Transeúntes. Felipe Ojalvo 2014
Transeúntes. Felipe Ojalvo 2014
Transeúntes. Felipe Ojalvo 2014
Felipe Ojalvo
Felipe Ojalvo
Transentes -1 edicin- Santa Fe -2014
100 p.; 14,85x21 cm.
Esto NO es una autobiografa. Todas las palabras que estn escritas y encerradas por las dos tapas de este libro, son mera e inoportuna ficcin. Lo que significa que la historia es una ficcin, los personajes son una ficcin, el ttulo de la
novela es una ficcin y hasta esta suerte de prefacio tambin es una ficcin.
Prlogo
MPlanee mil maneras de empezar este prlogo, y todas fueron eliminadas antes de escribirse. Creo que puedo comenzar diciendo, que cuando leo a Felipe me da la sensacin de que en realidad lo tengo justo al
lado, en mi casa, y que su voz resuena en mis odos narrndome una
historia inimaginable y surrealista. Pero no. Esta novela es real. Cuando
leo a Felipe, mi amigo de entendimientos, de palabras y silencios, me leo
tambin a m, interpretada por l y en l.
MLe la novela dos veces, y me cost mucho desprenderme y ser objetiva pero lo logr. Y desde esa postura puedo decir que, desde lo intenso y
melanclico, Felipe se prende al pasado pero no para amarrarse eternamente, sino para exprimir de ste, lo que le dar el resplandor necesario
para narrarse con detalles, para contarse exhaustivamente.
MPorque Felipe se cuenta, cuando narra una historia, aunque no le
haya sucedido o si, quin sabe. Yo veo ver cmo se le van saliendo
las palabras por los poros logrando que ellas se unan en una prosa deliciosa. Esta prosa que me altera, con la misma fuerza que me abraza,
estaquendome a un terreno del cul al leerlo, yo tambin sencillamente
me involucro.
MFelipe, transentes, transentes, Felipe (que importa el orden) son voraces. Muerden los dos de manera intensa, desparramndome hacia un
lugar imposible y a la vez espejado, reflejndonos, reflejndome, desnudndote.
MFelipe y su novela, van quebrando con sutileza, corrompiendo en carne viva.
MEl texto se va volviendo una boca con hambre, que te engulle y te traga y luego se relame. Felipe y el texto, me condenan a no dejar sin leer ni
una pgina. La desarticulacin de las acciones, lo fragmentado en el que
Tam Tam
0
M Che
M Qu pasa?
M Y si hacemos algo perfecto,
pero repleto de imperfecciones?
(Dos transentes arriba de un tren)
23 de julio.
MAnoche so que estaba en mi cuarto con Dante hablando de algo.
No estaban mis viejos en casa, slo nosotros dos y mi hermana con
su novio en el living. En un momento suena el timbre. Le grito a mi
hermana que atienda. Me responde que no, que atienda yo. Ninguno
de los dos quiere hacerse cargo. Le aclaro gritando que ella est mas
cerca, que no sea rata, que no le cuesta nada. Accede con resignacin
a hacerlo. Al preguntar quin es, le responden a travs del portero, tres
pibes que siempre piden monedas a unas cuadras de casa. De la bronca
que tena mi hermana, porque yo no atend, los hace pasar al balcn
y los encierra ah. Ella entra a mi cuarto, interrumpe mi conversacin
con Dante, y me dice que los hizo pasar para que yo vaya y me encargue del asunto. Le pregunto por qu carajo hizo semejante idiotez. No
contesta. Cierra la puerta de mi cuarto. Lo miro a Dante. Me dice que
vayamos al balcn y que le pregunte a los pibes qu quieren. Le digo
que si, que no queda otra. Vamos al balcn y estn ah los tres: uno de
ellos es medio retobado, los otros dos se ven ms tranquilos. Le pregunto qu quieren. Me contesta uno de los tranquilos si no tengo algunas
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gan mis viejos, les decimos que lo choc un auto y que todava no vino la
ambulancia. Algo me deca que no me iban a creer. Pero cuando vinieron, mi hermana y su novio los convencieron de que todo eso fue cierto.
Me voy a dormir, un poco ms tranquilo tras solucionarse el problema.
Despierto en un cuarto dentro de una mansin que est lleno de gente
con cara de estupefaccin. Mi cara se asemeja a la de ellos. Nadie se
conoce con nadie. No comprendemos lo que pasa. La puerta del cuarto
est cerrada. Tratamos de abrirla entre varios, hasta que escuchamos
una voz de fondo. (Como la de dios, pero un poco ms piola.) La voz
nos aclara que en este cuarto estamos todos los que ayer asesinamos a
alguien de manera injusta. El cuarto se conecta a travs de un pasillo
con otro dnde estn los asesinados esperando que nosotros, los asesinos, vayamos a pedirles perdn, as de esta forma ellos pueden morir
en paz. Mi misin es bastante simple: solo tengo que encontrar al pibe
retobado y pedirle perdn. Cuestin que se abre sola la puerta del cuarto. Todos empezamos a correr hacia la otra habitacin. El tema es que
cada uno de los asesinados se haya exactamente como se encontraba
cuando muri. Es decir, si yo hubiese asesinado a alguien arrancndole
una pierna, l me estara esperando en la otra habitacin sin esa pierna. Entonces me doy cuenta de que tengo que buscar a un pibe que no
tiene su cabeza. Cuando llegamos a la otra habitacin hay, entre todos
los muertos vivos, seis o siete decapitados. No logro diferenciar cul es
el mo. Ninguno de ellos puede hablar, ni comunicarse. Los decapitados
caminan, sin objetivo alguno, golpendose con las paredes. Mientras
tanto los dems van logrando su misin. Eso me da mucho celo y bronca. Considero realmente necesario pedirle perdn al pibe retobado y
terminar con todo esto. Me siento algo fastidiado por la situacin, con
mucha sensacin de culpa, y me pongo a hablar con uno que no tena
antebrazo. Est al lado de su asesino que ya le pidi perdn. Le cuento
todo lo que me pas. Le pido un consejo y me dice que nada que ver mi
actitud, que no merezco pasar la misin. Le digo que tenga un poco mas
de compasin para conmigo. Me dice que no, que nada que ver. Me doy
vuelta. Apoyo mis manos en mi rostro. Intento llorar. Busco darle emotividad a la situacin. Empiezan a brotar algunas lgrimas, lentamente
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genera una pequea multitud alrededor del pibe de la moto que no sufre
el ms mnimo dao. El semforo se pone en verde.
MAvanzo.
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M Una gran pasin es el privilegio de la gente que no tiene nada que hacer.
(Transente 2)
Jueves 1 de agosto.
MEl viento escupe muerte y fro con toda su fuerza en la costanera.
Con Juan, mientras pedaleamos nuestras bicicletas hacia uno de los espigones, jodemos diciendo que Odn est completamente furioso y nos
regala la tarde ms fresca y ventosa de todo el ao. Siempre venimos a la
costanera. Amamos el fro. Lo disfrutamos, sometindonos a sus heladas
lujurias de julio y agosto.
MHablamos de todo y pensamos en nada.
MLe cuento que las cosas con Mal estn raras, o diferentes a lo que
venamos teniendo. Salgo con ella desde hace meses, y desde hace meses
que lo nico que nos pasa es meramente sexual. Adems me molestan
bastante ciertas actitudes que tiene de criticarme todo. Cuando me quedo a dormir en su departamento, casi siempre los fines de semana, nos
despertamos ambos de mal humor. Como si la compaa del otro despus del sexo fuera una carga. Una pesada mochila que rompe nuestras
espaldas, solo por un rato de sexo. Discutimos por idioteces. No como
esas discusiones que uno puede verle sus frutos una vez terminada. Todo
lo que yo digo es molesto, o fuera de lugar. Cuando hablo mucho, con el
fin de generar una fluida conversacin y destruir el silencio incmodo,
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El mono y la cueva
MTenamos puesta la misma camisa escocesa con Mono. La ma era
de color rojo y negro, la de l azul y negro. Fue a propsito. A mi me
daba lo mismo, pero mono insisti en que caigamos a Madrid vestidos de
manera simtrica. Me dijo que eso le pareca flashero.
MMadrid se llamaba el bar rockero que estaba a la vuelta de la casa
de mis viejos. Antes ah haba un kiosco que se llamaba kioscodrilo,
dnde vendan las figus de Dragon ball, que yo timbeaba todas las maanas en la escuela.
MCuando dej de ser un kiosco, para mutar a bar rockero, Mono y yo
ramos grandes amigos. Ibamos como dos posquinceaeros, que necesitaban migrar de aquel sueo adolescente de los boliches, y toda la
parafernalia del reggaeton. As que este bar nuevo, en una ciudad precaria de posibilidades nocturnas, serva de lugar para previa, para luego
avanzar en una caminata nocturna algo alimentada por el alcohol y
encaminada hacia ningn lado, hasta que se autoboicotearan los temas
de conversacin.
MEntre todas las cosas que hablbamos, una noche Mono me cont su
historia con Mariana. Ella lo conoci a l en un recital de una bandita
grunge de Santa Fe. Ella gustaba de casi todos sus amigos, excepto de l.
Sin embargo esforzndose bastante, Mono logr seducirla y empez a
salir con ella. Estuvieron juntos y separados casi un ao y medio. Si no
tengo en cuenta que ella sufra de bipolaridad aguda, y de que Mono se
obsesion con la idea de ayudarla a superar (o por lo menos silenciar) su
enfermedad psicopatolgica, se podra decir que lo de ellos dos no fue
mas que uno de esos mini-pactos que uno traza con alguien enlazndose
durante un tiempo indefinido de manera sexual amorosa. Pero con el
tiempo esto fue desgastando la relacin a punto tal que la pareja se con-
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M No puedo ofrecer ms que mi propia confusin.
(Transente 3)
2 de agosto.
MSon las 11.30 de la maana. Acabo de despertarme. Siempre me
tomo unos diez minutos como mnimo para abrir los ojos, con mucha
lentitud, cuando tengo resaca. Me destroza el dolor de cabeza y los prpados me destruyen el cejo al moverse. Cada pestaear es un revoltijo
en la frente.
MLogro abrir los ojos. Veo el techo celeste de mi cuarto. Me marean un
tanto algunos posters que todava persisten en la puerta de mi armario.
MAnoche no me drogu, ni tom. No s porque siento este desgaste, no
fsico, sino completamente mental. Como si hubiese estado en un torneo
de ajedrez ortodoxo, y yo llegu a la final para ganarle al maestro zen
de la concentracin; de seguro un tipo oriental con apellido hind. Pero
no llega a molestarme o afectarme realmente. Porque me doy cuenta
que anoche viv algo imposible de predecir. Me cuesta explicarlo ahora.
sta sensacin de ruina cerebral probablemente se deba a que estuve
durante horas y horas sumergido en un mundo casi imaginario. Es mucho pedirle a mi estructurada, y precariamente curtida cabecita, que se
ahogue en semejante estado psico-galctico durante tanto tiempo, sin
producirlo con alguna sustancia. Todava recibo ese vibrar energtico y
emocional que me hace carecer de palabras sencillas para enunciarlo.
Me doy cuenta que no lo logro. Mejor lo dejo ah.
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MPienso en Mal. En que capaz deba seguir vindome con ella. Ella
saca sus ganas y yo las mas. Es justo. Si no fuese porque en los ltimos
cincuenta aos la democracia nos defraud, demostrando estar llena de
falacias, fallas y clientelismos, dira que es democrtico. Es recproco. Lo
dejo ah: recproco. Hay respeto. Puede funcionar un par de meses mas
as. Capaz mas tiempo. Tiene lindas tetas Mal, y siempre tuve cierta
devocin por los pechos grandes. A ella le agrada que me pase un rato
besndolos; a veces durante largos minutos.
MEn fin, puedo estar con dos minas a la vez.
MPero mi cabeza se distrae y me habla de Luca. De su cadera ancha.
De cuando anoche me ley un poema de Kerouac, mientras yo le vea
la boca enunciar la prosa perfecta, el tono y el volumen de una historia
que metaforiza a todo el mundo animal. De su metro setenta y dos de
altura. De su pelo corto bastante indie. De su voz de nia, modificada
a partir de aquella operacin que se llev para siempre sus amgdalas.
De las tres o cuatro risas diferentes que suelta, dependiendo el grado de
humor que yo emane. De su extremada forma de acariciarme la cara y
el cuerpo. De ella.
MOjal pueda verla hoy de nuevo. Afirmar que lo de anoche no fue un
flash y listo. Quiero saber si puedo darle una parte de m a alguien de
manera no exclusivamente sexual.
MPero, repito, puedo estar con dos minas a la vez.
MMe como unas dos o tres empanadas de pollo, de las que encargo
siempre a una cuadra de casa. Son buenas, zafan, y salen cinco pesos
cada una. Prendo la computadora. Pongo dos cds en el winamp de John
Frusciante; entremezclo las canciones y activo el random. Desde que
conozco a este msico me cuesta respetar a los solistas que no logran ni
la mitad de la plenitud que John dispara en un disco suyo de cuarenta o
cincuenta minutos. Me conecto a facebook. Luca est conectada. Me
saluda. Nos ponemos a hablar un rato de lo de anoche. Nos decimos pa-
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labras lindas, escritas por chat. Mas o menos lo mismo que nos decamos
anoche, y un poco mas. Es obvio que no es lo mismo decir cosas hermosas en una conversacin cara a cara (mediada por todo el mecanismo de persuasin que suponen las caricias, sonrer y hasta besarse), de
una comunicacin digital, donde estoy mirando una pantallita blanca,
mientras le sonro a una foto de perfil. Noto que ella vivi lo mismo que
yo. Me lo asegura. Noto que podra hablarle horas por ac de un milln
de cosas ms. Y noto que estamos un poquito cansados pero queremos
vernos.
MMe chatea chapa. Me desconecto pero le respondo por mensaje privado. Me dice que no puede creer como Hollywood tiene facetas semi
indies que busca en pelculas como Drive o Nebraska. Le respondo que
no conozco ninguna peli indie, o hollywoodense, o indie-hollywoodense,
que se llame Nebraska. Me pasa el link de youtube con el triler. Lo
veo. Corto el video al minuto y medio, me supera del aburrimiento. Le
pregunto a Chapa si va a hacer algo esta tarde. Se desconecta, no me
responde.
MApago la pc.
MMe tiro una siesta.
MCreo que pasan unas dos horas y algo, y vienen a buscarme Juan y
Mono. Dicen de ir a tomar unos cafs en lo de Chapa que salen riqusimos por el agua calentita del dispnser que compr su vieja hace unos
meses. Despus ver si sale alguna ms a la noche con alguien ms. Les
digo que hace unas horas chate con l y que no me respondi. Me
dicen que da lo mismo, que siempre lo buscamos sin avisar. Les doy la
razn. Me pongo una campera de cuero que consegu este ao a un
precio sper razonable que me queda bien. Agarramos nuestras bicicletas y vamos los tres pedaleando lento por 1 de mayo. Mi bici es una
mountain bike, con cambios shimano, de lujo. Juan tiene una de esas de
carrera con las gomas bien delgadas que levantan velocidad; se la compr a Chapa hace unos aos. El Mono tiene una de esas modelo hipster,
bien anacrnica y detestablemente inservible.
MSigue haciendo el mismo fro que ayer, capaz un poco ms. Los tres lo
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sus labios son finitos y angostos, pero me excitan. Me excita su voz adultamente aguda. Tiene tcnicas vocales que le permiten imitar muchos
tipos de voces, y cuando hace el de nenita me recontra caliento. (Es un
fetiche algo recriminable, pero no importa). Le toco las tetas, la espalda,
la panza. Le chupo los labios como si yo fuese un gatito recin nacido.
Me da chupones en el cuello, y yo a ella en la cara. Me toca la pija. No
la tengo dura, pero estoy disfrutando muchsimo. Le sigo tocando las
tetas, y empiezo a masturbarla. Le inserto mis dos dedos ms largos, y
los muevo adentro estimulndola. Lo disfruta. La escucho gemir. Est la
luz del velador prendida, lo que me deja verle la cara de goce, con sus
gemidos de nenita. Sigo masturbndola. Se est humedeciendo cada
vez ms, a partir de cmo voy acaricindole el cltoris.
MIntenta masturbarme pero no se me endurece. No s porque, no estoy
nervioso ni chupado; teniendo en cuenta que me recontra encanta, debera de tenerla totalmente erecta. Ella me dice que me tranquilice, que
no me ponga mal, que est disfrutando igual, que no la idealice. Pero yo
quiero disfrutarlo mucho mas penetrndola, y acabar agarrndola por
todo el cuerpo. Ahora si quiero coger, como quien dice.
MMe pregunta si quiero que me la chupe. Si, dale, respondo. Hasta
llegar a la pija, me construye un caminito de besos por toda la panza.
Llega al pequeo y avergonzado pitito flcido. Empieza a lamerlo con
tranquilidad. Ahora si se me est endureciendo. Pasa la lengua por sobre el frenillo. Me lo sigue chupando y chupando, y bombeando rpido.
Sabe chuprmela, le sale estupendo. Me excito muchsimo, pero falta
bastante para que acabe. En este momento solo pienso en penetrarla.Le
agarro el pelito corto y lo junto todo en su nuca con mi mano derecha.
Le direcciono la cabeza. Configuro el pete a mi gusto. Me la mama
con fuerza y velocidad. Le toco la campanita con la punta del pito. Me
excito cada vez ms. La hago subir. La beso, siento el gusto a chota que
le dej en la boca. Estamos transpirando un poco, nuestras frentes estn
hmedas. Me pongo un forro. Me pide que me ponga detrs de ella y
ambos de costado, que esa fue su pose debut. No pienso discutirle nada,
amo garchar de esa forma. Me tiro saliva en los dedos ms largos de mi
mano derecha. Le lubrico la concha.
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MSe la pongo.
MEmpiezo a bombear lento, para de a poco aumentar mucho la velocidad.
MElla est excitada.
MBombeo rpido.
MLe beso el cuello,
le agarro la cara con la mano.
MLe beso el cachete.
MBombeo ms rpido.
MMuchos gemidos de ella,
Myo respiro fuerte
y acelerado.
MLe muerdo suave la oreja derecha.
MBombeo.
MLe chupo el lbulo.
MBombeo
MLe chupo el cachete.
MBombeo.
MLe beso los ojos.
MBombeo rpido.
MBombeo rapidsimo.
MNo pienso todava acabar.
MElla acaba una vez.
MSigo bombeando.
MMi orgasmo est alargndose,
lo cual no me molesta.
MElla disfruta.
MBombeo rapidsimo.
MMe duelen los abdominales,
pero no impide que siga metiendo y sacando.
MSeguimos as un buen tiempo.
MBombeo.
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MBombeo.
MLe doy millones de besos.
MMUCHOS BESOS.
MBOMBEO
MBOMBEO
MElla acaba de nuevo,
MBOMBEO
MBOMBEO
MSe acerca mi orgasmo,
MBOMBEO
MBOMBEO
MBOMBEO,
MLe beso la cara,
le muerdo el labio.
MBOMBEO
MBOMBEO
MY
M
M
M
MAcabo.
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M No hay que confundir el modelo de la realidad, con la realidad del modelo.
(Transente y docente de filosofa)
20 de agosto.
MEstoy en lo de Juan comindole toda la heladera de su familia. Eso es
una de las virtudes de Juan: l te hace pasar a su casa y te deja abrir la
heladera como si fuese tuya. Te permite que la violes sin impunidad, ni
censura. Empiezo comindole cosas simples que van desde el sndwich
de salame con queso y ketchup, despus le culmin las pepitos que sobresalen de arriba de la alacena, untndolas en el helado granizado que
dej su hermano, y termino con unos biscochos que van de la mano con
mates auto-cebados.
MTenamos pensado ir a la costanera como siempre, pero mi compaero de ruta est viciando al lineage 2. Una caracterstica preciosa de mi
queridsimo colega Juan, es que pasa horas y horas en frente de la computadora. Cuando no est jugando, ve videos en youtube, cuando no ve
videos se descarga documentales de sociedades medievales o ms arcaicas. Lee mucho Tolkien y Freud. Come muchsimo y no engorda ni un
poco, al igual que yo. No estudia nada. Como todo ser racional detesta a
muerte las ultimas quince temporadas de Los Simpsons y se considera un
fundamentalista de la soledad y la enajenacin. Es bastante discutidor,
un tanto conservador y medio cerrado. Es un genio. Me voy de su casa,
permitindole que se masturbe frente a su ttem digital.
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Pantalones
MCreo que tena seis aos, o capaz siete. Nunca puedo terminar de
recordar bien a qu edad uno se encuentra en el primer grado de la
primaria; adems eso vara de acuerdo al mes, o la generacin.
MMe encontraba en ese momento de la vida en el que la personalidad
de uno mismo no es ms que el principio de una plastilina que empieza
a moldearse de acuerdo a los mandamientos de las instituciones que ya
vamos atravesando: Nacimiento/afirmacin de la existencia-FamiliaJardn-Escuela.
MYo iba a un colegio detestablemente privado, pero en mis precarios
seis/siete aos desconoca por completo los males que eso significaba.
Mis compaeritos o amiguitos eran particularmente humanos. Mis
compaeritas o amiguitas eran inocentemente humanas. No haba recibido un beso en la boca, y s que ello no se acercaba en lo mas mnimo
a una necesidad o deseo. Creo que ya se me paraba el pitito, pero desconoca las causas.
MMi pesadilla durante esos das, era mas o menos as: <Estoy dentro del
cuerpo de un beb recin nacido, pero con los pensamientos de un nio
en desarrollo que ya sabe hablar, encerrado en una especie de cuna gigante, con sbanos bicolor, dnde los barrotes estn electrificados. Pero
al tocarlos no me electrocuto sino que sufro de un recargue de energa
configurada en voltios que me aumenta la fuerza y la resistencia (como
si fuesen anablicos de inmediato efecto). La habitacin que envuelve la
cuna creepy tiene paredes magenta, y un techo media sombra azul. Hay
cuatro puertas distribuidas de modo equitativo en cada una de las paredes, tres de ellas tienen picaporte. Logro escalar la cuna con facilidad.
Caigo al suelo sin sufrir daos severos, ms all de un golpe en la cabeza
o la espalda. Automticamente me acerco a la puerta sin picaporte (el
hecho de su inefable marginalidad en comparacin a las otras tres me
atrae en demasa). Resulta que la puerta diferente es de esas electrnicas
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que se abren solas, tras captar con un censor en la parte superior, pasos
humanos aproximndose. Paso a un hall hermoso, que logra efectuar
un hbrido visual entre lo mas rescatable de la esttica medieval (o sea
prcticamente todo), con retazos de modernidad tecnolgica. En esa
habitacin est mi mam con un vestidito que le termina en la mitad de
la gamba, ms cerca de las rodillas que de la cola. En su mano izquierda
tiene un globo azul, y en su mano derecha uno de color verde. Ambos
inflados con hidrgeno. De fondo se empieza a escuchar la intro de Bohemian rapsody; antes de llegar al estribillo se explotan los dos globos
de modo simultneo. Toda la imagen directamente perceptible gira de
izquierda a derecha, como la aguja de un reloj. La piel de mi vieja se
torna cada vez ms blanca hasta casi llegar a un transparente fantasmagrico. Yo gateo hacia ella en busca de respuestas y/o explicaciones. Mi
mam empieza a hundirse en la alfombra medieval, a centmetros de
un plasma HD. Me acerco al hueco infradimensional. Lo miro. Se tilda
el hit de Queen, como si se hubiese cortado la conexin Wi fi y la cancin estaba siendo cargada a medias en youtube. Me empieza a absorber
aquella compuerta hacia el vaco. Me despierto.>
Esto lo llegu a soar tres o cuatro veces por semana, durante dos meses.
Un da, sobre todo cuando empec a encontrarle el gustito freudiano de
vivirlo, dej de soarlo y me qued el recuerdo edpico de lo que fue.
MPero mi pesadilla no onrica, mi mayor miedo, era la vergenza. Lo
que se traduce en lo que digan los dems. Me pasaba recreos completos haciendo un esfuerzo sobrevalorado para hacer rer a todos en la escuela. Y lo lograba. Me decan la mscara, por mis micro-perfomances
de Jim Carrey. Me pedan que cuente chistes con insultos, y lo haca. Me
pedan que imite a cualquier adulto, y lo haca. Tena un pblico de nios de mi edad en la escuela y en el club. Me senta bien con semejante
deber humorstico.
MUna maana estaba en el aula dos, en clase de lengua. Las mesas eran
grupales, de cuatro o cinco pibes en cada una. La seo nos estaba dictando un texto y nosotros tenamos que escribirlo en cursiva. Mientras ella
dictaba yo empec a sentir un pequeo, y difcilmente disimulable, albo-
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M Papi No me puedo dormir.
No me conts un cuento?
M No pendejo. No jodas. Aprend
a dormir como todo el mundo.
(Transente pequeo hablando con transente ms grande)
El amor,
es amor
dure
o no dure
para siempre.
El amor
es amor
dure lo que dure..
El tiempo,
en tanto medida cuantitativa
(es decir, una milsima, un segundo, un minuto, una hora, un da en la semana de
un mes en el ao de un siglo),
no est relacionado
en lo mas mnimo
a la existencia del amor.
Lo que si tiene duracin,
o un lapso temporal,
es el recuerdo
y la percepcin
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M Como cuando el paisaje toma el color de las pelculas mudas.
(Transente 4)
28 de agosto.
MSiempre supuse que los bardos que tengo con mis viejos son jodidos
o difciles de llevar. Con mi pap, mas que nada. Nuestras peleas disfrazadas de discusiones, persistieron en los ltimos tres o cuatro aos, a un
nivel casi insoportable. Pienso en varios hechos esenciales que llevaron
a ese tipo de relacin. Por una parte no haber estudiado la licenciatura
en administracin de empresas, tiene su peso determinante. Su hijito
pequeo burgus no continu el legado capitalista de seguir reproduciendo la empresa de la familia. Aquella empresa que cre mi abuelo a
fines de los sesenta. La primera industria liviana en Santa Fe que introduca estufas para laboratorios; fue un xito en toda la provincia. El pas
estaba buscando afianzar su etapa ms desarrollista; por fin abandonaba la predominancia econmica de solo tener industrias que producan
bienes finales.
MUn da mi abuelo muri de asma. Esa enfermedad le fue un cncer
peor que cualquier otro cncer existente. Mi viejo agarr los vestigios
de la herencia: la relacin directa entre un apellido y una fbrica. El
mandato esencial. Y ah estaba papito, terminando un posgrado en economa, laburando en su ya preexistente pequea empresa creadora de
softwares. Y le fue bien. Es decir, lo que significa decir le fue bien, a un
emprendimiento de carcter mercantil: vendi y gan. Hoy disfruta de
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esconda la belleza de sus dos nicas muecas. Era una nia muy silenciosa, que slo hablaba cuando consideraba realmente necesario utilizar
las palabras de modo oral para ejecutar una frase. Sus primeros poemas
fueron escritos cuando tena apenas siete aos; se sentaba al lado de su
padre y le dictaba su prosa infantil.
MFue recin cuando arranc su adolescencia, que su calesita feliz se
torn en una tragedia de lgrimas, guerra de metabolismos y drogas.
MEmpezando con la pelea de sus padres. Ricardo estaba teniendo un
ya innecesario, incontrolable y daino uso del alcohol. Durante los primeros aos como padre, se despertaba ponindole apenas unas gotas
de vodka al caf; y para cuando Luci ya tena catorce, se despertaba
ponindole apenas unas gotas de caf al vodka. Volva de noche muy
borracho, y con sus juntas nocturnas, literarias y artsticas, tomaba merca. No me cont Luci si tomaba mucha, poca o casi nada; pero tomaba.
MY as Alejandra fue deteriorando cada da ms su capacidad de poder
aguantar tal tipo de pareja. Sumado a su consolidacin en el campo de
las ciencias sociales, cada vez lo soportaba menos, y cada da se encerraba a llorar, hasta que encontr dos salidas, refugios o escondites a todo
esto: tomar antidepresivos y pegarle a Luca. Los antidepresivos fueron
recetados, pero la adiccin a ellos no vena en el papelito mgico que
le firm su psiquiatra. Las cachetaditas a Luca, pasaron a ser graves y
fuertes golpes, certeros y violentos dispositivos de disciplinamiento, a
una chica que empezaba a encontrar en algunas drogas la escapatoria,
a la salida, de sus propios padres.
MUn da a Ricardo lo echan de la casa, o se va solo; no recuerdo bien
esta parte. A partir de ahora lo que sigue en su vida es alcohol y soledad.
MDerrumbe artstico con agona existencial. Por ah uno se lo encuentra a Ricardo en un bar, o en algn evento cultural; pero siempre con un
vino en la mano, siempre con whisky o licor, siempre sonriendo y saludando con buena onda. Es una gran persona Ricardo, lo pude conocer
y a pesar de todo lo que vivi, que no tiene ningn tipo de justificacin
o raciocinio, si ests leyendo esto Ricardo quiero que sepas que te deseo
lo mejor.
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MLuca vivi con su madre solo un par de aos ms; cuando pudo logr
escapar de sus rasguos, cachetadas y pias. Ella se sigue hablando con
ambos padres, no tiene ningn tipo de resentimiento para con ninguno.
MPero marc cierta distancia. Se form ella misma como persona. Tiene a un padre que es como un amigo. Lo tiene que cuidar de que no se
mande ninguna cagada. Llega a ser su hijo a veces. Y tiene una madre
de la cual aprendi a amar, pero tambin entendi a partir de ella que
la violencia y el odio son las peores drogas de todas; mucho peor que la
merca, el rivotril o las anfetaminas que cualquiera de los tres tom.
MCuando me cont esa historia, tal vez con ms detalles que stos, me
qued callado. Pero no porque no supiera qu decir, o porque me haya
dejado sorprendido o algo de eso. No me sorprendi en lo mas mnimo,
hasta me pareci muy coherente ese relato de vida con su actual forma
de ser, con su personalidad y su forma de amar.
MSi algo me qued en mi cabeza desde que ella me cont esto, es que
siento que tengo que darle muchsimo amor y cario. Todo el que ya le
estoy dando, y todo el que pueda darle.
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13 de septiembre.
M Dale no es difcil.
M Bueno est bien lobito, pero tengo mala memoria.
M Pero se es el chiste del juego. La onda es ver quien tiene menos
memoria.
M Ah qu vivo que sos! Me vas ganar, no vale.
M Pero si yo tampoco tengo buena memoria.
M Ufa bueno. Empez vos.
M No, siempre empiezo yo. Dale vos.
M Bueno, ah voy:malabar
MMalabar en
MEl
M No Luci! El primero tiene que decir una palabra. Despus el otro
tiene que decir la palabra que el primero dijo agregando una nueva, y
ah vuelve con otra nueva, y se va formando una frase con o sin sentido,
dado por los dos.
M jajajaja, bueno perdn. Arranco de nuevo: Malabar
M Malabar en
M Malabar en el
M Malabar en el entumecido
M Malabar en el entumecido mar
M Malabar en el entumecido mar cuando
M Malabar en el entumecido jajajaj me olvid.
M MAR
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M Comprender es ms importante que saber.
(Transente que labura en el almacn a la vuelta de mi casa)
26 de septiembre.
MTengo miedo, fobia o pnico de que algn da mi reflejo en los espejos
deje de copiarme lo que hago. Y me d cuenta que en realidad el reflejo
en el espejo, el agua o cualquier tipo de vidrio, no es mas que otra dimensin donde est una parte de nosotros haciendo lo mismo que ac
pero dentro de ese universo paralelo ficticio. O algo as.
MUna amiga me cont que ms de una vez se mir al espejo y no se
reconoci. No era ella. Me asegur que se encontr con el reflejo de
otra persona que se confundi de espejo. Se qued hablando un rato
con el reflejo perdido. ste le cont que odiaba esa otra dimensin y
que eran como la otra cara de nuestras almas. Ella le pregunt si no le
caba quedarse de vez en cuando con ella, ah en el espejo de su bao y
charlaban un rato. El reflejo perdido le dijo que si, que todo bien, pero
que no poda ser durante mucho tiempo. Ella le dijo que no importa el
tiempo en el que uno se refleja, sino el espacio visual en el que uno se
permite reflejarse, y observarse a s mismo. En este caso su s mismo,
era otra persona, otra cara, otro cuerpo y hasta otro sexo. Era un pibe
de veinticuatro aos. Al mes volvi su reflejo original llorando, pidindole perdn y contndole que lo haban raptado un grupo de reflejos
malos que hacan eso: secuestrar reflejos buenos. Ella perdon a su reflejo, pero extra para siempre al reflejo perdido, porque se dio cuenta
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M Caminar con dinero entre la multitud nocturna, protegido por el dinero, arrullado por el dinero, embotado por el dinero, la propia muchedumbre dinero, el
aliento dinero, ni un solo objeto, por pequeo que sea, en ninguna parte que no sea
dinero, dinero, dinero por doquier y, an as, no es bastante y luego no hay dinero
o poco dinero o menos dinero o ms dinero o no tienes dinero, lo que cuenta es el
dinero y el dinero hace dinero, pero, qu es lo que hace al dinero hacer dinero?
(Transente y reconocido escritor estadounidense del siglo XX)
2 de octubre.
MDespertarte a las 6 am con el estruendoso sonido de la alarma de
tu celular. Corregir la alarma para que vuelva a sonar a las 6.15; una
especie de retorno onrico casi ilusorio para volver a aparecer en ese
sueo que te fuiste sin avisar que hoy te levantabas temprano. Volver
a despertarte, anhelando poder reconfigurar la alarma para que suene
a las 6.30. Saber que no da llegar tarde al primer da, por lo tanto se
convierte en un anhelo disfuncional meramente utpico. Tener que lavarte los dientes y peinarte con un esfuerzo sobrehumano; en el mundo
de los negocios, y trabajos en blanco, una sonrisa blanca marca Colgate,
y un peinado estilo Tom Cruise, prcticamente son lo suficientemente
necesarios como para dejarlo en claro hasta en el currculum. Ponerte ese pantaln de vestir que solo usas en espordicos casamientos, la
camisa celeste, los zapatos y una corbata azul; lisa y simple, aburrida.
Desayunar apurado, sin encender la televisin, porque te desconcentra,
y el caf no puede hacer tiempo. Ir a esperar el colectivo. Antes de subir
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en desarrollo.
MHoy me toc depositar en el banco cuatro lucas en efectivo para pagar un monotributo y dos tarjetas. Eran las 10 de la maana y yo iba
por la peatonal, al banco de Santa Fe, con toda esa plata en el bolsillo izquierdo, con los papeles en el bolsillo derecho y mi celular con las llaves
en los dos de atrs. Estaba algo nervioso. Cada dos pasos me revisaba el
lado izquierdo del pantaln temiendo perder toda esa guita ajena. En
una de las cuadras donde hay una heladera, con sus mesas en el medio
del paso de la peatonal, haba un tipo hablando fuerte por su celular y
diciendo si, si loco si! Yo a la plata la suelto con facilidad, pero vos
sabes cmo me manejo con los mos, cuando generamos negocios. A
diferencia de l, a mi me hubiese dado bastante pudor emanar a los cuatro vientos mi fuerza monetaria, poder adquisitivo, ansia de lucro y hasta completa estupidez resultado de la concientizacin del capital. Igual
intent no pensar mucho en ese tipo. Continu avanzando y caminando
por el centro, al ir y venir del ruido de los autos que pisaban a quien sea
que se les cruce. No era la hora pico tpica del ajetreo automovilstico,
pero ese da iba todo demasiado al palo. Cada dos esquinas haba un
embotellamiento, y por cada uno de ellos un tornado de bocinazos.
MCuando por fin entr al banco, junto con esa inmensa marea de personas nerviosas actuando como si todo estuviera bien, como si todo eso
no era ms que un da ms en sus vidas, busqu por todas partes la caja
para pagar la cuenta de la empresa. Le pregunt a uno de los guardias
en qu caja me tocaba, y sin mover ni un milmetro sus labios, me seal una de las filas mas largas. Me tena que cargar de paciencia toda la
maana. No puedo negarlo, en este tipo de ambientes no puedo confiar
en nadie; ni en la vieja con cara de buenita inocente y estupidizada por
los aos, ni en el pelado de espalda ancha y cejas afilada, ni en los pibes perfectamente afeitaditos manteniendo su imagen. En este tipo de
lugares ni siquiera puedo confiar en mi mismo. Con cuatro lucas en el
bolsillo desconfo hasta de la humedad.
MPermiso flaco, me dijo un chabn de la EPE que se dispona a arreglar una luz que se haba quemado en el escritorio de Sugerencias para
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La voz de la gente
MPocas personas logran hacer de la sobriedad, un real estado de incontrolable enfermedad psicoactiva. Solamente Nicols puede lograrlo.
MNo se me hace fcil acordarme cmo es que lo conoc, pero si tengo
impregnado en la memoria, esas palabras que us para confesar que
cuando cort con su primer novio, compiti con l para ver quin poda
aproximarse a m. Para ambos yo era atractivo. Era la primera vez que
un gay salido del closet me confesaba eso. Sabiendo que cualquier tipo
de prejuicio poda intervenir en la formacin de una posible amistad.
MPero con la desilusin que se comi Nicols, al darse cuenta que era
el tpico heterosexual, no qued otra que ser amigos.
MFuimos grandes mentirosos ambos, cuando nos encontrbamos en un
congreso de Ciencias Sociales y psicologa social en Buenos Aires, haciendo de intelectualoides snobs, hace ya unos aos. La idea era escapar
unos das de Santa Fe, esa pequea maqueta urbana prefabricada que
dejara su vida entera por ser la capital federal.
MUn socilogo relativamente reconocido nos aloj en su departamento. MEl crea en Nicols en materia cientfica. Son muchas las personas que lo consideran un verdadero cientfico social. Otros creen que
simplemente se ahoga en palabritas difciles y categoras tericas para
reproducir una suerte de distincin, o hasta mecanismo de defensa. Yo
creo que l sabe lo que dice, y lo considero un artista de la palabra; sabe
cmo decir lo que quiere decir, en el momento y con el tono de voz ms
oportuno.
MUno de esos das en la gran ciudad, me encontr con Victoria, una
mina que chateaba conmigo desde haca meses y haba nacido en Balcarce, pero actualmente estudiaba en Mar del Plata. Ella fue hasta Buenos Aires solo para verme a m. Nos encontramos en Palermo, en la
puerta del centro cultural dnde se llevaba a cabo el congreso. Hablamos un rato, nos besamos un poco y despus me llev al hotel en el que
se hospedaba junto a su mam. Pegamos una onda particular de modo
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M Depende de qu?
MDe qu tan grande la tengas
MNos acostamos.
Ml era activo y manisero. Nunca par de hablar.
MQue Cristina Kirchner, que YPF, que su amigo que se fue a estudiar medicina
a Ro Negro y se tuvo que volver defraudado porque la Universidad era mala, que
el ex presidente Lagos, que el convenio entre Chile y Argentina para intercambiar
mdicos (pero como Argentina matricula 70 mil mdicos por ao y Chile solamente 700, no era una decisin buena); que los delincuentes (de cmo te das cuenta a
partir de rasgos psicopticos si alguien es delincuente o no), que la abogaca, que
no s qu ley, que no se qu lugar....
M Por qu no me la chups un ratito, eh?, dije sin escrpulos.
MNo me gusta chupar
MCmo que no te gusta chupar?
M No, no me gusta
...
MY ah, en ese instante, en ese preciso momento, cuando mi chota estaba dura y
mi cerebro re caliente, ah, me sent ms argentino que nunca. Pens: Nunca en
tu vida vas a desear tanto como hoy ser eyaculador precoz. Porque si hay algo peor
que acabar rpido es, precisamente, no acabar nunca.
MY pude.
MAcabe yo y l no.
MHice patria.
MProbablemente muera lamentando el hecho de que no sea escritor.
Cuando Nicols tena catorce aos escriba poemas y cuentos; un da
conoci las ciencias y abandon todo tipo de romanticismo y sentimentalismo artstico. Su racionalidad lo domin hasta tal punto que ya no
pudo entender el arte. No pudo inmiscuirse en el sonido de la msica,
o en las maniobras de un pintor a la hora de manchar con su alma un
atril, o de la belleza de las palabras conectadas de un poeta buscando a
nadie. Se termin convirtiendo en un enfermo fantico de la prestidigitacin verbal categrico-cientfica.
MProb miles de veces hacerlo ver pelculas que considero maravillosas;
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M Destruir el recuerdo de los antiguos pecados con el frenes de los recin
cometidos.
(Transente ateo)
11 de octubre.
MTermino de leer el libro Un mundo feliz, por tercera o cuarta vez. Ya
no lo recuerdo. Lo releo porque todava existen partes que me hacen
distorsionar la cabeza entera, no importa cuantas veces lo relea. Me doy
cuenta que ya son las cinco de la tarde y que si no salgo de mi cuarto
puedo llegar a quedarme ac durante todo el fin de semana. Pongo
un compilado de El mat a un polica motorizado, desde el primer EP
hasta su ltimo disco. Me preparo un licuado de banana. Me conecto a
facebook.
MCaigo definitivamente en la cuenta de que en las prximas tres o cuatro horas no voy a salir a la calle, sin influir en m, el da que sea.
MVeo muy pocos usuarios conectados, uno de ellos es Flavia, otro es
Ariel (el chaboncito que hace serigrafa con Dante). Le hablo a ambos,
solo para que los minutos jueguen a ser segundos. Ariel me contesta primero. Me cuenta que su hermano tiene cncer de piel por la cantidad
de horas al da que malgast encerrado en una cama solar. Despus me
aclara que a su novia no le viene desde hace muchsimo. Me jura por su
notebook que est seguro que acab afuera con el forro puesto. Entonces no sabe si dejarla o peor an afianzar por completo su relacin con
ella. Su madre y padre se estn por volver a casar, pero no por amor o
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ganas de recordar el sexo del pasado marital, sino porque quieren hacer
un negocio redondito, y para ello si o si tienen que tener un contrato que
los una, mas all de la simple inversin. Por ultimo me dice que se quem la mano izquierda haciendo el sublimado en una remera gris, y que
tiene tres caries pero cero ganas de ir al dentista. Me afirma que siente
que la vida es un complot de demonios que nos obligan a sobrevivir,
rellenando espacios de ocio con proyectos insignificantes, pero con relevancia simblica, para sentir que somos algo. Considero su apresurado
anlisis depresivo existencial una maravilla triste. Trato de contestarle
que est todo bien, que la vida est repleta de problemas, que todo es
un subir y un bajar, que nada se pierde todo se transforma, que mientras mas alto trepe el monito as es la vida el culo mas se le va a ver, y
todas esas cosas que te dice alguien que no es tan amigo tuyo pero que
se siente acorralado contra una pared ante el deber de decir cualquier
cosa para escapar de un momento virtualmente incomodsimo. Pero la
verdad, saber que existen seres humanos que acaban afuera con el forro
puesto, me hace sentir la necesidad de organizar un nuevo movimiento
social masivo, para que se vuelva a legalizar la pena de muerte, solo en
casos como stos de irracionalidad extrema.
MFlavia, me contest entre medio del chat con Ariel, pero me colgu
con este ltimo hasta que se desconect. Le pregunto a Flavia si sabe de
algo esta noche. Pasan tres minutos y algo. No me contesta. Me clava el
visto. Pongo videos en youtube para que la espera, o esta rara sensacin
de sentirme ignorado, sea menos dolorosa. Me cuelgo viendo videos
de los sketchs de los Monty python y los intercalo con los mejorcitos
de Whitest kids u know. Me ro un rato. Me contesta que esta noche
no quiere hacer nada, que se siente re mal, pero que a pesar de eso ya
organiz orga en su departamento, y no se puede bajar. Le pregunto
si existe una manera sana y sin fines de lucro, de que mi cuerpo pueda
ingresar en ese ganado del sexo. Me dice que le tiene que preguntar a
Irina, la orgy queen de esta noche. Hasta donde s toda orga tiene una
orgy queen, que es nada ms y nada menos que el agente social que se
encarga de que el evento orgsmico no sea una utopa. Entonces busca y elige a los posibles participantes; empieza con amigos, luego sigue
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MMientras tanto mato el tiempo leyendo el prlogo de Y los hipoptamos se hundieron en sus tanques. Esa novela epistolar no me parece
buena, no tiene una historia que realmente me interpele. Pero el prlogo
me fascina. Lo escribi Allen Ginsberg.
MApago la luz del techo, dejo el cuarto a oscuras y enciendo la pantalla
de la PC. Le pongo el fondo de pantalla que trae Windows xp, se en el
que un tringulo va mutando de diferentes formas geomtricas con el
correr de las milsimas. Me dopa un poco, y la cerveza se calienta. Lo
bueno de esta etapa del ao es que el clima se presta para tomar porrn
en lapsos de tiempo mucho ms amplios, a diferencia del verano que
solo te quedan diez o quince segundos desde que compraste la botella
con la bebida, hasta que se convierte en un artefacto de vidrio que encierra pich con gas.
MSe hacen las 11.48. Me pongo una camisa que era de mi abuelo, debajo de un pulver que es de un amigo. Ambos combinan muy bien.
MMe aplico desodorante, me peino despeinado y me subo a la bicicleta.
MCuando tens este tipo de vehculo, te podes llegar a olvidar por completo de qu significa un colectivo o taxi. Tus piernas se acostumbran a
pedalear de noche, de da, haga fro o haga calor. Casi se convierte en
una parte de vos mismo.
MEstoy llegando. Tengo que admitir que estoy algo, tal vez bastante,
por no decir demasiado, nervioso. Es un temblequear en todo el cuerpo
que aumenta a travs de las expectativas y posibilidades contrafcticas.
Intento autoanalizar porqu me siento as. stas seran las posibles hiptesis: 1) es la primera vez que lo voy a hacer; 2) estoy de cara; 3) creo
que soy el nico profundamente heterosexual; y 4) no s si soy heteroflexible; ni siquiera considero saber qu supone ser heteroflexible.
MSubo las escaleras con Flavia, que est bastante producida y escotada.
Pero se le nota en la cara que lo que va a pasar esta noche para ella no va
a ser ms que un trmite. Le pregunto si realmente quiere hacerlo. Me
contesta que solo la libertad sexual la ayuda a seguir. Le pregunto a
qu se refiere con seguir, es decir, a seguir haciendo qu? Me responde
a vivir. Me ro pensando que es un chiste. Se queda un rato mirndo-
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o del sexo del emisor. Entre la mitad de la cama desde el lado izquierdo, hasta la pared, no hay luces sino infinita oscuridad. Yo estoy borrachsimo acercndome a la mitad de la cama de modo tal que pueda no
ver tanto, pero tampoco someterme a la inevitable experimentacin no
vidente. El no tan morocho y el morocho se besan extremadamente
como si esa fuese la razn por la cual vinieron aqu. Yo estoy tocndome
con mucha pasin con la rubia de pelo corto. Mientras tanto, la rubia
teida me da besos hmedos en toda la cara. La morocha de pelo ondulado, Flavia e Irina se turnan de modo meritocrtico para chuprsela
al de rulos. Estn esos tres subgrupos fcilmente divisibles. Mi subgrupo me gusta, lo considero occidentalmente necesario. La rubia teida
me agarra el pito y me lo empieza a chupar, la rubia de pelo corto se
la chupa a ella. Yo simplemente me someto a la inocencia del disfrute
pasivo. Noto que los otros dos subgrupos se unen en uno que termina
en: el morocho cogindose por el culo a Flavia. Flavia chupndole la
concha a Irina, Irina y la morocha de pelo ondulado besndose apasionadamente. El no tan morocho masturbndose al costado, como cual
voyeur marginado. Yo siento que estoy bastante lejos de acabar, ya que
todos esos nervios que hace unas horas me quemaban la cabeza, ahora
no existen. Disfruto este tro ajeno a la orga que me arm con las dos
rubias. Hasta que se asoma el de rulos. Empieza chupndole el sexo a la
rubia teida, y cuando me quise dar cuenta ya estaba destruyndole la
boca con su pene de manera totalmente violenta. Me empiezo a sentir
un osito de peluche perdido en un campo de concentracin. Siento que
me supera tener la capacidad de verlo todo. Pruebo yendo al lado de
la mera oscuridad con el fin de liberarme al mximo. Siento una cola
muy redondita, una manzanita bien circular. La toco con suavidad y
con la otra mano toco una tetita chiquita, que estoy casi seguro que es
de Flavia. La persona del culo perfecto se da vuelta y resulta ser el no
tan morocho. Me empieza a masturbar. Me quedo congelado, pero no
pierdo la excitacin. Percibo que alrededor mo hay ms de tres o cuatro
cuerpos, pero si miro al otro lado de la habitacin estn la rubia teida
super excitada y gritando gemidos orgsmicos, la rubia de pelo corto, la
morocha de pelo ondulado y el de rulos. Por ende me encuentro en las
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Nunca caigas en el clich de caer.
(Transente 5)
22 de octubre.
MYa est. Ya fue. Es obvio que no estoy cmodo. Me siento forzado a
aguantar esto por un consuelo que solo dura un par de horas, mientras
que el resto de la semana me carcomo la cabeza con ganas de querer
verla, besarla y abrazarla. Hace una semana y algo que fui a esa orga
en lo de Flavia, y ayer me vi un rato con Lucia. Le cont y se qued
callada. No tena cara de bronca, ni tristeza. Pero me cambi de tema
rpido. Siento que fui el viernes a lo de Flavia para aprovechar de algo
que puedo hacer, pero no realmente para disfrutarlo. Intent explicarle
eso a Luci, pero no sirvi. No me escuch, ni yo me hice escuchar. Despus nos besamos y nos dijimos las cosas lindas de siempre con otras
palabras. Y es as esos ratitos que estoy con ella son lo mejor de todo,
pero terminan, y despus tengo una semana, o ms, de una detestable
sensacin de soledad. Es muy molesto. Pero al mismo tiempo pienso
Quin soy yo para exigirle que me vea mas seguido cuando capaz no
quiere, o no puede? No digo de verla todos los das, porque tal vez ni yo
me banque eso, pero un poco ms seguido si. Y me dice que tan seguido
no; pero que me ama y que me quiere muchsimo, y que siente que conmigo aprende mucho y que me ensea mucho tambin. Pero como es
el dato?, no entiendo eso que me dice ella de que me ama, pero tambin
ama al otro chabn. Se puede estar en una relacin sexualamorosa
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Diciembre.
M Pero al final sali bien todo con la organizacin?
M Si. Que se yo. Mal no sali. El tema es que me cost conseguir participantes, entonces es como que estuve pidindoles a varios que pens
que nunca ms iba a llamarlos para un ciclo de lectura.
M Como el pibe ese que grit durante casi diez minutos algo que
deca llamarse un poema?
M Jajaja. Exacto. se mismo.
M Por cierto, perdonme que me haya ido antes.
M No pasa nada Luci. Me hubiese gustado que vengas a casa como
habamos quedado. Mis viejos estaban de viaje se re prestaba para
pasarla piola en casa.
M Si ya s. Pero tena mucho sueo.
M Est todo bien. Ya pas.
M Te puedo decir algo que ya te dije?
M Qu pasa?
M Siento que te ests guardando algo desde hace bastante. Como que
necesits decirme algo y no lo hacs. No es que desconfe de vos, pero
me dejs la sensacin siempre que nos ponemos a hablar de qu somos
y todo eso. No te noto seguro en tus palabras.
M Est todo bien. Yo estoy bien. Tengo varios proyectos al da, con mis
amigos est todo bien, con mis viejos est todo bien y estoy leyendo un
montn. El tema es cmo me percibs que estoy? S sincera
Para m estas bien
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M Bueno
M Pero siento que podras estar mejor.
M Qu yo podra estar mejor?
M Si.
M En qu crees que podra estar mejor?
M No s. Tampoco soy adivina. Me lo podras decir vos, no?
M Si. No te voy a mentir. Tens razn. Podra estar mejor.
M Me quers contar?
M Si, Luci. Te juro que quiero. Te juro que lo necesito. Necesito decrtelo.
M Bueno
M Pero al mismo tiempo, es como que tengo muchsimo miedo de lo
que pueda pasar si te lo digo, entends eso tambin?
M Y, pero si tens miedo a algo que supone ser natural o hasta en cierto
sentido necesario, dejlo fluir. Lo peor que pods hacer es censurrtelo.
M Es que
M Decime la verdad. El hecho de que no me digas eso, te hace sufrir?
M Luci
M Respondme lo que te pregunt.
M Luci, escuchme
M Qu?
M Yo podra estar mejor con vos.
M...
M Entends lo que quiero decir?
M No la pass bien conmigo?
M No, todo lo contrario, la paso perfecto con vos.
M Entonces qu quers decir?
M Justamente, porque la paso perfecto es porque quiero estar mejor
con vos.
M Pero a qu te refers con mejor? Estar de novios decs?
M No Luci yo necesito verte mas seguido. Necesito estar con vos,
besarte, mirarte, escucharte. Todo eso que hago cuando estoy con vos,
pero mas seguido. Y capaz sentir que estoy en una relacin. Que el lazo
que me une a vos no es el de un amante de fin de semana y listo.
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Solo observaremos
M Capaz por miedo a auto-etiquetarme, nunca me consider realmente
un voyeur del casino, o de la timba. Que a diferencia de uno tradicional,
este ltimo observa el coito de las apuestas, participando con la eyaculacin de sus pestaeos y el orgasmo que emula ver guita en movimiento.
Pero es verdad que iba a estos psycho circus, para ver cantidades alevosas
de personas ganando y perdiendo todo su capital econmico y simblico, dejando cuerpo y alma en una serie de cartas, o un par de numeritos, o hasta en algunos colores que rotan en un eje. Sigo considerando
maravilloso como el acaecer monetario de alguien puede llegar a estar
condicionado o determinado por un color, o un nmero con un color
particular. Tal vez yo, que no apuesto, me puedo dar el hermoso lujo de
sentarme a pensarlo.
M Una noche muy fresca, hace cuatro aos, nos invitaba a m y a Mono
a pasar derecho al nico casino que tiene Santa Fe. Ambos estbamos
bastante mareados por un whiskey repugnante que habamos comprado a medias. No era la primera vez que iba al casino, mucho menos la
primera en ir borracho, pero si fue la primera vez que recuerdo haber
sentido una fuerte influencia dentro de este castillo privado al que pueden ingresar muchos. Una energa, un aura zen, gigantesca, fuerte y
shockeante.
M Me acuerdo que Mono no dud un segundo en perfilar hacia una
de las maquinitas para sepultarse durante una hora, o un poco menos.
M Yo daba vueltas para todas partes sin objetivo alguno. Saba que no
iba a apostar nada, no tena plata y me haba prometido no caer en la
tentacin. Estaba algo atontado por esa msica celestial de fondo que
pareciera imitar a las arpas del paraso el da que terminemos de hacer
todo ese trmite que supone subir por el purgatorio, y ver a dios preguntndonos si queremos pasar. Y en ese continuo dar vueltas, me encontr con una mesa de ruleta que me llam muchsimo la atencin. M
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M Perciba que todo lo que yaca adentro de ese crculo de diez metros
a la redonda, no haca mas que generar una situacin totalmente guionada, y prefabricada. Me acerqu sin dudar un segundo. Siempre pens
que si sents que algo tiene un efecto de imantacin que succiona todos
tus movimientos de modo involuntario, tens que dejarlo en su curso
natural; es decir, acceder. En el peor de los casos te coms un mal viaje,
en el mejor de ellos te gans la mejor de las ancdotas de asado.
M Recuerdo haberme posicionado en el medio de la mesa. Le aclar
instantneamente al crupier, esa azafata del mundo de la timba, que no
iba a apostar; solo observara. La ruleta estaba llena de gente, pero el
nico espectador era yo. A mi izquierda dos hombres irrelevantes, apostando sumas de 30 pesos cada uno; a mi derecha un tipo mas grande,
tal vez de unos cincuenta aos, bien trajeado, con una fruncida de ceo
como cual rey a punto de perder su propio imperio. Y a su derecha unos
pibes de dieciocho aos, que claramente estaban ah para pelotudear.
M No dur mucho su nula participacin, ya que antes de acomodar las
fichas los echaron porque no aportaban sabor al juego, ni oro en la billetera de nadie. El trajeado despilfarr 700 pesos con la misma facilidad
que yo suelto un pedo en un bao pblico. Saba que esto podra interesarme cada vez ms, as que me qued a presenciarlo todo. El tipo hizo
una estratagema, con una dinmica matemtica, bastante bsica; es decir, puso fichas de 10 pesos en nmeros altos saltendose los impares:
30-32-34-36. Lo que ms me sorprendi, es que las acomod sin mirar
la mesa; como si eso no fuera ms que un cepillado de dientes todas las
maanas, un mecanizado e interiorizado accionar rutinario. Empez a
girar la ruleta y perdi los 700 en diez segundos. No hizo cara de nada.
M Volvi a soltar por la mesa unos 600 pesos, y cambi la estratagema
en solo un nmero: 20-32-34-36. Volvi a girar la ruleta, ese dispositivo
que marea una diminuta esfera blanca que, con su pausa, define el destino de miles de sueldos y pertenencias. Y de nuevo perdi. En total ya
iban 1300 pesos al bolsillo de alguien que desconozco.
M Yo no poda parar de observar cmo reaccionaba el tipo. Fue tan
poco mi disimulo que al mirar como yo miraba su juego, decidi cambiarse de mesa refunfuando. Entonces me qued en la mesa guionada,
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M S que las cosas siguen. Continan y persisten, no me cabe duda.
Nada fren su decir, ni hacer. No s si eso realmente me entretiene, me
hace feliz o qu.
M Pero s que el mundo sigue haciendo lo suyo de girar un rato ms.
M El agua sigue en la de siempre: mojar, refrescar, caer, estancarse y
seguir.
M Las piedras andan en la misma de toda la vida: adornando el suelo
como si fuese un rbol de navidad.
M Los objetos tecnolgicos no paran de rompernos las bolas, pero tampoco dejan de entretenernos. Seguimos siendo su infinito pblico.
M Los rboles y la arena siguen sin entenderse.
M Los rayos siguen siendo exageraciones de la luz.
M El viento y el agua no dejan de parir olas.
M Los desiertos siguen sintindose solos.
M El otoo sigue siendo el verdugo de las hojas.
M Los bosques y las selvas siguen sin comunicarse hasta previo aviso. M
M Pero prometen hacer un intento.
M Las estrellas siguen all arriba, quietas, calladas y sin prestarse atencin unas a otras. Pero siguen destruyendo lo obvio, dentro de ese inmenso ganado, para seguir sorprendindonos.
M Los pases, continentes, pueblos y ciudades, siguen siendo un chamuyo de la geografa para que sigamos creyendo en los mapas.
M Las montaas siguen siendo helados sin cucuruchos.
M Los lpices siguen siendo pinos perfectamente ordenados.
M Mi casa sigue quedando ah, adentro, en la palma de tu mano.
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M Las aves siguen siendo naves espaciales que vuelan durante el da.
M Los roedores siguen siendo el mensajero revolucionario de las alcantarillas.
M Los poemas siguen siendo ese castillo de ansiedades y pasiones.
M Las canciones siguen siendo el santuario de nuestras sonrisas y lgrimas.
M Las pinturas siguen siendo la derrota de lo montono.
M El pasado sigue siendo ese relato que nos contamos a nosotros mismos con el fin de recordar.
M El futuro sigue siendo el mapa donde se celebran contingencias.
M Y el presente sigue siendo el recuerdo que el futuro tiene del pasado.
M Pienso en todo lo que sigue existiendo,
y sigo pensando en que capaz pasar todo esto a palabras no sea mala
idea.
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Ya s lo voy a escribir.
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