MAN Pieza Mes Marzo 2004 Aliceres Palacio Curiel
MAN Pieza Mes Marzo 2004 Aliceres Palacio Curiel
MAN Pieza Mes Marzo 2004 Aliceres Palacio Curiel
PIEZA
Arqueolgico
Nacional
/ 2004
DEL
MES
PRESENTACIN Y CRONOLOGA
El Museo Arqueolgico Nacional cuenta, entre sus fondos expuestos, con un conjunto de siete
aliceres mudjares fechados en la transicin entre los siglos XIV y XV (1386-1412). Se han
decorado con variados elementos ornamentales: geomtricos, animales, vegetales... que representan una rica muestra temtica bajomedieval: herldica, cinegtica, corts y juglaresca. Todos
estos motivos responden al imaginario caballeresco, como veremos.
Estas piezas formaban parte de las techumbres que mand hacer para su residencia en Curiel de
los Ajos (Valladolid) don Diego Lpez de Ziga, Justicia Mayor del rey, a quien hay que suponer una buena dosis de protagonismo a la hora de fijar el repertorio iconogrfico que quiso que
adornara las estancias de su palacio, que en su da acogera las estancias de doa Berenguela o
de Alfonso XI, por ejemplo.
Los aliceres entraron a formar parte de los fondos del MAN por donacin en 1869, siendo de las
primeras piezas adquiridas tras la constitucin como tal del propio Museo, que siempre les ha
concedido Qn espacio privilegiado para facilitar su contemplacin. Seguramente procedan del
Saln dejas Damas y de los Caballeros del palacio vallisoletano. El resto de las techumbres que
cubran distintas estancias del edificio corrieron peor suerte: dispersin o, en su mayor parte,
destruccin. Al cambiar el propietario del palacio-fortaleza, arranc el maderamen en 1919,
obteniendo, segn los documentos coetneos, la nada despreciable cantidad de 3.800 arrobas
"de lea". Esa peyorativa consideracin de la madera tallada, considerada al peso como lea,
provoc la desaparicin de casi toda la estructura que en su da am el singular edificio. Entre
la que sobrevivi, se conoce el emplazamiento de ms piezas pintadas del conjunto en el Alczar de ,Segovia y otras en una coleccin particular en Barcelona, as como en Estados Unidos
(otros elementos, como la columnata del patio se mont en el hoy tambin amenazado palacio
del Canto del Pico, en Torrelodones).
-,
modelos
de comportamiento,
no por
Es obvio que caballera procede de caballo. Mis que UI\ 1\1edio de transporte, el
caballo (y lo que el animal lleva aparejado) se erige E:n indicador de posicin
social y econmica del dueo. En la guerra su concurso se hizo fundamental, y
la~ estra:t~gias de combate condicion~on
distintas (armas de montarlo. En la
Edad Media hubo dos tipos de monta: a.la brida y a la jineta, que son concepciones opuestas, principalmente en la Pennsula, donde se encontraron tradiciones
ecuestres occidentales y orientales o, .lo que es lo mismo, cristianas y musulma-
nas:
-a la brida, idnea para la caballera pesada. Piernas estiradas. El caballero
pierde movilidad sobre la silla, pero gana sujecin y puede emplear la lanza. Desde
el siglo XI.
-a la jineta, tiene que ser
con estribos. Piernas ligeramente
dobladas, ganando movilidad y
una monta ms gil y veloz.
Equipamiento ligero, para combates rpidos, sin formaciones ni cargas. De aqu deriva la palabra jinete. Ya desde el siglo X entre los
cristianos, y mucho antes entre los
musulmanes.
Al caballo tambin se le otorgaba
proteccin, ya que una montura
vulnerable poda hacer perder al caballero la ventaja que supona pelear desde las
grupas equinas. No obstante, si el. caballo resultaba herido, no quedaba ms remedio que luchar desde tierra, cambiando la lanza por la espada que siempre llevaba
ceida.
Por regla general, la pelea a pie quedaba para la infantera, generalmente constituida por vasallos del propio caballero, lo cual tambin tena su reflejo en otras actividades preparatorias de fa guerra, corno la caza. Nunca un escudero montara un
caballo en una cacera, sino que igualmente ira a pie.
La preparacin para la guerra se consideraba un ejercicio caballeresco fundamental, y
no slo por lo que tena de entrenamiento,
sino porque desplegaba una serie fundamental de ritos sociales privativos del ordo
de los bellatores (guerreros) que adquiran
su mxima expresin, como ya hemos visto, en los torneos y las justas, simulacros
del propio
combate
transidos
de
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simbolismo.
Aunque ya se ha explicado el armament9 defensivo y ofensivo del caballero medieval en anteriores Piezasdel mes,pasamos a exponerlo ms pormenorizadamente:
Armamento defensivo
En una lucha donde los lancesfundamentales se diriman cuerpo a cuerpo, es normal que en la proteccin de ste estribaran los mayores avancesdefensivos, lo que
provoc la progresivacomplejidad de eseobjeto tan singular que conocemos por el
nombre genrico de armadura, formada por infinidad de piezas ensambladas. Haremos un somero repaso a las principales:
Loriga.- Ya empleada por los srmatas contra los romanos en el siglo 1 d.C, consista
en una malla de anillos de acero ensamblados de tal manera que cada uno de
ellos enlazaba con otros cuatro. La loriga cubra el cuerpo hasta la rodilla, los
brazos y la cabeza, y la manga sola terminar en una manopla tambin de malla
por la que se poda sacar la mano. Debajo de la loriga se llevaba puesto un gambax,
de tela, para evitar los incmodos roces de las anillas.
Almfar.- Parte de la anterior. Cubra el cuello, cabeza, la frente y hasta la boca,
contando con cierta elasticidad para meterla por la cabeza; se completaba con
una solapa que cubra garganta y boca (gorguera). Para cortar la cabeza haba
que retirar esta ltima. La cofia de armar, ms acolchada que una cofia civil y, en
ocasiones, un bacinetede cuero entre ambos, serva para interponerse entre la piel
yel metal y hacerlo as ms confortable.
Yelmo.-Casco semiesfrico de metal que poda llevar una proteccin para la nariz
(nasal). Se enlazaba por medio de correas al almfar. Desde el siglo XIII, se impone el yelmo cilndrico, compuesto por chapas soldadas y con rendijas para ver,
ms pequeas perforaciones para facilitar la respiracin. Seguramente, dara
mucho calor, y ms cuando la guerra se haca en los meses clidos. El almfar era
la ltima prend~ en ceirse, y sobre
l el yelmo. Luego el escudo colgado
al cuello.
Brafoneras.- Para proteger las piernas
y darles movilidad, con estibales por
debajo para suavizar el contacto.
Cuando se acortan en el siglo XIII
surge este elemento, una especie de
calzas sostenidas por correas al cinturn. Lasusaba el caballero, pero no
los peones.
Calcillas.- Media que cubra desde
debajo de la rodilla hasta el tobillo.
Armamento ofensivo
El armamento ofensivo despleg una
variada panoplia de instrumentos: mazas,ballestas, hondas, arcos, pero se mantuvieron corno los principales la espada y la lanza, que son los que apreciamos representados en nuestros aliceres, junto a un arco.
Espadas.-Arma por excelencia en el combate medieval. Tan importante lleg a ser en
la caballera que, al igual que el caballo, frecuentemente dispuso de nombre propio, al igual que la montura, como
recordaremos de las sendas espadas
del Cid: Celada y Tizona. Pueden
consultarse las dos Piezas del Mes
anteriores (espadas nazar y cristiana), donde se ofreci suficiente informacin (meses enero y febrero de
2004).
Lanza.- Tuvo tres usos fundamentales
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como arma arrojadiza; como estoque de mano estabilizada con el escudo (se
clavaba perpendicularmente y dependa de la fuerza del caballero) y como estoque a dos manos (la fuerza es de la montura; se sujeta con un aplique en el brazo,
;
.yel caballero slo poda dirigir el golpe). Tuvo gran trascendencia al aplicarla a
la caballera como arma de cho.".1:
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que, desde finales del siglo XI, ya
que permita romper formaciones. Los musulmanes emplearon
lanzas ligeras arrojadizas en la I
monta a la jineta.
Arcos y ballestas.- El auge de las segundas es en detrimento de las
primeras. Supone un nuevo
modo de concebir la guerra y las
defensas corporales. En la escena de un alicer un caballero dispara este arma al estilo oriental, por encima de la
cabeza del caballo, en persecucin de un ciervo (escena siguiente) que ya ha sido
alcanzado por alguna de sus saetas. Permite combatir a distancia, sin necesidad
del cuerpo a cuerpo.
Un precioso ejemplo literario de origen bajomedieval que expresa con ~an intensidad la diferencia entre los caballeros y quienes no lo eran, con toda la simbologa
que entraa la montura, las armas y la indumentaria, lo vemos en el romance que
narra La jura de Santa Gadea, cuando obliga el Cid a que Alfonso VI reconozca pblicamente que no ha tenido responsabilidad en la muerte de su hermano Sancho.
Tras la jura, el Cid toma el camino del destierro, no sin antes advertir al rey que, en
caso de haber jurado en falso, le deseaba una muerte indigna, a manos de falsos
caballeros, descritos as:
/lcaballeros vayan en yeguas, en yeguas que no en caballos,
las riendas traigan
abarcas traigan
de cuerda,
calzadas
no capuces ni tabardos;
con aguijadas,
con cuchillos
pao;
ni labrados;
cachicuernos,
hoyadas;
Las armas que asoman en los compartimentos de los aliceres, aunque estilizadas,
seran por cronologa las mismas que portaron los presuntos bisabuelos de don
Quijote de la Mancha, sas que el valeroso caballero desempolva ("limpilas y
aderezlaslo mejor que pudo", vasecita inicial) para rememorar las andanzas y
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Escenas
Junto al torneo, la caza fue otro de los ejercicios preparatorios dela guerra, donde
se pona en juego la pericia, puntera y valenta de los caballeros, motivo por el que
la iconografa, la documentacin y la literatura insistieron tanto en ella. Las escenas venatorias estn muy bien representadas en los aliceres, pues en ellos nos encontramos con diferentes caballeros armados, ya con espada, arco o, lo ms frecuente, con lanza, persiguiendo animales cabalgando sobre su montura. El carcter propagandstico de la iconografa explica el gran porte de los animales representados ms frecuentemente, ya que, evidentemente, muchos de ellos nunca los
haba visto al natural un caballero hispano, pero se le supona suficiente valor
como para enfrentarse a ellos y derribarlos. La realidad es que los animales aqu
dibujados: jabal, ciervo, dragn, len, oso, toro..., eran los ms recogidos y citados tanto por la literatura grecolatina, como por la de cuo popular caballeresca,
y de ah tom el pintor sus modelos.
Como los aliceres decoraban estancias privadas de un palacio, no es de extraar la
insistencia en las recreaciones venatorias, menos crueles que los lances propiamente blicos, y que remiten a uno de los principales pasatiempos de la clase caballeresca, dando facilidad tambin para mostrar elementos naturales, representaciones animales..., que se avienen muy acertadamente al fin ornamental y placentero
que tales pinturas perseguan. A principios del siglo XV, la frontera con al-ndalus
estaba lo suficientemente distante de Valladolid como para no tener tan presente la
guerra real y poder prescindir de ella en la decoracin de un edificio particular. Las
clases acomodadas prefirieron deleitarse con la contemplacin de escenas mucho
ms corteses y seductoras. Por eso, bajo los blasones de la estirpe, aparecen las
escenas cinegticas y trovadorescas.
En las escenas de caza de los aliceres los caballeros van vestidos de dos formas
distintas: o con un traje cmodo para facilitar la monta, donde slo asoman por
debajo de l algunas partes de armadura que protegen ciertas partes del cuerpo, o
con la clsica cota de malla, al modo ms guerrero.
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scu o e os urnga.,
la proliferacin
11
~;
libro delosCaballero
dela OrdendeSantiago.
Burgos.
ArchivoMunicipal.
BIBLlOGI~AF]A
Sobre los Iict'rcs mudjares conservados en el MAN:
CI:IINCHILLA GMEZ, Marina (1992): "M(;lerasmudjares en el M.A.N. procedentes del palaciofotlaleza de Curiel de los Ajos (Valladolid)". Boletn del MuseoArqueolgicoNacional (Madrid) X, 59-