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C 09 1 Imposición Óptima - Teoría y Práctica

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Journal of Economic Perspectivesvol. 23, nmero 4, otoo de 2009, pgs.

147-174

Imposicin ptima: Teora y prctica


N. Gregory Mankiw, Matthew Weinzierl y Danny Yagan

El diseo ptimo de un sistema impositivo es un tema que fascina a los tericos de la


economa y desconcierta a las autoridades econmicas desde hace mucho tiempo. En este
estudio se analiza la interaccin entre la teora impositiva y la poltica impositiva. Se
identifican algunas enseanzas clave que pueden extraer las autoridades econmicas de los
estudios acadmicos sobre cmo deberan disearse los impuestos, y se analiza en qu
medida estas enseanzas se reflejan en la poltica impositiva actual.

En primer lugar, examinamos brevemente qu opinan los economistas de la poltica


impositiva ptima, basada en gran medida en los estudios fundacionales de Ramsey (1927) y
Mirrlees (1971). Luego presentamos ocho enseanzas generales propuestas por la teora de la
imposicin ptima, tal como se ha desarrollado en las ltimas dcadas: 1) las tasas
impositivas marginales ptimas dependen de la distribucin de la capacidad; 2) las tasas
impositivas marginales ptimas podran disminuir en las rentas altas; 3) un impuesto de tasa
nica, con una transferencia universal de monto fijo, podra ser una situacin casi ptima; 4)
el grado ptimo de redistribucin aumenta con la desigualdad salarial; 5) los impuestos
deberan depender de las caractersticas personales, as como de los ingresos; 6) solo los
bienes finales deberan estar sujetos a impuestos, y en general, habra que gravar estos bienes
de manera uniforme; 7) la renta del capital no debera estar sujeta a impuestos, al menos
mientras sea una expectativa; y 8) en las economas dinmicas estocsticas, la poltica
impositiva ptima exige un nivel de complejidad cada vez mayor. Para cada enseanza,
examinamos sus fundamentos tericos y en qu medida es coherente con la poltica
impositiva actual.

Como anticipo de nuestras conclusiones, observamos que la teora y la prctica de la


imposicin han cambiado considerablemente en las ltimas dcadas, aunque sus trayectorias
distan mucho de ser paralelas. En general, la poltica impositiva ha evolucionado en las
direcciones propuestas por la teora en algunos aspectos, aunque las recomendaciones de la

N. Gregory Mankiw es Profesor de Economa, Matthew Weinzierl es Profesor Asistente de Administracin de


Empresas, y Danny Yagan es candidato al Doctorado en Economa, todos ellos en la Universidad de Harvard,
Cambridge, Massachusetts. Sus correos electrnicos son los siguientes: (ngmankiw@ harvard.edu),
(mweinzierl@hbs.edu), y (yagan@fas.harvard.edu).
2

teora sobre estos aspectos no son siempre concluyentes. Concretamente, en los pases de la
OCDE, las tasas marginales mximas han disminuido, las tasas marginales del impuesto
sobre la renta son ms lineales, y los impuestos sobre las materias primas son ms uniformes
y normalmente se determinan sobre los bienes finales. No obstante, las tendencias de la
imposicin sobre el capital varan de un pas a otro, y las tasas an se mantienen muy por
encima del nivel cero recomendado por la teora. Adems, algunas de las recomendaciones
ms sutiles de la teora, como los impuestos relacionados con las caractersticas personales,
la comprobacin de activos y la dependencia de la historia, siguen siendo poco frecuentes. En
los casos en que persisten grandes discrepancias entre la teora y la poltica, una cuestin an
ms difcil es determinar si las autoridades econmicas deben aprender ms de los tericos, o
a la inversa. Ambas posibilidades tienen precedentes histricos.

Teora de la imposicin ptima

La teora de la imposicin ptima convencional postula que debe seleccionarse un


sistema impositivo para maximizar una funcin de bienestar social que est sujeta a una serie
de limitaciones. Los estudios sobre la imposicin ptima suelen considerar al planificador
social como un utilitarista: es decir, la funcin de bienestar social se basa en las utilidades de
los individuos en la sociedad. En los anlisis ms generales, estos estudios utilizan una
funcin de bienestar social que es una funcin no lineal de las utilidades individuales. La no
linealidad permite que un planificador social prefiera, por ejemplo, ms distribuciones
equitativas de la utilidad. No obstante, algunos de estos estudios suponen que el planificador
social se preocupa solamente por la utilidad media, lo que implica una funcin de bienestar
social que es lineal en las utilidades individuales. A los efectos de este estudio, estas
diferencias tienen una importancia secundaria, y uno no se equivocara mucho si pensara que
el planificador social es un utilitarista "lineal" clsico1.

Para simplificar el problema al que se enfrenta el planificador social, normalmente se


supone que todos los miembros de la sociedad tienen las mismas preferencias por, digamos,
el consumo y el ocio. A veces este supuesto de homogeneidad se desarrolla an ms y se
supone que la economa est poblada de individuos completamente idnticos. El objetivo del
planificador social es elegir el sistema impositivo que maximice el bienestar del consumidor
representativo, sabiendo que el consumidor responder ante cualesquiera incentivos que
proporcione el sistema impositivo. En algunos estudios sobre imposicin, suponer que existe
un consumidor representativo puede ser una simplificacin til. No obstante, como veremos,
extraer conclusiones de poltica de un modelo con un consumidor representativo tambin
puede conllevar dificultades en algunos casos.

1
Stiglitz (1987) examin la cuestin ms restringida de identificar una imposicin ptima en el sentido de
eficiencia de Pareto, un enfoque adoptado recientemente por Werning (2007). Este enfoque es importante
porque parece indicar que muchas de las recomendaciones generales de los modelos de imposicin ptima que
utilizan las funciones de bienestar social utilitarias sobreviven transformadas en trminos de Pareto, lo que, a su
vez, sugiere que la forma precisa de la funcin de bienestar social (al menos en la categora de todas las
funciones de Pareto) no es muy importante para algunas conclusiones. A pesar de los fundamentos normativos
ms slidos en los que se basa este enfoque, hasta el momento ha tenido menos influencia en el desarrollo de la
teora impositiva que el enfoque utilitario de Mirrlees (1971).
3

Despus de determinar una funcin objetiva, el paso siguiente consiste en especificar


las limitaciones a las que se enfrenta el planificador social al establecer un sistema
impositivo. En una importante contribucin inicial, Frank Ramsey (1927) propuso una lnea
de ataque: supongamos que el planificador debe obtener un monto determinado de ingresos
tributarios solamente mediante impuestos sobre las materias primas. Ramsey mostr que
estos impuestos deberan aplicarse en proporcin inversa a la elasticidad de la demanda de
este bien del consumidor representativo, de modo que las materias primas que experimentan
una demanda inelstica estn sujetas a impuestos ms elevados. Los esfuerzos de Ramsey
han tenido un profundo impacto en la teora impositiva, as como en otros mbitos como la
regulacin y la fijacin de precios de los bienes pblicos. No obstante, desde el punto de
vista de los estudios sobre la imposicin ptima, en los que se busca determinar el mejor
sistema impositivo, es obviamente problemtico descartar algunos posibles sistemas
impositivos de acuerdo con los supuestos. Por qu no permitir que el planificador social
considere todos los sistemas impositivos posibles, incluidos los impuestos interdependientes
y no lineales sobre los bienes, los ingresos provenientes de varias fuentes e incluso las
caractersticas personales no econmicas?

Pero si el planificador social no est sujeto a ninguna limitacin al elegir un sistema


impositivo, entonces el problema de la imposicin ptima es demasiado fcil: el impuesto
ptimo es sencillamente un impuesto de monto fijo. Despus de todo, si la economa se
describe mediante un consumidor representativo, este consumidor pagar toda la factura de
impuestos del gobierno de una forma u otra. Si no existe ninguna imperfeccin del mercado,
como una externalidad preexistente, es mejor no distorsionar las opciones del consumidor.
Un impuesto de monto fijo consigue exactamente lo que desea el planificador social.

En el mundo, los impuestos de monto fijo se utilizan rara vez por varias razones
slidas. La ms importante es que este impuesto grava igualmente a los ricos y a los pobres,
imponiendo una mayor carga relativa sobre estos ltimos. Cuando Margaret Thatcher,
durante el perodo en que ocup el cargo de Primera Ministra del Reino Unido, logr que se
aplicara un impuesto de monto fijo a nivel local (un "impuesto comunitario") a principios de
1989, este impuesto fue profundamente impopular. Como inform el New York Times en
1990, "[L]a indignacin generalizada con respecto al impuesto constituye una amenaza para
la vida poltica de la Sra. Thatcher, cuando no para su seguridad fsica. Y quizs resulte el
ltimo viva en favor de su filosofa de las finanzas pblicas, segn la cual los objetivos de
eficiencia y rendicin de cuentas prevalecen sobre los valores del estado del bienestar"
(Passell, 1990). El impuesto se revoc rpidamente, y no por casualidad, el mandato de
Thatcher concluy poco despus.

Como parece indicar este episodio, el planificador social deber asumir la


heterogeneidad de la capacidad de pago de los contribuyentes. Si el planificador pudiera
observar diferencias entre los contribuyentes en cuanto a su capacidad inherente, podra
basarse nuevamente en los impuestos de monto fijo, pero estos impuestos dependeran de la
capacidad. Estos impuestos no dependeran de ninguna opcin que eligiera un individuo, de
forma que no distorsionaran los incentivos, y el planificador podra lograr la equidad sin
4

costos de eficiencia2. Los gobiernos reales, no obstante, no pueden observar directamente la


capacidad, por lo que el modelo no aporta orientaciones tiles ni realistas.

James Mirrlees (1971) inici la segunda oleada de modelos de imposicin ptima al


proponer un mtodo para formalizar el problema del planificador que examina
explcitamente la heterogeneidad no observada entre los contribuyentes. En la versin ms
bsica del modelo, los individuos difieren en su capacidad innata de obtener ingresos. El
planificador puede observar los ingresos, que dependen de la capacidad y del esfuerzo, pero
no puede observar la capacidad o el esfuerzo directamente. Si el planificador grava los
ingresos con intencin de gravar a aquellas personas con una capacidad alta, los individuos
no estarn incentivados a realizar tantos esfuerzos para obtener dichos ingresos. Al reconocer
la heterogeneidad no observada, la utilidad marginal decreciente del consumo y los efectos
de incentivo, el enfoque de Mirrlees formaliza el clsico dilema entre la equidad y la
eficiencia que afrontan los gobiernos reales, y se ha convertido en el enfoque dominante para
los tericos de los impuestos.

En el marco de Mirrlees, el problema de la imposicin ptima se convierte en un


juego de informacin imperfecta entre los contribuyentes y el planificador social. Al
planificador le gustara gravar a aquellos individuos con una capacidad alta y otorgar
transferencias a aquellos con una capacidad baja, pero el planificador social tendr que
asegurarse de que el sistema impositivo no impulsa a aquellos con una capacidad alta a
simular que tienen una capacidad baja. De hecho, el anlisis de Mirrlees moderno suele
basarse en el "principio de revelacin". Segn este resultado de la teora de juegos clsica,
cualquier asignacin de recursos ptima puede lograrse mediante una poltica segn la cual
los individuos revelan voluntariamente sus tipos en respuesta a los incentivos
proporcionados3. En otras palabras, el planificador social tiene que asegurarse de que el
sistema impositivo proporciona incentivos suficientes para que los contribuyentes con una
capacidad alta sigan produciendo a los altos niveles que corresponden a su capacidad, aun
cuando el planificador social deseara gravar a este grupo con impuestos ms altos.

La ventaja del marco de Mirrlees radica en que le permite al planificador social


considerar todos los sistemas impositivos posibles. La desventaja del enfoque de Mirrlees es
su alto nivel de complejidad. Llevar un seguimiento de las limitaciones entre incentivos y
compatibilidad requeridas para que los individuos no produzcan como si tuvieran niveles de
capacidad ms bajos dificulta an ms el problema de la imposicin ptima. Desde la
aportacin inicial de Mirrlees, no obstante, se ha avanzado mucho gracias a la utilizacin de

2
En este caso, la poltica ptima puede producir resultados sorprendentes. Por ejemplo, con una utilidad
adicionalmente separable, una vez establecido el sistema impositivo, los individuos con una capacidad alta
suelen tener una utilidad menor que los individuos con una capacidad baja. Debido a la utilidad marginal
decreciente, el planificador social equipara el consumo de los contribuyentes de capacidad alta con los de
capacidad baja. Pero resulta ptimo para los contribuyentes de capacidad alta trabajar ms y disponer de menos
tiempo libre. El planificador utiliza el impuesto de monto fijo focalizado para redistribuir el producto de su
esfuerzo adicional.
3
En los estudios sobre el impuesto ptimo en el espritu de Mirrlees (1971) se han evitado, en general,
situaciones en las que no se aplica el principio de revelacin, como cuando el planificador social no puede
comprometerse a la aplicacin de un plan de poltica futuro.
5

este enfoque. Vase un tratamiento general del enfoque de Mirrlees en Tuomala (1990),
Salanie (2003) y Kaplow (2008a).

En el resto de este estudio, nos centramos en ocho de las principales enseanzas


propuestas por la teora de la imposicin ptima. Muchas de estas enseanzas provienen de
trabajos realizados durante los aos setenta y ochenta, y parte del objetivo del presente
estudio es presentar a los lectores una actualizacin de los trabajos ms recientes que se han
basado en estos resultados o han calificado, en ocasiones de manera sustancial, estos
resultados. Para cada enseanza, presentamos una explicacin general y luego examinamos
los datos para determinar si la poltica impositiva reciente ha avanzado en la direccin
recomendada.

Enseanza 1: Las tasas impositivas marginales ptimas dependen de la distribucin de


la capacidad

Un tema central de los estudios modernos sobre la imposicin ptima han sido las
tasas impositivas marginales sobre la renta del trabajo. Estas tasas fueron un aspecto esencial
de la aportacin de Mirrlees (1971), y continuaron siendo un tema de estudio de gran
relevancia, al menos hasta los recientes trabajos sobre los modelos dinmicos que
examinaremos ms adelante.

En el modelo de Mirrlees, las tasas impositivas marginales son el principal campo de


batalla en el dilema entre equidad y eficiencia. Consideremos un aumento de la tasa
impositiva marginal sobre un determinado nivel de ingresos. Este aumento impositivo tiene
un costo de eficiencia porque desalienta a los individuos que obtienen esos ingresos a realizar
esfuerzos. Pero la variacin impositiva no es distorsionante para aquellos individuos que
obtienen ingresos ms altos. Eleva su tasa impositiva media, pero no su tasa impositiva
marginal. Dado que este aumento impositivo eleva los ingresos tributarios provenientes del
nivel superior de la distribucin del ingreso y puede utilizarse para financiar transferencias a
todos los individuos, puede generar un beneficio en materia de equidad. Estos factores
recomiendan efectuar un anlisis de costo-beneficio para cada propuesta orientada a
modificar las tasas impositivas marginales. Siempre que las dems condiciones no varen, un
aumento de la tasa impositiva marginal es ms atractivo cuando unos pocos individuos se ven
afectados en el margen y muchos se ven afectados a un nivel inferior al marginal. Por lo
tanto, para lograr un equilibrio adecuado entre eficiencia y equidad, las tasas impositivas
marginales deben adaptarse a la forma de la distribucin de la capacidad.

Esta enseanza, en s misma, es demasiado amplia y poco especfica para ser til y
ayudar directamente a las autoridades econmicas. Pero sienta las bases para las prximas
enseanzas.

Enseanza 2: Las tasas impositivas marginales ptimas podran disminuir en


las rentas altas

Cun altas deberan ser las tasas impositivas marginales para los trabajadores de
ingresos altos? La amplia variedad de tasas marginales mximas entre distintos perodos y
pases parece indicar que existe una incertidumbre sustancial al respecto, o por lo menos
6

cierta fluctuacin, en las respuestas de las autoridades econmicas a esta cuestin. Antes de
analizar los datos, examinaremos la respuesta propuesta por la teora de la imposicin
ptima.

Teora

Un resultado inicial muy conocido del modelo de Mirrlees (1971) es la optimizacin


de una tasa impositiva marginal mxima de cero. Los trabajos recientes han socavado la
relevancia prctica de esta conclusin, pero la explicacin en la que se basa an puede tener
importantes implicaciones para la imposicin de quienes perciben las rentas ms altas.

El argumento original de Mirrlees es el siguiente: Supongamos que se aplica una tasa


impositiva marginal positiva sobre el individuo que obtiene el nivel ms alto de ingresos en
una economa, y supongamos que esos ingresos son y. La tasa impositiva marginal positiva
tiene un efecto desalentador en el esfuerzo del individuo, lo que genera un costo de
eficiencia. Si la tasa impositiva marginal aplicada a este individuo se redujera a cero para
cualquier ingreso ms all de y, entonces se recaudara el mismo monto de ingresos y se
evitaran los costos de eficiencia. Por lo tanto, un impuesto marginal positivo sobre el
individuo de ingresos ms altos no puede ser ptimo.

Este resultado, que se ha calificado de sorprendente y polmico" (Tuomala, 1990),


suele descartarse por tener una relevancia prctica limitada. Hablando en sentido estricto,
este resultado se aplica a una sola persona en el nivel ms alto de la distribucin del ingreso,
lo que parece indicar que podra ser una curiosidad meramente terica. El potencial para
redistribuir desde el individuo de ingresos ms altos a la poblacin en su conjunto puede
justificar la aplicacin de amplias tasas marginales sobre el segundo individuo de ingresos
ms altos y otros contribuyentes con una capacidad alta. La posibilidad de que esto ocurra
depender de la forma del nivel superior de la distribucin de la capacidad. Adems, no est
claro que exista incluso un "individuo con los ingresos ms altos". Por ejemplo, Saez (2001)
sostiene que "las distribuciones ilimitadas son mucho ms interesantes que las distribuciones
limitadas para abordar el problema de la tasa del impuesto ptimo sobre los ingresos altos"
(pg. 206). Si no existe un individuo con los ingresos ms altos, no se aplica la
recomendacin de la tasa impositiva marginal mxima de cero, y las tasas marginales
cercanas al nivel superior de la distribucin del ingreso pueden ser positivas e incluso
amplias.

No obstante, la explicacin en la que se basa el resultado de la tasa mxima de cero


parece indicar que una tarea importante para el anlisis de poltica es identificar la forma del
nivel superior de la distribucin de la capacidad. En las simulaciones numricas iniciales de
las tasas del impuesto ptimo sobre la renta de Mirrlees, Tuomala (1990) seala: "se
observar que en todos los casos presentados... la tasa impositiva marginal se reduce
conforme aumenta el ingreso, excepto en los niveles de ingreso dentro del decil ms bajo"
(pg. 95). En las simulaciones de Tuomala, los costos de eficiencia de la redistribucin son
sustanciales para la mayor parte del nivel superior de la distribucin del ingreso, lo que
justifica la reduccin de las tasas sobre una amplia gama de ingresos altos. Estos resultados
parecen indicar que el resultado de la tasa mxima de cero ilustra de manera instructiva, si
bien extrema, el poder de los efectos de incentivo para contrarrestar los motivos de
7

redistribucin al establecer las tasas marginales sobre los individuos de ingresos altos. En
cambio, Saez (2001), tomando como base el trabajo de Diamond (1998), tambin llev a
cabo simulaciones numricas y concluy, en dramtico contraste con anteriores resultados,
que las tasas marginales deberan aumentar para los individuos de ingresos medianos y altos,
y que las tasas sobre los ingresos altos no deberan ser inferiores al 50% y posiblemente
deberan ascender a casi 80%" (pg. 226). La principal diferencia entre estos resultados
parece residir en los supuestos subyacentes sobre la forma de la distribucin de la capacidad.
Concretamente, Tuomala supuso una distribucin logartmica normal, mientras que Diamond
y Saez sostienen que la distribucin de Pareto describe mejor la cola adecuada, que es ms
ancha que un logaritmo normal en los valores altos.

La estimacin de la distribucin de la capacidad es una tarea repleta de peligros. Por


ejemplo, Saez (2001) obtiene la distribucin de la capacidad de la distribucin de los
ingresos observada, el ejercicio requiere establecer supuestos sobre muchos temas y ms all
de la frontera de los estudios sobre la imposicin ptima. No est claro en qu medida
podemos basarnos en la exactitud de este enfoque.

Otro enfoque sera utilizar los salarios como variable sustitutiva de la capacidad. Los
salarios por hora, no obstante, no son un concepto claro en el nivel superior de la distribucin
del ingreso, donde la renta del trabajo y del capital pueden estar interrelacionadas y los datos
sobre las horas trabajadas tal vez no sean fiables. Adems, los datos disponibles sobre los
salarios no dan una respuesta clara. Tomando como base la muestra rotatoria de marzo de la
Encuesta de Poblacin Activa (EPA), en el grfico 1 se presenta la distribucin de los
salarios de los individuos que ganan ms de $43 la hora (lo que corresponde a
aproximadamente $100.000 al ao) y menos de $200.000 (para evitar problemas de
categorizacin por encima de un cierto valor (top-coding)). Tambin muestra dos
distribuciones paramtricas adaptadas a estos datos, una distribucin logartmica normal y
una distribucin de Pareto. Como se observa en el grfico, las adaptaciones de Pareto y del
logaritmo normal son prcticamente idnticas en esta amplia gama. Los datos de la EPA
sobre la cola de los salarios en Estados Unidos por encima del nivel presentado en el grfico
1 son confidenciales y no estn a disposicin del pblico.
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Grfico 1. Cola derecha de la distribucin salarial en Estados Unidos, 2003


Frecuencia emprica
Distribucin logartmica normal
Distribucin de Pareto

Fuente: Los datos provienen de la muestra rotatoria de marzo de la Encuesta de Poblacin


Activa.
Nota: La frecuencia emprica en un determinado salario corresponde a la frecuencia emprica
del grupo de salarios (wage bin) al principio de dicho salario. No mostramos las frecuencias
empricas importantes en dos salarios, los de $48 y $58, que corresponden a los informes
"redondeados" de $100.000 y $120.000 de un ingreso anual de 40 horas por semana. Todas
las series son normalizadas de forma de que la suma acumulativa de las frecuencias en la
gama de salarios indicados es uno.
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Aunque se conociera la forma de la distribucin de la capacidad, persisten otras


incertidumbres. Por ejemplo, la cuestin sobre qu funcin de bienestar social debera
utilizarsey, en particular, cunto debemos preocuparnos por la desigualdades una
cuestin normativa que no puede responderse con datos. Adems, las caractersticas de la
funcin de utilidad de cada individuo pueden afectar a la estructura de las tasas impositivas
ptimas. Dahan y Strawczynski (2000) estudian la importancia de los efectos del ingreso (o
lo que equivale a la utilidad marginal decreciente del consumo) en la estructura de las tasas
impositivas marginales. Sostienen que la utilidad cncava reduce las tasas impositivas
ptimas en los niveles de ingreso alto y que las tasas impositivas marginales pueden
disminuir incluso en una distribucin de los salarios de Pareto. Sandmo (1993), Judd y Su
(2006), Kaplow (2008c) y Weinzierl (2009), entre otros, estudian las implicaciones de la
heterogeneidad interpersonal en otras dimensiones distintas de la capacidad, tales como las
preferencias por el consumo y el ocio. Observan que las dimensiones adicionales de
heterogeneidad tienden a reducir el alcance ptimo de la redistribucin. Por ltimo, las
elasticidades relevantes son esenciales para las tasas impositivas marginales ptimas. Si bien
las simulaciones del impuesto ptimo suelen asumir una elasticidad uniforme, Feldstein
(1995) estim elasticidades importantes del ingreso imponible con respecto a las tasas
impositivas entre los individuos de ingresos altos. Gruber y Saez (2002) posteriormente
estimaron elasticidades menores, pero sus estimaciones tambin respaldan la hiptesis de que
la elasticidad aumenta conforme aumenta el ingreso. Si los trabajadores de ingresos altos son
particularmente elsticos en cmo disminuye su ingreso cuando las tasas impositivas son ms
altas, esto implicara tasas impositivas ptimas ms bajas sobre los ingresos altos, siempre
que las dems condiciones no varen. Pero como en el caso de la distribucin de la capacidad
y la funcin de bienestar social, la verdadera estructura de las elasticidades del ingreso es
objeto de numerosos debates.

Todas estas cuestiones dejan al asesor de poltica en una posicin incmoda. En los
trabajos iniciales, basados en Mirrlees (1971), se supona una forma para la distribucin de la
capacidad, una funcin de bienestar social, una funcin de utilidad individual y una
estructura de las elasticidades de la oferta laboral que produjeron resultados claros y
sorprendentesuna disminucin de las tasas impositivas marginales en el nivel superior de
la distribucin del ingreso. En algunos trabajos recientes, los resultados son drsticamente
diferentes y ms congruentes con la poltica vigente, pero muchos de los supuestos
principales pueden ser objeto de debate.

Prctica

A pesar de la ambigedad de la teora econmica, la poltica pblica en las ltimas


tres dcadas ha avanzado progresivamente hacia tasas impositivas marginales ms bajas
sobre quienes perciben salarios altos. El grfico 2 muestra la cua impositiva marginal
mxima, que comprende la tasa marginal mxima del impuesto sobre la renta y la tasa del
impuesto sobre el valor agregado (o el impuesto general sobre las ventas) de los pases de la
OCDE entre 1984 y 2007. La cua impositiva marginal mxima, en promedio, en los pases
de la OCDE se ha reducido progresivamente durante este perodo, de cerca de 80% a poco
ms del 60%. La mayor parte de esta disminucin obedece a un descenso de las tasas
marginales mximas del impuesto sobre la renta aplicadas por el gobierno central, que se han
reducido a un nivel ligeramente superior al 50% durante este perodo. Las tasas subcentrales
10

y del impuesto sobre la nmina han permanecido bsicamente sin cambios, mientras que el
impuesto sobre el valor agregado y los impuestos generales sobre las ventas han aumentado
ligeramente.

La tasa marginal mxima incluida en el grfico 2, no obstante, puede inducir a error


porque no ofrece ninguna informacin sobre la gama de ingresos a la que se aplica. Por
ejemplo, en 2006 la tasa marginal mxima en el Reino Unido se aplicaba a un trabajador que
perciba el 134% del salario medio de un empleado, mientras que en Estados Unidos el
umbral correspondiente era del 653%. Si el ingreso mnimo sobre el que se aplican las tasas
mximas ha disminuido a lo largo del tiempo, una gama ms amplia de trabajadores de altos
ingresos estar sujeta a una tasa marginal alta. Para tener en cuenta esta posibilidad, en el
cuadro 1 se utiliza un enfoque alternativo. El cuadro muestra la tasa marginal aplicada a un
ingreso que corresponde a 250% del salario medio de un empleado en cada pas de la OCDE
sobre el que se dispone de datos en torno a los parmetros del perodo analizado en el grfico
2: 1981-1982 y 2005-20064. La tasa impositiva marginal sobre quienes perciben salarios
altos se ha reducido en 11 de los 14 pases, y los pocos aumentos de la tasa han sido
modestos. En promedio, los pases de la OCDE han reducido la tasa impositiva marginal
sobre este nivel de ingresos altos en casi 11 puntos porcentuales en los ltimos 25 aos.

4
La base de datos sobre impuestos de la OCDE constituye el conjunto de datos ms amplio y ms coherente
sobre los impuestos sobre la renta de los pases desarrollados. No obstante, esta base de datos es imperfecta. Por
ejemplo, parece incluir tasas sobre los ingresos no salariales en Estados Unidos en 1981, lo que eleva la tasa
marginal mxima declarada a un nivel superior al 70% en ese ao. Hemos mantenido los datos de la OCDE tal
como se presentan, salvo si se indica lo contrario, a los efectos de transparencia. Corregir los datos de Estados
Unidos en 1981 no afecta de manera significativa el anlisis presentado en este estudio. No obstante, en el caso
del cuadro 1 hemos corregido la cifra de la OCDE correspondiente a Estados Unidos en 1981.
11

Grfico 2. Cua impositiva marginal mxima, OCDE 1984-2007

Todos los pases de la OCDE


Series completas solamente

Cua impositiva (como proporcin del ingreso antes de impuestos)

Nota: La cua impositiva comprende la tasa marginal mxima del impuesto sobre la renta
(TMM) y el impuesto sobre el valor agregado (IVA), de manera que la cua = 1 (1
TMM)/(1 + VAT). El cuadro muestra los promedios no ponderados de los 30 pases de la
OCDE y los 16 pases con una serie continua de la TMM, respectivamente. Las cuas
incluyen los impuestos centrales y subcentrales, as como los impuestos sobre la nmina (la
suma de las contribuciones de empleados y de empleadores, cuando corresponda). La cua se
interpola para los aos en que la OCDE no proporciona datos sobre el IVA.
12

Enseanza 3: Un impuesto de tasa nica, con una transferencia de monto fijo, podra
ser una situacin casi ptima

Un factor determinante clave de las tasas impositivas marginales ptimas es la forma


de la distribucin de la capacidad, como se examin anteriormente. Las formas previstas en
trabajos anteriores sobre la imposicin ptima tendieron a producir tasas impositivas
marginales relativamente lineales. De hecho, Mirrlees (1971) escribi lo siguiente: "Tal vez
la caracterstica ms sorprendente de los resultados es la proximidad a la linealidad de las
tasas impositivas" (pg. 206). Por linealidad, Mirrlees (y los estudios posteriores) se refiere a
un sistema impositivo en el cual se aplica la misma tasa impositiva marginal a cada nivel de
ingreso. Normalmente, el sistema ptimo combina una tasa impositiva marginal lineal con
una donacin de monto fijo a todos los individuos, y por lo tanto, la tasa impositiva media se
incrementa con el ingreso aunque no aumente la tasa impositiva marginal. En este estudio,
examinamos el debate en torno a esta conclusin.

Teora

La alegacin de que, por lo general, las tasas impositivas marginales ptimas son
lineales ha sido cuestionada con frecuencia en las casi cuatro dcadas transcurridas desde
Mirrlees (1971). Cabe sealar especialmente el estudio de Saez (2001) en el que se observan
tasas impositivas ptimas que aumentan progresivamente cuando se perciben ingresos de
entre $50.000 y $200.000. Por supuesto, las tasas impositivas marginales ptimas son
sensibles a los supuestos sobre los insumos analizados en la enseanza anterior: la forma de
la distribucin de la capacidad, la funcin de bienestar social y las elasticidades de la oferta
de trabajo. Ninguno de estos tres componentes puede precisarse fcilmente.

Utilizamos una simulacin de poltica para ilustrar la sensibilidad de los resultados


sobre el impuesto ptimo a la forma de la distribucin de la capacidad. El punto de partida es
la distribucin emprica de los salarios proveniente de la Encuesta de Poblacin Activa-
Merged Outgoing Rotation Groups de 20075. Consideramos dos distribuciones paramtricas
adaptadas: una distribucin logartmica normal utilizada convencionalmente para describir la
distribucin de las capacidades, como en el trabajo de Tuomala (1990) descrito
anteriormente; y una combinacin de una distribucin logartmica normal hasta
aproximadamente $43 por hora y una distribucin de Pareto para los salarios ms altos, en
consonancia con los resultados de Saez (2001). Las dos adaptaciones paramtricas difieren
principalmente en sus colas en el extremo derecho y son virtualmente idnticas a lo largo de
la gama de salarios disponibles en los datos.

5
Para los datos histricos sobre la distribucin salarial, que tambin utilizaremos en la seccin siguiente, el
conjunto de datos de la Encuesta de Poblacin Activa-Merged Outgoing Rotation Groups (MORG) es superior
a la muestra de marzo. Por lo tanto, utilizamos los datos de MORG a lo largo de nuestro estudio salvo en los
casos en que nos centramos en las tasas marginales sobre los ingresos altos, con respecto a los cuales la muestra
de marzo dispone de datos ms completos.
13

Cuadro 1. Tasas impositivas marginales sobre los ingresos altos

Tasa impositiva marginal al 250% del salario medio de un empleado

Nota: Impuestos sobre la renta del gobierno central solamente;


excluye los impuestos sobre la nmina.
14

El grfico 3 muestra las tasas impositivas marginales ptimas para cada una de las
adaptaciones paramtricas hasta un nivel de ingreso de $300.0006. En el caso del logaritmo
normal, las tasas marginales se reducen ligeramente a lo largo de la distribucin salarial. En
el caso de la distribucin logartmica normal y de Pareto, las tasas se incrementan a partir de
aproximadamente $50.000, en consonancia con los resultados de Saez (2001). Para
comprender estos resultados, cabe recordar que la distribucin de Pareto es ms gruesa que la
distribucin logartmica en los niveles de capacidad altos. Con un mayor nmero de
trabajadores por encima de un nivel determinado de capacidad, una tasa impositiva marginal
ms alta a dicho nivel es ms atractiva porque acta como un impuesto inframarginal sobre
los individuos con ingresos altos, lo que facilita la redistribucin.

Estas dos estructuras parecen indicar que podra surgir una estructura de tasas
impositivas marginales como estructura ptima si la distribucin salarial se produjera entre
estas dos distribuciones paramtricas. De hecho, hemos calculado una distribucin salarial
que produce tasas impositivas marginales ptimas entre el 48% y el 50% para todos los
trabajadores, salvo los ms capacitados y los menos capacitados, y que se encuentra entre las
distribuciones logartmica normal y logartmica normal de Pareto, excepto en niveles
salariales bajos (donde se necesitan menos discapacitados y ms trabajadores poco
capacitados para reducir las tasas marginales ptimas que figuran en el grfico 3) y unos
pocos niveles salariales intermedios (donde excede ligeramente ambas distribuciones). Esta
poltica impositiva ptima casi lineal proporciona una donacin de monto fijo a los
trabajadores menos capacitados equivalente a un poco ms del 60% del ingreso medio por
trabajador en la economa.

Un resultado, tal vez contrario a la intuicin, de estas simulaciones es que implican


que los impuestos marginales deben ser ms altos sobre los salarios bajos que sobre gran
parte del resto de la distribucin. De este resultado se deduce que unas tasas marginales altas
sobre los ingresos bajos permiten otorgar importantes transferencias de monto fijo a aquellas
personas con niveles de capacidad ms bajos sin que los trabajadores con una capacidad

6
Utilizamos una distribucin de Pareto con el parmetro de Pareto de dos, el valor recomendado por Saez
(2001) para la distribucin salarial por encima aproximadamente del 95 percentil. Empalmamos esta
distribucin con una distribucin logartmica normal para los salarios ms bajos. Para calcular las tasas
impositivas ptimas, extendemos la distribucin salarial parametrizada hasta dentro de la cola de la derecha.
Suponemos que la utilidad puede separarse en consumo y ocio, muestra una aversin al riesgo relativa constante
en el consumo con un coeficiente de aversin al riesgo relativa de 1,5, y es isoelstica en el trabajo con una
elasticidad de Frisch de la oferta de trabajo de 0,5. Suponemos que el 5% de los trabajadores son discapacitados
(no los observamos en los datos), lo que representa aproximadamente el porcentaje del total de empleados con
seguro pblico de discapacidad, segn los datos de la seguridad social. Vase informacin detallada sobre estos
datos y otras simulaciones de este estudio en el apndice electrnico publicado en el sitio web de esta revista
(http://www.e-jep.org).
15

Grfico 3. Simulaciones del impuesto marginal ptimo,


con diferentes distribuciones de la capacidad
Logartmica normal
Logartmica normal/Pareto

Tasa impositiva marginal


Ingresos anuales ($)

Nota: El grfico muestra las tasas impositivas marginales ptimas dadas dos distribuciones
diferentes de la capacidad: una distribucin logartmica normal; y una distribucin
logartmica normal hasta aproximadamente $43 por hora y, despus, de Pareto.
16

mayor se sientan tentados a trabajar menos y a solicitar dichas transferencias. Para los
trabajadores con una capacidad ms alta, el valor neto del ingreso marginal es demasiado alto
en los ingresos bajos y, por lo tanto, estos trabajadores renuncian a disfrutar de ms ocio a
pesar de la generosa redistribucin ofrecida a aquellas personas de ingresos bajos7.

La enseanza que debemos extraer es que, desde la perspectiva de un modelo al estilo


de Mirrlees, las propuestas en favor de un impuesto lineal no son intrnsecamente
irrazonables. En parte, este veredicto obedece a las muchas fuentes de incertidumbre que
hacen que sea difcil definir una estructura de tasas impositivas marginales ptimas. Pero
tambin se debe a que la evidencia parece indicar que las simulaciones pueden producir
estructuras impositivas ptimas que estn cercanas, en trminos de tasas impositivas y de
impactos sobre el bienestar, a una estructura impositiva ptima lineal. Si una estructura
impositiva marginal lineal tiene ventajas fuera del modelo, como agilidad administrativa,
aplicabilidad y transparencia, su justificacin es an mayor.

Prctica

Aunque los estudios sobre la imposicin ptima no han respondido de manera


concluyente a la pregunta de cunto dista la poltica impositiva ptima de ser lineal, las
autoridades econmicas parecen haber decidido que cuanto ms lineal, mejor.

Para evaluar la linealidad de las estructuras impositivas marginales, calculamos las


pendientes de las estructuras impositivas marginales obligatorias de los pases de la OCDE
entre 1981 y 2006. En primer lugar, calculamos la tasa impositiva marginal aplicada a los
individuos que perciben el 67%, 100%, 150% y 250% del salario medio de un empleado en
cada pas. Luego, calculamos los diferenciales de las tasas marginales entre aquellos niveles
de ingreso en cada ao. Por ejemplo, el diferencial 250-67 es la tasa impositiva marginal
aplicable a quienes perciben el 250% del salario medio de un empleado menos la tasa
marginal aplicable a quienes perciben el 67% del salario medio. Estos diferenciales reflejan
las pendientes de las estructuras impositivas.

El cuadro 2 muestra cmo ha cambiado el diferencial 250-67 en las ltimas tres


dcadas. Nueve de los 14 pases sobre los cuales se dispone de datos han avanzado hacia
tasas ms lineales, y la disminucin media del diferencial 250 -67 en estos 14 pases fue de

7
Saez (2002a), quien analiz una calificacin importante de este resultado, muestra que las distorsiones
marginales ptimas sobre los ingresos son menores, y tal vez incluso negativas en el nivel inferior, si la decisin
sobre la participacin de la fuerza de trabajo es ms elstica que la decisin sobre cunto esfuerzo debe
realizarse. No obstante, incluso en este caso, estos incentivos desaparecen en forma de impuestos conforme
aumenta el ingreso, como ocurre en el caso de las donaciones de monto fijo en el anlisis estndar. En la
prctica, se observan comnmente tasas impositivas marginales altas sobre los ingresos bajos, especialmente en
forma de "reducciones progresivas" a travs de las cuales los pagos de transferencias desaparecen en forma de
impuestos conforme aumenta el ingreso.
17

Cuadro 2. Diferencial 250-67 como indicador de estructuras impositivas


marginales ms lineales
Diferencial 250-67

Nota: El diferencial 250-67 es la tasa impositiva marginal de 250%


sobre el salario medio de un empleado menos la tasa impositiva
marginal de 67%.
18

4,3 puntos porcentuales. Se observa un patrn similar en el caso del diferencial 150-100, que
se ha reducido ms de 3 puntos porcentuales en promedio en los pases de la OCDE durante
este perodo. El impuesto lineal no se ha convertido en la norma en los pases de la OCDE,
pero muchos de estos pases han avanzado hacia sistemas impositivos en esa direccin.

Enseanza 4: El grado ptimo de redistribucin aumenta con la desigual salarial

La desigualdad salarial ha aumentado considerablemente en los ltimos aos, sobre


todo en Estados Unidos. Desde la perspectiva de la teora de la imposicin ptima, este
cambio puede obedecer a una ampliacin de la distribucin de las capacidades. (Los
economistas del mercado de trabajo tal vez dirn que lo que ha cambiado es el rendimiento
econmico en relacin con la capacidad, y no la distribucin del talento innato, pero esta
distincin no es esencial para la cuestin que nos ocupa.) Este hecho plantea una pregunta
obvia: segn la teora de la imposicin ptima, cmo debera el planificador social
responder a este cambio en el entorno econmico?

Teora

Mirrlees (1971) seal que una mayor desigualdad en la capacidad contribuye a una
poltica impositiva ptima ms redistributiva. Sugiri que las tasas impositivas seran, en
general, ms altas en sociedades menos equitativas y que una proporcin menor de la
poblacin estara obligada a trabajar. Los individuos con una capacidad baja podran disfrutar
de su tiempo libre y recibir al mismo tiempo una donacin de monto fijo para respaldar el
consumo.

Para ilustrar esta enseanza, simulamos una poltica impositiva ptima utilizando los
cambios observados en la distribucin salarial en Estados Unidos. En primer lugar, tomamos
los datos sobre los salarios provenientes de la Encuesta de Poblacin Activa-Merged
Outgoing Rotation Groups correspondiente a 1979 y 2007. A continuacin, calculamos la
distribucin logartmica normal que mejor se adapta a los datos para determinar de manera
aproximada estos salarios. (Se obtienen resultados similares para la distribucin salarial que
combina la distribucin logartmica-normal y la de Pareto.) Como cabra esperar, esta
distribucin se ha extendido en los ltimos 30 aos, con colas ms gruesas y menos masa en
los salarios medios. Consideramos esta distribucin de los salarios como una variable
sustitutiva de la capacidad y luego simulamos los impuestos ptimos apropiados. El grfico 4
muestra las estructuras del impuesto ptimo medio simulado utilizando estas dos
distribuciones salariales. Como cabra esperar, las tasas impositivas ptimas medias aplicadas
a los trabajadores con salarios altos han aumentado. Adems, se han incrementado las
transferencias a los trabajadores poco capacitados, que pueden observarse como la diferencia
entre los puntos ms a la izquierda en las dos estructuras. En un modelo de imposicin
ptima, el mayor potencial de ingresos en el nivel superior de la distribucin permite una
mayor redistribucin hacia los trabajadores poco capacitados, por lo que el incremento de la
desigualdad del ingreso no se traduce en un aumento tan fuerte de la desigualdad del ingreso
disponible.
19

Grfico 4. Tasas impositivas marginales ptimas para


diferentes distribuciones salariales, 1979 y 2007

Tasa impositiva media


Ingresos anuales ($)

Nota: El grfico muestra las estructuras de la tasa impositiva ptima media utilizando estas
dos distribuciones salariales, considerando los salarios como una variable sustitutiva de la
capacidad. Las distribuciones salariales son las aproximaciones logartmicas-normales que
mejor se adaptan a los datos de las distribuciones salariales de 1979 y 2007 en Estados
Unidos, respectivamente, utilizando la Encuesta de Poblacin Activa-MORG (Merged
Outgoing Rotation Groups).
20

Prctica

Para comprobar si la poltica responde al nivel de desigualdad como prevn los


modelos de imposicin ptima, examinamos los datos sobre la desigualdad del ingreso
derivados del estudio de Luxemburgo sobre los ingresos y los datos sobre los gastos sociales
como proporcin del PIB provenientes de la OCDE, un indicador que se utiliza comnmente
para calcular la redistribucin del ingreso. Si el modelo de imposicin ptima es congruente
con las prioridades de las autoridades econmicas, cabe esperar que la poltica reaccione ante
una mayor desigualdad de los ingresos mediante un incremento de los gastos sociales como
proporcin del PIB.

El cuadro 3 muestra los datos relevantes del estudio de Luxemburgo sobre los
ingresos de 11 pases con las observaciones adecuadas. Se dispone de datos de los aos
comprendidos entre 1979 y 2000 para cada pas, lo que representa 46 observaciones en total.
La tercera y cuarta columna del cuadro muestran los coeficientes de Gini promedio de los
ingresos antes de impuestos y antes de la transferencia, as como los niveles medios de gasto
social como proporcin del PIB para cada pas en los aos observados. Las ltimas dos
columnas del cuadro muestran los resultados de la regresin de las series cronolgicas de los
gastos sociales como proporcin del PIB de cada pas sobre las series cronolgicas de los
coeficientes de Gini. Nueve de los 11 pases muestran una relacin positiva entre estas
variables, como prev el modelo: es decir, los aos de mayor desigualdad del ingreso son
tambin los aos de redistribucin relativamente mayor. En el cuadro tambin figuran los
resultados de una regresin transversal grupal que incluye todas las observaciones y tiene en
cuenta los efectos fijos de pas. Esta regresin resulta en una relacin positiva y
estadsticamente significativa entre la desigualdad antes de impuestos y la proporcin del
producto asignada a gastos sociales. Como indica la teora, una mayor desigualdad est
asociada con una mayor redistribucin.

Enseanza 5: Los impuestos deberan depender de las caractersticas personales, as como de


los ingresos

Teora

Mirrlees (1971) seal que el problema del diseo de impuestos radica en la falta de
informacin por parte de la autoridad impositiva sobre las capacidades de los individuos.
Supuso que la autoridad impositiva utilizara el ingreso como nico indicador de la
capacidad, pero reconoci que pueden utilizarse muchos otros indicadores: "Podra obtenerse
informacin sobre el potencial para generar ingresos de una persona a partir de su supuesto
coeficiente intelectual, el nmero de diplomas, su direccin, edad o color; pero el indicador
natural, y cabra suponer el ms fiable, es su ingreso".
21

Cuadro 3. Desigualdad y gasto social como proporcin del PIB

Niveles medios en Resultados de la regresin de (B) sobre (A)


los aos observados
(A) Coeficiente de (B) Gastos sociales como Coeficiente estimado Error
Gini antes de porcentaje del estndar
impuestos PIB
Pas Aos observados

Resultados de la regresin grupal (todos los aos y pases) con efectos fijos de pas, errores estndar agrupados
0,44 0,11

Nota: Coeficientes de Gini del estudio de Luxemburgo sobre el ingreso; datos sobre el gasto
social provenientes de la OCDE.
22

Akerlof (1978) pronto mostr que esos otros indicadores pueden ser importantes,
desde el punto de vista terico y emprico. Acu el trmino "etiquetaje" (tagging) para
describir el uso de los impuestos que dependen de las caractersticas personales, y demostr
formalmente que el uso del etiquetaje puede mejorar en un sistema impositivo basado en
ingresos. Tambin seal que el etiquetaje desempea un papel importante en la poltica
vigente en Estados Unidos, refirindose a los programas de gasto pblico destinados a las
personas mayores, los discapacitados, los nios y otros grupos.

Sin embargo, para que el etiquetaje funcione, los individuos con una capacidad alta
no pueden pretender ser miembros del grupo etiquetado o, al menos, las autoridades deben
asegurarse de que este tipo de trampas resulten muy costosas, procurando, por ejemplo, que
el proceso de obtencin de las prestaciones sea engorroso y lleve mucho tiempo. De lo
contrario, el nivel ptimo de etiquetaje puede ser insignificante o de cero. Aunque una
etiqueta sea totalmente exgena, su atractivo como argumento en la funcin impositiva
depende de la calidad de la seal que emita sobre la capacidad del individuo. Si la etiqueta
est relacionada en cierta medida con la capacidad, pero la correlacin solo es
moderadamente elevada es decir, si la etiqueta resulta "ruidosa" los impuestos de monto
fijo sobre el tipo "alto" tendrn una repercusin importante en aquellos miembros del tipo
alto que, sin embargo, tienen una capacidad baja. La redistribucin dentro de los distintos
tipos puede contrarrestar este problema, pero solo reduciendo el grado en que los impuestos
son de monto fijo y, por lo tanto, el beneficio del etiquetaje. Por ltimo, el etiquetaje tiene
costos administrativos que, si bien en un principio tal vez sean modestos, pueden aumentar
rpidamente a medida que el sistema, basado en muchas etiquetas, se vaya haciendo cada vez
ms complejo.

No obstante, dos recientes estudios ilustran el poder potencial de unas etiquetas bien
seleccionadas. Alesina, Ichino y Karabarbounis (2008) consideran varios impuestos que
dependen del gnero, mientras que Mankiw y Weinzierl (de prxima publicacin) examinan
los impuestos que dependen de la altura. En el primer caso, el valor del etiquetaje se deriva
principalmente de las diferencias en las elasticidades de la oferta de trabajo entre gneros;
mientras que, en el ltimo caso, se deriva de las diferencias en el nivel de capacidad (como
variable sustitutiva de los salarios) segn la altura. Si bien Akerlof (1978) se centr en el uso
del etiquetaje para aliviar la pobreza, estos estudios ms recientes hacen hincapi en la
funcin ms amplia del etiquetaje en un sistema impositivo ptimo. Las etiquetas no solo
identifican a los pobres; sino que tambin proporcionan informacin adicional a las
autoridades econmicas, ya sea sobre las elasticidades de la oferta de trabajo o la distribucin
de la capacidad no observada. Por ejemplo, si un grupo demogrfico determinado tiene una
distribucin de la capacidad muy amplia con respecto a otros grupos, las autoridades
econmicas pueden adaptar los impuestos marginales en cada nivel de ingreso a esa
distribucin ms amplia. La teora parece indicar que cualquier caracterstica personal que
sea en gran parte exgena, fcil de supervisar y sistemticamente relacionada con la
capacidad o las preferencias debe ser incluida como argumento en la funcin del impuesto
ptimo. Al menos en el contexto estricto de un modelo impositivo ptimo, es probable que
los beneficios econmicos del etiquetaje por gnero y altura compensen sustancialmente los
posibles costos administrativos.
23

Prctica

Desde algunos puntos de vista especficos y significativos en trminos econmicos, el


etiquetaje se utiliza ampliamente en el mundo real. Casi todos los pases desarrollados
restringen algunos beneficios fiscales, servicios especiales y transferencias en efectivo a los
hogares pobres con nios pequeos. En 2003, la OCDE estim que el gasto pblico en
prestaciones familiares ascendi a 2,4% del PIB, en promedio, en los 24 pases miembros
sobre los que se dispona de estos datos. Adems, la mayora de las economas desarrolladas
proporcionan apoyo especfico y focalizado a otros grupos demogrficos que pueden ser
sistemticamente vulnerables a la pobreza, como los discapacitados y las personas mayores.

No obstante, la base terica del etiquetaje sugerira una aplicacin ms amplia.


Concretamente, la teora nos indica que las estructuras impositivas deberan variar
sistemticamente segn el gnero, la altura, el color de la piel, el atractivo fsico, la salud, la
educacin de los padres, y as sucesivamente. Ningn sistema impositivo ofrece tal variacin.
La excepcin es la edad: varios pases, incluidos Singapur, Australia y Estados Unidos,
reducen la carga impositiva sobre las personas mayores de 55 y 65 de edad, pero el
tratamiento separado de una gama reducida de edades cercanas a la jubilacin es una versin
relativamente modesta del etiquetaje con respecto a lo que propone la teora.

Por qu predominan algunos tipos de etiquetaje mientras que otros no se utilizan? La


teora de la imposicin ptima trata todas las diferencias entre caractersticas personales por
igual y plantea solamente cmo estn correlacionadas estas diferencias con las elasticidades
de la oferta de trabajo y la capacidad. No obstante, las sociedades parecen preferir el uso de
caractersticas que surgen a lo largo del ciclo de vida y pueden indicar directamente una
desventaja econmica, como la paternidad, la discapacidad y el envejecimiento,
caractersticas que, en general, cualquier persona puede experimentar en algn momento de
su vida. En cambio, la sociedad parece sentirse menos cmoda con el uso de caractersticas
para el etiquetaje determinadas de antemano en gran medida en el momento de nacer y cuya
relacin con la capacidad o las preferencias es ms sutil, como el gnero, el color de la piel,
la altura y la educacin de los padres.

En consonancia con estas diferencias en el tratamiento, algunos tipos de etiquetaje


pueden implicar costos que se excluyen de un anlisis convencional de la imposicin ptima.
Por ejemplo, el etiquetaje parece vulnerar la equidad horizontal, el principio rector del diseo
de polticas segn el cual quienes se encuentren en circunstancias anlogas deben recibir el
mismo tratamiento. No se explica claramente cmo debera definirse exactamente la
expresin "en circunstancias anlogas", pero muchos consideran que dos personas con las
mismas capacidades deben pagar los mismos impuestos independientemente de sus
caractersticas personales fijas y que, por lo tanto, la equidad horizontal debera incluirse
como una limitacin adicional al problema del impuesto ptimo. Otro ejemplo es que el
atractivo del etiquetaje se centra en el supuesto de que la capacidad de pagar debera
constituir la base de la imposicin, y no otros criterios tales como las prestaciones recibidas.
Todas las personas puede beneficiarse de un sistema impositivo que les proteja frente a
algunos shocks, como la discapacidad, pero el etiquetaje basado en caractersticas
predeterminadas contar con la oposicin de aquellos que ya saben que se encuentran en el
24

"tipo alto". Estas cuestiones se hallan fuera del marco de la imposicin ptima estndar, pero
pueden explicar el uso limitado de las etiquetas.

Enseanza 6: Solo los bienes finales deberan estar sujetos a impuestos y, en general, habra
que gravar estos bienes de manera uniforme

Teora

Si bien la imposicin ptima de la renta del trabajo sigue siendo una cuestin algo
misteriosa, dos potentes resultados han orientado la reflexin sobre la imposicin ptima de
bienes y servicios. Diamond y Mirrlees (1971) proponen que el impuesto ptimo sobre todos
los bienes intermedios es cero. Atkinson y Stiglitz (1976) seala que el impuesto ptimo
sobre todos los bienes de consumo final es igual para todos estos bienes. Se han observado
algunas excepciones a estos resultados de referencia. Una excepcin muy conocida son los
bienes que generan externalidades y, por lo tanto, se justifica la aplicacin de impuestos de
Pigovian o subsidios correctivos. En el caso de los bienes ms estndar, los impuestos
diferenciales a las materias primas pueden ser ptimos si los bienes varan en su
complementariedad con el ocio, si estos impuestos afectan a los salarios pagados a los
trabajadores con distintas habilidades, o si las preferencias por los bienes estn
correlacionadas con las capacidades individuales, como se analiza en Kaplow (2008b), Naito
(1999) y Saez (2002b). Pero los resultados anteriores siguen siendo los criterios de referencia
por las razones poderosas en que se fundamentan.

Los resultados de Diamond y Mirrlees (1971) sobre los bienes intermedios se basan
en la reflexin siguiente: independientemente de la asignacin ptima de los bienes finales,
un planificador social se asegurar de que la produccin de esos bienes se realiz de la forma
ms eficiente posible. La perspectiva de Diamond y Mirrlees es que el mismo conjunto de
precios relativos que obtendra un planificador social puede obtenerse a travs de una
autoridad impositiva en una economa competitiva variando el conjunto de impuestos sobre
los bienes finales. La implicacin es que los impuestos ptimos pueden colocar a la
economa en su frontera de produccin. El mantenimiento de la eficiencia productiva
descarta los impuestos con efectos diferenciales entre las industrias, sectores o perodos.
Prohbe, en general, los impuestos a la produccin porque distorsionan la asignacin de los
factores de produccin. Desaconseja los impuestos sobre los beneficios de las sociedades
porque distorsionan el rendimiento del capital para un subconjunto de la economa,
incentivando la salida de capital del sector empresarial. Por ltimo, implica que no se grava
con impuesto el capital fsico y humano porque ambos se utilizan como insumos para la
produccin futura y, por lo tanto, gravar este capital supondra colocar a la economa dentro
de su frontera de produccin.

Si bien el resultado de Diamond y Mirrlees (1971) restringe el conjunto de bienes a


los que deberan aplicarse impuestos, Atkinson y Stiglitz (1976) encontraron restricciones en
el diseo de los impuestos sobre los bienes finales. Atkinson y Stiglitz mostraron que la
funcin de utilidad es dbilmente separable en el ocio y todo el consumo, y si las
preferencias por los bienes no dependen de la capacidad, la imposicin ptima de los bienes
25

finales es uniforme cuando se dispone de un ingreso totalmente no lineal8. Se obtiene este


resultado porque no existe informacin sobre la capacidad no observada en la opcin de
consumo de un individuo que no sea revelada tambin por el ingreso de un individuo, y por
lo tanto, el impuesto sobre la renta puede ajustarse a la capacidad segn se desee. En este
entorno, la imposicin uniforme de las materias primas se explica de la forma siguiente:
independientemente de la distribucin ptima de la renta despus de impuestos de los
individuos, se minimizan los efectos desincentivadores para lograr dicha imposicin si las
opciones de consumo de los individuos no estn distorsionadas. Por ejemplo, incluso un
planificador social que desee redistribuir, no debera hacerlo gravando ms los bienes de lujo
que los de primera necesidad.

Conjuntamente, los resultados de Diamond y Mirrlees (1971) y Atkinson y Stiglitz


(1976) implican que la imposicin indirecta debera tener una estructura simple: los
impuestos deberan evitar los bienes intermedios y ser uniformes para todos los bienes
finales.

Prctica

Un impuesto sobre el valor agregado, tambin conocido como el impuesto sobre


bienes y servicios, est bien diseado para implementar estas recomendaciones. En principio,
no se aplica a los insumos intermedios (incluido el capital fsico, dada la forma del valor
agregado implementada normalmente en los pases de la OCDE) y se aplica por igual a todos
los bienes finales.

La aplicacin del impuesto sobre el valor agregado es una poltica muy extendida. La
OCDE calcula que ms de 130 pases utilizan el impuesto sobre el valor agregado, incluidos
29 de los 30 miembros de la OCDE (OCDE, 2009). De hecho, Estados Unidos es el nico
pas miembro de la OCDE que no tiene un impuesto nacional de este tipo9. Las polticas
relativas al impuesto sobre el valor agregado y al impuesto sobre bienes y servicios no solo
son comunes, sino que estn cobrando cada vez ms importancia. Si bien 29 pases de la
OCDE utilizan actualmente una versin del impuesto sobre el valor agregado, solo 12 de
ellos lo utilizaban en 1976. Adems, 11 de los 12 pases de la OCDE que han utilizando un
impuesto sobre el valor agregado desde 1976 elevaron sus tasas durante este perodo, y la
tasa media entre estos 12 pases aument de 15,6% a 20,4%. La nica excepcin (Francia)
redujo la tasa ligeramente de 20% a 19,6% durante este perodo.

8
Deaton (1979) mostr que el resultado de Atkinson-Stiglitz se aplica a los impuestos lineales sobre la renta si
la demanda es homottica. Kaplow (2008a) muestra que si las funciones de utilidad son dbilmente separables
en ocio y consumo, puede producirse una mejora de Pareto si se sustituye un sistema impositivo no lineal
(subptimo) arbitrario por un sistema impositivo no lineal diferente sin una imposicin diferenciada de las
materias primas.
9
En esta revista, Hines (2007) muestra el papel relativamente poco importante de los impuestos sobre el
consumo en Estados Unidos en relacin con el resto del mundo desarrollado.
26

Grfico 5. Proporcin de ingresos impositivos procedentes de impuestos indirectos,


promedio no ponderado en el conjunto de la OCDE
Proporcin de ingresos del IVA
Proporcin de ingresos de impuestos selectivos al consumo
27

Conjuntamente, como resultado de este mayor nmero de pases que utilizan un


impuesto sobre el valor agregado y del aumento de las tasas en los pases que ya tienen un
impuesto sobre el valor agregado casi se ha duplicado la proporcin de ingresos tributarios
(sobre la base de un promedio no ponderado) recaudados por impuestos generales sobre el
consumo en la OCDE entre 1965 y 2003 (OCDE, 2006). Adems, este crecimiento del
impuesto sobre el valor agregado ha sustituido en gran medida a los impuestos selectivos al
consumo de bienes especficos, que vulneran ya sea la condicin de que los bienes
intermedios (como el petrleo) no deben estar sujetos a impuestos o la condicin de que
todos los bienes finales (como el tabaco o el alcohol) deben gravarse por igual. El grfico 5
muestra que la proporcin de ingresos tributarios procedentes de impuestos generales sobre
el valor agregado se increment de 9,5% a casi 19% entre los aos sesenta y mediados de
2000. Por otra parte, la proporcin de ingresos tributarios provenientes de impuestos
selectivos al consumo de bienes especficos se ha reducido de 24,1% a 11,5%.

En la prctica, los impuestos sobre el valor agregado estn cargados de excepciones y


reglas que vulneran las directrices de la poltica impositiva ptima. Por ejemplo, casi todos
los pases eximen de impuestos sobre el valor agregado a algunos "bienes bsicos," como los
alimentos. Si bien estas exenciones se aplican con el objetivo de reducir la carga impositiva
sobre las personas de bajos ingresos, Atkinson y Stiglitz (1976) indican que existen
mecanismos ms eficaces, como la imposicin redistributiva del ingreso, para alcanzar este
objetivo. En general, no obstante, la importancia considerable y creciente de los impuestos
sobre el valor agregado parece sealar que las autoridades econmicas han adoptado algunas
de las enseanzas de la teora de la imposicin ptima con respecto a la imposicin sobre las
materias primas.

Enseanza 7: La renta del capital no debera estar sujeta a impuestos, al menos mientras sea
una expectativa

El resultado ms destacado de los modelos dinmicos de imposicin ptima tal vez


sea que debera evitarse la imposicin sobre la renta del capital. Este resultado, que ha sido
polmico desde su publicacin a mediados de los aos ochenta, se ha modificado sutilmente
en algunos casos y ha sido cuestionado abiertamente en otros, pero la fuerte lgica en la que
se basa lo ha convertido en una referencia.

Teora

Un impuesto de tasa cero sobre el capital puede explicarse de varias formas. Cabe
sealar dos posibilidades que se basan en los resultados de la seccin anterior. En primer
lugar, dado que los bienes de capital son un insumo intermedio para la produccin del
producto futuro, el resultado de Diamond y Mirrlees (1971) indica que no deberan estar
sujetos a impuestos. En segundo lugar, dado que un impuesto sobre el capital constituye, de
hecho, un impuesto sobre el consumo futuro pero no sobre el consumo actual, vulnera la
recomendacin de Atkinson y Stiglitz (1976) en favor de una imposicin uniforme. De
hecho, un impuesto sobre el capital impone un gravamen cada vez mayor sobre el consumo
en el futuro, por lo que vulnera el principio de la imposicin uniforme de las materias primas
de manera extrema.
28

Un impuesto de tasa cero sobre el capital tambin puede explicarse mediante el


desarrollo del problema impositivo considerado por Frank Ramsey (1928). En unos estudios
importantes, Chamley (1986) y Judd (1985) examinan la imposicin sobre el capital en este
modelo. Observan que, a corto plazo, un impuesto positivo sobre el capital puede resultar
conveniente porque es un impuesto sobre el capital viejo y, por lo tanto, no causa
distorsiones. A largo plazo, no obstante, un impuesto de tasa cero sobre el capital es ptimo.
En el modelo de Ramsey, al menos algunos de los hogares se expresan de forma que tienen
un horizonte de planificacin infinito (por ejemplo, pueden ser dinastas cuyas generaciones
estn altrusticamente conectadas como en Barro, 1974). Estos hogares determinan cunto
ahorrar basndose en su descuento del futuro y el rendimiento del capital en la economa. En
el equilibrio a largo plazo, sus decisiones de ahorro son perfectamente elsticas con respecto
a la tasa de rendimiento despus de impuestos. Por lo tanto, un impuesto sobre la renta del
capital mantendr el rendimiento del capital despus de impuestos invariable, lo que significa
que el rendimiento del capital antes de impuestos deber aumentar, lo que reducir el stock
de capital y el producto agregado en la economa. Esta distorsin es tan grande como para
que cualquier imposicin sobre la renta del capital sea subptima en comparacin con la
imposicin sobre la renta del trabajo, incluso desde la perspectiva de una persona sin ahorros
(Mankiw, 2000). La economa moderna reafirma este mensaje a travs de la creciente
globalizacin de los mercados de capitales, que puede dar lugar a respuestas muy elsticas de
los flujos de capital a variaciones impositivas, incluso a corto plazo.

Pueden encontrarse razones para cuestionar la optimizacin de los impuestos de tasa


cero sobre el capital. Si todas las personas tienen horizontes de planificacin relativamente
cortos, como en los modelos de generaciones superpuestas, la imposicin sobre el capital
puede proporcionar una redistribucin sin los efectos drsticos sobre la acumulacin de
capital identificados en los estudios de Ramsey. Conesa, Kitao y Krueger (2009) examinan
este argumento en favor de la imposicin sobre el capital. Tambin puede ocurrir que si las
personas acumulan reservas de ahorro para autoprotegerse frente a los shocks, puede
producirse una acumulacin excesiva agregada de capital, lo que justificar la imposicin
sobre el capital, como en Aiyagari (1994). A pesar de estas posibles excepciones, no
obstante, la lgica en favor de la aplicacin de impuestos bajos sobre el capital es potente: la
oferta de capital es muy elstica, los impuestos sobre el capital generan fuertes distorsiones
en los planes intertemporales de consumo y desalientan el ahorro, y la acumulacin de capital
es esencial para la produccin agregada de la economa.

Prctica

Reflejan las tasas de los impuestos sobre el capital aplicadas en las ltimas dcadas
estos resultados sobre la imposicin ptima sobre el capital? Las estadsticas ms coherentes
de la imposicin sobre el rendimiento del capital en los pases desarrollados son los datos de
la OCDE sobre las tasas impositivas obligatorias sobre la renta de las sociedades (OCDE,
2008). Estos datos muestran que estas tasas se redujeron fuertemente a finales de los aos
ochenta desde niveles entre el 45% y el 50% y han disminuido progresivamente desde
entonces, reducindose a un promedio inferior al 30% en 2007. Entre 1985 y 1990, en
particular, varias economas principales redujeron sustancialmente las tasas de los impuestos
sobre la renta de las sociedades: Estados Unidos, de 50% a 39%; el Reino Unido de 40% a
33%; Australia, de 46% a 39%; Alemania, de 60% a 55%; y Francia, de 50% a 42%. En
29

2007, la tasa media del impuesto sobre la renta de las sociedades en la OCDE ascenda
aproximadamente a 28%. La tasa ms baja corresponda a Irlanda, en 12,5%.

La imposicin de la renta del capital tambin ocurre a nivel personal en la mayora de


los pases de la OCDE. El promedio ponderado de la tasa del impuesto sobre la renta
aplicable a los ingresos por concepto de dividendos en la OCDE se redujo de 55% a
principios de los aos ochenta a menos de 30% en 1991 y por debajo de 20% en 2005. De
hecho, en 2007 en tres pases de la OCDE la tasa del impuesto sobre la renta de las personas
fsicas aplicable a los ingresos por concepto de dividendos era de cero: Grecia, Mxico y la
Repblica Eslovaca.

Si bien las tasas impositivas obligatorias sobre la renta del capital se han reducido, la
carga impositiva sobre la renta del capital depende de muchos otros factores, como la
definicin de la base impositiva y el alcance de los crditos fiscales y las deducciones
impositivas. En los estudios que tratan de incorporar estos factores se observa una variedad
de estructuras impositivas sobre el capital, algunas de las cuales apuntan en la direccin
opuesta a las tendencias de las tasas impositivas obligatorias. Un enfoque es utilizar
"coeficientes tributarios", las relaciones entre los impuestos realmente pagados y su base
imponible pertinente. Este indicador tiene la virtud de incluir implcitamente todos los
factores que determinan la carga impositiva sobre los contribuyentes. Carey y Rabesona
(2004) aplican este enfoque y observan que: "El coeficiente impositivo sobre la renta del
capital (basada en el excedente de explotacin neto) aument 6,4 puntos porcentuales entre
1975-80 y 1990-2000 en los pases de la OCDE con conjuntos de datos completos...". Los
clculos realizados utilizando el excedente de explotacin bruto como indicador de la renta
del capital dieron como resultado un incremento menor de 3,7 puntos porcentuales.

Por lo tanto, aunque la disminucin de las tasas obligatorias parece indicar que las
autoridades econmicas han prestado atencin a las recomendaciones de los estudios sobre el
impuesto ptimo y han reducido la imposicin sobre el capital, la evidencia no es
concluyente. Una conciliacin posible de la evidencia aparentemente en conflicto es que las
autoridades econmicas han aplicado la regla general de que unas tasas impositivas ms
bajas sobre una base impositiva ms amplia son menos distorsionantes. Otra explicacin
posible es que las autoridades econmicas se han centrado en reducir la parte ms destacada
de la imposicin sobre el capital, las tasas obligatorias, compensando en cierta medida estas
reducciones con modificaciones de otros factores determinantes de la cuanta de los
impuestos que se pagan sobre la renta del capital.

Independientemente de que los impuestos sobre el capital estn disminuyendo o


aumentando, persiste una gran diferencia entre la teora y la poltica. Tanto las tasas
impositivas obligatorias sobre el capital como los indicadores de las tasas impositivas
efectivas permanecen lejos de cero, el nivel recomendado por los modelos convencionales
para calcular el impuesto ptimo.
30

Enseanza 8: En las economas dinmicas estocsticas, la poltica impositiva ptima


exige un nivel de complejidad cada vez mayor.

Los estudios iniciales sobre la imposicin ptima, como los de Mirrlees (1971),
consideraban la imposicin en contextos de un nico perodo. En trabajos posteriores en
contextos dinmicos, como Chamley (1986) y Judd (1985), normalmente no se tena en
cuenta la incertidumbre con respecto a los ingresos individuales. Los trabajos recientes sobre
la imposicin ptima han considerado economas dinmicas estocsticas y han comenzado a
examinar nuevos diseos de poltica impositiva ms complejos. La idea principal ha sido
que, excepto en casos especiales, la imposicin ptima en economas dinmicas depende de
los historiales de ingresos de los individuos y requiere interacciones entre los diferentes tipos
de impuestos, como los impuestos sobre el capital y el trabajo. Los estudios de Golosov,
Kocherlakota y Tsyvinski (2003), Albanesi y Sleet (2006), Kocherlakota (2005) y Golosov,
Tsyvinski y Werning (2007) constituyen recientes referencias clave sobre este tema.

Teora

Para comprender por qu los impuestos ptimos pueden depender del historial de
ingresos, cabe recordar la primera enseanza: los impuestos ptimos estticos dependen
fundamentalmente de la forma de la distribucin de la capacidad. En un contexto dinmico,
las capacidades de los individuos cambian con el tiempo. Por lo tanto, la capacidad de un
individuo en cualquier momento solo es un indicador parcial de la capacidad del individuo
para obtener ingresos a lo largo del ciclo de vida. Adems, los individuos responden a los
impuestos no solo en el perodo durante el cual se aplican estos impuestos, sino tambin en
perodos anteriores y siguientes. Si el objetivo de la poltica impositiva es redistribuir de
manera eficiente en un entorno dinmico, debe estar orientada tanto al pasado como al futuro.

La forma ms potente de que la imposicin responda a los desafos de un entorno


dinmico es lograr que los impuestos de un individuo en cualquier ao sean una funcin del
historial de ingresos de ese individuo. La dependencia de la historia (history-dependence)
permite que el sistema impositivo haga dos cosas: primero, puede tratar la evolucin del
ingreso de un individuo, en combinacin con la ubicacin de ese individuo en el ciclo de
vida, como una seal de la ubicacin del individuo en la distribucin de la capacidad.
Segundo, puede disear impuestos complejos que incluyan una interdependencia entre
fuentes de ingresos. Por ejemplo, dos individuos con una capacidad actual similar pueden
tener niveles de ahorro muy diferentes, y la poltica ptima puede tener en cuenta este
aspecto.

Para aprovechar plenamente la dependencia de la historia, los impuestos ptimos en


contextos dinmicos utilizan la imposicin coordinada de la renta del capital y del trabajo.
De hecho, la recomendacin de poltica ms destacada formulada en estos estudios es
bastante sorprendente: siempre que las dems condiciones no varen, los impuestos sobre la
renta del capital deberan ser ms altos para aquellos individuos que declaran una renta del
trabajo sorprendentemente baja. Es decir, los impuestos sobre el capital deben ser regresivos
cuando la renta del trabajo vara.
31

Este resultado est relacionado con el problema central de la imposicin redistributiva


sobre el ingreso: los individuos pueden sentirse tentados a trabajar menos para obtener un
tratamiento impositivo ms generoso. En una economa esttica, un sistema impositivo
contrarresta esta tentacin evitando llegar a una redistribucin completa. En una economa
dinmica, un sistema impositivo afronta mayores dificultades porque los individuos pueden
acumular activos y utilizarlos para complementar el consumo cuando aparentan tener una
capacidad baja y ganan menos. Un impuesto sobre el capital ms alto cuando se reduce la
renta del trabajo hace que esta estrategia sea ms costosa porque reduce el rendimiento del
ahorro si la renta del trabajo obtenida es menor. Por lo tanto, este impuesto disuade a los
individuos de hacer trampas contra el sistema, lo que permite una mayor redistribucin.

Segn este anlisis, los impuestos ptimos sobre el capital son regresivos cuando la
renta del trabajo vara, pero no son necesariamente positivos. De hecho, Kocherlakota (2005)
muestra que el impuesto sobre el capital previsto para un individuo antes de la realizacin de
su capacidad debera ser de cero. Por lo tanto, estos nuevos resultados del impuesto ptimo
dinmico son compatibles con la idea de que la imposicin sobre el capital no debera
generar ingresos tributarios, aunque recomiendan que se apliquen a los individuos impuestos
sobre el capital distintos de cero. Dicho de otro modo, se aplican impuestos sobre el capital
positivos a los hogares con rentas del trabajo sorprendentemente bajas, y aquellos hogares
con rentas del trabajo sorprendentemente altas reciben subsidios sobre su renta del capital.

La teora de la imposicin ptima an no ha proporcionado directrices claras sobre un


sistema general de imposicin coordinada y dependiente de la historia sobre el capital y el
trabajo y para una economa calibrada de forma realista. En cambio, ha presentado
recomendaciones ms limitadas. Un ejemplo inicial es la propuesta de Vickrey (1939) de
utilizar el ingreso medio a lo largo del ciclo de vida como base para la imposicin. Un
ejemplo ms reciente es que, segn el argumento en favor de los impuestos regresivos sobre
el capital, el seguro de discapacidad (y tal vez otros programas de seguro social) debera estar
condicionado al nivel de activos (Golosov y Tsyvinski, 2006). La evaluacin de activos
(asset-testing) impide a los individuos exigir estos beneficios cuando en condiciones ptimas
no deberan hacerlo porque, en realidad, estn respaldando su consumo realizando un
sobreahorro acumulado en un perodo anterior en su vida. Por ltimo, un elemento de los
impuestos dependientes de la historia es muy sencillo de implementar y, no obstante, puede
reportar importantes beneficios: hacer que los impuestos sean una funcin de la edad, como
se seala en Kremer (2002), Blomquist y Micheletto (2003), Judd y Su (2006), y Weinzierl
(2008). La dependencia de la edad permite que el sistema impositivo responda a la evolucin
previsible de las capacidades a lo largo del ciclo de vida.

Los estudios comienzan ahora a examinar importantes cuestiones cuya importancia


para la imposicin ptima resulta evidente en un contexto dinmico como los de Mirrlees.
Por ejemplo, las capacidades se definen casi siempre como exgenas, pero el sistema
impositivo puede afectar a las inversiones en capital humano; vanse los recientes estudios
de Grochulski y Piskorski (2006) y Kapicka (2006, 2008) en los que la capacidad se vuelve
endgena. Del mismo modo, el espritu empresarial y la opcin ocupacional son endgenos
para el sistema impositivo pero normalmente se excluyen de los modelos de imposicin
ptima, aunque Albanesi (2006) constituye una excepcin notable. Cabe esperar que estos
factores aumenten la complejidad necesaria de los impuestos en un entorno dinmico.
32

Prctica

La mayor parte de las recomendaciones de la teora dinmica de la imposicin ptima


son recientes y complejas. Probablemente es demasiado pronto para calibrar su impacto en la
formulacin de polticas.

Una recomendacin clara, no obstante, es la evaluacin de activos del seguro pblico


de discapacidad. No encontramos una base de datos que catalogue los criterios de
elegibilidad del seguro de discapacidad en los distintos pases, pero examinamos los
programas de diez pases principales: Australia, Canad, Francia, Alemania, Italia, Japn,
Mxico, Suecia, el Reino Unido y Estados Unidos10. Los diez pases brindan algn tipo de
apoyo pblico a los individuos en edad de trabajar que se considera que no tienen la
capacidad para ganar un ingreso suficiente, pero solo tres Australia, el Reino Unido y
Estados Unidos parecen evaluar los activos en el caso de algunos pagos por discapacidad.
Parece que, hasta el momento, el efecto de esta rama de estudios sobre poltica ha sido
modesto.

Conclusin

Est contribuyendo la evolucin de la teora impositiva a mejorar las polticas


impositivas en todo el mundo? Para responder a esta pregunta, es imposible no recordar la
imagen cmica del Presidente Harry Truman sobre el economista doblemente armado.

Por una parte, algunas tendencias de poltica impositiva parecen al menos victorias
parciales para la teora de la imposicin ptima. La ms importante sea tal vez la tendencia a
nivel mundial hacia la reduccin de los impuestos sobre el capital, al menos de las tasas
impositivas obligatorias. Adems, la tendencia a nivel mundial hacia el establecimiento de
sistemas impositivos con tasas impositivas ms lineales puede considerarse una reflexin de
las enseanzas derivadas de los trabajos tericos. Cabe recordar que la motivacin del
modelo original de Mirrlees (1971) fue proporcionar un marco para obtener una estructura
ptima de tasas impositivas, que (sorprendentemente) result casi lineal en una amplia gama.
La robustez de esta conclusin sigue siendo objeto de debate, ya que depende de detalles
sobre la distribucin de la capacidad y la funcin de utilidad individual que son difciles de
definir. Pero puede afirmarse al menos que la tendencia hacia la aplicacin de impuestos ms
lineales es coherente con las recomendaciones propuestas por la teora.

Por otra parte, algunos resultados provenientes de la teora de la imposicin ptima


no pueden identificarse fcilmente en la poltica actual y es poco probable que se encuentren
en esta poltica en el futuro prximo. La teora prev que las autoridades econmicas
deberan utilizar "etiquetas" (tags) exgenas que estn correlacionadas con la capacidad de
producir ingresos, como el gnero, la altura y la raza. Los estudios recientes recomiendan
aplicar una imposicin sobre el capital que sea regresiva cuando vare la renta del trabajo,
segn la cual la renta del capital de aquellos individuos que ganan sorprendentemente poco

10
Examinamos con detalle los documentos de pases de habla inglesa y recibimos ayuda en el caso de los
documentos en francs. Con respecto a los cinco pases restantes, nos basamos en los estudios efectuados por la
Administracin de la Seguridad Social de Estados Unidos (2007, 2008, 2009).
33

estara sujeta a impuestos y subvencionada para aquellos que ganan sorprendentemente ms


ingresos. Pocos economistas que asesoran a candidatos polticos o a autoridades
gubernamentales se atreveran a proponer estas ideas en un debate prctico sobre poltica
impositiva.

Por qu no? Una posibilidad es que la teora tiene razn y que las autoridades
econmicas y el pblico estn tardando en apreciar algunas ideas valiosas pero contrarias a
las creencias intuitivas. Otra posibilidad, al menos tan plausible, es que la tradicin ms
amplia en el mbito de las finanzas pblicas incluye otras ideas que suelen pasarse por alto
en la teora moderna de la imposicin ptima, como el principio de los beneficios, segn el
cual la responsabilidad fiscal de una persona debe estar relacionada con los beneficios que
esta persona recibe del gobierno, y el principio de la equidad horizontal segn el cual las
personas con caractersticas similares deben afrontar cargas impositivas similares. Decidir si
y de qu manera deberan incorporarse estas ideas a la teora de la imposicin ptima siguen
siendo cuestiones pendientes.
34

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