Mmida
Mmida
Mmida
Manual de
Intervencin
Diferenciada
Prcticas que transforman vidas...
MMIDA
Ricardo Prez-Luco, Paula Alarcn,
Leonardo Lagos, Lorena Wenger,
Alba Zambrano, Jaime Muoz
& Andrs Reyes
Manual de
Intervencin
Diferenciada
Prcticas que transforman vidas...
MMIDA
Ricardo Prez-Luco, Paula Alarcn,
Leonardo Lagos, Lorena Wenger,
Alba Zambrano, Jaime Muoz
& Andrs Reyes
MMIDA
Modelo Multidimensional de Intervencin Diferenciada con Adolescentes
Este material es producto del trabajo realizado entre 2010 y 2013 por el equipo de investigacin
del Proyecto FONDEF D08i-1205, financiado por CONICYT, en sociedad con el Servicio Nacional
de Menores de Chile SENAME, Fundacin Tierra de Esperanza FTE y Consejo de Defensa del
Nio CODENI, contando adems con la colaboracin del Ministerio del Interior a travs del
Departamento de Reinsercin Social de la Subsecretara de Prevencin del Delito y del Ministerio
de Justicia a travs del Departamento de Menores de la Subsecretara de Justicia.
Presentacin 7
Agradecimientos 9
Resumen ejecutivo 11
Introduccin 15
Adolescencia y desarrollo18
Sexualidad y desarrollo27
Criminologa evolutiva31
Desadaptacin social 65
Captulo 2: Desarrollo de la Investigacin 67
Marco metodolgico 67
Trabajo de campo73
Fase conceptual75
Fase de terreno 76
Principios de la intervencin 87
Fundamentos epistemolgicos 87
Etapa I: Evaluacin91
Organizacin de la intervencin 96
Delincuencia transitoria 97
Delincuencia persistente 98
Delincuencia compleja 99
Referencias103
Presentacin
Este manual es un producto cientfico, pero que adems est avalado por la
experiencia en nuestra realidad, pues es el resultado de un fructfero trabajo
conjunto de profesionales y tcnicos de SENAME, Fundacin Tierra de
Esperanza FTE y Consejo de Defensa del Nio CODENI, liderados por investi-
gadores de la Universidad de La Frontera entre los aos 2010 y 2013 y cuyos
esfuerzos se desplegaron a lo largo de todo el pas, concentrndose con mayor
profundidad en las regiones de La Araucana, Los Ros, Los Lagos y el Bo Bo.
En las pginas de este texto podrn encontrar los fundamentos tericos en que
se basa el MMIDA, as como sus definiciones conceptuales ms importantes,
brindando el marco comprensivo para el trabajo prctico de intervencin.
Pero tambin encontrarn la matriz de opciones de intervencin diferenciada
y recomendaciones de accin para cada subcategora respaldando con ello la
taxonoma generada y el algoritmo decisional.
8
Agradecimientos
10
Resumen ejecutivo
12
Acerca de este manual
14
Introduccin
16
1
CAPTULO 1
En el desarrollo del MMIDA las fuentes tericas han sido mltiples y diversas
y abarcan distintos planos del conocimiento relacionados con los problemas
de desadaptacin social que se inician durante la adolescencia.
Adolescencia y desarrollo
18
La aproximacin psicodinmica tradicional sostiene como eje central en esta
etapa, la inestabilidad emocional y discontinuidad en el desarrollo, resaltando
los conflictos, las tensiones y crisis (Blos, 1974; Erickson, 1968). Ser adolescente
implica un mayor grado de turbulencia interna y menor equilibrio psicolgico
debido a la emergencia de impulsos sexuales, as como ansiedades asociadas a la
prdida de la proteccin parental propia del mundo infantil. Dichas ansiedades
pueden llegar a ser tan extremas que alejan al adolescente de la realidad,
llegando a niveles de inestabilidad muy cercanos a un trastorno psicopatolgico.
En esta aproximacin resaltan la necesidad de individuacin del yo y diferen-
ciacin de la familia de origen (Mazor & Enright, 1988).
20
informticos y dispositivos de comunicacin electrnica, restando oportunidades
para tener experiencias reales de contacto, de apoyo emocional, y de intimidad.
A partir de lo expuesto uno de los factores que parece incidir de modo signifi-
cativo en la adolescencia actual, es el estrs psicosocial al que se ven sometidos
los jvenes. Estrs psicosocial descrito cmo la presin por hacerse mayores en
las condiciones actuales de la sociedad moderna caracterizada por una parte
por debilitamiento de la estructura familiar, dura competencia en la enseanza
y en lograr trabajo remunerado futuro, junto a una mayor oferta de diversos
productos y opciones de diversin, entre ellos, el alcohol y variadas drogas. El
estrs psicosocial se acrecienta por las condiciones de pobreza en que viven
muchos adolescentes y por la fragilidad emocional propia de este periodo, en la
que son frecuentes las vivencias de depresin y ansiedad, as como los escasos
recursos personales desarrollados para adaptarse a tan variada diversificacin
social (OMS, 1995; vila, Jimnez-Gmez & Gonzlez, 1996).
22
Adicionalmente, no se puede describir una nica forma adolescente, ya que
se reconoce la existencia de diversas trayectorias de los jvenes para asumir
la insercin al mundo adulto, donde inciden una multiplicidad de factores:
el temperamento, experiencias e historia de vida, interacciones familiares,
con pares y por supuesto las variables socioculturales de su entorno. Es
importante resaltar que se comparten en este momento de vida importantes
desafos que combinados con los factores antes mencionados, generan niveles
de alto estrs para los adolescentes de nuestra poca.
Interaccin social
Cambios Madurez
psicolgicos sexual
24
donde el aumento del deseo sexual y la necesidad de descarga de la excitacin
pueden provocar vivencias de prdida de control del propio cuerpo y de
dominio de sus impulsos.
26
la perspectiva del ciclo vital los hombres y mujeres en edad madura pasan
por un proceso de redefinicin de s mismo y como tal hay crisis de su propia
identidad, ato-revisin. Los temas de autonoma, sexualidad, satisfaccin
laboral, y/o eleccin vocacional, son temas ante los cuales el adulto se torna
tambin muy sensible buscando que sus hijos no cometan los errores que ellos
evalan actualmente como negativos para sus vidas. Esto altera y modifica
la actitud y receptividad general hacia el adolescente.
Sin embargo, sin duda uno de los temas que ms preocupa a los padres y que
activa importantes temores se relaciona con la emergente sexualidad de
los adolescentes. En el apartado siguiente se presenta una revisin acerca
de sexualidad y desarrollo. Con ello queremos resaltar que la sexualidad
no emerge, desde la nada, est ah desde siempre desde el nacimiento,
la infancia, los aos escolares y es en una cadena de experiencias que se
construye su integracin a la vida y a la personalidad.
SEXUALIDAD Y DESARROLLO
A los 15-16 aos la mayora de los jvenes han superado las dificultades de
acercamiento heterosexual, establecindose relaciones de parejas en las
cuales se integran impulsos sexuales y afectivos. Si bien la masturbacin
contina, en la adolescencia es frecuente el Petting, atraque, atinar o
comerse, un contacto ertico (besos, abrazos, caricias genitales) que puede
conducir al orgasmo sin actividad coital, una forma de gratificacin sexual e
intercambio afectivo exploratorio y sin el riesgo de embarazo.
28
Por otra parte un nmero importante de adolescentes en nuestro pas
inician su vida sexual entre los 15 y los 20 aos. En el caso de los varones
un porcentaje importante tiene sus primeras relaciones sexuales alrededor
de los 16 aos, en su mayora con amigas o conocidas siendo su motivacin
principal el deseo y la curiosidad sexual, mientras que en las mujeres el inicio
se da en promedio a los 18-19 generalmente con su pareja o pololo, reportando
como motivacin principal el intercambio afectivo. Estos resultados reflejan
las diferencias de la conducta sexual en funcin de los estereotipos sexuales
que enfatizan en las mujeres la sexualidad centrada en las personas y en los
hombres la sexualidad centrada en el cuerpo.
As, se espera que los varones en el plano sexual, sean ms activos, experi-
mentados y tengan ms de una pareja sexual, mientras que de las mujeres se
espera que sean ms pasivas, centradas en los afectos y que establezcan lmites
al avance sexual del varn. Este doble standard sin embargo ha ido cambiando
en los ltimos aos en nuestro pas, de acuerdo a estudios recientes los varones
jvenes expresan la necesidad de incorporar afectividad a la relacin sexual y
las mujeres sexualidad a la relacin afectiva (Sharim 1996).
30
Criminologa evolutiva
100%
Prevalencia de Comportamiento Delictivo
80%
60%
40%
20%
0% Edad
5 10 15 20 25 30 35 40
Delincuencia Delincuencia
Cifra Negra
Transitoria Persistente
32
Principios del riesgo: los individuos con
mayor riesgo en factores estticos(histricos
y personales no modificables) requieren de
intervenciones ms intensivas.
Estticos
(Precocidad delictiva, Principios de Necesidad: los factores dinmi-
Receptividad
Riesgo Necesidad
Responsividad
RIESGOS CONTEXTUALES
Y CRIMINOLGICOS
COMPORTAMIENTO
DESADAPTATIVO Y PROSOCIAL
VARIABLES
PSICOLGICAS
34
permite diferenciar delincuencia comn (caracterstica de la adolescencia) de
delincuencia distintiva (un grupo menor de adolescentes que se mantienen
y agravan su comportamiento delictivo); afi rmando que este grupo de
jvenes es el que requiere de intervenciones diferenciadas y de mayor
intensidad. Estos autores defi nen perfi les delictivos distintivos y sistematizan
necesidades y focos de intervencin que requieren ser trabajados para cada
uno de ellos si se busca interrumpir su trayectoria delictiva.
Divergente Inadecuado
Espordico Regresivo
Compromiso
Delictivo
Estructurado Conflictuado
Autnomo Explosivo
Compromiso
Social
COMPORTAMIENTO
ADAPTATIVO
Oportunidades
de Desarrollo
Factores
COMPORTAMIENTO
Protectores
TRANSGRESOR
Personalidad
Personalidad
COMPORTAMIENTO
Eventos de Vida
DELICTUAL
estresantes
Factores de Riesgo
Criminognico
REINCIDENCIA
DELICTUAL
36
Psicoeducacin qu es y cmo funciona?
38
Modelo Transterico del Cambio MTC
Variados son los modelos que intentan explicar cmo ocurren los cambios de
comportamiento. Algunas perspectivas plantean que las consecuencias externas
son las responsables principales de influenciar el cambio en los individuos;
mientras que otros visualizan las motivaciones intrnsecas como causantes de
las conductas problema.
SALIDA PREMATURA
Contemplacin Determinacin
Cambios
INICIO Precontemplacin activos
Recada Mantenimiento
CONSOLIDACIN
Inclinar la balanza de los pro y los contra - evocar las razones para
CONTEMPLACIN cambiar y los riesgos de no cambiar; aumentar la autoeficacia para el
cambio de la conducta actual.
40
La denominada Entrevista Motivacional (EM) provee de las herramientas
para avanzar en este proceso. Desde sus orgenes, la Entrevista Motivacional
ha sido eminentemente prctica. El concepto surgi de las preguntas que se
planteaban los clnicos. Sus principios han surgido de la experiencia en el
trabajo con cientos de personas que tienen problemas con el alcohol y con
otras drogas, en la interaccin con los propios usuarios. Su aceptacin por
parte de los clnicos pertenecientes a un amplio nmero de culturas se ha
debido, segn ellos, a su aplicabilidad y utilidad prctica.
b) Crear una discrepancia: La aceptacin del usuario tal y como es, con su
ambivalencia no significa acompaarlo para que contine de esa manera.
Por el contrario este principio de la Entrevista Motivacional pretende crear
y potenciar en el usuario una discrepancia, una disonancia cognitiva entre
su conducta actual y otros propsitos o reas de su vida ms amplios. Una
forma simple para comprender esto es considerarlo como una discrepancia
entre donde uno est y donde uno querra estar. Cuando una conducta se
cree que est en conflicto con objetivos personales importantes, tales como
la propia salud, el xito, la felicidad familiar o una autoimagen positiva, el
cambio ser ms probable. Muchas personas que acuden a una consulta
perciben alguna discrepancia entre el momento en que se encuentran y
el objetivo que quieren conseguir. Por lo tanto se sienten ambivalentes,
atrapadas en un conflicto de aproximacin - evitacin. La idea es, hacer
uso de dicha discrepancia, aumentarla y amplificarla hasta que se supere
el apego que la persona tiene por la conducta presente. Las estrategias de
la Entrevista Motivacional buscan hacer eso dentro del usuario (motivacin
intrnseca), ms que centrarse principalmente en las motivaciones externas
(por ejemplo, presin por parte de la esposa, amenaza de desempleo, o
controles judiciales). Esto supone aclarar los objetivos importantes que
tiene el usuario y analizar las consecuencias reales o potenciales de su
conducta actual y que entran en conflicto con dichos objetivos. Cuando se
hace de una forma adecuada, la entrevista motivacional cambia las percep-
ciones del usuario (de la discrepancia) sin crear un sentimiento de que se
le est presionando o coaccionando y es el usuario, no el terapeuta, quien
verbaliza por s mismo sus preocupaciones.
42
c) Evitar la discusin: Un tercer principio importante es que el terapeuta evite
discutir y las confrontaciones cara a cara. La situacin menos deseable,
desde este punto de vista, es la del terapeuta que discute con el usuario
a fin de convencerle que tiene un problema y de que necesita cambiar
mientras que el usuario defiende un punto de vista opuesto. La Entrevista
Motivacional no se considera claramente confrontativa o bien como una
confrontacin suave. Su objetivo sera aumentar la concienciacin de los
problemas y la necesidad de hacer algo con ellos. Es este estilo agradable
de persuasin que constituye el sello distintivo de esta entrevista. La
discusin directa tiende a provocar una reaccin por parte de las personas,
es decir, provoca que las personas se afirmen en su libertad para hacer
lo que les viene en gana. Cuanto ms le diga a alguien No puede, con
ms probabilidad responder Lo har. Defender con fuerza una posicin
(por ejemplo, Usted tiene un problema y debe cambiar) provocar una
oposicin y defensividad por parte del usuario. La resistencia por parte
del usuario se ve fuertemente afectada por la forma en que el terapeuta
responde y la resistencia durante el tratamiento predice un fracaso para el
cambio. Por estas razones, el objetivo general en la Entrevista Motivacional
es evitar los enfoques que provocan una resistencia por parte del usuario.
Cuando la resistencia surge, el terapeuta cambia las estrategias.
44
Preguntas abiertas: Una forma de comenzar la entrevista motivacional es
preguntando desde el comienzo de una manera que estimule al usuario a
que sea el que ms hable, es decir, utilizar preguntas abiertas, que son abre
- puertas para que el usuario empiece a analizar sus problemas. Cmo
formular buenas preguntas abiertas? Si el usuario tiene preocupaciones
claras de las que quiere hablar, bastar con abrir sencillamente la puerta.
Por ejemplo: Me gustara comprender cmo ve usted las cosas. Qu es
lo que le trajo aqu? Cul ha sido el problema? Cuando se comenta un
problema concreto con usuarios ms ambivalentes, ser til preguntar
sobre las dos caras de la moneda (pros y contras de la conducta problema)
o utilizar una serie de preguntas relacionadas que tengan un contenido
neutral. Por ejemplo: Explcame qu has podido observar sobre la forma en
que consumes marihuana a lo largo de los aos. Has podido ver algunos
cambios en tu forma de consumir (cantidad, frecuencia) y en cmo te afecta?
Has observado algo que te pueda preocupar, o que ha preocupado a otras
personas? Las personas se diferencian en la forma en que reaccionan ante
preguntas abiertas. Algunas responden activamente ante la oportunidad de
hablar de sus dificultades y el trabajo del terapeuta consistir en guiarlas
en su anlisis. Otras, en cambio, responden con reticencias, tal vez cambien
de tema o caigan en alguna de las trampas descritas anteriormente. Las
preguntas abiertas slo abren el tema, proporcionando oportunidades para
utilizar las siguientes estrategias.
46
de su intencin de modificar su conducta (Yo no quiero seguir en esto.
Qu puedo hacer?) En la medida que observamos mayor problemati-
zacin y preocupacin por los costos de la conducta infractora podemos
provocar la intencin de cambiar preguntndole al usuario qu cree que
es posible hacer para disminuir y evitar los problemas asociados a su
conducta. Ejemplo: Me has mencionado la preocupacin que tienes por
no recibir ms sanciones y no llegar a estar privado de libertad, qu crees
que podras hacer para que esas situaciones que te molestan no ocurran.
48
de mejorar los efectos sinrgicos, de modo tal de favorecer el mximo aprove-
chamiento de los recursos disponibles; y que evala productos, resultados e
impactos, considerando en ello las externalidades positivas y negativas a fin
de aprender de la experiencia.
50
organizacin u orden preexistente hacia un reordenamiento superior, mejor
y ms complejo. (c) Sinergia, que corresponde al efecto sistmico de inclusin
encadenada del elemento en desarrollo, lo que provoca movimiento en el
entorno al tiempo de acomodarse a los cambios externos experimentados.
(d) Recursividad, caracterstica que alude a un cambio slo posible en
referencia a la estructura sobre la que ocurre el desarrollo (autopoisis),
implicando retrocesos necesarios para el avance secuencial, retrocesos que
permiten la reacomodacin de la estructura mediante su autoobservacin.
Y (e) Estabilizacin en el cambio, que corresponde a la nocin de estadios o
momentos evolutivos, perodos en los que el movimiento se desacelera o se
hace estanco para permitir la reorganizacin interna, evaluacin de los logros
y definicin de nuevas metas (Prez-Luco, 2001).
Sinergia
Recursividad
Sociedad
Individuo
Progresin
Familia
Comunidad
Estabilidad
52
Un cambio subversivo requiere transformaciones estables en las relaciones
de poder sostenidas entre los distintos actores de la realidad (Glauben,
Panchana, Pantoja, Ramrez, y Rodrguez, 1993). Es necesario comenzar por la
validacin y refuerzo del otro, legitimando su experiencia previa, para luego
trabajar desde la resiliencia, haciendo un buen uso de sus propios recursos y
de la fuerza o tendencia orientadora hacia el desarrollo. Resulta imperativo
el reconocer la memoria histrica, buscando en ella las experiencias positivas
de control sobre la realidad que han favorecido la continuidad histrica.
Reconocer el xito previo desde la perspectiva de los actores, es la llave para
intencionar un proceso de cambio verdadero y sustentable, pues a partir
de ese punto es posible inducir la resignificacin de la experiencia, lo que
posteriormente permitir la modificacin de estilos de afrontamiento , pautas
de interaccin y representaciones sociales , elementos que sostienen las
relaciones de poder en los planos conductual, afectivo y simblico.
Facilitacin
Habilidades Historia
Social
Sujeto
Facilitador CAMBIO (Familia y Comunidad)
Proceso Reflexivo
Resignificacin
Cada intervencin debe partir por determinar quines sern los benefi-
ciarios o ms bien con quienes se espera obtener impacto. En este sentido el
modelo propone cuatro posibles focos: (a) Foco Individual, definido cuando
el principal cambio esperado es en conductas especficas de personas
precisas, por ejemplo, reduccin del castigo fsico de una madre a sus hijos
o el desarrollo de la capacidad emprendedora de los miembros de una
organizacin. (b) Foco Familiar, cuando lo que se busca es producir cambios
en la dinmica familiar de un grupo de familias de un sector especfico
que comparten recursos comunitarios, pautas de interaccin y carencias
especficas, por ejemplo, el desarrollo de competencias parentales orientadas
a mejorar el cuidado de los hijos y potenciar su desarrollo, o el mejoramiento
de estrategias de sobrevivencia que favorezcan la superacin de la pobreza.
(c) Foco Grupal-Temtico, definido cuando lo que se busca es enfrentar una
problemtica psicosocial extendida cuya ocurrencia es independiente del
territorio o comunidad de trabajo y para lo cual existen estrategias sistema-
tizadas de intervencin, por ejemplo el alcoholismo o la delincuencia infanto-
juvenil; lo distintivo en este caso es que se elaboran estrategias de trabajo
grupal que sintetizan la experiencia de previa de intervencin en el tema (en
otras realidades) con el diagnstico construido con el grupo objetivo. Y (d)
Foco Territorial-Humano, definido cuando el trabajo est localizado territo-
rialmente y sus alcances comprenden al conjunto de los habitantes de un
sector, poblacin o comunidad, buscando producir cambios que favorezcan
un mejoramiento general de la calidad de vida; por ejemplo la gestin de
redes sociales, la formulacin de planes de desarrollo local o la construccin
prospectiva de escenarios de futuro.
54
INVESTIGACIN - ACCIN Objetivo
Realidades
caracterizadas por
OS
NCUL Sufrimiento, Confusin
RE V
SOB y/o Estancamiento del
NCIN
E RVE Desarrollo
INT
MEDIOAMBIENTE FSICO
Dimensin FOCO Dimensin
Espiritual TERRITORIAL-HUMANO Cultural
Fe Saber
FOCO
GRUPAL-TEMTICO
Pueblo
FOCO
PLANO Amigos FAMILIAR
SOCIETAL Sector
Pares Padres
Parientes PLANO
PLANO Cercanos COMUNITARIO
INSTITUCIONAL
Individuo
Hermanos
Pareja
Dimensin Hijos Dimensin
Poltica Jurdica
Poder Dimensin Econmica Dinero Verdad
ENTORNO NATURAL
Las dimensiones relevantes del plano Societal son (i) la dimensin cultural,
que en esencia hace referencia al sistema de la ciencia que administra el
conocimiento, pero que articulado con la experiencia de controlcontinuidad
de la comunidad especfica, se transforma en saber y refiere los saberes
vlidos en el entorno especfico. (ii) La dimensin jurdica que remite al
sistema legal, cuya misin social es la administracin de la verdad y a travs
de ello la justicia y la equidad. (iii) La dimensin econmica que refiere al
sistema monetario, operativo a travs del dinero, el que se constituye en
principal medio de produccin y posicionamiento social. (iv) La dimensin
poltica, correspondiente al sistema poltico que administra el poder y a travs
de ello la participacin y oportunidades de desarrollo al interior de un pas. Y
(v) La dimensin espiritual, referida al subsistema religioso que administra la
fe y por su intermedio las posibilidades de trascendencia y salvacin personal.
56
poltico, pero caracterizado por una historia comn que otorga identidad local
y que se asocia a los logros y fracasos principales de sus habitantes, generando
mitos y lealtades colectivas y proveyendo de los medios de subsistencia y
participacin cotidianos.
Diagnstico
Vnculos
Vecinos Significativos
Padres Red
Tos Asisten
Escuela Tutores cial
ETD
Hermanos
Red
Iglesia Amigos
Pareja Judicial
Familia
Consultorio Extensa
Intervencin
58
La intervencin al igual que el diagnstico se superpone a las otras etapas,
pues el diagnstico ya es parte de la intervencin al permitir la primera fase
de sta, la legitimacin de las experiencias de los participantes, en tanto
que en la ltima etapa de la intervencin tambin se requiere diagnosticar
oportunidades y condiciones para el desarrollo local.
Evaluacin
Corresponde a la ltima fase del modelo, pero al igual que las dos anteriores,
tambin ocurre de modo superpuesto. Se inicia antes incluso del acceso al
campo, haciendo uso de datos de fuentes secundarias para evaluaciones
ex-ante, del tipo evaluacin econmico-social o estudios de mercado; se
contina durante el proceso, usando para ello tcnicas cualitativas (memos de
sntesis y anlisis en progreso) y cuantitativas (sistematizacin y anlisis de
indicadores) que permitan monitorear la ejecucin de las acciones, introdu-
ciendo rectificaciones o fortaleciendo lo planificado; y concluye al cierre
de la intervencin, con un formato ex-post que permite evaluar el cumpli-
miento de objetivos, el logro de metas, la calidad de los procesos, las caracte-
rsticas de los resultados, la obtencin de productos, los impactos directos e
indirectos en las esferas conexas, las externalidades positivas y negativas (no
previstas) y la sustentabilidad de los cambios a travs de la evolucin posterior
o seguimiento de los indicadores (Salamanca y Gonzlez, 1990).
Niveles de Intervencin
Problemticas Psicosociales
60
Promocin del desarrollo
Redes y comunidad
Previo a describir cada una de estas modalidades cabe destacar que este
componente iniciar su trabajo elaborando un catastro y anlisis de buenas
prcticas en este nivel de intervencin de modo de determinar criterios claves
para orientar el trabajo. Para ello se revisar la literatura existente y entrevistar
a personas asociadas a distintas iniciativas en el pas y el extranjero.
(a) Variables clave: A partir de reuniones con los equipos de los distintos
programas -en los diferentes sistemas de sancin- con las que se
trabajar en el proyecto, se concordar en el tipo de recursos requeridos
para favorecer la integracin de los adolescentes y la satisfaccin de las
necesidades del desarrollo que posibilitan la rehabilitacin. Esto nos
permitir priorizar en las redes que se requieren reforzar o activar segn
las demandas concretas a nivel de casos, tipo de programa y localidades
especficas.
62
intencionar un proceso que involucre a los actores que participan en
este proyecto de un lado (constitucin de mesas tcnicas/polticas a nivel
nacional y regional), y entidades en cada una de las regiones en que se
desarrollar el proyecto.
Revisin
documental
Reuniones,
Entrevistas Diagnstico
del
Sistematizacin
resultados
funcionamiento
de
redes
Anlisis
de
experiencias
en
distintas
escalas
Devolucin/
documentadas,
literatura,
(anlisis
del
grado
de
problematizacin
en
cada
buenas
prcticas funcionalidad,
obstculos,
uno
de
los
niveles
facilitadores) (programa/local/
regional/
Determinar
variables
nacional
(mesa
tcnica
nacional)
psicosociales
claves
para Cmo
operan
estas
redes
la
reinsercin requeridas
desde
los
Acuerdos
para
diferentes
programas implementar
mejoras
64
Desadaptacin social
66
2
CAPTULO 2
Desarrollo de la investigacin
Marco Metodolgico
68
de evaluacin diagnstica y las orientaciones de intervencin
diferenciada de acuerdo al tipo y forma de delincuencia; adems
de la realizacin del seminario internacional de Justicia Juvenil.
70
en Psicoeducacin desde Quebec en Canad a Temuco en Chile (Dionne & St
Martn, 2006; Dionne & Zambrano, 2008; Vizcarra & Dionne, 2008; Zambrano
& Dionne, 2008); incorporndose adems el Modelo Integrado de Intervencin
Diferenciada MIID (Frchette & LeBlanc, 1998; Laporte, 2008; LeBlanc,
Dionne, Gregoire, Proulx & Trudeau-LeBlanc, 1998) en conjunto con el enfoque
de Riesgo, Necesidad y Receptividad RNR (Andrews, 2011; Andrews & Bonta,
2003; Andrews, Bonta & Hoge, 1990; Andrews, Bonta & Wormith, 2006; Bonta
& Andrews, 2007; Hoge & Andrews, 1994; Hoge & Andrews, 2002; Hoge,
Andrews & Leschied, 1996; Dowden & Andrews, 2009), que han operaciona-
lizado la diferencia entre delincuencia comn y distintiva para los adolescentes
de Canad y establecido perfiles de riesgo diferencial, derivando estrategias
de intervencin especializadas para cada perfil de delincuencia distintiva o
persistente.
72
2002; Martnez, 2004; Natera, 2005; Villansante & Martin, 2006; Uvalle, 2009).
Cuerpo terico bastante eclctico, que ha permitido abordar en trminos tericos
y empricos los diversos niveles en que las relaciones sociales se pueden organizar
funcionalmente para contribuir a generar, dinamizar o favorecer sinergia en
los recursos requeridos para trabajar con los adolescentes infractores de ley y
su contexto. A partir de la lgica de la investigacin accin con componentes
participativos, se implement la lnea de base (Cohen & Martnez, 2013) como
instrumento de diagnstico, planificacin y evaluacin, utilizndose un diseo en
dos tiempos (situacin inicial (T1) y segundo momento (T2), cada uno de los tiempos
compuesto por tres etapas: Diagnstico/Lnea Base; Devolucin-Problematizacin
y Definicin de orientaciones, acciones, compromisos para mejorar la gestin
de redes y resultados (Orfelio & Montero,2003). Para obtener los valores de los
indicadores se emplearon diversas fuentes de informacin: entrevistas, talleres
participativos, revisin documental, cuestionarios y observacin participante.
Trabajo de Campo
74
ante la comunidad cientfica en congresos internacionales, y (e) aprobacin de
los resultados finales por parte de los socios en la ltima sesin del Directorio.
Este proceso curs por cinco fases sucesivas conceptualizadas como (a) fase
conceptual, (b) de terreno, (c) de desarrollo tecnolgico, (d) de articulacin
social y (f) de validacin del modelo.
FASE CONCEPTUAL:
FASE DE TERRENO:
76
primera para profesionales y tcnicos que se desempean como interventores
en programas de medio libre o privacin de libertad de las instituciones
asociadas al Proyecto (FTDE, CODENI y SENAME), en las regiones de La
Araucana, Los Ros y Los Lagos; y la segunda para profesionales que asumen
roles de supervisin o liderazgo en Centros y Programas de las mismas
regiones, adems de las regiones de Coquimbo, Metropolitana, Bo Bo y Aysn
(Gestin de Intervenciones Diferenciadas). Participan en total 76 personas y
aprueba el 90% (68). Slo en el primer proceso se realiza supervisin directa
en terreno, observando el desempeo en forma directa e integrada con los
otros miembros de los equipos de intervencin; en el segundo proceso se
trabaja con nfasis en la gestin, rescatando elementos de organizacin de los
servicios, pero sin supervisin de prcticas; este ltimo grupo de 28 partici-
pantes es el nico en el que no hay reprobados ni retirados.
Eta muestra se compone de 511 hombres (89,5%) y 60 mujeres (10,5%) los que
mayoritariamente proceden del sur de Chile, pero se distribuyen a lo largo del
territorio con excepcin de las regiones de Antofagasta, Atacama, Valparaso y
Magallanes, como se muestra en el grfico siguiente:
19,8% 28,2%
52,0%
12,2% 4,1%
95,9%
78
A partir del anlisis los datos generados por esta muestra se resuelve la
configuracin final del Protocolo de Evaluacin Diferenciada del MMIDA,
que queda constituido por 10 instrumentos con propiedades psicomtricas
fuertes; capacidad predictiva y de discriminacin; y puntajes de corte vlidos
para uso con adolescentes infractores chilenos. Los 4 instrumentos que se
retiran del set original (IRNC, JI-R, FCMF y CICUM), lo fueron por replicar
datos recogidos en los que se mantuvieron o por no permitir diferenciaciones
tiles para el proceso de intervencin; sin embargo, todos mostraron valores
muy positivos en su caracterizacin psicomtrica. Con estos resultados y el
reporte de su uso por los equipos tcnicos, se resuelve el protocolo, el que
incluye la secuencia de aplicacin de instrumentos, los tiempos requeridos,
las decisiones de proceso y las alternativas de salida para cada caso. Esta
compleja trama se esquematiza en la figura siguiente y es desarrollada con
detalle en el Manual de Evaluacin Diferenciada.
MACI
estructurado
requerimientos
D R
CACSA CSVE E E
V E criminognicos
Intervencin O N
BR
EDA CESMA Consumo TND AR
L C
U U
BR C A
MACI Mental TPD I D
Tratamiento AR
R
BR
TAE N E
AR
BR
Transitoria Persistente Compleja gnico TTV AR
BR
EGED Mnima Mxima cualquiera TEA AR adolescente
80
Soporte afectivo
para el cambio
Interventor 2 Familia
Supervisin en
Apertura a nuevos contexto
intereses
Relacin de ayuda
a
Interventor 1
Abordaje de
distorsiones cognitivas
Pares
Adolescente Movilizacin de vnculos
para el cambio
Interventor
Clnico
Desarrollo proyecto de
vida prosocial
Los resultados obtenidos en esta fase son positivos y permiten validar el modelo
en su componente de reduccin de riesgos criminognicos, no as en el cambio
conductual ni de funcionamiento psicolgico, para lo cual se estima un tiempo
mnimo de 6 meses de intervencin. Es importante adems considerar que las
experiencias evaluadas son parte de la formulacin del modelo, y de all surgen
las principales orientaciones para su implementacin idnea y efectiva (revisar
proceso y organizacin de la intervencin en siguiente captulo), cuatro de las
cuales no se cumplen en este caso, pues se formulan a posteriori:
(d) Por ltimo, en estos casos no se formaliz el acuerdo de trabajo con los
jvenes como lo propone el modelo, slo se firm un consentimiento para
las evaluaciones y se fueron acordando las acciones a realizar, pero como
no se problematiz con ellos los objetivos ni el plan de intervencin, no
es posible asegurar la motivacin para el cambio. Este aprendizaje es uno
de los principales que aport la experiencia.
82
En todos los casos la evaluacin
Aplicaciones
inicial contempl los 14 instrumentos
FER-R 66
considerados en la batera de estudio y
en la reevaluacin se usaron los 2 que el IRNC 62
modelo recomienda de modo preferente DEP-ADO 50
(FER-R y MACI), adems de consumo MACI 24
problemtico de drogas (DEP-ADO) por ser
FC 3
un tema recurrente en la mayora de los
PRIF 3
casos. Algunos evaluadores optaron por
usar IRNC en vez de FER-R y otros usaron ambos y en algunos casos especficos
se evalu compromiso delictivo (FC) y familia (PRIF). En sntesis, la muestra de
estudio queda de la siguiente manera:
19%
34% 8%
1%
1%
5% 10%
13%
32%
38%
84
Tabla N 2 y 3: Reduccin de riesgos crimingenos
86
3
CAPTULO 3
Principios de la Intervencin
Los conceptos extrados de los modelos antes referidos, junto con los hallazgos
de los estudios en que se sustentan y las herramientas de evaluacin e
intervencin derivadas de ellos y propuestas como alternativas para el trabajo
con adolescentes infractores de ley; sumados a otros desarrollo tericos y
metodolgicos especficos y a la evidencia emprica internacional recogida y
nacional generada por el equipo investigador; permiten formular los siguientes
principios rectores del modelo desarrollado en esta investigacin:
Fundamentos Epistemolgicos
88
historia de dao vivido por el adolescente; y actuando rigurosamente
ante el riesgo de mayor dao derivado de una intervencin inadecuada.
(o) Objetivos del cambio: Todo indicador de logro especfico de cambio debe
derivarse de las necesidades de desarrollo del joven, criminognicas y no
criminognicas. Es decir debe constituir una respuesta u oportunidad
apropiada para su ajuste psicolgico (salud mental) y social (adaptacin
prosocial activa).
90
(q) Lmites de cambio: Deben reconocerse anticipadamente los lmites
de la intervencin en base a los recursos disponibles en la red institu-
cional para dar respuesta a las necesidades del adolescente, asegurando
la continuidad de la intervencin de manera coherente. Es preferible
pocos y pequeos objetivos, pero sustentables en el tiempo, que objetivos
ambiciosos que frustren, pues esto resulta finalmente iatrognicos.
Proceso de intervencin
ETAPA I: EVALUACIN
92
(d) Considerando los resultados conjuntos de esta fase, ms la determi-
nacin de tipo de consumo de alcohol y/o drogas (exploratorio, inicial,
moderado y problemtico) mediante un formulario de entrevista
guiada con el que se evala riesgo en esta rea; se resuelve la necesidad
de derivacin a tratamiento especializado en programas de rehabili-
tacin de adicciones, tratamiento psiquitrico o evaluacin clnica ms
profunda para el establecimiento de objetivos teraputicos, si ello se
estima prioritario.
(e) Esta primera fase de evaluacin contina para los casos de delincuencia
persistente, derivando en una profundizacin diagnstica segn
trayectorias delictivas y niveles de riesgo criminognico (alto y bajo),
lo que permite orientar mejor las acciones a realizar para favorecer un
cambio de comportamiento y mejorar la integracin psicosocial. Esto
se complementa con la evaluacin por autoreporte de sucesos de vida
estresantes para observar el sentido y los significados atribuidos por el
joven a su experiencia y la evaluacin por juicio profesional estructurado
de la relacin con pares y receptividad familiar a la intervencin.
Profundizacin
Hasta
da
30
sociocomunitario
y
de
pares
IRS-F TND Alto
Riesgo
D R
Bajo
Riesgo E E
Entrevistas
familiares F-PRIF TPD Alto
Riesgo
V E
O N
Bajo
Riesgo
FER-R
Profundizada TAE Alto
Riesgo
L C
U U
CSVE C A
Bajo
Riesgo
TTV Alto
Riesgo I D
Indicadores
de
R
Consumo
DEP-ADO Resolucin
de
trayectoria
Bajo
Riesgo N E
TEA
delictiva
y
nivel
de
riesgo
Alto
Riesgo
Indicadores
de
Derivacin
a
criminognico
Salud
M ental Tratamiento
94
Integracin,
hasta
da
45 Reevaluacin de
3r a
5
mes
(a) Esta etapa se desarrolla toda vez que se termina un proceso interventivo
en cualquiera de sus formas (xito, logro parcial, abandono o fracaso) y
consiste en programar contactos posteriores al cierre de la intervencin,
segn acuerdo previo y con la finalidad de monitorear la estabilidad de
los resultados.
(b) Durante esta fase se debe estar atentos a lo que suceda con el caso para la
recogida de nuevos antecedentes que permitan analizar de mejor manera
el impacto de la intervencin.
Organizacin de la intervencin
96
funcionamiento psicolgico, experiencia vital significativa, factores de
riesgo contextuales y comportamiento delictivo.
DELINCUENCIA TRANSITORIA
DELINCUENCIA PERSISTENTE
98
heterogeneidad dentro del grupo distintivo. En este grupo los actos delictivos
aparecen como modos dominantes de actuacin, con variaciones en la
intensidad (Frechette y Le Blanc, 1987; Fondef D08i-1205, 2013).
DELINCUENCIA COMPLEJA
INTENSIDAD DE LA INTERVENCIN
100
siguiente, en donde la intensidad, se divide en dos grandes categoras: baja
y alta. A partir de all, se desprenden cinco niveles de intensidad, asociados
a diferentes modalidades de intervencin: administrativa, mnima,
moderada, elevada y mxima; cada una de ellas tiene un objetivo particular
y se corresponde de manera no lineal con las posibilidades de sancin que
se desprenden del sistema de responsabilidad penal adolescente, en donde
por ejemplo una intervencin de tipo administrativa correspondera a la
realizada por un programa de Servicio en Beneficio a la Comunidad (SBC)
y la intensidad mxima sera slo posible en un Sistema Cerrado (CRC), que
permite contactos diarios y de varias horas al da, en virtud de la privacin
de libertad.
Desde esta perspectiva, la intensidad debera ser ajustada, en funcin del tipo
de delincuencia (transitoria, persistente o compleja) y el tipo de trayectoria
persistente (TND, TPD, TAE, TTV y TEA) identificada luego de la evaluacin
inicial, evaluando tambin el riesgo de reincidencia (alto-bajo).
IMPACTO DE LA INTERVENCIN
Alarcn, P., Prez-Luco, R. & Lucero, C. (1992). Perfil emocional de los nios que
delinquen como estrategia de adaptacin: una comprensin clnico-
social como propuesta de trabajo. Revista Frontera (11), 9-18.
Alarcn, P., Vinet, E. & Salvo, S. (2005). Estilos de personalidad como riesgo en
Desadaptacin social. Revista Psycke, 14(1), 3-16.
Alarcn, P., Vinet, E., Salvo, S. & Prez-Luco, R. (2009). Informe de caracteri-
zacin y evaluacin multidimensional de adolescentes con desadap-
tacin social. Proyecto FONDECYT Regular N 1070397. Informe final
proyecto de investigacin. Departamento de Psicologa. Universidad
de La Frontera. Temuco.
Alarcn, P., Wenger, L., Chesta, S. & Salvo, S. (2012). Validez predictiva del
instrumento Evaluacin de Riesgos y Recursos (FER-R) para la
intervencin en adolescentes chilenos infractores de ley: estudio
preliminar. Universitas Psychologica, 11(4), 1183-1195.
Andrews, D., Bonta, J. & Hoge, R. (1990). Classification for effective rehabilitation:
Rediscovering psychology. Criminal Justice and Behavior, 17(1), 19-52.
Andrews, D., Bonta, J. & Wormith, J. S. (2006). The recent past and near future of
risk and/or need assessment. Crime Delinquency, 52(7), 6-27.
Bacque, A., Careau, M., Lemay, Y., Simard, R., St-Onge, D., Trudelle, R., et al.
(2005). Loi sur le systme de justice pnale pour adolescents. La mesure
probatoire, guide de pratique. Qubec: Centre jeunesse de Qubec.
Institut universitaire.
104
Boisier, S. (1998). El desarrollo territorial a partir de la construccin del capital
sinergtico. Santiago, Chile: ILPES.
Concha, A., Gottschalk, M. & Prez-Luco, R. (2008). Validacin de una escala tipo
Likert para la evaluacin de Cultura Organizacional en organizaciones
complejas. Tesis de Licenciatura, Universidad de La Frontera, Temuco.
Dionne, J., Vizcarra, B., Zambrano, A., Prez-Luco, R., Alarcn, P., Alarcn, M.,
et al. (2003). Reforzamiento de las capacidades de intervencin con
jvenes con desadaptacin social de la Regin de La Araucana. PJDA.
Proyecto de colaboracin internacional financiado por ACDI (Agencia
Canadiense de Desarrollo Internacional). UFRO & UQO. Temuco, Chile.
Farrington, D. (2006). Criminal careers and life success: new findings from the
Cambridge Study in Delinquent Development. London: Home Office.
106
Farrington, D., Jolliffe, D., Loeber, R., Stouthamer-Loeber, M. & Kalb, L. (2001).
The concentration of offending in families, and family criminality in
the prediction of boys delinquency. The Journal of Adolescence, 24,
579-596.
Giordano, P. C., Cernkovich, S. A., & Rudolph, J. L. (2002). Gender, crime, and
desistance: Toward a theory of cognitive transformation. American
Journal of Sociology, 107(4), 990-1064.
Glauben, L., Panchana, P., Pantoja, J., Ramrez, M. & Rodrguez, C. (1993). Familia
y comunidad. Un aporte a la nocin del cambio en el campo de la accin
social. Santiago: PROEFA.
Greenberg, J., Solomon, S., Pyszczynski, T., Rosenblatt, A., Burling, J., Lyon, D., et
al. (1992). Why do people need self-esteem? Converging evidence that
self-esteem serves an anxiety-buffering function. Journal of Personality
and Social Psychology, 63(6), 913-922.
Hoge, R., Andrews, D. & Leschied, A. (1996). An Investigation of risk and protective
factors in a sample of youthful offenders. Journal of Child Psychology
and Psychiatry, 37(4), 419-424.
Lahey, B., Moffitt, T. & Caspi, A. (2003). Causes of conduct disorder and juvenile
delinquency. New York: Guilford Press.
LeBlanc, M., Dionne, J., Grgoire, J., Proulx, J. & Trudeau-LeBlanc, M. (1998).
Intervenir autrement: un modle dintervention diffrentielle pour
les adolescents en difficult. Montral: Les Presses de lUniversit de
Montral.
108
LeBlanc, M., McDuff, P. & Frchette, M. (1990). MASPAQ: Mesures de ladaptation
sociale et personnelle pour les adolescentes Qubcois. Montral:
Universit de Montral.
Loeber, R., Green, S., Keenan, K. & Lahey, B. (1995). Which boys will fare
worse? Early predictors of the onset of conduct disorder in a six-year
longitudinal study. Journal of the American Academy of child and
Adolescent Psychiatry, 34, 337-354.
Lpez, M. J., Garrido, V., Rodrguez, F. & Pano, S. (2002). Jvenes y competencia
social: Un programa de intervencin. Psicothema, 14 (Supl.), 156-163.
Maruna, S. (2001). Making good. How ex-convicts reform and rebuild their lives.
Washington, D. C.: American Psychological Association.
110
Panchana, P., Pantoja, J., Ramrez, M. & Zambrano, L. (1994). Manual de trabajo
con familias y comunidades. Santiago: PROEFA.
Prez-Luco, R., Salvo, S., Henrquez, P. & Labb, C. (2005). Construccin y estanda-
rizacin de un instrumento informatizado para el monitoreo de la
dinmica laboral subjetiva en organizaciones complejas. Proyecto de
Investigacin, Direccin de Investigacin, Universidad de La Frontera.
Temuco, Chile.
Prez-Luco, R., Zambrano, A., Bustamante, G. & Palavecinos, S. (2007). Trayectoria
y perspectivas en la formacin de psiclogos comunitarios de la
Universidad de La Frontera. En A. Zambrano, G. Rozas, I. Magaa & D.
Asn (Eds.), Psicologa Comunitaria en Chile: evolucin, perspectivas
y proyecciones. Santiago: RIL.
Prez-Luco, R., Alarcn, P., Zambrano, A., Bustamante, G. & Alarcn, M. (2009).
Estrategia ecosistmica especializada de intervencin diferenciada
para favorecer la integracin psicosocial de adolescentes infractores
de ley. Proyecto FONDEF D08i-1205 (2010-2013). Temuco: Universidad
de La Frontera.
Pich, J.-P., Frchette, M., Burns, P., Charland, L., Demers, M., Goyette, M., et al.
(2006). Lencadrement des jeunes contrevenants dans la communaut.
Guide dintervention en matire de la probation juvnile. Qubec:
Ministre de la Sant et des Services sociaux.
Polizzi, D. & Maruna, S. (2010). In search of the human in the shadows of correc-
tional practice: A theoretical reflection with Shadd Maruna. Journal of
Theoretical and Philosophical Criminology, 2(2), 158-197.
112
Roberts, C., Baker, K. & Jones, S. (2003). ASSET: A summary of the evaluation of
the validity and reliability of the Youth Justice Boards assessment for
young offenders. London: Youth Justice Board for England and Wales.
Rutter, M., Giller, H. & Hagell, A. (2000). La conducta antisocial de los jvenes.
Madrid: Cambridge University Press.
Sharim, D., Silva, U., Rod, A. & Rivera, D. (1996). Los discursos contradictorios de
la sexualidad. Santiago, Chile: Ediciones Sur.
UNICEF & MIDEPLAN. (1993). La impresin de las cifras: Nios, mujeres, jvenes
y adultos mayores. Santiago: UNICEF - MIDEPLAN.
114
Zambrano, A. & Berroeta, H. (2013). Accin comunitaria y Psicologa Comunitaria,
apuntes iniciales. En A. Zambrano & H. Berroeta (Eds.), Teora y prctica
de la accin comunitaria. Aportes desde la Psicologa Comunitaria.
Santiago, Chile: RIL Editores.