Platón PAU
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Platón PAU
1.ELSENTIDO DE LA FILOSOFA
PLATNICA.
Hay que entender la filosofa de Platn como una reaccin contra las teoras filosficas y
epistemolgicas de los sofistas y como fruto de la insatisfaccin y el descontento de Platn con la
situacin poltica de su poca.
Segn Platn, el conocimiento "perfecto y total" de lo que es justo, lo que podramos llamar la
"ciencia de la justicia y del bien", solo puede proporcionarla la verdadera filosofa, y es imprescindible
que los gobernantes lo alcacen para gobernar con justicia la ciudad (poltica) y para conducirse recta
y justamente en su vida privada como individuos (tica). De este modo se explica la necesidad de que
los gobernantes sean filsofos (Teora del filsofo-gobernante).
La preocupacin de Platn es el ser humano, pero entiende al individuo como un ser comunitario en
el seno de la comunidad. De ah la preocupacin por la poltica. El objetivo de la poltica es lograr un
Estado justo. Ahora bien, un Estado justo es ante todo un Estado unidoen el que todos trabajan en
beneficio de todos para el bien de la comunidad.
Ahora bien, la posibilidad de alcazar un Estado junto depende de sus gobernantes, los individuos
adecuados deben ser hombres sabios y virtuosos y as ser posible alcanzar una sociedad feliz y
bien gobernada. Pero solo los filsofos pueden llegar a ser esa clase de hombres. Platn toma aqu el
intelectualismo moral de Scrates y lo aplica a la ploltica y el resultado es la poltica del filsofogobernante. Como segn el intelectualismo moral socrtico, solo pueden ser buenos y justos aquellos
que han comprendido la esencia de justicia y del bien, Platn deriva de esto que slo los filsofos
pueden llega a ser los gobernantes perfectos. As se entiende la importancia fundamental que Platn
otorga a la educacin de los futuros gobernantes, una educacin que los conduzca al conocimiento
sobre la autntica esencia de lo bueno, lo bello, lo justo con el fin de que aprendan a gobernarse a si
mismos primero y a gibernar luego la ciudad a la luz de ese conocimiento.
Este planteamiento supone, en contra de lo que pensaban los sofistas, que la verdad objetiva existe y
que la razn humana puede llegar a alcanzarla mediante la reflexin filosfica, pero la existencia de la
verdad y la posibilidad de alcanzar el conocimiento depende de que exstan ciertas realidades que
sean eternas e inmutables. Y a esas realidades eternas e inmutables Platn les dar el nombre de
ideas. Por tanto, la educacin del futuro gobernante deber servirle para llegar hasta la visin de
estas ideas.
La filosofa de Platn est ligada y fundamentada en:
Una teora del conocimiento o epistemologa que nos dir cul es el origen y el camino del
conocimiento y cmo distinguir la verdad del error.
Ambas cosas se funden en la teora de las Ideas, lo cual constituye el ncleo fundamental de la teora
platnica.
Mundo inteligible: Es el mundo del ser, de lo eterno y permanente; por tanto es el nivel
superior de realidad, el nivel de lo autnticamente real. Se trata de una esfera de realidades
ocultas a la vista pero accesibles a la inteligencia, que adems son inmateriales, eternas
perfectas, idnticas e inmutables. Es un mundo trascendente, mas all de la esfera de las
realidades materiales y familiares que nos son familiares. Al mindo inteligible no slo
pertenecen las Ideas, sino los objetos o entes matemticos. De ah que en el mundo inteligible
hallamos dos tipos de realidades: los inteligibles superiores o ideas y los inteligibles inferiores
u objetos matemticos. Pero, adems en la cima de las Ideas dse halla la Idea supreama de
Bien, de la cual participan todas las restantes Ideas.
Mundo sensible: Mundo del devenir y la multiplicidad, de lo que cambia, de lo que nace y
muere. Representa por tanto un nivel inferior de la realidas, de cosas menos reales, estables,
y consistentes que las realidades inteligibles. Es la esfera de los objetos que percibimos por
medio de la vista y los sentidos. Es un mundo de apariencias, de realidades materiales y
corrupcin. El mundo del devenir es el mundo de las cosas que estn en coninuo cambio, que
estan dejando de ser algo para empezar a ser otra cosa.Para Platn el devenir es una forma
de realidad intermedia en tre el ser y la nada absoluta, una forma de realidad ms
inconsciente e inestable que la realidad inteligible.
Platn explica la formacin del mundo sensible mediante el mito del demiurgo, que usa para referirse
a una inteligencia divina de carcter supremo que ha fabricado el mundo sensible, tomando como
modelo el mundo de las ideas eternas y perfectas; el Demiurgo ha plasmado ese modelo en una
materia preexistente catica, movil y amorfa, a la manera como un alfarero plasma la arcilla en el
proyecto o plan que tiene en su mente. Platn quiere darnos a entender mediante este mito que el
mundo sensible responde a un plan racional e inteligente, y que no procede del caos o del desorden.
Para Platn es el autntico ser acerca de lo real, y como para Platn lo real es lo ibteligible, el
conocimiento es siempre saber sobre la realidad inteligible, nunca sobre la realidad visible o
sensible.
Para alcanzar el conocimiento de lo autnticamente real habr que dirigir nuestra alma hacia
la contemplacin de las ideas eternas, apartndonos de los sentidos. Alcanzar esta clase de
conocimiento es la meta que persigue la filosofa.
Teora de la reminiscencia
El conocimiento es innato a un nivel inconsciente. siempre lo ha conocido pero no lo sabe hasta que
lo recuerda.
Segn Platn, el alma, antes de encarnarse en un cuerpo, ha preexistido en el mundo de las Ideasy
ha contemplado all las ideas. Al entrar en el mundo sensible y encarnarse en un cuerpo, olvida todas
las ideas. As pues, con la teora de la reminiscencia, aprender o conocer no es otra cosa que
recordar.
intermedia entre los dos mundos, si bien su lugar propio y hacia el cual tiende es el mundo de
las idea, en que que ha preexitido.
El cuerpo es material e inmortal, es la crcel del alma, de la cul esta tiende a liberarse; es
adems, una fuente constante de apetitos y deseos. El cuerpo inclina a la posesin de lo
material, al mundo de las cosas sensibles, y provoca as la ambicin y las guerras. El cuerpo,
arrastra al alma hacia lo sensible, donde jams encontrar ni la virtud ni el conocimiento.
La parte racional es la sede de la inteligencia y es exclusiva del ser humano. Su sede est en
la cabeza.
La parte apetitiva es la fuente de los apetitos y deseis materiales del ser humano. Reside en el
bajo vientre.
La existencia de los conflictos internos del ser humano, la lucha interior entre la razn, los
apetitos y los deseos materiales. Nuestro alma es como un campo de fuerzas inestables: la
razn, las pasiones y los deseos materiales. Estas tres fuerzas chocan facilmente unas con
otras.
Esta divisin del alma sirve a Platn para explicar la existencia de diferentes naturalezas o
tipos psicolgicos. Aun cuando hallamos en el alma de todo ser humano estas tres partes , en
unos existe una tendencia natural a que la razn domine sobre las pasiones y apetitos; otros
se dejan dominar por sus pasiones y emociones; y en otros individuos dominan los deseos y
apetitos materiales sobre la razn y las pasiones.
y concordia en el alma decimos que hay justica, y adems cada parte del alma habr desarrollado la
virtud que le es propia. La virtud que es propia para la parte racional es la sabidura o prudencia; la de
la parte irascible es la valenta; y la de la apetitiva es la templanza o moderacin. La injusticia en el
individuo surge cuando las pasiones o los apetitos se covierten los dueos del alma, invirtiendo el
orden natural de las cosas.
Por otra parte, para alcanzar la justicia y la perfecta armona entre las tres partes del alma, slo el
hombre sabio, que ha alcanzado el conocimiento del Supremo Orden y de la Suprema Armona que
reinan en el mundo de las ideas podr imponer orden y armona en su mundo interior, gobernar su
alma con justicia y conducirse rectamente en la vida.
6. LA POLTICA
Rechazo de la democracia como forma de gobierno.
La filosofa de Platn arranca de la insatisfaccin poltica de su poca, y en particular, con la
democracia ateniense.
Segn Platn, en la democracia ateniense gobernaba una minora de polticos que abusaban
de la incapacidad poltica del pueblo. Para Platn la verdadera competencia poltica llega
mediante la adquisicin del arte de la justicia y el bien.
Por ltimo, ejecutar a su maestro Scrates demostraba que la democracia no era garanta de
justicia.
Para llevar a cabo la poltica que propone Platn de "gobierno de los mejores en la virtud y en saber"
son necesarias:
Seleccionar las mejores naturalezas, es decir, elejir a los individuos que por naturaleza posean
ciertas capacidades y cualidades innatas.
El Estado Ideal
Platn entiende que el buen gobierno siempre debe anteponer el bien comn al bien particular. El
bien comn ms importante para Platn es la justicia, entendida como armona, unidad y cohesin
social.
Para platn el Estado es semejante a "un individuo en grande" compuesto por tres grupos humanos
(al igual que tres partes del alma):
Los guardianes: La funcin de esta clase ser la defensa de la ciudad. En los individuos esta
clase predomina la parte irascible del alma sobre las otras dos. En el Estado Ideal, la virtud
propia de los guardianes ser la valenta. Ser guardin ser considerado un honor.
La justicia del Estado consistir en la armona entre las tres clases sociales, de manera que hay
justicia en el Estado si hay armona y unin y se da una perfecta cooperacin entre las tres clases
naturales que lo forman. Eso significa que cada una de las clases sociales ha de desarrollar su virtud.
Adems, igual que ocurra en el alma, la armona se consigue respetando la jerarqua natural entre
sus partes para conseguir un Estado justo.
Virtudes
-----------------
Guardianes
----------
Valenta
Apetitiva ------------------
Productores
---------
Moderacin
Armona partes del alma ----- Armona entre clases --------- JUSTICIA
Estatalista: porque Platn antepone el bien y la cohesin del Estado al bien individual.
Organicista: Platn parece concebir el Estado perfecto siguiendo el modelo del organismo
vivo: el Estado Platnico est compuesto de tres clases sociales, cada una de las cuales
desempea una funcin para la que est mas capacitada.
Comunitarista: la vida del individuo slo se entiende y tiene sentido en el seno de una
comunidad, en el cual el individuo desempea una funcin especfica.
acerquen lo ms posible al orden y la armona inteligibles que ha contemplado, ocultas tras el mundo
visible; para ello debe gobernar su propia vida y a la sociedad tomando el Bien como gua y modelo.
8. IDEA DE BIEN
Captulos XVIII-XIX
Comparacin de la Idea de bien con el sol: La idea de bien es como el sol en el mundo de las
ideas. Si en el mundo sensible todo gira en torno al sol, en el mundo de las ideas todo gira en
torno a la idea de bien, que es el centro y el fundamento del orden. Entre la idea de bien, por
una parte, y la inteligencia y las otras Ideas, pr otra, hay una relacin semejante a la que da el
mundo sensible entre el sol, por una parte, y la vista y las cosas visibles, por otra.
A la base de esta comparacin est la tesis de platn de que el mundo sensible es una copia
del mundo inteligible, de modo que es razonable suponer que investigando las cosas de abajo
( el sol y su relacin con la vista y las otras cosas visibles) podemos aproximarnos a la
compresin de las cosas de arriba ( la idea de bien y su relacin con la inteligencia y las
dems Ideas).
Aspecto ontolgico de la comparacin: Pero el sol y la luz no slo son la causa de que los
objetos visibles puedan ser vistos por el ojo, sino tambin la existencia de la misma, de su
generacin y de su crecimiento; la idea del bien es la causa del ser y de la esencia de las
ideas eternas e inmutables.
Principio unificador: La idea de Bien es tambin un principio unificador del mundo de las Ideas
y de la totalidad de lo real y, en consecuencia, otorga unidad al mundo.
Causa final y causa del orden del mundo: La idea de bien es la causa final, es decir, el modelo
ltimo al que tienden a semejarse todas las realidades. As como el cosmos sensible y el
cosmos inteligible apuntan hacia la idea de bien, a la cual imitan, el primero de forma
imperfecta y el segundo de forma perfecta.
9. SMIL DE LA LNEA
El objetivo del smil de la lnea es mostrar una gradacin de los objetos segn una escala que va de
menor a mayor realidad o autenticidad.
Consiste en dibujar una lnea o segmento y dividirla en dos partes desiguales: la parte inferior
representa el mundo sensible, mientras que la superior representa el mundo inteligible que es imitado
por el primero. Siguiendo la misma proporcin, se divide el segmento del mundo sensible en otras
dos partes: a) La inferior corresponde a las imagenes que son reflejos o sombras de los objetos de la
parte superior del segmento de lo visible. b) En la parte superior, Platn coloca a los seres naturales y
artificiales que pueblan el mundo sensible. Mediant esta subdivisin Platn nos da a entender la
existencia, dentro del mundo visible, de dos niveles de realidad sensible: uno inferior y menos
autntico (las imgenes) y otro nivel ms real y autntico (seres naturales y cosas artificiales).
El segmento del mundo inteligible, corresponde a las realidades inteligibles, que se caracterizan por
ser inmateriales, perfectas, inmutables, eternas, etc. y solo accesibles a travs de la inteligencia. Se
divide tambin este segmento en dos partes: a) La parte inferior corresponde a los objetos o
entidades matemticos. Estos objetos imitan o copian a los del escaln superior -las ideas- por lo
que, aunque son ms reales y perfectos que las cosas del mundo sensible, al ser copias de las Ideas,
son menos reales que tas. b) La parte superior del segmento de lo inteligible corresponde a las
ideas que representan el mximo grado de realidad o autenticidad.
Hay distintos grados de claridad en el saber, cuanto menos realidad tiene un objeto, ms oscuro y
confuso ser el saber que el alma obtiene de l. As, la opinin es el estado mental del alma que tan
solo contempla las cosas del mundo sensible. Existen dos niveles de realidades sensibles , dos
niveles de opinin: a) Uno inferior, al que llama imaginacin, que es el estado mental ms oscuro y
alejado de la verdad; es el saber confuso y oscuro sobre las imgenes. b) Un nivel superior de la
opinin, al que llama creencia, que es un estado mental algo ms claro, propio del experto o filsofo
de la naturaleza; la creencia es el saber, algo menos confuso, sobre los seres naturales y los objetos
fabricados.
Por encima de la opinion se halla el conocimiento cientfico o el conocimiento en s, que tiene como
objeto el mundo inteligible. El conocimiento es el estado mental del alma cuando contempla o
investiga las realidades inmutables. Tambin habr dos niveles de conocimiento cientfico: a) El
pensamiento, que es un grado de saber ms claro que la opinin, pero ms oscuro que el
conocimiento de las ideas. Es el saber sobre los objetos matemticos que son ontolgicamente
inferiores a las ideas. b) En segundo lugar, la inteligencia que se corresponde con el estado mental
propio del filsofo cuando alcanza la contemplacin de las ideas y representa el nivel de saber ms
claro.
Se tratan de realidades que son ontolgicamente diferentes a las Ideas, pues son copias de
ellas.
Mientras que cada idea es nica, los objetos de la matemtica admiten la pluralidad. Hay
muchos ccrculos inteligibles pero una nica idea de Circularidad.
El matemtico parte de hiptesis pero, a diferencia del dialctico, toma estas hiptesis como
axiomas, es decir, como verdades tan evidentes que no necesitan demostracin. A partir de
estas hiptesis no deostradas desciendo deductivamente mediante cadenas de
razonamientos hasta sus teoremas o conclusiones. En cambio, el mtodo dialctico tambin
parte de una hiptesis , pero no toma estas hiptesis como verdades definitivas sino como
simples supuestos provisionales que cumplen la funcin de peldaos desde los que el alma
asciende dialcticamente hasta el principio, es decir, hasta la idea y luego, de idea en idea
hasta la Idea de Bien.
La filosofa intenta conocer las Ideas sin apoyarse en nada sensible, haciendo esclusivamente
uso de la inteligencia y la razn mientras que el matemtico estudia los objetos matemticos
apoyndose en imgenes sensibles.
real y verdadero lo que no son sino simples sombras de objetos fabricados y ecos de voces.
La alegora de la caverna sirve adems a Platn para ejemplificar mediante un lenguaje plagado de
metforas, la distincin entre mundo sensible y mundo inteligible y la distincin entre opinin y
conocimiento cientfico. Sin embargo, la funcin principal del mito es exponer el proceso que debe
seguir la educacin del filsofo gobernante. Este proceso est representado por el recorrido del
prisionero liberado desde el interior de la caverna hasta el mundo exterior, y culmina con la visin del
sol. El mito da a entender que la educacin s un proceso largo y costoso, plagado de obstculos y,
por tanto, no accesible a cualquiera. El prisionero liberado debe abandonar sus viejas y falsas
creencias; debe rompre con su anterior vida, cmoda y confortable y ha de superar miedos y
obstculos para ser capaz de comprender la nueva realidad que tiene ante sus ojos, ms verdadera y
autntica que la anterior. De ah que el prisionero deba ser al principio "obligado", "forzado" por una
subida dificil, y acostumbrarse a la luz de fuera hasta alcanzar el conocimiento de lo autnticamente
real, de lo eterno, inmaterial e inmutable, es decir, de las ideas o esencias, que representan la
estructura profunda del mundo.
Una vez formado en el conocimiento de la verdad, deber "descender nuevamente a la caverna" y,
aunque al principio se muestre torpe y necesite nuevamente un perodo de adaptacin , deber
ocuparse de los asuntos humanos, asuntos tales como la poltica o el gbierno de la ciudad.
alma. El cuerpo es material, nace y perece y, por tanto, est sujeto a la generacin y a la corrupcin.
Sin embargo, el alma, al ser inmaterial, es de naturaleza inmortal y eterna, de tal modo que tiende
hacia la regin inteligible, es decir, al mundo de las Ideas, con las que comparte todas sus
caractersticas o, por lo menos, gran parte de ellas: es divina, inmortal e inmaterial.
Tras la muerte del cuerpo, el alma transmigra de un cuerpo a otro y sufre un proceso de
reencarnaciones sucesivas hasta que consigue la liberacin total del cuerpo, el cual constituye como
su crcel. Dicha liberacin se consigue paulatinamente mediante el cultivo de la filosofa y, con ella,
mediante el acercamiento al mundo inteligible. Reconocemos en todo esto la influencia pitagrica en
la concepcin que Platn desarrolla acerca del alma.
Sin embargo, antes de encarnarse en el cuerpo, el alma ha permanecido un tiempo en el mundo de
las Ideas, y en l ha conocido la verdadera esencia de las cosas: las Ideas; de tal modo que en el
alma existe una huella o recuerdo borroso de las Ideas, unos conocimientos acerca de lo inteligible
que permanecen ocultos y enmascarados por las apariencias que nos proporcionan los sentidos en el
mundo sensible. Estos conocimientos innatos se corresponden con la teora de la reminiscencia de
Platn (conocer es recordar), muy influido por su maestro Scrates, y por la doctrina de la
preexistencia del alma en el mundo inteligible, debido al proceso de reencarnacin, tambin
defendido por los pitagricos.
El alma, segn Platn, consta de tres partes: parte racional, parte irascible y parte apetitiva, que se
corresponden con las virtudes de la sabidura, la valenta y la moderacin, respectivamente. Esta
divisin tripartita sirve para explicar los conflictos internos y las tendencias opuestas entre las que se
debate continuamente el alma. El predominio de cada una de las tres partes del alma determina tres
tipos de personalidad diferentes, paralelos a las tres clases en que, considera Platn, debe
dividirse el Estado: los filsofos-gobernantes, en los que predomina la parte racional y cuya virtud
ser la sabidura; los guardianes, en los que predomina la parte irascible y cuya virtud debe ser la
valenta; y, por ltimo, los productores, en los que predomina la parte apetitiva o concupiscible, y cuya
virtud debe ser la moderacin de los deseos y apetitos que dominan al cuerpo.
Mientras que la mayora de las facultades o virtudes del alma, lo mismo que las del cuerpo, pueden
adquirirse mediante el ejercicio y la prctica, la virtud o facultad del conocimiento es eterna e inmortal,
como el alma. Esta facultad, mayor desarrollada en aquellos que se escogen para ser formados en la
filosofa, permite discernir la verdad a travs del mtodo dialctico, que Platn toma en parte de su
maestro Scrates. Dicho mtodo se basa en la inteligencia, dejando a un lado las creencias y
opiniones, que tan slo son apariencias que nos ofrecen los sentidos, habiendo comprobado que no
son autnticas y verdaderas, y que por lo tanto, no corresponden al conocimiento mximo de la
verdad, el cual el filsofo es capaz de descubrir por s mismo, pues, de algn modo oscuro y
misterioso, est ya, aunque de forma borrosa y confusa, dentro de su alma. Recordndolas mediante
la dialctica es como el alma conoce las ideas. Por otro lado, la afirmacin platnica de que existen
ciertos conocimientos innatos en el alma humana contrasta con el empirismo que defienden los
sofistas (contemporneos de Platn), y que se basan en los conocimientos adquiridos mediante la
experiencia y que, por lo tanto, deben ser infundidos.
En resumen, Platn considera que el hecho de que el alma, por ser inmortal y eterna, permanezca en
contacto con el mundo inteligible, permite el conocimiento de las Ideas, que, aunque de forma oscura
y borrosa, es innato en las personas, que son capaces de descubrirlo por s mismas, particularmente
si se posee un alma con predominio de la parte racional sobre las otras dos.
En el ttulo de la redaccin, tica y poltica, se nos propone que expongamos la relacin entre estos
dos trminos, que enlazarn el comportamiento humano (virtudes morales) con la forma de gobernar
un Estado (la poltica). Para iniciar esta redaccin es necesario plantear una serie de cuestiones o
problemas, como por ejemplo: La tica debe ir ligada a la poltica? Como veremos, para Platn es
necesaria esta unin, y la hace factible mediante la doctrina del filsofo-gobernante, que elabora a
partir del intelectualismo moral de su maestro Scrates. A continuacin desarrollar la redaccin
centrndome en la relacin entre la tica y la poltica, y contraponiendo el punto de vista de Platn al
de los sofistas; tambin responder a otros problemas, como por ejemplo: Debe ser el poltico un
individuo moralmente bueno? La tica influye en la poltica? De qu modo?
[2. Desarrollo]
En la Carta VII Platn deja claro que uno de los objetivos de su filosofa es acabar con los males
polticos de su poca y para ello propone su doctrina del filsofo-gobernante, que afirma que los
males de la humanidad no tendrn fin hasta que los que gobiernen sean los verdaderos filsofos.
Esta doctrina tiene su fundamento en el intelectualismo moral de su maestro Scrates, ya que para
Platn la nica que puede ofrecernos verdadero conocimiento sobre la esencia del Bien y de la
Justicia es la filosofa. Esta ltima afirmacin est, como hemos dicho, fuertemente ligada al
intelectualismo moral (la virtud es conocimiento), y tambin a la teora platnica de las Ideas, la cual
afirma la existencia de ciertas realidades eternas, inmutables, absolutas, tales como el Bien en s y la
Justicia en s.
Por lo tanto, para Platn la poltica ser un arte que deber producir una sociedad feliz y armoniosa, y
para que la sociedad sea de ese modo es muy importante determinar quin la ha de gobernar. En
efecto, para Platn los gobernantes debern de ser personas sabias y virtuosas, tanto en su vida
individual (tica) como en los asuntos pblicos o en la vida poltica. De ah un aspecto de la relacin
entre tica y poltica. Alguien que no conozca el Bien en s y la Justicia en s, no podr gobernar bien
un Estado, y ser igual que si un ciego condujera a otros ciegos. En el mito de la caverna esto se
ejemplifica claramente cuando el prisionero liberado, despus de alcanzar la visin de las cosas
autnticas (Ideas), baja a gobernar al resto de los prisioneros y a conducirlos por el camino
adecuado. El gobernante filsofo ser necesariamente mejor que el gobernante que acude a la
poltica para enriquecerse, ya que el filsofo, al ser una persona justa (pues ha conocido la Justicia en
s), ir al gobierno como a algo ineludible, por puro sentimiento del deber.
En contraposicin al punto de vista de Platn, tenemos el empirismo poltico de los sofistas, que
acepta como bueno y justo lo que el pueblo considera como bueno y como justo; los sofistas no dan
importancia a las cualidades morales de los gobernantes, dar igual que sean sabios y virtuosos, a fin
de cuentas lo bueno y lo justo son para ellos convenciones o simples conceptos relativos. Lo
importante es que sean buenos oradores.
[1. Introduccin]
El ttulo de esta redaccin da por sentado que existen diferentes formas de realidad, y nos lleva a
plantearnos los siguientes interrogantes: Qu es lo real? Hay efectivamente diferentes clases de
realidad? Hay cosas ms reales que otras? En relacin a esta ltima cuestin parece claro que,
por ejemplo, una sombra es menos real que el objeto que la produce, pues sin ste no existir la
sombra. En esta redaccin nos centraremos en la filosofa platnica y su visin ontolgica. Para ello
trataremos de ir respondiendo poco a poco a preguntas como las siguientes: Qu clases o formas
de realidad existen, segn Platn? Cules son sus diferencias y semejanzas? Cmo se relacionan
las distintas clases de realidad?
El ncleo de nuestra exposicin ser la Teora platnica de las Ideas y trataremos de explicar tambin
cmo afecta esta teora de la realidad a otros mbitos como el conocimiento o la poltica.
[2. Desarrollo]
Como se sabe, Herclito defenda que la realidad estaba en un permanente devenir. Nada
permanece constante, todo cambia. Platn acepta esta idea, pero modificndola a su manera. El dice
que no todo deviene, ya que si todo cambiara, no existira conocimiento sobre nada, porque cuando
creyramos haber conocido algo, para entonces ya habra cambiado, y el conocimiento verdadero y
la verdad seran imposibles, tal y como defendan los sofistas con su escepticismo. En contra de esta
opinin, Platn formula su Teora de las Ideas, que afirma la existencia de un mbito de realidades,
superior al mbito de las realidades sensibles. As, aparte de las realidades sensibles, materiales,
cambiantes, sometidas al nacimiento y a la muerte, accesibles a los sentidos y sobre las que no cabe
conocimiento, existe otro mbito de realidades (las Ideas) que se caracterizan por no ser materiales,
por ser conceptuales, eternas (esto es, ingnitas e imperecederas), indivisibles, inmutables,
accesibles slo por medio de la inteligencia, y sobre las que s cabe conocimiento. Platn no se
conforma con esto, y en el smil de la lnea (Libro VI de Repblica) divide en dos cada uno de estos
mbitos de realidad. Dentro del mundo sensible distingue los objetos naturales y fabricados, por una
parte, y las sombras o imgenes de stos. Las realidades inteligibles se dividen a su vez en Ideas y
objetos matemticos, que, aunque pertenecen a lo inteligible, son sin embargo copias de las Ideas.
Adems, Platn establece una jerarqua entre estos cuatro niveles de realidad, segn su grado de
realidad (ms o menos real). Las cosas ms reales y autnticas son las Ideas, seguidas de los
objetos matemticos, seguidos de las cosas naturales y objetos fabricados, y por ltimo se
encontraran lo que Platn llama las imgenes. Para Platn lo menos real copia o imita lo ms real;
As, las cosas sensibles y los entes matemticos copian a las Ideas o participan de ellas. Por eso
Platn considera que las Ideas son los modelos o arquetipos ideales que copian las cosas
pertenecientes a un nivel inferior de realidad, y son, por tanto, la esencia o la causa del ser de esas
cosas. En la cima de todas las Ideas se halla la Idea de Bien, lo mximamente real, pues todas las
restantes Ideas participan de ella. Por otra parte, las Ideas son adems subsistentes, es decir, existen
por s mismas, mientras que las cosas sensibles dependen ontolgicamente de ellas, esto es,
dependen de ellas para existir.
Pero, qu consecuencias tiene esta concepcin de la realidad para el conocimiento? Segn Platn,
a cada nivel de realidad le corresponde un nivel de conocimiento. As, lo sensible se corresponde con
la opinin o doxa, mientras que lo inteligible, con el conocimiento propiamente dicho o episteme.
Especificando ms, dentro del nivel de la episteme o conocimiento cientfico, a las Ideas les
correspondera el nivel de la inteligencia y a los objetos matemticos el del pensamiento. Luego,
dentro del nivel inferior de la opinin, los objetos naturales y fabricados se corresponderan con la
creencia, que es un nivel superior de opinin, mientras que las imgenes se corresponderan con la
imaginacin. As, los niveles o grados de conocimiento estn jerarquizados del mismo modo que los
niveles de realidad, de modo que cuanto ms real es algo, ms claro y verdadero es el conocimiento
que podemos alcanzar de ello y, por tanto, el mayor grado de conocimiento se corresponde con los
objetos que tienen el mayor grado de realidad (las Ideas o esencias eternas).
Por otra parte, esta concepcin dualista de la realidad influye directamente en la formacin educativa
del futuro filsofo gobernante. En efecto, el fin de la educacin ser alcanzar la verdad, pero la
autntica verdad versa sobre lo autnticamente real, y por tanto, sobre las Ideas, y en ltimo trmino
sobre la Idea de Bien, que es el fundamento de todo lo real. Todos los campos de la filosofa de
Platn (poltica, tica, cosmologa, teora del conocimiento) se basan en la Teora de las Ideas y la
distincin entre dos mundos.
[3. Conclusin]
la cual, por cierto, no se hace referencia alguna. Las partculas conectoras y las expresiones que
figuran subrayadas no se hallaban originalmente, y han sido aadidas por nosotros con la intencin
de mejorar la cohesin de la redaccin y de hilvanar mejor los prrafos y frases.
[2. Desarrollo]
En primer lugar, Platn considera que las matemticas cumplen la importante funcin de obligar al
alma a usar de la inteligencia para alcanzar la verdad en s, esto es, el conocimiento de las Ideas,
conocimiento indispensable para el buen gobierno de la polis. Como se explica en el Libro VII, los
objetos de los que se ocupan las distintas disciplinas matemticas (aritmtica, geometra
bidimensional, geometra tridimensional, astronoma y armona) seran de esa clase de objetos que,
al provocar en el alma sensaciones contrarias, estimulan la inteligencia y el pensamiento, y con ello
hacen que el alma despegue de lo sensible y se eleve hacia lo conceptual y abstracto, lo cual es,
como hemos dicho, el objetivo de la educacin.
En segundo lugar, como refleja el mito de la caverna, el trnsito de la oscuridad a la luz, de la opinin
al conocimiento y de lo sensible a lo inteligible, no puede realizarse bruscamente, pues la luz
acabara por deslumbrarnos. El prisionero liberado, necesita de un perodo de adaptacin hasta poder
mirar directamente al sol. Y esa es justamente la funcin que cumplen las matemticas en la
educacin del filsofo-gobernante: hacer que su alma se adapte progresivamente a la verdad y a la
luz. Por otra parte, recordando el smil de la lnea (Libro VI de Repblica), los entes matemticos
pertenecen, al igual que las Ideas, al gnero de lo inteligible, y, aunque se hallan en un nivel
ontolgico inferior al de las Ideas, tienen caractersticas similares a ellas: son inmutables, eternos,
inmateriales, perfectos y accesibles slo a la inteligencia, y no a los sentidos. As pues, las
matemticas constituyen para Platn una especie de preludio o propedutica de la dialctica, que es
el saber ltimo que interesa al filsofo y, por ende, al poltico. Pero las matemticas tienen
importantes limitaciones, lo que lleva a Platn a no considerarlas propiamente conocimiento, sino slo
pensamiento (algo superior a la opinin pero inferior al conocimiento). Estas limitaciones tienen que
ver con el mtodo que utilizan, que parte de hiptesis de las que el matemtico no da cuenta. De ah
que slo la dialctica pueda proporcionarnos la visin clara y precisa de la verdad que el gobernante
necesita.
[3. Conclusin]
En conclusin, para Platn la salvacin del Estado pasa por una educacin adecuada de los que en
el futuro han de gobernarlo. Esta educacin debe estar orientada al conocimiento de los valores
morales eternos y objetivos (Idea de Bien, de Justicia, etc.) que han de servir de gua para el buen
gobierno del Estado. Las matemticas cumplen aqu una funcin propedutica, es decir, orientan,
preparan y entrenan adecuadamente el alma antes de dedicarse a la ciencia ms elevada (la
Dialctica), la cual permitir la contemplacin de las Ideas mismas y, finalmente, de la Idea de Bien,
cuyo conocimiento resulta imprescindible para el buen gobierno del Estado.
[1. Introduccin]
El ttulo de esta redaccin hace referencia a dos grados o niveles diferentes de conocimiento: la
opinin (doxa) y el conocimiento propiamente dicho (episteme). En realidad, el problema que bajo
este ttulo se plantea es el problema del conocimiento de la verdad. Es la verdad relativa a la opinin
subjetiva de cada cual? Vale lo mismo la opinin del sabio o la del hombre de ciencia que la del
hombre corriente? Son lo mismo opinar y conocer? En el caso de que contestemos que no, cabra
preguntarse entonces: es acaso posible alcanzar verdades objetivas y universales? Sobre qu
cosas u objetos es posible alcanzar tales verdades? Como es sabido, estas son algunas de las
cuestiones que Platn se plantea y a las que intenta responder mediante su filosofa. A lo largo de
esta redaccin expondremos el punto de vista de Platn sobre estos temas que, como veremos,
contrasta abiertamente con la postura de otros filsofos contemporneos suyos, los sofistas, para
quienes opinar y conocer son la misma cosa.
[2. Desarrollo]
Platn acepta de su maestro Scrates que el conocimiento propiamente dicho (la episteme) ha de ser
infalible, universal y objetivo. Adems el conocimiento ha de tener por objeto lo autnticamente real
(lo que es), y para Platn lo autnticamente real es lo que no cambia, lo que permanece estable y
siempre idntico a s mismo. De todo esto se sigue que el conocimiento de las cosas sensibles no es
posible, pues stas no son ni permanentes ni estables, ya que se se encuentran, como dijo Herclito,
en permanente devenir, de modo que cuando creyramos haberlas conocido, para entonces ya
habran cambiado. De las cosas sensibles no puede decirse propiamente que son verdaderamente,
sino que estn siempre llegando a ser (devienen). Por eso, de ellas tan slo cabe simple opinin
(doxa). En coherencia con este punto de vista, Platn considerar que las investigaciones de los
filsofos de la naturaleza (Tales, los atomistas, etc.), son en cierto sentido intiles, pues no pueden
ofrecernos conocimiento, sino slo opinin, pues se centran en el estudio del cambiante mundo fsico.
La opinin es para Platn un nivel inferior de conocimiento, que tiene por objeto el mundo de las
cosas sensibles, lo cambiante, lo aparente, lo que deviene, y no lo que verdaderamente es. La
opinin es as un conocimiento superficial, aparente, poco fiable, relativo, vinculado a los sentidos y a
las apariencias y, como su objeto, es cambiante e inestable. Pero entonces, si todo cambia, no hay
ms que opiniones, y no hay conocimiento? Ms all de las realidades sensibles, Platn afirma la
existencia de una clase de objetos inmutables, permanentes, inmateriales, eternos, no accesibles a
los sentidos, pero s a la inteligencia. Platn denomina a estas realidades Ideas. Al ser permanentes
y estables, es posible alcanzar sobre ellas un conocimiento objetivo, universal e infalible. Por otra
parte, habr que dejar claro que, aunque la opinin no constituye verdadero conocimiento, no deja de
ser una cierta clase de conocimiento, aunque de nivel inferior al de la episteme. Esto es lgico,
porque el mundo sensible es una copia del mundo inteligible y, en esa medida, la opinin (si es
opinin verdadera) nos aproxima, siquiera un poco, a las realidades inteligibles, que constituyen el
modelo y la verdadera realidad.
En el mito de la caverna el paso de la oscura caverna a la claridad del mundo exterior representa de
forma simblica el paso de la opinin al conocimiento, del mundo de lo opinable en el que viven la
mayor parte de los hombres, al mundo del conocimiento, al que debe acceder el filsofo. Y en el
pasaje de la lnea, Platn distingue a su vez dos niveles de opinin y dos niveles de conocimiento.
As, dentro de la opinin distingue entre a) Imaginacin, y b) Creencia. Por su parte, dentro del
conocimiento distingue entre a) Pensamiento, y b) Inteligencia. Cada uno de estos cuatro subniveles
epistemolgicos se corresponde con un subnivel ontolgico diferente, de modo que, a mayor grado
de realidad, mayor claridad en el conocimiento, y viceversa.
Por otra parte, tal y como sealbamos en la introduccin, el punto de vista de Platn es muy diferente al de los sofistas que, en general, defienden el relativismo epistemolgico, segn el cual toda
verdad es siempre relativa. Expresin de este relativismo es la clebre sentencia de Protgoras: El
hombre es la medida de todas las cosas. As pues, para los sofistas no es posible un conocimiento
objetivo y universal de lo real. Platn aceptar que el conocimiento que nos suministran los sentidos
acerca del mundo material y fsico es relativo, pero no el conocimiento (episteme) que nos suministra
la inteligencia acerca de lo que verdaderamente es (las Ideas). En cambio, para los sofistas, lo que
una cosa es, no es algo diferente de lo que una cosa parece ser. Para ellos, las cosas son lo que a
cada uno le parece que son. En suma, ser y parecer son lo mismo. Ser verdadero y lo que a m me
parece verdadero son tambin lo mismo. Por lo tanto, lo mismo es conocer que opinar: toda opinin
es verdadera para quien la dice y, por consiguiente, no hay distincin entre opinin y conocimiento
verdadero.
[3. Conclusin]
En resumen, conocimiento y opinin son para Platn dos niveles epistemolgicos diferentes, que se
corresponden respectivamente con dos grados ontolgicos diferentes: el mundo inteligible y el mundo
sensible. Mientras que el conocimiento versa sobre lo verdaderamente real, estable, permanente,
eterno y perfecto, la opinin versa sobre las apariencias sensibles, lo cambiante, lo perecedero,
simples copias imperfectas del mundo inteligible, y es ontolgicamente inferior. Platn est
convencido de que el conocimiento verdadero y objetivo es posible, pues hay cierta clase de objetos
conceptuales, eternos, inmateriales, que no cambian y que existen con independencia de las
opiniones humanas. A estos objetos Platn los denomin Ideas, y slo sobre ellas es posible el
conocimiento. Cualquier saber que no verse acerca de ellas, sino acerca de lo cambiante y sensible,
ser tan slo simple opinin.
El ttulo de esta redaccin plantea el problema de la relacin entre poltica y dialctica o, dicho de otro
modo, entre filosofa y gobierno de la polis. Platn expone en la Carta VII los avatares y
convulsiones polticas de la Atenas de su poca: la guerra frente a Esparta, el violento gobierno de los
30 Tiranos, la posterior restauracin democrtica de Trasbulo, la injusta condena de su maestro
Scrates bajo el gobierno democrtico, etc. Todos estos acontecimientos le llevaron al
convencimiento de que todos los Estados estaban mal gobernados y de que los males de la
humanidad no tendran remedio hasta que los gobiernos estuviesen en manos de los filsofos. Esta
es, en sntesis, la doctrina del filsofo-gobernante, en la que se aprecia claramente la influencia del
intelectualismo moral de Scrates. El tema de esta redaccin nos obliga a preguntarnos por el papel
que juega la dialctica en este proyecto poltico. Pero para contestar a esta cuestin ser preciso que
respondamos antes a otras preguntas previas: Qu papel juega la educacin en el proyecto poltico
de Platn? Qu funcin cumple la dialctica en el programa educativo de Platn? Responder a
estas cuestiones nos llevar a su vez a exponer los presupuestos ontolgicos y epistemolgicos en
los que se sustentan tanto la educacin como la poltica de Platn, por lo que ser inevitable
referirnos a la Teora de las Ideas.
[2. Desarrollo]
Como dijimos antes, Platn propone como remedio a los problemas polticos de su tiempo un
gobierno de filsofos, al considerar que slo la filosofa puede ofrecer una visin adecuada de lo justo
y de lo bueno, imprescindible para que los gobernantes se conduzcan recta y sabiamente como
individuos y para que gobiernen sabiamente encaminando el Estado hacia la justicia, la felicidad y la
armona. Como se sabe, Platn rechaza la democracia como forma de gobierno, pues sta se basa
en el supuesto de que cualquiera est capacitado para dirigir el destino poltico del Estado. Por
contra, propone como gobierno ideal una especie de aristocracia o gobierno de los mejores, pero bien
entendido, pues se trata de una aristocracia del saber y de la virtud, no del linaje o de la sangre. Slo
un gobierno as puede ponernos a salvo de la incompetencia, de los abusos y de la ambicin de los
gobernantes corrientes. Este es, en suma, el ncleo fundamental de la propuesta poltica de Platn.
De lo anteriormente dicho puede deducirse el importante papel que la educacin de los futuros
gobernantes juega en esta propuesta poltica. Es el Estado el que debe de educar en la filosofa y en
otras disciplinas a los futuros gobernantes. Para ello deben elegirse las mejores naturalezas, aquellas
que posean dotes naturales adecuadas para el estudio y destaquen tambin por cierta predisposicin
natural a la virtud. La educacin consistir en lograr que estas naturalezas bien dispuestas se
encaminen hacia el conocimiento de lo verdadero, de lo bueno y de lo justo. Para ello, el alma debe
volverse hacia lo inteligible, apartndose de lo sensible. Para entender esto es inevitable referirnos a
la teora de las Ideas, que constituye el ncleo fundamental de la filosofa platnica. La teora de las
Ideas afirma que, aparte de las realidades sensibles, cambiantes, materiales y sometidas al
nacimiento y a la muerte, existen ciertas realidades superiores, ingnitas e imperecederas,
inmutables, inmateriales, abstractas, indivisibles, accesibles slo a la inteligencia, y que constituyen
las esencias de las cosas sensibles y los paradigmas o arquetipos ideales que las cosas sensibles
copian. A estas realidades Platn les da el nombre de Ideas. Slo de ellas puede haber
conocimiento en sentido estricto (episteme), mientras que de las realidades sensibles, aparentes y
cambiantes, tan slo puede haber simples opiniones (doxa), jams conocimiento. Entre las Ideas
Y aqu es donde entra en juego la dialctica. La dialctica es el saber acerca de las Ideas y sus
relaciones, el conocimiento de las esencias eternas e inmutables de las cosas, cuyo trmino final es
la visin del Bien en s o Idea suprema, la cual es el fundamento de todo lo real y la expresin
suprema del orden racional que gobierna el mundo, a imitacin del cual el gobernante deber
gobernar el Estado. Sin embargo, la dialctica requiere como preparacin y entrenamiento previo el
cultivo de las matemticas, que constituyen, por as decirlo, su preludio o antesala. Platn distingue
adems entre la dialctica ascendente y la descendente. La primera representa el camino que el alma
debe recorrer desde los objetos matemticos hasta las Ideas, partiendo de hiptesis que se tomarn
como simples supuestos que servirn de trampolines o peldaos para ascender hasta las Ideas. A
partir de ah, el alma, valindose exclusivamente del poder dialctico de la razn, de argumentos y
refutaciones, debe ir de Idea en Idea, sin recurrir a nada sensible, hasta alcanzar el Bien en s. Esto
se refleja muy bien en el mito de la caverna, en el que la dialctica ascendente est representada por
el camino que recorre el prisionero liberado a partir del momento en que sale al exterior de la
caverna, y que culmina con la visin del sol (representacin metafrica de la Idea de Bien). Por otra
parte, la dialctica descendente consistir en la aplicacin del conocimiento alcanzado acerca de lo
inteligible y eterno, al mundo de lo sensible, y en particular al mbito poltico. En efecto, una vez
contempladas la Idea de Bien y las restantes Ideas, el filsofo debe ocuparse de los asuntos
humanos y asumir la direccin poltica de la polis, gobernando el Estado y su propia vida a la luz del
conocimiento de esos principios eternos. En el mito de la caverna esto se representa simblicamente
con la vuelta del prisionero liberado al mundo de sombras en el que viven sus antiguos compaeros
de prisin.
[3. Conclusin]
En conclusin, y contestando directamente al ttulo propuesto, Platn rechaza la democracia y otras
formas de gobierno, y en su lugar propone, como solucin a los problemas polticos de su tiempo, el
gobierno de los mejores en virtud y en saber. Esta propuesta poltica se completa con un ambicioso
programa educativo que persigue como objetivo final formar a ciertos individuos en el conocimiento
de las esencias inmutables y eternas, a la luz del cual sern capaces de gobernar sabia y
rectamente. Y justamente este conocimiento es el que nos proporciona la ciencia dialctica, la cual
requiere del cultivo de las matemticas como propedutica o preparacin. La dialctica es, pues, la
ciencia suprema y el remate de las dems disciplinas en las que debern educarse los futuros
filsofos-gobernantes, los cuales tomarn el Bien en s como gua y modelo para gobernar, tanto a s
mismos como a la ciudad.