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MAN Pieza Mes Marzo 2004 Aliceres Palacio Curiel

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Museo

PIEZA

Arqueolgico
Nacional

Josemi Lorenzo Arribas


Sala 33
MARZO

/ 2004

DEL

MES

y lo primero que hizo fue limpiar unas armas que


haba.nsido de sus bisabuelos,que, tomadasde orn
y llenas de moho, luengossiglos haba que estaban
puestasy olvidadas en un rincn...
(Don Quijote de la Mancha, 1 a pane, cap. 1)

PRESENTACIN Y CRONOLOGA
El Museo Arqueolgico Nacional cuenta, entre sus fondos expuestos, con un conjunto de siete
aliceres mudjares fechados en la transicin entre los siglos XIV y XV (1386-1412). Se han
decorado con variados elementos ornamentales: geomtricos, animales, vegetales... que representan una rica muestra temtica bajomedieval: herldica, cinegtica, corts y juglaresca. Todos
estos motivos responden al imaginario caballeresco, como veremos.
Estas piezas formaban parte de las techumbres que mand hacer para su residencia en Curiel de
los Ajos (Valladolid) don Diego Lpez de Ziga, Justicia Mayor del rey, a quien hay que suponer una buena dosis de protagonismo a la hora de fijar el repertorio iconogrfico que quiso que
adornara las estancias de su palacio, que en su da acogera las estancias de doa Berenguela o
de Alfonso XI, por ejemplo.
Los aliceres entraron a formar parte de los fondos del MAN por donacin en 1869, siendo de las
primeras piezas adquiridas tras la constitucin como tal del propio Museo, que siempre les ha
concedido Qn espacio privilegiado para facilitar su contemplacin. Seguramente procedan del
Saln dejas Damas y de los Caballeros del palacio vallisoletano. El resto de las techumbres que
cubran distintas estancias del edificio corrieron peor suerte: dispersin o, en su mayor parte,
destruccin. Al cambiar el propietario del palacio-fortaleza, arranc el maderamen en 1919,
obteniendo, segn los documentos coetneos, la nada despreciable cantidad de 3.800 arrobas
"de lea". Esa peyorativa consideracin de la madera tallada, considerada al peso como lea,
provoc la desaparicin de casi toda la estructura que en su da am el singular edificio. Entre
la que sobrevivi, se conoce el emplazamiento de ms piezas pintadas del conjunto en el Alczar de ,Segovia y otras en una coleccin particular en Barcelona, as como en Estados Unidos
(otros elementos, como la columnata del patio se mont en el hoy tambin amenazado palacio
del Canto del Pico, en Torrelodones).
-,

TECNICA CONSTRUCTIVA DE LAS TECHUMBRES DE MADERA (CARPINTERIA DE LO


BLANCO)
La carpintera es una de las artes ms destacadas dentro del estilo que ha dado en llamarse
mudjar. El MAN cuenta con algn destacadsimo ejemplo, como la espectacular techumbre
octogonal mudjar del palacio de los Crdenas (Torrijos, Toledo), protagonista de la Sala 35,
as como restos de techumbres de otros edificios. Hubo diferentes maneras de construir una
techumbre, desde el alfarje sencillo, techumbre plana atravesada por vigas transversales, a las
complicadas estructuras ochavadas o cupulares. Es muy probable que la cubricin de madera
de Curiel respondiera al primer modelo, el alfarje, pero la ausencia de ms elementos, como
otros aliceres, tabicas, jcenas..., propios de la carpintera mudjar bajomedieval, la llamada

carpintera de lo blanco, nos impide ir ms all en la especulacin. No obstante, el


inters iconogrfico poda ennoblecer las estructuras ms sencillas, como es el caso.
DECORACIN DE LOS ALICERES

Estosaliceres estnrealizados en madera de pino con imprimacin de yeso sobre la


que se procede a pintar al temple. En ocasiones, se poda reforzar la superficie a
decorar con telas enyesadas(como las vendas de albailera actuales) para disponerla de mejor modo. Laspinturas no tienen gradacionesde color, siendo su dibujo
de trazo grueso y perfilado con una lnea negra y continua, predominando el dibujo
sobre el color, y acusndosedesproporcin y falta de perspectiva.
Uno de,los rasgos ms destacados entre las caractersticas estilsticas de las pinturas
de estos aliceres, es la companimentacin de escenas, lo que la separa de la probable
escuela de Silos, ponindolos en relacin con la escuela gtica burgalesa, que produjo tambin bellos ejemplos en San Milln de los Balbases o Vilea. La disposicin
tpica de los aliceres de Curiel nos presenta las escenas enmarcadas, siendo frecuente
la composicin simtrica y afrontada, es decir, de dos en dos. La pintura propiamente dicha se puede considerar una variante de la pintura gtica internacional.
Lectura iconogrfica
En la Edad Media
iconografa daba
devocional, como
nar de miniaturas

de las escenas con annas de los aliceres

hispana, la guerra envolva la vida cotidiana de las gentes, y la


buena cuenta de ello, como lo demuestra que en una obra
las Cantigas de Santa Mara de Alfonso X, hallemos casi un centededicadas a representar escenas de guerra, y otro tanto para ilus-

trar indirectamente diversos hechos de armas.


Por otra parte, la literatura caballeresca (Amads de Gaula,. Sergas de Esplandin,
Libro del caballero Zifar...), y la iconografa con su necesaria extensin grfica, supuso para la audiencia medieval, sa que oa los libros que un lector semiprofesionalizado recreaba, algo parecido a lo que significa el gnero de ciencia-ficcin para el. pblico actual, con muchos elementos que se han transmitido a la hoy
tan en boga novela histrica. Localizando los escenarios de la accin en pases exticos (Irlanda, Dinamarca...), en un tiempo pasado que anula referentes conocidos y
permite una cierta libertad a la fantasa, y relatando las increbles aventuras de las
que el hroe sala siempre triunfante, mujeres y hombres lograron evadirse de la
rutina

diaria, a la vez que construan

modelos

de comportamiento,

no por

inalcanzables, menos vlidos.


Los temas iconogrficos que formaban parte de la decoracin del palacio vallisoletano de Curiel de los Ajos remitan a todo un universo literario de la poca que
consuman las clases acomodadas, ansiosas de elementos de ficcin, y frisadas constantemente de aventuras, transformaciones milagrosas y recreaciones idealizadas.
As, el exotismo de nombres como Merln, Lanzarote, Tristn, Zifar, Partinupls,
Placidas, Esplandin..., se hace tan familiar en Castilla como los nebulosos paisajes
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irlandeses, la campia francesa, o los helados horizontes noruegos. La "materia de


Bretaa", "el Santo Grial" y las hazaas c;arolingias se integrarn sin dificultad en el
imaginario de la nobleza hispana, adicta a este tipo de entretenimientos.
La iconografa que presentan los aliceres desarrolla fundamentalmente, temas caballerescos en varias de sus vertientes (caza, amor, juglara...), con una fuene presencia de
elementos fantsticos y motivos herldicos. Los testimonios conservados muestran que
el resto de la decoracin procedente de Curiel, como las yeseras,mantenan el mismo
motivo discursivo, enriquecindolo. En estesentido, la muestra de aliceres que tenemos
se puede considerar una buena representacin del total del conjunto.

La caballera y la sublimacin de la guerra


En los siglos XIV y XV, la caballera sustituye sus valores guerreros primigenios para
insistir en los aspectos ms coreogrficos o ms teatrales, primando la fastuosidad
de los ceremoniales y la brillantez de los vestidos y las insignias sobre el contenido
propiamente combativo. Es decir, la esttica desplaza al espritu de la milicia, aunque quiz no tanto por frivolidad, como criticara luego Miguel de Cervantes, sino
como consecuencia de la creciente conciencia de la riqueza de la tradicin caballeresca, que se plasma en cdigos, rituales y simbolismo perfectamente estructurados
y crecientemente complejos.
El torneo,que haba nacido a principios del siglo XII, consista en encuentros serios y
peligrosos entre dos grupos o equipos de caballeros enfrentados. En muchas ocasiones sirvi para ventilar antiguas rivalidades, y pronto surgieron los primeros reglamentos para encauzar la violencia. Un siglo ms tarde, ya se haba conseguido disminuir la agresividad, fundamentalmente a travs del empleo de jueces y con el acotamiento del espacio para vigilar. Una derivacin del torneo fue la justa, donde el
combate se cea a dos nicos caballeros, una especie de falso duelo, que sola ser
preludio del torneo, ms espectacular por su carcter masivo. Estos encuentros eran
medios, adems, para conseguir rescates, armaduras, armas y caballos, y un importante modo de promocin social. La virilidad entraba en juego" quedndose las damas observando desde los cadalsos montados al efecto. La Iglesia se opuso a estos
combates, pero se popularizaron porque favoreca los intereses d~ los seores territoriales frente al rey. El torneo, juego y enfrentamiento al mismo tiempo, tuvo importancia como preparacin de algo ms importante, no como fin en s mismo,
aspecto que no debemos olvidar.
Las justas son sustituidas por los pasosde armas, con un ritual complejo y brillante en
el que un caballero o varios se encargaban de defender una posicin estratgica, el
paso,contra los caballeros que eventualmente llegaban. Las letras y la iconografa se
encargaron de dar cuenta de esta evolucin, que pasa a considerar estas demostraciones de ejercicios de destreza como un verdadero arte, donde el procedimiento
cuenta tanto como la habilidad. Los gastos derivados de la organizacin de estos
eventos provocaron la exclusividad de casta de quienes participaban, dejando de ser
un camino abierto para los jvenes valerosos sin recursos.
4

Es obvio que caballera procede de caballo. Mis que UI\ 1\1edio de transporte, el
caballo (y lo que el animal lleva aparejado) se erige E:n indicador de posicin
social y econmica del dueo. En la guerra su concurso se hizo fundamental, y
la~ estra:t~gias de combate condicion~on
distintas (armas de montarlo. En la
Edad Media hubo dos tipos de monta: a.la brida y a la jineta, que son concepciones opuestas, principalmente en la Pennsula, donde se encontraron tradiciones
ecuestres occidentales y orientales o, .lo que es lo mismo, cristianas y musulma-

nas:
-a la brida, idnea para la caballera pesada. Piernas estiradas. El caballero
pierde movilidad sobre la silla, pero gana sujecin y puede emplear la lanza. Desde
el siglo XI.
-a la jineta, tiene que ser
con estribos. Piernas ligeramente
dobladas, ganando movilidad y
una monta ms gil y veloz.
Equipamiento ligero, para combates rpidos, sin formaciones ni cargas. De aqu deriva la palabra jinete. Ya desde el siglo X entre los
cristianos, y mucho antes entre los
musulmanes.
Al caballo tambin se le otorgaba
proteccin, ya que una montura
vulnerable poda hacer perder al caballero la ventaja que supona pelear desde las
grupas equinas. No obstante, si el. caballo resultaba herido, no quedaba ms remedio que luchar desde tierra, cambiando la lanza por la espada que siempre llevaba
ceida.

Por regla general, la pelea a pie quedaba para la infantera, generalmente constituida por vasallos del propio caballero, lo cual tambin tena su reflejo en otras actividades preparatorias de fa guerra, corno la caza. Nunca un escudero montara un
caballo en una cacera, sino que igualmente ira a pie.
La preparacin para la guerra se consideraba un ejercicio caballeresco fundamental, y
no slo por lo que tena de entrenamiento,
sino porque desplegaba una serie fundamental de ritos sociales privativos del ordo
de los bellatores (guerreros) que adquiran
su mxima expresin, como ya hemos visto, en los torneos y las justas, simulacros
del propio
combate
transidos
de
5

simbolismo.
Aunque ya se ha explicado el armament9 defensivo y ofensivo del caballero medieval en anteriores Piezasdel mes,pasamos a exponerlo ms pormenorizadamente:

Armamento defensivo
En una lucha donde los lancesfundamentales se diriman cuerpo a cuerpo, es normal que en la proteccin de ste estribaran los mayores avancesdefensivos, lo que
provoc la progresivacomplejidad de eseobjeto tan singular que conocemos por el
nombre genrico de armadura, formada por infinidad de piezas ensambladas. Haremos un somero repaso a las principales:
Loriga.- Ya empleada por los srmatas contra los romanos en el siglo 1 d.C, consista
en una malla de anillos de acero ensamblados de tal manera que cada uno de
ellos enlazaba con otros cuatro. La loriga cubra el cuerpo hasta la rodilla, los
brazos y la cabeza, y la manga sola terminar en una manopla tambin de malla
por la que se poda sacar la mano. Debajo de la loriga se llevaba puesto un gambax,
de tela, para evitar los incmodos roces de las anillas.
Almfar.- Parte de la anterior. Cubra el cuello, cabeza, la frente y hasta la boca,
contando con cierta elasticidad para meterla por la cabeza; se completaba con
una solapa que cubra garganta y boca (gorguera). Para cortar la cabeza haba
que retirar esta ltima. La cofia de armar, ms acolchada que una cofia civil y, en
ocasiones, un bacinetede cuero entre ambos, serva para interponerse entre la piel
yel metal y hacerlo as ms confortable.
Yelmo.-Casco semiesfrico de metal que poda llevar una proteccin para la nariz
(nasal). Se enlazaba por medio de correas al almfar. Desde el siglo XIII, se impone el yelmo cilndrico, compuesto por chapas soldadas y con rendijas para ver,
ms pequeas perforaciones para facilitar la respiracin. Seguramente, dara
mucho calor, y ms cuando la guerra se haca en los meses clidos. El almfar era
la ltima prend~ en ceirse, y sobre
l el yelmo. Luego el escudo colgado
al cuello.
Brafoneras.- Para proteger las piernas
y darles movilidad, con estibales por
debajo para suavizar el contacto.
Cuando se acortan en el siglo XIII
surge este elemento, una especie de
calzas sostenidas por correas al cinturn. Lasusaba el caballero, pero no
los peones.
Calcillas.- Media que cubra desde
debajo de la rodilla hasta el tobillo.

Lorign.- Se superpona a la loriga, y consista en una armadura corta de escamas de


cuero. Al ser menos flexible no cubra,ni cabeza, ni codo ni rodilla.
Escudo.-Sola ser de madera y forrado de ruero. Podra ir embellecido con la davazn
(con la bloca al frente, el clavo central). Las sujeciones eran de cuero, lo que permita pasar un brazo y disponerlo alrededor del cuello. Desde el siglo XIII, se populariza un escudo ms pequeo y no apuntado.
Adarga.- Escudo pequeo y ligero, generalmente ovalado, formado slo de pieles
dobladas y pespunteadas, sin alma de madera. Era de origen musulmn y cont
con diferentes modelos. En el siglo XV, slo se empleaba en los torneos, pero no
cor:no parte del equipo de guerra del soldado de caballera.
Ams.- Culminacin de las defensas corporales en la Edad Media. Consista en piezas ms o menos anatmicas que preceden a las armaduras completas del xv. Lo
impone un modelo de vida ms secularizado, con la importancia del prestigio de
una clase y la nueva imagen del hombre de armas, que impone una iconografa
muy realista en este aspecto. Gorgales, barbotes (para proteccin de la cabeza),
rodeletas (articulaciones y pecho), guardabrazos, manoplas (brazos), quijotes,
rodilleras, grebas, escarpes (todos stos para las piernas, siendo anteriores a los de
los brazos al ser ms fciles de articular)... A principios del siglo XIV, a los equipos de malla se aaden piezas de refuerzo y se difunden las defensas de
~-..
placas. Desde mediados de siglo, se
camina hacia el arns blanco, es decir, la gran armadura bajomedieval.

Armamento ofensivo
El armamento ofensivo despleg una
variada panoplia de instrumentos: mazas,ballestas, hondas, arcos, pero se mantuvieron corno los principales la espada y la lanza, que son los que apreciamos representados en nuestros aliceres, junto a un arco.
Espadas.-Arma por excelencia en el combate medieval. Tan importante lleg a ser en
la caballera que, al igual que el caballo, frecuentemente dispuso de nombre propio, al igual que la montura, como
recordaremos de las sendas espadas
del Cid: Celada y Tizona. Pueden
consultarse las dos Piezas del Mes
anteriores (espadas nazar y cristiana), donde se ofreci suficiente informacin (meses enero y febrero de

2004).
Lanza.- Tuvo tres usos fundamentales
7

como arma arrojadiza; como estoque de mano estabilizada con el escudo (se
clavaba perpendicularmente y dependa de la fuerza del caballero) y como estoque a dos manos (la fuerza es de la montura; se sujeta con un aplique en el brazo,
;
.yel caballero slo poda dirigir el golpe). Tuvo gran trascendencia al aplicarla a
la caballera como arma de cho.".1:
!.C"CJ:
'..';'
'- :
que, desde finales del siglo XI, ya
que permita romper formaciones. Los musulmanes emplearon
lanzas ligeras arrojadizas en la I
monta a la jineta.
Arcos y ballestas.- El auge de las segundas es en detrimento de las
primeras. Supone un nuevo
modo de concebir la guerra y las
defensas corporales. En la escena de un alicer un caballero dispara este arma al estilo oriental, por encima de la
cabeza del caballo, en persecucin de un ciervo (escena siguiente) que ya ha sido
alcanzado por alguna de sus saetas. Permite combatir a distancia, sin necesidad
del cuerpo a cuerpo.
Un precioso ejemplo literario de origen bajomedieval que expresa con ~an intensidad la diferencia entre los caballeros y quienes no lo eran, con toda la simbologa
que entraa la montura, las armas y la indumentaria, lo vemos en el romance que
narra La jura de Santa Gadea, cuando obliga el Cid a que Alfonso VI reconozca pblicamente que no ha tenido responsabilidad en la muerte de su hermano Sancho.
Tras la jura, el Cid toma el camino del destierro, no sin antes advertir al rey que, en
caso de haber jurado en falso, le deseaba una muerte indigna, a manos de falsos
caballeros, descritos as:
/lcaballeros vayan en yeguas, en yeguas que no en caballos,
las riendas traigan
abarcas traigan

de cuerda,

calzadas

las piernas traigan

y no con frenos dorados;

y no zapatos con lazo;

desnudas, no calzas de fino

trayan capas aguaderas,

no capuces ni tabardos;

con camisones de estopa, no de holanda


mtente

con aguijadas,

con cuchillos

pao;

ni labrados;

no con lanzas ni con dardos;

cachicuernos,

no con puales dorados;

mtente por las aradas, no por caminos

hoyadas;

squente el corazn por el derecho costado... /l.

Las armas que asoman en los compartimentos de los aliceres, aunque estilizadas,
seran por cronologa las mismas que portaron los presuntos bisabuelos de don
Quijote de la Mancha, sas que el valeroso caballero desempolva ("limpilas y
aderezlaslo mejor que pudo", vasecita inicial) para rememorar las andanzas y
8

Escenas

aventurasde esoshroesya anacrnicos en la Espaade principios del siglo XVII,


pero que tanto modelaron el modo de pensarde toda una poca y una esttica, y
qe todava hoy, en sus diversas actualizaciones, continan vigentes de alguna
manera, aunque slo seapor el influjo que ha permanecido del ltimo de ellos, el
ingenioso hidalgo, caballero andante.
de caza

Junto al torneo, la caza fue otro de los ejercicios preparatorios dela guerra, donde
se pona en juego la pericia, puntera y valenta de los caballeros, motivo por el que
la iconografa, la documentacin y la literatura insistieron tanto en ella. Las escenas venatorias estn muy bien representadas en los aliceres, pues en ellos nos encontramos con diferentes caballeros armados, ya con espada, arco o, lo ms frecuente, con lanza, persiguiendo animales cabalgando sobre su montura. El carcter propagandstico de la iconografa explica el gran porte de los animales representados ms frecuentemente, ya que, evidentemente, muchos de ellos nunca los
haba visto al natural un caballero hispano, pero se le supona suficiente valor
como para enfrentarse a ellos y derribarlos. La realidad es que los animales aqu
dibujados: jabal, ciervo, dragn, len, oso, toro..., eran los ms recogidos y citados tanto por la literatura grecolatina, como por la de cuo popular caballeresca,
y de ah tom el pintor sus modelos.
Como los aliceres decoraban estancias privadas de un palacio, no es de extraar la
insistencia en las recreaciones venatorias, menos crueles que los lances propiamente blicos, y que remiten a uno de los principales pasatiempos de la clase caballeresca, dando facilidad tambin para mostrar elementos naturales, representaciones animales..., que se avienen muy acertadamente al fin ornamental y placentero
que tales pinturas perseguan. A principios del siglo XV, la frontera con al-ndalus
estaba lo suficientemente distante de Valladolid como para no tener tan presente la
guerra real y poder prescindir de ella en la decoracin de un edificio particular. Las
clases acomodadas prefirieron deleitarse con la contemplacin de escenas mucho
ms corteses y seductoras. Por eso, bajo los blasones de la estirpe, aparecen las
escenas cinegticas y trovadorescas.
En las escenas de caza de los aliceres los caballeros van vestidos de dos formas
distintas: o con un traje cmodo para facilitar la monta, donde slo asoman por
debajo de l algunas partes de armadura que protegen ciertas partes del cuerpo, o
con la clsica cota de malla, al modo ms guerrero.

El hombre salvaje y animales fantsticos


De gran tradicin en la literatura occidental, desde las fuentes clsicas a la poca
contempornea, en la Baja Edad Media, este salvaje repulsivo se adecua bien a la
moral de la caballera y a la desenfadada vida cortesana, representadas en la literatura por caballeros como Lancelot, Palmern, o Amads, que luchan contra ellos.
9

Simbolizan la vida bestial, autosuficiente,


basada en su descomunal fuerza, asociada a la lujuria, que gustar de representarse mucho en las pinturas de las techumbres. Es la anttesis del caballero,
smbolo ste de las virtudes medievales.
Un ser que no domina sus instintos; luchan la razn contra la fuerza bruta, que
an salvaje, porta distintivos de civilizacin, como las armas o el cinturn.
De modo similar podemos referimos a
los animales fantsticos, tan reales en el
imaginario medieval como los representaban los libros de caballeras: dragones,
endriagos, basiliscos, stiros, unicomios, centauros, casi todos amenazantes y slo
vencibles por valerosos hroes, a los que deban imitar los caballeros de carne y
hueso. En los aliceres de Curiel aparece un hombre salvaje luchando contra un monstruo de este tipo, excepcin a la escena tradicional en que es un caballero el mantenedor del desigual combate, cuyo desenlace no siempre le habr de favorecer. El
salvaje y los animales fantsticos representados fueron, pues, el antimodelo del caballero.
EL IDEAL CABALLERESCO BAJOMEDIEVAL: LA HERLDICA COMO DENOMINACIN DE ORIGEN

En la Edad Media seera caballero no slo por el elemento material,


poseer un caballo y los pertrechos necesariospara montarlo, sino
principalmente por el elemento simblico: sehaba sido investido
como tal, privilegio que fundamentalmente seadquira por la excelencia del nacimiento, por estar encuadrado en un buen linaje, y
despus de protagonizar todo un ceremonial transido de
simbolismo. Los caballeros se deben a la defensade los altos valores morales que representan,ya la cabezade todos sesita la fidelidad inquebrantable a la persona amada, por un lado, yal noble
de quien se depende, por el otro.
E

d d 1 Z ' -'
scu o e os urnga.,

la proliferacin

La Herldica ser la ciencia que trate precisamente de establecer


quIenes eran los deposItarIOS de esta excelenCia de orIgen, desarro-

llando una compleja hermenutica conducente a este fin, paralela a


de divisas, escudos de armas y simbologa asociada por toda la

Pennsula. En los aliceres mudjares de Curiel conservados en el MAN apenas se


aprecia el origen de los escudos exhibidos, pero s conocemos por los depositados en
el Alczar de Segovia que la alternancia se produca entre el escudo de Castilla y las
armas de los Ziga (Stiga). stas, smbolo y sea de su linaje, consistan en una
banda de sable de color negro, encuadrada por una cadena de oro en orla (cadena
procedente de la tienda de Miramolim, de la batalla de las Navas de Tolosa), todo
10

11

~;

sobre un campo de plata.


Por eso eran conocidos
los Ziga como los caballeros de la banda negra.

libro delosCaballero
dela OrdendeSantiago.
Burgos.
ArchivoMunicipal.

Esta familia tuvo importancia


en
la
red
nobiliaria
castellana
bajomedieval y, de hecho, tendra destacado
protagonismo
en un
acontecimiento
central
en la historia de la caballera, acaecida poco despus de la fecha de confeccin de estos aliceres.
Nos referimos al famoso
Passo Honroso, convocado por don Suero de
Quiones en 1434, ao
santo jacobeo, los quince das previos y posteriores a la festividad del
apstol, el 25 de julio,
junto al puente que cruzaba el ro rbigo
(Len). Entre los nueve
mantenedores, o caballeros que lucharon de su
parte, figuraba don Lope
de Ziga! que rompi
dos lanzas en tres carreras, obteniendo una de

las mejores marcas, ya


que la media que result fue de siete carreras para romper una sola lanza. Nunca
torneo alguno tuvo tanta duracin, ni se haba producido en un punto clave de
un camino de peregrinacin, ni haba sido anunciado por los heraldos por toda
la extensin de la cristiandad.
Con este hecho se puso de manifiesto que, al margen de dragones, endriagos y dems
zoologa fantstica soada en los libros de caballera, el mundo de los caballeros
andantes era un estamento real dentro de las clases sociales de la Edad Media. El
Paso Honroso vino a criticar los libros de caballeras al mostrar humanizados a los
protagonistas que los novelistas haban fantaseado (Cervantes lo conseguir por procedimiento inverso). El siglo XV vea decaer el ideal caballeresco, y el espectculo
junto al rbigo viene a ser el canto de cisne de un modelo de entender el mundo, y
para ello se emplearon todos los medios publicitarios de que se dispuso.

BIBLlOGI~AF]A
Sobre los Iict'rcs mudjares conservados en el MAN:
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Lecturas recomendadas:
Leyendaspicasespaolas
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Libro del caballeroZifar (1300-05) ledoC. Gonzlez, 1983, Madrid, Ctedra).
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Blecua, 2001, Madrid, Ctedra).
TextosInedievalesde caballeras(1993): J.M. Via Liste (ed.), Madrid, Ctedra.
Visitas recomendadas:
ALcZAR de Segovia.
ARMERA REALde Madrid, en el Palacio Real.
MUSEO ARMERA de lava.

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