El Populismo en La Politica Brasileña - WEFFORT
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71.~ E Skisbnorr
todavía contaba con poder organizar una al punto de obligarnos a rendimos". La carta El populismo en la política brasileña*
msiistcylcia contra los generales - rebeldes", que dejaba pocas dudas sobre la manera de cómo
el suicidio del Presidente debía ser interpre-
ahora representaban a casi la totalidad de la Francisco Weffort**
Aeronáutica y la Marina, y gran parte del Ejér- tado: - Yo ofrezco mi vida en holocausto. Eli-
cito. Después de conferenciar con los gene- jo esta manera de estar siempre con uste-
rales opositores del Ejército, el Ministro de des". El mensaje concluía: - Yo les di mí vida.
Guerra finalmente se convenció de que la li- Ahora ofrezco mi muerte. Nada queda.
cencia de Vargas tenía que ser permanente. Serenamente doy el primer paso del camino
Se transmitieron noticias del ultimátum final a la eternidad y salgo de la vida para entrar
de los militares, ahora apoyado por el propio en la historia"." parecían existir posibilidades de desarrollo
El populismo es el resultado de la larga eta-
Ministro de Guerra, al palacio presidencial, Auténtica o no, la carta testamento fue in- capitalista nacional. Expresa, sobre todo, de
pa de transformaciones de la sociedad
donde Vargas fue informado poco después mediatamente aceptada como tal por el pueblo. manera acabada, la emergencia de las cla-
brasileña a partir de 1930. Como estilo de
de las 8 horas de la mañana del 24 de agosto. Terminó con la indecisión de Getúlio entre ses populares en el seno del desarrollo ur-
gobierno, siempre sensible a las presiones
Getúlio mantuvo su palabra. No dudando un política ortodoxa y una nacionalista. Su carta bano e industrial de la época y la necesi-
populares, o como política de masas que bus-
un solo momento acerca de su defensa Anal de suicidio era la apelación nacionalista más dad, sentida por algunos de los nuevos gru-
ca conducirlas manipulando sus aspiraciones,
contra sus enemigos, apuntó cuidadosamente vigorosa que jamás había hecho. pos dominantes, de incorporar a las masas
el populismo sólo puede ser comprendido
el arma contra su corazón y apretó el gatillo. La reacción del pueblo tomó por sorpresa al juego político.
dentro del contexto del proceso de crisis
Su familia y sus ayudantes se precipitaron ha- a sus oponentes. Una ola de compasión por Resultado de un período de crisis, por un
política y desarrollo económico que inaugu-
cia su habitación y encontraron al Presidente Getúlio envolvió al país. Lacerda, el periodis- lado, y permeado por las peculiaridades de
ra la revolución de 1930. El populismo ex-
muerto. Oswaldo Aranha, compañero de tan- ta de la cruzada contra Vargas, cuyo coraje esta época, por otro, el populismo es un fe-
presa el período de crisis que atraviesan a la
tas batallas en el pasado, estalló en lágrimas. había galvanizado a la oposición, se ocultó y nómeno político con aspectos frecuentemen-
vez la oligarquía y el liberalismo, siempre
Una encendida-carta, dejada por Getúlio, poco después huyó del país a la espera de te contradictorios. A veces resulta difícil, para
muy ligados en la historia del Brasil; y tam-
fue inmediatamente entregada a los diarios. que el furor se aquietara. Multitudes enfureci- bién expresa la democratización del Estado aquellos que vivieron, de una manera o de
Denunciaba que - una campaña subterránea das quemaron los camiones de reparto del otra, los problemas políticos de esta época
que debió apoyarse en algún tipo de autori-
de grupos internacionales unidos a grupos diario de oposición O Globo y luego asaltaron histórica, presentar una visión de conjunto
tarismo,. sea el autoritarismo institucional de
nacionales - había intentado bloquear "las ga- el edificio de la Embajada de los Estados Uni- del movimiento populista que pueda dar
la dictadura de Vargas (1937-1945), sea el
rantías- de los trabajadores", las limitaciones a dos. Durante su campaña: los antigetulistas cuenta de toda su diversidad. Dejde 1945
autoritarismo paternalista o carismático de los
las ganancias excesivas y las propuestas de habían concentrado el fuego de ataque en la hasta 1964, muchos líderes de renoinbre na-
líderes de masa de la democracia de pos-
crear a netrobras y Electrobeis. - Las ganancias persona del Presidente. A través de su acto cional (tres presidentes y algunosgobema-
guerra (1945-1964). El populismo fue tam-
de las empresas extranjeras alcanzaban has- final de autosacrificio, Vargas neutralizó la ven- dores de estado) buscan asegurarse la adhe-
bién una de las manifestaciones de la fragili-
ta el 500% por año - , afirrnaba, mientras que taja política y psicológica que sus oponentes sión popular en los centros más urbanizados
dad política de los grupos urbanos dominan-
las medidas del gobierno brasileño para pro- habían acumulado. En la muerte, como en la del país. Cada uno de ellos tiene su "estilo",
tes, cuando éstos intentaron reemplazar a la
teger sus exportaciones de café provocaban vida, los actos de Getúlio fueron bien diseña- su política propia casi siempre poco explíci-
oligarquía en los puestos de mando político
"una violenta presión sobre nuestra economía dos para producir el máximo efecto político. ta y su ideología menos explícita aún y mu-
de un país tradicionalmente agrario y
dependiente en un momento en el cual chas veces confusa. Las diferencias, a veces
93 El texto de la carta testamento• tal como fue proporcionada a la prensa, se publica en César, Politica,
cittio e sangue. pp. 219-20 La traducción Inglesa, un poco mutilada. publicada en el New York Times. 25 Paris, fascículo 257, 1967. Traducido por Andrea
Este articulo fue publicado en Les Temps Modernes.
de agosto de 1954. se reproduce en E Bradtord Burns, A Docurnentary History of Erazil. Nueva York, 166, Poggi y Mario Alberto Patrona; super."sado por Maristella Svampa.
363 70 John W F Duifes sostiene la autenticidad de la carta testamento en "Farewell Messagers of Getúlio Francisco Weffort es profesor de !a Universidad de Sao Paulo y actualmente Ministro de Cultura del
Vargas'. Hrspamc Amenc..in Htstorical Review, XLIV. N'4. noviembre 1964, pp. 551 - 53. lamben la sostiene
Gobierno de Brasil.
lounval Fontes en Glauco Carneiro. 'A Face Final de Vargas". en O Cruzeiro, 15 de mayo de 196'5.
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134
• tan«.
Fnrneiur 177dror El populismo en la politica brasileña
las contradicciones, que existen entre ellos modo, estaríamos obligados a aceptar la con- "-'- cho que ver con las condiciones en las
La crisis de la oligarquía y las nuevas clases
son tales que es d&il desentrañar un signifi- cepción liberal de la elite que, en defini t i- que se instala el nuevo régimen y con la
cado fundamental común, más allá del inte- va, ve en el populismo una suerte de
La revolución de 1930 es el punto de in- incapacidad de las clases medias y de los
rés que todos tienen en conquistar los votos aberración de la historia, alimentada por la
flexión entre dos épocas. Este movimien- sectores industriales de reemplazar a la
populares y en manipular sus aspiraciones. emotividad de las masas y la ausencia de
to dirigido por hombres de clase media y oligarquía en las funciones del Estado.
Inclusive, estamos tentados de emitir un jui- principios de los líderes.
por algunos jefes oligárquicos (entre ellos Los sectores industriales fueron tal vez los
cio fragmentario y a concebir el populismo En realidad, la complejidad política del
el mismo Getúlio Vargas) abre la crisis del mayores beneficiarios de los cambios políti-
más como un fenómeno de naturaleza per- populismo pone de relieve la complejidad de
sistema de poder oligárquico, establecido des- cos que se produjeron después de 1930.
sonal que social y polític. Los bruscos cam- las condiciones históricas dentro de las cuales
de los primeros años de la República (1889) y Sin embargo, sería ilusorio suponer que
bios de orientación política de líderes como se produce. El populismo fue una manera de-
consagrado por la Constitución liberal de 1891. tuvieron un rol importante en los aconteci-
Vargas o yánio Quadros, por ejemplo, pue- terminante y concreta de manipulación de las
Una de las particularidades del proceso de mientos que condujeron a la crisis de la
den dar la impresión de que el populismo clases populares, pero de la misma manera
transforMación política desencadenado por la oligarquía. El movimiento de la Alianza Li-
es nada más que una suerte de "oportu- representó un medio de expresión de sus in-
insurrección de 1930 parece haber sido que beral contra el antiguo régimen fue
nismo esencial" ck algunos líderes, una am- quietudes. El populismo puede significar al
las verdaderas fuerzas sociales y los motivos esencialmente el resultado de una transac-
bición desmesuradade poder asociada a mismo tiempo una forma de organización del
reales de su comportamiento no siempre fue- ción entre algunos grupos urbanos de cla-
una capacidad casi ilimitada de manipula- poder para los grupos dominantes y, a la vez,
ron muy claros. se media y algunos sectores agrarios que
ción de masas. la principal forma de expresión política del
Sin embargo, podemos señalar algunos de conservaban una posición divergente en
Esta concepciln —que parece traducir la ascenso popular en el proceso de desarrollo
sus rasgos más visibles. En primer lugar, se el interior del sistema oligárquico. LA bur-
esencia del puntode vista de algunos libera- industrial y urbano; esto es, un mecanismo a
u-ata de la decadencia de los grupos oligárqui- guesía industrial, como fuerza política
les de la clase media, perplejos frente a la través del cual los grupos dominantes ejercían
cos en tanto factor de poder. Se vieron obli- individualizada, estuvo prácticamente au-
orientación que tomó el proceso político des- su dominación y, a la vez, un medio de ame-
gados a abandonar las funciones de domina- sente de los procesos revolucionarios.
pués de 1945—' puede tener su grado de nazar potencialmente esa dominación. Si este
ción política que cumplieron hasta 1930 de Analizando las condiciones iniciales de la
verdad. Muchos iombres de izquierda —que estilo de gobierno y de comportamiento polí-
manera ostensible y casi exclusiva, para pa- industrialización del Brasil, Celso Furtado ob-
también son horibres de clase media— tie- tico es esencialmente ambiguo, se debe cier-
sar a subsistir en las sombras (aun cuando ellos serva que no existen, en esta época de crisis
nen una visión mejante. Nos parece, sin tamente por una parte a la ambivalencia per-
están presentes en el nuevo régimen, en el de la economía agraria, condiciones que bu-
embargo, que no se puede caracterizar un sonal de los políticos divididos entre el amor
ámbito regional o municipal en numerosos es- bienm permitido la aparición de un conflicto
estilo de régimen pol ítico únicamente como hacia pueblo y el amor hacia las funciones
tados) hasta 1945, fecha en la que obtienen abierto entre los intereses agrícolas y los inte-
manipulación; rimen que, de todas mane- gubernamentales. Pero el populismo tiene raí-
una representación privilegiada en el reses industriales en gestación. Es cierto que
ras, se confundeen muchos sentidos con la ces.sociales más profundas y la restitución de
Congreso.= Por otro lado, se observa a par- la política económica del gobierno revolu-
historia de Brasil en el curso de los últimos su unidad en tanto fenómeno social y político
tir de 1930 una tendencia a la ampliación cionario, consecuencia de las repercusiones
treinta años. El populismo, sin ninguna duda, plantea un problema a quien estudie la forma-
institucional de las bases sociales del Esta- internas de la gran crisis de 1929, tuvo
sirvió para manipular a las masas, pero esta ción histórica del Brasil en el curso de los últi-
do. Sobre este punto que nos interesa más, como uno de sus resultados el estimulo
manipulación nenca fue absoluta. De otro mos treinta años.
conviene mencionar primero la partici- del desarrollo industrial. Furtado observa,
pación de las clases medias y de los secto- sin embargo, que la reorientación de la
res de la burguesía ligados a la industrializa- economía brasileña hacia la industria de-
1. En 1947, PlinioBarreto. un liberal sorprendido por las derrotas de su partido (UDN. partido liberal que se penderá menos de una política conscien-
ción en el proceso que condujo a la crisis
pasó después a la terecha) y por la irrupción politica de las masas, escribió una crónica que es un ejemplo
del régimen oligárquico. La participación te de industrialización que de ciertas
de la perplejidad y del espíritu de elite de algunos sectores de la clase media. Decepcionado por la
democracia, busca -aconsejar" a quien pretenda tener éxito en politica. y dice, entre otras cosas. que las política de las clases populares tiene mu- circunstancias estrechamente asociadas a
masas tienen una -irresistible tendencia hacia la pulla"; 'evite por todos los medios obligar al pueblo a
reflexionar. La reflejen es un trabajo penoso al que el pueblo no está habituado. Déle siempre la razón.
Prométale todo lo zjue le pide y estréchelo en un abrazo lo más posible. El único talento permitido al
candidato es el deramelot.", 'O Estado de Sáo Paulo, 26 de enero de 1947. 2. Sobre !a representación privilegiada ce las fuerzas tradicionales en el Congreso, ver el articulo de Celso
Furtado. 'Le Bresil ou les entraves au dei.eioppement". en Esprit, enero 1966
El populismo en la política brasileña
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ción y beneficios materiales. También, dice posibilitaron la emergencia de simpatías ge- banas o rurales y sus acciones tendían más
los efectos internos de la crisis. La crisis de la
nerales en la opinión pública urbana. No hacia un radicalismo romántico que hacia
economía agraria es, en primer lugar, un sim- Cardoso, - el hombre de negocios extrae el
máximo de provecho del hecho de que per- obstante, lo que parece cierto es que la pro- una política revolucionaria eficaz. Su estilo
ple reflejo de la disminución de los estímulos
tenece a una clase económicamente domi- testa de las clases medias jarcias fue capaz de de acción se manifiesta en los heroicos y
del mercado externo y la política guberna-
nante sin serlo totalmente desde el punto de ser verdaderamente eficaz fuera de un cierto trágicos episodios de 1922, cuando una
mental consistió, en lo esencial, en transferir
vista politico".' tipo de alianza con un grupo situado en el docena de jóvenes militares se enfrenta a
hacia el conjunto del país las pérdidas provo-
Las clases medias constituyen una de las interior mismo de la oligarquía. Obligados las fuerzas del régimen en el curso de una
cadas en el cultivo del café, nuestro principal
fuerzas más importantes entre aquellas que por una situación de dependencia social, en lucha absolutamente desigual en-Río de
producto de exportación. Esta política permi-
buscan hacer presión para derribar al régimen un estructura donde la gran propiedad era el Janeiro, capital de Brasil en la época. Está
tió la defensa del nivel de empleo y también
oligárquico. De estos sectores, construidos en elemento económico y social dominante,' igualmente presente, con toda su grande-
de la demanda interna en un momento en
su mayoría por funcionarios públiCos, milita- estos grupos no llegaron a formular una ideo- za, en la marcha de la Columna Prestes,
que se reducia la capacidad para importar.
res y profesionales liberales, surgen los líde- logía propia; esto es, un programa de trans- que después de recorrer luchando más de
.Además, esta política creó indirectamente
res más radicales de las insurrecciones formación social que expresara un punto de 20.000 kilómetros por el interior del Bra-
condiciones favorables para las inversiones en
antioligárquicas de la década de 1920. Ellos vista original contra el sistema vigente. Sus sil, fue obligada a recurrir al exilio: imagen
el mercado interno, sobre todo para las inver-
representan también la parte más influyente reivindicaciones de base, "representación y de una revuelta que no ha encontrado la
siones en la industria.'
de la opinión pública que buscan dirigir con justicia", tendían a formularse en el marco de posibilidad de una vía política autónoma.
Un análisis de este tipo nos permite com-
el objetivo'de aplicar los principios liberales los principios liberales consagrados en la En la Revolución de 1930, los líderes más
prender las condiciones fundamentales de la
consagrados en la constitución de 1591, pero constitución de 1891 que constituían parte del importantes del tenentismo, con excepción
ausencia política de los grupos industriales en
sistemáticamente desplazados por las oligar- horizonte ideológico de la oligarquía. de Luis Carlos Prestes, el jefe del movi-
los inicios de la crisis oligárquica. Es más, te-
quías en el poder. Desde este punto de vista, La desconfianza en relación con los "po- miento que ingresa al Partido Comunista,
nemos aquí algunas de las condiciones que
explican el comportamiento político de los la revolución aparecería como el punto cul- líticos" fue siempre una de las característi- se asocian con algunos de sus antiguos ene-
minante de la presión de las clases medias cas del tenentismo, designación común- migos para promover la caída del poder
sectores industriales de los años siguientes. El
que buscaban obtener las garantías para el mente aplicada a los movimientos dirigi- oligárquico. Ellos marcan los primeros años
desarrollo industrial jugará siempre un rol
sufragio, hasta entonces manipulado de ma- dos por los jóvenes militares que se cons- de gobierno revolucionario por su posición
secundario, y en cierta medida complemen-
nera fraudulenta, y a moralizar las costumbres tituyeron en los líderes más representati- de lucha contra las instituciones oligárquicas
tario en relación a las actividades del sector
políticas. Sin embargo las clases medias no vos de las clases medias.' Sin embargo, todavía existentes, pero no encontraron los
externo de la economía. La ausencia de los
demostraron poseer aquella - vocación de durante su largo período de relativo aisla- medios de llegar al control del poder.
grupos industriales en la revolución de 1930
poder" que les habría permitido transformar miento político, los lenentes no se mostra- La divisa de un jefe dula oligarquía que
será confirmada, más tarde, por su incapaci-
el movimiento de 1930 en el punto de parti- ron capaces o interesados en construir alian- participa enla Alianza Liberal —"hagamos la
dad para asumir responsabilidades políticas
da de un nuevo régimen coherente con sus zas efectivas con las masas populares ur- revolución antes que la haga el pueblo"— es
en el nuevo régimen. A pesar del crecimiento
del sector empresarial en el curso de este aspiraciones liberal-democráticas.
periodo, Fernando Flenrique Cardoso nos El inconformismo de las clases medias vie-
muestra en las investigaciones que efectúa ne de lejos y se manifestó de diferentes ma-
5. A diferencia de la antigua clase media americana, las clases medias brasileñas no tenían su principal
en 1962-1963, cómo los actuales empresa- neras, desde las campañas de opinión en el
actividad social y económica en la pequeña propiedad independiente sino en sectores subsidiarios (admi-
rios no se identifican subjetivamente con el momento de las elecciones, hasta las insurrec- nistración pública y servicios) de una estructura cuya pauta está dada por la gran propiedad de la tierra.
gobierno, y como se sitúan subjetivamente ciones militares de 1922-1924 y 1926, que fue- 6. Dice Werneck Sodré que los 'movimientos más importantes, que tuvieron eco en la opinión pública y amplio
ron sin duda sus expresiones más radicales y apoyo en la prensa, eran de orden militar: se sucedían los levantamientos de jóvenes oficiales, inconformes con
junto al Pueblo y, como tal, exigen protec-
el estado de cosas reinante. No había, en ese momento, otra válvula de escape y de ahi el predominio de los
militares en esos pronunciamientos'. Agrega a continuación que el tenentismo 'sólo en su etapa final se compo-
ne de fuerzas partidarias tradicionales, escindidas del grueso de aquellas que figuraban en el plano político'.
3. Celso Furtado. C 3 .ét:C3 do Desonvolomenlo, Rio de Janeiro, Fundo de Cultura. 2' gane, cap. 2, I. Nelson Werneck Sodré, História da Burguesia Brasileira, Río de Janeiro, Civilizagáo Brasileira, 1964, p. 281.
4. Fernando Hervlq.,.e Cardoso. Empresario industrial e Desenvolvimento Económco, Sáo Paulo, Difusáo Sobre el tenentismo ver también Virgilio Santa Rosa, O sentido do tenentismo, Rio de Janeiro, Schmidt Editor,
Europóia du Loro, 1964, p. 168. 1932 (?) sic, y la trilogía de Helio Silva sobre O Ciclo Vargas. Río de Janeiro, Civilizagáo Brasileira, 1965/66.
12g
1 '-
El populismo en la politica brasileña
Frow‘co Worroes
reveladora de la actitud de este movimiento Conviene antes interrogarnos acerca de tenía una orientación totalmente diferente: se de las minorías dominantes, un problema real
en rebción con las masas populares. El movi- la ausencia de clases populares en el proce- buscaba transferir los conflictos sociales de la y, hasta cierto punto, una amenaza.
miento revolucionario que, como lo muestra so revolucionario. Es sabido que esta "ausen- esfera policial a la del derecho social. Decía
José Honorio Rodrigues, surge de la escisión cia" no significa de ningún modo una posi- Getúlio Vargas ya en el año 1930, definiendo
de las minorías dominantes y tenía objetivos ción de indiferencia en relación a los aconte- una política de incorporación de las masas Estado y clases populares
casi exclusivamente limitados a la "represen- cimientos. La Alianza Liberal, lo mismo que populares que será en adelante uno de los
Ración" y a la "justicia", consiguió conquistar la el tenentismo en los años precedentes, con- leit motiv de su gobierno, que "si nuestro pro-
-
La exclusión de las clases populares de
quistó ampliamente las simpatías populares. los procesos políticos fue una de las caracte-
simpatía de las masas populares urbanas pero teccionismo (se refiere al proteccionismo del
no llegó a interesarse por su participación Por otro lado, las clases populares, en 1930 Estado) favorece a los industriales, se impone rísticas notorias del régimen derribado en
activa. En verdad, la Alianza Liberal sólo aspi- y aún antes, son percibidas como problema igualmente el deber de ayudar al proletario 1930. Si hubo participación popular en el pro-
raba a atender una muy pequeña parte de las por los grupos dominantes: ellas estarán pre- con medidas que le aseguren un confort relati- ceso electoral, ella fue bien débil, pues no
aspiraciones populares y, en lo que. es sentes en sus cálculos políticos antes y des- vo, estabilidad y ayuda cuando esté enfermo llegó de ningún modo a gravitar sobre los
fundamental, buscaba prevenir un posible pués de la insurrección. En este sentido, la o anciano"; 'lo poco que tenemos en materia procesos "democráticos" vigentes en la epo-
movimiento popular.' Por otro lado, las descripción que hace uno de los mejores in- de legislación social no se aplica o se aplica ca " En el curso de las elecciones
clases populares parecían no tener aún térpretes de la época de la Alianza Liberal muy poco y esporádicamente"." Para las ma- posrevolucionarias de 1933, la proporción de
condiciones para ejercer ellas mismas pre- en la fase electoral (pre-insurreccional) es sas populares, la legislación laboral represen- electores inscriptos sobre el total de la po-
siones para obtener una participación au- muy clara: "La Alianza Liberal era una suerte tará la primera forma en que se expresa su blación llegaba apenas a cerca del 3,5%, y
tónoma en el proceso político." de puerto para todos los inconformismos y ciudadanía así corno sus derechos de partici- no hay razón de creer que el nivel de
La incorporación de las clases popula- todas las esperanzas. El pobre, el millonario, pación en los asuntos de Estado. Esto será uno participación hubiera sido mayor en el pe-
el obrero, el funcionario, el comunista, la fe- riodo anterior. En las elecciones de 1934, las
res al juego político dependerá del curso de los elementos fundamentales para com-
ulterior de los acontecimientos y, en parti- minista, todos podían tener confianza en la prender el tipo de alianza que establecieron últimas del régimen revolucionario, esta mis-
cular, de la inestabilidad característica del acción del candidato que ellos designaban"? con los grupos dominantes por medio de lí- ma proporción sube a cerca del 6,5%, para
nuevo equilibrio de poder que se estable- ¿Por qué, en efecto, suponer que las masas deres populistas. llegar en el segundo escrutinio realizado en
ce a partir de la crisis de la oligarquía. No populares no miraban con simpatía a un La ausencia de las masas en la in.s-u rrección la etapa democrática (1950) a cerca de un
solamente el movimiento de 1930 fue movimiento que se presenta, en definitiva, no puede ser pues interpretada como un in- 22% y a un 22,2% en las elecciones de 1960.
fundamencalmente un cambio en la estructu- como la encarnación de la nación en su lu- dicador de la pasividad global de su compor- Si bien el nivel de participacióh electoral al-
ra. de poder operada "desde arriba" y, en este cha contra un régimen político cuya actitud tamiento. Ellas están ausentes de la acción pero canzado en 1950 y 1969 es inferior al núme-
sentido, capaz de actuar antes que las masas en relación a las reivindicaciones populares están presentes para cualquiera de las dos ro de adultos —excluidos los analfabetos, que
populares, sino que la misma participación de era esencialmente represiva? "La agitación facciones en conflicto como una presión per- implica de hecho la no participación de la
estas últimas en el juego político se hará tam- obrera es una cuestión que interesa más al manente sobre el statu quo oligárquico. Sus mayoría de la población rural—u conviene su-
bién "desde arriba hacia abajo". Ésta, una de orden público que al orden social":'° así se luchas, que se prolongan durante los prime- brayar el aumento producido y las enormes
las condiciones históricas del "régimen" y de la expresaba el último presidente de la oligar- ros años de este siglo, si bien no condujeron a transformaciones que este crecimiento pro-
`política" populista vigente en los decenios quía que había gobernado de 1926 a 1930. perspectivas claras de transformaciones polí- voca en el proceso electoral. Si la presión
siguientes, es también uno de los problemas La actitud de la Alianza Liberal, tal como se ticas, representaron, sin embargo. a los ojos electoral sobre las estructuras del listado no
que es necesario examinar a continuación. encuentra definida en su plataforma electoral,
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Francis' co77gifort El populismo en la poidica brasileña
nueva estructura, el jefe de Estado asume la ca que tiende, aun si esto no es siempre política, diríamos que se trata de un Estado Presión popular y ciudadanía
posición de árbitro y allí se encuentra una de las posible, a optar por las soluciones que des- de Compromiso que es al mismo tiempo
fuentes de su fuerza personal. Por otro lado, piertan menor resistencia o mayor apoyo po- un Estado de Masas, expresión de la pro- El condiciona miento del ascenso político
esta persona tiende a confundirse con el Estido pular. Esta tendencia no es simplemente vir- longada crisis agraria, de la dependencia de las clases populares por el Estado también
mismo en tanto institución. Sin embargo, una tual y se manifestó de una manera social- social de los grupos de clase media, de la sufrió la interacción de factores ligados al pro-
situación de este tipo no podría ser durable y la mente significativa con Vargas y con casi to- dependencia social y económica de la bur- pio comportamiento popular. El Estado no - in-
manifiesta inestabilidad de los primeros años del dos los demás jefes de Estado desde 1930 guesía industrial y de la creciente presión ventó" una nueva fuerza social únicamente
nuevo régimen revelaba claramente la preca- hasta 1964. 16 popular.r para responder a las necesidades de su juego
riedad de ese equilibrio entre intereses diferen- Aparece así en la historia del Brasil el fan- De este modo, una de las fuentes de la interno. Una noción como ésta no tiene nin-
tes y a veces contrarios. La dictadura sirvió para tasma popular que será manipulado por capacidad de manipulación de los grupos guna base histórica a pesar de que pueda te-
consolidar el poder personal de Vargas e impo- Vargas durante veinte años. A través de los dominantes sobre las masas se encuentra en ner algún sentido si el análisis del ascenso
ner la soberanía del alado a las fuerzas sociales mecanismos de manipulación que las fun- su propia debilidad en tanto clase, en su divi- popular se realila únicamente desde el pun-
presentes. ciones gubernamentales le aseguran dadas sión interna y en su incapacidad de asumir en to de vista de los grupos dominantes y de su
Condicionadas desde el comienzo por la las condiciones de crisis interna entre los nombre propio las responsabilidades de Esta- crisis interna.
crisis interna de los grupos dominantes, las mismos grupos dominantes, Vargas encontra- do. Incapaces de legitimar por sí mismos la Conviene entonces volver sobre la idea va
masas populares urbanas penetran en la po- rá la manera de responder a todo tipo de dominación que ejercen, estos grupos domi- mencionada de la pasividad de las clases po-
lítica brasileña. Ellas representan la única fuen- presiones sin someterse, de manera exclu- nantes necesitarán recurrir a intennediarios — pulares en el régimen populista. Si nos refi-
te social posible de poder personal autóno- siva y duradera, a los intereses inmediatos primero Vargas, y luego a los líderes populis- riéramos a la tradición europea de la lucha de
mo para el gobierno y, en cierto sentido, se de ninguno de ellos. De este modo el nue- tas de la etapa democrática— que puedan es- clases, deberíamos sostener que una activa
transformarán en la única fuente posible de vo régimen no es más oligárquico, si bien la tablecer alianzas con los sectores urbanos de participación política implica una conciencia
legitimidad para el Estado mismo. El jefe de hegemonía social y política de las oligar- las clases dominadas. Éstos son los límites del común de intereses de clases y de capaci-
Estado comenzará a actuar como árbitro en quías no ha sido verdaderamente afectada populismo. Primero, la eficacia del líder po- dad de autorrepresentación politica. Segura-
una situación de compromiso que, inicial- en el ámbito local y regional en los que se pulista en las funciones gubernamentales de- mente será necesario, entonces, concluir que
mente formada por los intereses dominan- encuentran de cierta forma representados penderá del margen de compromiso que exis- todas las clases sociales del Brasil fueron
tes, deberá contar desde ahora con un nue- en el Estado. Se trata sin duda alguna de un ta ocasionalmente entre los grupos dominan- políticamente pasivas en los años posterio-
vo socio: las masas populares urbanas, la 'Estado burgués sin que pueda hablarse, sin tes y de su habilidad personal para resolver res a la revolución de 1930. Es justamente la
representación de las masas en este juego embargo, de una democracia burguesa tal los conflictos como árbitro, encamando la ima- incapacidad de autorrepresentación de los
estará controlada por el mismo jefe de Esta- como ella es concebida en la tradición eu- gen de la soberanía del Estado frente a las grupos dominantes y su división interna lo
do. En tanto árbitro, él decide en nombre de ropea. Si fuera necesario designar de algún fuerzas sociales en conflicto. En segundo lu- que permitió la instauración de un régimen
los intereses de todo el pueblo; esto signifi- modo esta forma particular dé estructura gar, la manipulación populista estará siempre político centrado en el poder personal del
limitada, por parte de las masas populares. Presidente.
por la presión que ellas pueden ejercer Es dudoso que se pueda, sin Iltly0f eX:1-
espontáneamente y por el nivel creciente de men, aplicar a las relaciones entre las clases
16. El ejemplo más notable de esta tendencia es sin duda el de la propia carrera politica de Vargas. Jefe de
sus reivindicaciones. en Brasil —como en cualquier otro país
una oligarquía reg cinal hasta 1930, Vargas gobierna hasta 1945 según un esquema de fuerzas en el que los
grupos oligárquicos aparecen como aliados pero no como factores determinantes de la orientación guber-
namental. Es en esta epoca que construyó su prestigio personal junto a las masas urbanas. En su segundo
gobierno (1950-54) intenta realizar una política de desarrollo capitalista nacional pero es derrotado frente a
las presiones externas e íntemas. Negándose a renunciar a sus funciones, se suicida y su carta testamento 17 Cl. Ruy Mauro Marini, en su interesante articulo sobre las 'Contradicciones y conflictos en el Brasil
es uno de los documentos más notables del populismo y del nacionalismo brasileños. El ejemplo de Vargas contemporáneo", en revista Ara co. Orle. octubre de 1966, prefiere designar como "bonaPartista . el nuevo
es el más claro pues cubre todo un periodo histórico, pero no es el único. En menor medida es posible régimen. Dentro de la experiencia his:ó.fica europea el "bonapartismo" seria tal vez la situación politica rr.as
observar tendencias más o menos semejantes en Jánio Quadros y Joáo Goulart. En este sentido, la única próxima a ésta que procuramos descf bit para el Brasil De todos modos nos pareció correcto evitar el
excepción clara es fa det gobierno de Dutra (1945-1950) que, aunque electo sobre la base del prestigio de empleo de esta expresión que nos huoiera obligado a comparaciones que escapan al alcance de este
Vargas, una vez en el poder estableció una fuerte alianza conservadora. articulo entre paises de diferentes fcm,aciones capitalistas.
El populismo en la politica brasileña
Franciuo Criffrorr
relaciones políticas que las clases populares El contenido social de la manipulación ejer- igualdad fundamental dentro del sistema
dependiente y periférico de América Latina—
urbanas mantuvieron con el Estado y con otras cida sobre la legislación laboral va más allá institucional. La mejor prueba de esta igual-
los esquemas inrrprebtivos procedentes de
clases en los últimos años de la historia del del mero juego personal del jefe de Estado, dad es esta relación de identidad que las ma-
la u-adición europea del siglo X1X. Respecto
del Brasil, ¿cómo podría analizarse la partici- Brasil, fueron relaciones esencialmente indi- aun si éste se presenta ante las masas como sas establecen con el líder, ciudadano de otra
pación política &clases sociales sin tener en viduales y el contenido de clase en estas rela- un "donador" y un "protector". Evidentemen- clase social que se encuentra en las funciones
ciones no se manifiesta de manera directa. te, fue sobre actos de esta naturaleza que de Estado.
cuenta b lp-an heterogeneidad interna de cada
una de ellas? Y esa heterogeneidad no es un Fueron, podría decirse, relaciones individua- Vargas construyó su prestigio y obtuvo la con- La manipulación populista es una relación
atributo exclusivo de las clases dominantes, les de clase el aspecto específico de las rela- fianza necesaria para hablar en nombre de las ambigua, tanto desde punto de vista social,
es particular:me= notoria en las clases que ciones es el encubrimiento de su contenido masas populares, inclusive sobre aquellos te- como desde el político. Desde 'punto de
deberíamos desipar teóricamente como pro- de clase, de tal manera que la posible signifi- mas —tales como la política económica— res- vista político, es. por un lado, una ladón de
cación clasista allí presente no puede ser en- identidad entre individuos, entre el líder que
letarios. en - tia de proletarización" o pecto de los cuales ellas habían permanecido
tendida sin que se pase primero por sus expre- "dona" y los individuos que constituyen la gran
"asimilables al prietariado": obreros industria- ajenas hasta entonces. Una vez establecida la
les, obreros agirobs, obreros urbanos no siones individuales. Es en el nivel de las rela- legislación laboral, su reglamentación pasa a masa de asalariados; y, por otro lado, es una
industnaies, trahniadores urbanos por cuenta ciones individuales que convendría estudiar constituir una función permanente del Esta- relación entre el Estado como institución, y
propia, Ira babdoves rurales sin salario, peque- el populismo si queremos comprender su do. Esto hace que se transfiera en cierta me- ciertas clases sociales. Desde el punto de vis-
ños asalariados de comercio y de servicios significación como manipulación y política de dida al Estado el prestigio que las masas ha- ta social, la legislación laboral es, por una par-
clase: ¿hasta qué punto los intereses reales de bían conferido a Vargas. Esta transferencia re- te, un mecanismo regulador de las relaciones
públicos, erc. Et:_,a-e estos sectores —y en el
las clases populares fueron satisfechos efecti- entre ciudadanos, entre empleadores y asala-
interior de al:.= de ellos— existen diferen- presenta uno de los elementos importantes
cias marcadas cm relación a las condiciones vamente por los líderes y hasta qué punto de la política populista en general, tanto en riados; y, por otra, un mecanismo regulador
de vida. Lis relaciones de trabajo, la "situación éstas sirvieron pasivamente de "masa el período de la dictadura como en la fase de las relaciones entre clases sociales. En el
ecológica tdderca..-ia.s regionales, campo-du- manipulable" de los grupos dominantes? democrática: el líder será siempre alguien que populismo, el rasgo característico de estas re-
dad, capital :emir). etc. Además, ninguno de ¿Qué significación puede atribuirse, por tenga ya el control de una función pública laciones se encuentra en el hecho de que las
estos sectores jacicha ser considerado corito un ejemplo, a las iniciativas del Estado respecto —un presidente, un gobernador, un diputa- relaciones entre individuos de clases sociales
grupo politican=re homogéneo, a excepción de la legislación laboral? Vargas, apoyado en do, etc.—, es decir que, por su posición en el diferentes tienen más importancia que las re-
quizás de lo' eihitros industriales en relación el control de las funciones políticas, "otorga" sistema institucional de poder, tiene la posibi- laciones entre estas mismas clases concebi-
a su compenamento sindical. Ciertamente, a las masas urbanas una legislación que co- das como un todo social y políticamente
lidad de - donar", sea una ley favorable a las
se puede hablar de clases populares o de mienza a formularse en los primeros años de masas, sea un aumento de salario o, por lo homogéneo. Esto significa que en el populis-
masas populares.expresiones vagas pero úti- gobierno provisorio y que se consolida en menos, una esperanza de días mejores. mo las relaciones entre las clasessociales se
les para captar la homogeneidad posible de 1943. La legislación está limitada a los secto- Pero por otro lado, una vez que se ha es- manifiestan, preferentemente, corno relacio-
este gran canjuaro de gente que ocupa los res urbanos: ellos poseen la mayor capacidad tablecido la legislación laboral como derecho, nes entre individuos. De ahí queel político
escalones y -,ctalei y económicos inferiores de de presión sobre el Estado y una tradición de cuando un asalariado reivindica la puesta en populista haya tenido siempre poco interés
lucha; son igualmente los sectores disponibles en ofrecer a las clases populares que él diri-
los diver-os secures del sistema capita lista vi- práctica de una disposición legal precisa, aque-
gente en 13r-.L.11.5:: puede diferenciar, dentro para la manipulación política, puesto que, a lla relación original de - donación" (y por lo ge, la oportunidad de organizarse, a menos
de este vas cm;unto, el sector urbano de pesar de que las reglas del juego electoral tanto de dependencia) desaparece. Lo que que esta organización implicara un control
las IllatiLS 170171.11.Tes cuyos rasgos particulares estaban suspendidas desde 1937 y que fue- cuenta de ahora en más, es el ciudadano que estricto del comportamiento popular, como
son sus Yin1.7.:hiszon la economía urbana y su ron una de las primeras conquistas de la se dio durante el período de la dictadura, con
reivindica sus - derechos" de hombre libre en
presenta rS.:^hZ1.. revolución de 1930, continuaron teniendo una las relaciones de trabajo. Lo que esta relación el movimiento sindical organizado de manera
No iihstante.ieria todavía ilusorio intentar existencia virtual. Por otro lado, la restricción paternalista entre líder y masas contiene esen- semicorporativa. La introducción de la
--tnente, en términos de com-
interpretar cfrzer- de la legislación laboral a las ciudades tiene la cialmente, desde el punto de vista político, organización, aun con fines exclusivamente
portamiento decirse, según la tradición eu- ventaja de satisfacer a las masas urbanas sin es, a pesar de la asimetría típica de todo reivindicativos, habría ocasionado la posibi-
ropea, el compKrUITIICIII0 político de los sec- interferir con los intereses de los grandes paternalismo. el reconocimiento de la ciuda- lidad de una ruptura en la relación de identi-
tores urbanos y las obreros industriales. Las terratenientes. danía de las masas, el reconocimiento de su dad entre líder y masas, como de hecho se
147
146
FrancisroWsifort
El populismo en la poitica brar;iiena
observó en los últimos años del gobierno de cionales de lealtad y de sometimiento a los al menos una satisfacción relativa de los ver- zas liberales de la clase inedia que, desde anres
Goulart.
potentados rurales o a los jefes políticos de daderos intereses de las clases populares, sin
La reivindicación de la ciudadanía, o sea, la de 1930, deseaba establecer una democracia
las pequeños municipios. Estas nuevas masas la cual el apoyo concedido a los líderes pro- pluralista al estilo clásico. La ¡oven derma;ra-
reivindicación de la participación política en presionan para lograr su propio ascenso so- cedentes de otras clases sociales no hubiera cia brasileña tendrá como sustento el MISMO
condiciones de igualdad, es uno de los aspec- cial. En Brasil se dice, exagerando un poco, persistido. En efecto, la manipulación de las compromiso social vigente antes de 1945: ella
tos fundamentales de la presión popular rea-
que el hombre que consigue migrar del cam- masas entró en crisis: ésta abrió la vía a una
lizada sobre el Estado en los últimos años. No funda su legitimidad sobre las masas urbanas
po a la ciudad hace su `revolución individual" verdadera movilización política popular, exac-
nos referimos solamente a la significación ju- y sobre sus jefes, los líderes populistas. La
pero, una vez más, no nos apresuremos a in- tamente cuando la economía urbano-indus-
rídico-política de la ciudadanía. El ascenso de amarga perplejidad de cienos grupos de la
terpretar este proceso "a la manera europea". 1 9 trial comenzaba a agotar su capacidad de ab-
las clases populares en el plano político está clase media (generalmente grupos de la CDS,
Esta incorporación de las masas populares a sorción de nuevos migrantes y cuando se res-
íntimamente asociado a su irrupción en los Unión Democrática Nacional) es muy Sigil:ri-
la vida urbana, no significa la atomización de
tringían los márgenes de la redistribución CtlIk'S. En 1950, una revista liberal describe
planos sociales y económicos. En efecto, ya
las clases obreras, el debilitamiento de sus an-
económica. Es en ésta fase cuando la temáti- en los términos siguientes la campaña electo-
bajo la dictadura la concesión de la ciudada-
tiguos lazos de solidaridad en razón del au-
nía a través de los derechos sociales se ve ca de las reformas estructurales comienza a ral que terminó con la elección de Vargas
mento de su capacidad de consumo y de la hacerse popular.
complementada, en sus efectos políticos, por corno Presidente de la República: - El 3 de
difusión de técnicas de manipulación ideológi-
La imagen, si no el concepto, más apro- octubre, en Rio de Janeiro, medio millón de
la intensidad de los procesos de urbanización
ca. Si en Europa se puede hablar de una rela-
piada para comprender las relaciones po- miserables, analfabetos, mendigos hambrien-
y de industrialización. Entre 1920 y 1940, el tiva ciespolitización de las clases obreras, en
pulistas entre las masas urbanas y ciertos tos y andrajosos, espíritus reprimidos y justa-
proletariado industrial aumentó de 275.512 a
un país como el Brasil, el proceso de grupos representados en el Estado es la
781.185 para alcanzar, en 1950,1.256.807. En mente decepcionados, individuos a los que
masificación tuvo resultados muy diferentes: de una alianza (tácita) entre sectores de
el curso de estos mismos años, la población el abandono de los boluhres había convenido
este conlleva una posibilidad de participación diferentes clases sociales. Alianza en la cual,
de la ciudad de Sáo Paulo, primera base en seres groseros, malos y vengativos, descen-
política, participación que, a pesar de la ma- evidentemente, la hegemonía coincide
del populismo varguista, asciende de dieron de las colinas de la ciudad, de los mo-
nipulación populista, significa mucho, siempre con los intereses de las clases
587.072 en 1940 a 2.227.512 en 1950. rros, embaucados por el canto de la demago-
simplemente porque su condición anterior ha dominantes, no sin dejar de satisfacer cier-
Además de Sao Paulo, otras ciudades cre- gia vociferada desde ventanas y automóviles,
sido la de no participación. De hecho, una
tas aspiraciones fundamentales de las cla- para votar a la única esperanza que les que-
cen a un ritmo mucho más acentuado que
triple presión es ejercida por las masas de
el de sus estados o regiones» ses populares: reivindicación del empleo, daba: a aquél que se proclamaba padre de leas
migrantes internos: presión para acceder a los mejores posibilidades de consumo y de-
La masa de migrantes rurales que ob- pobres, el mesías-charlatán...". "
empleos urbanos; presión tendiente a ampliar recho de participación en los asuntos de
tienen los nuevos empleos, creados por Por primera vez en la histuria del Brasil. !as
las posibilidades de consumo (logradas por Estado.
el desarrollo urbano-industrial, dan el pri- masas urbanas, aparecen libremente en el
las nuevas masas urbanas e igualmente por
mer paso hacia la conquista de sú ciuda- escenario político. Libertad relativa y sólo
las antiguas), y la presión que apunta a la par-
danía social y política. El ingreso de los posible dentro de los límites de una esta:cria-
ticipación política dentro de los marcos institu- El Estado en crisis
migrantes internos en la vida urbana inaugura ra de poder cuya composición de fuerzas
cionales. Se trata siempre de formas indivi-
su conversión en ciudadanos sociales y políti- permanece, en sus aspectos esenciales, igual
duales de presión, y aquí encontrarnos otro
La presión popular es, ciertamente, el he- que la del período precedente. De todos
camente activos y disuelve los vínculos tradi- límite a la idea de manipulación: ella supone
cho político nuevo de la etapa democrática modos, una vez terminada la dictadura, ter-
que se inicia en 19-45. La continuación del mis- mina también el monopolio ejercido por
18. Datos censaies. Azis Sima° en su mo esquema de poder vigente durante la dic- Vargas sobre 1:1 manipulación de la opinión
libro Sindicato e Estado (Dominus Editora, Brasil,
1966) realiza un tadura y el descubrimiento político electoral
amplio análisis empírico del crecimiento del proletariado industrial. popular, no obstante que continúe siendo
19. de la presencia de las masas populares, signi-
Entiéndase bien: nuestras reticencias hacen referencia solamente a la transposición
más o menos hasta su muerte en 1951, el gran jefe del
mecánica de esquemas elaborados a partir de la formación de las clases fican la frustración definitiva de las esperan- populismo al cual todos los demás líderes
obreras europeas. Pero uno de los
estudios más sugestivos que conocemos sobre las
condiciones especificamente brasileñas de !a formación
de conciencia social de la clase obrera es de un europeo. A!ain Touraine, "Industrialisation et consciente
ouvriére á Sáo Paulo", en Sociologie du Travail,
año III, N:4,
20 Revista Anhembr, vol. I, diciembre de 1950
El populismo en la política brasileña
Fra n jira Wejj9rt
estuvieron vinculados. con la única excepción media. Este partido mantuvo durante casi todo cambios que se produjeron a partir de 1930 con el comienzo de la movilización de las
(en particular en los '50), las características • masas rurales-significaba que se había inicia-
de pnio Quadros. En los primeros años de el período democratico una línea política de
vida democrática reaparece la figura de Luis oposición al sistema PSD-PTB y al populismo generales de las estructuras sociales y do el desplazamiento de uno de los elemen-
Carlos Prestes, de ahora en más líder del Par- en general (aunque en la fase final haya partici- económicas permanecían fundamentalmente tos básicos de la estructura de poder-la gran
tido Comunista, dotado de todo el prestigio pado en la campaña de Jilnio Quadros para la iguales. Por un lado, el proceso de industria- propiedad-, lo que el populismo nunca había
que le confiere su pasado de tenente revolucio- presidencia de la República) y se caracterizaría, lización, aunque se había intensificado a par- osado intentar.
nano. Pero el PC, que llegó a ser en esos mo- rápidamente, como un partido de derecha. tir de 1950, no logró resolver las limitaciones Aun en la fase final del período democráti-
mentos uno de los grandes partidos del Brasil. A pesar de los semejanzas con el período impuestas por el sector exportador de pro- co, el marco político general continuó siendo
fue declarado ilegal en 19 ,r7, con una eviden- anterior, ésta es la etapa en que se hace más ductos primarios y tendió a debilitarse. 22 Por el del populismo. Las reformas estructurales
te pt.rd ida de influencia sobre las masas.'' claro el enfrentamiento entre las fuerzas so- el otro, el desarrollo industrial pasó a depen- eran esenciales tanto en Fa política de desa-
La continuidad del mismo esquema de ciales en el gran compromiso que sirve de der cada vez más de los capitales extranjeros rrollo industrial nacional corno en el proceso
poder se expresa, por ejemplo, en el he- sustento al Estado y es también la etapa sin que se constituya un grupo de empresa- de democratización social y política. Sin em-
cho de que el sistema de partidos -que en que ese compromiso entra en crisis. rios capaz de formular una política indepen- bargo, ninguno de los grupos dominantes era
además tuvo muy poca autonomía en re- Los golpes de Estado se presentan desde diente de esos intereses. 23 capaz de ofrecer los apoyos indispensables
lación al Ejecutivo- se basaba sobre dos los primeros años de democracia corno un Más importante aún: comienzan a surgir para una política de reformas, incluso cuando
grupos creados por Vargas al término del recurso al cual la derecha amenaza recu- formas de acción popular que, en ciertos se puede admitir que algunos habían sacado
régimen dictatorial, agrupaciones que no rrir para reparar la pérdida de su gravita- casos, van más allá de los esquemas tradi- provecho de la misma. Todos se volvían ha-
hacen mas que traducir, en el nuevo len- ción electoral y para neutralizar los meca- cionales. Las huelgas frecuentes de los cia el Estado y, más de una vez, las masas
guaje político, el compromiso social sobre nismos institucionales que abren paso a la trabajadores, la creciente importancia de populares se perfilaron como la gran fuerza
el cual se apoyaba la dictadura. El PSI) (Par- presión popular. La oposición de la dere- los grupos nacionalistas, la movilización ele social capaz de proporcionar las bases a esa
tido Social Democrático) debía ser la ex- cha a la toma de poder por Vargas en 1950, la opinión pública sobre el temar de las re- política y al Estado mismo. La nueva situación
presiOn de los sectores conservadores vin- la crisis ele 1954 que termina con su suici- formas estructurales (en particular la re- planteaba, no obstante, problemas difíciles.
culados a la actividad agraria; efectivamente dio, las dificultades manifestadas a la torna forma agraria), la extensión de los dere- Mientras que en los años anteriores la acción
consigue mantener por muchos años un de poder de Kubitschek en 1955, la re- chos sociales a los trabajadores del cam- de los gobernantes no fue nunca más allá
control de la - cliente!a" ele varias áreas m- nuncia de Jánio Quadros en 1961, la opo- po, la movilización de los campesinos para de optar, a través del juego de los intere-
i ales del país; el P'FB (Partido Trabalhista sición civil y militar a la toma de poder de la organización sindical o pata las ligas cam- ses dominantes, por la línea de menor
asileiro), mucho menos eficaz en rela- Goulart como sucesor de Pi-1i° Quadros, son pesinas" de Francisco Juliüo, son algunos resistencia popular, en „esta nueva situa-
ci<M a sus objetivos de movilización po- algunos de los episodios característicos de una de los hechos que anuncian la emergen- ción era el Estado el que tenía la respon-
pular, funcionó sobre todo como un apa- inestabilidad que parecía marcar el fin del es- cia de un movimiento popular de un nue- sabilidad de resolver los intereses en jue-
rato personal de su fundador. El tercer cenario político surgido en 1930. vo estilo. Aunque emergió dentro del mar- go. En tanto que en el período preceden-
gran partido. la VD Uni:10 Democrática En los últimos años de este período de- co institucional y conservó relaciones de te el proceso político creó a través del
Nacional), se habia formado durante la dependencia respecto de la política populis- populismo -combinado con la relativa im-
mocrático, en particular después de la renun-
campana a favor del derrocamiento de la cia de Jrinio Quadros, la presión popular sobre ta de Goulart, este movimiento planteaba potencia de los grupos dominantes- la
Lidort, apoyándose principal aunque no Ira estructura de las instituciones se hace cada problemas cuyas soluciones implicaban imagen de un Estado soberano, ahora era ne-
exclusivamente, en grupos urbanos de clase vez más fuerte. A pesar de los importantes cambios de base en la composición de las cesario que el Estado probara su soberanía
fuerzas sociales en que se apoyaba el ré- frente a esos grupos dominantes.
gimen. En realidad, el rebasamiento de los lí- La importancia política de las masas ha-
mites urbanos de la manipulación de masas- bía dependido siempre de una transacción
.?1 En sus pos afros de 5..ca legal, el Parido Comunista aparecía como la única fuerza politica capaz de
d n sputat la n nfluenc,a popu:tsta sobre las masas populares, particularmente en las elecciones legislativas.
No
obstante, su capacidad Ce iiderw.go parecía no haber sido la misma en las elecciones ejecutivas federales
en 1.1; que part,c,pó en 19-15 El candidato comunista Obtuvo solo el 22. Celso Furtado, op. cit., 2? parte, cap. 2. III.
9,7% de los volos. en tanto que el
candidato apOyado por Vargas alcanzó el 55,4%. 23. E H. CardOso, op. cit., pp. 84.85.
150 151
FranciscoWdfirt
entre los grupos dombantes, y esta transac- El gran compromiso social sobre el cual se
ción se encontraba ahora en crisis. Si las ma-
Consideraciones sociológicas sobre las
apoyaba el régimen se vio así condenado por
sas sirvieron como fuente de legitimidad del todas las fuerzas sociales que lo componían:
relaciones entre el peronismo y la clase
Estado, esto sólo fue posible mientras estu- por la derecha y por las clases medias aterrori- obrera en la Argentina, 1943-1955*
vieron contenidas dentro de un esquema zadas ante la presión popular en aumento; por .
de alianza policlasista„ la cual las privaba de losgrandepit morzadsnel
autonomía. Ricardo Sidicaro**
• debate sobre la reforma agraria y la moviliza-
Buscando seguir el camino de las refor- ción de las masas rurales; por la burguesía indus-
mas estructurales, Goulart provocó la crisis trial temerosa también de la presión popular,
del régimen. A pesar de que él, como jefe ya vinculada a través de algunos de sus secto-
de Estado, condiciOrnba por acción o por Este texto tiene por objeto formular un con- la importancia ;asumida por la politiiracii:in d e
res más importantes a los intereses extranje-
omisión el conjunto dd gobierno popular que junto de proposiciones sociológicas sobre las .axiales en unto elemento teóri- loscnfit
ros. Y, a pesar de las intenciones de 'algunos
comenzaba a formars.e, Goulart estaba lejos de sus líderes, el régimen se encontraba igual- relaciones que se establecieron entre el pero- co principal a partir del alai debe explica rs.e Lr
de tener el control de) proceso político. De-
mente condenado por la fragilidad del
nismo y la clase obrera argentina, en el perío- continuidad de la adhesión de dicha clase al
pendiendo a menudo de la iniciativa del Es- populismo, que se mostraba incapaz no sólo do comprendido entre el surgimiento de esa gobierno peronista. Por último, estudiaremos
tado, la movilización popular crecía en im-
de mantener el equilibrio de todas estas fuer- - orientación política y la intervención militar que las modalidades en que se desencolk•ieron las•
portancia y tendía a sobrepasar los límites
zas sino también de ejercer un control efecti- interrumpió la presidencia de Perón en sep- relaciones entre el Estado y las organizaciones
institucionales vigentes.
vo sobre el proceso de ascenso de las masas.
tiembre de 1955. El análisis se centrará en tres sindicales en el citado periodo.
problemáticas articuladas entre sí. En primer En el desarrollo de nuestro análisis presen-
término, desarrollaremos nuestras hipótesis taremos un conjunto de referencias económi-
sobre las causas por las que la clase obrera cas e históricas, si bien no es nuestro objetivo
apoyó, en los años inmediatamente anteriores realizar una exposición sistemática en ningu-
a 1946, a los sectores políticos que promovie- no de esos dominios del conocimiento de lo
ron la creación del peronismo. En segundo lu- social. Desde la perspectiva teórica que for-
gar, analizaremos los vínculos más generales mularemos en nuestro análisis, la clase obre-
que se establecieron entre el Estado y la clase ni' será considerada corno un actor social que
obrera en el periodo 1946-1955, enfatizando no puede definirse: con independencia de
' Este artículo reproduce con algunas modificaciones un capitulo de la tesis de doctorado
L'Etar Perwisre
dirigida por el profesor Alain Touraine, en l'Ecote des Hautes Etudes en Sciences Socia:es, Paris. 1977.
y lee
originalmente publicado en A JOurnai c/ Latir American and Caribce, -3n Stucies, Bo n
etin ce Est .. .,Cios Larircurne.
ricanos y del Caribe, N, 31, Amisiercam, diciembre de 1931
Investigador del CONICET-UBA (Argentina)
1. En el Postfach:, a la segunda edoón de The 11, 1,9 ,:lltg Ot the EngiSh Wrrkira C.1,5S, el !iislor:acor
ingles E
P. Thompson, retomando un fragmento de su articulo -The i ties of concepluall.ta una
'clase' con términos con los que coincidimos plenamente. Afirma Thompson. 'Clase es una lormacion social
y cultural (que a menudo encuentra una expresión institucional) que no puede definirse absiracta o aislada.
mente, sino sólo en términos de sus relaciones con otras clases: y en fin, la riueanicipn soto puede ser hecha
a través del tiempo, es decir, de los procesos de acción y reacción, cambio y cantlic:o Cuando hablamos
de una clase pensamos en un cuerpo de personas definidas muy sueltamente, el cual comparte un mismo
intereses, experiencias sociales, tradiciones y sistemas de vatores, que iienen una disoos,c,onconjutde
a comportarse como una clase, definiéndose a si mismas en sus acciones y su conciencia en relacion con
otros grupos de personas. Pero la clase como tal no es una cosa. sino un acontecer' E P Thompson.
The
Making of the English Working Class. England, Pelican Books, 1963, p. 939
.