La Leyenda Del
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La Leyenda Del
Felipe Pascual Pacheco, alias "el Tigre del Quequn", un legendario gaucho
matrero, de vida errante y facn a la cintura, supo refugiarse a fines del siglo
XIX en una caverna a orillas del ro Quequn Salado, que hoy es una atraccin
turstica conocida como la "cueva del tigre", del partido bonaerense de Coronel
Dorrego.
En ese sitio donde la naturaleza fue prdiga, baada por las aguas del ro
Quequn Salado --lmite natural entre los partidos de Tres Arroyos y Coronel
Dorrego-- rodeada de altos barrancos, con una impactante cascada (llamada
"salto del tigre"), se refugiaba el temible Pacheco, que para algunos
historiadores era un bandido rural, y para otros una especie de "Robin Hood
bonaerense .
"El Tigre del Quequn", haba nacido en 1828 en el barrio porteo de Palermo,
pero cuando todava era un nio fue abandonado por sus padres y criado por
una mujer llamada Gregoria Rosa.
Astucia y fiereza.
Cansado de ser perseguido, busc refugio en una enorme cueva a orillas del ro
Quequn Salado, en cercanas del pueblo de Oriente.
"Pacheco fue pen, resero, domador y mano derecha del comandante y juez de
Paz de Lobera, Miguel Martnez de Hoz, un fuerte hacendado dueo de la
Estancia El Moro. Pero cuando estalla la guerra del Paraguay, y luego que
Martnez de Hoz por cuestiones polticas deja su cargo, `el Tigre' comienza a
ser perseguido por sus opositores", relat Galvn.
"Gorra colorada"
Entonces dijo que Pacheco se dirige hacia la zona de Tres Arroyos, donde luego
se desempea como asistente de los jueces de Paz, Antonio Arancibia y
Bernardo Arriaga, quien finalmente le advierte que desde el juzgado de Dolores
solicitan su captura, tarea para la cual es encomendado el famoso polica
"gorra colorada", que lo termina atrapando cuando "el Tigre" sala de su cueva.
Galvn detall que Pacheco, "incluso, estuvo trabajando un tiempo como pen
y capataz en campos de Necochea. Tengo todo documentado y as lo voy a
contar en el libro", anticip.
Tras sealar que "el Tigre" "fue un gaucho bravsimo", el historiador opin que
para l, Pacheco "fue un perseguido por la justicia, que cay vctima de las
circunstancias de su poca".
Algo en el tintero
Olga coment que cuando su madre, una mujer de 80 aos que hoy vive en la
ciudad de Necochea, "de chica le preguntaba a su abuela Dionisia por Felipe
Pacheco, ella se pona a llorar y nunca le pudo aportar datos sobre su vida y su
historia personal".