Estrategias Políticas y Económicas de Las Etnias Locales Del Valle Del Chillón
Estrategias Políticas y Económicas de Las Etnias Locales Del Valle Del Chillón
Estrategias Políticas y Económicas de Las Etnias Locales Del Valle Del Chillón
Tom D. Dillehay
INTRODUCCION
Este reporte describe un estudio sobre la documentacin histrica correspondiente al perodo Prehispnico Tardo, respecto a las relaciones multitnicas entre los diferentes grupos asentados en el Valle del Chilln, situado
en la parte central de la costa del Per . En el anlisis de una serie de documentos judiciales vinculados a un reclamo de tierras en el mencionado valle,
Mara Rostworowski de Diez Canseco .(1970, 1973, 1974, 1978) y John V.
Murra (1972) han elaborado, respectivamente, valiosas hiptesis relativas a
las caractersticas poblacionales y a la organizacin poltica y econmica de
los grupos asentados en el valle en el perodo previo y durante la conquista
incaica . Particularmente interesante es el intento de Murra de adaptar su modelo de ''verticalidad econmica" a las condiciones del rea. Sin embargo,
aunque la informacin etnohistrica proporciona una serie de aspectos que
no podran obtenerse mediante investigacin arqueolgica, ese tipo de cJ.pcumentacin con frecuencia no es comprobable. Tal como lo han sealado
Rostworowski y Murra, lo mismo que otros autores, el trabajo con documentos escritos requiere de una labor de verificacin que slo puede ser proporcionada por la investigacin arqueolgica .
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Artculos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
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gran escala, se sabe poco acerca de las poblaciones locales de pequea escala
no centralizadas, los tipos de incentivos para la interaccin y las formas especficas de relaciones polticas, econmicas y ecolgicas entre ellas. Consecuentemente , tampoco es bien comprendido el curso de su desarrollo histrico y evolutivo en un nivel local.
El propsito especfico de este art.culo es analizar la dinmica de las relaciones entre grupos de pequea escala y las implicaciones de estas relaciones para nuestra comprensin de la prehistoria tarda de los Andes Centrales
y del registro arqueolgico generado por ellas. Presentar una sntesis generalizada de datos e interpretaciones de las variantes costeas y serranas del
Valle del Chilln en Per central (Fig. 1), en un intento por descubrir una
alternativa andina a la sociedad centralizada estatista durante el perodo prehispnico tardo . Las unidades analticas son grupos tnicos adscritos etnohistricamente y reconstruidos arqueolgicamente, ubicados en centros poblados de pequeos seoros esparcidos en forma contigua a travs de la planicie costea, el fondo y laderas del valle intermedio y las montaas adyacentes. El principal lapso de tiempo en consideracin es 1.200 a 1.500 d . de
C. (Dillehay 1976).
Para comprender la organizacin no centralizada de la poblacin de
todo el valle es necesario examinar la relacin entre competencia y cooperacin entre grupos tnicos para el acceso a recursos humanos y naturales limitados y diferenciados espacialmente y cmo estas relaciones influyen en las
distintas estrategias polticas y econmicas de cada grupo, Tratar de describir los tipos de estrategias complementarias que fueron relevantes para los
diferentes grupos costeos y serranos a medi<;la que intentaban obtener acceso y control de los recursos de otros grupos y de diversas zonas ecolgicas.
Por otro lado, har referencia a los grupos tnicos que eran ms mviles en
sus esfuerzos estratgicos y mostrar por qu los serranos demostraron mayor movilidad espacial en sus esfuerzos por adquirir recursos. Adems, discutir los tipos de estrategias disponibles y atractivas para los grupos, las implicaciones organizativas de las elecciones de diferentes estrategias y la direccin geogrfica en que se utilizaron a travs del paisaje social y natural. Me
interesa tambin explicar por qu no ocurri en el valle la centralizacin poltica y econmica y cules son las implicaciones de este estudio para la investigacin arqueolgica en los Andes Centrales.
oados diferentes tipos de estrategias de recursos, podramos esperar diferentes tipos de patrones arqueolgicos y sitios, resultantes de organizaciones econmicas y sociales distintas. Asumiendo esto , la comprensin de los
factores conductuales tnicos qu e condicionaron las diferentes estrategias de
acceso y control de los recursos , permite la identificacin de patrones arqueolgicos diversos en distintos sitios tnicos y, en consecuencia, de sus roles como componentes del sistema de asentamiento de todo el valle; a su vez,
esto nos permite diferenciar y caracterizar varios principios y estrategias de
organizacin. Por lo tanto, este artculo es tambin una bsqueda de una
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comprens1on mayor, en trminos organizativos. de una poblacin andina local y de cmo estaba diferenciada internamente con respecto a los principios
de organizacin social y econmica y de autonoma tnica. Por autonoma
tnica entiendo la capacidad poltica y econmica de un grupo para utilizar
diversas estrategias competitivas y /o de mutua ayuda para la obtencin de
recursos que asegurasen su subsistencia.
Este artculo proceder de la siguiente forma. En primer lugar, presentar brevemente una discusin bsica sobre los patrones prehispnicos amplios d~ interaccin cultural en el valle antes del perodo que nos ocupa .
Luego 'resumir los tipos de datos etnohistricos. y arqueolgicos analizados
aqu y la contribucin de cada una de estas disciplinas al estudio. En seguida
me dedicar a describir an ms brevemente el acceso desigual de los grupos
a las zonas de alta y baja productividad de recursos en el valle y a algunas
consideraciones sobre economa y ecologa en los contextos coste fo y serrano . Despus presentar los tipos detectados de estrategias de adquisicin de
recursos utilizados por diferentes grupos, de acuerdo a las oportunidades en
el panorama social y natural. Ms adelante habr un examen de cmo influyeron estas estrategias en la organizacin poi tica y econmica del valle desde
alrededor del 1,200 hasta el 1.500 d.de C. Finalmente. concluir con algunas
observaciones acerca de la significacin de estos datos para nuestra comprensin de las sociedades andinas prehispnicas y de los tipos de patrones de interaccin de grupos mltiples que explican algunas de las caractersticas ms
sobresalientes observadas en el registro arqueolgico de las laderas y valles
andinos occidentales.
ANTECEDENTES PREHISTOR/COS
Se requiere de una discusin ms detallada y mucho ms investigacin
para documentar y comprender los cambios y desarrollo de los acontecimientos que condujeron a las condiciones que trataremos de analizar a lo largo de
este estudio. No obstante, una breve consideracin de lo que se sabe actualmente acerca del locus cambiante de concentracin poblacional y las presuntas sedes de poder sociopoltico y econmico centralizado en el valle desde
alrededor del 2,000 a.de C. , nos ayudar a resolver en parte dicha limitacin.
Comenzando en el Perodo Inicial Intermedio (hacia el 2,000 a.de C.),
parece haber algunas relaciones entre el cambio gradual valle arriba de los
centros de poder poltico y econmico y el contacto creciente con grupos
montaeses. Lanning (1967: 99-103) ha sugerido que la gradiente de estos
centros se expandi gradualh1ente valle arriba debido a la expansin poblacional. que demand el uso de todas las hectreas cultivables. La nucleacin
de poblacin y poder culmin en el valle intermedio en algn tiempo durante
los perodos Intermedio Temprano Tardo u Horizonte Medio Temprano
(hacia el 200 - 500 d.de C.). Esto se manifiesta en la expansin valle arriba
en sucesin temporal de centros sociopolticos tales como Chuquitanta. cer-
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Artculos, Notas y D o c u m e n t o - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
ca de la costa; Garagay, en el terreno aluvial del valle inferior, y los asentamientos Maranga posteriores del valle inferior e intermedio desde alrededor
del 2,000 a.de C. hasta 200 - 500 d.de C. Nuestro conocimiento actual
muestra que la cultura Maranga (en torno al 200 - 600 d.de C.) fue la ltima
fuerza de unificacin poltica en el valle hasta la llegada de los incas. Por razones todava no totalmente comprendidas, alrededor del 200 - 500 d .de C.
comenz un patrn de contacto cultural interregional ms intenso y ocurri
en los nodos geogrficos de mayor acceso a lo largo de las arterias primarias
-las quebradas laterales (pasos montaoso~ aluviales)- de comunicacin y
transporte entre el valle intermedio y diversos grupos serranos del Valle del
Chilln superior y las tierras ms altas de la puna de Junn (pastizales cordilleranos).
Encontramos una posible pista para reconstruir la dinmica cultural de
este ltimo perodo en el trabajo de Browman en el rea de puna. El ha propuesto que hacia el 400 - 500 d;de C. el pastoreo de llamas en la regin de
Junn haba alcanzado su capacidad lmite, lo que dio como resultado un
cambio econmico alternativo a ''agricultura primaria con ganadera secundaria'' (Browman 1976: 465-477). Considera la presin poblacional en la regin como el principal factor causante del cambio. Los pastores no utilizaron
el "fisionamiento de grupo" como otro medio posible de reducir esta presin,
puesto que localmente no haba "reas subutilizadas para ser explotadas por
nuevos grupos". Sin embargo, los grupos con base en Junn podran haber
emigrado al otro lado de la puna hasta las laderas occidentales de los Andes
Centrales. Es probable que fuesen estos mismos pastores de llamas de Junn
quienes se trasladaron tambin a las quebradas entre los valles en cierto perodo alrededor del 200 - 500 d.de C.
Desde la perspectiva de los niveles de desarrollo social y cultural, puede
determinarse a partir del registro arqueolgico que desde alrededor del 600
d.de C. hasta la poca de la conquista incaica, la poblacin Yungas del valle
inferior e intermedio era una sociedad agrcola urbanizada con aldeas y pueblos pequeos y dispersos.
A pesar de todo esto, la atencin de los investigadores se ha centrado en
el anlisis y excavacin de los centros ceremoniales y urbanos de mayor importancia a todo lo largo de la costa y sierra de la regin de los Andes Centrales. Esta concentracin, sin embargo, ha hecho muy difcil el tratamiento de
un conjunto de problemas relativos a los asentamientos locales y a sus relaciones econmicas y sociales. Esta limitacin se refleja en la imposibilidad
que tenemos los investigadores de construir cuadros sincrnicos y diacrnicos de lo que fue la evolucin de los patrones de subsistencia, el desarrollo de
las pbblaciones y los cambios en la organizacin social. Tambin se refleja en
la ausencia de modelos adecuados para el entendimiento de los mecanismos y
procesos asociados a las interacciones establecidas entre los seoros locales
ubicados en una escala regional frecuentemente al margen de la organizacin
estatal.
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Al parecer, la concepcin de muchos arquelogos es que el estudio intensivo de asentamientos de mayores dimensiones proporciona una muestra
representativa del conjunto total de manifestaciones de un determinado grupo cultural. La presuncin es que el grupo mayor ilustra la estructura del
conjunto. Sin embargo, la evidencia disponible no posibilita la confirmacin
de esta hiptesis y probablemente no se conseguir esto hasta no realizar
investigaciones a un nivel micro, donde se analicen las condiciones de los grupos locales, para despus compararlas con las de los grupos mayores. Es en
este sentido que concebimos el presente estudio.
ETNOHISTORIA Y ARQUEOLOG/A
Los datos etnohistricos respecto del patrn de interaccin costeo-serrano en el Valle del Chilln han sido discutidos previamente por Rostworowski (1970, 1973) y Murra (1972). La fuente primaria de la cual estos
estudiosos y yo hemos obtenido informacin es un extenso documento, conocido como "Probanza de Canta" (1550 y 15 59), que detalla un litigio espaol respecto de derechos prehispnicos de propiedad sobre campos de
coca en el sector medio del valle en el territorio del grupo tnico Quivi(2).
No slo se presentan testimonios de miembros de varios grupos costeos y
serranos involucrados localmente, sino tambin de individuos de grupos tnicos del exterior del valle, que en una u otra poca tambin tuvieron acceso a
este territorio antes o durante el perodo de los incas. La mayora de las declaraciones utilizadas en este estudio se refieren a las condiciones existentes
en el valle antes de la conquista incaica.
Especficamente, el registro etnohistrico ha proporcionado informacin relevante para: 1) la identificacin de los principales grupos costeos y
serranos; 2) su ubicacin geogrfica y de asentamiento especficas, incluyendo marcadores de lmites y murallas; 3) los tipos de relaciones econmicas y
polticas entre dichos grupos; y 4) la profundidad genealgica temporal de
estas relaciones. Es necesario sealar que hay desigualdad de datos sobre los
grupos en el documento. Por ejemplo, se sabe ms sobre el patrn de interaccin geogrfica entr~ tierras bajas - tierras altas que sobre las relaciones especficas entre todos los diferentes grupos miembros en el valle, principalmente debido a que el litigio se centraliz sobre el conflicto que abarc todo
el valle acerca de las tierras Quivi.
Desafortunadamente, no puede darse una fecha ms precisa para este
estudio. Se sabe que los tipos de relaciones tnicas descritos en la etnohistoria estaban ocurriendo mucho antes de que los incas se introdujeran en el
valle. El anlisis de la sucesin genealgica de seores tnicos en el valle intermedio sugiere que estas relaciones comenzaron por lo menos 200 - 300 aos
antes del dominio incaico .
El acercamiento arqueolgico ha sido ilustrativo con respecto a: 1) una
definicin ms precisa de la ubicacin de asentamientos, el tipo de cultura
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Estrategias pollticas
Habra que sealar que la definicin de variedades tnicas regionales tales como serrana y costea no constituye slo una unidad analtica para medir la distribucin tmporo-espacial de rasgos arqueolgicos en el valle(6) .
Tanto el registro etnohistrico como la investigacin arqueolgica revelan
que son tambin distinciones sociales y culturales reales , que fueron adscritas
por los residentes locales tanto prehispnicos como contemporneos. Por supuesto. la identidad de las diferentes variedades y grupos tnicos implica mucho ms que la mera definicin de rasgos culturales y lmites territoriales ; incluye tambin adscripcin en trminos de los tipos particulares de alianzas y
estrategias que estableci un grupo mientras participaba en la economa y
poltica de los diversos asentamientos tnicos y ecolgicos del valle .
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Aunque el registro escrito documenta las relaciones y los contextos poltico, econmico y geogrfico entre estos dos grupos, no hay informacin
clara para explicar por qu el seor Quivi daba tributo al seor Colli. Los testimonios podran interpretarse de tal manera que la explicacin de la presencia de los Colli y los Canta en las tierras Quivi sera la amenaza ' el ejercicio
directo de conflicto armado sobre los campos de coca, tanto cno la colonizacin vertical.
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pos del valle intermedio, los Macas, Sapan, Guancayo y Huarabi, tenan simultneamente parcelas de tierra en el dominio Quivi, antes de la llegada de
los incas. Estos grupos residan en asentamientos urbanos y posean extensos
terrenos en el valle. Como los Quivi, sus sefiores eran "seiiores .de por si",
que tambin eran polticamente autnomos y no estaban bajo la jurisdiccin
del sefior Colli (Rostworowski 1978). La presencia de otros grupos en el rea
puede sugerir, asimismo, que los Colli ejercan control poltico y econmico
externo slo sobre ciertos campos de coca en el rea Quivi, ms probablemente sobre los ubicados cerca de Huar Huar.
Aunque se rechaza el caso Colli como un ejemplo de verticalidad, la colonizacin fue practicada por otros grupos en el valle. La evidencia arqueolgica de las laderas de la sierra y las tierras intervalles revela colonizacin de la
forma archipilago por parte de grupos serranos: los Socos del rea Puruchuco entre los valles Chancay y del Chilln (Fig. 1: Zonas 3 y 4) y los Chacalla
del rea Chacalla-Jicamarca entre los valles del Chilln y Rmac (Fig. 1: Zona
3 ). Tres sitios tnico-arqueolgicos en el valle intermedio, tluachoc, Huaycoloro y Huancayo Alto, documentan una economa archipilago (Dillehay
1976: 384-388 y 377-382; 1979).
Huachoc es un sitio pequefio que se encuentra en la planicie herbosa, en
la marca de 1,250 mts. de altura (Fig. 1 : Zona 3 ), aproximadamente a medio
camino entre los valles de Chane.ay y del Chilln. El sitio est conectado por
senderos entre los valles, con asentamientos ubicados en la sierra de Puruchuco al este y en los pisos de los dos valles al norte y sur. El estilo y trazado de
las estructuras arquitectnicas son como los encontrados en sitios del rea
Puruchuco. Los tipos ms abundantes de arcilla de superficie y bordes encontrados en el sitio Huachoc son tpicos de los sitios de la sierra de Puruchuco. Tambin se han encontrado en Huachoc unos pocos tiestos de superficie provenientes de sitios en las variantes intermedias de los valles de
Chancay y del Chilln. Adems, se recuperaron de la superficie del sitio fragmentos de textiles serranos. Se han encontrado, asimismo, tiestos tipo Huachoc, pero con escasa frecuencia, en Huarabi, Macas, Quivi y Huancayo Alto,
todos sitios del valle del Chilln intermedio, aunque en ellos no hay estructuras arquitectnicas de la variedad Puruchuco. El conjunto de datos cermicos, textiles y arquitectnicos y la ubicacin del asentamiento de Huachoc
sugieren que el sitio fue construido y ocupado por serranos Socos del rea
Puruchuco al este. Aunque los datos no son concluyentes, se cree que el sitio
Huachoc representa una colonizacin serrana archipilago de tierras desocupadas.
Volviendo al sitio Huaycoloro, es un asentamiento grande y apartado,
que se ubica en una planicie extensa y herbosa en el extremo superior de la
Quebrada Huaycoloro, un cafin lateral entre los valles del Chilln y Rimac
en la lnea de los 1,200 mts. Las caractersticas principales del sitio son: parcelas agrcolas cercadas; corrales con murallas de piedra; varias zonas residenciales diferentes, incluyendo viviendas de lite aisladas; y canales de irriga-
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Comer~io e i~ter~ambio
La mejor evidencia de redes de comercio-intercambio se encuentra en la
documentacin etnohistrica, que informa sobre el transporte ae bienes entre diferentes grupos serranos y yungas(l 2). Desafortunadamente, se hace
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'
ESTRATEGIAS COERCITIVAS .
Divisin .de l(,I tierf!I y alianza poltica
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En este pasaje puede apre~!ar~e que tnto los.'Colli cbmo los Canta tenan control simultneo de diferentes campos de. coca .<m el rei:i Quivi. Sin
embargo, a partir del registro etnoh!s~rico: es imposibl'e det~rmina.r si}estos
dos grupos controlaban todo el donumo o solo p.arcelas especificas.
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Un testimonio que se refiere al uso inultietnico de estos. campos duran~
te el perodo espaol temprano es el de .Rdrig; un .es.clavo espa.ol, quien
declara:
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"yendo a las dichas tierras poco despues que mataron al marques don
Francisco Pizarro . . . vio en ellas yndios mytimaes .!le ,Chacalla e mitimaes de Canta que estauan revueltos los vnos con los'otios ... " (f. 23v)
(Murra 1972: 452).
Con respecto a este testimonio, Murra seala que:
"No tenemos que aceptar como hecho la falta de orden que implica lo
"revuelto": que observ Rodrigo ' ~de Ampuero". Lo que es valioso es su
temprana observacin. que ambos grupos tnicos estaban presentes en el
cocal. Las dos etnias mantenan colonias perifricas, lejos de su sede, las
cuales compartan la productividad del "llano despus de los andenes
... que es Quivi". Tampoco eran los nicos. Segn el ya citado Chau.
quilla Chumbi, de Guaraui:
"aunque ynga mato a los yndios <leste seor que llamauan Quibi todavia quedaron
algunos yndios (yungas) y estos .se contavan y nombravan por yndios yauyos . ..
por no desamparar sus tierras y perderlas ... " (f. l 9lr).
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En suma, los datos etnohistricos indican que los diversos grupos mencionados tenan acceso simultneo a las tierras Quivi. Por otra parte, el registro arqueolgico documenta una agrupacin discreta de tipos cermicos de
estos otros dominios tnicos, lo que sugiere que cada grupo tena su propia
rea de actividad en el dominio.
Para concluir, se cree que la colonizacin vertical en el rea de Quivi no
fue ejercida por grupos que compartan los campos, sino ms bien que alguna
prctica poltica y econmica explica el asentamiento tnico mezclado de
Quivi. Si consideramos la precaria situacin poltica del seor Quivi y su ftil
intento de conseguir la paz negociando secretamente el acceso a la tierra para
los Canta, entonces es razonable asumir que los seores Quivi repartieron
campos de coca a ambos vecinos, yungas y serranos, como un modo de minimizar el conflicto armado a lo largo de la frontera y reducir as la posibilidad
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de que las tierras cayesen bajo el control de un grupo, ya sea de origen yunga
o serrano. Aunque tal estrategia signific que los Quivi cedieran el control de
una parte de su propia tierra, la alianza poltica basada en la reparticin multirnica de la tierra dio un inters econmico en el rea a todos los grupos involucrados y proporcion a los Quivi un manto de seguridad. Desafortunadamente, no se sabe cunto tiempo s.e preserv la paz, o cmo esta estrategia
compiti o se complement con otras estrategias, o si el conflicto Colli-Canta
fue simplemente un evento aislado entre dos de los muchos grupos en el rea.
Cualquiera que haya sido la situacin, se comprende mejor la distribucin de tipos cermicos espacialmente discretos en el dominio Quivi a la luz
de las actividades realizadas simultneamente por diferentes grupos. El hecho
de que ningn otro dominio en todo el valle produzca un patrn similar de
variedad cermica y de distribucin espacial sugiere que en el rea Quivi se
practicaba una forma muy diferente de actividades intergrupales.
Guerra
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agrcolas. El ro est formado por una complicada red de desage de arroyuelos, lagunas poco profundas y lagos glaciales en las regiones de puna y tundra
altas de la regin Canta.
La etnohistoria ha revelado que durante un perodo de sequa intensa,
los grupos Yungas y los Canta cooperaron para drenar estos lagos como una
fuente de agua adicional. Puesto que estos lagos estaban localizados en el territorio Canta, los Yungas, particularmente los Colli de la planicie costera, se
beneficiaban con su uso. A cambio del paso y uso del agua de las tierras altas,
los Canta demandaron concesiones econmicas de los Yungas y tomaron el
control de las tierras Quivi de los Colli, despus de una demostracin de fuerza. Estas relaciones son descritas ms abajo en declaraciones de testigos:
"antes que binyesen los yngas ... tierras de Quibi las poseya vn seor
que nose acuerda como se llamava e que este dicho seor le dixo el dicho su padre que era sujeto al repartimyento de Canta e que trebutaba
al cacique de Canta e que quando no venya agua por el dicho rrio de
Quybi que ava sequya se juntavan los yndios de Canta y los deste seor
que dicho tiene y abran vnas lagunas que se hazen alla arriba en la syerra de la nyebe que cae y las hazian venir el agua dellas por el dicho rio
de quybi y desta manera dize que el oyo decir al dicho su padre que el
dicho seor y sus yndios. r.egavan las dichas tierras de Quibi guando ava
sequia con el agua de las / dichas lagunas e sus sementeras/ e que tambien oyo decir al dicho su padre que al tiempo que entraron los yngas
en esta tierra yendo conquistando ... " (f. 206 r-v ).
"antes que entrasen los yngas a muchos aos thenyan por tema los caciques de Canta y los de Collique de hazerse mucho dao sobre las tierras e syyban yndios de colli capa a Canta los rancheavan y / matavan y
los de Collique hazian lo mismo a los de Canta hasta que Ayaguaranga
cacique del repartimyento de Canta y el dicho Collicapa seores de Collique se hizieron mensajeros para que querian hablarse e que no traxesen ms jente ni armas de cada cacique vna porra e que desta manera se
binyeron a juntar los dichos caciques en las dichas tierras de Quibi e que
a la abian tratado de las diferencias que trayan sobre las dichas tierras y
sobre las aguas del rrio y el dicho Collicapa dezia que el dicho Aynaguaranga cacique de Canta thenya razn porque el rrio venya de su tierra e
que el dicho Collicapa y sus yndios recibian grande aprovechamente y
regavan sus chacarras y sementeras e que por esta rrazon el quera dar e
sealar mojon~s en la tierra que ava de ser de Canta ... " (f. 259-259v)
(13).
No se sabe si los Canta recibieron toda la tierra Quivi a la vez cuando los
Colli podran haber controlado el acceso a gran parte de ella o slo las parcelas particulares que pertenecan a los Colli. Sin embargo, es evidente que los
Colli estaban actuando como un grupo Yungas independiente en sus negociaciones con los Canta sobre d.erechos de agua y acceso a la tierra. No est muy
claro por qu los Colli actuaban solos. Podra ser una situacin por la cual los
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Colli,, que eran el ltimo grupo en recibir agua del ro y utilizaban el mayor
volumen . de agua, eran ms vulnerables que otros grupos Yungas a las demandas Canta.
Tambin se verifica arqueolgicamente la independencia hidrulica y
tecnolgica 'de cada grupo Yungas en materia de riego. Las tomas de agua
prehispnicas .tardas que partan desde el ro y desde los canales particulares
a lo largo del valle en ambos lados del ro, empiezan en el lmite valle arriba
de cada dominio tnico y terminan en el lmite valle abajo (Dillehay en prensa a). No hay un principio.de ingeniera que explique estos canales y divisiones territoriales: es un asunto de autosuficiencia econmica.
Es importante observar que esta accin independiente de parte de cada
grupo los obligaba tambin a considerar las consecuencias de sus acciones y
compensar las necesidades de otros. Como ha reconocido iViurra en su estudio
del conflicto del agua:
"Vale la pena ver en esta contienda provinciana algo ms que otra "conquista" tribal. Incluso despus que los abaleos se dieron por vencidos,
no perdieron su acceso al algodn, las plantaciones de coca y la fruta.
Los lmites levantados estaban dentro de Quivi -el convenio de paz especificara qu canales, qu terrazas y cunta agua de riego ira a cada
grupo tnico que comparta el piso -ecolgico dado-, de cuando en
cuando se altera la _particin debido a hegemonas temporales (los incas
favorecieron a los Yauyo (Chacalla); los europeos, a los Canta); la paz
en la regin de la coca fue siempre una tregua tensa y precaria. Con
todo, haba orden y propsito en la competencia. En cualquier perodo
dado,' todos estal;>an familiarizados con los derechos de cada cual dentro
de las .plantaciones (de coca) ... " (Murra 1981: 28).
AUTONOMIA Y ETNICIDAD
Aunque se han presentado aqu slo declaraciones seleccionadas del registro etnohistrico, puede determinarse que el litigio espaol se concentr
principalmente sobre las tierras Quivi y aquellos grupos tnicos que durante
el perodo preincaico tardo luchaban por el control de campos de coca.
Como resultado, hay mucha ms informacin disponible sobre los Colli,
Canta y Quivi. Sin embargo, esto no significa necesariamente que otros grupos en el valle nojueguen un papel igualmente importante en la red econmica y poltica de todo el valle. Por otra parte, el registro arqueolgico del mismo perodo proporciona ms datos sobre el rol de Guancayo en la economa
regional y sobre otros grupos serranos. Adems, Ja evidencia arqueolgica
comprueba la presencia de asentamientos tnicos descritos etnohistricamente y demuestra los conjuntos arquitectnicos y cermicos diferentes o compartidos de cada sitio, lo que tambin atestigua la autonoma de ciertos grupos.
433
Pese a la naturaleza fragmentaria de los datos etnohistricos y arqueolgicos primarios en la forma resumida ms arriba, podemos comprender la estructura general de la red de diferentes tipos de patrones econmicos y polticos de conducta intergrupal en todo el valle. La evidencia revela que la poblacin del Valle del Chilln era autnoma poltica y econmicamente y que
cada grupo dentro de esta poblacin era un segmento social distinto en una
matriz de estrategias competitivas y coercitivas interdependientes durante el
perodo prehispnico tardo. Estaautonoma es definida principalmente por:
1) las diferentes estrategias- usadas individualmente por cada grupo; 2) la
ausencia de un esfuerzo colectivo de parte de los otros Yungas por ayudar a
los Colli en su conflicto con los Canta; y 3) el registro arqueolgico, que
muestra que no hay cultura material (como arquitectura, cermica, etc.) uniforme o institucionalizada indicativa de una autoridad poltica centralizada.
Lo que parece identificar y delimitar mejor el sistema tnico del valle
son los tipos de conducta poltica y econmica, descritos etnohistricamente
y reconstruidos arqueolgicamente, que los diferentes grupos miembros formaron a medida que competan por obtener acceso a zonas de recursos fuera
de sus propias tierras. En ,este sentido, el rol de la zonificacin ecolgica y la
"complementariedad ecolgica" tan slo determina cun lejos d~ su zona territorial pueden viajar los grupos en sus intentos para obtener los recursos o
servicios deseables. En el valle, Ja zonificacin ecolgica tambin proporcion un prerrequisito para la autonoma tnica: impuls a los subsistemas costeo-intermedio-serranos hacia diversos frentes de interaccin tnica en Quivi
y a lo largo de las quebradas laterales del valle intermedio. Aparentemente
fue la oportunidad que dieron estos frentes a los grupos lo que permiti tambin la manipulacin de recursos naturales y humanos como una fu ~nte principal de su propia transformacin hacia la autonoma o, en algunos casos,
subordinacin de una parte de su poblacin a otros, como sucedi con los
serranos Chacalla (va el asentamiento de Huaycoloro) y, posiblemente, con
otros grupos serranos Yauyos al sudeste. Pensando en trminos de estos tipos
de patrones, puede considerarse la autonoma poltica de cada grupo como
una expresin de oportunidad econmica a travs de los paisajes sociales y
naturales.
Desafortunadamente no se conoce bien el rol del pueblo Colli y otros
grupos del valle inferior, cuyas redes econmicas y polticas cubran una extensa rea de las planicies costeas. Rostworowski proporciona documentacin escrita sobre la extensin de las tierras Colli dentro del Valle del Rmac
inferior colindante hacia el sur. Es probable que los Colli, con una poblacin
presumiblemente mayor y con su base agrcola, fueran el grupo social y econmico ms poderoso en todo el valle. Sin embargo, hemos visto que su poder se haca menos efectivo en el valle intermedio y en las montaas por la
accin de otros grupos. La conducta gregaria de los Colli en el dominio Quivi
es sencillamente insuficiente para asignarles una posicin de jefatura mxima
en el valle.
434
Revista Andina, ao 5
Adems, podemos suponer que los esfuerzos grupales por lograr acceso
a diversas zonas de recursos se desarrollaron, en parte, gracias a la habilidad
de cada grupo para penetrar poltica o econmicamente en una zona y, tambien, por la nodalidad geogrfica de otros grupos y de los caminos de las
quebradas laterales hacia el piso del valle. Como se muestra en la Figura 1,
existen divisiones bastante bien definidas entre dominios tnicos en el valle,
particularmente en la variante valle intermedio. Con respecto a lo geogrfico,
el ro y los caminos laterales servan como lneas bsicas de demarcacin
tnica, influyendo en la direccin de la penetracin de los serranos en el piso
del valle y, a su vez, en qu grupos yungas y serranos interactuaron unos con
otros. Esto es especialmente relevante para los grupos serranos fronterizos
Chacalla, Socos y Atabillos, que no posean tierras adyacentes al desage
. superior del ro, como los Canta, sino que dirigan sus estrategias hacia el
piso del valle desde una posicin oblicua en las quebradas laterales entre los
valles de los ros.
A partir de los conjuntos de datos combinados puede determinarse
tambin que los diferentes tipos de estrategia utilizados por los distintos grupos yungas o serranos derivaron en diversas clases de relaciones centradas en
el acceso y control de recursos en el valle. Por ejemplo, el acceso directo y el
control de recursos en el valle se efectuaban o por colonizacin vertical, como lo evidencia la ocupacin serrana en los sitios entre valles de Huachoc y
Huaycoloro, o por divisin de tierras, guerra o acceso a los derechos de agua,
como es evidenciado por la presencia de diversos grupos en el rea.
Volviendo brevem.e nte al tema de las relaciones exteriores, la poblacin
del valle no se desarroll en un Estado o no lleg a ser incorporada en un
Estado externo en expansin, sino ms bien mantuvo un equilibrio relativamente esttico, aproximadamente en el nivel de pequeos seoros o jefaturas autnomas .. Aunque e.l valle no estaba participando en un sistema social
y econmico andino geogrficamente ms amplio y no fue influido poderosamente por fuerzas provenientes de fuera del valle, obviamente no operaba en
un vaco cultural. La presencia de cermicas no locales indica que algn asentamiento tnico tena lazos interregionales de intercambio con grupos Chancay hacia el norte, grupos Rimac hacia el sur y otros grupos serranos hacia el
este distante( 14 ).
A lo largo de estas mismas lneas, los grupos en la orilla norte del valle
intermedio tenan contactos ms estrechos con el valle de Chancay y los serranos hacia el norte, en tanto que los grupos en la orilla sur mantenan contactos mucho ms estrechos con las poblaciones del Valle del Rimac hacia el
sur. Sorprendentemente, sin embargo, la mayora de los grupos serranos dirigan sus actividades a sitios en la ribera sur del ro. Este patrn puede ser explicado por el mayor nmero de asentamientos en la ribera sur y por las necesidades econmicas diferentes de los serranos Puruchuco y Chacalla-Jicamarca. No hay informacin etnohistrica o arqueolgica que indique que poblaciones del valle inferior estuviesen ocupando la sierra o, al contrario, que
435
serranos fueran participantes activos en las planicies costefias del valle inferior.
436
Revista Andina, ao 5
opuestas (Lynch 1973: 1254-1259). La periodicidad de las estaciones de cosecha y produccin costeas y serranas pretritas puede haber separado a los
grupos a lo largo de ciertas dimensiones ecolgicas, ms a menudo por su
actividad en ocupaciones econmicas externas durante diferentes pocas del
ao. Tal es el caso hoy en da en el Valle del Chilln y otros valles costeos
cuando grupos de la sierra migran valle abajo para trabajar durante los ,neses
muertos de diciembre a abril (Rodrguez 1973 ). No se observa el patrn contrario durante el punto culminante de la actividad agrcola en la sierra. La
explicacin para esta tendencia es que, relativamente hablando, los serranos
no son tan activos agrcolamente durante todo el ao debido a la estacin
lluviosa y, por lo tanto, buscan valle abajo oportunidades econmicas que
podran proporcionarles bienes durante su estacin muerta. No sera difcil
imaginar que operaba un patrn similar en tiempos prehispnicos. Si fue as,
entonces habran sido las zonas de alta productividad de recursos .del valle
inferior y, en particular, el valle intermedio espacialmente adyacente, en
combinacin con las estaciones montaosas de trabajo intenso "a intervalos",
las que podran haber suministrado unajustificacin apropiada para los movimientos migratorios de los serranos hacia las elevaciones inferiores, que eran
productivas durante todo el ao(l 5 ). (Es probable que este tipo de conducta
econmica explique las relaciones prehispnicas tardas inferidas arqueolgicamente para los sitios de Huancayo Alto y Huaycoloro ).
Se logra una comprensin adicional de las relaciones entre conducta
econmica y cultura material en el valle revisando las circunstancias y la distribucin espacial de la actividad serrana de-migrantes contemporneos en el
valle intermedio. Cuando un migrante o comerciante serrano tiene un contacto social en el valle intermedio, durante su estada residir en el hogar de un
pariente cercano o socio comercial o construir un albergue temporal prximo a la casa de este contacto. Si el serrano trae a su familia, construir una
choza ms grande en un rea ms aislada y marginal de un asentamiento. El
tamao, durabilidad y ubicacin del albergue y la intensidad de ocupacin
son determinados por el lapso de tiempo que se pasar en el rea, los tipos
de tareas econmicas o sociales a realizar y la cantidad de miembros de la
familia acompaantes:
La mayora de los pueblos contemporneos en el valle se caracterizan
por reas perifricas con chozas abandonadas, las mismas que son renovadas
y ocupadas ocasionalmente por serranos entrantes durante la estacin de cosecha. La ubicacin y patrn de estas chozas y los restos asociados son reminiscentes de la ubicacin y patrn de las terrazas residenciales de las laderas
en el sitio de Huancayo Alto y de una terraza similar pero ms pequea en
el sitio de Macas (Fig. 2).
437
438
Revista Andina, ao 5
desage del ro (Fig. l: Zonas 3-5), interc.ambiando sus bienes por productos
locales y por bienes yungas recibidos por los Canta a travs de comercios
anteriores con grupos del valle intermedio. En ciertas ocasiones, estos grupos
ms altos recorrern toda la distancia hasta el valle intermedio para trabajar
o comerciar.
Este constante impulso descendente de los serranos tambin es documentado en la etnohistoria, como lo evidencian los Atabillas, Socos, Canta
y Yauyos, quienes continuamente trataban de acceder al piso del valle intermedio de diversas maneras. Adems, la recuperacin arqueolgica de una
variedad amplia de artefactos serranos en diversos asentamientos del valle
intermedio y su anverso -la ausencia relativa de materiales yungas en la sierra- confirman la .profundidad temporal y fa continuidad cultural de este
impulso descendente.
Desde la perspectiva combinada de los patrones arqueolgicos, etnohistricos y etnogrficos, podemos reconstruir un panorama esquemtico (Fig.
4) del patrn indgena del movimiento intravalle de bienes y personas, en
una formacin econmica escalonada descendente, en la cual los grupos de
mayor altitud y ecolgicamente ms pobres se mueven hacia y desde las zonas ms bajas, buscando trabajo y actuando como intermediarios mviles
para el intercambio intravalle de diversos productos. Cualquiera que sea la
configuracin exacta para cada grupo y zona ecolgica, la situacin general
consiste, y aparentemente consisti en tiempos preincaicos tardos, en que
los grupos asentados en los lugares menos elevados y ecolgicamente ms
ricos se desempean como una fuerza menos-transitoria, pero magntica de
oportunidad econmica para el serrano entrante, con las tierras del valle intermedio como la fuerza de atraccin ms poderosa y como intermediario
econmico en el valle.
Figura 4
Perfil esquemtico del movimiento costeo y se"ano en el Valle del Chilln
ZONAS 6- 8
VALLE ALTO
VALLE MEOIO
ZONA 1
ZONA 2
Leyenda
Punto d orign
......, Oirccin d moviminto
4 ~
439
Artculos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
En la poca prehispnica tarda, los grupos del valle inferior (sobre todo
los Colli) que ocupaban la fresca zona litoral y el rea agrcola ms.grande de
planicies desrticas subtropicales, dependan de grupos de ms arriba en el
valle para al menos tres recursos importantes: coca, la mayora de las frutas y
paso "seguro" de una cantidad suficiente de agua. Se obtenan algunos productos serranos a travs de un sistema de comercio-intercambio valle abajo.
Los grupos del valle intermedio dependan de los grupos del valle inferior
para recursos marinos, pero aparentemente no en un grado significativo,
puesto que del reconocimiento b la excavacin en los asentamientos del valle
intermedio se recuperaron slo unas pocas conchas marinas.
As, a medida que ascendemos el valle desde la variante intermedia y
nos movemos cada vez ms lejos del piso del vale, cada. grupo estara ms
obligado a depender de mayor nmero de zonas de recursos, grupos externos
y tipos estratgicos (Figs. 1, 2 y 5). Dadas estas circunstancias, no es difcil
concebir que los grupos que ocupaban zonas de recursos ms alejadas de este
piso y a altitudes mayores necesariamente habrn tenido que preocuparse por
establecer el mayor nmero posible de estrategias cooperativas y coercitivas
con el mayor nmero de grupos para obtener una diversidad de bienes deseados. Idealmente hablando, podra haberse usado cualquier estrategia en cualquier direccin dada, pero era ms probable que los serranos se orientaran
hacia el piso del valle ms cercano. Podemos ver tambin aqu que la clase de
movimiento demogrfico y conducta econmica descrita en el registro etnogrfico ayuda a reconstruir y comprender la distribucin prehispnica tarda
de materiales culturales desde las diferentes variantes del valle.
La evidencia no indica que los grupos inferiores o intermedios no desearan ciertos bienes serranos, tales como papas, charqui y lana de llama, o la
llama misma como animal de carga. Ni implica que los costeos nunca se
abrieran paso en el valle superior en diversas ocasiones religiosas, polticas o
sociales. Slo se trata de que no hay evidencia etnohistrica o arqueolgica
actual disponible que indique un esfuerzo Yungas por obtener control de las
tierras ms altas a travs de ocupacin o del establecimiento de alianzas con
grupos que podran haberles proporcionado una posicin econmica slida
en la sierra.
Para explicar la actividad de los Yungas bajos en las zonas ms altas se
sugieren tres factores diferentes que operan combinadamente. Primero, aunque poda practicarse intensivamente una economa agrcola en el valle superior, era un patrn bastante diferente del costeo, que inclua ajustes ms
pronunciados a las condiciones estacionales, monoproduccin ms compleja
y responsabilidades de barbechar, as como diversas formas de movilidad interecolgica que caracterizaba el modo de vida serrano. Era un patrn al cual
los grupos costeos probablemente no podran haberse ajustado tan fcilmente, dadas sus probables actividades agrcolas de ciclo anual de doble cosecha. La agricultura costea puede haber sido tecnolgicamente ms avanzada que la tcnica monoproductiva estacional usada en la sierra, pero las limi-
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Revista Andina, ao 5
- - - - - - - - ~ - - - - - - - - - - - - D i l l e h a y : Estrategias polticas
Es importante recordar que los grupos del valle intermedio estn situados entre dos de los grupos tnicos ms gregarios en el valle, los Colli y los
Canta, posicin que proporcionaba una colocacin circunscrita social y geogrficamente, dentro de la cual tenan que ocurrir con mayor frecuencia las
transacciones econmicas de todo el valle. Estos grupos ocupaban un papel
mediador clave en la regin porque: 1) eran un canal econmico, social y
geogrfico hacia y desde la costa, la sierra y las tierras intervalles; 2) no dependan necesariamente de otras variantes del valle para sus recursos econmicos principales; Y 3) tenan los nicos campos de coca en el valle. Como
lo evidencian todos los conjuntos de datos considerados para cada tipo estratgico, cada grupo Yungas entraba en relaciones econmicas y /o polticas
complementarias con los serranos entrantes desde diversas direcciones geogr~
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Revista Andina, ao 5
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Revista Andina, ao 5
les, las fuerzas centralizadoras que podran haber conducido al desarrollo del
Estado en un nivel local o regional fueron detenidas por la mayora de los
grupos competidores, que acomodaron y mantuvieron mtodos divergentes
de importancia local en sus intentos por llegar a ser unidades sociales polticamente autnomas. Como tal, el proceso de expansin y asimilacin en s
mismo podra meramente haber acelerado una condicin que se propona
detener: la concesin de a.u tonoma a diversos grupos. Se sugiere que en el
Valle del Chilln, durante el lapso de tiempo entre el 1.200 y el 1.500 d.de
C., el desarrollo gradual de la conexin costefo-serrana del valle intermedio
posterg a una autoridad poltica centralizada a fin de conseguir y mantener
la posicin estratgica para el grupo en la competencia por recursos humanos
y naturales "abiertos". Aparentemente, fue la oportunidad de emplear estrategias diferentes para obtener recursos la que dio a un mayor nmero de grupos la ocasin para tratar de obtener diversos grados de autonoma y autosuficiencia a travs de conjuntos cooperativos de intereses econmicos competitivos. Esto no significa que no existan relaciones de subordinacin jerrquica entre los grupos. Es slo que dentro del marco multitnico del valle operaba un orden poltico jerrquico suelto, en el cual la distancia entre las posiciones superiores e inferiores no era grande.
CONCLUSIONES
El propsito de este artculo ha sido estudiar la dinmica cultural, descrita etnohistricamente e inferida arqueolgicamente, de una sociedad de
pequefa escala en un valle de los Andes Centrales. Se ha argumentado que en
el Valle del Chilln se desarroll una sociedad prehispnica tarda no estatizada como resultado de 1os esfuerzos hechos por grupos tnicos mltiples
para asegurar y mantener la autosuficiencia econmica y la autonoma poltica. Este estudio ha identificado tambin varias estrategias de adquisicin de
recursos y algunos aspectos de la estructura organizativa de la movilidad econmica, patrones de asentamiento intrarregional y el patrn arqueolgico de
una sociedad prehispnica local no estatizada.
No puede asumirse automticamente que poblaciones ms tempranas u
otras contemporneas, a lo largo de las laderas occidentales o en otras reas
de los Andes Centrales, experimentaran eventos culturales similares o estuvieran organizadas de manera semejante. Por el contrario, estudios etnohistricos y arqueolgicos comparables de otras regiones muestran variadas formas
de adaptaciones sociales y econmicas(l 7). Slo a travs de estudios comparativos de las variaciones locales y regionales se comprendern los principios
andinos ms amplios de organizacin social y econmica. A la luz de esta
comprensin, se ofrecen los datos e interpretaciones de esta investigacin como un estudio de caso local de las laderas centrales occidentales y tambin
como un ejemplo del interjuego cultural entre jefaturas tnicas locales.
Volviendo a otro punto, puede determinarse, asimismo, que la organi-
445
zacin econmica del sistema tnico de todo el valle se centraba primariamente en el uso oportunista y simultneo de diferentes estrategias de adquisi. cin de recursos. Aunque la mayora de estas estrategias implicaban el movimiento de grupos pequeos desde un dominio tnico natal hacia un dominio
tnico forneo, slo una parte de esta movilidad puede ser atribuida a un tipo
vertical de economa. Como hemos visto en la discusin previa, la guerra
intergrupal, el comercio-intercambio, los grupos laborales migratorios y la divisin de la tierra tambin pueden explicar una parte sustancial de esta movilidad. Es importante recordar que la movilidad es comn a todas estas estrategias. Lo que diferencia cada tipo estratgico es la clase de relaciones dominacin-subordinacin, las formas y localizaciones residenciales y el acceso al
control de los recursos que tienen los grupos a medida que entran en el dominio de otro grupo.
Ms especficamente, las relaciones entre el desarrollo de los nodos geogrficos, econmicos o polticos de penetracin serrana al piso del valle y
procesos tales como el crecimiento poblacional, la saturacin de nichos 11Llmanos y el comercio e intercambio regionales, tienen implicaciones importantes para los modelos actuales de desarrollo organizativo prehispnico en
los Andes Centrales. Por ejemplo, el tipo de verticalidad oblicua o de paso
demostrada por los asentamientos serranos de Huaycoloro y probablemente
Huachoc puede ser una de las formas ms tempranas del tipo de colonizacin
archipilago. La idea de un grupo nuclear que se establece en una zona ecolgica marginal tal como en las laderas intervalles previamente abiertas de los
Andes occidentales slo para dirigir su esfuerzo hacia el piso del valle a travs
de otra estrategia (por ejemplo, trabajo migratorio), puede informar que los
grupos econmicamente ms empobrecidos eran los ms mviles y optaban
por un modo ms cooperativo que coercitivo, aun a riesgo de tener un rol
subordinado de acceso a los recursos deseados.
Todava no sabemos realmente por qu pueden haber sido necesarias
las colonias espaciadas intermitentemente o islas archipilago. Eran un medio de dispersar colonias en el espacio a fin de minimizar el traslado de recursos entre unidades miembros de un grupo en zonas ecolgicamente similares?
Era el resultado no slo de la eleccin de una zona a explotar, sino tambin
un reflejo del fracaso de una colonia en penetrar cierto nicho debido a la
deficiencia tecnolgica para explotar los recursos deseados? O sucedi que
la colonia fue detenida por un conflicto poltico con grupos locales u otros
grupos forneos que tenan intereses similares en la zona en cuestin, forzndolos as a trasladarse a otra parte? Probablemente se puede asumir con seguridad que una colonia entrara libremente en una zona a travs del paisaje
natural, pero dudo mucho que fuera ste el caso una vez que ciertas regiones
estuv.iera.n .aproximndose o hubieran alcanzado una capacidad demogrfica
lmite .para poblaciones humanas, como posiblemente ocurri en la puna de
Junn .alrededor del 400 .,... 600 d.de C. En cambio, sugiero que una funcin
latente de estas "islas" era la competencia en el paisaje sociopoltico, que
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1970) sobre el valle del Chilln, la autora evit clasificar el estudio de este
caso dentro de los patrones de algn modelo andino en particular, en una
oportunidad posterior Rostworowski (1978) se.al que el patrn de asentamiento y organizacin econmica de los Canta fue una forma de "especializacin econmica" en la que se practicaba una dispersin ocasional hacia
otros asentamientos altoandinos ubicados dentro de su territorio con el propsito de acceder a algunos de los recursos de dichas zonas. La autora n.>
consideraba dicha estrategia como un ejemplo de verticalidad andina.
Aunque el modelo de Rostworowski sobre especializacin econmica
es una interesante alternativa al modelo de Murra, su explicacin se limita al
comportamiento econmico dentro del territorio tnico y no explica la estrategia y organizacin del grupo Canta en territorios extrafios. La explicacin
de esa presencia, de otro lado, no necesariamente se realiza a travs de la
aplicacin del modelo de verticalidad, que no considera otros factores, tales
como el de la presin militar y poltica, que, como ya vimos, fueron de vital
importancia en el caso de Quivi.
El aspecto principal de esta discusin consiste en la necesidad. de diferenciar la organizacin y comportamiento de los grupos dentro o fuera de su
rea de influencia. La organizacin econmica al interior de sus dominios es
diferente a aquella que se genera como resultado del proceso de expansin.
Las exigencias polticas, poblacionales, sociales y econmicas, as como los
beneficios y limitaciones, tendern a variar en cualquiera de esas situaciones.
Dicho nivel de anlisis slo podr alcanzarse profundizando en la investigacin y comparando el caso de Canta con otros casos distribuidos a lo largo
del rea andina. Un buen ejemplo es el del grupo Guancayo, que comparta
el acceso a la tierra .en el rea del grupo Quivi y mantena un patrn de coexistencia con grupos migratorios asentados dentro de sus dominios tnicos.
Obviamente, la solucin de estos problemas requiere de mayor trabajo
interdisciplinario que genere un mejor entendimiento de la organizacin social y econmica de sociedades pre-estatales y estatales. En a.os recientes,
gran parte de esta investigacin ha estado basada en el modelo de verticalidad
y complementariedad; de otro lado, muchas de las conclusiones obtenidas se
mantienen dispersas sin haber llegado a la elaboracin de una sntesis terica
(Dillehay en prensa b). En este ensayo no se intenta comparar la informacin
del valle del Chilln con la obtenida en otras regiones debido a la ausencia
de criterios similares que permitan la comparacin con los estudios etnohistricos y arqueolgicos realizados en esas otras regiones.
Tom D. Dillehay
Department of Anthropology
211 Lafferty Hall
University of Kentucky
Lexington, KY 40506-0024
Estados Unidos
450
Revista Andina, ao 5
NOTAS
(1) Richard S. MacNeish, Thomas C. Patterson y David L. Browman. The Central Peruvian Prehistoric Interaction Sphere (Peabody Foundation for Archaeology: Andover, Massachusetts, 1975); Michael Moseley, "Central Andean Civilization", Ancient
South Americans, ed. Jesse Jennings (Freeman Press: San Francisco, 1983), 139170; Elman Service, Origins of the State and Civilization (W.W. Norton and Co.,
Inc.: New York, 1975), 186-202; Richard P. Schaedel, ''The City and the Origin of
the State America", Actas y Memorias del XXXIX Congreso Internacional de Americanistas, (Lima, 1972) 2: 15-33; Edward P. Lanning. Peru before the Incas (Prentice - Hall: Englewood Cliffs, N. J., 1967); Thomas F. Lynch, "Zonal Complementarity in the Andes: A History of the Concept", Networks of the Past: Regional Interaction in Archaeology. eds. P.D. Fransis, F.J. Kense y P.G. Duke (The Archaeologycal Association of the University of Calgz.ry, 1981), 221-231.
(2) Annimo. "Probanza de Canta (1550 y 1559)", Archivo General de Indias. Justicia
413 (Audiencia de Lima, 1567).
(3) Esta investigacin incluy tambin estudios palinolgicos en los sitios arqueolgicos
excavados. Se realiz, adems, el anlisis de prcticas y estrategias de uso de la tierra, sistemas de control de agua, zonas de vegetacin y rendimiento moderno de la
produccin. La informacin sobre el medio ambiente moderno est contenida en la
"Descripcin del uso actual de la tierra en el valle del Chilln" (Ministerio de Agricultura. Lima, 1974).
451
Artculos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
( 4) El registro etnohistrico describe estas murallas o mojones como marcadores de lmites entre tierras y asentamientos tnicos. Estas murallas eran rasgos aislados que
se extendan hacia arriba de una ladera alrededor de 100 - 400 mts.
(5) Ver Dillehay 1976 para un examen ms detallado de los conjuntos especficos de
datos arqueolgicos, etnohistricos y ecolgicos utilizados en este estudio para documentar la extension geogrfica y cultural de cada grupo tnico.
(6) La distincin entre costeos y serranos es un fenmeno cultural y tnico real en el
Per y no un recurso analtico arbitrario. Ver Jos Carlos Maritegui, Siete ensayos
de interpretacin de la realidad peruana. Biblioteca Amauta. Lima, 1968.
(7) Joseph Tosi. "Zonas de Vida natural en el Per", Boletn Tcnico, 5 (Instituto
Americano de Ciencias Agrcolas de la O.E.A. Lima, 1960); Dillehay 1976 : captulo
3; Annimo, loe. cit. (en nota 2). La descripcin del patrn de zonificacin ecolgica de todo el valle est basada en la investigacin de Tosi en 1960, en el estudio del
Ministerio de Agricultura en 1964 y en mi propio trabajo en el valle.
(8) Rostworowski 1973. El trmino chaupiyunga se refiere a la gente de las tierras bajas
entre la sierra y las planicies costeas ms bajas.
(9) Se presentan aqu slo casos seleccionados que representan a cada tipo estratgico.
De nuevo refiero al lector a Dillehay 1976 para una informacin ms completa en
cuanto a los datos sobre actividades polticas y econmicas de cada grupo.
(1 O) Lautaro Nez A. y Tom D. Dillehay. Movilidad giratoria, armona social y desarrollo en los Andes meridionales: patrones de trfico e interaccin econmica (Universidad del Norte de Chile. Antofagasta, 1978); Tom D. Dillehay, "Prehispanic
Resource Sharing in the Central Andes", Science ( 1979), 24-31 ; Mario Rivera,
"Nevos aportes sobre el desarrollo cultural altiplnico en los valles bajos del extremo norte de Chile, durante el perodo intermedio temprano", Tomo de homenaje
al R.P. Gustavo .Le Paige (Universidad del Norte de Chile, Antofagasta, 1976),
71-82:
(11) Dillehay 1976: 297-322; Dillehay, notas de campo (1977): En 1972 se destruy
una pequea rea .de la zona arqueolgica de Quivi por actividades de construccin.
Fue demolida una pirmide de piedra (huaca) del perodo Intermedio Temprano.
Esta destruccin no impact la distribucin espacial de los materiales culturales posteriores en el sitio.
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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - D i l / e h a y : Estrategias polticas
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