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La Cronologia de Chavin de Huantar y Sus Implicancias....

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BOLETN DE ARQUEOLOGA PUCP / N.

13 / 2009, 87-132 / ISSN 1029-2004


La cronologa de Chavn de Huntar
y sus implicancias para el Periodo Formativo
John W. Rick,
a
Christian Mesia,
b
Daniel Contreras,
c
Silvia R. Kembel,
d
Rosa M. Rick,
e
Matthew Sayre
f
y John Wolf
g
Resumen
Chavn de Huntar es uno de los sitios fundamentales para entender el Periodo Formativo en los Andes centrales. Irnicamente, a
pesar de muchas dcadas de investigaciones realizadas por docenas de investigadores, su cronologa es todava debatida e insegura.
Este artculo presenta una resea de la evidencia histrica para la cronologa de Chavn, enfatizando la contribucin de los fecha-
dos radiocarbnicos calibrados y, de manera breve, revisando los que estn temporalmente relacionados con otros sitios formativos.
Se analizan, tambin, los numerosos fechados de carbono-14 asociados a cermica y contextos arquitectnicos conocidos en Chavn
derivados de estudios recientes. De hecho, muchos fechados de Chavn y sitios relacionados concuerdan en ubicar a la cermica
negra pulida estampada, denominada janabarroide, alrededor de 800-500 a.C. (calib.). La presencia de ocupaciones anteriores
y posteriores, documentadas con fechados, ayudan a confrmar este rango temporal para materiales reconocidos del Horizonte
Temprano. En contraste con algunos otros importantes sitios formativos, Chavn deja de funcionar como templo hacia 500 a.C.
(calib.), aunque los esfuerzos destinados a las construcciones principales ya estaban disminuyendo, de manera notable, antes de
esta poca.
Palabras clave: Chavn de Huntar, Periodo Formativo, cronologa, radiocarbono, calibracin
Abstract
THE CHRONOLOGY OF CHAVN DE HUNTAR AND ITS IMPLICATION FOR THE FORMATIVE PERIOD
Chavn de Huntar is one of the key sites of the Formative Period in the Central Andes, with many decades of investigations by
dozens of investigators, but ironically its chronology is still poorly defned and contested. Tis article reviews the historical evidence
for Chavn chronology, emphasizing an examination of calibrated radiocarbon dates, and summarily reviewing related radio-
carbon evidence from approximately contemporary sites. Te more voluminous C
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evidence from recent work at Chavn is then
a
Stanford University, Department of Anthropology.
Direccin postal: Stanford CA 94305, Estados Unidos.
Correo electrnico: johnrick@stanford.edu
b
Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Facultad de Ciencias Sociales, Escuela Acadmico Profesional de Arqueologa.
Direccin postal: Ciudad Universitaria, av. Venezuela, cuadra 34, Lima 1, Per.
Correo electrnico: christian.mesia@gmail.com
c
Stanford University, Introduction to the Humanities.
Direccin postal: Stanford CA 94305, Estados Unidos.
Correo electrnico: dcontre@stanford.edu
d
University of Colorado-Boulder, Department of Anthropology.
Direccin postal: Boulder CO 80309, Estados Unidos.
Correo electrnico: silvia@kembel.com
e
Direccin postal: Proyecto Chavn, C/O John W. Rick.
Correo electrnico: rosamrick@yahoo.com
f
Stanford University, Introduction to the Humanities.
Direccin postal: Stanford CA 94305, Estados Unidos.
Correo electrnico: msayre@stanford.edu
g
Stanford University, Department of Medicine.
Direccin postal: Stanford CA 94305, Estados Unidos.
Correo electrnico: wofj@stanford.edu
RICK, MESIA, CONTRERAS, KEMBEL, RICK, SAYRE Y WOLF
ISSN 1029-2004
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examined, particularly focused on dates from known ceramic and architectural contexts. A large number of determinations con-
cur, both in and outside of Chavn, in dating stamped polished blackware janabarroide ceramics in the range of 800-500 BC
in calibrated age. Earlier and later occupations at Chavn are documented, helping confrm this time range for Early Horizon
materials. Chavn, unlike some other important Formative sites, loses its temple function by around 500 BC calibrated, although
major construction seems to have greatly decreased well before that time.
Keywords: Chavn de Huntar, Formative Period, chronology, radiocarbon dating, calibration
1. Introduccin
La cronologa de Chavn de Huntar ha sido importante para su entendimiento y comprensin desde el
inicio de las investigaciones cientfcas en el complejo durante el siglo pasado. Por ejemplo, su papel de
cultura madre en la visin de Tello (1960) se defna por su posicin cronolgica. Es irnico que, des-
pus de casi un siglo de esfuerzos, este sitio y su poca permanezcan problemticos en trminos de su
defnicin temporal. Este artculo tiene como fnalidad poner en perspectiva las contribuciones histricas
a este tema, y agregar una cantidad de nuevos alcances de los ltimos 15 aos, principalmente producto
del proyecto de investigaciones dirigido por los autores. La edad absoluta de Chavn de Huntar y su edad
relativa comparada con sitios que presentan un desarrollo cultural similar siguen siendo una cuestin de
temtica en el estudio de la prehistoria andina (Tello 1942, 1943; Larco 1945; Burger 1981; Shady, Haas
y Creamer 2001). Al carecer de una defnicin temporal confable para Chavn, los intentos de establecer
una prioridad temporal para sitios, zonas o regiones supuestamente contemporneas con Chavn son
intiles. En el presente trabajo se pretende establecer fundamentos ms confables acerca de la cronologa
de Chavn y, a la vez, mostrar que mucha de la base cronolgica de Chavn ha sido sustentada, hasta el
momento, sobre nociones dbiles y contradictorias en relacin con los nuevos datos existentes.
Esta nueva base cronolgica se construy mediante fechados de carbono-14, sus contextos y sus rela-
ciones con las secuencias de cultura material. Se presentar una sntesis de casi 80 fechados de carbono-14,
que no solo constituyeron la base para la nueva cronologa, sino que, tambin, obligan a repensar la re-
lacin entre la construccin y la ocupacin del espacio arquitectnico en los tiempos de Chavn. Se har
referencia a otros sitios contemporneos y, asimismo, se elaborar una perspectiva sobre los antecedentes
y sucesores de Chavn, pero se mantendr el nfasis en la cronologa del sitio y en el ncleo de tiempo en
que fueron construidos sus edifcios monumentales (Fig. 1). Obviamente, es un paso ms hacia el conoci-
miento cronolgico y se espera que sea, tambin, parte de un proceso que establezca lmites, cada vez ms
estrechos, en la determinacin de la realidad temporal del sitio, pero, sin duda, no ser el ltimo intento,
ya que an falta entender mucho. Enfocar la cronologa de un sitio en trminos relativos enfatiza el punto
central del problema, por lo que se discutir la importancia y difcultades existentes en la determinacin
cronolgica de sitios arqueolgicos en la prehistoria andina.
2. Antecedentes
Chavn de Huntar ha constituido la base de investigacin para ms arquelogos peruanos y extranjeros
que cualquier otro sitio de su poca en los Andes centrales. El propsito aqu no es detallar la integridad
de los enfoques cronolgicos de los proyectos que han trabajado en el lugar, sino, ms bien, ver los que
contribuyen con bloques signifcativos de conocimientos. Con esto en mente, se pretende resumir la
historia de los intentos de establecer cronologas absolutas y relativas para Chavn de Huntar, pero pri-
mero es necesario revisar algunos conceptos crticos que forman la base para cualquier discusin acerca de
la cronologa.
Como se ha mencionado antes (Rick 2006, 2008; Contreras 2007; Mesia 2007), los investigadores en-
frentan un problema de nomenclatura bastante serio en referencia a los tiempos de Chavn. Este artculo
no intenta resolver todo el debate sobre cmo se deben denominar estas pocas prehistricas. En tal sen-
tido, se prefere una terminologa basada en la idea de una poca llamada Periodo Formativo debido a que
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aunque el trmino ha sido criticado por sus implicancias evolutivas se le puede emplear simplemente
como un concepto que hace referencia a la formacin de nuevas formas sociopolticas, dejando libertad
para especifcar el carcter cultural de cada lugar en un momento determinado. La cronologa basada en los
trminos inicial y horizonte tiene implicancias ms especfcas. Por ejemplo, si el trmino inicial se
refere a los primeros ceramistas, constructores de monumentos o cualquier otro tipo de inicio, se excluye
a los que no tienen este requisito y, probablemente, no puede ser tomado muy en serio como defnicin
temporal de una serie de sociedades emergentes que, en s, van a tener caracteres inestables y trayectorias
difusas. Por otra parte, los horizontes son ms complejos porque requieren de una delimitacin temporal
bien fnita y extendida, sin transgresin de tiempo, en un espacio amplio. La realidad es que un horizonte
es una conclusin que debera ser derivada de una cronologa clara, no al contrario. Un horizonte no es
un espacio en el tiempo dentro del cual todava existen muchos grados de libertad de defnicin. Los hori-
zontes implican coherencia, conexin, interaccin y la falta relativa de ellos antes y despus. No cabe duda
que haba muchas relaciones complejas dentro de estas sociedades del segundo y primer milenio a.n.e. y, a
veces, conexiones fuertes, pero la cronologa bsica del tiempo debe, primero, ser establecida con un grado
de confanza y, despus, inferir la presencia o ausencia de horizontes. Para los autores de este artculo, es
dudoso que el concepto de horizonte vaya a ser til al referir a Chavn, tal y como es utilizado en relacin
con el Horizonte Medio y el Horizonte Tardo. Aqu se har referencia al Formativo, y tambin a la poca
de Chavn, una defnicin redundante, pero, quizs, til en lo concerniente a los tiempos de construccin
monumental de este sitio.
Una serie de fechados absolutos constituye solo una primera etapa en el establecimiento de una crono-
loga para un sitio; para que esta sea efectiva, requiere de contextos y materiales asociados. En Chavn, esto
representa complicaciones signifcativas, principalmente por la complejidad de los sectores identifcados,
y por los distintos investigadores, proyectos y procedimientos que se han desarrollado all en el transcurso
de muchas dcadas. De esta manera, es necesario racionalizar cada estrategia en relacin con sus alcances.
Obviamente, cada propuesta cronolgica planteada no involucraba las mismas categoras de materiales ni
metodologa. Aqu se reconoce una serie de intentos ordenados segn la secuencia histrica de estas inves-
tigaciones. Para analizar esos datos y ver la historia de los esfuerzos de construccin de una cronologa en
Chavn desde una perspectiva crtica hay que empezar con una discusin detallada acerca del contenido
de las evidencias cronolgicas. Cmo se interpretan los fechados radiocarbnicos y cules son los funda-
mentos de estas interpretaciones?
3. Calibracin de fechados y convenciones usadas en este trabajo
Para los fnes de este artculo es indispensable trabajar con fechas calibradas, porque la calibracin corrige,
de manera muy signifcativa, la edad, rango y patrn de probabilidad de la determinacin (Len 2006;
Mesia 2007). Por ello, solo se trata aqu con fechas calibradas y, en realidad, con el rango de edad que
incluye el 95,4% de la distribucin de probabilidad alrededor de la edad corregida por la calibracin (en
efecto, el rango de 2 sigmas). La otra opcin sera emplear solo 1 sigma, que incluira solo el 68,2% de las
probabilidades, lo que deja que un tercio de las fechas reales en consideracin aqu no caigan dentro del
rango citado. Para los autores sera una manera de agregar demasiado error a la consideracin, dejando
dudas innecesarias a las conclusiones del presente trabajo. El costo de usar 2 sigmas es de incrementar los
rangos y la aparente imprecisin de las fechas, pero es una posicin conservadora que es, a todas luces, reco-
mendable. Se debe recordar que el rango de error alrededor de los fechados representa un error estadstico
inherente al proceso de conteo ya sea por mtodos tradicionales o AMS que no incluyen otras fuentes
de inseguridad en los fechados, errores derivados de varias correcciones, contaminaciones, entre otros. Por
eso, aunque aqu se presente un enfoque conservador, no se debe poner demasiado nfasis en la exactitud
de las determinaciones. En las tablas se presentarn las cifras exactas, hasta donde se puedan determinar, de
las edades radiocarbnicas promedio y su sigma, pero, en primera instancia, no se usar fecha alguna como
un punto en el tiempo, tal como 2450 aos de edad ni en aos radiocarbnicos o calibrados porque
la probabilidad de que la fecha sea tan exacta es minscula. En segundo lugar, se redondearn los rangos,
en la mayora de los casos, al siglo o mitad de siglo ms cercano a.n.e. o d.n.e. (por ejemplo, 1000-850
a.n.e.). Con la calibracin, la distribucin de probabilidades alrededor de la edad promedio es, en raras
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ocasiones, simtrica, y muchas veces es discontinua. Para acomodar esta edad, cuando hay probabilidades
bajas que extienden mucho el rango sin justifcacin debido a la pequea rea probabilstica agregada, a ve-
ces se usa una notacin de tipo 750-500/400 a.n.e.. Esto quiere decir que el rango de 2 sigmas, posterior
a 500, hasta su lmite en 400 a.n.e., tiene tan poca probabilidad asociada que es razonable, dentro de una
perspectiva conservadora, contemplar el rango ms corto de 750-500, en vez de 750-400 a.n.e.
Para muchos investigadores, la calibracin es solo una manera de corregir una fecha mediana hasta
el ao sideral (o solar) que representa el centro de las probabilidades de la determinacin. Es importante
advertir que la diferencia entre fechados calibrados y sin calibrar es transcendental y, en realidad, es una
forma mucho ms realista de ver fechados que casi descarta, consecuentemente, la idea de una fecha central
y lo reemplaza con rangos de edad. El concepto no es nuevo, porque los fechados siempre tenan errores
asociados, pero, sin usar la calibracin, estos errores son simtricos alrededor de la fecha promedio en aos
radiocarbnicos. As, como se tom en cuenta la escala del error, fue posible emplear los fechados como
un nmero y un error, porque no haba ms factores en la consideracin numrica. La calibracin, bsica-
mente, toma en consideracin la variabilidad en el porcentaje de radiocarbono dentro del carbono atmos-
frico en el transcurso del tiempo, y proyecta una fecha y su error por encima de las irregularidades de la
curva de variabilidad del porcentaje de carbono-14 (Stuiver et al. 1988; Bowman 1990). En este caso, se
corrige reconociendo siempre que es una correccin que depende de curvas de calibracin que se estn
corrigiendo y ampliando constantemente (vase ms adelante) no solo la fecha, es decir, donde cae el
centro de la curva de probabilidad en tiempo sideral o aos solares en vez de tiempo radiocarbnico
sino, ms bien, un rango corregido de las distribuciones de probabilidad alrededor de una fecha promedio.
De este modo, este rango ya no tiene probabilidad alguna de ser simtrico alrededor del promedio, porque
la distribucin es determinada por una curva muy irregular. La distribucin de las probabilidades pocas
veces tiene un pico centrado en el promedio de las probabilidades y, por eso, la fecha promedio muy pocas
veces tiene la mxima probabilidad de ser la fecha exacta, mientras que, con el viejo sistema sin aplica-
cin de la calibracin la fecha promedio, por defnicin, era la ms probable.
Mientras que la curva de calibracin forma una lnea recta de ngulo constante, la calibracin es solo
una correccin del fechado y un ajuste uniforme a su rango. Pero si hay infexiones en la curva que produ-
cen segmentos de ngulo alto o ngulo horizontal y, por ende, un cambio de ngulo entre ellos, se produ-
cen efectos fuertes en la distribucin de probabilidades para un fechado. En el caso de la poca de Chavn
hay una infexin signifcativa en el primer milenio a.n.e. que lleva a un rea plana en la curva entre 400 y
800 a.n.e. (siderales), o el equivalente de 2450 y 2600 aos de edad radiocarbnica (Fig. 2). Por lo tanto,
el rango de probabilidades se extiende por igual en forma lateral para los fechados que caen en este rango y
disminuye cualquier concentracin de probabilidades en el centro del rango. Este lapso largo produce una
extensin fuerte en el rango de probabilidades y, en efecto, en este caso un rango de, por ejemplo, 250 aos
radiocarbnicos se convierte en un rango de 400 aos solares. Adems, las distribuciones de probabilidad
extendidas no tienen tendencias centrales, es decir, estos fechados tienen poca precisin e iguales probabi-
lidades de que el fechado caiga en los extremos del rango que en el centro del mismo.
La calibracin toma en cuenta un factor de importancia determinante: la variabilidad en porcentaje
de carbono-14 en la atmsfera en el transcurso del tiempo. Esta variabilidad, a la vez, determina la curva
de calibracin, que demuestra la relacin entre aos radiocarbnicos y aos solares. Un factor complejo
de gran importancia es que, debido a los efectos de circulacin desigual de carbn en el mbito mundial,
existen diferencias en el porcentaje de radiocarbono entre hemisferios y, quizs, entre regiones del mundo.
En efecto, estas diferencias desplazan la relacin entre los aos radiocarbnicos y los siderales, lo que re-
quiere, en efecto, de una calibracin de la calibracin, segn la regin tratada. Abordar este problema,
hasta ahora, ha implicado un nfasis en la diferenciacin entre hemisferios, en qu fechas de anillos de
crecimiento de edad conocida de rboles en ambos hemisferios han sido contrastados, adems de sealar
que el hemisferio sur generalmente requiere de un ajuste relativo al hemisferio norte. Las determinaciones
que han sido utilizadas para el hemisferio sur tratan de latitudes en el rango de 35-50 sur y, principal-
mente, del ltimo milenio a.p. Sobre la base de esto se ha formulado una curva de calibracin, la que se
refere actualmente como SH-04 (Bronk Ramsey 2010), en la que se obtiene el efecto de desplazar los
fechados, aproximadamente, 56 aos hacia el futuro (Fig. 3). La otra curva principal, 09 de Oxcal, tiene
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como base una inmensa cantidad de mediciones basadas en anillos de crecimiento de rboles de muy larga
vida y sedimentos marinos. En trminos generales, hay una curva (hemisferio norte) hecha sobre la base
de datos voluminosos y comprobados, y hay una curva tentativa para el hemisferio sur, principalmente
basada en la del hemisferio norte, con evidencia solo derivada a latitudes extremas y solo correspondiente
al ultimo milenio. Cul se debe utilizar para latitudes tropicales del hemisferio sur, o para las pocas entre
2000-3500 a.p. como Chavn?
Como resultado de consultas realizadas a varios expertos en el gnero, es evidente que no hay un
camino claro, aunque todos estn de acuerdo en que se debe utilizar solo una de las curvas y que el uso
debe ser justifcado. El primer autor de este artculo hizo una pregunta acerca de que, si estando a me-
nores latitudes, la diferencia entre curvas debe ser menor que los 56 aos de ajuste usado en el caso de
Nueva Zelanda, es decir, a latitudes extremas. De hecho, parece que el efecto debe ser menor en latitudes
tropicales que en el extremo sur; hay procedimientos para calcular la diferencia, pero no necesariamente
aceptados entre la comunidad de geofsicos. Algunos autores (McCormac et al. 2004; Hogg et al. 2009)
postulan que la diferencia promedio para fechas del hemisferio sur estara, quizs, en el rango de 40-45
aos. Otros reconocen que los trpicos presentan un efecto menor y que, segn la informacin en la fg. 9a
de Braziunas et al. (1995), se puede calcular el efecto de la redistribucin del carbono, lo que resulta en un
Fig. 2. La curva de calibracin para la temporada de 1200 a.n.e. hasta 0, que muestra la divergencia de una relacin 1:1
para aos radiocarbnicos y aos siderales. El rango de 750 a 400 aos siderales o calibrados est representado por una meseta,
fanqueada por segmentos muy abruptos; estos rasgos de la curva tienen muchos efectos en la cronologa del Periodo Formativo
(elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2009, 2010]).
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ajuste de cero a ocho aos para los Andes centrales. Pero, en fn, todo esta basado en corrientes marinas y
atmosfricas, en las que no existe una seguridad de coincidencia con los efectos del presente, de manera que
es probable que haya ajustes signifcativos en el futuro para la calibracin del hemisferio sur, mientras que
las curvas para el hemisferio norte deben mantenerse relativamente estables en general. Si resulta posible
conseguir ms datos para cualquier regin del mundo, probablemente ser factible recalibrar los fechados
y las cronologas, pero, mientras tanto, se necesita de un procedimiento adecuado. La sugerencia de los
autores del presente trabajo, por el momento, es de usar la curva ms estable, es decir, la del hemisferio
norte, para que, en el futuro, se pueda tener una base uniforme para la recalibracin, de ser esto necesario.
La evidencia, dbil como es y que indica que las latitudes tropicales deben estar ms cerca de la curva
del hemisferio norte que la del sur sugiere que tomar este camino no es solo buscar una solucin estable,
pero probablemente se estar ms cerca de lo correcto. Lo peor que se puede hacer es emplear una variedad
de estimados para el efecto sur que, segn los argumentos existentes, puede variar entre cero y 56 aos
de ajuste. Los autores optaron por la curva 09 de Oxcal, con lo que se adverta que podran obtenerse
fechados de hasta 56 aos ms antiguos, aunque probablemente mucho menos. A la vez, es importante
entender que estas son diferencias en aos radiocarbnicos y un cambio de cualquier escala en el rango de
los fechados radiocarbnicos tiene un efecto muy complejo en los fechados calibrados o solares.
Fig. 3. La relacin entre las curvas de calibracin del hemisferio sur SH-04 (de color gris) y hemisferio norte 09 (de color
negro). Es obvio que la curva SH-04 es solo un desplazamiento fjo de la curva 09, de la que fue completamente derivada,
compensando, aproximadamente, 56 aos para acomodar un milenio de datos de latitudes altas del hemisferio sur (elabo-
racin del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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Para entender el efecto de la calibracin, se tomarn dos fechados similares de la zona de La Banda en
Chavn: uno de 2450 40 y el otro de 2620 40 aos radiocarbnicos. En el primer caso, que cae casi
exactamente en la parte central del plano horizontal en la curva, para contener 95,4% de las probabilida-
des, el rango va muy cerca de 400-800 a.n.e., sin tener muchas diferencias de probabilidad en el transcurso
de este tiempo; es decir, no se puede especifcar que esta fecha es de cualquier parte de este rango de manera
preferencial (Fig. 4a). El segundo fechado proporciona un rango que ni siquiera alcanza, en gran parte de
su rea probabilstica, a 700-900 a.n.e., y tiene una tendencia central que indica una alta probabilidad que
la fecha real caera entre 750-850 a.n.e. (Fig. 4b). Tambin son importantes las diferencias indicadas entre
los rangos de 1 y 2 sigmas, es decir, rangos que incluyen, respectivamente, 68,2% y 95,4% de las reas de
distribucin de probabilidades. En el caso del primer fechado, el rango total, aunque con lapsos de dife-
rentes duraciones dentro del rango, no vara muy notablemente entre 1 y 2 sigmas, pero la parte central del
rango total no entra en los lapsos indicados para los rangos de 1 sigma. No solo no hay una tendencia cen-
tral, si no que, por el contrario, el fechado calibrado promedio tendra menos probabilidad de ser correcto
que los fechados ms cercanos a los extremos del rango. El segundo fechado muestra una diferencia muy
fuerte entre los rangos de 1 y 2 sigmas, 822-780 a.n.e. y 896-669 a.n.e., respectivamente, una diferencia
de entre 42 y 227 aos de rango. Aunque se deje de lado el subrango de menor probabilidad de 669-685
a.n.e., el rango de 2 sigmas sera todava tres veces ms que el de 1 sigma. Para obtener un estimado de
confanza ms alto para el verdadero rango en que debe caer el fechado, se tiene que sacrifcar la exactitud
por medio de 2 sigmas, pero es la nica manera de evitar el riesgo de equivocarse drsticamente. En la
realidad, se deberan considerar las curvas de distribucin de probabilidad siempre, ya que el no hacerlo
impide llegar a un entendimiento del signifcado de los fechados.
De este modo, se explica que es de suma importancia calibrar no tanto para corregir la edad verdadera
de la muestra, sino, ms bien, para entender la extensin de probabilidades alrededor del fechado. A la
vez, es de suma importancia entender que, al igual que la edad de un fechado no puede ser solo la cifra de
un ao, tampoco el rango indica los aos de ocupacin para un lugar. Deja claro, ms bien, el lapso en el
que el fechado real puede caer, y mientras ms largo es el lapso, por lo general hay menor probabilidad de
caer en cualquier parte especfca del rango, especialmente para las distribuciones sin tendencias centrales.
Fig. 4a. Fechado de La Banda, Chavn, de 2450 aos radiocarbnicos y un error estndar de 40 aos; ntese el largo rango
de probabilidades y la falta de una tendencia central. Como en las otras fguras (ver Fig. 3), se usa la curva de calibracin
IntCal09 de Reimer et al. 2009 (elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey
2010]).
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Es importante reconocer que hay otras maneras de fechar sitios como Chavn, especialmente por medio
de los cambios en la arquitectura y la cermica. Obviamente, para poder ofrecer clculos de edad absoluta
se tiene que depender de metodologas como la datacin radiocarbnica los que tienen una lgica in-
terna. La arquitectura, por ejemplo, depende del concepto de que la construccin es, generalmente, aditiva
y acumulativa, y que las evidencias de estos procesos en los restos arqueolgicos estn presentes. Por otro
lado, las formas, las tecnologas y los estilos decorativos de la cermica generalmente se difundieron sobre
diversos espacios con diferentes duraciones en el tiempo, con lo que se formaron complejas relaciones tem-
porales y espaciales. Desde hace mucho se ha reconocido la tendencia de cambios de estas variables, pero
casi siempre son cambios en porcentajes en el transcurso del tiempo como resultado de procesos culturales
de transformaciones correspondientes y, por supuesto, la mezcla, casi inevitable, entre las capas estratigr-
fcas de estos materiales. Por lo tanto, se ha trabajado, por lo general, con estos cambios sin dejar de lado
la variacin en porcentajes de formas, tipos, entre otros, en el transcurso del tiempo, en diversas formas de
metodologa de seriacin. A continuacin se tratar cmo la arquitectura y los cambios en la cermica han
jugado un papel importante en las interpretaciones cronolgicas acerca de Chavn.
4. Los primeros intentos de fechar Chavn
4.1. Tello, Bennett, Lumbreras y Amat
Una atencin ms seria en torno de Chavn comenz, en muchos sentidos, con la arquitectura. El sitio fue
reconocido por muchos viajeros por su Castillo, sujeto de fotos y planos tempranos (Rivero de Ustriz y
von Tschudi 1851; Raimondi 1873; Wiener 1993 [1880]; Middendorf 1973 [1893]), su puente megal-
tico y, tambin, por su arte ltico, especialmente el Lanzn, que parece que fue asequible desde los tiempos
de los estudios ms tempranos. La cermica tambin entr en el clculo pronto, porque poda ser vinculada
con descubrimientos en lugares alejados de Chavn, y por su posicin estratigrfca, ms temprana que la
cermica conocida de la poca incaica y el Horizonte Medio. Tello (1943) estableci la posicin relativa de
Chavn mediante la comparacin con varios sitios en los que observ la presencia de cermica relacionada
con Chavn en las capas arqueolgicas ms profundas. Dentro de Chavn, Tello (1960: 316-319, fgs. 8,
28, 143) y Bennett (Bennett 1944) establecieron la idea bsica de la superposicin de cermica postchavn
Fig. 4b. Fechado de La Banda, Chavn, de 2620 aos radiocarbnicos y un error estndar de 40 aos; ntese el rango mucho
ms compacto de probabilidades y su fuerte tendencia central (elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa
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encima de niveles de excavacin con cermica chavn en la estratigrafa de la arquitectura monumental del
centro ceremonial. Sin embargo, estuvieron limitados en la asignacin de fechas debido a la ausencia de
un mtodo como el radiocarbono para proporcionar una cronologa absoluta. Es notable que, tanto Tello
como Bennett, reconocieran la posicin relativa de la ocupacin chavn en el sitio por medio del empleo,
sobre todo, de la cermica ciertamente con claras asociaciones estratigrfcas, pero no distinguieron
cambios notables en la frecuencia de distintos tipos o caracteres de cermica chavn en el transcurso del
tiempo. Es decir, reconocieron cermica con ciertas caractersticas asociadas con la arquitectura de Chavn,
pero no las analizaron detalladamente y tampoco documentaron un patrn temporal ni espacial dentro de
lo que consideraron como cermica chavn. El uso de una variacin dentro de la cermica chavn como
indicador cronolgico comenz con las investigaciones de Lumbreras y Burger en la dcada de los setenta,
lo que se discutir en detalle ms adelante. Es necesario sealar que, a pesar de estas limitaciones, Tello
asign la edad absoluta de 1000 a.n.e. al denominado tronco Chavn-Kotosh como una fecha en la que se
inici la dispersin de elementos chavn por el resto del rea andina; sin embargo, no se conocen las bases
sobre las que se realiz esta ubicacin cronolgica absoluta (Tello 1943).
Un sentido de secuencia dentro de la poca Chavn, establecida en el mismo Chavn, se dio con los es-
fuerzos de Rowe (1962a, 1962b), quien intent poner en secuencia los edifcios del complejo en cuestin,
o segmentos de ellos, apoyado en los conocimientos de Marino Gonzlez (Rick y Rick 2003). Mediante el
uso de los edifcios como contextos cronolgicos, Rowe propuso una secuencia de arte ltico que se sigue
usando, con modifcaciones de Roe (1974), como una cronologa vlida para Chavn (v.g., Burger 2008:
177) o como referencia para nuevas formulaciones (Bischof 2008). Siempre fue una cronologa solo lige-
ramente ligada a fechas absolutas y no a fechados de radiocarbono de Chavn mismo, sino, ms bien, de
reas distantes con materiales estilsticamente similares al arte ltico de Chavn. Sobre la base de dataciones
de carbono-14 de muestras asociadas a estilos de cultura material en reas lejanas a Chavn y la secuencia
de arte del sitio epnimo, Rowe (1967) sugiri un rango temporal de 1200 hasta 300 a.n.e. para el estilo
Chavn.
Hoy en da, esta secuencia de arte, basada en la escultura ltica, necesita una revisin, porque la secuen-
cia arquitectnica de Chavn ha resultado notablemente ms compleja (Kembel 2001, 2008) en varios y
distintos sentidos. Kembel (2008) y Bischof (2008) han reconocido varios problemas en esta secuencia y,
hasta cierto punto, la han actualizado por medio de varios factores no considerados en la formulacin ori-
ginal. Otros trabajos inditos (por ejemplo, Phillips 2002) tambin han tomado en cuenta las implicancias
de la nueva secuencia arquitectnica para la secuencia estilstica de la escultura ltica. Phillips cuestion
seriamente la evidencia para una secuencia de arte ltico dentro del sitio de Chavn, y encontr que la
variabilidad, supuestamente temporal y estilstica, se puede atribuir de manera ms efcaz a la entidad re-
presentada, la que puede variar entre contextos arquitectnicos que son contemporneos o sin orden en el
tiempo. Se ha determinado, adems, que mucho del arte ltico con contexto conocido pertenece a una sola
fase constructiva, si es que no fue removido en diversas oportunidades durante la ocupacin de Chavn.
Si hubo una reutilizacin extensa del arte dentro de la secuencia constructiva de Chavn, el problema de
darle un orden cronolgico es mucho ms complejo, y hasta ahora se carece de un tratamiento lo sufcien-
temente profundo como para establecer si existe una secuencia de arte ltico dentro de Chavn, y, mucho
menos, para determinar cules fueron los cambios que sufri. Como en este artculo se trata de orientarse
ms hacia una cronologa absoluta, es sufciente indicar que, sin evidencia adicional, es difcil confar en el
arte ltico de Chavn de Huntar como fuente principal de ordenamiento temporal.
Ms tarde, en la dcada de los sesenta, comenzaron los trabajos que produjeron fechados absolutos
de carbono-14 para Chavn, pero los resultados fueron problemticos. No siempre fueron sobre mate-
riales ideales huesos, por ejemplo y los contextos del centro ceremonial donde se concentraron los
proyectos son de caractersticas muy difciles debido al gran movimiento de materiales durante la antigua
construccin monumental, la limpieza casi absoluta en que se mantenan los recintos rituales en la poca
de los templos y la ocupacin postchavn que, al contrario, carg el sitio, fuertemente, con una sobredo-
sis de materiales carbnicos. Adems, los contextos arquitectnicos que fueron investigados adolecan de
una posicin arquitectnica relativa en la secuencia constructiva y no es de sorprender que solo dieran el
sentido de que Chavn corresponda al primer milenio y medio a.n.e.
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Los fechados (Fig. 5) pertenecan a dos trabajos de investigacin (para estos y los dems fechados de
Chavn a los que se alude, vase las Tablas 1 y 2). El primero, de Hernn Amat (reportado en Burger 1981,
1998; Lumbreras 1981, 1993), consista, principalmente, de cuatro fechados a partir de huesos extrados
del Canal de Rocas, el que no es, y nunca fue, una galeraun hecho complejo debido a la presencia
de fujo de agua, eventos de acumulacin y erosin de sedimentos, y otros procesos no muy uniformes
ni predecibles, adems de los problemas que acarrea fechar huesos, algo advertido por Burger (1981);
adems, hasta el momento se desconoce la procedencia de uno de los fechados. El segundo caso consiste
de una serie de 10 fechados reportados por Lumbreras de sus investigaciones en los alrededores de la Plaza
Circular, de los que solo tres tienen asociacin estratigrfca con cermica chavn; los siete restantes pro-
vienen de contextos de cermica postchavn (seis casos de Huaraz y uno de Callejn). De los tres fechados
chavn, dos son de la Galera de las Ofrendas y no son muy cercanos en el tiempo uno respecto del otro,
especialmente para un contexto cuyo contenido fue interpretado como una sola accin (Lumbreras 1993,
2007). El rango total de los dos fechados es de antes de 1500 hasta 750/650 a.n.e.; Lumbreras (2007)
sugiere un fechado de 750-780 a.n.e., lo que apoya, evidentemente en mayor medida, la determinacin
ms tarda. Hay un solo fechado de 800-350/250 a.n.e. en el rea de la Plaza Circular, establecido en la
fase Rocas-Janabarriu por Lumbreras y, tambin, evidentemente asociado a cermica identifcada como
rocas-janabarriu (Lumbreras 1993). Los seis fechados que pertenecen a capas con cermica huaraz dan
un rango total de 1250 a.n.e.-450/550 n.e. (Lumbreras 1993, 2007), un rango, sin duda, inaceptable y
probablemente muy afectado por desplazamientos de carbn en un ambiente de procesos de formacin
muy complejos.
En sntesis, de estos fechados de Amat y Lumbreras se puede decir que no esclarecieron en gran medida
la cronologa absoluta de Chavn, salvo que obtuvieron una asociacin ms segura con un rango de fecha-
dos entre 1900 y 350/250 a.n.e., pero se puede calcular, en forma de hiptesis, que su ocupacin debe de
Fig. 5. Fechados de los trabajos de Lumbreras y Amat en Chavn de Huntar. Los fechados indicados con rayas verticales son
de asociacin cermica postchavn; los que tienen una curva vaca proceden del Canal de Rocas de las excavaciones de Amat;
los de curvas de color slido referen contextos confables chavn (elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa
OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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estar dentro del rango de, aproximadamente, 1500 y 400 a.n.e., a lo que se debe descontar los fechados sin
procedencia, el fechado ms temprano de Rocas y probabilidades menores en las distribuciones. Siempre
se debe recordar que esto no implica una ocupacin durante todo este rango, sino, ms bien, cierta pro-
babilidad de que los fechados podran haberse derivado de este rango. Sera inadecuado apoyarse mucho
en estos fechados; lo importante aqu es que sugieren que la ocupacin chavn podra haberse dado entre
1500 y 400 a.n.e.
Realmente, los fechados son de poca ayuda especfca debido a que los nicos que podran ser clara-
mente ligados a la arquitectura o la cermica de Chavn son los fechados de Ofrendas. Estos estn directa-
mente asociados a un grupo, aunque numeroso y diverso, de vasijas en un contexto, lo que indica que su
presencia es el resultado de actos intencionales humanos en un contexto relativamente sellado y sin altera-
ciones (aunque el carcter del depsito mismo se ha debatido de forma intensa (Lumbreras 1993; Burger
1998). Pero queda claro que el contexto de la Galera de las Ofrendas es algo especial y no se puede con-
siderar a la cermica asociada como una muestra representativa de la cermica chavn en aquel momento.
Al mismo tiempo, de la asociacin de estos fechados con una fase arquitectnica especfca se esperaba un
entendimiento ms claro de la secuencia de construccin del centro ceremonial.
Ni esta utilidad se puede sugerir para la cermica de Rocas, la que procede de un contexto complicado
pero sin asociacin clara y segura con la poca chavn. De este modo, los fechados del Canal de Rocas no se
pueden utilizar para indicar la poca de construccin ni del uso del centro ceremonial, y tampoco se puede
confar en ellos como indicador del lapso de uso de cualquier conjunto, estilo o fase de cermica.
Unos cuantos fechados problemticos para ubicar con confanza un centro ceremonial y un complejo
de cermica (especialmente uno con mucha diversidad) es muy poco y, a comienzos de la dcada de los
setenta, la cronologa de Chavn era un asunto de sugerencias y no de conclusiones concretas. Esas limi-
taciones sirven para enfatizar unas consideraciones clave en el empleo de fechados radiocarbnicos: la
importancia del contexto y de las asociaciones con otros rasgos culturales de inters, el carcter del depsito
que se ha fechado (si representa un momento discreto o una acumulacin en el transcurso del tiempo), y la
trascendencia, con cierta redundancia, de mltiples fechados para cualquier fenmeno o rango temporal.
Los fechados representan un proceso de muestrear una poblacin tal como cualquier otro rasgo arqueo-
lgico, y la confanza con la que se les puede tratar se vincula, directamente, con la validez estadstica del
muestreo. Tambin demuestra la antes mencionada necesidad de pensar en trminos de rangos de fechas
en lugar de fechas precisas.
4.2. Los aportes de las investigaciones de Burger
El siguiente proyecto que impact en la interpretacin de la cronologa de Chavn fue el de Burger, quien
excav alrededor del monumento, pero no en su interior, entre 1975 y 1976 (Burger 1984). La gran ven-
taja de estos trabajos es que tocaban estratos con contenido cultural abundante y estratifcado, con lo que
se tena la posibilidad de establecer una secuencia de cermica asociada a fechados de radiocarbono. De
estas investigaciones result que Burger propuso una serie de tres fases cronolgicas basadas en la com-
binacin de fechados de radiocarbono con cambios en la cermica asociada con ellos, y la superposicin
estratigrfca parcial. Como hasta el momento su trabajo es el nico que intenta establecer fases cermicas
en Chavn por medio de una cronologa absoluta basada en mltiples fechados, es importante examinar
los detalles y la validez de esta construccin. A la vez, la misma metodologa de su trabajo con respecto a la
cermica no est publicada en una forma clara y completa, lo que requiere de una revisin interpretativa.
La secuencia se caracteriza por la presencia de tres fases, Urabarriu, Chakinani y Janabarriu, las que se
defnieron por diferencias en la cermica que apareca en los estratos asignados a dichas fases. La relacin
entre estos elementos fases, tipos de cermica y estratos es difcil de desentraar, debido, en primer
lugar, a sus similitudes. Se llega a un problema bsico de metodologa cuando se trata de entender la cla-
sifcacin de los estratos en trminos de cul pertenece a qu fase. Como se ver, es claro que los fechados
de radiocarbono tuvieron un papel secundario, porque en su tesis de doctorado (Burger 1978) ya tena
establecidas las fases antes de haber recibido los resultados de los ensayos. Si se tiene en mente la defnicin
de fases de cermica, lgicamente se esperara que hubiera un estudio de cambios en las proporciones de
diferentes alfares o atributos de la cermica mediante secuencias estratigrfcas para establecer el orden, en
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el tiempo, de tipos o de alguna otra entidad analtica de la cermica estudiada. Hecho esto, los estratos
podran ser asignados a las fases segn estas proporciones, o en caso contrario, podran tener combinacio-
nes de entidades o atributos que indicasen mezclas o transiciones entre fases. En el caso de este estudio,
las diferencias en la cermica trataban de varias caractersticas, pero, principalmente, de diferencias en las
formas de las vasijas; en otras palabras, la descripcin de la cermica est basada en la forma, con referencia
secundaria a otros aspectos. Pero, en fn, las fases, los estratos y los atributos cermicos, bsicamente, son
idnticos; aunque hay diferentes formas y tcnicas de decoracin entre los tres tipos de cermica, no hay
entidades defnibles, adems de las denominaciones de cermica urabarriu, chakinani y janabarriu. Hay
alrededor de 100 formas en total, con 31 en Urabarriu, 20 en Chakinani y 49 en Janabarriu. Lo notable es
que no hay ninguna forma presente en ms de una fase, es decir, las fases son 100% distintas en su conte-
nido de formas. Sin duda, estas fases de cermica no son ejemplos de cualquier defnicin normal porque
incorporan toda la diversidad de formas, materiales y decoracin de todas las capas asignadas a una fase.
Pero, entonces, cmo se defne la cermica de cualquiera de estas fases, aunque sea diversa la defnicin?
Es evidente que la cermica de las fases se defni, quizs en forma interactiva, por el estrato en que fue
encontrado o, en algunos casos, por la unidad de excavacin misma: En algunas excavaciones se encon-
traron depsitos correspondientes a una sola fase (Burger 1998). Queda claro que la cermica de cada
fase consiste simplemente de toda la cermica diagnstica hallada en las capas de excavacin asignadas a
dicha fase, una asignacin probablemente hecha, en parte, en referencia a la cermica. La separacin ntida
de cermica de las fases, sin mezcla de cualquier tipo, es, claramente, lo que indica Burger, en este caso
para las capas urabarriu: La ausencia de cermica diagnstica Chakinani o Janabarriu en cualquiera de los
niveles excavados en B1/2/3/4 o B5/6/7, apoya la defnicin de esta fase de cermica a travs del principio
de asociacin (Burger 1998: 49). En seguida, Burger afrm que la cermica de las dems excavaciones de
capas urabarriu fueron estilsticamente equivalentes a la de las capas arriba mencionadas.
Hay un par de problemas serios que se tienen que enfrentar en este caso. Como la cermica de estratos
janabarriu es, por defnicin, janabarriu, evidentemente no haba mezcla con cualquier otra entidad, por
ejemplo, cermica chakinani. Con ello se niega la necesidad de una defnicin categrica ya que la proce-
dencia forma la defnicin. Se puede ilustrar el problema con una pregunta simple: es posible encontrar
cermica con rasgos janabarriu en un estrato depositado durante otra fase? Lgicamente, tiene que ser
posible, pero, debido a la metodologa que Burger emple, resulta que ni un fragmento de cermica se
deposit en un estrato fuera de la fase con la que se asocia. La identidad entre cermica encontrada, estrato
depositado y fase defnida es completa y perfecta.
Resulta difcil exportar esta clasifcacin o cronologa a otros contextos, ya que, por lo menos en la
mayora de casos, es de esperar que haya mezclas de rasgos y, aun, de tipos de cermica en el transcurso
del tiempo. Adems, sera muy raro que la cermica que el mismo Burger defniera como perteneciente
a una entidad ms grande (cermica chavn) y, de esta manera, parecida entre s, cambiara en una forma
tan brusca y completa debido a que las capas de una excavacin arqueolgica solo capturan cermica de
una de las tres unidades temporales de manera uniforme. Un principio de la arqueologa que no se debe
descartar sin cuidado es la idea de que en una poblacin continua de seres humanos, su cultura material
generalmente cambia en forma paulatina y, en particular, diversas cosas o atributos de cosas cambian
en diferentes ritmos. Solo en casos de cambios poblacionales o fuertes intervenciones en poblaciones se
puede esperar transformaciones completas y exclusivas en un gnero completo de material cultural en un
momento del tiempo. Adems, los cambios en la cermica no solo se deben a los cambios con el paso del
tiempo, sino, tambin, debido a otras dimensiones sincrnicas, como rango, funcin, entre otros.
El uso de estratos como entidades de defnicin puede explicar la falta, por completo, de cualquier
tabla o enumeracin de la frecuencia de tipos o atributos en el transcurso del tiempo en las excavaciones
de Burger: no hay cambios de porcentaje que no sea el de 0% hasta 100%; por ejemplo, la fase Chakinani
tiene 100% de formas chakinani, y 0% de formas urabarriu o janabarriu. El concepto de seriacin, un
mtodo normalmente usado para crear secuencias de materiales culturales, no fue utilizado (Burger 1984:
37) ya que solo tiene sentido si se toman en cuenta las frecuencias relativas de ocurrencia en los segmentos
analizados en vez de concentrarse en indicaciones de presencia o ausencia de rasgos. Sea como fuere, el
problema para los estudios de cermica que desean usar esta cronologa es que la variabilidad de la cermica
est encapsulada en una forma de acceso muy difcil: tres entidades secuenciales, y cada una abarca toda
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la variabilidad cermica durante una fase circunscrita y cerrada, y sin tabulacin de cualquier forma de
frecuencia de sus caractersticas ni relacin entre ellas. Si se encontrara un fragmento nuevo, habra que
preguntarse a qu fase o tipo pertenece: urabarriu, chakinani o janabarriu?, la fase defne el tipo o el tipo
defne la fase? Se podra llegar a una respuesta por dos rutas. Una utilizara la descripcin de la cermica
para evaluar el grado de similitud con los tipos defnidos, los que pretenden abarcar toda la diversidad
cermica encontrada en los estratos que contenan tal cermica excavados por Burger. La otra aparente-
mente empleada por Burger para defnir los tipos o fases de cermica tendra que empezar con la crono-
loga, y se asignara el nuevo fragmento a un tipo de acuerdo con su ubicacin estratigrfca. Obviamente,
la segunda presenta un reto formidable si no existen vnculos estratigrfcos directos de una excavacin a
otra, pero este es un problema arqueolgico comn y los fechados radiocarbnicos pueden proporcionar
una herramienta para relacionar excavaciones separadas en el espacio.
En el caso de Burger en Chavn existe la ventaja de que, en varios casos, hay superposicin estratigrfca
y, tambin, 10 fechados. Burger (1981) analiz sus fechados en el contexto de los otros conocidos hasta
ese momento. Los autores de este artculo han revisado este anlisis casi tres dcadas despus. Es claro que,
en ese momento y con estas fechas, Burger estaba armando un argumento para una posicin cronolgica
tarda de Chavn entre los otros sitios relativamente contemporneos. Se ha usado esta designacin
porque solo el trmino formativo puede referirse, de otro modo a esta temporada. El Periodo Inicial y el
Horizonte Temprano, con las defniciones hasta ahora generalmente aceptadas, no cubren todo el tiempo
entre la primera aparicin de la cermica y el comienzo del Periodo Intermedio Temprano, como ha sido
comentado (S. G. Pozorski y T. G. Pozorski 2008: 624). Como se mencion antes, los fechados de Chavn
de Huntar conocidos antes de Burger sugirieron una concentracin general en el tiempo, aunque con
problemas notables. Pero no solo haba evidencia de que Chavn tena que ver con el rango temporal de
1500-400 a.n.e., sino que tambin la de su sucesor en el tiempo, la entidad cultural Huaraz. Segn los fe-
chados del rea de la Plaza Circular de Lumbreras, las capas con cermica huaraz parecan comenzar, quiz,
desde 1000 a.n.e. o antes, y duraban hasta alrededor de 500 n.e. (Fig. 5). Es improbable que la ocupacin
huaraz tenga un rango tan amplio, especialmente debido a que compartira la parte ms temprana de este
rango con los fechados chavn. El nico fechado citado como huaraz por Burger (1981: Table 1), en su ar-
tculo sobre la cronologa absoluta de Chavn de Huntar, es GIF-1079, pero incluy las fechas GIF-1077
y GIF-1078 como asociadas a Chavn, cuando, en realidad, estn relacionadas con Huaraz (Lumbreras
1993: 417-418; vase, tambin, Burger 1998: 257-261). El problema es ms complejo an porque se han
publicado, en total, una variedad de asociaciones y datos sobre los fechados del proyecto de Lumbreras
(Lumbreras 1977, 1989, 1993, 2007). Burger propuso que el rango de tiempo de las fases chavn fue de
850 hasta 200 a.n.e. y, evidentemente, tom en cuenta las fechas conocidas por l hasta ese momento,
pero escogi un rango notablemente ms tardo que otros. En cuanto a las determinaciones hechas por
Burger, hay un total de 10, para las que, en el orden de las fases, se puede indicar lo siguiente de las curvas
de probabilidad de los fechados (Fig. 6):
1) Urabarriu: los cinco fechados, de una sola rea de excavacin, proporcionan probabilidades signifcati-
vas de un rango de 1400 a.n.e. y 200 n.e. Este amplio rango da un limitado apoyo a la idea de que la zona
de excavaciones del Sector B, de donde provienen estos fechados, pertenece al rango temporal sugerido
de Urabarriu, de 850-460 a.n.e. (Burger 1981: 595, 600). Las reas de probabilidades totales de los cinco
fechados quedan, por lo menos, fuera de ese rango, tanto antes como despus. Esto sugiere que no se
puede tomar por dado que esta zona tiene esta duracin, ni tampoco que los lmites temporales han sido
establecidos con estos fechados. Es, notablemente, la evidencia temporal ms diversa de las tres fases; en
otras palabras, los fechados asociados con cermica de la fase Urabarriu o, por lo menos, con estratos
identifcados como pertenecientes a esa fase pueden proceder de cualquier momento dentro del amplio
rango de 1400-200 a.n.e.
2) Chakinani: sobre la base de dos fechados muy similares de una sola unidad de excavacin se estableci
una duracin, para esta fase, de 460 hasta 390 a.n.e. (Burger, 1981: 595). Este rango, muy corto, s cae,
aproximadamente, en el rango central de 750-200 a.n.e. para estas fechas, pero el rango asignado por
Burger para Chakinani incluye una fraccin pequea del rea de probabilidad de los dos fechados.
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3) Janabarriu: como reconoci Burger (1981: 595-596), los tres fechados tienen algn tipo de problema, lo
que resulta en un rango de 800 a.n.e. hasta 600 n.e., y un amplio lapso, efectivamente sin probabilidades,
de 400 a.n.e. hasta 100 n.e. entre el fechado ms antiguo y los dos irrealmente tardos. De manera irnica,
ni los rangos ms amplios que da la calibracin proporcionan probabilidad signifcativa alguna de que estos
fechados pertenecen al supuesto rango de Janabarriu de 390-200 a.n.e. Con una visin retrospectiva, se
puede sugerir que el fechado de las capas janabarriu de rango 800-400 a.n.e. bien puede ser correcto, pero
el mismo Burger rechaz los tres fechados para su fase, que representa el supuesto auge de Chavn.
Aunque Burger no fechaba muestras que deban pertenecer al Periodo Huaraz, estaba consciente de
que la poca Huaraz limitaba el tiempo que Chavn, y especfcamente Janabarriu, poda ocupar. Los
fechados de Lumbreras ya citados para Huaraz sugieren un comienzo muy temprano para Huaraz, pero
Burger, al contrario, solo hace referencia a una fecha para Huaraz de 2100 aos (no calib.), con un error
de 100 aos que permite, a duras penas, un rango breve para Janabarriu. Es claro que Burger confaba ms
en los dos fechados de Chakinani y de Huaraz que en alguno de Janabarriu: La naturaleza anmala de
estos resultados [los fechados de Janabarriu] no permite que sean utilizados como base de nuestro clculo
del lapso temporal de la fase Janabarriu. En cambio, la cronologa de esta fase se determin utilizando las
fechas chakinani como un terminus post quem y las dos muestras (GIF-1079, TK-20) del Templo Antiguo
con asociaciones Huars como un terminus ante quem (Burger 1998: 257).
Al fnal, Burger proporciona una cronologa ms tarda de lo que se haba anticipado en los fechados
de proyectos anteriores, y su fase de mxima expansin y del horizonte Chavn es muy limitada y corta en
duracin; sin embargo, sus investigaciones no proporcionaban fechados aceptables ni para el propio inves-
tigador, pero es posible que uno de sus fechados si concuerde con otros, subsecuentes, para Chavn Tardo:
el fechado ms temprano de Janabarriu. Probablemente el error principal fue considerar a las fechas aso-
ciadas con la fase Chakinani como restriccin temporal a una fase Janabarriu necesariamente ms tarda.
Fig. 6. Fechados de los trabajos de Burger en Chavn. Los fechados con una curva slida de color negro son de la fase
Janabarriu, los de curvas con rayas verticales corresponden a Chakinani y los de curvas de color gris pertenecen a Urabarriu
(elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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Lo notable, si se observa con cuidado la Fig. 6, es que no solo los fechados para Janabarriu no tuvieron
relacin alguna con el rango escogido por Burger para la fase Janabarriu, sino que el rango establecido para
Chakinani incluye un porcentaje mnimo de las probabilidades de los dos fechados, y hasta la relativa-
mente larga duracin de Urabarriu contiene menos de la mitad de las reas de probabilidad de los fechados
pertenecientes a esta fase. En trminos sencillos, la implicancia cronolgica de los fechados de Burger tiene
muy poco que ver con la cronologa que estableci para Chavn. Al contrario, Burger, de manera evidente,
no utiliz los rangos radiocarbnicos en la delimitacin de las tres fases. Es verdad que, sin calibracin,
algunos de estos fechados tienen un poco ms que ver con los rangos adoptados, pero eso no resuelve la
mayora de los problemas. Tambin es verdad que la calibracin, en muchos casos, ampla el rango de
probabilidades de un fechado, y nunca se puede esperar que todo el rango de una serie de fechados quede
dentro del rango al que pertenecen. Pero si la mayora de las reas probabilsticas no concuerda con la pe-
riodizacin contemplada, probablemente eso indica un problema profundo y signifcativo. En este caso, la
interpretacin que queda es que Burger eligi optar por una cronologa derivada de datos y relaciones en
lugar de fechados radiocarbnicos. Si se tiene en cuenta el nmero limitado de fechados disponibles hasta
aquella fecha y los problemas con ellos, esa decisin era controversial, pero no irrazonable. Tambin
se acompa por un reconocimiento de la importancia de la adquisicin y anlisis de datos adicionales:
We are aware of the need for [...] a future reevaluation using new radiocarbon measurements (Burger 1981:
600). En la actualidad se cuenta con muchos datos y fechados ms, y es evidente como se explicar a
continuacin que esa cronologa no era simplemente controversial, sino tambin equivocada. Tambin
vale la pena anotar que los extensos rangos de fechados para sus fases de Chavn dan poco apoyo a los
estratos netamente no mezclados y exclusivos en el tiempo.
En cierto modo, Chavn se qued en este estado cronolgico por un largo tiempo, mientras que otros
sitios y reas avanzaron mucho en los conocimientos de la poca. De manera interesante, hubo dos inten-
tos de negar que Chavn tuviera evidencia de una secuencia signifcativa de construccin (T. G. Pozorski y
S. G. Pozorski 1987; Kaufmann Doig y Gonzlez 1993) y tambin hubo alcances en la relacin entre el
arte y el tiempo (Bischof 1998; Tellenbach 1998).
5. La cronologa de Chavn vista desde fuera
Con la fnalidad de comprender el contexto regional en el que se enmarca el problema que se discuti
lneas arriba, los autores consideran necesario tratar aunque sea brevemente los datos relevantes para
la problemtica chavn que se han obtenido en sitios contemporneos. La importancia de este segmento
radica no solo en el anlisis de fechados de carbono-14, sino, tambin, en los estilos cermicos asociados a
estos fechados, con el fn de comprender la relacin existente entre Chavn de Huntar y otros sitios con-
temporneos durante los periodos Formativo Medio y Formativo Tardo. Hay un acuerdo general de que
el centro ceremonial de Chavn alcanz tal prestigio que gentes de diferentes regiones acudieron a l para
dejar ofrendas, transportar materiales e ideas desde sus centros de origen y viceversa. Esta perspectiva su-
giere una interaccin tan amplia que debe de ser posible hallar material cultural en comn, especialmente
cermica. Burger (1993) ha identifcado caractersticas de Janabarriu en Ayacucho, Kuntur Wasi, Paracas,
Lima y otros lugares. Si se tiene en consideracin que, en este trabajo, los autores sustentan una cronologa
ms temprana para Chavn, ser necesario replantear las relaciones cronolgicas entre los diversos centros
ceremoniales de los Andes centrales durante el Formativo Tardo. En las prximas pginas se analizar, de
manera concisa, la evidencia existente entre los principales centros de este periodo con el objeto de com-
plementar las evidencias de Chavn en la presente revisin cronolgica.
a) Kotosh: la fase Kotosh-Chavn tiene caractersticas cermicas notablemente parecidas al Janabarriu de
Burger, segn Izumi y Sono (1963): En conjunto con el rocker stamping simple y el rocker stamping den-
tado, aparecen diseos estampados en [patrn de] crculo y punto, crculos dobles [concntricos], diseos
estampados en forma de S, formas de anzuelo, entre otros, los cuales son muy populares (traduccin e
inserciones de los autores). La cermica de la fase previa, Kotosh-Kotosh, ha sido identifcada como pre-
decesora o contempornea respecto del estilo conocido como Urabarriu en Chavn de Huntar (Burger
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1984, 1998; Lumbreras 1993); en tal sentido, podra proponerse que la superposicin general observada
en Chavn de Huntar (Urabarriu-Janabarriu) se observa del mismo modo en Kotosh con materiales
urabarroides bajo aquellos janabarroides. Si bien los fechados de ambas fases presentan rangos bastante
amplios bajo calibracin, es sugerente que los fechados de la fase Kotosh-Chavn sean ms tempranos que
lo sugerido por Burger para la fase Janabarriu (Fig. 7).
b) Huaricoto: este sitio se ubica en el Callejn de Huaylas y est compuesto de una continua sucesin
estratigrfca de complejos identifcados como pertenecientes a la tradicin arquitectnica Mito (Bonnier
1997) o tradicin religiosa Kotosh (Burger y Salazar-Burger 1980, 1985). Los componentes estratigrfcos
del Periodo Formativo se adscriben a las siguientes fases: a) Toril, b) Capilla Temprano y c) Capilla Tardo.
La fase Capilla Tardo se caracteriza por presentar cermica que podra relacionarse con la fase Janabarriu
debido a la presencia de cuencos de bordes carenados, decoracin estampada de crculos concntricos y cr-
culos con punto central sobre los bordes, as como diseos en forma de S. Esta fase presenta dos fechados
radiocarbnicos (TX, 3583, 2330+80 e I-II, 151, 2310+110). La calibracin de TX, 3583 arroja un rango
de 770-356 a.n.e. Del mismo modo, el fechado I-II, 151 presenta un rango de 766-151 a.n.e. (Fig. 8).
Debido a los problemas ya mencionados con respecto a la calibracin radiocarbnica durante el Periodo
Formativo, el rango de probabilidades de los fechados calibrados es bastante extenso.
c) La Pampa: localizado en el departamento de Ancash, en la provincia de Corongo, a 1800 metros so-
bre el nivel del mar, se compone de nueve montculos semiartifciales de una extensin estimada de 100
hectreas (Terada [ed.] 1979: 1). La prehistoria del sitio se divide en cuatro fases: Yesopampa, La Pampa,
Tornopampa y, por ltimo, Caserones (Terada [ed.] 1979). La cermica janabarroide aparece durante la
fase La Pampa. Existen dos fechados radiocarbnicos para esta fase (Fig. 9), las que caen en el Formativo
Fig. 7. Fechados de Kotosh. Las fechas N-66-a y N-67-2 corresponden a la fase Kotosh-Kotosh, la que presenta rasgos cermicos
que pueden ser considerados urabarroides. Las fechas Gak-263 y N-65-2, pertenecen a la fase Kotosh-Chavn, la que se carac-
teriza por presentar rasgos janabarroides. Ntese que los fechados de la fase Kotosh-Chavn estn ubicados mucho antes de la
marca de 500 a.n.e. (elaboracin del grfco: Christian Mesia, por medio del programa OxCal v4.0.2 [Bronk Ramsey 2007]).
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Tardo, coincidiendo perfectamente con la edad estimada de este periodo, que se relaciona con la cultura
Chavn, lo que se evidencia en los tipos cermicos (Terada [ed.] 1979: 177; traduccin de los autores).
Durante la fase La Pampa se dieron cambios sustanciales en la arquitectura, lo que incluy las modifca-
ciones en las tcnicas constructivas, como la alteracin en la orientacin de las plataformas y los tipos de
piedras utilizadas, un hecho que llev a Terada a argumentar a favor de un fuerte cambio procedente del
exterior (Terada [ed.] 1979).
d) Kuntur Wasi y Pacopampa: la cermica que presenta rasgos janabarroides aparece durante la fase Kuntur
Wasi, la que, de acuerdo con lo publicado, se ubica 600 aos antes de lo indicado por Burger para la fase
Janabarriu en Chavn de Huntar (Fig. 10): Si la fase Janabarriu comprendi el perodo desde 390 a 200
aos a.C., sera contempornea con la fase Copa en Kuntur Wasi, pero las caractersticas representativas
de la cermica de la fase Janabarriu se encuentran en la cermica de la fase Kuntur Wasi y en el complejo
Sangal que son cronolgicamente anteriores a la fase Janabarriu (Onuki [ed.] 1995: 210).
Fig. 8. Fechados de Huaricoto. Las fechas son de la fase Capilla Tardo, la que presenta componentes cermicos janabarroides.
Ntese los cuerpos centrales de las fechas que oscilan entre 800 y 200 a.n.e. Estos fechados son los nicos que podran respaldar
una fliacin de 390-200 a.n.e. para Janabarriu (elaboracin del grfco: Christian Mesia, por medio del programa OxCal
v4.0.5 [Bronk Ramsey 2007]).
Fig. 9. Fechados de La Pampa. Las fechas TK-176 y TK-195 corresponden a la fase La Pampa, caracterizada por presentar
rasgos cermicos janabarroides. Ntese que los cuerpos centrales de los fechados se ubican entre 850 y 400 a.n.e. (elaboracin
del grfco: Christian Mesia, por medio del programa OxCal v4.0.2 [Bronk Ramsey 2007]).
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La introduccin de cermica janabarroide en la sierra norte est asociada a la construccin de un impo-
nente centro ceremonial en el cerro La Copa de Kuntur Wasi, compuesto por plataformas superpuestas y
plazas. Este proyecto arquitectnico se diferencia, sustancialmente, de las modestas plataformas existentes
en la fase previa (dolo), lo que sucede del mismo modo en Pacopampa, en donde la mayor parte de la
arquitectura visible est relacionada con la fase Pacopampa II: la plaza cuadrangular, el muro de retencin
de la tercera plataforma, y principalmente, el resto de los muros y todas las plataformas que rodean a la
plataforma superior y el resto de estructuras menores (Seki et al. 2006: 17). Seki et al. ubican a la fase
Pacopampa II en el rango de 850-585 a.n.e., lo que es consistente con el argumento que se presenta en este
artculo. La cermica ms asociada a Janabarriu proviene de esta fase (Fig. 11).
e) Garagay: se trata de un centro ceremonial con planta en forma de U cuya construccin, al parecer,
se inici en el Formativo Medio. Las excavaciones realizadas en el Atrio Medio revelaron un conjunto de
frisos polcromos que guardan mucha semejanza con las imgenes representadas en la cermica hallada
en la Galera de las Ofrendas del centro ceremonial de Chavn de Huntar (Lumbreras 1989, 1993). Por
consiguiente, la relacin de Garagay con Chavn podra ser ms evidente que aquella planteada, hipotti-
camente, por Burger o Ravines, quienes identifcaron a Garagay como un sitio exclusivamente prechavn
(Ravines e Isbell 1975; Burger 1981, 1992; Ravines et al. 1982).
Adicionalmente, los anlisis cermicos en Garagay identifcaron, al menos, seis alfares, dos de ellos,
de acuerdo con Ravines, relacionados con la difusin del estilo Chavn, caracterizado por la presencia
del rocker stamping y crculos impresos con y sin puntos (Ravines et al. 1982). Por otra parte, Ravines
identifc cuatro fases arquitectnicas en Garagay y fech el relleno de la ltima en 780 a.n.e. Esta fase
presenta los alfares antes mencionados y descritos por Ravines como de estilo Chavn. Es sugerente que
la cermica janabarroide de Garagay est fechada mucho antes que el rango de 400-200 a.n.e. propuesto
por Burger (Fig. 12).
Fig. 10. Fechados de la fase Kuntur Wasi, sitio de Kuntur Wasi. Estn claramente concentrados entre 800 y 400 a.n.e. Datos
proporcionados por cortesa de Yoshio Onuki y Kinya Inokuchi (elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa
OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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En lneas generales, puede decirse, al observar los fechados de La Pampa, Kotosh, Kuntur Wasi,
Pacopampa, Garagay y la secuencia relativa de Ancn, que los equivalentes janabarroides son considera-
blemente ms tempranos que lo propuesto por Burger, lo que hace relevante lo propuesto por Bischof:
El Chavn Tardo, o sea Janabarriu, podra haber fnalizado alrededor de los 500 e incluso 600 cal a.C.
mucho antes del siglo III propuesto por Burger (Bischof 1998: 68). Obviamente, Chavn podra tener
material cultural parecido y con edad distinta que otros lugares, pero las fuertes semejanzas, especialmente
en la cermica con decoracin estampada, y la relativa uniformidad de fechados en estos otros sitios sugiere
que, probablemente, Chavn est dentro del mismo rango de tiempo. Las implicancias de una reubicacin
cronolgica de Janabarriu como un fenmeno ms temprano que 390-200 a.n.e., no solo involucran a
Chavn de Huntar, sino, tambin, a los procesos regionales de complejidad social del Formativo andino.
6. El Formativo Final, la cermica huaraz y el Blanco sobre Rojo
Lo que sigue a Chavn, o chavinoide, y su rango temporal tiene mucho que ver con los lmites cronol-
gicos de Chavn. Al dejar de funcionar como centro ceremonial, es habitado por individuos que utilizan
los espacios sagrados o ceremoniales como reas domsticas. En el sitio se ha registrado un extenso inven-
tario cermico posterior cuyas caractersticas guardan de poca a nula relacin con la cermica tpicamente
Fig. 11. Fechados de la fase Pacopampa II, del sitio de Pacopampa, asociados a cermica de rasgos janabarroides. Ntese que
se encuentran entre 900 y 400 a.n.e. (elaboracin del grfco: Christian Mesia, por medio del programa OxCal v4.1.1 [Bronk
Ramsey 2009]).
Fig. 12. Fechados de Garagay. La fecha CU-09 es la nica asociada a fragmentos janabarroides. Ntese que el cuerpo central
del fechado cae entre 1150 y 750 a.n.e. (elaboracin del grfco: Christian Mesia, por medio del programa OxCal v4.0.2
(Bronk Ramsey 2007).
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identifcada como chavn: janabarriu, urabarriu, ofrendas, entre otros. Este componente cermico, de
estilo Huaraz, es muy similar a lo que regionalmente se identifca como Blanco sobre Rojo (Willey 1948),
y est presente en sitios como Kotosh, San Blas, Puerto Moorn, Baos de Boza, Cerro Trinidad, Pashash,
La Pampa, Huaricoto, Kuntur Wasi y Salinar (Bennett 1943, 1944; Willey 1948; Izumi y Sono 1963;
Terada [ed.] 1979; Inokuchi 1998). A diferencia del Formativo Tardo, periodo que puede ser asociado
con la distribucin de rasgos generales conocidos superfcialmente como janabarriu y el apogeo del centro
ceremonial de Chavn de Huntar, la distribucin del rasgo Blanco sobre Rojo en los Andes no puede ser re-
lacionada con centros ceremoniales especfcos y la cermica que porta esta decoracin est muy difundida
en sitios de pequeas y grandes dimensiones.
Los fechados absolutos del estilo Blanco sobre Rojo en Ancash (Fig. 13) caen sobre el espacio temporal
asignado por Burger a janabarriu (Mesia 2007) de acuerdo con los fechados publicados por Lau (2002:
183). Del mismo modo, en Kuntur Wasi, la fase Copa est dominada por un conjunto cermico de rasgos
blanco sobre rojo, el que coexiste con cermica reminiscente de aquella identifcada en la fase Kuntur Wasi;
la fase Copa est datada entre 450 y 250 a.n.e. (Onuki [ed.] 1995; Inokuchi 1998). As, la fase Huaraz,
caracterizada por presentar un estilo de cermica denominado Blanco sobre Rojo, se inici alrededor de
500 a.n.e. y continu durante la aparicin del conjunto cermico identifcado como recuay a inicios de
nuestra era. No es claro si la cermica negra estampada, parte de la fase Janabarriu de Burger, desapareci
del todo durante el Formativo Final, pero al menos se redujo drsticamente en relacin con el Formativo
Tardo. Como consecuencia de ello, la posicin cronolgica de la cermica huaraz, vista desde fuera de
Chavn, pone en duda la posicin cronolgica de la fase Janabarriu postulada por Burger.
7. Cronologa planteada por el Proyecto de Investigaciones y Conservacin de Chavn de Huntar
Desde 1995, el primer autor de este trabajo ha dirigido un proyecto de larga duracin en Chavn con
mltiples metas, pero, sin duda, una de estas es el esclarecimiento de la cronologa del sitio. Con este fn
en mente, se ampliaron los conocimientos de la secuencia constructiva, se realizaron excavaciones estrat-
gicas para esclarecer detalles de la construccin y, cuando fue posible, fechar contextos confables (Kembel
2001, 2008; Rick 2005, 2008). Se trabaj en la modalidad de rescate al frente del monumento, al este
del ro Mosna, en la zona conocida como La Banda, y tambin al lado de la Plaza de Armas del poblado
moderno de Chavn. Se analizaron los tiestos recuperados de algunas zonas, aunque an hace falta una
revisin completa de la cermica y lo que puede ofrecer su anlisis para todas las dimensiones del pasado
de Chavn. Una vez reconocidas las complejidades inherentes, se inici un subproyecto con el fn de fechar
los edifcios del monumento (Kembel 2008: 72). Todas estas tareas han producido datos con implicancias
Fig. 13. Fechados asociados a la fase Huaraz o Blanco Sobre Rojo, publicados por Lau (2002). Ntese su disposicin, princi-
palmente, en el rango de 500-0 a.n.e., espacio que debera estar ocupado ntegramente por cermica janabarroide de acuerdo
con Burger (1992, 1998) (elaboracin del grfco: Christian Mesia, por medio del programa OxCal v4.0.2 (Bronk Ramsey
2007).
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para la cronologa de Chavn. Aqu se intentar presentar las conclusiones ms relevantes y se enfatizarn
los aportes para la cronologa absoluta del sitio.
7.1. Ocupaciones tempranas
Hace solo una dcada, Burger (1998: 208-209) tena razn en declarar que [c]onsiderando lo mucho
que se ha investigado en Chavn, es improbable que exista un asentamiento pre-Urabarriu importante.
Sorprendentemente, esta perspectiva ha cambiado de forma notable. Haba indicios de una ocupacin
cermica anterior a lo antes reconocido, algo que fue resultado de las excavaciones de Rosa Fung en la
zona del Wacheqsa. De acuerdo con lo identifcado a partir de la revisin de los materiales excavados por
esta autora, depositados en el Museo de Arqueologa y Antropologa de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, y los materiales recuperados mediante las excavaciones en el extremo norte de la zona
del Wacheqsa, se han identifcado materiales cermicos relacionados con aquellos que conforman la fase
Kotosh-Kotosh del sitio de Kotosh. Del mismo modo, los fechados obtenidos en esta zona apuntan a
considerar una ocupacin antigua, quizs en el rango de 1200-800 a.n.e. (Mesia 2007).
El primer indicio de algo notablemente ms temprano que los fechados arriba mencionados provino
de los trabajos en La Banda en 2003, en las excavaciones de John Wolf, miembro del proyecto. De manera
inesperada, debajo de estratos con cermica chavn, se encontraron dos hallazgos cercanos, pero distintos
del Precermico Tardo o Formativo Temprano. El primer caso consista de una superfcie y depsito con
instrumentos de piedra, entre las que estaban puntas hechas en cuarzo y slex (Rick 2008: 7), huesos de
venado e instrumentos de piedra pulida. Un solo fechado proporciona un rango de 2600-2850 a.n.e.
(Fig. 14). A poca distancia, una segunda unidad de excavacin estaba directamente encima de un fogn
cuadrangular de piedra con un largo ducto de ventilacin, con amplias capas de ceniza y carbn a su alre-
dedor, e instrumentos de piedra lascada en el suelo directamente debajo de este. Una muestra tomada del
carbn asociado con el fogn dio un fechado de rango casi idntico al antes mencionado. Los autores de
este artculo postulan que la presencia precermica en esta zona est bien confrmada; sin tener un espacio
ms grande de exposicin sera imposible determinar si el fogn es precermico o del Periodo Formativo
Temprano, pero el carbn pareca derivado de dicho rasgo, por lo que se deduce que es de esa poca.
El segundo caso precermico bien defnido proceda del fondo de las excavaciones de prueba efectuadas
antes de la construccin de un nuevo centro cvico al lado de la iglesia actual del pueblo de Chavn, en
el rea de la Plaza de Armas. En este caso, debajo de capas histricas y prehistricas, que llegaban hasta
estratos con cermica chavn, se hall una gruesa capa de arcilla natural y estril. Conforme se prosigui
Fig. 14. Fechados de Chavn de Huntar para el Periodo Precermico Tardo. Los fechados con las iniciales PdA son de
las excavaciones en la Plaza de Armas del pueblo de Chavn; los sealados con las iniciales LB provienen de la zona de La
Banda (elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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la excavacin con esperanzas de encontrar la roca madre que existe debajo del pueblo de Chavn (Burger
1998: fg. 9), a la apreciable profundidad de 7 metros se document, en varias unidades, un complejo de
fogones sencillos y cantidades grandes de desechos lticos de cuarcita, puntas enteras y fragmentadas, pre-
formas, ncleos y unos pocos instrumentos unifaciales. Se fecharon tres muestras de carbn ubicado cerca
de dos fogones. Un par de fechas de una unidad proporcionaron el rango de 2900-3350 a.n.e.; la tercera,
de una unidad distinta, arroj el resultado de 2150-2450 a.n.e. De este modo, no hay duda acerca de la
presencia de un depsito precermico abundante en esta rea del pueblo. Aunque se trata de datos muy
preliminares y de excavaciones muy limitadas, vale la pena sealar dos observaciones:
1) Aunque puede ser el resultado de una casualidad, los tres rangos de los fechados para el Chavn precer-
mico son casi perfectamente complementarios, lo que sugiere una larga ocupacin y, quiz, continua en el
transcurso, como mnimo, del tercer milenio y la segunda mitad del cuarto milenio a.n.e.
2) Aunque es verdad que esto representa solo dos reas de ocupacin precermica, da la impresin que
fueron extensas e intensas en su uso. Adems, hay una que otra capa ms profunda en otras de las unidades
que tenan instrumentos lticos, pero en ellas no se poda separar claramente un componente precermico.
El nmero de unidades de excavacin que han logrado profundizar hasta encontrar estratos verdadera-
mente estriles es poco debido a que muchas veces fueron bloqueadas por estructuras signifcativas que
no se podan desmantelar; en otros casos, no se perfor debajo de depsitos evidentemente estriles para
constatar si a mayor profundidad haba otros estratos de ocupacin y, a veces, las excavaciones profundas
cesaron a causa del peligro de colapso de los perfles. En resumen, se podra sealar que, en los casos donde
si se lleg a estratos fnales de la secuencia cultural/geolgica, alrededor de una cuarta parte de ellos pro-
porcionaron evidencias del Precermico, lo que sugiere una ocupacin posiblemente extensa, por lo menos
en el Precermico Tardo.
7.2. Fechados de la poca Chavn y postchavn del Proyecto de Investigaciones y Conservacin de
Chavn de Huntar
En este artculo no se puede presentar una resea de cada uno de los 83 fechados de carbono-14 obtenidos
hasta el momento por el proyecto dirigido por los autores, pero se les va a tratar desde varias perspectivas
con el fn de dar una idea de sus implicancias para la cronologa del sitio. Es importante separar los fecha-
dos en dos clases: 1) fechados de contextos normales de excavacin, un grupo en el que todos son a partir
de carbn de madera asociado, estratigrfcamente, con materiales arqueolgicos procedentes de zonas
delimitadas y apropiadas para fechar (y no de contextos obviamente mezclados o expuestos a contamina-
cin); y 2) fechados de un proyecto especial de fechado directo de la arquitectura del monumento. En el
presente trabajo solo se podr discutir en detalle acerca de la primera categora por razones que se relacio-
nan con la complejidad interpretativa de los fechados derivados del mortero arquitectnico; su publicacin
aparte est en proceso.
El subproyecto de fechado de la arquitectura consista, en realidad, de dos metodologas: radiocarbono
y luminiscencia pticamente estimulada (Optically Stimulated Luminescence Dating [OSL]). Este ltimo
procedimiento produjo 14 fechados en forma experimental, basados en muestras extradas del mortero
arquitectnico. Este mtodo, tericamente, es capaz de medir el tiempo que ha pasado desde que los ma-
teriales fueron expuestos a la luz y, de este modo, son aptos para fechar el mortero usado entre las piedras
utilizadas en la construccin de Chavn. La metodologa requera de mucha comparacin con fechas de
radiocarbono y varios procedimientos de perfeccionamiento que todava estn en desarrollo. Los resulta-
dos, an muy preliminares, arrojan fechados de la primera mitad del primer milenio a.n.e., el segundo
milenio, y hasta el tercero y cuarto milenio a.n.e. en algunos casos (Feathers et al. 2008). Aunque estos dan
confanza general en el rango y escala de antigedad para Chavn, todava les falta la precisin necesaria
para que puedan refnar, de manera independiente, la cronologa del sitio.
Hay 33 determinaciones de radiocarbono del subproyecto arquitectnico, una perspectiva que se trata
con amplitud en el trabajo de Kembel (2008: 72), y que se resume aqu. Estas muestras, extradas del
mortero constructivo, fueron fechadas con AMS debido a la presencia de pequeas inclusiones de carbn.
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En general, las fechas caen en el mismo rango de las fechas generales que se describirn a continuacin.
Sin embargo, las fechas arquitectnicas tienen la tendencia de ser algo ms tempranas; la mayora caen en
el rango de 1200 hasta 800 a.n.e., aunque para las dems fechas hay evidencia del uso continuo del sitio
como centro ceremonial hasta el lapso entre 500 y 600 a.n.e. Segn Kembel, estos fechados, al principio,
sugieren que los edifcios monumentales fueron construidos durante, aproximadamente, 700 aos, entre
alrededor de 1200 y 500 a.n.e., con gran parte de la construccin terminada durante los primeros 400 aos
[de este lapso] (2008: 72; traduccin e inserciones del primer autor de este artculo). Pero, a la vez, ella
advierte que estas determinaciones fechan la evidencia ms reciente de construccin o refaccin; si se trata
del ltimo de estos casos, las construcciones pueden ser ms antiguas todava.
Si se descartan los cinco fechados tempranos ya presentados arriba, hay 44 determinaciones generales
hechas por el proyecto; dos de estas son muy tardas y no merecen tratarse aqu. Una es, efectivamente,
moderna, con una edad de 116 aos, y la otra trata de 1462 aos radiocarbnicos, quizs dentro de la parte
tarda del Periodo Intermedio Temprano. De los 42 que quedan, hay dos dimensiones importantes que
diferencian estas fechas. Por un lado, provienen de cuatro zonas principales: 1) el monumento, dentro e
inmediatamente alrededor de los edifcios principales; 2) la zona perifrica del Campo Oeste, directamente
al oeste del monumento; 3) la zona perifrica del Wacheqsa, inmediatamente al norte del monumento
hasta llegar al ro Wacheqsa, y 4) la zona externa de La Banda, frente al monumento, en la banda oriental
del ro Mosna (Fig. 1). La segunda dimensin consiste en la asociacin entre fechas y un tipo signifcativo
de material cultural como, por ejemplo, alguna relacin con diferentes clases de cermica. En efecto, la
asociacin de cermica con fechados en los trabajos de los autores en Chavn constituye todo un dilema. La
capacidad de clasifcar la cermica conforme los trabajos anteriores era muy limitada. Por un lado, se tiene
la complejidad de formas mencionadas en la secuencia de Burger; las formas que l trataba como exclusivas
por cada fase en realidad eran, en gran parte, muy parecidas entre dichas fases, y como no se ha publicado
un catlogo de formas con decoracin u otro atributo, es muy difcil asignar, categricamente, la cermica
encontrada por el actual proyecto a una fase u otra de la secuencia de Burger. Por otro lado, la clasifcacin
de Lumbreras, aunque de carcter ms defnitivo en trminos de defniciones de estilos y tipos, no proviene
de una amplia serie de estratos o contextos estratifcados. Adems, mucha de la decoracin documentada
extensamente de la cermica de la Galera de las Ofrendas no existe o tiene una presencia muy reducida en
el material recuperado por el proyecto.
De este modo, para los fnes de este anlisis cronolgico, se recurri a una opcin sencilla, y fcil de
manejar por el momento, solo por medio del reconocimiento inicial del material respecto del que tiene
gran necesidad de sofsticacin. En la literatura hay una amplia aplicacin del trmino janabarriu a la
cermica estampada, principalmente con crculos, muchos con punto central, y una gran variedad de otras
formas, incluyendo S y S invertidas, U invertidas y, tambin, impresiones de estampados complejos
y hasta fgurativos. En las ilustraciones de Burger acerca de Janabarriu (1998: 408-427), la decoracin
ms comn es el estampado, con la posible excepcin de la incisin, lo que depende de cmo se defne el
trmino. Pero la tcnica de la incisin se encuentra ampliamente empleada en todas sus fases, mientras que
la cermica estampada, es decir, el uso de una especie de sello en una aplicacin directa y posible de ser
aislada en el sentido de cada accin de estampado (en contraste, por ejemplo con la decoracin rocker, en
que la impresin es seguida e inseparable) es casi exclusiva de la fase Janabarriu, como se puede ver en
las ilustraciones. Debido a que no hay un catlogo ni tablas de decoracin por fase en las publicaciones de
Burger es imposible confrmar estas conclusiones. Debido a ello, aqu se usa el trmino janabarroide para
indicar la presencia de cermica formalmente estampada con diseos o iconos tpicos chavn, como los
asociados a la fase Janabarriu de Burger. Se ha preferido no usar el trmino janabarriu porque implica for-
mas, decoraciones y otras caractersticas que no se pueden segregar de manera defnitiva en este momento.
La Fig. 15 da una idea de la cermica estampada de las excavaciones del proyecto actual que entra en esta
defnicin. Probablemente hubo cambios en el curso de la presencia de la cermica chavn, pero queda por
defnir mejor la variabilidad temporal, sociopoltica y funcional al interior del espacio del sitio de Chavn,
y en los dems sitios importantes de la poca del Formativo. Es casi seguro que las capas estratigrfcas ms
profundas contienen algunas de esas transiciones, si las hay, en la cermica chavn, pero es probable que no
sean cambios siempre ntidos entre las capas, con solo uno u otro conjunto de cermica correspondiente a
alguna fase de manera exclusiva. Vale la pena mencionar que el corpus de cermica excavado hasta la fecha
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por el proyecto es enorme y abarca contextos muy variados en trminos funcionales, y ser la fuente de un
trabajo detallado de clasifcacin y anlisis que est en proceso en la actualidad.
En la siguiente seccin se tratar de las zonas mencionadas lneas arriba, con especial atencin en los
casos donde hay superposicin estratigrfca o, por lo menos, zonas colindantes de las que se puede inferir
posiciones cronolgicas locales para los contextos. Varios fechados generales del proyecto no entran en esta
revisin por no tener dichos requisitos; de todos modos, estos, en la medida que son relevantes, apoyan los
rangos de fechas que se desarrollan a continuacin.
7.3. La zona monumental
Dentro de la zona monumental se cuenta con 12 fechados del proyecto de la Stanford University, que
proceden de lugares diversos y han sido usados en el anlisis cronolgico de la arquitectura monumental
de Kembel (2008). Ella estableci una serie de etapas principales que abarcan el crecimiento documentado
por varios rasgos de la arquitectura y, junto con varios otros esfuerzos del proyecto, se ha modifcado de
manera notable la secuencia desde la supuesta transformacin de un Templo Viejo en un Templo Nuevo.
Entre las novedades que hay que resaltar est el hecho de que es claro que la Plaza Circular, su atrio y las
galeras incorporadas en ella son producto de la ltima etapa de construccin principal del centro ceremo-
nial, y no del supuesto Templo Viejo (Kembel 2001, 2008). La zona de la Plaza Circular constituy un
rea crucial de las investigaciones del proyecto y de sus esfuerzos en el aspecto de la conservacin, por lo
que produjo la secuencia de fechados ms tiles del monumento.
Los fechados de la zona de la Plaza Circular (Fig. 16) tratan de cuatro contextos, y dos de ellos tienen
una ntida relacin estratigrfca: dos fechados estn asociados con el ltimo uso de un piso de lajas, proba-
blemente de una plaza anterior que se encuentra a ms de 2 metros por debajo del piso de la mencionada
plaza. As, es muy probable que estos fechados sean inmediatamente anteriores al relleno que forma el piso
de la Plaza Circular, lo que parece ser un solo evento, realizado en forma rpida, que comenz entre 750
y 950 a.n.e. De la misma Plaza Circular hay dos muestras: una de muy cerca al piso de la plaza, y otra
Fig. 15. Ejemplos de la decoracin estampada que es tpica de la ceramica janabarroide, incluyendo varias formas de crculos,
diseos en forma de S y estampados complejos. Estos fragmentos proceden de las excavaciones en capas chavn de la Zona
Wacheqsa (composicin: John W. Rick, sobre la base de fotos tomadas por Christian Mesia).
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de algunos centmetros encima. El contexto del primer fechado es el lmite inferior de lo que Lumbreras
(1989, 2007) llam capa H, el primer sedimento acumulado encima del piso de la plaza, y el segundo
fechado viene del interior o directamente encima de esta capa. El primero cae en la peor parte de la curva
de calibracin, y su rango es de 750-400 a.n.e., con las mayores probabilidades hacia la parte tarda del
rango. El segundo es muy distinto, con un rango de 400 hasta 150 a.n.e., y est, defnitivamente, asociado
con un estrato dominado por cermica huaraz, mientras que el primero, directamente asociado al piso
de la plaza, procede de un contexto que tambin tiene cermica chavn de caractersticas janabarroides.
Los cuatro fechados forman los lmites anterior y posterior de la Plaza Circular: la construccin que,
probablemente, se dio entre 800 y 900 a.n.e. y el uso ceremonial de su construccin hasta antes de
400-500 a.n.e..
Los otros dos contextos fechados ayudan a confrmar esta cronologa. En el caso de dos fechados de
la Galera de las Caracolas, uno de ellos, cerca al piso de la galera, dio un rango de 800-650/550 a.n.e.,
con probabilidades ms altas en la parte temprana del rango. Se supone que este debe fechar una ligera
acumulacin de sedimentos en el piso durante el uso de la galera para almacenar pututus de Strombus. El
segundo fechado est muy cerca del mismo rango, pero con ms probabilidad de ubicarse tarde, y procede
de un estrato con evidencia de acumulacin de desperdicios con cermica janabarroide en la mencionada
galera. En esta poca, o dentro de un espacio relativamente corto despus, se rompieron los pututus para
utilizarlos como materia prima con el objeto de fabricar adornos rsticos. Los dos fechados de la Galera de
las Caracolas tienen asociacin con cermica janabarroide, aunque para el primero es menos claro que para
el segundo porque haba menos materiales culturales de todo tipo a nivel del piso, con la excepcin de las
conchas Strombus. Por ltimo, de la esquina suroeste del Atrio de la Plaza Circular, asociados con cermica
huaraz y recuay dentro de estratos de basural de actividades posteriores a la funcin de templo del edifcio,
provienen tres fechados con el rango de 400 a.n.e.-50 n.e.
7.4. La zona del Campo Oeste
El Campo Oeste es un espacio casi plano directamente al oeste de los edifcios principales de Chavn, y
que, sin duda, incluye terrazas y, quizs, edifcios de grandes dimensiones, pero que han sido mayormente
Fig. 16. Fechados de la zona de la Plaza Circular de Chavn. Los fechados con curvas de probabilidad grises son de contextos
de la poca Chavn; los de curvas de color negro son de contextos postchavn. El contexto CdH-CP-F4 corresponde al fondo
del relleno encima de una superfcie anterior a la Plaza Circular; CdH-CAR designa fechados de la Galera de las Caracolas;
CdH-5 indica fechados de capas por encima del piso de la Plaza Circular; bajo CdH-3 se comprende una unidad de exca-
vacin en la esquina suroeste del Atrio de la Plaza Circular (elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa
OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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enterrados por rellenos y deslizamientos. De las intervenciones del proyecto de la Stanford University, que
han durado ya varios aos, se cuenta con seis muestras de radiocarbono fechadas, todas asociadas con la
poca Chavn. Es probable que gran parte de los depsitos postchavn, si existieron originalmente, fueron
arrasados por causa del aluvin de 1945, que tambin asol, por completo, las edifcaciones de la comuni-
dad contempornea de Raku. De los seis fechados, cuatro tienen relevancia por estar asociados entre ellos,
estratigrfcamente, y con cermica y contextos arquitectnicos importantes (Fig. 17). Corresponden a la
unidad WF-07/07A, que ha sido publicada en detalle (Contreras 2010). En el presente trabajo es suf-
ciente mencionar que las dos muestras estratigrfca y temporalmente ms tardas dieron un rango de 800-
400 a.n.e. y las dos ms tempranas, procedentes del mismo fogn de una estructura ritual de forma mito,
proporcionaron un rango total de 900-650/550. Como estos dos ltimos fechados provienen del mismo
contexto, y a pocos centmetros de distancia uno del otro, es legtimo combinar sus probabilidades, lo que
reduce su rango, en gran medida, a 840-760 a.n.e. (Contreras 2010: fg. 7). No haba cermica en suf-
ciente cantidad asociada con la estructura y estas fechas, pero las capas superiores que dieron las fechas algo
ms tardas mencionadas produjeron cermica janabarroide (Contreras 2010: fg. 9). Contreras demuestra
que hay varias construcciones estratigrfcamente por debajo de estas capas en este mismo lugar, y sugiere
que las fechas tempranas representan el ltimo uso de este fogn y as, quiz, de la estructura.
Por lo menos, estas evidencias indican una duracin mnima de ocupacin chavn del Campo Oeste en
el lapso de 800-500/400 a.n.e., sin contar evidencias posteriores a Chavn, ni los materiales muy evidentes
de una presencia chavn anterior en esta zona (Contreras 2007), hasta el momento poco conocida y no
fechada en absoluto.

7.5. La zona del Wacheqsa
En las excavaciones realizadas en el Sector Wacheqsa se excav un total de 151 estratos distribuidos en
cinco unidades analticas espacios de uso prehistricos que fueron analizados exhaustivamente con
un procedimiento novedoso del programa CAD para determinar su orden estratigrfco (Mesia 2007). En
suma, se tomaron 10 muestras radiocarbnicas procedentes de los siguientes estratos y reas de uso, los que
sern descritos en funcin de los espacios de los que fueron extradas. En orden estratigrfco, los contextos
de los fechados son los siguientes:
WQ8C3 Recintos de Piedra
WQ7SIIIU1C9 Plataformas Tardas
WQ7SIIIU4AC8 Basural
WQ7SIVU4C10 Basural
WQ7SIVU4C14 Basural
WQ1C5C8 Plataformas Tempranas
WQ4L8C6 Plataformas Tempranas
WQ7SIVU4C20 Canal
WQ2L7C2 Plataformas Tempranas
WQ6C13F3 Plataformas Tempranas
En lneas generales la ocupacin est dividida en los siguientes espacios de uso:
a) Basural: inmediatamente al sur del Sector Wacheqsa se ubica un extenso basural cuyo permetro co-
nocido es de alrededor de 40 por 4 metros, y una profundidad variable de, al menos, 2 metros, lo que
resulta, aproximadamente, en un volumen de 320 metros cbicos de basura asociada con cermica chavn
janabarroide. La composicin del mismo indica, de manera clara, que se tratara de desechos rituales des-
cartados como producto de banquetes ceremoniales, en los que, al parecer, se ingirieron grandes cantidades
de carne de camlidos, se bebi abundante lquido y, posiblemente, se consumieron preparaciones psico-
activas (para ms detalles, vase Mesia 2007). De esta unidad analtica se recuper una muy alta densidad
de huesos de fauna, tiestos, objetos de antracita y otros materiales. A ella pertenecen tres fechas, las que se
encuentran en el rango de 800-500/400 a.n.e.
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b) Plataformas tardas: se localizan inmediatamente al norte del Basural y se caracterizan por presentar pla-
taformas superpuestas, sin mayores evidencias de actividades de superfcie. Al parecer, esta unidad analtica
sirvi como rea intermedia entre el Basural y las estructuras de piedra ubicadas al norte. Se recuper una
muestra fechada de esta rea, la que proceda de una capa compacta cuya superfcie estaba compuesta por
cantos rodados. Este estrato es el de mayor presencia de cermica al interior de esta unidad analtica, la que
se caracteriza por una escasa densidad de materiales arqueolgicos recuperados relativa a las mismas catego-
ras mencionadas arriba para el basural. La cermica es similar a la descrita previamente como janabarroide.
El fechado de este depsito proporcion el rango de 1000-800 a.n.e. Este fechado, de carcter temprano,
constituye una sorpresa debido a la posicin indicada por el trabajo detallado de estratigrafa mencionado l-
neas arriba y su comparacin con los materiales que estn en otras capas de este rango de fechas en el Sector
Wacheqsa (ver abajo). El muy temprano rango de este fechado puede ser considerado algo anmalo.
c) Estructuras de piedra canteada: esta unidad analtica se ubica en el extremo norte del Sector Wacheqsa,
estratigrfcamente por encima de las Plataformas Tempranas. Se compone de cuartos de piedra canteada,
en cuyo interior se han recuperado fragmentos de cobre en estado nativo, as como fragmentos de lajas de
piedra. Se obtuvo una fecha de esta unidad analtica; provena de un depsito localizado sobre la superfcie
de un piso arcilloso y proporcion un rango de 800-500 a.n.e., mientras que la cermica asociada es similar
a aquella identifcada por Burger como janabarriu (Burger 1984, 1998).
d) Plataformas Tempranas: cuatro fechados se han recuperado de esta unidad analtica. El ms antiguo
presenta un rango de 1200-900/950 a.n.e., y provena de un fogn ubicado sobre el suelo estril que
representa, hasta el momento, la ocupacin ms antigua de las excavaciones de los autores del presente
trabajo en el Sector Wacheqsa. Los otros tres fechados brindan un rango de 1000-750/650 a.n.e. Dada la
ausencia total de cermica janabarroide y la inferior posicin estratigrfca, se podra inferir que este rango
de tiempo se vincula con una fase de ocupacin ms temprana que, quiz, una etapa relacionada o paralela
al Urabarriu de Burger (1984, 1988). Hasta el momento, la relacin entre esta cermica de Wacheqsa y la
cermica urabarriu no es clara. En resumen, los fechados presentan un comportamiento consistente, lo que
indica que las Plataformas Tempranas fueron utilizadas entre 1200-750/650 a.n.e.
e) Canal: esta unidad analtica se ubica estratigrfcamente debajo del Basural, hacia el extremo sur del
Sector Wacheqsa. Se trata de un espacio sobre el que discurri un caudal de agua en, al menos, tres grandes
momentos. Solo se tiene un fechado de esta unidad analtica, el que procede de una capa que se asienta de
manera directa sobre suelo estril. El rango de este fechado es de 900-800 a.n.e. y no se han identifcado
componentes janabarroides entre la cermica registrada.
Fig. 17. Fechados de contextos chavn del Campo Oeste. WF-07A indica el contexto de una estructura de estilo Mito (vase
Contreras 2010); los otros contextos son de distintas unidades de excavacin del Campo Oeste (elaboracin del grfco: John
W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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De acuerdo con estos fechados, la relacin estratigrfca segn la matriz general del Sector Wacheqsa est
expresada en la Fig. 18. En trminos generales, existe una clara superposicin entre las unidades estratigrf-
cas ubicadas entre 800-500 a.n.e. y 1200-800 a.n.e. La segregacin cronolgica se da, tambin, en el mbito
de los materiales cermicos que conforman dichas unidades cronolgicas. El indicador principal es la au-
sencia/presencia de elementos janabarroides, los que estn ausentes entre 1200-800 a.n.e., pero conforman
el grueso en los estratos fechados entre 800-500 a.n.e., con lo que se puede sealar que, en trminos muy
generales, existe una superposicin de elementos janabarroides sobre otro conjunto cermico. Sin embargo,
es necesario considerar que los autores del presente artculo, tanto como Burger, lo defnen ms por la ausen-
cia de rasgos janabarroides que por caractersticas propias, algo limitante y con necesidad de rectifcar.
Si se abordan las correspondencias estratigrfcas en relacin con el modo en el que se presentan los
fechados en secuencia, se puede indicar lo siguiente. De acuerdo con la secuencia estratigrfca general la
matriz secuencial de los estratos, se utiliz una extraccin de la matriz de Harris global para el Sector
Wacheqsa (Mesia 2007: fg. 91) con el objeto de ordenar los fechados, lo que se muestra en la Fig. 18. El
anlisis de esta fgura indica que la inconsistencia se debe, fundamentalmente, al rango de probabilidades
que, como se ha establecido de manera previa, es bastante amplio para el Formativo en general y para el
Formativo Tardo en particular. La nica inconsistencia seria es la fecha WQ7SIIIU1C9, asociada a las
Plataformas Tardas, que se asemeja ms al rango temporal de unidades estratigrfcamente inferiores.
7.6. La zona de La Banda
En La Banda hay dos contextos fechados con sufciente informacin para poder determinar el rango de
tiempo de la estratigrafa. El primero (Sector 3, Unidad 5a), situado en la terraza alta de La Banda, consiste
de una unidad de excavacin profunda que atraves 18 capas estratigrfcas sin llegar a un estrato estril.
De all se fecharon seis muestras que, en total, proporcionan un rango de 1300-400 a.n.e. Vistos en orden
estratigrfco (Fig. 19), exhiben una progresin en el tiempo, pero no es, necesariamente, muy sencillo
de interpretar. La capa 6 es un relleno de piedras sueltas con poca tierra, y probablemente, proviene de
estructuras anteriores o es producto de un deslizamiento desde ms arriba en el acantilado, lo que explica,
quizs, su mayor antigedad en comparacin con los otros tres fechados de las capas 5 hasta 8, que sugie-
ren un rango de 800-400 a.n.e. para estas capas superiores. En contraste, las capas 17 y 18, que son las ms
profundas, proporcionaron fechas en el rango de 1250-800 a.n.e. La inversin del orden cronolgico de
Fig. 18. Fechados de contextos chavn de la Zona Wacheqsa. Estn en orden estratigrfco segn el anlisis de Mesia (2007)
(elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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las capas 17 y 18 es de poca preocupacin debido a que estas capas ms profundas son muy delgadas y la
diferencia en profundidad desde la superfcie de estas muestras es mnima. En total, dan la impresin de
una secuencia con presencia durante dos temporadas: una, quiz, en el rango de 1200-800 a.n.e., y otra
que abarca de 800-400 a.n.e. En ambos casos, estos amplios rangos no implican ocupacin durante tanto
tiempo, pero s, por lo menos, en algunos momentos especfcos. Dada la falta de fechas anteriores y pos-
teriores en estas secuencias, probablemente se debe ser conservador y reconocer que fechas ms centrales
en la distribucin podran generar toda esta distribucin de probabilidades, pero los fechados en ambos
extremos no podran generar el centro. Otra manera de verlo es que el rango mnimo de fechas para la
ocupacin debe ser 950-700 a.n.e., por medio de los intervalos de confanza de 95,4%, aunque la proba-
bilidad compuesta para un rango tan corto es muy baja. Un punto intermedio sera un rango de alrededor
de 1200 hasta 450 a.n.e., quizs con dos temporadas enfatizadas de 1200-800 a.n.e. y 800-450 a.n.e.
El segundo contexto de La Banda (sector SM) procede de la terraza baja, como producto de exca-
vaciones realizadas por Matthew Sayre dentro de un espacio de 7 por 8 metros. En comparacin con el
contexto explicado lneas arriba, estas excavaciones fueron, en su mayor parte, de poca profundidad y, de
manera evidente, falta el componente temprano de la terraza superior. Si bien estos trabajos encontraron
complejidad arquitectnica y diversos restos culturales, se tiene la impresin de un contexto relativamente
sincrnico, comparado con los contextos de la terraza alta, con ciertas excepciones. Los seis fechados
concuerdan bien con la profundidad estratigrfca y presentan la evidencia primaria para un rango de
ocupacin de 900-400 a.n.e., que abarca los cinco fechados ms recientes en trminos de tiempo y estratos
(Fig. 20). El fechado ms antiguo y ms profundo parece haberse registrado en un contexto especial, un
elemento hallado debajo del relleno de un canal; probablemente se trata de un rea de actividad aislada
correspondiente a una poca ms temprana cuando no haba ocupacin intensiva en la zona excavada. En
esta rea de excavacin no existen evidencias arqueolgicas mayores debajo de las capas generales que fue-
ron fechadas con las primeras cinco muestras. La sexta muestra sugiere una presencia, no necesariamente
residencial, en una etapa anterior.
En resumen, las excavaciones en La Banda proporcionaron evidencias de ocupaciones posiblemente
contiguas, en espacio y tiempo, de dos temporadas asociadas con cermica formativa y, sin duda, rela-
cionadas con Chavn. An falta terminar el estudio de la cermica en forma concluyente, pero no hay la
menor duda de que la ocupacin de 900/800 hasta 450/400 a.n.e. est asociada a cermica janabarroide.
La ocupacin ms temprana tiene mucho menor densidad de cermica y, hasta el momento, no se ha de-
terminado su ndole o coherencia, ni si faltan, por completo, los caracteres janabarroides.
7.7. Sntesis de las evidencias obtenidas por el Proyecto de Investigaciones y Conservacin de Chavn
de Huntar
Como era de esperar, hay algunas inconsistencias y pequeas inversiones de tiempo en las fechas de las
secuencias estratigrfcas presentadas lneas arriba, pero el panorama general es muy coherente. En cada
caso mencionado, que abarca fechas derivadas de zonas monumentales, perifricas e inmediatamente fuera
de la zona nuclear de monumentalidad, se observan evidencias de una ocupacin intensiva entre 900/800
y 500/400 a.n.e., y se puede sugerir que las fechas desde 800 hasta 500 a.n.e. son ms probables, dado
que, antes y despus, el tiempo cronolgico est ocupado por una presencia chavn ms temprana, y la
ocupacin huaraz, respectivamente. La presencia temprana tiene cierta pero limitada evidencia en todas las
zonas que el proyecto ha investigado en Chavn. Existe una presencia del Periodo Precermico y parece sig-
nifcativa, pero mantiene el carcter de poco conocida. Una ocupacin chavn ms temprana que 900/800
a.n.e. es indudable en opinin de los autores, y las evidencias de radiocarbono de las zonas de Wacheqsa
y La Banda, la estratigrafa en el Campo Oeste y las evidencias arquitectnicas del monumento refuerzan
esta posicin. Sin duda, esta ocupacin chavn anterior ha proporcionado fechas limitadas pero reales en
el rango de 1250-800 a.n.e. Se puede decir, con claridad, que la cermica con caractersticas janabarroides
est asociada con la ocupacin de 900/800 a 500/400 a.n.e., y hay ciertas pruebas para una falta de estas
caractersticas en la ocupacin anterior, algo que tendr que ser documentado en un estudio de la variabi-
lidad de la cermica, su cuidadosa formulacin en unidades analticas y un estudio de su distribucin en el
transcurso del tiempo y en relacin con la estratigrafa.
RICK, MESIA, CONTRERAS, KEMBEL, RICK, SAYRE Y WOLF
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Como Rick ha hecho anteriormente (1987), vale la pena siempre con el cuidado apropiado re-
visar la masa de fechados del proyecto actual y su patrn en el tiempo. La Fig. 21 incluye los grfcos de
probabilidades para todos los fechados obtenidos que datan despus del Periodo Precermico. Se tiene la
ventaja de que los errores asociados con estas fechas solo varan entre 25 y 57 aos, por lo que el patrn de
rangos en las curvas de probabilidad en la fgura corresponde, mayormente, a los efectos de la calibracin,
y se pueden apreciar los diferentes tipos de fechados que hay con el paso del tiempo, especialmente los
rangos largos y sin tendencia central de los fechados tardos, y los rangos mucho ms compactos de la parte
central de la distribucin. Los autores reconocen, ampliamente, que hay inconsistencias en la secuencia de
fechados, algo que es de esperar con la variedad de procesos de formacin que haba en esta diversidad de
contextos. Se podra atribuir estos problemas a fallas en el proceso de datacin, pero si los laboratorios son
competentes
1
y las muestras no fueron netamente contaminadas, quiere decir que se ha fechado carbono
que tuvo su origen en la temporada indicada por los rangos de probabilidades. Es siempre posible que este
carbn perteneciera a rboles viejos, que fuera desplazado de diversas maneras o que haya sido recogido de
un contexto no original, pero tambin hay una buena probabilidad de que fuera generado por actividad
humana y, de esta manera, se obtiene un sentido signifcativo del rango de tiempo de la ocupacin humana
y algo sobre su magnitud. Lo que se puede decir con claridad sobre la base de las fechas del proyecto, en
suma, es lo siguiente:
Fig. 19. Fechados de una sola unidad de excavacin (U5A) de La Banda, de los trabajos de John Wolf. Se ordenan, estrati-
grfcamente, desde la capa 18 hasta la capa 5 (elaboracin del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5
[Bronk Ramsey 2010]).
Fig. 20. Fechados de la zona La Banda SM, excavaciones de Matthew Sayre. Se ordenan, estratigrfcamente, desde la capa 8
hasta la capa 4; el fechado F1-L2 corresponde a un elemento estratigrfcamente inferior a la capa 8 (elaboracin del grfco:
John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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1. Chavn tiene ocupaciones precermicas importantes que abarcan desde el tercer milenio y quizs parte
del cuarto a.n.e.
2. Existe un espacio notable, pero de relevancia desconocida, entre el Precermico Tardo y los comienzos
de las fechas tempranas asociadas con la ocupacin chavn, un espacio de, por lo menos, 900 aos entre
2200 y 1300 a.n.e. Aunque esto puede indicar un lapso de ocupacin, es igualmente, o ms probable, que
diversos procesos de sedimentacin y patrones de comportamiento hayan evitado que se encuentre carbn
generado en estos siglos. La determinacin de cules de estas hiptesis es correcta es de gran signifcado
para el estudio de Chavn de Huntar.
3. La ocupacin que se puede documentar por el mtodo de radiocarbono de las actividades asociadas
con los templos y materiales generados por el sistema chavn dura desde, probablemente, cerca de 1200,
y termina antes de 400 y, quizs, 500 a.n.e. Con respecto al comienzo de la cronologa de Chavn, parece
ms probable que la capacidad limitada de profundizar en muchas unidades por falta de tiempo, debido a
condiciones de seguridad no garantizadas por perfles inestables y la presencia de restos no sacrifcables
de arquitectura chavn que bloquean los trabajos pueden ser responsables, en parte, por la carencia de
fechas tempranas dentro y antes del rango mencionado. Los fechados ms tempranos que se tienen, sean
precermicos o de Chavn, proceden de profundidades signifcativas, por lo general, entre 2 y 7 metros
por debajo de la superfcie. Burger (1998), Turner et al. (1999) y Contreras (2007, 2010), entre otros, han
reconocido la inestabilidad del paisaje local de Chavn y la propensin hacia el enterramiento profundo de
superfcies en el fondo del valle del ro Mosna. Sin duda, esto esconde mucha de la evidencia que hay, y de
manera preferencial, las correspondientes a las ocupaciones ms tempranas. Pero, a la vez, los contextos de
Chavn Temprano tienen la tendencia general, en la experiencia de los autores de este artculo, a tener res-
tos menos abundantes. El patrn en la Fig. 21, de tener ms fechas tempranas con asociaciones cermicas
no claras, se debe, en su mayor parte, a no contar con la abundancia de cermica necesaria para iden-
tifcar con claridad el carcter del conjunto de materiales. Esto lleva hacia otra perspectiva importante: la
escasez relativa del Chavn Temprano, de 1200-800 a.n.e., puede relacionarse con una poblacin menor
que la que haba durante 800-500/400 a.n.e., a una distribucin de poblacin distinta, a comportamientos
diferentes que generaron basurales de menor densidad y con menos carbn, o a uno o ms de una serie
larga de procesos de formacin del registro arqueolgico. Al analizar las ubicaciones de materiales de di-
ferentes fases en su muestreo de Chavn, Burger (1998: 227-231), propuso, principalmente, un cambio y
aumento en reas ocupadas en el transcurso del tiempo. De este modo, el esclarecimiento de la naturaleza
de las transformaciones no solo en rea y extensin, sino tambin la densidad y carcter de la ocupacin
por medio de una muestra ms grande, deben constituir una meta de la arqueologa de Chavn.
En cuanto al trmino de la ocupacin chavn, sin duda cualquier investigador est en seria desventaja
debido a que la confguracin de la curva de calibracin y los fechados ms recientes para la temporada
chavn tienen rangos muy amplios, ms que en cualquier otro momento considerado aqu. Las fechas del
proyecto actual dejan abierta la posibilidad de actividad chavn, sensu lato, hasta 400 a.n.e., pero, muy posi-
blemente, culmina muy cerca de 500 a.n.e. Se debe recordar que para Kembel (2001, 2008), hubo una fase
llamada Soporte en la secuencia constructiva del monumento, que abarca el tiempo despus de cualquier
edifcacin principal y consiste de muros de apoyo construidos para evitar, o a veces esconder, el colapso de
muros principales chavn daados seriamente, quizs debido a un cataclismo, en el rango de 550-500 a.n.e.
En esto se puede ver un lapso de transicin durante el que, quiz gradualmente, las funciones ceremoniales
originales del sistema chavn se extinguieron. En este sentido, es muy posible que, para 400 a.n.e., todava
hubiera cierta continuidad en el material cultural, pero las actividades en el templo haban terminado. De
manera irnica, a pesar de que todas las excavaciones han dado con estratos terminales chavn y de la poca
Huaraz, no se entiende bien la transicin drstica de material cultural y de comportamiento representado.
Fue un cambio rpido o lento? Qu transformaciones y procesos sociopolticos se pueden determinar?
Estos son otros aspectos importantes que se deben resolver.
Lo que se puede decir, con claridad, es que no hay evidencia alguna de algo parecido a los tiempos de
Chavn en comportamiento ni material cultural en el sitio o el rea local despus de 400 a.n.e. Por un lado,
Fig. 21. Grfco de todos los fechados usados en este artculo pertenecientes a las excavaciones del Proyecto Chavn. La banda
vertical gris indica la temporada propuesta por Burger para su fase Janabarriu. Los fechados con curvas de lneas verticales
provienen de contextos con cermica huaraz; los de curvas de color negro corresponden a contextos con cermica janabarroide;
los de curvas de color gris tienen muestras insufcientes para determinar su cermica y los de curvas con una lnea de contorno
pero blanco en su interior tienen cermica sufciente, pero faltan evidencias de que sean de carcter janabarroide (elaboracin
del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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no hay fechados para material chavn con un rea de probabilidad por encima de 2% para aos posteriores
a esta divisin. Sobre la base de esto, es importante corregir el error, muy difundido por la defnicin cro-
nolgica de Janabarriu, de que el sistema de templos en Chavn se encontraba en el auge de su infuencia
en el lapso entre 390-200 a.n.e. Es importante preguntarse si la edad ms temprana que los autores de este
trabajo proponen para Chavn, especialmente para la temporada claramente janabarroide, podra ser resul-
tado de la calibracin, y que si se consideran fechas sin calibrar, el lapso propuesto por Burger de 390-200
a.n.e. (no calib.) podra ser el mismo que la temporada de 800-500/400 (calib.) postulado por los autores.
En primer lugar, una revisin rpida de los fechados que se tienen para Chavn (Tablas 1, 2) indica, de ma-
nera manifesta, que en edad radiocarbnica antes del presente (a.p.), no se tienen fechas de estratos chavn
dentro del rango propuesto por Burger de 2150-2340 a.p. En segundo lugar, para la temporada hasta 400
a.n.e. (calib.) hay poca diferencia entre la edad radiocarbnica y los aos verdaderos, ya que, por ejemplo,
el ao radiocarbnico de 390 a.n.e. es equivalente al de 400 a.n.e. corregido (sin contar con los efectos del
error estndar de un fechado). En tercer lugar, la curva de calibracin en este caso (Fig. 22) es, por suerte,
una ayuda en forma contundente, porque la temporada de 390-200 aos radiocarbnicos a.n.e. comienza
en una porcin muy empinada de la curva. Esta, en efecto, garantiza que ningn fechado dentro de este
rango, cuando est calibrado, incluir un rea de probabilidad signifcativa antes que 400 a.n.e. (calib.)
(Fig. 22). En cierto sentido, esta parte de la curva forma una barrera en la que la calibracin reduce la
duracin de cualquier fechado en el rango de 390-330 aos radiocarbnicos a.n.e. En lo que respecta a las
fechas propuestas para el segmento tardo de Janabarriu (330-200 aos radiocarbnicos a.n.e.), el rango s
se extiende, pero solo hacia uno ms reciente. La realidad es que Chavn no subsisti como entidad cultural
despus de 400 a.n.e. en aos radiocarbnicos ni calibrados, y fue reemplazado por ocupacin y actividad
huaraz, evidentemente en existencia hacia 400 a.n.e., si no hasta un siglo antes.
La pregunta se puede transferir en el tiempo: existe la fase Janabarriu, solo que es 400 aos ms
temprana en el tiempo que lo propuesto? Aunque se puede estar limitado por la falta de una precisa de-
fnicin de Janabarriu, se puede confrmar que un complejo de cermica variado en carcter, pero con
un ncleo de cermica estampada con los conocidos diseos en forma de O, S y otras formas se
encuentra difundido de manera amplia en los sectores de Chavn entre 800 y 500/400 a.n.e. (Fig. 21). En
este lapso hay otras categoras de cermica que estn en proceso de defnicin (Rick 2008) y que parecen
articularse temporalmente con Janabarriu; una de ellas tendra que ser la cermica ofrendas, por ejemplo
(Lumbreras 1993, 2007). Se debe advertir que la cermica chavn, segn el punto de vista de los autores,
no consiste de una sencilla sucesin de fases de cermica, completamente separables bajo condiciones
de una estratigrafa ideal. Ms bien, representa complejos de formas, decoracin y uso que tienen una
continuidad extensa, como se puede esperar de una sociedad con un fuerte nfasis en la tradicin (Rick
2005). Los autores postulan que a Chavn le faltaba un mando mximo conformado por lderes capaces de
incentivar la uniformidad de un elaborado material cultural con capacidad, tambin, de realizar cambios
bruscos y casi completos en el tiempo con el empleo de esta autoridad establecida. La desaparicin de la
cermica janabarroide, junto con todas las variedades de cermica chavn, aunque no fuera necesariamente
un proceso muy rpido, es evidente en la transicin a la poca Huaraz. No sobrevive tradicin alguna de
decoracin cermica, ni tampoco la mayora de las formas y tcnicas de Chavn. Hay, por lo menos, tres
fechados asociados con cermica janabarroide en tres excavaciones distintas en dos sectores que tienen casi
toda su probabilidad asociada con aos anteriores a 800 a.n.e. y, por lo menos, tres ms con la mayor parte
de su distribucin anterior a esta fecha divisoria. Pero, al mismo tiempo, la posicin estratigrfca de varios
de estos fechados es ms consistente con una fecha despus de 800 a.n.e. Por el momento, no se puede de-
terminar si hay posibilidades de que las caractersticas janabarroides existieran en la cermica chavn antes
de 800 a.n.e., pero tampoco se les puede descartar por completo.
Por otro lado, hay cinco fechados con asociacin a conjuntos de cermica chavn que no incluyen
atributos janabarroides. De los cinco, cuatro tienen casi 100% de sus probabilidades dentro del lapso
antes de 800 a.n.e., y el quinto es, en su mayor parte pero no en su integridad posterior a esta fecha.
Esta idea apoya al concepto de un conjunto o entidad de cermica ms temprano que Janabarriu, pero
que todava falta defnir en los datos; podra ser anterior o parcialmente contemporneo con los rasgos
janabarroides. El anlisis cermico de las investigaciones del proyecto esclarecer estas posibilidades en los
siguientes aos.
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Por ltimo, vale la pena integrar estos datos que, en gran parte, enfatizan ocupaciones perifricas
y fuera del centro monumental con la secuencia arquitectnica ampliamente sustentada por Kembel
(Kembel y Rick 2004; Kembel 2008) sobre la base de un anlisis profundo de la arquitectura y los fe-
chados radiocarbnicos, los que incluyen algunos de los reportados aqu para la zona monumental. Hay
una concordancia notable en la duracin de la fase constructiva Blanco y Negro, la ltima y ms dilatada,
con un fechado entre 900 y, aproximadamente, 500 a.n.e. planteado por Kembel, y el periodo, postulado
por los autores, de 800-400 a.n.e. para la abundante presencia de ocupaciones chavn y, tambin, pre-
eminencia de atributos janabarroides. Los posibles 100 aos de diferencia, dados los largos rangos de los
fechados calibrados, podran ser vistos como algo de esperar. Pero los fechados de arquitectura de Kembel,
solo reportados en resumen hasta el momento (2008) y no incluidos aqu, dejan en claro que el rango de
casi todos sus fechados arquitectnicos realmente no entran en el lapso de 500-400 a.n.e. y que de los 33
fechados que pertenecen, de todos modos, a la poca chavn, 27 tienen un rango de, aproximadamente,
1200-800 a.n.e., y solo cinco llegan en rango hasta 500 a.n.e., con uno que tiene un rango que culmina
entre 600 y 800 a.n.e. En contraste, 27 de los 38 fechados que tratan de la poca Chavn del proyecto
de la Stanford University reportados aqu, tienen rangos que terminan ms tarde que 800 a.n.e., y nueve
Fig. 22. Sector de la curva de calibracin que trata de las pocas Janabarriu y janabarroide, donde se muestra el efecto del
segmento de gran pendiente entre 400 y 350 a.n.e. (calib.). Se han superpuesto las distribuciones de probabilidades de fechados
de 390 y 200 a.n.e. radiocarbnicos, con lo que se muestra el mximo rango en fechas calibradas que se puede esperar con
edades radiocarbnicas propuestas por Burger para Janabarriu (390-200 a.n.e. [no calib.]). Se puede apreciar que las fechas
anteriores a 400 a.n.e. (calib.) seran de baja probabilidad, y que las fechas antes de 500 a.n.e. (calib.) no existiran (elabo-
racin del grfco: John W. Rick, por medio del programa OxCal v4.1.5 [Bronk Ramsey 2010]).
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terminan entre 500-400 a.n.e. Es decir, es perfectamente posible sealar que pudo haber alguna ocupacin
de Chavn incluso en el siglo V a.n.e., pero es bien dudoso que hubiera un programa de construccin de
edifcios principales del centro monumental en este siglo, y muy poca evidencia de construccin mucho
despus de 800-750 a.n.e. Con esta informacin quizs se pueda reconocer que la evidencia cronolgica de
ocupaciones sugiere una poca principal de 800-500/400 sin descontar posibles ocupaciones signifcati-
vas anteriores para las poblaciones residentes que usaron estructuras principalmente edifcadas antes de
750 a.n.e. En la arqueologa se tiene la tendencia a pensar en la ocupacin y la edifcacin como sufciente-
mente contemporneos para considerarlos de la misma poca. Los autores postulan que el esclarecimiento
cronolgico ofrecido por la cantidad de fechados de diferentes contextos muestra evidencias de cierta
diferenciacin entre estos dos fenmenos. Hay que considerar que, en Chavn, la poblacin janabarroide
us, mayormente, un sistema de templos construidos antes de su tiempo o, por lo menos, en sus prime-
ros momentos y que, durante una considerable parte de las ocupaciones claramente documentadas de
Chavn, las poblaciones usaron templos ya construidos e hicieron muy pocas ampliaciones signifcativas.
8. Conclusiones: la historia reciente de la cronologa de Chavn de Huntar
Las observaciones presentadas aqu llevan a una sntesis cronolgica de lo conocido de Chavn que servir
como base para ser corregido y, sin duda, cambiado en el futuro. La relacin entre fechados, cermica
y arquitectura siempre ser difcil, y realmente se debe tener cautela en las inferencias que se hacen de
los fechados de zonas residenciales, zonas monumentales y, todava ms, de la construccin de edifcios
monumentales. Dentro de estas observaciones se puede encontrar una buena parte de la reciente historia
problemtica de los fechados de Chavn. Los autores sostienen que hay grandes y variadas perspectivas que
se pueden aprovechar de estas lecciones histricas sobre el tiempo arqueolgico.
Por un lado, la cronologa de Chavn es muy compleja por lo difcil que es fechar y formular una serie
de construcciones monumentales de gran elaboracin, en las que los depsitos y materiales que se acumu-
laron mayormente correspondan a ocupantes posteriores, en su integridad, a la poca de construccin y
uso en este caso, ocupaciones huaraz y posteriores a estas. Como se puede esperar, los primeros in-
tentos de disponer de fechas absolutas para Chavn fueron muy tentativos, muy cerca de los comienzos de
la aplicacin de la datacin radiocarbnica, y muy limitados en contextos y nmero de determinaciones.
Solo con los trabajos de Burger haba sufciente evidencia cronomtrica en el contexto ms estratigrf-
camente sencillo de zonas fuera del rea monumental. Lo difcil, por cierto, pareca ser la correlacin de
una cronologa de afuera con las construcciones mayores del Chavn monumental. Mediante el uso de
diversas evidencias, Burger construy un modelo sencillo y lgico, que, en esencia, propuso que tres fases
defnidas inicialmente por los datos de la cermica fueron contemporneas, en secuencia, con tres
etapas de construccin que, en su poca, fueron propuestas para el monumento. Las fases ms importantes
y con mayor evidencia, tanto en la cermica como la arquitectura del monumento, fueron la primera y la
ltima; el concepto del Templo Viejo ya exista y fue fcil proponer su asociacin con Urabarriu, mientras
que el Templo Nuevo fue relacionado con Janabarriu. Ni a la fase Chakinani ni a la modesta expansin del
Edifcio A, que constituyeron el elemento temporal central de esta trada, se les prest mucha atencin.
Aunque haba obstculos para hacer que el tiempo, la cermica y la arquitectura concordaran con este mo-
delo (Fig. 23), sirvi por un par de dcadas o ms antes de mostrar su divergencia respecto de la realidad.
De manera interesante, desde el planteamiento de las fechas de Burger y las primeras determinaciones
del proyecto de los autores un lapso de 20 aos, nadie, al parecer, intent fechar el sitio de Chavn con
carbono-14. Cuando se comenz a recibir fechas, los autores estaban confundidos por la incongruencia
con la sencilla secuencia arquitectnica y con el tiempo absoluto, que no encajaba bien con lo propuesto
por Burger. Se confaba, por un lado, en la secuencia de fases cermicas de Chavn planteada por l y sus fe-
chados, y por otro lado, se contaba con fechados propios que indicaban ms antigedad para las construc-
ciones, algo especialmente contrastado en la fase Janabarriu. La nica manera de lograr una congruencia, y
de todos modos una muy temporal, era desligar la conexin cronolgica entre cermica y arquitectura, lo
que haca deslizar es decir, retroceder en el tiempo a la arquitectura, y eso tuvo la lamentable conse-
cuencia de hacer aparecer a Janabarriu como una entidad netamente posterior a la poca de construccin
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y uso del centro monumental (Fig. 24). En ese momento pareca inevitable esta conclusin; no se pens
que el lapso asignado por Burger para Janabarriu podra ser responsable de este problema, y es as que los
autores de este artculo publicaron tablas cronolgicas con Janabarriu en su posicin temporal original,
pero netamente ms tarda que la arquitectura chavn (Rick 2005).
Ya que se puede confar en la nueva cronologa que no solo concierne a la arquitectura, sino tambin
a la ocupacin y a un esquema rudimentario de la cermica, se pueden volver a asociar la cermica de
caractersticas janabarroides, y los periodos de uso del monumento de Chavn y, en parte, de su cons-
truccin (Fig. 25). Se tiene confanza en que la asociacin de cermica janabarroide con la temporada de
800-500/400 es real, y es dudoso que, en el futuro, esta asociacin sea rechazada con el paso del tiempo,
aunque s, posiblemente, extendida. En s, hay implicancias importantes, porque, de este modo, el espacio
temporal ocupado por las fases anteriores de Burger Urabarriu y Chakinani ya se encuentra ocupado,
un problema que tendr que ser resuelto mediante un nuevo anlisis de la cermica y, probablemente, la
extensin de las investigaciones hacia los contextos de Chavn Temprano.
Es importante advertir que los autores de este artculo no insisten en que la cermica de caractersticas
janabarroides sea congruente en el tiempo con cualquier temporada de construccin, ocupacin o uso
Fig. 23. Grfco del modelo coterminal, en que los tres supuestos periodos propuestos coinciden exactamente con los cambios
en la cermica y la arquitectura monumental en el sitio de Chavn de Huantar (elaboracin del grfco: John W. Rick).
Fig. 24. El errado modelo deslizado, en el que, por tratar de acomodar nuevas fechas relativamente tempranas para la ar-
quitectura de Chavn, los miembros del Proyecto de Investigacin y Conservacin de Chavn de Huntar desligaron las fases
arquitectnicas de las fases cermicas, con lo que se hizo retroceder la arquitectura hacia el pasado (elaboracin del grfco:
John W. Rick).
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de los edifcios monumentales, sino que solo es contempornea con, por lo menos, parte de la secuencia
arquitectnica. Ms bien, postulan que se deber que trabajar an ms con modelos para la cermica que
permitan acomodar largas continuidades de los caracteres y mltiples entidades contemporneos en la
cermica, con lo que se ocuparn espacios, quiz parcialmente distintos, dentro y alrededor del centro mo-
numental, pero tambin traslapados de manera predominante. Luego, se tiene que hacer referencia a qu
se debe, y determinar qu se est monitoreando cuando se reconoce la variabilidad cermica, y los modelos
empleados tendrn que ser concordantes, analticamente, con estas fuentes de variabilidad.
Por otra parte, se espera haber demostrado que es necesario y productivo prestar atencin detenida y
explcita a los fechados. Un fechado radiocarbnico es una proposicin, no una conclusin; tiene impli-
cancias individuales, y en grupo puede rendir informacin confable, pero solo si se lo trata en sus propios
trminos por medio del aprovechamiento de su relacin con el tiempo, no con una supuesta identidad
exacta con el tiempo. Los investigadores deben acostumbrarse y hasta celebrar la ambigedad y fronteras
fofas en el tiempo. En la Fig. 25 se intenta una sntesis de lo que sostienen los autores del presente trabajo
y se demuestra, en la medida posible, la inexactitud y, tambin, su posicin respecto a que mucho de los
cambios en el tiempo no pueden ser defnidos por divisiones rgidas no solo porque la metodologa utili-
zada no permite tal precisin, sino, ms bien, porque los fenmenos originales, los cambios en el tiempo,
probablemente fueron graduales y la comprensin del estudioso debe acercarse a la realidad del pasado y
no que el pasado se vea limitado por metodologas y perspectivas inadecuadas.
Fig. 25. El actual modelo cronolgico para Chavn de Huntar, que correlaciona, en la medida de lo posible, las fases del
Periodo Formativo y la arquitectura y cermica del sitio (elaboracin del grfco: John W. Rick).
RICK, MESIA, CONTRERAS, KEMBEL, RICK, SAYRE Y WOLF
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Agradecimientos
Queremos expresar nuestro reconocimiento a muchas instituciones que contribuyen y auspician las inves-
tigaciones mencionadas en este artculo, entre ellas, el Instituto Nacional de Cultura, la National Science
Foundation, el Global Heritage Fund, la Asociacin Ancash, la Barrick Gold Corporation, la National
Geographic Society, la Howard Heinz Foundation, la Lynford Family Foundation, la Stanford University,
la University of Colorado, la University of California (Berkeley) y la University of Pittsburg. Recibimos
muchos consejos de los doctores Herbert Haas, Tomas Higham, Greg Hodgins, Alan Hogg, Gerry
McCormac, Christopher Ramsey y Paula Reimer, cuyas contribuciones se encuentran en el campo de la
geofsica, sin que necesariamente estn de acuerdo con lo expresado aqu. Agradecemos, en especial, a los
miembros del proyecto, a los pobladores y a la Municipalidad de Chavn de Huntar, a nuestros colegas y
a nuestras familias, quienes apoyaron nuestros trabajos de diversas maneras.
Notas
1
Vale la pena indicar la confanza no solo en los laboratorios, sino tambin en la preparacin cuidadosa
de la mayora de las muestras del proyecto por parte del doctor Herbert Haas, reconocido geofsico, antes
director de varios laboratorios de carbono-14.
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