Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Cuauhxicalli PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 15

MAYAARCHAEOLOGY 2 Figura 1. Cuauhxicalli de piedra verde. Altura: 14.5 cm.; dimetro: 23.8 cm. Museum fr Vlkerkunde, Berlin.

. Fotografa: Art Resource.


Karl Taube
El terodel mundo:
loscuauhxicalli yotrostazonesparaofrendas
delaMesoamricaantiguaycontemporanea
E
n la antigua Mesoamrica, ciertos objetos se utilizaron
para entrar en contacto con el mundo espiritual de dioses
y ancestros; entre estos se cuentan espejos, incensarios y
tazones para ofrendas. El hecho de que muchos de estos objetos
sean circulares tiene que ver con una de sus interpretaciones
bsicas como pasajes cavernosos a travs de los cuales surgan
los seres sobrenaturales. En el presente estudio, habr de analizar
aquellas vasijas utilizadas para la presentacin de ofrendas,
aunque debe entenderse que estos objetos eran mucho ms que
meros recipientes, ya que permitan el contacto entre el mundo
de los vivos y el de los dioses y los espritus. Entre los recipientes
que habremos de describir, se cuentan los cuauhxicalli aztecas,
los recipientes rituales hechos con guajes y utilizados por los
huicholes y los coras contemporneos, y los incensarios de los
mayas del perodo Clsico. Adems de ser recipientes de las
ofrendas de sangre vertida en sacrifcio, estos objetos comparten
varios signifcados temticos, entre los que se cuentan el sol,
la tierra, los cuatro rumbos cardinales y el centro del mundo.
Adems, en su carcter de tazones redondos utilizados para
conjurar a dioses y ancestros y entrar en contacto con ellos,
fungen tambin como teros y canales de parto simblicos a
travs de los cuales nacen el sol y otros seres sobrenaturales.
Tambin se sealar que, aunque aparece entre grupos humanos
y regiones muy diferentes a lo largo de un perodo muy dilatado,
se trata de una tradicin profunda e histricamente compartida
que puede documentarse por primera vez incluso entre los
mayas del perodo Clsico.
Los cuauhxicalli aztecas
Como lo ha sealado Nelly Gutirrez Solana (1983: 115), el
trmino cuauhxicalli lo utilizan tanto los cronistas coloniales como
los investigadores modernos para aludir a toda una gama de
recipientes, monumentos y an de estructuras de los aztecas. El
presente estudio se referir de manera especfca a una serie de
tazones de piedra semiesfricos utilizados como receptculos
para los corazones ofrendados en sacrifcio, que ostentan tanto
imgenes del sol talladas en su interior, como retratos de la
deidad de la tierra en su base. En su detallado estudio sobre
recipientes rituales aztecas hechos de piedra, Gutirrez Solana
(1983: 83-86, fgs. 47-56) enumera tres ejemplos: uno de ellos en el
Museum fr Vlkerkunde (Museo de Etnologa) de Berln (Figuras
1-2), otro en el Museum fr Vlkerkunde (Museo de Etnologa) de
Viena y un tercero que actualmente se encuentra en el Museo
del Indgena Americano de Washington, D.C. Fabricados con
piedra densa y dura, estos cuauhxicalli estn fnamente tallados
y presentan un alto grado de pulimento. Todos estos tazones
Informes de MayaArchaeology
2009 Traduccin de The Womb of the World: The Cuauhxicalli and Other Offering Bowls of Ancient and Contemporary Mesoamerica, publicado en Maya Archaeology
1, editado por Charles Golden, Stephen Houston y Joel Skidmore, pp. 86-106; San Francisco: Precolumbia Mesoweb Press. Esta traduccin: www.mesoweb.com/es/
articulos/Taube/Cuauhxicalli.pdf.
MAYAARCHAEOLOGY 4 5
Figura 2. Cuauhxicalli de piedra verde. Museum fr Vlkerkunde,
Berlin. Vistas lateral e interior. Fotografas: Art Resource.
son relativamente pequeos y van de los 15 a los
23.5 centmetros de dimetro. El primer investigador
que identifc estos objetos como receptculos para
corazones humanos fue Eduard Seler (1902-1923, 2: 704-
716). Seler seal que el ejemplo de Berln, que era el
de mayor tamao y el ms complejo de los tres, ostenta
una serie de 18 corazones humanos invertidos a lo largo
de su borde (Figura 3a). Seler compar este objeto con
las representaciones de vasijas para la recepcin de
sacrifcios que aparecen en el Cdice Borbnico, que
data del perodo colonial temprano, y que ostentan
asimismo corazones humanos orlando sus bordes,
adems de emitir gotas de sangre (Figura 3c). Tanto en
el caso del tazn de Berln como en el de los ejemplos de
representaciones que aparecen en el Cdice Borbnico,
las paredes externas estn cubiertas de representaciones
de plumas de guila en posicin vertical. Seler seal
que estas plumas tienen relacin directa con el nombre
cuauhxicalli, que se deriva de los trminos que denotan
guila, cuauhtli y recipiente, xicalli. Ms adelante habr
de sealarse que xicalli es un trmino que alude de
manera especfca a un tazn hecho a partir de un
guaje cortado y que actualmente se conoce como jcara,
trmino espaol derivado del vocablo original.
Adems de identifcar ejemplos de cuauhxicalli
hechos de piedra, Seler (1902-1923, 2: 714) tambin
seala un vaso policromo hecho de cermica cuya
representacin tambin ostenta plumas verticales de
guila en las paredes. Segn Seler, estas vasijas de
cermica podran haberse utilizado para recibir la
sangre vertida en sacrifcio. Estudiando la coleccin
mesoamericana del Museo del Condado de San
Bernardino, hall un fragmento de cermica que
representa otro cuauhxicalli, si bien en este caso se trata
de un tazn bajo y no de un vaso (Figura 4). Adems
de las plumas de guila a lo largo del borde superior,
el tazn presentaba una banda de cruces en quincunce
en sus paredes. Aunque los tres ejemplos hechos de
piedra citados anteriormente no presentan las cruces
en quincunce que denotan el concepto de centralidad,
Leonardo Lpez Lujn (comunicacin personal 2008)
seala que ciertamente aparecen en representaciones de
cuauhxicalli ejecutadas en esculturas aztecas (ver Alcina
Franch et al., 1992: 354). Si bien el fragmento al que me
he referido pertenece al estilo Cholula policromo,
Cholula no fue la nica fuente de este tipo de cermica.
Los estudios de activacin de neutrones llevados a cabo
por Hctor Neff han determinado que gran parte de la
cermica denominada Cholula policromo que se ha hallado en
el Templo Mayor de los aztecas en realidad se fabric en Texcoco.
Si bien resulta concebible que las vasijas de cermica se utilizaran
como recipientes de corazones y sangre ofrecidos en sacrifcio,
tambin es posible que se tratara de recipientes de comida y
bebida utilizados en el curso de festivales de sacrifcio como los
que tenan lugar en el mes de Tlacaxipehualiztli.
En el pensamiento azteca, el guila simboliza al sol. Segn
el Cdice Florentino, primero el guila y luego el jaguar
siguieron al sol una vez que ste surgi de la pira de sacrifcio
en Teotihuacan (Sahagn, 1950-1982, libro 7: 6). En el famoso
huhuetl de Malinalco, un guila y un jaguar fanquean al sol,
animales que seguramente aludan a las bien conocidas rdenes
militares del guila y el Jaguar, as como al origen mtico del
sol. Hermann Beyer (1965: 137-40) ha sealado que el guila se
identifcaba estrechamente con el sol en el Mxico del perodo
Postclsico tardo, como puede constatarse en los cdices
mixtecos, en el Grupo Borgia y en el arte y los textos aztecas. En
los Primeros memoriales de los aztecas, se alude al sol naciente
como guila ascendente (Sahagn, 1997: 124). Para los aztecas,
el guila simbolizaba el aspecto diurno y celestial del sol, un ser
que naca de la tierra al amanecer.
En tanto que la porcin superior de las paredes del
cuauhxicalli de Berln est cubierta de corazones humanos
invertidos, los lados y los bordes de los ejemplos de Viena y de
Nueva York estn cubiertos nicamente con plumas verticales
de guila (Figura 3b). Cerca de la base de los tres cuauhxicalli,
hay una banda horizontal marcada por una serie de discos que
denotan jade. En el caso del cuauhxicalli que aparece en la pgina
ocho del Cdice Borbnico, el disco que aparece en esta banda
basal es verde, lo que claramente denota que se trata de jade. En
la iconografa del Mxico central del perodo Postclsico tardo,
el jade simboliza lo que es precioso y aparece con frecuencia
asociado con vrgulas de habla, con cuerpos de agua y con sangre.
En las representaciones de cuauhxicalli que aparecen en esculturas
aztecas, la banda basal puede representarse como una serie de
Figura 3. Los cuauhxicalli y las representaciones de carne cortada en la iconografa azteca: (a) detalle del lado del cuauhxicalli del Museo de Etnologa de
Berlnntense los corazones, las plumas de guila y la banda basal con discos de jade y el borde superior con proyecciones (conforme a Seler, 1902-1923,
2: 707); (b) tazn cuauhxicalli del Museo de Etnologa de Viena (conforme a Seler, 1902-1923, 2: 712); (c) representacin azteca de cuauhxicalli que contiene
corazones de sacrifcio; Cdice Borbnico, p. 18; (d) muslo cercenado con representacin de carne cortada, detalle de la Piedra de Coyolxauhqui (conforme
a Alcina Franch et al., 1992: 383); (e) diosa del pulque con smbolo de carne cortada a lo ancho de la parte baja de su abdomen, detalle de la Vasija Bilimek
para Pulque (tomado de Seler, 1902-1923, 2: 944); (f) guerrero sacrifcado con el pecho abierto (conforme a Umberger, 1981: fg. 152c).
a
b
c
d
e
f
MAYAARCHAEOLOGY 6 7
discos sobre bandas ondulantes, que aluden a algn lquido
(ver Caso, 1927: fg. 2; Gutirrez Solana, 1983: fg. 77). Dada la
funcin ritual de estos tazones, el fuido al que aluden las lneas
horizontales ondulantes seguramente es sangre ofrendada en
sacrifcio.
Aunque no ostentan las lneas ondulantes que denotan
sangre, las bandas basales de los tres cuauhxicalli aztecas que
habremos de tratar aqu se referen al sacrifcio. Zachary Hruby
(2006b) seala que el borde superior de la banda presenta
proyecciones curvas, lo que entre los aztecas era una convencin
que aluda a carne seccionada (Figura 3a-b). En el caso de la
famosa Piedra de Coyolxauhqui hallada en el Templo Mayor, este
borde con proyecciones curvas aparece en los cortes practicados
en la cabeza, en los miembros y en el torso de la diosa muerta
(Figura 3d). Hruby (2006b) compara la banda basal con un
motivo similar que aparece en la Vasija Bilimek para Pulque y
que en ese caso atraviesa el abdomen de la diosa esqueltica
del pulque (ver Figura 3e). En el caso de la diosa del pulque, la
banda con proyecciones curvas aparece marcada con discos de
jade, precisamente la versin que aparece en los tres cuauhxicalli
de los que nos estamos ocupando en el presente estudio. Segn
Hruby (2006b), el borde con proyecciones curvas indica que la
diosa ha sufrido un gran corte.
El motivo con proyecciones curvas que rodea la base de los
tazones cuauhxicalli alude a una herida redonda pero, de qu?
Se trata probablemente del gran agujero, lleno de sangre, que
se crea al arrancar el corazn del torso de la vctima. La parte
baja de las paredes de los tazones cuauhxicalli representan esta
herida vista de perfl. Un relieve azteca ostenta la representacin
de un guerrero sacrifcado que tiene los mismos bordes con
proyecciones curvas alrededor de la herida representada en su
pecho abierto, si bien en este caso el orifcio se represent de
perfl como una hendidura en forma de V (Figura 3f). En las
representaciones de sacrifcio por extraccin de corazn del
Cdice Borgia se utiliz la misma convencin y en este caso la
carne cortada es amarilla, lo que probablemente es una alusin
al tejido adiposo subcutneo. En la pgina 11 del Cdice Laud
puede verse un mono que sostiene una daga de pedernal para
sacrifcios y al dios esqueltico de la muerte sosteniendo un
corazn humano. Estos seres tambin son vctimas de sacrifcio
y sus corazones aparecen surgiendo de heridas amarillas con
proyecciones curvas en la parte baja de sus pechos, lo que
probablemente represente el mismo tipo de herida por sacrifcio
que bordea los tres cuauhxicalli aztecas.
En el caso de la descripcin que aparece en el Cdice
Florentino de los ritos primaverales de Tlacaxipehualiztli, la
relacin del prisionero sacrifcado con una vasija para beber es
explcita. Antes de subir a la piedra temalacatl para someterse al
sacrifcio por lucha, al guerrero prisionero se le ofreca pulque
para que lo bebiera con una pajilla (Sahagn, 1950-1982, libro
2:52). Tras la derrota y el sacrifcio del prisionero, se colocaba una
pajilla en el pecho abierto de ste para ofrecer de beber al sol,
como si su pecho y su cuerpo fueran el recipiente para beber del
dios solar Tonatiuh (Sahagn, 1950-1982, libro 2: 53). Las vctimas
as sacrifcadas se conocan como hombres-guila, ligndoseles
tanto con el cuauhxicalli como con el sol. Sin embargo, el tazn
cuauhxicalli alude a algo ms que al pecho mutilado de la
vctima humana; se trata tambin del gran tero y la vagina de
la diosa de la tierra, un pasaje lleno de sangre relacionado tanto
con el sacrifcio como con el nacimiento (si se desea consultar
una consideracin de la relacin existente entre el sacrifcio de
sangre y el nacimiento entre los mayas del perodo Clsico, ver
Taube, 1994a). El conocido rito de encender el fuego nuevo sobre
el pecho de una vctima probablemente se relacione con este
simbolismo, haciendo que el fuego naciera en el centro simblico
del cuerpo (en relacin con los sacrifcios relacionados con las
ceremonias del fuego nuevo, consultar a Sahagn, 1950-1982,
libro 7: 25-26).
En el pensamiento religioso de los aztecas, el sacrifcio es
un acto creador relacionado estrechamente con la gnesis del
cosmos (Taube, 2004a). Adems del nacimiento del sol y de la
luna en la pira de sacrifcio de Teotihuacan, tambin existe el
desmembramiento mtico del monstruo de la tierra con el fn de
crear el cosmos (Garibay, 1979: 26, 105, 108). Segn la Histoire
du Mechique, la tierra se form a partir del cuerpo sacrifcado de
Figura 4. Fragmento de cuauhxicalli del Museo del Condado de San
Bernardino (fotografa de Karl Taube).
Tlaltecuhtli; los rboles y otras plantas son sus cabellos, la hierba
y las fores su piel y los estanques y las pequeas cuevas sus ojos
(Garibay, 1979: 108). Un episodio mtico similar aparece en la
pgina uno del Cdice Fejrvry-Mayer, que muestra el cuerpo
sangriento y desmembrado de Tezcatlipoca en las cuatro esquinas
del mundo. Pero, al igual que los dioses fueron sacrifcados para
crear el mundo, las vctimas de los sacrifcios humanos tambin
encarnaban principios csmicos. Por ejemplo, existe la creencia
generalizada de que las pieles humanas que usaban quienes
encarnaban a Xipe Ttec simbolizaban el crecimiento primaveral
que cubra la superfcie de la tierra. Adems, durante el acto de
extraccin del corazn, cuatro sacerdotes tomaban a la vctima de
las extremidades, creando as un modelo de las cuatro direcciones,
siendo el lugar central el pecho de la vctima (Taube, 2004a: 175).
En la base de los tres tazones cuauhxicalli, inmediatamente por
debajo de la marca que simboliza la carne seccionada, se halla la
imagen de Tlaltecuhtli, deidad de la tierra cuyo sexo es ambiguo
(Figura 5b). Aunque se le llama seor de la tierra, Tlaltecuhtli
tambin presenta caractersticas abiertamente femeninas,
incluyendo una falda y su adopcin de la posicin acuclillada
llamada mamazouhticac, usada para dar a luz (Nicholson, 1967:
82).

Nicholson (1967: 87) seala que la mayora de la evidencia
de que se dispone sugiere que en el Mxico Central, durante el
perodo prehispnico tardo, la tierra en general y el monstruo de
la tierra en posicin mamazouhticac en particular, generalmente
se consideraban de sexo femenino y se les representaba
llevando la vestimenta propia de las mujeres. Adems de la
falda, Tlaltecuhtli a menudo lleva el elemento dorsal llamado
citlallicue, que quiere decir las estrellas (son) su falda, objeto
de uso comn entre las diosas aztecas de la muerte y de la tierra
(Nicholson, 1967: 86). La citlallicue tpicamente comprende una
suerte de cinturn formado por crneos humanos del que penden
elementos de concha que suenan al golpearse unos con otros,
engarzados en largos cordeles trenzados. La presencia de este
elemento dorsal en las tres deidades de la tierra representadas
en los cuauhxicalli indica que Tlaltecuhtli yace sobre su espalda,
siendo el tazn la parte correspondiente al frente, el lado ventral
de su cuerpo, como si el recipiente representara la herida abierta
y el tero de la diosa de la tierra que se halla inmediatamente
bajo l.
1
En el momento climtico de la extraccin del corazn,
Figura 5. Tallas del interior y de la base del cuauhxicalli de Berln: (a)
signo solar dentro del tazn cuauhxicalli; (b) Tlaltecuhtli tallado en la
base del tazn (conforme a Alcina Franch et al., 1992: 310).
1
Varias esculturas aztecas que aparecen en posicin supina y se conocen
como Chac Mool, sostienen tazones en el centro del abdomen (Cullar,
1981: 95, 120-31). En un ejemplo, es claro que el recipiente es un cuauhxicalli,
cuyo borde est orlado de corazones humanos. La deidad que sostiene el
tazn es una forma arcaica de Tlloc y hay un segundo Tlloc que fota
en el agua en la base del monumento. Este segundo Tlloc tiene el cuerpo
de Tlaltecuhtli y adopta la posicin mamazouhticac de dar a luz (consultar
Pasztory, 1983: lminas 139-140).
a
b
MAYAARCHAEOLOGY 8 9
la vctima adoptaba la pose de Tlaltecuhtli, yaciendo sobre su
espalda, con las extremidades abiertas y un gran agujero lleno de
sangre en el centro de su abdomen.
Al percatarse de que muchas representaciones de Tlaltecuhtli
ostentan una prominente joya hecha de jade en mitad del
abdomen, Nicholson (1967: 83) sugiri que sta se relacionaba
tanto con el corazn como con el centro del mundo. Nicholson
(1954, 1967) observ que una escultura azteca fragmentaria,
hallada cerca de la esquina surponiente del Zcalo de la Ciudad
de Mxico, es una representacin explcita de Tezcatlipoca
naciendo de esta joya central que ostenta Tlaltecuhtli. Nicholson
(1954: 170) compar este monumento con la representacin
de una diosa que aparece en la pgina 31 del Cdice Borgia,
que se muestra asimismo en la posicin mamazouhticac de las
parturientas, con un diminuto ser demonaco que emerge con
un chorro de sangre de un disco de jade localizado en el centro
del torso. Nicholson (1967: 83, fgs. 10-11) not posteriormente
que en la misma pgina tambin aparece otra diosa en la misma
posicin y dando a luz, pero no por el disco de jade, sino por
su corazn expuesto. No est clara la diferencia que hay entre
el corazn y el ombligo de la tierra, aunque la designacin
del corazn podra ser una alusin al centro del inframundo,
dado que Tepeyollotl o Corazn de la Montaa, era un ser-
jaguar habitante de las cuevas y del inframundo. En el caso de
Tepeyollotl, el corazn se relaciona explcitamente tanto con el
interior oscuro del cuerpo humano como de la tierra. Es posible
que el corazn y el ombligo de la tierra correspondieran a los
centros de dos mbitos diferentes: el inframundo y la superfcie
de la tierra. Para extraer el corazn, el cuchillo se introduca bajo
el esternn, presionando luego con la hoja hacia el interior de
la cavidad torcica. As, en tanto que el corazn de la tierra
podra aludir a la oscura regin interior original en la que se
ubica el corazn, el ombligo de la tierra podra referirse al sitio
por el que el corazn se extraa y, por extensin, a la superfcie de
la tierra.
Aunque el disco abdominal de jade de Tlaltecuhtli
claramente se relaciona con el corazn, la centralidad y el
nacimiento, tambin se relaciona con el ombligo, otra parte
del cuerpo ligada con el parto. En lugar de representrsele
en la regin del pecho, el disco de jade se encuentra muy
cerca del centro del torso, probablemente cerca del sitio por
el cual se extraa el corazn, en la regin carnosa que se
halla inmediatamente bajo las costillas y el esternn. En el
pensamiento azteca, exista el concepto del tlalxicco u ombligo
de la tierra, el eje csmico central del mundo y lugar primordial
de creacin. En tanto que Tepeyollotl o corazn de la montaa
era el dios jaguar del inframundo que resida en las cuevas,
el dios del fuego conocido como Xiuhtecuhtli o Huehuetotl
resida en tlalxicco. Un pasaje del Cdice Florentino describe este
ombligo de la tierra como lugar de residencia del dios del fuego,
as como de las nubes y el agua:
... la madre de los dioses, el padre de los dioses, que reside en
el ombligo de la tierra, en el recinto de turquesa [encerrado]
con las aguas de la preciosa cotinga, encerrado con nubes
Ueueteotl, el de Ayamictlan, Xiuhtecutli. (Sahagn, 1950-1982,
libro 6: 88-89)
En el cosmograma que aparece en la pgina uno del Cdice
Fejrvry-Mayer, el dios del fuego Xiuhtecuhtli ocupa el puesto
central, que probablemente sea una representacin de tlalxicco.
Aunque en la base de los tres cuauhxicalli slo puede verse
el lado dorsal de Tlaltecuhtli, tambin se representaron en ste
los cuatro rumbos y el centro del mundo, en este caso mediante
los cuatro crneos que aparecen en las extremidades y el crneo
mayor atado a su espalda (Figura 5b). Los cinco crneos crean el
conocido cosmograma mesoamericano en forma de quincunce,
constituido por cuatro elementos en las esquinas que enmarcan el
eje central del mundo. En este caso, el gran crneo central funge
como la versin perteneciente al inframundo del disco de jade
que aparece en el vientre de Tlaltecuhtli.
En el interior de los tazones cuauhxicalli, centrada
directamente por encima de la representacin supina de
Tlaltecuhtli, se halla la imagen de Nahui Ollin, el sol actual
y nombre calendrico del dios solar Tonatiuh (Figura 5a). El
signo solar est rodeado de cuatro rayos solares y de cuatro
signos de jade; ambos elementos aparecen comnmente en las
representaciones de discos solares del perodo Postclsico tardo.
Si bien los chalchihuitl de jade podran simplemente denotar
aquello que es precioso, tambin podran tener importancia
direccional, pues tanto entre los olmecas, como entre los mayas
del perodo Clsico y entre los aztecas solan colocarse piezas
de jade para marcar los cuatro rumbos cardinales y el centro del
mundo (Taube, 2005b). En otras palabras, de la misma forma en
que cinco crneos en la base de los tazones denotan el mbito
nocturno del inframundo, los cuatro jades marcaban el mundo
diurno del cielo y de la superfcie de la tierra. Al respecto, vale la
pena sealar que, segn los Primeros memoriales, se hacan cinco
ofrendas de incienso al sol durante la noche y cuatro durante el
da (Sahagn, 1997: 124).
Los cinco crneos que aparecen en las representaciones de
Tlaltecuhtli y los cuatro jades de los discos solares ciertamente
no son exclusivos de los tazones cuauhxicalli y aparecen a
menudo en otras imgenes del sol as como del llamado
monstruo terrestre. Lo que resulta nico en el caso de los tres
cuauhxicalli es la colocacin explcita del sol sobre Tlaltecuhtli.
Segn Umberger (1981: 119): La yuxtaposicin del amenazante
monstruo terrestre y el sol es el smbolo de la tensin csmica
a
b
entre los aztecas. Umberger (1981: 181-182) compar los tres recipientes
con una de las ms importantes y complejas esculturas aztecas: el Teocalli
de la Guerra Sagrada (ver Caso, 1927). Tallada en forma de templo, esta
escultura representa a Tlaltecuhtli yaciendo boca arriba en la plataforma
superior. Casi inmediatamente sobre esta representacin de Tlaltecuhtli, en
la regin que correspondera a la puerta del templo, puede verse un disco
solar vertical (ver Caso, 1927: fgs. 46, 64). Umberger (1981: 181-182) seala
que, al igual que en el caso de los tres cuauhxicalli, el monstruo terrestre y el
disco solar aparecen yuxtapuestos y en oposicin dinmica: el sol naciente
en contraste con la tierra que todo lo devora. Sin
embargo, Umberger (1981: 182) tambin menciona
que Tlaltecuhtli mira en direccin opuesta al sol:
No representa una amenaza directa, ya que el sol se
encuentra an en el oriente. Aunque al monstruo
terrestre se le considera por lo general un ser de gran
apetito que todo lo devora, es tambin una deidad
frtil de vida y creacin. Como lo seal Nicholson
(1971: 422), la tierra es, al mismo tiempo, el gran
tero y la tumba de toda vida El Teocalli de la
Guerra Sagrada bien podra ser una representacin de
Tlaltecuhtli pariendo al sol naciente del oriente. No
slo se halla Tlaltecuhtli en la posicin mamazouhticac
de las parturientas, sino que su cadera y su rea
genital se hallan directamente bajo el disco solar.
La relacin de Tlaltecuhtli con el nacimiento
solar se relaciona directamente con los tazones
cuauhxicalli, que son el tero y el canal de parto
simblicos del monstruo terrestre. En varios casos,
la falda de Tlaltecuhtli muestra un gran parecido
con un tazn hecho con un guaje, con una base
suavemente redondeada, si bien las faldas de
Tlaltecuhtli a menudo aparecen marcadas con huesos
cruzados y crneos, elementos que no se conocen en
el caso de los cuauhxicalli y de otros recipientes para
sacrifcio (Figura 6).
2
En el caso de la Vasija Bilimek
para Pulque, puede verse un prominente signo de
Ollin justo por encima de la cadera (Figura 6b). De
manera muy parecida a la yuxtaposicin del sol y
de Tlaltecuhtli en el Teocalli de la Guerra Sagrada,
el signo de Ollin podra aludir al nacimiento del sol,
Nahui Ollin, de la tierra. Las pginas 31 y 32 del
Cdice Borgia muestran que la cadera y el vientre del
monstruo terrestre se consideraban como un tazn.
La pgina 31 del Cdice Borgia muestra el nacimiento
de seres demonacos esquelticos paridos por diosas
acuclilladas. Ala derecha de la pgina, los recin
nacidos se arrodillan en vasijas en donde se les roca
con agua, muy probablemente en representacin
Figura 6. Representaciones de Tlaltecuhtli con faldas que parecen tazones: (a)
Tlaltecuhtli con falda marcada con un crneo y huesos cruzados; detalle de la
Estatuilla de Stuttgart (conforme a Alcina Franch et al., 1992: 305); (b) Tlaltecuhtli
con falda con crneos y huesos cruzados; detalle de la Vasija Bilimek para Pulque
(conforme a Seler, 1902-1923, 2: 951).
2
Zachary Hruby (2006b) not, de manera independiente, la
similitud entre la falda de algunas efgies de Tlaltecuhtli y los
tazones. Una escultura huasteca proveniente de Tepecintla,
Veracruz muestra a una deidad en la postura acuclillada de
dar a luz y sus caderas se asemejan mucho a un tazn. Si
bien este ser ostenta varios atributos claramente asociados
con Quetzalcatl, Alcina Franch sugiere que tambin podra
tratarse de un antecedente de las efgies del Tlaltecuhtli de los
aztecas (Alcina Franch et al., 1992: 128).
MAYAARCHAEOLOGY 10 11
libro 2: 48). En el relato de Tlacaxipehualiztli, que es breve en
espaol, el corazn de la vctima se colocaba en un tazn hecho
con un guaje, conocido como xcara (Sahagn, 1950-1982, libro
2: 3). Sin embargo, en el texto nhuatl, que es ms detallado, el
recipiente se describe como un tazn hecho con un guaje verde
(xicalli), cuyo borde est orlado de plumas (Sahagn, 1950-1982,
libro 2: 54). Fray Bartolom de las Casas (1967, 2: 188) tambin
menciona que el corazn del sacrifcado se colocaba en un plato
hecho con un guaje y complejamente pintado (una escudilla
hecha de calabaza muy pintada) y que dichos recipientes se
conocan como xcaras.
Dado que slo se conocen tres ejemplos de tazones
cuauhxicalli hechos de piedra, es poco probable que estos
artculos se utilizaran comnmente en los ritos de extraccin de
corazn. Ms bien, es probable que se trate de rplicas imperiales
para la lite de recipientes para sacrifcio hechos con guajes,
como los usados en los ritos primaverales de Tlacaxipehualiztli.
Siendo objetos relativamente pequeos, pues todos son menores
a los 24 centmetros de dimetro, los tres cuauhxicalli son
aproximadamente del tamao de los tazones hechos con guajes
y, al igual que los recipientes hechos con guajes verdes, bien
se les pudo utilizar ritualmente para dar de beber sangre a los
dioses. La pgina 20 del Cdice Borgia muestra a la diosa del
agua Chalchiuhtlicue sosteniendo un tazn que contiene un
corazn y sangre humanos (Figura 7e). El tazn es redondeado y
sencillo y carece de patas, por lo que bien podra tratarse de un
xicalli. Ms adelante, se sealar que la aparicin de la diosa del
agua sosteniendo el tazn para sacrifcios no slo es congruente
con el simbolismo primaveral de Tlacaxipehualiztli, sino con los
tazones para sacrifcio de los huicholes contemporneos.
Recipientes rituales hechos con guajes de los huicholes y los
coras
Siendo grupos lingsticamente prximos a los antiguos aztecas,
los huicholes y los coras de Jalisco y Nayarit comparten muchas
del rito de bautismo registrado tanto en el caso de los aztecas
como en el de los mayas (ver Taube, 1994a: 664). En escenas de
bautismo representadas en el Cdice Mendoza y en el Cdice
Florentino, pueden verse grandes tinas para bao asociadas con
los infantes. En la escena representada en el Cdice Borgia, las
pilas bautismales tienen la forma de crneos, con sus bordes
marcados por las bandas rojas y amarillas que denotan carne
seccionada. De hecho, en el caso de la pila ms grande y ms
compleja, el borde amarillo presente proyecciones curvas, lo que
lo marca claramente como una herida (Figura 7a). Como ya se
ha mencionado, signos similares, que denotan carne seccionada,
rodean por completo los tazones cuauhxicalli aztecas (Figura 3a-
b).
En la pgina 32, que es la pgina siguiente en el Cdice
Borgia, puede verse una pila-crneo muy similar, que contiene
cuchillos de pedernal para sacrifcio; esta pila forma la cadera
de un personaje sentado en la posicin mamazouhticac de las
parturientas (Figura 7b). En el caso de este personaje del Cdice
Borgia, la cadera y la falda claramente constituyen un gran
tazn orlado de cuchillos para sacrifcio. Cuatro Tezcatlipocas
infantiles emergen de los cuchillos de pedernal esqueletizados
representados en las extremidades del personaje. Cada una de
estos Tezcatlipocas tiene un color distinto, lo que denota un
simbolismo direccional, como ya se seal en el caso de los
cinco crneos que aparecen en las representaciones del cuerpo
de Tlaltecuhtli. Un quinto Tezcatlipoca, de color negro, emerge
de los dos cuchillos que fungen como cabeza del personaje
acuclillado, en tanto que Quetzalcatl desciende desde un
cuchillo ubicado en el centro del cuerpo. Quetzalcatl tambin
aparece en la base de la pgina 32 del Cdice Borgia, fanqueado
por otro par de cuchillos para sacrifcio y emergiendo de una
herida hecha en el vientre de una diosa esqueltica marcada con
signos de pedernal (Figura 7c). Marcada con las proyecciones
curvas y amarillas que denotan carne seccionada, est claro que
la herida es un tazn, pues las representaciones de recipientes en
el Grupo Borgia a menudo se representan en perfles en forma
de U, como si se tratara de imgenes radiogrfcas (Figura 7d-
e). En otras palabras, esta escena corresponde estrechamente al
simbolismo sugerido para los cuauhxicalli aztecas: un recipiente
de nacimiento para sacrifcios, ubicado en el centro del abdomen
de la diosa.
3
Aunque en su importante estudio inicial de los cuauhxicalli
Seler (1902-1923, 2: 704-716) defni el trmino xicalli meramente
como un tazn, el trmino nhuatl denota que se trata
especfcamente de un tazn hecho a partir de un guaje cortado.
Segn el Cdice Florentino, el tazn para sacrifcios se llamaba
cuauhxicalco, siendo calco una palabra ms o menos cognada de
calli, que signifca casa, recipiente o recinto (Sahagn, 1950-1982,
3
El surgimiento en sacrifcio de Quetzalcatl del vientre de la diosa del
Cdice Borgia recuerda a una serie de escenas del perodo Postclsico
temprano halladas en Chichn Itz, y que muestran serpientes con cuchillos
de sacrifcio que surgen del abdomen de una diosa que se halla en posicin
supina (ver Taube, 1994b: fguras 3a-b, 4b, 25b). En uno de los ejemplos, hay
un par de serpientes con cuchillos y este autor ha sugerido que esta escena
de sacrifcio constituye una versin temprana del episodio que aparece en
la Histoire du Mechique, en el que Quetzalcatl y Tezcatlipoca se transforman
en serpientes para desmembrar a Tlaltecuhtli (Taube, 1994b: 216). La pgina
32 del Cdice Borgia muestra tanto a Tezcatlipoca como a Quetzalcatl
fanqueados por pares de cuchillos de pedernal y es probable que esta
pgina tenga que ver con la creacin del mundo mediante el sacrifcio de la
diosa de la tierra, que aparece pintada con las tiras rojas que identifcan a los
cautivos destinados al sacrifcio.
a
b
d
Figura 7. Recipientes de nacimiento y sacrifcio
representados en el Cdice Borgia: (a) escena de probable
bautismo con infante demonaco en recipiente de crneo;
detalle de la p. 31 del Cdice Borgia; (b) Quetzalcatl y cinco
Tezcatlipocas que nacen de cuchillos de pedernal sobre
personaje acuclillado; detalle de la p. 32 del Cdice Borgia
ntese la cadera en forma de recipiente de crneo que
contiene cuchillos de sacrifcio; (c) Quetzalcatl emergiendo
de la parte media de diosa; detalle de la p. 32 del Cdice
Borgiacomparar el perfl del orifcio con los tazones en d-e;
(d) recipiente de ofrendas que contiene animal sacrifcado;
detalle de la p. 22 del Cdice Fejrvry-Mayer; (e) tazn
que contiene corazn y sangre, sostenido por la diosa
Chalchiuhtlicue; detalle de la p. 20 del Cdice Borgia.
c
e
MAYAARCHAEOLOGY 12 13
caractersticas religiosas que se prestan a comparacin con las
tradiciones del Mxico central del perodo Postclsico tardo
(Seler, 1902-1923, 3: 355-391; Preuss, 1998a, 1998b). Por ejemplo,
entre los huicholes el nombre sagrado del sol es Werika o
guila y, segn los mitos huicholes, el dios solar fue creado
mediante la inmolacin en sacrifcio de un joven, lo que resulta
un episodio impresionantemente similar al sacrifcio en el fuego
de Nanahuatzin y el nacimiento del sol en Teotihuacan (Negrn,
1975: 50-52; Schaefer y Furst, 1996: 13-14; Seler, 1902-1923, 3: 372).
Entre los coras, el sol tambin se identifca con el guila (Preuss,
1998a: 411). Adems, tanto los coras como los huicholes utilizan
tazones hechos con guajes decorados para hacer ofrendas de
sangre, y buena parte del simbolismo hallado en estos recipientes
rituales es muy similar al sealado en el caso de los cuauhxicalli
aztecas.
En el curso de una entrada militar a territorio cora en 1722,
los espaoles confscaron varios artculos sagrados, incluyendo
una momia en bulto y un tazn de piedra que ostentaba la
talla de una imagen del sol; ambos objetos fueron enviados
a la Ciudad de Mxico (Seler, 1902-1923, 3: 355). Segn un
relato de 1722, se sacrifcaba a un nio cada mes al recipiente
sagrado (Seler, 1902-1923, 3: 355, 364). Segn seala Seler
(1902-1923, 3: 364), este tazn solar seguramente era un tazn
similar a los cuauhxicalli conocidos entre los aztecas. Entre los
coras contemporneos, los tazones hechos con guajes tambin
se utilizan para hacer ofrendas de sacrifcio. En un detallado
estudio de estos tazones rituales, Konrad Preuss (1911; si se
quiere consultar una traduccin al espaol, ver Preuss, 1998a)
los compar con los cuauhxicalli aztecas. Aunque Preuss (1998a)
seal que estos recipientes tienen varias funciones rituales y no
se utilizan de manera exclusiva para hacer ofrendas de sangre,
su iconografa y simbolismo se asemejan a los cuauhxicalli que
hemos mencionado y que analiz Seler. Preuss no slo registr
los complejos diseos del interior de dos tazones rituales coras,
sino que pudo consultar con informantes coras en relacin
con su signifcado simblico. Segn el pensamiento cora, los
tazones sagrados hechos con guajes son rplicas tanto del patio
ceremonial con su fuego central como de todo el mundo (Preuss,
1998a: 408).
4
La jcara sagrada colocada en el altar elevado de
los coras contiene simblicamente a todo el universo de las seis
direcciones y representa a la tierra en espera de la lluvia (Preuss,
1998a: 319-320).
Uno de los tazones coras ilustrados contiene un diseo
acusadamente cuatripartita en su interior, en el que cuatro lneas
denotan los cuatro rumbos del mundo y, en la parte central, el
centro del universo en el que vive nuestro padre el sol (Preuss,
1998a: 408, traduccin del autor). Preuss (1998a: 408) tambin
mencion que el lugar central corresponde asimismo al fuego
central que arde en el patio ceremonial, otro smbolo solar
(Figura 8a). Segn los informantes coras, cuando se enciende el
fuego del patio el guila solar recin nacida aparece en las llamas
del hogar (Preuss, 1998a: 411). Esta creencia recuerda al relato
azteca de la creacin solar, en el que el guila emerge de la pira
del sacrifcio en Teotihuacan.
El segundo diseo de tazn hecho de guaje, que es ms
complejo, tambin representa al mundo; muestra una cruz
que representa los rumbos cardinales, y los cuatro elementos
bifurcados en los puntos intercardinales denotan las fores de los
dioses direccionales (Figura 8b). Segn Matas Canare, uno de los
informantes coras, la regin central la ocupa nuestra madre, la
diosa de la tierra y de la luna (Preuss, 1998a: 410). Preuss (1998a:
411) seal que tanto el fuego solar como el simbolismo terrestre
hallado en los recipientes coras corresponde estrechamente
con las creencias religiosas aztecas, incluyendo la antigua
concepcin del fogn central o tlalxicco. Adems, Preuss (1998a:
412-415) compar los diseos radiales de los tazones coras con
el signo solar Nahui Ollin tallado en el interior de los recipientes
cuauhxicalli de los aztecas.
Los tazones rituales hechos con guajes, que a menudo
llevan diseos complejos hechos con cuentas en su interior, son
un componente prominente de las prcticas religiosas de los
huicholes. De hecho, los individuos nombrados para detentar
puestos con duracin de cinco aos en los templos tuki se
conocen como jicareros, lo que signifca hombres de la jcara
(Kindl, 2003: 88; Neurath, 2002: 149). El tazn ritual hecho con
guajes se conoce como xukuri, trmino obviamente emparentado
con el trmino nhuatl xicalli y se utiliza comnmente para
recibir y hacer ofrendas de sangre a los dioses (Neurath, 2002:
176). Por su frecuente uso para hacer ofrendas de sangre, a los
xukuri se les ha comparado asimismo con los cuauhxicalli de los
aztecas (Kindl, 2003: 23). Como en el caso de los dos tazones
coras de que nos hemos ocupado anteriormente, los xucurite de
los huicholes suelen ostentar representaciones csmicas y del
centro del mundo en su interior. Varios de los tazones rituales
hechos con guajes que registraron Lumholtz (1900: fg. 214)
y Kindl (2003: 192-197) ostentan cuatro elementos redondos
espaciados de manera regular en su interior, as como un quinto
elemento en el centro: la representacin de los cinco rumbos
sagrados de los huicholes; es decir, los cuatro puntos cardinales y
el centro del mundo. Kindl (2003: 208) seala que el simbolismo
4
Christopher Beekman (2003) seala que la relacin entre los grupos de
patio y la cosmologa, incluyendo el concepto de los cuatro rumbos del
mundo y su centro, goza de gran antigedad en el occidente de Mxico y
puede documentarse tanto en los sitios de guachimontn, en Jalisco, como
en representaciones hechas en esculturas funerarias de cermica del perodo
Protoclsico.
Figura 8. Recipientes coras de guaje para ofrenda y su iconografa: (a) interior del tazn con los cuatro rumbos y disco central que representa al sol
(conforme a Preuss, 1998a: fg. 24.3a); (b) interior de tazn con representacin del mundo y sus cuatro rumbos y diosa de la tierra y de la luna en el
centro (conforme a Preuss, 1998a: fg. 24.3b).
a
b
de las cinco direcciones y el cosmos tambin se usa en copias de
los tazones sagrados fabricados para su venta comercial a gente
de fuera de la comunidad (Figura 9).
Los tazones huicholes se identifcan de manera particular
con las diosas de la tierra y del agua que corresponden a la
mitad del ao en que llueve y que abarca aproximadamente los
meses de Mayo a Octubre. En los mitos huicholes, la lluvia fue
creada cuando el agua de los ocanos subi a las nubes y luego
cay en tazones hechos con guajes que pertenecan a las diosas
del agua, que vivan en cuevas (Zingg, 1938: 325). Puesto que se
trata de tazones llenos de agua o sangre nutriente, los xukurite se
identifcan estrechamente con las mujeres. Las esposas fabrican
los tazones sagrados, hechos con guajes, para los jicareros de
los templos, replicando as el papel de la vieja diosa Abuela del
Crecimiento en la creacin del mundo (Kindl, 2003: 88). Segn
Johannes Neurath, la jcara es un smbolo tanto de las mujeres
como de la tierra (Neurath, 2002: 176, traduccin del autor).
Neurath (2002: 177) seala que los tazones de guaje son vaginas
sobrenaturales de las que nace la vida. Adems, Neurath (2002:
147) seala que los tazones rituales hechos de guaje pueden ser
smbolos del mundo, concepto que tambin se ha sealado en el
caso de los cuauhxicalli aztecas y de los tazones coras para hacer
ofrendas.
Segn el pensamiento huichol, a la tierra se le considera
simblicamente como un vientre femenino preado que en todo
momento contiene y produce vida. Un notable mito huichol,
relatado por el artista y chamn huichol Jos Benito Snchez,
describe la creacin de la tierra a partir del tero-guaje de
la diosa de la tierra, Tati Yurinaka, Nuestra Madre, la tierra
Hmeda (Negrn, 1975: 82-85). Kauyumari, un personaje cultural
paradigmtico afcionado a hacer trucos y bromas, fue el primero
en pedir a la diosa de la tierra que se transformara en un tazn
de guaje capaz de convertirse en el tero del mundo. Al entrar
a su tero, Kauyumari mgicamente le hizo crecer el vientre:
Es su energa la que expande el vientre de Nuestra Madre,
la Tierra Hmeda para convertirla en el mundo; su tero es
como un tazn de plegarias hecho con un guaje. En la pintura,
hecha por Benito Snchez con hilos de colores que acompaa al
relato, el tero-tierra-xukuri se representa como un crculo con
cuatro cuadrantes y un disco en el centro que contiene plantas
alimenticias silvestres (Figura 10). Tambin aparecen cuatro
guilas direccionales que descienden de las esquinas y toda la
composicin resulta muy similar a la pgina uno del Cdice
Fejrvry-Mayer, que muestra el centro del mundo y los cuatro
MAYAARCHAEOLOGY 14 15
Figura 9. Xukuri huichol con cuentas, hecho para su venta a turistas. Ntese la colocacin cuatripartita de las mariposas. Fotografa de Karl Taube.
Figura 10. Pintura huichola de hilos, hecha por Jos Benito Snchez, que muestra el tero de guaje de Nuestra Madre, la Tierra Hmeda.
Ntense las cinco divisiones que denotan los cuatro rumbos y el centro del mundo. Imagen con derechos reservados de Jos Benito Snchez.
MAYAARCHAEOLOGY 16 17
cuadrantes, as como cuatro aves que descienden de las esquinas.
Segn el mito huichol, los dioses ancestrales crearon una gran
inundacin de sangre que llen el tero de la tierra, hacindolos
as surgir en la superfcie de la tierra (Negrn, 1975: 84). Esta
inundacin de sangre y el surgimiento de los dioses no slo
refeja el proceso de nacimiento humano, sino tambin evoca el
simbolismo y la iconografa del xukuri lleno de sangre, recipiente
femenino de vida y creacin.
Al igual que los tazones para ofrendas de los aztecas
y los coras, los xukuri huicholes tambin pueden ostentar
representaciones del sol en su interior. Los tazones de guaje que
se utilizan para hacer ofrendas a Tayau, dios solar, con frecuencia
contienen imgenes del sol. Lumholtz (1900: 165, fg. 215)
describi e ilustr un tazn votivo del poblado de San Andrs en
el que apareca una imagen central del sol, en la guisa de una for.
En el caso de un tazn solar reciente, documentado por Kindl
(2003: 93, fg. 24), una moneda pegada en su interior muestra
una imagen explcita del sol, emitiendo sus rayos solares. Resulta
ms comn hallar pegadas en el centro de los xukuri monedas
mexicanas con guilas (Berrin, 1978: n 10; Kindl, 2003: 75,
fgs. 18-19). Kindl (2003: 93, 126, 190) seala que estas guilas
simbolizan el sol. En su carcter de recipientes para sacrifcios
estrechamente relacionados con los rumbos csmicos y el centro
del mundo, la diosa de la tierra y el sol, los tazones coras y
huicholes hechos con guajes comparten mucho de su simbolismo
con los cuauhxicalli aztecas.
El Signo Cuatripartita y los recipientes para ofrendas de
los mayas del perodo Clsico
En la Mesoamrica prehispnica, el uso de tazones para hacer
ofrendas de sangre, corazones y otros materiales de sacrifcio de
ninguna manera se limit a los aztecas. Como habr de sealarse,
los toltecas del perodo Postclsico temprano tambin usaban
tazones forrados con plumas de guilas como recipientes para los
corazones ofrendados en sacrifcio, como si se tratara de tazones
con alimentos como fruta o tamales (Gutirrez Solana, 1983:
101-102; Taube, 1994b: 229). Entre los mayas del perodo Clsico,
en poca an ms temprana, los recipientes para sacrifcios se
utilizaban a menudo para hacer ofrendas a dioses y ancestros.
En este caso, los recipientes eran fundamentalmente incensarios
para hacer ofrendas de fuego. Sin embargo, al igual que en
el caso de los tazones sagrados de los aztecas y de los coras
y huicholes contemporneos, los incensarios se usaban para
alimentar a seres sobrenaturales: los incensarios son los fogones
de cocina para dioses y ancestros (Taube, 1998: 446).
Un recipiente maya del perodo Clsico en particular, un
tazn que ostenta el signo solar kin, parece haber sido un tipo de
incensario especialmente importante para ponerse en contacto
con el reino sobrenatural. Este recipiente contiene tpicamente
tres elementos: un atado con una forma trifoliada en uno de
sus extremos, una concha de Spondylus y una espina de raya
en el centro (Figura 11a). Adems, el tazn suele fungir como
tocado o parte superior de una cabeza esqueltica zoomorfa,
generalmente de ave o serpiente. En el primer anlisis detallado
de este elemento, George Kubler (1969: 33-46) se refri al mismo
con el nombre de Signo Tridico, postulando que se trataba
de un smbolo del fuego, relacionado con los ritos de brasero
registrados entre los mayas yucatecos de la poca del contacto
con los europeos y los inicios del perodo colonial. Sin embargo,
Merle Greene Robertson (1974) seal que el signo solar kin que
se hallaba bajo los tres elementos mencionados era asimismo un
componente importante del objeto y, por esta razn, comenz a
referirse al objeto entero con el nombre de Signo Cuatripartita.
Posteriormente, se seal que el Signo Cuatripartita era un
recipiente de ofrendas que constitua un portal simblico
para alimentar a los dioses (Freidel et al., 1993: 216-17). En el
arte maya del perodo Clsico, existen representaciones de seres
sobrenaturales que surgen de dichos tazones (ver Coe, 1982:
91). Adems, existen representaciones que muestran al rbol
del centro del mundo surgiendo de este recipiente, lo que lo
identifca con el axis mundi (eje csmico) central.
Aunque en lo general se trata de un tazn para ofrendas,
el Signo Cuatripartita es especfcamente un brasero para hacer
ofrendas de fuego. David Stuart (1998: 389-390) ha identifcado
epigrfcamente al tazn marcado con el signo kin en los
textos que hablan de inauguraciones, usndosele para denotar
sahumado; en este contexto, con frecuencia se le representa
emitiendo humo o llamas (Figura 11b). En consideracin de una
lectura propuesta por Stephen Houston, Stuart (1998: 389-390)
sugiri que el verbo de inauguracin en cuestin ha de leerse
el-naah, sahumado de casa. Sin embargo, David Stuart (2005:
168; Stuart y Stuart, 2005) seala que la palabra el tiene otro
signifcado, cuyo signifcado puede ser alzarse o salir. As,
en tanto que el glifo maya del perodo Clsico para referirse
al poniente se lea och kin o el sol entra, el glifo para oriente
probablemente era el kin, con el signifcado de el sol se alza
(Stuart y Stuart, 2005). Ciertamente, en trminos de los ritos
de fuego los eventos de quemar y alzarse estn estrechamente
ligados, dado que la esencia de la ofrenda se eleva desde el
brasero por efecto de las corrientes de conveccin (Taube, 2003a:
431).
Adems de la lectura epigrfca el para el tazn que lleva
el signo kin, existe tambin fuerte evidencia iconogrfca de
que este recipiente es un brasero, pues en muchas escenas se
le representa con las mismas espinas que se apreciarse en los
incensarios mayas hallados arqueolgicamente;
lo que es ms, en sus representaciones, el tazn a
menudo se muestra emitiendo humo o llamas (ver
Taube, 1994b: 668-69) (Figura 11c-d). En muchos
eventos rituales, estos incensarios probablemente
se utilizaron para hacer ofrendas de copal o de
papel empapado en hule o en sangre ofrecida
en penitencia. Sin embargo, tambin es probable
que estos recipientes se utilizaran para quemar
corazones humanos, que es una prctica de sacrifcio
documentada entre los mayas yucatecos del siglo
XVI (Tozzer, 1941: 119, n. 541, 543). En varias escenas
pintadas en vasijas estilo cdice, las representaciones
de estos recipientes suelen contener un objeto
redondeado o cnico, fanqueado por lo que
probablemente eran tiras de ocote (madera resinosa)
(Figura 11d-e). Un elemento vertical con nudos de
moo y cuya parte superior aparece coronada de
plumas se proyecta por encima de la ofrenda. Resulta
sumamente sugerente que en las Estelas 11 y 14
de Piedras Negras es este mismo elemento el que
aparece saliendo del abdomen de las vctimas de
sacrifcio representadas en posicin supina (Figura
11f). En la iconografa maya del perodo Clsico
tardo existen cuchillos de pedernal para sacrifcio
con empuaduras similares, incluyendo la serie de
nudos de moo (Figura 11g). Este autor ha sugerido
que los braseros representados en las escenas de las
vasijas de estilo cdice contienen cuchillos verticales
clavados en corazones extrados en sacrifcio. En
el Mxico central del perodo Postclsico, existen
muchas representaciones de cuchillos de sacrifcio
perforando corazones humanos, lo que alude al
sacrifcio por extraccin del corazn (Taube, 1994b:
688) (Figura 11h). En tanto que se trata de tazones
marcados por signos solares kin, que contienen
corazones humanos extrados, los recipientes mayas
resultan muy similares a los tres tazones cuauhxicalli
aztecas que en su interior ostentan representaciones
de Nahui Ollin, el sol actual.
En la iconografa maya del perodo Clsico tardo,
la representacin de cuchillos de sacrifcio bien pudo
servir para especifcar el contenido de los recipientes
de ofrenda, haciendo una distincin entre corazones
y bolas de copal o de hule. Sin embargo, los cuchillos
tambin pudieron usarse para aludir a la prctica de
sacrifcio mencionada en el testimonio dado en el ao
1562 por Juan Couoh, residente yucateco de Yaxcab
a b
d
f
e
g
Figura 11. El Signo Cuatripartita, incensarios y sacrifcio por extraccin de corazn en
la epigrafa y la iconografa de los mayas del perodo Clsico: (a) Signo Cuatripartita
en glifos; Templo de las Inscripciones, Palenquentese la espina de raya fanqueada
por concha de Spondylus y bulto con elemento trifoliado sobre el signo kin; (b) glifo
verbal que signifca sahumado de casa en el Tablero 4 de Piedras Negras; (c)
incensario con tazn marcado con el signo kin, que contiene ofrenda ardiente; detalle
de vasija del perodo Clsico tardo (conforme a Kerr, 2000: 1003); (d-e) incensarios
que contiene probables corazones perforados por cuchillos de sacrifciontense
las espinas en d (tomado de Taube, 1994: fg. 8d-e); (f) vctima de sacrifcio con
corazn extrado perforado por un cuchillo; Estela 11 de Piedras Negras (tomado
de Taube, 1994a: fg. 9b); (g) cuchillo de sacrifcio con empuadura adornada con
pila de nudos de moo y el extremo adornado con plumas; detalle de vasija de
estilo Cham (conforme a Kerr, 2000: 966); (h) representacin del centro de Mxico,
del perodo Postclsico tardo, de cuchillo que perfora un corazn sobre altar de
sacrifcio; detalle de la p. 26 del Cdice Borgia.
h
c
MAYAARCHAEOLOGY 18 19
(Tozzer, 1941: 118, n. 541). Segn Couoh, el sacerdote nativo
Gaspar Chim practic dos cortes para formar una cruz sobre
la punta de un corazn humano recin extrado. El corazn
fue ofrecido ritualmente a la anciana deidad criadora conocida
como Itzamn, en tanto que la sangre del sacrifcio se junt en
una gran jcara, lo que recuerda las prcticas de sacrifcio tanto
de los aztecas como de los huicholes y coras contemporneos. En
el caso de la Estela 11 de Piedras Negras, es muy probable que la
curiosa forma de for que aparece en el pecho de la vctima sea el
corazn cortado en cruz, con el cuchillo an clavado en el centro
(Figura 11f). Existe otro ejemplo en el brasero representado en
el Altar 4 de El Cayo, que data de la poca en la que este sitio se
hallaba bajo el control de Piedras Negras (Figura 12a). En esta
escena, el cuchillo de sacrifcio penetra en un corazn cortado en
cruz en su parte superior. Entre los mayas del perodo Clsico,
el corazn (ohl) tambin se relacionaba con los conceptos de
centralidad y del axis mundi o eje csmico (Freidel et al., 1993:
215; Houston et al., 2006). El corte en cruz en la parte superior del
corazn es otra manifestacin ritual de centralidad: la creacin de
los cuatro rumbos y el centro del mundo.
En el brasero representado en el Altar 4 de El Cayo, el
corazn aparece colocado sobre atados de lea, colocados en
diagonal, lo que recuerda el glifo maya de casa de atados
cruzados del perodo Clsico, signo que alude a estructuras
relacionadas con Teotihuacan y con la historia y los ritos
dinsticos mayas del perodo Clsico temprano (Stuart, 2004:
235-239; Taube, 2004b: 273). Un complejo incensario de estilo
Tiquisate que proviene de la regin de Escuintla, Guatemala
y que actualmente forma parte de la coleccin del Banco
Industrial en Ciudad Guatemala, ostenta la representacin de
un templo con dos vasijas sobre su plataforma (Figura 12b-c).
Ambas vasijas contienen objetos esfricos, uno de ellos colocado
sobre atados en diagonal, lo que recuerda tanto al incensario
de El Cayo como al signo de los atados cruzados (Figura 12b).
Pueden verse volutas de estilo teotihuacano sobre la ofrenda,
lo que indica que sta se est quemando, como en el caso de los
Figura 12. Representaciones de tazones de ofrenda y sacrifcio provenientes
de El Cayo, Chiapas y de la costa sur de Guatemala: (a) incensario que
contiene atados de madera y probable corazn perforado por un cuchillo
de sacrifcio; Altar 4 de El Cayo (dibujo cortesa de Peter Mathews); (b-c)
par de vasijas sobre plataforma de templo; detalle de tapa de incensario del
perodo Clsico temprano, de estilo Tiquisate (conforme a Banco Industrial,
2003: n.
o
9 y fotografa cortesa de Oswaldo Chinchilla Mazariegos);
(d) probable corazn perforado por cuchillo de sacrifcio; detalle de
Monumento 1 de El Bal; (e) detalle de cuchillo para sacrifcio que blande el
personaje principal del Monumento 1 de El Bal.
a
c
b
d
e
sacrifcios rituales mayas por extraccin del corazn. Los lados
del brasero estn marcados con el signo de la cruz o quincunce
que se relaciona con el fuego y la centralidad, precisamente el
mismo elemento que aparece en las representaciones aztecas de
cuauhxicalli, incluyendo el tazn de cermica fragmentario que
ya hemos mencionado aqu, as como la escultura monumental
azteca. Como en el caso de la conocida escultura de cermica
de Huehuetotl hallada en Cerro de las Mesas, es probable
que conceptualmente hubiera cuatro de estos signos alrededor
del incensario (ver Alcina Franch et al., 1992: 116). El segundo
recipiente para ofrendas contiene un objeto esfrico coronado por
un nudo y un elemento triangular (Figura 12c). Proveniente de la
misma rea general en la que se encontr la pieza de cermica de
estilo Tiquisate, el Monumento 1 de Bilbao, que no es tan antiguo
como ella, ostenta la representacin de una escena de sacrifcio
por decapitacin y desmembramiento. Junto con cinco cabezas
cortadas y un torso sin extremidades hay un objeto cnico atado
y perforado diagonalmente por un cuchillo de sacrifcio (Figura
12d). La empuadura de esta arma es prcticamente idntica a
la del cuchillo que sostiene el personaje principal de la escena
del monumento de Bilbao (Figura 12e). Como en los ejemplos
descritos en el caso de los mayas y del centro de Mxico durante
el perodo Postclsico tardo, las formas de Tiquisate y de Bilbao
podran ser representaciones de corazones humanos extrados y
perforados con cuchillos de sacrifcio.
La colocacin de corazones en un tazn para ofrendas
marcado con el signo solar kin sugiere que en el pensamiento
maya del perodo Clsico el sol era tambin un belicoso bebedor
de sangre humana. De hecho, existe evidencia considerable
de que, como era el caso con la deidad Tonatiuh del centro de
Mxico, la deidad solar maya Kinich Ajaw era tambin una
deidad guerrera. Segn Landa, los mayas yucatecos de la poca
del contacto solan llevar a cabo danzas guerreras en honor del
dios solar durante la celebracin del Ao Nuevo del cargador
del ao oriental Muluc (Tozzer, 1941: 144). En la pgina 90d
del Cdice de Madrid puede verse un dios solar barbado que
sostiene una lanza; de manera parecida, una pintura mural
de Xelh muestra al dios solar sosteniendo una lanza y un
escudo (Figuras 13a-b). Tallada al estilo del Yucatn del perodo
Postclsico tardo, la empuadura de un cuchillo de sacrifcio
muestra a un dios solar descendente con los brazos abiertos,
como si estuviera sosteniendo el cuchillo de pedernal (Figura
13c). En las pginas de Ao Nuevo del Cdice de Dresde,
especfcamente en la pgina 26b, hay una representacin del
dios solar ante un tazn de cermica que contiene corazones de
sacrifcio que claramente es una versin maya del cuauhxicalli
azteca.
Se han identifcado formas tempranas de cuauhxicalli
Figura 13. Representaciones mayas
yucatecas del perodo Postclsico
de la deidad solar como dios de
la guerra y el sacrifcio: (a) dios
barbado y anciano que sostiene
una lanza; p. 90d del Cdice de
Madrid; (b) detalle de pintura
mural que representa a la deidad
solar con una lanza, un escudo y un
tocado de jaguar; Xelh (conforme
a Miller, 1982: lm 46); (c) dios solar
descendente en empuadura de
madera de cuchillo de pedernal
para sacrifcio (conforme a Couch,
1988: n.
o
54); (d) dios solar con
tazn para ofrendas que contiene
corazones de sacrifcados; p. 26b
del Cdice de Dresde.
d
b
c
a
MAYAARCHAEOLOGY 20 21
que contienen corazones de sacrifcio tanto en Tula como en
Chichn Itz; estos ejemplos datan del perodo Postclsico
temprano (Acosta, 1957: 127, 142, 157; Gutirrez Solana, 1983:
101-102; Taube, 1994b: 229). Orlados de plumas verticales,
estos recipientes son claramente antecesores de los cuauhxicalli
aztecas (Figura 14a-c). En Chichn Itz, las representaciones de
cuauhxicalli pueden aparecer ante la imagen de un gobernante
maya entronizado y sentado en el interior de un disco solar,
personaje que identifco como antecesor inmediato de Tonatiuh,
el dios solar del centro de Mxico durante el perodo Postclsico
(Taube, 1992: 140-143, 1994b: 224-225) (Figura 14a). En una
escena, este personaje sostiene su lanzadardos ante los corazones,
y esta curiosa convencin aparece en otras escenas sobrenaturales
en las que aparecen dioses o almas de guerreros heroicos, que
sostienen lanzadardos o dardos ante cuauhxicalli (Figura 14b-c).
En estas escenas del perodo Postclsico temprano, las armas
aparentemente fungen como pajillas simblicas para beber
la sangre del sacrifcio. En una detallada escena de sacrifcio
por extraccin de corazn que aparece en el Cdice Borgia,
Tezcatlipoca sostiene su lanzadardos horizontalmente ante su
propio rostro, mientras bebe la sangre que sale a chorros de la
vctima (Figura 14d). Un lanzadardos de madera dorada que
data del perodo Postclsico tardo ostenta una representacin
del dios solar con un atlatl en la boca, que parece fotar sobre una
vctima perforada por lanzas y atada a una especie de andamio
(Figura 14e). La vctima est vestida a la guisa de Xipe Ttec y es
probable que esta escena corresponda a los eventos de sacrifcio
llevados a cabo durante el mes de Tlacaxipehualiztli, en honor
de Tonatiuh y de Xipe Ttec. Se recordar que en los ritos aztecas
de Tlacaxipehualiztli, sola colocarse una pajilla en el pecho de la
vctima para que el sol sorbiera la sangre. Con su orla de plumas,
los cuauhxicalli aztecas y los del perodo Postclsico temprano
evocan fores con todos sus ptalos, y sospecho que las pajillas
y las armas utilizadas para beber sangre son una alusin a los
picos y a las proboscis de aves y mariposas, criaturas que para
los aztecas simbolizaban las almas de los guerreros que residan
en el paraso oriental del sol (ver Sahagn, 1950-1982, libro 3: 49,
6: 162). El concepto del dios solar como ave o insecto que sorbe
sangre puede documentarse entre los mayas del perodo Clsico
tardo. Una notable vasija muestra dos escenas que ilustran al
dios solar maya con una larga proboscis o pico que perfora el
elemento de nudos de moo apilados que alude al sacrifcio
Figura 14. Representaciones postclsicas de personajes
que usan armas para consumir sangre: (a) fgura solar que
sostiene un lanzadardos frente a corazones de sacrifcados;
detalle de dintel de madera del Templo Superior de los
Jaguares, Chichn Itz (tomado de Taube, 1994b: fg. 24c);
(b) representaciones de guerreros sobrenaturales que se
aproximan a un cuauhxicalli con dardo y lanzadardos en
llamas; columnas del norponiente, Chichn Itz (conforme a
Morris et al., 1931: lm. 124); (c) personajes sobrenaturales que
tocan cuauhxicalli con lanzadardos; columnas del norponiente;
Chichn Itz (conforme a Morris et al., 1931: lm. 126); (d)
Tezcatlipoca que consume sangre humana vertida en sacrifcio
con un lanzadardos ante su rostro; p. 42 del Cdice Borgia; (e)
dios solar con lanzadardos en la boca sobre vctima humana
perforada con lanzas en un andamio; detalle de lanzadardos
dorado (conforme a Alcina Franch et al., 1992: 248).
e
d
a
b
c
de sangre (Figura 15). Aunque es posible que su rostro aluda a
un colibr, es ms probable que se trate de un mosquito, criatura
bien conocida como succionadora de sangre, especialmente
durante el crepsculo y al amanecer.
Al igual que entre los mayas yucatecos del perodo
Postclsico tardo, el dios solar es un ser asociado con el
sacrifcio y la guerra en el arte maya del perodo Clsico. Una
estela recientemente reportada, que posiblemente provenga
de Chancal, en la regin de Palenque, muestra a un personaje
identifcado epigrfcamente como Seor del Sol, vestido como
el dios solar y armado con una lanza y un escudo, las mismas
armas del dios solar del perodo Postclsico tardo en Xelh (ver
Grube y Bernal, 2007). En el Cuarto 3 de Bonampak se represent
una danza para celebrar una victoria militar, en la cual pueden
verse escenas de sacrifcio humano, de perforacin del pene y de
presentacin de trofeos de guerra. En la porcin ms elevada de
la bveda de esta cmara hay rostros del dios solar que miran
la celebracin desde lo alto (Taube, 2001: 306-307). Este tema
tambin aparece en uno de los grandes bloques de la escalinata
de la Estructura 10L-16 de Copn, en donde al fundador de la
dinasta de Copn, Kinich Yak Kuk Mo, se le represent en la
guisa del dios solar, participando en una danza guerrera para
el derramamiento ritual de sangre (ver Taube, 2001: 307, 2004b:
288-290) (Figura 16a). Ubicada en el rea de Copn conocida
como Las Sepulturas, el exterior de la Estructura 66C alguna vez
ostent grandes tallas de cuchillos de pedernal y rostros del dios
solar en el interior de discos solares orlados de cascabeles. Dada
la iconografa solar y de sacrifcio, se ha considerado que esta
estructura pudo haber sido la residencia de un capitn guerrero
(Webster et al., 1998: 332). La cmara interior contena una banca
tallada en forma de banda celestial, con imgenes de seres
celestes, que inclua los aspectos oriental diurno y occidental
nocturno del dios solar. En ambos extremos de la banda celestial
hay cabezas de guila y aunque es comn que las bandas
celestiales terminen en este tipo de cabezas, tambin es probable
que sean vehculos simblicos del sol (Figura 16d). Tallado como
tapa de un sarcfago o como asiento de un trono exento, un
monumento de Tortuguero del perodo Clsico tardo muestra
en sus cuatro esquinas cabezas de guila con sendas cabezas
del dios solar en el interior del pico (Figura 16e). Una vasija
maya del perodo Clsico tardo ostenta una representacin
del dios solar con patas de jaguar y un tocado de guila, lo que
recuerda de inmediato el simbolismo solar del guila y el jaguar
entre los aztecas (Figura 16f). La Estela 1 de Ek Balam es una
representacin del gobernante Ukit Kan Lek Tok en apoteosis
en la guisa del dios solar en el interior de un disco solar, armado
con una lanza de pedernal que encarna a un gran cienpis y un
escudo (Figura 16b). La fgura solar aparece sobre una banda
celeste con cabeza de guila, lo que sugiere tanto un vehculo
como un trono. Existe una escena muy similar, pintada en un
vaso del perodo Clsico tardo, que representa al dios solar
con una lanza, un hacha y un escudo, sentado de perfl como si
montara el trono de la banda celeste del guila (Figura 16c). El
individuo que se sentaba en la banca-trono celestial hallada en la
Estructura 66C de Copn probablemente se identifcaba no slo
con la guerra, sino tambin como una persona que representaba
el poder fsico y la presencia del sol.
Hemos sealado anteriormente que los cuauhxicalli de
los aztecas y los tazones de guaje de los coras y los huicholes
guardan una estrecha relacin con la mujer y con el tero
creador. Lo mismo procede en el caso de los tazones de ofrenda
mayas del perodo Clsico marcados con el signo kin. En tanto
que las diosas representadas en las escenas mayas del perodo
Clsico llevan estos objetos en la espalda, las mujeres histricas
de las cortes reales mayas tpicamente los usan como tocados
(Figura 17a-c). Ms que ser incensarios funcionales usados
en la cabeza, es probable que los tocados fungieran como
una manera de aludir a un puesto de importancia en la corte,
quizs como alimentadoras ceremoniales y conjuradoras de
dioses y de ancestros. Ciertamente, muchos relieves del perodo
Clsico tardo de Yaxchiln son representaciones de mujeres
Figura 15. Dios solar maya del perodo Clsico, representado como
bebedor de sangre; detalle de vasija del perodo Clsico tardo (conforme
a fotografa K6960 de Justin Kerr [2000: 981]).
MAYAARCHAEOLOGY 22 23
comunicndose con seres sobrenaturales mediante ofrendas
ardientes de sacrifcio (consultar Schele y Miller, 1986: 175-207).
Adems, se ha dicho que el acto de conjurar ritualmente a seres
sobrenaturales mediante ofrendas de sangre constitua una forma
simblica de nacimiento, proceso natural que slo las mujeres
pueden llevar a cabo (Taube, 1994a: 660).
Adems de las escenas de mujeres con el Signo Cuatripartita
del perodo Clsico maya, en la pgina 105 del Cdice de Madrid
aparece una diosa anciana que sostiene un tazn que contiene
dos objetos de puntas bifurcadas (Figura 17d). Estos objetos
probablemente sean corazones de sacrifcados y son sumamente
similares a los corazones ya mencionados que aparecen en el
Cdice de Dresde (ver Figura 13d). Por su borde con ptalos,
este tazn de ofrendas se parece mucho a los cuauhxicalli del
perodo Postclsico temprano de Tula y de Chichn Itz, as
como a ejemplares aztecas posteriores. Sin embargo, no se han
documentado tazones de sacrifcio forrados con plumas para el
perodo Clsico, ni en el centro de Mxico ni en el rea maya.
Adems de la generalizada identifcacin de los tazones
solares de sacrifcio con diosas y mujeres de la lite, los tazones
con el Signo Cuatripartita tambin simbolizaban un canal de
parto csmico. En la iconografa maya del perodo Clsico, los
tazones marcados con el signo kin aparecen frecuentemente
en la cadera de criaturas sobrenaturales con caractersticas de
saurio. Como lo ha sealado David Stuart (2005: 167; Stuart y
Stuart, 2005), estos recipientes fungen como vulvas simblicas
de estos seres csmicos. Una de estas criaturas es el Cocodrilo-
Venado Estrellado, que Stuart (en Stuart y Stuart, 2005) compara
con Cipactli y Tlaltecuhtli, el monstruo terrestre de la mitologa
azteca de la creacin. En sus ocasionales apariciones como
variante de cabeza del nombre del da Lamat, este ser suele
enmarcar o encarnar espacios arquitectnicos, como puertas,
plataformas y tronos (Figura 18a). Un ejemplo del perodo
Clsico temprano, inciso en una orejera de jade, se halla en la
Figura 16. Dios solar maya del perodo Clsico como dios de la
guerra con armas y guilas como tronos-vehculo: (a) Kinich
Yax Kuk Mo como dios solar en danza de vertido de sangre
de sacrifcio; Estructura 10L-16 de Copn (tomado de Taube,
2004b: fg. 13.13a); (b) Ukit Kan Lek Tok como dios solar en
apoteosis sobre banda celeste marcada con guilas; Estela 1 de
Ek Balam (conforme a dibujo de Alfonso Lacadena, en Grube et
al., 2003: fg. 55); (c) dios solar armado, sentado en banda celeste
con guilas; detalle de vasija maya del perodo Clsico tardo
(conforme a Robicsek y Hales, 1982: fg. 9b); (d) cabeza de guila
en la esquina del trono de banda celeste de la Estructura 66C de
Copn (conforme a Webster et al., 1998: fg. 11); (e) guila con
cabeza del dios solar en el pico; Monumento 8 de Tortuguero
(conforme a fotos del autor e imgenes cortesa de Stephen
Houston); (f) dios solar con patas de jaguar y tocado de guila;
detalle de vasija maya del perodo Clsico tardo (conforme a
fotografa K8075 de Justin Kerr [2000: 1015]). e
d
a
b
c
f
misma posicin acuclillada que se ha descrito para el Tlaltecuhtli
azteca (Figura 18b). Aunque muchos ejemplos de esta criatura
csmica aparecen de perfl, est claro que tienen las mismas
extremidades fexionadas y la misma posicin acuclillada del
ejemplo inciso en jade. Stuart (2005: fg. 136) seala que el
Escaln III de la Escalinata Jeroglfca 3 de Yaxchiln representa
al cocodrilo terrestre con el dios solar dentro del vientre, como si
estuviera preado (Figura 18c). El tazn de ofrenda se halla en
la regin genital del cocodrilo y es claramente el lugar de donde
habr de surgir el sol. El mismo tema aparece en el Escaln
VIII de la Escalinata Jeroglfca 2 de Yaxchiln, si bien en este
caso un jugador de pelota lleva puesto al cocodrilo terrestre
como ornamento en la espalda (Figura 18d). La colocacin
del tazn solar en el rea de la cadera del cocodrilo terrestre
es notablemente similar al simbolismo descrito en el caso del
cuauhxicalli, un simblico canal de parto para el sol.
Conclusiones
Muchos de los importantes temas simblicos presentes en
los cuauhxicalli aztecas pueden apreciarse en las vasijas para
sacrifcio de los mayas del perodo Clsico, especialmente en
el tazn de ofrendas conocido como Signo Cuatripartita. Los
cuauhxicalli aztecas de piedra son tanto objetos rituales como
representaciones detalladas de la cosmologa y las creencias
aztecas. Como receptculos de corazones humanos, los
cuauhxicalli tambin representan a Nahui Ollin, el sol actual,
as como a la superfcie de la tierra, personifcada en este caso
como la deidad Tlaltecuhtli. En tanto que el sol aparece en el
interior del tazn, la imagen de Tlaltecuhtli se tall en la base
y es probable que la colocacin de estas imgenes aluda al sol
celestial diurno, que pasa por encima de la tierra. Sin embargo,
la aparicin simultnea del sol y de Tlaltecuhtli no es meramente
una referencia a los niveles de tierra y cielo, y es probable que
Tlaltecuhtli est pariendo al sol a travs de un sacrifcio y que el
cuauhxicalli constituya su tero lleno de sangre y sus genitales.
Aunque el canal de parto natural se halla entre las piernas, el
cuauhxicalli guarda una estrecha relacin con el concepto de la
centralidad, no slo como pivote de los cuatro cuadrantes, sino
tambin como la regin central del torso humano. Los tazones
para sacrifcio de los huicholes y coras contemporneos, as
como los mayas del perodo Clsico, comparten caractersticas
simblicas de importancia con los cuauhxicalli aztecas. As como
los tres cuauhxicalli de piedra presentan imgenes del sol, los
tazones de ofrenda de los huicholes, coras y mayas del perodo
Clsico estn marcados con signos solares. Sin embargo, no
se ha documentado an tazn de ofrenda maya alguno del
perodo Clsico marcado con signos kin en su interior, ni entre
los objetos excavados arqueolgicamente, ni entre los objetos
sin proveniencia conocida. Las representaciones de ofrendas de
sacrifcio del perodo Clsico tardo sugieren que el tema del
Signo Cuatripartita podra referirse a incensarios-efgie hechos
de piedra o de cermica, que generalmente adoptan la forma de
cabezas zoomorfas esquelticas.
Al igual que los aztecas, los huicholes y los coras, los mayas
del perodo Clsico parecen haber identifcado a las guilas
con el sol. Adems, como ocurre en el caso del dios solar azteca
d
c
b
a
Figura 17. Personajes femeninos mayas y tazones para ofrenda: (a) diosa anciana Chak Chel llevando un tazn para
ofrendas con el Signo Cuatripartita en la espalda; detalle de vasija del perodo Clsico tardo, conforme a fotografa K501
de Justin Kerr (tomado de Taube 1994a: fg. 2d); (b) Seora Chab Ajaw con tocado de Signo Cuatripartita; detalle del
Dintel 14 de Yaxchiln; (c) la Seora Ik Crneo con tocado de Signo Cuatripartita; detalle del Dintel 32 de Yaxchiln; (d)
diosa anciana sosteniendo un tazn que probablemente contiene corazones; p. 105a del Cdice de Madridntese el
borde orlado de ptalos del recipiente.
MAYAARCHAEOLOGY 24 25
Tonatiuh, el dios solar maya de los perodos Clsico y Postclsico
guardaba una estrecha relacin tanto con el sacrifcio como con
la guerra. Las caractersticas compartidas a lo largo y ancho de
una amplia regin parecen sugerir que este complejo simblico
es muy antiguo. No obstante, el simbolismo y la iconografa
solar siguen siendo poco comprendidos, no slo en el caso de
los olmecas del perodo Formativo, sino an en el Teotihuacan
del perodo Clsico temprano. Resulta ciertamente concebible
que en Teotihuacan existiera un complejo solar de importancia
relacionado con la guerra y el sacrifcio, pero tambin es
probable que, por el hecho de hallarse en la parte ms oriental
de Mesoamrica, la regin maya jugara un papel especial en el
pensamiento del centro de Mxico como lugar de nacimiento
del sol en cada alba (ver Taube, 2004b, 2005a, 2009). Para los
coras y huicholes contemporneos, al igual que para los antiguos
aztecas y mayas, los tazones de ofrenda de los que nos hemos
ocupado aqu representan al mundo en trminos de las cuatro
Figura 18. Representacin maya del perodo Clsico
de seres con caractersticas de saurio y tazones
marcados con el signo kin en el rea de los genitales:
(a) Cocodrilo-Venado Estrellado sobre plataforma de
andamio; detalle de la Estela 6 de Piedras Negras
ntese el brasero invertido en la parte posterior de
la criatura (conforme a Stuart y Graham, 2003: 36);
(b) orejera incisa del perodo Clsico temprano que
muestra una representacin del Cocodrilo-Venado
Estrellado en posicin acuclilladantese tazn
para ofrendas invertido en la regin de la cadera
(conforme a Townsend, 1983: n.
o
56); (c) cocodrilo
terrestre con dios solar en el abdomen y brasero de
ave en la parte posterior; detalle del Escaln III de
la Escalinata Jeroglfca 3 de Yaxchiln (conforme a
Graham, 1982: 169); (d) cocodrilo terrestre con jaguar
en el abdomen e incensario en el rea genital; detalle
del Escaln VIII de la Escalinata Jeroglfca 2 de
Yaxchiln (conforme a Graham, 1982: 162).
b
direcciones y un axis mundi o eje csmico. Junto con el ombligo,
el corazn humano sirve como smbolo bsico del centro del
mundo en el pensamiento mesoamericano. Aunque muchas de
las asociaciones solares se relacionan con el mbito masculino
de la guerra, estos recipientes de ofrenda tambin guardan
una estrecha relacin con la tierra y con el cuerpo femenino.
Simbolizan un canal de parto o un tero, una fuerza creativa y
un lugar del que pueden emerger seres divinos. Como tazones
usados para ponerse en contacto con dioses o ancestros, se trata
de objetos poderosos, que fungen como pasajes simblicos hacia
el mundo sobrenatural.
Agradecimientos
Deseo agradecer a Stephen Houston y a Zachary Hruby por
compartir conmigo su informacin y sus interpretaciones.
Tambin deseo agradecer a Joel Skidmore y a dos lectores
annimos sus sugerencias y comentarios editoriales.
a
c
d
Acosta, Jorge R.
1957 Resumen de los informes de las exploraciones arqueolgicas en Tula,
Hidalgo, durante las IX y X temporadas, 1953-54. Anales del Instituto Nacional
de Antropologa e Historia 9:119-169.
Agrinier, Pierre
1970 Mound 20, Mirador, Chiapas, Mexico. Papers of the New World Archaeological
Foundation 28. Provo: Brigham Young University.
1975 Mounds 9 and 10 at Mirador, Chiapas, Mexico. Papers of the New World
Archaeological Foundation 39. Provo: Brigham Young University.
Alcina Franch, Jos, Miguel Len-Portilla, and Eduardo Matos Moctezuma
1992 Azteca-Mexica: Las culturas de Mxico antiguo. Barcelona: Lunwerg Editores.
Alcorn, Janis B.
1984 Huastec Mayan Ethnobotany. Austin: University of Texas Press.
Aliphat Fernndez, Mario M.
1994 Classic Maya Landscape in the Upper Usumacinta River Valley. Ph.D.
dissertation, University of Calgary.
1996 Arqueologa y paisajes del Alto Usumacinta. Arqueologa Mexicana 4(22):24-29.
Anaya Hernndez, Armando
1999 Site Interaction and Political Geography in the Upper Usumacinta Region during
the Late Classic: A GIS Approach. Ph.D. dissertation, University of Calgary.
2001 Site Interaction and Political Geography in the Upper Usumacinta Region during the
Late Classic: AGIS Approach. BARInternational Series 994. Oxford: J. and E. Hedges.
Anaya Hernndez, Armando, Stanley P. Gunter, and Marc U. Zender
2003 Sak Tzi, a Classic Maya Center: A Locational Model Based on GIS and
Epigraphy. Latin American Antiquity 14(2):179-192.
Angulo V., Jorge
1988 Estructura socio-poltica de Bonampak observada en sus caractersticas
urbano-arquitectnicas y en su asentamiento espacio-temporal. La pintura
mural prehispnica en Mxico 2(2):1-20. Mexico City: UNAM, INAH.
Aoyama, Kazuo
1995 Microwear Analysis in the Southeast Maya Lowlands: Two Case Studies at
Copn, Honduras. Latin American Antiquity 6(2):129-144.
2001 Ritos plebeyos en la Cueva Gordon n.
o
3 de Copn (Honduras) durante el
periodo Clsico: Anlisis de las microhuellas de uso sobre la ltica menor de
obsidiana. Mayab 14:5-16.
2007 Elite Artists and Craft Producers in Classic Maya Society: Lithic Evidence
from Aguateca, Guatemala. Latin American Antiquity 8(1):3-26.
Bachand, Bruce R.
2006 Preclassic Excavations at Punta de Chimino, Petn, Guatemala: Investigating
Social Emplacement on an Early Maya Landscape. Ph.D. dissertation,
Department of Anthropology, University of Arizona, Tucson.
2008 Onset of the Early Classic Period in the Southern Maya Lowlands: New
Evidence from Punta de Chimino, Guatemala. Ancient Mesoamerica, in press.
Bachand, Bruce R., Otto Romn, Jos Francisco Castaeda, and Jos Mara Anavisca
2006 Punta de Chimino: El crecimiento y transformacin de un centro
ceremonial preclsico en el Lago Petexbatn. In XIXSimposio de Investigaciones
Arqueolgicas en Guatemala, 2005, Vol. 2, edited by Juan Pedro Laporte, Brbara
Arroyo and Hctor E. Meja, pp. 827-837. Guatemala City: Museo Nacional de
Arqueologa y Etnologa.
Banco Industrial
2003 Coleccin de arte prehispnico. Guatemala City: Corporacin Banco Industrial.
Beekman, Christopher S.
2003 Agricultural Pole Rituals and Rulership in Late Formative Central Jalisco.
Ancient Mesoamerica 14(2):299-318.
Beliaev, Dmitri, and Alexandr Safronov
2004 Ake y Xukalnah: Istoria y politiceskaia geografia gosoudarstv maia
Verhnei Usumasinty. Electronic document, http://www.mesoamerica.ru/
indians/maya/ake.html, accessed August 24, 2006.
Bell, Ellen E., Robert J. Sharer, Loa P. Traxler, David W. Sedat, Christine W.
Carelli, and Lynn A. Grant
2003 Tombs and Burials in the Early Classic Acropolis at Copan. In
Understanding Early Classic Copan, edited by Ellen E. Bell, Marcello A.
Canuto, and Robert J. Sharer, pp. 131-157. Philadelphia: University of
Pennsylvania Museum.
Bentley, R. Alexander, T. Douglas Price, Jens Lning, Detlef Gronenborn,
Joachim Wahl, and Paul D. Fullagar
2002 Prehistoric Migration in Europe: Strontium Isotope Analysis of Early
Neolithic Skeletons. Current Anthropology 34:799-804.
Berrin, Kathleen, ed.
1978 Art of the Huichol Indians. New York: Harry N. Abrams.
Referencias
Maya Archaeology
MAYAARCHAEOLOGY 26 27
Beyer, Herman
1965 El llamado Calendario Azteca: Descripcin e interpretacin del
cuauhxicalli de la Casa de las guilas. El Mxico Antiguo 10:134-256.
Bir, Pter
2004 Sak Tzi in the Classic Period Hieroglyphic Inscriptions. Mesoweb: www.
mesoweb.com/articles/biro/SakTzi.pdf.
Borgatti, Stephen P.
1996 ANTHROPAC 4.0. Natick, MA: Analytic Technologies.
Brady, James E.
1989 An Investigation of Maya Ritual Cave Use with Special Reference to Naj Tunich,
Peten, Guatemala. Ph.D. dissertation, University of California, Los Angeles.
Ann Arbor, MI: University Microfilms.
Brady, James E., and Wendy Ashmore
1999 Mountains, Caves, Water: Ancient Maya Ideational Landscapes. In
Archaeologies of Landscape: Contemporary Perspectives, edited by Wendy
Ashmore and A. Bernard Knapp, pp. 124-148. Oxford: Blackwell.
Brown, Linda A.
2001 Feasting on the Periphery: The Production of Ritual Feasting and
Village Festivals at the Ceren site, El Salvador. In Feasts: Archaeological and
Ethnographic Perspectives on Food, Politics, and Power, edited by Michael
Dietler and Brian Hayden, pp. 368-390. Washington, D.C.: Smithsonian
Institution Press.
2005 Planting the Bones: Hunting Ceremonialism at Contemporary and
Nineteenth-Century Shrines in the Guatemalan Highlands. Latin American
Antiquity 16(2):131-146.
Brown, Linda A., and Kitty F. Emery
2008 Negotiations with the Animate Forest: Hunting Shrines in the
Guatemalan Highlands. Journal of Archaeological Method and Theory
15(4):300-337.
Brown, Linda A, and Lus Alberto Romero
2002 Lugares sagrados para ritos de la cacera. In XV Simposio de Investigaciones
Arqueolgicas en Guatemala, 2001, Vol. 2, edited by Juan Pedro Laporte, Hctor
Escobedo, and Brbara Arroyo, pp. 771-778. Guatemala City: Museo Nacional
de Arqueologa y Etnologa.
Buikstra, Jane E., T. Douglas Price, Lori E. Wright, and James A. Burton
2003 Tombs from the Copn Acropolis: A Life History Approach. In
Understanding Early Classic Copan, edited by Ellen E. Bell, Marcello A.
Canuto, and Robert J. Sharer, pp. 185-206. Philadelphia: University of
Pennsylvania Museum.
Cabarrs, Carlos Rafael
1998 La cosmovision qeqchi en proceso de cambio. Guatemala City: Cholsamaj.
Cabrera Castro, Rubn
1999 Las prcticas funerarias de los antiguos teotihuacanos. In Prcticas
funerarias en la Ciudad de los Dioses: Los enterramientos humanos de la antigua
Teotihuacan, edited by Linda Manzanilla and Carlos Serrano, pp. 503-539.
Mexico City: Universidad Nacional Autnoma de Mxico.
Carmack, Robert M.
1981 The Quiche Mayas of Utatln: The Evolution of a Highland Maya Kingdom.
Norman: University of Oklahoma Press.
Carlsen, Robert S.
1997 The War for the Heart and Soul of a Highland Maya Town. Austin: University
of Texas Press.
Carlsen, Robert, and Martin Prechtel
1991 The Flowering of the Dead: An Interpretation of Highland Maya Culture.
Man (26):23-42.
Caso, Alfonso
1927 El teocalli de la guerra sagrada. Mexico City: Publicaciones de la Secretara de
Educacin Pblica de la Nacin.
1958 The Aztecs: People of the Sun. Translated by Lowell Dunham. University of
Oklahoma Press, Norman.
Chapman, Ann
1985 Los hijos del copal y la candela. Mexico City: Universidad Nacional Autnoma
de Mxico.
Christenson, Allen J.
2003 Popol Vuh: The Sacred Book of the Maya. Norman: University of Oklahoma Press.
Clendinnen, Inga
1987 Ambivalent Conquests: Maya and Spaniards in Yucatn, 1517-1570. Cambridge:
Cambridge University Press.
Coe, Michael D.
1982 Old Gods and Young Heroes: The Pearlman Collection of Maya Ceramics.
Jerusalem: The Israel Museum.
Coe, William R.
1959 Piedras Negras Archaeology: Artifacts, Caches, and Burials. Museum
Monographs. Philadelphia: University Museum, University of Pennsylvania.
Cook, Garrett W.
1981 Supernaturalism, Cosmos and Cosmogony in Quichean Expressive Culture.
Ph.D. dissertation, State University of New York. Ann Arbor, MI: University
Microfilms.
2000 Renewing the Maya World: Expressive Culture in a Highlands Town. Austin:
University of Texas Press.
Cortes y Larraz, Pedro
1958[1768-1770] Descripcin geogrfico-moral de la dicesis de Goathemala.
Guatemala City: Tipografa Nacional.
Couch, N. C. Christopher
1988 Pre-Columbian Art from the Ernest Erickson Collection at the American Museum
of Natural History. New York: American Museum of Natural History.
Cullar, Alfredo
1981 Tezcatzoncatl escultorico el Chac Mool el dios mesoamericano del vino. Mexico
City: Avangrfica.
Demarest, Arthur A.
1992 Ideology in Ancient Maya Cultural Evolution: The Dynamics of Galactic
Polities. In Ideology and Pre-Columbian Civilizations, edited by Arthur A.
Demarest and Geoffrey W. Conrad, pp. 135-158. Santa Fe: School of American
Research Press.
Eliade, Mircea
1959 The Sacred and the Profane. New York: Harcourt Brace.
Emery, Kitty F.
2004 Animals fromthe Maya Underworld: Reconstructing Elite Maya Ritual at the
Cueva de los Quetzales, Guatemala. In Behavior Behind Bones: The Zooarchaeology
of Ritual, Religion, Status and Identity, edited by Sharyn Jones ODay, Wim Van
Neer, and Anton Ervynck, pp. 101-113. Oxford: Oxbow Books.
Escobedo, Hctor L., and Zachary X. Hruby
2002 El contexto y produccin del Escondite O-13-57 de Piedras Negras,
Guatemala. In XV Simposio de Investigaciones Arqueolgicas en Guatemala, 2001,
Vol. 2, edited by Juan Pedro Laporte, Hctor Escobedo, and Brbara Arroyo,
pp. 927-935. Guatemala City: Museo Nacional de Arqueologa y Etnologa.
Escobedo, Hctor L., and Marcelo Zamora
1999 PN 47: Excavaciones en la Estructura R-5. In Proyecto Arqueolgico Piedras
Negras, informe preliminar no. 3, tercera temporada, 1999, edited by Hctor L.
Escobedo and Stephen D. Houston, pp. 217-248. Report submitted to the
Instituto de Antropologa e Historia de Guatemala.
Fash, William L.
1998 Dynastic Architectural Programs: Intention and Design in Classic Maya
Buildings at Copan and Other Sites. In Function and Meaning in Classic Maya
Architecture, edited by Stephen D. Houston, pp. 223-270. Washington, D.C.:
Dumbarton Oaks.
Fash, William L., and Barbara Fash
2000 Teotihuacan and the Maya. In Mesoamericas Classic Heritage: From
Teotihuacan to the Aztecs, edited by David Carrasco, Lindsay Jones, and Scott
Sessions, pp. 433-463. Boulder: University Press of Colorado.
Faure, Gunter
1986 Principles of Isotope Geology. New York: John Wiley.
Ferrer Aguilar, Juan Antonio
2002 PlandeAyutla: Estrategia de desarrollo de la comunidad ysitio arqueolgico
localizado en la regin norte de Chiapas. Manuscript on File, Centro Regional
INAH, Tuxtla Gutirrez, Chiapas, Mexico.
Fox, James A., and John S. Justeson
1984 Polyvalence in Mayan Hieroglyphic Writing. In Phoneticism in Maya
Hieroglyphic Writing, edited by John S. Justeson and Lyle Campbell, pp.
17-76. Institute for Mesoamerican Studies, Publication 9. Albany: Institute for
Mesoamerican Studies, State University of New York.
Freidel, David A., Linda Schele, and Joy Parker
1993 Maya Cosmos: Three Thousand Years on the Shamans Path. NewYork: Morrow.
Garber, James F., David W. Driver, LaurenA. Sullivan, and David M. Glassman
1998 Bloody Bowls and Broken Pots: The Life, Death, and Rebirth of a
Maya House. In The Sowing and the Dawning: Termination, Dedication, and
Transformation in the Archaeological and Ethnographic Record of Mesoamerica,
edited by Shirley B. Mock, pp. 125-133. Albuquerque: University of New
Mexico.
Garibay K., ngel Maria
1979 Teogona e historia de los mexicanos: Tres opsculos del siglo XVI. Mexico City:
Editorial Porra.
Gillespie, Susan D.
2001 Personhood, Agency, and Mortuary Ritual: ACase Study from the Ancient
Maya. Journal of Anthropological Archaeology 20:73-112.
Graham, Ian
1982 Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions, Volume 3, Part 3: Yaxchilan. Cambridge,
MA: Peabody Museumof Archaeology and Ethnology, Harvard University.
Grollig, Francis Xavier
1959 San Miguel Acatan, Huehuetenango, Guatemala: AModern Maya Village.
Ph.D. dissertation, Dept of Anthropology, University of Indiana. Ann Arbor,
MI: University Microfilms.
Grube, Nikolai, and Guillermo Bernal
2007 Panel of Unknown Provenance in the Palenque Museum. Mexicon 29(4):90.
Grube, Nikolai, Alfonso Lacadena, and Simon Martin
2003 Notebook for the XXVIIth Maya Hieroglyphic Forum at Texas, March, 2003.
Chichen Itza and Ek Balam: Terminal Classic Inscriptions from Yucatan. University
of Texas at Austin.
Grupe, Gisela, T. Douglas Price, Peter Schrter, Frank Sllner, Clark M. Johnson,
Brian L. Beard
1997 Mobility of Bell Beaker People Revealed by Strontium Isotope Ratios of
Tooth and Bone: A Study of Southern Bavarian Skeletal Remains. Applied
Geochemistry 12:517-525.
Gutirrez Solana Rickards, Nelly
1983 Objetos ceremoniales en piedra de la cultura mexica. Mexico City: Universidad
Nacional Autnoma de Mxico.
Hodell, David A., Rhonda Quinn, Mark Brenner, and George Kamenov
2004 Spatial Variation of Strontium Isotopes (
87
Sr/
86
Sr) in the Maya Region: A
Tool for Tracking Ancient Human Migration. Journal of Archaeological Science
31:585-601.
Hofling, Charles A.
1991 Itza Maya Texts with a Grammatical Overview. Salt Lake City: University of
Utah Press.
Houston, Stephen D.
1993 Hieroglyphs and History at Dos Pilas: Dynastic Politics of the Classic Maya.
Austin: University of Texas Press.
1996 Symbolic Sweatbaths of the Maya: Architectural Meaning in the Cross
Group at Palenque, Mexico. Latin American Antiquity 7(2):132-151.
Houston, Stephen D., Hctor Escobedo, Perry Hardin, Richard Terry, David
Webster, Mark Child, Charles Golden, Kitty F. Emery, and David Stuart
1999 Between Mountains and Sea: Investigations at Piedras Negras, Guatemala,
1998. Mexicon 21:10-17.
Houston, Stephen D., David Stuart, and Karl A. Taube
2006 The Memory of Bones: Body, Being, and Experience among the Classic Maya.
Austin: University of Texas Press.
Hruby, Zachary X.
2003a Lascas pintadas escondidas: Descubrimientos nuevos en los excntricos
de Piedras Negras, Guatemala. Paper presented at the XVII Simposio
de Investigaciones Arqueolgicas en Guatemala, Museo Nacional de
Arqueologa y Etnologa, Guatemala City.
2003b Re-evaulacin de las categoras utilitarias y ceremoniales de artefactos
mayas de piedra. In XVI Simposio de Investigaciones Arqueologicas en Guatemala,
Vol 1, edited by Juan Pedro Laporte, Brbara Arroyo, Hctor L. Escobedo,
and Hctor E. Meja, pp. 513-518. Guatemala City: Museo Nacional de
Arqueologa y Etnologa.
2006a The Organization of Chipped-Stone Economies at Piedras Negras,
Guatemala. Ph.D. dissertation, Department of Anthropology, University of
California, Riverside.
2006b Quauhxicalli: The Context, Form and Meaning of an Aztec Sacrificial
Vessel. Manuscript on file, Department of Anthropology, University of
California, Riverside.
2007 Ritualized Chipped Stone Production at Piedras Negras,
Guatemala. In Rethinking Craft Specialization in Complex Societies:
Archaeological Analyses of the Social Meaning of Production, edited by
Zachary X. Hruby and Rowan K. Flad. Archeological Papers of the
American Anthropological Association 17. Arlington, VA: American
Anthropological Association.
Johnston, Kevin J.
2006 Preclassic Maya Occupation of the Itzan Escarpment, Lower Ro de la
Pasin, Petn, Guatemala. Ancient Mesoamerica 17:177-201.
Joyce, Rosemary A.
1992 Ideology in Action: Classic Maya Ritual Practice. In Ancient Images, Ancient
Thought: The Archaeology of Ideology. Proceedings of the 23rd Annual Chacmool
Conference, edited by A. Sean Goldsmith, Sandra Garvie, David Selin, and
Jeannette Smith, pp. 497-506. Calgary: Archaeological Association, University
of Calgary.
Kamal, Omar, Gene Ware, Stephen Houston, Douglas Chabries, and Richard W.
Christiansen
1999 Multispectral Image Processing for Detail Reconstruction and Enhancement
of Maya Murals from La Pasadita, Guatemala. Journal of Archaeological Science
26:1391-1407.
Kerr, Justin, ed.
2000 The Maya Vase Book: ACorpus of Rollout Photographs of Maya Vases, Volume 6.
New York: Kerr Associates.
Kindl, Olivia
2003 La jcara huichola: Un microcosmos mesoamericano. Mexico City: Instituto
Nacional de Antropologa e Historia.
Kluckhohn, Clyde
1977[1940] The Conceptual Structure in Middle American Studies. In The Maya
and Their Neighbors, edited by Clarence L. Hay, Ralph L. Linton, Samuel K.
Lothrop, Harry L. Shapiro, and George C. Vaillant, pp. 41-51. New York:
Dover Publications.
Knudson, Kelly J., and T. Douglas Price
2007 Utility of Multiple Chemical Techniques in Archaeological Residential
Mobility Studies: Case Studies from Tiwanaku- and Chiribaya-affiliated
Sites in the Andes. American Journal of Physical Anthropology 132(1):25-39.
Knudson, Kelly J., T. Douglas Price, Jane E. Buikstra, and Deborah E. Blom
2004 The Use of Strontium Isotope Analysis to Investigate Tiwanaku Migration
and Mortuary Ritual in Bolivia and Peru. Archaeometry 46(1):5-18.
Knudson, Kelly J., Tiffiny A. Tung, Kenneth C. Nystom, T. Douglas Price, and
Paul D. Fullagar
2005 The Origin of the Juchuypampa Cave Mummies: Strontium Isotope
Analysis of Archaeological Human Remains from Bolivia. Journal of
Archaeological Science 32:903-913.
Krueger, Harold W.
1985 Sr Isotopes and Sr/Ca in Bone. Paper presented at Biomineralization
Conference, Warrenton, VA.
Kubler, George
1969 Studies in Classic Maya Iconography. Memoirs of the Connecticut Academy of
Arts and Sciences 18. NewHaven: Connecticut Academy of Arts and Sciences.
La Farge, Oliver
1947 Santa Eulalia: The Religion of a Cuchumatan Indian Town. Chicago: University
of Chicago Press.
MAYAARCHAEOLOGY 28 29
La Farge, Oliver, and Douglas Byers
1931 The Year Bearers People. Middle American Research Series, Publication 3.
New Orleans: Tulane University.
Laporte, Juan Pedro, and Vilma Fialko
1990 New Perspectives on Old Problems: Dynastic References for the Early
Classic at Tikal. In Vision and Revision in Maya Studies, edited by Flora Clancy
and Peter Harrison, pp. 33-66. Albuquerque: University of New Mexico Press.
Las Casas, Fray Bartolom de
1967 Apologtica historia sumaria. Mexico City: Universidad Nacional Autnoma
de Mxico.
LeCount, Lisa J.
1999 Polychrome Pottery and Political Strategies in Late and Terminal Classic
Lowland Maya Society. Latin American Antiquity 10:239-258.
2001 Like Water for Chocolate: Feasting and Political Ritual among the Late
Classic Maya at Xunantunich, Belize. American Anthropologist 103:935-953.
Lipp, Frank J.
1991 The Mixe of Oaxaca: Religion, Ritual and Healing. Austin: University of Texas
Press.
Lopes, Lus
2006 Some Notes on Fireflies. Mesoweb: www.mesoweb.com/features/lopes/
Fireflies.pdf.
Lothrop, Samuel
1933 Atitln: An Archaeological Study of Ancient Remains on the Borders of Lake
Atitln, Guatemala. Publication 44. Washington, D.C.: Carnegie Institution of
Washington.
Lumholtz, Carl
1900 Symbolism of the Huichol Indians. Memoirs of the American Museum of
Natural History 1. New York: American Museum of Natural History
Martin, Simon, and Nikolai Grube
1995 Maya Superstates. Archaeology (6):41-46.
2000 Chronicle of the Maya Kings and Queens: Deciphering the Dynasties of the
Ancient Maya. New York: Thames and Hudson.
Martos Lpez, Luis Alberto
2005 Plan de Ayutla: Un centro poltico del Alto Usumacinta. Lakamh 14:3-
8. CONACULTA, INAH, Museo de Sitio Dr. Alberto Ruz LHuillier de
Palenque, Chiapas, Mexico.
McAnany, Patricia
1995 Living with the Ancestors: Kinship to Kingship in Ancient Maya Society. Austin:
University of Texas Press.
1998 Ancestors and the Classic Maya Built Environment. In Function and Meaning
in Classic Maya Architecture, edited by Stephen D. Houston. Washington, D.C.:
Dumbarton Oaks.
McAnany, Patricia, Rebecca Storey, and Angela K. Lockhard
1999 Mortuary Ritual and Family Polities at Formative and Early Classic Kaxob,
Belize. Ancient Mesoamerica 10:129-146.
McBryde, Felix Webster
1945 Cultural and Historical Geography of Southwest Guatemala. Washington, D.C.:
Smithsonian Institution.
Meadows, Richard
2001 Crafting Kawil: A Comparative Analysis of Ancient Maya Symbolic
Lithics from Three Sites in Northern Belize. Ph.D. dissertation, Department
of Anthropology, University of Texas at Austin.
Miller, Arthur G.
1982 On the Edge of the Sea: Mural Painting at Tancah-Tulum, Quintana Roo, Mexico.
Washington, D.C.: Dumbarton Oaks.
Miller, Mary E., and Simon Martin
2004 The Court at War. In Courtly Art of the Ancient Maya, edited by Mary E.
Miller and Simon Martin, pp. 163-197. New York: Thames and Hudson.
Mock, Shirley B., ed.
1998 The Sowing and the Dawning: Termination, Dedication, and Transformation
in the Archaeological and Ethnographic Record of Mesoamerica. Albuquerque:
University of New Mexico Press.
Montgomery, Janet, Jane A. Evans, and Tim Neighbour
2003 Sr Isotope Evidence for Population Movement within the Hebridean Norse
Community of NWScotland. Journal of the Geological Society of London 160:649-653.
Montgomery, Janet, Jane A. Evans, Dominic Powlesland, and Charlotte A.
Roberts
2005 Continuity or Colonization in Anglo-Saxon England? Isotope Evidence for
Mobility, Subsistence Practice, and Status at West Heslerton. American Journal
of Physical Anthropology 126:123-138.
Montoya Briones, Jos de Jess
1968 Magia y cacera entre los nahuas de la Sierra de Hidalgo. Boletin, Instituto
Nacional de Antropologa e Historia 34.
Morris, Earl H., Jean Charlot, and Ann Axtell Morris
1931 The Temple of the Warriors at Chichen Itz, Yucatan. Publication 406.
Washington, D.C.: Carnegie Institution of Washington.
Myerhoff, Barbara G.
1974 Peyote Hunt: The Sacred Journey of the Huichol Indians. Ithaca, NY: Cornell
University Press.
Neff Nuixa, Franoise
2001 La Lucerna y el Volcn Negro. In La montaa en el paisaje ritual, edited by
Johanna Broda, Stanislaw Iwaniszewski, and Arturo Montero, pp. 353-374.
Mexico City: CONACULTA, Instituto Nacional de Antropologa e Historia.
Negrn, Juan
1975 The Huichol Creation of the World. Sacramento, CA: E. B. Crocker Art Gallery.
Neurath, Johannes
2002 Las fiestas de la Casa Grande: Procesos rituales, cosmovisin y estructura social
en una comunidad huichola. Mexico City: Instituto Nacional de Antropologa
e Historia.
Nicholson, Henry B.
1954 The Birth of the Smoking Mirror. Archaeology 7(3):164-70.
1967 A Fragment of an Aztec Relief Carving of the Earth Monster. Journal de la
Socit des Amricanistes 56(1):81-94.
1971 Religion in Pre-Hispanic Central Mexico. In Handbook of Middle American
Indians 10, edited by Robert Wauchope, pp. 395-446. Austin: University of
Texas Press.
Pasztory, Esther
1983 Aztec Art. New York: Abrams.
Pendergast, David M.
1969 The Prehistory of Actun Balam, British Honduras. Toronto: The Royal Ontario
Museum.
1971 Excavations at Eduardo Quiroz Cave, British Honduras (Belize). Toronto: The
Royal Ontario Museum.
1974 Excavations at Actun Polbilche, Belize. Toronto: The Royal Ontario Museum.
Pohl, Mary D.
1983 Maya Ritual Faunas: Vertebrate Remains from Burials, Caches, Caves, and
Cenotes in the Maya Lowlands. In Civilization in the Ancient Americas, edited
by Richard M. Leventhal and Allen Kolata, pp. 55-103. Cambridge, MA:
University of New Mexico Press and Peabody Museum of Archaeology and
Ethnology.
Pohl, Mary D., and John M. Pohl
1983 Ancient Maya Cave Rituals. Archaeology 36:28-32, 50-51.
Preuss, Konrad Theodore
1911 Die obferblutschale de alten Mexicaner erluter nach Angaben der Cora-
Indianer. Zeitschrift fr Ethnologie 41:293-308.
1998a El recipiente de sangre sacrificial de los antiguos mexicanos segn los
planteamientos de los coras. In Fiestas, literatura y magia en el Nayarit: Ensayos
sobre coras, huicholes y mexicaneros de Konrad Theodor Preuss, edited by Jess
Juregui and Johannes Neurath, pp. 403-19. Mexico City: Instituto Nacional
Indigenista and Centro Francs de Estudios Mexicanos y Centroamericanos.
1998b La religion astral mexicana en tiempos prehispnicos y en la actualidad.
In Fiestas, literatura y magia en el Nayarit: Ensayos sobre coras, huicholes y
mexicaneros de Konrad Theodor Preuss, edited by Jess Juregui and Johannes
Neurath, pp. 317-22. Mexico City: Instituto Nacional Indigenista and Centro
Francs de Estudios Mexicanos y Centroamericanos.
Price, T. Douglas, Jennifer H. Burton, Paul D. Fullagar, Lori E. Wright, Jane E.
Buikstra, and Vera Tiesler Blos
2008 Strontium Isotopes and the Study of Human Mobility in Ancient
Mesoamerica. Latin American Antiquity 19(2):167-180.
Price, T. Douglas, Gisela Grupe, and Peter Schrter
1998 Migration in the Bell Beaker Period of Central Europe. Antiquity 72:405-411.
Price, T. Douglas, Clark M. Johnson, Joseph A. Ezzo, Jonathan E. Ericson, and
James H. Burton
1994 Residential Mobility in the Prehistoric Southwest United States: A
Preliminary Study Using Strontium Isotope Analysis. Journal of Archaeological
Science 21:315-330.
Price, T. Douglas, Linda Manzanilla, and Willam D. Middleton
2000 Immigration and the Ancient City of Teotihuacan in Mexico: AStudy Using
Strontium Isotope Ratios in Human Bones and Teeth. Journal of Archaeological
Science 27:903-913.
Rattray, Evelyn C.
2001 Teotihuacan: Ceramics, Chronology, and Cultural Trends. Mexico City and
Pittsburg: INAH and the University of Pittsburgh.
Redfield, Robert, and Alfonso Villa Rojas
1934 Chan Kom: A Maya Village. Publication 448. Washington, D.C.: Carnegie
Institution of Washington.
Reents-Budet, Dorie, Ellen E. Bell, Loa P. Traxler, and Ronald L. Bishop
2003 Early Classic Ceramic Offerings at Copan: A Comparison of the Hunal,
Margarita, and Sub-Jaguar Tombs. In Understanding Early Classic Copan,
edited by Ellen E. Bell, Marcello A. Canuto, and Robert J. Sharer, pp. 159-190.
Philadelphia: University of Pennsylvania Museum.
Robertson, Merle Greene
1974 The Quadripartite Badge ABadge of Rulership. In Primera Mesa Redonda
de Palenque, Part 1, edited by Merle Greene Robertson, pp. 77-93. Pebble
Beach: The Robert Louis Stevenson School.
Robicsek, Francis, and Donald Hales
1982 The Maya Book of the Dead: The Ceramic Codex. Charlottesville: University of
Virginia Art Museum.
Robin, Cynthia
2002 Outside of Houses: The Practices of Everyday Life at Chan Nohol, Belize.
Journal of Social Archaeology 2:245-268.
Romero Molina, Javier
1986 Catlogo de la coleccin de dientes mutilados prehispnicos, IV parte. Coleccin
Fuentes. Mexico City: Instituto Nacional de Antropologa e Historia.
Sahagn, Fray Bernardino de
1950-1982 Florentine Codex: General History of the Things of New Spain. Translated
by Arthur J. O. Anderson and Charles E. Dibble. Santa Fe: School of American
Research.
1997 Primeros memoriales. Translated by Thelma Sullivan. Norman: University
of Oklahoma Press.
Sapper, Karl
1897 Northern Central America with a Trip to the Highland of Anahuac: Travels and
Studies of the Years 1888-1895. Brunswick: F. Viewig.
Saturno, William
2006 The Dawn of Maya Gods and Kings. National Geographic 209(1):68-77.
Saturno, William, Karl Taube, and David Stuart
2005 The Murals of San Bartolo, El Petn, Guatemala, Part 1: The North Wall. Ancient
America 7. Barnardsville, NC: Center for Ancient American Studies.
Schaefer, Stacy B., and Peter T. Furst
1996 Introduction. In People of the Peyote: Huichol Indian History, Religion, and
Survival, edited by Stacy B. Schaefer and Peter T. Furst, pp. 1-25. Abuquerque:
University of New Mexico Press.
Schele, Linda
1977 Palenque: The House of the Dying Sun. In Native American Astronomy,
edited by Anthony F. Aveni, pp. 42-56. Austin: University of Texas Press.
Schele, Linda, and David Freidel
1990 A Forest of Kings: The Untold Story of the Ancient Maya. New York: Morrow.
Schele, Linda, and Peter Mathews
1998 The Code of Kings: The Language of Seven Sacred Maya Temples and Tombs. New
York: Scribner.
Schele, Linda, and Mary Ellen Miller
1986 The Blood of Kings: Dynasty and Ritual in Maya Art. New York: George
Braziller.
Schmidt, Peter
1976 Aviso de la existencia de un sitio arqueolgico importante en terrenos del
ejido Plan de Ayutla, Chiapas. Manuscript on file, Direccin de Monumentos
Prehispnicos, INAH, Mexico City.
Scholes, France V., and Eleanor B. Adams, eds.
1938 Diego Quijada, alcalde mayor de Yucatn 1561-1565. Mexico City: Editorial
Porrua.
Seler, Eduard
1902-1923 Gesammelte Abhandlungen zur Amerikanischen Sprach- und
Altertumskunde. 5 vols. Berlin: Ascher.
Sempowski, Martha Lou, and Michael W. Spence
1994 Mortuary Practices and Skeletal Remains at Teotihuacan. Salt Lake City:
University of Utah Press.
Sexton, James D., and Ignacio Bizarro Ujpn
1999 Hearth of Heaven, Hearth of Earth and Other Mayan Folktales. Washington,
D.C.: Smithsonian Institution Press.
Simmons, Scott E., and Payson Sheets
2002 Divination at Ceren: The Evidence from Structure 12. In Before the Volcano
Erupted: The Ancient Ceren Village in Central America, edited by Payson Sheets,
pp. 104-114. Austin: University of Texas Press.
Smith, A. Ledyard
1972 Excavations at Altar de Sacrificios: Architecture, Settlement, Burials, and
Caches. Papers of the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology 62(2).
Cambridge, MA: Harvard University.
Smyth, Michael P., and Daniel Rogart
2004 A Teotihuacan Presence at Chac II, Yucatan, Mexico. Ancient Mesoamerica
15:17-47.
Stuart, David
1998 Fire Enters His House: Architecture and Ritual in Classic Maya Texts.
In Function and Meaning in Classic Maya Architecture, edited by Stephen D.
Houston, pp. 373-425. Washington, D.C.: Dumbarton Oaks.
1999 Una guerra entre Yaxchiln y Piedras Negras? In Proyecto Arqueolgico
Piedras Negras, informe preliminar no. 2, segunda temporada, 1998, edited by
Hctor Escobedo and Stephen Houston, pp. 389-392. Report submitted to
the Instituto de Antropologa e Historia de Guatemala.
2000 The Arrival of Strangers: Teotihuacan and Tollan in Classic Maya
History. In Mesoamericas Classic Heritage: Teotihuacan to the Aztecs, edited by
David Carrasco, Lindsay Jones, and Scott Sessions, pp. 465-513. Boulder:
University Press of Colorado.
2004 The Beginnings of the Copan Dynasty: A Review of the Hieroglyphic and
Historical Evidence. In Understanding Early Classic Copn, edited by Ellen Bell,
Marcello Canuto, and Robert Sharer, pp. 215-47. Philadelphia: University of
Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology.
2005 The Inscriptions of Temple XIX at Palenque: ACommentary. San Francisco: Pre-
Columbian Art Research Institute.
Stuart, David, and Ian Graham
2003 Corpus of Maya Hieroglyphic Inscriptions, Volume 9, Part 1: Piedras Negras.
Cambridge, MA: Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Harvard
University.
Stuart, David, and George Stuart
2005 The Archaeology and Interpretation of the Temple of the Inscriptions
at Palenque, 1922-2005. Manuscript on file, Department of Anthropology,
University of California, Riverside.
MAYAARCHAEOLOGY 30
Taube, Karl
1992 The Major Gods of Ancient Yucatan. Studies in Pre-Columbian Art and
Archaeology 32. Washington, D.C.: Dumbarton Oaks.
1994a The Birth Vase: Natal Imagery inAncient Maya Myth and Ritual. In The Maya
Vase Book, Volume 4, edited by Justin Kerr, pp. 650-85. NewYork: Kerr Associates.
1994b The Iconography of Toltec Period Chichen Itza. In Hidden in the Hills: Maya
Archaeology of the Northwestern Yucatan Peninsula, edited by Hanns J. Prem, pp.
212-246. Acta Mesoamericana 7. Mckmhl: Verlag von Flemming.
1997 AGod Name Zip. Archaeology 50:39.
1998 The Jade Hearth: Centrality, Rulership, and the Classic Maya Temple.
In Function and Meaning in Classic Maya Architecture, edited by Stephen D.
Houston, pp. 427-478. Washington, D.C.: Dumbarton Oaks.
2001 Dance. In The Oxford Encyclopedia of Mesoamerican Cultures, edited by Davd
Carrasco, pp. 305-308. Oxford: Oxford University Press.
2003a Maws of Heaven and Hell: The Symbolism of the Centipede and Serpent
in Classic Maya Religion. In Antropologa de la eternidad: La muerte en la cultura
maya, edited by Andrs Ciudad Ruiz, Mario Humberto Ruz Sosa, and Maria
Josefa Iglesias Ponce de Len, pp. 405-442. Madrid: Sociedad Espaola de
Estudios Mayas.
2003b Ancient and Contemporary Maya Conceptions about Forest and Field.
In The Lowlands Maya Area: Three Millennia at the Human-Wildland Interface,
edited by Arturo Gmez-Pompa, Michael F. Allen, Scott L. Fedick, and Juan
J. Jimnez-Osornio, pp. 461-492. New York: Food Products Press.
2004a Aztec Religion: Creation, Sacrifice, and Renewal. In The Aztec Empire,
edited by Felipe Solis, pp. 168-177. New York: The Guggenheim Museum.
2004b The Stairway Sculptures of Structure 10L-16: Fire and the Evocation
and Resurrection of Kinich Yax Kuk Mo. In Understanding Early Classic
Copn, edited by Ellen Bell, Marcello Canuto, and Robert Sharer, pp. 265-
296. Philadelphia: University of Pennsylvania Museum of Archaeology and
Anthropology.
2005a Representaciones del paraso en el arte cermico del clsico temprano de
Escuintla, Guatemala. In Iconografa y escritura teotihuacana en la costa sur de
Guatemala y Chiapas, edited by Oswaldo Chinchilla and Brbara Arroyo. U
Tzib, Serie Reportes 1(5):33-54. Guatemala City: Asociacin Tikal.
2005bThe Symbolismof Jade inClassic MayaReligion. Ancient Mesoamerica 16(1): 23-50.
2006 Climbing Flower Mountain: Concepts of Resurrection and the Afterlife in
Ancient Teotihuacan. In Arqueologa e historia del Centro de Mxico: Homenaje
a Eduardo Matos Moctezuma, edited by Leonardo Lpez Lujn, Davd
Carrasco, and Lordes Cu, pp. 153-170. Mexico City: Instituto Nacional de
Antropologa e Historia.
2009 At Dawns Edge: Tulum, Santa Rita and Floral Symbolism of Late Postclassic
Yucatan. In Astronomers, Scribes and Priests: Intellectual Interchange Between the Maya
Lowlands and Highland Mexico in Late Postclassic Period, edited by Gabrielle Vail and
Christine Hernandez, pp. 145-191. Washington, D.C.: Dumbarton Oaks.
Tedlock, Dennis
1985 Popol Vuh: The Mayan Book of the Dawn of Life. NewYork: Simon & Schuster.
Thompson, J. Eric S.
1930 Ethnology of the Mayas of Southern and Central British Honduras.
Anthropological Series 17(2). Chicago: Field Museum of Natural History.
Townsend, Richard F.
1983 The Art of Tribes and Early Kingdoms: Selections from Chicago Collections.
Chicago: The Art Institute of Chicago.
Tovaln Ahumada, Alejandro, and Vctor Manuel Ortiz Villareal
2003 Plan de Ayutla, Ocosingo, Chiapas: Sitio arqueolgico considerado para
restauracin. Arqueologa Mexicana 10(60):8-9.
Tozzer, Alfred M.
1907 A Comparative Study of the Mayas and the Lacandones. New York: The
Macmillan Company.
1941 Landas Relacin de las Cosas de Yucatan. Papers of the Peabody Museum of
American Archaeology and Ethnology 18. Cambridge, MA: Harvard University.
Umberger, Emily
1981 Aztec Sculptures, Hieroglyphs, and History. Ph.D. dissertation, Columbia
University, New York.
Villa Rojas, Alfonso
1945 The Maya of East Central Quintana Roo. Publication 559. Washington, D.C.:
Carnegie Institution of Washington.
Wagley, Charles
1949 The Social and Religious Life of a Guatemalan Village. Memoirs 71. Washington,
D.C.: American Anthropological Association.
Ware, Gene, Stephen Houston, Mary Miller, Karl Taube, and Beatriz de la Fuente
2002 Infrared Imaging of Precolumbian Murals at Bonampak, Chiapas, Mexico.
Antiquity 76:325-326.
Webster, David, Barbara Fash, Randolph Widmer, and Scott Zeleznik
1998 The Sky-band Group: Investigation of a Classic Maya Elite Residential
Complex at Copn, Honduras. Journal of Field Archaeology 25:319-43.
Weeks, John M., ed.
2009 The Carnegie Maya II: The Carnegie Institution of Washington Current Reports,
1952-1957. Boulder: University Press of Colorado.
Weeks, John M., and Jane A. Hill, eds.
2006 The Carnegie Maya: The Carnegie Institution of Washington Maya Research
Program, 1913-1957. Boulder: University Press of Colorado.
Welsh, W. Bruce M.
1988 An Analysis of Classic Lowland Maya Burials. BAR International Series 409.
Oxford: British Archaeological Reports.
Wheatley, Paul
1971 Pivot of the Four Quarters: APreliminary Enquiry into the Origins and Character
of the Ancient Chinese City. Edinburgh: Edinburgh University Press.
Willey, Gordon R.
1990 Excavations at Seibal. General Summary and Conclusions. Memoirs of the
Peabody Museum of Archaeology and Ethnology 17(4). Cambridge, MA:
Harvard University.
Wisdom, Charles
1940 The Chorti Indians of Guatemala. Chicago: University of Chicago Press.
Wright, Lori E.
2003 La muerte y estatus econmico: Investigando el simbolismo mortuorio
y el acceso a los recursos alimenticios entre los mayas. In Antropologa de la
eternidad: La muerte en la cultura maya, edited by Andrs Ciudad Ruiz, Mario
Humberto Ruz Sosa, and Maria Josefa Iglesias Ponce de Len, pp. 175-193.
Madrid: Sociedad Espaola de Estudios Mayas.
2005a Identifying Immigrants to Tikal, Guatemala: Defining Local Variability in
Strontium Isotope Ratios of Human Tooth Enamel. Journal of Archaeological
Science 32:555-566.
2005b In Search of Yax Nuun Ayiin I: Revisiting the Tikal Projects Burial 10.
Ancient Mesoamerica 16:89-100.
2006 Diet, Health and Status among the Pasin Maya: A Reappraisal of the Collapse.
Vanderbilt Institute of Mesoamerican Archaeology Series 2. Nashville, TN:
Vanderbilt University Press.
Wright, Lori E., Juan Antonio Valds, and T. Douglas Price
2008 The Children of Kaminaljuyu: Isotopic Insight into Diet, Status and Long
Distance Interaction in Mesoamerica. Manuscript on file, Department of
Anthropology, Texas A& M University, College Station, Texas.
Yaeger, Jason
2000 The Social Construction of Communities in the Classic Maya Countryside:
Strategies of Affliation in Western Belize. In The Archaeology of Communities:
A New World Perspective, edited by Mancelo A. Canuto and Jason Yaeger, pp.
123-142. Routledge, London.
2003a Internal Complexity, Household Strategies of Affliation, and Changing
Organization of Small Communities in the Upper Belize River Valley. In
Perspectives on Ancient Maya Rural Complexity, edited by Gyles Iannone and
Samuel V. Cornell, pp. 43-58. Los Angeles: Cotsen Institute of Archaeology.
2003b Untangling the Ties that Bind: The City, the Countryside, and the Nature
of Maya Urbanism at Xunantunich, Belize. In The Social Construction of Ancient
Cities, edited by Michael L. Smith, pp. 121-155. Smithsonian Institution Press,
Washington.
Zingg, R. M.
1938 The Huichols: Primitive Artists. New York: G. Stechert.

También podría gustarte