El demandante solicita la anulación de un laudo arbitral emitido el 2 de febrero de 2018. Alega que el procedimiento arbitral no se ajustó a la ley al no resolver sobre una prueba presentada y al emitir un laudo sin motivación. También alega que el laudo es contrario al orden público por vulnerar principios procesales como el derecho a la tutela judicial efectiva. Solicita que se anule el laudo y se declaren las costas de oficio.
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El demandante solicita la anulación de un laudo arbitral emitido el 2 de febrero de 2018. Alega que el procedimiento arbitral no se ajustó a la ley al no resolver sobre una prueba presentada y al emitir un laudo sin motivación. También alega que el laudo es contrario al orden público por vulnerar principios procesales como el derecho a la tutela judicial efectiva. Solicita que se anule el laudo y se declaren las costas de oficio.
El demandante solicita la anulación de un laudo arbitral emitido el 2 de febrero de 2018. Alega que el procedimiento arbitral no se ajustó a la ley al no resolver sobre una prueba presentada y al emitir un laudo sin motivación. También alega que el laudo es contrario al orden público por vulnerar principios procesales como el derecho a la tutela judicial efectiva. Solicita que se anule el laudo y se declaren las costas de oficio.
El demandante solicita la anulación de un laudo arbitral emitido el 2 de febrero de 2018. Alega que el procedimiento arbitral no se ajustó a la ley al no resolver sobre una prueba presentada y al emitir un laudo sin motivación. También alega que el laudo es contrario al orden público por vulnerar principios procesales como el derecho a la tutela judicial efectiva. Solicita que se anule el laudo y se declaren las costas de oficio.
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Recurso de anulación de un laudo arbitral
003-2018-VAL
A LA SALA DE LO CIVIL Y PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE
JUSTICIA DE VALENCIA
D. ANA FAJARDO, D. IVAN PÉREZ GÓMEZ y D. FRANCISCO WELSCH
PANIAGUA Procuradores de los Tribunales, en nombre y representación de Huang Ching Go, según acredito con la copia de copia electrónica del poder notarial de representación informática (o digitalizada) que se acompaña y cuya devolución solicito previa unión de testimonio a los autos, comparezco ante este Juzgado y DIGO:
Que en la representación que ostento formulo demanda en
ejercicio de la acción de anulación contra el laudo arbitral dictado por A la Corte de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Valencia (España)en fecha 02 de febrero de 2018 en el procedimiento arbitral contra el demandado Importadora De La Ribera S.A (en adelante, Ribera o la demandada), con CIF Nº A-46780967, y con domicilio en Alzira (Valencia) Calle Mayor n° 2, inscrita en el Registro Mercantil de Valencia al tomo 9.631, folio 6 de la sección 8ª, hoja V-154.834, la cual fundo en los siguientes:
HECHOS
PRIMERO.- Por medio de esta demanda se ejercita la acción de
anulación del laudo arbitral arriba expresado con fundamento en los siguientes motivos: a) al amparo del artículo 41.1.f) de la Ley de Arbitraje, por no ajustarse el procedimiento a las prescripciones de la ley, infringiéndose el artículo 37.4 de la Ley de Arbitraje; b) al amparo del artículo 41.1.f) por ser el laudo contrario al orden público, vulnerando principios y garantías procesales. Los antecedentes procedimentales son los siguientes:
1) En fecha 3 de diciembre de 2014, se inició procedimiento
arbitral ante A LA CORTE DE ARBITRAJE Y MEDIACIÓN DE LA CÁMARA DE COMERCIO, INDUSTRIA Y NAVEGACIÓN DE VALENCIA, por reclamación de US$550.000 (quinientos cincuenta mil dólares americanos) frente a esta parte derivados del impago alegados por esta parte en la ejecución de un contrato de compraventa internacional, que finalizó por el laudo arbitral dictado en fecha 03 de febrero de 2018 , en el cual se rechaza la pretensión de esta parte.
2) En la notificación de iniciación del procedimiento arbitral
se dio traslado de la solicitud de arbitraje a la contraria.
3) Seguidamente, y previa citación válidamente notificada, las
partes asistimos a audiencia el día 02 de febrero de 2018.
SEGUNDO.- El primer motivo que alegamos se funda en el artículo
41.1.f) de la Ley de Arbitraje, esto es “Que el laudo es contrario al orden público”, por la omisión de resolución respecto del documento que la contraria intentó acompañar a estrados en la audiencia de fecha 02 de febrero de 2018. Mentada omisión deja a esta parte en la absoluta incertidumbre respecto de la prueba, toda vez que, si bien el traslado concedido a esta parte se evacuó en tiempo y forma, el Tribunal dejó su resolución para el laudo, cuestión que no le resulta lícito toda vez que el incidente de prueba nueva es de aquellos de previo y especial pronunciamiento, por lo que no se puede avanzar en el juicio sin la resolución del Tribunal.
El actuar del Tribunal deja en indefensión a esta parte
por cuanto la prueba de la contraria podría ser eventualmente radical para la pretensión de la contraria, y esta parte no tuvo oportunidad de ejercer los derechos que la ley prevé en contra de tal probanza, obligando a esta parte a litigar en la más absoluta incertidumbre, cambiando la estrategia procesal en un estado del juicio en que corresponde la sustanciación de todo incidente previo a la rendición de la prueba.
Desde otro punto de vista, si nos vamos a la idea
contraria, esta parte no tuvo el tiempo razonable que exige el numeral 3 del artículo 38 del Reglamento de Arbitraje de la Corte de Arbitraje de Valencia, y en tal sentido, para conocer la prueba de la contraria para tener opción de controvertirla, por lo tanto, el incidente de prueba nueva no procedía siquiera ser admitido a tramitación, vulnerando nuevamente el Tribunal arbitral normas de orden público procedimentales.
Es dable tener presente que, al comienzo de la audiencia
ya citada, esta parte individualizó a todos sus mandatarios, y dejo expresa constancia que, al ser varios los abogados intervinientes, actuarían de manera conjunta, separada y/o indistintamente, cuestión que no hizo la contraria, alegando uno y otro abogado sin señalar si ratificaba lo obrado por el colega anterior, en razón de no haber señalado tal cuestión mínima de incomparecencia.
TERCERO.- En fecha 03 de febrero de 2018 se dictó laudo
arbitral sin seguir otro trámite procedimental, el cual carece de la más mínima motivación, puesto que se limita a dar por buenos los hechos alegados sin otro tipo de razonamiento, se realiza un pronunciamiento estimatorio total de las pretensiones del demandante, con lo que se infringe manifiestamente lo dispuesto en el artículo 37.4 de la Ley de Arbitraje, el cual preceptúa la motivación de los laudos, colocando a esta parte en una situación de total indefensión al desconocer los motivos de estimación del laudo arbitral. El laudo arbitral impugnado vulnera reiteradamente las normas de orden público, al no haber permitido un mínimo de protección al Derecho a la Tutela Judicial Efectiva, habiéndose emitido un pronunciamiento sin motivación válida, incurriendo en una motivación aparente que no vincula los medios probatorios presentados con el razonamiento seguido por el Tribunal durante el proceso y al momento de emitir el laudo final. Tales errados razonamientos se pueden apreciar en los siguiente hechos:
- Durante la audiencia se decidió en primer término negar el
interrogatorio al representante de Ribera sin fundamentar tal decisión, pese a haberse aceptado su participación de manera previa; posteriormente, luego de haber decidido y comunicado su posición negativa al respecto, el Tribunal deliberó y cambió de opinión, mostrando un desconocimiento preocupante sobre las normas básicas que rigen el arbitraje y restringiendo la duración del interrogatorio sin motivar la decisión. - Asimismo, el Tribunal validó el supuesto conocimiento del perito presentado por la demandada, pese a su evidente desconocimiento de las Normas Internacionales de Información Financiera, lo cual quedó en evidencia durante la audiencia al haber aplicado una tasa de descuento mensual, correspondiente a operaciones activas, a una operación pasiva. Ello demuestra un desconocimiento de la especialidad, no solamente por parte del perito, sino también por parte del Tribunal, lo cual explica el írrito laudo emitido. - De igual forma, el laudo en cuestión desconoce totalmente el carácter jurídico del concepto de fuerza mayor (entendido como una situación irresistible que imposibilita la ejecución de una obligación) de un prohibición emitida por la autoridad competente, siendo que su supuesta (negada) previsibilidad no evita que dicha prohibición sea inevitable e irresistible para nuestra representada; pese a lo cual, sin motivar la forma como nuestra empresa pudo sortear la prohibición sin vulnerar normas de orden público, el Tribunal concluye que habríamos incumplido obligaciones frente a Ribera. - Del mismo modo, el Tribunal, trata de dotar de motivación aparente a su laudo declarando creativamente la resolución del contrato “por mutuo acuerdo” utilizando para ello jurisprudencia no aplicable al caso, toda vez que las resoluciones mencionadas en están referidas a reproches simultáneos entre las partes, mientras que la materia del arbitraje trata de un incumplimiento injustificado realizado por Ribera, según lo desarrollado por el propio laudo. En ese sentido, la impugnada vulnera además un principio procesal básico, el cual es el de congruencia, al afirmar que existió incumplimiento injustificado por parte de la demandada y al mismo tiempo declarar resuelto el contrato por “mutuo disenso”.
A los anteriores hechos son de aplicación los siguientes
FUNDAMENTOS DE DERECHO PROCESAL
PRIMERO .- COMPETENCIA
Es competente la Sala a la que me dirijo conforme a lo
dispuesto en el artículo 8.5 de la Ley de Arbitraje, el cual establece: "Para conocer de la acción de anulación del laudo será competente la Sala de lo Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma donde aquél se hubiere dictado". SEGUNDO .- PROCEDIMIENTO
Es de aplicación lo dispuesto en el artículo 42.1 de la Ley
de Arbitraje, el cual establece que la acción de anulación se sustanciará por los cauces del juicio verbal, con las especialidades establecidas en dicho precepto, disponiendo el mismo que la demanda deberá presentarse conforme a lo establecido en el artículo 399 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, acompañada de los documentos justificativos de su pretensión, del convenio arbitral y del laudo, y, en su caso, contendrá la proposición de los medios de prueba cuya práctica interese el actor.
TERCERO .- PLAZO
El artículo 41.4 de la Ley de Arbitraje establece que la
acción de anulación habrá de ejercitarse dentro de los dos meses siguientes al de la notificación del laudo, estando en este caso la acción interpuesta en plazo por cuanto que el laudo se notificó a mi representado en fecha 4 de febrero de 2018.
CUARTO .- COSTAS
Es de aplicación el artículo 394 de la LEC.
FUNDAMENTOS DE DERECHO SUSTANTIVO
QUINTO .- Motivo primero de anulación, al amparo del artículo
41.1.f) de la Ley de Arbitraje por ser el laudo contrario al orden público al haberse vulnerado los principios de tutela judicial efectiva, al no haberse desarrollado el procedimiento de forma contradictoria, generando indefensión a esta parte, al no darse traslado inmediato del medio probatorio propuesto por la demandada como prueba extemporánea, ni haberse pronunciado de inmediato sobre la admisibilidad de la misma.
Con ello se ha privado a mi representada de la posibilidad de
conocer la valoración que el Tribunal hizo del mencionado medio probatorio, consistente en un artículo de un diario; más aún cuando el laudo emitido no acepta ni rechaza la admisión de dicha prueba, contraviniendo el orden público, el cual viene integrado en particular por las exigencias del art. 24 CE, criterio que, también, ha tenido en cuenta el Tribunal Constitucional para valorar el orden público dentro del arbitraje, y así puede citarse el auto de 4 de mayo de 1992 y la sentencia de 18 de julio de 1994, dictada cuando estaba vigente la anterior Ley de Arbitraje, que indica que "en el artículo 45 (actualmente el 41) se contemplan las causas de anulación judicial de un Laudo, las cuales, en atención a la naturaleza propia del instituto del arbitraje, necesariamente deben limitarse a los supuestos de contravención grave del propio contrato de arbitraje (aps. 1º a 4º art. 45) o de las garantías esenciales de procedimiento que a todos asegura el artículo 24 C.E. (art. 45.5), sin extenderse a los supuestos de infracción del Derecho material aplicable al caso, y ello porque, de lo contrario, la finalidad última del arbitraje, que no es otra que la de alcanzar la pronta solución extrajudicial de un conflicto, se vería inevitablemente desnaturalizada ante la eventualidad de que la decisión arbitral pudiera ser objeto de revisión en cuanto al fondo". Como indica la STC 71/2003, de 9 de abril, en relación al derecho a utilizar los medios de prueba pertinentes para la defensa, es preciso que la falta de actividad probatoria se haya traducido en una efectiva indefensión del recurrente, o lo que es lo mismo, que sea 'decisiva en términos de defensa, lo que exige que se haya alegado y fundamentado adecuadamente dicha indefensión material.
Por todo ello se han infringido las normas de orden público
que regulan el procedimiento, colocando en situación de indefensión a esta parte, lo cual debe determinar la nulidad del laudo dictado.
SEXTO .- Motivo segundo: Al amparo del artículo 41.1.f) de la
Ley de Arbitraje en relación con el artículo 37.4 de la misma Ley, el laudo es contrario al orden público por su total falta de motivación.
El artículo 37.4 de la Ley de Arbitraje establece que el laudo
deberá ser siempre motivado, a menos que se trate de un laudo pronunciado en los términos convenidos por las partes conforme al artículo 36.
Esta prescripción se integra dentro del más amplio contenido
del conjunto de disposiciones de orden público que deben regir el procedimiento arbitral y su resolución, como extensión de los derechos establecidos en el artículo 24 de la CE, siendo que en este caso el laudo carece de las mínimas condiciones para rellenar tales garantías, al estar totalmente huérfano de motivación, dictándose una resolución que simplemente se limita a enumerar los hechos y producir un resultado sin concatenación lógica, declarando la resolución contractual “por mutuo disenso” sin tomar en cuenta la buena fe contractual, el orden de ocurrencia de los hechos y la gravedad de los incumplimientos de la demandada. Ello se agrava en mayor medida si ponemos en relación este motivo con el anterior, puesto que de la conjunción de ambos motivos se desprende que se ha tramitado todo el procedimiento arbitral con desconocimiento de los principios básicos del derecho y con evidente vulneración a la tutela judicial efectiva, que debe determinar la anulación del laudo dictado.
Por todo lo expuesto,
SUPLICO AL TRIBUNAL : Que tenga por presentado este escrito,
la copia electrónica del poder notarial de representación informática (o digitalizada) y demás documentos junto con las copias que se acompañan a las que se dará el curso legal, lo admita, me tenga por comparecido y parte en la representación que ostento entendiéndose conmigo las sucesivas diligencias. Y tenga por formulada demanda en ejercicio de la acción de anulación del laudo arbitral de fecha 3 de febrero de 2018 y, tras los trámites correspondientes, dicte sentencia por la que se anule y deje sin efecto el laudo arbitral, imponiendo a la parte demandada las costas del proceso si se opusiere a nuestras pretensiones
PRIMER OTRO SÍ DIGO : Que intereso la devolución del poder
general para pleitos por precisarlo para otro menester quedando en los autos copia debidamente testimoniada.
OTRO SÍ DIGO : Al amparo del artículo 42.1.a) solicito que se
reciba a prueba el proceso y se practiquen los medios probatorios siguientes:
1) Documental, dando por reproducidos los documentos que
acompaño.
SUPLICO AL TRIBUNAL que tenga hechas las anteriores
manifestaciones a los efectos legales que procedan y acuerde de conformidad.
En Valencia, a los 4 días del mes de febrero de 2018