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Transeúntes. Felipe Ojalvo 2014

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TRANSENTES

Felipe Ojalvo

Felipe Ojalvo
Transentes -1 edicin- Santa Fe -2014
100 p.; 14,85x21 cm.

Felipe Ojalvo, 2014


Ale Dotti, por la edicin y el arte de tapa
Tam Tam, por el prlogo
Reservados todos los derechos. No se permite la reproduccin total o parcial de esta
obra, ni su incorporacin a un sistema informtico, ni su transmisin en cualquier
forma o por cualquier medio (electrnico,
mecnico, fotocopia, grabacin u otros) sin
autorizacin previa y por escrito de los titulares del copyright. La infraccin de dichos
derechos puede constituir un delito contra la
propiedad intelectual.
Impresos por Palo Alto imprenta digital
Crespo 2390 - 3000 Santa Fe
paloaltodigital@gmail.com www.paloaltodigital.com.ar
Impreso en Argentina

Esto NO es una autobiografa. Todas las palabras que estn escritas y encerradas por las dos tapas de este libro, son mera e inoportuna ficcin. Lo que significa que la historia es una ficcin, los personajes son una ficcin, el ttulo de la
novela es una ficcin y hasta esta suerte de prefacio tambin es una ficcin.

Prlogo
MPlanee mil maneras de empezar este prlogo, y todas fueron eliminadas antes de escribirse. Creo que puedo comenzar diciendo, que cuando leo a Felipe me da la sensacin de que en realidad lo tengo justo al
lado, en mi casa, y que su voz resuena en mis odos narrndome una
historia inimaginable y surrealista. Pero no. Esta novela es real. Cuando
leo a Felipe, mi amigo de entendimientos, de palabras y silencios, me leo
tambin a m, interpretada por l y en l.
MLe la novela dos veces, y me cost mucho desprenderme y ser objetiva pero lo logr. Y desde esa postura puedo decir que, desde lo intenso y
melanclico, Felipe se prende al pasado pero no para amarrarse eternamente, sino para exprimir de ste, lo que le dar el resplandor necesario
para narrarse con detalles, para contarse exhaustivamente.
MPorque Felipe se cuenta, cuando narra una historia, aunque no le
haya sucedido o si, quin sabe. Yo veo ver cmo se le van saliendo
las palabras por los poros logrando que ellas se unan en una prosa deliciosa. Esta prosa que me altera, con la misma fuerza que me abraza,
estaquendome a un terreno del cul al leerlo, yo tambin sencillamente
me involucro.
MFelipe, transentes, transentes, Felipe (que importa el orden) son voraces. Muerden los dos de manera intensa, desparramndome hacia un
lugar imposible y a la vez espejado, reflejndonos, reflejndome, desnudndote.
MFelipe y su novela, van quebrando con sutileza, corrompiendo en carne viva.
MEl texto se va volviendo una boca con hambre, que te engulle y te traga y luego se relame. Felipe y el texto, me condenan a no dejar sin leer ni
una pgina. La desarticulacin de las acciones, lo fragmentado en el que

se suceden las situaciones tanto as como el desorden de circunstancias y


la inverosimilitud de los hechos, no hacen ms que volverme una presa
para este texto. Corro y el texto me corre ms rpido, y ya, no me queda
otra que redimirme ante l, caer muerta ante sus brazos.
MTransentes es un juego. Su obscenidad es burda y justa. Felipe convierte su texto en una pelcula de la cual yo tambin soy parte. Desde el
tiempo presente, haca otros estados, naufrago en una road movie, viajo
junto a los hechos, lloro por ellos, soy ellos.
MFelipe escarba hondo hasta hincar la ua en lo ms profundo de nuestras miserias, espejndonos, mutilando nuestro ego, desintegrndonos.
El ritmo, con que se narran las situaciones, la incorporacin de elementos alternativos anecdotarios que se pueden pensar separados del eje
narrativo, no hacen ms que enloquecerme, quiero saber, quiero llegar
al mismo pozo que lleg Felipe para contar esta historia. Quiero ser l.
MLa prolijidad con que se narran los hechos, la densidad con que suceden, van creando un ritmo en donde me siento nadar en una jalea espesa, que me quiere tragar profundamente. En aquellos momentos donde
aparece el romanticismo, se vislumbra una cursilera justa, por momentos me alejo del texto pensando que aquellas palabras, todas ordenadas
una por detrs de la otra van siendo nicas no pudiendo ser otras. Felipe, el texto, se van volviendo cmplices de alteracin, de interpelacin.
El texto tiene una boca que habla, dientes, una lengua relamindose con
nosotros: sus presas. SI. Cuando leo a Felipe soy eso, una presa. Pero una
presa vencida, dispuesta a que su escrito me coma y que al fin y al cabo,
haga lo que quiera conmigo.

Tam Tam

No escribas nada si la vida no te arrastr con su peso muerto, si no tienes


cicatrices del tiempo que te fueron dejando todos esos das vagabundeados
sin ton ni son por los pabellones del gran shopping que es el mundo, o si de
casualidad o por que estabas distrado no fuiste testigo de cuando a otros los
arrasaban, los labraban con todos esos aparatos del demonio que la tecnologa
cra y seguir criando hasta completar los objetivos del siniestro plan que
algn da sabr exactamente quin diseo.
Enrique Symns

0
M Che
M Qu pasa?
M Y si hacemos algo perfecto,
pero repleto de imperfecciones?
(Dos transentes arriba de un tren)

23 de julio.
MAnoche so que estaba en mi cuarto con Dante hablando de algo.
No estaban mis viejos en casa, slo nosotros dos y mi hermana con
su novio en el living. En un momento suena el timbre. Le grito a mi
hermana que atienda. Me responde que no, que atienda yo. Ninguno
de los dos quiere hacerse cargo. Le aclaro gritando que ella est mas
cerca, que no sea rata, que no le cuesta nada. Accede con resignacin
a hacerlo. Al preguntar quin es, le responden a travs del portero, tres
pibes que siempre piden monedas a unas cuadras de casa. De la bronca
que tena mi hermana, porque yo no atend, los hace pasar al balcn
y los encierra ah. Ella entra a mi cuarto, interrumpe mi conversacin
con Dante, y me dice que los hizo pasar para que yo vaya y me encargue del asunto. Le pregunto por qu carajo hizo semejante idiotez. No
contesta. Cierra la puerta de mi cuarto. Lo miro a Dante. Me dice que
vayamos al balcn y que le pregunte a los pibes qu quieren. Le digo
que si, que no queda otra. Vamos al balcn y estn ah los tres: uno de
ellos es medio retobado, los otros dos se ven ms tranquilos. Le pregunto qu quieren. Me contesta uno de los tranquilos si no tengo algunas

monedas de sobra. Le digo que si. Le doy unas monedas a l, y a los


otros dos. El chaboncito retobado, me dice que si no le doy un billete
de 100 pesos no se va a ir. Le digo que se calme, que 100 pesos es bastante guita. Se calienta. Me empieza a agarrar del cuello exigiendo su
dinero. Instantneamente lo agarro del cuello a l y le disputo la batalla.
Nos tambaleamos para atrs y adelante durante casi treinta segundos.
Uno de los pibes tranquilos me ayuda, empujando al calentn. Lo sigo
zamarreando y el otro me sigue ayudando, acto seguido: el retobado se
cae del balcn. Miro hacia abajo y veo el cuerpo del pibe desparramado
por el suelo, con el crneo destruido en miles de pedazos. Queda una
aureola de sangre alrededor de todo el cuerpo muerto. Me asusto. Busco
con mirada de tontito naif, la complicidad culpable en el pibe que me
ayud a empujarlo. Me mira y al toque se va corriendo. El otro pibe lo
sigue desde atrs. Lo miro a Dante buscando empata o consejos, y me
dice que me maneje con el problema en el que me acabo de meter. Se da
vuelta y se va de mi casa. Quedo solo en el balcn, atormentado por un
peso inimaginable de sentirme un homicida. Empiezo a asustarme cada
vez ms. Transpiro como un cerdo haciendo un triatln. Qu hago
con el cuerpo? Voy a ir preso? Mis viejos pagarn la fianza? Se sigue
usando eso de pagar la fianza? Me van a violar en la crcel, tal como
veo en todas la series americanas? Tendr que matar al capo lder de
alguno de los bandos internos para ganarme el respeto y que no me
maten? Existirn en las crceles argentinas esos bandos? Entre todo ese
manicomio de atormentadoras preguntas, me acerco al living a hablar
con mi cuado. l es escribano y mi hermana es abogada. Supuse que
ambos me podran ayudar con todo el trmite judicial, y me diran qu
hacer con el cuerpo pudrindose en la vereda de casa. Me contesta mi
cuado que me tranquilice, que no es para tanto, que existe una ley que
dice que si un pibe te exige que le des 100 pesos en tu balcn y lo mats,
no pods caer preso; solamente tens que pagar una suerte de coima y
firmar unos papeles. De ser cierta esa ley, todo me cierra perfecto. No
existen culpables, existe una contingencia azarosa avalada por el sistema
judicial. Pero qu hacer con el cuerpo? Me contesta mi cuado que no
hay drama, que empujemos el cuerpo contra la calle, y que cuando ven-

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gan mis viejos, les decimos que lo choc un auto y que todava no vino la
ambulancia. Algo me deca que no me iban a creer. Pero cuando vinieron, mi hermana y su novio los convencieron de que todo eso fue cierto.
Me voy a dormir, un poco ms tranquilo tras solucionarse el problema.
Despierto en un cuarto dentro de una mansin que est lleno de gente
con cara de estupefaccin. Mi cara se asemeja a la de ellos. Nadie se
conoce con nadie. No comprendemos lo que pasa. La puerta del cuarto
est cerrada. Tratamos de abrirla entre varios, hasta que escuchamos
una voz de fondo. (Como la de dios, pero un poco ms piola.) La voz
nos aclara que en este cuarto estamos todos los que ayer asesinamos a
alguien de manera injusta. El cuarto se conecta a travs de un pasillo
con otro dnde estn los asesinados esperando que nosotros, los asesinos, vayamos a pedirles perdn, as de esta forma ellos pueden morir
en paz. Mi misin es bastante simple: solo tengo que encontrar al pibe
retobado y pedirle perdn. Cuestin que se abre sola la puerta del cuarto. Todos empezamos a correr hacia la otra habitacin. El tema es que
cada uno de los asesinados se haya exactamente como se encontraba
cuando muri. Es decir, si yo hubiese asesinado a alguien arrancndole
una pierna, l me estara esperando en la otra habitacin sin esa pierna. Entonces me doy cuenta de que tengo que buscar a un pibe que no
tiene su cabeza. Cuando llegamos a la otra habitacin hay, entre todos
los muertos vivos, seis o siete decapitados. No logro diferenciar cul es
el mo. Ninguno de ellos puede hablar, ni comunicarse. Los decapitados
caminan, sin objetivo alguno, golpendose con las paredes. Mientras
tanto los dems van logrando su misin. Eso me da mucho celo y bronca. Considero realmente necesario pedirle perdn al pibe retobado y
terminar con todo esto. Me siento algo fastidiado por la situacin, con
mucha sensacin de culpa, y me pongo a hablar con uno que no tena
antebrazo. Est al lado de su asesino que ya le pidi perdn. Le cuento
todo lo que me pas. Le pido un consejo y me dice que nada que ver mi
actitud, que no merezco pasar la misin. Le digo que tenga un poco mas
de compasin para conmigo. Me dice que no, que nada que ver. Me doy
vuelta. Apoyo mis manos en mi rostro. Intento llorar. Busco darle emotividad a la situacin. Empiezan a brotar algunas lgrimas, lentamente

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todo se torna demasiado melodramtico, al mismo tiempo que normal...


MMe despierto.
MMe echo un meo, mientras me lavo los dientes y pienso que capaz
ese ltimo sueo me est queriendo decir algo. Tal vez mi inconsciente
me est explicando que no estoy cumpliendo con las misiones que se
atraviesan en mi camino, o capaz que el novio de mi hermana es un re
mafia, o ambas. Yo creo que ambas.
MPreparo el desayuno. Me acuerdo que est alojado en mi casa mi
primo de diecisis aos. Hace poco que sus padres, por un asado mal
hecho, incendiaron parte de la casa, entre ella su habitacin. Lo saludo.
Nos quedamos callados. No nos hablamos. Tomo mi caf con tostadas
vindolo hacer lo suyo. El moja su pan tostado en su t con leche. Nunca
entend la gracia de mojar la tostada o galletita en el t, caf, leche, yogur
o cualquier lquido comestible. Hace unos das v una porno en donde el
pibe sumerge su pija erecta en un vaso con jugo de naranja exprimido,
antes de que se la chupen dos minas. Repito: no entiendo porqu en el
mundo que habitamos todava existe gente que sumerge algo antes de
ingerirlo, tampoco entiendo porqu existen videos pornogrficos o erticos de eso, y mucho menos entiendo porqu mierda acabo de escribir
sobre ese video, ya que no deja de parecerme desagradable.
MAgarro la bicicleta. No quiero almorzar ac en casa, con mi primo,
mucho menos con mis viejos y mi hermana. Es demasiada gente, y es
muy poca mi capacidad de caretearles una interaccin. As que voy a la
casa de algn amigo que viva solo y que no se ofenda si le intervengo la
heladera. Llego a la esquina. El semforo est en rojo. Freno. Pasan los
segundos. Podra cruzar, pero la calle perpendicular a sta es una con
onda verde, de hacerlo podra morir en el intento y no sobrevivir para
contarlo. No pienso arriesgarme. Sigo en stopmotion. Veo en la calle de
frente una parejita de nios adolescentes besndose. Mientras tanto, en
la vereda paralela a sa, choca un pibe en moto con uno de los autos
que iba en onda verde. La gente se altera. Escucho gritos y puteadas. Se

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genera una pequea multitud alrededor del pibe de la moto que no sufre
el ms mnimo dao. El semforo se pone en verde.
MAvanzo.

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1
M Una gran pasin es el privilegio de la gente que no tiene nada que hacer.
(Transente 2)

Jueves 1 de agosto.
MEl viento escupe muerte y fro con toda su fuerza en la costanera.
Con Juan, mientras pedaleamos nuestras bicicletas hacia uno de los espigones, jodemos diciendo que Odn est completamente furioso y nos
regala la tarde ms fresca y ventosa de todo el ao. Siempre venimos a la
costanera. Amamos el fro. Lo disfrutamos, sometindonos a sus heladas
lujurias de julio y agosto.
MHablamos de todo y pensamos en nada.
MLe cuento que las cosas con Mal estn raras, o diferentes a lo que
venamos teniendo. Salgo con ella desde hace meses, y desde hace meses
que lo nico que nos pasa es meramente sexual. Adems me molestan
bastante ciertas actitudes que tiene de criticarme todo. Cuando me quedo a dormir en su departamento, casi siempre los fines de semana, nos
despertamos ambos de mal humor. Como si la compaa del otro despus del sexo fuera una carga. Una pesada mochila que rompe nuestras
espaldas, solo por un rato de sexo. Discutimos por idioteces. No como
esas discusiones que uno puede verle sus frutos una vez terminada. Todo
lo que yo digo es molesto, o fuera de lugar. Cuando hablo mucho, con el
fin de generar una fluida conversacin y destruir el silencio incmodo,

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me mira con cara de culo. Le molesta, o mejor dicho la deserotiza, que


yo sea tan flaco. Yo no la culpo por ser petiza. Su personalidad no me
atrae en lo mas mnimo, no me mueve un pelo de la cabeza.
Pero garchamos. Y ah est la cuestin. Garchamos piola, que se yo.
No estoy hablando de miles de poses por noche, y lbidos prcticamente
satisfechos. Hablo de un polvito, o dos o tres, por fin de semana. Y eso
es suficiente como para que ninguno se baje del barco.
MTanto Mal como yo, tenemos bien en claro que no somos novios.
Que no somos pareja. Que no somos salientes, o chongos. Pero claramente no somos amigos.
MLe sigo hablando de esto a Juan, que es mi nico amigo antisocial al
extremo, y exacerbadamente nihilista. No niego que lo acompao en
muchos razonamientos, sobre todo en el de la familia, parejas, amistades, relaciones sociales en s. Pero llegado a cierto nivel de su filosofa de
vida suele caer en una tica poco argumentada en sus palabras, o hasta
inverosmil. Pero estos ltimos dos aos nos hicimos grandes compaeros. Grandes amigos.
MNos quedamos sentados ah un rato largo. Recibo un mensaje de texto de un nmero que no tengo agendado:
Hola lobo. Qu viento fuerte sopla hoy. Est hermoso, a vos te encanta este clima.
Ahora estoy en una reunin, pero salgo en un rato. Buscamos la calma en algn
refugio?
MTermino de leerlo y por cmo me llam (lobo), me doy cuenta que
es Luca. Luca es una piba que conoc en el ciclo de lectura que organizo. Particip hace una semana, y le gust mucho actuando. O llam su
atencin. Lo suficiente como para que estemos toda la semana chateando. Y hoy antes de venirme con Juan a ac, le dej escrito el nmero de
mi celular por mensaje privado.
MLa piba me cabe. Fsicamente no me vuelve loco, pero me cabe. Y
desde hace dos aos y algo, tengo en mi cabeza lo siguiente: si una mina

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me da bola, yo me entrego. Me gusta garchar, como a todo el mundo, y


nunca estuve efectivamente de novio. Tuve salientes o ese tipo de seudo
relaciones no tan formales donde prima la aventura, la experimentacin
y el disfrute ertico-sexual. No tengo ningn tipo de juicio de valor, en
contra o a favor, del noviazgo. Simplemente cuando lo busqu no apareci, y cuando me alej de l, no vino corriendo a m. No me cierro para
nada al sentimentalismo, pero por ah me copa mas lo poco problemtico que resulta el trmite garche-dormir-garche-desayuno-me voy. Creo
yo que es por comodidad. En ese tipo de relaciones uno no tiene que
andar regalando, ni acordndose de fechas especiales.
MEn fin, como no estoy de novio, ni en una relacin con Mal, capaz
si se da esta noche garche con Luca y fue. Y si no garcho, no garcho y
listo. Disfruto de la compaa femenina en un sentido bastante amplio.
MEn el ir y venir de los mensajes de texto, quedamos en vernos a unas
cuadras de la casa de ella, tipo nueve y algo. Con Juan volvimos a su
casa tipo ocho, me morf una empanada y ahora estoy yendo directo a
verme con Luca.
MElla est sentada, con su espalda apoyada en la pared trasera de un
bar y su bici de dos colores con canastito negro. Me acerco a ella estando arriba de mi bici. Me ve. Ella tiene puesta una campera roja con capucha en su cabeza, y sus lentes de marco negro. Yo tengo una campera
verde, sobresale la capucha de mi buzo que est debajo, y una bufanda
escocesa que me queda bien. Me acerco. Le doy un beso en el cachete
y charlamos ah sentados un rato. Lo primero que me doy cuenta es lo
mucho que la favorece su foto de perfil en facebook. No me parece fea,
pero tampoco de una belleza despampanante.
MCreo que estuvimos ah sentados como media hora, hasta que me
dijo que nos acerquemos a su casa. Me est cayendo bien, y admito que
ahora tengo ganas de garchrmela. Su actitud de nia suave y pacfica
tiene algo que me permite ser yo al extremo: tarado, extrovertido y un
poco histrinico. Pero noto que le encanta esa actitud. Lo disfruta. La

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siento bailar al ritmo de mi idiotez. Sentirme as de liberado hace que


ella me guste tambin, ya sin importar su cara o cuerpo. Algo raro, lo
admito. Pero lo acepto, y lo dejo fluir.
MEntramos a su casa y me da un plato de arroz. Le agradezco al mismo tiempo que no paro de comer. Siempre fui una persona que come
muchsimo y no engorda ni un poco. Soy muy flaco, y cualquiera que
no me conoce cree que se debe a un tipo de dejadez, de la cual me hago
cargo, porque no hago deportes, pero es verdad que como alevosamente. Ella me ve comer con sus grandes y circulares ojos marrones. Me
encantan. Siento que su mirada me mastica, mientras en mi boca el
arroz con pur se desintegra.
MNos sentamos en su silln y empezamos a hablar silenciosamente. Su
mam est durmiendo en el cuarto a pasos nuestro. Ella no sabe que un
desconocido est en su casa tratando de levantarse a su hija, al mismo
tiempo que ella le tira onda a l. Un amigo me ense que hablar en
voz baja es un mecanismo de seduccin muy eficaz, con el fin de que
esa otra persona se acerque para escucharte mejor, al mismo tiempo que
se van falseando aquellas distancias que evitan o dificultan ejecutar un
buen beso.
No niego que siento pasarla realmente bien, me encantara fumar un
porro a medias con ella. Le pregunto si tiene. Me contesta que si, pero
que le parece innecesario que fumemos, que est bueno esto de hablar
y conocernos cada vez mas. En ese momento me dio por las bolas, un
porrito no iba a evitar que nos sigamos conociendo.
MSegundos despus de mi iniciativa de fumar, pasamos a su cuarto y
nos tiramos en el suelo con unas almohaditas chicas que tena arriba de
su cama tendida. Ya hace dos horas y media que estoy hablando sin parar con ella. La comodidad que siento es muy grande y gratificante. La
disfruto. No paro de contarle, con lujo de detalles, todo lo que soy, con
mi extremada elocuencia que me caracteriza. Lo disfruta. Estamos cada
vez mas cerca, cada minuto que pasa muero por besarla lo que quede

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de esta noche, y desnudarla por completo. Tengo mucha curiosidad por


saber cmo se ven sus tetas.
MMe acerco.
MSe acerca.
MEstamos a centmetros del beso.
MNos miramos en silencio. Yo observando dos laberintos circulares de
color marrn. Ella viendo dos pequeos y sinceros bosques de arboles
color verde.
MMe agarra la mano y la besa.
MAgarro su mano y la beso.
MMe mira a los ojos, me dice que soy hermoso y que quiere besarme.
MLa miro y le digo sonriendo, si antes de que nos besemos, me puede
confirmar si no sinti como que ya nos habamos besado, que ya nos
habamos abrazado y contado todo lo que hablamos de la vida, msica,
literatura, arte, poesa, filosofa, teatro, todo como si nos hubisemos
conocido de hace millones de aos atrs y hoy casualmente volvemos a
encontrarnos y a reconocernos. Sonre de una manera inmensa al tiempo que me dice que si, que sinti lo mismo.
MNos empezamos a besar suavemente y en cmara lenta. Como si mi
lengua y la suya estuviesen bien juntas pero encerradas en una biblioteca donde no se puede hacer ruido.
MHablamos. Nos besamos. Volvemos a hablar. Volvemos a besarnos. El
fro ya es inexistente. Nuestras respiraciones son la misma separada en
dos cuerpos. Somos animalitos en la selva jugando a las escondidas. Ella
me asegura que soy un lobo. Vuelvo a besarla, no puedo parar de hacerlo. Le digo que ella es un frasquito de miel. Sonre. Empiezo a sentir
una energa en mi cuerpo cada vez que ella re o sonre. Veo inexistente
la sensacin de soledad, no podra recordarla. El invierno es un aliado.
Nos volvemos a besar. Le digo las palabras que al mismo tiempo escribo
en la maquina de procesamiento mental: 1) que es hermosa, 2) que llevo
solamente horas con ella y que no me cabe duda que esto que siento

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es irremplazable, y 3) que me da vergenza verbalizarlo, pero la miro y


no quiero dejar de besarla, pero tampoco de escucharla, entonces entre
cada beso me tomo unos segundos y me dispongo a conocerla. A conocerla como ser. Un ser infinitamente increble, salvaje y libre. Un animalito feliz perdido en la intemperie. Me pasa la lengua por la nariz como
un felino. Me confund en algo: ella no slo es un frasquito de miel;
tambin es un gatito. Yo soy un lobo. Le doy un beso en los ojos. Y me
chupa uno de mis ojos, y yo le beso todo el cuello durante un buen rato.
Seguimos hablando. Nos volvemos a besar. Le confieso que estoy sintiendo una conexin inexplicable que nunca percib en mi cuerpo, una
energa que me completa. Me vuelvo a confundir en algo: ella no slo es
un frasquito de miel y un gatito; tambin es un osito que me abraza y me
rasgua sin lastimarme la espalda. El tiempo se licuifica por completo;
las horas, al igual que todos los minutos que las conforman, se convierten en un chorrito de agua que sale de una canilla a la velocidad de la
luz. Le toco una teta. Sonre. Le desabrocho el corpio. Busco besarle
todo el torso desnudo. Pero me frena y me dice que esta noche estamos
teniendo sexo, sin desnudarnos, que no hace falta penetrarnos. Me asegura que estamos haciendo el amor con las manos, los ojos, los labios y
el alma. No se lo discuto. Me doy cuenta que es hermosa; sus dientecitos
desordenados, su saliva con gustito a durazno, la forma de sus labios, los
ojos como gigantes charcos marrones llenos de vida, y tristeza tambin.
Tiene la mirada de alguien que sufri muchsimo, pero que sabe canalizarlo en amor, y no en bronca, o desprecio, o resentimiento. Aseguro
mi cuerpo entero a que eso es as. Me enloquece, me fascina ella entera
como es. Luci me encants, no puedo parar de besarte, me tiembla
todo el cuerpo, le digo. La vuelvo a besar. Y seguimos conversando y
conocindonos, y hablando, y acaricindonos, y compartiendo sonrisas.
En su mano enterita entro yo.
M
MEstoy hace cinco horas con ella, y no me quiero ir. Quiero seguir
besndola sin parar y hablarle y volverla a besar. Sos hermoso nio
lobo, me dice y me empieza a dar besitos chiquititos en el cuello hacia
la cara. Me vibra el cuerpo, siento esas sensaciones que de convertirlas

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en oracin llegara a decir todo aquello que cuando uno lo escucha en


tercera persona piensa pero qu idiotas.
MYa hace ocho horas que todava estoy ac. Le pregunto si me puedo
quedar a dormir. Me responde que no puede, que su mam no sabe
nada y puede generar bastante bardo a la maana. Le contesto que no
importa, que no pasa nada. Seguimos besndonos media hora ms y
empiezo a cambiarme. Mientras me visto ella me da besos sin parar. Me
hago el tonto, el que se tiene que ir, pero por dentro quisiera repetir lo
que viv esta noche durante aos. Durante eternidades.
MMe abre la puerta a las 6 de la maana. Me recibe desde afuera toda
la furia de ese fro que me abraz durante todo el da. Nos damos un
beso largo de despedida y me dice gracias por todo. No, luci gracias a vos. Sos hermosa. Y mientras me voy en bici hacia la casa de mis
viejos pienso en esas ltimas ocho o nueve horas que viv. Algo completamente nuevo. Algo que no pens que me iba a llegar de esta forma.
Algo muy grande, muy fuerte.
MDejo la bicicleta en el patio. Desactivo la alarma. Me acerco a la cama
intentando dormir.

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El mono y la cueva
MTenamos puesta la misma camisa escocesa con Mono. La ma era
de color rojo y negro, la de l azul y negro. Fue a propsito. A mi me
daba lo mismo, pero mono insisti en que caigamos a Madrid vestidos de
manera simtrica. Me dijo que eso le pareca flashero.
MMadrid se llamaba el bar rockero que estaba a la vuelta de la casa
de mis viejos. Antes ah haba un kiosco que se llamaba kioscodrilo,
dnde vendan las figus de Dragon ball, que yo timbeaba todas las maanas en la escuela.
MCuando dej de ser un kiosco, para mutar a bar rockero, Mono y yo
ramos grandes amigos. Ibamos como dos posquinceaeros, que necesitaban migrar de aquel sueo adolescente de los boliches, y toda la
parafernalia del reggaeton. As que este bar nuevo, en una ciudad precaria de posibilidades nocturnas, serva de lugar para previa, para luego
avanzar en una caminata nocturna algo alimentada por el alcohol y
encaminada hacia ningn lado, hasta que se autoboicotearan los temas
de conversacin.
MEntre todas las cosas que hablbamos, una noche Mono me cont su
historia con Mariana. Ella lo conoci a l en un recital de una bandita
grunge de Santa Fe. Ella gustaba de casi todos sus amigos, excepto de l.
Sin embargo esforzndose bastante, Mono logr seducirla y empez a
salir con ella. Estuvieron juntos y separados casi un ao y medio. Si no
tengo en cuenta que ella sufra de bipolaridad aguda, y de que Mono se
obsesion con la idea de ayudarla a superar (o por lo menos silenciar) su
enfermedad psicopatolgica, se podra decir que lo de ellos dos no fue
mas que uno de esos mini-pactos que uno traza con alguien enlazndose
durante un tiempo indefinido de manera sexual amorosa. Pero con el
tiempo esto fue desgastando la relacin a punto tal que la pareja se con-

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figur al estilo Sid y Nancy o Kurt y Courtney. Ella se intent suicidar, l


tambin. Supongo que ambos buscaban escaparse de algo. Ninguno de
los dos muri, estn vivos actualmente. Pero no se hablan ms. Hace
aos que cortaron la comunicacin.
MUn par de veces actuamos y tocamos en vivo en el bar. Durante lo
que dur nuestro exilio a Madrid, con Mono y dos amigos ms, tenamos
una bandita. No sonaba bien, pero la pasbamos piola. Adems fueron
mis primeros besitos en la boca con una de mis amantes preferidas: el
escenario.
MCon el tiempo dejamos de ir a Madrid. Se empez a llenar de gente
y dejaron de pasar temas de Sumo, para poner hits de Tan Binica. De
fondo seguan los posters de Jim Morrison, Indio Solari y Bob Marley.
Pero no era lo mismo.
MYo ya haba dejado de ir al bar cuando logr ser noticia en la ciudad.
Agustina y su novio Andrs fueron a Madrid el 15 de mayo al cumple de
una amiga cercana de ambos. Haban llegado a las nueve, casi diez de
la noche. Estaban en la mesa principal porque eran varios los invitados.
Todos comieron pizza y tomaron cerveza. Agustina besaba a su novio
cada vez que lo observaba. Haban cumplido tres aos, pero no olvidaban que estaban en el bar por el cumple de su amiga. As que intentaron
que el aniversario de su noviazgo no interrumpa el aniversario de su
amiga en vida. En un momento Agustina pidi un daikiri de frutilla.
Tom un trago largo, tena sed. Segundos despus empez a sentir un
calor muy potente en todo el interior de la garganta. Como si por segundos todo el espacio que encierra su trquea fue testigo de una microexplosin nuclear. Le explic a su novio la sensacin. l le dijo que pida
agua con hielo al barman. Agustina lo hizo. Tom un buen trago largo,
casi fondo blanco. El fuego de su interior logr apagarse. Veinte minutos
despus, Agustina estaba muerta.
MAl otro da la noticia ya era clich, fbula, mito, rumor y tristeza. Todo
al mismo tiempo. Empezaron a dispararse especulaciones que aten-

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taban directamente a la gente del bar. Pero no existan certezas sobre


qu haba aniquilado a Agustina. Hasta que el mdico forense encontr
soda custica en lo que quedaba del daikiri de frutilla, y en el cuerpo de
Agustina. (La soda custica es un polvito blanco que sirve para destapar
caeras). Nunca se supo bien qu llev la soda custica a la bebida que
tom Agustina; si fue un descuido o un homicidio poco comprensible.
La mina no estaba metida en asuntos que deban de finalizar en lo sucedido. Los dueos de Madrid todava estn presos, y el pibe que se autoresponsabiliz por ponerle soda custica, se suicid pocos das despus
del accidente, tras declararse culpable.
MLo que qued del bar son solo recuerdos y algunas que otras lgrimas
e insultos. En cuanto a lo fsico, hoy en esa esquina hay un estacionamiento que cobra veinte pesos la noche, cinco la hora.

24

25

2
M No puedo ofrecer ms que mi propia confusin.
(Transente 3)

2 de agosto.
MSon las 11.30 de la maana. Acabo de despertarme. Siempre me
tomo unos diez minutos como mnimo para abrir los ojos, con mucha
lentitud, cuando tengo resaca. Me destroza el dolor de cabeza y los prpados me destruyen el cejo al moverse. Cada pestaear es un revoltijo
en la frente.
MLogro abrir los ojos. Veo el techo celeste de mi cuarto. Me marean un
tanto algunos posters que todava persisten en la puerta de mi armario.
MAnoche no me drogu, ni tom. No s porque siento este desgaste, no
fsico, sino completamente mental. Como si hubiese estado en un torneo
de ajedrez ortodoxo, y yo llegu a la final para ganarle al maestro zen
de la concentracin; de seguro un tipo oriental con apellido hind. Pero
no llega a molestarme o afectarme realmente. Porque me doy cuenta
que anoche viv algo imposible de predecir. Me cuesta explicarlo ahora.
sta sensacin de ruina cerebral probablemente se deba a que estuve
durante horas y horas sumergido en un mundo casi imaginario. Es mucho pedirle a mi estructurada, y precariamente curtida cabecita, que se
ahogue en semejante estado psico-galctico durante tanto tiempo, sin
producirlo con alguna sustancia. Todava recibo ese vibrar energtico y
emocional que me hace carecer de palabras sencillas para enunciarlo.
Me doy cuenta que no lo logro. Mejor lo dejo ah.

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MPienso en Mal. En que capaz deba seguir vindome con ella. Ella
saca sus ganas y yo las mas. Es justo. Si no fuese porque en los ltimos
cincuenta aos la democracia nos defraud, demostrando estar llena de
falacias, fallas y clientelismos, dira que es democrtico. Es recproco. Lo
dejo ah: recproco. Hay respeto. Puede funcionar un par de meses mas
as. Capaz mas tiempo. Tiene lindas tetas Mal, y siempre tuve cierta
devocin por los pechos grandes. A ella le agrada que me pase un rato
besndolos; a veces durante largos minutos.
MEn fin, puedo estar con dos minas a la vez.
MPero mi cabeza se distrae y me habla de Luca. De su cadera ancha.
De cuando anoche me ley un poema de Kerouac, mientras yo le vea
la boca enunciar la prosa perfecta, el tono y el volumen de una historia
que metaforiza a todo el mundo animal. De su metro setenta y dos de
altura. De su pelo corto bastante indie. De su voz de nia, modificada
a partir de aquella operacin que se llev para siempre sus amgdalas.
De las tres o cuatro risas diferentes que suelta, dependiendo el grado de
humor que yo emane. De su extremada forma de acariciarme la cara y
el cuerpo. De ella.
MOjal pueda verla hoy de nuevo. Afirmar que lo de anoche no fue un
flash y listo. Quiero saber si puedo darle una parte de m a alguien de
manera no exclusivamente sexual.
MPero, repito, puedo estar con dos minas a la vez.
MMe como unas dos o tres empanadas de pollo, de las que encargo
siempre a una cuadra de casa. Son buenas, zafan, y salen cinco pesos
cada una. Prendo la computadora. Pongo dos cds en el winamp de John
Frusciante; entremezclo las canciones y activo el random. Desde que
conozco a este msico me cuesta respetar a los solistas que no logran ni
la mitad de la plenitud que John dispara en un disco suyo de cuarenta o
cincuenta minutos. Me conecto a facebook. Luca est conectada. Me
saluda. Nos ponemos a hablar un rato de lo de anoche. Nos decimos pa-

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labras lindas, escritas por chat. Mas o menos lo mismo que nos decamos
anoche, y un poco mas. Es obvio que no es lo mismo decir cosas hermosas en una conversacin cara a cara (mediada por todo el mecanismo de persuasin que suponen las caricias, sonrer y hasta besarse), de
una comunicacin digital, donde estoy mirando una pantallita blanca,
mientras le sonro a una foto de perfil. Noto que ella vivi lo mismo que
yo. Me lo asegura. Noto que podra hablarle horas por ac de un milln
de cosas ms. Y noto que estamos un poquito cansados pero queremos
vernos.
MMe chatea chapa. Me desconecto pero le respondo por mensaje privado. Me dice que no puede creer como Hollywood tiene facetas semi
indies que busca en pelculas como Drive o Nebraska. Le respondo que
no conozco ninguna peli indie, o hollywoodense, o indie-hollywoodense,
que se llame Nebraska. Me pasa el link de youtube con el triler. Lo
veo. Corto el video al minuto y medio, me supera del aburrimiento. Le
pregunto a Chapa si va a hacer algo esta tarde. Se desconecta, no me
responde.
MApago la pc.
MMe tiro una siesta.
MCreo que pasan unas dos horas y algo, y vienen a buscarme Juan y
Mono. Dicen de ir a tomar unos cafs en lo de Chapa que salen riqusimos por el agua calentita del dispnser que compr su vieja hace unos
meses. Despus ver si sale alguna ms a la noche con alguien ms. Les
digo que hace unas horas chate con l y que no me respondi. Me
dicen que da lo mismo, que siempre lo buscamos sin avisar. Les doy la
razn. Me pongo una campera de cuero que consegu este ao a un
precio sper razonable que me queda bien. Agarramos nuestras bicicletas y vamos los tres pedaleando lento por 1 de mayo. Mi bici es una
mountain bike, con cambios shimano, de lujo. Juan tiene una de esas de
carrera con las gomas bien delgadas que levantan velocidad; se la compr a Chapa hace unos aos. El Mono tiene una de esas modelo hipster,
bien anacrnica y detestablemente inservible.
MSigue haciendo el mismo fro que ayer, capaz un poco ms. Los tres lo

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disfrutamos. Tocamos timbre. Nos abre la puerta el portero. Entramos


al depto. Apagamos las luces del ascensor hasta el piso tres. Nos abre
Chapa. Vamos a la cocina, tomamos un caf cada uno y hablamos de
un par de cosas. Un par varias.
MSe hacen ya las ocho y algo. Con Mono y Juan nos pinta ir a buscar
algo de porro a mi casa, agarrar una bufanda y encarar para la plaza
que queda cerca de lo de Juan. En el camino le escribo un mensaje de
texto a Luca preguntndole si no puedo pasar otro ratito con ella mas
tarde. Comemos una pizza que sobr en casa de Juan; la dej su hermano mayor. La devoramos en cuestin de segundos. Recibo el mensaje
respuesta de Luca. Dice que si quiero puedo pasar por su casa en un
rato. Le contesto que s. Los apuro a los pibes con la pizza, para ir a la
plaza, matar ese churro, y poder ir a verme con ella. Me relajan y me
dicen que hay tiempo. Les aclaro que yo no tengo tanto tiempo. Logro
persuadirlos. Me comprenden.
MVamos a la plaza y nos ponemos a enrolar debajo del puentecito blanco que est en el medio. Fumamos un rato. Cuento los segundos para
irme. Ya estuve toda la tarde con ellos, ahora ya quiero ir a ver a Luca.
Llegamos a la mitad del churro, y les digo che termnenlo tranqui ustedes, yo me voy. Agarro la bici, los saludo y empiezo a pedalear. Pedaleo
algo rpido por la emocin. Paso por las mismas calles que ayer, yendo
de lo de Juan a lo de Luci. Mi mente empieza a archivar expectativas en
torno a lo que puede o va a pasar en unas horas.
MLe mando un mensaje. Estoy afuera. La veo venir por el pasillo que
une su casa de otras dos o tres ms. Tiene poca ropa puesta. Le doy un
beso. Me lo alarga con otro suyo. Me hace pasar.
MLa noto un poco ms suave que ayer, como mas abrazable que de por
s. Como si su mente estuviese flotando con millones de plumas blancas
sobre las montaas del sur, mientras el viento le hace bailar un smooth
jazz. Y logra emanarme eso con su mirada. En el camino del pasillo
hacia su casa la freno agarrndola con mi mano izquierda. La miro a
los ojos, y la beso un rato largo. Le sostengo la cara con ambas manos y

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sonro muy de verdad.


MVoy directamente a su cuarto, mientras ella toma un vaso de agua en
la cocina. Me siento en su cama a esperarla. Se acerca. Me cuenta que
me estaba esperando debajo de las sbanas viendo una pelcula en la
PC. Me empiezo a desvestir un poco (esa habitacin en verano puede
ser mortal). Me dejo solamente una remera mangas corta, el jean y las
medias.
MLa empiezo a abrazar. Le paso lentamente mi rostro sobre su piel,
ms que nada la cara. Le evidencio sin palabras la comodidad que siento en todo mi cuerpo cuando estoy con ella. El mismo vibrar que ayer,
la misma energa me fluye. Ella me dice que estuvo todo el da un poco
reflexiva. Sobre todo, porque est en pareja con otro pibe que no es de
ac. No vive ac. Estuvo con l ms de un ao, casi dos. Y en el momento que me conoci ayer estaba en una pausa, en un tommonos
un tiempo, o algo as. Eso explicaba todo lo que hizo anoche. No me
pongo celoso en lo mas mnimo. Siento que ahora que me conoci a m,
va a terminar con el otro pibe; quiero decir de qu le sirve estar con
alguien que parece que le hace mal, a estar conmigo que es obvio que se
siente muy bien y cmoda? Pero tampoco pienso mucho en eso. Estoy
ac en la cama con ella, pienso en que quiero decirle todo lo hermoso
que me siento cuando me mira. Que pestaeo rpido porque se sobrecargan mis ojos vindola verme. Me enloquezco con tranquilidad.
MElla puede escucharme cuando pienso. Me percibe por completo mi
lenguaje mental. Parece mentira. Nunca cre en lo mgico o sagrado.
Pero es verdad. Me acuesto de costado para mirarla, y pienso que hermosa que es, que lindos ojos tiene; y ella me da un beso en la nariz
y me dice gracias, vos tambin sos hermoso. Y abro grandes los ojos,
pidindole que me explique cmo hizo. Y ella se re, se caga de risa. No
es la primera vez que lo hace, se nota. Pero me siento tan bien que no
puedo dejar de disfrutarlo.
MLa beso fuerte. Me muerde el labio inferior. Es muy rica su saliva, y

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sus labios son finitos y angostos, pero me excitan. Me excita su voz adultamente aguda. Tiene tcnicas vocales que le permiten imitar muchos
tipos de voces, y cuando hace el de nenita me recontra caliento. (Es un
fetiche algo recriminable, pero no importa). Le toco las tetas, la espalda,
la panza. Le chupo los labios como si yo fuese un gatito recin nacido.
Me da chupones en el cuello, y yo a ella en la cara. Me toca la pija. No
la tengo dura, pero estoy disfrutando muchsimo. Le sigo tocando las
tetas, y empiezo a masturbarla. Le inserto mis dos dedos ms largos, y
los muevo adentro estimulndola. Lo disfruta. La escucho gemir. Est la
luz del velador prendida, lo que me deja verle la cara de goce, con sus
gemidos de nenita. Sigo masturbndola. Se est humedeciendo cada
vez ms, a partir de cmo voy acaricindole el cltoris.
MIntenta masturbarme pero no se me endurece. No s porque, no estoy
nervioso ni chupado; teniendo en cuenta que me recontra encanta, debera de tenerla totalmente erecta. Ella me dice que me tranquilice, que
no me ponga mal, que est disfrutando igual, que no la idealice. Pero yo
quiero disfrutarlo mucho mas penetrndola, y acabar agarrndola por
todo el cuerpo. Ahora si quiero coger, como quien dice.
MMe pregunta si quiero que me la chupe. Si, dale, respondo. Hasta
llegar a la pija, me construye un caminito de besos por toda la panza.
Llega al pequeo y avergonzado pitito flcido. Empieza a lamerlo con
tranquilidad. Ahora si se me est endureciendo. Pasa la lengua por sobre el frenillo. Me lo sigue chupando y chupando, y bombeando rpido.
Sabe chuprmela, le sale estupendo. Me excito muchsimo, pero falta
bastante para que acabe. En este momento solo pienso en penetrarla.Le
agarro el pelito corto y lo junto todo en su nuca con mi mano derecha.
Le direcciono la cabeza. Configuro el pete a mi gusto. Me la mama
con fuerza y velocidad. Le toco la campanita con la punta del pito. Me
excito cada vez ms. La hago subir. La beso, siento el gusto a chota que
le dej en la boca. Estamos transpirando un poco, nuestras frentes estn
hmedas. Me pongo un forro. Me pide que me ponga detrs de ella y
ambos de costado, que esa fue su pose debut. No pienso discutirle nada,
amo garchar de esa forma. Me tiro saliva en los dedos ms largos de mi
mano derecha. Le lubrico la concha.

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MSe la pongo.
MEmpiezo a bombear lento, para de a poco aumentar mucho la velocidad.
MElla est excitada.
MBombeo rpido.
MLe beso el cuello,
le agarro la cara con la mano.
MLe beso el cachete.
MBombeo ms rpido.
MMuchos gemidos de ella,
Myo respiro fuerte
y acelerado.
MLe muerdo suave la oreja derecha.
MBombeo.
MLe chupo el lbulo.
MBombeo
MLe chupo el cachete.
MBombeo.
MLe beso los ojos.
MBombeo rpido.
MBombeo rapidsimo.
MNo pienso todava acabar.
MElla acaba una vez.
MSigo bombeando.
MMi orgasmo est alargndose,
lo cual no me molesta.
MElla disfruta.
MBombeo rapidsimo.
MMe duelen los abdominales,
pero no impide que siga metiendo y sacando.
MSeguimos as un buen tiempo.
MBombeo.

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MBombeo.
MLe doy millones de besos.
MMUCHOS BESOS.
MBOMBEO
MBOMBEO
MElla acaba de nuevo,
MBOMBEO
MBOMBEO
MSe acerca mi orgasmo,
MBOMBEO
MBOMBEO
MBOMBEO,
MLe beso la cara,
le muerdo el labio.
MBOMBEO
MBOMBEO
MY
M
M
M
MAcabo.

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3
M No hay que confundir el modelo de la realidad, con la realidad del modelo.
(Transente y docente de filosofa)

20 de agosto.
MEstoy en lo de Juan comindole toda la heladera de su familia. Eso es
una de las virtudes de Juan: l te hace pasar a su casa y te deja abrir la
heladera como si fuese tuya. Te permite que la violes sin impunidad, ni
censura. Empiezo comindole cosas simples que van desde el sndwich
de salame con queso y ketchup, despus le culmin las pepitos que sobresalen de arriba de la alacena, untndolas en el helado granizado que
dej su hermano, y termino con unos biscochos que van de la mano con
mates auto-cebados.
MTenamos pensado ir a la costanera como siempre, pero mi compaero de ruta est viciando al lineage 2. Una caracterstica preciosa de mi
queridsimo colega Juan, es que pasa horas y horas en frente de la computadora. Cuando no est jugando, ve videos en youtube, cuando no ve
videos se descarga documentales de sociedades medievales o ms arcaicas. Lee mucho Tolkien y Freud. Come muchsimo y no engorda ni un
poco, al igual que yo. No estudia nada. Como todo ser racional detesta a
muerte las ultimas quince temporadas de Los Simpsons y se considera un
fundamentalista de la soledad y la enajenacin. Es bastante discutidor,
un tanto conservador y medio cerrado. Es un genio. Me voy de su casa,
permitindole que se masturbe frente a su ttem digital.

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Vuelvo en bici a mi casa.


MLeo algo de Gary Snyder en mi cuarto mientras escuch el ltimo
disco de los Smiths. En una de las canciones la letra (traducida) dice:
Hay mas de un alien en la habitacin, no son muchos porque los cuento con una
de mis manos. Instantneamente pienso en la locura que tiene el viejo
de Juan. Es un fantico enfermo de la existencia conspirativa de vida
extraterrestre. Le rompe las bolas a Juan con cada noticia, sea verdica
o no, sobre la verdad del asunto. Se pasa horas y horas del da recolectando artculos periodsticos y cientficos, viendo documentales en la
TV, y descargando otros mas en la PC. Tiene un stano especial donde
archiva todo eso y un cuarto oscuro donde revela fotos que le saca a todo
paisaje existente. Asegura que lo que se ve en esas imgenes son ovnis,
no malformaciones fotogrficas analgicas. Una noche en la que ley
que ovnis podan abducir a ciertos elegidos de la tierra, se qued en la
terraza durante mas de cuatro horas gritando hacia el cielo: AQU ESTOY, IM HERE y JEG ER HER, sin saber del todo si los aliens
entenderan espaol, ingls o dans antiguo.
MMe cuesta no considerarme amante de la historia de vida de Juan.
MVeo a mi to Guido en el living, pas a visitarnos un rato. Es el marido
de la hermana de mi viejo. Naci y vive en Bariloche. Est en Santa Fe
por un trabajo que no entiendo qu es, ni me esmero por entenderlo.
MEmpezamos charlando temas cotidianos que van desde el cmo andas?, y el qu es de tu vida?, y de ah llegamos a charlar sobre la situacin de los mapuches en la Patagonia actual. Muy resumidamente me
cuenta que los mapuches dicen ser un pueblo originario patagnico,
lo cual es una profunda mentira. La verdadera comunidad originaria
pre-moderna eran los Tehuelches, quienes fueron pateados por los Mapuches cuando estos ltimos fueron pateados por los espaoles recin
llegados a Chile. La campaa del desierto que impuls aquel muchacho
que se encuentra perpetuado en los billetes de 100 pesos, limpi parte
de los Mapuches, que ya estaban asentados en las montaas del sur del
pas. Actualmente quedan algunos apellidos mapuches que se validan

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pidindole al Estado un subsidio y se aduean de territorios que segn


ellos son santos. La contracara de esta situacin, es que existen ciertos abogados de la zona quienes son los reyes del maneje arrendatario.
Estos tipos, compran parte de los terrenos a ciertos mapuches a precios
muy bajos, inferiores a 100 pesos, y los venden por miles de dlares a
estadounidenses llegados a Argentina en los ltimos quince aos. Algunos de estos abogados tienen otras tramoyas con jueces para evitar
juicios, y todos tienen terrenos inmensos en Santa Cruz; donde generan
campings, balnearios o casinos, con el fin de seguir llenndose. Mi to
me nombr un par de apellidos, me los quise acordar pero ya los olvid.
MVeo a Guido bajar las escaleras. Se va. Ya complet su misin de informarme el da, tal vez la semana.
MVuelvo a mi cuarto. Me conecto un rato a Internet. Hace ya dos semanas y un par de das que me estoy viendo con Luca. Sigue gustndome tanto como desde esa noche que estuve en su casa. Me gusta porque
le leo poemas y relatos de los autores que amo, y ella se entretiene. Me
gusta porque me lee poemas y relatos de autores que ella ama, y yo me
entretengo. Ella me habla de los esquimales; me cuenta que no se saludan antes de irse de cualquier tipo de situacin, sino que directamente
abandonan la interaccin de la manera ms tajante y cortante. Yo le
hablo sobre los vikingos; le cuento que fueron los primeros en llegar a
Groenlandia y le pusieron Greenland, porque en la costa en la que arribaron haba cantidades ilusorias de millas del csped ms verde existente;
pero era solo alrededor de los 10 kilmetros a la redonda dnde haban llegado (lo dems era puro hielo nrdico), de ah qued el peculiar
nombre anmalo de green land. Le parece interesante todo lo que le
puedo decir de cualquier tribu tradicional, aunque realmente yo no sepa
absolutamente nada del tema y repita de manera memorizada todo lo
que veo en la serie/documental llamada Vikings. Ella lee autores similares a los mo. Yo le discuto todo, y ella se defiende. La amo, es hermosa.
MChateo unos minutos con Mal. No la olvido. Y aunque en este momento no me nazca en lo mas mnimo seguir vindome con ella, el

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deseo de garchrmela por ah me seduce. Por ende el corte que le puse,


a lo que sea que tengamos, es bastante consensuado.
Se conecta Flavia, mi mejor amiga bisexual. Me jode con que organicemos esa orga con un par de amigos y amigas de ella. Le respondo que
me da lo mismo, que estoy enamorado de una chica que se llama Luca.
Me dice que una orga no puede influir en el amor que yo sienta por
cualquier chica, que se llame de cualquier manera. Le respondo que
tiene razn, que si se da lo de la orga que cuente conmigo. Me responde
con el icono de la carita feliz amarilla. Se desconecta.
MMe doy cuenta que tengo que organizarme un evento o proyecto en
el cual yo acte. La inactividad artstica solo puedo soportarla unos das,
capaz semanas. Pero al mes empiezo a sentirme incontenidamente intil, como si no estuviera haciendo nada por la vida. O algo as
Qu me dira Slavoj Zizek de todo esto?
MApago la pc.

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Pantalones
MCreo que tena seis aos, o capaz siete. Nunca puedo terminar de
recordar bien a qu edad uno se encuentra en el primer grado de la
primaria; adems eso vara de acuerdo al mes, o la generacin.
MMe encontraba en ese momento de la vida en el que la personalidad
de uno mismo no es ms que el principio de una plastilina que empieza
a moldearse de acuerdo a los mandamientos de las instituciones que ya
vamos atravesando: Nacimiento/afirmacin de la existencia-FamiliaJardn-Escuela.
MYo iba a un colegio detestablemente privado, pero en mis precarios
seis/siete aos desconoca por completo los males que eso significaba.
Mis compaeritos o amiguitos eran particularmente humanos. Mis
compaeritas o amiguitas eran inocentemente humanas. No haba recibido un beso en la boca, y s que ello no se acercaba en lo mas mnimo
a una necesidad o deseo. Creo que ya se me paraba el pitito, pero desconoca las causas.
MMi pesadilla durante esos das, era mas o menos as: <Estoy dentro del
cuerpo de un beb recin nacido, pero con los pensamientos de un nio
en desarrollo que ya sabe hablar, encerrado en una especie de cuna gigante, con sbanos bicolor, dnde los barrotes estn electrificados. Pero
al tocarlos no me electrocuto sino que sufro de un recargue de energa
configurada en voltios que me aumenta la fuerza y la resistencia (como
si fuesen anablicos de inmediato efecto). La habitacin que envuelve la
cuna creepy tiene paredes magenta, y un techo media sombra azul. Hay
cuatro puertas distribuidas de modo equitativo en cada una de las paredes, tres de ellas tienen picaporte. Logro escalar la cuna con facilidad.
Caigo al suelo sin sufrir daos severos, ms all de un golpe en la cabeza
o la espalda. Automticamente me acerco a la puerta sin picaporte (el
hecho de su inefable marginalidad en comparacin a las otras tres me
atrae en demasa). Resulta que la puerta diferente es de esas electrnicas

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que se abren solas, tras captar con un censor en la parte superior, pasos
humanos aproximndose. Paso a un hall hermoso, que logra efectuar
un hbrido visual entre lo mas rescatable de la esttica medieval (o sea
prcticamente todo), con retazos de modernidad tecnolgica. En esa
habitacin est mi mam con un vestidito que le termina en la mitad de
la gamba, ms cerca de las rodillas que de la cola. En su mano izquierda
tiene un globo azul, y en su mano derecha uno de color verde. Ambos
inflados con hidrgeno. De fondo se empieza a escuchar la intro de Bohemian rapsody; antes de llegar al estribillo se explotan los dos globos
de modo simultneo. Toda la imagen directamente perceptible gira de
izquierda a derecha, como la aguja de un reloj. La piel de mi vieja se
torna cada vez ms blanca hasta casi llegar a un transparente fantasmagrico. Yo gateo hacia ella en busca de respuestas y/o explicaciones. Mi
mam empieza a hundirse en la alfombra medieval, a centmetros de
un plasma HD. Me acerco al hueco infradimensional. Lo miro. Se tilda
el hit de Queen, como si se hubiese cortado la conexin Wi fi y la cancin estaba siendo cargada a medias en youtube. Me empieza a absorber
aquella compuerta hacia el vaco. Me despierto.>
Esto lo llegu a soar tres o cuatro veces por semana, durante dos meses.
Un da, sobre todo cuando empec a encontrarle el gustito freudiano de
vivirlo, dej de soarlo y me qued el recuerdo edpico de lo que fue.
MPero mi pesadilla no onrica, mi mayor miedo, era la vergenza. Lo
que se traduce en lo que digan los dems. Me pasaba recreos completos haciendo un esfuerzo sobrevalorado para hacer rer a todos en la escuela. Y lo lograba. Me decan la mscara, por mis micro-perfomances
de Jim Carrey. Me pedan que cuente chistes con insultos, y lo haca. Me
pedan que imite a cualquier adulto, y lo haca. Tena un pblico de nios de mi edad en la escuela y en el club. Me senta bien con semejante
deber humorstico.
MUna maana estaba en el aula dos, en clase de lengua. Las mesas eran
grupales, de cuatro o cinco pibes en cada una. La seo nos estaba dictando un texto y nosotros tenamos que escribirlo en cursiva. Mientras ella
dictaba yo empec a sentir un pequeo, y difcilmente disimulable, albo-

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roto en mis intestinos. Un jugueteo funcional de mis rganos digestivos.


MPens en ir al bao, pero record lo que significaba pararse, atrasarse
en la actividad de clase, pedirle permiso a la seo y conseguir papel,
para despus someterse a la peor tortura de toda la historia: echarte un
cago en el colegio. Entonces eleg tirarme un pedito silencioso, pensando que as iba a darle un limitado respiro al organismo. Pero me equivocaba. Porque el pedito fue como la cada del muro de Berln que permiti que se abracen los que estaban del lado del ala sovitica, con los que
no. Empec a cagarme encima, dentro del jean azul de uso obligatorio.
No se senta como caca cotidiana, eran ms bien heces lubricadas. Sala
con una facilidad y velocidad perturbante. Y al mismo tiempo mientras
escriba en cursiva, escuchando la voz de la seo, perciba un inmenso
alivio en todo mi cuerpo. Fue la mezcla perfecta entre lo ms vergonzoso y lo ms natural de mi vida. Algo me deca, me aseguraba, de que
nadie lo iba a notar, que poda irme despus a mi casa y lavarme el culo
ah tranquilo, y luego mandar a quemar el jean. Volva a equivocarme.
Ni bien terminbamos de escribir, debamos acercarnos a la seo para
que nos corrija la caligrafa y ortografa de lo ya escrito. Al dar unos
pasos hacia ella, sinti el olor y supuso que haba pisado caca.
MA partir de ahora solo me quedan pedazos sueltos de memoria, en
orden totalmente aleatorio, es decir no cronolgico, que sera ms o menos as: estoy llorando. Veo correr nios alejndose de m. Se escucha la
campana del recreo. Estoy dentro de un auto, con mi mam manejando,
yo parado para no hacer contacto con todo el excremento que se viol
mis calzoncillos y a mi jean por dentro. Estoy llorando y haciendo ms
caca. Estoy en la direccin, llorando y tirndome pedos. Mucha gentecita rindose de m. Estoy llorando. Me agarra una directora y me lleva
a la direccin. Me voy a dormir. Estoy llorando dentro de una baera
y con caca en todo mi cuerpo. Estoy llorando y nadando en una pileta
de caca, donde hay flota flota y un inflable; de la nada cae del cielo ms
caca y ms caca, sin parar. El mundo se ahoga en caca. Nos morimos.
MAl otro da fui a la escuela con jogging. Me cost la mitad de mi vida
volver a recuperar el rtulo de pibe gracioso, para por fin abandonar
para siempre el de flaquito que se cag encima en clase de lengua.

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41

4
M Papi No me puedo dormir.
No me conts un cuento?
M No pendejo. No jodas. Aprend
a dormir como todo el mundo.
(Transente pequeo hablando con transente ms grande)

El amor,
es amor
dure
o no dure
para siempre.
El amor
es amor
dure lo que dure..
El tiempo,
en tanto medida cuantitativa
(es decir, una milsima, un segundo, un minuto, una hora, un da en la semana de
un mes en el ao de un siglo),
no est relacionado
en lo mas mnimo
a la existencia del amor.
Lo que si tiene duracin,
o un lapso temporal,
es el recuerdo
y la percepcin

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de haber estado enamorado.


Eso si puede
durar o no durar
para siempre.
MMe puedo imaginar, vindome a m en tercera persona, yendo a buscarla a Luca, caminando un sbado soleado a la tarde. Un da que no
hace fro, pero ni se acerca al calor. De esos das en que la sombra es un
invierno, y permanecer bajo el sol supone abrazar una primavera. Me
puedo imaginar apareciendo de sorpresa en la puerta, justo cuando ella
sale a las diez u once de la maana a comprar pan y algo ms para el desayuno, y yo abrazndola por atrs para asustarla de mentira, y dndole
muchos besos chiquitos en la cara (como cuando me despido). Agarrndola de las manos y dicindole vaymonos a caminar al campo todo
el da hasta que sea la semana que viene. Ella riendo, y yo besndola
para tratar de convencerla y que deje solo por hoy los mil y un deberes
que tiene por hacer.
MMe puedo imaginar sentado en el colectivo, atrs de todo, acaricindole la mano. Esas manitos minsculas como imaginaciones de hormigas, y los deditos chiquititos como extraos cohetes espaciales que viajaran a un planeta molecular de colores. Luci mirando el camino, y en el
vidrio de la ventana reflejada su cara de tranquilidad. La ruta inquieta
que se desliza hacia atrs con el andar del vehculo. Yo mirndola a ella,
concentrada, hermosa; con su carita de nena curtida y su naricita rara.
MMe puedo imaginar en el campo caminando bajo el sol, a veces de
la mano con ella, otras veces los dos sueltos separados por metros de
distancia y gritndonos para comunicarnos. Un sol ms poderoso que
cualquiera de todos los dioses existentes, que hace que parezca que tengo los ojos extremadamente ms claros, ms verde pasto; y ella vindolos y asegurndome que le encanta mi rostro y mi sonrisa grande, de
dientes gigantescos. Y yo respondindole que su carita es un desorden
de circunstancias, y que cuando re su cara se le deforma toda y uno de
sus prpados se cierra ms que el otro; y toda esa anomala facial me fas-

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cina. Su personalidad es como su cara: juguetona, descontrolada y libre.


MMe puedo imaginar que le cuento todos los secretos que me forman
como ser. Desde los mas vergonzosos (esos que me hacen quedar como
un idiota, inmaduro, imbcil y humano), hasta aquellos otros de valenta, sudor, pasin, ambicin; que me hacen quedar como un guerrero,
un lobo
MMe imagino teniendo hijos con ella. Dos, para ser mas preciso. Una
nena, que tendra muchas de sus facciones, estatura, color de pelo, y
cuerpo; pero al mismo tiempo sacara mi personalidad bien extrovertida, charlatana, inquieta, energtica y espontnea. Al pibe lo veo un
poco mas tranquilo, callado, pacfico, tmido, hasta un poco naif e ingenuo; y con mi inherente flacura.
MVeo el ro derretido pero helado. Siento el viento de este invierno
que se despide, y me imagino viajando los cuatro al sur del pas. A Ro
Negro. Alojndonos en una cabaa inmensa en el medio de la montaa. Despertndome todas las maanas antes de las ocho, hacindoles el
desayuno, y despertndolos a cada uno con un beso en la frente. Con
Luci estoy seguro que me tentara y capaz le hara un ratito el amor a la
maana antes de levantar a los chicos; pero eso dependera de su humor.
MPienso que no s si me imagino envejeciendo al lado de ella,
porque siempre me imagin muriendo antes de los cuarenta aos en un
accidente.
Y es como que una imaginacin falsea a la otra.
Y no es por querer suicidarme simblicamente,
pero la imaginacin
de mi muerte prematura
la tengo desde antes
de conocer a Luci;
tampoco seamos injustos con eso.

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45

5
M Como cuando el paisaje toma el color de las pelculas mudas.
(Transente 4)

28 de agosto.
MSiempre supuse que los bardos que tengo con mis viejos son jodidos
o difciles de llevar. Con mi pap, mas que nada. Nuestras peleas disfrazadas de discusiones, persistieron en los ltimos tres o cuatro aos, a un
nivel casi insoportable. Pienso en varios hechos esenciales que llevaron
a ese tipo de relacin. Por una parte no haber estudiado la licenciatura
en administracin de empresas, tiene su peso determinante. Su hijito
pequeo burgus no continu el legado capitalista de seguir reproduciendo la empresa de la familia. Aquella empresa que cre mi abuelo a
fines de los sesenta. La primera industria liviana en Santa Fe que introduca estufas para laboratorios; fue un xito en toda la provincia. El pas
estaba buscando afianzar su etapa ms desarrollista; por fin abandonaba la predominancia econmica de solo tener industrias que producan
bienes finales.
MUn da mi abuelo muri de asma. Esa enfermedad le fue un cncer
peor que cualquier otro cncer existente. Mi viejo agarr los vestigios
de la herencia: la relacin directa entre un apellido y una fbrica. El
mandato esencial. Y ah estaba papito, terminando un posgrado en economa, laburando en su ya preexistente pequea empresa creadora de
softwares. Y le fue bien. Es decir, lo que significa decir le fue bien, a un
emprendimiento de carcter mercantil: vendi y gan. Hoy disfruta de

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los frutos que su arbolito de billetes madur.


MPero para cuando yo tena catorce aos, mi pap ya vea venir la excepcin. Siempre fui el hijo diferente. El que se llevaba materias, al que
lo echaron del instituto de ingls por portarse mal, el que se compr la
guitarra y escuchaba rock al re palo en su cuarto. Y todos esos detalles
le marcaban una diferencia. Entonces para cuando no eleg esa carrera,
nadie se sorprendi en casa; era por dems de coherente.
MDesde ese da hasta hoy mismo es que mi relacin con l se puso jodida, y al mismo tiempo, forzada en muchos sentidos.
MPero si me pongo a pensar en la relacin que tuvo Luca con sus padres, lo mo es un jueguito del family game. Anoche me cont de eso.
MSu madre a los dieciocho aos conoci a su viejo. Ella vena de una familia anmicamente estable, con valores y moral bien heredados. l, en
cierto sentido tambin, pero sus padres se haban separados y viva con
su madre; por ende la intolerancia al marco de reglas le era mucho mas
fcil, o menos arduo. Se pusieron de novios a sus veintids o veintitrs.
MObviamente los padres de Alejandra (la madre de Luca), no soportaban ni un poco a este pibe rebelde, desaliado, y que deca ser escritor.
De esta forma, Alejandra, cort el cordn umbilical, y abandon a sus
padres, para escapar con Ricardo (padre de Luca).
MNunca se casaron, y vivieron hermosos aos de bohemia en un departamentito muy piola en calle Necochea. Tenan una relacin muy
intelectual; sobre todo Alejandra, quien se preparaba como docente de
antropologa. Ricardo supo como impregnarse a la erudicin de su novia, y tomaba prestado todos aquellos libros que ella iba dejando en el
camino. Y as crecan sus cabecitas sedientas de conocimiento, literatura
y amor. Ms que nada brotaba el amor entre ellos.
MLa concibieron a Luci en los noventa. Su nica hija. Al no casarse
y forjar una suerte de noviazgo un tanto clandestino, la pequea Luci
siempre fue muy capaz de darse cuenta en qu tipo de ambiente familiar
se fue gestando su personalidad. Durante sus primeros cuatro, cinco o
seis aos, su infancia fue una calesita feliz; un universo intergalctico
imaginario y emanado en el silencio de su pequea habitacin dnde

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esconda la belleza de sus dos nicas muecas. Era una nia muy silenciosa, que slo hablaba cuando consideraba realmente necesario utilizar
las palabras de modo oral para ejecutar una frase. Sus primeros poemas
fueron escritos cuando tena apenas siete aos; se sentaba al lado de su
padre y le dictaba su prosa infantil.
MFue recin cuando arranc su adolescencia, que su calesita feliz se
torn en una tragedia de lgrimas, guerra de metabolismos y drogas.
MEmpezando con la pelea de sus padres. Ricardo estaba teniendo un
ya innecesario, incontrolable y daino uso del alcohol. Durante los primeros aos como padre, se despertaba ponindole apenas unas gotas
de vodka al caf; y para cuando Luci ya tena catorce, se despertaba
ponindole apenas unas gotas de caf al vodka. Volva de noche muy
borracho, y con sus juntas nocturnas, literarias y artsticas, tomaba merca. No me cont Luci si tomaba mucha, poca o casi nada; pero tomaba.
MY as Alejandra fue deteriorando cada da ms su capacidad de poder
aguantar tal tipo de pareja. Sumado a su consolidacin en el campo de
las ciencias sociales, cada vez lo soportaba menos, y cada da se encerraba a llorar, hasta que encontr dos salidas, refugios o escondites a todo
esto: tomar antidepresivos y pegarle a Luca. Los antidepresivos fueron
recetados, pero la adiccin a ellos no vena en el papelito mgico que
le firm su psiquiatra. Las cachetaditas a Luca, pasaron a ser graves y
fuertes golpes, certeros y violentos dispositivos de disciplinamiento, a
una chica que empezaba a encontrar en algunas drogas la escapatoria,
a la salida, de sus propios padres.
MUn da a Ricardo lo echan de la casa, o se va solo; no recuerdo bien
esta parte. A partir de ahora lo que sigue en su vida es alcohol y soledad.
MDerrumbe artstico con agona existencial. Por ah uno se lo encuentra a Ricardo en un bar, o en algn evento cultural; pero siempre con un
vino en la mano, siempre con whisky o licor, siempre sonriendo y saludando con buena onda. Es una gran persona Ricardo, lo pude conocer
y a pesar de todo lo que vivi, que no tiene ningn tipo de justificacin
o raciocinio, si ests leyendo esto Ricardo quiero que sepas que te deseo
lo mejor.

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MLuca vivi con su madre solo un par de aos ms; cuando pudo logr
escapar de sus rasguos, cachetadas y pias. Ella se sigue hablando con
ambos padres, no tiene ningn tipo de resentimiento para con ninguno.
MPero marc cierta distancia. Se form ella misma como persona. Tiene a un padre que es como un amigo. Lo tiene que cuidar de que no se
mande ninguna cagada. Llega a ser su hijo a veces. Y tiene una madre
de la cual aprendi a amar, pero tambin entendi a partir de ella que
la violencia y el odio son las peores drogas de todas; mucho peor que la
merca, el rivotril o las anfetaminas que cualquiera de los tres tom.
MCuando me cont esa historia, tal vez con ms detalles que stos, me
qued callado. Pero no porque no supiera qu decir, o porque me haya
dejado sorprendido o algo de eso. No me sorprendi en lo mas mnimo,
hasta me pareci muy coherente ese relato de vida con su actual forma
de ser, con su personalidad y su forma de amar.
MSi algo me qued en mi cabeza desde que ella me cont esto, es que
siento que tengo que darle muchsimo amor y cario. Todo el que ya le
estoy dando, y todo el que pueda darle.

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6
13 de septiembre.
M Dale no es difcil.
M Bueno est bien lobito, pero tengo mala memoria.
M Pero se es el chiste del juego. La onda es ver quien tiene menos
memoria.
M Ah qu vivo que sos! Me vas ganar, no vale.
M Pero si yo tampoco tengo buena memoria.
M Ufa bueno. Empez vos.
M No, siempre empiezo yo. Dale vos.
M Bueno, ah voy:malabar
MMalabar en
MEl
M No Luci! El primero tiene que decir una palabra. Despus el otro
tiene que decir la palabra que el primero dijo agregando una nueva, y
ah vuelve con otra nueva, y se va formando una frase con o sin sentido,
dado por los dos.
M jajajaja, bueno perdn. Arranco de nuevo: Malabar
M Malabar en
M Malabar en el
M Malabar en el entumecido
M Malabar en el entumecido mar
M Malabar en el entumecido mar cuando
M Malabar en el entumecido jajajaj me olvid.
M MAR

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M Ah cierto, par no perd. Malabar en el entumecido mar cuando


llueve
M Malabar en el entumecido mar cuando llueve bar
M No puedo mas te juro!
M Dale luci, es fcil.
M Malabar en el entumecido mar cuando llueve bar ahora
M Malabar en el entumecido mar cuando llueve bar ahora yo
M Malabar en el entumecido mar cuando llueve bar ahora yo
lluevo
M Malabar en el entumecido mar cuando llueve bar ahora
yo lluevo nuevo
M Malabar en el entumecido mar cuando llueve bar ahora yo
lluevo nuevo emm quiero
M Malabar en el entumecido mar cuando llueve bar ahora yo
lluevo nuevo quiero piojos
M Malabar en el entumecido mar cuando llueve bar ahora yo
lluevo? nuevo quiero piojos suecos.
M Malabar en el entumecido bar
M PERDISTE!
M No, esper por qu?
M Por que era malabar en el entumecido mar.
M Aj Y?
M Y dijiste bar
M Huy posta?
M Si, te juro.
M Bueno, garrn. Perd.
M jajaja sos un perdedor, lobito tonto.
M Vos sos una tontita hermosa que se hace la freak.
M Ammm, and vos poeta de mentira.
M Jaja, si empezaste a gustar de mi a partir del da en que me viste
recitando un poema.
M Ammm, no. No me gusts.
M Huy, pero que lstima, justo que te estaba por hacer el sexo.
M Hacer el sexo, naaaaaah ajajaja OKEY. Quedamos as.

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M Sos hermosa luci, me encants.


M
M En serio.
M Vos sos hermoso nio.
M Vos, vos, vos. Yo ahora no importo, estoy hablando de lo linda que
sos vos.
M Est bien tontito lindo jajaja.
M Te amo Luci.
M Qu?
M Que te amo, que estoy enamorado de vos.
M Sos precioso. Yo tambin te amo pero acordte
M Que me acuerde de qu?
M
M Dale respond.
M Que no somos pareja, y todo eso.
M Si Luci. Ya s que no somos pareja, y todo eso que tanto miedo
te da.
M No. No me da miedo. Te dije que ya estuve en pareja, ahora simplemente no quiero estarlo.
M No me importa el ttulo o la etiqueta que le quieras, o no quieras,
poner a la relacin. Estuve aos saliendo con chicas sin ningn tipo de
ttulos. Yo te amo, y vos me amas; estamos enamorados. Pero tampoco
me vengas con que somos amigos.
M Y qu somos?
M No me jodas Luci, amigos claramente no. Yo a mis amigos no les
doy besos en la boca y despus les digo que los amo, y me los cojo desde
atrs.
M Ey bueno, no te enojes. A parte acordte que hay otra persona en
mi vida a la que tambin quiero mucho, y siento que tengo que darle
amor tambin.
M No me enojo, ya fue. Ya s que tens otra personita por ah dando
vueltas, no me jode en lo mas mnimo. Vos no sos ma, ni yo soy tuyo.
Privarte de que puedas estar con otro pibe es como privar a un nenito
obligndolo a comer solo chupetines de color rojo, cuando capaz tam-

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bin le gustan los de color amarillo.


M Bueno entonces pensamos igual con respecto a las relaciones, no?
M Si Luci pensamos igual
M Te enojaste.
M NO. Te dije que no. Que estoy bien, ya est, basta. Cambiemos de
tema.
M Vos estas sufriendo con este tipo de relacin que tenemos?
M
M Eh?
M No Luci. No estoy sufriendo.
M Yo no quiero que sufras. Si te jode este tipo de relacin me lo decs,
eh?
M Si, te lo prometo.

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7
M Comprender es ms importante que saber.
(Transente que labura en el almacn a la vuelta de mi casa)

26 de septiembre.
MTengo miedo, fobia o pnico de que algn da mi reflejo en los espejos
deje de copiarme lo que hago. Y me d cuenta que en realidad el reflejo
en el espejo, el agua o cualquier tipo de vidrio, no es mas que otra dimensin donde est una parte de nosotros haciendo lo mismo que ac
pero dentro de ese universo paralelo ficticio. O algo as.
MUna amiga me cont que ms de una vez se mir al espejo y no se
reconoci. No era ella. Me asegur que se encontr con el reflejo de
otra persona que se confundi de espejo. Se qued hablando un rato
con el reflejo perdido. ste le cont que odiaba esa otra dimensin y
que eran como la otra cara de nuestras almas. Ella le pregunt si no le
caba quedarse de vez en cuando con ella, ah en el espejo de su bao y
charlaban un rato. El reflejo perdido le dijo que si, que todo bien, pero
que no poda ser durante mucho tiempo. Ella le dijo que no importa el
tiempo en el que uno se refleja, sino el espacio visual en el que uno se
permite reflejarse, y observarse a s mismo. En este caso su s mismo,
era otra persona, otra cara, otro cuerpo y hasta otro sexo. Era un pibe
de veinticuatro aos. Al mes volvi su reflejo original llorando, pidindole perdn y contndole que lo haban raptado un grupo de reflejos
malos que hacan eso: secuestrar reflejos buenos. Ella perdon a su reflejo, pero extra para siempre al reflejo perdido, porque se dio cuenta

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que el otro no es otro, sino uno mismo. O algo as fue lo que me


cont. Me cost creerle porque estbamos los dos curtidsimos de cido.
MCuando me baja el paraguayo reflexiono sobre estas cosas. No me
sirven mucho. Pero trato de escribirlas. En Las palabras y las cosas, Foucault asegura que las palabras no son neutrales, y me acuerdo que
cuando lo le, anot esa frase en la contratapa de una carpeta que tena
a mano. La carpeta no era ma, era del ex novio de mi hermana. Das
despus, ley la frase, la llam pensando que fue ella quien la escribi,
cagndola a puteadas, dicindole que era totalmente innecesario que le
escriba esa indirecta, que nada que ver, que no tiene valor, ni nada.
MResulta que el pibe se estaba cogiendo a la mejor amiga de mi hermana, entonces estaba buscando cualquier excusa para poder cortar
con ella sin sentir culpa. Us las palabras para generar neutralidad y
arbitrariedad, y no le sali. Mi hermana termin dejndolo por un pibe
mucho ms genial, y no dndole bola nunca ms. Un punto mas a favor
para la filosofa sociosemitica foucaultiana.
MTambin pienso en Luci. En qu carajo quiero para con ella, en
cmo sobrellevar esto de estar enamorado. Algo que me innova. Etctera. Para ser sincero, siempre pens que me podra llegar a enamorar
de alguien con muchos menos bardos. Pero no. Me toc engancharme
con una piba que tiene los mil y un mambos con un ex (que no es ex,
si no semi-actual); con su viejo, con su vieja, con sus amigas, con sus
proyectos, con el universo, con la felicidad, la tristeza, la libertad, las
oportunidades, las casualidades, los soles, las estrellas, la vida y hasta
conmigo. En cierto sentido considero que puedo seguir estando en este
tipo de lazo no comprometido, pero no nos vemos muy seguido. A veces
siento que directamente ni nos vemos. Y eso es precisamente lo que ms
raro me hace sentir; porque por primera vez siento necesidad de ver a
una chica sin importar si vaya a coger, o no, con ella ese da. Quiero
verla. Abrazarla. Acostarme en una cama y hablar. Que me cuente de
su semana. Que me pregunte sobre mi semana. Que me escuche todas
las cosas que le pueda decir. Y besarla.

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MEntonces todas estas sensaciones hacen que no me conforme con el


rol de amante que se me adjudic de manera involuntaria, y del cual
en cierto sentido me hago responsable.
MPero tambin me acuerdo que maana tengo mi ciclo de lectura, es
el tercero en el ao. Mejor me voy a ensayar mi monlogo, y despus
hablo con Luca y le digo que por ah, verla un poco mas seguido me
hara mejor.
MTal vez a ella tambin.

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57

8
M Caminar con dinero entre la multitud nocturna, protegido por el dinero, arrullado por el dinero, embotado por el dinero, la propia muchedumbre dinero, el
aliento dinero, ni un solo objeto, por pequeo que sea, en ninguna parte que no sea
dinero, dinero, dinero por doquier y, an as, no es bastante y luego no hay dinero
o poco dinero o menos dinero o ms dinero o no tienes dinero, lo que cuenta es el
dinero y el dinero hace dinero, pero, qu es lo que hace al dinero hacer dinero?
(Transente y reconocido escritor estadounidense del siglo XX)

2 de octubre.
MDespertarte a las 6 am con el estruendoso sonido de la alarma de
tu celular. Corregir la alarma para que vuelva a sonar a las 6.15; una
especie de retorno onrico casi ilusorio para volver a aparecer en ese
sueo que te fuiste sin avisar que hoy te levantabas temprano. Volver
a despertarte, anhelando poder reconfigurar la alarma para que suene
a las 6.30. Saber que no da llegar tarde al primer da, por lo tanto se
convierte en un anhelo disfuncional meramente utpico. Tener que lavarte los dientes y peinarte con un esfuerzo sobrehumano; en el mundo
de los negocios, y trabajos en blanco, una sonrisa blanca marca Colgate,
y un peinado estilo Tom Cruise, prcticamente son lo suficientemente
necesarios como para dejarlo en claro hasta en el currculum. Ponerte ese pantaln de vestir que solo usas en espordicos casamientos, la
camisa celeste, los zapatos y una corbata azul; lisa y simple, aburrida.
Desayunar apurado, sin encender la televisin, porque te desconcentra,
y el caf no puede hacer tiempo. Ir a esperar el colectivo. Antes de subir

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a uno, contar con la oportunidad de ver pasar a dos repletos de personas


que estn en la misma que vos pero se levantaron media hora antes, ellos
no se dieron el gustito de la configuracin de la alarma de las 6.15. Subirte, por fin, a un colectivo. Estar parado en el mismo por la cantidad
de gente dentro. Tu frente va escupiendo gotas de sudor mientras ves,
en las siguientes paradas, mucha gente que se queda afuera esperando
otro colectivo; ellos si se dieron el gustito de reconfigurar la alarma de
las 6.30. Llegar a esa oficina que te dijeron que tenas que ir cuando
tomaron tu currculum; ese estudio asquerosamente capitalista y burocratizado, con una orquesta sinfnica de fondo a partir de los sonidos
que emanan los telfonos, fax, impresoras y voces de asistentes, perdidas
en el aire. Acercarte a la secretaria de, quien a partir de ahora, se va a
convertir en tu jefe y que muy sutilmente te diga: Flaqui no! Hoy
no tenas que venir. Empezabas en mayo; disclpame que no te avis,
estuve de viaje todo semana santa.
MEso es pegar laburo.
MHace ya meses que soy cadete de una empresa de perfumes y desodorantes nacionales. Ese emprendimiento lo cre una especie de to abuelo
lejano de Boby (un conocido de mi viejo), all por 1970. En Santa Fe no
existan todava repartidores directos de tales productos, por lo tanto la
peg y se gan el sustento de su techo. Al fallecer qued como dueo
Boby. Hubo una especie de disputa fea entre l y su hermano por el
control de este medio de produccin. Pero gan Boby debido a la inoperancia de su hermano.
MCuando Boby se enter que yo estaba buscando algo de medio tiempo, y que no quera joderla a mi vieja con la plata, me contrat (sin
contrato), para que sea su cadete. Me encuentro totalmente lejos del rico
sabor y aroma de esos perfumes, ya que prcticamente lo que tengo que
hacer es llevar papelitos importantes de ac para all, firmar papelitos
importantes, mover un par de contratos y cheques papelitos y muchos papelitos de ac para all, todos y cada uno de ellos con ms valor
simblico que yo y toda la humanidad. Me obligan a vestirme formal,
usando saco, camisa, corbata y zapatos, porque represento una empresa

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en desarrollo.
MHoy me toc depositar en el banco cuatro lucas en efectivo para pagar un monotributo y dos tarjetas. Eran las 10 de la maana y yo iba
por la peatonal, al banco de Santa Fe, con toda esa plata en el bolsillo izquierdo, con los papeles en el bolsillo derecho y mi celular con las llaves
en los dos de atrs. Estaba algo nervioso. Cada dos pasos me revisaba el
lado izquierdo del pantaln temiendo perder toda esa guita ajena. En
una de las cuadras donde hay una heladera, con sus mesas en el medio
del paso de la peatonal, haba un tipo hablando fuerte por su celular y
diciendo si, si loco si! Yo a la plata la suelto con facilidad, pero vos
sabes cmo me manejo con los mos, cuando generamos negocios. A
diferencia de l, a mi me hubiese dado bastante pudor emanar a los cuatro vientos mi fuerza monetaria, poder adquisitivo, ansia de lucro y hasta completa estupidez resultado de la concientizacin del capital. Igual
intent no pensar mucho en ese tipo. Continu avanzando y caminando
por el centro, al ir y venir del ruido de los autos que pisaban a quien sea
que se les cruce. No era la hora pico tpica del ajetreo automovilstico,
pero ese da iba todo demasiado al palo. Cada dos esquinas haba un
embotellamiento, y por cada uno de ellos un tornado de bocinazos.
MCuando por fin entr al banco, junto con esa inmensa marea de personas nerviosas actuando como si todo estuviera bien, como si todo eso
no era ms que un da ms en sus vidas, busqu por todas partes la caja
para pagar la cuenta de la empresa. Le pregunt a uno de los guardias
en qu caja me tocaba, y sin mover ni un milmetro sus labios, me seal una de las filas mas largas. Me tena que cargar de paciencia toda la
maana. No puedo negarlo, en este tipo de ambientes no puedo confiar
en nadie; ni en la vieja con cara de buenita inocente y estupidizada por
los aos, ni en el pelado de espalda ancha y cejas afilada, ni en los pibes perfectamente afeitaditos manteniendo su imagen. En este tipo de
lugares ni siquiera puedo confiar en mi mismo. Con cuatro lucas en el
bolsillo desconfo hasta de la humedad.
MPermiso flaco, me dijo un chabn de la EPE que se dispona a arreglar una luz que se haba quemado en el escritorio de Sugerencias para

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el cliente, que estaba a mi costado derecho. Entre ese escritorio y yo,


haba un adolescente de chivita marrn, corbata verde y zapatos negros,
que no paraba de junarme el bolsillo. Senta que quera manotearme la
guita, me recontra persegua con todo. Por las dudas lo volv a revisar
y si; todava tena el fangote de billetes de 100.
MLa fila en la que estaba no pareca avanzar y la tipa que estaba atrs
mo grit: QUE SE APUREN QUE TENGO QUE IR A COMER.
La comprenda, yo tambin tena un poco de hambre. POR FAVOR
NO SE DEMOREN QUE ESTOY INDISPUESTA, dijo otra mujer que
estaba mas atrs. Tambin la entenda a ella, y de por s a todas las mujeres que una vez al mes les toca, por esos mandatos de la naturaleza,
mear un infierno de sangre; no creo que eso est bueno, as que hago
todo lo posible para comprenderlas.
MPasaban los minutos, y con ellos mi fuerza de voluntad. No tena idea
de cundo iba a ser mi turno para acercarme a la caja y depositar. Lo
que no saba es si diran el apellido del subjefe, o sea de mi jefe. O ms
bien diran el apellido del jefe de mi jefe, es decir Boby. No quera seguir
con la duda. Ya haban pasado dos horas y media desde que me vest.
MNo aguantaba un segundo ms. Cmo es que existe gente que soporta esto todo los das? Cunta frula esnifarn para lograrlo?
MEn un momento, veo de lejos venir a Jano. Un amigo de por ah. Al fin
alguien conocido que vali la pena mirar, aunque sea durante segundos,
a los ojos. Me salud rpido y se fue. Estaba en la misma que yo pero
terminando la jornada. Me dio mucha envidia.
MTIN TUN TIN TUN
MEra la alarma que indicaba que haba que avanzar en la fila, mientras
que al costado, cada vez que sonaba, en una pantallita LED se pona un
nmero del 1 al 14 que era la correspondiente caja a la que uno deba
acercarse para depositar. Ah recin me di cuenta que no iban a decir
ningn nombre de ningn jefe. Qu crdulo fui. Flaco guard eso, me
dijo uno de los matones de Prosegur. Lo miro y me aclara: ac no se puede usar el celular. Usaba el bloc de notas de mi ZTE para escribir algo y

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que pase ms rpido el tiempo, o la fila, o cualquiera de los dos.


MPude ver en una de las sillas, a un par de metros, un tipo dormido,
totalmente planchado. Nadie lo miraba, era un fantasma. Pens que
capaz lo echaran, pero estuvo ah hasta que me fui.
MTIN TUN
MSon por fin en mi fila. Se supona que tena que avanzar. Pero slo
llegu una baldosa ms adelante. Lo insoportable del momento no se
poda disimular. Todos se empujaban, se codeaban. Todos se cagaban
literalmente en todos; aunque eso suponga cagarse sobre la propia cabeza de uno.
MEn un momento cerr los ojos, casi como si hubiese pestaado en
cmara lenta, y me fui. Me fui de ese plano. Escap de manera inconsciente del banco. Viaj a otra dimensin, en la que estaba yo solito arriba de una nube azul, que se balanceaba de izquierda a derecha yendo
como por un conducto que era un lago inmenso de millones de millas a
la redonda. Daba la sensacin de que era infinito. Pero se llegaba a ver,
muy de lejos el final, es decir el principio de la orilla. En esa nube no
haba absolutamente nada. No quedaba nadie. Pude sentirme bien durante un buen rato, pero desgraciadamente mis sesgos de racionalidad
me bajaron de aquel universo y me trajeron de vuelta. Me devolvieron
al banco asqueroso, hmedo y caluroso en el cual me haba encerrado
desde haca horas. Y ca como si me hubiese tropezado desde un paraso
hacia un manicomio. Abr grandes los ojos y ya estaba en la caja. Estaba
transpirado y algo agitado. Haban pasado cuarenta minutos donde mi
cuerpo se movi de manera automatizada, y logr llegar hasta all respetando el sonidito, la fila y hasta el nmero de la caja. Me asust bastante,
pero ya estaba depositando las cuatro lucas; esas cuatro lucas que nunca
abandonaron mis bolsillos llenos de desconfianza, en ese traje repleto de
dudas, que tapaba esa corbata ahogada en respiracin.
MEstaba caminando de vuelta a mi casa, todava un poco agitado pero
actuaba como si estuviese paseando y de lejos veo a Luci, saliendo del

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hospital. Cuando la v sent en todo el cuerpo una sensacin de vida mas


enorme que el que haba sentido en el flash celestial imaginario de haca
minutos. Ahora yo estaba como si me hubiesen enjaulado durante aos
y de la nada me soltaban en un arroyo gigantesco, en el medio de una
montaa. Le sonre de la manera mas sincera de todas, pero sin abandonar mi cara de cansancio. Me vio y nos abrazamos fuerte. Le d un beso
en la boca, y le agradec a la casualidad de que me la trajera a m en ese
preciso instante. Ni se me cruz por la cabeza preguntarle o hablarle de
mis dudas con respecto a lo que estamos teniendo; la peatonal no me
pareci el lugar para hacerlo. Teniendo en cuenta que detesto el centro,
dara todo porque se no sea nunca el espacio en el que yo mejoro o
arreglo cosas de una relacin en la que estoy. En fin, am por segundos
todo el padecimiento que dur horas, solo por esos veinte minutos charlando con ella. Ni un segundo ms, ni un segundo menos. Porque yo
tena que ir para un lado y ella para otro.
MTodo vali la pena.

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La voz de la gente
MPocas personas logran hacer de la sobriedad, un real estado de incontrolable enfermedad psicoactiva. Solamente Nicols puede lograrlo.
MNo se me hace fcil acordarme cmo es que lo conoc, pero si tengo
impregnado en la memoria, esas palabras que us para confesar que
cuando cort con su primer novio, compiti con l para ver quin poda
aproximarse a m. Para ambos yo era atractivo. Era la primera vez que
un gay salido del closet me confesaba eso. Sabiendo que cualquier tipo
de prejuicio poda intervenir en la formacin de una posible amistad.
MPero con la desilusin que se comi Nicols, al darse cuenta que era
el tpico heterosexual, no qued otra que ser amigos.
MFuimos grandes mentirosos ambos, cuando nos encontrbamos en un
congreso de Ciencias Sociales y psicologa social en Buenos Aires, haciendo de intelectualoides snobs, hace ya unos aos. La idea era escapar
unos das de Santa Fe, esa pequea maqueta urbana prefabricada que
dejara su vida entera por ser la capital federal.
MUn socilogo relativamente reconocido nos aloj en su departamento. MEl crea en Nicols en materia cientfica. Son muchas las personas que lo consideran un verdadero cientfico social. Otros creen que
simplemente se ahoga en palabritas difciles y categoras tericas para
reproducir una suerte de distincin, o hasta mecanismo de defensa. Yo
creo que l sabe lo que dice, y lo considero un artista de la palabra; sabe
cmo decir lo que quiere decir, en el momento y con el tono de voz ms
oportuno.
MUno de esos das en la gran ciudad, me encontr con Victoria, una
mina que chateaba conmigo desde haca meses y haba nacido en Balcarce, pero actualmente estudiaba en Mar del Plata. Ella fue hasta Buenos Aires solo para verme a m. Nos encontramos en Palermo, en la
puerta del centro cultural dnde se llevaba a cabo el congreso. Hablamos un rato, nos besamos un poco y despus me llev al hotel en el que
se hospedaba junto a su mam. Pegamos una onda particular de modo

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muy rpido. Nos caamos bien, y me invit a gozar de su cama de dos


plazas, unas dos horas. Esa cama encapsulada dentro de un hotel cinco
estrellas, que durante el post-polvo, el servicio a la habitacin nos trajo
lo que hasta el da de hoy considero la mejor muestra de helado granizado que jams prob. Haba acabado bastante rpido, es ms, siendo
sincero mi actuacin sexual fue psima, capaz una de las peores en
mi vida. Es que me haba sobreexcitado demasiado todo lo ocurrido:
piba linda viaja kilmetros para ver a pibe cotidiano desnudo, y besarlo,
y decirle que quiere que se vaya a vivir con ella, y ese helado! Por dios,
me enamor de la ltima cucharada, mientras Victoria me observaba
devorarme una reducida y despedida pieza de arte. Quise desparramar
litros derretidos de ese manjar en todo su vientre y pasar la lengua como
si fuese una aspiradora, y no dejar ni un centmetro por recorrer.
MNi bien desaparec del congreso, Nicols me mand un mensaje de
texto: Si llegs a generar una explosin lctica en una jornada de psicologa social en Buenos Aires, pass a la historia de las ciencias sociales. MPara cuando termin de leerlo, ya estaba con la pija erecta imitando al obelisco.
MEse mismo da, pero llegada la noche, estbamos en un living de un
departamento en pleno Recoleta, tomando vino sper caro y hablando
con doctores en ciencias sociales. Me acuerdo que Nicols estaba mas
borracho que yo, y en un momento con la voz totalmente afnica y con
un vaso de plstico lleno de tequila importado, dijo: Si si todo bien,
pero la ciencias sociales son la gente. No los libros o frases con palabras difciles!
Los grandes autores y las bibliotecas se pueden ir a la mierda. Las ciencias sociales
son la voz de la gente. Todas las personas que caminan por las ciudades, pueblos
y bondis, todos y cada uno de ellos emanan pura ciencia.. Era hermoso ver a
los doctorcitos all callados, con el ceo fruncido, sin hablar. Lo miraban
y lo dejaban escupir la cruel sinceridad de su pensar. Yo tambin estaba
callado; pero sonriendo por dentro. Dej que Nico mostrara con galantera todas sus expresiones, y opiniones. Era magnfico verlo haciendo
eso, realmente tena fuerza en su hablar. Poda derrumbar a quin sea
solo con el buen uso de las palabras orales. Admir profundamente ese
instante.

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MDurante mucho tiempo, Nicols vivi en Chile. Haba viajado por


laburo y dems estudios. Yo segua ac, y por ah nos hablbamos por
Facebook o Hotmail. Un da me escribi un mensaje privado que deca
as:
MAlejo Carreo, 30 aos, cuasi-abogado. Trabaja de naviero en la Aduana.
Vive solo. Tiene, aparentemente, una vida de mierda. Pero un lindo auto, importado (como la mayora de la produccin industrial en Chile).
MNos encontramos a la 1.30 de la madrugada enfrente de la discoteca El Huevo (yo estaba en la pea de los mechones, en la cual, literalmente, no se poda
respirar con tanto tema zurdo en el aire).
MNos encontramos, lo salud, me sub a su auto. Fuimos a la casa. Durante el
trayecto la conversacin fue entre insulsa y estilo comida-de-sanatorio, con mucho
sabor a nada. Pero por suerte llegamos a su depto. Un bello edificio de 16 pisos
al que subimos por escaleras. El precio?: una vista paradisaca de Valparaso. O
mejor dicho, hubiera sido paradisaca si no habra sido por la neblina que no te
dejaba ver un carajo.
MPasemos mejor al living. De qu podemos hablar? Sobre los putos, claro (qu
otra cosa tenemos en comn?). Y as empez la charla, interesantsima. Me detall
toda una teora jurdica de porqu el matrimonio entre personas del mismo sexo no
es un derecho conveniente. Mejor an: me explic cmo, a pesar de que nadie sabe
que l es gay y tiene que traer a un pibe a su casa prcticamente a escondidas, l no
se considera un reprimido; cmo, siendo que sali del closet hace siete aos, l todava mantiene relaciones con mujeres para que las vecinas del edificio no duden de su
sexualidad; cmo -y porqu- los homosexuales son promiscuos, potenciales malos
padres y porque las relaciones entre hombre y mujer son relativamente superiores al
resto de los infinitos vnculos erticos posibles. Y por si acaso no lo comprenda, me
explic que todas sus ideas estaban basadas en material cientfico de primer orden:
su propia experiencia (las tres veces que fue a un boliche gay).
M Disculp, puedo pasar al bao, le dije.
M Si, claro
(pieza)
M Qu hacemos ahora?, le pregunto mientras sutilmente le bajo la bragueta.
M Sos pasivo o activo?
M Depende, le contesto.

66

M Depende de qu?
MDe qu tan grande la tengas
MNos acostamos.
Ml era activo y manisero. Nunca par de hablar.
MQue Cristina Kirchner, que YPF, que su amigo que se fue a estudiar medicina
a Ro Negro y se tuvo que volver defraudado porque la Universidad era mala, que
el ex presidente Lagos, que el convenio entre Chile y Argentina para intercambiar
mdicos (pero como Argentina matricula 70 mil mdicos por ao y Chile solamente 700, no era una decisin buena); que los delincuentes (de cmo te das cuenta a
partir de rasgos psicopticos si alguien es delincuente o no), que la abogaca, que
no s qu ley, que no se qu lugar....
M Por qu no me la chups un ratito, eh?, dije sin escrpulos.
MNo me gusta chupar
MCmo que no te gusta chupar?
M No, no me gusta
...
MY ah, en ese instante, en ese preciso momento, cuando mi chota estaba dura y
mi cerebro re caliente, ah, me sent ms argentino que nunca. Pens: Nunca en
tu vida vas a desear tanto como hoy ser eyaculador precoz. Porque si hay algo peor
que acabar rpido es, precisamente, no acabar nunca.
MY pude.
MAcabe yo y l no.
MHice patria.
MProbablemente muera lamentando el hecho de que no sea escritor.
Cuando Nicols tena catorce aos escriba poemas y cuentos; un da
conoci las ciencias y abandon todo tipo de romanticismo y sentimentalismo artstico. Su racionalidad lo domin hasta tal punto que ya no
pudo entender el arte. No pudo inmiscuirse en el sonido de la msica,
o en las maniobras de un pintor a la hora de manchar con su alma un
atril, o de la belleza de las palabras conectadas de un poeta buscando a
nadie. Se termin convirtiendo en un enfermo fantico de la prestidigitacin verbal categrico-cientfica.
MProb miles de veces hacerlo ver pelculas que considero maravillosas;

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como las de Gaspar No, Terry Gilliam, Harmony Korine, etc. No le


gustaban. Lo mismo pas con los libros que le prest.
MSon esas las cosas que llevaban a que l y yo discutiramos tanto. l
era muy soberbio, y cuando tenamos esas disputas interminables, consideraba su palabra como santa. Igual, no me cabe duda de que es un
prodigio. Termina libros de investigaciones cientficas en das, a veces en
horas. Y ms all de eso, no los lee por simple erudicin. Realmente, su
cabecita encerrada por su cuero cabelludo, es el nido de miles de hiptesis sobre el funcionamiento social de la humanidad moderna. Y si tengo
que rescatarle realmente algo, es que nunca se jact de esa facilidad de
aprendizaje.
MY su verdadero taln de Aquiles siempre fueron sus amigos. Siempre
lo v valorando a los suyos, ms que a s mismo. l saba que era lo que
era por sus amigos, por los seres que lo rodeaban y le daban cario.
MY no existe ciencia que certifique eso.

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9
M Destruir el recuerdo de los antiguos pecados con el frenes de los recin
cometidos.
(Transente ateo)

11 de octubre.
MTermino de leer el libro Un mundo feliz, por tercera o cuarta vez. Ya
no lo recuerdo. Lo releo porque todava existen partes que me hacen
distorsionar la cabeza entera, no importa cuantas veces lo relea. Me doy
cuenta que ya son las cinco de la tarde y que si no salgo de mi cuarto
puedo llegar a quedarme ac durante todo el fin de semana. Pongo
un compilado de El mat a un polica motorizado, desde el primer EP
hasta su ltimo disco. Me preparo un licuado de banana. Me conecto a
facebook.
MCaigo definitivamente en la cuenta de que en las prximas tres o cuatro horas no voy a salir a la calle, sin influir en m, el da que sea.
MVeo muy pocos usuarios conectados, uno de ellos es Flavia, otro es
Ariel (el chaboncito que hace serigrafa con Dante). Le hablo a ambos,
solo para que los minutos jueguen a ser segundos. Ariel me contesta primero. Me cuenta que su hermano tiene cncer de piel por la cantidad
de horas al da que malgast encerrado en una cama solar. Despus me
aclara que a su novia no le viene desde hace muchsimo. Me jura por su
notebook que est seguro que acab afuera con el forro puesto. Entonces no sabe si dejarla o peor an afianzar por completo su relacin con
ella. Su madre y padre se estn por volver a casar, pero no por amor o

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ganas de recordar el sexo del pasado marital, sino porque quieren hacer
un negocio redondito, y para ello si o si tienen que tener un contrato que
los una, mas all de la simple inversin. Por ultimo me dice que se quem la mano izquierda haciendo el sublimado en una remera gris, y que
tiene tres caries pero cero ganas de ir al dentista. Me afirma que siente
que la vida es un complot de demonios que nos obligan a sobrevivir,
rellenando espacios de ocio con proyectos insignificantes, pero con relevancia simblica, para sentir que somos algo. Considero su apresurado
anlisis depresivo existencial una maravilla triste. Trato de contestarle
que est todo bien, que la vida est repleta de problemas, que todo es
un subir y un bajar, que nada se pierde todo se transforma, que mientras mas alto trepe el monito as es la vida el culo mas se le va a ver, y
todas esas cosas que te dice alguien que no es tan amigo tuyo pero que
se siente acorralado contra una pared ante el deber de decir cualquier
cosa para escapar de un momento virtualmente incomodsimo. Pero la
verdad, saber que existen seres humanos que acaban afuera con el forro
puesto, me hace sentir la necesidad de organizar un nuevo movimiento
social masivo, para que se vuelva a legalizar la pena de muerte, solo en
casos como stos de irracionalidad extrema.
MFlavia, me contest entre medio del chat con Ariel, pero me colgu
con este ltimo hasta que se desconect. Le pregunto a Flavia si sabe de
algo esta noche. Pasan tres minutos y algo. No me contesta. Me clava el
visto. Pongo videos en youtube para que la espera, o esta rara sensacin
de sentirme ignorado, sea menos dolorosa. Me cuelgo viendo videos
de los sketchs de los Monty python y los intercalo con los mejorcitos
de Whitest kids u know. Me ro un rato. Me contesta que esta noche
no quiere hacer nada, que se siente re mal, pero que a pesar de eso ya
organiz orga en su departamento, y no se puede bajar. Le pregunto
si existe una manera sana y sin fines de lucro, de que mi cuerpo pueda
ingresar en ese ganado del sexo. Me dice que le tiene que preguntar a
Irina, la orgy queen de esta noche. Hasta donde s toda orga tiene una
orgy queen, que es nada ms y nada menos que el agente social que se
encarga de que el evento orgsmico no sea una utopa. Entonces busca y elige a los posibles participantes; empieza con amigos, luego sigue

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con conocidos de conocidos y en un momento inesperado hay ocho o


diez personas que se desconocen por completo. Nunca particip de una
orga, pero Flavia me invit un par de veces desde que le dije que soy
heteroflexible. Se lo dije casi en joda, semi en serio, y desde ese da
no s si Flavia es una amiga bisexual o una amigovia elstica. Irina le
responde a Flavia que puedo ir, pero que no me olvide de llevar forros.
MLe respondo a Flavia que voy a tratar de acabar afuera, haciendo una
suerte de parodia de Ariel. Flavia no entiende el chiste. Se lo explico.
Remos al unsono tipeando: jajaja.
MCuando Luci me aclar que puedo estar con cualquier piba que me
guste, estoy seguro de que se refera a esto. No voy a dejar de amarla
porque vaya a una orga, al igual que ella no me va a dejar de amar si
est con otro pibe aunque eso ltimo me hace un poco de ruido. No
s si me gustara que venga a mi casa, o yo vaya a la suya, y me diga:
Anoche estuve con otro pibe. La pas re bien. No sabs como me la
chup, as como vos pero un poco mejor, solo un poco. No te enojes mi
vida, pens que ahora te puedo explicar cmo se hace para chuparla
mejor, el pibe me explic para que te explique. Decime si no es un
amor? Ojo, no te comas el viaje, a l no lo amo. Yo te amo a vos eh
en serio. Pero que bien que coge Santiago. MIERDA. A veces siento
que la poligamia es una mentira colectiva. Es como ese guio de ojo
que hacs a espaldas de otro para que persista un chiste. Todos nos
conocemos el pitito y la conchita, eso es la poligamia, el libre amor neobudista. Es un poco caradura. No s. Creo que nunca me va a terminar
de convencer. Me encantara saber quin realmente se la banca de todos
esos freelovers polgamos, para cogerse consensuadamente a sus padres
o hermanos. Ah los quiero ver
MPero quirase o no, siempre estuve en un estado pseudo-polgamo.
Nunca estuve de novio. Y ahora estoy con alguien a quien supuestamente no le molesta que participe de una orga. As que me prendo al evento
libidinal colectivo.
MYa son las 11 y algo, me baj medio porrn viendo algunos recitales
en vivo por youtube. A eso de las 12 tengo que estar en el departamento.

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MMientras tanto mato el tiempo leyendo el prlogo de Y los hipoptamos se hundieron en sus tanques. Esa novela epistolar no me parece
buena, no tiene una historia que realmente me interpele. Pero el prlogo
me fascina. Lo escribi Allen Ginsberg.
MApago la luz del techo, dejo el cuarto a oscuras y enciendo la pantalla
de la PC. Le pongo el fondo de pantalla que trae Windows xp, se en el
que un tringulo va mutando de diferentes formas geomtricas con el
correr de las milsimas. Me dopa un poco, y la cerveza se calienta. Lo
bueno de esta etapa del ao es que el clima se presta para tomar porrn
en lapsos de tiempo mucho ms amplios, a diferencia del verano que
solo te quedan diez o quince segundos desde que compraste la botella
con la bebida, hasta que se convierte en un artefacto de vidrio que encierra pich con gas.
MSe hacen las 11.48. Me pongo una camisa que era de mi abuelo, debajo de un pulver que es de un amigo. Ambos combinan muy bien.
MMe aplico desodorante, me peino despeinado y me subo a la bicicleta.
MCuando tens este tipo de vehculo, te podes llegar a olvidar por completo de qu significa un colectivo o taxi. Tus piernas se acostumbran a
pedalear de noche, de da, haga fro o haga calor. Casi se convierte en
una parte de vos mismo.
MEstoy llegando. Tengo que admitir que estoy algo, tal vez bastante,
por no decir demasiado, nervioso. Es un temblequear en todo el cuerpo
que aumenta a travs de las expectativas y posibilidades contrafcticas.
Intento autoanalizar porqu me siento as. stas seran las posibles hiptesis: 1) es la primera vez que lo voy a hacer; 2) estoy de cara; 3) creo
que soy el nico profundamente heterosexual; y 4) no s si soy heteroflexible; ni siquiera considero saber qu supone ser heteroflexible.
MSubo las escaleras con Flavia, que est bastante producida y escotada.
Pero se le nota en la cara que lo que va a pasar esta noche para ella no va
a ser ms que un trmite. Le pregunto si realmente quiere hacerlo. Me
contesta que solo la libertad sexual la ayuda a seguir. Le pregunto a
qu se refiere con seguir, es decir, a seguir haciendo qu? Me responde
a vivir. Me ro pensando que es un chiste. Se queda un rato mirndo-

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me seria. No era chiste.


MNi bien abrimos la puerta, me encuentro con tres pibes y cuatro minas. Contando a Flavia y a m, seramos nueve. Le pregunto a uno de los
pibes si falta que llegue alguien. Me contesta que no, que faltaba yo. Se
ve que ya saban quienes venan y quienes no. Yo soy el nico que est
conociendo a prcticamente a todos los participantes en este mismo instante. Mis nervios se convierten en el solo de batera de Keith Moon en
baba oriley. Miro y analizo con cual de las minas me gustara empezar,
con cual me gustara estar abajo y cual amara que me la chupe. Empiezo a tomar vino para jugarla de chupadito alegre extrovertido. Cosa
que realmente suele suceder. No hay vino del malicioso, solo compraron
vino del mejor, recontra caro.
MYa estamos todos dispersados en esta especie de living, hablando de
estupideces innecesarias. Yo me cuelgo charlando con una de las chicas
y uno de los chicos; fueron novios en el pasado, pero de esos novios que
se comparten con todo el mundo. Me cuentan durante casi media hora
de qu se trata ese tipo de relaciones. Le cuento a ambos muy resumidamente lo que me pasa con Luca. Me preguntan porqu no la invit.
MTomo un trago largo de vino y me quedo mirndolos haciendo una
sonrisita desde el lado izquierdo de la comisura de mis labios, diciendo
indirectamente: ni en pedo me someto a que cualquiera de ustedes
dos pueda sodomizar a la mina que amo. Algo totalmente injusto, si
me pongo a pensarlo, ya que probablemente termine penetrando a esta
piba, cuyo ex se encuentra a centmetros mo.
MEstando ya un tanto chupado me doy cuenta de lo extremadamente
causal que se torna todo. Solo recuerdo algunos nombres de los participantes, as que solo para hacer ms fcil el relato voy a hacer lo siguiente. Los pibes son: el no tan morocho, el morocho, el de rulos y yo.
Las minas son: la rubia de pelo corto, la rubia teida, la morocha
de pelo ondulado, Irina y Flavia.
MEstamos en un cuarto que tiene algo as como dos sectores. Desde el
lado derecho de la cama de dos plazas hasta la mitad de sta, hay una
luz tenue, casi sepia, donde se distinguen desde facciones hasta el tama-

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o del sexo del emisor. Entre la mitad de la cama desde el lado izquierdo, hasta la pared, no hay luces sino infinita oscuridad. Yo estoy borrachsimo acercndome a la mitad de la cama de modo tal que pueda no
ver tanto, pero tampoco someterme a la inevitable experimentacin no
vidente. El no tan morocho y el morocho se besan extremadamente
como si esa fuese la razn por la cual vinieron aqu. Yo estoy tocndome
con mucha pasin con la rubia de pelo corto. Mientras tanto, la rubia
teida me da besos hmedos en toda la cara. La morocha de pelo ondulado, Flavia e Irina se turnan de modo meritocrtico para chuprsela
al de rulos. Estn esos tres subgrupos fcilmente divisibles. Mi subgrupo me gusta, lo considero occidentalmente necesario. La rubia teida
me agarra el pito y me lo empieza a chupar, la rubia de pelo corto se
la chupa a ella. Yo simplemente me someto a la inocencia del disfrute
pasivo. Noto que los otros dos subgrupos se unen en uno que termina
en: el morocho cogindose por el culo a Flavia. Flavia chupndole la
concha a Irina, Irina y la morocha de pelo ondulado besndose apasionadamente. El no tan morocho masturbndose al costado, como cual
voyeur marginado. Yo siento que estoy bastante lejos de acabar, ya que
todos esos nervios que hace unas horas me quemaban la cabeza, ahora
no existen. Disfruto este tro ajeno a la orga que me arm con las dos
rubias. Hasta que se asoma el de rulos. Empieza chupndole el sexo a la
rubia teida, y cuando me quise dar cuenta ya estaba destruyndole la
boca con su pene de manera totalmente violenta. Me empiezo a sentir
un osito de peluche perdido en un campo de concentracin. Siento que
me supera tener la capacidad de verlo todo. Pruebo yendo al lado de
la mera oscuridad con el fin de liberarme al mximo. Siento una cola
muy redondita, una manzanita bien circular. La toco con suavidad y
con la otra mano toco una tetita chiquita, que estoy casi seguro que es
de Flavia. La persona del culo perfecto se da vuelta y resulta ser el no
tan morocho. Me empieza a masturbar. Me quedo congelado, pero no
pierdo la excitacin. Percibo que alrededor mo hay ms de tres o cuatro
cuerpos, pero si miro al otro lado de la habitacin estn la rubia teida
super excitada y gritando gemidos orgsmicos, la rubia de pelo corto, la
morocha de pelo ondulado y el de rulos. Por ende me encuentro en las

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penumbras con el no tan morocho, el morocho, Irina y Flavia. De una u


otra manera Irina y Flavia nunca se separan. Algo me dice que esto de
las orgas es un plan malvolo de ambas para excitarse externalizando
orgasmos ajenos. Lo cual me parece triste. Antes de seguir pensando en
esto Irina me conquista la boca con su lengua. Me da un beso largusimo
y muy ertico. Me saco de encima al bisexual masturbador, y empiezo a
penetrarla de parado. Atrs mo se dan Flavia con los dos morochos. La
tienen alzada mientras el no tan morocho le da por la vagina y el morocho le da por la cola. Escucho con mi odo izquierdo gritos de pasin
emanados por Flavia. Me excita mucho mas eso, que Irina y su conchita
mojando la punta de mi pito encerrado en un preservativo.
MEsto prosigue de manera ininterrumpida durante casi hora y media.
Me parece muy gracioso el final de las orgas. Yo acab dos veces, y
no aguantaba hasta una tercera, estaba cansadsimo. Pero me ofrec a
chupar vaginas y toquetear tetas para no quedar tan mamita. El de rulos
termin mucho antes que yo y se qued sentado tomando vino desnudo
mientras la rubia de pelo corto le daba millones de besos en el pie. Sin
dudas lo consider el rey. Todos los restantes finalizaron en una gloria
orgsmica compartida, que supongo se gan el galardn de xtasis de
la noche.
MEn un momento estamos todos ponindonos un pantaln o remera, y
tomando vino. Las chicas se quedaron con muchsimas ganas de seguir,
pero para esa hora la borrachera de todos era ms un impedimento que
un disparador.
MYo sigo tomando vino, para intentar no pensar en Luca. A pesar de
todo lo sucedido todava pienso en ella. En lo que me hubiese encantado
una noche simple y mongama a esta suerte de reivindicacin vox populi de lo que viv. Si, estuvo bueno; pero con Luci hubiese estado mejor.
MNo me caben dudas.

76

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10
Nunca caigas en el clich de caer.
(Transente 5)

22 de octubre.
MYa est. Ya fue. Es obvio que no estoy cmodo. Me siento forzado a
aguantar esto por un consuelo que solo dura un par de horas, mientras
que el resto de la semana me carcomo la cabeza con ganas de querer
verla, besarla y abrazarla. Hace una semana y algo que fui a esa orga
en lo de Flavia, y ayer me vi un rato con Lucia. Le cont y se qued
callada. No tena cara de bronca, ni tristeza. Pero me cambi de tema
rpido. Siento que fui el viernes a lo de Flavia para aprovechar de algo
que puedo hacer, pero no realmente para disfrutarlo. Intent explicarle
eso a Luci, pero no sirvi. No me escuch, ni yo me hice escuchar. Despus nos besamos y nos dijimos las cosas lindas de siempre con otras
palabras. Y es as esos ratitos que estoy con ella son lo mejor de todo,
pero terminan, y despus tengo una semana, o ms, de una detestable
sensacin de soledad. Es muy molesto. Pero al mismo tiempo pienso
Quin soy yo para exigirle que me vea mas seguido cuando capaz no
quiere, o no puede? No digo de verla todos los das, porque tal vez ni yo
me banque eso, pero un poco ms seguido si. Y me dice que tan seguido
no; pero que me ama y que me quiere muchsimo, y que siente que conmigo aprende mucho y que me ensea mucho tambin. Pero como es
el dato?, no entiendo eso que me dice ella de que me ama, pero tambin
ama al otro chabn. Se puede estar en una relacin sexualamorosa

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con dos personas al mismo tiempo? Te da la capacidad, la mente, el


cuerpo y el corazn para poder llevarlo acabo? Porque coger con veinte
personas se puede pero dar y recibir amor?
MNo s porqu, ni tampoco s quien soy yo para andar cuestionando
modos de relaciones. Lo que s es que, si existen fines de semanas enteros en que ella est con otro pibe y le dice las mismas cosas lindas que
me dice a m... entonces le voy a tener que aclarar que me rompe las
bolas estar as. Que se quede con l, que lo conoce desde muchsimo
antes. Y ya tuvieron sus peleas, y sus reconciliaciones, y vivieron juntos
tres o cuatro meses. No estoy celoso, pero tampoco conforme.
MNO. Claramente no estoy cmodo. Me gusta muchsimo y me hubiese encantado que en algunas cosas ella sea un poco mas tradicional;
pero al mismo tiempo pienso que capaz es esa forma no tradicional de
su ser lo que me enamor.
MDemasiadas contradicciones personales e impersonales. Trato eludirlas y no pensar en ellas.
MMe voy de mi casa. Me pongo los auriculares del mp3, me subo a
la bici y pedaleo durante horas. Sin parar. En direccin a Arroyos Leyes, un pueblito en las afueras de Santa Fe. Desde hace unos dos o tres
aos, se fue el lugar al que me escap cuando lo necesitaba. Ahora la
idea es mas que nada generarme cansancio as despus me duermo con
facilidad, sin ahogarme en pensamientos. Nunca fui en bicicleta, es la
primera vez. Puedo llegar a demorar unas tres o cuatro horas en llegar.
Pedaleo y veo pasar camiones, autos, camionetas, motos, cuatriciclos y
otras bicicletas conducidas por personas con ms resistencia cardiovascular que yo. Sigo yendo a mi velocidad, cantando en voz alta los temas
que escucho en el reproductor.
MCuando por fin llego, muy cansado despus de semejante maratn,
ato la bici en un rbol de la ruta e ingreso a la calle 18 directo al ro. En
el camino veo campos, vacas, caballos y alguna que otra persona caminando. Me armo uno y me lo fumo hasta la mitad. Me quedo sentado
viendo el agua del ro Paran, sucia y marrn, dirigindose de izquierda

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a derecha. Pescadores silenciosos esperando algo. Pibitos jugando en


sus botes motorizados. Grillos pidiendo permiso en su idioma. Pjaros
inquietos como flechas atravesando el viento. Puedo imagina mi cara de
preocupacin: tonta, fea, con el ceo algo fruncido, y la boca completamente cerrada. Los dedos de mis pies asquerosamente flacos enterrados
en la arena. Mosquitos chupando algo de mi sangre.
MSe acaba la batera del mp3. Me quedo mirando todo lo que queda
a m alrededor. Hay algunos rboles felices de que lleg la primavera.
MSiguen corriendo los minutos.
MOscurece.
MVuelvo a mi casa.

80

81

11
Diciembre.
M Pero al final sali bien todo con la organizacin?
M Si. Que se yo. Mal no sali. El tema es que me cost conseguir participantes, entonces es como que estuve pidindoles a varios que pens
que nunca ms iba a llamarlos para un ciclo de lectura.
M Como el pibe ese que grit durante casi diez minutos algo que
deca llamarse un poema?
M Jajaja. Exacto. se mismo.
M Por cierto, perdonme que me haya ido antes.
M No pasa nada Luci. Me hubiese gustado que vengas a casa como
habamos quedado. Mis viejos estaban de viaje se re prestaba para
pasarla piola en casa.
M Si ya s. Pero tena mucho sueo.
M Est todo bien. Ya pas.
M Te puedo decir algo que ya te dije?
M Qu pasa?
M Siento que te ests guardando algo desde hace bastante. Como que
necesits decirme algo y no lo hacs. No es que desconfe de vos, pero
me dejs la sensacin siempre que nos ponemos a hablar de qu somos
y todo eso. No te noto seguro en tus palabras.
M Est todo bien. Yo estoy bien. Tengo varios proyectos al da, con mis
amigos est todo bien, con mis viejos est todo bien y estoy leyendo un
montn. El tema es cmo me percibs que estoy? S sincera
Para m estas bien

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M Bueno
M Pero siento que podras estar mejor.
M Qu yo podra estar mejor?
M Si.
M En qu crees que podra estar mejor?
M No s. Tampoco soy adivina. Me lo podras decir vos, no?
M Si. No te voy a mentir. Tens razn. Podra estar mejor.
M Me quers contar?
M Si, Luci. Te juro que quiero. Te juro que lo necesito. Necesito decrtelo.
M Bueno
M Pero al mismo tiempo, es como que tengo muchsimo miedo de lo
que pueda pasar si te lo digo, entends eso tambin?
M Y, pero si tens miedo a algo que supone ser natural o hasta en cierto
sentido necesario, dejlo fluir. Lo peor que pods hacer es censurrtelo.
M Es que
M Decime la verdad. El hecho de que no me digas eso, te hace sufrir?
M Luci
M Respondme lo que te pregunt.
M Luci, escuchme
M Qu?
M Yo podra estar mejor con vos.
M...
M Entends lo que quiero decir?
M No la pass bien conmigo?
M No, todo lo contrario, la paso perfecto con vos.
M Entonces qu quers decir?
M Justamente, porque la paso perfecto es porque quiero estar mejor
con vos.
M Pero a qu te refers con mejor? Estar de novios decs?
M No Luci yo necesito verte mas seguido. Necesito estar con vos,
besarte, mirarte, escucharte. Todo eso que hago cuando estoy con vos,
pero mas seguido. Y capaz sentir que estoy en una relacin. Que el lazo
que me une a vos no es el de un amante de fin de semana y listo.

83

M Pero vos sos ms que un amante. Es ms, nunca te consider amante.


M Entonces Qu me consideras?
M Alguien que me est enseando mucho.
M Todo bien, pero no quiero ser tu profesor, boluda.
M No me jodas.
M Capaz no me estas entendiendo.
M Capaz no me estas entendiendo vos.
M No Luci. se el problema, a vos te entiendo demasiado. Escuchme
una vez a mi. Tanto miedo le tens a estar en una relacin?
M Yo te dije desde el primer da que quiero ser libre.
M Pero porqu mierda penss que no podes ser libre estando en una
relacin conmigo?!
M Para. Tranquilizte. No me grites.
M Es que te juro que no entiendo esa fobia idiota que tens!
M Tranquilizte por favor!
M Est bien. Bajo un cambio. Ahora respondme lo que te pregunt.
M No digo que con vos no pueda ser libre. En este momento no quiero
estar en una relacin. No puedo. No me sale. Ya estuve de novia con
ms de dos pibes, y en ambas sent que perda mi libertad.
M Pero yo soy esos dos o tres o cuatro o mil setecientos pibes con los
que no te sentiste libre?!
M No! ni ah. Y por eso te quiero muchsimo. Pero al mismo tiempo,
en este momento no puedo, ni quiero realmente tener un lazo tan fuerte.
Y no es algo con vos, entends?
M Te quiero entender Luci. Te juro que hago un esfuerzo gigante por
entenderte, pero se me hace imposible.
M Entendme que tambin existe otra persona de la que aprendo mucho.
M NO ME ROMPAS LAS BOLAS CON LA OTRA PERSONA!
M Pero es as!
M No puedo entender cmo me invitaste a tu casa hace unos meses y
pas todo lo que pas desde ese da hasta hoy, y an as ests convenci-

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da de que tens que estar dndole amor a dos pibes. No te entiendo a


vos. Mucho menos me entiendo a m que estuve detrs de vos como un
gil, dndote todo y al mismo tiempo te veas con otro pibe, Y YO LO
SABA! ENTENDES LO TRISTE QUE ES ESO? YO SIEMPRE
SUPE QUE EXISTA OTRO PIBE QUE AMS.
M NI ME IMPORTA SI ES MS, O MENOS, QUE A M, NO ES
UNA COMPETENCIA. LO LTIMO QUE QUIERO ES ESTAR
COMPITIENDO POR TU AMOR.
M ME PARECE SUPER BURDO CAER EN ESA FRASE DE ES
EL O YO.
M EXISTE OTRO PIBE, Y LISTO.
M Y SIEMPRE LO SUPE.
M NO S QUE ES MAS TRISTE, SI VOS QUE TE PASASTE CINCO MESES REPARTIENDO TU AMOR A DOS PERSONAS, O
SI YO QUE SABIENDO ESO ME SOMET COMO UN SUMISO
ESPERANDO QUE CAPAZ TE QUEDES CONMIGO. SOY TRISTSIMO.
M Espera! Baj un cambio!
M QU CAMBIO QUERS QUE BAJE? NUNCA ESTUVE CMODO AS, LLEGAS A ENTENDER ESO? NUNCA ESTUVE
CMODO.
M TE MENT, MINTIENDOME A MI, PARA NO PERDERTE.
MESO SI LO SABAS NENITA PERCEPCIN?
M Pero vos sos un tonto! Te pregunt miles de veces si no estabas
sufriendo y me decas que no!
M Si Luci. Un aplauso para vos. Te diste cuenta de que nunca te deca
la verdad con respecto a esa pregunta. Te felicito, sos una re adivina.
M Qu idiota que sos. Nunca te ment. Nunca te escond nada. Te
dije la verdad y lo que quera al principio. Te aclar cual es mi modo de
libertad. Te
M PERO DE QU LIBERTAD ME HABLAS? LA RECONCHA
BIEN DE LA LORA. QUE LIBERTAD DECIS? SOS UNA ESTUDIANTE UNIVERSITARIA, QUE LABURA MEDIO TIEMPO, Y
TU MAM TE PAGA LAS EXPENSAS.

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MESO ES SER LIBRE PARA VOS? NO ME JODAS, EN SERIO.


M Me ests re bardeando. Y te ests olvidando de lo que siento por
vos. Si tens pensado seguir hablando as, me voy a ir. Me quiero ir ya
M No. No. No. No me olvido de que te amo y de que me ams. Justamente por eso me vuelvo loco, me pone nervioso todo esto. Me saca de
quicio. No puedo llegar a comprender cmo no quers que pase algo
ms entre nosotros. Pero el pibe ese que se yo, no entiendo. Te juro
no entiendo.
M Capaz deberamos tomarnos un tiempo para que pienses bien si
quers o no estar conmigo del modo en que siempre estuvimos.
M El tommonos un tiempo, es un dejmonos con otras palabras
M No es as Tens que pensar qu quers.
M Si, es as. Y no tengo que pensar nada. Ya pens lo suficiente. Justamente todo esto viene porque no paro un segundo de pensar sobre esa
forma de estar con vos, que pareciera la nica manera de tener algo.
M Entonces
M Entonces, nada. Ya est. Me recontra carcomo la cabeza un par de
meses, vos te quedas con ese otro pibe y listo. A estas cosas el tiempo las
va a sanar.
Es la primera vez que lloro por una mina en frente de ella
M Yo a vos no quiero dejar de darte amor.
M Yo tampoco. Creme que tampoco quiero. Pero no puedo seguir as,
me estoy desvalorizando por completo.
M Si, pero qu? No nos vamos a ver ms?
M Si Luci; ya nos vamos a volver a ver. Es inevitable. Mientras vivamos en esta ciudad que tiene el tamao de un bao pblico nos vamos
a seguir viendo
M Pero me refiero a verte, no cruzarte.
M Luci, nos vamos a seguir viendo. No te preocupes.
M Ey, te quiero mucho sabes?
M Dejame que te diga algo
M Si, Qu pasa?
M Viste la primer noche que estuve en tu casa?
M Si.

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M Viste que no me pude quedar a dormir?


M Aj. Porque mi mam no te conoca.
M Si exacto, Viste que me volv en bici tipo seis de la maana?
M SI. Si.
M Bueno, en ese momento pensaba que todo lo que haba pasado esa
noche no era nada, que en unos das se me iba a pasar la sensacin, que
en una semana o dos ya iba a volver a coger con Mal, u otra piba y
listo. Pero te tuve que conocer a vos para darme cuenta que nunca antes
haba hecho el amor, por mas estpidamente cursi que eso suene.
M Est bien, pero creo que debes quererte a vos tambin.
M Si, si. Escuch, Te puedo decir algo ms?
M Si, obvio.
M Tu nocin de libertad no te deja ser libre Luci.
M Qu me quers decir?
M Te ats tanto a esa concepcin que tens de ser libre, que no logras
serlo.
M Para qu carajo me quers decir?
M Que la libertad nunca te va a dejar ser libre.

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Solo observaremos
M Capaz por miedo a auto-etiquetarme, nunca me consider realmente
un voyeur del casino, o de la timba. Que a diferencia de uno tradicional,
este ltimo observa el coito de las apuestas, participando con la eyaculacin de sus pestaeos y el orgasmo que emula ver guita en movimiento.
Pero es verdad que iba a estos psycho circus, para ver cantidades alevosas
de personas ganando y perdiendo todo su capital econmico y simblico, dejando cuerpo y alma en una serie de cartas, o un par de numeritos, o hasta en algunos colores que rotan en un eje. Sigo considerando
maravilloso como el acaecer monetario de alguien puede llegar a estar
condicionado o determinado por un color, o un nmero con un color
particular. Tal vez yo, que no apuesto, me puedo dar el hermoso lujo de
sentarme a pensarlo.
M Una noche muy fresca, hace cuatro aos, nos invitaba a m y a Mono
a pasar derecho al nico casino que tiene Santa Fe. Ambos estbamos
bastante mareados por un whiskey repugnante que habamos comprado a medias. No era la primera vez que iba al casino, mucho menos la
primera en ir borracho, pero si fue la primera vez que recuerdo haber
sentido una fuerte influencia dentro de este castillo privado al que pueden ingresar muchos. Una energa, un aura zen, gigantesca, fuerte y
shockeante.
M Me acuerdo que Mono no dud un segundo en perfilar hacia una
de las maquinitas para sepultarse durante una hora, o un poco menos.
M Yo daba vueltas para todas partes sin objetivo alguno. Saba que no
iba a apostar nada, no tena plata y me haba prometido no caer en la
tentacin. Estaba algo atontado por esa msica celestial de fondo que
pareciera imitar a las arpas del paraso el da que terminemos de hacer
todo ese trmite que supone subir por el purgatorio, y ver a dios preguntndonos si queremos pasar. Y en ese continuo dar vueltas, me encontr con una mesa de ruleta que me llam muchsimo la atencin. M

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M Perciba que todo lo que yaca adentro de ese crculo de diez metros
a la redonda, no haca mas que generar una situacin totalmente guionada, y prefabricada. Me acerqu sin dudar un segundo. Siempre pens
que si sents que algo tiene un efecto de imantacin que succiona todos
tus movimientos de modo involuntario, tens que dejarlo en su curso
natural; es decir, acceder. En el peor de los casos te coms un mal viaje,
en el mejor de ellos te gans la mejor de las ancdotas de asado.
M Recuerdo haberme posicionado en el medio de la mesa. Le aclar
instantneamente al crupier, esa azafata del mundo de la timba, que no
iba a apostar; solo observara. La ruleta estaba llena de gente, pero el
nico espectador era yo. A mi izquierda dos hombres irrelevantes, apostando sumas de 30 pesos cada uno; a mi derecha un tipo mas grande,
tal vez de unos cincuenta aos, bien trajeado, con una fruncida de ceo
como cual rey a punto de perder su propio imperio. Y a su derecha unos
pibes de dieciocho aos, que claramente estaban ah para pelotudear.
M No dur mucho su nula participacin, ya que antes de acomodar las
fichas los echaron porque no aportaban sabor al juego, ni oro en la billetera de nadie. El trajeado despilfarr 700 pesos con la misma facilidad
que yo suelto un pedo en un bao pblico. Saba que esto podra interesarme cada vez ms, as que me qued a presenciarlo todo. El tipo hizo
una estratagema, con una dinmica matemtica, bastante bsica; es decir, puso fichas de 10 pesos en nmeros altos saltendose los impares:
30-32-34-36. Lo que ms me sorprendi, es que las acomod sin mirar
la mesa; como si eso no fuera ms que un cepillado de dientes todas las
maanas, un mecanizado e interiorizado accionar rutinario. Empez a
girar la ruleta y perdi los 700 en diez segundos. No hizo cara de nada.
M Volvi a soltar por la mesa unos 600 pesos, y cambi la estratagema
en solo un nmero: 20-32-34-36. Volvi a girar la ruleta, ese dispositivo
que marea una diminuta esfera blanca que, con su pausa, define el destino de miles de sueldos y pertenencias. Y de nuevo perdi. En total ya
iban 1300 pesos al bolsillo de alguien que desconozco.
M Yo no poda parar de observar cmo reaccionaba el tipo. Fue tan
poco mi disimulo que al mirar como yo miraba su juego, decidi cambiarse de mesa refunfuando. Entonces me qued en la mesa guionada,

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pero lo acechaba al viejo con la contemplacin de un Ninja infiltrado.


M Tir en esa otra mesa muchos billetes de 100, pude suponer que tal
vez ms de 500 pesos. No logr ver la estratagema planteada por la lejana en la que estaba, pero si pude notar que volvi a perder, ya que grit:
Y LA REPUTA MADRE QUE LO RE PARI!. Estaba al palo, el
viejo estaba perdiendo mucho. Y yo no abandonaba esta posicin de
observador enajenado y drogado por las bizarras lucecitas que disparaban las mquinas tragamonedas. Disfrutaba del fracaso ajeno, pero
no por psicpata, sino por lo maravilloso que se tornaba presenciar a
este tipo correr continuadamente contra un muro de hormign armado,
buscando derribarlo con su frente. Al verme otra vez hace un gesto con
la mano derecha, y se me acerca uno de los bodyguard, y con mucha
mala onda me dice qu, o deje de observar al Seor Lanzarelli, o me
vaya del casino. Lo ltimo que quera yo esa noche era un problema,
mucho menos con un Seor Tanto. As que simplemente expliqu no
haca ms que mirar de manera inofensiva. A lo que me responde con
una frase que deca mas o menos as: Ac dentro, pibito, no existe lo
inofensivo.
M Me pareci estpidamente Robocop o Terminator esa frase de mierda. Pero igual me sirvi de excusa para ir con Mono que no estaba ni
ganando ni perdiendo en el blackjack. sa mesa era aburrida y muy
bsica. Apostadores poco arriesgados, y un crupier aburrido tras la precariedad de las apuestas. As que estaba al costado de esta mesa, pero mi
mirada se escapaba en busca de ludopata extrema.
M En ese pasear de mi vistazo, encuentro de nuevo al Seor Lanzarelli.
M Segua soltando muchos billetes sobre otra ruleta. No v ni la estratagema, ni el nmero que toco, ni nada. Pero se not que volvi a perder.
Y empez a desesperarse mucho y a mirar por todas partes. Se agarraba
de los pelos de la cabeza y los tiraba con fuerza. Estaba colorado. Se le
notaban las venas de todo el cuello. Hasta que me vi ah, parado, lejos,
inocente, ajeno a su mesa, pero observando siempre observando.
M Nos miramos durante unos diez segundos. Sus ojos lloraban la prdida de ms de 3000 pesos. Pega un chiflido. La gente miraba a Lanzarelli.
Se haba convertido en una fiesta triste. Y en cuestin de milsimas los

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bodyguard me tomaron del hombro, y lenta y sutilmente me empezaron


a echar. Les pregunt porqu me echaban si yo solamente estaba viendo,
a lo que uno de ellos me dice: El seor Lanzarelli nos asegur que vos le
ests tirando yeta esta noche. No nos importa cun inocente seas, andte
y no jodas mas. Tena ganas de discutir mi pertenencia en el lugar, pero
la disputa termin cuando cerraron la puerta en mi cara y le dijeron al
de la entrada que no me deje ingresar por nada en el mundo. Le mand
un mensaje de texto a Mono, y lo esper unos veinte minutos afuera.
M Un par de das despus, googli a este interesantsimo Seor Lanzarelli, y result que es uno de los codiciados socios fundadores de un
country en San Isidro.

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M S que las cosas siguen. Continan y persisten, no me cabe duda.
Nada fren su decir, ni hacer. No s si eso realmente me entretiene, me
hace feliz o qu.
M Pero s que el mundo sigue haciendo lo suyo de girar un rato ms.
M El agua sigue en la de siempre: mojar, refrescar, caer, estancarse y
seguir.
M Las piedras andan en la misma de toda la vida: adornando el suelo
como si fuese un rbol de navidad.
M Los objetos tecnolgicos no paran de rompernos las bolas, pero tampoco dejan de entretenernos. Seguimos siendo su infinito pblico.
M Los rboles y la arena siguen sin entenderse.
M Los rayos siguen siendo exageraciones de la luz.
M El viento y el agua no dejan de parir olas.
M Los desiertos siguen sintindose solos.
M El otoo sigue siendo el verdugo de las hojas.
M Los bosques y las selvas siguen sin comunicarse hasta previo aviso. M
M Pero prometen hacer un intento.
M Las estrellas siguen all arriba, quietas, calladas y sin prestarse atencin unas a otras. Pero siguen destruyendo lo obvio, dentro de ese inmenso ganado, para seguir sorprendindonos.
M Los pases, continentes, pueblos y ciudades, siguen siendo un chamuyo de la geografa para que sigamos creyendo en los mapas.
M Las montaas siguen siendo helados sin cucuruchos.
M Los lpices siguen siendo pinos perfectamente ordenados.
M Mi casa sigue quedando ah, adentro, en la palma de tu mano.

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M Mi mam sigue teniendo ojos verdes y sigue siendo hermosa.


M Mi hermana sigue llamndose Julia,
y mi pap sigue siendo ese hermoso experimento social que nos dej la
modernidad tarda.
M Mis amigos siguen teniendo problemas serios.
M Mis amigos siguen aventurndose como araitas psicoactivas y creadoras de telaraas imaginarias.
M Yo sigo teniendo cuatro sonrisas, y solo siguen valiendo la pena dos
de ellas.
M Sigo teniendo un hueco en mi pera, un espacio vaco en el que solo
sigue cabiendo la punta de tu dedo.
M Mis ojos y los tuyos siguen jugando en este momento a ver quin
espa ms.
M Los humanos seguimos siendo los monitos mas desquiciados del plan
evolucionista. Seguimos haciendo infinidades de complots a partir de
dispositivos de odio y lucha. Seguimos viajando en rutas invisibles para
holgazanear circunstancias en la nada. Seguimos escondindonos en lugares inexistentes con el fin de encontrarnos buscando a otro.
M Seguimos de pie, sentados, acostados y flotando.
M Seguimos laburando de nada para conseguir todo y venderlo otra
vez.
M Los monos siguen siendo lobos trastocados con la idea de poder treparlo todo.
M Los lobos siguen siendo gatos fuertes disfrazados de perros.
M El ciempis sigue siendo un tren minsculo que aborda caballeros
del azar.
M Las cucarachas siguen siendo la metamorfosis de oportunidades que
nadie logr pisar.
M La mujer sigue siendo un laberinto de preguntas que hace perder
respuestas.
M La mujer sigue enamorando.
M El hombre sigue siendo ese gorila afeitado que cree vencer a todos.

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M Las aves siguen siendo naves espaciales que vuelan durante el da.
M Los roedores siguen siendo el mensajero revolucionario de las alcantarillas.
M Los poemas siguen siendo ese castillo de ansiedades y pasiones.
M Las canciones siguen siendo el santuario de nuestras sonrisas y lgrimas.
M Las pinturas siguen siendo la derrota de lo montono.
M El pasado sigue siendo ese relato que nos contamos a nosotros mismos con el fin de recordar.
M El futuro sigue siendo el mapa donde se celebran contingencias.
M Y el presente sigue siendo el recuerdo que el futuro tiene del pasado.
M Pienso en todo lo que sigue existiendo,
y sigo pensando en que capaz pasar todo esto a palabras no sea mala
idea.

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Ya s lo voy a escribir.

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