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Reglamento 1815 Artigas

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394

El

Reglamento de 1815
par Edmundo M. Narancio
se diriga Artigas al Cabildo de Montevideo en "Regresa el seor alcalde provincial, con su asociado

En setiembre de 1815 los

siguientes trminos
a su

don Len Prez. El resultado de tar De


a

su misin son las instrucciones que presen S. para el fomento de la campaa y tranquilidad de sus vecinos. ejecucin depende la felicidad ulterior. Espero que V. S. propender

que tengan exacto cumplimiento'' Con estas sencillas lneas el Jefe de los Orientales haca saber al Ca

bildo el resultado de maduras reflexiones sobre el progreso de la campaa y la seguridad de sus hacendados, idea que haban ocupado su pensamiento des de

tiempo

atrs y que ahora


el

se

haban concretado

en

disposiciones

convenien

temente articuladas.

Implicaba ginales
para

cin de las tierras de la Provincia

"Reglamento" aprobado, entre otras cosas, una redistribu inspirada en ideales de justicia social ori aquella poca en nuestro medio. Intentaremos su historia tra

tando de poner al lector en contacto directo con los textos, para que por s mismo, vaya descubriendo la verdad que se filtra por las entrelineas de los

viejos

manuscritos.

LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN LA POCA COLONIAL

Seala Bauza que en 1781 vagaba por el pas "numerosa poblacin flo tante, de exigencias humildes, aunque deseosa de fijarse a la tierra". Ello nos lleva a la comprobacin sorprendente de que la tierra disponible se haba

acaparada por unos pocos propietarios. Efectivamente, en 1787 virrey, al gobernador de Montevideo don Joaqun del Pino que se le remitiera una relacin que deba contener el nombre de la capital y de sus partidos, las leguas que ocupaba su distrito ; el nmero de habitantes ; qu labranzas y cultivos se realizan; cul es el alimento de los habitantes; qu maderas se producen; qu ganados, qu comercio y qu industria. Pas la orden del Pino al Cabildo' para que "por sus mejores conocimientos sobre ailgunos o todos los puntos que se contiene en la insinuada superior preven cin" diera una "circunstanciada noticia de lo que se pide".
mandaba el

terminado

(*)

El estudio que publicamos lo hemos tomado del diario "El Pas".

395

La reunin de los cabildantes para tratar el asunto se llev a cabo el 1 5 de Expuso entonces el Alcande de ler. Voto al expresar cual deba ser el contenido de la respuesta a lo que solicitaba el virrey, indi noviembre de 1787

jurisdiccin de Montevideo y aada que "El terreno comprendido dentro de estos lmites ser como de 30 leguas norte sur y 40 de oriente a poniente poco ms o menos, que compone 1200 quadras. Al principio de la poblaz**" se consider ms que suficiente para que se acomodazen no solo los pobladores cuio humero ascendera a unas 300 familias, sino
hasta los
mas

cando los confines de la

remotos

descendientes. Mas haviendose aumentado el


se

numero

de los de esta
terreno

Jurisdiccin.

toca por

la

esperiencia

ser

que los nietos y muchos de los

Voto,
ron sea

Hijos de los Pobladores no suio para labrar o criar ganados. En este estado los S,res Al. e de 2. o Alfrez Real, Alcalde m.or Provincial y regidor Fiel executor digeno

mu limitados y tienen un palmo de

se deve informar. Que no se puede concebir haver terrenos bastantes para los vecinos sino que un cortsimo num.o Hacendados ocupan ellos solos dentro de la Jurisdiccin ms terreno que todos los dems juntos -quienes no contentos con la multitud de leguas que poseen, donde pudieran acomodarse 600, o 700, vecinos, han

que adems de lo referido

otra la causa de

estendido fuera de ella solicitudes de canipos realengos por medio de denun cias o compras, de suerte que los dems o han de ser sus feudatarios, o unos

olgazanes todo en perjuicio de la industria y poblacin" El seco lenguaje administrativo del documento es ms elocuente que todos los comentarios que podamos hacer y es el reflejo de una realidad que se comprueba tambin por lo que hoy sabemos de uno de los privilegiados a quien seguramente se hace referencia velada en el acta del Cabildo : Don Mi guel Ignacio de la Quadra.
Era ste
tes que
un

autntico representante del ncleo reducido de terratenien

monopolizaban la base fundamental de la riqueza en detrimento de los que privados de ella buscaban afanosamente encerrados entre las gran des propiedades un medio de vida. Tremenda lucha que nuestra literatura histrica casi siempre sensible solamente a los hechos ms efectistas de la historia poltica, ha olvidado o apenas registra. Pero quien investiga en nuestros archivos, con otras vistas que las dirigidas a tal historia y endere za su atencin a lo social, hallar en sus bsquedas un amplio campo de fe nmenos, menos deslumbrantes posiblemente que los procesos polticos, sin el brillo de las grandes hazaas, callados y an'nimos, en los que palpita el

drama sencillo y modesto pero entraablemente humano de los humildes. Con Femado Gutirrez, podemos establecer que de la Quadra tena, a comienzos del siglo XIX, ttulo ms o menos perfecto de las tierras que com prenden hoy "toda la sexta seccin del departamento de Flores y parte de la quinta seccin. Posea, adems, sin ttulo, una extensa faja de tierra al oeste del arroyo de Porongos. Su latifundio comprenda doce estancias que tenan las denominaciones siguientes: San Gregorio, del Horno, del media-

396

ero

Miguel

Pintos

tos, de San Jos, medianero Juan Sspedez llo (costa del Y), del medianero Rafael Sosa Sarand), de los Molles, del medianero Lucas

del medianero Patricio Gonzlez Pin del medianero Baltazar Sena (Orqueta de Porongos), del (entre Porongos y Sarand Chico), del Mangru

(costa

de San

Jos),

(en el Rincn de Porongos y Quintero (en Maciel) y del

medianero Roque Mendoza". Sigue Gutirrez a Juan Agustn Garca, el autor de "La ciudad Indiana" cuando expresa : "La propiedad era un lujo tan slo permitido a los capita listas. Los pobres ms audaces y emprendedores corran la aventura de es
en las fronteras, en medio de los indios. Desgraciademente no salvajes sus nicos enemigos; estaban a merced de los hbiles y poderosos, que se apoderaban de esas tierras denuncindolas como realengas. Para obtener -el ttulo oficial que daba la posesin tranquila, era necesario cumplir numerosas formalidades fiscales, pagar honorarios de relatores, abogados, procuradores, pregoneros, impuestos".

tablecerse
eran

los

Y agrega: "No era slo eso. Las autoridades rodeaban de eficaces ga rantas el derecho contractual de los terratenientes. La persecucin al intru so fu otra de las caractersticas paradojales de aquella poca en que el baldo Los lanzamientos eran ejemplarizadores, verdaderos actosno tena lmites. de escarmiento. De la obra paciente, realizada por el intruso, slo quedaban un montn de ruinas, los rboles eran derribados, los ranchos y corrales de

molidos,
tido

el mobiliario
cerca

segua de
De
un

con

cargado en carretas, que sus gendarmes, hasta


que existe
en

el

que

Juez Comisionado del Par trasponan los lmites del

latifundio"

expediente

el archivo de la Escribana de Gobierno

Hacienda, resulta que el 24 de Setiembre de 1782 el Juez Comisionado del Partido de Maciel, concurri a la costa de dicho arroyo, se intern en la propiedad de don Miguel Ignacio de la Quadra y llegado que fu al paraje donde haban poblado los intrusos Maz y Mazangano, les notific', delante de testigos, del cabo de escuadra de dragones don Manuel Gasso, de cuatro "individuos de ste", del cabo de escuadra de milizias Bernardo Gonzlez con ocho milicanos, de seis peones y de Ignacio Nez, una providencia de desalojo y lanzamiento del virrey, de fecha 19 de agosto de 1782, "y des pus de haberle hecho cargo de dicha Providencia, y previnindoles qu de
y

recho tenan para estar establecidos all dijeron no tener ttulo alguno para ello ; por lo cual y en fuerza del Superior Decreto les mand sacar los trastos fuera de dicho terreno y cargarlos en carros para ponerlos en marcha los cuales ejecutaron sin ninguna repugnancia e Incontinentemente les hice de en adelante no podan le les Corrales moler los Ranchos
vantar

y y previne que ninguno otro ni menos poblar en los terrenos pertenecientes a don Miguel Ignacio de la Quadra y bajo graves penas y que as lo tuvieran en ' tendido"
'

Corroboran cuanto demuestran los documentos

precedentes

los

episo-

397

dios que sirven de antecedente a la fundacin de Porongos, que. no son dtl ca so sealar aqu, y que muestran los trabajos y sacrificios que cost a un pobre colono analfabeto, llamado Fondar, puesto a la cabeza de los vecinos de la regin el edificar un templo que fuera el paso previo a la ereccin de
un

pueblo.

Obtuvo finalmente la

deroso latifundista de la

que fu proseguida por la Santsima Trinidad hasta

Capilla, pero "la influencia decisiva del po Quadra impidi que el xito culminara la empresa fray Manuel Ubeda quien al frente de la Capilla de
1823,
en

el "miedo
su su

a su

patrn"

de los medianeros de de la

medio de las dificultades que le creaba Quadra y la pobreza de los


cuatro vacas que tienen han de
un

"arrendatarios del difunto Alzibar que de


pagar

hacer actual

rancho

arrendamiento", pudo a aquellas gentes castigadas


de Flores.

finalmente obtener

pedazo

de tierra para

por el

infortunio, origen de la

La

capital del departamento multiplicacin de estas

situaciones

era

fuente de grave

desequilibrio

econmico. Flix de Azara de


en una

quien hablaremos
en

con

Memoria sobre el estado rural del Ro de la Plata


nuestra Banda

cierta detencin ms adelante, en 1801, formada

sobre la base de datos obtenidos cierta

Oriental, expresa

que

con

previsin
era

"se habra

podido

hacer de esta

provincia

la ms feliz de la

tierra, pues
alzados que

evidente,

do de valde la citada estensin de tierras

que abriendo el comercio del Ro de la Plata y dan a los particulares con los ganados
no se

pudiesen
se

amansar,
en

habran

agolpado

tantas

gentes

en

las

ciudades,
el

habran visto
a

menos

de cinco aos la

ganado

todo reducido

pastoreo sin

campaa poblada y disminucin, porque cada particular

hubiera cuidado el suyo ..." Obsrvese que ya entonces se experimentaba el macrocefalismo y el xo do rural, fenmenos que por sus proyecciones en la vida nacional producen
actualmente
se

haban

vez

justificada inquietud. Lo ms notable es que las soluciones que planteado igualmente desde entonces, se haban ido tornando, cada de ms difcil aplicacin porque el tiempo se ha encargado de ir creando
intereses, haciendo ms
costosos los

nuevos

medios,

etc.

Sigue Azara: "Habramos entrado en posesin, no slo de lo dicho, sino igualmente de la Laguna Mern y de toda la preciosa provincia portuguesa del Ro Grande, y tendramos en necesaria dependencia a todo el Brasil. Ver dad 'CS que se opona a estas ideas una ley o cdula que ordena no dar tie rras sino al que las compre; ley la ms perjudicial y destructora de cuantas se podan imaginar, no slo; por lo que es en s, sino igualmente por sus for malidades Exige que el que quiera un campo lo pida en Buenos Aires All le cuesta cincuenta y tres pesos con la vista fiscal y escribana el primer de creto, que se reduce a nombrar un juez que vaya a reconocer el terreno y un agrimensor para medirlo, cada uno con dieta de un peso por legua y cua tro por da. Adems, prcticos para tasarlo, la conduccin y alimento todo a espensas del pretendiente, quien gasta mucho porque las distancias son muy
. .

398

largas. Vueltos a la capital se pone el campo en pblica subasta con treinta pregones bien intiles, porque nadie ha visto ni sabe lo que se vende. En esto, en cinco vistas fiscales y formalidades, se pasan a lo menos dos aos
a veces seis y ocho; resultando que cuanto ms se ha ofrecido al erario, ha sido veinte pesos, y a veces ni dos por legua cuadrada; aunque en realidad cuestan al interesado muchos centenares las formalidades y derechos sin con

tar las
can a

perjudicialsimas

demoras. Slo las actuaciones del escribano

se acer

cuatrocientos pesos : de modo que ninguno sin grande caudal puede entablar semejante pretensin, siendo esto tan positivo que no hay ejemplar de no haber pretendido merced, quien tenga menos de diez mil cabezas de

ganado o mucho dinero Y como-, los costos, sean casi lo mismo por poco que por mucho, resulta que los ricos piden muchsimo para recompensarlos y que no lo pueblen, sino que lo dejen valdo para irlo arrendando o vendiendo con sacrificio de los pobres. "Dos leguas cuadradas valdas nada producen, y vendidas dan a lo ms cuarenta pesos al erario; pero conferirlas de valde a un pobre que las pueble con -el ganado que podra comprar con los mil pesos de los costos, esto es, con
.

"

gencias
ros.

ms de dos mil reses, contribuiran al erario slo en los dos aos de las dili con doscientos cincuenta pesos por el ramo de guerra, y adems las alcabalas, etc., porque su procreo le dara quinientas reses y otros tantos cue

Aburridas las gentes de formalidades, costos y visitas al escribano, han discurrido medio de ponerse en posesin de las tierras arbitrariamente. Slo con haberlas denunciado, o con el primer decreto sin pasar a la subasta, etc.

As estn
el Ro

pasado escepcin de al guna docena, que por poco dinero compraron centenares y quizs millares de leguas cuadradas, tal vez con engao del erario y con mayor perjuicio del pblico; porque ellos no las han poblado, y sacrifican a los pobres que quieren
de

poblados los grandsimos campos Negro, sin que ninguno tenga ttulo

desde Montevideo hasta

propiedad,

situarse

en

ellas.

dimanados de la citada
suyo
un

En suma, an lo que poseemos disposicin. Por ejemplo:

es

un

increble desorden
ser

Piraya. Se reduce su por setecientos pesos a Manuel Barbas, vecino de Miontevideo, quien no tiene ms derecho que el de haberle denunciado; esto es, ninguno legtimo. Vien do yo esto, dispuse repartir dicho terreno, y se hizo en trece estancias, que dando todava cinco por repartir, de las cuales pienso dejarle una, que es
cuanto necesita.

terreno hacia el

Diego Arias pretende ttulo a haberle comprado

La de

menor manera

bezas de
la

ganado,
que

de dichas estancias es suficiente para seis mil ca que el estado mantendra en aquel terreno a diez
se
a

y ocho hacendados

con

posesin

tiene. Este

pretende, ejemplar que

conveniencias, y si todo se reducira

quiere
l y
con a

sostener al tal
sus

Arias
reses

en

setecientas

que
en

yo acabo de hacer

l, debe servir de regla

todos los campos del Ro de la Plata, porque gran parte de sus pobladores estn en el caso de Arias, siendo cosa escandalosa y perjudicialsima al co

mn del

pas

y al

estado,

que le

importa

mucho la buena

mala distribucin

399

que se haga de los terrenos. De ni florecern estas provincias, ni


se

no se

poner este remedio, nunca habr orden, cortarn las atrocidades y latrocinios que

abrigan

en

tantos desiertos".

FLIX DE AZARA
Era Azara
a un

hombre de
en

un a

talento

nuestra

historia y

especial

la de

excepcional, su figura est ligada Artigas como lo ha conjeturado Ace

vedo y

creo

puede probarse.

Haba nacido Azara, siguiendo a su bigrafo Gonzlez, en Barbuales, en la Provincia de Huesca el 18 de mayo de 1746. Entre 1757 y 1761 hizo estudios- de historia, legislacin y filosofa en la -Universidad de Huesca Re sidi en la casa del maetrescuela de la Catedral, que era su to don Mames
.

que lo educ

con

"singular

esmero"
a

La vocacin militar lo llam

ingresar

en

la Academia Militar de Bar

celona, donde realiz estudios superiores de matemticas. Al terminar sus fu "ascendido -a subte estudios, siempre informndonos en Gonzlez

niente de infantera
y
a

ingeniero

delineador de los
en

fronteras,

cuyo nombramiento obtuvo

ejrcitos nacionales playas noviembre de 1767" Desempe

partir de entonces importantes cargos en los que revel hotables aptitudes. campaa de Argel fu herido por una bala que le atraves el pecho has ta la espalda, salvando la vida por milagro. A los 34 aos era teniente co ronel de Infantera y poco despus "Encontrndose en 1781 en San Sebas tin, ciudad de Guipzcoa, en calidad de teniente coronel de Ingenieros, re cib por la noche una orden del general para marchar inmediatamente a Lisboa y para presentarme a nuestro embajador. Dej en la primera ciudad citada mis libros y mi equipaje y part a la maana siguiente al romper el da, habiendo tenido la suerte de llegar pronto y por tierra a mi destino", que consista en formar parte de la comisin que "conjuntamente con los comi sarios portugueses, y con arreglo al Tratado preliminar de paz de 1777, la lnea de demarcacin de nuestras posesiones respectivas, desde el mar, un poco ms all del Ro de la Plata, hasta por bajo la confluencia de los ros Quapor y Mamor, desde donde se forma el de la Madera, que vierte en
En la

el Maran".

Recorri as Azara las' provincias del Ro de la Plata en diferentes comi : estuvo en el Ro Grande de San Pedro, de Buenos Aires pas a Asun cin, hizo el viaje a Villarica y a la Cordillera, practic el reconocimiento de los pueblos misioneros, recorri el Pilcomayo, y por el valle del
siones

Tapa lleg a San Estanislao y San Joaqun. Estuvo en Carapegu y Quyyyndy y Curuaguaty y en la Laguna Ibera, todo ello mientras se documentaba sobre los problemas de lmites en espera de las partidas portuguesas Paralizadas las actividades demarcadoras, procedi en 1796 a reconocer los fortines del Sud y luego fu destinado por el Marqus de Aviles a cumplir una importan.

400

te comisin

en

la Banda Oriental, tras de la cual


numerosas
se

regres'

Espaa

donde

muri el 20 de octubre de 1821. Fu autor de

tural,

etc. de ellas

destacan

obras sobre Historia, Geografa, Historia na "Viajes inditos de Santa Fe a la Asuncin,

al interior del

Paraguay

y Pueblo de las

Misiones", "Geografa fsica

es

frica de las Provincias del Paraguay y Misiones Guaranes", "Descripci'n e historia del Paraguay y del Ro de la Plata", '^Voyges dans l'Amrique
Mridionale. vincia del
del

.'', "Apuntes para la historia natural de las aves de la Pro Paraguay", "Apuntes para la historia natural de los cuadrpedos Paraguay y del Ro de la Plata" etc. y la obra que comentamos.
.

'.

LA COLONIZACIN PATAGNICA, LA FUNDACIN DE batov y artigas


En 1778
sa se haba intentado la colonizacin de la Patagonia. La empre cargo del Intendente Manuel Ignacio Fernndez y directamente la responsabilidad de Juan de la Piedra como comisario superior inten
a

estuvo

bajo

dente. Un

conjunto

de familias

l baha sin Fondo y San Julin. La la tentativa siendo trados los colonos tenidos a costa de la Real Hacienda.

gallegas integr el ncleo inicial destinado a inepcia de de la Piedra hizo fracasar


a

Montevideo donde deban

ser man

Posteriormente

con

Banda Oriental, pero

algunas de esas familias se fundaron pueblos en la qued un elevado nmero de pobladores que eran una

pesada
so

carga para el erario. En conocimiento de tal situacin es que propu Azara poblar la frontera con esos colonos previnindose que a los que no quisieran ir se les suspendera el subsidio.
su
en

Azara indic el nombre de Artigas para que fuera la empresa. El propio Artigas se encarga de consignar retiro del 24 de octubre de 1803 que "Tratando vuestro
de Aviles de

colaborador
su

en

solicitud de

virrey el marqus poblar la frontera, de tallar suertes de estancias a sus morado res y tranquilizar la campaa, nombr la superioridad por comandante ge neral de poblaciones, fronteras y campaas al capitn de navio don Flix de Azara, y este jefe me pidi por su ayudante, en cuya comisin serv hasta la
declaracin de guerra con los portugueses, destinado por mi direccin los terrenos a cada poblador y confindome este jefe varias comisiones". Pro fundo conocedor del pas y los hombres. Artigas debe haber sido una ayuda insustituible para Azara; el 8 de octubre de 1801 Sobremonte le escriba a
.

de la

a propsito de la partida de una fuerza destinada a conservar el orden campaa y le deca: "me pareca muy del caso para dirigir a stas el ayudante mayor de Blandengues don Jos Artigas por su mucha prctica de los terrenos y conocimientos de la campaa ; pero como est a las rdenes del capitn de navio don Flix de Azara slo lo hago presente a V. E. para que se sirva resolver lo que fuere de su superior agrado".

Aviles

401

La fundacin del

pueblo

de Batov de Azara
a

se

acompa

de la

adjudi

lo expresa Barbagelata: "la tarea de proceder al reparto asesorado por el piloto de la Real Armada Fran cisco Mas y Coruela. Artigas fracciona para chacras y estancias los campos

cacin de tierras confindosele

Artigas,

como

comprendidos

entre la

frontera y el monte

grande, desalojando

los portu

gueses que los detentaban ilegalmente; demarca y amojona los lotes dando posesin a cada poblador de la porcin que se le adjudicaba, entregando des

al naturalista los antecedentes de la operacin y los requisitos necesa rios para que ste pudiera expedir a los interesados los ttulos de resguardo y hacer las anotaciones del caso en el libro de empadronamiento".

pus

El Dr. Acevedo ha gas "cultiv


su

pensado
vez,

con

espritu
una en

al lado de Azara".

acierto que durante este perodo Arti No es aventurado suponer, en

efecto, que ms de
brn encontrado

derredor del

luego de dura jornada los dos hombres se ha fogn erK los lejanos campamentos de Ta
en

cuaremb y all habrn mantenido sustanciosa charla

la que el

uno

habr

ilustracin, su formacin universitaria y su fino espritu de observacin yi el otro su talento, su conocimiento de la tierra, de los hom

aportado

su

vasta

bres que la habitaban y sus problemas; en ambos haba un firme espritu de justicia al servicio de la solucin de las cuestiones sociales y econmicas de
que
eran

espectadores.

LA MEMORIA SOBRE EL ESTADO RURAL DEL RIO DE LA PLATA BN 1801 En los mismos campos donde diez y nueve aos despus se iba a ex perimentar la decisiva derrota ante las fuerzas portuguesas al mando del conde de Figueiras, el futuro Jefe d los Orientales habr asistido a la redac

cin de la "Memoria sobre el estado rural del Ro de la Plata" y habr quizs, tambin comentado con su autor ms de uno de sus prrafos y discutido sus ideas capitales y su aplicacin prctica.

Comenzaba dicho documento con una descripcin de las campaas platenses, especialmente de nuestro pas, y luego de exponer Jos hechos se consignan en la transcripcin precedente sugera una serie de puntos a juicio del autor resolveran el desequilibrio econmico y social del pas Propona, por ejemplo, en su artculo primero :
".
.

rio

que que
.

: dar libertad y tierras


en

los indios

cristianos; pues de continuar la

como sucede ya". En el artculo tercero indicaba que era necesario "... edificar en los te rrenos que ocupan los infieles, contenidos entre los ros Negro e Ibicu, y entre el Uruguay y la frontera del Brasil, capillas distantes de diez y seis a veinte leguas una de otra, y repartir las tierras en moderadas estancias de valde y con los ganados alzados que hay all, a los que quieran estable cerse cinco aos personalmente, y no a los ausentes, sin precisar a se
a

opresin

que

viven,,

ir

Portugal

la mayor parte,

ninguno

402

que haga casa y habite junto do imposible a los pobres".


a

la

capilla

porque esto

no se

conseguira

sien

dar ttulos de propiedad de las tierras que los no los tienen, y son los ms desde el Ro Negro pobladas que a Montevideo, quitndoles las que no tengan bien pobladas para darlas a otros, siempre con la condicin de vivir cinco aos en ellas y tener armas listas".
:

En el artculo sexto
a

"

tuviesen

Y por el

sptimo :
a

dulentas, las de
No
son

enormes

"... anular las compras que estensiones y las que no

se se

hubiesen hecho frau hubiesen

poblado

en

tiempo, repartindolas
estas
uno

pobres"
exactamente las de

Artigas de 1815; hay entre surgidas de la diversidad de circunstancias, pero ambos se inspiran en un ideal de justicia que obtiene su ms lograda expresin en el texto artiguista. La poltica relativa a los se en artculos que no hemos transcripto de manera dis encara portugueses tinta, pero en cambio en otros casos, llega a haber identidad no slo concep tual sino hasta de palabra, como en el artculo dcimo que dice: "Sealar linderos fijos en todos los ttulos, demarcndolos algn facultativo para evitar los pleitos que apestaran al pas'', concordante con el artculo 16 del de Ar "se proporcionarn aguadas y si lo tigas del ao quince en el que se lee : permitiese el lugar linderos fijos, quedando el zelo de los comisioinados eco nomizar el terreno en lo posible y evitar en lo sucesivo desavenencias entre vecinos" (El subrayado es nuestro).
normas

y otro documento

diferencias fundamentales

LA REVOLUCIN \Y LA RUINA DE LA CAMPAA

campaa; de ah en ade segundo trabajo de esta serie, la mi seria se generaliz en la Banda Oriental El propio Artigas, el primer y me jor cronista de estos acontecimientos lo relata a la Junta del Paraguay al decir que desde la llegada del ejrcito de Buenos Aires "pueblos enteros ha ban de ser entregados al saco horrorosamente, pero sobre todo, la nunerosa y bella poblacin de extramuros de Montevideo, se vio completamente sa queada y destruida; las puertas mismas y ventanas, las rejas, todas fueron arrancadas; los techos deshechos por el soldado que quera quemar las vigas los portugueses convertan que le sostenan, muchos plantos acabados : en pramos los abundantes donde campos por pasaban, y por todas partes se vean tristes seales de desolacin. Los propietarios haban de mirar el esterminio infructuoso de sus caros bienes cuando servan a la patria de sol dados ; y el general en jefe se crea en la necesidad de tolerar estos desrde nes por la falta de dinero para pagar las tropas" Artigas dir despus en la "Oracin de abril" que a partir del momento en que se supo en San Jos la ratificacin del Armisticio, los ciudadanos orien
lante
como

El levantamiento de 1811 lo ha sealado

trajo Maggi en

la ruina de la el

tales haban visto por s mismos la muerte de

sus

hermanos, la afliccin, de

403

hacien esposas, la desnudez de sus hijos, el destrozo y exterminio de sus das y que slo haban restado lo escombros y ruinas por vestigio de la opu terminaba "forman la base al edificio augusto lencia antigua, pero ellos de vuestra libertad". En un mensaje dirigido por el presidente Oribe a la Asamblea General "cuando estall la Guerra de la Inde en febrero de 1836 se recordaba
sus

que

pendencia
oponerse
que
a

los habitantes de la
correr unos a

campaa dejaron
sus

sus

casas,

sus

familias, para

las filas de

defensores,

otros para

haciendas y alistarse y

ellas y otros finalmente para huir de los


sucesos

peligros

persecuciones

producen

semejantes"

En efecto; todo el
ron a

pas

iniciarse la insurreccin muchos vecinos

haba sido conmovido desde sus cimientos. Al partidarios de la Regencia corrie


de Montevideo abandonando
sus

refugiarse

tras los

muros

propieda

des; parte el sostenimiento de los ejrcitos revolucionarios, sobre todo el de Buenos Aires, cost inmensos sacrificios a Jos que deben agre actuaba en garse los actos de destruccin perpetrados por la soldadesca que el pas como en tierra conquistada.
por otra

La invasin de los portugueses que ya

se

vio "convertan

en

pramo

las

tierras que pisaban", la poltica de suelo arrasado que los orientales practi caban como medio de defensa ante la agresin, y todava, el dislocamiento interno inevitable en todo proceso revolucionario, destruyeron la fuente de
la

riqueza

y abatieron la economa.

MEDIDAS DE ?ECUPERACION PROPUESTAS POR .4RTIGAS EN 1813

Artigas
vinculados al

en

el ao 13 intent

recuperarla
e

con

tres actos

fundamentales
los artcu

Congreso

de Abril

1',

la libertad de comercio exterior

interior

consagrada

en

los doce, trece y catorce de las Instrucciones de 1813 que expresan: "Art. 12. Que el puerto de Maldonado sea libre para todos los buques que concu rran a la introduccin- de efectos y exportacin de frutos, ponindose la co

rrespondiente aduana en aquel pueblo; pidiendo al efecto se oficie al coman dante de las fuerzas de S.- M, B. sobre la apertura de aquel puerto para que proteja la navegacin o comercio de su nacin. Art. 13 Que el puerto de la Colonia sea igualmente habilitado en los trminos prescriptos en el artculo
anterior. Art. de
14.
una
se d por cual renta, a los puertos de una provincia sobre los de otra; ni los barcos destinados de esta provincia a otra sern obligados a entrar, a anclar, o pagar derechos en otra.

exportados quiera regulacin de

Que ninguna tasa o derecho se imponga provincia a otra ; y que ninguna preferencia
comercio
o

sobre artculos

Instrucciones que dice

2', La independencia econmica concretada en el artculo quince de las : "No permita se haga ley para esta provincia sobre bienes

404

de

extranjeros que mueren intestados, sobre multas y confiscaciones, que se aplicaban antes al Rey, y sobre territorios de ste, mientras ella no forma su reglamento y determina a qu fondos deben aplicarse, como nica al derecho de -hacerlo en lo econmico de su jurisdiccin.
Y

"que
ter

3", la reconstruccin interna mediante la instalacin de una autoridad restablezca la economa del pas" segn lo plante en el tercer punto
a

que someti
en

Congreso en el discurso de abril y lo rei hizo ante el pueblo oriental el 20 de abril en la que exposicin que seal, "los desrdenes, abusos y excesos que en ella se notaban con grande detrimento de la tranquilidad pblica y equidad social, cuyos males no poda obviar ni su instituto, ni sus atenciones, por estar actualmente del todo ocu
la

la consideracin del

principal objeto de hostilizar a la plaza enemiga; y que remita a pueblo la eleccin de medios para contenerlos". De ello re sult la instalacin del gobierno de Canelones que ha sido ya estudiado en el trabajo precedente. Asimismo haba indicado en la vigsima instruccin como otro medio de recuperacin, al enumerar los fines del Estado, el fomento de la industria por parte del gobierno. Tales son las cuestiones capitales que sintetizan el pensamiento econ mico de Artigas que hemos fijado siguiendo en lo fundamental a Petit Muoz. Las contingencias polticas impidieron cumplir estos propsitos pero no desaparecieron de la mente de Artigas que esper el momento oportuno para pado
en

el

la discrecin del

llevarlos

la realizacin efectiva.

EL REGLAMENTO DEL

AO XV

tratura d Buenos Aires.

el advenimiento de Alvear a la suprema magis En el momento histrico que examinamos careci de visin para enfrentarse al gran problema de la organizacin nacional plan teado por los orientales desde 1811 y ahora en trance de resolverse por las

El ao 15

se

inicia

con

armas.

La
en

lucha,

como

se

ha visto

nuestro

esta serie

tuvo, por escenario

go

fu extendiendo hacia el litoral ms all todava del Paran; Santa Fe y Crdoba. La gran derrota del 10 d enero de 1815, la batalla de Guayabo, abri las puertas de Montevideo. Librada su provincia de enemigos. Artigas hasta entonces en su cuartel ge
se

trabajos que han precedido al primero a la Banda Oriental y lue argentino : Corrientes, Entre Ros, y
en

los

en marcha a fines de febrero iniciando una cam cado el Di de apenas mes y medio de accin, haba paa rectorio de Alvear y estaba disuelta la Asamblea. La Liga Federal se ha consolidado luego en sus choques diplomticos con Buenos Aires y se ha del Oriente. Un momento de paz se abri para la concretado en el

neral de
a

Arerungu, se cuyo fin, luego

puso

Provincia Oriental.

Congreso Artigas entendi

que

era

llegado

el instante de realizar

405

el intento frustrado del del

gobierno

de Canelones de restablecer la economa

pas.
Ya
en

exigido
za a a

en

el artculo

ocasin de la misin de Pico y Rivarola en junio de 1815 haba sptimo que "Se auxiliara con instrumentos de labran

los labradores de la Provincia Oriental del


menos una

Uruguay

en

la forma bastante

resarcir al

VS.
se

despus, obliga los Hacendados poblar, y fomentar sus Estancias, si no toman provi.das sobre las Estancias de los Europeos fomentndolas,
no una

Poco

quinta parte de los perjuycios q.e han sufrido" el 8 de agosto, le deca al Cabildo de Montevideo : "Si

aunq.e sea costa del Estado: Si no se pone Ganados de marca estraa introducidos en las

fuerte contribucin

en

los

tropas dirigidas

p.a el abasto

de saladeros todo ser confusin: las Haciendas se acabarn totalm.te, y por premio de nros afanes veremos del todo disipado el ms precioso tesoro de nro Pas. Todo lo q.l pongo en el debido conode
esa

plaza,

consumo

cim.to de VS p.a la mayor actividad en sus providencias", etc. El 18 del mismo mes, tambin al Cabildo, todava desde Paysand : "Pas la orn al Com. te de Banguardia p.a q.e se pusiese el orn posi

ble
a

en

la

campaa,

Vs.
en

en

y propendiese al fomento de las Estancias, segn anuncie mis anteriores provid.as Igualmente hise pres.te a dho Com. te

se diesen a los interesados fuese con la sig.te espe arreglo gral de la Prov. a Lo q.e trascribo a VS. p.a su conocim.to. La importancia de esta medida provisoria y la multitud de ne gocios q.e me rodean me privaron de impartirla por ese conducto. En lo sucesivo D.n Fernando Torgues recabar la aprobacin, de VS. en la re particin de Terrenos, a cuyo efecto le dirijo el adjunto oficio. Entretanto VS tenga la bondad de proclamar en los Pueblos la nece sidad de poblar, y fomentar la campaa segn mis ltimas insinuasiones, mientras llega el S.or Alce Prov.l y podemos poner en execucin aq.as medidas, q.e se crean ms eficaces p.a la realizacin de tan importante i objeto. la de honrra saludar mi cordial afeccin. a VS con ms Tengo Yaysand 18 de Agosto 1815,, Jos Artigas

q.e

los seguros, q.e

cificacin: hasta el

'

Al M. Ll.e Cav.do Gov.or de Montevideo. La nota del 8 de agosto jjromovi una reunin llevada a cabo el 11 de por el cuerpo de Hacendados. Asistieron tambin a ella en la Sala

ese

mes

del Cabildo Gobernador de Montevideo el A.lcalde Provincial y el Coman dante de Armas don Fructuoso Rivera. El acta levantada entonces, expresa que tomando la palabra don Juan de Len como presidente de la reunin, expuso: "que hallndose comisionado por el Excelentsimo Cabildo Gober nador para apersonarse con el ciudadano Len Prez ante el Excelentsimo Sr. Capitn General Don Jos Artigas, con el objeto de hacerle presente el

desarreglo en que la campaa de la Banda Oriental se halla hoy da, y todo aquello que ms pudiese convenir a su remedio, haba as mismo, dispuesto

406

se

formase la presente

Junta

para que tratase y

expusiese

cuanto fuere

del

caso, al efecto

necesario al

indicado, y que, en su virtud, hiciesen presente cuanto hallare logro de tan importante objeto-. En este concepto, tomando la

palabra el ciudadano Manuel Prez manifest que su parecer era el que se expresaba por escrito en un papel que exhibe constante de diez y nue ve captulos, el que ledo en alta e inteligible voz por el secretario fu apro bado en todas sus partes por los ciudadanos Miguel Glassi y Jos Agustn Sierra, disponiendo, en su consecuencia todos los dems seores, que se le diese original al seor presidente para que lo elevase al superior conocimiento del seor General. Seguidamente, present el ciudadano Francisco Muoz, su dictamen tambin por escrito, el que Iqdo igualmente ordenaron los se ores se practicase con este como con el antecedente. "Inmediatamente, tomando- la palabra el seor Comandante don Fruc tuoso Rivera, expuso era de parecer que ante todas las cosas, se pusiese remedio en punto a los continuos abusos que publicamente se observaban en los comandantes y tropas que guarnecen los pueblos y partidos de la cam paa ; sigui Rivera expresando que estos robos eran unos motivos que arruinaban a todo hacendado y que an cuando dicho ganado lo extrajesen de algunas estancias que hay abandonadas, era un perjuicio que se infera a la Provincia, como legtima duea de ellas por ser pertenencias de europeos".
. . .

Con el acta de esta reunin por credencial y los documentos que con tenan las iniciativas de Manuel Prez y Francisco Muoz marcharon los delegados a Purificacin donde los recibi Artigas. Robertson nos da una idea bien bien exacta de cul habr sido el ambiente en que se desarroll la reunin con los emisarios montevideanos. Al describir la capital artiguista

segn

observaciones

recogidas

en

su

visita al Protector de los Pueblos Li

bres cuenta que cuando lleg al Cuartel General de Purificacin "el Excelen tsimo seor Protector de la mitad del Nuevo Mundo estaba sentado en una cabeza de

buey, junto
carne

un

fogn

encendido

en

el suelo

fangoso

de

su

ran

del asador y bebiendo ginebra en un cuerno de vaca. Lo rodeaban una docena de oficiales andrajosos en posicin parecida y ocupa dos en la misma tarea de su Jefe. Todos fumaban y charlaban ruidosamente.

cho,

comiendo

"El Protector estaba dictando de


una mesa
con

mismas

las dos nicas sillas que haba el asiento de esterilla roto. de

pino

dos secretarios que ocupaban en torno en toda la choza y esas la el

"Para

completar

la

singular incongruencia de

escena

piso

del de

partamento de la choza (que era grande y hermosa) en que estaban reunidos el General, su estado mayor y sus secretarios se encontraba sembrado de os
tentosos sobres de todas las

nientas millas de

ese

centro

provincias (distantes algunas de operaciones)';,dirigidas a

de ellas mil
su

qui excelencia, el
que

Protector

"En la puerta estaban los caballos

jadeantes

de los

correos

llegaban

407

cada media

hora, igual frecuencia.

y los caballos de refresco de los

correos

que salan

con

ploradores.

"De todos los campamentos llegaban a galope soldados, edecanes, ex Todos ellos se dirigan a su Excelencia el Protector, y Su Exce
en una

lencia el Protector sentado

cabeza de

buey fumaba, coma, beba,

dictaba, conversaba y despachaba sucesivamente todos los asuntos que le lle vaban a su conocimiento con una calma distinta de la non chalanee, que de mostraba de una manera prctica la verdad de la axioma "vamos despacio Pienso que si los negocios del mundo entero hubieran que estoy de prisa"
sobre sus hombres, habra procedido de igual manera. Pareca un hombre abstrado del bullicio y era de este solo punto de vista si me es per mitida la alusin, semejante al ms grande de los generales de nuestros das".

pesado

Tal era el medio en que se desarrollaron, seguramente, las conferencias Len Prez y Juan de Len. All en torno a la mesa que usaban los secretarios se habr discutido cada uno de los artculos del Reglamento so bre la base de lo aprobado en la reunin de la Junta de Hacendados.
con

deano
tera.

No obstante que ese mismo da Artigas le escriba al Cabildo montevi : "Los portugueses hacen movimientos vehementes sobre nuestra fron Aun
y

ignoro si sern reales aparentes. Avisar a VS. cualq.r resul qu honda preocupacin deba embargarlo ante la posibilidad de una nueva invasin que haca revivir en su espritu las escenas de 1811, el resto del da lo dedic casi exclusivamente al Reglamento, a diferencia de otras veces, en que haba dividido la jornada resolviendo mltiples y diversos asuntos. Las ideas de Artigas eran claras y precisas sobre
tado,"
las materias que se iban desenvolviendo a medida que se avanzaba en la redaccin de los artculos : no eran fruto de una improvisacin sino el re

sultado de slidas experiencias y conceptos arraigados : por lo dems, des trua fcilmente los argumentos que se le formulaban porque como lo directamente no era fcil con Larraaga comprob "sorprenderlo largos

experiencia

razonamientos pues reduce la dificultad a pocas palabras y lleno de mucha tiene una previsin y un tino extraordinario. Conoce mucho el
nuestros

corazn humano, principalmente el de le iguale en el arte de manejarlos".

paisanos,

y as

no

hay quien-

consagracin justicia mediante una equitativa distribucin de la tierra. Pero el arti guista tena un rasgo distintivo. Si Azara haba hecho girar sus disposi ciones en torno al concepto de que deba aumentarse la produccin, en cambio Artigas pone su acento en la justicia El de Azara es un proyecto econmico ;. el de Artigas es una ley agraria edificada sobre el principio tico de que las injusticias sociales deben ser reparadas. Y aqu es precisamente donde estaba Artigas el Horbre.
yecto
la
.

El documento definitivo se inspira en las ideas fundamentales del pro de Azara de 1801 ; el fomento de la produccin y la de

408

Para hacerlo ms

comprensible pueden
:

ordenarse

sus

disposiciones

se

gn
I) II) III)

el

siguiente

esquema

DIVISIN TERRITORIAL DE LA PROVINCIA (Art. ORGANIZACIN ADMINISTRATIVA Y JUDICIAL

3'). (Art.

lo.

2o, 4o, 5o, 20, 26, 27, 29)

DISTRIBUCIN DE LA TIERRA

quines se tomaba (Arts. 12, 13) quines se daba (Arts. 6', 7') Condiciones de los terrenos (Art. 16) Procedimientos para obtenerlos (Arts. 8', a) PARA LOS PARTICULARES: 9', 10). 5) Cmo y con qu se poblaban (Art. 22) '6) Derechos, obligaciones y limitaciones de los poseedores (Arts. 11, 17, 19) 7) Otras disposiciones (Arts. 21, 23) b) PARA EL ESTADO (Art. 18) DE RECUPERACIN GANADERA (Art. 24) MEDIDAS IV) V) polica de la CAMPAA a) Creacin de la fuerza policial (Art. 25) b) Documento de identidad a los peones (Art. 27) c) Otras disposiciones (Arts. 28, 29).

1) 2) 3) 4)

De

Petit Muoz, comentando el bir

hoy

que

presiden

en

su

reglamento, expresa conjunto esta ley agraria:

que

"podemos perci

a)

tres

fines

econmicos:

elementos sin

1', poblar la campaa, fijando y arraigando sus asiento; 2', subdividir la tierra; y 3*, aumentar la produc

b)

el proletariado cam P, favorecer a los desposedos a saber, segn sus palabras textuales : "los indios, los y tam negros libres, los zambos de igual clase y los criollos pobres" bin las viudas y los hijos menores; 2", favorecer a la familia, estimu

cin rural; dos fines sociales:

pesino de, la poca,

c)
d)

(lase su articulado, y se vern sus detalles y la preferencias que sobre todo esto puede construirse con los dispositivos del mismo, incluso la de los casados sobre los solteros; un fin jurdico : imponer el orden en la campaa, persiguiendo el delito y la vagancia; y un criterio eminentemente social para su aplicacin-, instituido por modo expreso y obligatorio por ella misma, conforme a dos ideas, que se re fuerzan mutuamente : V, estableciendo el principio verdaderamente re volucionario de la mxima reparacin de las desigualdades econmicas
lando el matrimonio escala de

409

a los econmicamente dbiles a expensas de los econmicarnente fuertes pero que fuesen a la vez enemigos polticos de la Revolucin (los "malos europeos y peores americanos"), todo de acuerdo con la, siguiente frmula: "de modo que los ms infelices sean

existentes, para favorecer

privilegiados", segn sus palabras textuales; y 2', evitando que aplicacin contribuyese a crear nuevas desigualdades econmicas por la acumulacin de tierras en pocas manos, es decir, que permitiese la formacin de latifundios, para lo cual prohiba que a nadie se diese ms
los ms
su

de

una

suerte de

estancia"

APLICACIN DEL REGLAMENTO


A fines de setiembre el Cabildo haca circular el

Reglamento
en

para

su

cumplimiento Empeado

en

estos

trminos

el ardiente celo del

digno jefe de la Provincia

promover

por medio de acertadas providencias el fomento y prosperidad de la campaa, bajo el principio de ser sta el manantial de la riqueza del pas, ha acordado al intento
un

tablecen las

reglamento provisorio reglas que deben dirigir

datado

en

esta ardua

10 del corriente, en que se es importante obra. El primer

artculo autoriza al seor Alcalde Provincial don Juan de Len, adems de sus facultades ordinarias, para distribuir los terrenos y velar sobre la tran

quilidad del vecindario nombrndole Juez inmediato en todo el orden de lla instruccin, con sujecin este Ilustre Cabildo Gobernador en los
que detalla ella misma

aque
casos

En consecuencia, se ha credo indispensable comunicar usted esta im portante determinacin, para que reconociendo y haciendo reconocer en su

respectiva jurisdiccin al mencionado seor Alcalde Provincial por Juez in mediato del arreglo de la campaa, se entienda que en lo sucesivo debern di rigrsele todas las solicitudes relativas los objetos de su comisin y den los tenientes que tuviere bien nombrar en los departamentos. Lo que se previe ne usted para su inteligencia y cumplimiento en la parte que le toca. Sala Capitular de Montevideo, Septiembre 26 de 1815.
Pablo Prez

Pascual Blanco Pl.

Ramn de la

Piedra

Francisco F

Poco despus el Alcalde provincial don Juan de Len,- al frente de la jurisdiccin del centro (entre el ro Y y Santa Luca) desde la Cruz, daba un edicto en el que iniciaba los actos tendientes a tal fin y en el que designaba a Raimundo Gonzlez, Len Prez y Manuel Duran como subtenientes. (Art. 2' del Reglamento)
.

Este

es

el texto del documento:

410

EDICTO

"

Juan de Len, Alcalde Provincial y Juez ms inmediato al orden, reparticin de terrenos en esta campaa, etc. "Por cuanto me tiene conferido por Reglamento Provisorio el seor general don Jos Artigas, las amplias facultades de distribuir y donar suer-

"Don

arreglo

"

tes

esta Provincia del

de estancia los que poco mucho han contribuido la defensa de poder de los tiranos que la invadan; y siendo reparti

posean los que emigraron de esta Banda, malos eu ropeos y peores americanos, y que hasta la fecha no se hallan indultados por el seor Jefe, para poseer sus antiguas propiedades. Por tanto, y fin de cumplir exactamente con lo que se me ordena, dando gusto a los
"

bles stas de las que

campaa, en las disposiciones que trato de tomar sobre particular, llamo todo aquel benemrito americano, por infeliz que sea, negros libres, zambos de esta clase indios y criollos pobres, y del trmino de treinta das, contados desde la publicacin de este Edicto a tomar suertes de estancia con el nmero de ganados que se pueda reco lectar, compuesta cada una de legua y media de frente, y dos de fondo;
este

habitantes de esta

ocurriendo al efecto donde existiera el terreno, bien sea ante m de los subtenientes de Provincia, que lo son : don Raymundo Gonzlez, por lo que respecto la jurisdiccin de entre Uruguay y Ro Negro; don Len

Prez, de entre Ro Negro y Y ; y don Manuel Duran, desde Santa Luca hasta la costa del mar; entendindome yo, con lo que tengo inmediato des de el Y hasta la Cruz en la inteligencia que despus de presentado cual quiera de los indicados y hecha la donacin general de los terrenos, se

proceder conforme las reglas prescritas por el referido Reglamento su posesin, presentado al gobierno de Montevideo los rescriptos y marcas
que

tuviese,

en

la forma ms conveniente.

"Arroyo

de la

Cruz, Enero 14 de 1816.

JUAN

DE LEN"

Dice De Mara que "Los resultados de esta disposicin tan laudable en no fueron muy satisfactorios. Pocos interesados se presentaron en demanda de tierras para poblar. La indiferencia, la desidia, y an la facili
el

fondo,

dad de los medios de vida para el sustento por la abundancia del ganado, los retraa de pensar en adquirir suertes de estancia para dedicarse al trabajo. Por otra parte, la inseguridad para las personas y propiedades en la campa a, por efecto de los malevos que la infestaban, y de la licencia misma de la

soldadesca desordenada que deba garantirla, aumentaban las

causas

del

re-

411

traimento el
te
se

a poblar, esterilizando los cumplimiento de la misin que le

buenos deseos del Alcalde Provincial

en

haba sido conferida".

Cabe tambin sealar que el Alcalde Provincial no cumpli eficientemen su cometido y que por lo dems, la segunda invasin portuguesa que sobre el casi inmediatamente, no dio tiempo a que se exten precipit pas,
con

diera

aplicacin. embargo, no se ha exclusivamente a comprobar


su

Sin

intentado hasta ahora

una

investigacin dirigida

el alcance que tuvo el Reglamento artiguista. Se sabe en cambio que los tribunales de la Nacin han negado casi siempre vali dez a tales adjudicaciones y dieron, en cambio, prioridad a los "actos leg timos del

gobierno espaol"

No

puede pedirse

una

aberracin ms notable,

se que niega el derecho revolucionario surgido de los primeros actos en que evidencia la "soberana particular de los pueblos" y de las facultades de nues tro Estado naciente, para disponer de las tierras pblicas "como nica al de recho de hacerlo en lo econmico de su jurisdiccin" (artculo 15 de las Ins

trucciones). Los gobiernos


su

'

constitucionales de la

Repblica

no

alcanzaron

advertir

trascendencia y el valor de las ideas que reflejaba, por ejemplo, la adju dicacin provisional de los terrenos en propensin que dejaba abierta la po sibilidad de un ordenamiento ulterior sobre la base de la enfiteusis No com
.

prendieron tampoco, que por encima de lo circunstancial y accesorio que hay en el Reglamento, contiene ideas de valor permanente y universal tales como
que el

trabajo

dad de la tierra tierra

pblica
de

real y efectivo es el nico fundamento aceptable de la propie o que el Estado debe conservar una parte considerable de la para atender a sus fines y sobre todo aquello de que los ms infe

lices sern los ms

privilegiados, concepto

en

el que

se

descubre la

imponente

grandeza

su

autor.

E. M. Narancio

REGLAMENTO
PARA

PROVISORIO
EL

DE
DE

LA

PROVINCIA

FOMENTO

SU

CAMPAA

ORIENTAL Y

SEGURIDAD
"P
"

DE

SUS

HACENDADOS
sus

Primeramente El S.or Alce Prov.l adems de

facultades

or-

"

queda autorizado para distribuir terrenos y velar sobre la trandel vecindario, siendo el Juez-inmediato en todo el orden de la quilidad
diaras

presente Instrucn.
"2'
"
"

Sub-Tenientes de dicion "3'

campaa, podr instituir tres ([campaa]) (PROVINCIA), sealndoles su jurisrespectiva, y facultndoles segn este reglamento. Uno deber instituirse entre el Uruguay y Ro Negro; otro entre

En atencin la basta estensin de la

412

"

"

"

Luca, la costa de la mar, quedando jurisdicin inmediata desde el Y hasta S ta Luca. "4' Si para el desempeo de tan importante comisin hallaren el S.or Alce Prov.l y Subtenientes de Prov. a necesitarse de mas sugetos, podra cada cual instituir en sus respectivas jurisdicciones Jueces Pedneos que ayuden esecutar las medidas adoptadas para el entable del mejor orden. 5' Estos comisionados darn cuenta sus respectivos sub-tenientes de Prov. a, stos al S.or Alce Prov.l; de quien recibirn las rdenes pre-

Ro

Negro
or

Y;

otro dentro de S.ta


.

el S

Ale

Prov 1

con

"

cisas ste las recibir del Gob. no de Mont.

"

trasmisibles otras cualesquiera que ademas de las indicadas cin, se crean a([.. ]) aceptables las circunstancias.
"6' fomentar
.

y por este conducto- sern en esta Instruc

"

Por ahora el S.or Alce Prov.l y dems subalternos se dedicaran con brazos tiles la poblacin de la campaa Para ello revisar
en sus

cada
" "

uno

sugetos dignos de
los
mas

respectivas jurisdicciones esta gracia; con prevencin


:

los terrenos

disponibles, y los que, los ms infelices sern

"

esta

"

En consecuencia los negros libres, los zambos de clase, y los criollos pobres, todos podran ser agraciados en suertes de estancia si con su trabajo y hombra de, bien propenden su fe-

privilegiados.
los indios

"

licidad y la de la Provincia. "7' Sern igualmente agraciadas las viudas

pobres

si tubieren

hijos
y estos

"

"

igualmente preferidos cualquiera estrangero.


sern

los casados los americanos

solteros,

"

"

"8' Los solicitantes se apersonarn ante el S.or Alce Prov.l, ' los subalternos de los partidos donde erigiesen el terreno para su poblacin. Estos darn su informe al S.or Alce Prov.l, y este al Gob.no de Montevideo de

"

"

ba
de

quien obtendr la legitimacin de la donacin, y distinguir las haciendas del interesado en lo sucesivo.

la marca que dePara ello al t.po

"

pedir

la

gracia
en

se

informar si el solicitante tiene


se

no marca.

Si la tiene
acos-

"

ser archibada

el libro de marcas, y den

le dar

en

la forma

"

tumbrada. 9'
El M conveniente. al
I C despachar estos rescriptos en la; forma que estime mas Ellos y las marcas sern dados graciosamente, y se obligar encargado de los Propios de Ciudad, lleve una razn esacta
. . .

"

"

Regidor
"10^

"

de estas donaciones de la Provincia. Los

agraciados

sern
.

puestos
Ale
.

en

"

"

haga la denuncia por el S alternos de este.


se

or

Prov 1 por
.

posesin desde el momento que cualquiera de los sub-

"

"

"

"11' Despus de la posesin sern obligados los agraciados por el S.or Alc.e Prov.l dems subalternos formar un rancho y dos corrales en el trmino preciso de dos meses, los que cumplidos, si se advierte omisin se les reconvendr para que lo efecten en un mes mas, el cual cumplido, si se advierte la misma negligencia, ser aquel terreno donado otro vecino

"

ms laborioso y, benfico la Provincia.

413

"

"

"12" Los terrenos repartibles son todos aquellos de emigrados, malos europeos, y peores americanos que hasta la fecha no se hallen indultados por el Jefe de Provincia para poseer sus antiguas propiedades. "13 Sern igualmente repartibles todos aquellos terrenos que desde el

"

"

ao 18-10, hasta el de 1815, en que entraron los orientales en la Plaza de M,o-ntevideo, hayan sido vendidos donados por el Gob.no de ella.
"14
En esta clase de terrenos habr )a

"

donados vendidos orientales estraos

"

nar,
"15

una suerte

de

esepcion siguiente. Si fueran Si los primeros se les doestancia conforme al pres te reglamento Si los seg
.
,

"

dos todo

"

"

"

los terrenos de europeos, y malos Americanos se estos son casados solteros. De estos todo es dispoSi tendr presente. nible. De aquellos se atender al nmero de sus hijos, y con concepto que stos no sean- perjudicados, se les dar lo bastante para que puedan
mantenerse
terrenos.
en

disponible en Para repartir

la forma dicha.

"

lo sucesivo, siendo el resto

disponible

si tuviere demasiados

"

"

"

"

"

"16 La demarcacin de los terrenos agradables ser legua y media de frente y dos de fondo, en la inteligencia que puede hacerse mas - menos estensiva la demarcacin segn la localidad del terreno, en el cual siempre se proporcionaran aguadas, y si lo permitiese el lugar lindero fijos, quedando al zelo de los comisionados economizar el terreno en lo posible y evitar
en

"

lo sucesivo desavenencias entre vecinos,

"17
" "

para que los


ser

Se velar por el Gob.no el S.r Alc.e Prov.l y dems subalternos, agraciados no poshean mas que una suerte de estancia, podran privilegiados sin embargo los que no tengan ms que una suerte de chacamudar de po-

"

ra,
"

secion

podran tambin ser agraciados los Americanos que quisiesen dejando la quetienen beneficio de la Provincia.
Podrn
reservarse

"18
"

con
"

de Pan de

servicio.

nicamente para beneficio de la Provincia el Rinreyunadas de su El rincn de Rosario por suestension puede repartirse hacia el

Azcar,

y el del Cerro para mantener las

"

el lado de afuera entre


una

"

"

algn de (sic) agraciados, reservando en los fondos estensin bastante mantener cinco seis mil reyunos de los dichos. "19 Los agraciados ni podran enagenar, vender estas suertes de estancia ni contraher sobre ellas debito alguno bajo la pena de nulidad hasta
"20

"

"

"

"

arreglo formal de la Provincia en que deliberar Jo conveniente. El M. I. C. quien el comisione, me pasar un estado del numero de agraciados, y sus posiciones, para mi conocimiento. terreno "21 anteriormente Cualquiera agraciado entrar ([...]) (en) el orden, del presente reglamento debiendo los interesados recabar por medio de S.or Alc.e Prov.l su legitimacin en toda manera, arriba espuesta, de
el
M. I.

"

C. de Montevideo. Para facilitar el adelantamiento de estos

"22
"

agraciados quedan facul-

"

tados el S.or Alc.e Prov.l y los tres subtenientes de Provincia, quienes nicamente podran dar licencia para que dichos agraciados se renan y sa-

414

"

"

quen animales vacunos como caballares de las mismas estancias de los europeos malos Americanos que se hallasen en sus 'respectivas jurisdicciones En manera alguna se permitir que ellos por s solo lo hagan : siempre se les sealara un Juez Pedneo u otro comisionado para que no se destrozen las haciendas en las correras y que las que se tomen se distri.

"

"

"

"

buyan
no

con

igualdad
como
a

entre los concurrentes debiendo

igualmente

zelar as el

"

Alc.e Prov.l
sean

"

aplicados
Tambin
ser

los dems subalternos, que d.hos ganados agraciados otro uso que. el de amansarlos, caparlos y sujetarlos

"

rodeo.

"

"

"

"

"

"

prohivirn todas las matanzas los hacendados, si no ganados de su marca; de lo contrario sern decomisados todos los productos y mandados a disp.on del Gob.no. "24 En atencin la escacez de ganado que esperimenta la Provincia, se prohibir toda tropa de ganado para Portugal. Al mismo tiempo que se prohibir los mismos hacendados la matanza del hembrage hasta el restablecimiento- de la campaa. "25 Para estos fines como para desterrar los vagabundos, aprehender
"23
acreditan

malhechores y desertores, se le darn al S.or Alc.e Prov.l ocho hombres y un sargento, y a cada Ten. te de Prov. a, cuatro soldados y un cabo. El
cabildo deliberar si estos debern ser de los vecinos que debern mu darse mensualmente de soldados pagos que hagan de esta suerte' su, fatiga. "26 Los ten. tes de Prov. a no entendern en demandas. Este es pri vativo' del S.or Alc.e Prov.l y los jueces de los Pueblos y Partidos. "27 Los destinados esta Comisin no tendrn otro ejercicio que dis tribuir terrenos y propender a su fomento velar sobre la aprehensin de los vagos remitindolos este Cuartel Gral. al Gob.no de Montevideo para el servicio de las armas. En consecuencia los hacendados darn pape
letas
sus peones, y los que se hallaren sin este requisito y sin otro ejer cicio que vagar sern remitidos en la forma dicha. "28 Sern igualmente remitidos a este Cuartel Gral. los desertores con armas sin ellas, que sin licencia de sus Jefes se encuentren en alguna de

"

"

"

jurisdicciones. Sern igualmente remitidos por el subalterno al Ale e Prov 1 cual quiera que cometiese algn homicidio, hurto, violencia con algn vecino de su jurisdiccin. AI efecto lo remitir asegurado ante el S.or Alc.e Prov.l
estas

"29

y un oficio insinundole el hecho. Con este oficio que servir de cabeza de proceso la causa del delincuente lo remitir el S or Ale e Prov 1 al Gob. no de Montevideo, para que ste tome los informes convenientes y proceda al castigo segn el delito.
.

"Todo lo cual
D
.

se

resolvi de
.

comn

acuerdo

con

el S.or Alc.e Prov.l

"

Juan Len y plimiento lo firme


n

D
en

Len Prez

delegados

con

este

fin,

y para

su cum-

este

Cuartel General 10 de

Sep.bre 1815.

Jph. ARTIGAS

"

415
se

NOTA.
dindose dor
en

En el artculo

13,

le agrega esta clusula: "no compren


.

este

artculo los
con su

Est conforme

patriotas acreedores a esta gracia" original y por orden del Exmo. Cabildo
en

Goberna

expido

el Presente que certifico y firmo

Montevideo,

30 de setiembre

de 1815.
PEDRO M. DE TAVEYRO.

Secretario
* Damos aqu el texto completo del reglamento porque adems de ser difcil hallar las publicaciones en que ha sido impreso, generalmente fu edi tado con importantes errores.

CENTRO DE ESTUDIOS DE DERECHO COMERCIAL

Con el fin de contribuir


estudios de Derecho Comercial

se

la difusin y especializacin de los ha creado este Centro bajo los aus

picios

de la Asociacin de Escribanos del Uruguay. El Centro se rene el primer martes de cada mes.
Se invita
a

los

colegas

afiliarse.

Secretario General: Escribano D. Guillermo Servan Bauzn


Tel.
:

9 57 46

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