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Celebración Penitencial - Sábado 07-10

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Retiro Juvenil Salesiano

CELEBRACIÓN PENITENCIAL
Sábado 07 de octubre

¡Bien, siervo bueno y fiel!


Mt. 25,21

MOMENTO 1 (Derlis – Viviana)

MOTIVACIÓN INICIAL
Se predispone todo en la Capilla y se inicia con la motivación. Con una canción adecuada se invita a mantener la
calma

Animador/a:
El Señor nos conoce y a cada uno nos pide según nuestra capacidad. Para ponernos al servicio
de los demás necesitamos en primer lugar conocer nuestro talento, nuestra capacidad.

Hoy estamos invitamos a reconocer en nosotros mismos las diversas capacidades que el Señor
nos ha regalado, y pedir perdón porque no siempre estamos predispuestos a poner al servicio
de los demás eso que somos porque tenemos el corazón cerrado.

Como los discípulos de Emaús queremos nuevamente volver al Señor, al encuentro con Jesús.
Queremos reencontrarnos con nosotros mismos y con nuestros hermanos, sanar las heridas del
corazón, volver a abrazarnos como el Hijo pródigo que vuelve junto al Padre.

Pero necesitamos recorrer el camino del discípulo, darnos cuenta dónde estamos, recomponer
esa relación de amistad con Dios rota por el pecado, confesar nuestras flaquezas y debilidades
y luego emprender el viaje del feliz reencuentro con la firme convicción que nuestro Padre
Misericordioso nos espera, nos perdona y nos ama.

Nos disponemos a iniciar nuestra celebración cantando.

SALUDO DEL PRESIDENTE

Presidente:

En el nombre del Padre, y del hijo, y del Espíritu Santo


Asamblea: Amén.

Presidente:

Dios, que tanto amó al mundo que envió a su Hijo para que
nadie se pierda y nos regala el perdón fuente de amor y alegría,
esté con todos ustedes.
Asamblea: Y con tu espíritu.
Luego dice estas invocaciones a las que todos van respondiendo lo que aparece en negrita y
cursiva
Retiro Juvenil Salesiano
Presidente:

¿Cómo podrá el Señor traernos alegría y valentía si hay un


montón de puertas cerradas que bloquean el camino que
conduce a nuestro corazón?

Asamblea canta: Si soy fiel en lo poco, el me confiará más,


si soy en lo poco en me confiará más, mis pasos guiará (2)

Presidente:

¿Qué podemos hacer para que el Señor abra nuestras puertas


llegue a nosotros y pueda ser acogido?

Asamblea canta: Si soy fiel en lo poco, el me confiará más,


si soy en lo poco en me confiará más, mis pasos guiará (2)

Presidente:

¿Qué podemos hacer para abrir los cerrojos: del miedo, de la


envidia, de la ceguera, del egoísmo, de la comodidad…?

Asamblea canta: Si soy fiel en lo poco, el me confiará más,


si soy en lo poco en me confiará más, mis pasos guiará (2)

ORACIÓN

Presidente:
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que tu gracia nos ayude, para
que vivamos siempre de aquel mismo amor que movió a tu Hijo a
entregarse a la muerte por la salvación del mundo.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

Asamblea: Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

Animador/a:
Una de las cualidades del discípulo es la capacidad de escucha, hoy Dios Padre nos habla a
través de su Hijo Jesús en la Palabra. Predispongamos nuestro corazón y nuestra mente para
este momento.
Retiro Juvenil Salesiano
ORAR CON LA PALABRA

Del Evangelio de Mateo 25, 14-30


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: Un hombre que se iba al extranjero
llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno,
a cada cual según su capacidad; y se ausentó. Enseguida, el que había recibido cinco talentos se
puso a negociar con ellos y ganó otros cinco. Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos.
En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos.
Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: Señor, cinco
talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno
y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Llegándose también el de los dos talentos dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes
otros dos que he ganado. Su señor le dijo: ¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al
frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegándose también el que había
recibido un talento dijo: Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y
recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí
tienes lo que es tuyo.

Mas su señor le respondió: Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y
recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver
yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene
los diez talentos. Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo
que tiene se le quitará. Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el
rechinar de dientes.
Palabra del Señor

Breve Homilía

A MODO DE REFLEXIÓN

El examen de conciencia es penetrar en la propia conciencia, para ver nuestra relación con Dios,
con el prójimo y con nosotros mismos. Estas tres perspectivas pueden ayudar a comprender
mejor el sacramento de la reconciliación.

1. El pecado, la culpa, la transgresión: No es solamente un problema individual entre Dios y mi


persona. Sino que atañe al cuerpo de Jesús que es la Iglesia. Si así no fuera, Jesús no habría
entregado el perdón a la Iglesia. El pecado, en efecto, hiere a Dios y a la Iglesia; por eso,
Dios lo sana a través de la Iglesia.

2. El sentido de culpa, la angustia y la depresión moral deben superarse con la ayuda de la


Iglesia: No digo "solamente", porque pueden existir formas de angustia o depresión que
requieren la intervención del médico; en general, sin embargo, estas realidades tan
negativas y pesadas, cuando tocan la culpa o el miedo de la culpa o el remordimiento, se
han de superar también con la ayuda de la Iglesia. Es ciertamente ilógico rehusar esa ayuda.
y no querer dejarse ayudar, querer permanecer en la propia tristeza.
Retiro Juvenil Salesiano
3. La confesión debe realizarse de tal modo que me devuelva la paz y la alegría: Es la
consecuencia de las primeras dos tesis. Si el pecado atañe también a la Iglesia y es
perdonado y superado mediante la Iglesia significa que la confesión debe realizarse de tal
modo que me ayude realmente a superar la angustia y a devolverme la paz y la serenidad. Si
abandonamos la confesión, es porque no sabemos saborear esta paz y esta alegría: vivimos
el sacramento como un peso inútil y fastidioso, ignorando su aspecto de consuelo y de
fortalecimiento. ¿Me comunican paz mis confesiones? ¿Busco en ella la alegría?

La confesión en tres momentos

Debo situar mi confesión en un clima de serenidad y de paz. Debo tratar de "prolongar" la


confesión desarrollándola en tres momentos: confesión de alabanza, confesión de vida,
confesión de fe.

a) Confesión de alabanza. Comienzo mi confesión respondiendo a la pregunta: ¿De qué debo


dar gracias al Señor? ¿Qué cosa buena encuentro en mi vida, realizada por Dios en mí? ¿De qué
cosa puedo estar agradecido para con él? En el trasfondo de esta gratitud resalta, en efecto,
mucho mejor por una parte mi infidelidad y por otra el clima de serenidad en el cual me coloco
para confesarme. Es fácil para cada uno encontrar un evento, una circunstancia concreta por
los cuales se ha de dar gracias al Señor.

b) Confesión de vida. Después del primer acto de la confesión de alabanza, me pregunto: ¿Qué
cosa quisiera yo que no existiera en mí delante de Dios? ¿Qué hay en mí que no es digno de Él?
De este modo el elenco de los pecados no es solamente objetivo, según los diez
mandamientos; sino que a partir de ellos reconozco faltas, errores, actitudes tal vez pequeñas
pero que obstaculizan, turban mi vida, oscurecen mi relación con Dios.

c) Confesión de fe. Finalmente, termino con una oración intensa que acude a la misericordia
divina: "Dios mío, tú que eres omnipotente, borra en mí estos pecados, estos sentimientos de
envidia, de venganza, de celos, de ambición, de amargura; perdóname y purifícame por el
ministerio de la Iglesia".

Preguntas para meditar


¿Reconozco cuáles son mis talentos? ¿Qué hago con ellos? ¿Cómo multiplico? ¿Pongo al servicio
de los demás esos dones que Dios me ha regalado? ¿Valoro mis talentos sin sentir envidia de
otros? ¿Mis talentos me ayudan a crecer como persona humana, como ser social, como hijo de
Dios?
Retiro Juvenil Salesiano
MOMENTO 2 (Eq. PDS)

EL ÁRBOL DE LOS TALENTOS

Con el talento que hemos descubierto, encendemos nuestras velas desde el cirio y vamos en procesión
hacia el árbol que es Jesús.

Para este segundo momento, se invita a todos los participantes a dirigirse al lugar preparado con las velas
encendidas haciendo un círculo alrededor del árbol. Mientras se canta: Somos un nuevo pueblo.

MOTIVACIÓN A LA DINÁMICA
Se invita a dejar las velas y retirar los diamantes, mientras se canta: Esto que soy, eso te doy.

Frase para cada diamante


Recuerda que lo poco que tengas, si lo pones al servicio de Dios, Él te irá dando más y más, y al final dirá:
“En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré”.

ROSARIO POR COLORES


Se invita a unirse por colores que representan a los cinco continentes: Rojo, azul, amarillo, blanco y verde. Luego
se reza.

BENDICIÓN FINAL

Presidente:

Padre, tú nos has renovado con esta celebración,


tú nos has unido hoy más profundamente con los lazos del
amor.
Concédenos siempre tu misericordia inagotable
y el perdón amoroso de nuestros pecados,
para que seamos testigos de tu amor en nuestra vida diaria.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.

Asamblea: Amén.

Presidente:

Y la bendición de Dios todopoderoso,


Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre ustedes y les acompañe siempre.
Asamblea: Amén.

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