Ii. Dios Uno y Trino
Ii. Dios Uno y Trino
Ii. Dios Uno y Trino
que Dios es bueno. Y esto se entiende de dos modos: en el sentido de que es deseable, y en el
sentido de que es la fuente de la bondad de las criaturas. Dios es el Sumo Bien en cuanto que todas
las perfecciones que se pueden desear emanan de l. Es la verdadera fuente de todo bien.
3) Dios es infinito: la negacin de toda limitacin en Dios se expresa tambin con la
afirmacin de que Dios es infinito.
Algunas especificaciones de esta caracterstica de infinitud, de carencia de lmites:
a) Dios es omnipresente, es decir, est presente en todas las cosas: por esencia, presencia y
potencia.
b) Dios es inmutable: en sentido metafsico, puesto que en l debemos negar todo paso de la
potencia al acto. En l no hay potencia que no est actualizada.
c) Dios es eterno: la eternidad es la posesin total, perfecta y simultnea de una vida
interminable. Esto resulta posible slo en Dios.
4) La unidad de Dios: Dios es uno, sin ser un lmite para s mismo: La unidad de Dios
indica que Dios recoge en s todo el ser. Pero ello no quiere decir que Dios est encerrado en s
mismo, como prisionero de s, y mucho menos en un sentido egosta. La perfecta posesin de s lo
hace libre en grado superlativo, paciente y magnnimo.
LAS OPERACIONES DE DIOS
Al considerar las operaciones de Dios, debemos atribuirle los actos propios del espritu y
eliminar las limitaciones propias de los espritus limitados. Son los actos de la vida (o autonoma),
del intelecto (la ciencia de Dios) y de la voluntad (el querer, el amor y la justicia; la misericordia y
la bienaventuranza de Dios). Adems de la omnipotencia y de la providencia (en relacin a la
capacidad del obrar, que en Dios es crear).
La vida. Hay que afirmarla en Dios en grado superlativo. Dios es mximamente viviente
porque es mximamente autnomo. Dios es slo determinante, y no determinado.
La ciencia de Dios. Dios, viviente en sumo grado, conoce tambin en grado sumo. En vez de
emplear el trmino conocimiento, preferimos emplear la expresin de ciencia divina. Dios
mismo es todo lo que conoce. No lo aprehende de fuera, porque l es la fuente misma de todo ser y
de todo conocimiento. Es perfecta independencia. Por tanto, es perfectamente consciente de s
mismo, es decir, se conoce y se comprende. En Dios el conocimiento no es, como para nosotros,
acto segundo, operacin que presupone el acto primero del ser. En el caso de Dios, su ser es su
conocer. Lo que sabe, lo que conoce, lo es, y lo que es, es lo que conoce. Este conocimiento excluye
todo proceso discursivo. Dios conoce tambin las cosas que no estn actualmente fuera de l, es
decir, las que estn slo en su ciencia.
La verdad. Toda la ciencia de Dios es verdadera porque es suya, y porque es la fuente de toda
verdad. Cualquier verdad derivada debe adecuarse a la ciencia divina para ser verdadera.
Las ideas. Las ideas en Dios son las esencias de todas las cosas actualmente presentes en l.
El querer de Dios. Por lo que respecta a los actos de la voluntad, debemos atribuir a Dios el
querer, pero excluyendo todos los actos propios de la concupiscencia en cuanto que indican
potencialidad y materia. Debemos decir que Dios quiere su propio bien en el sentido de que se
adhiere a l totalmente y lo ama totalmente. Pero no en el sentido de deseo, que indica adhesin a
un bien que no se posee aunque pueda alcanzarse; y tampoco en el sentido de tristeza, que indica
adhesin a un bien que no se posee y que no se puede alcanzar. Es ms bien adhesin a s mismo en
el sentido de gozar con la posesin del propio bien.
Dios quiere todas las otras cosas, porque quiere el bien de todas ellas, no porque tenga
necesidad de ellas, sino en cuanto que quiere difundir el bien que tiene en s y que aprecia y ama.
El amor de Dios. Es uno de los puntos ms importantes de la identidad de Dios. En Dios hay
amor; es ms, la Escritura dice que Dios es amor (1Jn 4,8 y 4,16). Podemos considerar esta
expresin como la cumbre de toda la revelacin.
La justicia de Dios. El concepto de justicia se debe comprender siempre como el orden
debido. Dios obra la justicia en el sentido de que lo gobierna y ordena todo. No pensamos que la
justicia exista en Dios a modo de cambio (justicia conmutativa entre los hombres) porque l a nadie
debe nada. Dios obra la justicia en el sentido de que es la verdad de cmo deben ser todas las cosas,
y la realiza. Hay que encuadrar la justicia de Dios completamente a partir de la ptica de la
gratuidad y del amor, y por tanto en el sentido del gobierno y de la providencia y de la salvacin.
La misericordia de Dios. Dios socorre a la criatura que sufre carencias y la socorre no slo en
razn de la justicia, y por tanto en la medida debida, sino con mayor generosidad y abundancia. Este
modo de actuar de Dios se manifiesta especialmente hacia el hombre, con el que Dios usa una
misericordia especial, incluso cuando las faltas del hombre se deben a su culpa. La misericordia es
la expresin que puede sintetizar la relacin entre Dios y la creacin, a la vez que nos revela algo de
su misterio maravilloso.
TEMA 3 LAS MISIONES DIVINAS: LAS ATRIBUCIONES
1. SIGNIFICADO: Misin es un trmino que viene del latn missio - mittere que quiere
decir envo. La misin divina, indica el envo de alguien a alguien: es decir, el envo del Hijo
y del Espritu Santo a los hombres. Cristo es el enviado de Dios, Dios l mismo, como el Padre, el
Hijo del Padre. El Espritu Santo es el mismo Espritu dado a Cristo, que viene del Padre, y que es
Dios como el Padre y el Hijo. El Cristo que encontramos, el Espritu Santo que nos invade, son
Dios mismo. No se nos han enviado mensajeros o creaturas intermedias, sino que es Dios mismo el
que se nos enva. Dios, que es creador e infinitamente trascendente, l mismo se nos enva como
Hijo y como Espritu Santo.
2. LAS MISIONES DIVINAS son la base y el corazn de toda la teologa trinitaria. Dan a
conocer a Dios Trinidad al hombre; revelan al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. Son dos: el envo
del Hijo y el envo del Espritu Santo. De estas dos misiones, de estos dos envos, de estas dos
visitas, se nos da a conocer la Trinidad.
A) La misin del Hijo
Los misterios de la encarnacin, nacimiento, vida, pasin, muerte, resurreccin, ascensin
al cielo de Cristo, son la manifestacin visible de su misin, de su ser Hijo de Dios hecho hombre y
enviado a nosotros.
En sentido propio, los aspectos visibles de la misin del Hijo concluyen con la ascensin al
cielo. Pero en un sentido ms amplio, la visibilidad de la misin contina todava bajo algunos
signos. La presencia real contina en el tiempo y en la eternidad, en forma irreversible. Los signos
que indican tal presencia, aunque de alguna manera la esconden al mismo tiempo, son los
siguientes: la Iglesia (Cuerpo de Cristo), los mrtires, la Eucarista y los sacramentos, el
sacerdocio ministerial, la Palabra.
Los efectos visibles de la misin del Hijo van acompaados por los de la misin del Espritu
Santo:
a) La humanidad del Hijo es creada por obra del Espritu Santo, quien realiza la unin
hiposttica.
b) Cristo recibi de modo patente la efusin del Espritu Santo en el bautismo en el Jordn.
c) Durante toda su vida terrena, Cristo cumple la voluntad del Padre con la fuerza del Espritu
Santo.
d) En el misterio pascual, Cristo muere y resucita por nosotros; Cristo resucita de los muertos
en el Espritu Santo, pero tambin aqu no se quiere decir que el Espritu Santo lo resucita, porque el
que lo resucit fue el Padre, en la plenitud de la gloria del Padre.
Los efectos invisibles de la misin del Hijo en la criatura espiritual son su presencia y sus
efectos directos en nosotros.
a) La inhabitacin del Verbo en nosotros: compete a Cristo inhabitar personalmente en
nosotros como Verbo, es decir, como un Verbo que expira el Amor. As se realiza la comunin de
cada ser humano y de cada criatura espiritual con Cristo; es una comunin personal.
b) La conformidad con Cristo: la filiacin es el nuevo modo de ser hombres; nacidos de Dios,
como Cristo.
c) La conformidad con Cristo como autor de la santificacin: se trata de una conformacin
especialsima con Cristo como autor de la santificacin; esto sucede en algunos hombres a quienes
se les concede conformarse con Cristo, cabeza y santificador: es el misterio del sacerdocio
ministerial y la accin in persona Christi, es decir, la economa sacramental, la cual implica una
accin directa de Cristo con el Espritu Santo, como continuacin de su accin santificadora en la
humanidad histrica.
d) La Eucarista: es una presencia personal que en parte es invisible y en parte visible. Ms
bien forma parte de los efectos visibles, pero incluye tambin los invisibles. La comunin de los
fieles es realmente comunin con su persona, y sucede bajo el signo, pero de modo invisible.
B) La misin del Espritu Santo
Los efectos visibles de la misin del Espritu Santo son los signos visibles que indican la
existencia de la misin invisible.
En relacin a Cristo, tenemos los signos de la sombra (sobre la Virgen Mara en la
encarnacin), de la paloma (en el bautismo en el Jordn), y de la nube (sobre el monte Tabor, en la
Transfiguracin). Estas manifestaciones visibles del Espritu son creaciones en ese momento para
demostrar la accin invisible.
En relacin con los hombres, la misin visible del Espritu Santo se expresa mediante algunos
signos visibles obrados en presencia de los apstoles y de otros santos de la Iglesia primitiva, para
que se manifestara el envo del Espritu Santo tambin a ellos, y que se obraba su santificacin y la
inhabitacin de Dios en el hombre: el soplo de Cristo sobre sus discpulos, el viento, las lenguas de
fuego.
Los efectos invisibles de la misin del Espritu Santo consisten en la santificacin mediante la
inhabitacin. El Espritu Santo es el Amor, e inhabita en el hombre sobre todo como Amor. Por esta
razn es el primer don, porque el amor es el primer don.
3. DIMENSIONES DE LAS MISIONES: ETERNIDAD Y TEMPORALIDAD
Las misiones divinas se refieren precisamente a Dios, como una caracterstica de Dios. Se
trata de un esfuerzo de presentar, de expresar, de comprender cmo es Dios.
El esquema que se sigue en el concepto de misin es el siguiente: DIOS: es el que enva y el
enviado, en la dimensin de la eternidad (en la teologa tradicional se le define como el trmino a
quo de la misin), y el HOMBRE (criatura espiritual): es quien recibe al Dios enviado, en la
dimensin del tiempo (en la teologa tradicional se le define como el trmino ad quem de la
misin).
a) La eternidad de las misiones divinas: Las misiones divinas son eternas para Dios en
cuanto que Aqul que es enviado es Dios que procede de Dios. Las misiones divinas, en cuanto a
la eternidad, no son sino la identidad de Dios Trinidad, y por esta razn las salidas eternas del Hijo
y del Espritu Santo reciben tambin el nombre de procesiones eternas, trmino que sirve para
explicar las relaciones de origen entre las personas divinas: las procesiones eternas son la
generacin eterna del Hijo, y la procesin eterna del Espritu Santo.
b) La temporalidad de las misiones divinas: Las misiones son temporales para Dios en el
sentido que l, que es eterno, se hace accesible al hombre temporal, se hace don para el hombre,
quien puede disponer de Dios. En este sentido de salir de la eternidad y entrar en el tiempo, se
usa propiamente la palabra misin refirindola a Dios. En otras palabras, Dios es encontrado,
trado a la proximidad y apropiado por la criatura espiritual, que es temporal.
Bajo este aspecto, las misiones divinas tambin reciben el nombre de procesiones
temporales por el hecho de que el hombre que est en el tiempo entra en la comunin con el Dios
eterno; es decir, recibe en s la presencia de Dios, en la persona del Hijo que es para nosotros y
del Espritu que est en nosotros.
El modo de presencia divina en el hombre se llama inhabitacin. Cada misin divina, en su
caracterstica de temporalidad, tiene dos aspectos: uno visible y otro invisible. El efecto invisible es
el fruto de la misin (la inhabitacin o presencia personal de Dios en el hombre), mientras que el
visible es el signo externo, visible, que indica el inicio o la presencia de la misin y de los efectos
invisibles.
4. LAS ATRIBUCIONES
Las acciones divinas ad extra son de toda la Trinidad, y en el caso de las misiones divinas
expresan su donarse, su darse. Pero las diversas acciones conservan caractersticas que presentan las
connotaciones -por decirlo de algn modo- de cada una de las personas de la Trinidad. As tambin
en la salida hacia afuera, determinadas acciones se atribuyen a aquella persona, porque la revelan de
modo particular.
a) La creacin se atribuye al Padre
b) La redencin al Hijo
c) La santificacin al Espritu Santo
Siguiendo este esquema de las atribuciones se ha estructurado el smbolo o Credo NicenoConstantinopolitano: Creo en un solo Dios Padre creador, en un solo Seor Jesucristo, Hijo
unignito de Dios que por nosotros los hombres y por nuestra salvacin baj del cielo, y en el
Espritu Santo que es Seor y da la vida y santifica a la Iglesia.
De cualquier modo, el trmino atribucin es genrico y se refiere a todas las relaciones
entre el Creador y las criaturas, pero no se usa de modo homogneo en cuanto al tipo de relaciones:
de hecho, la creacin no implica y no revela la misin, mientras que la redencin y la santificacin
s la revelan.
Las acciones divinas ad extra y las misiones divinas
Conviene tambin aclarar una duda que se suele presentar frecuentemente. El principio del
obrar nico ad extra de toda la Trinidad parecera estar en contradiccin al menos con el hecho
de la encarnacin, porque es la segunda persona, y no la Trinidad, la que se encarna. Pero se trata de
una confusin entre accin y misin. La misin es una presencia personal, a la que siguen una
serie de acciones. Tal presencia se realiza por el hecho de que la persona es dada en don a la
criatura, y esto se refiere ms bien a un modo de ser de Dios. De hecho, decimos que el donado, el
enviado, es el Hijo Dios y el Espritu Santo Dios. La accin, en cambio, se refiere a un efecto en la
criatura, y dicho efecto ser siempre de toda la Trinidad, es decir, de Dios.
De aqu la afirmacin de santo Toms tomada de san Anselmo quien a su vez la tom de san
Agustn, que en la Trinidad todo es comn excepto las relaciones. Esta afirmacin fue utilizada
tambin por el Concilio de Florencia que la eleva al rango de magisterio; presentamos aqu las
palabras del Concilio (DS 703): Estas tres personas son un solo Dios, y no tres dioses; porque las
tres tienen una sola sustancia, una sola esencia, una sola naturaleza, una sola divinidad, una sola
inmensidad, una eternidad, y todo es uno, donde no obsta la oposicin de relacin.
Las relaciones en Dios
Respecto a la accin de generar, es decir, a la procesin de generacin, son dos: una activa
(accin) y una pasiva (pasin): paternidad (activa) - filiacin (pasiva).
Respecto a la accin de emanar, es decir, a la procesin de procesin, son dos: una activa y
una pasiva: espiracin (activa y comn al Padre y al Hijo) - procesin (pasiva).
3. LAS PERSONAS
Santo Toms para definir el concepto de persona utiliza los estudios de Ricardo de san Vctor,
quien ya haba corregido la definicin de persona de Boecio para aplicarla a Dios. Ricardo propuso
la siguiente frmula: incomunicable existencia en la naturaleza divina. En la definicin de Ricardo
se encuentran ya los elementos que santo Toms adoptar:
- Incomunicable, en lugar de individual: se refiere al elemento que indica un sujeto
- Existencia, en lugar de sustancia: en el sentido de ex-sistere. Salir, emanar como lo que es
obligado a salir de modo que se muestre. Y sale de modo incomunicable por la procedencia.
- Naturaleza divina, en lugar de naturaleza racional: santo Toms, adopta la razn de fondo
del cambio, pero prefiere el trmino genrico espiritual para evitar introducir lo definido en la
definicin.
Las personas divinas son tres: Padre, Hijo y Espritu Santo. Lo que las distingue en la
Trinidad son las relaciones subsistentes. Y ellas mismas son la esencia divina misma, pero en cuanto
que genera (Padre), en cuanto generada (Hijo) y en cuanto que procede (Espritu Santo). Una
relacin subsistente se puede definir tambin como una subsistencia que est en relacin, y de este
modo se comprende mejor el sentido de sujeto, de persona.
LAS NOCIONES
Distintivas de las personas:
Ingenerabilidad Padre
Paternidad
Padre
Filiacin
Hijo
Espiracin
Padre e Hijo
Procesin
Espritu Santo
PROPIEDADES
Constitutivas de las personas: Ingenerabilidad Padre
y paternidad
Paternidad
Padre
Filiacin
Hijo
Filiacin
Hijo
Procesin
Espritu Santo
Procesin
Espritu
Santo
figuras como san Buenaventura. Santo Toms acogi esta doctrina, pero no emplea el trmino. En la
teologa actual, este concepto est adquiriendo un nuevo esplendor.
El telogo Klaus Hemmerle, obispo de Aquisgrn, recientemente fallecido, nos refiere el
origen del trmino pericresis: originariamente, pericresis es el nombre de una danza: uno
danza alrededor de otro, el otro danza alrededor del primero, y as todo fluye de modo recproco,
uno en el otro. Y en realidad as es como fluye la vida en la dinmica del amor que Jess nos
ensea y nos concede. Este texto nos muestra la imagen de la danza; est usando una analoga. La
danza significa la unidad, y los varios danzarines que giran unos alrededor de otros en funcin de la
danza significan la multiplicidad. Esta imagen, sirve para describir el ser el uno para el otro que
se da recprocamente en la Trinidad, y tambin, en un sentido analgico, el ser la una para la otra
recproco entre la divinidad y la humanidad de Cristo (la unin hiposttica); finalmente, tambin
sirve para describir en sentido analgico nuestra existencia en Dios (nuestra comunin con l).
hacia el gnero humano. Logramos captar toda la intensidad de esta paternidad precisamente a la
luz del misterio de Cristo, es decir, a la luz de la paternidad hacia el Hijo Unignito.
En la Suma Teolgica, santo Toms dice que el nombre Padre se debe atribuir a Dios
primariamente en sentido trinitario, es decir, como un nombre que indica la persona que est en
relacin de paternidad ante la persona del Hijo. Efectivamente, al comparrsela con las otras
paternidades que podemos constatar entre las criaturas, la paternidad divina es infinitamente
superior y ms perfecta.
En la generacin divina la paternidad es ms alta y perfecta, y ms verdadera respecto a la
paternidad que vemos en las criaturas y que recibe el nombre a partir de la paternidad de Dios.
El misterio de esta generacin es el ms profundo que pueda existir, y es la realidad
primordial: el Padre, fuente y origen, da la existencia al Hijo, el cual existe en cuanto lo recibe
todo del Padre. Todo lo que es el Padre es dado al Hijo, y el Hijo subsiste en cuanto lo recibe todo
del Padre y en l permanece. Permaneciendo en la fuente, en el seno del Padre, el Hijo lo tiene
todo, tiene la vida en abundancia. Nada lo puede apartar del Padre y de su vida: ni el pecado porque
lo rechaza y ama al Padre, ni la muerte porque el Padre le da la vida que es ms fuerte que la
muerte.
El Padre, omnipotente, principio y origen
El Smbolo Niceno-Constantinopolitano comienza as: Creo en un solo Dios Padre
todopoderoso. En griego, todopoderoso se dice Pantokrtor, adjetivo que la Tradicin atribuye
tambin a Cristo (vanse, por ejemplo, las figuras de Cristo en la iconografa).
a) La reflexin sobre la omnipotencia divina nos ayudan a comprender mejor la relacin entre
la unidad de Dios y su Trinidad. En este sentido el Padre, que es llamado omnipotente, aparece
como el primer intrprete y garante de la Unidad divina, y se constituye siempre como el primero en
la trada divina. En l descansa en primer lugar y como ltima morada, toda la divinidad.
b) En cuanto principio, tanto en la Escritura como en la Tradicin, al Padre se le designa
como Aqul que genera y espira, y como Aqul que enva. Pero esta caracterstica de fontalidad no
nos debe llevar a concebirlo como extrao a la obra de la salvacin de la humanidad, como si se
extraara dejando a otros la tarea, al enviar al Hijo y al Espritu Santo. El sentido del envo no tiene
que ser interpretado como lejana. La relacin de compromiso profundo con la historia y la
salvacin es ciertamente y ante todo suyo. La dimensin de infinita trascendencia, acentuada en el
Padre por el hecho que el origen y el principio en Dios es el Creador (y por tanto el aspecto divino
se subraya fuertemente), no nos debe inducir al error de pensarlo como lejano y desinteresado
directamente en la salvacin. Sabemos que las acciones ad extra son trinitarias. El Padre es Aqul
que conserva desde siempre el plan de la salvacin en su misterio, y que lo lleva a cabo enviando al
Hijo y al Espritu Santo. La unidad entre el Padre y el Hijo se manifiesta todava ms, si cabe, en la
misin del Hijo.
c) En cuanto origen y principio, al Padre se le llama tambin ingnito, no generado,
aghnnetos (en griego). Pero no hay que confundir este concepto con el de aseitas, autousa (en
griego), que es la completa autonoma de Dios respecto de la creacin, concepto que adems se
refiere a la esencia divina y que no es aplicable al Padre, quien es principio respecto a los dems,
pero no solo. Dios en su esencia es sin principio, por s solo, perfecto, todo el ser, no viene de nada
y de nada tiene necesidad fuera de s.
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TEMA 7 INTERPRETACIN TEOLGICA DE LA FILIACIN DIVINA DE
JESUCRISTO
1. La divinidad del Hijo
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En el tratado sobre Dios Trino, la reflexin teolgica debe cumplir la tarea de presentar el
misterio de Jesucristo como Hijo Unignito de Dios, como Aqul que ha nacido de la Virgen Mara,
y es Hijo de Dios desde toda la eternidad, Dios como el Padre, enviado a los hombres en el mundo
despus de asumir la naturaleza humana en el seno de Mara. Compete a la Cristologa presentar el
misterio de la asuncin de la naturaleza humana que hizo el Hijo eterno del Padre, y toca a la
Soteriologa profundizar en el misterio de su misin de Mediador nico y Salvador de toda la
humanidad.
2. Los signos de la Filiacin divina
En el Nuevo Testamento se encuentra claramente expresada la condicin de Filiacin divina
de Cristo, con todas las caractersticas propias: Filiacin intra-divina, eterna, divinidad como la del
Padre.
Los evangelistas Mateo y Lucas hacen un esfuerzo por presentar el milagro de la concepcin
y del nacimiento de Jesucristo, del seno de la Virgen Mara, precisamente para indicar que quien
viene al mundo es el Hijo eterno del Padre. San Juan Evangelista va ms all y busca expresar de
algn modo tambin su generacin eterna. La expresa no como un acto, sino como un estado, una
condicin. No hay un tiempo en el que se haya verificado, ni ha habido un momento en el que el
Hijo no estuviera junto con el Padre. Incluso los padecimientos que los hombres le infligieron, y en
especial el procurarle la muerte, no pueden sino contribuir a iluminar su verdadera identidad del
Hijo de Dios: Cuando levantis en alto al Hijo del hombre, entonces conoceris que yo soy, y no
hago nada de m mismo, sino que segn me ense el Padre, as hablo. Pero de manera especial el
evento de la resurreccin manifiesta la Filiacin divina, su identidad de Hijo, de Aqul que recibe
toda la vida del Padre y que por tanto no puede permanecer prisionero de la muerte cuando permite
que lo sumerjan en ella.
Por lo tanto, la resurreccin de entre los muertos manifiesta con toda claridad la Filiacin
divina, una identidad que ya se poda percibir en las acciones y en las palabras, pero que ahora se
aprecia con total claridad. Tambin en el caso de la resurreccin, los ojos que pueden percibirla, los
ojos que se abren al misterio de Dios en su Filiacin, no son sino los ojos de quienes han recibido la
fe. Finalmente podemos considerar con san Juan el signo por excelencia de la Filiacin divina: la
gloria. sta es la plenitud de la divinidad que se manifiesta. En el Hijo resplandece la gloria de
Dios; el Hijo la recibe del Padre y la manifiesta. La gloria de Dios est ligada al Hijo, se concentra
en el Hijo y proviene del Padre.
TEMA 8 TEOLOGA DEL ESPRITU SANTO
Al Espritu Santo no se le identifica con una forma personal clara, y por esta razn carece de
nombre propio en cuanto que su nombre es comn a Dios como esencia divina, y a cada una de las
personas: en efecto, al considerar a Dios tanto en su unidad como en cuanto a las personas divinas,
podemos atribuirles el nombre de espritu y referirles el adjetivo santo.
Para caracterizar al Espritu Santo conviene presentar algunas imgenes de las que se sirve la
Escritura: El soplo (aire, viento), el agua, el fuego (lenguas de fuego), la Sabidura, la paloma, el
leo (uncin, crisma), el dedo de Dios, el sello, Don, Amor, Paz
La influencia de san Agustn sobre la teologa occidental en materia del Espritu Santo es
indudable y fuerte. Al intentar aclarar la procesin del Espritu Santo, san Agustn lo presenta como
amor y como don. La imagen que usa es la de un amor entre dos seres donde tiene lugar la fruicin.
Dice que el Espritu Santo es un don dado a las criaturas, porque es enviado por el Padre y por
Cristo, el Hijo. Y afirma que el don es sobre todo el Amor, la caridad. Todos los dems dones estn
contenidos en el primero. Esta es la razn por la que el Espritu es Amor. Y no es inferior ni al Padre
ni al Hijo por el hecho de ser dado. Afirma que el Espritu Santo procede del Padre y del Hijo. De
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no ser as, el Espritu no se distinguira del Hijo. Pero dice tambin que procede principalmente del
Padre.
Santo Toms afirma sobre la procesin del Espritu Santo que el Padre y el Hijo son un
nico principio del Espritu Santo. Este enunciado ha sido asumido en las frmulas oficiales del
Magisterio en la expresin del Filioque. El Espritu Santo procede del Padre y del Hijo, queriendo
decir que hay un nico principio de espiracin y no dos principios.
Cuando decimos principio, segn santo Toms, debemos entender este trmino en sentido
genrico, como un sustantivo, y no considerarlo como una propiedad del Padre y del Hijo, sino
como una propiedad de la nica esencia divina que tanto el Padre como el Hijo expresan, porque se
oponen en relacin a la persona del Espritu Santo. El principio de espiracin reside en la nica
esencia y se expresa a travs de las personas del Padre y del Hijo. Compete a ellas, pero en virtud de
la nica esencia divina.
Considerando la espiracin desde el punto de vista de las personas, es decir, de los sujetos en
Dios, santo Toms se pregunta si se puede decir que el Espritu Santo procede del Padre pormediante el Hijo. De este modo se quiere buscar la justificacin de la frmula griega di huiou.
Santo Toms responde afirmativamente y lo explica del siguiente modo. Considerando principio
como propiedad distintiva del Padre, es decir, como origen de toda la Trinidad, debemos decir que
la espiracin es ante todo del Padre quien, generando al Hijo, le transmite, junto con la divinidad,
tambin la propiedad de espirar al Espritu Santo. En este sentido se puede decir que el Padre espira
al Espritu por el Hijo, queriendo indicar que el Hijo lo espira en virtud de lo que ha recibido del
Padre.
EL PROBLEMA DEL FILIOQUE
El texto del documento del Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos, requerido por
el Santo Padre para ayudar a la clarificacin de la doctrina tradicional del Filioque, presente en la
versin litrgica del Credo latino, y titulado Las tradiciones griega y latina respecto de la
procesin del Espritu Santo, publicado el 13 de septiembre de 1995, pretende sacar a la luz la
plena armona de tal doctrina con lo que el Concilio de Constantinopla del 381 confiesa en su
smbolo: el Padre como fuente de toda la Trinidad, origen nico tanto del hijo como del Espritu
Santo. El fin del documento, marcadamente ecumnico, pretende ser el de favorecer la unin de la
Iglesia latina y las iglesias ortodoxas.
Se desarrollan en l cuatro puntos. El primero es la afirmacin de la existencia de una
tradicin comn, fundada sobre el Concilio ecumnico de Constantinopla, que toma el texto de san
Juan que afirma que el Espritu procede el Padre (Jn 15, 26). Se reafirma la monarqua del Padre,
fuente y principio de la Trinidad, y se puntualizan los trminos usados para expresar la procesin,
aclarando tambin que el Oriente no niega una relacin con el Hijo en la procesin del Espritu
Santo. El segundo punto es la exposicin de la doctrina del Filioque, recorriendo las diversas etapas
histricas que han llevado a la introduccin de esta frmula en la expresin litrgica del Credo
latino. Se precisa que tambin en Oriente el contenido de esta doctrina tiene una fuerte resonancia
en la doctrina de los Padres, especialmente de los alejandrinos. El magisterio, adems, ha
intervenido para garantizar la correcta interpretacin del Filioque y evitar errores, especialmente en
dos Concilios, el Lateranense IV (1215) y el de Lin (1274). Este punto se concluye con la
afirmacin de que la frmula del Filioque interpretada correctamente no quiere eliminar, sino
subrayar la procedencia divina y garantizar la jerarqua y el orden. El tercer punto desarrolla la
comn tradicin que considera al Espritu Santo como amor. El cuarto, finalmente, analiza la
tradicin comn que contempla al Espritu Santo como don. Las dos tradiciones, la oriental y la
occidental, se complementan y se enriquecen mutuamente.
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La doctrina del Filioque debe ser comprendida y presentada por la Iglesia catlica de tal
manera que no pueda parecer que contradice la monarqua del Padre, ni el hecho que el es el nico
origen (arch, aita) de la ekpreusis del Espritu. En efecto, el Filioque se sita en un
contexto teolgico y lingstico diferente del de la afirmacin de la sola monarqua del Padre, nico
origen del Hijo y del Espritu. Contra el arrianismo todava virulento en Occidente, el Filioque era
destinado a poner de relieve el hecho de que el Espritu Santo es de la misma naturaleza divina que
el Hijo sin discutir la nica monarqua del Padre.
MONARQUIANISMO
Concibe
un
monotesmo rgido, de
tipo hebreo,
No
admite
la
existencia real de las
personas en Dios.
Reduce al Hijo y al
Espritu
Santo
a
fuerzas divinas
Propone la existencia
de un solo principio y
de un nico gobierno.
DINMICO
Hay un nico Dios,
siendo el Hijo y el
Espritu
Santo
fuerzas divinas que
emanan de l.
MODALISTA
Defendi
la
unicidad de Dios
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excluyendo
las b) Prxeas
personas
Acta en Roma, donde junta a sus secuaces
subsistentes.
hacia mitades del segundo siglo.
Considera un nico
Condenado por el Papa Eleuterio (176-193).
Dios que adopta tres
modos o aspectos c) Sabelio (primera mitad del s. III)
diversos
para Considera que Dios es una mnada con tres
modos o mscaras.
presentarse a los
d) Los Priscilianos
hombres.
Constituyen una rama del sabelianismo.
SUBORDINACIONISMO
El Verbo no es simplemente una
fuerza -como decan los
monarquianos- sino que es
alguien, si bien inferior a Dios
y que no es Dios. Y del mismo
modo, el Espritu Santo es un
espritu anglico inferior a Dios.
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distintas, el
Padre, el Hijo
y el Espritu
Santo.
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