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Obras de Drenaje Vial en La Construccion

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OBRAS DE DRENAJE VIAL EN

LA CONSTRUCCION

TALLER DE OBRAS VIALES

Integrantes: Joselyn Mellado Alianti


Docente: Carlos Vega Muñoz
Fecha de Entrega: 12 de diciembre del 2017
INTRODUCCION

El objeto del drenaje en las carreteras, es en primer término, el reducir al máximo posible
la cantidad de agua que de una y otra forma llega a la misma, y en segundo término dar
salida rápida al agua que llegue a la carretera. Para que una carretera tenga buen drenaje
debe evitarse que el agua circule en cantidades excesivas por la misma destruyendo el
pavimento y originando la formación de baches, así como también que el agua que debe
escurrir por las cunetas se estanque originando pérdidas de estabilidad y asentamientos
perjudiciales.
El presente informe analizara lo importante que es tener buen sistema de drenaje en las
carreteras y obras viales, por lo cual se analizara en primera instancia los conceptos y tipos
de drenaje, los criterios de diseño, drenaje subterráneo, zanjas drenantes, ubicación, entre
otras variables.
El presente informe fue realizado por una alumna de la carrera de Técnico en Topografía
y geomensura de la universidad católica de Temuco, para el ramo de Taller de Obras Viales,
a cargo del docente Carlos Vegas muñoz.
OBRAS DE DRENAJE VIAL EN LA CONSTRUCCION

SISTEMAS DE DRENAJE

Se define sistemas de drenaje de una vía como el dispositivo específicamente diseñado


para la recepción, canalización y evacuación de las aguas que puedan afectar directamente
a las características funcionales de cualquier elemento integrante de la carretera.
Dentro de esta amplia definición se distinguen diversos tipos de instalaciones encaminadas
a cumplir tales fines, agrupadas en función del tipo de aguas que pretenden alejar o
evacuar:

 DRENAJE SUPERFICIAL: conjunto de obras destinadas a la recogida de las aguas


pluviales o de deshielo, su canalización y evacuación a los cauces naturales, sistemas
de alcantarillado o a la capa freática del terreno.
 DRENAJE SUBTERRÁNEO: su misión es impedir el acceso del agua a capas superiores
de la carretera, especialmente al firme, por lo que debe controlar el nivel freático
del terreno y los posibles acuíferos y corrientes subterráneas existentes. Emplea
diversos tipos de drenes subterráneos, arquetas y tuberías de desagüe.
o de la disposición geométrica con respecto al eje de la vía:

 DRENAJE LONGITUDINAL: Canaliza las aguas caídas sobre la plataforma y taludes de


la explanación de forma paralela a la calzada, restituyéndolas a sus cauces naturales.
Para ello se emplean elementos como las cunetas, caces, colectores, sumideros,
arquetas y bajantes.
 DRENAJE TRANSVERSAL: Permite el paso del agua a través de os cauces naturales
bloqueados por la infraestructura viaria, de forma que no se produzcan destrozos
en esta última. Comprende pequeñas y grandes obras de paso, como puentes o
viaductos.
Es práctica habitual combinar ambo sistemas, superficial y subterráneo, para conseguir una
total y eficiente evacuación de las aguas.
CRITERIOS DE DISEÑO
A la hora de proyectar el drenaje de una carretera deben tenerse en cuenta una serie de
factores que influyen directamente en el tipo de sistema más adecuado, así como en su
posterior funcionalidad. Los más destacables son:

 Factores topográficos: Dentro de este grupo se engloban circunstancias de tipo


físico, tales como la ubicación de la carretera respecto del terreno natural contiguo,
en desmonte, terraplén o media ladera, la tipología del relieve existente, llano,
ondulado, accidentado, o la disposición de sus pendientes en referencia a la vía.
 Factores hidrológicos: Hacen referencia al área de la cuenca de recepción y aporte
de aguas superficiales que afecta directamente a la carretera, así como a la
presencia, nivel y caudal de las aguas subterráneas que puedan infiltrarse en las
capas inferiores del firme.
 Factores geotécnicos: La naturaleza y características de los suelos existentes en la
zona condicionada la facilidad con la que el agua puede llegar a la vía desde su punto
de origen, así como la posibilidad de que ocasione corrimientos o una erosión
excesiva del terreno. Las propiedades a considerar son aquellas que afectan a su
permeabilidad, homogeneidad, estratificación o compacidad, influyendo también la
existencia de vegetación.
Una vez sopesados estos factores se procede al diseño de la red de drenaje, que deberá
cumplir los siguientes objetivos:

 Evacuar de manera eficaz y lo más rápidamente posible el agua caída sobre la


superficie de rodadura y los taludes de la explanación contiguos a ella. Por supuesto,
deberán evitar la inundación de los tramos más deprimidos de la vía
 Alejar del firme el agua freática, así como los posibles acuíferos existentes,
empleando para ello sistemas de drenaje profundo.
 Prestar especial atención a los cauces naturales, tales como barrancos o ramblas,
disponiendo obras de fábrica que no disminuyan su sección crítica para periodos de
retorno razonables. Debe recordarse que las avenidas son la principal causa mundial
de destrucción de puentes.
 No suponer un peligro añadido para la seguridad del conductor, empleando para
ello taludes suaves y redondeando las aristas mediante acuerdos curvos, evitando
así posibles accidentes adicionales.
 También debe cuidarse el aspecto ambiental, procurando que produzca el menor
daño posible al entorno.
Todos los anteriores puntos están como siempre supeditados a la economía de la obra,
por lo que la solución adoptada debe tener en cuenta dos condicionantes adicionales:

 El coste inicial de construcción e implantación del sistema de drenaje.


 Los costes de reparación y mantenimiento de la infraestructura de drenaje a lo largo
de la vida útil de la carretera.

DRENAJE SUBTERRÁNEO
El drenaje subterráneo tiene como principal misión controlar y limitar la humedad de la
explanada, así como de las diversas capas que integran el firme de una carretera.
Para ello deberá cumplir las siguientes funciones:

 Interceptar y desviar corrientes subterráneas antes de que lleguen al lecho de la


carretera.
 En caso de que el nivel freático sea alto, debe mantenerlo a una distancia
considerable del firme.
 Sanear las capas de firme, evacuando el agua que pudiera infiltrarse en ellas.

ELEMENTOS DE DRENAJE SUBTERRÁNEO


Las recomendaciones para el proyecto y construcción del drenaje subterráneo en obras
de carretera establecen que el proyecto deberá definir con el nivel de detalle que en cada
caso proceda, los sistemas de drenaje subterráneo a disponer, justificando
convenientemente su elección y adecuación a cada caso.
Se definen a continuación una serie de criterios básicos relativos a los elementos de
drenaje subterráneo de más frecuente utilización en obras de carretera. Algunos de ellos
son específicos en este tipo de trabajos, mientras que otros son de uso más general; en este
último caso se han reflejado los principales aspectos de aplicación dentro del ámbito de
este documento.
ZANJAS DRENANTES
Son zanjas rellenas de material drenante y aisladas de las aguas superficiales, en el fondo
de las cuales generalmente se dispone tubería drenante.
Las zanjas drenantes se proyectarán para proteger las capas de firme y la explanada de la
infiltración horizontal, para evacuar parte del agua que pudiera haber penetrado por
infiltración vertical, así como para rebajar niveles freáticos y drenar localmente taludes de
desmonte o cimientos de rellenos.
Cuando las zanjas drenantes pretendan el rebajamiento del nivel freático, el proyecto
deberá determinar la necesidad de efectuar ensayos in situ para conocer el valor de los
coeficientes de permeabilidad de los terrenos.
El agua afluirá a las zanjas a través de sus paredes laterales, se filtrará por el material de
relleno hasta el fondo y escurrirá por este, o por la tubería drenante. También podrá
acceder por su parte superior, si el sistema de drenaje subterráneo estuviera concebido
para funcionar de esta manera.
En caso de que no estuviera bien aislada superficialmente podría penetrar agua de
escorrentía, lo que deberá evitarse en todo caso.
En ocasiones, previa justificación expresa del proyecto, podrán omitirse las tuberías
drenantes, en cuyo caso la parte inferior de la zanja quedaría completamente rellena de
material drenante, constituyendo un dren denominado ciego o francés, en el que el
material que ocupa el centro de la zanja es preceptivamente árido grueso.
UBICACIÓN
El proyecto deberá definir el trazado y las características geométricas de las zanjas
drenantes, que podrán ubicarse bajo cunetas revestidas siempre que se adopten medidas
para que no se produzcan filtraciones bajo las mismas.
Cuando el trazado en planta de una zanja drenante y de un colector coincidan, este último
se situará en general en la parte inferior de la zanja, bajo la tubería drenante. El colector se
dejará embebido en una sección de hormigón que sirva a la vez de solera a la tubería
drenante.
La distancia entre arquetas o pozos de registro no será superior a cincuenta metros (50
m), salvo justificación expresa en contra del proyecto, efectuada teniendo en cuenta las
necesidades de limpieza y conservación del sistema.

PANTALLAS DRENANTES
Las pantallas drenantes, o pantallas drenantes de borde, son zanjas bastante más
profundas que anchas —su anchura no suele superar los veinticinco centímetros (25 cm),
que se disponen normalmente en el borde de capas de firme o explanada, en cuyo interior
se dispone un filtro geotextil, un alma drenante y generalmente, un dispositivo colector en
la parte inferior.
Se distinguen dos tipos de pantallas, dependiendo de cuál sea el alma drenante proyectada:

 In situ, en las que suele ser material granular.


 Prefabricadas, en las que el alma drenante se elabora en un proceso industrial.
Aunque las pantallas drenantes requieren una ocupación de espacio en planta
comparativamente menor que otras soluciones que procuran objetivos similares, presentan
condicionantes de limpieza y conservación más estrictos. En el proyecto se deberá justificar
de manera expresa la adecuación de esta solución a la problemática planteada, así como
las características y ubicación de las pantallas drenantes, contemplando de modo expreso
sus necesidades de limpieza y conservación, y prescribiendo, salvo justificación en contra,
que su parte superior sea impermeable.
Las pantallas drenantes pueden disponerse en contacto con las capas de firme o muy
próximas a ellas. En este caso debe prestarse especial atención a sus condiciones de
impermeabilización.
El diámetro interior mínimo del dispositivo colector deberá ser de cien milímetros (100
mm). Cuando la sección no fuera circular, ésta deberá permitir la inscripción de un círculo
de dicho diámetro. En caso de que se justifique de manera expresa en el proyecto, será
posible la reducción del diámetro, o incluso la eliminación del dispositivo colector del fondo,
atendiendo a circunstancias excepcionales.
La distancia entre arquetas no será superior a cincuenta metros (50 m) salvo justificación
expresa en contra del proyecto, efectuada teniendo en cuenta las necesidades de limpieza
y conservación del sistema.
La construcción de las pantallas drenantes requiere maquinaria específica, en ocasiones
con un tren completo de ejecución de las distintas operaciones. En el proyecto deberá
definirse el proceso constructivo a emplear, en coordinación con el de las capas que
constituyen la sección transversal de la carretera.
El proyecto deberá estudiar la estabilidad local de la zanja para el alojamiento de la
pantalla y global de las obras, antes, durante y después de la ejecución de las mismas.

FILTROS Y MATERIALES DRENANTES


Los filtros utilizados más frecuentemente son los rellenos localizados de material drenante
y los geotextiles, estos últimos es un pliego de Prescripciones Técnicas Particulares del
proyecto determinará las características que deben cumplir los geotextiles, prestando
especial atención a las propiedades relacionadas con los fenómenos de punzonamiento y
colmatación.
Para ciertas aplicaciones específicamente definidas en el proyecto, podría estar indicado
el empleo de materiales drenantes, no contemplados en el Pliego de Prescripciones Técnicas
Generales para Obras de Carreteras y Puentes, cuyas características deberán definirse en el
Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares. En determinados casos, para tratar de evitar
la colmatación de dichos materiales, puede resultar conveniente disponer además
geotextiles u otros elementos de filtro adicionales o intermedios.
TUBERÍA DRENANTE
La tubería drenante es una tubería perforada, ranurada, etc., que normalmente estará
rodeada de un relleno de material drenante o un geotextil, y que colocada
convenientemente permite la captación de aguas freáticas o de infiltración.
El diámetro interior mínimo de los tubos será de ciento cincuenta milímetros (150mm),
salvo justificación en contra del proyecto efectuada teniendo en cuenta las necesidades de
limpieza y conservación del sistema. Mientras que cuando la sección no fuera circular, esta
deberá permitir la inscripción de un círculo de dicho diámetro.

COLECTORES
Los colectores son tuberías enterradas conectadas a arquetas o pozos de registro, de los
que recogen las aguas provenientes de los elementos de drenaje. Los cuales no son
elementos específicos del drenaje subterráneo de las carreteras, ya que, aunque pueden
conducir caudales provenientes del mismo, suelen recibir otros provenientes del drenaje
superficial que normalmente serán muy superiores. En consecuencia, se estará con carácter
general a lo especificado para estos elementos en la norma 5.2 IC Drenaje superficial o
aquella que la sustituya.
En ningún caso se proyectarán colectores perforados, ranurados, con juntas abiertas, etc.,
para captar directamente aguas del terreno.

ARQUETAS Y POZOS DE REGISTRO


El fondo de la arqueta o pozo de registro estará constituido por una solera que garantice
su impermeabilidad. Cuando las posibles filtraciones desde los pozos o arquetas puedan
afectar a materiales susceptibles al agua (suelos tolerables con un contenido de yesos,
según NLT 115, mayor del dos por ciento (2%), suelos marginales o inadecuados, o rocas
que no pueden considerarse estables
Los detalles necesarios para dar pendientes a la solera, construir conexiones hidráulicas,
garantizar la visitabilidad, etc., se proyectarán en general mediante elementos específicos
de hormigón (hormigones de forma).
Las zanjas drenantes normalmente desaguarán su caudal a través de la tubería drenante
alojada en su fondo, que se prolongará hasta el paramento interior de arquetas y pozos de
registro.
Para evitar acumulaciones de agua en el contacto entre la zanja y la arqueta o pozo, se
proyectará en el fondo de la zanja, al menos en los cinco metros (5 m) más próximos a la
arqueta o pozo, una solera de hormigón en la que la tubería drenante se encuentre
embebida al menos cinco centímetros (5 cm) al llegar a la sección de inserción.

Cuando entre el pozo o arqueta y los tubos que en ella se inserten puedan existir asientos
diferenciales, con objeto de evitar agrietamientos, se usarán juntas elásticas estancas en la
sección de inserción, capaces de absorber el asiento previsto. Asimismo, el proyecto deberá
prescribir la comprobación de la estanqueidad de los tubos de salida.
Las arquetas y pozos se proyectarán de modo que, las aguas de drenaje superficial o de
colectores no puedan acceder a los sistemas de drenaje profundo.
LÁMINAS IMPERMEABLES
Para aislar de las aguas ciertas zonas de los rellenos o terrenos naturales, podrán
emplearse en general, láminas sintéticas impermeables.
En el proyecto se definirán las características físicas, químicas y mecánicas de dichas
láminas, las prescripciones que deban observarse durante su transporte, las condiciones de
durabilidad, exposición, recepción y almacenamiento, y su modo de colocación,
especificando los requisitos que han de cumplir las uniones, solapes y resguardos en sus
bordes.
Las superficies de apoyo de las láminas impermeables deberán ser regulares, con
pendiente hacia los puntos bajos de desagüe, colocándose las zonas de solape de la lámina
ubicada aguas arriba, sobre la que se encuentra inmediatamente aguas abajo.

MANTOS DRENANTES
Son capas drenantes formadas por bloques, bolos, material granular o elementos
drenantes prefabricados (generalmente geocompuestos), que se disponen entre un relleno
y el terreno natural sobre el que éste se cimenta.
Deben recoger y conducir al sistema general de drenaje de las obras, surgencias de agua
procedentes del terreno natural y aportes provenientes del propio relleno en su caso.
Asimismo, tienen por función la interrupción de los procesos de ascensión capilar, al estar
constituidos por materiales con huecos de mayor tamaño que los que permiten dicha
elevación.
El área del manto depende de la de la zona a drenar. Puede ser bastante reducida cuando
se trate de una captación aislada, cubrir toda una vaguada cuando la obra discurra sobre la
misma, construirse como elemento de captación de las aguas aportadas por las fracturas
de un macizo rocoso en un fondo de desmonte, etc.
Salvo cuando estuviera constituido exclusivamente por geocompuestos, en cuyo caso el
proyecto podrá justificar valores menores, el manto drenante tendrá un espesor mínimo de
treinta centímetros (30 cm), debiendo encontrarse la línea de saturación al menos a diez
centímetros (10 cm) bajo su cota superior. Asimismo, y salvo especificación en contra del
proyecto, deberán disponerse filtros granulares o geotextiles para la protección del manto.
En general el manto drenante deberá estar provisto de tuberías drenantes, con desagüe a
colectores.
DRENES EN ESPINA DE PEZ
Para la captación de un conjunto localizado de manantiales o surgencias, los mantos
drenantes pueden sustituirse por una red, generalmente arborescente o con forma de
espina de pez, constituida por zanjas drenantes que confluyen a una principal que funciona
como emisario y que, normalmente, alojará tubería drenante y colector en su interior.
Los entronques deberán definirse en el proyecto, mediante piezas especiales entre
tuberías, transiciones entre zanjas, arquetas, etc.
El trazado de esta red se determinará de acuerdo con la ubicación de los manantiales o
surgencias que hubieran de captarse en cada caso, pudiendo combinarse los drenes en
espina de pez con los mantos drenantes.
TACONES DRENANTES
En rellenos cuyos espaldones pudieran plantear problemas de estabilidad, puede
adosarse al pie un tacón generalmente de escollera, con el doble propósito de actuar como
elemento resistente proporcionándole contención lateral, y de constituir un elemento de
drenaje para recoger el agua procedente del terreno de cimentación, del manto drenante
si existiera, e incluso del propio relleno en su caso.
En secciones en terraplén cimentadas sobre una ladera natural, o secciones a media
ladera, en las que el tacón drenante se disponga en el pie de menor cota, el proyecto deberá
analizar específicamente la estabilidad local y global de las obras antes, durante y después
de la construcción del tacón.

DRENES DE INTERCEPTACIÓN
Son zanjas drenantes provistas por lo general de tubería drenante en su parte inferior,
que tienen por objeto la captación de aguas subterráneas, o el rebajamiento del nivel
freático, y que se disponen transversalmente al flujo a captar.
Pueden situarse en cimientos de rellenos o al pie de los mismos, al pie o en coronación
de los desmontes, en bermas intermedias, etc.
EN CIMIENTO DE RELLENOS
Cuando los rellenos estén cimentados sobre laderas naturales, y se prevea la presencia de
agua en la zona de contacto del terreno con el relleno, se deberán proyectar las obras
necesarias para mantener drenado dicho contacto.
Podrán proyectarse drenes en el borde alto de dicho contacto; cuando la cimentación sea
escalonada podrán asimismo disponerse en los escalones en que se prevea flujo de agua La
pendiente longitudinal mínima de estos drenes será del uno por ciento (1%).

Al proyectar estos drenes, debe tenerse en cuenta que la construcción del relleno puede
alterar la distribución de las zonas de afloramiento de las aguas en el terreno natural bajo
el mismo, por la eliminación de zonas permeables superficiales, obstrucción de capas
permeables profundas, etc.
DRENES LONGITUDINALES DE INTERCEPTACIÓN
Son zanjas drenantes que se disponen longitudinalmente a la carretera o elemento a
proteger, aguas arriba de los mismos, con el fin de interceptar flujos de agua hacia éstos.
Su profundidad deberá determinarse en el proyecto, en función de las condiciones
hidrogeológicas existentes.
Cuando el flujo a captar se encuentre a mayor profundidad que la alcanzable por una
zanja drenante convencional, pueden llegar a construirse con maquinaria similar a la
empleada para la ejecución de muros pantalla de hormigón, rellenándose generalmente
con material granular.
En estos casos, excepcionales, que el proyecto deberá justificar de manera expresa,
deberá estarse a lo especificado en el apartado 3.16 de estas recomendaciones. Debe
tenerse en cuenta en la definición del proceso constructivo la posible influencia del empleo
de lodos tixotrópicos en la permeabilidad del elemento en cuestión (y su evolución con el
tiempo). Asimismo, deberán considerarse las dificultades para la disposición de filtros,
tuberías drenantes, etc.
En cualquier caso, el proyecto deberá analizar la estabilidad local y global de las obras,
antes, durante y después de la construcción del dren longitudinal de interceptación.

CONTRAFUERTES DRENANTES
Los contrafuertes drenantes son un sistema mixto de drenaje y refuerzo de aplicación en
taludes de desmonte o espaldones de rellenos, que consta de zanjas drenantes orientadas
según líneas de máxima pendiente de los mismos, que además actúan como contrafuertes.
Entre dichas zanjas y a diferentes alturas, pueden proyectarse, transversalmente a las
primeras, otras de menor o igual profundidad (contrafuertes secundarios) que desagüen a
las anteriores, contribuyendo además al refuerzo del paramento en cuestión.
Los contrafuertes se proyectarán con profundidad sensiblemente constante, o variable,
en función de las características del terreno y de la importancia relativa de las funciones, de
drenaje y refuerzo respectivamente, buscadas en cada aplicación particular.
CONCLUSION
Queda en evidencia las obras viales son vitales para el próspero desarrollo mundial.
Debiendo tener una correcta planificación y desarrollo, en donde un tema crucial a
considerar son los drenajes y alcantarillados que deben incluirse en el proyecto, debiendo
tener en cuenta factores topográficos, los que engloban la ubicación de la carretea respecto
al entorno natural; hidrológicos, los que hacen referencia al área de la cuenca de recepción
y aportes de aguas superficiales que afectarían directamente a la carretera y geotécnicos,
los que se refieren a características propias de los suelos y la naturaleza.
Por otro lado, podemos comentar que los drenajes son particulares en cada sector o
región del planeta, por lo que es de alta complejidad obtener un correcto manejo de las
aguas, es por esto que para la correcta implementación y desarrollo de un sistema de
drenaje se deben tener en consideración su ubicación, las zanjas drenantes a utilizar, las
pantallas, los filtros, la tubería necesaria, los colectores y pozos, las láminas impermeables,
los mantos drenantes, entre otros.
Por ultimo debemos mencionar que existen normas de buenas prácticas que ayudan y
contribuyen a las buenas prácticas en la implementación de los distintos tipos de sistemas
de drenajes, los cuales son denominados comúnmente como PG-3.

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