Derechos Sexuales Judith Salgado
Derechos Sexuales Judith Salgado
Derechos Sexuales Judith Salgado
Judith Salgado
1
Proceso mediante el cual un determinado fenmeno local se globaliza con xito.
2
Procesos de organizacin transnacional en defensa de intereses comunes que construyen alternativas
frente a las formas predominantes de dominacin. El Foro Social Mundial sera un ejemplo de
cosmopolitismo.
3
Boaventura de Sousa Santos, Las tensiones de la modernidad en Porto Alegre. Otro mundo es posible,
editado por Manuel Monereo y Miguel Riera, Espaa, El Viejo Topo, 2001, pp. 172-177.
4
Helio Gallardo, Poltica y transformacin social. Discusin sobre Derechos Humanos, Quito, Editorial
Tierra Nueva, 2000, pp. 9-15.
1
Coincido con Gallardo en que en lugar de enfatizar en el sujeto habra que
poner el acento en el carcter de las relaciones en las que ingresa o participa y
que lo constituyen. El ser humano slo es alguien (o se expresa como alguien)
como condensacin de tramas sociales... No existe un sujeto que tenga
relaciones, sino relaciones que constituyen o impiden la constitucin de
sujetos.5
Carole Pateman manifiesta que mucho se ha hablado del contrato social pero se
ha mantenido un silencio profundo acerca del contrato sexual. Segn esta
autora el contrato originario es un pacto sexual-social. No obstante, la historia
del contrato sexual ha sido reprimida. Lo que no se menciona es que parte
sustancial del pacto original es la dominacin de los varones sobre las mujeres y
el derecho de acceso sexual al cuerpo de las mujeres y el derecho de mando
sobre el uso de sus cuerpos. El contrato originario estableci entonces la
dicotoma entre la esfera privada y la esfera pblica civil. 7
...una dicotoma que refleja el orden de la diferencia sexual en la condicin natural que
es tambin una diferencia poltica...La antinomia privado/pblico es otra expresin de
natural/civil y de mujeres/varones. La esfera (natural) privada y de las mujeres y la
esfera (civil) pblica y masculina se oponen pero adquieren su significado una de la
otra, y el significado de la libertad civil de la vida pblica se pone de relieve cuando se
lo contrapone a la sujecin natural que caracteriza al reino privado.8
Entonces, dos crticas feministas que son clave para la investigacin que
desarrollar en los captulos que siguen tiene que ver con el cuestionamiento al
sujeto universal, y la dicotoma y jerarquizacin de las esferas pblico/privada.
5
Gallardo, Ob. Cit, p. 42 y 46.
6
Lorena Fres, Los derechos humanos de las mujeres: aportes y desafos, EN: Las fisuras del Patriarcado:
reflexiones sobre Feminismo y Derecho, FLACSO-CONAMU, Quito, 2000, p. 49.
7
Carole Pateman, El contrato sexual, Anthropos, Mxico, 1995, pp. 9-29.
8
Pateman, Ibid, p. 22.
2
La relacin pblico/privado, revelacin/secreto es tambin crucial en el caso de
la sexualidad y de su ejercicio por parte de homosexuales (gays y lesbianas). La
imagen del closet como espacio de lo oculto, lo privado y la salida como lo
revelado, lo pblico marca su vida, pues cada nuevo encuentro los/las coloca
frente a la disyuntiva de salir o no del closet, de existir como gay y lesbianas o
no.
Segn Sedgwick
9
Eve Kosofsky Sedgwick, Epistemologa del armario, Barcelona, Ediciones de la Tempestad, 1998, p. 13
y p. 92.
10
Joan W. Scott, El gnero: Una Categora til para el anlisis histrico, en Materiales de Enseanza:
Gnero: Conceptos bsicos.
11
Mara Viveros, Notas en torno a la categora analtica de gnero", en tica, Masculinidades y
Feminidades compilado por Angela Robledo y Yolanda Puyana, Bogot, CES-Universidad Nacional de
Colombia, 2000, p 62.
3
De otra parte, me alineo con la teora crtica del derecho que insiste que el
discurso jurdico se sita como legitimador del poder, como instituyente de una
relaciones sociales en desmedro de otras, como orden constitutivo de la
subjetividad a travs de mltiples interpelaciones que se articulan con relativa
solo relativa estabilidad. 12
Foucault sostiene que el poder est en todas partes, no es que lo englobe todo,
sino que viene de todas partes, no es algo que se adquiera, arranque o
comparta, algo que se conserve o se deje escapar, el poder se ejerce; las
relaciones de poder no estn en posicin de exterioridad respecto de otros tipos
de relaciones (procesos econmicos, relaciones de conocimiento, relaciones
sexuales) sino que son inmanentes; el poder viene de abajo, no hay en principio
una matriz y binaria entre dominadores y dominados, las grandes
dominaciones son efectos hegemnicos sostenidos continuamente por la
intensidad de todos los enfrentamientos; las relaciones de poder son
intencionales y no subjetivas, es decir, no hay poder que se ejerza sin miras y
objetivos pero ello no quiere decir que resulte de la opcin o decisin de un
sujeto individual; donde hay poder hay resistencia que no es externa al poder.14
...el anlisis en trminos de poder no debe postular, como datos iniciales, la soberana
del Estado, la forma de la ley o la unidad global de una dominacin; estas son ms bien
formas terminales... Se trata, en suma, de orientarse hacia una concepcin de poder que
remplaza el privilegio de la ley por el punto de vista del objetivo, el privilegio de lo
prohibido por el punto de vista de la eficacia tctica, el privilegio de la soberana por el
anlisis de un campo mltiple y mvil de relaciones de fuerza donde se producen
efectos globales, pero nunca totalmente estables, de dominacin. El modelo estratgico
y no el modelo del derecho.15
4
Cmo se expresan a travs del discurso de los derechos sexuales formas de
emancipacin o regulacin? De qu manera este discurso produce sujetos y no
sujetos? Cmo se manifiesta la relacin entre controles y resistencias? Qu
retos y rupturas plantea la inclusin de la sexualidad en el discurso de los
derechos humanos?
16
Silvia Salinas, Identidad, poder y sexualidad en adolescentes de zonas periurbanas de La Paz y El Alto,
La Paz, UNESCO-MECD.UNFPA, 1998, p.75.
17
Michel Foucault, Historia de la Sexualidad,1 La Voluntad de saber, Mxico, Siglo XXI editores, , p.
154.
18
Jeffrey Weeks, Sexualidad, Mxico, Editorial Paidos, p. 46.
19
En el caso de homosexuales el objeto de deseo es una persona de su mismo sexo biolgico. En esta
trabajo llamar al homosexual masculino gay y a la homosexual femenina lesbiana. En el caso de
bisexuales el objeto de su deseo puede ser tanto una persona de su mismo sexo biolgico como del sexo
5
Esto ha sido propiciado por el heterosexismo, entendido como aquella
concepcin que coloca a la heterosexualidad en la posicin de sujeto universal
del discurso y la designa como la categora a la cual todos debemos pertenecer
mientras la homosexualidad ocupa la posicin de objeto de
poder/conocimiento, que designa una categora que se diferencia de lo
normal (la heterosexualidad). 20
opuesto. Son transexuales aquellas personas que han optado por cambiar su sexo biolgico a travs de
operaciones. Son transgnero o travestis aquellas personas que sin haber realizado cambios en su sexo
biolgico, asumen las caractersticas de gnero opuestas a su sexo biolgico. Tomado de
www.ispm.org.ar/ddssrr/Orientsex_IdentGenero. Acceso 16 de abril de 2005.
20
David Halperin, The Queer Politics of Michel Foucault en: Saint Foucault: Towards a Gay
Hagiography, New York, Oxford University Press, 1995, p. 44.
21
En este trabajo entender que dentro de la categora orientacin sexual se encuentra la
heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad.
6
un juego complejo e inestable donde el discurso puede, a la vez, ser instrumento y
efecto de poder, pero tambin obstculo, tope, punto de resistencia y de partida para
una estrategia opuesta. El discurso transporta y produce poder; lo refuerza pero
tambin lo mina, lo expone, lo torna frgil y permite detenerlo.22
Para Facio el fenmeno jurdico comprende estos tres componentes que estn
dialcticamente relacionados entre s de tal manera que constantemente uno es
influido, limitado y/o definido por el otro al tiempo que influye, limita y/o
define al otro. As, el componente formal normativo que es la normativa
formalmente generada, es decir, la Constitucin, los tratados internacionales
vigentes, leyes, reglamentos, etc; el componente estructural que es el contenido
que el poder legislativo, cortes, instancias administrativas le dan a las normas,
al momento de aplicarlas e interpretarlas; y el componente poltico cultural que
es el contenido que las personas u organizaciones le van dando a la norma por
medio de la doctrina jurdica, las costumbres, actitudes, tradiciones y
conocimiento que de ella tengan.23
22
Foucault, Ob cit, pp. 122-123.
23
Alda Facio, Metodologa para el anlisis de gnero del fenmeno legal en Alda Facio y Lorena Fres
(Editoras), Gnero y Derecho, Santiago de Chile, Ediciones LOM, 2000, pp.108-109.
7
de lo privado argumentando un conflicto de derechos inexistente. Resalto
tambin los efectos de esta resolucin en la cotidianidad de LGBT.
8
CAPTULO I
La accin de inconstitucionalidad contra la norma que penalizaba la
homosexualidad en el Ecuador
Hasta 1997 el Art. 516 inciso primero del Cdigo Penal del Ecuador tipificaba
como delito la homosexualidad en los siguientes trminos: En los casos de
homosexualismo, que no constituyan violacin, los dos correos sern
reprimidos con reclusin mayor de cuatro a ocho aos.
24
Oscar Ugarteche, Derechos sexuales y sociedad: Construyendo espacios para la diversidad en Amrica
Latina, en Magdalena Len (editora), Derechos sexuales y reproductivos Avances constitucionales y
perspectivas en el Ecuador, Quito, 1999, p.72.
25
Suscriben la demanda representantes del Movimiento Tringulo Andino, Cocinelli, Asamblea
Permanente de Derechos Humanos, APDH, Servicio Paz y Justicia, SERPAJ.
26
Mauricio Ferraris, La hermenutica,Roma, Taurus, 1998, p. 33.
9
La interpretacin, dada la pluralidad de sentidos posibles atribuibles a la
norma, implica una opcin o valoracin del intrprete. La concretizacin de la
norma constitucional no puede aislarse de la precomprensin del intrprete
condicionada por sus experiencias, conocimientos y prejuicios fruto de su
circunstancia histrica.27
27
Antonio Prez Luo, Derechos Humanos, Estado de Derecho y Constitucin, Madrid, Tecnos, 1999,
pp. 259 y 264.
28
Ana Elena Obando, Las interpretaciones del derecho, en Alda Facio y Lorena Fres, Gnero y
Derecho, Santiago, LOM Ediciones, 1999, p. 181.
29
Ana Elena Obando, Las interpretaciones del derecho, p.167.
30
Patricio Benalczar, Judith Salgado, El derecho a la reparacin en el procesamiento penal, Quito,
INREDH/CEPAM, 2000, p. 26.
10
Desde un anlisis socio-cultural, Butler plantea que el imperativo heterosexual
permite ciertas identificaciones sexuadas y excluye y repudia otras.
Esta matriz excluyente mediante la cual se forman los sujetos requiere pues la
produccin simultnea de una esfera de seres abyectos, de aquellos que no son
sujetos, pero que forman el exterior constitutivo del campo de los sujetos. Lo abyecto
designa aqu precisamente aquellas zonas invivibles, inhabitables de la vida social
que, sin embargo, estn densamente pobladas por quienes no gozan de la jerarqua de
los sujetos, pero cuya condicin de vivir bajo el signo de lo invivible es necesaria para
circunscribir la esfera de los sujetos. Esta zona de inhabitabilidad constituir el lmite
que defina el terreno del sujeto; constituir ese sitio de identificaciones temidas contra
las cuales y en virtud de las cuales- el terreno del sujeto circunscribir su propia
pretensin a la autonoma y la vida.31
... algo rechazado del que uno no se separa, del que uno no se protege de la misma
manera que de un objeto. Extraeza imaginaria y amenaza real, nos llama y termina por
sumergirnos. No es por lo tanto la ausencia de limpieza o de salud lo que vuelve
abyecto, sino aquello que perturba una identidad, un sistema, un orden. Aquello que
no respeta los lmites, los lugares, las reglas. La complicidad, lo ambiguo, lo
mixto....la abyeccin es ante todo ambigedad, porque aun cuando se aleja, separa al
sujeto de aquello que lo amenaza-al contrario, lo denuncia en continuo peligro-.32 (el
resaltado es mo)
31
Judith Butler, Cuerpos que importan: sobre los lmites materiales y discursivos del sexo, Buenos
Aires, Paids, 2002, pp. 19-20.
32
Julia Kristeva, Poderes de la perversin. Ensayos sobre Louis-Ferdinand Cline, Mxico, siglo
veintiuno editores, 1988, p.11 y p.18.
11
Tal como afirma Kaufman, tambin en el caso de los hombres esto resulta
perturbardor, pues la adquisicin de la masculinidad hegemnica (y la mayor
parte de las subordinadas) es un proceso a travs del cual los hombres
suprimen una gama de emociones asociadas con la feminidad, porque su
rechazo es imprescindible en la bsqueda de su masculinidad. Sin embargo
muchos sentimientos y necesidades son inconsistentes con tal concepcin de
masculinidad lo que los convierte en fuente de enorme temor que se
experimenta como homofobia, entendida como vehculo que simultneamente
transmite y apacigua ese temor.33
1.2. La accin de inconstitucionalidad en contra del Art. 516 del Cdigo Penal
ecuatoriano
La demanda sostiene que el Art. 516 del Cdigo Penal contrara los dos
primeros incisos del numeral 6 y 7 del Art. 22 de la Constitucin Poltica del
Ecuador (en adelante CPE) 36 cuyo texto reproduzco a continuacin:
33
Michael Kaufman, Los hombres el feminismo y las experiencias contradictorias del poder entre los
hombres, en Gnero e identidad, Luz Gabgriela Arango, Magdalena Len, Mara Viveros (Comp.),
Bogot, Tercer Mundo Editores/Ediciones Uniandes, 1995, p. 131-132.
34
Desde un punto de vista legal la homosexualidad estaba considerada como delito en el Art. 516 del
Cdigo Penal ecuatoriano, quiz lo pertinente era argumentar que no deba ser tratada como delito.
35
De acuerdo al Informe anual (2004) de la organizacin The Internacional Lesbian and Gay Association,
ILGA, todava ms de ochenta pases en el mundo mantienen leyes que criminalizan las relaciones
homosexuales consentidas y al menos en 7 pases stas son sancionadas con la pena de muerte.
www.ilga.org/campaigning/ILGAannualreport2004.pdf. Acceso 31 de mayo de 2005.
36
Vigente en 1997.
12
Se prohbe toda discriminacin por motivos de edad, raza, color, sexo, idioma, religin,
filiacin poltica o de cualquier otra ndole, origen social o posicin econmica o
nacimiento.
7. La libertad de conciencia y de religin, en forma individual o colectiva, en pblico o
privado
La demanda seala:
...el homosexual es discriminado no por ser mujer o ser hombre diferenciacin que
puede dar lugar a otra clase de discrimen en razn del sexo- sino por su ejercicio sexual
supuestamente anormal, discriminacin que no nace de una conducta delictuosa
punible sino de una moral social aberrante sin ninguna fundamentacin cientfica.37
Los homosexuales son una minora oprimida y perseguida por los heterosexuales, por el
otro grupo mayoritario de la gente normal. De ah que aquellos sienten necesidad de
confinamiento y clandestinidad. La opinin pblica adversa exacerba las tendencias
paranoicas de aquellos grupos y acrecienta sus conflictos, por lo cual la sociedad los estima
indeseables, a los cuales hay que castigar, porque los considera anormales y con un alto
grado de conflictividad.39
37
Caso No. 111-97-TC. Demanda de inconstitucionalidad. El subrayado consta en el texto original.
38
Foucault, Ob. Cit., p. 87.
39
Caso No. 111-97-TC. Demanda de inconstitucionalidad. El subrayado consta en el texto original. Las
cursivas son mas.
40
Vigente en 1997.
41
Caso No. 111-97-TC. Demanda de inconstitucionalidad.
13
Ciertamente esta afirmacin va ms all de la no-discriminacin que niega en la
prctica la calidad de sujetos de derecho de homosexuales para reafirmar el
ejercicio de derechos sexuales y la calidad de sujetos de sus titulares incluso si
la normativa expresamente no lo prev. Este argumento tiene su base en una
concepcin iusnaturalista de los derechos humanos que entiende que estos le
corresponden a la persona por el hecho de pertenecer a la especie humana, el
estado lo que hace es reconocer un derecho ya existente. Esta visin prevaleci
tambin en la Asamblea Constituyente (1998) que incorpor la siguiente norma
Los derechos y garantas sealados en esta Constitucin y en los instrumentos
internacionales no excluyen otros que se deriven de la naturaleza de la persona
que son necesarios para su pleno desenvolvimiento moral y material42
42
Artculo 19 de la Constitucin Poltica del Ecuador vigente desde 1998.
43
Cabra explorar y profundizar en el tema pues en no pocas ocasiones la persecucin a homosexuales o
travestis se encubre en otras figuras penales, por ejemplo escndalo pblico. De hecho la detencin
masiva de homosexuales en la ciudad de Cuenca en 1997 es uno de los elementos que desencadena la
accin de inconstitucionalidad del Art. 516 del Cdigo Penal.
44
El subrayado aparece en el alegato presentado por el asesor jurdico de la Presidencia del Ecuador en el
Caso No. 111-97-TC.
14
progenitores, de la sociedad y del estado para asegurar su vida, su integridad
fsica y psquica, su salud....
45
Javier Prez Royo, Curso de Derecho Constitucional, Madrid, Marcial Pons Ediciones Jurdicas y
Sociales, p. 143.
46
Ivn Vila Casado, Nuevo Derecho Constitucional Antecedentes y Fundamentos, Bogot, Ediciones
Jurdicas Gustavo Ibez, 2002, pp. 348-350.
47
Antonio Prez Luo, Derechos Humanos, Estado de Derecho y Constitucin , pp. 261-268.
48
Implica que en la interpretacin de los derechos se privilegiar aquella que favorezca ms su efectiva
vigencia. Este principio se encuentra en el Art. 18 inciso 2 de la CPE.
15
b. La interpretacin como comprensin.- la interpretacin es entendida como
un proceso de comprensin de sentido en el que el intrprete parte siempre de una
precomprensin o prejuicio frente al texto. El jurista no puede dejar de
interpretar la norma sino partiendo desde y para una situacin concreta. Su
contribucin decisiva se produce al elucidar los presupuestos subjetivos
(precomprensin) y objetivos (contextualizacin) en que se realiza la actividad
interpretativa, as como la necesaria coimplicacin de ambos (crculo
hermenutico). Hay quienes advierten el peligro de que el dilogo que se
establece entre el intrprete y el texto pueda ser el resultado de una
comunicacin distorsionada que encubra relaciones de dominio y poder social.
49
Resolucin No. 106-1-97. Suplemento del Registro Oficial 203 de 27 de noviembre de 1997.
16
En adelante la resolucin del Tribunal Constitucional es planteada en un
lenguaje confuso, de aparentes incoherencias y que a pesar de la declaratoria de
inconstitucionalidad de las relaciones homosexuales consentidas (Art. 516
primer inciso) da cuenta de un discurso homofbico.
50
Nuevamente, constatamos de qu manera la ciencia o rgimen de verdad constituye sustento de la
argumentacin en este caso del TC.
51
La cursiva es ma.
52
La cursiva es ma.
17
Nuevamente constatamos la utilizacin de trminos que generan confusin,
pues cuando se habla de readaptacin se hace referencia a la adecuacin de una
conducta a lo aceptado socialmente. Se espera la readaptacin de los
desadaptados sociales, en este caso los homosexuales (lo abyecto, lo repudiado).
El ambiente carcelario propiciara una mayor proliferacin de la
homosexualidad, entonces y a pesar de considerar a la homosexualidad como
una conducta anormal el TC se inclina por asumir un mal menor (despenalizar la
conducta) para evitar su diseminacin que sera alentada por el ambiente
carcelario.
53
Luis Prieto Sanchs, Ley, principios, derechos, Cuadernos Bartolom de Las Casas, Madrid,
Dykinson, 1998, p. 61.
54
Ricardo Guastini, Estudios de teora constitucional, Mxico DF, UNAM, 2001, pp. 145-146.
55
Citado por Luis Prieto Sanchs, Ob. cit, Ley, principios, derechos, p. 58.
56
La categora de menores supone una visin de minusvala y vulnerabilidad frente a diversos riesgos.
18
Nuevamente aqu, lo ideolgico precondiciona a lo jurdico. La ideologa
familstica reconoce como familia nicamente a la denominada familia
nuclear57, conformada por marido, mujer e hijos/as. Este modelo presupone la
base natural de esta unidad, la complementariedad de los roles de gnero a
travs de la divisin sexual del trabajo asignando a las mujeres el rol
prioritario de criar y educar hijos y a los hombres el rol de proveedor material y
ciertamente presupone la hetoresexualidad como norma.
Ahora bien, esta ideologa familstica excluye la discusin sobre la familia como
espacio de conflictos, de relaciones de poder asimtricas, de desigualdades.
Excluye tambin diversas formas de familias: monoparentales, ampliadas, de
parejas sin hijos/as, familias sin progenitores, familias de parejas
homosexuales, etc.
Otro tipo de familias, sobre todo aquellas formadas por parejas homosexuales,
son silenciadas, condenadas a la no existencia, en esa medida no merecen
proteccin.
Los homosexuales son ante todo titulares de todos los derechos de la persona humana y
por tanto, tienen derecho a ejercerlos en condiciones de plena igualdad, lo cual no
supone la identidad absoluta sino una equivalencia proporcional entre dos o ms entes,
es decir sus derechos gozan de proteccin, siempre que en la exteriorizacin de su
conducta no lesionen los derechos de otros, tal como ocurre con todas las dems
personas.58
57
Magdalena Len, La familia nuclear: Origen de las identidades hegemnicas femenina y masculina,
en en Gnero e identidad, Luz Gabgriela Arango, Magdalena Len, Mara Viveros (Comp.), Bogot,
Tercer Mundo Editores/Ediciones Uniandes, 1995, pp. 169-191.
58
Resolucin No. 106-1-97 del 5 de noviembre de 1997. El subrayado consta en el texto original
19
Puede ayudarnos a apuntalar este argumento el realizar un test de
razonabilidad59 que permita evidenciar si estamos frente a un tratamiento
diferenciado razonable o un trato discriminatorio.
59
Se trata de una tcnica de interpretacin jurdica que permite a travs de tres preguntas definir si
estamos o no frente a una discriminacin. Las preguntas son: 1. Entre quines y en qu se da un trato
diferente? 2. Qu objetivo persigue el trato diferenciado y es ste vlido de conformidad con la
Constitucin? 3. Estamos frente a un trato diferenciado razonable y proporcional frente a los objetivos
que se persigue constitucionalmente?
60
Vigente a 1997.
61
En la sentencia C-022/96 de la Corte Constitucional de Colombia se afirma que el principio de
proporcionalidad comprende: la adecuacin de los medios escogidos para la consecucin del fin
perseguido; la necesidad de la utilizacin de esos medios para el logro del fin; la proporcionalidad entre
medios y fin.
62
Sedgwick, Ob. Cit. p. 96.
20
En la resolucin del TC la heterosexualidad fija los lmites permisibles de la
homosexualidad, a fin de evitar el escndalo y la amenaza de su existencia. Y
todo bajo dos supuestos: la proteccin de la familia nuclear obviamente -y los
menores.
63
David Halperin, The Queer Politics of Michel Foucault en: Saint Foucault: Towards a Gay
Hagiography, New York, Oxford University Press, 1995, p. 46. La traduccin es ma
21
adolescencia. Parecera que el TC maneja la asociacin entre estas infracciones y
la homosexualidad. Ser que prevalece la idea lase el prejuicio- de que todo
homosexual es violador, corruptor de menores, pervertido?
c. Sobreespecificacin discriminatoria?
El TC sostiene:
... el Tribunal debe precautelar la vigencia de los derechos garantizados por los artculos
32 y 36 de la Constitucin, que proclaman la proteccin de la familia como clula
fundamental del Estado y las condiciones morales, culturales, econmicas que
favorezcan la consecucin de sus fines, as como la proteccin al menor, por parte de
sus progenitores, del estado y la sociedad para asegurar su vida e integridad fsica y
psquica por lo tanto no son inconstitucionales los incisos segundo y tercero del Art. 516
que establecen una sancin penal para Cuando el homosexualismo se cometiere por el
padre u otro ascendiente, la pena ser de reclusin mayor de ocho a doce aos y
privacin de los derechos y prerrogativas que el Cdigo Civil concede sobre la persona
64
Luigi Ferrajoli, Derechos y garantas La ley del ms dbil, Madrid, Editorial Trotta, 1999, p.76.
22
y bienes del hijo. O Si ha sido cometido por ministros del culto, maestros de escuela,
profesores de colegio, o institutores, en las personas confiadas a su direccin o cuidado,
la pena ser de reclusin mayor de ocho a doce aos.
Al respecto cabe sealar que la violacin y sus formas agravadas (incesto por
ejemplo) se encontraban al momento de la resolucin ya tipificadas y
sancionadas en los Arts. 512, 513, 514 y 515 del Cdigo Penal. Considerando
que el Art. 51265 deca es violacin el acceso carnal con persona de uno u otro
sexo, en los casos siguientes... la violacin de carcter homosexual se
encontraba prevista; por lo tanto el inciso segundo y tercero del Art. 516 son
reiterativos y su mantenimiento reafirma una sobreespecificacin
discriminatoria.
65
Vigente en 1997.
23
Adicionalmente, cabe resaltar como efectos de la resolucin del TC
ciertamente sumado al reconocimiento constitucional de la no discriminacin
por orientacin sexual - el aumento del nmero de organizaciones que
defienden los derechos de LGBT. De hecho, aparecen nuevas organizaciones
con especificidad en los derechos de lesbianas. As tambin se evidencian
diversas formas de visibilidad y apropiacin de espacios pblicos (cines, bares,
discotecas, calles), la realizacin de marchas de orgullo gay, la disminucin de
represin a travestis, particularmente en el caso de Quito, pues en Guayaquil si
bien esta prctica se mantiene an, hay posibilidades de reclamo y denuncia.66
Los siguientes testimonios nos muestran elocuentemente los efectos que los
cambios normativos pueden generar en la cotidianidad de las personas. Existe,
a no dudar, un antes y un despus de la despenalizacin de las relaciones
homosexuales consentidas. Los efectos son en unos casos emancipatorios
mientras en otros muy limitados por prejuicios.
Yo como algunos otros y otras viv el momento de cuando estabas en un bar tenas que
tener miedo porque de repente llegaba la polica y te sacaba; o cuando llegaba la polica
yo me acuerdo que vena el dueo del bar y nos deca: no se agarren de las manos.
Entonces uno corra y se buscaba a la primera amiga lesbiana que tena...67
... en ese tiempito era cuando suframos las peores cosas, no? A nosotros nos seguan
peor que a Alfaro Vive, nos sacaban de los restaurantes, nos sacaban de los bares, de las
discotecas, en las calles. Yo recuerdo una vez que iba entacada con una amiguita,
bamos a la inauguracin de la plaza Santo Domingo... bamos bonitas, perfumaditas y
nos vieron como que haban visto a unos delincuentes, una banda. Pararon dos
patrulleros y nos llevaron.... a un retn que tienen ac en la 24 de Mayo, unas celdas.
Ah nos llevaron y nos tuvieron como tres horas a punta de burlas...nos soltaron fue
como a las doce de la noche.... antes era mucho peor, mucho peor...68
... ahora uno ya, yo al menos salgo ya tranquilo porque antes... Yo recuerdo antes que
los buses se paraban a ver a los travestis, sacaban las cabezas toditos porque era un
asombro. Ahora ya puedes ir a cualquier parte y casi igual. 69
... cuando tu estas caminando tomada de la mano de una persona del mismo sexo
puedes recibir dos cosas o una mirada de qu asco, o una mirada de sultate o te
agredo. Entonces al principio hacamos eso con mi pareja, caminbamos y no nos
importaba nada. Hasta que en realidad fuimos agredidas...70
66
Los efectos enunciados han sido tomados de diversas entrevistas realizadas a integrantes y
representantes de organizaciones de LGBT. En los anexos se encuentra detalladas estas fuentes.
67
Entrevista a Patricio Brabomalo, CAUSANA. Quito, 29 de agosto de 2004.
68
Entrevista a Alberto Cabral, FEMIS, Quito, 28 de junio de 2005.
69
Ibd.
70
Entrevista a Sandra lvarez, Organizacin Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas. Quito, 28 de junio de
2005.
24
evidencia en la argumentacin del TC una fuerte carga homofbica, los efectos
de tal resolucin han sido ms bien positivos. Sin duda, la irrupcin del
discurso de derechos sexuales en el Ecuador tiene como su hito inicial esta
accin de inconstitucionalidad en la que por primera vez aparece la afirmacin
de que los derechos sexuales son derechos humanos ante un tribunal. Adems,
esta accin abri las puertas para que la no discriminacin por orientacin
sexual sea reconocida en la Asamblea Constituyente como un derecho humano.
Precisamente en el siguiente captulo abordar el debate que sobre derechos
sexuales se gener en el espacio de dicha Asamblea.
25
...las propuestas que no pasaron y los debates en contra de los planteamientos de las
mujeres fueron producto del temor. Es ms la Asamblea no avanz ms, por temor. No
tuvo nunca razones en contra sino el supremo argumento que impide dar pasos: si
aceptamos esto qu puede ocurrir? [...] Temor a lo desconocido, a algo nuevo. Nos falta
imaginacin para concebir un mundo distinto del que ahora tenemos, un mundo ms
igualitario, ms solidario, en el que la justicia regule nuestras relaciones. Creemos que el
mundo que tenemos es el nico posible y el cambiarlo no procede. Esa Asamblea, lo que
neg, lo hizo ms por temor que por falta de propuestas.71
71
Roco Rosero, Mara Pilar Vela y Ariadna Reyes, De las demandas los derechos. Las mujeres en la
Constitucin de 1998, Ecuador, AH/editorial, 2000, pp. 139- 140.
26
CAPTULO II
La Asamblea Nacional Constituyente de 1997-1998 en el Ecuador
...el golpe de Estado en s mismo fue una ruptura de las reglas de juego formalmente
establecidas, tanto porque el Congreso destituy al Presidente con un argumento legal
de dudosa validez74 como por la intervencin directa de las Fuerzas Armadas en el
golpe, y porque una vez destituido el Presidente, la coalicin golpista actuando desde el
Congreso desconoci el orden de sucesin presidencial. El conjunto de rupturas
realizadas desde el Congreso culmin en el establecimiento de una frmula de
estabilizacin provisional del Ejecutivo, relativamente frecuente en la historia poltica
ecuatoriana: un Gobierno Interino.75
Para intentar legalizar y legitimar esta ruptura de las reglas del juego el
Presidente Interino, Fabin Alarcn, llam a una consulta popular76 que inclua
una pregunta respecto a la ratificacin del mandato a l conferido por el
Congreso Nacional. La movilizacin social presion para que se incorporara
una pregunta respecto de la convocatoria a una Asamblea Constituyente, la
misma que recibi apoyo mayoritario.
72
Partido Roldosista Ecuatoriano, PRE:
73
CLADEM-Ecuador y otros, Informe Sombra a la Convencin sobre la eliminacin de todas las formas
de discriminacin contra la mujer, CEDAW, Quito, 2003, p. 7.
74
El Congreso Nacional declar la incapacidad mental de Abdal Bucaram como causal para su
destitucin.
75
Pablo Andrade, Negociando el cambio de fuerzas sociales y polticas en la Asamblea Constituyente
ecuatoriana de 1998, en Serie Estudios Jurdicos No. 24. La estructura constitucional del Estado
ecuatoriano, Santiago Andrade Ubidia, Julio Csar Trujillo y Roberto Viciano Pastor (ed), Quito,
Corporacin Editora Nacional, 2004, p. 31.
76
Esta consulta popular se realiz en abril de 1997.
27
Con estos antecedentes, en noviembre de 1997 se desarroll la eleccin de
setenta asamblestas a nivel nacional.
Cabe resaltar que a pesar de que la Asamblea declar que tena plenas
facultades constituyentes, no las reivindic y anunci que respetara la
independencia de los poderes del Estado y limit su trabajo a la preparacin del
texto (constitucional).81
77
Martha Cecilia Ruiz, Los cambios constitucionales: Visiones de sus protagonistas en Derechos
Sexuales y Reproductivos. Avances Constitucionales y Perspectivas en Ecuador, Magdalena Len (ed),
Quito, FEDAEPS, 1999, p. 50.
78
Vistazo No. 729, enero 8, 1998. Citado por Andrade, Ob. cit., p. 33.
79
Esta mayora denominada la aplanadora estuvo conformada por 21 representantes del Partido Social
Cristiano; 12 de la Democracia Popular; 6 del Partido Liberal-Frente Radical Alfarista. Estos datos han
sido tomados de Enrique Ayala Mora, Introduccin: Algunas reflexiones sobre la Asamblea
Constituyente de 1997-1998, en Serie Estudios Jurdicos No. 24. La estructura constitucional del Estado
ecuatoriano, Santiago Andrade Ubidia, Julio Csar Trujillo y Roberto Viciano Pastor (ed), Quito,
Corporacin Editora Nacional, 2004, p. 24.
80
La Asamblea sali del local de la Academia de Guerra que la haba alojado de enero a abril de 1998
para terminar su trabajo en el Paraninfo de la Universidad Andina Simn Bolvar.
81
Enrique Ayala Mora, Ob. cit., p. 13.
28
privatizadora. En contraposicin la tendencia progresista82 intent frenar la
concrecin de dicha visin en el texto constitucional y enfatiz en el
reconocimiento de la diversidad del Ecuador y sus implicaciones en cuanto a la
forma del Estado y los derechos humanos (individuales y colectivos).
82
Integrada por representantes de la Izquierda Democrtica, Pachakutik, Socialistas, Nuevo Pas.
83
Rosero, Ob. Cit., p, 67-68.
84
Varias publicaciones dan cuenta de algunas de estas afirmaciones. As, Natacha Reyes Salazar,
Hombres Pblicos. Mujeres Privadas; Roco Rosero, Mara Pilar Vela, Ariadna Reyes vila, De las
demandas a los derechos. Las mujeres en la Constitucin de 1998; Magdalena Len, Derechos Sexuales
y Reproductivos. Avances Constitucionales y Perspectivas en Ecuador, entre otras.
29
2.1. Propuestas sobre sexualidad y derechos humanos en la Asamblea
Constituyente
Cmo llega a la Asamblea el tema de la sexualidad como un mbito que
genera derechos? O mejor, cmo se introduce la nocin de los derechos
sexuales como derechos humanos?
Len afirma:
85
Irene Len, Presentacin en Derechos Sexuales y Reproductivos. Avances Constitucionales y
Perspectivas en Ecuador, Magdalena Len (ed), Quito, FEDAEPS, 1999, p. 10.
86
Martha Cecilia Ruiz, Los cambios constitucionales: Visiones de sus protagonistas en Derechos
Sexuales y Reproductivos. Avances Constitucionales y Perspectivas en Ecuador, Magdalena Len (ed),
Quito, FEDAEPS, 1999, p. 49.
30
Segn Magdalena Len la principal propuesta sobre derechos sexuales y
reproductivos fue planteada por la Coordinadora de Salud y Gnero87. Esta
propuesta incorpor observaciones de representantes de otras organizaciones88
y tambin fue considerada en el documento Nosotras en la Constitucin.
Propuestas de las Mujeres a la Asamblea Nacional Constituyente.89
87
Conformada por CEPAM-Quito, CEPAM-Guayaquil, SENDAS-Cuenca y Corporacin Utopa a
instancias del Fondo de Poblacin de Naciones Unidas y la Organizacin Panamericana de la Salud.
88
Coordinadora Poltica de Mujeres, Fondo de Poblacin de Naciones Unidas (UNFPA), Organizacin
Panamericana de la Salud (OPS), Centro Ecuatoriano de Poblacin y Paternidad Responsable (CEPAR)
Fundacin Ecuatoriana de Educacin y Accin para la Prevencin de la Salud (FEDAEPS), Consejo
Nacional de las Mujeres (CONAMU).
89
Este documento de enero de 1998 seala textualmente en la Presentacin La Coordinadora Poltica de
Mujeres Ecuatorianas, el Foro Permanente de la Mujer Ecuatoriana, el Consejo Nacional de las Mujeres,
Mujeres por la Democracia, el Movimiento de Mujeres de Guayaquil y , Organismos No
Gubernamentales, Organizaciones Populares, Mujeres Profesionales, y Mujeres de distintas vertientes
ideolgicas que se postularon como candidatas a la Asamblea Nacional, as como mujeres militantes de
diversos partidos y movimientos polticos y sociales, en un proceso de debate y de generacin de
consensos y en el arco del reconocimiento de la diversidad, nos reunimos para formular un conjunto de
propuestas de reformas constitucionales que aseguren el pleno ejercicio de los derechos y garantas de las
mujeres.
90
El invocar instrumentos y conferencias internacionales constituye un argumento de legitimacin muy
utilizado en la Asamblea Constituyente para la discusin de derechos humanos de las mujeres, nios/as,
indgenas, entre otros.
31
de uniones vulnerables; la maternidad asumida como deber y no como
eleccin, etc.
Vincula la posibilidad de tomar decisiones sobre la vida sexual y
reproductiva con un contexto favorable de equidad que garantice los
medios necesarios como servicios de salud integral y educacin
accesibles y de calidad.
Afirma que las familias son entidades dinmicas, cambiantes y que
adoptan diversas formas que no calzan con el modelo hegemnico de
familia (matrimonio heterosexual con hijos) y que la Constitucin debe
reconocer tal realidad.
91
Magdalena Len, Estado, Sociedad y Derechos Sexuales y Reproductivos en el Ecuador. Una
Aproximacin en Derechos Sexuales y Reproductivos. Avances Constitucionales y Perspectivas en
Ecuador, Magdalena Len (ed), Quito, FEDAEPS, 1999, p. 23.
32
2.3. Debate sobre derechos sexuales y reproductivos en la Asamblea
Constituyente
Cuntas mujeres mueren por embarazos mal tratados, por embarazos precoces, por
abortos desesperados? Muchsimas, precisamente por no tener informacin. Yo les
pregunto a ustedes, cuntas mujeres mueren por cncer al tero, cuntas mujeres
mueren por cncer de mama, cnceres que son perfectamente prevenibles si existe la
adecuada informacin y el acceso directo a estos servicios. [] Cuntas nias, cuntos
adolescentes, cuntos hijos de ustedes pueden estar en un peligro inminente de contraer
92
Jacinto Kon, asamblesta Acta 70, 27 de abril de 1998, p. 31.
93
Las acciones afirmativas por ejemplo, generan resistencia tanto en hombres como en mujeres,
la meritocracia es el argumento central de oposicin, se escamotea la discusin sobre
condiciones de subordinacin y relaciones de poder asimtricas. La igualdad se asume como
dada, en tal medida las acciones afirmativas son atacadas por considerarlas privilegios.
94
Sera interesante analizar al respecto de qu manera el discurso de los derechos humanos est
permeado por una visin caritativa, religiosa que concede derechos al pobrecito, al carente, al
vulnerable. Este tema excede el mbito de esta investigacin.
33
enfermedades tan mortales como el sida, enfermedades de transmisin sexual,
precisamente por no tener la informacin adecuada.95
las jefaturas de hogar estn dadas por la calidad de viudez o la ausencia del varn,
sea padre o cnyuge y por aquellas valientes mujeres que se les ha denominado
lamentablemente como madres solteras.96
que con voz y voto, con decisin al ms alto nivel del poder poltico, hayamos
podido hoy, hacer realidad las aspiraciones de todas las organizaciones, de todas
aquellas mujeres valiosas, cada una de ellas desde los puestos de trabajo, desde sus
casas, como madres, desde todos los estamentos de la sociedad, han hecho de su vida
un ejemplo de lucha, de valor, de decisin. Las mujeres se dice que somos el sexo dbil,
yo creo que hoy estamos demostrando que somos un sexo fuerte, porque estamos llenas
de ideales, llenas de patriotismo, llenas de experiencias adversas que nos obligan a
luchar con mayor valor y fuerza, porque es indudable que hoy puedo hablar con todas
las mujeres, podemos hablar de ese discrimen permanente, de esa falta de equidad, de
esa falta de igualdad, de esa falta de acceso a oportunidades, de esa falta de
reconocimiento a nuestro trabajo por igual valor y sta era la oportunidad histrica para
que se contemplen todos estos derechos [] que se consagre el derecho a la mujer a
vivir una vida libre de violencia, que se consagren los derechos sexuales y
reproductivos que significa por primera vez reconocer que tenemos derecho a manejar
nuestra propia vida97
como una mujer que es madre y que es consciente de lo que es haber pasado por un
proceso, varios procesos de embarazos, que conoce lo que significa un aborto, que sabe
las consecuencias definitivas en las vidas de las mujeres, en la vida de los nios, de la
salud sexual y reproductiva, como base fundamental para la vida de todos los
ciudadanos, somos madres por excelencia. Y por lo tanto sin discursos floridos, sino
en base a una realidad y al testimonio de mi vida quiero primero introducir en el
artculo dos el siguiente texto98 (el resaltado es mo)
95
Gloria Gallardo, asamblesta representante del Partido Social Cristiano (derecha), presidenta de la
Comisin Sptima de la Mujer, el Nio y la Familia, lider el reconocimiento de derechos a favor de
mujeres, nios/as, etc. Acta 52, 2 de abril de 1998, p. 103.
96
Patricia Naveda, asamblesta, integrante de la Comisin Sptima de la Mujer, el Nio y la Familia. Acta
69, 26 de abril de 1998, p. 189.
97
Gloria Gallardo, Acta 69, 26 de abril de 1998, p. 6.
98
Gloria Gallardo, Acta 52, 2 de abril de 1998, p. 102.
34
Acaso no conocen ustedes la cantidad de mujeres, de nias adolescentes y de mujeres
en general que han muerto o quedan definitivamente estriles por un aborto? []
lamentablemente cuando esto sucede queda no ms la frustracin total para decir que
ya no se puede dar vida; esa mujer que qued estril para toda la vida, pudo haber
dado muchos hijos si hubiera tenido una informacin adecuada.99 (el resaltado es
mo)
Es interesante que la proteccin de la vida del que est por nacer desde la
concepcin es asociado con un derecho de la madre (un solo cuerpo que
alberga dos vidas, la que est por nacer predomina) y la proteccin a la
maternidad se constituye el argumento central en pro de los derechos
reproductivos.
esos derechos reproductivos, yo creo que no slo no tiene por objeto esta
circunstancia de abrir la puerta a un aborto, sino todo lo contrario, que al posibilitar el
derecho a un embarazo sano, a un parto atendido y controlado, a un puerperio
saludable, a la crianza de sus hijos, a la educacin sexual, a la planificacin familiar,
mas bien est preservando la maternidad en todos sus rdenes.101 (el resaltado es mo)
99
Gloria Gallardo, Acta 52, 2 de abril de 1998, p. 103.
100
Gabriel Galarza Lpez, asamblesta. Acta 57, p. 26.
101
Juan Castanier Muoz, asamblesta, Acta 70, 27 de abril de 1998, p. 17-18.
102
Nina Pacari, asamblesta representante del Movimiento Pachacutik (izquierda). Acta 70, 27 de abril de
1998, p. 13.
35
los derechos sexuales y reproductivos son los derechos ms humanos de la persona,
porque definitivamente tienen que ver con la mujer, con la capacidad de dar vida, de
garantizar su vida por el resto; de evitar muertes prematuras por falta de informacin.
La garanta que tiene que darse, para que el estado d la informacin en torno a la
planificacin familiar, en torno a las enfermedades que pueden ser prevenidas, en torno
a los embarazos precoces que pueden producirse precisamente por falta de
informacin.103
Prevalece claramente la nocin de que son las mujeres las titulares de los
derechos reproductivos. Cabe reflexionar al respecto cunto define la asociacin
o subsuncin de lo reproductivo con lo femenino, con la mujer, con un rol de
madre asumido como vocacin natural y no como opcin.
Los hombres estn por lo general fuera, slo el matrimonio heterosexual les da
el pase a dicha titularidad. En vez de, perdnenme la expresin, en vez de
estar preocupados en los condones, seor Presidente, tenemos que
preocuparnos de planificar conjuntamente entre esposo y esposa, y eso s yo lo
acojo104
Ahora bien, la pregunta que surge entonces es quines son excluidos implcita
y explcitamente de la titularidad de tales derechos? Esto implica, siguiendo a
Foucault, no hacer una divisin binaria entre lo que se dice y lo que se calla sino
intentar determinar las diferentes maneras de callar.105
Los hombres no casados tambin forman parte de ese espacio exterior al titular
de estos derechos. Tampoco son mencionadas las personas con orientacin
sexual diversa a la heterosexual. Son estos silencios que definen el espacio de
los sujetos y los no sujetos, de los titulares de derechos.
Quiz en el primer caso existe una asociacin con un tipo de masculinidad que
despliega su sexualidad pero que no asume las consecuencias reproductivas o
que asume un rol secundario en la crianza de hijos/as; esto explicara que no
exista inters por parte de algunos hombres identificados con tal masculinidad
de pelear un derecho que suena a obligacin al erosionar el privilegio de acceder a
placer sexual sin asumir responsabilidades.106
103
Gloria Gallardo. Acta 70, 27 de abril de 1998, p. 10.
104
Jos Vega Illaquiche, asamblesta. Acta 52, 2 de abril de 1998, pp. 108-109.
105
Foucault, Ob. Cit, p. 37.
106
Una cancin muy popular titulada El polvorete trata este punto. Quin pudiera tener la dicha que
tiene el gallo? Racatapunchinchn el gallo sube. Echa su polvorete, racatapunchinchn l se sacude.
36
En el caso de personas con orientacin sexual no heterosexual stas no
aparecen definitivamente en el debate sobre derechos reproductivos.
El estado reconoce y protege las distintas formas de ncleos familiares como unidades
basadas en la igualdad de derechos y oportunidades de sus integrantes, cuya finalidad
es el bienestar, la proteccin y el respeto mutuos. Apoyar de manera especial a las y los
menores de edad y mujeres jefas de hogar.107
Esta mocin gener una reaccin de rechazo liderada por Ricardo Noboa, cuya
tendencia poltica es de derecha. Tal reaccin constituye un claro ejemplo de la
imposicin de la ideologa familstica108 , el heterosexismo y la homofobia.
Yo no conozco, seor Presidente, otro ncleo familiar que no sea el matrimonio entre un
hombre y una mujer. El artculo debe suprimirse, porque al manifestar que se protege y
se alienta la formacin de otros ncleos familiares, podra entenderse que la
Constitucin ecuatoriana est alentando en el Ecuador, la formacin de hogares de
personas del mismo sexo, la formacin de harenes como forma de organizacin de
ncleos familiares; y, por lo tanto estaramos promoviendo desde la Constitucin la
degradacin de la familia.109
107
Acta 57, p. 5.
108
Una referencia a esta ideologa se encuentra en el primer captulo.
109
Ricardo Noboa, asamblesta. Acta 57, p. 6.
110
Alfredo Vera, asamblesta representante del partido Izquierda Democrtica (centro izquierda). Acta 57,
p. 7.
37
establecen las familias ampliadas, las familias de migrantes y entre las ms importantes
que son las jefaturas femeninas. En este caso no es que estemos garantizando en ningn
momento otros ncleos familiares, pero en la realidad existen y entre los sectores de
ms pobreza, sea a nivel urbano y a nivel rural, son las ms vulnerables111
111
Patricia Naveda. Acta 57, fecha, p. 6.
112
Cornelio Haro, asamblesta. Acta 57, p. 9.
113
Enrique Ayala asamblesta representante del Partido Socialista. Acta 78, 7 de mayo de 1998, p. 66.
38
El derecho de toda persona a tomar decisiones libres y responsables sobre la
vida sexual no es debatido en absoluto, no es visto como una amenaza,
mientras que el derecho a tomar decisiones libres y responsables sobre la vida
reproductiva es rechazado por la posibilidad de que tal reconocimiento abra las
puertas a la despenalizacin del aborto.
114
Enrique Ayala, Acta, 78, 7 de mayo de 1998, p. 65.
115
Ernesto Albn, asamblesta representante de la Democracia Popular, Acta 78, 7 de mayo de1998, p.
65.
116
Oswaldo Hurtado, asamblesta representante de la Democracia Popular. Fue Presidente de la Asamblea
Constituyente hasta el 30 de abril de 1998. Acta 78, 7 de mayo de 1998, p. 66.
39
En todo caso, la Constitucin Poltica del Ecuador reconoce varios derechos
sexuales que aun no han sido incorporados en la mayor parte de textos
constitucionales de otros pases del mundo y ni siquiera en un instrumento
internacional de carcter vinculante. En esa medida constituye un innovador
avance en la proteccin de los derechos humanos. Esto lo analizar en el
siguiente captulo.
40
CAPITULO III
Segn este autor las dos primeras son globalizaciones desde arriba y
hegemnicas mientras las dos ltimas son globalizaciones desde abajo y
contrahegemnicas. Como ya sealamos en la introduccin de esta tesis, para
Sousa Santos los derechos humanos han sido por lo general un localismo
globalizado pero tambin a momentos se han convertido en cosmopolitismo.
117
Boaventura de Sousa Santos, La cada del Angelus Novus Ensayos para una nueva teora social y
una nueva prctica poltica, Captulo 6 Los procesos de globalizacin, ILSA y Universidad Nacional
de Colombia, Ediciones Anthropos, Bogot, 2003, p. 213.
118
Ibd, pp. 208-213.
41
derivan de tal transformacin, qu resistencias se forjan, qu alternativas surgen
a una propuesta que siendo hegemnica aparece como la nica va.
Ahora bien, hay quienes afirman que la comunidad internacional se las arregl
para reconocer la existencia de derechos sexuales a las mujeres - sin emplear
este trmino explcitamente.122 En efecto, la Plataforma de Accin de la IV CIM
reconoci que:
Los derechos humanos de las mujeres incluyen su derecho a ejercer el control y decidir
libre y responsablemente sobre las cuestiones relativas a su sexualidad, incluida su
salud sexual y reproductiva, libres de coercin, discriminacin y violencia. Las
relaciones igualitarias entre mujeres y hombres respecto de las relaciones sexuales y la
reproduccin, que incluyan el pleno respeto de la integridad de la persona, exigen el
119
Esta estrategia ha sido utilizada tanto por el movimiento indgena, de mujeres, el movimiento a favor
de los derechos de nios, nias y adolescentes, el movimiento de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales
y transgnero, principalmente.
120
Prrafo 7.3 de la Declaracin y Plan de Accin de la CIDP.
121
Richard Parker, Ciudadana y derechos sexuales en Amrica Latina, en De amores y luchas.
Diversidad sexual, Derechos humanos y Ciudadana, Jorge Bracamonte (Editor), Lima, Centro de la
Mujer Peruana Flora Tristn, 2001, p. 30-31.
122
Ylva Bergman, Abriendo Espacios. Gua poltica de salud y derechos sexuales y reproductivos,
Estocolmo, RFSU, 2005, p. 16.
42
respeto y el consentimiento mutuo y el asumir de forma compartida las
responsabilidades del comportamiento sexual y sus consecuencias.123
Sin duda, la emergencia de los derechos sexuales se vena gestando hace varios
aos y toma fuerza con el impulso de movimientos feministas y de gays y
lesbianas que an contracorriente los reivindican como derechos no
necesariamente ligados a la reproduccin ni a las relaciones heterosexuales.
123
Prrafo 96 de la Plataforma de Accin de la IV Conferencia Internacional sobre la Mujer, septiembre
de 1995, Documento de Naciones Unidas A/CONF.177/20.
124
Jahanina Campoverde y Juan Pablo Ziga que es y fue (respectivamente) Coordinador/a de la Zona
Sur de la Red de Derechos Sexuales y Reproductivos de los Jvenes confirman la importancia del apoyo
de Family Planning Internacional. Entrevista Cuenca 14 de julio de 2005. As tambin mujeres
integrantes del Grupo Juvenil Pote Once en Manab reconocen la importancia del apoyo del UNFPA en
el trabajo que realizan a favor de los derechos sexuales y reproductivos de los y las jvenes. Grupo focal,
Portoviejo, 10 de junio de 2005.
125
Entrevista a Monseor Antonio Arregui, Arzobispo de Guayaquil. 1 de julio de 2005.
43
Por un lado, indudablemente, la accin de inconstitucionalidad contra la norma
que tipificaba como delito a las relaciones homosexuales consentidas marc
tambin un ambiente favorable para el tratamiento de la sexualidad desde un
enfoque de derechos humanos.126
Alice Miller nos invita a analizar los usos del trmino derechos sexuales, que
en su criterio, funcionan hoy como receptculo de una serie de reivindicaciones
diferentes sobre los derechos humanos. Por ejemplo, se usa a menudo para
calificar las demandas por los derechos exclusivamente relacionados a las
identidades o comportamientos de gays, lesbianas transexuales. Cada vez ms
es entendida como expresin que lleva el peso de las demandas por
experiencias afirmativas de sexualidad (placer) a diferencia de la proteccin
126
Un anlisis detallado de este hito lo desarrollo en el primer captulo.
127
Este punto lo desarrollo en el segundo captulo.
128
Entrevista a Leticia Rojas, CAUSANA. Quito, 24 de junio de 2005.
129
Este punto , a mi modo de ver, convendra ser profundizado en futras investigaciones.
44
contra la violencia o la explotacin. La connotacin de los llamados derechos
sexuales tambin se entiende como obligaciones afirmativas que se exige a los
estados y otros actores para diversas actividades y expresiones sexuales.
Adems las personas que abogan a favor de los derechos usan la frase
derechos sexuales para obtener un reconocimiento general y legitimar la idea
de que la sexualidad merece proteccin como un derecho130
130
Alice Miller, Sexual no reproductivo: Explorando la conjuncin y disyuncin de los derechos
sexuales y reproductivos, en Sofa Gruskin (editora), Derechos sexuales y reproductivos: Aportes y
dilogos contemporneos, Lima, Centro de La Mujer Peruana Flora Tristn, 2001, pp. 95-96.
131
Miller, Ob. Cit, pp. 127-137
45
normativa penal violaba este derecho. Se trata de un reclamo de ampliacin del
derecho de igualdad a sujetos homosexuales y la inclusin dentro de las
condiciones de no discriminacin de la orientacin sexual. As tambin las
denuncias de persecucin, detencin arbitraria, tortura, violacin del debido
proceso en el caso de travestis, gays, lesbianas, ha implicado una ampliacin de
los contenidos del derecho a la integridad personal y la libertad de personas con
orientacin sexual no hegemnica.
132
Antonio E. Prez luo, Los Derechos Fundamentales, Madrid, Editorial Tecnos, 1986, p. 46.
133
Antonio E. Prez Luo, Derechos Humanos, Estado de Derecho y Constitucin, Madrid, Tecnos,
1999, pp. 20-22.
46
sexual que fue reprimida, aceptando la relevancia poltica del mbito de la
sexualidad.
reconocer que el Derecho es un discurso del poder, tanto del poder estatal como de los
mltiples poderes locales, nos llevar a poner atencin, ms que a la norma formal, a
cmo ella establece las reglas, pensamientos, actitudes y comportamientos que la norma
presupone e incorpora, as como poner atencin a la forma como la norma
institucionaliza lo que debe ser considerado como legtimo o ilegtimo, aceptable o
inaceptable, natural o desnaturalizado.134
Y es precisamente en este punto que vale la pena poner en juego los diversos
componentes del Derecho. A tono con esta idea analizar en el siguiente punto
los derechos sexuales incorporados en nuestra normativa constitucional y las
interpretaciones que sobre su contenido y alcance dan la jurisprudencia del TC
y diversas organizaciones sociales.
134
Alda Facio, Hacia otra teora crtica del Derecho, en Gioconda Herrera, coordinadora, Las fisuras
del patriarcado: reflexiones sobre Feminismo y Derecho, Quito, FLACSO-CONAMU, 2000, p.33.
47
1. Obligacin de respeto.- El Estado debe abstenerse de vulnerar o limitar
ilegtimamente los derechos humanos de las personas que se encuentran
bajo su jurisdiccin.
2. Obligacin de garanta/proteccin.- El Estado debe generar mecanismos
jurdicos, polticos, administrativos para prevenir la violacin de
derechos humanos, y en caso de que se los vulnere generar mecanismos
de investigacin, sancin y reparacin de la violacin.
3. Obligacin de promocin/cumplimiento.- El Estado debe generar el
conjunto de condiciones necesarias, para que todos sus habitantes gocen
y ejerzan plena e integralmente sus derechos humanos. Esta obligacin
est directamente vinculada con las polticas pblicas. 135
... entonces yo vengo y me le paro al seor. Aqu est la ley, artculo tal, toda persona
[tiene derecho] a tomar sus decisiones libre y plenamente sin necesidad de terceras
personas y el personal de salud le debe dar informacin. Entonces ah, como que todo lo
grande de director, todo lo grande de mdico qued chiquito contra la ley. Ese fue mi
respaldo. 136
135
Patricio Benalczar y Judith Salgado, Ob. Cit., pp. 113-115.
136
Grupo focal con integrantes mujeres del grupo juvenil Ponte Once, Portoviejo, 10 de junio de 2005.
48
pues lo que cuenta es que como seres humanos su titularidad de derechos no se
puede cuestionar.137
... el rato que tu crees que hablar de sexualidad le abre los ojos, y le hace dao a un nio;
el rato que tu crees que si le das derechos van a sobrepasarse y hacer lo que les da la
gana; el rato que tu crees que si una chica embarazada va al colegio todas se van a
embarazar, y va a ser contagioso; el rato que tu crees que todo homosexual es un
violador; o el rato que tu crees que la homosexualidad siempre trae consigo cosas
negativas. O sea todas esas son cosas que por ms que uno lea y una constitucin
recoja [derechos], la gente va a segur teniendo su imaginario. Por eso yo creo que lo
prioritario es deconstruir...138
... no pasa nada si la gente se entera, por ejemplo que algunas de nuestras compaeras
son profesoras de colegio y lo primero que va a pasar es que les expulsen o las despidan
de su trabajo. Entonces no podemos decir que se ha ganado mucho si todava sabemos
que existimos y existen compaeras que son despedidas de sus empleos cuando se
enteran de su orientacin sexual, o de su opcin sexual. Entonces como te deca en un
inicio, est bien, todo est escrito muy bien pero no hay la prctica cotidiana, o sea no
existe la prctica cotidiana, la despenalizacin esta simplemente dada como tu lo dices,
para que no haya reclusin. Pero la reclusin social a veces puede ser ms grave que
estar encerrada dos aos o cinco aos en el penal o en la crcel; porque esa es una
reclusin que te dura toda la vida.139
Art. 23.- Sin perjuicio de los derechos establecidos en esta Constitucin y en los
instrumentos internacionales vigentes, el Estado reconocer y garantizar a las
personas los siguientes:
3. La igualdad ante la ley. Todas las personas sern consideradas iguales y gozarn de
los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin discriminacin en razn de
nacimiento, edad, sexo, etnia, color, origen social, idioma; religin, filiacin poltica,
posicin econmica, orientacin sexual; estado de salud, discapacidad, o diferencia de
cualquier otra ndole.
137
Entrevista a Neptal Arias, FAMIVIDA, Amigos por la vida. Guayaquil, 1 de julio de 2005.
138
Entrevista a Ana Cordero, Pjara Pinta, Cuenca, 13 de julio de 2005.
139
Entrevista a Sandra lvarez, Organizacin Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas. Quito, 28 de junio de
2005.
49
Es importante en este punto incluir las diversas posturas alrededor del trmino
orientacin sexual que manejan integrantes de organizaciones LGBT
entrevistadas. De una parte la orientacin sexual es vista como una categora
inmodificable.
Art. 23
21. El derecho a guardar reserva sobre sus convicciones polticas y religiosas. Nadie
podr ser obligado a declarar sobre ellas. En ningn caso se podr utilizar la
140
Entrevista a Orlando Montoya, Fundacin Equidad. Quito, 20 de junio de 2005.
141
Entrevista a Leticia Rojas, CAUSANA. Quito, 24de junio de 2005.
142
Entrevista a Alberto Cabral, FEMIS. Quito,
143
Boaventura de Sousa Santos, Las tensiones de la modernidad en Porto Alegre. Otro mundo es
posible, editado por Manuel Monereo y Miguel Riera, El Viejo Topo, Espaa, 2001, p. 186.
50
informacin personal de terceros sobre sus creencias religiosas y filiacin poltica, ni
sobre datos referentes a salud y vida sexual, salvo para satisfacer necesidades de
atencin mdica.
Art. 43.- Los programas y acciones de salud pblica sern gratuitos para todos. Los
servicios pblicos de atencin mdica, lo sern para las personas que los necesiten. Por
ningn motivo se negar la atencin de emergencia en los establecimientos pblicos o
privados.
144
El Tribunal Constitucional, cuenta con una base de datos electrnica que registra las 8.346
resoluciones dictadas sobre los casos presentados desde 1997 hasta el 2004. La informacin est
clasificada cronolgicamente, tanto por aos, como por el ingreso de los casos; stos son codificados por
el nmero, el ao y el tipo de trmite; no hay registro desde el asunto que se tramita. Utilizando el
buscador por palabras, se rastre casos relacionados con derechos sexuales. En anexo acompao una
explicacin ms detallada al respecto.
145
Resolucin 047-AA-99-LS. Caso No. 815-98-AA. Quito, 29 de enero de 1999. Esta accin de
inconstitucionalidad es desechada por el TC argumentando que no cabe la declaracin de
inconstitucionalidad de un acto jurdicamente inexistente en tanto el mismo caso presentado por accin de
amparo fue resuelto favorablemente y en tal medida el acto administrativo impugnado fue dejado sin
efecto en 1998.
146
Resolucin No.215-RA-98-LS. Caso No. 673-98-RA. Quito, 2 de diciembre de 1998.
147
Caso No. 739-2001-RA. Quito, 4 de febrero de 2002.
51
para declarar la disponibilidad previa a la baja de un miembro de Fuerzas
Armadas son actos administrativos y por tanto susceptibles de ser impugnados
por medio del amparo; finalmente y quiz lo ms notable dentro del anlisis de
esta investigacin es que en ninguno de estos casos se menciona siquiera el
derecho a no ser discriminado por orientacin sexual (ms all de si
efectivamente el acusado es o no homosexual), ni el derecho a tomar
decisiones libres y responsables sobre su vida sexual, ni la prohibicin de
utilizar datos sobre la vida sexual de las personas.
... en la informacin sumaria [...] es evidente que lo que fue materia de la misma es la
investigacin sobre un presunto delito de desviacin sexual, en la especie,
homosexualismo; y eso se desprende en forma clara en la parte final de la resolucin
dictada por dicho Juez, cuando sostiene que "...su conducta y comportamiento de
carcter homosexual, son incompatibles con la carrera militar..." (p.5) .... Que tanto en el
dictamen del Fiscal de la Zona como en el auto resolutivo del Juez de Derecho,
justamente se aplica una sancin drstica, deshonrosa e ilegal como es la separacin de
las Fuerzas Armadas del recurrente, por presunto homosexualismo, desde luego no
comprobado en estricto derecho, no penalizado por el Cdigo Penal Militar y
despenalizado en el Cdigo Penal comn;148
.... en ningn momento, se ha afirmado que el capitn Borja haya cometido un delito,
sino que se ha hecho hincapi en "...un acto incompatible con la profesin militar, ya
que el militar involucrado en estos hechos ha perdido todo principio de autoridad
moral, as como el respeto y consideracin que debe existir en todo momento dentro de
una institucin jerrquicamente organizada..."149
148
Resolucin No.215-RA-98-LS. Caso No. 673-98-RA. Quito, 2 de diciembre de 1998.
149
Resolucin 047-AA-99-LS. Caso No. 815-98-AA. Quito, 29 de enero de 1999.
52
Dentro de la accin de inconstitucionalidad por la forma y el fondo de la Ley de
Migracin presentada ante el TC, uno de los artculos impugnados fue el que
dispone que no podrn ser elegibles para obtener visa y debern ser excluidos
al solicitar su admisin en al pas, los extranjeros sujetos al fuero territorial que
estuvieren comprendidos en cualquiera de las catorce causales establecidas
entre las cuales se encuentra la desviacin sexual. Increblemente la resolucin
mayoritaria desecha de accin de inconstitucionalidad sin un anlisis
pormenorizado de las incompatibilidades inconstitucionales de varios artculos
de dicha ley. Es rescatable, ciertamente, el voto salvado que con relacin a la
materia de esta investigacin afirma:
Que, con referencia al acpite VIII del mismo artculo 9, ste establece:
"Que sufran de psicosis aguda o crnica, que tengan una mana peligrosa, desviacin
sexual o adolezcan de parlisis general progresiva, quedando tambin comprendidos
en esta causa los alcohlicos habituales, los atvicos, epilpticos, idiotas, cretinos, ciegos
y en general los invlidos a quienes su lesin les impide el trabajo". Respecto de esta
norma, sirve el anlisis realizado en la consideracin anterior, [respecto al derecho a la
igualdad y no discriminacin Art. 23 numeral 3 de la CPE] pero adems hay que sealar
lo que dispone el nmero 25 del artculo 23 de la Carta Magna: "El derecho a tomar
decisiones libres y responsables sobre su vida sexual". La norma impugnada hace
referencia a la desviacin sexual como causal para la exclusin de los extranjeros, lo que
contradice la norma constitucional transcrita.150
... el literal d) del artculo 7 del Reglamento a la Ley de Control Cvico de la Corrupcin,
en relacin a los requisitos de inscripcin, establece: "Comprobacin de que su objeto
institucional legalmente reconocido se adecua a las exigencias de la Ley establezca para
las diversas entidades, segn el caso". Por lo tanto, el Tribunal Supremo Electoral actu
en aplicacin de las normas de la materia; lo nico que se ha perseguido y como en
efecto as ha ocurrido es que por disposicin de la Ley de la Comisin de Control Cvico
de la Corrupcin, su Reglamento y el Estatuto de la Organizacin, colocar como elector
en el Colegio Electoral Designador, para designar los miembros de las Organizaciones
de Derechos Humanos y Defensa de los Consumidores; esto es, a tono con sus fines y
objetivos, es decir, es una actuacin eminentemente legtima, que en modo alguno
constituye una humillacin a la orientacin sexual de la Organizacin de Mujeres
Lesbianas, como tampoco constituye un atentado al derecho de igualdad; tanto ms,
que el Organismo Electoral, obr de la misma manera con la Fundacin de Desarrollo
Integral CAUSANA, Fundacin que oportunamente reclam su supuesto derecho a que
se les inscriba en el Colegio Electoral de las Organizaciones Nacionales de Mujeres;
150
Voto salvado del Dr. Mauro Tern Cevallos en el Caso No. 040-2002-TC. Quito, 25 de noviembre de
2003.
53
consecuentemente tampoco existe violacin de los derechos referidos en la demanda y
menos la amenaza de ocasionarles un inminente dao grave...151
... Se puede apreciar de la lectura del proceso que los demandados, dentro de su
intervencin en la audiencia pblica se excepcionan indicando que en la denuncia no se
seala acto u omisin concretos en los que hayan incurrido; sin embargo, a fs.l, aparece
una denuncia hecha por el accionante en la que de manera pormenorizada relata los
vejmenes de que fue objeto por los elementos de la Polica el 13 de julio de 1999.-
Aunque no se tome en cuenta la denuncia a la que nos referimos, es pblico y notorio
los procedimientos policiales utilizados en las denominadas "operativos
delincuenciales". A menudo podemos constatar estos hechos por datos de prensa en los
que se nos hace conocer en detalle los resultados de tales operativos y en los que,
efectivamente, a los homosexuales se les trata como delincuentes, lo que contradice los
mandatos constitucionales. [...] Como consecuencia de lo dicho, la Sala considera que
los procedimientos adoptados por los agentes del orden estn en desacuerdo con los
derechos consagrados en el texto constitucional, concretamente los contenidos en los
numerales 3 y 25 del Art. 23 de la Constitucin Poltica del Estado, en especial en lo que
se refiere a igualdad ante la ley; es decir, que todas las personas sern consideradas
iguales y gozarn de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin
151
Resolucin No. 203-2004-RA. Caso No. 203-2004-RA. Quito, 3 de mayo de 2004.
152
Caso No. 067-2000-RA. Quito, 8 de agosto del 2000.
54
discriminacin en razn de nacimiento, edad, sexo, etnia, color, origen social, idioma;
religin, filiacin poltica, posicin econmica, orientacin sexual; estado de salud,
discapacidad, o diferencia de cualquier otra ndole.- 153
153
Ibid.
55
que se persigue, constituye un discrimen, en los trminos previstos en el artculo 23,
nmero 3 de la Constitucin, pues se realiza una diferenciacin negativa en razn del
gnero y de la actividad que desarrollan las mujeres- a las que refiere la norma, por la
actividad que realizan.154
... el Art. 23 numeral 25, que dispone el derecho a tomar decisiones libres y
responsables sobre su vida sexual, situacin que coadyuva en identificar una
discrecionalidad sobre su actividad o su labor, la que, como es obvio, debe
considerrsele como un trabajo normal, ms an, cuando ste se realiza al amparo de
las leyes respectivas, y adicionalmente se lo protege con el derecho de asociacin y
proteccin con las debidas garantas.
154
Resolucin No. 002-2004-DI. Quito, 19 de octubre de 2004.
155
Por cinco votos a favor. El voto salvado es suscrito por tres magistrados del TC desechando la
declaratoria de inconstitucionalidad de la norma impugnada.
56
planteamientos de diversas organizaciones de mujeres, personas LGBT y
jvenes que entrevist para poner en el tapete de discusin diversas demandas
que desde el paraguas de derechos sexuales estn formulndose.
Los elementos clave que son resaltados por la gran mayora de personas
entrevistadas son la autonoma, la capacidad de decidir sobre nuestro cuerpo;
nuestra sexualidad, el ser lo que queremos ser sin hacer dao a nadie.
La vida, pues, mucho ms que el derecho, se volvi entonces la apuesta de las luchas
polticas, incluso si estas se formularon a travs de afirmaciones de derecho. El derecho
a la vida, al cuerpo, a la salud, a la satisfaccin de necesidades; el derecho ms all de
todas opresiones o alienaciones, a encontrar lo que uno es y todo lo que uno puede ser,
este derecho tan incomprensible para el sistema jurdico clsico, fue la rplica poltica a
57
todos los nuevos procedimientos de poder, que por su parte, tampoco dependen del
derecho tradicional de la soberana.156
En todo caso la disputa por cargar de sentido a los derechos sexuales es clara en
los diversos componentes del Derecho (normativo, estructural y
poltico/cultural). La normativa constitucional muestra un avance enorme en el
reconocimiento a toda persona de diversos derechos sexuales, sin embargo el TC
como intrprete privilegiado en materia de derechos humanos queda hasta ahora
en deuda en aportar a la construccin de contenidos de los derechos sexuales
desde la jurisprudencia. Son mayores aunque iniciales los intentos de diversas
organizaciones sociales por asignar contenidos a los derechos sexuales desde las
necesidades ms cotidianas.
156
Foucault, Ob. Cit., p. 175.
58
CAPTULO IV
Tensiones clave en el discurso de derechos sexuales
Yo no voy a lanzar la teora de que el sida es un castigo de Dios por haberse salido del
cauce natural, pero algo tiene de eso, igual que el chuchaqui es la consecuencia de la
borrachera, algo tiene que haber tambin de eso en esa pandemia horrorosa.158
157
Cuando en este captulo hago referencia a planteamientos de organizaciones de mujeres, jvenes,
LGBT, me refiero especficamente a las entrevistas personales que realic con integrantes de las mismas
y que constan en los anexos. No pretendo por lo mismo generalizar ms all de las fuentes de esta
investigacin.
158
Entrevista a Monseor Antonio Arregui, Arzobispo de Guayaquil. 1 de julio de 2005.
59
prevencin de diversos riesgos y la violencia sexual particularmente contra las
mujeres, centrada en su visibilizacin, denuncia y criminalizacin.
El balance es para la violencia, yo creo que es ms fcil vender un discurso de violencia que
un discurso de placer, eso es evidente... el placer est deslegitimado para las mujeres...159
Para mi la peor forma de violencia en las mujeres es que nos negaron la posibilidad de sentir
placer. Entonces consideramos absolutamente natural el hecho de que nos tomen, nos
posean [...] muchas de las veces cuando hablas con mujeres ni siquiera se plantean la
posibilidad de sentir placer [....] adems ellas dicen esa es una obligacin que yo asum
cuando me cas; el famoso dbito conyugal que sigue vigente y que las mujeres dicen
podemos estar moribundas pero si el marido quiere tenemos que darle.160
El placer no slo est deslegitimado para las mujeres sino adems para quienes
lo viven y sienten en espacios, tiempos, con cuerpos, con deseos censurados
por la cultura hegemnica.
En efecto, el espacio generalmente aceptado y legitimado para el despliegue de
la sexualidad es el matrimonio heterosexual. Esta visin ha sido fuertemente
posicionada por la Iglesia Catlica, definiendo tambin qu y quines quedan
por fuera. As el autoerotismo o la masturbacin, las relaciones
homosexuales/bisexuales, las relaciones sexuales entre adolescentes. El silencio
respecto de la sexualidad en la niez y la tercera edad, es otra forma de
exclusin.
El siguiente caso ejemplifica de qu manera en la cotidianidad se reafirma el
matrimonio como espacio privilegiado del ejercicio de la sexualidad. Cualquier
trasgresin, por mnima que sea, acarrea sanciones (inconstitucionales sin
duda).
Aqu en Portoviejo tuvimos especficamente un caso en un colegio del Cantn
Rumichinche [....] lo estuvimos denunciando porque el rector del colegio haba
separado a dos chicos, un chico y una chica, porque se haban ido a vivir juntos.
Entonces por ese motivo ellos tenan alrededor de tres meses fuera del colegio
expulsados y el rector no los dejaba entrar hasta que ellos no se casaran.161
En todo caso, la deslegitimacin de todo lo que queda por fuera del matrimonio
heterosexual, tiene una relacin muy directa con otro punto neurlgico, que
tratar en el siguiente acpite: la visin de la sexualidad atada a la
reproduccin.
Retomando el asunto del placer, vale sealar que si bien varias organizaciones
de mujeres subrayan el derecho al placer como fundamental, en el enfoque de
trabajo prevalece todava el nfasis en la violencia, el riesgo.
159
Entrevista a Virginia Gmez de la Torre, Centro de Promocin y Accin de la Mujer, CEPAM-Quito.
15 de junio de 2005.
160
Entrevista a Zaida Crespo, SENDAS. Cuenca, 14 de julio de 2005.
161
Grupo focal con integrantes varones del grupo juvenil Ponte Once, Portoviejo, 10 de junio de 2005.
60
... esta todava el saldo de una historia de ver la sexualidad ligada a los problemas, a la
patologa y el riesgo y no la sexualidad como una vivencia para el desarrollo y por lo
tanto como una vivencia placentera, como una vivencia gratificante, libre. Por ah esta
la clave.162
Ahora bien, hay una corriente minoritaria an que busca posicionar de manera
central el placer como un derecho, es reciente y ha sido impulsada con mayor
fuerza por grupos de jvenes especialmente.
El eslogan utilizado en afiches, camisetas, volantes, por la Coordinadora
Poltica Juvenil (CPJ) es directo. Jvenes! Derecho a la libertad y al placer
sexual. De igual manera varios materiales de difusin de la Red por los
derechos sexuales y reproductivos de los y las jvenes acentan en el derecho a
vivir el placer en general y el pacer sexual de manera particular.
Resulta sumamente complicado, no obstante, el contrarrestar la corriente
dominante, pues el riesgo, el peligro y el temor son referentes ideolgicos de
gran efectividad.
Al revisar la Agenda Juvenil Derecho sexuales y reproductivos de l@s jvenes
con enfoque de gnero publicada por la CPJ como resultado de una serie de
talleres con jvenes a nivel provincial, podemos visualizar el mayor peso que
todava tiene el peligro.
Nos gustara ser mujeres felices.Dueas de nosotras mismas, sin dependencias, sin
miedo al que dirn, sin miedo al acoso, sin miedo a la agresin, sin cargas emocionales,
sin culpas, sin renuncias.165
162
Entrevista a Tatiana Ortiz, Centro de Promocin y Accin de la Mujer, CEPAM- Guayaquil. 27 de
junio de 2005.
163
Segn Ester Barber los estereotipos son un sistema de creencias acerca de las caractersticas,
atributos y comportamientos que se piensan que son propios, esperables y adecuados para determinados
grupos. En el caso particular del gnero, dichas creencias van referidas a los varones y las mujeres como
bloques monolticos y claramente diferenciados entre s. Los estereotipos se caracterizan por admitir una
escasa variabilidad individual, lo que le convierte fcilmente en elemento peligroso y discriminatorio.
Ester Barber, Estereotipos de gnero: construccin de las imgenes de las mujeres y los varones, en
Juan Fernndez (coord.), Gnero y Sociedad, Madrid, Ediciones Pirmide, 1998, pp. 177-179.
164
Miller, Ob. Cit, p. 130.
165
Agenda Juvenil Derecho sexuales y reproductivos de l@s jvenes con enfoque de gnero, CPJ, Quito,
enero e 2004, pp. 26.
61
Ciertamente esto no es casual y tiene que ver con una realidad de control y
violencia que es parte de la vida cotidiana de las mujeres. En cambio los
testimonios de hombres recogidos en la agenda s mencionan el placer.
Cabe denotar que tanto en hombres como mujeres hay una tendencia a referirse
ms a lo que no quieren vivir en el despliegue de su sexualidad (violencia,
abuso, humillacin, culpa, temor, coercin) antes que expresar sus deseos y
expectativas (respeto, acuerdo, placer.)
O talvez esto tiene que ver con una necesidad estratgica de priorizar el
reconocimiento de su humanidad y por consiguiente su condicin de sujetos de
derechos, soslayando plantear el placer sexual por el previsible rechazo desde la
posicin hegemnica. Es un punto que podra ser profundizado en futuras
investigaciones.
166
Ibid, pp. 26 y 27.
167
Yo aadira a todos aquellos que no entran en el espacio, tiempo y subjetividad legitimida por el
discurso hegemnico.
168
Carole S. Vance, El placer y el peligro: hacia una poltica de la sexualidad en Placer y peligro.
Explorando la sexualidad femenina, compilado por Carole S. Vance, Madrid, Editorial Revolucin, 1989,
p. 48.
62
4.2. La sexualidad y la reproduccin: Una unin indisoluble?
Existe por parte de sectores conservadores un inters manifiesto por consolidar
la visin de una sexualidad siempre atada a la reproduccin.
S, una antropologa errada es aquella que entiende el sexo como una fuente de satisfaccin
personal individual sin mucho tejido alrededor y separada de lo que es natural en el sexo
que es la procreacin. Es decir, convertir el sexo en un objeto de consumo que no tiene su
vinculacin ni con el bienestar de otra persona, que es la contraparte, ni con el fruto que
naturalmente sigue que es una descendencia, entonces esa concepcin de la persona es
absolutamente destructiva de la personalidad y la sociedad... la sexualidad en una
antropologa realmente certera, no puede ser separada de su significado procreador, no
puede ser, digamos destrozado el factor procreador, en favor del otro factor que podramos
llamarlo unitivo sino que ambos tienen una necesaria complementacin y armona entre
si.169
169
Entrevista a Monseor Antonio Arregui, Arzobispo de Guayaquil. 1 de julio de 2005.
170
Que consiste en la abstinencia sexual los das en que de acuerdo al ciclo menstrual de la mujer, sta se
encuentra frtil.
171
Entrevista a Ruth Bermeo y Elvira Alvarado, Vicara de la Pastoral Social de Guayaquil. 1 de julio de
2005.
172
Entrevista a Monseor Antonio Arregui, Arzobispo de Guayaquil. 1 de julio de 2005.
173
Entrevista a Monseor Alberto Luna, Arzobispo Emrito de Cuenca. 14 de julio de 2005.
63
en cuanto a las credenciales que segn la Iglesia Catlica legitiman las
relaciones sexuales: el matrimonio entre hombre y mujer.
Ahora bien, tambin al interior de las organizaciones de mujeres existe una gran
dificultad en evidenciar los espacios de independencia entre la sexualidad y la
reproduccin y consecuentemente entre los derechos sexuales y los derechos
reproductivos. Obviamente no se puede negar que existen amplias zonas de
interrelacin, sin embargo en la prctica la tendencia generalizada ha sido la de
subsumir la sexualidad/derechos sexuales en la reproduccin/derechos
reproductivos.
174
Entrevista a Tatiana Ortiz, Centro de Promocin y Accin de la Mujer, CEPAM- Guayaquil. 27 de
junio de 2005.
175
Sin duda, no slo en el Ecuador sino en el resto de pases el derecho de parejas homosexuales de
adoptar hijos genera mucha resistencia an en los pocos pases en los que este derecho ha sido
reconocido.
64
4.3. La dicotoma pblico/privado: Reafirmaciones y rupturas
En este sentido, las motivaciones para luchar a favor de los derechos sexuales
estn muy vinculadas con el propsito de democratizar los espacios cotidianos,
considerados usualmente privados/ntimos (las relaciones de pareja, la familia,
las amistades), desestabilizar las relaciones de poder asimtricas y lograr la
transferencia de poder tal como lo plantea Helio Gallardo.
176
Anthony Giddens, La transformacin de la intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades
modernas , Madrid, Ediciones Ctedra, 2000, p. 13.
65
territorio compartido con otro/a o invadido por otro/a ya sea que consintamos
en ello o seamos forzados a hacerlo. Entonces los lmites entre lo
pblico/privado se tornan cada vez ms difusos al momento de pensar el
ejercicio de los derechos en el mbito de la sexualidad, y en el territorio del
cuerpo que es un espacio tanto privado como pblico. Si no somos capaces de
decidir sobre nuestros cuerpos en la vida cotidiana de qu autonoma estamos
hablando?
fue como ir dndonos cuenta de ese tipo de cosas, estamos trabajando liderazgo,
estamos trabajando participacin ciudadana, estamos trabajando la participacin
poltica pero qu con lo nuestro o sea qu con nuestras vidas personales como
podemos hablar de liderazgo si nuestras vidas personales siguen mantenindose en
esos esquemas de poder por un lado y de pronto de los amigos, de los padres de
familia, que eso es impresionante! O sea como los chicos de las organizaciones se meten
en las organizaciones pero en la casa siguen siendo controlados hasta decir basta.177
... realmente son derechos fundamentales de las mujeres, porque a travs de esos
derechos sexuales, para mi criterio est cruzado directamente el tema del poder no es
cierto? Si nosotras no vamos a tener todava la suficiente capacidad de decidir sobre
nuestras opciones sobre nuestro cuerpo no vamos a estar al cien por cien tomando
decisiones y tomando el poder...178
Hay una relacin muy cercana entre placer, autonoma y cuerpo. Entonces creo que
ninguno de estos tres debe estar por separado, lo que es fundamental es el tema del
placer. Sin embargo, este placer no puede ser vivido, no puede ser ejercido, si primero
no hay una posibilidad de autonoma.180
177
Entrevista a Pamela Quishpe, Coordinadora Poltica Juvenil. Quito, 13 de abril de 2004.
178
Entrevista a Liliana Durn, Foro de la Mujer Ecuatoriana. Quito, 7 de julio de 2005.
179
Entrevista a Eulalia Pozo, SENDAS. Cuenca, 14 de julio de 2005.
180
Entrevista a Patricio Brabomalo, CAUSANA. Quito, 29 de agosto de 2004.
66
muestran en la pblica. Son varias las instituciones que se sienten amenazadas
por estas presencias, el patriarcado181, la heterosexualidad compulsiva, la
reproduccin como destino nico de la sexualidad, la familia nuclear como
horma obligatoria.
Uno de los principales rasgos de la homofobia es que hay un terrible miedo a perder el
status heterosexual, a perder el espacio pblico [...] Por qu un hombre o una mujer se
sienten mal cuando ven una pareja de gays o lesbianas tomadas de la mano? Qu es lo
que est provocando ese odio o ese miedo? Qu est amenazando? Desestabiliza el
sistema, obviamente. Ese solo hecho es poltico y desestabiliza el sistema... Decir, listo
soy maricn y me encanta ser maricn! Desestabilizas todo, le mueves el piso.183
... el poder es uno de los ingredientes ms fuertes para una fobia. Porque aquel hombre
que es homofbico me est diciendo a mi, cuando me pega o me agrede, o cuando se
burla de mi, es que l est molesto conmigo porque yo he desdicho del poder que me
ha dado la sociedad. Porque para ellos el poder est en aquel que penetra. El que tiene
el falo tiene el poder, y el que se deja penetrar desdice del poder que la sociedad le ha
dado como tal. Entonces en ese desdecir del poder como tal [...] transgredimos ese
poder, esa visin machista... Y muchas violaciones de mujeres lesbianas estn dadas
desde ese nivel de poder. Ah est, hay que ensearle a ser mujer. A esta vern que yo
la cojo y le demuestro que esto es ser mujer. 184
Nuestro problema no tiene que ver con nuestras orientaciones sexuales, con nuestro
sexo, tiene que ver con el espacio pblico, tiene que ver con el acceder al matrimonio, a
la adopcin de hijos, a la librera, a la casa, a la familia [...] tener las mismas
posibilidades, sentirme tan cmodo yendo al Ocho y Medio como yendo al CCI...185
181
Entendido como un orden basado en la subordinacin, opresin y desvalorizacin de lo femenino y la
dominacin, y exaltacin de lo masculino.
182
Entrevista a Orlando Montoya, Fundacin Equidad, Quito, 20 de junio de 2005
183
Entrevista a Patricio Brabomalo, CAUSANA. Quito, 29 de agosto de 2004.
184
Entrevista a Neptal Arias, FAMIVIDA, Amigos por la vida, Guayaquil, 1 de julio de 2005.
185
Entrevista a Patricio Brabomalo, CAUSANA. Quito, 29 de agosto de 2004. El Ocho y Medio es un
espacio de cine que se presenta como una alternativa al cine comercial. El CCI es el Centro Comercial
Iaquito que aloja a los Multicines.
67
msica, los espacios de entretenimiento. El uso de banderas con el smbolo del
arco iris y distintos conos gays en espacios pblicos son otras formas de
visibilidad.186
186
Entrevista a Patricio Brabomalo, CAUSANA. Quito, 29 de agosto de 2004.
187
Entrevista a Sandra lvarez, Organizacin Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas. Quito, 28 de junio de
2005.
68
sexuales no hegemnicas. Entonces este tipo de tolerancia (en palabras de
Monseor Arregui el soportar lo que est mal) supone un retorno obligado al
closet, a lo clandestino, a lo privado (escondido entre cuatro paredes).
... lo natural es la relacin varn mujer, heterosexual, pero si se dan casos y mltiples de
lo otro, yo creo que hay que detenerse tratndolos pastoralmente, hay que detenerse
para conocer cada caso y ver en realidad lo que acontece. Yo creo haber tenido una
gran experiencia en esa materia, respetndoles, siempre tratndoles siempre bien ,
nunca mal... lo que s les he dicho y algunas veces hasta con ira de varn , no se
exhiban tanto, porque la mayor parte de los problemas nace de que el homosexual
quiere, bueno ahora tambin la lesbiana quieren que aparezca su relacin como tan
normal como la otra, y nadie acepta eso, aunque seas muy generosa y no te importe
llevarte con esa clase de gente, pero no lo aceptas como normal, como natural, siempre
lo ests viendo como extrao, pero ellos s se empean ... No exhiban tanto, no exhiban
tanto y no reclamen tanto, por su naturalidad porque ese reclamo que tan exigente es
de ustedes, es lo que revela que ustedes mismos no creen en lo normal de su
problema.188
Es por eso que manifestaciones pblicas en las que los jvenes se nombran
como sujetos de derechos, en las que exhiben sostenes, calzonarios, calzoncillos
(conocidos como prendas ntimas) mezclados con consignas de exigencia de sus
derechos sexuales en el Parque de El Arbolito189 constituyen a mi modo de ver,
expresiones reales de trasgresin poltica. Sin duda es desafiante la puesta en
escena y me parece que logra representar fielmente el slogan feminista de los
aos sesenta lo personal es poltico. Los derechos sexuales de jvenes salen
del silencio, la negacin, la clandestinidad a la arena pblica, a la calle, al
parque, a la plaza, a los sitios que representan accin poltica. De manera
simblica estn evidenciando que aquello que es considerado ms privado tiene
trascendencia poltica.
188
Entrevista a Monseor Alberto Luna, Arzobispo Emrito de Cuenca, 14 de julio de 2005.
189
Parque en la ciudad de Quito que se ha convertido en los ltimos aos en emblemtico punto de
encuentro para marchas, protestas, eventos culturales, etc. Entrevista a Pamela Quishpe, Coordinadora
Poltica Juvenil. Quito, 13 de abril de 2004.
190
Entrevista a Juan Pablo Ziga, Pjara Pinta. Cuenca, 14 de julio de 2005.
69
Negar que la sexualidad tiene trascendencia poltica es desconocer que desde la
poltica, la forma de sexualidad hegemnica es alentada y protegida mientras
que el resto son excluidas y relegadas. As lo expresa Vance:
191
Carol S. Vance, Ob. Cit, p. 40.
192
Esta constatacin amerita una investigacin profunda que por el alcance de este trabajo no ha podido
desarrollarse a pesar de lo interesante que resulta la temtica desde un enfoque de gnero y de
construccin de masculinidades.
70
la enfermedad, la antinaturalidad, la patologa, la depravacin, colocan a las
personas LGBT en el mbito de los excluidos de la nocin de lo humano, con
consecuencias nefastas a nivel moral, poltico y jurdico.
Entonces quin puede sentirse mal descalificando a otro ser humano cuando ese otro
ser humano no es considerado ser humano? Entonces dices: yo sigo haciendo la burla,
la payasada. En los medio de comunicacin social, aparecen personajes de ficcin que
comienzan a estereotipar a los homosexuales y a las lesbianas como tales. Entonces es la
burla y esa burla se traslada a la sociedad y la sociedad seguir aumentando el estigma
hacia esta comunidad. Entonces, cmo puedes salir de ese crculo si tienes refuerzos
permanentes de todos lados: la iglesia te dice que es antinatural... que es pecado, la
escuela te dice que es antinatural. Somos un circo permanente para ellos. Cmo puedes
levantar derechos desde esa dimensin? 193
193
Entrevista a Neptal Arias, FAMIVIDA, Amigos por la vida. Guayaquil, 1 de julio de 2005.
194
En los estadios de ftbol, por ejemplo, se puede constatar que las barras de los diferentes equipos
tienen al maricn como el insulto ms ofensivo y degradante. Obviamente se trata de insultos dirigidos
a hombres, entonces el cuestionamiento de su virilidad, su hombra es vista como lo peor.
195
Helio Gallardo, Poltica y transformacin social. Discusin sobre Derechos Humanos, Quito,
Editorial Tierra Nueva, 2000, pp. 50-51.
71
....tienes derechos siempre que te hayas ganado esos derechos, o sea no es que naciste con
derechos, no es que eres un ser humano y por lo tanto tienes derechos. Es que si eres buena
madre te has ganado los derechos, si eres, no s, una trabajadora sexual difcilmente es vista
como un sujeto de derechos, un travesti es difcilmente visto como un sujeto de derechos. El
que se parece a m, bueno ya, puede tener algunos derechos, el que no, no puede tener
derechos...196
Y como ya he sealado en los captulos anteriores otro factor que cabe resaltar
en la lucha por el reconocimiento como sujetos de derechos, es que casi siempre
la entrada que enfatiza en la victimizacin de una persona, en la violacin de
sus derechos tiene mayor acogida para reconocer la titularidad de derechos
tanto en el componente normativo como en el estructural y el poltico cultural.
Por el contrario, la entrada desde la autoestima, la autonoma, desde la
capacidad de decidir, de optar, de ejercer poder es poco efectiva para lograr
reconocimiento de derechos en cualquiera de los componentes. Esta lgica se
acenta ms todava en el caso de los derechos sexuales. Pero esta entrada
efectiva tiene un alto costo como lo sostiene Alice Miller:
72
inferiorizadas y degradadas culturalmente) y la valoracin de los otros (como
legtimamente diferentes) constituye la base de tal construccin de relaciones
equitativas. As lo entiende tambin Gallardo.198 Y lo describe perfectamente
una joven manabita.
...los derechos a ti te dan libertad, bacn! Y es cierto los derechos nos dan libertad a nosotros.
Pero a mi no me parece que sean solamente los derechos, sino es el autoestima. Y que los
derechos son como el puntito que nos ayuda, nada ms que eso. Es como el respaldo nada
ms para poder ser lo que nosotros queramos ser.199
198
. Gallardo, Ob. Cit, p. 8 y p109 .
199
Grupo focal con integrantes mujeres del grupo juvenil Ponte Once, Portoviejo, 10 de junio de 2005.
73
CONCLUSIONES
74
por la cultura hegemnica. En efecto, el espacio generalmente aceptado y
legitimado para el despliegue de la sexualidad es el matrimonio heterosexual.
Esta visin ha sido fuertemente posicionada por la Iglesia Catlica, definiendo
tambin qu y quines quedan por fuera. As el autoerotismo o la
masturbacin, las relaciones homosexuales/bisexuales, las relaciones sexuales
entre adolescentes. El silencio respecto de la sexualidad en la niez y la tercera
edad, son otras formas de exclusin.
La disputa por cargar de sentido a los derechos sexuales es clara en los diversos
componentes del Derecho (normativo, estructural y poltico/cultural). De una
parte la normativa constitucional muestra un avance enorme en el
reconocimiento a toda persona de diversos derechos sexuales (derecho a decidir
libre y responsablemente sobre su vida sexual, el derecho a la igualdad y no
discriminacin por orientacin sexual, la prohibicin del uso de informacin
sobre la vida sexual, excepto por razones de salud, y el derecho a la salud
sexual y reproductiva).
75
de enfermedades relacionas con la vida sexual; no discriminacin en el ejercicio
de la sexualidad, el respeto por la orientacin sexual y su libre expresin en
espacios pblicos, etc.) Frente a estas demandas subsiste el poder ideolgico del
discurso de la Iglesia Catlica que insiste en fijar los lmites admisibles de la
vida sexual en el matrimonio heterosexual.
76
lo son como potenciales violadores de los derechos sexuales de las mujeres.
Tampoco se menciona a los hombres como titulares de derechos reproductivos.
La edad tambin marca los lmites entre aquellas personas consideradas como
titulares de derechos sexuales. Nios y nias son nicamente mencionados
como vctimas potenciales de violencia sexual y nunca como sujetos de
derechos sexuales. El silencio tambin define la exclusin de hombres y mujeres
de la tercera edad como sujetos de derechos sexuales. Nuevamente es la atadura
de lo sexual y lo reproductivo lo que incide en la construccin del referente de
titular de derechos sexuales.
77
normativa penal violaba este derecho. Se trata de un reclamo de ampliacin del
derecho de igualdad a sujetos homosexuales y la inclusin dentro de las
condiciones de no discriminacin de la orientacin sexual.
78
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