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Vctor M. Castel
CONICET y
Universidad Nacional de Cuyo
Mabel Giammatteo
Universidad de Buenos Aires y
Universidad del Salvador
Alejandro Parini
Universidad de Buenos Aires y
Universidad de Belgrano
Lenguaje, cognicin y cerebro / Paola Alarcn Hernndez ... [et.al.] ; edicin literaria a cargo de Adolfo M. Garca
[et. al.]. - 1a ed. - Mendoza: Facultad de Filosofa y Letras, Universidad Nacional de Cuyo; Sociedad
Argentina de Lingstica, 2012.
E-Book. - (Volmenes temticos de la Sociedad Argentina de Lingistica / Vctor M. Castel, Mabel Giammatteo y
Alejandro Parini)
ISBN 978-950-774-218-7
1. Lingstica. 2. Psicolingstica. 3. Neurolingstica. I. Alarcn Hernndez, Paola [et. al.] II. Garca, Adolfo M.,
et. al. ed. lit.
CDD 410
Fecha de catalogacin: 30/11/2012
Contenido
Evaluadores de
Volmenes temticos: serie 2012
Hugo Daniel Aguilar
Viviana Crdenas
Luis Aguirre
Javier Carol
Isolda E. Carranza
CONICET y Universidad Nacional de
Crdoba
Cintia Carri
Hilda Albano
Universidad de Buenos Aires y
Universidad del Salvador
Alicia Carrizo
Leandro Arce
Universidad Nacional de Catamarca
Marisa Censabella
Yris Barraza
Mara Chavarra
Graciela Barrios
Mariana Cuarro
Universidad de Buenos Aires y
Universidad Nacional de Lomas de
Zamora
Universidad de la Repblica
Wilmar D'Angelis
Roberto Bein
Marina Berri
Universidad de Buenos Aires y CONICET
Cristina Boccia
Universidad Nacional de Cuyo
Alejandro de la Mora
Universidad Nacional Autnoma de Mxico
Lorena de-Matteis
Universidad Nacional del Sur y CONICET
Andrea Estrada
Evaluadores
Alain Fabre
ngel Maldonado
Marisa Malvestitti
Paula Garca
Universidad de Buenos Aires
Angelita Martnez
Ileana Martnez
Adalberto Ghio
Laura Miones
Mara Glozman
Universidad de Buenos Aires y CONICET
Luca Golluscio
Luisa Granato
Liliana Naveira
Beatriz Gualdieri
Valetina Noblia
Marymarcia Guedes
Yolanda Hipperdinger
CONICET y Universidad Nacional del Sur
Ana Pacagnini
Universidad Nacional de Ro Negro
Constanza Padilla
CONICET y Universidad Nacional de
Tucumn
Azucena Palacios
Universidad Autnoma de Madrid
Ins Kuguel
Universidad Nacional de General
Sarmiento y Universidad de Buenos Aires
Luis Pars
Georgina Lacanna
Carlos Pasero
Daniela Lauria
Universidad de Buenos Aires y CONICET
12
Evaluadores
Rosana Pasquale
UADER / CONICET
Mercedes Pujalte
Alejandro Raiter
Universidad de Buenos Aires
Gabriela Resnik
Universidad Nacional de General
Sarmiento
Marcela Reynoso
Universidad Nacional de Entre Ros
Susana Rezzano
Universidad Nacional de San Luis
Mariela Rgano
Diana Tmola
Jimena Terraza
Universidad de Toronto, Canad
Augusto Trombeta
Universidad de Buenos Aires
Alejandra Vidal
CONICET y Universidad Nacional de
Formosa
Maximiliano Wilson
Universit Laval, Qubec, Canada
Pablo Zdrojewski
Universidad de Buenos Aires y
Universidad Nacional de General
Sarmiento
Elizabeth Rigatuso
Universidad Nacional del Sur y CONICET
Grisel Salmasso
CONICET y Universidad Nacional de Cuyo
Inge Sichra
Universidad Mayor de San Simn, Bolivia
Adriana Speranza
Universidad Nacional de Moreno y
Universidad Nacional de La Plata
Mariana Szretter
Universidad de Buenos Aires
13
Mora Maldonado
Luca Bernardi
Vernica Orellano
Cecilia Forcato
Luis Pars
Gabriela Friese
Martn Fuchs
Adolfo M. Garca
Yamila Sevilla
mesanchez@filo.uba.ar
Diego E. Shalm
CONICET
carolina.gattei@conicet.gov.ar
Patricia C. Hernndez
Daniela Szenkman
Virginia Jaichenco
Laura Kaczer
Universidad de Buenos Aires y CONICET
laurakaczer@gmail.com
Alejandro Wainselboim
Introduccin
Adolfo M. Garca, Vernica Orellano,
Virginia Jaichenco y Alejandro Wainselboim
En algn planeta lejano, hace ya mucho tiempo, un zorro supo
revelarle a un nio que lo esencial es invisible a los ojos. La sentencia
qued inmortalizada en El Principito, de Antoine De Saint-Exupry, pero
perfectamente podra orsela en cualquier discusin contempornea y
terrenal sobre el estudio mentalista del lenguaje. El lenguaje humano, en
tanto sistema cognitivo, no puede observarse directamente. Tanto las
representaciones (p. ej., fonemas, morfemas y lexemas) como los
subsistemas (p. ej., la gramtica y la semntica) que lo integran son
intangibles e inmateriales. Son, literalmente, invisibles.
Sin embargo, las ciencias empricas que se ocupan del estudio de la
mente (en particular, la Lingstica Cognitiva, la Psicolingstica y la
Neurolingstica) se sirven de tales constructos de manera constante y
acaso ineludible. Un interrogante clave, entonces, es el siguiente: cmo
se sustenta una ciencia emprica que se refiere a entidades
inobservables? Cada una de las disciplinas mencionadas ofrece una
respuesta diferente.
La Lingstica Cognitiva presupone que la deteccin de recurrencias y
divergencias en el anlisis de textos escritos, orales o seados permite
inferir aspectos de la organizacin del sistema mental que los produjo. En
otras palabras, la Lingstica Cognitiva considera el resultado ltimo y
observable del procesamiento lingstico para determinar cmo se
organizan los mecanismos abstractos subyacentes.
La Psicolingstica, en cambio, se encarga de estudiar la mente a
travs de la medicin de la conducta. As, por ejemplo, el esfuerzo
cognitivo implicado en el procesamiento de una tarea lingstica o la
accesibilidad relativa de una representacin lingstica pueden precisarse
segn los patrones de movimiento ocular de los sujetos o la velocidad con
que estos presionan una tecla. La Psicolingstica, adems, se sirve de
los datos provistos por evaluaciones offline (algunas realizadas con lpiz y
papel), y se nutre de la evidencia provista por diversas tcnicas que
indagan lo que sucede a nivel cerebral.
La Neurolingstica comparte muchos de los mtodos de la
Psicolingstica. No obstante, se distingue por prestar especial atencin a
los correlatos cerebrales de los procesos lingsticos. La evidencia del
neurolingista proviene, entre otras fuentes, de la observacin de qu
regiones cerebrales se activan al realizarse cierta tarea (p. ej., lectura de
oraciones) y qu componentes neurofisiolgicos se vinculan a
Volmenes temticos de la SAL: serie 2012
Introduccin
19
Introduccin
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Introduccin
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Parte I
Lingstica Cognitiva
Captulo 1
Conceptualizaciones de peso:
Un estudio en Lingstica Cognitiva
Paola Alarcn Hernndez
Resumen
En este estudio se presentan los resultados de una investigacin en curso sobre la
polisemia de tems lxicos del dominio conceptual PESO, a partir del Corpus de
Referencia del Espaol Actual de la Real Academia Espaola (CREA) para el
espaol de Chile. La investigacin se fundamenta en los principios tericos de la
Lingstica Cognitiva. Especficamente, se trabaj con las siguientes unidades
descriptivas: patrones sintcticos, marcos semnticos y metfora conceptual. Los
objetivos del estudio son identificar y describir los sentidos del dominio fsico y los
sentidos metafricos de los tems lxicos del dominio conceptual PESO en el CREA
para el espaol de Chile, y establecer las relaciones sintcticas y semnticas de los
sentidos polismicos pertenecientes a ese dominio conceptual. El anlisis sigui
las siguientes etapas: (i) propuesta de marcos semnticos que idealizan
experiencias relativas a PESO; (ii) elaboracin de una lista exhaustiva con los tems
lxicos correspondientes; (iii) bsqueda de datos en el CREA para el espaol de
Chile; (iv) organizacin de sentidos en patrones sintcticos; y (v) descripcin de
metforas conceptuales. El anlisis permiti identificar diferentes sentidos tanto
del dominio fsico como sentidos metafricos motivados por dos marcos
semnticos: PORTAR UNA CARGA y TENER PESO, dentro de los cuales se establecen las
relaciones semnticas entre los sentidos; adems, se sealan sus semejanzas y
diferencias sintcticas. Finalmente, se comentan las evaluaciones positivas o
negativas que portan algunos sentidos metafricos.
1 Introduccin
En este captulo se propone un estudio de la polisemia de tems
lxicos pertenecientes al dominio conceptual PESO.1
La polisemia es definida de manera general como el fenmeno donde
una forma lingstica est asociada con un nmero de sentidos diferentes
pero relacionados entre s (Ullman, 1967 [1962]; Lyons, 1989 [1977];
Taylor, 2002; Ravin y Leacock, 2002; Nerlich et al., 2003; Cruse, 2004;
Lewandowska-Tomaszczyk, 2007).
Dado que es un rasgo inherente a la cognicin y al lenguaje en uso, su
estudio supone contar con procedimientos para identificar y definir los
significados de las unidades lingsticas, y establecer los principios
mediante los cuales los sentidos polismicos se relacionan
sistemticamente, desde una perspectiva sobre la naturaleza del
significado y del lenguaje.
El marco conceptual en el que se fundamenta el estudio es la
Lingstica Cognitiva. Esta disciplina da cabida a mltiples enfoques con
objetos de estudio y mtodos particulares, que sostienen la visin del
lenguaje como un instrumento para la organizacin del conocimiento y
que comparten los siguientes principios tericos: la preeminencia de la
semntica para el anlisis lingstico; la pertinencia de las habilidades
cognitivas en el estudio del lenguaje; la naturaleza experiencialista
atribuida a los conceptos; las premisas de que el lenguaje es una
capacidad integrada en la cognicin general y de que su conocimiento por
parte de los hablantes est basado en el uso (Ibarretxe-Antuano y
Valenzuela, 2012a; Geeraerts y Cuyckens, 2007a).
Especficamente, este trabajo se inscribe en lo que Taylor et al. (2003)
llaman semntica lxica cognitivista, donde la polisemia ha sido un rea
prolfica de investigacin. En este contexto, se ha asumido que los tems
lxicos constituyen categoras naturales de sentidos relacionados entre s,
que se organizan en torno a un sentido primario y forman redes
polismicas. Se ha indagado en su organizacin interna mediante la
determinacin de prototipos, parecidos de familia o estructuras radiales.
La descripcin de la polisemia de tems lxicos se realiza mediante el
anlisis de los principios cognitivos que motivan las relaciones entre los
diferentes sentidos, en particular, metfora, metonimia, marcos
semnticos o esquemas de imgenes (Nerlich y Clarke, 2003; Taylor et
al., 2003).
Este estudio es patrocinado por los proyectos de investigacin Conceptualizaciones de
peso: un estudio en Lingstica Cognitiva (210.062.046-1.0), Diuc-Ordinario, Universidad de
Concepcin, Chile, cuya investigadora responsable es la Dra. Paola Alarcn Hernndez, y
Movimiento y espacio desde la tipologa semntica y su aplicacin a la traduccin y la
adquisicin (FFI2010-14903), AECI, Espaa, cuya investigadora responsable es la Dra. Iraide
Ibarretxe-Antuano.
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Conceptualizaciones de peso
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Conceptualizaciones de peso
transferencia de algo a alguien ms; alguien que causa que algo se mueva
o cambie de estado; alguien que experimenta algo; algo que se mueve,
etc. Goldberg (1995) postula la Hiptesis de codificacin de escena: las
construcciones que corresponden a tipos bsicos de oraciones codifican
como sentidos centrales tipos de eventos que son bsicos a la experiencia
humana.
En la propuesta de Goldberg (1995), las construcciones estn
asociadas con roles argumentales tales como Agente, Paciente, Meta, etc.
para los que nos basamos principalmente en los propuestos por Dowty
(1991), Radford (1997) y Mora (2001), correspondientes a tipos de
eventos. Para el significado de los tems particulares se identifica la
correspondencia entre cada uno de los roles argumentales de la
construccin con los respectivos roles participantes, que son especficos
de marcos semnticos. Esta distincin entre roles argumentales y roles
participantes pretende capturar el hecho de que los tems lxicos estn
asociados con roles especficos de los marcos, en tanto que las
construcciones estn asociadas con roles argumentales.
2.2 Marcos semnticos
La nocin de marco semntico fue introducida en lingstica por
Fillmore como una forma de superar las limitaciones de lo que llam
Checklist Theory of Meaning, esto es, la teora clsica de categorizacin
(Fillmore, 1975). En sta, el significado de una forma lingstica es
caracterizado en trminos de ciertas condiciones de acuerdo con una lista
de verificacin (checklist) que tiene que ser satisfecha a fin de que la
forma sea usada apropiada o verdaderamente (Petruck, 1996). En
cambio, la Semntica de marcos sustenta una concepcin
experiencialista del significado, pues intenta responder el interrogante
acerca de qu categoras de la experiencia son codificadas por los
miembros de una comunidad de habla determinada a travs de las
elecciones lingsticas que realizan cuando producen enunciados. De
esta manera, los significados de las palabras son comprendidos de mejor
forma en relacin con las estructuras conceptuales que las apoyan y
motivan. Por lo tanto, cualquier descripcin del significado de las
palabras debe comenzar por la identificacin de tales estructuras
conceptuales subyacentes. Por ejemplo, el marco de PORTAR UNA CARGA
contiene participantes semnticos como Agente, Portar, Carga. Palabras
individuales como roca, bulto, mochila, cargador o aliviar evocan este
marco. Una misma construccin alberga los enunciados donde se
insertan los tems lxicos. As, para la descripcin de enunciados como: le
pesa la conciencia, le pesa la culpa, se postula una construccin con los
roles argumentales Objeto y Experimentante, en el nivel semntico. Los
Lenguaje, cognicin y cerebro
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Conceptualizaciones de peso
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cuanto a los criterios Medio y Tema, se marc la opcin Todos, para que
la bsqueda fuera lo ms amplia posible.
Una vez obtenidas las ocurrencias de los trminos buscados, se
agruparon los enunciados de acuerdo a sus patrones sintcticos. Para
ello, se enunci la construccin como sigue: se defini la semntica de la
construccin, esto es, sus roles argumentales. Se defini la relacin de
correspondencia entre los roles argumentales de la construccin y los
roles participantes del marco semntico. Tanto para los roles
argumentales como para los roles participantes se debe tener en
consideracin que son casilleros relacionales sujetos a restricciones
semnticas en la escena asociada a la construccin. En consecuencia, los
rtulos particulares usados para identificar estos roles no tienen
relevancia terica. Luego, se defini la sintaxis, es decir, la realizacin
formal de la construccin, que se supone estable en los sentidos adscritos
a ella. En esta entrada de la descripcin se consideraron las categoras
gramaticales. El trmino categora gramatical se emplea con varios
sentidos en lingstica (Lyons, 1979 [1968]; Bosque, 1989). En esta
investigacin se consideran categoras gramaticales aquellas que
tradicionalmente se denominan partes de la oracin o categoras lxicas
(verbo, sustantivo, adjetivo, principalmente) y, tambin, las categoras
sintagmticas, es decir, unidades como sintagma nominal, sintagma
verbal o sintagma preposicional, entendiendo por sintagmas aquellas
unidades lingsticas constituidas por un conjunto de elementos
lingsticos organizados jerrquicamente en torno a un ncleo que se
caracterizan por desempear la misma funcin. Adems, se consideran
las funciones sintcticas. La descripcin considera las funciones
reconocidas por la gramtica tradicional (Lyons, 1979 [1968]), tales como
Sujeto, Objeto Directo, Objeto Indirecto y Complemento circunstancial.
Para la descripcin de metforas conceptuales se utiliz el Metaphor
Identification Procedure (MIP) (Pragglejaz Group, 2007). Segn el MIP,
para cada unidad lxica en un texto, se establece su significado en su
contexto, es decir, cmo se aplica a una entidad, relacin o atributo en la
situacin evocada por el texto (significado contextual). Adems, para cada
unidad lxica, se determina si tiene un significado contemporneo ms
bsico en un contexto distinto a aquel en el contexto dado. Se entiende
por significados bsicos aquellos que tienden a ser: ms concretos (lo que
evocan es ms fcil de imaginar, ver, or, sentir, oler y saborear);
relacionados con la accin corporal; ms precisos (es decir, poco vagos);
histricamente ms antiguos. Si la unidad lxica tiene un significado ms
bsico en otros contextos distintos del contexto dado, se debe decidir si el
significado contextual contrasta con el significado bsico, aunque pueda
ser entendido en relacin con l. En caso afirmativo, se marca la unidad
lxica como metafrica.
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Conceptualizaciones de peso
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Semntica:
Sintaxis
Categoras
Sintcticas
construccin
Construccin
Agente
Sujeto
S.N
recoge
los
participantes
del
marco
Ejemplos:
(1) Por sus heridas, el animal no puede transportar peso sobre su lomo.
(2) Slo que el fondo de la piscina no soportara este tremendo peso.
(3) Esteban Trueba se baj en la estacin y carg l mismo sus dos maletas.
(4) Ese mes San Antonio logr sobrepasar definitivamente el volumen de carga de
El Callao.
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Conceptualizaciones de peso
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Por ejemplo:
(5) Yo tambin me porto como un farsante. En el fondo ando disfrazado de lo que
soy: siempre he vivido como mrtir, cargando el peso de una culpa
desconocida.
(6) Encontr al presidente tranquilo y distendido, como si se hubiera sacado de
encima un enorme peso.
(7) Estas fallas de la pelcula no se pueden cargar de manera absoluta en los
hombros del guionista.
(8) Pero en ningn caso puede cargar totalmente con la culpa de lo ocurrido en
Chile.
(9) Cmo vives la ideologa de los aos 70? Es un peso del que liberarse? Te
has liberado de ese peso?
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Conceptualizaciones de peso
(10) Sostena en sus hombros diligentes la pesada carga de administrarlos.
(11) Desde que pudo contar con la ayuda de Casilda la carga se le hizo menos
pesada.
(12) Esa labor pesada, desagradable.
(13) Ya no puedo ms con los trabajos pesados.
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ser
parte
del
adyacente
La metfora
conceptuales:
IMPORTANCIA ES PESO
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Captulo 2
En el pas/dentro del pas: Seleccin preposicional
y espacializacin de la tensin interior-exterior
Patricia C. Hernndez
Resumen
El presente trabajo profundiza el estudio del empleo espacial de los relacionantes
espaoles en y dentro de (Hernndez, en prensa a, en prensa b) aportando nuevas
evidencias de la distincin semntico-pragmtica entre ambos trminos y
desarrollando con mayor detalle el semantismo de la locucin prepositiva dentro
de. Enmarcado en el enfoque cognitivo-prototpico, nuestro anlisis pone especial
nfasis en los esquemas de imagen (Johnson, 1987) y la conceptualizacin del
espacio emergente de relaciones perceptivo-funcionales determinadas por la fsica
ingenua y las rutinas instituidas (Vandeloise, 1986). Tras una breve resea de las
definiciones de en y dentro de provistas por la literatura de especialidad (Trujillo,
1971; Lpez, 1972; Morera Prez, 1988; Cifuentes Honrubia, 1996, 2003) y su
afinidad con la relacin Continente/contenido (Vandeloise, 1986, 1992), se
realizar un estudio cuantitativo y cualitativo de secuencias del tipo en el
pas/dentro del pas a partir del corpus CREA y de enunciados espontneos en la
web (Web as corpus, Rojo, 2010). Como resultado de este anlisis se plantea (i) la
descripcin semntica de la preposicin en segn las nociones de localizacin y
subespecificacin; (ii) la caracterizacin del relacionante dentro de como
configurador y visibilizador de bordes; y (iii) la identificacin a nivel pragmtico de
una tensin dentro-fuera como instanciacin de un esquema de imagen IN/OUT
segn una marcacin perimetral del lugar de interaccin entre figura y base.
Patricia C. Hernndez
1 Introduccin
Considerados por la literatura de especialidad como cuasi sinnimos,
en y dentro de no han sido objeto, hasta el presente, de un anlisis
diferencial sistemtico que permita caracterizar con precisin el
comportamiento semntico de cada uno de los miembros de dicho
binomio preposicional. Es objetivo del presente trabajo profundizar el
estudio contrastivo de ambos relacionantes comenzado en Hernndez (en
prensa a, en prensa b), prestando especial atencin al comportamiento
semntico de la locucin dentro de en contextos caracterizados por la
inferencia de lmites.
Nuestra reflexin parte de la pregnancia cognitiva de esquemas de
imagen interior-exterior ligados a la metfora del contenedor presente en
la percepcin/concepcin de la espacialidad segn rutinas social y
culturalmente instituidas.
Tras una breve descripcin del estado de la cuestin, el anlisis
cuantitativo y cualitativo de realizaciones efectivas de las secuencias en el
pas/dentro del pas permitir identificar tendencias de uso en contextos
recurrentes y proporcionar nuevas evidencias para una caracterizacin
detallada del semantismo de la locucin dentro de.
2 Caracterizacin semntica de los relacionantes en y dentro de
Ambos marcadores suelen emplearse en secuencias que escenifican
una relacin en la que una entidad (figura) es situada por referencia a
otra (base)2 la cual, en general, la contiene; as lo ejemplifican los
siguientes enunciados de carcter prototpico:
(1) Las joyas estn en el cofre / Las joyas estn dentro del cofre
(2) Juan guarda las monedas en el bolsillo / Juan guarda las monedas dentro del
bolsillo
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PREPOSICIN EN
Uso extendido.
Menor restriccin de seleccin.
Localizacin a-descriptiva.
Configuracin especfica
de contenedor.
Circunscribe regiones
y visibiliza lmites
Subespecifica posicin.
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Patricia C. Hernndez
locucin
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Patricia C. Hernndez
(33b) ? El Nuevo Milenio: La movilidad espacial de la poblacinmigraciones
internas o nacionales: las cuales implican un cambio de residencia en el pas;
migraciones externas o internacionales que se refieren a cambios de
residencia entre pases
(34b) ?? Un material que cuantifica cunto tienen en dlares el Gobierno, los
bancos, las empresas y los ciudadanos argentinos fuera o en el pas y cunto
esos mismos sectores adeudan en divisas extranjeras
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Patricia C. Hernndez
6 Conclusiones
Nuestro anlisis ha echado luz sobre diferencias significativas en el
comportamiento
semntico
de
dos
relacionantes
usualmente
considerados como sinonmicos. Al trmino de este estudio, la evidencia
emprica obtenida sobre enunciados autnticos, permite confirmar:
(i) la descripcin semntica de la preposicin en como relacionante de
alto nivel de abstraccin sobre la base de las nociones de localizacin
y subespecificacin;
(ii) la caracterizacin del relacionante dentro de cmo configurador
descriptivo y visibilizador de bordes;
(iii) la identificacin a nivel pragmtico de una tensin dentro-fuera que
consideramos ligada a un esquema de imagen interior-exterior en
combinacin con el modelo del contenedor.
Asimismo se aport evidencia sobre:
(iv) la orientacin de esta tensin segn un esquema asimtrico centroperiferia orientado por ego;
(v) la asociacin preferencial (no exclusiva) de la locucin dentro de a la
dialctica detallada en (iii);
(vi) la existencia de contextos recurrentes de activacin de la oposicin
interior-exterior, asociados al empleo de la locucin dentro de,
frecuentes en dominios que presuponen la existencia de fronteras.
Los resultados obtenidos se completarn en el futuro con nuevas
exploraciones. Se sometern a estudio los enunciados extrados del
corpus CREA para verificar las conclusiones del presente trabajo.
Adicionalmente, se avanzar en el estudio de nuevas secuencias que
permitan una caracterizacin an ms detallada de las diferencias
semntico-pragmticas entre ambos relacionantes.
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Captulo 3
Las interjecciones propias: Sus valores
semntico-pragmticos focales y marginales.
Una aproximacin desde la Teora de los Prototipos
Luca Bernardi
Resumen
Este trabajo presenta un estudio de los valores semntico-pragmticos de las
interjecciones propias ah, ay, oh y bah desde la Teora de los Prototipos (Berlin y
Kay, 1969; Rosch, 1973; Cuenca y Hilferty, 1999), estableciendo sus rasgos
semntico-pragmticos centrales y marginales, para dar cuenta del campo
heterogneo de dichas unidades. La dimensin semntico-pragmtica de las
interjecciones ha sido sistematizada por Cuenca (1996, 2002) y Matamala Ripoll
(2008), que han propuesto agrupar las interjecciones segn las categoras
expresivas, conativas, fticas, metalingsticas y representativas, atendiendo a las
recurrencias contextuales de estos elementos. En este estudio, se analizan datos
del corpus electrnico CREA y DAVIES, que se cotejan con las respuestas de 127
exmenes de alumnos de primer ao de la carrera de Letras de la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educacin, UNLP. Los resultados indican que no
slo las interjecciones estudiadas tienen un rasgo semntico-pragmtico focal (p.
ej., ay expresivo), sino que dentro de ste, a su vez, hay un valor focal ms
especfico, como en el caso de ay, que aparece con un ndice mayor de frecuencia
en contextos que manifiestan dolor. De esta manera, las interjecciones propias se
erigen en unidades complejas en tanto sus valores son mltiples en sus contextos
de uso. Asimismo, los rasgos que se presentan marginales en interjecciones
propias focales aparecen como focales en interjecciones propias marginales.
Luca Bernardi
1 Introduccin
En el presente trabajo se abordan los valores semntico-pragmticos
de las interjecciones propias ah, ay, oh y bah desde la Teora de los
Prototipos (Berlin y Kay, 1969; Rosch, 1973; Taylor, 1989; Kleiber, 1990;
Ungerer y Schmid, 1996; Cuenca y Hilferty, 1999), con el fin de
establecer cules son los rasgos ms focales y cules los ms marginales
de dichas unidades.
Existen varios estudios sobre los valores semntico-pragmticos de las
interjecciones, sobre todo del espaol de la Pennsula y de otras lenguas,
como el cataln.
En este sentido, Matamala Ripoll (2008) dedica dos captulos de su
libro Interjeccions i lexicografa a analizar los valores semnticopragmticos de interjecciones propias e impropias del cataln en
comparacin con las del ingls. A pesar de que las investigaciones de
Matamala Ripoll estn atravesadas por sus intereses desde el campo de
la traduccin, es una de las pocas aproximaciones a la interjeccin que
recurre al marco terico-metodolgico de la Lingstica Cognitiva. As,
retoma las propuestas de Cuenca (1996, 2002) y de Cuenca y Hilferty
(1999) para llevar a cabo sus observaciones sobre las unidades
interjectivas.
En el mbito del espaol, se encuentra la obra La interjeccin.
Semntica y Pragmtica, de Cueto Vallverd y Lpez Bobo (2003), quienes
consideran que lo gramatical es slo una de las dimensiones posibles
para estudiar la interjeccin. Respecto de la dimensin semntica, Cueto
Vallverd y Lpez Bobo (2003) abordan la interjeccin desde la trada
peirciana de ndice, cono y smbolo. Esto es muy productivo, ya que
permite pensar cul es el contenido de esta unidad, puesto que est ms
cerca de ser un signo indxico que un smbolo (signo al que pertenecen
las palabras). Las autoras plantean que
[e]l valor emotivo, persuasivo y operativo de la interjeccin genera,
pues, supuestos dbiles; a lo sumo, es la huella que el emisor deja
para que el receptor oriente de algn modo el proceso interpretativo.
Y lo hace a partir de un valor emocional que slo permite activar
representaciones de este tipo (Cueto Vallverd y Lpez Bobo,
2003:35).
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Luca Bernardi
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Luca Bernardi
4 Estudios anteriores
En trabajos precedentes hemos indagado en el reconocimiento de las
interjecciones propias ah, ay, oh y bah por parte de los alumnos. En
dichas investigaciones se ha observado que los evaluados no
identificaban las interjecciones propias de igual manera. Por lo tanto, se
concluy que el espacio de categorizacin de las interjecciones propias no
es homogneo.
As, nos dedicamos a estudiar los comportamientos de las unidades
ay, ah, oh y bah. A partir de los anlisis de los corpora CREA y DAVIES,
se obtuvo como resultado que las interjecciones propias presentan
comportamientos heterogneos en el interior de cada una de ellas, esto
es, hay empleos prototpicos y marginales. Ahora bien, en el presente
escrito nos proponemos reflexionar sobre los valores semnticopragmticos de estas interjecciones a la luz no slo de la teora de los
prototipos y del nivel bsico, sino tambin de las funciones del lenguaje.
5 Anlisis del corpus: ah, ay, oh y bah en el espaol rioplatense
A continuacin se analizan los valores semntico-pragmticos de ah,
ay, oh y bah en el espaol rioplatense. Es importante aclarar que el orden
en que se presentan las interjecciones no es azaroso. En efecto, ah fue la
ms reconocida por los alumnos (distinguida por el 60% de los
estudiantes), ay qued en segundo lugar, oh en tercero y bah fue la
menos identificada por los evaluados (el 60% no la consign como
interjeccin). En la ponencia Las interjecciones propias: su espacio de
categorizacin desde la teora de los prototipos (Bernardi, 2010) se
presentaron los nmeros de ndice de reconocimiento de las unidades
interjectivas y la confrontacin con los corpora CREA y DAVIES.
Despus de observar y analizar los exmenes, la primera pregunta que
surge es por qu los alumnos asignaron el elemento verbal ah a la
categora interjeccin sin presentar mayores inconvenientes.
Para responder a esta cuestin se recurre a los datos proporcionados
por los corpora informatizados. As, se percibe que la interjeccin ah se
emplea con un alto ndice de frecuencia para verbalizar y explicitar dos
actividades cognitivas importantes: recordar y darse cuenta de algo.
Esto se observa en los siguientes ejemplos:
(1) [] Entonces, se nos ocurri una nueva estrategia: citar a los dirigentes del
Napoli para dialogar, pero en Barcelona, donde se estaban haciendo los Juegos
Olmpicos en ese momento, un lugar neutral, con la gente de la FIFA cerca. Les
mostrbamos justamente a ellos, a los dirigentes de la FIFA mi intencin de
72
73
Luca Bernardi
(5) [] Inf. - No, no, hace mucho que no compro discos. Pero escucho,
habitualmente as escucho radio. Enc. - Pero vos coleccionaste alguna vez
discos? Inf. - S, pero de adolescente. Y eran discos as, esas musiquillas que
en este momento todava critico. Es decir, eran... eran discos que a lo mejor
compraba eh... eh... en la poca cuando me puse los pantolones largos y era
para aprender a bailar. Ese tipo de msica. Enc. - Ah, bails? [] (DAVIES:
Habla culta de Buenos Aires)
(6) Eran literas - - - con cortinas... Enc. - Ah, s? Inf. -... que eran a cada lado del
[] (DAVIES: Habla culta de Buenos Aires)
(7) [] el sur de Francia, que ahora no hemos vuelto. Enc. - Ah no? Ustedes no
fueron a Pars? [] (DAVIES: Habla culta de Buenos Aires)
(8) [] dedicado a la botnica y que hubiera hecho carrera docente. Enc. - Ah, s?
Inf. - Y s, porque tena inclinacin, le gustaba [] (DAVIES: Habla culta de
Buenos Aires)
(10) [] en realidad, no nos importa el tema sino la organizacin. Inf. - Ah, bueno.
(DAVIES: Habla culta de Buenos Aires)
74
75
Luca Bernardi
(15) Oh, oh, oh -interrumpi alegremente Miller mientras yo, atnito frente a esa
nueva vuelta de tuerca, contemplaba al sonidista, sin saber qu decir-.
Detalles. Pequeos detalles sin importancia. Segura es, como todo
intelectual, un manaco depresivo. (CREA: Kociancich, Vlady La octava
maravilla 1982 Argentina)
(16) CORO.- Oh Himeneo, qu meneo! Alicia, te ibas del Pas cuando ibas a ser
emperatriz? Oh qu feo!!!! (Alicia se "sube" al coro que sale cantando.
Mientras, se enciende el Trono donde se sube muy ceremonioso Berazategui.
Por el costado entra el intrprete con dos embozados. Estos caminan
sigilosos y con mucho misterio.). (CREA: Cuzzani, Agustn (1988) Pitgoras,
Go Home. Buenos Aires: Argentina)
77
Captulo 4
Indicios diacrnicos del vnculo cognitivo
entre dequesmo y uso normal de de que
Vernica Orellano
Resumen
La secuencia de que se registra desde el siglo XII en espaol, en contraste con las
dems lenguas romances, que evitan la concurrencia de los dos signos. Por su
carcter invariante en el uso actual junto con verbos pronominales (se lamenta de
que) y sustantivos deverbales y adjetivos (el temor de que y seguros de que), no
suele relacionarse con usos variables, no cannicos o incorrectos, como los
dequestas (dicen de que). Sin embargo, el registro diacrnico brinda indicios de la
comunidad de ambos fenmenos, el invariante y el variable. Datos de los siglos XVI
y XVII obtenidos del Corpus Diacrnico del Espaol (CORDE) muestran a los verbos
pronominales variablemente acompaados por que desnudo o de que. En el
entorno discursivo de estos ltimos usos, aparecen los mismos sntomas que
favorecen el uso dequesta moderno: 3ra persona (no 1ra o 2ra), tiempo pasado (no
presente) y ncleos verbales extensos (no breves). El anlisis cualitativocuantitativo de las formas en su entorno discursivo da cuenta, por tanto, de
regularidades en la voz enunciadora, en la intencin comunicativa y en el vnculo
icnico entre predicacin y clusula. La perspectiva cognitiva adoptada
(Langacker, 1987, 1991, 2008) seala que para los casos mayoritarios de objeto,
estos indicios reflejan procesos de focalizacin o prdida de transitividad tanto en
verbos pronominales como en usos dequestas. Los datos aqu analizados permiten
comprender el vnculo entre estructura, uso y cambio lingstico.
Vernica Orellano
1 Introduccin
En este captulo estudiamos el parentesco de dos fenmenos que no
se suelen vincular: el dequesmo moderno y el uso de de que con verbos
pronominales.13
Por qu no suelen compararse ambos fenmenos? Porque el
dequesmo no es gramatical o normal, mientras que el uso de de que
con verbos pronominales figura en toda gramtica del espaol. Por otra
parte, el uso dequesta es variablemente usado en distintos mbitos que
pueden caracterizarse diatpica, diacrnica y diafsicamente, mientras
que una mirada rpida del uso de de que con verbos pronominales lo
hace suponer invariable. Finalmente, pesan sobre dequesmo muchos
prejuicios normativos (mal gusto), dado su carcter subestndar, que
no afectan al segundo fenmeno.
Por qu pueden compararse ambos fenmenos? Porque los casos
(hoy) cannicos del espaol que conocemos como el uso de de que con
verbos pronominales fueron variables en siglos pasados, en el mismo
sentido en que lo es hoy el uso dequesta. Los siguientes ejemplos de los
siglos XVI y XVII lo evidencian: con l se excusaba que por este ao no
poda hacer guerra (Zurita: CORDE) y un trompetero [] se escusa de
que l no a muerto a nadie (Covarrubias: CORDE).14
Finalmente podramos preguntarnos: por qu es interesante plantear
la comparacin? Varios argumentos que sostienen la comparacin
planteada son muy pertinentes desde el punto de vista cognitivo, y las
recordamos brevemente aqu:
(i)
(ii)
El captulo sigue, en forma breve, las lneas de razonamiento expuestas en la tesis doctoral
de la autora (Orellano, 2011).
14
Todos los ejemplos diacrnicos provienen de CORDE (consulta entre noviembre 2007 y
abril 2008) y en ellos se preserva la grafa original.
15
Para citarlos, uso igualmente DQ, de que o la expresin nexo/conector complejo como
sinnimos, frente a Q, que o conector simple, tanto en sincrona como en diacrona.
13
80
>>>>>>>
recuerda
Experimentante
[+Iniciador]16
Sujeto
>>>>>>
<que llegaron>
Destino - Paciente
Objeto Directo
81
Vernica Orellano
(v) Lamentarse: derivado de lamento y ste del lat. lamentum (gemido, lamento). 1 doc.
1444.
(vi) Olvidarse: del lat. vulgar oblitare, derivado de oblitus, pp de oblivisci. 1 doc. Orgenes del
idioma: Cid, Berceo.
(vii) Quejarse: es un verbo que produce curiosas dudas sobre su origen etimolgico. El
Diccionario de la RAE de 1956 lo asociaba con la forma latina coaxare (croar) y el de 1970
con *coactiare (apretar, forzar, obligar). Corominas (1981) sostiene que proviene del
vulgar *quassiare, derivado de quassare (golpear violentamente). En los siglos XII-XIV
significa afligir, aquejar, con sentido transitivo, y aunque quejarse como lamentarse
aparece ya alguna vez a fines del siglo XIII, hasta el XV no se hace frecuente este uso.
82
83
Vernica Orellano
que arroja la comparacin es alto (or = 8,42), libre de azar (ver Tabla 4-1).
TOTAL % DE QUE
DE QUE
QUE
61
697
758
3ra persona
156
538
694
22
20
Se excluyen de estos conteos los usos en infinitivo y participio, que no discrimin por
persona.
84
36
86
122
29
3ra persona
82
58
140
59
22
594
616
3ra persona
37
309
346
11
21
Los cuatro verbos que solamente fueron muestreados (olvidarse, afligirse, excusarse y
lamentarse) se orientan en direccin a la hiptesis pero el sesgo es insuficiente. Vemos los
datos:
DQ
TOTAL
% DQ
17
20
15
3ra persona
36
176
212
17
85
Vernica Orellano
Es sugestivo el uso del extenso inciso entre verbo y Paciente, que incluye Experimentante
y circunstantes, separando el verbo de su complemento, tal como en el DQ moderno.
22
86
87
Vernica Orellano
TOTAL % DE QUE
DE QUE
QUE
Presente
85
739
824
10
Pasado
78
183
261
30
88
Indicativo, con valores similares entre que (24 casos) y de que (17 casos),
lo que permite comparaciones internas.24
Desde el punto de vista de su valor semntico, holgarse era un verbo
muy comn en la poca que, en 1ra persona del singular del Presente de
Indicativo, se usaba para realizar la accin que designa, esto es, para
realizar un acto de habla de tipo comportativo (Austin, 1982). En ellos el
hablante manifiesta aprobacin, satisfaccin o alegra por un hecho
explicado en la subordinada, y/o dando consentimiento a ese hecho. Por
tanto, el microuniverso gobernado por me huelgo implica de cerca al
hablante como Agente-Experimentante y aclara en la subordinada el
contenido, tema o motivo de esas experiencias. En esa subordinada
reaparecen parmetros conocidos, de los que vemos, con nmeros, la
extensin del ncleo verbal.25 Considrense los siguientes ejemplos:
Este hallazgo es ptimo para nuestro empeo. No todos los verbos muestran esos usos
comparables: por ejemplo, me acuerdo presenta 288 que y slo 8 de que.
25
Tambin se observa en este microuniverso la variacin de personas que analizbamos en
un punto anterior. Lo que hemos podido observar al recorrer los ejemplos es que si los hechos
contenidos en la subordinada se refieren a personas cercanas al hablante (yo o t), hay menos
insercin de de. Por el contrario, si el hecho se refiere a terceras personas, las posibilidades de
insercin de de aumentan. Vemos ejemplos (abreviados) destacando el verbo principal y su
conexin con maysculas, y la subordinada que vara en el sentido de nuestra hiptesis, en
negrita:
24
QUE
TOTAL
% DE QUE
16
19
16
3ra persona
18
50
or = 5,33
89
Vernica Orellano
(a)
QUE
(12) Bien me place que hayas venido y mucho me huelgo que te hayas
presentado (Villaumbrales Q 3)
(13) Y as le dijo: - Mucho me huelgo que seis quien decs (Trapaza Q 1)
(b)
DE QUE
(14) [...] que por lo mucho que le soy servidora, me huelgo de que haya tenido
tan buen gusto (Jornadas DQ 3)
(15) [...] era mi conocido, y dxome: "Mucho me huelgo de que traigis tan buen
escrpulo". (Mora DQ 1)
TOTAL % DE QUE
DE QUE
QUE
Ncleo Breve
(2/3 slabas)
16
22
27
Ncleo Extenso
(4-6 slabas)
11
20
55
DQ
TOTAL
% DQ
Sujetos breves
11
18
29
37
Sujetos extensos
12
50
or = 1,6
90
27
91
Vernica Orellano
Apndice
INDICATIVO
Presente
DQ
SUBJUNTIVO
(E IMPERATIVO)
Presente
DQ
Q
Imperfecto
ENCLTICOS
-
GERUNDIOS
(me)
1
(se)
8
3
Perfecto Simple
INFINITIVOS
(os/se)
2
5
COMPUESTOS (PPIO)
25
31
Futuro
SUBTOTAL
45
77
TOTAL GENERAL
145
180
SUBTOTAL
100
N = 325
103
92
Presente
DQ
Q
SUBJUNTIVO
(E IMPERATIVO)
Presente
DQ
Q
Imperfecto
ENCLTICOS
-
GERUNDIOS
(me)
4
94
(te)
12
(se)
10
118
Perfecto Simple
INFINITIVOS
(os/se)
14
135
COMPUESTOS
NR
Futuro
SUBTOTAL
41
597
TOTAL GENERAL
73
1038
SUBTOTAL
32
441
N = 1111
INDICATIVO
93
Captulo 5
La definicin-sntoma en el discurso periodstico escrito
Leonor Marra de Acebedo
Resumen
El presente trabajo constituye un segmento del Proyecto de Investigacin Hacia
una gramtica de la definicin en el discurso periodstico desde un enfoque
cognitivo-prototpico. Se analizan recursos gramaticales, semnticos y
pragmticos de la definicin-sntoma en discursos periodsticos escritos
relacionados con temas de la agenda poltica argentina actual. Se destaca la
funcionalidad discursiva de esta clase de definicin como acto de habla expositivo
analtico, inspirado en Werlich (1994 [1975]), y de actos de habla cercanos a la
definicin (Du Bois, 1980), como definicin por gnero prximo (Copi, 1962). El
objetivo del presente anlisis es poner de relieve las relaciones sintcticosemnticas entre el definido y el definidor a fin de favorecer la conceptualizacin
de la definicin por el sntoma. Desde el enfoque cognitivo-prototpico, se
consideran como supuestos tericos del presente trabajo que los rasgos
semnticos de la predicacin evidencian el grado de compromiso del autor de la
definicin por el sntoma. En lo metodolgico, este enfoque impone estudiar las
formas sobre datos contextualizados. Se concluye que la complejidad formal y
funcional de este tipo de definicin obedece a la particular interpretacin de su
autor, al presentar al definido como reflejo superficial de otro fenmeno mediante
distintas perspectivas.
1 Introduccin
El presente trabajo constituye un segmento del Proyecto de
Investigacin Hacia una gramtica de la definicin en el discurso
periodstico desde un enfoque cognitivo-prototpico (perodo 2011-2012).
Nos proponemos convalidar y/o ampliar algunos rasgos gramaticales de
la definicin por el sntoma a partir de las conclusiones presentadas en
Orellano et al. (2011), perteneciente al Proyecto de Investigacin La
denominacin-definicin en el discurso periodstico desde un enfoque
cognitivo-prototpico (perodo 2010-2011). En ste se investigaron formas
que asume la definicin en la prensa grfica, que superan la clsica
definicin por gnero prximo (Copi, 1962). Se asumi que el prototipo
de definicin es un acto de habla expositivo sinttico, con inspiracin en
el tipo textual caracterizado en Werlich (1994 [1975]). A partir de los
datos observados se han descrito diversos actos de habla cercanos al
prototipo como la denominacin, la identificacin, la caracterizacin, la
definicin por el sntoma y la definicin por comparacin. En este trabajo
se analizan las relaciones sintctico-semnticas y pragmticas que
permiten al hablante definir entidades por el sntoma, es decir,
vinculndolas con otros fenmenos. Se concluye que la presencia de esta
clase de definicin en el discurso periodstico obedece a la intencin de su
autor de expresar su mayor o menor compromiso para interpretar un
fenmeno menos perceptible de otro ms superficial o sntoma.
2 Problema
Ante un nuevo cuerpo de definicin por el sntoma (DEF-SINT)
registrado en textos periodsticos argumentativos referidos a temas de la
agenda poltica actual, y a partir de las conclusiones expresadas en
Orellano et al. (2011), nos planteamos algunos interrogantes como: Qu
esquemas sintctico-semnticos caracterizan la DEF-SINT? Qu tipo de
predicacin relacionan definido y definidor? Cul es la relacin entre
tipo de predicacin y perspectiva del periodista?
3 Marco terico
La presente investigacin se enmarca en un Enfoque CognitivoPrototpico que tiene como eje el nivel sintctico-semntico, con sus
vinculaciones sobre la construccin discursiva pintura de la situacin
tpicamente semntica (Langacker, 1987). Para trabajar con el anlisis de
la DEF como sntoma, se han teniendo en cuenta los siguientes tipos de
predicacin: estativo-existenciales, de accin y accin proceso/accin
material, y de eventos mentales: diccin, pensamiento, emocin,
96
La definicin-sntoma
97
desconcierto global, sino como una portada perfecta para explicar extraas
polticas domsticas, tanto pasadas como por venir. [Caja-doxia]
4 Metodologa
En lo metodolgico este enfoque impone estudiar las formas sobre
datos contextualizados que han de ser convalidados social y
cuantitativamente.
4.1 Datos
El cuerpo de datos autnticos pertenece al discurso periodstico,
referido a la agenda poltica actual, publicados en Pgina 12, Clarn y La
Nacin entre 2010 y 2012 (ver Corpus).
Hemos observado que, en los textos periodsticos de opinin, el autor
de la nota expone sus ideas tambin segn criterios de verdad. Para ello
interrumpe la lnea argumental con actos de habla de la expositividad,
como lo son formas cercanas a la definicin propiamente dicha en este
caso, la DEF-SINT. Para esta clase de definicin, tanto la teora
tradicional de Copi (1962) como la de los tipos expositivos de Werlich
(1994 [1975]) son insuficientes.
En consecuencia, proponemos el anlisis de los esquemas sintcticosemnticos y pragmticos de la DEF-SINT registrados en los textos del
corpus, segn las siguientes variables que se infieren a partir de los
resultados presentados en Orellano et al. (2011:265-266):
(a) La presencia del verbo y sus rasgos semnticos o de la pausa en el vnculo del
Definido y el Definidor de una DEF-SINT.
(b) La presencia de una o ms de una perspectiva en la DEF-SINT.
98
La definicin-sntoma
significar
(2) Nuestra Constitucin nos impone vivir en un ambiente sano: ello significa,
adems de [manejar en forma sustentable los recursos naturales], [el acceso a
una vivienda digna en un ambiente sano, que conforme un espacio cultural y
natural propio e identitario]. [Ambiente sano]
involucrar
(3) La construccin tradicional produce una importante huella ecolgica, porque
involucra [el consumo de recursos naturales, a veces no renovables]; [gasto de
energa], [contaminacin y generacin de residuos]. [Transformaciones]
99
convertirse en
(5) En los ltimos tiempos, se critic el cercamiento clasista al que era sometida, al
dificultarse los servicios mdicos a los habitantes del conurbano. Mientras tanto,
creca la radicacin de inmigrantes en nuevas localizaciones y las villas miseria
se convertan en mbitos de especulacin inmobiliaria reflejando al capitalismo
urbano realmente existente. [Tierra 2]
advertir
(6) Esto ha conducido a la Unesco a advertir sobre "penuria e indigencia"
educativa en Amrica latina: [los aos de estudio son pocos] y [un altsimo
porcentaje de alumnos no alcanza los conocimientos bsicos para desempearse
en la vida laboral]. [Indigencia educativa]
esconder
(7) Una escuela que llama desertores a quienes deben abandonar su formacin
educativa por diferentes adversidades sociales, culturales y econmicas [] El
Diccionario de la Real Academia Espaola define a un desertor como un
soldado que desampara su bandera. Adems de militarizar la institucin
educativa, el trmino esconde la transferencia de responsabilidades que realiza
la escuela pblica al momento de pensar en las causas del abandono del nio o
joven. Es decir, es el estudiante el que desampara a la escuela y no la
institucin la que no propici las estrategias y alternativas suficientes
pertinentes para que el estudiante pueda sostener su formacin, superando los
diferentes escollos econmicos y sociales que no les brindaron posibilidad de
eleccin. [Discurso]
La definicin-sntoma
interpretar como
(11) El servicio domstico es la actividad productiva que concentra a la mayor
cantidad de asalariados no registrados, seguido por comercio, industria
manufacturera y construccin. [] En ese grupo, el empleo no registrado suele
ser interpretado [por especialistas en temas laborales] como una
problemtica especfica de la economa marginal, en la cual las polticas de
inspeccin suelen tener una eficacia limitada o directamente no son factibles
de realizar. [No registrado]
101
102
La definicin-sntoma
la poltica as concebida es el de lograr que un proceso de transformacin social
no sea devorado por esa materialidad inevitable. [Moralismo]
103
La definicin-sntoma
105
106
Parte II
Psicolingstica y Neurolingstica
Captulo 6
Produccin y comprensin de relaciones contracausales
Gabriela Mariel Zunino
Resumen
Este trabajo tiene el objetivo de presentar y analizar los resultados obtenidos luego
de aplicar un conjunto de pruebas psicolingsticas, diseadas especficamente
para evaluar de qu modo los hablantes procesan (producen y comprenden)
relaciones de contracausalidad, es decir, aquellas que suspenden una relacin
causal esperada. En este sentido, se han evaluado textos biproposicionales en dos
condiciones: (a) con partcula conectiva pero (instruccin tarda que suspende el
efecto de la relacin causal de base); (b) con partcula conectiva aunque
(instruccin temprana que trabaja sobre la causa de la relacin causal de base).
Para estudiar la comprensin de relaciones contracausales, se registraron y
analizaron tanto los tiempos de lectura del texto y respuesta a una pregunta de
comprensin sobre el mismo, como el tipo de respuestas dadas en cada caso y los
porcentajes de adecuacin. Para analizar la produccin de relaciones, se utiliz un
paradigma de completamiento oral y espontneo: se registraron y analizaron tanto
los tiempos de iniciacin verbal como el tipo de completamiento que se produca en
cada caso. Los resultados muestran que: (a) el momento de insercin de la
partcula conectiva como instruccin semntica (ms que las diferencias
sintcticas entre estructuras con pero y con aunque) podra generar diferencias en
el procesamiento que se haga del texto; (b) las diferencias semnticas y sintcticas
que surgen de la utilizacin de una u otra conectiva pueden influir de modo
distinto segn qu tarea se est desarrollando (comprensin vs. produccin).
Gabriela M. Zunino
1 Introduccin
La relacin entre las estructuras conocidas en la gramtica como
concesivas y adversativas restrictivas siempre fue un tema de debate
(Fuentes Rodrguez, 1998; Flamenco Garca, 1999; Galn Rodrguez,
1999; Kovacci, 1992; Lpez Garca, 1999). Las dimensiones conceptuales,
lingsticas y discursivas que expresan las construcciones adversativas
restrictivas y concesivas parecen muy prximas y esta cercana
semntica (o parentesco lgico, como sealaba la tradicin gramatical), se
pone de manifiesto en que es posible parafrasear una mediante la otra.
Esta cuestin se observa especialmente en estructuras con aunque y pero
(Bosque y Demonte, 1999).
Segn la tradicin gramatical se trata de dos esquemas formales
lingsticos distintos para presentar una misma idea. Los estudios
clsicos basaron la diferencia en la oposicin entre parataxis e hipotaxis
(ubicando todo el peso de la diferencia en la estructura sintctica), y
estipularon que las estructuras coordinadas se reservaran para las
adversativas, mientras las concesivas quedaran dentro de la
subordinacin adverbial (Lpez Garca, 1999). La distincin sintctica es
tambin el eje de clasificacin en la Nueva gramtica de la lengua
espaola (2009) y de ello se deriva que la distincin entre conectores
discursivos adverbiales y conjunciones o nexos sea tambin estricta. Sin
embargo, desde enfoques ms textualistas se ha puesto en duda esta
clasificacin y se ha insistido en su parentesco semntico (Flamenco
Garca, 1999).30 En la actualidad, se suele postular que el perodo
concesivo opone, como las coordinadas adversativas, dos juicios
contrarios y que esta equivalencia se genera porque en ambas
construcciones subyace una idea general y abarcativa de contraste u
oposicin entre los dos miembros, y que los nexos o conectores
adversativos y concesivos funcionan bsicamente como instrucciones de
procesamiento activando o suprimiendo potenciales inferencias
generadas a partir de la semntica de los enunciados (Flamenco Garca,
1999).
Desde una perspectiva psicolingstica y con el propsito de estudiar
de qu modo se procesan las diferentes estructuras lingsticas, en este
trabajo se plantea que no resulta determinante la estructura sintctica de
las dos construcciones para comprender el procesamiento lingstico
(comprensin y produccin) que los hablantes realizan. Y ms an,
parece apresurado derivar, sin ms, supuestas diferencias semnticas a
partir de diferencias sintcticas, lo que equivaldra a proponer que unas
Flamenco Garca (1999) insiste en que la nocin de contraste es el elemento comn ms
fuerte entre las dos construcciones y plantea que en las concesivas se destaca el origen
nocional de la relacin: (Aunque) Juan estuvo enfermo, mientras las adversativas resaltan el
resultado:(pero) fue a trabajar.
30
110
111
Gabriela M. Zunino
113
Gabriela M. Zunino
114
(2)
115
Gabriela M. Zunino
3.1.1.3 Procedimiento
Este experimento fue programado y tomado con SuperLab 4.0. Se
registr tanto el tipo de respuesta, como los tiempos de lectura del
estmulo y de respuesta o resolucin de la tarea. La administracin de la
prueba fue individual, con el evaluador presente (controlando que no se
produjeran inconvenientes durante la toma).
En todos los casos, se present la consigna por escrito en la pantalla
de la computadora y oralmente por parte del evaluador: ste se encarg
de explicar todo lo que fuera necesario para reforzar la consigna escrita y
asegurarse de que se comprendiera la dinmica de la prueba. Luego de
cada consigna, el informante poda hacer un ejemplo de prctica y
verificar si tena alguna duda acerca de cada ejercicio. Se les solicit
especialmente que consultaran sus dudas antes de comenzar o al
finalizar cada bloque. Sin embargo, hubo casos de interrupciones
intermedias: en esos casos, el estmulo se descart para el anlisis final
de resultados.
Para comenzar con el ejercicio, el participante deba presionar una
tecla para que apareciera el texto, escrito en letras negras sobre pantalla
blanca. Se le solicitaba que leyera atentamente la oracin presentada y
que presionara una tecla cuando hubiera terminado de leer.
Inmediatamente, con el texto presente, apareca en la pantalla una
pregunta cerrada y el participante deba responder S presionando la
tecla s, No presionando la tecla n o presionar la barra espaciadora si
consideraba que no poda responder. Una vez respondida la pregunta, se
pasaba automticamente al prximo texto: no era posible volver hacia
atrs o corregir la primera respuesta dada.
Los estmulos se presentaron al azar, de modo que ningn
participante se encontr frente al mismo orden de presentacin de los 10
estmulos que componan cada bloque completo.36
El diseo experimental completo incluy, adems, otro tipo de estmulos y se organiz del
siguiente modo: En la primera sesin de toma, se evaluaron, en el mismo bloque, 20 estmulos
causales con entonces y 20 estmulos contracausales con pero. En la segunda sesin de toma
se evaluaron, en un mismo bloque, los mismos 20 estmulos causales y contracausales, pero
modificando la partcula conectiva: porque para el caso de causales, aunque para el caso de
contracausales. Este diseo permiti que las respuesta esperadas para las preguntas de
comprensin presentadas luego de cada texto estuvieran equilibradas: las 20 preguntas para
estmulos causales deban responderse con s y las 20 preguntas para estmulos
contracausales, con no. Para este trabajo slo tomaremos los estmulos contracausales.
36
116
117
Gabriela M. Zunino
N (CASOS)
RTA. NR (%)
PERO
229
91,7
5,2
3,1
AUNQUE
227
97,4
1,8
0,9
PUNTAJE ADECUADAS
(DE)*
PERO
4.694,19
(1.352,39)
5.287,07
(3.416,22)
4,32
(2,97)
AUNQUE
3.973,11
(1.079,31)
4.148,59
(1.666,14)
6,09
(2,60)
119
Gabriela M. Zunino
120
3.2.1.3 Procedimiento
Este experimento fue programado y tomado con SuperLab 4.0. Se
registr tanto el tipo de respuesta como los tiempos de iniciacin verbal
(TRI). La administracin de la prueba fue individual, con el evaluador
presente (controlando que no se produjeran inconvenientes durante la
toma).
El procedimiento de presentacin de consignas fue idntico al del
Experimento 1.
Los estmulos se presentaron al azar, de modo que ningn
participante se encontr frente al mismo orden de presentacin de los 30
estmulos que componan cada bloque completo.
Para comenzar con la tarea, el sujeto deba presionar cualquier tecla y
el fragmento textual apareca escrito en letras negras sobre pantalla
blanca. Cada informante deba leer el fragmento una sola vez y apenas
llegaba a los puntos suspensivos deba completar oralmente la segunda
oracin, con lo primero que se le ocurriera. Cuando el sujeto comenzaba
a hablar, el evaluador presionaba una tecla para registrar el tiempo de
iniciacin verbal (TRI). La produccin de los participantes fue
ntegramente grabada y luego transcripta literalmente, en funcin de no
perder ningn detalle en cada respuesta.
Todos los casos de imprecisiones (tcnicas o humanas) en el registro
de TRI o de la produccin del informante, y aquellos estmulos en los que
los participantes perdieron el foco de atencin de manera evidente (por
ejemplo, con comentarios intermedios), fueron eliminados del anlisis.
3.2.2 Resultados y discusin
Se esperaba que los completamientos respondieran a la instruccin
semntica que otorgaba la partcula conectiva en cada caso. Por lo tanto,
en primera instancia, se realiz una clasificacin de los tipos de
completamiento, en funcin de sistematizar el anlisis. A partir de
analizar todas las respuestas, la clasificacin qued conformada por 6
tipos de respuesta (3 consideradas adecuadas o aceptables
semnticamente y 3 consideradas inadecuadas): (i) adecuada
contracausal (CC); (ii) adecuada contraste amplio (ver nota 7); (iii)
adecuada de coherencia dudosa; (iv) inadecuada causal (C); (v)
inadecuada causal por cambio de estructura; y (vi) inadecuada
incoherente.
A continuacin se dan ejemplos de cada tipo de respuesta:
121
Gabriela M. Zunino
(a) Cuando el completamiento se realiza en virtud de suspender una relacin
causal de base: Alberto presenci un accidente de trnsito mientras caminaba.
l era mdico de emergencias, pero no se acerc para ayudar.37
(b) Cuando el completamiento es semnticamente adecuado pero no expresa
contracausalidad de modo directo, sino un contraste amplio: Gustavo y su
mujer se reparten las tareas de la casa. Gustavo odia planchar, pero es un
excelente cocinero.
(c) Cuando resulta semnticamente extraa pero no puede afirmarse que sea
inadecuada, ni corresponde claramente a las dos categoras anteriores: Damin
y Ana son compaeros de trabajo. Damin le pidi un favor a Ana, pero Ana
no hace ninguno de los que l le pide.38
(d) Cuando el completamiento ignora la instruccin semntica del conector y la
oracin se contina causalmente: A Graciela le encanta viajar. Aunque este ao
ya us todos sus das de vacaciones no va a poder irse a ningn lado.
(e) Cuando se modifica la estructura de las oraciones (a partir de alterar la
puntuacin y la prosodia durante la lectura del texto), cambiando el valor
concesivo de aunque por un valor adversativo restrictivo (similar al de pero),
para trasladar la relacin contracausal al texto presentado y generar
completamientos causales: Marcela quera hacer una torta de manzana. Aunque
le faltaban algunos ingredientes entonces fue al supermercado a comprar
lo que le faltaba.
(f) Cuando el completamiento resulta semnticamente inadecuado: Mariana tiene
un beb recin nacido. Aunque haca horas que el bebito lloraba sin parar
igual Mariana lo quera ver.
122
80
60
PERO
40
AUNQUE
20
0
RTA 1 RTA 2 RTA 3 RTA 4 RTA 5 RTA 6
123
Gabriela M. Zunino
COMPLETAMIENTO CC*
(DE)
PERO
8.174,56
(1.417,51)
1,25
(1,56)
AUNQUE
7.838,34
(1.393,85)
2,46
(2,76)
125
Gabriela M. Zunino
126
Captulo 7
El papel del orden de los argumentos semnticos
y la interfaz sintaxis-semntica en la comprensin
de oraciones en espaol
Carolina Andrea Gattei, Alejandro Wainselboim y Luis Pars
Resumen
La cuestin acerca de qu tipo de informacin utilizan los hablantes a la hora de
procesar oraciones es clave en los campos de la psicolingstica y la
neurolingstica. En el presente estudio se investig en qu medida interviene la
informacin proveniente de la interfaz sintaxis-semntica en la comprensin de
oraciones. De manera ms especfica, se indag qu tan robustos son el efecto de
tipo de mapeo y el efecto de jerarqua del orden semntico en el procesamiento de
oraciones en el espaol (Gattei et al., 2010). Para ello, se llev a cabo una tarea de
auto-administracin de lectura con oraciones con dos tipos de verbos psicolgicos.
Los verbos utilizados diferan en tipo de mapeo (directo o indirecto) y, por lo tanto,
provean evidencia sobre cmo la informacin proveniente de la interfaz sintaxissemntica influye sobre la comprensin de oraciones. Los verbos fueron tambin
manipulados con respecto al orden sintctico con el objetivo de analizar si los
participantes comprendan ms fcilmente la oracin cuando se respetaba la
jerarqua cannica de los argumentos semnticos aun cuando el orden cannico
sintctico no se respetara. Los resultados mostraron que si bien el tipo de mapeo y
el orden de los argumentos semnticos pueden modular la comprensin de
oraciones, es necesario estudiar otros tipos de informacin que pueden tener un
rol prominente en la integracin de la informacin sintctica y semntica.
1 Introduccin
En el campo de la psicolingstica, ha sido clave el estudio de los
distintos tipos de informacin que intervienen en el proceso de
comprensin de lenguaje. Algunos trabajos se han centrado en evaluar si
este proceso se rige primariamente por la informacin sintctica que
recibe (p. ej., Frazier y Fodor, 1978; Frazier, 1987) o si adems hay otros
tipos de informacin que intervienen durante la comprensin. En las
ltimas dcadas se han descubierto distintos factores que entran en
juego a la hora de comprender, y que provienen de niveles de informacin
lxica, semntica y pragmtica (ver Clifton y Duffy, 2001, para una
resea sobre el tema). El presente trabajo se centra en el estudio de
informacin proveniente de la interfaz sintaxis-semntica, e intenta
proveer mayor evidencia que apoye la idea de un procesamiento en
paralelo.
De acuerdo con Jackendoff (1990), la facultad del lenguaje involucra
distintos niveles de informacin que son conectados a travs de interfaces
que hacen que la informacin de un nivel sea visible a los otros niveles.
La interfaz de inters para nuestro estudio, la interfaz sintaxis-semntica,
relaciona, entre otras cosas, la informacin sobre los roles temticos de
un evento (o sea, quin hizo qu a quin) con la informacin sobre su
estructura sintctica (Saffran et al., 1980a, 1980b; Schwartz et al., 1980).
Dicha correspondencia o mapeo entre niveles puede llevarse a cabo de
forma directa o de forma indirecta. Por un lado, el mapeo directo tiene
lugar cuando el argumento ms saliente en la estructura semntica est
alineado con el argumento ms prominente de la estructura sintctica.
Por otro lado, cuando los elementos ms prominentes de ambos niveles
no coinciden, se dice que el mapeo es indirecto.
Ejemplos de verbos con ambos tipos de mapeo pueden encontrarse en
el grupo de los verbos psicolgicos. Dichos verbos denotan un estado
mental o describen un cambio o transicin de un estado mental a otro
estado mental (Mart y Fernndez, 1997). Belletti y Rizzi (1988) sealan
que este grupo de verbos puede dividirse en verbos con Experimentante
Sujeto (p. ej., temer) y verbos con Experimentante Objeto (p. ej., gustar).
En el caso de los verbos con Experimentante Sujeto, el argumento ms
saliente de la jerarqua semntica (<experimentante>) coincide con el
sujeto oracional. Por el contrario, el argumento semntico ms
prominente del segundo grupo de verbos (<experimentante>) coincide con
el argumento menos saliente de la estructura sintctica del evento, el
Objeto. En consecuencia, este tipo de verbos ha sido el objeto de estudio
de muchos trabajos que indagaron acerca del rol de la interfaz sintaxissemntica para la comprensin de oraciones, tanto en sujetos con
alteraciones del lenguaje (Piango, 2006; Thompson y Lee, 2009), como
128
en sujetos sanos (p. ej., Hrlt, 2001; Bornkessel et al., 2005; Brennan y
Pylkknen, 2010).
En un estudio sobre comprensin de oraciones, Gattei et al. (2010)
mostraron que los sujetos tardaban significativamente ms tiempo en
responder preguntas sobre el significado de oraciones que contenan
verbos psicolgicos con Experimentante Objeto (p. ej., gustar y encantar)
que igual tipo de preguntas sobre oraciones con verbos agentivos de igual
estructura sintctica (p. ej., gritar, rogar). Esto podra ser el correlato de
una mayor carga computacional requerida para entender oraciones en las
que el mapeo entre sintaxis y semntica es indirecto. Adems, los autores
manipularon el orden oracional en el que se presentaron las oraciones
(Sujeto-Verbo-Objeto vs. Objeto-Verbo-Sujeto). Los resultados mostraron
que los participantes tardaban significativamente ms en responder las
preguntas cuando el orden de los argumentos no respetaba la jerarqua
semntica (El agente/experimentante precede al paciente) (Van Valin y
LaPolla, 1997). Este resultado tambin se reflej en la cantidad de
aciertos
para
dichas
preguntas.
Los
sujetos
respondieron
significativamente mejor las preguntas sobre oraciones con verbos
agentivos que aquellas con verbos psicolgicos, y tambin respondieron
significativamente mejor cuando el orden de los argumentos de la oracin
respetaba la jerarqua semntica (SVO para las oraciones con verbos
agentivos y OVS para las oraciones con verbos psicolgicos). La
conclusin a la que llegaron los autores es que tanto el tipo de mapeo
como el orden de los argumentos tienen un rol significativo para la
comprensin de oraciones.
Asimismo, las oraciones fueron presentadas a travs del paradigma de
ventana mvil de auto-administracin de lectura (Just et al., 1982), en la
cual los participantes lean una palabra a la vez y regulaban su propia
velocidad de lectura. La ventaja de esta metodologa es que los tiempos de
lectura auto-administrados se correlacionan con los tiempos de lectura
obtenidos a travs de tcnicas ms ecolgicas, como la tcnica de
seguimiento ocular. En este estudio, los autores buscaban analizar en
qu momento durante la lectura se realiza la integracin de la
informacin sintctica y semntica, y ver qu consecuencias tienen la
manipulacin en el tipo de mapeo y el cumplimiento de la jerarqua
semntica para la comprensin de estos dos tipos de oraciones.
Los tiempos de lectura durante la presentacin de la oracin revelaron
que, una vez encontrado el verbo, los sujetos tardaban significativamente
ms en leer el segundo argumento si se trataba de una oracin con un
verbo psicolgico que con un verbo agentivo. Adems, los autores
encontraron mayores latencias en el segundo argumento cuando el orden
oracional
no
respetaba
la
jerarqua
semntica
del
verbo,
independientemente de la funcin sintctica del argumento. Es decir,
Lenguaje, cognicin y cerebro
129
131
132
CONDICIN
EJEMPLO
PREGUNTA
Es la maestra
quien gusta?
Es la maestra
quien siente amor?
2.3 Procedimiento
Los participantes fueron evaluados en un lugar silencioso y bien
iluminado. Las oraciones fueron presentadas en una computadora
porttil Hewlett Packard con una pantalla de 15,4 a travs del programa
Linger
(desarrollado
por
Doug
Rohde,
MIT,
http://tedlab.mit.edu/~dr/Linger). Todas las oraciones crticas fueron
presentadas en una lnea, utilizando el paradigma de autoadministracin de lectura de ventana mvil palabra por palabra. En este
paradigma, a los participantes se les presentan las palabras de cada
oracin cubiertas por guiones. Cada palabra se descubre presionando la
barra espaciadora en el teclado de la computadora, y vuelve a cubrirse
cuando el sujeto pasa a la siguiente palabra. De esta manera, se insta al
lector a que preste atencin a lo que lee y se asegura que los tiempos de
lectura (TL) obtenidos no provengan de procesos de relectura.
Luego de que los participantes leyeran la ltima palabra de cada
oracin, en el centro de la pantalla apareca una pregunta acerca de la
misma. Los participantes deban responder s o no presionando F o
J, respectivamente. En caso de que la respuesta fuera incorrecta, se les
mostraba un mensaje que lo indicaba.
Los sujetos recibieron la explicacin de la tarea de forma oral y
escrita. Se les explic que deban leer a una velocidad que les resultara
natural y se les pidi que respondieran las preguntas a cada oracin de la
manera ms rpida y acertada posible. En caso de que cometieran algn
error, se les pidi que leyeran ms atentamente. Luego, en presencia del
experimentador, se presentaron 6 oraciones de prctica para confirmar
que entendan la tarea.
Las oraciones fueron presentadas en cinco bloques de 52 ensayos
cada uno con cuatro intervalos de descanso de la duracin que los
Lenguaje, cognicin y cerebro
133
135
100
% Aciertos
80
SVO
OVS
60
40
20
TR (ms)
3000
2000
1000
ObjExp
SujExp
137
700
VPsic
VPsic
VPsic
VPsic
650
TL (ms)
600
ObjExp SVO
ObjExp OVS
SujExp SVO
SujExp OVS
550
500
450
400
350
300
650
TL (ms)
600
VPsic SVO
VPsic OVS
VAgen SVO
VAgen OVS
550
500
450
400
350
300
Det/Prep+Det N
Cltico
VPrep+Det/Det N
FP
FP
Regin
Figura 7-2: Tiempos de lectura (TL) promedio (en ms) y barras de error para cada
regin por condicin en la tarea de auto-administracin. La Figura A muestra los
TL del presente estudio y la figura B muestra los TL en el estudio de Gattei et al.
(2010). Regin 1 = Det/Prep - Det; regin 2 = Nombre Sujeto/Nombre Objeto;
regin 3 = Cltico; regin 4 = Verbo; regin 5 = Prep + Det/Det; regin 6 = Nombre
Objeto/Nombre Sujeto; regin 7 = FP; regin 8 = FP.
138
139
4 Discusin
Numerosos trabajos sugieren que la comprensin de oraciones es un
proceso en el que intervienen distintos tipos de informacin que se
computan en paralelo. La evidencia proviene tanto del campo de la
psicolingstica como de la neurolingstica (Clifton y Duffy, 2001;
Bornkessel et al., 2005; Tamaoka et al., 2005; Piango, 2006; Thompson
y Lee, 2009). El presente estudio fue llevado a cabo con el propsito de
proveer mayor evidencia acerca de esta idea, y ms especficamente, de la
intervencin de informacin proveniente del nivel de interfaz sintaxissemntica de la estructura conceptual. En el trabajo aqu presentado se
parti de la hiptesis del trabajo de Gattei et al. (2010), que seala que el
tipo de mapeo entre la estructura sintctica y la informacin sobre quin
hizo qu a quin tiene importancia en el proceso de comprensin del
lenguaje. De acuerdo con los autores, las oraciones con verbos de mapeo
directo (Verbos Agentivos) seran comprendidas ms rpidamente y con
mayor eficacia que las oraciones con verbos de mapeo indirecto (Verbos
Psicolgicos con Experimentante Objeto). Es decir que la presentacin de
las oraciones en el orden argumental no-cannico (Paciente/Estmulo <
Experimentante)
dificultara
la
interpretacin
del
evento,
independientemente del orden sintctico que se desprendiera de dicha
manipulacin.
En el presente trabajo, se pusieron a prueba estas generalizaciones a
travs del uso de verbos de la misma categora semntica,
especficamente, dos tipos de verbos psicolgicos que difieren en el tipo
de mapeo y en la codificacin del orden argumental cannico: verbos con
Experimentante Sujeto (mapeo directo y orden argumental cannico SVO)
y verbos con Experimentante Objeto (mapeo indirecto y orden argumental
cannico OVS).
Si bien los resultados del experimento realizado no pueden explicar
exactamente cul es el proceso llevado a cabo cuando comprendemos, los
mismos pueden dar cuenta del costo computacional requerido para
comprender ciertos tipos de informacin. A la hora de realizar una tarea
de lectura o de comprensin como las aqu realizadas, este costo
computacional se evidencia en Tiempos de Lectura (TL), o Tiempos de
Respuesta (TR). Al igual que en el experimento de Gattei et al. (2010), los
TR de la tarea de comprensin de este estudio fueron significativamente
mayores cuando los participantes deban responder preguntas sobre
oraciones que involucraban verbos con Experimentante Objeto que
cuando las oraciones tenan verbos con Experimentante Sujeto.
Asimismo, los participantes tardaron significativamente ms en
responder cuando el orden oracional no segua el orden cannico
establecido por la jerarqua semntica. Los datos de la cantidad de
aciertos pueden ser ledos en la misma direccin. Los sujetos tuvieron
140
141
142
143
144
Captulo 8
Anlisis de la concordancia sujeto-verbo
con construcciones partitivas: Evidencias psicolingsticas
Mara Elina Snchez, Martn Fuchs,
Gabriela Friese y Daniela Szenkman
Resumen
Las construcciones partitivas del tipo cuantificador + de + sustantivo en plural
presentan un sustantivo cuantificador que, aunque aparece con rasgos
morfolgicos de singular, designa una pluralidad. Los rasgos morfolgicos de
plural aparecen en el ncleo del complemento que comienza con la preposicin de.
A partir de la hiptesis de que la concordancia sujeto-verbo con construcciones
partitivas en el espaol presenta dos posibles controladores (el ncleo nominal del
sujeto o el sustantivo de la frase preposicional/modificador), este trabajo se
propone investigar el procesamiento de la concordancia de nmero entre el sujeto
y el verbo en la comprensin de este tipo de oraciones. A travs de un experimento
psicolingstico, investigamos los juicios de gramaticalidad y los tiempos de
latencia de 33 sujetos en oraciones en las cuales el tipo de sujeto fue manipulado.
Los resultados son discutidos, por un lado, atendiendo a las distintas
explicaciones tradicionalmente aducidas para este fenmeno; y, por otro, a las
diferentes posibilidades de representacin sintctica de las construcciones
partitivas.
1 Introduccin
La concordancia consiste en una relacin sintctica entre dos (o ms)
palabras que comparten uno o varios rasgos gramaticales dentro de la
oracin (Martnez, 1999). La informacin gramatical de las palabras (o
rasgos ) consiste en: Nmero, Persona, Tiempo y Aspecto para los
verbos; y Gnero, Caso y Nmero para los sustantivos. Generalmente, la
concordancia afecta algunos de estos rasgos gramaticales.
La concordancia sujeto-verbo es una relacin en la cual ciertos rasgos
gramaticales del verbo principal de la oracin y del sustantivo ncleo del
sujeto se ajustan. En espaol, el fenmeno de la concordancia sujetoverbo asume ciertas caractersticas particulares: los rasgos involucrados
son Nmero y Persona; el sujeto oracional puede ser tanto pre como post
verbal (dado que es una lengua que no presenta un orden estructural
fijo); el sujeto fonolgico puede ser omitido completamente; y tiene un
sistema flexional rico.
En particular, las construcciones del tipo sujeto de cuantificador + de
+ sustantivo en plural (SP) incluyen un sustantivo cuantificador que
designa una pluralidad, pese a presentar rasgos morfolgicos de nmero
singular. En el ncleo nominal del complemento que comienza con la
preposicin de es donde estn presentes los rasgos morfolgicos de
plural. El problema surge porque la mayor parte de estos cuantificadores
admiten la concordancia verbal tanto en singular como en plural.
Considrense los siguientes ejemplos:
1. La mayora de los actores estudi/estudiaron el libreto.
2. Una parte de los estudiantes termin/terminaron el curso.
147
3.2 Procedimiento
La tarea consisti en realizar un Juicio de Gramaticalidad. A travs
del programa DmDX (Forster y Forster, 2003), se les present a los
sujetos las diferentes oraciones en forma visual y ellos deban responder
por s o por no si dicha oracin era parte de su lengua. La instruccin
fue que la tarea deba realizarse lo ms rpido posible, para no dar lugar
a posibles oscilaciones. Se tom el tiempo de respuesta de los sujetos. La
idea fue captar de forma inmediata el juicio del hablante.
Las variables independientes fueron el tipo de construccin (la
mayora de y una parte de) y el nmero del verbo: singular o plural. Las
variables dependientes fueron el total de respuestas s de los sujetos y
los tiempos de reaccin obtenidos.
Se administr el experimento a 33 sujetos adultos hablantes nativos
del espaol rioplatense. La edad promedio fue 28,6 aos y el nivel de
escolaridad fue de 12 aos o ms. Cada sujeto fue evaluado en una
sesin individual de aproximadamente 15 minutos.
4 Resultados
En cuanto al grado de aceptabilidad, los resultados obtenidos
muestran que en el caso de la concordancia en singular, es decir, entre el
SN ncleo del sujeto y el verbo, los participantes consideran gramaticales
al 90% de los estmulos (Figura 8-1). Por otra parte, cuando la
148
149
5 Discusin
Existen diferentes explicaciones tradicionales del fenmeno de la
concordancia en las construcciones partitivas. La primera cuestin es
preguntarse si la ocurrencia del verbo podra estar determinada por la
atribucin de una idea de pluralidad al sujeto. Este fenmeno fue
ampliamente tratado en las gramticas tradicionales bajo el nombre de
concordancia ad sensum (GRAE, 1973). Esto es: en lugar de establecerse
la concordancia cannica con el ncleo del sujeto, el verbo concuerda con
el concepto de pluralidad del sujeto (p. ej., la mayora de los diputados
votaron la ley). Sin embargo, existen casos en los que, aunque la
conceptualizacin de un sujeto como plural est presente, la
concordancia de nmero slo es permitida en singular, es decir, la
concordancia ad sensum no es posible (cf. la mayor parte de la jaura
atac/*atacaron al cazador).
En las construcciones partitivas, los sustantivos cuantificadores
hacen referencia a una pluralidad de entes que pueden ser de cualquier
clase. Estos aplican su cuantificacin a todo tipo de clases, expresando
una cantidad plural: los cuantificadores puros, por lo general, se aplican
a otro sustantivo o pronombre que representa la clase cuantificada, y que
se construye, en plural, como complemento precedido de la preposicin
de (Demonte, 1980). En todo caso, se mantiene tambin la posibilidad de
la concordancia morfolgica en singular (Martnez, 1999).
Otra explicacin propone que estas construcciones plantean una
lectura de grupo y/o una lectura distributiva (Brucart, 1997). Desde esta
perspectiva, la lectura de grupo favorecera la concordancia en singular
mientras que la lectura distributiva, la concordancia en plural. Si bien
estas explicaciones parecen describir el fenmeno de forma acabada, los
resultados obtenidos en nuestro experimento sugieren que el tipo de
lectura no es determinante para establecer la concordancia. Por ejemplo,
con el estmulo una parte de las telefonistas derivaron las llamadas, que
supondra una lectura distributiva, 11 sujetos consideraron aceptable la
oracin; pero en el caso de una parte de los terroristas planearon el
atentado, que implica una lectura de grupo (la cual, de acuerdo con esta
hiptesis, favorecera la concordancia en singular), 12 sujetos dieron por
vlida la concordancia plural. En sntesis, con la misma estructura y
distintos tipos de lectura, se obtienen los mismos porcentajes de
aceptabilidad.
Desde la perspectiva de la Gramtica Generativa, las construcciones
partitivas han sido ampliamente estudiadas. Siguiendo a Girbau (2003),
existen diferentes propuestas que explican la estructura de las
construcciones partitivas. stas se distancian en lo referido al estatus y
la posicin atribuida a los cuantificadores y tambin en cuanto a la
relacin entre los cuantificadores y el sustantivo. Discusiones muy
150
151
153
Captulo 9
Procesamiento de verbos regulares e irregulares en espaol:
Evidencias a partir del monitoreo de movimientos oculares
Mara Josefina DAlessio, Diego E. Shalm y Virginia Jaichenco
Resumen
En este trabajo se presentan los resultados de un experimento en el que se
monitorearon los movimientos oculares en la lectura de oraciones que contenan
verbos regulares e irregulares con frecuencia acumulada de raz emparejada, pero
en los que variaba la frecuencia superficial (de la forma completa del tem lxico),
con el objetivo de encontrar evidencias a favor de la hiptesis de la descomposicin
morfolgica tanto en los verbos regulares como en los irregulares en espaol. A
partir del anlisis del tiempo de la primera fijacin en los verbos, el de la duracin
de la mirada y el tiempo total, se encontr evidencia de que ambos tipos de formas
verbales se procesan de la misma manera. Sin embargo, si bien las medidas que
reflejan el procesamiento temprano de ambos tipos de verbos permiten afirmar que
el procesamiento temprano es igual para los verbos regulares y los irregulares, el
anlisis del tiempo total y de la duracin de la mirada, que reflejan el
procesamiento tardo de los verbos, evidencia que el procesamiento de las formas
irregulares requiere significativamente ms tiempo. Este efecto se encontrara
ligado al requerimiento cognitivo adicional que supone ligar una raz irregular a su
alomorfo regular.
1 Introduccin
Un tema central en las discusiones sobre procesamiento de lenguaje
es el de la morfologa. Especficamente, la discusin se centra en la forma
en que las palabras morfolgicamente complejas se almacenan y se
procesan: si lo hacen como unidades completas o si las unidades
morfolgicas que las componen tienen un rol en el procesamiento y en el
acceso al significado. En un extremo, se encuentran los modelos que
sostienen que todas las palabras se almacenan en su forma completa y
que no existe influencia de la composicin morfolgica en el
procesamiento (Butterworth, 1983; Bybee, 1995; Sereno y Jongman,
1997). En el otro extremo, se encuentran aquellos que sostienen que es
necesaria la descomposicin para el reconocimiento de todas las palabras
polimorfmicas (Taft y Forster, 1975; Taft, 1979).
Sin embargo, si bien el planteo de la descomposicin obligatoria
implica beneficios a nivel de economa de almacenamiento de informacin
(redundante) en el lxico, su aplicacin resulta problemtica en el caso de
los verbos irregulares, ya que en estos la descomposicin parece menos
viable, en tanto la combinacin de la raz con ciertos sufijos provoca
cambios en su forma ortogrfica o fonolgica. En este sentido, suponer
que en el reconocimiento de una forma irregular se recurre a la
descomposicin en su raz y afijos hara necesaria la formulacin de un
modelo que explicara el modo en que la forma irregular se relaciona con
la forma regular, de la que difiere fonolgica y ortogrficamente.
Frente al interrogante sobre cmo se procesan y almacenan las
palabras morfolgicamente irregulares, surgen diferentes propuestas. Por
un lado, la hiptesis dual propone que existen dos formas distintas de
almacenamiento y de procesamiento de las palabras: una a travs de las
formas completas, que corresponde a las formas irregulares, y otra a
travs de la descomposicin en races y afijos (Pinker, 1999; Pinker y
Ullman, 2002). Por otro lado, las teoras descomposicionales plantean que
el mismo proceso de descomposicin puede llevarse a cabo tanto para
palabras regulares como para irregulares (Chialant y Caramazza, 1995;
Schreuder y Baayen, 1995), y que todas las palabras morfolgicamente
complejas se pueden procesar en paralelo a travs de sus componentes
morfolgicos y de su forma completa, aunque el uso estratgico de uno u
otro proceso se relaciona con factores como la frecuencia superficial o
acumulada del tem lxico, la regularidad o la transparencia semntica de
las palabras, entre otros.
Por otro lado, desde una perspectiva lingstica, la Morfologa
Distribuida (Halle y Marantz, 1993; Harley y Noyer, 1999) tambin da a
los morfemas un lugar central en su modelo gramatical. Plantea que la
sintaxis genera estructuras mediante la combinacin de rasgos
morfosintcticos. Estas combinaciones, de carcter abstracto, se
156
157
159
160
LONGITUD
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
FRECUENCIA
ACUMULADA
NATURALIDAD
IRREGULARES
ALTA
BAJA
ALTA
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
BAJA
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
6,5 (1,2)
6,6 (1,2)
7,1 (1,5)
6,8 (1,1)
54 (12)
8,9 (2,6)
46 (17)
14,2 (5,5)
198 (22)
179 (47)
214 (85)
188 (96)
6,25 (0,54)
6,04 (0,64)
5,89 (0,65)
5,73 (0,93)
2.4 Procedimiento
Se les pidi a los sujetos que leyeran sin retroceder intencionalmente
y se aseguraran la comprensin de las oraciones que se presentaban en
la pantalla. Sobre el 25% de las oraciones presentadas se les hizo una
pregunta de comprensin para garantizar la atencin sobre los estmulos.
Los participantes respondieron a las preguntas correctamente el 97,7%
(desvo estndar 3,3%) de las veces.
Cuando un participante comenzaba el experimento, se le presentaban
las instrucciones para llevarlo a cabo y, a continuacin, se calibraba el
eye tracker y se realizaba una prctica con 10 oraciones y preguntas de
longitud y sintaxis similares a las del experimento. Luego de la prctica
se comenzaba con el experimento, que tomaba aproximadamente veinte
minutos.
Cada oracin apareca en el momento en que el sujeto fijaba en un
punto rojo en el extremo izquierdo de la pantalla, y desapareca cuando,
luego de finalizar la lectura, fijaba la vista en un punto rojo en el extremo
derecho de la pantalla, debajo del final de la oracin. A continuacin,
apareca una pregunta o la cruz que indicaba el comienzo de un nuevo
ensayo.
3 Resultados
Para analizar los resultados se tuvieron en cuenta la duracin de la
primera fijacin (tiempo de duracin de la primera fijacin en la palabra
blanco), la duracin de la mirada (suma de las duraciones de todas las
fijaciones en la palabra blanco antes de continuar con la lectura del resto
Lenguaje, cognicin y cerebro
161
REGULARES
IRREGULARES
ALTA
BAJA
ALTA
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
BAJA
FRECUENCIA
SUPERFICIAL
0,993 (0,007)
0,987 (0,009)
0,987 (0,013)
0,987 (0,009)
204,5 (4,3)
206,1 (4,4)
215,4 (6,5)
208,1 (4,7)
DURACIN
DE LA MIRADA
239,9 (7,9)
248,6 (8,6)
270,4 (8,8)
268,0 (5,3)
TIEMPO TOTAL
262,3 (8,9)
281 (17)
309 (18)
303,6 (9,7)
PROBABILIDAD
DE FIJACIN
PRIMERA
FIJACIN
Tabla 9-2: Tiempos de duracin en las diferentes medidas de acuerdo con el tipo
de verbo blanco expresados en milisegundos (error estndar entre parntesis).
163
Figura 9-3: Media del tiempo total para formas regulares e irregulares,
de alta y baja frecuencia superficial. Barras de error: a errores estndar.
165
167
168
Captulo 10
La incrementalidad jerrquica en la codificacin gramatical.
Un estudio de movimientos oculares
Mora Maldonado, Yamila Sevilla y Diego E. Shalm
Resumen
Las investigaciones psicolingsticas sobre la produccin del habla asumen que los
hablantes producen de manera gradual, procesando slo una porcin de su
emisin antes de comenzar a hablar y continuando la planificacin sobre la
marcha. A pesar del acuerdo establecido sobre el funcionamiento incremental del
sistema, la evidencia arroja resultados controvertidos respecto del grado y tipo de
incrementalidad. En el plano de la planificacin gramatical, se discute la
importancia de los subprocesos y las unidades de avance involucrados en la
codificacin sintctica, es decir, aquellos procesamientos y elementos que son
fundamentales para el comienzo de la emisin. Este trabajo busca determinar el
tipo de incrementalidad operante durante la planificacin gramatical, haciendo
hincapi en las influencias de los marcos estructurales sintcticos. Con este fin, se
analizaron conjuntamente las latencias y el patrn de movimientos oculares
obtenidos durante una tarea de descripcin oral de imgenes. Se manipularon las
estructuras jerrquicas de las oraciones, utilizando el contraste entre activas,
pasivas y dislocadas izquierdas con cltico (CLLD). As, se opuso el orden lineal de
mencin tanto al orden conceptual (activa-pasiva) como al orden jerrquico (activaCLLD). Nuestros hallazgos sugieren que la combinacin del patrn de movimientos
oculares con las latencias en la produccin reflejara no slo procesos de orden
lineal sino tambin otras operaciones estructurales que tendran lugar en paralelo.
171
172
173
ACTIVA
ORDEN
PASIVA
CLLD
N1
N2
N1
N2
N1
N2
ORDEN
CONCEPTUAL
Agente
Paciente
Paciente
Agente
Paciente
Agente
ORDEN
ESTRUCTURAL
Sujeto
Objeto
Sujeto
Adjunto
Objeto
Sujeto
No
LINEAL
MOVIMIENTO
EJEMPLOS
No
El ratn aplaude
al pingino.
El pinginol
es aplaudido el
pinginol [por el ratn].
Al pinginol lol
aplaude al pinginol
el ratn.
174
3.1.2 Sujetos
La tarea fue realizada por 12 sujetos experimentales. Todos los
participantes eran estudiantes universitarios, de edades de entre 20 y 25
aos, y posean visin normal o corregida.
3.1.3 Materiales
Se utilizaron 27 eventos transitivos simples con 4 variantes de
imgenes (original, roles invertidos, izquierda-derecha y derechaizquierda), lo que dio lugar a un total de 108 estmulos. Tal como puede
verse en la Figura 10-1, las imgenes presentaban una constitucin
simple, de lnea y en blanco y negro. Todas las imgenes mostraban
animales tanto en el rol de agente como en el rol de paciente para evitar
diferencias en el grado de animacin de los dos participantes del evento.
Los 108 dibujos se distribuyeron en 6 listas de tal forma que cada
sujeto nunca viera dos veces el mismo dibujo. Tampoco se repitieron las
estructuras para cada uno de los 27 eventos. Cada sujeto vio, as, 54
imgenes en la tarea experimental y produjo un total de 54 oraciones.
175
3.1.4 Procedimiento
Los participantes fueron instruidos oralmente respecto de cul era la
tarea a realizar. Se les especific explcitamente la relacin existente entre
el tipo de verbo presentado y la estructura oracional que deban producir.
Luego de la calibracin y validacin del aparato de registro de
movimientos oculares, las instrucciones fueron brevemente repetidas en
pantalla y se procedi a la prctica. Se utilizaron 6 tems de prctica. Al
comenzar cada tem, los participantes fijaban su mirada en una cruz en
el centro de la pantalla. La medicin de los movimientos oculares y del
registro de voz comenzaba con cada tem. Mil ms despus de la aparicin
de la cruz (y de la consecuente fijacin de la mirada en un punto neutro)
apareca el verbo, y 1000 ms despus la imagen que quedaba en pantalla
hasta la respuesta.
3.1.5 Tarea de control
Se realiz, adems, una tarea de control, para determinar qu
patrones de movimientos oculares durante la produccin corresponden a
la planificacin y cules a la comprensin general de la escena. En esta
tarea, los sujetos deban inspeccionar la imagen presentada y decidir a
continuacin si coincida o no con una oracin que se les presentaba. Las
oraciones susceptibles de ser verdaderas o falsas no tenan ninguna
relacin explcita con las que deban producirse en la tarea experimental.
En esta tarea el procedimiento fue idntico al de la tarea experimental,
con la excepcin de que la oracin apareca 3000 ms despus de la
imagen.
3.1.6 Aparato
Mientras los sujetos inspeccionaban y describan la escena, la cmara
infrarroja EyeLink 2K midi cada una de las fijaciones oculares en la
pantalla. Los estmulos fueron presentados en un monitor 19-inch CRT
(1024 x 768 pixels resolution; frame rate 100 Hz). Los participantes se
sentaron en frente del monitor con la cabeza apoyada sobre un atril a
una distancia de 50 cm del monitor. Los movimientos oculares fueron
medidos por el EyeLink 2K Desktop Mount (SR Research) eyetracker, con
una velocidad de muestreo de 1000 Hz y una resolucin de la posicin
del ojo de 20-s arc.
La mirada de los participantes fue calibrada con un estndar de 13
puntos para cada ojo. Las sacadas fueron automticamente detectadas
por un algoritmo implementado dentro del sistema de Eyelink 2K
176
eyetracking. Se grab y calibr en forma binocular pero slo los datos del
ojo izquierdo fueron utilizados para el anlisis.
3.1.7 Anlisis de datos
El anlisis de los datos de movimientos oculares obtenidos por el
Eyetracker as como los datos de duracin del trial y respuestas se
procesaron con MATLAB (2010). Las fijaciones obtenidas durante todo el
tiempo que la imagen estuvo presente se clasificaron de acuerdo a si
caan en uno u otro participante, o en ninguno de los dos. Se consider
que una fijacin estaba sobre uno de los participantes solo en los casos
en los que caa estrictamente adentro de los lmites del dibujo y no
involucraba otros elementos (ver Figura 10-2). Con los tems producidos
por todos los sujetos, se calcul la proporcin de fijaciones sobre cada
regin a travs del tiempo.
Las producciones orales de los sujetos se procesaron en CheckVocal
(Protopapas, 2007). Se analiz el tiempo de inicio de vocalizacin y la
pertinencia de la oracin producida en funcin de la estructura que
deban producir. Se descartaron todos los errores ya sea por falta de
respuesta como por estructura equivocada. El porcentaje de tems
descartados fue el 5,8% del total.
177
3.2 Resultados
En los siguientes grficos se muestra en azul la proporcin de
fijaciones destinadas al agente a lo largo del tiempo, a partir de la
aparicin del estmulo; en verde, la proporcin de fijaciones destinadas al
paciente. La lnea oscura representa el promedio de esta proporcin; y el
sombreado que la rodea, el error estndar. En cada punto de tiempo, se
indica entonces qu porcentaje de las fijaciones recayeron sobre el agente
y qu porcentaje sobre el paciente.
3.2.1 Tarea de control: Verdadero-Falso
Esta tarea permite observar cmo miran la imagen los participantes
cuando no tienen que describirla, sino solamente comprender la escena
para poder responder a preguntas sobre el evento o los personajes
involucrados.
179
180
181
182
183
185
186
Apndice
Lista de verbos utilizados para la confeccin de imgenes:
Acariciar
Atrapar
Golpear
Peinar
Afeitar
Castigar
Hamacar
Pinchar
Apedrear
Empujar
Manchar
Pisar
Aplaudir
Escupir
Maquillar
Rescatar
Araar
Espiar
Mojar
Salpicar
Arrastrar
Filmar
Olfatear
Saludar
Atar
Fotografiar
Patear
187
Captulo 11
Consolidacin de la memoria de nuevos trminos verbales
en adultos: Un anlisis comportamental y neurofisiolgico
Laura Kaczer, Cecilia Forcato,
Ma. Eugenia Pedreira y Alejandro Wainselboim
Resumen
El objetivo de este trabajo es analizar el proceso de consolidacin de la memoria de
nuevos significados verbales en adultos, analizando los mecanismos
neurofisiolgicos subyacentes mediante electroencefalografa (EEG). Cada
experimento incluy dos fases: entrenamiento y evaluacin, separadas por 48
horas. En ambas sesiones se registraron los potenciales evocados mientras se
realizaba la tarea comportamental. Se utiliz un paradigma de aprendizaje en el
que los participantes deban descubrir el significado de no-palabras asocindolas
con determinados movimientos. Un grupo recibi una nica serie de diez palabras
y movimientos, mientras que el otro recibi un segundo protocolo de
entrenamiento luego del primero, con una nueva lista de palabras y movimientos
asociados. Los resultados muestran que los participantes aumentaron el
porcentaje de aciertos del entrenamiento a la evaluacin, revelando que la nueva
informacin se consolid como una memoria de largo plazo. El anlisis de los
registros de EEG revel la presencia de potenciales caractersticos del
procesamiento lingstico, como el ELAN, el N400 y el P600, lo cual apoya la idea
de una integracin semntica temprana que permite el aprendizaje del significado
de los trminos verbales. Asimismo, se detect una modulacin de los potenciales
en la sesin de evaluacin respecto al entrenamiento, lo cual podra constituir un
marcador neurofisiolgico de la consolidacin de la memoria de nuevas palabras.
1 Introduccin
El aprendizaje de palabras constituye un elemento fundamental en la
adquisicin del lenguaje y a menudo ha sido identificado como uno de los
elementos distintivos de las capacidades cognitivas humanas (Pinker y
Jackendoff, 2005). La habilidad para aprender nuevas palabras es un
proceso que est activo durante toda nuestra vida; si bien la niez resulta
ser un perodo crtico en el cual incorporamos una gran parte de las
palabras de nuestro lxico, los mecanismos cognitivos del aprendizaje de
palabras estn disponibles tambin durante la vida adulta. Por ejemplo,
palabras como chat, GPS y blog han aparecido en los ltimos 10 aos y
lentamente han sido incorporadas a nuestro repertorio lingstico.
Adems, los adultos en ocasiones debemos afrontar el aprendizaje de una
segunda lengua, pudiendo incluso llegar a un completo dominio de la
misma. Por ltimo, en casos particulares, como en los pacientes afsicos,
se requiere un re-aprendizaje de palabras olvidadas, lo cual constituye un
proceso muy dificultoso (Kelly y Armstrong, 2009).
Uno de los aspectos ms destacados del proceso de aprendizaje de
palabras es su compleja dinmica temporal. En un perodo de tiempo
acotado, una palabra nueva deja de ser una entidad desconocida para
convertirse en una unidad funcional con un significado almacenado de
modo perdurable en el cerebro. Sin embargo, la mayora de los estudios
sobre aprendizaje de palabras se ha focalizado en los efectos a corto
trmino (p. ej., Mestres-Miss et al., 2007; Borovsky et al., 2010). Si bien
algunos trabajos han comenzado a analizar efectos a largo plazo (Clay et
al., 2007; Hultn et al., 2010), an se desconocen gran parte de los
mecanismos que permiten el establecimiento de las palabras como
representaciones mnsicas estables, lo cual necesariamente involucra a
los sistemas de memoria de largo trmino (Rodrguez-Fornells et al.,
2009). Desde una perspectiva neurobiolgica, se considera que la
memoria es generada a travs de un proceso de aprendizaje (o
adquisicin), durante el cual se produce la codificacin de los estmulos
sensoriales en representaciones neuronales. Posteriormente, se produce
un perodo de estabilizacin que permite a la memoria subsistir en el
tiempo (Squire et al., 1980; Dudai, 2004), denominado fase de
consolidacin. La teora de la consolidacin de la memoria plantea que la
fijacin y estabilidad de las memorias requiere del paso del tiempo, y
algunos autores plantean tambin un papel determinante del sueo de
ondas lentas (McClelland et al., 1995; Walker et al., 2003). Se ha
demostrado en diversos tipos de memorias que durante el perodo de
consolidacin las memorias son frgiles, susceptibles de ser interferidas
por diversos factores, como por ejemplo la realizacin de otra tarea de
aprendizaje.
190
191
1-Escena + Frase
SI
Bare fadi soru
NO
Bare fadi soru
(El crculo se acerca al
cuadarado )
192
193
3 Resultados
3.1 Resultados comportamentales
En las Tablas 11-1 y 11-2 se muestran los resultados obtenidos en
cuanto al porcentaje de aciertos y el tiempo de reaccin, para los dos
tipos de frases (Verdaderas y Falsas), en el Entrenamiento y la
Evaluacin, para los dos grupos experimentales.
194
GRUPO
% DE ACIERTOS
EVALUACIN
E.S
E.S
E.S
E.S
Cont.
18
90,9
1,6
87,5
2,3
95,7
1,3
96,9
0,9
Interf.
13
84,8
0,8
84
1,3
91,9
1,1
94,1
0,8
E.S
E.S
E.S
E.S
Cont.
1012,5
65,9
1095,8
64,5
931,6
73,5
971,9
75,6
Interf.
927,3
87,2
1042,7
91,5
976,2
121
1012,3
112,3
195
Figura 11-2: (A) Porcentaje de aciertos y (B) Tiempo de respuesta promedio (en ms),
para frases Verdaderas y Falsas, en el entrenamiento y la evaluacin.
3.2.1 160-300 ms
La topografa de la onda de diferencia en la ventana de 160 a 300 ms
mostr una negatividad frontal izquierda, y una positividad contralateral,
Lenguaje, cognicin y cerebro
197
160 a 300 ms
Entrenamiento
330 a 430 ms
Evaluacin
Entrenamiento
Evaluacin
0.8
0.8
0.8
0.8
0.6
0.6
0.6
0.6
0.4
0.4
0.4
0.4
0.2
0.2
0.2
0.2
-0.2
-0.2
-0.2
-0.2
-0.4
-0.4
-0.6
-0.6
-0.8
-0.8
-1
-1
1
0.8
0.6
-0.4
-0.4
-0.6
-0.6 0.4
-0.8
-0.8
0.2
-1
-1
0
-0.2
-0.4
480 a 580 ms
-0.6
Entrenamiento
Evaluacin
1
-0.8
-1
1
650 a 800 ms
Entrenamiento
Evaluacin
1
0.8
0.8
0.8
0.8
0.6
0.6
0.6
0.6
0.4
0.4
0.4
0.4
0.2
0.2
0.2
0.2
-0.2
-0.2
-0.2
-0.2
-0.4
-0.4
-0.4
-0.4
-0.6
-0.6
-0.6
-0.6
-0.8
-0.8
-1
-1
-0.8
-0.8
-1
-1
Figura 11-4: Topografa de las ondas de diferencia entre las frases Falsas y las
Verdaderas, para el entrenamiento y la evaluacin. Se indican las cuatro ventanas
temporales definidas en la Figura 11-3. La escala de colores indica diferentes
niveles de activacin, medidos en microVolts.
3.2.2 330-430 ms
En la ventana de 330 a 430 ms se observa una negatividad frontoparietal lateralizada a la derecha tanto en la sesin de entrenamiento
como en la de evaluacin (Figura 11-4). El anlisis estadstico muestra
198
199
201
Agradecimientos
Laura Kaczer posee una beca postdoctoral Premio Fundacion Bunge y
Born. Este trabajo ha sido posible por el financiamiento de la ANPCYT,
(PICT 0349). Agradecemos a ngel Tabullo por sus aportes a la discusin
de los resultados.
203
Captulo 12
Aportes de la evidencia neurolgica
para la lingstica cognitiva
Adolfo M. Garca
Resumen
La lingstica cognitiva incorpora aportes provenientes de distintas disciplinas,
pero una buena parte de los investigadores en el campo pasa por alto la evidencia
proveniente de las neurociencias. Por supuesto, los datos neurolgicos no son
imprescindibles para construir y testear un modelo cognitivo; pero que estos no
sean imprescindibles no significa que sean impertinentes, ni mucho menos
intiles. En este sentido, se desarrollarn tres argumentos a favor de la
incorporacin de evidencia neurobiolgica en la modelizacin cognitiva, a saber:
los datos neurolgicos pueden (i) falsear hiptesis cognitivas, (ii) confirmar
hiptesis cognitivas y (iii) ampliar el aparato descriptivo de un modelo cognitivo.
Los tres argumentos se ilustrarn mediante el anlisis y la contrastacin de tres
postulados de la Lingstica Cognitiva langackeriana, a la vez que permitirn
defender una postura intermedia entre el dualismo y el emergentismo.
Adolfo M. Garca
1 Introduccin
La lingstica cognitiva, en general, y la Lingstica Cognitiva, en
particular,45 buscan caracterizar el lenguaje humano en tanto sistema
mental. La neurolingstica tambin busca descubrir la organizacin y el
funcionamiento de los sistemas mentales que intervienen en el
procesamiento lingstico, pero algunos de sus objetivos no coinciden con
los de la lingstica cognitiva. Por ejemplo, la determinacin de qu
estructuras neurolgicas se especializan en la representacin del lxico o
la gramtica, el estudio del nivel de lateralizacin cerebral del sistema
bilinge o la asociacin de potenciales neurofisiolgicos como el P200 y el
N400 a anomalas sintcticas y semnticas, respectivamente, son
objetivos propios de la neurolingstica y ajenos a la lingstica cognitiva.
Adems, cada una de estas disciplinas dispone de su propia tradicin,
sus propios modelos tericos y sus propias metodologas de investigacin.
Se trata, en fin, de dos disciplinas diferentes; y sera un error pensar que
la neurolingstica es lingstica cognitiva ms cerebro. En este sentido,
la pregunta central que se aborda en este trabajo es si tales diferencias
hacen que la evidencia neurolgica resulte superflua para la lingstica
cognitiva. El ttulo del trabajo a adelanta la respuesta.
En la lingstica cognitiva se aceptan diferentes formas de
justificacin de los constructos y los modelos propuestos. Segn sus
inclinaciones filosficas y sus intereses tericos, muchos lingistas
cognitivistas invocan argumentos formales a priori (p. ej., Chomsky,
1986); otros emplean datos analticos derivados de los productos finales
de los procesos lingsticos mentales (p. ej., Lakoff, 1987; Langacker,
1987, 1991, 2002 [1991]); tambin estn aquellos que trabajan en base a
experimentos conductuales (p. ej., Rosch, 1975). Asimismo, para llevar a
cabo sus estudios y desarrollar sus modelos tericos, el lingista
cognitivista suele recurrir a constructos provenientes de diversas fuentes,
como la lingstica estructural, la lgica, la pragmtica y la inteligencia
artificial, por nombrar algunos. Esto demuestra que la lingstica
cognitiva se apoya en bases epistemolgicas lo suficientemente amplias
como para aceptar y nutrirse de los aportes de variados cuerpos de datos
y diversas disciplinas con objetivos tan idiosincrticos y distintos de los
de la lingstica cognitiva como los de la neurolingstica.
Cabe aqu establecer una distincin conceptual y tipogrfica entre los trminos lingstica
cognitiva (con minsculas) y Lingstica Cognitiva (con maysculas). En tanto que el segundo
rtulo abarca slo los trabajos de una corriente terica especfica, apadrinada, entre otros, por
Ronald Langacker, el primero se refiere a toda investigacin lingstica de orientacin
mentalista, incluidas la Lingstica Cognitiva y otras reas, como la psicolingstica (Peeters,
2000). Los argumentos presentados en este trabajo, si bien se ilustran con casos provenientes
de la Lingstica Cognitiva (con maysculas), se presumen vlidos para la lingstica cognitiva
(con minsculas).
45
206
207
Adolfo M. Garca
208
209
Adolfo M. Garca
211
Adolfo M. Garca
212
213
Adolfo M. Garca
215
Adolfo M. Garca
216
217
Adolfo M. Garca
219
Adolfo M. Garca
221
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Adolfo M. Garca
Virginia Jaichenco
Profesora Adjunta de Neurolingstica
y Psicolingstica I y II (FFyL, UBA)
Docente de la Carrera Interdisciplinaria
de Especializacin en Neuropsicologa Clnica (FP, UBA)
Directora de la Revista Argentina de Neuropsicologa
vjaichen@psi.uba.ar
Alejandro Javier Wainselboim
Profesor Adjunto de Mtodos Psicofisiolgicos (FP, UBA)
Investigador Asistente del CONICET
Integrante del Laboratorio de Biologa
del Comportamiento (IBYME-CONICET)
awainselboim@ibyme.conicet.gov.ar
ISBN 978-950-774-218-7
Lenguaje, cognicin y cerebro integra la Serie 2012 de los Volmenes
temticos de la Sociedad Argentina de Lingstica. El libro consta de doce
(12) captulos que registran investigaciones especficas enmarcadas en tres
reas afines: la Lingstica Cognitiva, la Psicolingistica y la Neurolingstica.
Todos los captulos comparten una impronta emprica de cara a la teorizacin
sobre el sistema lingstico. Los datos utilizados para contrastar hiptesis son
variados: los hay textuales, psicomtricos, clnicos y de neuroimagen. Los
autores de los captulos son investigadores, docentes y becarios de
investigacin de diversas instituciones de reconocido prestigio en el mbito
local, como la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de
Crdoba, la Universidad de San Juan y el Consejo Nacional de Investigaciones
Cientficas y Tcnicas, entre otras. El objetivo del libro es ofrecer un panorama
global de los avances y las lneas de investigacin que se destacan en el
contexto argentino dentro del amplio campo de la exploracin internista del
lenguaje. El captulo final intenta demostrar cmo la evidencia neurolgica
puede contribuir a los intereses de la psicolingstica y la lingstica cognitiva, a
la vez que articula una propuesta epistemolgica intermedia al dualismo y al
monismo.
Mendoza, Argentina