Hiper Tension
Hiper Tension
Hiper Tension
La hipertensin arterial es un padecimiento crnico de etiologa variada y que se caracteriza por el aumento
sostenido de la presin arterial, ya sea sistlica, diastlica o de ambas. En el 90% de los casos la causa es
desconocida por lo cual se le ha denominado hipertensin arterial esencial, con una fuerte influencia
hereditaria. En 5 a 10% de los casos existe una causa directamente responsable de la elevacin de las cifras
tensionales y a esta forma de hipertensin se le denomina hipertensin arterial secundaria.
Se denomina hipertensin arterial sistlica cuando la presin sistlica es mayor de 150 mmHg y la diastlica
es menor de 90 mmHg. En los ltimos tiempos se ha demostrado que las cifras de presin arterial que
representan riesgo de dao orgnico son aquellas por arriba de 140 mmHg para la presin sistlica y de 90
mmHg para la presin diastlica, cuando stas se mantienen en forma sostenida. Por lo tanto, se define como
hipertensin arterial cuando en tres ocasiones diferentes se demuestran cifras mayores de 140/90 mmHg en el
consultorio o cuando mediante monitoreo ambulatorio de la presin arterial se demuestra la presencia de
cifras mayores a las anotadas ms arriba, en ms del 50% de las tomas registradas.
La hipertensin arterial ocasiona dao a diversos rganos y el grado de ste y el tiempo requerido para que
aparezcan se relacionan directamente con el grado de hipertensin arterial.
De acuerdo con las cifras tensionales la hipertensin arterial se puede clasificar en: PAS (mmHg) PAD
(mmHg)
Normotensin
Hipertensin Leve
Hipertensin Moderada
Hipertensin Grave
Hipertensin Sistlica < 140
140-160 y/o
160-180 y/o
180
140 < 90
90-100
100-110
110
90
De acuerdo con el grado de dao orgnico producido, la hipertensin arterial puede encontrarse en diferentes
etapas:
ETAPA II: El paciente muestra uno de los siguientes signos, an cuando se encuentre asintomtico.
DIAGNOSTICO
Retinopata Hipertensiva
El estudio del fondo de ojo nos sirve para saber si hay dao hipertensivo en los vasos sanguneos
informndonos el grado de dao causado por el proceso hipertensivo. Segn la clasificacin de Keith y
Wagener podemos encontrar 4 grados de retinopata:
Retinopata grado II: Aumento del reflejo arteriolar ("hilos de plata"). Traduce cronicidad del proceso
hipertensivo.
Retinopata grado III: Aparicin de exudados algodonosos y hemorragias retinianas. Traduce hipertensin
grave o maligna.
Retinopata grado IV: Edema papilar. Se presenta cuando la hipertensin est excesivamente elevada.
Traduce encefalopata hipertensiva y edema cerebral.
Cardiopata Hipertensiva
Al examinar un paciente hipertenso por la palpacin del pex en posicin de Pachon, el encontrar un
levantamiento sistlico sosteni do, puede demostrar hipertrofia ventricular izquierda. Si adems se palpa o se
ausculta un 4 ruido en el pex, se refuerza el diagnstico. La hipertensin arterial es un problema de salud de
primera importancia ya que se estima que ocurre en el 21% de la poblacin adulta.
La radiografa de trax sigue siendo un mtodo til para precisar en el paciente hipertenso el tamao del
corazn, condiciones de la aorta torcica y presencia o no de congestin pulmonar. En la hipertensin arterial
el tamao del corazn puede ser normal, al igual que la aorta. En los casos de hipertrofia concntrica del
ventrculo izquierdo se aprecia la punta del corazn redondea da y corazn de tamao normal. Se puede
encontrar en la cardiopata hipertensiva elongacin y ateromatosis artica. La presencia de cardiomegalia y
congestin pulmonar en un paciente hipertenso tiene el significado de insuficiencia cardaca.
Nefropata
Hipertensiva
Usualmente el dao hipertensivo a la vasculatura y al parnquima renal es paula tino, crnico, evolutivo y
silencioso; permanece asintomtico hasta que se hace aparente la insuficiencia renal. El paciente comienza a
retener urea, cido rico y creatinina en el plasma. En la fase avanzada de la insuficiencia renal aparece el
sndrome urmico con importante retencin de urea, creatinina, hiperkalemia, anemia, hipocalcemia,
hiperfosfatemia, proteinuria y edema que puede llegar a la anasarca.
Aterosclerosis
La hipertensin arterial es uno de los ms importantes factores que contribuyen a la aterosclerosis, y de ah
que los pacientes con hipertensin arterial frecuentemente se complican de infarto del miocardio
(aterosclerosis coronaria), infarto cerebral (aterosclerosis de las arterias cartidas o intracerebrales),
claudicacin intermitente (aterosclerosis obliterante de miembros inferiores), trombosis mesentricas o
aneurisma artico, ya sean abdominales o de la artica torcica descendente.
La presencia de cardiomegalia y congestin pulmonar en un paciente hipertenso tiene el significado de
insuficiencia cardaca.
El estudio de los electrolitos puede dar pauta para el diagnstico de aldosteronismo (hipokalemia). Adems de
los estudios sea lados, es til en la bsqueda de una causa secundaria de hipertensin arterial. La
cuantificacin de aldosterona plasmtica se encontrar elevada en caso de aldosteronismo primario; en el
feocromocitoma estarn elevadas las catecolaminas plasmticas y/o uri narias. En el Sndrome de Cushing
estarn elevados los 17 cetosteroides y los 17 hidroxiesteroides urinarios. En el sndrome adrenogenital
estarn ambos dismindos.
1. Antecedentes familiares de hipertensin arterial, ya que se sabe que existe una franca tendencia hereditaria.
2. La hipertensin arterial esencial generalmente aparece por arriba de los 35 aos de edad, por lo que en un
paciente menor de 30 aos deber investigarse una forma secundaria del padecimiento.
2. Tratamiento farmacolgico
a) En pacientes con hipertensin arterial grado I o II, se recomienda iniciar el tratamiento con un solo
frmaco. Si el paciente hipertenso tiene un sndrome hipercintico, la mejor opcin es un beta bloqueador, y
es inconveniente el uso de vasodilatadores como los calcio antagonistas o bloqueadores alfa ya que exacerban
la hipercinesia circulatoria. En pacientes en quienes se sospecha expansin del espacio extracelular
(especialmente mujeres) la mejor opcin es el tratamiento diurtico como mono terapia, son menos efectivos
los beta bloqueadores y estn contraindicados los vasodilatadores que empeoran la retencin de lquido y la
expansin del espacio intravascular. Pueden ser igualmente efectivos los inhibidores de la ECA. En ancianos
con hipertensin arterial sistlica es preferible el uso de calcioantagonistas como frmacos de primera
eleccin.
b) El paciente con hipertensin esencial de grado III, requiere necesariamente el uso de varios frmacos para
lograr un control eficiente de la hipertensin arterial. En esta forma se prefiere iniciar el tratamiento con beta
bloqueadores y diurticos (tiazidas y ahorradores de potasio). Si no se logra un control efectivo de las cifras
tensionales puede agregarse un inhibidor de la ECA. Cuando no se logra normalizacin de las cifras
tensionales se pueden usar vasodilatadores (hidralazina, minoxidil, prazosina) que reducen las resistencias
vasculares. Los calcio antagonistas pueden ser utilizados en este tipo de pacientes cuando no se logra
controlar la hipertensin con los frmacos ya enuncia dos o porque haya que suspender su administracin por
efectos colaterales indeseables como son: ataque de gota (tiazidas), asma o insuficiencia cardaca
(betabloqueadores) o tos persistente (inhibidores de la ECA). Los calcio anta gonistas tambin pueden
producir efectos colaterales indeseables (edema, rubor facial) que pueden obligar a su suspensin o cambio
por otro frmaco de distinta familia.
Como conclusin general se puede decir que el tratamiento del paciente hipertenso deber ser individualizado
toman do en cuenta edad, cuadro clnico, condiciones hemodinmicas y efectos colaterales de los frmacos.
c) El paciente con hipertensin arterial de grado IV, constituye una emergencia o urgencia hipertensiva, por lo
que su tratamiento requiere hospitalizacin y terapia inmediata.
3. Crisis hipertensiva
a) El paciente asintomtico pero con cifras de presin arterial diastlica de 140 mmHg o mayor deber ser
hospitalizado para su observacin y reposo absoluto, debiendo administrrsele nifedipina por va sublingual a
razn de 10 mg.
b) El paciente con crisis hipertensiva, con presin arterial mayor de 180/140 y edema agudo pulmonar, deber
ser tratado con posicin de Fowler, sentado en el borde la cama, torniquetes rotatorios, furosemida por va IV
a razn entre 20 y 60 mg por va IV y nitroprusiato de sodio diludo en solucin glucosada a razn de 0.3 a 8
g/ kg/min; en ocasiones con estas medidas se logra yugular el cuadro, pero en otras es conveniente adems
digitalizar al paciente en forma rpida (lanatsido C o ouabana). Cuando el paciente ya se encuentra en
condiciones clnicas aceptables se deber iniciar el tratamiento antihipertensivo por va oral.
c) El paciente con crisis hipertensiva que se acompaa de encefalopata hipertensiva, se presentar con el
mdico con un cuadro muy aparatoso manifestando cefalea intensa, nusea, vmitos en proyectil, visin
borrosa y un estado progresivo de obnubilacin mental; todo ello coincide con elevaciones exageradas de las
cifras de presin arterial (> 180/140). El trata miento idneo tambin ser con nitropusiato de sodio
administrado tal y como se menciona en el inciso previo, aunque en estos casos tambin se puede utilizar el
diazxido con una dosis inicial de 300 mg por va IV la cual puede repetirse c/4 o 6 horas, dependiendo de la
respuesta. Se debe recordar que la administracin prolongada de este frmaco produce retencin de agua y
sodio, por lo que cuando su utilizacin se prolonga por ms de 24 horas deber asociarse la administracin de
diurticos. En cuanto sea posible iniciar teraputica oral.
d) La crisis hipertensiva que es complicada con una diseccin artica se presentar como un cuadro agudo en
donde el paciente puede presentar intenso dolor precordial o en la espalda acompaado de sensacin de
muerte, palidez, diaforesis y cifras exagerada mente elevadas (> 180/140 mmHg). Este cuadro debe tratarse
con nitroprusiato de sodio; otro frmaco alternativo es alfametildopa a razn de 250 a 500 mg por va IV c/4 a
6 horas y en cuanto se haya controlado iniciar teraputica antihipertensiva por va oral.
Cuando se reconoce la causa de la hipertensin arterial, se intentar suprimirla con el objeto de dar
tratamiento a la enfermedad. En ocasiones an cuando se reconoce la causa, no es posible dar tratamiento y el
mdico s lo se conformar con reducir las cifras de presin arterial con frmacos, tal y como acontece en el
paciente que padece lupus eritematoso o diabetes mellitus y nefropata, pielonefritis crnica,
hiperparatiroidismo con nefrocalcinosis, arteritis de Takayasu con graves lesiones arteriales renales bilaterales
y en otros territorios, insuficiencia renal que puede con trolarse con tratamiento mdico y/o mtodos
dialticos. En otras ocasiones el reconocimiento de alteraciones mecnicas como la coartacin artica o la
estenosis de arterias renales puede ser aliviado con tratamiento quirrgico o con angioplasta percutnea; en
este ltimo caso puede tener indicacin la nefrectoma unilateral cuando el rin isqumico se encuentra
atrfico y con funcin insuficiente o sin funcin. El diagnstico de tumores productores de hormonas
(Sndrome de Cushing, aldosteronismo primario, feocromocitoma, etc.) deben ser extirpados quirrgicamente
y ello ser suficiente para normalizar las cifras de presin arterial.
Por ltimo, en pacientes con insuficiencia renal crnica en fase terminal quienes sern sometidos a trasplante
renal y cuya hipertensin arterial no es posible controlar farmacolgicamente, debe considerarse la
nefrectoma bilateral como opcin para el tratamiento de la hipertensin arterial refractaria.
MTODOS
Nuestro universo total de trabajo const de 70 pacientes hipertensos. Para este estudio incluimos los casos con
edades entre 16 y 50 aos, clasificados como hipertensos ligeros y moderados. Excluimos los mayores de 51
aos y los pacientes con otras enfermedades oculares o sistmicas, lo que nos permiti evaluar las
modificaciones producidas por esta entidad sin que se aadieran las provocadas por la arterioloesclerosis senil
y la de otras afecciones.
Estudiamos 41 pacientes con diagnstico de HTA esencial ligera y moderada del consultorio No.714 del
Policlnico Betancourt Neninger de Alamar. Todos los casos fueron evaluados en igualdad de condiciones y
por el mismo personal.
A cada paciente le hicimos un interrogatorio exhaustivo para determinar el tiempo de evolucin de la HTA,
adems, le medimos la TA en 3 ocasiones distintas. Realizamos el fondo de ojo por oftalmoscopia directa,
previa dilatacin pupilar.
Hicimos los estudios electrofisiol-gicos (PO) a los pacientes sin alteraciones visibles a la oftalmoscopia, con
vistas a conocer su utilidad en la deteccin temprana de la retinopata hipertensiva, aun cuando no fuera
visible a la oftalmoscopia.
El estudio del fondo de ojo se realiz minuciosamente dividiendo en 4 cuadrantes, en busca de alteraciones en
los vasos, retina, nervio ptico y coroides, tanto con luz blanca como con luz anertra. Analizamos los
potenciales oscilatorios sobre la base de las normas del Laboratorio de Electrofisiologa del Hospital "Camilo
Cienfuegos".
Procesamos los datos mediante los programas computacionales Fox Base y SPSS para Windows versin 4 con
los cuales calculamos medidas de resumen como porcentajes, medias y desviacin estndar. Para evaluar la
relacin entre las variables cualitativas (grado de retinopata hipertensiva, tiempo de evolucin y tipo de HTA)
comparamos los porcentajes a travs de la prueba de chi cuadrado.
RESULTADOS
En nuestro estudio, la edad promedio fue de 42 aos, con ligero predominio del sexo femenino sobre el
masculino. La mayora de los casos (61 %) estaba entre los 45 y los 50 aos.
El 63,4 % de nuestros pacientes se encuentran en el estadio I o HTA ligera y el resto en estadio II o HTA
moderada. La mayora de los casos con HTA ligera tienen una retinopata hipertensiva grado II y el mayor
porcentaje de alteraciones oftalmoscpicas (93,3 %) lo detectamos en la HTA moderada.
La tabla 1 muestra las alteraciones oftalmoscpicas detectadas en todos los casos estudiados y su orden de
frecuencia.
2-5 1 (25.0)
Ms de 5 8 (42,1)
Total 13 (31,7)
El 68,3 % de nuestros pacientes son de la raza negra y los 2 casos evaluados con retinopata hipertensiva
grado III, por la presencia de hemorragias retinianas, pertenecen a esta raza.
Segn los hallazgos oftalmoscpicos, el 34,1 % de los casos tena una retinopata hipertensiva grado I, el 46,3
% un grado II y el 4,9 % un grado III. No detectamos alteraciones visibles a la oftalmoscopia en 6 pacientes
(fig. 1).
DISCUSIN
La HTA se manifest con mayor frecuencia en nuestra casustica, entre los 45 y los 50 aos, esto coincide con
estudios realizados a mayor escala en el pas.2,3
La mayora de los casos estudiados fueron hipertensos ligeros (63,4 %) y el mayor porcentaje de alteraciones
(93,3 %) lo encontramos en la HTA moderada, resultados que son similares a los obtenidos en otras series
reportadas.11-14
El aumento del reflejo luminoso arteriolar fue la alteracin fundoscpica ms frecuente en nuestra casustica
(82,9 %) y le sigue en orden, el estrechamiento arteriolar generalizado. Estos hallazgos coinciden con otros
reportes,11-15 con la excepcin de que el estrechamiento del calibre vascular fue detectado en estos casos con
mayor frecuencia que el aumento del reflejo luminoso, sin embargo conocemos de otros estudios que reportan
un aumento del reflejo luminoso arteriolar en el 40 % de sus hipertensos y las irregularidades en las paredes
vasculares en slo el 27 % de los mismos.18
No hallamos exudados algodonosos, ni edema retiniano y/o de la papila, signos retinianos que aparecen en la
HTA maligna, lo cual est justificado en nuestro universo de trabajo donde solo estudiamos hipertensos
ligeros y moderados. Segn algunos autores, la HTA no maligna de larga duracin no daa el tejido retinal.19-21
Como vimos antes, el 68,3 % del total de casos estudiados, es de la raza negra y los 2 casos con retinopata
hipertensiva grado III pertenecen a esta raza. Esto coincide con los estudios epidemiolgicos realizados en
nuestro pas sobre HTA, que reportan una mayor incidencia y gravedad de la enfermedad en negros que en
blancos.2-5
Los cambios que produce la arterioloesclerosis en las paredes de los vasos retinales denotan una larga
evolucin de la HTA. En el 42,1 % de nuestros casos con ms de 5 aos de evolucin de la HTA observamos
alteraciones de la pared vascular (tabla 2) lo que coincide con lo reportado por otros autores. 11 Segn se
plantea en la literatura revisada, este tipo de alteracin en el vaso es un signo de arterioloesclerosis
hipertensiva, que se atribuye al aumento de grosor y longitud de las paredes vasculares y de acuerdo con los
resultados antes expuestos, estn ms relacionados con la duracin del proceso hipertensivo que con su
severidad.11,22,23
En nuestro estudio, la correlacin entre el grado de retinopata, el tiempo de evolucin y el tipo de HTA no fue
estadsticamente significativa. La Oficina Sanitaria Panamericana, 22-25 plantea que la PA y las lesiones
orgnicas se deben evaluar por separado, porque se reportan casos con una PA elevada sin lesiones orgnicas
y viceversa.
En cuanto a la interrelacin entre el grado de HTA y el tipo de retinopata (tabla 3), vimos que la mayora de
los casos con HTA ligera tenan un grado II de retinopata, y los 2 casos con retinopata grado III, una
hipertensin moderada. Segn la clasificacin de Keith-Wagener y Baker, la diferencia entre el grado I y II de
retinopata la determinan los cambios arterioloesclerticos vasculares, por tanto, en nuestra casustica
predominaron los cambios arterioloesclerticos sobre los angioespsticos (estrechamientos arteriolares); es
conocido que los primeros son cambios orgnicos irreversibles de la pared vascular y sealan una larga
evolucin de la enfermedad a diferencia de los segundos que pueden ser reversibles y son expresin de un
cuadro agudo severo y progresivo.25,26
SUMMARY
It is known that hypertension is a serious health problem characterized by significant morbidity in the adult
population of any country and organic vascular lesions which are more noticeable in target organs as heart,
kidney, brain and retina. We carried out the present study to determine the existence of hypertensive
retinopathy and its incidence in a group of patients. Forty-one mild and moderate hypertensive patients of a
health area (15-50 years of age) were taken their blood pressure and were applied direct ophtalmoscopy. It
was found that 85.3% of cases presented with impaired fundoscopy, being the most frequent the increase of
arteriolar luminous reflex. 2nd degree hypertensive retinopathy was detected in 46.3% of cases. The results of
oscillatory potentials in 6 patients who did not show visible alterations in ophtalmoscopy were normal in 4
cases and reduced amplitude in 2 cases. It was proved that arterosclerotic lesions of the vascular wall like A-V
pathological crosses, and the winding of the vessel were more related with the time of development of blood
hypertension than with the level of severity. The correlation among the level of retinopathy, the length of
development and the type of hypertension was not statistically significant (p<0.05). Oscillatory potentials are
useful for early diagnosis of hypertensive retinopathy.
Subject headings: HYPERTENSION/ complications, HYPERTENSION/ epidemiology; RETINAL
DISEASES/ /diagnosis; OPHTHALMOSCOPY, FUNDUS OCULI.
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
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26. Wagener HP. Retinal arterial and arteriolar lesions associated with systemic vascular hypertension: a
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Recibido: 25 de abril de 2000. Aprobado: 22 de julio de 2000.
Dra.Mara Cceres Toledo. Hospital Clinicoquirrgico "Hermanos Ameijeiras", San Lzaro No. 701 entre
Belascoan y Marqus Gonzlez, Centro Habana, Ciudad de La Habana, Cuba.
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http://www.drscope.com/pac/mg/a1/mga1_p9.htm
Retinopata Hipertensiva
El estudio del fondo de ojo nos sirve para saber si hay dao hipertensivo en los vasos sanguneos
informndonos el grado de dao causado por el proceso hipertensivo. Segn la clasificacin de
Keith y Wagener podemos encontrar 4 grados de retinopata:
Retinopata grado I: Estrechamiento arteriolar. Traduce actividad de la hipertensin.
Retinopata grado II: Aumento del reflejo arteriolar ("hilos de plata"). Traduce cronicidad
del proceso hipertensivo.
Retinopata grado III: Aparicin de exudados algodonosos y hemorragias retinianas.
Traduce hipertensin grave o maligna.
Retinopata grado IV: Edema papilar. Se presenta cuando la hipertensin est
excesivamente elevada. Traduce encefalopata hipertensiva y edema cerebral.
Cardiopata Hipertensiva
Al examinar un paciente hipertenso por la palpacin del pex en posicin de Pachon, el encontrar
un levantamiento sistlico sostenido, puede demostrar hipertrofia ventricular izquierda. Si adems
se palpa o se ausculta un 4 ruido en el pex, se refuerza el diagnstico. El electrocardiograma
puede demostrar la existencia de hipertrofia ventricular izquierda, y en estos casos el mejor mtodo
para demostrar su presencia es la ecocardiografa.
La radiografa de trax sigue siendo un mtodo til para precisar en el paciente hipertenso el
tamao del corazn, condiciones de la aorta torcica y presencia o no de congestin pulmonar. En
la hipertensin arterial el tamao del corazn puede ser normal, al igual que la aorta. En los casos
de hipertrofia concntrica del ventrculo izquierdo se aprecia la punta del corazn redondeada y
corazn de tamao normal. Se puede encontrar en la cardiopata hipertensiva elongacin y
ateromatosis artica. La presencia de cardiomegalia y congestin pulmonar en un paciente
hipertenso tiene el significado de insuficiencia cardaca.
Nefropata Hipertensiva
Usualmente el dao hipertensivo a la vasculatura y al parnquima renal es paulatino, crnico,
evolutivo y silencioso; permanece asintomtico hasta que se hace aparente la insuficiencia renal.
El paciente comienza a retener urea, cido rico y creatinina en el plasma. En la fase avanzada de
la insuficiencia renal aparece el sndrome urmico con importante retencin de urea, creatinina,
hiperkalemia, anemia, hipocalcemia, hiperfosfatemia, proteinuria y edema que puede llegar a la
anasarca.
Aterosclerosis
La hipertensin arterial es uno de los ms importantes factores que contribuyen a la aterosclerosis,
y de ah que los pacientes con hipertensin arterial frecuentemente se complican de infarto del
miocardio (aterosclerosis coronaria), infarto cerebral (aterosclerosis de las arterias cartidas o
intracerebrales), claudicacin intermitente (aterosclerosis obliterante de miembros inferiores),
trombosis mesentricas o aneurisma artico, ya sean abdominales o de la artica torcica
descendente.
El estudio de los electrolitos puede dar pauta para el diagnstico de aldosteronismo (hipokalemia).
Adems de los estudios sealados, es til en la bsqueda de una causa secundaria de
hipertensin arterial. La cuantificacin de aldosterona plasmtica se encontrar elevada en caso de
aldosteronismo primario; en el feocromocitoma estarn elevadas las catecolaminas plasmticas y/o
urinarias. En el Sndrome de Cushing estarn elevados los 17 cetosteroides y los 17
hidroxiesteroides urinarios. En el sndrome adrenogenital estarn ambos dismindos.
El estudio radiogrfico, la ultrasonografa abdominal y la tomografa axial computada podrn
descubrir litiasis urinaria o tumores suprarrenales.
Los niveles de presin (tabla 2) fueron separados en 2 grupos, los que presentaban presiones entre 22 y 25, los
cuales fueron 40 pacientes, de stos, 7 (17,5 %) tenan algn tipo de defecto glaucomatoso en el campo visual.
TABLA 2. Prevalencia de pacientes con cambios en el campo visual y nivel de presin
PIO en mmHg Prevalencia Cambios en campo visual Porcentaje
22 a 25 40 7 17,5
26 a 30 20 8 40
Total 60 15 25
Fuente: Clnica Candray, 1994.
El otro grupo fueron 20 pacientes que presentaban presiones entre 26 y 30, de los cuales 8 (40 %), tenan
cambios en el campo visual.
Los pacientes que no presentaron defectos en el campo visual fueron 45 y no se les inici tratamiento, pues se
les catalog como pacientes hipertensos oculares de bajo riesgo, ya que el nico signo encontrado fue la
presin ocular por encima de los valores que se consideran normales. Al resto de los pacientes que
presentaron alteraciones del campo visual se les inici terapia antiglaucomatosa (15 pacientes).
DISCUSION
No hay acuerdo hasta la fecha, del beneficio del tratamiento temprano en el paciente hipertenso de bajo
riesgo.
Diferentes poblaciones estudiadas han mostrado que la prevalencia de pacientes hipertensos con defectos del
campo visual es bajo, entre el 6 y 23 %.6-9 En este trabajo la prevalencia fue del 25 %; se hace notar que el
anlisis no fue hecho sobre la base de un Screening de poblacin territorial, sino de una poblacin que acude a
un centro especializado con problemas oculares por lo que se trata de una muestra preseleccionada (todos
adolecen de algn problema ocular). Se esperaba que la prevalencia fuera mayor que en la poblacin general,
lo cual sucedi si comparamos el 25 % con el 6 al 23 % de otros trabajos.
Graham, en un seguimiento de 43 meses de pacientes que presentaban presiones entre 21 y 30, encontr que
solamente 0 a 2 % de stos, desarrollaron cambios en el campo visual.8
Perkins, en la poblacin de Bedford, encontr 123 sujetos con presiones entre 21 y 31, los que fueron
seguidos prospectivamente por 5 a 7 aos y slo 4 de stos (1 al 8 %), desarrollaron defectos del campo
visual.7
El Centro de Glaucoma de la Universidad de Washington en San Louis, efectu el seguimiento de 50
pacientes hipertensos oculares por 5 a 14 aos y solamente 2 (4 %), desarrollaron cambios en el campo visual.
En el presente trabajo encontramos que de 60 pacientes hipertensos, 45 (75 %) no tienen cambios en el campo
visual. Si extrapolamos los estudios mencionados anteriormente se esperara, que solamente de 1 a 4 pacientes
van a desarrollar defectos del campo visual, por lo que no se justifica iniciar tratamiento al hipertenso ocular
de bajo riesgo, aun a presiones entre 25 y 30.
La presencia de un nervio saludable y campo normal, es evidencia de que este nervio en particular, tiene una
relativa resistencia a los efectos de la presin alta y se puede mantener por meses y aun aos. 10
Sin embargo, es imperativo el seguimiento de estos pacientes para la deteccin temprana y en base a un juicio
clnico, cualquier cambio en la apariencia del nervio ptico y/o el campo visual. Debemos recordar que la
neuropata ptica en el glaucoma es el resultado de mltiples factores, de los cuales la presin elevada es slo
uno de ellos. Un mejor entendimiento de la naturaleza del dao al nervio ptico y mejores mtodos de
estudio, pueden ayudarnos en el diagnstico temprano y permitirnos distinguir entre diferentes procesos
morbosos agrupados en esta entidad llamada glaucoma.11
El buen uso y entendimiento de los mtodos diagnsticos, es crucial en esta enfermedad. La perimetra
computadorizada es un valioso mtodo de precisin en el diagnstico y seguimiento de los pacientes
hipertensos oculares. Nos permite descubrir cambios precoces en las fibras del nervio ptico, que justifiquen
el tratamiento; sin embargo, en nuestro medio la cantidad de pacientes hipertensos que tienen al menos un
examen de perimetra computadorizada es baja, y muchos de estos pacientes son errneamente catalogados
como glaucomatosos, como se demostr en el presente trabajo. Los pacientes de bajo riesgo pueden
experimentar deterioro de sus condiciones a travs del tiempo, pero tales cambios son poco probables que
sucedan rpidamente. Cualquier progresin aparece muy lentamente, con suficiente tiempo para iniciar la
terapia antes de que el dao sea severo. Los beneficios del tratamiento en este grupo son sobrepasados por lo
caro y los efectos colaterales del mismo, por lo que es recomendable la observacin peridica en estos
pacientes. La interpretacin adecuada del campo visual, se hace cada da ms difcil debido a que los
parmetros de las mquinas cambian continuamente y cada vez hay ms datos que analizar. Recordemos que
en el anlisis de una perimetra intervienen 3 personas: el examinador, el paciente y el oftalmlogo que lo
interpreta. El error en cada uno de ellos hace de la prueba un fracaso.
Finalmente, es necesario hacer nfasis en la calidad de vida del paciente que inicia un tratamiento, muchas
veces innecesario.
Cabe pensar antes de iniciar una terapia por el resto de su vida, en el bienestar del paciente, en el impacto que
tendr el uso de medicamentos en las personas de bajos recursos y ms an, el no darnos cuenta que estamos
tratando pacientes que probablemente nunca desarrollarn glaucoma, en otras palabras, saludables.
SUMMARY
A differentiation between glaucoma and low risk ocular hypertension is performed, and the expenses resulting
from an anti-glaucoma treatment are analyzed. That's why the importance of the abovementioned
differentiation. A group of 60 patients presenting with ocular hypertension and who met the established
requirements for this work were studied; from them only in 15 patients (25 % of the sample) perimetrical
alterations were detected so they were considered as having chronic glaucoma and treatment was indicated,
while the remaining 45 patients were diagnosed as having low risk ocular hypertension with no treatment
indicated, but only follow-up studies.
Key words: OCULAR HYPERTENSION/diagnosis; OCULAR HYPERTENSION/economics;
GLAUCOMA/diagnosis; GLAUCOMA/economics.
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Recibido: 30 de enero de 1996. Aprobado: 30 de enero de 1996.
Dr. Joaqun Flores Rivera. Centro Oftalmolgico Candray, El Salvador
ARTCULO ORIGINAL
RESUMEN
Introduccin: Determinar la precisin e identificar errores al determinar la presin intraocular (PIO)
en pacientes miopes sometidos a LASIK.
Mtodos: Se realiz un estudio retrospectivo de presin intraocular (PIO) medida con un
tonmetro de aplanacin Goldmann en 103 ojos de 52 pacientes con miopa, que fueron sometidos
a LASIK. Se seleccionaron pacientes sin hipertensin ocular o glaucoma. El mismo cirujano realiz
una tcnica convencional de LASIK empleando un microqueratomo Chiron Hansatome y el lser
Excmer Chiron 217-C Lasik de Technolas. La medida de la PIO se realiz preoperatoriamente, y 1,
3, y 6 meses postoperatoriamente.
Resultados: Tras el LASIK se observ una disminucin significativa de la PIO en los controles
postoperatorios, con una disminucin media de 2,691,69 mm Hg (p<0,001), la cual se relacion
con el grado de miopa (p=0,05), y con las caractersticas de los parmetros del tratamiento con el
lser de excmer, como la ablacin corneal (p=0,04). No se obtuvo ninguna relacin entre esta
disminucin y la edad o sexo.
Conclusiones: Nuestra revisin retrospectiva mostr que las presiones intraoculares
postoperatorias tras LASIK eran menores que las preoperatorias, modificando la precisin de la
tonometra Goldmann, causando una subestimacin de la misma.
Palabras clave: Ciruga lser, LASIK, presin intraocular, miopa, y tonometra Goldmann.
SUMMARY
Purpose: To determine the accuracy and to identify pitfalls when intraocular pressure is measured
in myopic patients after laser in situ keratomileusis (LASIK).
Methods: A retrospective study of intraocular pressure (IOP) measured with a Goldmann
applanation tonometer in 103 eyes of 52 myopic patients who underwent LASIK was performed.
Patients without ocular hypertension or glaucoma were selected. The same surgeon carried out a
standard LASIK technique using a microkeratome Chiron Hansatome and the Technolas Chiron
217-C Lasik. IOP was measured pre-operatively, and at 1, 3 and 6 months post-operatively.
Results: After LASIK, a significant decrease was observed in the IOP in the post-operative controls,
with a mean decrease of 2.691.69 mm Hg (p<0.001). This was related with the degree of myopia
(p=0.05) and the characteristics of the excimer-laser treatment parameters, such as corneal
ablation (p=0.04). No correlation was observed between this decrease and age or gender.
Conclusions: Our retrospective review showed that the post-operative intraocular pressure
measured after LASIK was lower than the pre-operative ones, which changed the Goldmann
tomometer accuracy, thus causing it to underestimate the IOP.
Key words: Laser surgery, LASIK, intraocular pressure, myopia, Goldmann tonometry.
INTRODUCCIN
Los defectos de refraccin son el motivo de consulta ms frecuente en una clnica oftalmolgica.
Desde hace siglos se han estudiado las causas y los posibles tratamientos, y con el desarrollo de
nuevas tecnologas, se empez a estudiar la utilizacin del lser para provocar una modificacin
controlada de la curvatura corneal. Desde hace unos 14 aos empezaron a realizarse estudios
clnicos (1-4) que permitieron conocer las posibilidades y limitaciones de la queratectoma
fotorretractiva (QFR). Posteriores investigaciones (5-7) desarrollaron la queratomileusis in situ con
lser excmer (LASIK), que se basa en la aplicacin directa del lser excmero, sobre el estroma
corneal, una vez levantado un colgajo corneal, para luego recolocarlo en su posicin inicial,
reduciendo las principales complicaciones de la QFR.
Pese al creciente nmero de pacientes que son intervenidos mediante esta tcnica, siguen sin
conocerse algunos aspectos relacionados con este procedimiento, como las posibles
consecuencias de una agresin controlada a la arquitectura corneal, que podra justificar
imprecisiones en la determinacin de la PIO postoperatoria en ojos miopes a los que se ha
aplicado tcnicas de adelgazamiento corneal.
La premisa de la escasa fiabilidad de las determinaciones de la PIO tras LASIK y la presuncin de
una subestimacin dependiendo de la magnitud de la correccin que se pretenda, as como la
existencia de artculos cientficos previos, que relacionan tanto a la QFR (8-11), como al LASIK
(12,13) con modificaciones en la precisin de la tonometra Goldmann, nos ha impulsado a
desarrollar este estudio, con el objetivo de clarificar los efectos de dicha intervencin sobre la PIO.
PACIENTES Y MTODOS
Hemos realizado un estudio retrospectivo sobre 103 ojos de 52 pacientes sanos, sometidos a
ciruga con LASIK como tratamiento refractivo de su miopa, entre enero y julio de 1998, en nuestra
unidad de ciruga refractiva, con unos lmites de equivalente esfrico prequirrgico comprendidos
entre 1,00 D y 12,00 D. Previamente a la ciruga, todos los pacientes fueron sometidos a un
examen oftalmolgico completo, incluyendo agudezas visuales corregidas y sin correccin ptica,
refraccin subjetiva y bajo ciclopleja (KR.7000-P Topcon Corporation, Tokyo, Japan), exploracin
con lmpara de hendidura, paquimetra ultrasnica central (DGH 2000 Technology Inc, Exton, PA),
tonometra de aplanacin (Goldmann Applanation tonometer, Haag Streit, Bern, Switzerland), y
topografa corneal computerizada (EyeSys Corneal Analysis System, Houston, TX).
Quedaron descartados del presente estudio aquellos pacientes que haban sido tratados pre o
postoperatoriamente de hipertensin ocular o de glaucoma o que recibieron tratamiento
antiglaucomatoso mdico o mediante tcnicas de lser en el ngulo camerular. Todos los
procedimientos se realizaron conforme a los principios de la declaracin de Helsinki, obtenindose
por escrito el consentimiento informado de los pacientes.
Se recogieron los pacientes intervenidos por el mismo cirujano (MSR), empleando una tcnica
convencional de LASIK con el microqueratotomo de Chiron Hansatome modelo HT 230 (Chiron
Vision Corp, Claromont, California) de corte down-up, con flap de 9 mm de dimetro y un grosor de
160 micras, y posterior fotoablacin con el lser excmer Chiron Technolas C-217 Lasik (Chiron
Technolas GMBH, Dornack; Alemania) de Flying Spot (punto flotante), con Eye Tracker de rango
1,5 milmetros, spot de 2 mm plano scan, y frecuencia 50 Hz. Tambin se recogieron los datos del
rea utilizados en la aplicacin del lser, el grosor terico eliminado por el mismo, y el objetivado
por paquimetra.
El protocolo quirrgico fue estandarizado para todos los pacientes, y el tratamiento postoperatorio
incluy colirio de dexametasona y neomicina, 1 gota cada 8 horas durante la primera semana, que
fue paulatinamente retirado en las dos semanas siguientes. Los controles postoperatorios se
realizaron a la semana y a los meses 1, 3 y 6 como mnimo, y las determinaciones de la PIO fueron
valoradas preoperatoriamente y postoperatoriamente con un tonmetro de aplanacin Goldmann
previamente calibrado.
Las condiciones de obtencin de los valores tonomtricos fueron homogneas durante todo el
estudio. El instrumental y aparataje empleado fueron los mismos para todos los pacientes, siendo
calibrados antes de cada medicin. La medicin de la tonometra anterior central de aplanacin la
realiz un nico explorador (ALP) bajo anestesia corneal y con el ojo en posicin primaria de la
mirada. Las revisiones y recogidas de los datos deban realizarse en la misma franja horaria (entre
las 9 y las 11 de la maana) en todos los pacientes y en todas fechas indicadas para la realizacin
del presente estudio.
Los datos relativos a las variables estadsticas catalogadas a partir de las exploraciones de los
pacientes fueron introducidos en una hoja de clculo Excel para Windows 95 (Excel 7.0, Microsoft,
Seattle, WA) en un PC convencional, siendo importados estos datos al programa de tratamiento
estadstico biomdico SPSS (SPSS 7.5, SPSS Inc, Redmon WA). Tras la recogida de datos
obtenidos de cada paciente se compararon todos ellos, aplicando un estudio comparativo, para lo
cual empleamos el test de Kolgomorov-Smirnov para comprobar la normalidad de las variables, y
tras l se aplic un test de Wilcoxon y un test U de Mann-Whitney de comparacin de medias para
muestras apareadas, y un anlisis de regresin mltiple, con objeto de estudiar las variables que
se relacionaban significativamente con las modificaciones en la PIO pre y postoperatoriamente. La
unidad de trabajo fue el ojo operado, en el cual se consideraron las distintas variables tabuladas en
lo que a modificaciones de la PIO se refiere. El nivel de significatividad empleado fue el habitual del
5% (= 0,05).
RESULTADOS
Las caractersticas generales de la poblacin incluida en el estudio en cuanto a edad, equivalente
esfrico preoperatorio, paquimetra ultrasnica corneal, zona ptica tratada, micras de ablacin
corneal y otras especificaciones aparecen representadas en la tabla I. Se incluyeron un total de 59
mujeres (57,28%) y 44 hombres (42,71%).
DISCUSIN
Nuestros resultados de presin intraocular pre y postoperatoriamente en pacientes miopes
intervenidos de LASIK han puesto de manifiesto que, en los distintos controles practicados
despus de la intervencin, existe una reduccin estadsticamente significativa en la tonometra de
aplanacin tras LASIK. Justificamos estos resultados en funcin de las condiciones de las
determinaciones de la PIO a nivel de la crnea central con el tonmetro de Goldmann.
En la prctica clnica habitual no es posible medir la presin intraocular, pues sera necesario
introducir un manmetro dentro del globo ocular, y recurrimos a emplear determinaciones indirectas
mediante un tonmetro. El concepto bsico del tonmetro de aplanacin es muy simple y est
fundamentado en el principio de Imbert Fick: la presin es igual a la fuerza necesaria para aplanar
una determinada unidad de superficie en una esfera perfecta de paredes delgadas (14). Al medir la
presin intraocular con el tonmetro de aplanacin, la fuerza aplicada es variable, el rea de
aplanacin corneal es constante y el volumen del lquido desplazado es pequeo (15). De cualquier
modo, en la tonometra de aplanacin no se tienen en cuenta una serie de factores locales que
pueden afectar a la medicin de la PIO:
Las caractersticas geomtricas de la crnea: radio de curvatura, espesor, etc.
El grado de hidratacin corneal.
La profundidad de la cmara anterior.
Las propiedades mecnicas de la crnea y la esclera: mdulo de elasticidad, rigidez,
relacin de Poisson...
El balanceo del tonmetro sobre la crnea.
El excesivo deslizamiento de lgrimas sobre la superficie del tonmetro, etc.
La base de la tonometra se basa exclusivamente en la relacin existente entre la presin
intraocular y en la fuerza necesaria para deformar la curvatura natural de la crnea hasta un punto
determinado. En consecuencia, la tonometra de Goldmann hace caso omiso de la configuracin
geomtrica del ojo. As, la tensin de las envolturas corneales es la fuerza que se opone a
cualquier deformacin, y se ha postulado que puede definirse del siguiente modo:
donde:
Tensin es la tensin de las envolturas corneales.
Presin es la presin interna.
Dimetro es el dimetro medio del ojo.
Grosor es el grosor de la esclertica o crnea.
Por tanto, la tensin de las envolturas corneales se afecta con carcter inversamente proporcional
por el grosor corneal, de modo que las crneas de mayor espesor ofrecen mayor resistencia a la
depresin (16), con la consiguiente divergencia entre la presin medida (la PIO que mide el sensor
de presin) y la verdadera.
Por otra parte, en otros estudios se ha comprobado que, en ojos con hipertensin ocular, la media
del espesor corneal fue significativamente mayor al compararla con ojos con glaucoma o en ojos
con valores de PIO normales. El aumento del grosor corneal medio puede ofrecer elevaciones
artificiales en las determinaciones de la PIO mediante tonometra de aplanacin (17), y por tanto,
un nmero significativo de pacientes con hipertensin ocular presentara presiones normales si se
hubiera tenido en cuenta el espesor corneal (18).
Las hiptesis postuladas para explicar esta aparente disminucin en la PIO determinada tras la
realizacin del LASIK incluyen alteraciones en la arquitectura de la crnea a nivel del espesor
corneal, en la curvatura corneal y modificaciones de la rigidez corneal (19), lo cual incrementara
las inexactitudes inherentes del tonmetro de aplanacin de Goldmann. Se ha demostrado
previamente que la presin intraocular verdadera puede ser subestimada en las crneas ms
delgadas (20). Es ms fcil deprimir una crnea delgada que una crnea gruesa, aunque la PIO
sea la misma; ese es el motivo de que el queratocono curse con presin aparentemente menor que
la asociada a una cicatriz corneal (16).
Este descenso de la PIO estimada por tonometra Goldmann causada por un hipottico cambio en
la rigidez corneal (20,21) no debera estar relacionado exclusivamente con el tallado de la lamela
por el microqueratotomo, puesto que otros estudios han referido tambin disminucin de la PIO
estimada por tonometra Goldmann o con tonmetros neumticos sin contacto tras queratectoma
fotorrefractiva (10,22) y queratotoma radial (23), tcnicas en donde no se realiza el tallado de esta
lamela.
El efecto hipertensor de los corticoides empleados en el postoperatorio inmediato (24,25) puede
justificar que la PIO en el primer mes sea significativamente superior a la obtenida en el sexto mes,
como se aprecia en la figura 2, habindose objetivado la desaparicin de este incremento relativo
de la PIO al retirar la medicacin corticoidea. Por otra parte, la estabilizacin en la cicatrizacin
corneal por encima del sexto mes condiciona que no se detecten modificaciones entre las
presiones intraoculares medidas en este control y los controles posteriores.
En el presente estudio hemos evitado al mximo las posibles causas de error en la valoracin de la
tonometra. Hemos empleado las tonometras centrales en lugar de estudiar lecturas laterales de
aplanacin, pues aunque diversos estudios han encontrado diferencias entre las lecturas centrales
y las laterales (26,27), la incorrecta posicin del ojo puede condicionar una mala superficie de
contacto entre los 3,06 mm de dimetro del cono truncado del tonmetro y la curvatura de la
superficie anterior corneal, y las lecturas obtenidas de esta forma seran a todas luces inexactas.
Entre los errores en la obtencin de las lecturas tonomtricas de aplanacin destacan las debidas a
una deficiente calibracin del instrumental empleado (28). Anticipndonos a este problema hemos
evitado esta contingencia calibrando el instrumental empleado con anterioridad a cada medicin
como ha sido propuesto en estudios previos (13,29), evitndose de este modo la disparidad y falta
de fiabilidad de las lecturas tonomtricas causadas por la deficiente calibracin del instrumental
empleado (28). Asimismo, a lo largo del presente estudio se ha empleado el mismo tonmetro para
evitar diferencias en los valores obtenidos entre los diferentes aparatos que se pudieran emplear.
Para la realizacin del presente estudio se han empleado las lecturas tonomtricas de aplanacin
obtenidas tras una sola medicin. Hemos considerado la obtencin de una sola lectura para el
estudio tonomtrico al ser un hecho documentado por la literatura cientfica que la repeticin de las
lecturas tonomtricas de aplanacin causa descensos en las mismas (30,31), y ser la forma en que
realmente se obtienen las lecturas tonomtricas en la prctica clnica habitual.
Sin embargo el gran error en la estimacin de la presin intraocular mediante la tonometra anterior
central de aplanacin es obviar la influencia de la variacin cclica diaria de la misma. La presin
intraocular est sometida a fluctuaciones cclicas durante el da, oscilando entre 3 y 6 mm Hg
(32,33) poseyendo el pico mximo durante las primeras horas de la maana. Para poder realizar el
presente trabajo con datos fiables y evitar este problema, se opt por establecer el mismo horario
de recogida de datos en todos los pacientes, establecindose en ellos el mismo reloj biolgico y de
esta forma obtener resultados fiables y reproducibles.
En nuestro estudio, encontramos una tendencia entre la reduccin del valor de la PIO y diversas
variables, como el equivalente esfrico tratado, y la cantidad de tejido ablacionado, al igual que en
otros estudios realizados en pacientes tratados con QFR (27). No se han observado diferencias en
la PIO estimada considerando la paquimetra ultrasnica preoperatoria, la zona ptica empleada, el
sexo, la edad y el ojo estudiado. Una posible variacin de la rigidez corneal producida por estas
variables no tendran por qu ser tan relevantes como para producir un cambio en la estimacin de
la PIO, aunque el tamao muestral empleado no permite obtener conclusiones definitivas.
Una vez demostrada la subestimacin en el valor de la PIO, hemos intentado calcular los ajustes
necesarios para corregir esta subestimacin. En otros trabajos (34) se afrm que la pendiente
despus de LASIK mostraba descenso en la PIO de 1,0 mm Hg por cada 37,8 m de reduccin del
espesor corneal central, pero en nuestro estudio comprobamos una reduccin lineal en los valores
de PIO postoperatorios, sin que fuera posible calcular un factor de correccin matemticamente
vlido. De cualquier modo, la reduccin del espesor corneal central se mostr como la variable ms
importante en la evaluacin de la reduccin de la PIO por aplanacin en ojos sometidos
previamente a ciruga refractiva con lser excimer.
Es interesante que a pesar de los numerosos estudios realizados, nunca se ha establecido con
claridad la calidad de las determinaciones de la PIO, en lo que se refiere a precisin y fiabilidad
(35). Sin embargo, en la actualidad no existe una determinacin mejor. Y en el postoperatorio de
los pacientes miopes intervenidos con LASIK se ha demostrado una subestimacin, que puede
ocultar la existencia de una condicin patolgica (14), lo que podra desencadenar que en un futuro
no muy lejano nos encontremos ante un considerable aumento de los glaucomas con presin
normal en poblacin sometida a ciruga refractiva con lser excmer, siendo ste el resultado de
presiones intraoculares patolgicas inadvertidas, con consecuencias potencialmente dramticas.
En cualquier caso, el clnico que maneje pacientes intervenidos con esta tcnica debera tener en
consideracin esta variacin en los controles oftalmolgicos rutinarios, sobre todo, en pacientes
con PIO en el lmite estadsticamente alto de la normalidad, en los cuales se debe ser
extremadamente cuidadoso con las posibles repercusiones del aumento inadvertido de la PIO.
Aconsejamos la realizacin de exmenes campimtricos previos a la intervencin, con controles
perimtricos protocolizados en el postoperatorio de estos pacientes.
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