Arrebatados

1 Tesalonicenses 4
y la verdad acerca del rapto

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Daniel R. Hyde
Arrebatados
1 Tesalonicenses 4
y la verdad acerca del rapto

Daniel R. Hyde
Arrebatados: 1 Tesalonicenses 4 y la verdad acerca del rapto

Originalmente publicado en ingls por Alliance of Confessing

Evangelicals con el ttulo:
Caught up: 1 Thessalonians and the Truth About the Rapture
2017 Daniel R. Hyde

Traduccin: Pablo Snchez Mrquez

Edicin y diseo: Cristian J. Moran
2017 Sabidura Libros
Grajales 2140, Santiago Centro, Santiago de Chile

Correo electrnico: contacto@sabidurialibros.cl

Sitio web: www.sabidurialibros.cl
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la Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy Copyright 2005 por
The Lockman Foundation (usadas con permiso).

Impreso en Chile por Grfica LOM

Arrebatados
1 Tesalonicenses 4
y la verdad acerca del rapto
 Introduccin

Seremos arrebatados (1Ts 4:17). Poco despus de mi

conversin a los 17 aos, mi padre me dio tres libros: una
Biblia, y otros dos escritos por un pastor local del cual
volvera a or: La agona del gran planeta Tierra y The Rap-
ture [El rapto], escritos por Hal Lindsey. Durante los tres
aos que siguieron, me sumerg en la escatologa. Incluso
inici un estudio bblico en mi universidad empleando
cuadros que explicaban todo el esquema de los ltimos
das usando un texto de Daniel por aqu, otro de Ezequiel
por all, y uno de Apocalipsis ms all. Decir que estoy
familiarizado con el rapto pretribulacional y premilenial
de la iglesia es quedarse corto.

Hoy creo que el rapto es la segunda venida; no hay espa-

cio entre ellos. Primera a los Tesalonicenses 4 lo deja
claro.

Hace varias semanas, mientras predicaba una serie de

sermones sobre las doctrinas explicadas en el Catecismo
de Heidelberg durante el servicio vespertino, llegu a las
palabras finales del credo de los Apstoles: la resurrec-
cin del cuerpo y la vida eterna. Tratando siempre de
mantener las cosas frescas para aquellos que me han
odo predicar durante aos, retroced y rele muchas
fuentes que expresaban la doctrina del rapto descrita al
principio. Yo ya las conoca, pero fue un buen ejercicio
para mi congregacin. Luego, algunas semanas ms tar-
de, el Seminario Teolgico de Dallas patrocin la publi-
cacin en Facebook de un libro gratuito escrito por el Dr.
Mark Hitchcock sobre la verdad y el momento del rap-
to. No me pude resistir a escribir una respuesta.

Mi objetivo es simple: mostrar, usando 1 Tesalonicenses

4, que el rapto ocurre en la segunda venida no hay lap-
so de tiempo alguno entre estos dos eventos. Si logro
que mis hermanos y hermanas en Cristo vean esto, po-
drn (y t tambin!) continuar con las obras teolgicas
ms grandes que menciono en las notas al final de este
libro.

Daniel R. Hyde
Septiembre 2017
V endr otra vez para juzgar a los vivos y a los
muertos y vendr otra vez, con gloria, para
juzgar a los vivos y a los muertos; su reino no tendr fin.
Estas palabras del credo de los Apstoles y del de Nicea,
respectivamente, han resonado en los salones de la his-
toria por cerca de dos milenios. Sin embargo, hacia el
final del saln de la historia reciente de la iglesia, se
abri una puerta lateral y se aadi un sonido confuso1.
Ese eco que se aadi fue la enseanza de que la iglesia
saldr de este mundo mediante un rapto secreto. Para
hacerse una idea de cun novedosa y reciente es esta
visin en la historia de la iglesia, escucha a George Eldon
Ladd: La esperanza de la iglesia a travs de los primeros
siglos fue la segunda venida de Cristo, no un rapto pre-
tribulacional. Si la bendita esperanza fuera, de hecho, un
rapto pretribulacional, entonces la iglesia nunca conoci
esa esperanza durante la mayor parte de su historia, por-

Arrebatados | 1
que la idea de un rapto pretribulacional no surgi sino
hasta el siglo XIX2. Esto significa que, en contraste con
la clara y sencilla enseanza de la Palabra de Dios confe-
sada a travs de los siglos que el Hijo de Dios vino a la
tierra una vez para salvacin y regresar una vez para
consumacin, se introdujo una enseanza nueva en la
cual Jess regresara dos veces: primero en secreto, y
luego de manera pblica.

El nuevo lder del movimiento Capilla Calvario, Brian

Broderson, llama al rapto la segunda venida, parte I e
intenta construir un argumento a favor de ello diciendo
que la primera venida tambin tuvo, en realidad, dos
partes3. l define el rapto como el momento en que ca-
da creyente en el Seor Jesucristo ser milagrosa e ins-
tantneamente llevado al cielo sin experimentar la
muerte4. Los cristianos norteamericanos modernos
aman su doctrina del rapto secreto. Al momento de es-
cribir este libro, se han vendido ms de 35 millones de
copias de La agona del gran planeta Tierra (1970)5 de Hal
Lindsey y 63 millones de copias de la serie Dejados atrs
(19952007)6.

Yo estoy de acuerdo con que habr un rapto. El proble-

ma que tengo con la doctrina descrita arriba es que hace

Arrebatados | 2
del rapto algo diferente a la segunda venida de Jess.
Por qu tengo este problema? Creo que la verdad bblica
es que el rapto es la segunda venida. Puesto que soy pas-
tor, dejar los intrincados detalles de la teologa histrica
y sistemtica a quienes estn ms calificados que yo7. A
continuacin quiero darte una explicacin sencilla y
prctica de por qu creo que, en verdad, el rapto corres-
ponde a la segunda venida, para lo cual me concentrar
en uno de los principales pasajes sobre el rapto: 1 Te-
salonicenses 4:1318.

13
Pero no queremos, hermanos, que ignoren acerca de los
que duermen, para que no se entristezcan como lo hacen
los dems que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos
que Jess muri y resucit, as tambin Dios traer con l
a los que durmieron en Jess. 15 Por lo cual les decimos es-
to por la palabra del Seor: que nosotros los que estemos
vivos y que permanezcamos hasta la venida del Seor, no
precederemos a los que durmieron. 16 Pues el Seor mismo
descender del cielo con voz de mando, con voz de arcn-
gel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se
levantarn primero. 17 Entonces nosotros, los que estemos
vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados junta-
mente con ellos en las nubes al encuentro del Seor en el
aire, y as estaremos con el Seor siempre. 18 Por tanto,
8
confrtense unos a otros con estas palabras.

Arrebatados | 3
Por qu concentrarse en este pasaje? John Walvoord lo
dijo as: 1 Tesalonicenses [] contribuye ms a la doc-
trina del rapto que cualquier otro libro del Nuevo Tes-
tamento. Y luego de examinar varios pasajes de 1
Tesalonicenses que, segn l, ensean el rapto, seal:
Estos pasajes, por supuesto, se confirman y explican
ms detalladamente en la seccin principal referida al
rapto en 1 Tesalonicenses 4:1318 y 5:1119.

La razn de escribirles (v. 13)

Pero no queremos, hermanos, que ignoren acerca de los que

duermen, para que no se entristezcan como lo hacen los de-
ms que no tienen esperanza.

En el versculo 13, Pablo explica brevemente por qu les

escribe. Dormir es un eufemismo o una manera agra-
dable de describir la muerte. Es una forma de hablar que
se usaba en el Antiguo Testamento, donde se deca que
quienes confiaban en el Seor dorman con sus padres
(p. ej., Dt 31:16; 2S 7:12; 1R 2:10). En este pasaje, entonces,
Pablo aborda la realidad pastoral de la muerte. Aade la
razn por la cual trata este asunto: para que no se en-
tristezcan como lo hacen los dems que no tienen espe-
ranza. Los cristianos no deberan afligirse por la

Arrebatados | 4
prdida de sus seres queridos creyentes como el mundo
se aflige por la muerte de los suyos. Tan solo piensa en el
doloroso funeral de un incrdulo y la desesperada pena
de los que quedan.

Ya volveremos a este tema, pero Pablo dice aqu que

nuestra escatologa (la teologa de las ltimas cosas o
los tiempos del fin) tiene el propsito de reconfortar-
nos. La teologa importa. A medida que el pasaje se desa-
rrolla, vemos que Pablo se ocupa de esta realidad
pastoral enfrentada por todos a la luz de lo que Jess ya
ha hecho y de lo que har cuando regrese. Estos cristia-
nos estaban preocupados. Sus amigos y familiares cre-
yentes haban muerto antes de que Jess regresara. Se
haban perdido las glorias del cielo? Como Pablo dijo en
2 Tesalonicenses 2:1-2, l no quera que ellos fueran sa-
cudidos fcilmente en su modo de pensar, ni se alarmen,
ni por espritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera
de nosotros, en el sentido de que el da del Seor ha lle-
gado. Incluso da nombres, dicindole a Timoteo que
sea, por un lado, como obrero que no tiene de qu aver-
gonzarse, que maneja con precisin la palabra de ver-
dad, y por otro, que evite las palabreras vacas y
profanas que conducen ms y ms a la impiedad y
que se [extienden] como gangrena. Y entonces da los

Arrebatados | 5
nombres: Entre ellos estn Himeneo y Fileto, que se
han desviado de la verdad diciendo que la resurreccin
ya tuvo lugar, trastornando as la fe de algunos (2Ti
2:1518). Los primeros cristianos estaban oyendo que
Jess ya haba regresado y que los muertos en Cristo ya
haban sido levantados. Pablo aborda aqu sus malenten-
didos y ansiedades.

Declaracin resumen (v. 14)

Porque si creemos que Jess muri y resucit, as tambin

Dios traer con l a los que durmieron en Jess.

En el versculo 14, Pablo pasa a declarar resumidamente

por qu los tesalonicenses no deban estar desinforma-
dos ni apesadumbrados. Observa dos cosas aqu.

Un patrn para nosotros

En primer lugar, Pablo establece un patrn: Jess muri

y resucit est en paralelo con los que durmieron
(Jess muri) y aquellos que Dios traer con [Jess]
(Jess resucit). Jess muri y hay creyentes que han
muerto; Jess resucit, y los creyentes, tambin, resuci-
tarn. Es difcil enfatizar lo suficiente cun importante

Arrebatados | 6
es esto. Personas como Broderson simplemente descar-
tan la interpretacin de que toda esta seccin se refiere a
la resurreccin10, pero ese es el patrn que Pablo esta-
blece! Primero la muerte, y luego la resurreccin.

Una verdad para nosotros

En segundo lugar, Pablo dice algo aqu sobre el estado de

los muertos en Cristo entre la muerte y la resurreccin
final de ellos. Nosotros llamamos a esto el estado in-
termedio11. Por medio de Jess, quien regresar a la
tierra, Dios traer con l a los que durmieron. Cmo
puede Jess traerlos consigo si estn enterrados? La res-
puesta es que no somos solamente cuerpos que van a la
tierra. Cuando morimos, nuestras almas parten para
estar con Jess en la presencia de Dios. El histrico Ca-
tecismo de Heidelberg (1563) confiesa esta verdad cuan-
do seala que despus de esta vida, mi alma ser llevada
inmediatamente a Cristo, su cabeza (PyR 57). Cuando
Jess regrese, traer consigo desde el cielo las almas de
quienes han muerto en fe para reunirlas con sus cuerpos
que resucitarn, como veremos en el versculo 16. En-
contrars la misma enseanza en Filipenses 1, donde el
contexto es la oracin de Pablo para que Cristo [sea]
exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte (v.

Arrebatados | 7
20). Luego dice de su vida o su muerte: Pues para m, el
vivir es Cristo y el morir es ganancia (v. 21). Cul es la
ganancia de la vida? Pablo dice: una labor fructfera
(v. 22). Cul es la ganancia de la muerte? Pablo res-
ponde: partir y estar con Cristo, pues eso es mucho
mejor (v. 23). Y observa la angustia de Pablo entre am-
bas: de ambos lados me siento apremiado, teniendo el
deseo de partir y estar con Cristo (vv. 2223).

El resumen de Pablo, entonces, es que Jess muri y

resucit, y asimismo, todos los que mueren creyendo en
l estn ahora con l en alma y resucitarn tambin con
sus cuerpos.

Explicacin (vv. 1517)

Por lo cual les decimos esto por la palabra del Seor: que
nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la
venida del Seor, no precederemos a los que durmieron. Pues
el Seor mismo descender del cielo con voz de mando, con
voz de arcngel y con la trompeta de Dios, y los muertos en
Cristo se levantarn primero. Entonces nosotros, los que es-
temos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados jun-
tamente con ellos en las nubes al encuentro del Seor en el
aire, y as estaremos con el Seor siempre.

Arrebatados | 8
En los versculos 1517, Pablo da una explicacin ms
completa de lo que acaba de decir en el versculo 14. Les
dice a los tesalonicenses: les decimos esto por la pala-
bra del Seor (v. 15). Aqu habla como un profeta del
Antiguo Testamento: Palabras de Jeremas [], a quien
vino la palabra del Seor (Jer 1:12). Ests preparado
para or esta enseanza que el Seor dio a Pablo para los
tesalonicenses, y ahora, para ti? Aqu est: nosotros los
que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida
del Seor, no precederemos a los que durmieron (v. 15).
En otras palabras, no hay necesidad de afligirse como el
mundo se aflige por sus seres queridos muertos: no par-
tiremos para estar con el Seor mientras ellos no resuci-
ten primero.

Parusa

Presta mucha atencin a la palabra que Pablo usa en el

versculo 15 para designar la venida de Jess. Es la pa-
labra griega parusa. En la literatura religiosa antigua,
esta palabra se usaba para describir la manifestacin de
un dios oculto. Tambin se usaba en la literatura civil
para describir la visita oficial de una persona de alto ran-
go, especialmente un rey o un emperador, que vendra a
la ciudad y sus ciudadanos principales saldran a su en-

Arrebatados | 9
cuentro y lo escoltaran el resto del camino12. Todo esto
es interesante, pero cmo se usa en el Nuevo Testamen-
to? Lo dir fuerte y claro: cada vez que Jess, Pablo, San-
tiago, Pedro y Juan usan la palabra parusa hablando de
Jess (con una sola excepcin), hablan de la nica y de-
finitiva segunda venida. La excepcin es 2 Pedro 1:16,
donde Pedro usa parusa para describir el poder y la
venida de nuestro Seor Jesucristo, siendo claro a partir
del contexto que se est refiriendo particularmente a la
transfiguracin (Mateo 17). No se usa para hablar de un
rapto secreto diferencindolo de la segunda venida.
Permteme mostrrtelo.

Cmo Jess us parusa

En Mateo 24 Jess dijo que el templo sera destruido (lo

cual fue llevado a cabo por el general romano Tito en 70
d. C.). Sus discpulos, entonces, le hicieron dos pregun-
tas: cundo suceder esto?, refirindose a la destruc-
cin del templo, y cul ser la seal de tu venida? (v.
3). En contraste con los muchos falsos profetas que ha-
blaran de la venida del Seor, Jess dijo que no los escu-
chemos porque, cuando l venga, lo sabremos: Porque
as como el relmpago sale del oriente y resplandece
hasta el occidente, as ser la venida del Hijo del Hom-

Arrebatados | 10
bre (v. 27). La parusa ser tan visible y dramtica como
un relmpago. Luego, procedi a hacer una comparacin:
Porque como en los das de No, as ser la venida del
Hijo del Hombre (v. 37). Cmo as? Pues as como en
aquellos das antes del diluvio estaban comiendo y be-
biendo, casndose y dndose en matrimonio, hasta el da
en que No entr en el arca, y no comprendieron hasta
que vino el diluvio y se los llev a todos; as ser la veni-
da del Hijo del Hombre (vv. 3839). A muchos de nues-
tros amigos que creen en el rapto secreto les gusta
destacar los versculos que siguen, donde Jess dice que
dos hombres estarn trabajando en un campo y dos mu-
jeres estarn trabajando en un molino pero uno ser to-
mado y el otro ser dejado. Sostienen que los tomados
sern arrebatados en el rapto. El nico problema con
esto es que Jess acaba de decir que, en los das de No,
los llevados fueron los enemigos de Dios; esos toma-
dos no son raptados, sino tomados para juicio!

Cmo los apstoles usaron parusa

Cuando observamos cmo los apstoles usaron parusa,

notamos lo mismo: la usaron para referirse a la nica,
definitiva, y pblica segunda venida de Jess. Pablo dice
que, cuando Jess fue levantado de los muertos, vino a

Arrebatados | 11
ser la primicia de la resurreccin final. Esto no significa
solamente que Jess ser temporalmente el primer resu-
citado y que ms tarde el resto tambin lo ser. l es la
primicia representativamente, lo cual significa que, pues-
to que l fue resucitado, consecuentemente tambin
sern resucitados los que son de Cristo en su venida
(1Co 15:23). Es una sola resurreccin, pero en dos fases13.
Pablo usa frecuentemente esta palabra en sus dos cartas
a los tesalonicenses. Llama a los tesalonicenses su gozo y
su corona en la presencia de nuestro Seor Jess en su
venida (1Ts 2:19). Ora para que Dios afirme sus cora-
zones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios
y Padre, en la venida de nuestro Seor Jess con todos
sus santos (1Ts 3:13), y de nuevo, para que sean pre-
servado[s] irreprensible[s] para la venida de nuestro Se-
or Jesucristo (1Ts 5:23). Aun ms revelador es 2
Tesalonicenses 2, donde Pablo habla de la venida de
nuestro Seor Jesucristo y nuestra reunin con l (v.
1). Algunos diran que esto es el rapto. Pero solo unos
versculos ms abajo, l habla de la revelacin del anti-
cristo a quien el Seor matar con el espritu de su bo-
ca, y destruir con el resplandor de su venida (v. 8).
Viste eso? En el versculo 1, Pablo usa la misma palabra
que usa en el versculo 8 para describir la venida de
Jess, y es la misma palabra que usa en nuestro pasaje de

Arrebatados | 12
1 Tesalonicenses 4:15. Es ms, cuando Pablo habla en 2
Tesalonicenses 2:1 de nuestra reunin, usa la misma
palabra empleada por Jess en Mateo 24:31: [Dios] en-
viar a sus ngeles con una gran trompeta y reunirn a
sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo de
los cielos hasta el otro. La trompeta de los ngeles, la
venida del Seor, y nuestra reunin con Jess: todas co-
rresponden al mismo evento. Santiago dice a sus lecto-
res: sean pacientes hasta la venida del Seor [], porque
la venida del Seor est cerca (Stg 5:78). Pedro dice
que el mundo se burla de los creyentes con esta pregun-
ta: Dnde est la promesa de su venida? (2 Pedro 3:4).
Luego habla de la paciencia de Dios con un mundo im-
po, diciendo que para el Seor un da es como mil
aos, y mil aos como un da (v. 8). Luego dice que el
da del Seor no el rapto secreto vendr como
ladrn, y en ese da los cielos pasarn (v. 10). Por
tanto, debemos ser santos y piadosos esperando y apre-
surando la venida del da de Dios, cuando l dar inicio
a nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la
justicia (vv. 1113). Finalmente, Juan el apstol amado
les dice a los creyentes que permanezcan en [Jess],
para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no
nos apartemos de l avergonzados en su venida (1 Juan
2:28).

Arrebatados | 13
Resumen del uso de parusa en el Nuevo Testamento

Para resumir todo lo anterior: la parusa de Jess ser tan

dramtica y visible como un relmpago (Mt 24:27; 1Ts
4:16). En la parusa, los benditos sern hechos vivir me-
diante una resurreccin tal como lo fue Jess, la primicia
(1Co 15:23), y sern reunidos con l (2Ts 2:1; Mt 24:31),
mientras que el anticristo ser destruido (2Ts 2:8) y los
impos sern llevados como en los das de No (Mt
24:3739). Luego, los cielos actuales pasarn con el fuego
del juicio y surgirn nuevos cielos y una nueva tierra en
los cuales morar la justicia (2 Pedro 3:10, 1213). Hasta
entonces, mientras Dios afirma nuestros corazones y nos
preserva irreprensibles en santidad (1Ts 3:13; 5:23), de-
bemos ser pacientes, santos, y piadosos mientras nos
aferramos a Cristo (Stg 5:78; 2P 3:11; 1Jn 2:28) de modo
que estemos confiados y no nos avergoncemos en su
venida. Tras estudiar estos textos, Ladd coment: La
parusa de Cristo es su segunda venida, y traer tanto
salvacin como juicio: la salvacin de los santos, y el
juicio del mundo14.

Arrebatados | 14
El orden de los eventos en la parusa

Todo esto nos lleva de regreso a la explicacin de Pablo

en 1 Tesalonicenses 4:15: nosotros los que estemos vi-
vos y que permanezcamos hasta la [segunda] venida del
Seor, no precederemos a los que durmieron. Cmo
los que estemos vivos en ese da no precederemos a
nuestros seres queridos muertos? Observa la secuencia
de eventos que Pablo enumera.

Primero, el Seor mismo descender del cielo (v. 16).

Luego, Pablo describe esta venida o descenso de
Jess usando tres trminos. l podra haber dicho sim-
plemente El Seor regresar, pero en lugar de eso,
agrupa una serie de descripciones para cautivar nuestra
imaginacin con este evento culminante. El Seor des-
ciende con voz de mando (v. 16). Este trmino se usa-
ba para hablar de un capitn de barco que, con voz
fuerte, llamaba a sus remeros a remar coordinadamente;
de un jinete que gritaba a su caballo para acelerar o des-
acelerar; de un cazador que gritaba a sus perros sabue-
sos; y de un oficial que, a voz en grito, daba rdenes a sus
soldados. Es la palabra que una autoridad dirige a sus
subordinados15. De manera culminante, el Seor vendr
con esta autoridad y todos lo oirn. El Seor descender

Arrebatados | 15
con voz de arcngel (v. 16). ngeles proclamaron la
venida del Seor para destruir a Sodoma y Gomorra (Gn
18:1-21), y proclamaron tambin la primera venida de
nuestro Seor cuando naci (Lc 1:2638; 2:814). Cuando
nuestro Seor venga por ltima vez, no ser proclamado
solamente con el anuncio de un ngel, sino con el anun-
cio del mayor de los ngeles, el arcngel. El Seor des-
cender con la trompeta de Dios (v. 16). El Antiguo
Testamento habla de dos trompetas: la trompeta de pla-
ta, y el shofar o trompeta de cuerno de carnero. La trom-
peta de plata se usaba en la adoracin, mientras que el
shofar se usaba en la guerra. El mejor ejemplo es la toma
de Jeric (Jos 6). Cuando Jess venga, lo har como el
Capitn del ejrcito del Seor que, con un grito de gue-
rra, rene sus tropas para vengarse de sus enemigos. Esta
es la trompeta final (1Co 15:51; t eschat salpingi).

Despus de que el Seor mismo descienda, el segundo

evento de la secuencia de Pablo es los muertos en Cris-
to se levantarn primero (v. 16). Con el fin de que la
doctrina del rapto secreto funcione en este contexto,
Mark Hitchcock dice que el rapto se aplica a los creyen-
tes de la era de la iglesia porque Pablo los llama muer-
tos en Cristo. Los santos del Antiguo Testamento no
estn en Cristo mediante el bautismo del Espritu San-

Arrebatados | 16
to16. Hitchcock tiene que aadir un abismo infranquea-
ble entre los creyentes del Antiguo y del Nuevo Testa-
mento para encajar esta teora en el texto. Pero dnde
Pablo dice eso? Pablo est hablando de la nica y defini-
tiva venida de Jess, y de la nica y definitiva resurrec-
cin final. Incluso la Biblia de Referencia Scofield (1917),
que populariz la doctrina del rapto entre los evangli-
cos norteamericanos, dice que arrebatados se refiere a
la resurreccin de todos los creyentes: No solo los san-
tos de la iglesia, sino que los cuerpos de todos los salva-
dos, de cualquier dispensacin, se incluyen en la primera
resurreccin. Sobre 1 Corintios 15:52, Scofield dice: La
primera resurreccin, que es para vida, ocurrir en la
segunda venida de Cristo, 1 Corintios 15:23, los santos del
Antiguo Testamento y la era de la iglesia se reunirn con
l en el aire, 1 Tesalonicenses 4:16; 1 Tesalonicenses
4:1717. No hay dos venidas ni dos resurrecciones.

Despus de que el Seor descienda y los muertos en

Cristo sean levantados, entonces ocurrir el tercer
evento en la secuencia de Pablo: Entonces nosotros, los
que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arre-
batados juntamente con ellos [los que acaban de resuci-
tar] en las nubes al encuentro del Seor en el aire (v.
17). Hitchcock recurre al humor para intentar que parez-

Arrebatados | 17
ca ridculo que, en la segunda venida, los santos resuci-
tados y trasladados se renan con Jess y luego regresen
con l: Yo llamo a esto la visin del rapto tipo yoy.
Seremos arrebatados para ir a Cristo, nos reuniremos
con l en el aire, luego daremos una rpida vuelta en U y
descenderemos directamente a la tierra con l18. Pero
esto es lo que Pablo dice! Sigamos a Pablo. En realidad,
puede sonar absurdo si no conocemos bien nuestras bi-
blias. Cuando Pablo dice que nuestro encuentro con el
Seor en el aire ser en las nubes, no es simplemente
un comentario espacial: es una imagen del Antiguo Tes-
tamento. Qu significa? Las nubes eran una manifesta-
cin visible de la presencia del Seor. En el monte Sina,
Moiss se reuni con Dios en la nube (x 19; 24). En el
templo, Isaas se reuni con Dios en la nube de su gloria
(Is 6). Y cuando nuestro Seor aparezca, todos nos re-
uniremos con l en su gloriosa aparicin de la manera en
que la nube lo levant en su ascensin (Hch 1:911). A
diferencia de los israelitas, que en el monte Sina tem-
blaron, y se mantuvieron a distancia [y] dijeron a Moiss:
Habla t con nosotros y escucharemos; pero que no
hable Dios con nosotros, no sea que muramos (x
20:1819), nosotros nos reuniremos con l cara a cara,
alegres y maravillados.

Arrebatados | 18
Hermanos y hermanas que leen esto, permtanme decirlo
con la mayor claridad que me es posible, con amor por la
Palabra de Dios, y por ti que quizs no ests convencido:
la esperanza que Pablo, apstol inspirado, nos ofrece en 1
Tesalonicenses 4, no es un rapto secreto. La venida del
Seor para juzgar Sodoma y Gomorra no tuvo nada de
secreto. La cada de los muros de Jeric no tuvo nada de
secreto. El nacimiento del Hijo de Dios en la tierra no
tuvo nada de oculto. Cuando el Seor regrese, lo que
suceder no tendr nada de escondido. La esperanza del
rapto es una segunda venida de Cristo culminante, dra-
mtica, pblica, universal, y visible!19 Debemos poner
nuestra esperanza en el evento correcto. Nuestra ben-
dita esperanza, como Pablo la llama en otro lugar, es la
manifestacin de la gloria de nuestro gran Dios y Salva-
dor Cristo Jess (Tit 2:13). Esa es nuestra esperanza,
porque, como Pablo dice al concluir esta explicacin,
as estaremos con el Seor siempre (v. 17).

Conclusin (v. 18)

Por tanto, confrtense unos a otros con estas palabras.

Pablo, entonces, llega a su conclusin frente a quienes

ignoran el estado de sus seres queridos que murieron

Arrebatados | 19
confiando en Cristo. Todo lo que ha dicho busca equipar
a los creyentes para ministrarse mutuamente: confr-
tense unos a otros con estas palabras (v. 18). La doctri-
na de que el rapto es la segunda venida de nuestro Seor
debera hacernos estar en paz con Dios, no aterrarnos
sobre si seremos llevados o no; debera traernos un bie-
nestar eterno, no sentimientos de condenacin.

Aplicacin

A medida que consideramos cmo Pablo aplica teologa a

la ansiedad de los tesalonicenses y la nuestra, no que-
riendo que nos aflijamos como el mundo que no tiene
esperanza (v. 13) sino queriendo que nos alentemos mu-
tuamente (v. 18), permteme concluir con varias reas en
las cuales esta doctrina del regreso de Jess para reunir-
nos consigo por la eternidad es prctica para nuestras
vidas aqu y ahora.

Nos da esperanza en medio del dolor

Cuando s que Jesucristo vendr a la tierra una segunda

vez por m, esto transforma mi dolor. Pablo no dice que
no sufriremos, y punto. Ciertamente lo haremos. Y
aquellos de nosotros que hemos perdido seres queridos

Arrebatados | 20
no estamos obligados a sentir vergenza por nuestro
dolor. Es parte de la condicin humana, pero transfor-
mada para los creyentes. Lo que Pablo realmente est
diciendo es que no debemos afligirnos como los que no
tienen esperanza. Qu significa afligirse como aquellos
que Pablo describe en otra parte como sin [] esperan-
za y sin Dios en el mundo (Ef 2:12) puesto que no
tienen la esperanza del cielo? Afligirse es lamentar que
la vida de un ser querido haya sido truncada. Es sentir
pena por los que quedan. Es sentir pena por uno mismo
ya que ese cnyuge, amigo, o miembro de la familia ya no
estar en nuestra vida. Nosotros nos afligimos, pero lo
hacemos de una manera cristiana, centrada en Cristo,
con esperanza.

Nos da esperanza despus de la muerte

El conocimiento de la venida del Seor transforma nues-

tra afliccin al darnos una esperanza segura de lo que
sucede tras la muerte; la venida de Cristo da esperanza
despus de la muerte. Estos cristianos estaban afligidos
porque estaban desinformados, inseguros de lo sucedido
con sus seres queridos creyentes que haban muerto an-
tes de la venida del Seor. Pablo describe nuestra espe-
ranza de lo que ocurre tras la muerte como dormir.

Arrebatados | 21
Luego dice que Dios traer con l a los que duermen
(v. 14). Significa esto que, cuando morimos, nuestras
almas duermen en un estado de inconsciencia hasta la
venida del Seor? No.

En primer lugar, significa que el cuerpo est muerto.

Hablamos de esta manera a nuestros nios cuando ven a
un ser querido que ha muerto. Cmo se ve? Parece estar
durmiendo, verdad? Decir que se han dormido es una
observacin de lo que el cuerpo pareciera estar haciendo.
Pero qu pasa con el alma?

En segundo lugar, significa que el alma est descansan-

do. Dormir es descansar del esfuerzo de nuestro da a da
y escapar de las preocupaciones de este mundo. Cuando
morimos, descansamos porque dormimos en Jess. Ob-
serva cmo lo dice el libro de Apocalipsis: Bienaventu-
rados los muertos que de aqu en adelante mueren en el
Seor. S, dice el Espritu, para que descansen de sus
trabajos, porque sus obras van con ellos (Ap 14:13).
Ahora regresa conmigo a Apocalipsis 6:

Cuando el Cordero abri el quinto sello, vi debajo del altar

las almas de los que haban sido muertos a causa de la pa-
labra de Dios y del testimonio que haban mantenido. Cla-
maban a gran voz: Hasta cundo, oh Seor santo y

Arrebatados | 22
 verdadero, esperars para juzgar y vengar nuestra sangre
de los que moran en la tierra?. Y se les dio a cada uno de
ellos una vestidura blanca, y se les dijo que descansaran un
poco ms de tiempo, hasta que se completara tambin el
nmero de sus consiervos y de sus hermanos que habran
de ser muertos como ellos lo haban sido.

Juan Calvino describi de la siguiente manera la espe-

ranza que el cristiano encuentra en la muerte: Dormir
en Jess significa conservar en la muerte la unin que
tenemos con Cristo, porque quienes estn injertados en
l mediante la fe tienen la misma muerte que l, de modo
que puedan tambin compartir con l en la vida20. Pues-
to que nuestros seres amados pusieron su esperanza en
el Seor, tenemos esperanza con respecto a ellos. En las
hermosas palabras del Libro de Oracin Comn de 1662
para encomendar un cuerpo a la sepultura:

Por cuanto le ha placido al Todopoderoso Dios, por su gran

misericordia, llevar a s mismo el alma de nuestro querido
hermano que aqu descansa, nosotros por tanto encomen-
damos su cuerpo a la tierra; tierra a la tierra, cenizas a ce-
nizas, polvo al polvo; en la cierta y segura esperanza de la
resurreccin a vida eterna, por medio de nuestro Seor Je-
sucristo, quien transformar nuestro vil cuerpo, para que
sea como su cuerpo glorioso, segn la obra poderosa por la
cual l puede someter todas las cosas a s mismo.

Arrebatados | 23
Nos da esperanza para la eternidad

La venida de Cristo da esperanza para la eternidad.

Cuando hermanos creyentes mueren, nos dolemos en
esperanza porque, despus de la muerte, sus almas estn
con el Seor, y cuando el Seor regrese, todo su pueblo
permanecer con l por la eternidad. Como Pablo dice al
final del versculo 17, y as estaremos con el Seor
siempre. Siempre. Qu maravillosa promesa! Esta-
remos en la presencia eterna de nuestro Seor por siem-
pre! Tal como el salmo lo describe:

Me dars a conocer la senda de la vida;

En tu presencia hay plenitud de gozo;
En tu diestra hay deleites para siempre.
(Salmo 16:11)

En cuanto a m, en justicia contemplar tu rostro;

Al despertar, me saciar cuando contemple tu semblante.
(Salmo 17:15)

Nos da la esperanza de reunirnos

Esta doctrina nos da tambin la esperanza de reunirnos

con nuestros seres amados que han muerto en fe: sere-
mos arrebatados juntamente con ellos [] al encuentro

Arrebatados | 24
del Seor (v. 17). La segunda venida del Seor Jesucris-
to traer consigo una reunin celestial entre nosotros y
el Seor y entre nosotros y nuestros seres amados que
han muerto en Cristo. Ser un reencuentro consciente y
personal. Observa cmo Pablo habla primero de aque-
llos que duermen y los muertos en Cristo, pero luego,
de manera ms personal, dice con ellos. Pablo asume
que los tesalonicenses saben de quines est hablando
sus propios seres queridos. El antiguo predicador es-
cocs, James Fergusson, dijo una vez que esto era un
cordial [licor estimulante] de primera calidad para con-
solar ante cualquier exceso de afliccin21. J. C. Ryle dijo
que esto ilumina el valle de sombra de muerte. Despoja
de la mitad de sus terrores al lecho de enfermedad y al
sepulcro []. Partimos con afliccin, y nos reuniremos
con gozo; partimos en un clima tempestuoso, y nos re-
uniremos en un puerto calmo; partimos en medio de
penas y dolores, gemidos y enfermedades, pero nos re-
uniremos con cuerpos gloriosos, capaces de servir a
nuestro Seor por siempre sin distracciones22.

Te unirs a m para or con claridad ese eco histrico?

Vendr otra vez para juzgar a los vivos y a los muertos;
vendr otra vez, con gloria, para juzgar a los vivos y a
los muertos; su reino no tendr fin. Esta venida de Je-

Arrebatados | 25
ss es el rapto. No ests desinformado. Alintense unos
a otros.

Arrebatados | 26
 Notas

1. Sobre la historia de la esperanza de la iglesia antigua y el cam-

bio en la poca moderna, vanse los captulos de George Eldon
Ladd The Historic Hope of the Church y The Rise of and
Spread of Pretribulationism en The Blessed Hope: A Study of the
Second Advent and the Rapture (1956; octava edicin, Grand Ra-
pids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1975), 1960.

2. Ladd, The Blessed Hope, 19.

3. Brian Broderson, Caught Up! What the Bible Says About the Rap-
ture of the Church (Back to Basics: Costa Mesa, 2010), 78.

4. Broderson, Caught Up!, 6. Vase tambin la Declaracin de fe

de Capilla Calvario, que dice: Creemos que la iglesia ser librada
de la hora de la prueba que vendr sobre todos los que moran
en la tierra, siendo arrebatada en las nubes para reunirse con el
Seor en el aire (el rapto). (1 Tesalonicenses 4:1617, 1 Corintios
15:5155, Apocalipsis 3:10). https://calvarychapel.com/about/state
ment-faith/view/doctrine/ (Acceso: 7 de agosto de 2017)

5. http://abcnews.go.com/Entertainment/WolfFiles/story?id=2073
602&page=2 (Acceso: 7 de septiembre de 2017)

6. http://www.leftbehind.com (Acceso: 7 de septiembre de 2017)

7. Vase Anthony A. Hoekema, La Biblia y el futuro (Grand Rapids,

MI: Libros Desafo, 2000); Ladd, The Blessed Hope; Kim Riddle-
barger, A Case for Amillennialism: Understanding the End Times
(Grand Rapids: Baker Books, 2003); Cornelis P. Venema, The
Promise of the Future (Edimburgo: The Banner of Truth Trust,
2000). Para recursos en audio (ingls), vase el blog de Kim
Riddlebarger The Riddleblog, que cuenta con abundante mate-
rial: http://kimriddlebarger.squarespace.com (Acceso: 7 de sep-
tiembre de 2017)

8. Para leer mi exposicin completa de 12 Tesalonicenses, vase

mi libro De la pluma del pastor Pablo (Ellensburg, WA: Proyecto
Nehemas, 2017).

9. John F. Walvoord, The Rapture Question (1957, ed. rev., Grand

Rapids: Zondervan, 1979), 197, 200.

10. Broderson, Caught Up!, 1011.

11. Sobre el estado intermedio, consltese la serie de Cornelis

Venema What Happens After I Die (ingls, 4 partes) en http://
www.sermonaudio.com/sermon-info.asp?SID=48151347412 (Acce-
so: 7 de septiembre de 2017)

12. Sobre el uso de parusa en la literatura antigua y en el Nuevo

Testamento, vase Walter Bauer, A Greek-English Lexicon of the
New Testament and Other Early Christian Literature (Chicago: The
University of Chicago Press, 1979), 630; F. F. Bruce, 1 & 2 Thes-
salonians, Word Biblical Commentary 45 (Waco, TX: Word Books,
1982), 5657.
13. Sobre este pasaje, vase Richard B. Gaffin, Jr., Resurrection and
Redemption: A Study in Pauls Soteriology, Biblical & Theological
Studies (1978; segunda edicin, Phillipsburg, NJ: P&R, 1987), 34
36.

14. Ladd, The Blessed Hope, 65.

15. Sobre esta voz de mando (keleusmati), vase Bruce, 1 & 2

Thessalonians, 100.

16. Mark Hitchcock, The Truth and Timing of the Rapture (Dallas:
Dallas Theological Seminary, 2014), 4. Localizado en https:
//s3.amazonaws.com/dtsi/documents/DTS-Hitchcock-Rapture.pdf
(Acceso: 7 de septiembre de 2017)

17. Contra Broderson y Hitchcock, vemos esta clara referencia a

la resurreccin final como el rapto. Broderson, Caught Up!, 9, 29
30; Hitchcock, The Truth and Timing of the Rapture, 4, 10. Vase
tambin Hal Lindsey, The Late Great Planet Earth (Grand Rapids:
Zondervan, 1970), 138141.

18. Hitchcock, The Truth and Timing of the Rapture, 5.

19. Como Ladd dice sobre 1 Tesalonicenses 4:1318: Es muy

difcil encontrar una venida secreta de Cristo en estos verscu-
los. The Blessed Hope, 63.
20. John Calvin, The Epistles of Paul the Apostle to the Romans and
to the Thessalonians, trad. Ross Mackenzie, Calvins Commenta-
ries, Volumen 8 (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1961), 363.

21. James Fergusson y David Dickson, Galatians, Ephesians, Philip-

pians, Colossians, Thessalonians & Hebrews, Geneva Series Com-
mentary (1841, reimpreso; Edimburgo, Escocia: Banner of Truth,
1978), 430 col. 1.

22. J. C. Ryle, Shall We Know One Another, and Other Papers (Lon-
dres y Nueva York: Cassell, Petter, y Galpin, 1871), 1618.
 Sobre el autor

Daniel R. Hyde es pastor de la iglesia reformada Ocean-

side en Carlsbad, California. Es editor del sitio web
MeetThePuritans.com y autor de numerosos ttulos,
como por ejemplo Descendi a los infiernos (Sabidura
Libros, 2017).
 Otros ttulos de Daniel R. Hyde

Descendi a los infiernos:

Una respuesta a los crticos de
hoy

Aunque el credo de los Apsto-

les, globalmente hablando, gene-
ra un gran consenso como un
resumen de nuestra fe, lamenta-
blemente no puede decirse lo
mismo de su frase descendi a
los infiernos. Muchos, incluso,
abogan por suprimirla, pero es esta una verdadera solu-
cin? Juan Calvino, por ejemplo, dijo que rechazndola se
pierde gran parte del fruto de la muerte de Jesucristo.
Tenemos razones vlidas para pensar as?

En este minucioso estudio, Daniel R. Hyde defiende el lugar

de la frase en el credo. Habla de su origen, de su significado,
de cmo concuerda con el testimonio bblico, y de cmo
expresa un hecho que es benfico para la iglesia. Ser un
libro de gran utilidad para quienes an estn luchando con
este punto o deseen presentar una defensa ms contunden-
te.
Descendi a los infiernos es vital comenta el autor
para entender la obra de nuestro Seor por nosotros en su
vida y en su muerte, y para que nos apropiemos de esa obra
para nuestro bienestar espiritual.
 Otros ttulos de Sabidura Libros

John Owen:
El genio del puritanismo ingls

por Lee Gatiss

Quin fue John Owen (1616

1683)? Fue, como algunos han
dicho, el Calvino de Inglaterra?
Lee Gatiss presenta al prncipe de
los puritanos en su turbulenta
vida y ministerio como estadista
cristiano, erudito excelente, protestante hasta la mdula,
telogo reformado y comentarista bblico.

No encontrars una mejor presentacin breve de este extraor-

dinario hombre.
Shawn D. Wright, Southern Baptist Theological Seminary

Es una lectura muy alentadora.

Ed Loane, profesor de Teologa e Historia de la Iglesia,
Moore Theological College, Sdney, Australia
 Sobre los editores
del original en ingls

La Alliance of Confessing Evangelicals (Alianza de

evanglicos confesantes) es una coalicin de pastores,
acadmicos, y laicos que sostienen las confesiones y los
credos histricos de la fe reformada, y que proclaman la
doctrina bblica para fomentar un avivamiento reforma-
do en la iglesia de hoy.!

www.alliancenet.org