Infierno de Fuego
Infierno de Fuego
Infierno de Fuego
Hechos 2:25-27 “Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí:
Porque está á mi diestra, no seré conmovido. Por lo cual mi corazón se alegró, y
gozóse mi lengua; Y aun mi carne descansará en esperanza; Que no dejarás mi
alma en el infierno2, Ni darás á tu Santo que vea corrupción.” (Reina Valera)
2
original hades
Juan 5:28-29 "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora, cuando todos los
que están en los sepulcros3 oirán su voz; Y los que hicieron bien, saldrán á
resurrección de vida; mas los que hicieron mal, á resurrección de condenación."
(Reina Valera)
3
original hades
Gehenna era el nombre griego del Géh Hinnóm, un valle estrecho y profundo
situado al sudoeste de Jerusalén, y que se llama hoy Wadi er Rababi. Este valle
servía de vertedero para las basuras de Jerusalén, pero también se tiraban allí
los cuerpos de los condenados a muerte y ejecutados, que los judíos
consideraban no merecedores de resurrección. Por razones higiénicas, los
residuos estaban siempre ardiendo y el fuego se mantenía a base de azufre.
The New Funk & Wagnalls Encyclopedia (Nueva York, 1950), dice en el tomo
15, pág. 5576: “El valle de Hinón está cerca de Jerusalén, donde Salomón
edificó a Moloc ‘un lugar alto’… …Por el hecho de que algunos de los israelitas
…sacrificaron allí sus hijos a Moloc, el valle llegó a considerarse cómo un lugar
de abominación. En un período posterior se hizo de él un lugar donde arrojar la
basura, donde se mantenían fuegos perpetuos para evitar las pestes”.
El Smith’s Dictionary of the Bible, tomo 1, pág. 879. bajo Gehénna dice: “. . .
Llegó a ser el vertedero común de la ciudad, donde arrojaban los cuerpos
muertos de criminales, y los cadáveres de animales y toda otra clase de
inmundicia.”
La idea de una tortura sin fin contrasta con las cualidades atribuidas a Dios,
porque , cómo escribe Juan:
“El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es Amor.” (Reina Valera) 1Juan
4:8. Además leemos Éxodo 34:6:
“Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte,
misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad”.
(Reina Valera)
El fuego eterno es por tanto la imagen de una destrucción total, una muerte sin
posibilidad de retorno.