La Seguridad Social - Principios - Tendencias y Reforma Estructural
La Seguridad Social - Principios - Tendencias y Reforma Estructural
La Seguridad Social - Principios - Tendencias y Reforma Estructural
(*) Parte de los conceptos aquí desarrollados pertenecen al trabajo de investigación de la autora, "Hogares a
cargo de madres solas: la incidencia normativa y el acceso a la justicia en el ámbito de la seguridad social", que
integra el proyecto "Hogares a cargo de madres solas (hogares monoparentales)". Programación Científica
2001- 2002 -2003, UBACYT, dirigido por la profesora doctora Cecilia Grosman.
(1) Conf. "Los principios de la seguridad social", p. 105, Bs. As, Ed, Depalma, 1972.
(2) Conf. ALONSO OLEA, Manuel y TORTUERO PLAZA, "Instituciones de Seguridad Social", p. 18 y
sigtes., Madrid, 1990.
(3) Conf. RUPRECHT, Alfredo, "Derecho de la Seguridad Social", p. 19, Bs. As., Zavalía, 1995.
(4) Conf. ob. cit., p. 107.
(5) DE FERRARI encuentra en esta declaración la esencia misma de la seguridad social.
(6) Conf. "La trayectoria de los seguros sociales desde el derecho del trabajo hacia el derecho social", pub. en
lySS, IV-673.
(7) BEN - ISRAEL, Ruth, "La seguridad social en el año 2000: Posibilidades y problemas (incluida la
armonización en el plano internacional)", pub, en revista "Derecho Laboral", p. 635 y sigtes., Montevideo, I.
XXX-VIL N" 176, ocl.-dic. 1994.
(8) También denominado "Welfare State" (Estado de Bienestar anglosajón); Wohlfahrtsstaat o también
Sozialstaat (Estado de Bienestar alemán o Estado Socialista); État Providence (Estado Providente francés).
(9) Conf. PAUTASSI. Laura, "Legislación previsional y equidad de género en América Latina", p. 17,
Proyecto CEPAL/Gobierno de los Países Bajos, Serie Mujer y Desarrollo. Nº 42, Santiago de Chile. 2002.
(10) Conf. ob. cit. p. 18.
(11) Conf. BERTRANAU, Fabio y ROFMAN. Rafael, "La provisión de seguridad social en un contexto de
cambios: experiencia y desafíos en América Latina". N" 55, p. 84, Revista Internacional de la Seguridad Social.
AISS, enero-marzo 2002.
(12) Conf. "Política Social", p. 180, Ediar, Bs. As., 1982.
(13) Conf. OIT, "Seguridad Social - Guía de Educación obrera", p. 6, Ginebra, 1995.
(14) Conf. "Alternativas del cambio de la seguridad social en los países en desarrollo", p. 19, pub. en MTySS,
Revista de Trabajo y Seguridad Social, año 3, N° 9, enero-marzo 1996.
(15) Conf. "Derecho de la seguridad social", p. 25 y sigtes., Ediar, Bs. As., 1966.
(16) Conf. "Seguridad social y servicios sociales para las familias". Documentación de la Seguridad Social
americana, p. 96, Serie Actas N° 12, Bs. As., 1991.
(17) Conf. ALONSO OLEA - TORTUERO PLAZA, p. 31, ob. cit. DERECHO DELTRABAIO—2004-A.
(18) Conf. DE FERRARI, p. 94, ob. cit..
(19) Cabe recordar que la OIT, en 1952, en la Convención N" 102 para la Seguridad Social (también llamada
"norma mínima" o "estándares mínimos") ya establecía que la seguridad social cubriría las contin-gencias
básicas allí establecidas; cuidados de la salud, incapacidad laboral por enfermedad, discapacidad adquirida por
el trabajo, desempleo, maternidad, manutención de los hijos, invalidez, edad avanzada y muerte del sostén del
hogar.
(20) Conf. ALMANSA PASTOR, José M„ "Derecho de la seguridad social", vol. I, p. 251, Madrid, 1981.
(21) Conf. "Una aproximación a la seguridad social y su actual problemática", pub. en TySS, 1999-1032. Allí el
autor revela dos aspectos a tener en cuenta: uno valorativo, en cuanto a que las personas aspiran a recibir
amparo respecto del evento de que se trate y existe una conciencia social que debería otorgarse dicha tutela; el
otro tiene que ver con la factibilidad, ya que sin la posibilidad real de proveer de prestaciones a quienes
padecen las consecuencias de las contingencias sociales, tampoco se alcanza la protección requerida.
(22) Conf. OIT, Conferencia Internacional del Trabajo, 80° Reunión, 1993, "El seguro social y la protección
social". Memoria del Director General, Ginebra, p. 52.
(23) Conf "La Seguridad Social" en Actas del I Congreso Iberoamericano de Seguridad Social (Madrid-
Barcelona), 1.1, p. 354, citado por ETALA. Juan J., ob. cit., p. 97.
(24) Conf. ob. cit., p. 42.
(25) Conf. "Manual de economía de la seguridad social en América Latina", Montevideo, CLAEH, 1998;
citado por PAUTASSI, L, ob. cit.. p. 20.
(26) Conf. ETALA, Juan J., ob. cit., p. 50. DERECHO DELTRABAJO—2004-A
(27) En este sentido CHIRINOS señala que este principio consagra la propia responsabilidad, por lo que la
función del Estado debe ser ejercida una vez agotados los esfuerzos de cada persona, desde su
responsabilidad individual, para atender sus necesidades. La responsabilidad del particular se patentiza a
través de los sistemas contributivos o impositivos (conf. "La seguridad social y la Argentina", p. 56 y sigtes.,
Ed. Ad-Hoc, Bs. As., 1991.
(28) Para LAROQUE, "uno de los caracteres esenciales, tal vez el más esencial de todo plan de la seguridad
social, es su unidad, la formación de una sola estructura que contenga todas las medidas y todos los beneficios
destinados a ofrecer a cuantos viven de su trabajo la seguridad que reclaman, reunida en un todo armonioso y
coherente, instituciones y reglas que, por la evolución misma de las circunstancias, presentan más bien un
carácter contradictorio y disperso" (conf. "Del seguro social a los seguros sociales", pub. en Rev.
Internacional del Trabajo, Ginebra, t. XXXVII, p. 676; citado por RUPRECHT, Alfredo, "Derecho de la
seguridad social", p. 73, Bs. As., Zavalía, 1995).
(29) Conf. ob. cit., p. 80 y sigtes.
(30) Conf. "Manual de derecho de la seguridad social", p. 33, Bs. As., 1989.
(31) El art, 14 bis de la Constitución Nacional dispone en lo pertinente: "El Estado otorgará los beneficios de
la seguridad social que tendrá el carácter de integral e irrenunciable. En especial la ley establecerá: el seguro
social obligatorio que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y
económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del
bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna".
(32) Conf. "Principios constitucionales del derecho del trabajo (individual y colectivo) y de la seguridad social
en el art. 14 bis", pub, en TySS, 1981-481 y sigtes.
(33) Conf. ob. cit., p. 44.
(34) Conf. BIDART CAMPOS, ob. cit., p. 532.
(35) Conf. ob. cit., p. 532 y sigtes.
(36) Conf. "La planificación de la seguridad social en el marco de una política social integral", pub. en
"Estudios de la seguridad social. Artículos del doctor Ricardo R. Moles", p, 13, publicados por la Oficina
Regional para las Américas en homenaje a su memoria, N° 89, Año 2001.
(37) El art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional, en lo pertinente dispone que: "...La Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales;
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la
Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanas o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en las condiciones de su
vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y
deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos...".
(38) Conf. DEJARDIN. Jerome, "El perfil de la seguridad social en el siglo XXI", pub. en "Estudios de la
seguridad social", N° 90, p. 23, AISS, Año 2002.
(39) Conf. VERSTRAETEN, Johan, "Discurso del presidente de la AISS en la 27º Asamblea General",
(Estocolmo, 2001), pub. en "Estudios de la seguridad social", N° 90, p. 69, AISS, Año 2002.
(40) Este autor destaca que la seguridad social es una institución estrechamente vinculada a las variacio-nes
económicas y sociales, y, para su efectividad, como factor de bienestar, no sólo depende de la adecuación de
las soluciones técnicas a los objetivos fijados, sino de la definición de una política en la materia, así como de
una instrumentación eficiente de las estructuras administrativas que mueven la operativa del sistema. Este
debe funcionar en un plano de autonomía, pero bajo una coordinación racional ajustada a los principios de
una política nacional de seguridad social (conf. "Aspectos administrativos de la seguridad social. Política,
problemas, necesidades y previsiones", pub. en ob. cit., p. 20).
(41) Conf. SCHERMAN, Karl G., "Las instituciones y la reforma de la seguridad social, ¿un nuevo consenso
para la reforma de la seguridad social?", N" 90, p. 47, pub. en Estudios de la Seguridad Social, año 2002.
(42) Conf. "La seguridad social en el próximo siglo: influencia demográfica y mundialización", pub. en
Estudios de la Segundad Social, N° 90, p. 149.
(43) DAYKIN subraya que el fenómeno del "baby boom" —denominación con la que se conoce al conjunto
de personas nacidas durante el período comprendido entre finales de la segunda guerra mundial y mediados
de la década de 1960, que en los próximos 30 años estarán gozando de algún beneficio jubilatorio—
exacerbará la inexorable desmejora de las tasas de dependencia en la vejez, que puede producirse como
consecuencia de la baja fecundidad y la mayor expectativa de vida. Sin embargo, entiende que el
envejecimiento de la población es un factor genérico en muchos países, pero que concurre con otras causales
para conformar la crisis de la seguridad social (conf. "Reforma de las pensiones y opciones de
financiamiento", p. 34, pub. en Estudios de la Seguridad Social, AISS, año 2001.
(44) Estos mismos autores precisan que cuanto más elevado es el nivel de desempleo, mayor es la carga de los
gastos; reduciéndose el ingreso destinado a la financiación de la seguridad social. Así, en la medida que la
mundialización repercute en los niveles de empleo a escala nacional y a las diferencias en los salarios, se
dificulta la adaptación de los regímenes de seguridad social a los nuevos cambios que presenta la sociedad.
(45) Conf. ob. cit., p. 73. DERECHO DELTRABAJO—2004-A
(46) Conf. OIT, "Informe sobre el trabajo en el mundo 2000", Ginebra, Oficina Internacional del trabajo, cit.
por BERTRANOU, E y ROFMAN, R., ob. cit., p. 78.
(47) Conf. BERTRANAU, B y ROFMAN, B., ob. cit., p. 86.
(48) Conf., ob. cit., p. 88.
(49) MESA LAGO distingue a la Argentina, Chile, Uruguay. Cuba y Brasil como países pioneros en
introducir un sistema de seguridad y que han alcanzado mayor desarrollo; los países intermedios, donde los
primeros programas de previsión fueron introducidos posteriormente y que presentan una relativa
uniformidad como Perú, Bolivia, México y Colombia y los países de aparición tardía, que cuentan con
sistemas relativamente unificados, que son algunos países de América Central y del Caribe (conf. "La reforma
estructural de pensiones en América Latina; tipología, comprobación de presupuestos y enseñanzas", en;
"Pensiones en América Latina: dos décadas de reforma", por BONILLA GARCÍA, Alejandro y CONTÉ
GRAND, Alfredo H. (compiladores). OIT, Lima, Perú, 1998, p. 77 y sigtes.
(50) LO VUOLO designa estos lineamientos como la "Nueva Ortodoxia Previsional", que es pergeñada por
tos distintos organismos de asistencia crediticia. En su opinión, en el caso del informe del Banco Mundial del
año 1994 "Envejecimiento sin crisis. Políticas para la protección de los ancianos y promoción del
crecimiento", se presenta una especie de manual de análisis y reforma de los sistemas de seguridad social, que
sirve como manual de las "condiciones" exigidas para acceder a los créditos de la institución (conf,, para
profundizar el tema, "Reformas previsionales en América Latina: una visión crítica en base al caso argentino"
pub. en "Economía e sociedade", Revista do Instituto de Economía da UNICAMP, vol. 6, Campiñas, junio
de 1997; cit. por BIRGIN-PAUTASSI, ob. cit., p. 29).
(51) Este autor también puntualiza que, en las condiciones económico - sociales en que se desenvolvían los
países latinoamericanos, la reforma se configuraría antes como una estrategia del ajuste estructural, que como
una manifestación de la política social. De allí que las consideraciones de mercado (desarrollo del sector
privado, fortalecimiento del ahorro nacional, formación de mercados de capitales), prevalecieran por sobre
sus implicaciones sociales (cobertura de las contingencias); recayendo sobre los técnicos de la economía (antes
que los especialistas de la seguridad social) la responsabilidad de diseñar la reforma (conf. "Pensiones de
retiro: esquemas nacionales, seguro social y fondos privados", pub. DT, 2001-A, 1).
(52) Cuando se habla de sistemas de pensiones (téngase en cuenta que usualmente, en la mayoría de los países
este término designa a los beneficios en general; comprendiendo lo que nosotros llamamos "jubilaciones" y
"pensiones derivadas del fallecimiento del afiliado"), se utiliza el concepto de "tres pilares" para considerar a
los sistemas previsionales como pilares múltiples donde el primer pilar garantiza ingresos
mínimos, el segundo es obligatorio y otorga prestaciones en relación con las ganancias y el tercero es volun-
tario y otorga beneficios complementarios. Cabe remarcar que los sistemas de pilares no son fijos, pudiendo
efectuarse diversas combinaciones entre las duplas privado-público y voluntario obligatorio; de allí que los
sistemas capitalizados puedan ser gestionados por el sector público (conf. SCHERMAN, K., ob. cit., ps.
59/60).
(53) En los sistemas de seguridad social bajo la modalidad de reparto (pay as you go), el Estado actúa como
redistribuidor de los recursos que se logran reunir entre la población beneficiaría; dependiendo la calidad y
cantidad de las prestaciones, del crecimiento sostenido de los recursos, de la eficiencia del sistema y de los
cambios en las necesidades de la población beneficiaría (conf. SCHULTHESS, Walter; DEMARCO,
Gustavo, "El desafío del siglo XXI: innovar y adaptar los sistemas de seguridad social a los cambios
económicos, sociales y demográficos de las Américas". Revista Previsión Social, Anses, N" 14, abril-junio
1994, p. 3). Su financiamiento se basa en el principio de solidaridad. Los regímenes de capitalización de
aportes, que prevalecen en los esquemas de naturaleza privada, se corresponden con sistemas de ahorro
capitalizados individualmente.
MÜLLER señala que, en tanto el esquema público de reparto implica que los desembolsos corrientes en
concepto de beneficios se pagan con los ingresos corrientes de las contribuciones al sistema previsional,
donde se apela a la solidaridad entre generaciones (los activos contribuyen con sus aportes a financiar las
prestaciones de los pasivos); en los esquemas privados de capitalización individual, el asegurado acumula a lo
largo de su vida laboral un fondo o cuenta de ahorro, el cual se convierte en una renta al momento de su
retiro (conf. "La economía política de las reformas previsionales en Europa Centro-Oriental", MINO y
DAVILA-CIEPP, Bs. As.. 2002. p. 28).
(54) Se presenta, usualmente, una relación entre los sistemas de reparto y el otorgamiento de beneficios
definidos, que garantizan, a través de una fórmula preestablecida, cierta certidumbre respecto del monto a
percibir, pudiendo mantener el nivel de ingresos de actividad.
En los sistemas de capitalización, mediante contribuciones definidas, se otorgan beneficios indefinidos;
liquidándose las prestaciones de acuerdo a las contribuciones acumuladas, más los retornos de inversiones a
lo largo del tiempo. En este caso, la certidumbre se le asegura a los contribuyentes (a diferencia del sistema de
reparto) pero no a los beneficiarios, ya que no se puede asegurar el nivel de vida de actividad puesto que todo
depende de la capacidad de ahorro del afiliado al sistema y de la evolución de sus inversiones.
(55) Conf. MÜLLER, K., ob. cit., ps. 59/60.
(56) En una reciente entrevista, al referirse a las diferencias básicas entre los sistemas públicos y priva-dos de
previsión social, Dominique Plihon, economista y miembro de ATTAC Francia, explicaba que, desde el
punto de vista cultural, el sistema de capitalización es individualista, porque los ingresos futuros de cada
aportante dependen de sus ingresos actuales. Et sistema de reparto, por el contrario, busca una solidaridad
doble: una es la solidaridad intergeneracional, entre los jóvenes que hoy trabajan y que aportan; que son los
que pagan las jubilaciones de los mayores, que ya están jubilados. La segunda solidaridad, es entre ricos y
pobres, o entre los más ricos y los menos ricos; ya que se hace una redistribución desde ese punto de vista, se
toma una parte de los recursos aportados por los más ricos, para mejorar las jubilaciones de los menos ricos.
A su criterio, el sistema de capitalización crea desigualdades y "los franceses deseamos mantener el sistema de
reparto porque forma parte de nuestro contrato social".
(57) Conf. "Reforma y futuro de la seguridad social", pub. en "Estudios .,.", ob. cit,, p. 13.
(58) Conf. "La evolución de las reformas en la seguridad social", pub. en "Estudios de la seguridad social.
Cuestiones actuales de la seguridad social en América Latina", p. 19, N° 88, año 2001.
(59) GOLDIN indica que en nuestro país, hubo una fuerte resistencia inicial a la reforma, por parte de los
sindicatos y de la oposición parlamentaria; sin embargo los sindicatos terminaron aceptando el proceso de
reformas una vez que el gobierno los habilitó para formar administradoras de fondos de pensión o participar
en ellas. A su criterio, la intervención del parlamento no fue irrelevante ya que el sistema privado terminó
incluyendo un componente público (de allí el carácter "mixto" del esquema), de reparto y solidario, que es el
mínimo a que tiene derecho toda persona que percibe una prestación previsional: la prestación básica
universal (PBU). También se estableció una administradora de fondos de pensión de carácter público,
perteneciente al Banco de la Nación Argentina, que competiría con las administradoras privadas (conf.
GOLDIN, ob. cit., p. 17).
60) Conf, "Protección Social, jubilaciones, pensiones y género en Argentina", en "Protección social,
pensiones y género", BERTRANOU, Fabio y ARENAS DE MESA, Alberto (Editores), CIT, p. 31, Chile,
2003.
(61) Es el sistema publico quien debe atender, (sirviéndose de las contribuciones patronales de todos los
afiliados, de los impuestos de afectación y de las partidas presupuestarias adicionales), el pago de: a) los
beneficios acordados conforme el antiguo régimen; b) la Prestación Básica Universal y c) la Prestación
Compensatoria; todos ellos, que se acuerdan a los beneficiarios comprendidos en ambos sistemas.