Felippa
Felippa
Felippa
U
Córdoba a fines de los
años ‘30, la desapari- “Quiero volver
ción de una niña de 9 a casa”,, por
años: Martita Stutz. Jorge Felippa, El
Jorge Felippa volvió Emporio Edicio-
sobre el tema y cam- nes, Córdoba,
bió las páginas ama- 2005. 280 pági-
rillas de los diarios de la época por las blan- nas.
cas de una novela actual. Mañana a las 19
en el Centro Comercial de General Paz 79
y con la presencia del escritor Fernando
López, Felippa presentará el libro en cues-
tión, titulado Quiero volver a casa, por
el que obtuvo una mención en el Concur-
so Provincial de Novela Daniel Moyano.
El texto recrea los sucesos alrededor
del secuestro y la desaparición de Marti- –¿Por qué cree usted que el caso
ta Stutz en 1938, un caso que impactó a la Stutz fue una contingencia profética?
sociedad cordobesa de entonces y que –El caso Martita Stutz fue un hecho que
–según intenta demostrarlo la novela de de alguna manera estaba marcando cómo
Felippa– continúa presente en la memo- quienes están a cargo del Estado contri-
ria de la ciudad. Antes de la presentación, buyen para consagrar la impunidad, que
el autor pasó por LA VOZ DEL INTERIOR fue lo que ocurrió en la Argentina de los
y habló de impunidad, de desapariciones años ‘70. Que habiendo tantos elementos
y de memoria, sobre un hecho profético a favor de la dilucidación del caso en ma-
en la historia del país. nos de la justicia, aun así se haya consa-
–¿Cómo y cuándo surge la idea de grado al impunidad dejó la sensación de
novelar el caso Martita Stutz? que la justicia de los hombres era impo-
–Esta es una idea que se remonta a mi tente para resolverlo. El estado fue impo-
infancia. En casa, desde niño, dos acon- tente, pero porque encubría intereses
tecimientos siempre fueron motivo de con- económicos, políticos, sociales, en la Cór-
versaciones familiares: el secuestro y de- doba de los años 30. En ese sentido, me sir-
saparición de Martita Stutz y la tragedia vió el texto de Caterva, de Juan Filloy, re-
de plaza de Mercedes. Luego con el correr tratando la ciudad, que incluí en mi no-
del tiempo fui notando cómo perduraba vela. El caso Martita Stutz dividió aguas
en la memoria de la gente el nombre de en esa Córdoba que describe Filloy, la ma-
Martita Stutz. Y sa anónima de la población quedó anona-
me preguntaba: dada ante la injusticia, ante la impunidad,
¿por qué este he- PRESENTACIÓN y sin embargo los sectores más cercanos
cho conmocionó al poder salvaron su investidura. La Cór-
tanto a la gene- Mañana a las 19, en doba aldeana y familiar sufría un quiebre.
ración de mis el Centro Comercial Y por eso yo creo que constituye un hecho
mayores? Es la (General. Paz 79), profético y paradigmático que ha perdu-
generación que Quiero volver a casa rado en la memoria de los cordobeses.
hoy tiene más o será presentado por
menos la edad su autor, Jorge Felip- Desapariciones
que tendría pa, y el escritor Fer- –Hay en la novela un uso especial de
Martita Stutz. El nando López. las palabras “secuestro y desaparición”
motor de todo que pone el foco sobre un aspecto que
esto fue la pre- FIGURA INCOMPLETA. Jorge Felippa dice que el caso Stutz es un rompecabezas. aparece importante para la historia de
gunta sobre por Córdoba, la desaparición de personas…
qué algunos hechos permanecen en la me- –La historia de Córdoba está marcada
moria y otros no. De dos sucesos aislados,
comienzo a investigar y me doy con que Periodismo y ficción por la desaparición, empezando por la de
su propio fundador. El cuerpo de Jeróni-
uno está en los comienzos del gobierno de mo Luis de Cabrera desapareció y yo creo
Amadeo Sabattini y el otro en el medio, –Usted cita en la novela crónicas vención del profesor Bischoff, que di- que es un hecho que ha marcado la histo-
casi al final. Entonces aquello que era un periodísticas de diarios de la época ce que LA VOZ DEL INTERIOR defendía ria de Córdoba. Acá el cuerpo de una niña
drama policial familiar adquiría otras con- en función de denunciar mecanis- al gobierno de Sabattini, el Córdoba de nueve años desapareció, y se necesita-
notaciones. mos de ocultamiento y distorsión lo criticaba y Los Principios jugaba ron muchas manos para encubrir tanto
–¿Cuánto tiempo le llevó escribir la de la verdad. ¿“Quiero volver a ca- ahí al medio, queda bien claro qué in- crimen. No es solamente la desaparición,
novela? sa” dice básicamente que todo pe- tereses representaba cada medio y que- tuvieron que participar innumerable can-
–Empecé a investigar el caso en el año riodismo es ficción? da claro que entonces sí, el periodis- tidad de personas para que esto ocurriera,
‘97. En general me costó muchísimo tra- –Yo creo que se pude llegar a pen- mo es ficción, en tanto y en cuanto no no es un loco suelto que secuestró una niña
bajo reunir todos los elementos. Comencé sar en desbaratar aquel concepto de puede contar objetivamente los hechos y la hizo desaparecer. Intervinieron de-
a trabajar sobre la idea de un laberinto, que el periodismo tiene que contar las y se aproxima sólo a una de las tantas masiadas personas para que este crimen
porque esa era la sensación: uno entraba cosas con total objetividad. Ese con- versiones que puede esgrimir cual- quedara impune. La hicieron desaparecer
y no salía más de ahí. Hasta que encuen- cepto sí es pura ficción. A partir de ahí quier novelista. Y eso es lo que yo he porque de esa manera la justicia no pue-
tro la cita de Antonio de la Rúa que está uno puede leer en los diferentes textos hecho: juntar las diferentes versiones de comprobar nada, no puede actuar, que-
como acápite al comienzo de la novela, distintas versiones del caso que se iban y sumar una más. El narrador de la no- da inerme. Yo creo que eso es central y des-
donde él plantea la figura de un puzzle, un dando en función de los intereses que vela lo que hace es reconstruir de otra graciadamente 40 años después la dicta-
puzzle gigantesco con piezas de diferen- representaban cada uno de esos dia- forma, 70 y tantos años después, ese dura ha dejado ese tajo en la conciencia y
tes tamaño, y que acaso algunas se per- rios. Al final del libro, con la inter- rompecabezas. en la memoria, que va a permanecer por
dieron irremediablemente. Ahí dije “esto numerosas generaciones en los argenti-
no es un laberinto, esto es un rompecabe- nos. Las consecuencias trágicas van a se-
zas, un puzzle”. Y eso me definió la es- contra oficiales frente a las cuales el portancia porque empieza a ser gente con guir repercutiendo en cada uno de noso-
tructura de la novela. Un puzzle enorme narrador asume una posición crítica. poder político, judicial, económico, la que tros. Y el caso de Martita Stutz en ese sen-
compuesto por diferentes escenas y don- ¿Cree que a 60 años del hecho su no- aparece en la voz popular como sospechosa tido sigue movilizando a la gente, porque
de el Estado a través de diferentes repre- vela es al menos una manera de justi- del crimen. Entonces es como cuando uno a lo largo de innumerables testimonios que
sentantes en distintos momentos, sustra- cia? tira una piedra en un estanque, se van he recogido durante estos años, me siguen
jo los rostros de los principales implica- –No la considero como una forma de abriendo ondas expansivas que cada vez diciendo cómo está presente. Si no hubie-
dos. En esas piezas que se han perdido, hacer justicia, pero de hecho en el caso tocan a más personajes. Pero yo a esto no ra desaparecido, si hubieran hallado su
quizá definitivamente, ahí se introduce el Martita Stutz se consagró la impunidad. lo tomo como una forma de hacer justicia, cuerpo en algún lado, yo creo que no hu-
narrador para dar su posible versión de Cuando uno va penetrando y juntando to- ya la ley dictó su veredicto. Uno juega con biera perdurado de esta manera su histo-
los hechos. dos los elementos que se pusieron en jue- las distintas versiones de los hechos y los ria en la memoria de la gente de Córdoba.
go, el hecho policial se transforma en asun- va contraponiendo entre sí para que se El hecho de la desaparición tiene una car-
Versiones to de estado. La desaparición de una niña, vea los que tienen de contradictorios y pa- ga muy fuerte para los seres humanos, no
–La novela cita documentos de la épo- quizá en virtud de quienes lo empezaron radójicos y que el lector vaya sacando sus clausura el caso y éste permanece como
ca, versiones periodísticas oficiales y a protagonizar, va adquiriendo mayor im- propias conclusiones. una llaga abierta.