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(CONCLUSIN)
PROVINCIA DE CCERES
A b a n d o n e m o s ya la provincia de Badajoz, para entrar
en la de Cceres, de la que hemos anticipado es ms rica
y variada en trajes, s i g u i e n d o en esto la ley general de la
i n d u m e n t a r i a de que el traje se c o n s e r v a m e j o r en las reg i o n e s fras, altas y m o n t a o s a s . E n realidad, el traje cac e r e o no tiene ms que tres tipos, y es curioso el que dos
de ellos se den al norte del partido judicial de Plasencia, a
muy poca distancia, en M o n t e h e r m o s o y Cabezavellosa. E l
tercer tipo es el del resto de la provincia, incluida la capital: pues, a u n q u e existen diferencias d i g n a s de tenerse en
cuenta, no son sino v a r i e d a d e s c o m a r c a l e s d e n t r o del mismo tipo de i n d u m e n t a r i a .
El uso del traje regional est h o y p e r d i d o ; s1o se conserva, y no llevado con todos sus detalles, en Montehermoso, y en a l g u n a s aldeas del norte de la provincia a l g n
viejo usa todava calzones. P e r o hace poco ms de un cuarto de siglo, c u a n d o mi padre o r g a n i z aquella sin par E x posicin del T r a j e R e g i o n a l , todava se vesta en Monteh e r m o s o , M a l p a r t i d a de Plasencia y Torrejoncillo, y en
otros m u c h o s pueblos q u e d a b a n vestigios suficientes para
p o d e r reconstruirlos y exhibirlos en la E x p o s i c i n con toda
propiedad.
El traje ms g e n e r a l era en el h o m b r e calzn de pao
pardo, que en los das de fiesta sustitua por el calzn azul
de r i z o ; chaleco de seda y chaqueta corta de m a n g a estrecha, que slo se p o n a n para entrar en la i g l e s i a - c o s t u m bre bastante general entre los labradores de varias regio-nes espaolas, y que en varias ocasiones les permita lucir
los recortes y aplicaciones del c h a l e c o - , botn de pao
pardo, como el calzn, que con el traje de fiesta lo sustituan por el negro. El s o m b r e r o era el clsico e x t r e m e o
de fieltro n e g r o con copa de tronco cono, ala con vuelta
hacia arriba, forrada de terciopelo, v dos borlas negras al
lado derecho, una en el ala y otra en el vrtice de la c o p a ,
p e r p e n d i c u l a r a la del b o r d e del ala.
U s a b a la mujer el ms general g u a r d a p i s o saya de la
Meseta, de p a o o b a y e t a fina amarilla o roja, con a m p l i o
vuelo sujeto en pliegues a la cintura, con una cenefa de
b o r d a d o a realce o aplicaciones recortadas de p a o de o t r o
color con d i b u j o floral, que hace p e n s a r en lo que E s t r a bn dice al hablar de las l u s i t a n a s : "Mulieres in reseis
d e g u n t ornamentis". C o m p l e t a b a el traje jubn negro con
aldetas, que p o n a d e b a j o del guardapis, a veces con escote cuadrado, d e j a n d o ver la camisa, que llegaba al cuello.
P a u e l o de talle de lana o percal. L l e v a b a la cabeza descubierta, pero para la iglesia se tocaba con mantilla negra
de pao, con borde de terciopelo y forro de seda blanco,
y en los lutos, que eran de larga duracin, negra y lisa.
Su a d o r n o era, y sigue siendo, los collares, veneras, cruces, lazos y pendientes de filigrana de oro o dorada.
CCERES
C o m e n z a n d o por la capital, por estar al sur de la provincia, y desde l u e g o al sur del Tajo, que marca una divisin natural, v e a m o s a l g u n o s detalles de los trajes regionales. Me parece de primordial inters lo que del traje
dice el ilustre cacereo don A n t o n i o H u r t a d o en la y a citada obra Las mujeres espaolas, portuguesas y america-
de Arroyo
tierras se cran cerdos, de los que se hace n los ricos e m b u tidos extremeos. S u traje ofrece a l g u n a s variantes d i g n a s
de sealarse. La principal est en el pauelo de talle femeni no.
Con el traje de vestir usaban una manteleta de tul o
batista blanca bordada, y al cuello un pequeo pauelo
de seda labrada en tonos claros. Esta manteleta es de in-
de la raigambre de este refajo en el centro de E x t r e m a d u ra, ya que no h a y en sus cercanas ningn refajo rojo
bordado en blanco, tan caracterstico de tierras murcianas. A l g u n o de Murcia pudo llegar a la provincia de Cceres y, olvidado en un arca, ha podido ser t o m a d o como
de la localidad por las jvenes de la Seccin F e m e n i n a .
que, al tratar de reconstruir el traje regional, le han copiado v bordado con algodn mercerizado blanco, de uso normal en el comercio actual, pero no en el vestir tradicional
espaol. A h o r a b i e n , en la Sierra de Gata veremos luego
un refajo con picado o sobrepuesto blanco, que es el que
ha podido dar lugar al mostrado a miss Anderson.
E n una fotografa del m a l o g r a d o investigador de todo lo
cacereo, don T o m s Martn Gil (foto 2) (con cuya prdida
han sufrido un duro golpe todos los estudios de esta provincia), una joven que viste un traje de fiesta para ir a la iglesia, con jubn de brocado, m a n t n de seda rameada, mandil
de raso negro y mantilla negra de casco, lleva falda de algodn listada blanca y marino, lo cual nos demuestra que
la verdadera s a y a tradicional de lujo, que deba vestirse
con este traje, se haba perdido totalmente, y el seor Martn Gil no tuvo ms remedio que fotografiar el traje de
fiesta con la ltima s a y a de diario, m u y de ltima hora
del traje regional, que por su sencillez y baratura, ha subido desde tierras de Badajoz, y ya en esta zona de Cceres casi no se encuentra.
VALENCIA DE ALCNTARA
En Valencia de Alcntara, el traje femenino no ofrece
variacin esencial. n i c a m e n t e merece sealarse que es de
uso frecuente el amplio mantn alfombrado. Ms d i g n a s
particularidades encontramos en el m a s c u l i n o : la chaqueta se achica y ajusta, pasando a ser chaquetilla de tipo andaluz o marsells. No pasa de la cintura y acenta el corte, bajando en pico los d e l a n t e r o s ; no tiene solapas ni
cuello: es de pao negro y va bordada de una aplica-
GUADALUPE
GARROVILLAS
E n el mismo T a j o est Garrovillas, de donde su m a l o g r a do mdico don Moiss Marcos de Sande, m u y a m a n t e de las
tradiciones, ha publicado unas notas en esta misma REVISTA
(1948, IV, 475), por las cuales vemos que su traje c o r r e s p o n de al descrito por el seor H u r t a d o para la ribera del T a j o
y que se aparta m u y poco del de la capital. Las sayas de
bayeta de tono vivo tienen b o r d a d o s de flores, o ms bien
de racimos y hojas de v i d ; el mandil visto por Marcos de
S a n d e es el de lujo, y va b o r d a d o con abalorios, no falt a n d o la f a l t r i q u e r a ; tambin van b o r d a d a s las m a n g a s
del j u b n . El pauelo es de lana estampada, bien en dib u j o de rosas naturales o d e l o s llamados de tres cenefas
o galeras. L o que s es diferente, y por cierto lo sealamos con cierta extraeza, es el calzado, de botines de
charol de p u n t a a g u d a y caa larga de lana blanca, que
asciende a media pierna, cerrados a los lados con botones
n e g r o s de ncar, con una cintilla de charol n e g r o verticalmente en m e d i o de la caa y a los lados. Con todo respeto para la m e m o r i a del culto mdico, nos resistimos a
sealar este calzado c o m o tradicional, pues no encontramos nada semejante en el calzado regional espaol, y no
nos decidimos a creer qu e en n i n g n m o m e n t o todas las
mujeres de Garrovillas h a y a n calzado de un m o d o general
estos botines. La explicacin puede ser que, al tratar de
a v e r i g u a r cmo era un traje ya en desuso, h a y a n salido
de un arcn estos botines y se les h a y a t o m a d o c o m o los
tradicionales. El mismo autor seala c o m o tradicional las
chinelas de charol n e g r o de tacn bajo y b o r d a d a s en colores, y estos zapatos b o r d a d o s c o r r e s p o n d e n perfectamente al traje de fiesta descrito por Marcos de S a n d e .
N a d a especial h a y en el traje masculino, de p a o pardo con calzn de a l z a p n o pantaln b o m b a c h o , realmente poco frecuente en esta provincia, que puede ser de
influencia maragata, y que le e n c o n t r a m o s tambin en P o zuelo, aldea situada eta el n g u l o nordeste de Coria, m u y
p r x i m a a M o n t e h e r m o s o ; lo cual n o s hace s u p o n e r que
se usa e n v a r i o s sitios. Del s o m b r e r o e x t r e m e o
h e m o s de sealar que en P o z u e l o le llaman de acoquigelados, y es e x t r a o que u n a p r e n d a que se usa en toda la
regin reciba en una localidad un n o m b r e especial, pues
no h e m o s oido que este n o m b r e se le d en otros sitios.
TORREJONCILLO
Ya en el norte del T a j o , en Coria, merece sealarse
Torrejoncillo, por ser ciudad d o n d e se han desarrollado
las industrias populares de orfebrera y tejidos. L o s telares de T o r r e j o n c i l l o han p r o d u c i d o p a o s que ya h e m o s
visto se han e m p l e a d o en varios trajes de la provincia, y
los a n t i g u o s r e g l a m e n t o s del Colegio de H u m a n i d a d e s de
Cceres o r d e n a b a n que el u n i f o r m e fuera de p a o de T o rrejoncillo. C u a n d o miss A n d e r s o n visit esta villa, le sorprendi el pintoresco aspecto de sus calles, donde las madejas de lana teidas c o l g a b a n de los balcones para su
les, p u e s con l v e m o s hasta los v e n d e d o r e s de c a c h a rros de la T i e r r a de Barros, que, al entrar el verano, hacen
su aparicin en las calles m a d r i l e a s con sus c a b a l l e r a s .
c a r g a d a s con las e s p u e r t a s de p a j a que p r o t e g e n los cac h a r r o s de b a r r o rojo. C o m p l e m e n t o del traje es la c a p a
de e n o r m e vuelo y de confeccin basta.
MONTEHERMOSO
que lucen, que no llega a la m u e c a . E s de raso o terciopelo, con un b o r d e de terciopelo l a b r a d o o liso, en el que
va b o r d a d o al m a t i z un d i b u j o n a t u r a l i s t a de flores en sedas de color ; y t a m b i n se suele a d o r n a r con a l g u n a lentejuela y p i e d r a s de colores en el centro, detalles que no hem o s e n c o n t r a d o en n i n g n o t r o traje e x t r e m e o , y que es
un e x p o n e n t e de la m a y o r riqueza s e g n c a m i n a m o s hacia
el norte, a c e r c n d o n o s a S a l a m a n c a . Se a j u s t a esta cartera
con u n o o d o s b o t o n e s de f i l i g r a n a .
P r e n d a m u y caracterstica es Ia escravina, que es u n a
e s p e c i e d e d e n g u e , p e r o m s a m p l i a ; es c o m o u n a capita que se c r u z a en el p e c h o p a r a s u j e t a r s e atrs, a la alt u r a de la cintura, con un broche de plata o cinta de lana
de colores, o, lo que es m u y caracterstico, p r e n d i d a con
un alfiler, p a r a lo que tienen un corazn recortado, n e g r o
o e n c a r n a d o , con el c o n t o r n o b o r d e a d o . La escravina es de
p a o o b a y e t a de color g u i n d a o n e g r a ; va ribeteada de
seda v e r d e y a d o r n a d a t o d o a l r e d e d o r con u n a tira de s e d a
grana fruncida y haciendo ondas.
O t r a caracterstica de las m o n t e h e r m o s i n a s es que s i e m pre, d e s d e nias, llevan la c a b e z a cubierta, teniendo, pues,
p a r a d i a r i o y p a r a el t r a b a j o la g o r r a , q u e no e x c l u y e un
p a u e l o sencillo; el p a u e l o de gala, y p a r a la iglesia, la
mantilla.
A n t e s de e m p e z a r con la descripcin del tocado, v e a m o s c m o se peinan, p u e s el p e i n a d o explica la c o l o c a c i n
del p a u e l o . Se parten el pelo, c o m o en Torrejoncillo, de
oreja a oreja ; en la parte de delante se hacen una raya en
m e d i o ; con el pelo de c a d a lado f o r m a n c o m o u n a o n d a
sobre c a d a o r e j a y d e s p u s lo retuercen, p a r a llevarlo con
t o d o lo d e m s a la coronilla, d o n d e se h a c e n el m o o , que
sujetan f u e r t e m e n t e en el centro con u n a cinta. L a diferencia con el p e i n a d o de T o r r e j o n c i l l o no est m s que en la
s u p r e s i n de los rizos laterales y que el m o o se coloca
m s alto. E s curioso el que, g e n e r a l m e n t e , se peinen u n a s
a otras en la puerta de la calle, d o n d e son m u y a f i c i o n a d a s
a h a c e r toda clase de labores.
C o m o siempre, el c o m p l e m e n t o del traje son las joyas, a las que llaman j ilus, d e r i v a d o de hilos, consistentes
en pendientes de rueda y cruz de pingallo, semejante a la
de Torrejoncillo, c o l g a n d o de unas cintas de seda amarillas, que llaman galonis, y c u y a s p u n t a s cuelgan por la espalda.
Casi no es preciso advertir que el traje regional que
hoy siguen u s a n d o no es, exactamente, el que h e m o s descrito, sino empobrecido, pues en la esclavina se s u p r i m e el
a d o r n o y aun se cambia a veces por un mantn ; el jubn
es de satn negro, y las sayas han perdido calidad y vuelo. El delantal es de percal y tan amplio, que casi envuelve la saya. A pesar de todo, c o n s e r v a n la a n t i g u a silueta.
El traje de h o m b r e (foto 5) tiene camisa de hilo g r u e s o
con cuello alto y vuelto con d e s h i l a d o s ; se cierra con pequeos botones hechos del m i s m o hilo que el bordado, y
se remata con un caladito a p u n t a de o j a l ; igual a d o r n o
presenta la pechera, que recoge el vuelo con lorzas que alternan con el calado, y el puo, que tambin recoge el
vuelo de la m a n g a en p e q u e s i m o s pliegues.
El chaleco es de pao n e g r o o pardo, igual que el traje,
y tambin lo hay de ms lujo, de terciopelo l a b r a d o o de
r a s o : pero, a u n q u e el material vare, el a d o r n o y la f o r m a
son siempre iguales. El chaleco va cruzado con doble fila
de g r a n d e s botones de muletilla de filigrana de plata o cuad r a d o s p l a n o s : tiene solapas con un b o r d a d o s e m e j a n t e al
de la cartera de la m a n g a femenina, de flores naturales en
sedas de colores, con a d o r n o de lentejuelas y cuentas de color, y tiene un p e q u e s i m o cuello de pie. La faja es negra, ancha y larga, y a veces lleva en la parte del frente un
b o r d a d o floral en sedas de colores.
L a chaqueta, de pao p a r d o o negro, tiene, igual que el
chaleco, cuello de pie y p e q u e a s solapas forradas de terciopelo ; la m a n g a es ajustada, en forma, con las b o c a m a n gas abiertas y un poco vueltas, c o m o f o r m a n d o puo. El
calzn, de igual material que la chaqueta, es m u y ajustado, lo que tambin a p r o x i m a estos trajes con los de L a g a r -
visten los m o n t e h e r m o s i n o s es ms de clase que de regin ; es decir, es un traje de aldea, c o m o el que los hombres de su misma condicin visten en otras m u c h a s regiones. Es un pantaln, no ya calzn, de pana, y una blusa,
que a veces llamamos de tratante, p o r q u e la traen m u c h o s
tratantes c u a n d o vienen a Madrid, de percal azul con canes y camisoln m u y corto y amplia m a n g a sujeta al puo,
cerrada por delante en la parte de arriba con botones. Claro que estas blusas tienen sus variantes regionales ms o
m e n o s marcadas. Se tocan con flexible negro, que ya hemos visto que los mozos lo a d o r n a n los das de fiesta con
un ramo, y a l g u n o s h o m b r e s de edad siguen llevando las
tradicionales borlas n e g r a s de seda.
De los trajes infantiles ha recogido a l g u n a s fotografas
miss A n d e r s o n ; son iguales que los de los mayores, mereciendo destacarse el d e los nios chiquitines, y especialmente el del bautizo, que consista en un c u e r p o de seda
oscura con m a n g a s anchas, recogido el vuelo en un p u o
d e t e r c i o p e l o n e g r o ; e n c i m a l l e v a b a n una a m p l i a c u b i e r ta de encaje sobre una tela de algodn blanco. P o r a b a j o
va e n v u e l t o en una mantilla, a la que llaman serenero, nombre que dan en C a n d e l a r i o (Salamanca) a una especie de
mantilla : es de p a o rojo con dibujo e s t a m p a d o en negro.
que a n t i g u a m e n t e sera de pao n e g r o sobrepuesto, rematado en b a n d a s ribeteadas con seda en tono fuerte, y casi
al borde lleva un a d o r n o de pasamanera, al que llaman
esterilla. El g o r r o es rojo, a d o r n a d o con encaje y dos rosetas de cinta roja a los lados, y arriba una pequea guirnalda de plumas y flores artificiales.
MALPARTIDA DE PLASENCIA.
LOS C H I N A T O S
sierra que
y el traje.
una pareja
de camisa
de manga larga adornada con puntilla de bolillos, que seguramente ser de Acebo, nico lugar que en esta provincia y,
ampliando ms, en toda esta regin, se hacen tradicionalmente encajes de bolillos. Las enaguas se adornaban con
deshilados y flecos. El jubn es semejante al de Montehermoso, con cartera vuelta sujeta con botones de filigrana, pero no bordada, sino simplemente de terciopelo o seda
rameada. Cubre el busto con una manteleta blanca bordada, como la de Arroyo de La Luz, pero es de tela ms tupida y bordado p e r f o r a d o ; lleva un pauelo sobrepuesto
de seda, bien rameado o con lneas formando cuadros,
como el de los maragatos. En el ltimo traje regional, esta
manteleta y pauelo han sido sustitudos por el mantn
de Manila, hecho bastante corriente, y que en r e a l i d a d
tiende a la unificacin del traje en el que podramos llamar nacional ms que regional y aun puramente local,
como estamos viendo que ha existido en Espaa.
Lleva varios guardapis de bayeta o pao, que tanto
pueden ser de color verde como castao o rojo, con unas
alforzas en la parte baja, y recogido el vuelo en pliegues
en los ms solemnes, o sujeto con unas puntadas de crucetilla en la cintura formando el lomillo en los ms sencillos, que llevan el borde y jaretn inferior forrado de amarillo; son sayas bastante largas a pesar de la proximidad
de Montehermoso. El delantal tiene una indudable influencia salmantina, y concretamente c h a r r a ; es de pao,
largo y estrecho, y casi todo l cuajado de bordado en sedas de colores, con dibujo dispuesto en bandas un poco
Renacimiento, y aun en algunas de las partes es dibujo geomtrico de traza marcadamente rabe. Este delantal lleva
en la part e baja un faralar de seda, lo que le da ms semejanza con el charro. Naturalmente, ha evolucionado suprimiendo el faralar y hacindose el dibujo del bordado ms
sencillo, y aun ha sido sustitudo por un amplio delantal
negro de satn o raso, que han llevado con el mantn de
Manila; con lo cual vemos que pueden sealarse en Malpartida dos trajes: uno ms antiguo, el verdaderamente di-
ferencial regional, con paoleta blanca y delantal estrecho de pao bordado, y otro que, como ya hemos observado, puede ser ms nacional, pues con idnticos aspectos
le encontramos en muchas localidades de Espaa como
caracterizando el traje nacional en el siglo XIX, bien avanzado.
Se compone el calzado de medias de algodn blanco tejidas a mano, con dibujo de confites ; zapatos bajos de terciopelo con alto empeine y una hebilla de plata amplia y
cuadrada, colocada muy baja, casi en la punta. Fueron luego sustitudos por zapatos abotinados de pao o terciopelo,
bordados en sedas de colores, como los de Montehermoso,
y posteriormente por zapatos del comercio.
El peinado corresponde al mismo tipo que el de Torrejoncillo y otros de esta regin ; pero en vez de tener el moo
ms reducido, aqu es el verdadero m o o de picaporte, del
que antiguamente pendan unas ricas cintas de seda de Talavera de la Reina, igual que las que colgaban de la parte de atrs de la saya desde la cintura, siendo ste otro detalle que aproxima el traje de la parte norte de Cceres con
el de sus vecinas provincias de Salamanca y Avila, que entran de pleno en la zona de las colonias y cintas colgando
por la espalda. Para la iglesia usaban la mantilla de pao
o tambin de raso, negra, con forro de seda de color vivo.
Tambin en el traje del hombre se nota la transicin del
antiguo al moderno, al que miss Anderson llama de chinato ; mas yo creo que este apelativo puede darse a todos los
trajes tpicos de Malpartida, como pertenecientes a los chinatos o naturales de esta localidad, llamados as, segn la
tradicin, porque en cierta ocasin robaron a los de Plasencia la imagen de su santo Patrn, San Juan , y cuando
los placentinos salieron en persecucin de los raptores, los
recibieron con una lluvia de piedras o chinatos, lo que les
impidi recuperar la imagen. Este mote se extendi a las
mujeres, o chinatas.
Segn observacin de mi padre, que, como es natural,
destaco preferentemente, el traje del chinato tiene en su
CABEZAVELLOSA
O t r o foco de un traje m u y caracterstico, que r e a l m e n t e
merece d e s t a c a r s e tanto c o m o el de M o n t e h e r m o s o , y q u e ,
sin e m b a r g o , ha q u e d a d o un poco en la p e n u m b r a del fondo g e n e r a l de los trajes r e g i o n a l e s cacereos, es el de C a bezavellosa, al norte de P l a s e n c i a , en u n a z o n a rica en trajes r e g i o n a l e s , q u e es la g r a n Sierra Central. E s t e traje es
e s e n c i a l m e n t e c o n o c i d o y p u e d e ser bien e s t u d i a d o g r a c i a s
al e m i n e n t e m u s i c l o g o de estas tierras s e o r G a r c a M a tos, que y a de mozo, e n a m o r a d o de las bellezas de su pas,
o r g a n i z g r u p o s de baile y danza, a los que hizo vestir
con la p r o p i e d a d necesaria p a r a satisfacer al m s e x i g e n t e
etnlogo.
El o b s e r v a d o r espritu de m i s s A n d e r s o n , a u n q u e no
destaca este traje en captulo i n d e p e n d i e n t e , se o c u p a de
l con la debida e x t e n s i n ; y respecto al del h o m b r e dice
q u e "es c o m o un p a v o real c o m p a r a d o con un c u e r v o " .
sayas. Es de p a o rojo, r e m a t a d o todo alrededor con onditas, bien hechas en el m i s m o pao o en una tira negra que
b o r d e a el manteo, a los que llaman picadillos. U n o s cuatro
dedos ms a d e n t r o del borde se a d o r n a con un galn, que
puede ser de oro, plata, seda, o una tira de p a o negro,
s e g n el m a y o r o m e n o r lujo del m a n t e o ; luego lleva aplicaciones de p a o recortado y algo de b o r d a d o en sedas de
color, hilo de oro y lentejuelas. A l g u n o s tienen las dos
e s q u i n a s i g u a l e s ; en otros, la que m o n t a es ms lujosa,
con un bcaro y pjaros. El delantal de seda, azul o negro,
va a d o r n a d o con g a l o n e s y encajes.
Calza medias de algodn blanco, tejidas a mano, haciendo calados, y zapatos de terciopelo negro, b o r d a d o s en
sedas de colores, o de ternera abotinados.
H a c e n el m o o de esterilla de unos doce ramales, atad o a la coronilla y a d o r n a d o con cintas de seda c o l g a n d o :
en l prenden a los lados dos horquillas con cabeza de
bola de filigrana, y a l g u n a s con cuatro campanillas m u y
chicas. Se a d o r n a n con gargantilla de oro o plata, con cruz
de filigrana, atada por detrs con cintas de seda, que quedan c o l g a n d o , y p e n d i e n t e s de filigrana.
Este traje tradicional sustituye en los ltimos tiempos
la paoleta y el d e n g u e por mantn de lana roja estampada con flores de colores.
La expresiva frase de miss Anderson ya indica que el
traje del h o m b r e es colorido y a n i m a d o . Consta del calzn
de c a m p a n a , que ya da paso al p a n t a l n : puede llamrsele calzn, si c o n s i d e r a m o s que llega a la rodilla, y desde
all se a a d e una especie d e p u o a c a m p a n a d o , que l l e g a a
m e d i a p a n t o r r i l l a ; o bien p a n t a ln, p o r el a s p e c t o y la larg u r a que a d q u i e r e entre las dos partes. E s c u r i o s o que a
miss Anderson le han dado como n o m b r e local el de pantaln b o m b a c h o , y esto si que no lo e s ; pero tngase en
cuenta que as lo d e s i g n a n , no los que le usaron, sino los
que para m o s t r a r l o lo han sacado de un arcn y han querido diferenciarlo de algn modo del pantaln actual.
Este calzn es de p a o negro fino, que adquiran en