Reglamento 1815 Artigas
Reglamento 1815 Artigas
Reglamento 1815 Artigas
El
Reglamento de 1815
par Edmundo M. Narancio
se diriga Artigas al Cabildo de Montevideo en "Regresa el seor alcalde provincial, con su asociado
siguientes trminos
a su
su misin son las instrucciones que presen S. para el fomento de la campaa y tranquilidad de sus vecinos. ejecucin depende la felicidad ulterior. Espero que V. S. propender
que tengan exacto cumplimiento'' Con estas sencillas lneas el Jefe de los Orientales haca saber al Ca
bildo el resultado de maduras reflexiones sobre el progreso de la campaa y la seguridad de sus hacendados, idea que haban ocupado su pensamiento des de
tiempo
se
haban concretado
en
disposiciones
convenien
temente articuladas.
Implicaba ginales
para
"Reglamento" aprobado, entre otras cosas, una redistribu inspirada en ideales de justicia social ori aquella poca en nuestro medio. Intentaremos su historia tra
tando de poner al lector en contacto directo con los textos, para que por s mismo, vaya descubriendo la verdad que se filtra por las entrelineas de los
viejos
manuscritos.
Seala Bauza que en 1781 vagaba por el pas "numerosa poblacin flo tante, de exigencias humildes, aunque deseosa de fijarse a la tierra". Ello nos lleva a la comprobacin sorprendente de que la tierra disponible se haba
acaparada por unos pocos propietarios. Efectivamente, en 1787 virrey, al gobernador de Montevideo don Joaqun del Pino que se le remitiera una relacin que deba contener el nombre de la capital y de sus partidos, las leguas que ocupaba su distrito ; el nmero de habitantes ; qu labranzas y cultivos se realizan; cul es el alimento de los habitantes; qu maderas se producen; qu ganados, qu comercio y qu industria. Pas la orden del Pino al Cabildo' para que "por sus mejores conocimientos sobre ailgunos o todos los puntos que se contiene en la insinuada superior preven cin" diera una "circunstanciada noticia de lo que se pide".
mandaba el
terminado
(*)
395
La reunin de los cabildantes para tratar el asunto se llev a cabo el 1 5 de Expuso entonces el Alcande de ler. Voto al expresar cual deba ser el contenido de la respuesta a lo que solicitaba el virrey, indi noviembre de 1787
jurisdiccin de Montevideo y aada que "El terreno comprendido dentro de estos lmites ser como de 30 leguas norte sur y 40 de oriente a poniente poco ms o menos, que compone 1200 quadras. Al principio de la poblaz**" se consider ms que suficiente para que se acomodazen no solo los pobladores cuio humero ascendera a unas 300 familias, sino
hasta los
mas
remotos
numero
de los de esta
terreno
Jurisdiccin.
toca por
la
esperiencia
ser
Voto,
ron sea
Hijos de los Pobladores no suio para labrar o criar ganados. En este estado los S,res Al. e de 2. o Alfrez Real, Alcalde m.or Provincial y regidor Fiel executor digeno
se deve informar. Que no se puede concebir haver terrenos bastantes para los vecinos sino que un cortsimo num.o Hacendados ocupan ellos solos dentro de la Jurisdiccin ms terreno que todos los dems juntos -quienes no contentos con la multitud de leguas que poseen, donde pudieran acomodarse 600, o 700, vecinos, han
otra la causa de
estendido fuera de ella solicitudes de canipos realengos por medio de denun cias o compras, de suerte que los dems o han de ser sus feudatarios, o unos
olgazanes todo en perjuicio de la industria y poblacin" El seco lenguaje administrativo del documento es ms elocuente que todos los comentarios que podamos hacer y es el reflejo de una realidad que se comprueba tambin por lo que hoy sabemos de uno de los privilegiados a quien seguramente se hace referencia velada en el acta del Cabildo : Don Mi guel Ignacio de la Quadra.
Era ste
tes que
un
monopolizaban la base fundamental de la riqueza en detrimento de los que privados de ella buscaban afanosamente encerrados entre las gran des propiedades un medio de vida. Tremenda lucha que nuestra literatura histrica casi siempre sensible solamente a los hechos ms efectistas de la historia poltica, ha olvidado o apenas registra. Pero quien investiga en nuestros archivos, con otras vistas que las dirigidas a tal historia y endere za su atencin a lo social, hallar en sus bsquedas un amplio campo de fe nmenos, menos deslumbrantes posiblemente que los procesos polticos, sin el brillo de las grandes hazaas, callados y an'nimos, en los que palpita el
drama sencillo y modesto pero entraablemente humano de los humildes. Con Femado Gutirrez, podemos establecer que de la Quadra tena, a comienzos del siglo XIX, ttulo ms o menos perfecto de las tierras que com prenden hoy "toda la sexta seccin del departamento de Flores y parte de la quinta seccin. Posea, adems, sin ttulo, una extensa faja de tierra al oeste del arroyo de Porongos. Su latifundio comprenda doce estancias que tenan las denominaciones siguientes: San Gregorio, del Horno, del media-
396
ero
Miguel
Pintos
tos, de San Jos, medianero Juan Sspedez llo (costa del Y), del medianero Rafael Sosa Sarand), de los Molles, del medianero Lucas
del medianero Patricio Gonzlez Pin del medianero Baltazar Sena (Orqueta de Porongos), del (entre Porongos y Sarand Chico), del Mangru
(costa
de San
Jos),
medianero Roque Mendoza". Sigue Gutirrez a Juan Agustn Garca, el autor de "La ciudad Indiana" cuando expresa : "La propiedad era un lujo tan slo permitido a los capita listas. Los pobres ms audaces y emprendedores corran la aventura de es
en las fronteras, en medio de los indios. Desgraciademente no salvajes sus nicos enemigos; estaban a merced de los hbiles y poderosos, que se apoderaban de esas tierras denuncindolas como realengas. Para obtener -el ttulo oficial que daba la posesin tranquila, era necesario cumplir numerosas formalidades fiscales, pagar honorarios de relatores, abogados, procuradores, pregoneros, impuestos".
tablecerse
eran
los
Y agrega: "No era slo eso. Las autoridades rodeaban de eficaces ga rantas el derecho contractual de los terratenientes. La persecucin al intru so fu otra de las caractersticas paradojales de aquella poca en que el baldo Los lanzamientos eran ejemplarizadores, verdaderos actosno tena lmites. de escarmiento. De la obra paciente, realizada por el intruso, slo quedaban un montn de ruinas, los rboles eran derribados, los ranchos y corrales de
molidos,
tido
el mobiliario
cerca
segua de
De
un
con
el
que
latifundio"
expediente
Hacienda, resulta que el 24 de Setiembre de 1782 el Juez Comisionado del Partido de Maciel, concurri a la costa de dicho arroyo, se intern en la propiedad de don Miguel Ignacio de la Quadra y llegado que fu al paraje donde haban poblado los intrusos Maz y Mazangano, les notific', delante de testigos, del cabo de escuadra de dragones don Manuel Gasso, de cuatro "individuos de ste", del cabo de escuadra de milizias Bernardo Gonzlez con ocho milicanos, de seis peones y de Ignacio Nez, una providencia de desalojo y lanzamiento del virrey, de fecha 19 de agosto de 1782, "y des pus de haberle hecho cargo de dicha Providencia, y previnindoles qu de
y
recho tenan para estar establecidos all dijeron no tener ttulo alguno para ello ; por lo cual y en fuerza del Superior Decreto les mand sacar los trastos fuera de dicho terreno y cargarlos en carros para ponerlos en marcha los cuales ejecutaron sin ninguna repugnancia e Incontinentemente les hice de en adelante no podan le les Corrales moler los Ranchos
vantar
y y previne que ninguno otro ni menos poblar en los terrenos pertenecientes a don Miguel Ignacio de la Quadra y bajo graves penas y que as lo tuvieran en ' tendido"
'
precedentes
los
episo-
397
dios que sirven de antecedente a la fundacin de Porongos, que. no son dtl ca so sealar aqu, y que muestran los trabajos y sacrificios que cost a un pobre colono analfabeto, llamado Fondar, puesto a la cabeza de los vecinos de la regin el edificar un templo que fuera el paso previo a la ereccin de
un
pueblo.
Obtuvo finalmente la
deroso latifundista de la
Capilla, pero "la influencia decisiva del po Quadra impidi que el xito culminara la empresa fray Manuel Ubeda quien al frente de la Capilla de
1823,
en
el "miedo
su su
a su
patrn"
de los medianeros de de la
hacer actual
rancho
finalmente obtener
pedazo
de tierra para
por el
infortunio, origen de la
La
situaciones
era
fuente de grave
desequilibrio
quien hablaremos
en
con
Oriental, expresa
que
con
previsin
era
"se habra
podido
hacer de esta
provincia
la ms feliz de la
tierra, pues
alzados que
evidente,
que abriendo el comercio del Ro de la Plata y dan a los particulares con los ganados
no se
pudiesen
se
amansar,
en
habran
agolpado
tantas
gentes
en
las
ciudades,
el
habran visto
a
menos
de cinco aos la
ganado
todo reducido
pastoreo sin
hubiera cuidado el suyo ..." Obsrvese que ya entonces se experimentaba el macrocefalismo y el xo do rural, fenmenos que por sus proyecciones en la vida nacional producen
actualmente
se
haban
vez
justificada inquietud. Lo ms notable es que las soluciones que planteado igualmente desde entonces, se haban ido tornando, cada de ms difcil aplicacin porque el tiempo se ha encargado de ir creando
intereses, haciendo ms
costosos los
nuevos
medios,
etc.
Sigue Azara: "Habramos entrado en posesin, no slo de lo dicho, sino igualmente de la Laguna Mern y de toda la preciosa provincia portuguesa del Ro Grande, y tendramos en necesaria dependencia a todo el Brasil. Ver dad 'CS que se opona a estas ideas una ley o cdula que ordena no dar tie rras sino al que las compre; ley la ms perjudicial y destructora de cuantas se podan imaginar, no slo; por lo que es en s, sino igualmente por sus for malidades Exige que el que quiera un campo lo pida en Buenos Aires All le cuesta cincuenta y tres pesos con la vista fiscal y escribana el primer de creto, que se reduce a nombrar un juez que vaya a reconocer el terreno y un agrimensor para medirlo, cada uno con dieta de un peso por legua y cua tro por da. Adems, prcticos para tasarlo, la conduccin y alimento todo a espensas del pretendiente, quien gasta mucho porque las distancias son muy
. .
398
largas. Vueltos a la capital se pone el campo en pblica subasta con treinta pregones bien intiles, porque nadie ha visto ni sabe lo que se vende. En esto, en cinco vistas fiscales y formalidades, se pasan a lo menos dos aos
a veces seis y ocho; resultando que cuanto ms se ha ofrecido al erario, ha sido veinte pesos, y a veces ni dos por legua cuadrada; aunque en realidad cuestan al interesado muchos centenares las formalidades y derechos sin con
tar las
can a
perjudicialsimas
se acer
cuatrocientos pesos : de modo que ninguno sin grande caudal puede entablar semejante pretensin, siendo esto tan positivo que no hay ejemplar de no haber pretendido merced, quien tenga menos de diez mil cabezas de
ganado o mucho dinero Y como-, los costos, sean casi lo mismo por poco que por mucho, resulta que los ricos piden muchsimo para recompensarlos y que no lo pueblen, sino que lo dejen valdo para irlo arrendando o vendiendo con sacrificio de los pobres. "Dos leguas cuadradas valdas nada producen, y vendidas dan a lo ms cuarenta pesos al erario; pero conferirlas de valde a un pobre que las pueble con -el ganado que podra comprar con los mil pesos de los costos, esto es, con
.
"
gencias
ros.
ms de dos mil reses, contribuiran al erario slo en los dos aos de las dili con doscientos cincuenta pesos por el ramo de guerra, y adems las alcabalas, etc., porque su procreo le dara quinientas reses y otros tantos cue
Aburridas las gentes de formalidades, costos y visitas al escribano, han discurrido medio de ponerse en posesin de las tierras arbitrariamente. Slo con haberlas denunciado, o con el primer decreto sin pasar a la subasta, etc.
As estn
el Ro
pasado escepcin de al guna docena, que por poco dinero compraron centenares y quizs millares de leguas cuadradas, tal vez con engao del erario y con mayor perjuicio del pblico; porque ellos no las han poblado, y sacrifican a los pobres que quieren
de
poblados los grandsimos campos Negro, sin que ninguno tenga ttulo
propiedad,
situarse
en
ellas.
dimanados de la citada
suyo
un
es
un
increble desorden
ser
Piraya. Se reduce su por setecientos pesos a Manuel Barbas, vecino de Miontevideo, quien no tiene ms derecho que el de haberle denunciado; esto es, ninguno legtimo. Vien do yo esto, dispuse repartir dicho terreno, y se hizo en trece estancias, que dando todava cinco por repartir, de las cuales pienso dejarle una, que es
cuanto necesita.
terreno hacia el
La de
menor manera
bezas de
la
ganado,
que
de dichas estancias es suficiente para seis mil ca que el estado mantendra en aquel terreno a diez
se
a
y ocho hacendados
con
posesin
tiene. Este
quiere
l y
con a
sostener al tal
sus
Arias
reses
en
setecientas
que
en
yo acabo de hacer
todos los campos del Ro de la Plata, porque gran parte de sus pobladores estn en el caso de Arias, siendo cosa escandalosa y perjudicialsima al co
mn del
pas
y al
estado,
que le
importa
mucho la buena
mala distribucin
399
no se
poner este remedio, nunca habr orden, cortarn las atrocidades y latrocinios que
abrigan
en
tantos desiertos".
FLIX DE AZARA
Era Azara
a un
hombre de
en
un a
talento
nuestra
historia y
especial
la de
vedo y
creo
puede probarse.
Haba nacido Azara, siguiendo a su bigrafo Gonzlez, en Barbuales, en la Provincia de Huesca el 18 de mayo de 1746. Entre 1757 y 1761 hizo estudios- de historia, legislacin y filosofa en la -Universidad de Huesca Re sidi en la casa del maetrescuela de la Catedral, que era su to don Mames
.
que lo educ
con
"singular
esmero"
a
ingresar
en
celona, donde realiz estudios superiores de matemticas. Al terminar sus fu "ascendido -a subte estudios, siempre informndonos en Gonzlez
niente de infantera
y
a
ingeniero
delineador de los
en
fronteras,
partir de entonces importantes cargos en los que revel hotables aptitudes. campaa de Argel fu herido por una bala que le atraves el pecho has ta la espalda, salvando la vida por milagro. A los 34 aos era teniente co ronel de Infantera y poco despus "Encontrndose en 1781 en San Sebas tin, ciudad de Guipzcoa, en calidad de teniente coronel de Ingenieros, re cib por la noche una orden del general para marchar inmediatamente a Lisboa y para presentarme a nuestro embajador. Dej en la primera ciudad citada mis libros y mi equipaje y part a la maana siguiente al romper el da, habiendo tenido la suerte de llegar pronto y por tierra a mi destino", que consista en formar parte de la comisin que "conjuntamente con los comi sarios portugueses, y con arreglo al Tratado preliminar de paz de 1777, la lnea de demarcacin de nuestras posesiones respectivas, desde el mar, un poco ms all del Ro de la Plata, hasta por bajo la confluencia de los ros Quapor y Mamor, desde donde se forma el de la Madera, que vierte en
En la
el Maran".
Recorri as Azara las' provincias del Ro de la Plata en diferentes comi : estuvo en el Ro Grande de San Pedro, de Buenos Aires pas a Asun cin, hizo el viaje a Villarica y a la Cordillera, practic el reconocimiento de los pueblos misioneros, recorri el Pilcomayo, y por el valle del
siones
Tapa lleg a San Estanislao y San Joaqun. Estuvo en Carapegu y Quyyyndy y Curuaguaty y en la Laguna Ibera, todo ello mientras se documentaba sobre los problemas de lmites en espera de las partidas portuguesas Paralizadas las actividades demarcadoras, procedi en 1796 a reconocer los fortines del Sud y luego fu destinado por el Marqus de Aviles a cumplir una importan.
400
te comisin
en
regres'
Espaa
donde
tural,
etc. de ellas
destacan
al interior del
Paraguay
y Pueblo de las
es
frica de las Provincias del Paraguay y Misiones Guaranes", "Descripci'n e historia del Paraguay y del Ro de la Plata", '^Voyges dans l'Amrique
Mridionale. vincia del
del
.'', "Apuntes para la historia natural de las aves de la Pro Paraguay", "Apuntes para la historia natural de los cuadrpedos Paraguay y del Ro de la Plata" etc. y la obra que comentamos.
.
'.
estuvo
bajo
dente. Un
conjunto
de familias
l baha sin Fondo y San Julin. La la tentativa siendo trados los colonos tenidos a costa de la Real Hacienda.
ser man
Posteriormente
con
algunas de esas familias se fundaron pueblos en la qued un elevado nmero de pobladores que eran una
pesada
so
carga para el erario. En conocimiento de tal situacin es que propu Azara poblar la frontera con esos colonos previnindose que a los que no quisieran ir se les suspendera el subsidio.
su
en
Azara indic el nombre de Artigas para que fuera la empresa. El propio Artigas se encarga de consignar retiro del 24 de octubre de 1803 que "Tratando vuestro
de Aviles de
colaborador
su
en
solicitud de
virrey el marqus poblar la frontera, de tallar suertes de estancias a sus morado res y tranquilizar la campaa, nombr la superioridad por comandante ge neral de poblaciones, fronteras y campaas al capitn de navio don Flix de Azara, y este jefe me pidi por su ayudante, en cuya comisin serv hasta la
declaracin de guerra con los portugueses, destinado por mi direccin los terrenos a cada poblador y confindome este jefe varias comisiones". Pro fundo conocedor del pas y los hombres. Artigas debe haber sido una ayuda insustituible para Azara; el 8 de octubre de 1801 Sobremonte le escriba a
.
de la
a propsito de la partida de una fuerza destinada a conservar el orden campaa y le deca: "me pareca muy del caso para dirigir a stas el ayudante mayor de Blandengues don Jos Artigas por su mucha prctica de los terrenos y conocimientos de la campaa ; pero como est a las rdenes del capitn de navio don Flix de Azara slo lo hago presente a V. E. para que se sirva resolver lo que fuere de su superior agrado".
Aviles
401
La fundacin del
pueblo
de Batov de Azara
a
se
acompa
de la
adjudi
lo expresa Barbagelata: "la tarea de proceder al reparto asesorado por el piloto de la Real Armada Fran cisco Mas y Coruela. Artigas fracciona para chacras y estancias los campos
Artigas,
como
comprendidos
entre la
frontera y el monte
grande, desalojando
los portu
gueses que los detentaban ilegalmente; demarca y amojona los lotes dando posesin a cada poblador de la porcin que se le adjudicaba, entregando des
al naturalista los antecedentes de la operacin y los requisitos necesa rios para que ste pudiera expedir a los interesados los ttulos de resguardo y hacer las anotaciones del caso en el libro de empadronamiento".
pus
pensado
vez,
con
espritu
una en
al lado de Azara".
efecto, que ms de
brn encontrado
derredor del
luego de dura jornada los dos hombres se ha fogn erK los lejanos campamentos de Ta
en
la que el
uno
habr
ilustracin, su formacin universitaria y su fino espritu de observacin yi el otro su talento, su conocimiento de la tierra, de los hom
aportado
su
vasta
bres que la habitaban y sus problemas; en ambos haba un firme espritu de justicia al servicio de la solucin de las cuestiones sociales y econmicas de
que
eran
espectadores.
LA MEMORIA SOBRE EL ESTADO RURAL DEL RIO DE LA PLATA BN 1801 En los mismos campos donde diez y nueve aos despus se iba a ex perimentar la decisiva derrota ante las fuerzas portuguesas al mando del conde de Figueiras, el futuro Jefe d los Orientales habr asistido a la redac
cin de la "Memoria sobre el estado rural del Ro de la Plata" y habr quizs, tambin comentado con su autor ms de uno de sus prrafos y discutido sus ideas capitales y su aplicacin prctica.
Comenzaba dicho documento con una descripcin de las campaas platenses, especialmente de nuestro pas, y luego de exponer Jos hechos se consignan en la transcripcin precedente sugera una serie de puntos a juicio del autor resolveran el desequilibrio econmico y social del pas Propona, por ejemplo, en su artculo primero :
".
.
rio
que que
.
los indios
como sucede ya". En el artculo tercero indicaba que era necesario "... edificar en los te rrenos que ocupan los infieles, contenidos entre los ros Negro e Ibicu, y entre el Uruguay y la frontera del Brasil, capillas distantes de diez y seis a veinte leguas una de otra, y repartir las tierras en moderadas estancias de valde y con los ganados alzados que hay all, a los que quieran estable cerse cinco aos personalmente, y no a los ausentes, sin precisar a se
a
opresin
que
viven,,
ir
Portugal
la mayor parte,
ninguno
402
la
capilla
porque esto
no se
conseguira
sien
dar ttulos de propiedad de las tierras que los no los tienen, y son los ms desde el Ro Negro pobladas que a Montevideo, quitndoles las que no tengan bien pobladas para darlas a otros, siempre con la condicin de vivir cinco aos en ellas y tener armas listas".
:
En el artculo sexto
a
"
tuviesen
Y por el
sptimo :
a
dulentas, las de
No
son
enormes
se se
poblado
en
tiempo, repartindolas
estas
uno
pobres"
exactamente las de
Artigas de 1815; hay entre surgidas de la diversidad de circunstancias, pero ambos se inspiran en un ideal de justicia que obtiene su ms lograda expresin en el texto artiguista. La poltica relativa a los se en artculos que no hemos transcripto de manera dis encara portugueses tinta, pero en cambio en otros casos, llega a haber identidad no slo concep tual sino hasta de palabra, como en el artculo dcimo que dice: "Sealar linderos fijos en todos los ttulos, demarcndolos algn facultativo para evitar los pleitos que apestaran al pas'', concordante con el artculo 16 del de Ar "se proporcionarn aguadas y si lo tigas del ao quince en el que se lee : permitiese el lugar linderos fijos, quedando el zelo de los comisioinados eco nomizar el terreno en lo posible y evitar en lo sucesivo desavenencias entre vecinos" (El subrayado es nuestro).
normas
y otro documento
diferencias fundamentales
campaa; de ah en ade segundo trabajo de esta serie, la mi seria se generaliz en la Banda Oriental El propio Artigas, el primer y me jor cronista de estos acontecimientos lo relata a la Junta del Paraguay al decir que desde la llegada del ejrcito de Buenos Aires "pueblos enteros ha ban de ser entregados al saco horrorosamente, pero sobre todo, la nunerosa y bella poblacin de extramuros de Montevideo, se vio completamente sa queada y destruida; las puertas mismas y ventanas, las rejas, todas fueron arrancadas; los techos deshechos por el soldado que quera quemar las vigas los portugueses convertan que le sostenan, muchos plantos acabados : en pramos los abundantes donde campos por pasaban, y por todas partes se vean tristes seales de desolacin. Los propietarios haban de mirar el esterminio infructuoso de sus caros bienes cuando servan a la patria de sol dados ; y el general en jefe se crea en la necesidad de tolerar estos desrde nes por la falta de dinero para pagar las tropas" Artigas dir despus en la "Oracin de abril" que a partir del momento en que se supo en San Jos la ratificacin del Armisticio, los ciudadanos orien
lante
como
trajo Maggi en
la ruina de la el
sus
hermanos, la afliccin, de
403
hacien esposas, la desnudez de sus hijos, el destrozo y exterminio de sus das y que slo haban restado lo escombros y ruinas por vestigio de la opu terminaba "forman la base al edificio augusto lencia antigua, pero ellos de vuestra libertad". En un mensaje dirigido por el presidente Oribe a la Asamblea General "cuando estall la Guerra de la Inde en febrero de 1836 se recordaba
sus
que
pendencia
oponerse
que
a
los habitantes de la
correr unos a
campaa dejaron
sus
sus
casas,
sus
familias, para
las filas de
defensores,
otros para
haciendas y alistarse y
peligros
persecuciones
producen
semejantes"
En efecto; todo el
ron a
pas
refugiarse
tras los
muros
propieda
des; parte el sostenimiento de los ejrcitos revolucionarios, sobre todo el de Buenos Aires, cost inmensos sacrificios a Jos que deben agre actuaba en garse los actos de destruccin perpetrados por la soldadesca que el pas como en tierra conquistada.
por otra
se
vio "convertan
en
pramo
las
tierras que pisaban", la poltica de suelo arrasado que los orientales practi caban como medio de defensa ante la agresin, y todava, el dislocamiento interno inevitable en todo proceso revolucionario, destruyeron la fuente de
la
riqueza
y abatieron la economa.
Artigas
vinculados al
en
el ao 13 intent
recuperarla
e
con
tres actos
fundamentales
los artcu
Congreso
de Abril
1',
interior
consagrada
en
los doce, trece y catorce de las Instrucciones de 1813 que expresan: "Art. 12. Que el puerto de Maldonado sea libre para todos los buques que concu rran a la introduccin- de efectos y exportacin de frutos, ponindose la co
rrespondiente aduana en aquel pueblo; pidiendo al efecto se oficie al coman dante de las fuerzas de S.- M, B. sobre la apertura de aquel puerto para que proteja la navegacin o comercio de su nacin. Art. 13 Que el puerto de la Colonia sea igualmente habilitado en los trminos prescriptos en el artculo
anterior. Art. de
14.
una
se d por cual renta, a los puertos de una provincia sobre los de otra; ni los barcos destinados de esta provincia a otra sern obligados a entrar, a anclar, o pagar derechos en otra.
Que ninguna tasa o derecho se imponga provincia a otra ; y que ninguna preferencia
comercio
o
sobre artculos
2', La independencia econmica concretada en el artculo quince de las : "No permita se haga ley para esta provincia sobre bienes
404
de
extranjeros que mueren intestados, sobre multas y confiscaciones, que se aplicaban antes al Rey, y sobre territorios de ste, mientras ella no forma su reglamento y determina a qu fondos deben aplicarse, como nica al derecho de -hacerlo en lo econmico de su jurisdiccin.
Y
"que
ter
3", la reconstruccin interna mediante la instalacin de una autoridad restablezca la economa del pas" segn lo plante en el tercer punto
a
que someti
en
Congreso en el discurso de abril y lo rei hizo ante el pueblo oriental el 20 de abril en la que exposicin que seal, "los desrdenes, abusos y excesos que en ella se notaban con grande detrimento de la tranquilidad pblica y equidad social, cuyos males no poda obviar ni su instituto, ni sus atenciones, por estar actualmente del todo ocu
la
la consideracin del
principal objeto de hostilizar a la plaza enemiga; y que remita a pueblo la eleccin de medios para contenerlos". De ello re sult la instalacin del gobierno de Canelones que ha sido ya estudiado en el trabajo precedente. Asimismo haba indicado en la vigsima instruccin como otro medio de recuperacin, al enumerar los fines del Estado, el fomento de la industria por parte del gobierno. Tales son las cuestiones capitales que sintetizan el pensamiento econ mico de Artigas que hemos fijado siguiendo en lo fundamental a Petit Muoz. Las contingencias polticas impidieron cumplir estos propsitos pero no desaparecieron de la mente de Artigas que esper el momento oportuno para pado
en
el
la discrecin del
llevarlos
la realizacin efectiva.
EL REGLAMENTO DEL
AO XV
el advenimiento de Alvear a la suprema magis En el momento histrico que examinamos careci de visin para enfrentarse al gran problema de la organizacin nacional plan teado por los orientales desde 1811 y ahora en trance de resolverse por las
El ao 15
se
inicia
con
armas.
La
en
lucha,
como
se
ha visto
nuestro
esta serie
go
fu extendiendo hacia el litoral ms all todava del Paran; Santa Fe y Crdoba. La gran derrota del 10 d enero de 1815, la batalla de Guayabo, abri las puertas de Montevideo. Librada su provincia de enemigos. Artigas hasta entonces en su cuartel ge
se
trabajos que han precedido al primero a la Banda Oriental y lue argentino : Corrientes, Entre Ros, y
en
los
en marcha a fines de febrero iniciando una cam cado el Di de apenas mes y medio de accin, haba paa rectorio de Alvear y estaba disuelta la Asamblea. La Liga Federal se ha consolidado luego en sus choques diplomticos con Buenos Aires y se ha del Oriente. Un momento de paz se abri para la concretado en el
neral de
a
puso
Provincia Oriental.
que
era
llegado
el instante de realizar
405
gobierno
pas.
Ya
en
exigido
za a a
en
el artculo
ocasin de la misin de Pico y Rivarola en junio de 1815 haba sptimo que "Se auxiliara con instrumentos de labran
Uruguay
en
la forma bastante
resarcir al
VS.
se
despus, obliga los Hacendados poblar, y fomentar sus Estancias, si no toman provi.das sobre las Estancias de los Europeos fomentndolas,
no una
Poco
quinta parte de los perjuycios q.e han sufrido" el 8 de agosto, le deca al Cabildo de Montevideo : "Si
aunq.e sea costa del Estado: Si no se pone Ganados de marca estraa introducidos en las
fuerte contribucin
en
los
tropas dirigidas
p.a el abasto
de saladeros todo ser confusin: las Haciendas se acabarn totalm.te, y por premio de nros afanes veremos del todo disipado el ms precioso tesoro de nro Pas. Todo lo q.l pongo en el debido conode
esa
plaza,
consumo
cim.to de VS p.a la mayor actividad en sus providencias", etc. El 18 del mismo mes, tambin al Cabildo, todava desde Paysand : "Pas la orn al Com. te de Banguardia p.a q.e se pusiese el orn posi
ble
a
en
la
campaa,
Vs.
en
en
y propendiese al fomento de las Estancias, segn anuncie mis anteriores provid.as Igualmente hise pres.te a dho Com. te
se diesen a los interesados fuese con la sig.te espe arreglo gral de la Prov. a Lo q.e trascribo a VS. p.a su conocim.to. La importancia de esta medida provisoria y la multitud de ne gocios q.e me rodean me privaron de impartirla por ese conducto. En lo sucesivo D.n Fernando Torgues recabar la aprobacin, de VS. en la re particin de Terrenos, a cuyo efecto le dirijo el adjunto oficio. Entretanto VS tenga la bondad de proclamar en los Pueblos la nece sidad de poblar, y fomentar la campaa segn mis ltimas insinuasiones, mientras llega el S.or Alce Prov.l y podemos poner en execucin aq.as medidas, q.e se crean ms eficaces p.a la realizacin de tan importante i objeto. la de honrra saludar mi cordial afeccin. a VS con ms Tengo Yaysand 18 de Agosto 1815,, Jos Artigas
q.e
cificacin: hasta el
'
Al M. Ll.e Cav.do Gov.or de Montevideo. La nota del 8 de agosto jjromovi una reunin llevada a cabo el 11 de por el cuerpo de Hacendados. Asistieron tambin a ella en la Sala
ese
mes
del Cabildo Gobernador de Montevideo el A.lcalde Provincial y el Coman dante de Armas don Fructuoso Rivera. El acta levantada entonces, expresa que tomando la palabra don Juan de Len como presidente de la reunin, expuso: "que hallndose comisionado por el Excelentsimo Cabildo Gober nador para apersonarse con el ciudadano Len Prez ante el Excelentsimo Sr. Capitn General Don Jos Artigas, con el objeto de hacerle presente el
desarreglo en que la campaa de la Banda Oriental se halla hoy da, y todo aquello que ms pudiese convenir a su remedio, haba as mismo, dispuesto
406
se
formase la presente
Junta
expusiese
cuanto fuere
del
caso, al efecto
necesario al
indicado, y que, en su virtud, hiciesen presente cuanto hallare logro de tan importante objeto-. En este concepto, tomando la
palabra el ciudadano Manuel Prez manifest que su parecer era el que se expresaba por escrito en un papel que exhibe constante de diez y nue ve captulos, el que ledo en alta e inteligible voz por el secretario fu apro bado en todas sus partes por los ciudadanos Miguel Glassi y Jos Agustn Sierra, disponiendo, en su consecuencia todos los dems seores, que se le diese original al seor presidente para que lo elevase al superior conocimiento del seor General. Seguidamente, present el ciudadano Francisco Muoz, su dictamen tambin por escrito, el que Iqdo igualmente ordenaron los se ores se practicase con este como con el antecedente. "Inmediatamente, tomando- la palabra el seor Comandante don Fruc tuoso Rivera, expuso era de parecer que ante todas las cosas, se pusiese remedio en punto a los continuos abusos que publicamente se observaban en los comandantes y tropas que guarnecen los pueblos y partidos de la cam paa ; sigui Rivera expresando que estos robos eran unos motivos que arruinaban a todo hacendado y que an cuando dicho ganado lo extrajesen de algunas estancias que hay abandonadas, era un perjuicio que se infera a la Provincia, como legtima duea de ellas por ser pertenencias de europeos".
. . .
Con el acta de esta reunin por credencial y los documentos que con tenan las iniciativas de Manuel Prez y Francisco Muoz marcharon los delegados a Purificacin donde los recibi Artigas. Robertson nos da una idea bien bien exacta de cul habr sido el ambiente en que se desarroll la reunin con los emisarios montevideanos. Al describir la capital artiguista
segn
observaciones
recogidas
en
su
bres cuenta que cuando lleg al Cuartel General de Purificacin "el Excelen tsimo seor Protector de la mitad del Nuevo Mundo estaba sentado en una cabeza de
buey, junto
carne
un
fogn
encendido
en
el suelo
fangoso
de
su
ran
del asador y bebiendo ginebra en un cuerno de vaca. Lo rodeaban una docena de oficiales andrajosos en posicin parecida y ocupa dos en la misma tarea de su Jefe. Todos fumaban y charlaban ruidosamente.
cho,
comiendo
mismas
pino
"Para
completar
la
singular incongruencia de
escena
piso
del de
partamento de la choza (que era grande y hermosa) en que estaban reunidos el General, su estado mayor y sus secretarios se encontraba sembrado de os
tentosos sobres de todas las
nientas millas de
ese
centro
de ellas mil
su
qui excelencia, el
que
Protector
jadeantes
de los
correos
llegaban
407
cada media
correos
que salan
con
ploradores.
"De todos los campamentos llegaban a galope soldados, edecanes, ex Todos ellos se dirigan a su Excelencia el Protector, y Su Exce
en una
cabeza de
dictaba, conversaba y despachaba sucesivamente todos los asuntos que le lle vaban a su conocimiento con una calma distinta de la non chalanee, que de mostraba de una manera prctica la verdad de la axioma "vamos despacio Pienso que si los negocios del mundo entero hubieran que estoy de prisa"
sobre sus hombres, habra procedido de igual manera. Pareca un hombre abstrado del bullicio y era de este solo punto de vista si me es per mitida la alusin, semejante al ms grande de los generales de nuestros das".
pesado
Tal era el medio en que se desarrollaron, seguramente, las conferencias Len Prez y Juan de Len. All en torno a la mesa que usaban los secretarios se habr discutido cada uno de los artculos del Reglamento so bre la base de lo aprobado en la reunin de la Junta de Hacendados.
con
deano
tera.
No obstante que ese mismo da Artigas le escriba al Cabildo montevi : "Los portugueses hacen movimientos vehementes sobre nuestra fron Aun
y
ignoro si sern reales aparentes. Avisar a VS. cualq.r resul qu honda preocupacin deba embargarlo ante la posibilidad de una nueva invasin que haca revivir en su espritu las escenas de 1811, el resto del da lo dedic casi exclusivamente al Reglamento, a diferencia de otras veces, en que haba dividido la jornada resolviendo mltiples y diversos asuntos. Las ideas de Artigas eran claras y precisas sobre
tado,"
las materias que se iban desenvolviendo a medida que se avanzaba en la redaccin de los artculos : no eran fruto de una improvisacin sino el re
sultado de slidas experiencias y conceptos arraigados : por lo dems, des trua fcilmente los argumentos que se le formulaban porque como lo directamente no era fcil con Larraaga comprob "sorprenderlo largos
experiencia
razonamientos pues reduce la dificultad a pocas palabras y lleno de mucha tiene una previsin y un tino extraordinario. Conoce mucho el
nuestros
paisanos,
y as
no
hay quien-
consagracin justicia mediante una equitativa distribucin de la tierra. Pero el arti guista tena un rasgo distintivo. Si Azara haba hecho girar sus disposi ciones en torno al concepto de que deba aumentarse la produccin, en cambio Artigas pone su acento en la justicia El de Azara es un proyecto econmico ;. el de Artigas es una ley agraria edificada sobre el principio tico de que las injusticias sociales deben ser reparadas. Y aqu es precisamente donde estaba Artigas el Horbre.
yecto
la
.
El documento definitivo se inspira en las ideas fundamentales del pro de Azara de 1801 ; el fomento de la produccin y la de
408
Para hacerlo ms
comprensible pueden
:
ordenarse
sus
disposiciones
se
gn
I) II) III)
el
siguiente
esquema
3'). (Art.
lo.
DISTRIBUCIN DE LA TIERRA
quines se tomaba (Arts. 12, 13) quines se daba (Arts. 6', 7') Condiciones de los terrenos (Art. 16) Procedimientos para obtenerlos (Arts. 8', a) PARA LOS PARTICULARES: 9', 10). 5) Cmo y con qu se poblaban (Art. 22) '6) Derechos, obligaciones y limitaciones de los poseedores (Arts. 11, 17, 19) 7) Otras disposiciones (Arts. 21, 23) b) PARA EL ESTADO (Art. 18) DE RECUPERACIN GANADERA (Art. 24) MEDIDAS IV) V) polica de la CAMPAA a) Creacin de la fuerza policial (Art. 25) b) Documento de identidad a los peones (Art. 27) c) Otras disposiciones (Arts. 28, 29).
1) 2) 3) 4)
De
hoy
que
presiden
en
su
que
"podemos perci
a)
tres
fines
econmicos:
elementos sin
1', poblar la campaa, fijando y arraigando sus asiento; 2', subdividir la tierra; y 3*, aumentar la produc
b)
el proletariado cam P, favorecer a los desposedos a saber, segn sus palabras textuales : "los indios, los y tam negros libres, los zambos de igual clase y los criollos pobres" bin las viudas y los hijos menores; 2", favorecer a la familia, estimu
c)
d)
(lase su articulado, y se vern sus detalles y la preferencias que sobre todo esto puede construirse con los dispositivos del mismo, incluso la de los casados sobre los solteros; un fin jurdico : imponer el orden en la campaa, persiguiendo el delito y la vagancia; y un criterio eminentemente social para su aplicacin-, instituido por modo expreso y obligatorio por ella misma, conforme a dos ideas, que se re fuerzan mutuamente : V, estableciendo el principio verdaderamente re volucionario de la mxima reparacin de las desigualdades econmicas
lando el matrimonio escala de
409
a los econmicamente dbiles a expensas de los econmicarnente fuertes pero que fuesen a la vez enemigos polticos de la Revolucin (los "malos europeos y peores americanos"), todo de acuerdo con la, siguiente frmula: "de modo que los ms infelices sean
privilegiados", segn sus palabras textuales; y 2', evitando que aplicacin contribuyese a crear nuevas desigualdades econmicas por la acumulacin de tierras en pocas manos, es decir, que permitiese la formacin de latifundios, para lo cual prohiba que a nadie se diese ms
los ms
su
de
una
suerte de
estancia"
Reglamento
en
para
su
cumplimiento Empeado
en
estos
trminos
promover
por medio de acertadas providencias el fomento y prosperidad de la campaa, bajo el principio de ser sta el manantial de la riqueza del pas, ha acordado al intento
un
tablecen las
datado
en
esta ardua
artculo autoriza al seor Alcalde Provincial don Juan de Len, adems de sus facultades ordinarias, para distribuir los terrenos y velar sobre la tran
quilidad del vecindario nombrndole Juez inmediato en todo el orden de lla instruccin, con sujecin este Ilustre Cabildo Gobernador en los
que detalla ella misma
aque
casos
En consecuencia, se ha credo indispensable comunicar usted esta im portante determinacin, para que reconociendo y haciendo reconocer en su
respectiva jurisdiccin al mencionado seor Alcalde Provincial por Juez in mediato del arreglo de la campaa, se entienda que en lo sucesivo debern di rigrsele todas las solicitudes relativas los objetos de su comisin y den los tenientes que tuviere bien nombrar en los departamentos. Lo que se previe ne usted para su inteligencia y cumplimiento en la parte que le toca. Sala Capitular de Montevideo, Septiembre 26 de 1815.
Pablo Prez
Ramn de la
Piedra
Francisco F
Poco despus el Alcalde provincial don Juan de Len,- al frente de la jurisdiccin del centro (entre el ro Y y Santa Luca) desde la Cruz, daba un edicto en el que iniciaba los actos tendientes a tal fin y en el que designaba a Raimundo Gonzlez, Len Prez y Manuel Duran como subtenientes. (Art. 2' del Reglamento)
.
Este
es
410
EDICTO
"
Juan de Len, Alcalde Provincial y Juez ms inmediato al orden, reparticin de terrenos en esta campaa, etc. "Por cuanto me tiene conferido por Reglamento Provisorio el seor general don Jos Artigas, las amplias facultades de distribuir y donar suer-
"Don
arreglo
"
tes
de estancia los que poco mucho han contribuido la defensa de poder de los tiranos que la invadan; y siendo reparti
posean los que emigraron de esta Banda, malos eu ropeos y peores americanos, y que hasta la fecha no se hallan indultados por el seor Jefe, para poseer sus antiguas propiedades. Por tanto, y fin de cumplir exactamente con lo que se me ordena, dando gusto a los
"
campaa, en las disposiciones que trato de tomar sobre particular, llamo todo aquel benemrito americano, por infeliz que sea, negros libres, zambos de esta clase indios y criollos pobres, y del trmino de treinta das, contados desde la publicacin de este Edicto a tomar suertes de estancia con el nmero de ganados que se pueda reco lectar, compuesta cada una de legua y media de frente, y dos de fondo;
este
habitantes de esta
ocurriendo al efecto donde existiera el terreno, bien sea ante m de los subtenientes de Provincia, que lo son : don Raymundo Gonzlez, por lo que respecto la jurisdiccin de entre Uruguay y Ro Negro; don Len
Prez, de entre Ro Negro y Y ; y don Manuel Duran, desde Santa Luca hasta la costa del mar; entendindome yo, con lo que tengo inmediato des de el Y hasta la Cruz en la inteligencia que despus de presentado cual quiera de los indicados y hecha la donacin general de los terrenos, se
proceder conforme las reglas prescritas por el referido Reglamento su posesin, presentado al gobierno de Montevideo los rescriptos y marcas
que
tuviese,
en
la forma ms conveniente.
"Arroyo
de la
JUAN
DE LEN"
Dice De Mara que "Los resultados de esta disposicin tan laudable en no fueron muy satisfactorios. Pocos interesados se presentaron en demanda de tierras para poblar. La indiferencia, la desidia, y an la facili
el
fondo,
dad de los medios de vida para el sustento por la abundancia del ganado, los retraa de pensar en adquirir suertes de estancia para dedicarse al trabajo. Por otra parte, la inseguridad para las personas y propiedades en la campa a, por efecto de los malevos que la infestaban, y de la licencia misma de la
causas
del
re-
411
traimento el
te
se
en
Cabe tambin sealar que el Alcalde Provincial no cumpli eficientemen su cometido y que por lo dems, la segunda invasin portuguesa que sobre el casi inmediatamente, no dio tiempo a que se exten precipit pas,
con
diera
Sin
una
investigacin dirigida
el alcance que tuvo el Reglamento artiguista. Se sabe en cambio que los tribunales de la Nacin han negado casi siempre vali dez a tales adjudicaciones y dieron, en cambio, prioridad a los "actos leg timos del
gobierno espaol"
No
puede pedirse
una
aberracin ms notable,
se que niega el derecho revolucionario surgido de los primeros actos en que evidencia la "soberana particular de los pueblos" y de las facultades de nues tro Estado naciente, para disponer de las tierras pblicas "como nica al de recho de hacerlo en lo econmico de su jurisdiccin" (artculo 15 de las Ins
'
constitucionales de la
Repblica
no
alcanzaron
advertir
trascendencia y el valor de las ideas que reflejaba, por ejemplo, la adju dicacin provisional de los terrenos en propensin que dejaba abierta la po sibilidad de un ordenamiento ulterior sobre la base de la enfiteusis No com
.
prendieron tampoco, que por encima de lo circunstancial y accesorio que hay en el Reglamento, contiene ideas de valor permanente y universal tales como
que el
trabajo
pblica
de
real y efectivo es el nico fundamento aceptable de la propie o que el Estado debe conservar una parte considerable de la para atender a sus fines y sobre todo aquello de que los ms infe
privilegiados, concepto
en
el que
se
descubre la
imponente
grandeza
su
autor.
E. M. Narancio
REGLAMENTO
PARA
PROVISORIO
EL
DE
DE
LA
PROVINCIA
FOMENTO
SU
CAMPAA
ORIENTAL Y
SEGURIDAD
"P
"
DE
SUS
HACENDADOS
sus
facultades
or-
"
queda autorizado para distribuir terrenos y velar sobre la trandel vecindario, siendo el Juez-inmediato en todo el orden de la quilidad
diaras
presente Instrucn.
"2'
"
"
campaa, podr instituir tres ([campaa]) (PROVINCIA), sealndoles su jurisrespectiva, y facultndoles segn este reglamento. Uno deber instituirse entre el Uruguay y Ro Negro; otro entre
412
"
"
"
Luca, la costa de la mar, quedando jurisdicin inmediata desde el Y hasta S ta Luca. "4' Si para el desempeo de tan importante comisin hallaren el S.or Alce Prov.l y Subtenientes de Prov. a necesitarse de mas sugetos, podra cada cual instituir en sus respectivas jurisdicciones Jueces Pedneos que ayuden esecutar las medidas adoptadas para el entable del mejor orden. 5' Estos comisionados darn cuenta sus respectivos sub-tenientes de Prov. a, stos al S.or Alce Prov.l; de quien recibirn las rdenes pre-
Ro
Negro
or
Y;
el S
Ale
Prov 1
con
"
"
trasmisibles otras cualesquiera que ademas de las indicadas cin, se crean a([.. ]) aceptables las circunstancias.
"6' fomentar
.
"
Por ahora el S.or Alce Prov.l y dems subalternos se dedicaran con brazos tiles la poblacin de la campaa Para ello revisar
en sus
cada
" "
uno
sugetos dignos de
los
mas
los terrenos
"
esta
"
En consecuencia los negros libres, los zambos de clase, y los criollos pobres, todos podran ser agraciados en suertes de estancia si con su trabajo y hombra de, bien propenden su fe-
privilegiados.
los indios
"
pobres
si tubieren
hijos
y estos
"
"
solteros,
"
"
"8' Los solicitantes se apersonarn ante el S.or Alce Prov.l, ' los subalternos de los partidos donde erigiesen el terreno para su poblacin. Estos darn su informe al S.or Alce Prov.l, y este al Gob.no de Montevideo de
"
"
ba
de
quien obtendr la legitimacin de la donacin, y distinguir las haciendas del interesado en lo sucesivo.
"
pedir
la
gracia
en
se
no marca.
Si la tiene
acos-
"
ser archibada
le dar
en
la forma
"
tumbrada. 9'
El M conveniente. al
I C despachar estos rescriptos en la; forma que estime mas Ellos y las marcas sern dados graciosamente, y se obligar encargado de los Propios de Ciudad, lleve una razn esacta
. . .
"
"
Regidor
"10^
"
agraciados
sern
.
puestos
Ale
.
en
"
"
or
Prov 1 por
.
"
"
"
"11' Despus de la posesin sern obligados los agraciados por el S.or Alc.e Prov.l dems subalternos formar un rancho y dos corrales en el trmino preciso de dos meses, los que cumplidos, si se advierte omisin se les reconvendr para que lo efecten en un mes mas, el cual cumplido, si se advierte la misma negligencia, ser aquel terreno donado otro vecino
"
413
"
"
"12" Los terrenos repartibles son todos aquellos de emigrados, malos europeos, y peores americanos que hasta la fecha no se hallen indultados por el Jefe de Provincia para poseer sus antiguas propiedades. "13 Sern igualmente repartibles todos aquellos terrenos que desde el
"
"
ao 18-10, hasta el de 1815, en que entraron los orientales en la Plaza de M,o-ntevideo, hayan sido vendidos donados por el Gob.no de ella.
"14
En esta clase de terrenos habr )a
"
"
nar,
"15
una suerte
de
esepcion siguiente. Si fueran Si los primeros se les doestancia conforme al pres te reglamento Si los seg
.
,
"
dos todo
"
"
"
los terrenos de europeos, y malos Americanos se estos son casados solteros. De estos todo es dispoSi tendr presente. nible. De aquellos se atender al nmero de sus hijos, y con concepto que stos no sean- perjudicados, se les dar lo bastante para que puedan
mantenerse
terrenos.
en
la forma dicha.
"
disponible
si tuviere demasiados
"
"
"
"
"
"16 La demarcacin de los terrenos agradables ser legua y media de frente y dos de fondo, en la inteligencia que puede hacerse mas - menos estensiva la demarcacin segn la localidad del terreno, en el cual siempre se proporcionaran aguadas, y si lo permitiese el lugar lindero fijos, quedando al zelo de los comisionados economizar el terreno en lo posible y evitar
en
"
"17
" "
Se velar por el Gob.no el S.r Alc.e Prov.l y dems subalternos, agraciados no poshean mas que una suerte de estancia, podran privilegiados sin embargo los que no tengan ms que una suerte de chacamudar de po-
"
ra,
"
secion
podran tambin ser agraciados los Americanos que quisiesen dejando la quetienen beneficio de la Provincia.
Podrn
reservarse
"18
"
con
"
de Pan de
servicio.
nicamente para beneficio de la Provincia el Rinreyunadas de su El rincn de Rosario por suestension puede repartirse hacia el
Azcar,
"
"
"
algn de (sic) agraciados, reservando en los fondos estensin bastante mantener cinco seis mil reyunos de los dichos. "19 Los agraciados ni podran enagenar, vender estas suertes de estancia ni contraher sobre ellas debito alguno bajo la pena de nulidad hasta
"20
"
"
"
"
arreglo formal de la Provincia en que deliberar Jo conveniente. El M. I. C. quien el comisione, me pasar un estado del numero de agraciados, y sus posiciones, para mi conocimiento. terreno "21 anteriormente Cualquiera agraciado entrar ([...]) (en) el orden, del presente reglamento debiendo los interesados recabar por medio de S.or Alc.e Prov.l su legitimacin en toda manera, arriba espuesta, de
el
M. I.
"
"22
"
"
tados el S.or Alc.e Prov.l y los tres subtenientes de Provincia, quienes nicamente podran dar licencia para que dichos agraciados se renan y sa-
414
"
"
quen animales vacunos como caballares de las mismas estancias de los europeos malos Americanos que se hallasen en sus 'respectivas jurisdicciones En manera alguna se permitir que ellos por s solo lo hagan : siempre se les sealara un Juez Pedneo u otro comisionado para que no se destrozen las haciendas en las correras y que las que se tomen se distri.
"
"
"
"
buyan
no
con
igualdad
como
a
igualmente
zelar as el
"
Alc.e Prov.l
sean
"
aplicados
Tambin
ser
los dems subalternos, que d.hos ganados agraciados otro uso que. el de amansarlos, caparlos y sujetarlos
"
rodeo.
"
"
"
"
"
"
prohivirn todas las matanzas los hacendados, si no ganados de su marca; de lo contrario sern decomisados todos los productos y mandados a disp.on del Gob.no. "24 En atencin la escacez de ganado que esperimenta la Provincia, se prohibir toda tropa de ganado para Portugal. Al mismo tiempo que se prohibir los mismos hacendados la matanza del hembrage hasta el restablecimiento- de la campaa. "25 Para estos fines como para desterrar los vagabundos, aprehender
"23
acreditan
malhechores y desertores, se le darn al S.or Alc.e Prov.l ocho hombres y un sargento, y a cada Ten. te de Prov. a, cuatro soldados y un cabo. El
cabildo deliberar si estos debern ser de los vecinos que debern mu darse mensualmente de soldados pagos que hagan de esta suerte' su, fatiga. "26 Los ten. tes de Prov. a no entendern en demandas. Este es pri vativo' del S.or Alc.e Prov.l y los jueces de los Pueblos y Partidos. "27 Los destinados esta Comisin no tendrn otro ejercicio que dis tribuir terrenos y propender a su fomento velar sobre la aprehensin de los vagos remitindolos este Cuartel Gral. al Gob.no de Montevideo para el servicio de las armas. En consecuencia los hacendados darn pape
letas
sus peones, y los que se hallaren sin este requisito y sin otro ejer cicio que vagar sern remitidos en la forma dicha. "28 Sern igualmente remitidos a este Cuartel Gral. los desertores con armas sin ellas, que sin licencia de sus Jefes se encuentren en alguna de
"
"
"
jurisdicciones. Sern igualmente remitidos por el subalterno al Ale e Prov 1 cual quiera que cometiese algn homicidio, hurto, violencia con algn vecino de su jurisdiccin. AI efecto lo remitir asegurado ante el S.or Alc.e Prov.l
estas
"29
y un oficio insinundole el hecho. Con este oficio que servir de cabeza de proceso la causa del delincuente lo remitir el S or Ale e Prov 1 al Gob. no de Montevideo, para que ste tome los informes convenientes y proceda al castigo segn el delito.
.
"Todo lo cual
D
.
se
resolvi de
.
comn
acuerdo
con
"
D
en
Len Prez
delegados
con
este
fin,
y para
su cum-
este
Cuartel General 10 de
Sep.bre 1815.
Jph. ARTIGAS
"
415
se
NOTA.
dindose dor
en
En el artculo
13,
este
artculo los
con su
Est conforme
patriotas acreedores a esta gracia" original y por orden del Exmo. Cabildo
en
Goberna
expido
Montevideo,
30 de setiembre
de 1815.
PEDRO M. DE TAVEYRO.
Secretario
* Damos aqu el texto completo del reglamento porque adems de ser difcil hallar las publicaciones en que ha sido impreso, generalmente fu edi tado con importantes errores.
se
picios
de la Asociacin de Escribanos del Uruguay. El Centro se rene el primer martes de cada mes.
Se invita
a
los
colegas
afiliarse.
9 57 46