condice con lo que opina el pueblo de la Provincia, por razones que hacen al gasto pblico y a la dimensin del aparato estatal. Para l, el problema del pluralismo no es tal, ya que como lo demuestra el FPV los partidos minoritarios pueden acceder por medio de coaliciones; en contraposicin, entiende que ms que nada lo que sta en discusin surge por un problema interno al Frente para la Victoria, entre el PJ y sus partidos minoritarios y pide que este problema lo arreglen internamente y que no lo traslade (el Frente) a nosotros ni al texto constitucional. En este sentido marca la posicin que sigue manteniendo la UCR ya que entre la opinin pblica y la necesidad poltica del FPV nos inclinamos por la primera. Luego de varias intervenciones y chicanas que iban y venan, y ver los radicales que nos les alcanzaba el nmero para imponer su postura, se acuerda pasar a un cuarto intermedio para intentar una solucin que compatibilice los argumentos de pluralidad y economicidad. Despus del cuarto intermedio y otro intenso debate, se llega a una formula votada por mayora (FPV, PPR y algunos radicales), por la cual se acepta la provincia como circuito nico para la eleccin con base poblacional y se baja esta base pero solo a 22000 ha y fraccin mayor de 11000 con el agregado de un nmero mximo de 46 legisladores, en nombre de la economicidad.
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Resultan interesantes estas afirmaciones en tiempos de un pejotismo reformista, que apunta a reconocer no solo al otro (en este caso al radical del bipartidismo) sino a los otros. Parecera ser que de alguna manera estaba afirmando la necesidad continuar por el camino iniciado de polticas de alianzas .
16 El texto, que es el de la actual Constitucin, como ya dijimos, queda redactado de la siguiente manera: Art. 123.- La Legislatura se integra por no menos de treinta y seis y un mximo de cuarenta y seis legisladores elegidos directamente por el Pueblo, asegurando representacin regional con un nmero fijo e igualitario de legisladores por circuito electoral; y representacin poblacional tomando a la Provincia como distrito nico, con un legislador por cada veintids mil o fraccin no menor de once mil habitantes. Se asegura representacin a las minoras. Llegados a este punto, podemos inferir que el Radicalismo lleg a la constituyente con una concepcin de la pluralidad que no inclua la diversidad al interior de la legislatura, en este caso privilegi la problemtica de la gobernabilidad y de las distinciones regionales; por sobre el armado de una estructura legislativa que indujese a una necesaria negociacin de tipo poltico en busca de consensos amplios para la definicin de las polticas pblicas. Esto nos lleva a pensar, que la aclamada necesidad de una cultura poltica basada en el respeto y la negociacin plural, era ms pensada en trminos de abrir canales de participacin y negociacin en mbitos que tenan ms que ver con la representacin de posiciones dentro de la estructura social que con la representacin poltica.3 En cuanto al Peronismo, al parecer, este se vio tironeado para fijar una posicin en parte por dos extremos; la pluralidad al interior del frente que lideraba, que le impona un necesaria contencin y acuerdo con los representantes de los partidos minoritarios que integraban la fuerza poltica con que compitieron en las elecciones; y, por otro lado, la posible conveniencia de asegurarse un lugar preponderante en un sistema poltico provincial que tendiera netamente hacia el bipartidismo. Como ya dijimos, una de las hiptesis que aqu planteamos, es que la configuracin del rgimen electoral y de la conformacin de la legislatura a que dio lugar lo estipulado en la constituyente, parte de un acuerdo de tipo bipartidista que se termina de consumar con la sancin de la ley electoral vigente. En este sentido, se establece un rpido acuerdo entre los legisladores del PJ y la UCR en torno de la ley electoral, baado con un manto de legitimidad pluralista a travs del llamado de una comisin multipartidaria para su anlisis, donde se consensan varios aspectos de la Ley, menos los referentes a los pisos electorales necesarios para acceder a una banca por cada uno de los tipos de representacin. No se establece mucha discusin en cuanto al nmero fijo de legisladores que corresponderan a los circuitos, ya que gracias a la base electoral surgida desde la constituyente y tomando en cuenta los censos que hasta ese momento estaban en vigencia, la cuenta no poda ser otra que tres por seccin electoral como bien expone en su argumentacin el diputado Picheto-, porque de otro modo no
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dos cosas marchan en esta misma lnea; por un lado el movimentismo el tercer movimiento- que aleja a muchos radicales del pluralismo cuasiliberal y por otro lado, ese mismo radicalismo provincial- avizora la urgencia por sostener un distrito desde el pargamatismo electoral. en definitiva es lo que predomina porque lo que les importa es esa suerte de realismo electoral que los hizo fuerte.
17 podra llegarse al mnimo de representantes que estipulaba la constitucin recientemente aprobada, lo que explica en mayor grado la discusin que se plantea en torno a la base poblacional que antes detallamos. Es llamativo, en este sentido, que la mayora de los diputados, entre ellos algunos radicales, sostengan que la formula surgida de la constituyente es un mamarracho, ya que se incorpora por la ventana el proyecto de la Bicameralidad que la mayora de los constituyentes queran imponer pero no se animaron4 dando lugar a una formula hbrida que tiene grandes problemas para ser implementada. Finalmente, como se podr ver, el nmero de legisladores regionales es de 24, nmero que representa amplia mayora contra los 19 legisladores por la sbana, otorgndole a su eleccin un valor primordial a la hora de calcular el nmero de legisladores finales de cada partido, dndole a este tipo de representacin un porcentaje mayor en la composicin de la cmara. O sea, no solo se nos col el senado por la ventana, sino que invadi buena parte de la cmara. El acuerdo bipartidista se termina de configurar entonces, a travs de la conformacin de los circuitos en circunscripciones trinominales y se afianza con el acuerdo para imponer un piso de acceso a este tipo de banca del 22% luego de que no prosperara en la legislatura una propuesta radical para que fueran repartidos por un sistema de mayora y minora. En realidad, como veremos, el piso del 22% fue ms leonino con el pluralismo que lo que hubiera sido una formula de mayora y minora sin piso de acceso. Pasemos ahora a considerar los escenarios (en este caso, los resultados reales de las elecciones) a que dio lugar la formula que impera en la provincia desde la reforma constitucional, para ver si realmente se puede corroborar la hiptesis planteada en este trabajo. Para ello compararemos el reparto de cargos que permiti el arreglo antes detallado contra un escenario en que se considere a la provincia como distrito nico, o sea contra una representacin poltica de un ciudadano un voto en igualdad de condiciones sea de la regin que sea. Para la comparacin utilizaremos el sistema D hont para el escenario de circunscripcin nica, no por ser el sistema que mejor correspondencia establezca entre preferencias ciudadanas y reparto final de cargos entre partidos, sino por ser el mismo que se utiliza para el reparto de los cargos en la lista sbana del actual sistema. Planteando un escenario de circuito nico no quiero menospreciar la importancia de la representacin regional, pero s sostengo que la formula elegida para ello, no fue la ms feliz posible por su influencia negativa para una apertura ms pluralista de la legislatura. Por el contrario, sostengo que el argumento general vinculado a la necesidad de establecer un criterio de carcter regional en el
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18 sistema representativo de la legislatura provincial, fue utilizado como una herramienta tendiente a justificar un arreglo bipartidista para la cmara. Volviendo nuevamente la vista al cuadro comparativo, podemos observar que desde las elecciones en que est vigente la nueva constitucin, esto es el periodo que va desde las elecciones de 1991 a las del presente ao, el radicalismo a obtenido constantemente la mayora en la cmara legislativa; con la sola excepcin de la configuracin que quedar dada a partir de la asuncin en diciembre prximo de los legisladores electos. Pero este no es un dato llamativo, sino fuera porque, a pesar de ser siempre la primera minora (menos en 2007), en esas mismas elecciones el radicalismo no supera el 40% de los votos ms que en dos casos (1991-1999) y por escaso margen y ni por asomo se acerca el 50% de las preferencias. Es decir, que las distorsiones introducidas en el sistema por las elecciones circuitales operan siempre en beneficio de la primera minora cerrando el crculo del reparto de cargos con un segundo partido, salvo escasas excepciones no muy relevantes. La nica excepcin a este hecho, fue la eleccin de 2007 en que el FPV fue primera minora, pero el radicalismo se asegur el mismo nmero de bancas por circuito que ste, lo que dara por presuponer una mejor estructura a lo largo de la provincia, pero fundamentalmente una presencia ms fuerte en los circuitos chicos. Es de destacar que, en el hipottico escenario de circuito nico y reparto por Dhont, el radicalismo nunca hubiera obtenido mayora en la cmara teniendo que negociar siempre para conseguirla con un tercer partido. Dato importantsimo que podra haber cambiado de raz el escenario poltico de la provincia. Como se puede observar en las estadsticas, cuando la eleccin se presenta muy polarizada (elecciones de 1995 y 1999), la distorsin provocada por el sistema es menor, pero tiende a reforzar esa polarizacin entre dos fuerzas. Pasmoslo a nmeros: en 1995 la UCR obtiene el 39.9 % de los votos y el FPV el 39.2% y se quedan con el 51.2% y el 46.6% de los representantes respectivamente, mientras que el Frepaso con casi un 9% de los votos solo accede a una banca (2.3% de rep.). Si en sta misma eleccin los legisladores solo se hubieran repartido por circuito nico, el radicalismo hubiera perdido dos escaos y con ellos su mayora, el FPV habra accedido a uno menos, mientras que el FREPASO hubiera acrecentado en tres el nmero de bancas con lo que hubiera tenido un papel relevante en la legislatura ya que la mayora se lograra slo con sus votos. El mismo escenario, pero un poco ms marcado se dio en las elecciones de 1999. Un dato a rescatar de estas dos elecciones, es que el piso del 22% no ejerce ninguna influencia sobre el reparto final de los cargos, debido a la polarizacin de los votos en las primeras dos fuerzas que ayudara a que ambas superen ese piso en todos los circuitos.
19 Pasemos ahora a analizar como se comporta el sistema en la eleccin del 2003; una eleccin contraria a las que acabamos de analizar, en donde la regla no es la polarizacin, sino la diversificacin de los votos en varios partidos. Como surge claramente del cuadro, es en este tipo de eleccin, en donde el sistema ms distorsin produce y, como ya sostuvimos ms arriba, esto condiciona claramente a los votantes a la hora de emitir su voto. Analicemos los nmeros con detenimiento. La UCR obtiene para el total de la provincia el 28.19% de los votos y, con ese magro resultado alcanza el 55.8% de la representacin, para quedarse con 24 legisladores y nuevamente con mayora absoluta en la cmara. Si esta eleccin se hubiera resuelto por circuito nico, el radicalismo se habra quedado con 16 legisladores lo que representara el 37.21% de los cargos. En el recuento, los ms desfavorecidos fueron los dos partidos que alcanzaron menos representacin, el MARA y el PPR que obteniendo el 8.68% y 7.01% respectivamente accedieron slo al 4.65 y 2.32% de los escaos; mientras que el PJ y Encuentro prcticamente obtuvieron similar porcentaje de escaos que de votos, con una leve mejora de dos puntos para el PJ. Comparemos nuevamente contra la eleccin por circuito nico, como vemos, la pluralidad de la cmara habra sido mucho mayor, abriendo un escenario de dialogo necesario entre partidos para conformar mayoras. Las minoras habran tenido una representacin sustancialmente mayor, duplicando su representacin el MARA y cuadruplicndola el PPR, Encuentro se habra quedado con dos escaos ms y el PJ hubiera sumado tambin, uno ms. Pero veamos ahora si, como oper el piso del 22% en los circuitos para que la configuracin final de la eleccin haya sido de esa manera. Por ejemplo, Encuentro mantiene su porcentaje, porque concentra los votos en el Alto Valle Oeste, en donde se queda con los tres legisladores obteniendo el 33.86% de los votos, ya que el segundo, la UCR, no llega al piso del 22% obteniendo un 17.9%. Pero el partido que ms beneficios obtiene es la UCR, que se queda con el 100% de los representantes en tres circuitos: Alto Valle Centro, Valle Inferior y Valle Medio. Esto, no es debido a una gran cosecha de votos en los circuitos nombrados (obtiene en los tres entre el 29% y el 32%), sino ms bien a la dispersin del voto entre varios partidos, lo que hace que el PJ se quede a las puertas de este piso con porcentajes cercanos al 20%, por ejemplo en el AVC. En la otra eleccin que opera el piso antes nombrado, es en la de 1991, en donde, otra vez en el AVC, la UCR se queda con los tres legisladores circuitales porque el PJ obtiene el 21.7% de los votos y se queda un 0.3% abajo del piso.
20 Conclusiones Entre los argumentos, vlidos en parte, de otorgar mayor representatividad a zonas rezagadas de la provincia a fin de atender o intentar asegurar que su voz sea por lo menos escuchada en la legislatura (postura defendida por la UCR y tambin, aunque mas tibiamente, por el peronismo); y por otro lado, considerar el voto de cada ciudadano rionegrino en igualdad numrica y con esto abrir la legislatura a una mayor pluralidad de ideas dada por la mayor representacin de minoras; se intenta establecer una formula intermedia (desde lo discursivo) que contemple en parte ambas realidades.5 Creo, en este sentido, que en realidad la formula que se termina imponiendo no tiene nada de justa distribucin entre las dos tipos de representaciones, y que el argumento de la consideracin en esta formula de ambas realidades es falaz por dos razones principales. Por un lado, como bien demostramos con los cuadros comparativos, el sistema tiende a otorgarle la hegemona dentro de la cmara a la primera minora y termina de conformar el sistema con un segundo partido principal de oposicin en detrimento de un sistema poltico abierto a las representaciones minoritarias que refleje en mejor grado las preferencias ciudadanas. Por otro lado, parecera que a veinte aos vista, se vuelve difcil de sostener el argumento relacionado con las consecuencias de la mayor representacin regional y esto, en gran medida, por la propia metodologa de funcionamiento de los partidos polticos, en donde la seleccin de los candidatos tiene ms que ver con el insercin en las redes partidarias que con su representatividad en trminos de la problemtica regional. En este sentido, se plantea un hecho llamativo. En ms del 90% de los casos la cantidad de votos obtenida por los legisladores circuitales es menor a la de la lista sbana. Con esto no quiero plantear que no sea una problemtica a tener en cuenta, la regional, a la hora de disear el sistema electoral, sino que se podran haber implementado otros sistemas, que contemplaran tambin un mayor grado de amplitud hacia las minoras.
Como vemos, la concepcin del pluralismo era correspondido por un conjunto de equivalencias que, hasta cierto
punto, se volvan contradictorias. La discusin establecida en torno los diferentes tipos de representacin, pueden dejar otras conclusiones interesantes en el establecimiento de stas correspondencias. Como vimos, las dos concepciones del sistema electoral que se discuten parten de una disyuntiva entre la diversidad regional o una mayor pluralidad poltica; sin embargo, aparecen como no inscriptas siquiera en el debate pblico, la posibilidad de representacin de diferentes categoras sociales como la tnica o la sexual, esta ltima solo planteada marginalmente por una legisladora en el debate sobre la ley electoral.
21 A partir de lo antes analizado, podemos concluir entonces, que en el diseo del sistema electoral prima una lgica pragmtica de mantenimiento del poder; ya que ste opera como un corcet que contiene la posibilidad de ampliacin pluralista del sistema de partidos, manteniendo una permanente bipolaridad en su base, coartando la representacin institucional de alternativas polticas a ste. En este sentido, quedan relegadas en la representacin institucional las terceras fuerzas; que se mantienen como un rasgo persistente con un importante caudal electoral eleccin tras eleccin. Una mayor representatividad institucional de las minoras le habra aportado al sistema poltico una mayor pluralidad y transparencia. Por el contrario, este arreglo abre las puertas a la hegemona del partido de gobierno, en este caso la UCR, y a la estructura bsicamente bipartidista del sistema poltico provincial.
Bibliografa
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Bicameralidad %R Dip. %R
UCR 81898 41.2 9 17 16 100 17 68 19 46.34 20 46.51 FPV 50923 25.62 6 6 6 24 11 26.82 13 30.23 MOV. POP 25314 12.7 2 1 2 8 6 14.63 6 13.95 A. CREER 16997 8.5 2 4 9.75 4 9.30 DC 3404 1.7 1 2.44 Alto Valle Centro por el piso del 22% la UCR se queda con los 3 legisladores por el circuito, habiendo obtenido el 41.4% de los votos, ya que el PJ obtuvo 21.7%.
ELECCIONES 1995
Partidos UCR FPV FREPASO Votos 94861 93032 20636 % obtenido 39.9 39.2 8.7 Leg. Sabana 9 9 1 Leg. circuitos 13 11 0 Total Legisl adores 22 20 1 % de rep. 51.2 46.5 2.3 Sen. 10 6
24 ELECCIONES 1999
Partidos ALIANZA FPC FRENTE GRANDE Votos 107643 90133 19976 % obtenido 43.90 36.76 8.15 Leg. Sabana 10 8 1 Leg. circuitos 15 9 0 Total Legisl adores 25 17 1 % de rep. 58.1 39.5 2.3 Sen. 16 0 Bicameralidad %R 100 Dip. 17 8 %R 68 32 Proy. PI, DC 8 Circuitos Sistema HARE Cargos % R 22 16 3 53.65 39.02 7.31 Circuito nico DHONT Cargos 21 18 4 %R 48.84 41.86 9.30 Circuito nico DHONT Cargos 16 10 9 4 4 %R 37.21 23.25 20.93 9.30 9.30
ELECCIONES 2003
Partidos Votos % obtenido Leg. Sabana Leg. circuitos Total Legisl adores 24 9 7 2 1 % de rep. 55.81 20.9 16.27 4.65 2.32 Sen. 14 2
Proy. PI, DC 8 Circuitos Sistema HARE Cargos % R 18 10 9 4 4 1 39.13 21.74 19.57 8.70 8.70 2.18
UCR 73902 28.19 7 17 PJ 48952 18.67 5 4 ENCUENTRO 43746 16.69 4 3 MARA 22768 8.68 2 PPR 18374 7.01 1 FRENTE POR 5829 2.22 RIO NEGRO (Massaccesi) AVO: Encuentro se lleva los 3 con el 33.86% de los votos, UCR 17.9%. AVC: UCR se lleva los 3 con 29.21% de los votos, PJ 19.55%. VI: UCR se lleva los 3 con el 32.29% de los votos, PJ 18.22%. ZA: UCR se lleva los 3 con el 29.63%, Encuentro 16.68% y PJ 11.26%.
25 ELECCIONES 2007
Partidos UCR FPV PPR ARI Votos 92410 105822 29200 17714 % obtenido 33.80 38.70 10.68 6.48 Leg. Sabana 7 9 2 1 Leg. circuitos 12 12 Total Legisl adores 19 21 2 1 % de rep. 44.19 48.83 4.65 2.32 Sen. 8 8 Bicameralidad %R 50 50 Dip. 14 14 %R 50 50 Proy. PI, DC 8 Circuitos Sistema HARE Cargos % R 17 20 6 3 36.95 43.47 13.04 6.52 Circuito nico DHONT Cargos 16 19 5 3 %R 37.20 44.18 11.62 6.97